Derechos Humanos

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Se cambió el nombre de una calle en Retiro

Memoria, verdad y justicia para los 30.000 Por: Héctor Gurvit (Compañero del Llamamiento e integrante de la comisión del boletín) 2022-10-06 En el marco de una deseada reparación histórica y, por resolución del consejo deliberante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la calle con el nombre del escritor judeofóbico Gustavo Adolfo Martínez Zuviría, conocido por su seudónimo Hugo Wast fue reemplazada por el de Reneé “Yoyi” Slotopolsky de Epelbaum, madre de plaza de mayo y activista del movimiento judío por los derechos humanos. La medida fue tomada en junio de 2021 a iniciativa del legislador Claudio Morresi. Yoyi, cuando le secuestraron a uno de sus hijos, envió a los otros dos al Uruguay suponiendo que allí estarían a salvo. Sin embargo, los fueron a buscar y los trajeron a la Argentina en el marco del Plan Cóndor. A veces, la palabra desaparecidos resulta insuficiente para ejemplificar ciertas conductas. El lenguaje es una limitación, una estructura que requiere especificaciones. Roland Barthes afirmaba que la lengua era fascista. Lo argumentó en el discurso con que inauguró su cátedra de semiología lingüística en el College de France en 1977. Dijo, además: “La lengua es opresiva, no por lo que impide decir sino por lo que obliga a decir y esta obligación está relacionada con el poder”. Esta afirmación se clarifica largamente en el caso de las cuestiones de género. De modo que, a pesar de que es largo decirlo: “secuestrados, torturados, muertos y desaparecidos” cubre algo mejor los indiscutibles hechos. Desde aquellos tiempos, Reneé “Yoyi” Slotopolsky de Epelbaum ha luchado por la memoria, por la verdad y por la justicia no solo para sus hijes Luis, Claudio y Lila, sino también por los 30.000. Gustavo Adolfo Martínez Zuviría, conocido por su seudónimo Hugo Wast fue un escritor y político argentino. Simpatizó con el franquismo español, como ministro de Educación en 1944 implantó la enseñanza ordinaria, aunque no obligatoria, de la religión católica en todas las escuelas del país y es ampliamente conocido por su ferviente antisemitismo. En ese sentido, y aplicando el criterio de autoridad, recurrimos a Horacio González quién ordenó que se retirara su nombre de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional (BN), institución que Zuviría dirigió durante casi un cuarto de siglo. Walter Beveraggi Allende, basándose fuertemente en la novela de Zuviría, El Kahal, redactó un folleto en el cual sentó las bases de una de las teorías conspirativas más famosas del país detallando la supuesta elaboración del “Plan Andinia”, por el cual los judíos venían a apropiarse de la Patagonia. Claudio Morresi fue un jugador de fútbol exitoso. Su hermano Norberto, militante de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), fue secuestrado el 23 de abril de 1976 a los 17 años, fusilado el mismo día y enterrado como NN en un cementerio de General Villegas, donde se lo encontró en 1989 gracias al Equipo Argentino de Antropología Forense[1]. Desde 2004 hasta 2014 fue Secretario de Deportes de la Nación. Hoy, es legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue él quien presentó el proyecto para cambiar el nombre de la calle del escritor judeofóbico por el de la Madre y Abuela de Plaza de Mayo y del movimiento de judío por los derechos humanos, Renée “Yoyi” Slotopolsky de Epelbaum. Estos son los hechos. Que no es sino una muestra repetida del genocidio y de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura cívica-militar. Es necesario asociar los dos grandes genocidios que tuvo nuestra patria a lo largo de su historia. El primero fue el que el Gobierno Argentino infligió a los pueblos originarios exactamente 100 años antes del segundo. Cuando Roca expone como presidente sus intenciones, llama a ese ordenamiento “Proceso de Organización Nacional”. 100 años después, la dictadura se proclama heredera de aquella, con el nombre de “Proceso de Reorganización Nacional”. No hay casualidades. Dos genocidios, un mismo apelativo. Pero los derechos humanos se defienden siempre y mas temprano que tarde se producen hitos, pequeños o grandes que nos reivindican como sociedad. Y en este caso el proyecto de Claudio Morresi de cambiar el nombre del juedofóbico por el de “Yoyi”, es uno de ellos. La legislatura porteña aprobó esta resolución en junio de 2021. Los judíos secuestrados, torturados, desaparecidos y asesinados por la dictadura, según es de conocimiento, al menos en nuestra comunidad, recibían un trato especialmente sanguinario por los torturadores. Siempre se busca un chivo expiatorio. Pueden ser los judíos, los migrantes, los kirchneristas. Es la punta de lanza del odio alentado por los medios hegemónicos que más tarde se materializa con violencia. Al respecto, Morresi destacó que “Renée sintetiza en su activismo la lucha por una sociedad libre» y dijo que se trata «justamente» del «activismo» que necesitan los argentinos «para luchar contra los crímenes de odio e intolerancia”. Y agregó que “renombrar la calle Gustavo Martínez Zuviría por Renée Slotopolsky de Epelbaum no es meramente un cambio de denominación», sino que representa sumarse «colectivamente a la lucha contra la intolerancia, la xenofobia y el antisemitismo”. La patria está en peligro. Lo humedales, las tierras mapuches, el litio que se lo llevan sin casi ningún beneficio para el país, la hidro-vía y el gasoducto de Vaca Muerta que, si las elecciones las ganara el macrismo, podrían ser privatizadas y desnacionalizadas como lo han hecho a lo largo de nuestra historia reciente con cada una de nuestras riquezas. Con Milagro Sala prisionera, con el frustrado magnicidio, con el juicio a CFK que no tiene parangón en estos años de democracia, con los salarios que, aún con trabajo legítimo, están por debajo de la línea de pobreza y tantas otras muchas cuestiones que sería ocioso referir la patria está en peligro. Las injusticias a las que estamos asistiendo en estos días no cubren las expectativas con las que votamos a este gobierno auto titulado Nacional y Popular. La grieta no se resuelve con palabras y con buenos o malos modales, porque de todas maneras siempre nos han expoliando. En el nombre de esa calle

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Bajo las narices de Pinochet: Los diplomáticos israelíes que rescataron a los disidentes de izquierda de Chile

Por: Judy Maltz y Jonathan Gorodischer | Haaretz (13 de junio de 2022) La extraordinaria historia, contada por primera vez, de cómo el embajador israelí Moshé Tov ayudó a salvar a unos 300 enemigos del régimen de Augusto Pinochet en 1973, luego del golpe militar contra el presidente Salvador Allende, llevándolos de contrabando al aeropuerto en los baúles de los autos de la embajada y incluso cobijándolos en la propia embajada. Durante casi medio siglo, esta misión de rescate israelí se mantuvo en gran parte en secreto. A fines de 1973, aproximadamente 300 disidentes vinculados a la izquierda política fueron tomados bajo las alas de diplomáticos israelíes con base en Chile y así se salvaron de las manos de la junta militar que acababa de tomar el poder. Considerados enemigos de la dictadura encabezada por el general Augusto Pinochet , fueron recogidos de escondites secretos, introducidos de contrabando en los baúles de los automóviles de la embajada israelí hasta el aeropuerto, donde los subieron a aviones y los llevaron a un lugar seguro. La embajada de Israel les proporcionó billetes de avión, pasaportes y otros documentos de viaje necesarios, a menudo con nombres falsos. Al menos 30 de estos disidentes encontraron cobijo en las oficinas de la propia embajada, donde se apartaron escritorios y máquinas de escribir para dejar sitio a catres y cunas. En varios casos, se alojaron en la residencia privada del propio embajador israelí.- Anuncio – Si no fuera por la intervención de los diplomáticos israelíes, estos enemigos del régimen seguramente habrían sido condenados a cadena perpetua o algo peor. La mayoría de ellos, pero no todos, eran judíos. “Proporcionamos refugio a quienes lo pedían, judíos y no judíos por igual”, recuerda Ruth Tov, la viuda de 90 años del entonces embajador de Israel en Chile, Moshé Tov, durante una entrevista en su casa en las afueras de Tel Aviv. . “No hubo discriminación”. Su esposo escoltaba personalmente a los disidentes al aeropuerto, cuenta, para asegurarse de que no fueran interceptados y ejecutados en el camino. En vísperas del golpe militar de septiembre de 1973, unos 30.000 judíos vivían en Chile. Su número hoy se ha reducido a unos 18.000, muchos de los cuales se fueron a Israel, Argentina y Estados Unidos. La operación de rescate se prolongó durante varios meses tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, cuando fue derrocado el gobierno socialista encabezado por Salvador Allende. Fue encabezado por Tov, quien había asumido su cargo en la embajada en Santiago dos años antes, y Benjamin Oron, el primer secretario de la embajada. Los dos diplomáticos israelíes llevaron a cabo la operación con la plena cooperación y bendición de Abba Eban, quien se desempeñaba como ministro de Relaciones Exteriores en el momento del golpe, y Yigal Allon, quien lo reemplazaría unos meses después. Algunos de los refugiados, aunque no la mayoría, terminarían en Israel. La mayoría de ellos se trasladaron a la vecina Argentina y más al norte a los Estados Unidos. Chile es el hogar de la tercera comunidad judía más grande de América del Sur, después de Argentina y Brasil. Cuando se supo que diplomáticos israelíes albergaban a disidentes políticos, la junta militar trató de detenerlos. Unos días después del golpe, la policía secreta fue enviada a la embajada y exigió que se les mostrara el interior para poder registrar las instalaciones. Tov se negó, bloqueando la entrada de la embajada con su propio cuerpo. “Este es un espacio extraterritorial”, les dijo a los hombres fuertemente armados, como recuerda su viuda. “No puedes entrar”. Rectificando la situación Pasarían muchos años antes de que Tov, quien murió en 1989, fuera reconocido por su valentía. En 2016, su familia recibió un certificado de la Cancillería chilena agradeciendo sus actos de heroísmo durante este oscuro capítulo de la historia del país. El número oficial de víctimas de abusos a los derechos humanos bajo el general Augusto Pinochet, quien gobernó Chile de 1973 a 1990, es de 40.018. Ese número incluye 3.065 chilenos que fueron asesinados o desaparecidos forzadamente, así como decenas de miles que fueron torturados o encarcelados por motivos políticos. Sin embargo, pasarían algunos años más antes de que un público más amplio se diera cuenta de sus hazañas. Una visita de la actual embajadora de Israel en Chile, Marina Rosenberg, al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Santiago -institución que conmemora a las víctimas de las violaciones de derechos humanos durante el régimen de Pinochet- sería el detonante.- Anuncio – “Fue en 2019, nada más tomar posesión de mi cargo, que en mi visita me acompañó la directora del museo”, cuenta en conversación telefónica. “Me mostró un mapa grande colgado de una de las paredes que indicaba todos los países que habían ayudado a los chilenos perseguidos por Pinochet”. No incluía a Israel. “Cuando le mencioné esto al director, dijo que no estaba al tanto de la participación de Israel”, dice Rosenberg. “Decidí que era hora de rectificar la situación”. La Embajada de Israel procedió a desenterrar tanta información como pudo sobre las actividades de Tov y sus cómplices después del golpe. Se lo entregaron a Raúl Gamboni Silva, destacado periodista y cineasta, a quien se le encargó que hiciera su propia investigación y lo convirtiera todo en un documental. Esta película de 15 minutos, “Embajador Moshé Tov: Podemos y Debemos”, título inspirado en las palabras que usó para explicar por qué había decidido proteger a los perseguidos por el régimen, se estrenó el mes pasado en un evento especial organizado por la embajada, en colaboración con varias organizaciones judías. La proyección tuvo lugar en el auditorio del museo. “Exhibir la película en el museo fue especialmente significativo para mí”, dice Rosenberg. “El siguiente paso es agregar a Israel al mapa en el muro allí”. ‘Arquitecto clave’ Nacido en Argentina en 1910, Tov fue un destacado diplomático israelí que se desempeñó como embajador en Guatemala antes de asumir su cargo en Santiago. Antes del establecimiento de Israel en 1948, se desempeñó como enviado de la Agencia Judía en América Latina, donde se centró en reunir apoyo para el plan

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Raquel contra la mafia

Por: Comisión Persp. de Género Raquel Liberman ha sido la mujer que con su valiente denuncia ante un Juez incorruptible, el Dr Julio Alsogaray, logró el fin de la operatoria de una fuerte organización mafiosa dedicada centralmente a la explotación de prostíbulos en nuestro país y otros de Sudamérica: la Zwi Migdal (Gran Fuerza). Se trataba de una organización compuesta por judíos en su mayoría de origen polaco que, aprovechando las pésimas condiciones de vida de los judíos en Europa, engañaban a jóvenes mujeres a quienes prometían o efectivizaban casamiento para, al llegar a Buenos Aires, forzarlas a la prostitución, actividad que entre los años 1875 y 1936 fue una actividad tolerada en Buenos Aires regida por normas y reglamentos. Raquel Liberman logró escapar dos veces de las garras de la Zwi Migdal; en la segunda oportunidad hizo la denuncia y se dispuso a declarar ante un Juez porque, dijo: “Sólo se muere una vez; la denuncia no la retiro”. Los miembros de la organización fueron siempre rechazados y combatidos por los demás miembros de la comunidad judía en Argentina, por lo que crearon sus propias instituciones: templo, cementerio, todo encubierto bajo el rótulo de una sociedad de socorros mutuos. Hbiese sido imposible que alcanzasen el gran desarrollo que alcanzaron sin la complicidad de la policía, políticos y jueces, lo que produjo que tras la denuncia de Raquel fueron apresados 108 miembros de la organización, pero quedaron en prisión sólo tres miembros secundarios de la misma.  De todos modos, esta denuncia provocó que la mirada social sobre los burdeles, fuera menos consintiente y la Zwi Migdal dejara de funcionar.  Raquel murió muy joven de cancer de tiroides; dejó tras de sí dos hijos y el comienzo de una batalla y un ejemplo de lucha contra la prostitución como institución aberrante de una sociedad que compra mujeres como trozos de carne. La ruptura del silencio de esta valiente mujer, muerta a los 34 años, dió lugar al fin del reglamentarismo en nuestro  país, ya que se promulgó la Ley 12.331 que prohibía la existencia de prostíbulos. Hoy sigue vigente, q pesar de que no se cumpla.  Este año se cumplen 122 de su nacimiento y se está debatiendo la posibilidad de poner a la estación Callao su nombre, ya que era ésa la zona en que desarrolló su vida. La historia de la prostitución es una historia de vidas segadas, arrebatadas, convertidas en mercancías para provecho de secuestradores y prostituyentes. COMISION DE PERSPECTIVA DE GÉNERO

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Los alegatos de las defensas de los genocidas en la Mega Causa Campo de Mayo desde la mirada de Dibujos Urgentes

Por: Maria Paula Doberti y Eugenia Bekeris Los alegatos de las defensas de los genocidas en la Mega Causa Campo de Mayo desde la mirada de Dibujos Urgentes. Entre el 16 de marzo y el 1° de junio de este año nueve abogadxs ocuparon trece audiencias (unas 52 horas en total) para defender lo indefendible. Desde la Defensoría Oficial hablaron Juan Carlos Tripaldi (defensor de Ramón Vito Cabrera, Luis del Valle Arce, Miguel Conde, Carlos Alberto Rojas, Arnaldo José Román, Santiago Omar Riveros, Luis Saadi Pepa, Mario Rubén Domínguez y Eugenio Guañabens Perelló), Hernán Campi, Eduardo Masci y Alejo Pisani (defensores de Francisco Orlando Agostino). Como abogadxs particulares actuaron Sebastián Olmedo Barrios (defensor de Alfredo Oscar Arena), Gonzalo Miño (defensor de Roberto Fusco), Gerardo Ibáñez y Carmen Ibáñez (defensorxs de Carlos Tamini, Pacífico Luis Britos y Federico Ramírez Mitchel) y Alejandro Arguilea (defensor de Carlos Caimi y de Bernardo Caballero). Todxs desplegaron estrategias que abarcaron un abanico estrecho, entre el negacionismo y el desprestigio de las querellas y sobre todo del Ministerio Público Fiscal, a cargo de la Fiscal Gabriela Sosti. La Fiscalía acusó a los imputados por cargos de secuestros, privación ilegal de la libertad, allanamiento ilegal de domicilio, tormentos agravados, violaciones, abuso deshonesto, robo en poblado y en banda, secuestro de bebés y homicidios. Para responder a la CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA que dieron en su alegato la Fiscal Sosti y el abogado querellante Pablo Llonto, la Defensa desplegó diversas respuestas: Tripaldi negó el contexto histórico en el que se desarrollaron los hechos denunciados. Arguilea reclamó “una legítima reconstrucción histórica” con “datos objetivos”. Masci hizo un sesgado recuento histórico, desde las batallas de San Martín, deteniéndose en los gobiernos peronistas de los 70: “¿Dónde nace la responsabilidad de los hechos, en el gobierno de facto o en los anteriores?”, se preguntó. Olmedo Barrios basándose en que “nuestra Patria fue víctima de un enfrentamiento armado” argumentó que “no hubo persecución política”. Para demostrar esto dijo que “las FAR asaltaron Campo de Mayo”, que hubo “1541 homicidios comprobados, 1745 secuestros y posesión de 5042 explosivos”, que “las organizaciones político-militares no pretendían un país mejor” y que hay que contar “la verdad real”. Gerardo Ibáñez sostuvo que “es una ingenuidad pensar que el Estado no adoptara ninguna defensa frente a la infinidad de secuestros del ERP y Montoneros. La Justicia los había condenado y Cámpora los liberó. Por eso hubo Áreas de Defensa, como el Área 400”. Las leyes de PUNTO FINAL y de OBEDIENCIA DEBIDA reaparecieron reiteradamente. Masci sostuvo que se dictaron para “dar una vuelta de página, como hizo Uruguay con Pepe Mujica”, que “el Congreso no puede anularlas” por lo que “no debería ser juzgado ninguno de los imputados”. Y recordó con nostalgia los INDULTOS de Menem: “se dijo “ya está, es suficiente, unamos de una vez el país””. Argumentaron que se trata de COSA JUZGADA. Gerardo Ibáñez Consideró que “los criterios jurídicos 45 años después, por culpa del Estado, son desatinados” y que “el marco por el que deben ser tratados es el de aquella época, no el de hoy”. Campi llegó más lejos (o más atrás): dijo que en Nuremberg hubo “AUDITORES MILITARES” por lo que “resulta ilógico juzgar a los militares en la Justicia ordinaria”. La comparación entre los acusados de aquel Juicio con los del actual corrió por parte de su propio abogado. Sobre la figura de LESA HUMANIDAD dijeron que, como los hechos son anteriores a la norma “no debería tenerse en cuenta” y que asumirla es “un atropello brutal al principio de legalidad”, que “los hechos están prescriptos”, que es una “violación al principio de legalidad” y que “los guerrilleros armados no eran población civil, eran combatientes”. Rechazaron la figura de GENOCIDIO porque, arguyeron, “no hubo persecución a una Nación”. Basándose en que “no se fijaron las penas antes del hecho” y en que “no se encuentra tipificado” el modo de juzgar estos hechos, pidieron que “se rechace para que se preserve el principio de legalidad”. Intentaron embarrarle la cancha al MINISTERIO PÚBLICO FISCAL, representado por Gabriela Sosti. Tripaldi sostuvo que la Fiscalía “violentó los principios juridireccionales”, que “debió hacerse algo distinto”, que “no se le da al trabajo la seriedad que debería tener”, que “hay liviandad”, que las acusaciones tienen “endeblez del argumento” y son “caóticas”, que hay “falta de talento para organizar la acusación”, que “es un desastre”, que “hay un desinterés en trabajar de manera puntillosa”. Arguilea afirmó que “Sosti no probó el uso de la picana”, que se basó en “conjeturas, indicios y tergiversaciones”, que “armó una imputación con una mirada estrecha” con “afirmaciones falsas” y que “se basa en la nada, sólo en su convencimiento cercana a la Inquisición”. Campi y Masci afirmaron que “los fiscales pueden tener sed de revancha o venganza” y que Sosti parece tiene “una obsesión con los funcionarios de Inteligencia”. Sostuvieron que se hizo una “errónea conclusión de penas, una lectura parcial de la documentación testimoniales y un arribo a conclusiones que no se compadecen con la realidad”. Miño afirmó que “la acusación es subjetiva, caprichosa y antojadiza”. Sobre los TESTIMONIOS escuchados en los más de dos años de Juicio, repitieron casi a coro que “hay testigos que se contradijeron”, que hablaron por terceros, que “hicieron referencia al vox populi” y que “los rumores no tienen valor jurídico”. Campi y Masci dudaron de los testimonios de familiares porque están “contaminados”, “no prueban nada”, por lo que “no hay pruebas que valorar”. Tripaldi osó ensuciar las declaraciones de sobrevivientes y familiares tildándolos de brindar “testimonios contaminados” por “los organismos de Derechos Humanos” que, según él, les brindaron información que no tenían. Hizo preguntas capciosas, como la referida al sobreviviente Gregorio Díaz: “¿Declaró libremente?” En varias audiencias se dedicaron a menoscabar las declaraciones del sobreviviente Juan Carlos “Cacho” Scarpati, quien declaró en diversos juicios dando datos claves para encontrar pruebas y reconocer genocidas. Tripaldi hasta cuestionó el carácter de víctima de Scarpati porque, sostuvo, “no está probado que estuvo privado de la libertad. Siempre resultó

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Dibujos Urgentes en el Juicio de Campo de Mayo. El alegato de Abuelas

Por: Eugenia Bekeris y Paula Doberti El 23 de febrero comenzó su alegato Carolina Villella, representando la querella de Abuelas. Se refirió a las historias de secuestros y desapariciones de catorce mujeres embarazadas y sus compañeros. Explicó que fueron alojadxs en alguno de los cuatro centros clandestinos de la Zona 4 – El Campito (en la plaza de tiro), la Central de Inteligencia (en ruta 8), la prisión y el hospital militar (en Campo de Mayo)-, donde lxs mantuvieron en “aberrantes condiciones y constantes tormentos e interrogatorios (picana y submarino), golpizas, vejaciones, violaciones y agresiones sexuales, encadenados de pies y manos, con escasa alimentación e higiene”. Las mujeres “tuvieron a sus hijos ahí entre 1976 y 1978, acelerando los partos con cesáreas programadas”. Dijo que “el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional contempla entre los diferentes supuestos de violencia sexual a la violación, la prostitución, la esclavitud y el embarazo forzado” y que son delitos de lesa humanidad. Nombró a los nietos recuperados Maximiliano Menna Lanzilotto y Pablo Casariego Tato (el último apropiado por el médico de la ex ESMA Norberto Bianco), a lxs hijxs pequeñxs que dejaron sin sus padres y madres al secuestrarlxs y a lxs nietxs que Abuelas siguen buscando. La semana siguiente, el 2 de marzo, Carolina Villella terminó su alegato. Se refirió a las historias de secuestros y desapariciones de veintitrés víctimas de la “Caída de los Ferroviarios” y sus familias. Nombró a Egidio Battistiol, Juana Matilde Colayago (embarazada de 6 meses), Ema Battistiol, Sandra Missori, Juan Carlos Catnich, Leonor Landaburu (embarazada de 7 meses y medio), Beatriz Pereyra, Enrique Montarcé, Enrique Gómez Pereyra, Nilda Acosta, Mirtha Noroña, Héctor Noroña, Luisa Nieva, Claudia Noroña, Carlos Osvaldo Moreno, María Aurora Bustos, Liliana Moreno, Adriana Moreno, Carlos Raúl Parra, Georgina del Valle Acevedo de Parra, Oscar Benito Ríos, Juan Carlos Barrionuevo, Rosa Ana Irmina Nusbaum (embarazada de 6 meses), Mariano Belisario Iturriza y Susana Flora Grynberg (embarazada de 3 meses). Explicó que todxs fueron detenidxs ilegalmente y mantenidos en condiciones inhumanas: encapuchadxs, atadxs de pies y manos, con mínimas disposiciones de higiene y de alimentación. Pidió que se condene por allanamientos ilegales, privación ilegal de la libertad, tormentos doblemente agravados (por su carácter de funcionarios públicos y por la condición de perseguidxs políticxs de las víctimas), violencia, amenazas y desaparición forzada. Dijo que todos los imputados son coautores penalmente responsables; aclaró que pide la inhabilitación para cobrar jubilaciones y pensiones y la remoción de prisión domiciliaria y cumplimiento de penas en cárceles comunes. Los hechos son de lesa humanidad y por lo tanto, aclaró, imprescriptibles. Las penas solicitadas son: – Riveros, Somoza, Castagno Monje, Domínguez y Caballero: 25 años – Sadi Pepa: 20 años – Villanova y Tamini: prisión perpetua. El alegato completo se puede ver por el canal de Youtube de La Retaguardia.

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Gideon Levy: «Dime qué hay de falso en el informe de Amnistía Internacional sobre Israel»

Por: Guideon Levy | Haaretz (10 de febrero de 2022) Personas palestinas que se dirigen al complejo de la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén Oriental para las oraciones del primer viernes del mes santo musulmán del Ramadán esperan para pasar por el control de Qalandia entre Ramala y Jerusalén Oriental, ambos en la Cisjordania ocupada, el 2 de junio de 2017. © Abbas Momani / AFP vía Getty Images A medida que disminuyen las maldiciones y los chillidos –Amnistía son antisemitas, el informe está lleno de mentiras, la metodología es absurda– uno debe preguntarse: ¿Qué, precisamente, es incorrecto en el informe del apartheid? ¿Israel no se basó en una política explícita de mantener la hegemonía demográfica judía, mientras se reducía el número de palestinos dentro de sus fronteras? ¿Si o no? ¿Verdadero o falso? ¿Esta política no existe hasta el día de hoy? ¿Sí  o no? ¿Verdadero o falso? ¿Israel no mantiene un régimen de opresión y control de los palestinos en Israel y en los territorios ocupados en beneficio de los judíos israelíes? ¿Sí o no? ¿Verdadero o falso? ¿Las reglas de enfrentamiento con los palestinos no reflejan una política de disparar a matar, o al menos mutilar? ¿Sí o no? ¿Verdadero o falso? ¿Los desalojos de palestinos de sus hogares y la denegación de permisos de construcción no forman parte de la política israelí? ¿Sí o no? ¿Verdadero o falso? ¿No es Sheikh Jarrah apartheid? ¿La ley del Estado-nación no es apartheid? ¿Y la negación de la reagrupación familiar? ¿Y los pueblos no reconocidos? ¿Y la “judaización”? ¿Hay un solo ámbito en Israel o en los territorios en el que exista una igualdad verdadera, absoluta, excepto en el nombre? Leer el informe es desesperarse. Es todo lo que sabíamos, pero condensado. Sin embargo, Israel no sintió desesperación ni remordimiento. La mayoría de los medios lo marginaron y lo desdibujaron, y el coro hasbará lo rechazó. El ministro de Propaganda, Yair Lapid, recitó sus líneas y se lanzó al ataque incluso antes de que se publicara el informe. El ministro de Asuntos de la Diáspora, Nachman Shai, se apresuró a seguirlo.  No ha nacido aún el informe internacional que Israel no denuncie mientras se niega a responder a un solo punto aunque sea. Una organización tras otra, algunas de ellas importantes y honestas, lo llaman apartheid, e Israel dice: antisemitismo. Por favor, demuestre que Amnistía está equivocada. Que no existen dos sistemas de justicia en los territorios, dos conjuntos de derechos y dos fórmulas para la distribución de los recursos. Que la legitimación de Evyatar no es apartheid. Que los judíos puedan reclamar su propiedad anterior a 1948 mientras que a los palestinos se les niega el mismo derecho no es apartheid. Que un asentamiento verde justo al lado de una comunidad de pastores sin electricidad ni agua corriente no es apartheid. Que los ciudadanos árabes de Israel no sean discriminados sistemática e institucionalmente. Que la Línea Verde no se ha borrado. ¿Qué no es verdad? Incluso Mordechai Kremnitzer se asustó por el informe y lo atacó. Sus argumentos: El informe no distingue los territorios ocupados de Israel, y trata el pasado como si fuera el presente. Así es como sucede cuando incluso la academia de izquierda se alista en defensa de la propaganda sionista. Acusar a Israel de los pecados de 1948 y llamarlo apartheid es como acusar a Estados Unidos de apartheid debido al pasado de Jim Crow, escribió en el Haaretz del miércoles. La diferencia es que el racismo institucionalizado en los Estados Unidos ha desaparecido gradualmente, mientras que en Israel está vivo y coleando tan fuerte como siempre. La Línea Verde también ha sido borrada. Ya es un Estado hace un tiempo. ¿Por qué Amnistía debería hacer la distinción? 1948 continúa. La Nakba continúa. Una línea recta conecta Tantura y Jiljilya. En Tantura masacraron, en Jiljilya causaron la muerte de un hombre de 80 años, y en ambos casos las vidas palestinas no valen nada. Por supuesto, no hay propaganda sin elogios para el sistema de justicia. “La importante contribución de los asesores legales del gobierno y los tribunales, que, contra una gran mayoría política, impidieron la prohibición de candidatos y listas árabes para la Knesset… Un partido árabe que se une a la coalición pone inmediatamente en ridículo la acusación de apartheid”, escribió Kremnitzer.  Es tan bueno agitar al Tribunal Superior de Justicia, que no ha impedido ni una sola iniquidad de ocupación, y Mansour Abbas para demostrar que no hay apartheid. Setenta y cuatro años de Estado sin una nueva ciudad árabe (N. de L. J.: léase palestina), sin una universidad árabe  (N. de L. J.: léase palestina) o una estación de tren en una ciudad (N. de L. J.: léase palestina) se ven empequeñecidos por el gran encubrimiento de la ocupación, el Tribunal Superior de Justicia y un socio de coalición árabe menor, e incluso que uno consideraba ilegítimo. El mundo seguirá lanzando invectivas, Israel seguirá ignorándolo. El mundo dirá apartheid, Israel dirá antisemitismo. Pero las pruebas seguirán acumulándose. Lo que está escrito en el informe no se deriva del antisemitismo, sino que ayudará a fortalecerlo. Israel es el mayor motivador de impulsos antisemitas en el mundo de hoy.

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Ex fiscal general de Israel: Con gran tristeza concluyo que mi país es ahora un régimen de apartheid

Michael Benyair, exfiscal general de Israel, está de acuerdo con Amnistía Internacional Michael Benyair | The Journal.ie (10 de febrero de 2022) DURANTE EL ÚLTIMO año, ha habido un debate público en curso sobre si las acciones que el gobierno israelí está promulgando en los Territorios Palestinos Ocupados pueden clasificarse como apartheid según el derecho internacional. El 1 de febrero, Amnistía Internacional se convirtió en la última ONG en clasificarlo como apartheid, llamándolo ‘un sistema cruel de dominación y un crimen contra la humanidad’. Esto siguió a declaraciones anteriores de apartheid por parte de otros grupos de derechos humanos, Yesh Din , B’Tselem y Human Rights Watch . Como ex Fiscal General de Israel, he pasado mi carrera analizando las cuestiones legales más apremiantes de Israel. La ocupación de Israel de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este fue un dilema fundamental durante mi mandato y más allá. ‘Una gran injusticia’ El dominio continuo de Israel sobre estos territorios es una gran injusticia que debe rectificarse con urgencia.Es con gran tristeza que también debo concluir que mi país se ha hundido a tal profundidad política y moral que ahora es un régimen de apartheid. Es hora de que la comunidad internacional también reconozca esta realidad. Desde 1967, las autoridades israelíes han justificado la ocupación alegando que es temporal hasta que se encuentre una solución pacífica entre israelíes y palestinos. Sin embargo, ya han pasado cinco décadas desde que estos territorios fueron conquistados e Israel no muestra ningún interés en rescindir este control.Es imposible concluir de otra manera: la ocupación es una realidad permanente. Esta es una realidad de un solo estado, con dos pueblos diferentes que viven con derechos desiguales. Violando el derecho internacional, Israel ha trasladado a más de 650.000 de sus ciudadanos judíos a vivir en asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este. Estos asentamientos se establecen en áreas que rodean las aldeas palestinas, fragmentando intencionalmente a las comunidades palestinas entre sí, para finalmente evitar la posibilidad de un estado palestino contiguo. En Jerusalén Este, las leyes de propiedad discriminatorias están obligando a los palestinos a abandonar sus hogares en una política respaldada por el Estado de judaizar la ciudad. No hay ‘dos ​​Israels’ En el Área C de Cisjordania, se están utilizando leyes de planificación discriminatorias para expulsar a las comunidades palestinas de sus tierras. Estas comunidades se enfrentan a una avalancha de violencia de los colonos desde puestos de avanzada no autorizados (ilegales incluso según la ley israelí), cuyos perpetradores enfrentan pocas o ninguna consecuencia. Cualquier intento de resistir el apartheid está fuertemente vigilado o criminalizado, ejemplificado por la designación espuria de grupos de la sociedad civil palestina como terroristas por parte del Ministerio de Defensa israelí .Los sucesivos gobiernos israelíes, incluido el reciente gobierno de coalición que se anunció a sí mismo como un alejamiento de la intransigencia de Netanyahu, han afirmado pública y consistentemente que no tienen intención de establecer un estado palestino. Sin embargo, gran parte de la discusión en la comunidad internacional opera como si el comportamiento de Israel en los territorios ocupados pudiera distinguirse de la democracia liberal que existe dentro de la Línea Verde. Esto es un error.Simplemente no puedes ser una democracia liberal si operas el apartheid sobre otro pueblo. Es una contradicción en los términos porque toda la sociedad de Israel es cómplice de esta realidad injusta. Es el gabinete ministerial israelí para los asentamientos el que aprueba todos los asentamientos ilegales en los territorios ocupados. Fui yo, en mi papel de fiscal general, quien aprobó la expropiación de tierras palestinas privadas para construir infraestructuras como carreteras que han afianzado la expansión de los asentamientos. Son los tribunales israelíes los que defienden las leyes discriminatorias destinadas a expulsar a los palestinos de sus hogares en Jerusalén Este y de sus tierras en Cisjordania. Sus proveedores de atención médica operan sobre la Línea Verde. Y los ciudadanos israelíes finalmente pagan impuestos que subsidian el afianzamiento del control y la dominación del gobierno en estos territorios. Entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, es Israel el que está privando permanentemente a millones de palestinos de sus derechos civiles y políticos. Este es el apartheid israelí. ¿Hay esperanza? Hay dos posibles soluciones democráticas que pueden resolver este statu quo. El primero es otorgar a todos los que viven bajo el control israelí plena ciudadanía e igualdad.

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¿CÓMO SE DICE BANTUSTÁN EN HEBREO?

Dos ex embajadores de Israel dicen que su país aprendió en Sudáfrica la política del apartheid POR: ILAN BARUCH Y ALON LIEL | El Cohete a la Luna – ENE 23, 2022 Durante nuestras carreras en el servicio exterior, ambos fuimos embajadores de Israel en Sudáfrica. En este puesto, conocimos de primera mano la realidad del apartheid y los horrores que infligía. Pero más que eso, la experiencia y la comprensión que adquirimos en Sudáfrica nos ayudaron a entender la realidad en nuestro país. Durante más de medio siglo, Israel ha gobernado los territorios palestinos ocupados con un sistema legal de dos niveles, en el que, dentro de la misma extensión de tierra en Cisjordania, los colonos israelíes viven bajo la ley civil israelí mientras que los palestinos viven bajo la ley militar. Se trata de un sistema de inherente desigualdad. En este contexto, Israel ha trabajado para cambiar tanto la geografía como la demografía de Cisjordania mediante la construcción de asentamientos, que son ilegales según el derecho internacional. Israel ha impulsado proyectos para conectar estos asentamientos con su propio territorio mediante una intensa inversión en el desarrollo de infraestructuras. Una vasta red de autopistas e infraestructura de agua y electricidad han convertido los asentamientos en una versión confortable de los suburbios. Esto ha sucedido junto con la expropiación y la toma de posesión de cantidades masivas de tierra palestina, incluyendo desalojos y demoliciones de hogares palestinos. Es decir, los asentamientos se construyen y amplían a expensas de las comunidades palestinas, que se ven obligadas a concentrarse en extensiones cada vez más pequeñas de tierra . Esta realidad nos recuerda una historia que el ex embajador Avi Primor describió en su autobiografía sobre un viaje que realizó con el entonces ministro de Defensa Ariel Sharon a Sudáfrica, a principios de los años ’80. Durante la visita, Sharon expresó un gran interés por el proyecto de bantustanes de Sudáfrica. Aún una mirada superficial al mapa de Cisjordania deja pocas dudas sobre dónde recibió Sharon su inspiración. Cisjordania se compone hoy de 165 «enclaves», es decir, comunidades palestinas rodeadas de territorio tomado por los asentamientos. En 2005, con la retirada de los asentamientos de Gaza y el comienzo del asedio, Gaza se convirtió simplemente en otro enclave: un bloque de territorio sin autonomía, en gran parte rodeado y, por lo tanto controlado, por Israel. Los bantustanes de Sudáfrica bajo el régimen del apartheid y el mapa de los territorios palestinos ocupados en la actualidad se basan en la misma idea de concentrar a la población «indeseable» en un área lo más pequeña posible, en una serie de enclaves no contiguos. Al expulsar gradualmente a estas poblaciones de sus tierras y concentrarlas en bolsones densos y fracturados, tanto Sudáfrica entonces como Israel hoy trabajaron para frustrar la autonomía política y la verdadera democracia. Se han cumplido ya cincuenta y cinco años desde que comenzó la ocupación de Cisjordania. Está más claro que nunca que la ocupación no es temporal y que no hay voluntad política en el gobierno israelí para ponerle fin. Human Rights Watch llegó hace poco a la conclusión de que Israel ha cruzado un límite y que sus acciones en los territorios ocupados se ajustan ahora a la definición legal del crimen de apartheid según el derecho internacional. Israel es la única potencia soberana que opera en esta tierra y discrimina sistemáticamente por motivos de nacionalidad y etnicidad. Tal realidad es, como hemos visto nosotros mismos, apartheid. Es hora de que el mundo reconozca que lo que vimos en Sudáfrica hace décadas está ocurriendo también en los territorios palestinos ocupados. Y así como se unió a la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, es hora de que el mundo tome medidas diplomáticas decisivas también en nuestro caso y trabaje para construir un futuro de igualdad, dignidad y seguridad para palestinos e israelíes por igual.

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La cultura de la ocupación es un invernadero para la inhumanidad

Foto: Soldados de las FDI del Batallón Netzah Yehudah de la Brigada Kfir detienen a un manifestante palestino luego de enfrentamientos cerca de Ramallah en Cisjordania, en 2015 Por: Zvi Bar’el | Haaretz (2 de febrero de 2022) “Me cuesta entender cómo, siendo conscientes del estado físico y anímico del detenido, no vieron ni comprendieron la angustia de un ser humano creado a imagen de Dios, y lo dejaron así, así, en su condición, en el en medio de la noche, en un camino oscuro… como si fuera un objeto inútil.” Esta no es una cita de la investigación realizada por las Fuerzas de Defensa de Israel sobre la muerte de Omar Abdalmajeed As’ad , de 80 años , quien murió en circunstancias muy similares. Estas son las espeluznantes palabras del juez Haim Liran, que condenó a los policías Baruch Peretz y Assaf Yekutieli, que abandonaron al preso Omar Abu Jariban a un lado de la carretera, vestido con un pijama de hospital y con un catéter urinario adherido al cuerpo. Abu Jariban murió esa misma noche por deshidratación. La sentencia se dictó en 2012, cuatro años después del incidente. Los policías no eran soldados de combate del Batallón Netzah Yehuda y no pertenecían a la juventud de la cima de la colina ni a los haredim (hombres ultraortodoxos) que fueron expulsados ​​de sus yeshivot.- Anuncio -https://27a55f2dc7917ec71c9a92df970f49a3.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html Cuatro años más tarde se produjo el estallido del caso Elor Azaria , que involucró a un soldado de la Brigada Kfir que confirmó la muerte de Abdel Fattah al-Sharif. No era miembro de Netzah Yehuda, y su acto también fue percibido como una grave desviación de los “valores de las FDI”. “Eso no es el IDF, esos no son los valores del IDF y esa no es la cultura del IDF”, afirmó el entonces Jefe de Estado Mayor Gadi Eisenkot. Pasaron otros cuatro años y, como en un ciclo cósmico, llegó el turno de la siguiente víctima de la traición de los valores. Esta vez se trataba de Eyad Hallaq, un joven con autismo, que huyó atemorizado de las fuerzas de la Policía de Fronteras y recibió siete disparos . En ese momento, el entonces primer ministro Benjamin Netanyahu dijo: “Lo que sucedió con Eyad Hallaq es una tragedia. Se trata de una persona con discapacidad, con autismo, de quien se sospechaba –injustamente, como sabemos– de ser terrorista en un lugar muy sensible”. Y aquí (¿no acabará nunca la mala suerte?) la Policía de Fronteras tampoco forma parte de Netzah Yehuda. Este ciclo letal se está acortando, aparentemente debido al cambio climático, y dos años después Omar Abdalmajeed As’ad fue asesinado. Esta vez la investigación fue rápida y una vez más resultó que la víctima no era un palestino de 80 años, sino valores de las FDI. “El incidente señaló una falla moral y un error de juicio de las tropas, al tiempo que socava gravemente el valor de la dignidad humana”, según el portavoz de las FDI.- Anuncio – El editorial principal de este periódico y el artículo de opinión de Yagil Levy, un sociólogo político que investiga el ejército, exigieron que el batallón Netzah Yehuda se disolviera de inmediato, como si fuera el único absceso lleno de pus que socava sistemáticamente los valores de las FDI. . Deshazte de él y las FDI se purificarán. Como si ya hubieran olvidado los principios de la cultura de la violencia enunciados por el excomandante de la Brigada Kfir, mayor general Itai Virov. En su testimonio en nombre del primer teniente Adam Malul, quien fue acusado de agredir a los palestinos, dijo: “Recurrir a la violencia y la agresividad que evitarán una escalada y la necesidad de usar una mayor violencia no solo está permitido, a veces es necesario. Un puñetazo, un empujón, incluso cuando los [palestinos] no están involucrados en una [confrontación]: si esto puede contribuir al éxito de la misión, definitivamente es una opción”. Las unidades de la Policía de Fronteras, la Policía de Israel y el Shin Bet operan de acuerdo con esos principios. Estas organizaciones han contribuido más que su parte a socavar los principios, que siempre, sorprendentemente, son víctimas de “casos excepcionales”. Pero nadie ha exigido ni exigirá la disolución de la Policía de Israel, la Policía de Fronteras o la Brigada Kfir y sus semejantes. Es más fácil disparar a un objetivo ficticio.- Anuncio – El fuego que ahora se dirige con precisión a Netzah Yehuda puede o no conducir a la eliminación de este tumor maligno, pero no suprimirá los crecimientos secundarios creados por la cultura de la violencia libre para todos en el campo de batalla sin ley. donde la temporada de caza está abierta todo el año. Expulsar a los oficiales o reprender al comandante de la brigada no provocará una reevaluación de la cultura de abuso y matanza en otras unidades de las FDI, la Policía de Israel o la Policía de Fronteras. Eso es un juego de manos diseñado para resolver lo que no se puede resolver. La ocupación no es un invernadero de valores, es el caldo de cultivo de mutaciones inhumanas.

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