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Comunicados y Declaraciones, Derechos Humanos, Nacionales, Portada

Asamblea por la libertad de todxs lxs presxs políticxs

El Llamamiento Argentino Judío saluda a la Asamblea por la libertad de todxs lxs presxs políticxs realizada en la casa de Milagro Sala en San Salvador de Jujuy con una delegación de compañeres del Foro por la Democracia y la Libertad. Marcelo Horestein, Presidente Pablo Gorodneff, Secretario

Comunicados y Declaraciones, Nacionales, Politica, Portada

JUSTICIA Y REPARACIÓN

El Llamamiento Argentino Judío valora profundamente el fallo del tribunal Federal Nro 8 que sobreseyó a Cristina Fernandez de Kirchner y a los demás imputados en la causa denominada “Memorándum”, quienes habían sido acusados primero por el fiscal Alberto Nisman y luego por la DAIA. Entre sus considerandos el fallo indica que: “El Memorándum de entendimiento con Irán más allá de que se lo considere un acierto o desacierto político, no constituyó un delito (…) No hay ningún elemento directo que de manera contundente nos haga pensar que tal temperamento fue más allá de una decisión política para convertirse en un acto de encubrimiento” Y en cuanto a la acusación de “traición a la Patria”, el escrito es terminante: “El hecho de calificar un acto de traición, y la práctica sobreviniente de los arbitrarios encarcelamientos y penas capitales, han sido, en todos los tiempos, el instrumento favorito y más formidable de la tiranía”. Esta causa esta ligada de manera indisoluble a la creación de Llamamiento. Ya decíamos el 17 de Febrero del 2015, ante la marcha de homenaje al fiscal Nisman: “Si alguna duda quedara sobre que la única finalidad de la marcha del 18F es rendirle homenaje al fallecido fiscal Nisman, la adhesión de la casi totalidad del arco opositor deja al descubierto, que de facto es una marcha con un claro intento de aprovechamiento electoral y de desestabilización del gobierno nacional”. Ya en la fundacional reunión de FOETRA , también en abril de 2015, le exigíamos a la DAIA que “no hable en nuestro nombre”, cuando ya era mas que claro que se había convertido no sólo en vocera de la derecha, encarnada en el PRO, sino en uno de sus instrumentos para ganar las elecciones. Durante estos seis años, el Llamamiento Argentino Judío le hizo saber a la sociedad argentina, pese a invisibilización que pretendieron ejercer las instancias centrales de la comunidad, que en nuestro país había amplios sectores de la colectividad judía que son progresistas y que se reconocen en las tradiciones humanistas, democráticas, populares y nacionales de nuestro pueblo, y que nunca fue verdad el título de “representación política de la comunidad judía argentina” que se autoimpuso la DAIA. Este año, reafirmando el compromiso del Llamamiento en la búsqueda de justicia, nos presentamos en este causa como “amicus curiae” (amigos del tribunal) con el patrocinio del Dr. Horacio Lutzky y del Dr. Luis Kon, ambos integrantes de la comisión jurídica del Llamamiento, quienes, además, tuvieron la oportunidad en dos ocasiones de presentar los argumentos que llevaron a la organización a pedir la nulidad de la causa. Así como este veredicto configura el fin de la persecución, esperamos que sea el principio de una investigación que para la salud de la democracia argentina se vuelve urgente y que traiga la necesaria reparación para aquellos militantes populares que fueron perseguidos y encarcelados como el caso de Hector Timerman, que se vio imposibilitado cruelmente de seguir adelante con el tratamiento que le permitía pelear en mejores condiciones contra la grave enfermedad que estaba sufriendo. Aunque tarde, vaya en su memoria este acto de justicia. Hay que denunciar los intereses que impulsaron esta causa y develar los motivos que llevaron a DAIA, una organización creada para luchar contra la discriminación y el antisemitismo, a involucrarse y mimetizarse con los objetivos de una facción política. Convocamos no sólo a nuestros adherentes sino también a todos los argentinos judíos que participan de estas tradiciones humanistas y progresistas, a sumarse a esta tarea. Marcelo Horestein Presidente Pablo Gorodneff: Secretario General

Nacionales, Politica

Las aguas bajan turbias

Por: Mempo Giardinelli | Página/12 (6 de septiembre de 2021) Esta semana, uno de los diarios más influyentes del mundo, The New York Times, dedicó una larga nota a la tragedia –no hay otra palabra– del río Paraná. Todo lo que esta columna alertó desde principios de este año tiene ahora una cierta resonancia mundial: ya no es una cuestión local afirmar que estaba siendo abusado y dañado por los intereses concentrados de una veintena de multinacionales, que maltrataron el río durante un cuarto de siglo con dragados excesivos, y para colmo sin pagar impuestos, sin pesar lo que llevaban y sólo haciendo declaraciones juradas a su conveniencia, e incontroladas por el SENASA, la UIF y otros organismos estatales. Baste como ejemplo el abuso denunciado por el diputado santafesino Carlos del Frade, extraordinario luchador por este río, quien denunció que sólo las 15 compañías exportadoras más importantes (la mayoría tienen puertos en la provincia de Santa Fe) facturaron en 2020, y en total, 26.269 millones de dólares. Pero de semejante volumen de exportaciones no le quedó nada, ni un centavo, al estado santafesino. En la nota del diario norteamericano, firmada por Daniel Politi y con fotos sobrecogedoras, se dice que «el caudal del Paraná, que se halla en su nivel más bajo desde la década de 1940, ha trastornado los delicados ecosistemas de la vasta zona que atraviesa Brasil, Argentina y Paraguay y ha dejado a decenas de comunidades con dificultades para acceder a agua dulce». Un problema que en efecto ya se nota, peligrosamente, en toda la cuenca: los ríos Paraguay, Pilcomayo y Bermejo, importantes tributarios del Paraná desde su desembocadura en la chaqueña Isla del Cerrito, vierten ahora menos de la mitad de agua que en tiempos normales. Para una región donde unos diez millones de habitantes dependemos de estos ríos tanto para beber y usos comunitarios como para generar energía o transportar productos agrícolas y años atrás también industriales, la actual sequía del segundo río más grande de Sudamérica y uno de los seis más importantes del mundo, también perjudica a las empresas, al aumentar los costos de la energía y el transporte. Casi todos los expertos afirman que la deforestación en la Amazonia, junto con los patrones de lluvia alterados por el calentamiento del planeta, contribuyen a la sequía. Lo que es muy grave porque gran parte de la humedad que se convierte en la lluvia que alimenta los afluentes del Paraná se origina en la selva amazónica, donde los árboles liberan vapor de agua en un proceso que la ciencia llama “ríos voladores”. Este gravísimo problema ya había sido informado por el NYT a finales de 2020, cuando ese diario analizó el estado del Pantanal, en el sureste brasileño, que es el humedal más rico de América en fauna autóctona, uno de los lugares con mayor biodiversidad de la Tierra, y que se conecta con el humedal de los esteros correntinos del Iberá y un vasto sistema hídrico subterráneo. Pues ahora alrededor de una cuarta parte del Pantanal(que es más grande que toda Grecia e incluye territorios de Bolivia y Paraguay) ha sido quemado en incendios forestales, lo que también es causa del cambio climático. Como todos los humedales, tanto el Pantanal como el Iberá están formados por innumerables pantanos, lagunas y ríos afluentes que purifican el agua y sirven para prevenir inundaciones y sequías. También almacenan cantidades incalculables de carbono, lo que ayuda a estabilizar el clima. Pero ahora la deforestación desenfrenada ha interrumpido los ciclos naturales de humedad, debilitando los grandes ríos y transformando el paisaje. Lucas Micheloud, de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, ha declarado que “esto es mucho más que un problema hidrológico”, y que «los frecuentes incendios están convirtiendo los bosques tropicales, ricos en recursos, en sabanas». Pero quizás la consecuencia más grave de todas estas variaciones climáticas es que sobran indicadores de que la sequía puede durar mucho tiempo. Aunque imprecisable, porque la generalizada opinión de los expertos coincide en que el actual cambio climático ya está impidiendo hacer predicciones precisas. También son de temer las durísimas consecuencias que se consideran inevitables e irreversibles: que sequías como la actual se repitan en el futuro y provoquen cambios en el ecosistema argentino que podrían ser irreversibles. Lo cierto es que todo indica que esta sequía puede llegar a ser muy larga, y devenir una constante que afectará a gran parte de Sudamérica. De hecho ya viene siendo cada vez más frecuente, más duradera y más intensa. Y esa es la amenaza concreta, especialmente para nuestro país, que en materia ambiental hay que reconocer que está muy atrasado y –pareciera– con las manos atadas. Al punto de que se declaró una emergencia de seis meses en la región del río Paraná, debido a la peor sequía de los últimos 77 años, pero fue sólo un documento. Y es que es evidente que todavía las autoridades ambientales argentinas no reaccionan. Lo que no es de extrañar, ya que llevamos por lo menos dos años continuados de incendios intencionales en todas las islas y riberas del Delta y en las costas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, y la piromanía forestal crece en lugar de atenuarse. El cálculo que algunos conocedores manejan es que ya se llevan perdidas entre uno y tres millones de hectáreas. Y encima en los pocos bosques que aún quedan en Salta, Chaco, Santiago del Estero y Formosa –lo ha escrito esta columna– ahora se anuncian proyectos industriales de durmientes de quebracho y maderas duras para reponer vías férreas, y con argumentos poco serios, insostenibles. La verdad sea dicha, y aunque duela: la Argentina no tiene política ambiental efectiva. Sarasa sobra, pero del urgente cuidado ecológico integral que le urge a esta nación, bien gracias. 

Israel, Medio Oriente, Portada

La solución de los tres status (*)

En esta columna, un momento antes de Iom Kipur, el Prof. Yuval Harari comparte su visión sobre hacia donde se dirige Israel, a la vez que propone detenernos para una verdadera introspección y preguntarnos a qué nos referimos cuando decimos “Hemos pecado, hemos traicionado, hemos despojado***». Por: Yuval Noah Harari **| Nueva Sión Iom Kipur es un buen momento para hacer una sincera introspección, no solamente a nivel personal, sino también a nivel grupal. Durante muchos años el debate sobre el conflicto palestino-israelí estuvo dominado por “la solución de los dos estados”. Durante la era Netanyahu, Israel abandonó esta propuesta y después de su fin, conviene preguntarnos francamente: ¿Hacia dónde vamos? Si no son dos estados para dos pueblos, ¿cuál es la visión alternativa de Israel? Cuando nos imaginamos el futuro, ¿qué vemos allí exactamente? Supongamos que el libreto israelí más optimista se concreta y puede aplicar su visión en su totalidad. ¿Qué aspecto tendrá? En este caso, casi como con nuestra política nuclear: la mayoría de los israelíes preferirán dejar las cosas turbias. Pero cuando se vive en Israel con oídos atentos y ojos abiertos, la propuesta alternativa es tan clara como nuestro sol mediterráneo. En síntesis, las fuerzas dominantes en Israel pasaron de “la solución de los dos estados” a “la solución de los tres status”. Ellos avizoran un solo estado desde el mar hasta el río Jordán, en el que vivan tres tipos de personas: judíos, que disfruten de todos los derechos; árabes de primera, que tengan parte de los derechos; y árabes de segunda, que casi no tengan derechos. Esta es la realidad que vivimos hoy y, si juzgamos de acuerdo a los votos en las urnas, parece que la mayoría de los judíos de Israel prefiere que esto permanezca así. Para siempre. El genio de la lámpara La solución de los tres status no es nueva, hace decenas de años que Israel la implementa paso a paso. Pero hasta ahora, Israel niega sus intenciones. El trato diferencial que reciben judíos, árabes ciudadanos de Israel y árabes que no son ciudadanos, es justificado con el argumento que consiste en una situación temporal que se desprende de la situación de seguridad del Estado de Israel. Incluso hoy, cuando representantes israelíes disertan públicamente -por ejemplo, en la ONU-, no se atreven a hablar abiertamente sobre la solución de los tres status como una solución permanente. Simplemente eso no huele bien. En lugar de eso, los representantes de Israel despliegan los desafíos de seguridad o explican que, a pesar de que la extensión entre el Jordán y el mar pertenece completamente a Israel, nunca deberá otorgarle derecho a voto a los habitantes de Nablus o Belén porque ellos corresponden a una especie de criatura milagrosa denominada “Autonomía palestina”. Es una criatura especial, un poco parecida al genio de la lámpara de Aladino. La mayor parte del tiempo, esta criatura está encerrada dentro de la pequeña lámpara y no nos impide comportarnos según nuestros deseos. Israel domina la mayoría de las tierras y el agua de Cisjordania, como así también todo el espacio aéreo y digital. Israel también se inmiscuye constantemente en la vida cotidiana de los habitantes palestinos y determina, por ejemplo, cuánto tiempo durará un viaje desde Nablus a Belén, y si una familia de Hebrón podrá ir al casamiento de un primo en Jordania. Miren la última página del diario y vean en la esquina superior izquierda. Encontrarán allí un mapa del pronóstico climático. Todo el espacio entre el mar y el Jordán – incluida la Franja de Gaza- está pintado del mismo color. No detectarán la Autonomía Palestina ni con una lupa. Pero cuando debemos sacudirnos la responsabilidad -por ejemplo, la responsabilidad de vacunar a la población palestina contra el Coronavirus-, solo hay que frotar la lámpara y ¡listo! De repente asoma el genio en todo su esplendor y nos quita la responsabilidad. “¿Vacunar a los habitantes de Nablus y Belén? ¿Pero qué relación tenemos con ellos? Nablus y Belén no son nuestras, pertenecen a la Autonomía Palestina”. Pero tal vez en Iom Kipur, cuando cada uno se encuentra consigo mismo, o con esos amigos en los que puede confiar, podremos ser más abiertos. ¿Podremos reconocer que estamos yendo hacia la “solución de los tres status”? Es decir, un estado con dos millones de sus habitantes discriminados en educación, vivienda y vigilancia policial; y otros millones más que ni siquiera tienen derecho a votar. Un estado con tres tipos de personas. Un estado en el que un tipo de persona siempre disfrutará de preferencia en seguridad personal, movimiento y ocupación. Para algunas personas, esto les recuerda ejemplos históricos que no son relevantes para el caso. No hay dos hechos idénticos en la historia y cuando se hacen comparaciones históricas, inmediatamente se empieza a discutir si es parecido, si no es parecido y cuánto se asemeja a lo que pasó alguna vez y así se olvida de hablar de lo esencial: qué pasa aquí y ahora. Esto es lo que hay que hablar. Traidores La primera regla de “la solución de los tres status” es que está prohibido hablar de la solución de los tres status. Por lo menos, no en público. Está prohibido hablar de esto en público porque está claro que no es una solución justa. Se desprende de una concepción del mundo que ubica otro principio por sobre la justicia: la lealtad tribal. Quienes creen en el principio de la lealtad tribal piensan que la exigencia de justicia para los que no son de la tribu es una traición. Mientras no se acepta entre nosotros hablar públicamente de la solución de los tres status, la palabra “traidor” es lanzada al aire todo el tiempo. En su origen, un traidor era alguien que revelaba secretos militares a un país enemigo. Por ejemplo, Markus Klinberg, que entregó a los soviéticos información sobre el programa de armas biológicas de Israel. Por el contrario, hoy en día, para muchos israelíes, “traidor” es todo aquel que piensa que

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LARRETA SE HACE LOS RULOS EN WASHINGTON

El precandidato hace campaña con propuestas complacientes para sus mandantes POR: JORGE ELBAUM | El Cohete a la Luna (26 de septiembre de 2021) El viernes Horacio Rodríguez Larreta se reunió con John Kerry en Washington, en el marco de su campaña de visibilización internacional de cara a las elecciones de 2023. Su minigira de cuatro días intentó de forma explícita diferenciarse de la figura de Alberto Fernández, exhibiéndose como su contracara política y económica. El periplo se enmarca en la periódica rutina de legitimar candidaturas a través de visitas al norte global, dispuestas para provocar algún tipo de fascinación entre las colonizadas cosmovisiones vernáculas: si el imperio te reconoce –postulan sus inspiradores– el prestigio se derramará a nivel doméstico entre los hechizados por la imagen imperial. Acompañado de su secretario de Relaciones Internacionales, Fernando Straface, se reunió en la mañana con el titular del BID, Mauricio Claver-Carone, quien tres años atrás –entonces como delegado del gobierno de Estados Unidos ante el FMI– otorgó un crédito de 57.000 millones de dólares a su jefe político, Mauricio Macri, con el cometido explícito de posibilitar su reelección. El apoyo de Estados Unidos al gobierno cambiemita fue reconocido por el propio Claver-Carone en julio de 2020, en ocasión de una videoconferencia organizada por el Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales (CCRI). En aquella ocasión, el anfitrión de Larreta afirmó que intercedió –por orden de Trump– “para ayudar a (Mauricio) Macri y evitar que el peronismo regresara a la Casa Rosada”. Si bien el objetivo no se cumplió, la visita del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fue interpretada como una muestra de gratitud por parte de los funcionarios que rodean al titular del BID. Claver-Carone expresa a los sectores más radicalizados de la derecha cubano-estadounidense, liderados por el senador republicano de Florida, Marco Rubio, quien cumple con la tarea de imposibilitar cualquier cambio de política respecto a Caracas y/o La Habana. Luego de su paso como representante de la Casa Blanca ante el FMI, y antes de ser elegido como titular del BID, fue nombrado por Donald Trump como responsable del Seguridad Nacional para América Latina y el Caribe. En esa función, postuló la necesidad de incrementar las políticas injerencistas contra Venezuela y Cuba. Premiado por tal rol, en septiembre de 2020 fue electo como presidente del BID, quebrando 60 años de un acuerdo tácito por el que los titulares pertenecían a alguno de los países de América Latina y el Caribe (ALyC). Estados Unidos es el principal accionista del FMI y del BID. Washington controla el 30% de las acciones del BID, asegurándose el manejo discrecional de los esquemas de financiamiento, subsidios y créditos. Los representantes de Washington respetaron –desde la fundación del banco– la regla tácita de que su titularidad recaía en alguno de los países de ALyC al tiempo que se reservaban la vicepresidencia y la gestión estratégica. Además de visitar al jefe del BID –a quien no le hizo referencia alguna al crédito otorgado en forma irresponsable a Macri– agendó una visita en Nueva York con el Council of the Americas, conducido por Susan Segal. Según periodistas argentinos apostados en esa ciudad, el jefe de gobierno también se reunirá con empresarios (supuestamente) interesados en inversiones en el Cono Sur. Entre dichos agentes corporativos figuran aquellos que garantizan su presencia en las reuniones convocadas por los cambiemitas a cambio de garantizarse negocios a futuro. Son los mismos que ensalzan su perfil pro-mercado, opuesto al populismo estatista del Frente de Todxs. El miércoles la Argentina abonó al FMI la primera cuota del crédito cedido por la administración trumpista, tramitado por Claver-Carone. Se saldaron 1.885 millones de dólares, la primera cuota del préstamo de 44.000 millones otorgado a pedido de Macri. Un día antes del giro, Alberto Fernández catalogó al crédito –ante la Asamblea de las Naciones Unidas– como un “deudicidio” viabilizado en forma cómplice por el trumpismo y la derecha local. “Los recursos aprobados por el FMI (…) de esta deuda insostenible fueron de 57.000 millones de dólares, el equivalente a todo lo que el organismo desembolsó en el año de la pandemia a 85 países del mundo”. Y agregó: “No hay ninguna racionalidad técnica, ni lógica ética, ni sensibilidad política que pueda justificar semejante aberración”. También subrayó que “gran parte de los recursos suministrados a la Argentina han sido fugados del país por una apertura irresponsable de las cuentas de capital”. Si bien el crédito fue de 57.000 millones, sólo ingresaron 44.000 dado que el gobierno de lxs Fernández decidieron no aceptar el último tramo de 13.000 millones que debía haber ingresado una vez que el Frente de Todxs ya había asumido el gobierno. Lejos de esas minucias, el precandidato cambiemita prologó su viaje con declaraciones atractivas a los oídos de sus anfitriones estadounidenses. Apoyó de forma explícita al proyecto de ley del senador Martín Lousteau que propugna el reemplazo de las indemnizaciones por un seguro a ser oblado por los propios trabajadores. En ese mismo registro, durante la última semana presentó el denominado Plan de Futuro, que incluye –entre otras iniciativas– el programa de pasantías obligatorias para alumnos secundarios, sin remuneración. El programa supone una indudable oportunidad –sugieren los analistas laborales– para sustituir puestos de trabajo mediante la utilización rotativa y gratuita de alumnxs. Trabajo esclavo sin tapujos. Menos derechos, más marketing Otros precandidatos cambiemitas completaron la iniciativa precarizadora sugiriendo la necesidad de ofrecer medio salario a los jóvenes como oportunidad de ingreso laboral. Un combo de flexibilidad que ni Domingo Cavallo se animó a sugerir: estudiantes secundarios gratis y jóvenes no estudiantes con salarios reducidos en un 50%. En esa misma línea, Luis Juez –también integrante de la oposición– se despachó la última semana con una consideración crítica respecto de la Ley de Contrato de Trabajo, a la que catalogó como “una mochila de plomo para la creación de empleo”. Todos esos posicionamientos fueron divulgados, de forma concurrente, en las dos semanas previas a la gira larretista. Los empresarios que participaron de la reunión en el Council of the Americas

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LA ÚNICA VERDAD

POR: HORACIO VERBITSKY | El Cohete a la Luna (26 de septiembre de 2021) El ascenso de Juan Manzur y de Martín Insaurralde a las jefaturas de gabinete de ministros de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, es una demostración irrefutable del pragmatismo peronista. Esto implicó el sacrificio de los hombres de mayor confianza del Presidente Alberto Fernández y del gobernador Axel Kicillof. Santiago Cafiero fue desplazado al Ministerio de Relaciones Exteriores y Carlos Bianco del Clío a la jefatura de asesores de la gobernación. En ambos casos fue decisiva la conducción política del espacio compartido, ya sea con la carta pública que Cristina le dirigió a Fernández o mediante un encuentro presencial reservado con Axel en El Calafate. Fue el gobernador quien pidió la reunión, sostienen en el Senado. Pero si bien tanto Fernández como Axel fueron impulsados a sus cargos por Cristina, Alberto nunca tuvo votos propios, mientras Kicillof supo crear su propia representatividad. También son muy diferentes las personalidades de Cafiero, quien rara vez comenzaba su jornada laboral antes de media mañana y minimizaba la gravedad de cualquier problema, y Bianco, un obsesivo madrugador que controla hasta lo que no hace falta. Ninguna de las críticas de gestión que se hacen al primer gabinete de Alberto son aplicables al de Axel. Pero hay necesidades populares que no puede cubrir ningún gobierno provincial, porque dependen de decisiones nacionales. Ampliar la base de sustentación política de un gobierno sí es algo que puede hacerse a escala subnacional. Tampoco es una cuestión ideológica. Alberto fue la carta que Cristina esgrimió en 2019 para apaciguar a los sectores más a la derecha del FdT; Axel la apuesta a una posición más hacia la izquierda del espectro. Ninguno de ellos pudo vencer en la prueba comicial. Más allá de esas particularidades, la ley que se cumple en este caso es que los ganadores avanzan y los derrotados retroceden. En Tucumán, el FdT de Manzur obtuvo el 49,6% de los votos, contra el 34,7% de Juntos. La lista de Insaurralde reunió el 40,3% de los votos en Lomas de Zamora, contra 31,8% de ambas listas sumadas de la oposición liberal-radical. En Malvinas Argentinas, los candidatos del ex intendente Leo Nardini superaron la votación de la yunta Santilli-Manes: 43,7 a 27,8, diferencias que evocan las del añorado 2019. Ahora, Nardini es el nuevo ministro de Infraestructura y Servicios. Tal vez los resultados en Tigre incidieron en la negativa presidencial a la propuesta de Máximo Kirchner de designar a Sergio Massa a cargo de un superministerio de ramos generales económicos. La falta de entusiasmo con que ambos jefes relegaron a sus laderos se refleja en los destinos que idearon para ellos: Cafiero, como nuevo ministro de Relaciones Exteriores, lo cual incluyó un desaire ofensivo para el anterior titular, Felipe Solá, quien celebró su regreso al llano afeitándose el bigote, y un reprochable menoscabo de la política exterior; Bianco como jefe de un supergabinete de asesores creado para él, con cuatro subsecretarías y una docena de direcciones. En su primera declaración posterior al cambio, Bianco dijo que estará más cerca que antes del gobernador. Está por verse si su relación será armónica con el nuevo jefe de gabinete. En 2015, Cristina había pensado en su ministro de Economía como alternativa presidencial a Scioli, pero por entonces el nivel de conocimiento de Kicillof era bajo y ninguna proyección le daba más del 7%. Por afinidades ideológicas y generacionales siempre estuvo cerca de La Cámpora, pero nunca como orgánico. De hecho, su instalación bonaerense fue una decisión personal, avalada por Cristina. Los camporistas preferían su inscripción en la Ciudad Autónoma, que ha sido un distrito reacio al kirchnerismo, y pensaban en Insaurralde como postulante a la gobernación bonaerense. A poco andar, todos percibieron el fenómeno que provocaba cada aparición de Axel, quien recorrió los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires, sin prensa que reprodujera las muestras de adhesión que recogió en el Conurbano pero también en el interior de la provincia, donde se sentó a discutir cara a cara con las patronales agropecuarias, que no lo aplaudieron pero lo escucharon con interés. Es dudoso que hoy pudiera repetirlo. Cuando los intendentes quisieron acordarse, ninguno de ellos pasaba del 10% de adhesiones mientras Axel superaba el 30%. Con terrestre sentido de la realidad, Insaurralde fue el primero en anunciar su apoyo a la fórmula Kicillof-Magario, que Cristina y Alberto Fernández habían instalado sin palabras, sólo con una foto de los cuatro en un acto en Merlo. “A muchos nos gustaría ser, pero ninguno mide como Axel, de modo que no perdamos tiempo discutiendo”, dijo en un encuentro de intendentes. Lo mismo, pero a la inversa, ocurre ahora. El miércoles 15, casi al mismo tiempo de la carta de Wado de Pedro anunciando que dejaba el Ministerio de Interior de la Nación, actitud seguida por otros ministros y funcionaries, la ministra bonaerense de gobierno, Teresa García, comunicó que todos los integrantes del gabinete provincial también habían puesto su renuncia a disposición de Kicillof. “La derrota no es algo nacional, tiene que ver con todos, intendentes, gobernadores, si algo no funciona y la gente cree que no funciona no es responsabilidad de uno solo. Creo que ninguno de nosotros es imprescindible, todos somos reemplazables, y somos reemplazables en la medida que no interpretamos bien lo que la gente espera de nosotros”, expuso. Al mismo tiempo, Andrés Larroque, El Cuervo, recordó que luego de las derrotas de 2009 y 2013 fueron reemplazados los jefes de gabinete y los ministros de Economía respectivos, y Alicia Kirchner pidió la renuncia de todo su gabinete en Santa Cruz. Quien quiera oír, que oiga. García fue secretaria del bloque de diputados nacionales del kirchnerismo, que detectó en ella dos cualidades poco comunes: un profundo compromiso militante e inserción territorial (en el norte del Conurbano) y capacidad organizativa del trabajo.  Por eso en 2017, cuando se creó Unidad Ciudadana en lo peor del apogeo macrista, Cristina le planteó que la necesitaba en la Legislatura

Aportes de adherentes, Economia, Israel, Portada

Índice de felicidad: Argentina vs Israel

Por: Héctor Gurvit (miembro del Llamamiento) ¿Qué es la felicidad?[1]. ¿Existe alguna forma de medirla? ¿Cuáles deberían ser los parámetros a considerar? ¿Se trata de una forma de entendernos a nosotros mismos? La felicidad es un hecho subjetivo. Y como tal es necesario tratarlos. Sin embargo, se lo analiza, se lo describe y se lo compara. Las mediciones surgen de una comparación con un patrón determinado o bien en el marco de una escala. Más allá de cualquier análisis, de lo que se trata en este artículo es el de dejar planteados interrogantes y una comparación “caprichosa” entre el índice de felicidad de Argentina e Israel. Las variables para calcular el índice de felicidad según el World Happiness Report elaborado por la ONU son el PIB (Producto Interno Bruto) per cápita, la esperanza de vida saludable y el apoyo social. El PIB se calcula teniendo en cuenta el consumo personal o privado, el gasto público, las exportaciones y las importaciones dividido por la población total. Existen otras dimensiones que también se pueden consultar[2]. Estos tres conceptos constituyen el índice de felicidad en función del PIB. Como contraposición o acaso, como complemento, existe el Índice de Felicidad Bruta o Felicidad Nacional Bruta (FNB) que dice: “Los cuatro pilares de la FNB son: la promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores culturales, la conservación del medio ambiente y el establecimiento de un buen gobierno[3]”. Todo es discutible cuando se trata de la felicidad. La esperanza de vida saludable al nacer se define como el número de años libre de enfermedad que, en promedio, un recién nacido puede esperar vivir. Ello hace necesario la medición de las condiciones de salud que representan la pérdida de bienestar que puedan ser debidas a enfermedad, muerte y factores etiológicos, entre otros[4]. La categoría de «apoyo social» ha permitido desarrollar toda una corriente de investigación que busca explicar algunas de las diferencias existentes en la distribución de ciertas enfermedades tanto físicas como mentales[5]. Por ejemplo, se ha documentado que los grupos sociales de nivel bajo tienen más acceso a relaciones de apoyo que los miembros de clases sociales altas. De modo que nos encontramos con la primera contradicción, cual es suponer que un PIB per cápita elevado pueda corresponderse con el “apoyo social” adecuado. Cuál sería entonces el peso que, cada parámetro en cuestión, tiene en el contexto de las tres variables. Esto se intenta resolver con el índice de la FNB. “En la actualidad, el reino de Bután es el único país en el mundo que cuenta con un Ministerio de la Felicidad”. Una mirada a la tabla donde el 10 es el mayor grado de felicidad y 0 el menor, nos ubica a los argentinos en el puesto 57 sobre 149 países (2021). Como los cálculos del índice de felicidad se basan en parámetros que parecen no tener una definición clara, llamaremos a todo cálculo Índice Mundial de Felicidad (IMF) De modo que los tres aspectos a tener presente en la estimación comprenden lo económico (PIB per cápita), la salud (esperanza de vida saludable) y lo psicosociológico (el apoyo social). Pero sucede que no es tarea sencilla ponderar algunos de los ítems identificados, aun sabiendo que hay quienes consideran que se puede calcular como se calcula la temperatura humana. Es necesario aclarar que, en sociedades con una esperanza de vida mayor, los indicadores de la felicidad pueden estar distorsionados o por lo menos afectados a partir del incremento de las enfermedades crónicas y la discapacidad. Para quienes quieran profundizar recomiendo la lectura del trabajo “Cálculo del Índice de Felicidad Interna Bruta (FIB) en Cotopaxi para el año 2012”[6]. Un trabajo realizado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Facultad de Economía. Donde se toman variables a partir de encuestas. Ponderando cada uno de los atributos y categorías. Se trata de un cuestionario en profundidad con más de 140 preguntas. Tomar como parámetro el PIB per cápita puede resultar engañoso. Un buen promedio sigue siendo solo eso, un promedio. Recordemos el famoso soneto de Carlos Alberto Salustri (Trilusa) La Estadística¿Sabes qué es la estadística? Una cosacon que se hace la cuenta generalde los que nacen, van al hospital,a la curia, a la cárcel o a la fosa. Mas para mí la parte más curiosaes la que da el promedio individual,en que todo se parte por igualhasta en la población menesterosa. Por ejemplo: resulta sin engañoque según la estadística del añote toca un pollo y medio cada mes. Y aunque el pollo en tu mesa esté ausente,entras en la estadística igualmente¡Porque hay alguno que se come tres! Todo índice no deja de ser un comparativo. O bien de un patrón específico o en el marco de una escala. Hay una experiencia sueca que vale la pena leer por interesante y elocuente[7]. Los invito a ver el documental sobre “la teoría sueca del amor”[8]  que se puede encontrar en YouTube. Dice al respecto una inmigrante “No llevo aquí ni un año y ya me quiero volver a España. Quitaros los sueños escandinavos de la cabeza. Aquí ni los abuelos echan en cuenta a sus nietos. Que ganas de volver a mi país”. Y Suecia ocupa el 7mo lugar. Vamos entonces al objetivo de esta nota cual es, comparar el IMF entre Argentina e Israel[9] (acceder a esta referemcoa para una mejor visualización de las métricas). Se trata de una comparación “caprichosa” que no pretende sino navegar por las estadísticas, las encuestas y los análisis. El sitio es muy interesante porque no solo da los datos, sino que los explica en los hipervínculos (+). Israel ocupa el lugar 12, mientras que Argentina el 57[10]. El año de determinación de cada variable están dados en las columnas 2 y 5. Si bien no siempre coinciden en el año, el informe no deja de ser una buena guía de análisis. Por otro lado, siendo muchos los conceptos a analizar nos detendremos en algunos. Podemos observar ciertos datos que nos indican el porqué de esa diferencia. Si

Israel, Portada

Los israelíes más ricos han abandonado la izquierda

Carteles de campaña para los partidos de izquierda Meretz y laborista.  Por: Ziva Sternhell | Haaretz (5 de Septiembre de 2021) La extensa cobertura en el suplemento del libro Haaretz de la editorial Sella Meir ha llamado la atención sobre el éxito de la nueva derecha israelí en un ambicioso esfuerzo cultural: abrir una brecha cultural profunda en la vida intelectual de Israel. El proyecto de Sella Meir de traducir textos conservadores y libertarios no solo pretende enriquecer la cultura israelí con una variedad de visiones del mundo. La editorial forma parte de un proyecto polifacético, inundado de financiación, que hasta hace poco operaba bajo el radar, y cuyos objetivos no son únicamente culturales. Los institutos de investigación, las revistas académicas y las editoriales son solo parte de una amplia gama de actividad enérgica cuyo objetivo último es penetrar en los sistemas de gobierno para instituir una cosmovisión que combine la ideología política nacionalista de derecha con el neoliberalismo económico. Pero la nueva derecha conservadora, compuesta en parte por el Foro Kohelet , el Instituto Shalem, la organización Mida y Sella Meir, se centra no solo en la realidad política actual. Desde hace una década, viene consolidando una estrategia a largo plazo destinada a cambiar las posiciones fundamentales que han caracterizado a la cultura israelí desde principios del siglo XX. El objetivo final es reemplazar la herencia europea “obsoleta” de la derecha israelí por la herencia republicana estadounidense. El reciente informe de investigación de Nettanel Slyomovics en The Marker sobre los multimillonarios judíos-estadounidenses que ayudaron a Donald Trump a ser elegido y que también están proporcionando fondos generosos para esta medida, dejó en claro quién está detrás y el peligro que representa el matrimonio entre los nacionalistas judíos-israelíes. fundamentalismo y aquellos que aspiran a inculcar el libertarianismo en Israel, o el modelo más extremo del neoliberalismo estadounidense: una combinación del Salvaje Oriente más allá de la Línea Verde y las torres de negocios de Tel Aviv. El problema es que, al otro lado del mapa político, no hay conciencia del hecho de que estamos en guerra por el carácter del país para las generaciones venideras. El centro-izquierda ha estado dormido al volante y los israelíes más ricos no han adoptado la tradición estadounidense de hacer contribuciones generosas a la sociedad. Parece que a las grandes historias de éxito de alta tecnología de Israel nunca se les ocurriría asignar una fracción de su buena fortuna a evitar que Israel se convierta en una provincia trumpista no ilustrada. Incluso si algunos de ellos, que no han profundizado mucho en las teorías sociopolíticas, están interesados ​​en la idea del libre mercado. Pero el problema no es solo la brecha entre los recursos de las organizaciones de derecha y los de las organizaciones de izquierda. La gente de la nueva derecha se dio cuenta hace una década de que para crear un poder político a largo plazo, es necesario construir una infraestructura intelectual por medio de institutos de investigación, libros y revistas (el Foro Kohelet emplea a 140 académicos, por ejemplo) con el fin de preparar una élite intelectual para infiltrarse en los pasillos del poder e influir en los responsables de la toma de decisiones. Este enfoque ya ha dado resultados, como sucedió con los políticos de Nir Barkat y Yamina, a quienes se les entregaron plataformas políticas listas para usar. En comparación, el centro-izquierda israelí ha caído en un coma ideológico. Sus recursos y esfuerzos se encuentran dispersos entre cientos de organizaciones, que a su vez desempeñan funciones importantes, la mayoría comprometidas con los problemas sociales y aliviar las dificultades de la vida diaria, mientras que las organizaciones políticas de izquierda, que están haciendo un trabajo santo, luchan principalmente contra las injusticias de la ocupación. . El fervor ideológico de la izquierda, que solía expresarse en debates teóricos y a través de editoriales y revistas, se extinguió a fines del siglo XX. A diferencia de Sella Meir, los editores que intentan mantener viva la llama de la izquierda, como Hakibbutz Hameuhad, Carmel y Pardes, tienen que luchar solo para sobrevivir. La buena noticia es que últimamente hay algunos signos alentadores entre la izquierda, aparentemente influenciados por lo que se está haciendo y escribiendo en el extranjero. En el Instituto Van Leer de Jerusalén, pilar de la vida intelectual en Israel sin afiliación política, han puesto en marcha nuevas iniciativas destinadas a abrir nuevas formas de pensar. Estos incluyen la revista en línea “Hazman Hazeh” y grupos de investigación dedicados a temas centrales como el poscapitalismo y el possecularismo. También han aparecido nuevas fundaciones sin fines de lucro, como IDEA – Toward a Liberal Democracy en Israel, que tiene como objetivo preparar líderes para puestos públicos de alto nivel. La revista «Alpayim», que está siendo publicada por Carmel, busca examinar corrientes profundas en la cultura de Israel, y la venerable Fundación Berl Katznelson se encuentra en medio de un proceso de renovación y está publicando una nueva revista llamada «Telem». Rami Hod, director ejecutivo de la fundación, publicó recientemente un artículo en “Telem” que describe bien este nuevo espíritu. La izquierda, dice, se estancó y se retiró en lugar de luchar por su carácter. Enumera las cosas que se deben hacer para revivirlo, mientras adopta las estrategias del campo rival. La derecha religiosa militante, escribe, es una minoría, pero es muy ferviente y está centrada en su objetivo. Pudo construir su poder mediante un sistema escolar, academias premilitares, yeshivas y grupos Garin Torani, con el objetivo de producir una élite combatiente unida que ingresará a los centros del poder político. Mientras tanto, el centro-izquierda perdió su confianza, se preocupó por la autoflagelación y se sometió a una privatización ideológica. La solución, dice Hod, radica en construir una estrategia sistemática para educar a una nueva generación política y entrenar a una élite determinada que estará lista para luchar en el campo de batalla político, para ofrecer un espíritu de unión y para establecer el objetivo de ingresar a los pasillos de poder. Este enfoque refrescante, que no rehuye el término «élite», enfrenta dos obstáculos: la izquierda no tiene fondos ilimitados como los que fluyen hacia la derecha religiosa desde los Estados Unidos, los multimillonarios

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