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La subversiva

Por: Benjamin Falicoff  Se despertó con una pesadez inusual. Algo no estaba bien. Intentó no mirarse en el espejo, temía verse. Pero la necesidad es la necesidad, entró al baño y la tentación… El espejo le devolvió una imagen de cara hinchada, con el cachete derecho con una suerte de promontorio. No había sentido dolor de muelas. Era extraño. ¿Qué había en la boca que aumentaba el volumen de la mejilla? Trató de tocar la hinchazón… no podía… parecía… ¡esquivar el dedo! Intentaba tocarla y esta correteaba por el interior de la boca, elevando la piel en el lugar que se estacionaba. No podía creer lo que veían sus ojos. Abandonó el asombro ante la imagen especular, se concentró en recordar la ingesta del día anterior. Fue normal. Estaba vacunado contra el Covid y no era un síntoma esperable de éste. No. En eso estaba cuando escuchó un leve murmullo, un sonido con sordina que salía de su boca. Seguro que se había tragado un bicho sin saberlo y ahora presionaba por salir.  ¡Qué asco, pero qué alivio saber de qué se trataba! Volvió al espejo, revisó cada milímetro de su lengua, las encías, las muelas, la parte visible de la garganta. Curiosamente la hinchazón seguía ahí, corriéndose según el tacto y de la mirada. Otra vez ese murmullo, como un susurro poco audible, algo adentro quería manifestarse. Le pareció escuchar un “Hola”. ¿Me tragué un mini-minúsculo loro? Al borde del delirio contestó con voz desfalleciente –Hola… Ehh… si salís…  –No —se escuchó con más claridad. –Bueno, podrías salir para… conocernos –Lo dijo bajito, no podía creer que le hablaba a “algo” dentro de su boca. –Soy una palabra y no quiero. “¿Es una pesadilla? Esa cerveza artesanal…¿tendrá droga?” Tomó coraje para preguntar –Una… ¿palabra? –Si tuya —Respondieron más fuerte desde adentro.   “Me golpeé la cabeza de chico y… ahora con la pandemia… el encierro…” Estos pensamientos lo llevaron a un arrebato, se puso violento Trató de desalojar a esa… usurpadora. Sopló, silbó, introdujo el cepillo de dientes para acosarla, metió su dedo índice, el anular y el medio para atraparla. Sin resultados. Era una palabra maradoniana, gambeteaba cada intento y sólo consiguió babearse sobre la camisa. Cambió de estrategia. Trató de convencerla, le dijo varias palabras lindas, acompañantes, galanas y zalameras. Nada Perdió la paciencia le advirtió, la amenazó. El mismo destino. Tal vez un dentista pueda ayudarme… ¿Qué le diría? ¿Podría usted extraerme una palabra testaruda que me da vueltas por la boca?  ¡Llamaría a la policía o al 911 para encerrarme! Probó con un té caliente, luego con sabores dulces, salados y amargos. Le daba la impresión que se agrandaba o se achicaba según el sabor, pero no salía. ¿Será extranjera? Probó con ayuda de un traductor online una decena de idiomas. Ahora corría de un cachete al otro, del labio inferior al superior. ¿estaba danzando? Agotado ya exprimía su cabeza por otros recursos, otras lógicas. Apeló a un exorcismo que descubrió en un antiguo libro y hasta acudió al auxilio de un algoritmo matemático. Inútil tarea Extenuado de echo sobre el sofá y se quedó dormido. Se despertó sobresaltado, había soñado con una frase que se repetía una y otra vez en el sueño: “No vuelvas a reprimirme, ahora sabes cómo se siente” Corrió hasta el espejo.  La hinchazón había desaparecido.

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Efemérides – Mujeres de mayo

 Por: Graciela Perez Esandi (Com. P. de género) Alejandra Pizarnik                                            “El lenguaje será su única patria” El 29 de abril de 1936, nació Flora Alejandra Pizarnik, en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. Fue hija de padre y madre rusos judíos. No bien llegaron perdieron su apellido original “Pozharnik”, como ocurrió con muchos inmigrantes. Su infancia estuvo atravesada por  situaciones duras ya que la familia tenía parientes residentes en Europa y estaban atentos a los acontecimientos. El nazismo y la segunda guerra mundial fueron una preocupación para ellos y  recibieron noticias nefastas de la familia  en Rivne, ciudad de Ucrania en la que la mitad de la población era judía. Rivne fue invadida por el ejército alemán el 20 de agosto de 1941.  Estos hechos ensombrecieron la infancia de las dos hijas.También tuvo su influencia el hecho de ser extranjero en Argentina. La tendencia de la madre de comparar las dos hijas, Myriam y Alejandra,  poco contribuyó a su autoestima.   Además sufrió  acné,  una tendencia a engordar, asma y una forma de hablar en  que arrastraba la última sílaba. De llamarse Blume o Blimele (florcita) como la llamaban en la infancia y la adolescencia,   se  descubrió opuesta a “lo-que-debe-ser”, como un ser distinto. Descubrió su fascinación  por la literatura que abarcaba mucho mas de lo que aprendía en la escuela secundaria y comenzó a escribir y a leer autores como Sartre y Faulkner, Rimbaud y Baudelaire, Mallarme y Artaud. Como alumna se negó a ser la alumna ideal, fue la chica rara del colegio. Disconforme con su cuerpo comenzó a consumir anfetaminas.   Dejó atrás la secundaria e ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras en la que comenzó a cursar primero Filosofía,  luego Periodismo y  luego Letras para finalmente abandonar el estudio sistemático. Estudió pintura con  Battle Planas, y luego se dedicó a escribir.Tuvo mucha influencia en ella Juan Jacobo Bajarlía.  Leyó mucho y encontró temas como la orfandad, la extranjería , la atracción por la muerte.. En el año 1960  viaja a Paris y se queda hasta 1964 hallando ahí un refugio literario y también emocional. Conoció allí a Julio Cortazar, Ivonne Bordelois, Octavio Paz, Simone de Beauvoir. La época en París fue una experiencia donde halló su voz y su madurez como poeta. Después vino un período de caída emocional, la muerte de su padre la afectó mucho, su adicción a las pastillas creció y comenzó a encerrarse en sí misma. Se suicidó a los 36 años dejando en una pizarra sus últimos versos: no quiero ir nada más que hasta el fondo38​ Su legado es una gran cantidad de poemas , donde hay temas que  se destacan, la extranjería, la alteridad, la muerte, … el mundo interior de la poeta. “Por mi sangre judía, soy una exiliada. Por mi lugar de nacimiento, apenas si soy argentina (lo argentino es irreal y difuso). No tengo una patria. En cuanto al idioma, es otro conflicto ambiguo. Es indudable que mi lugar es París, por el solo hecho de que allí el exilio es natural, es una patria, mientras que aquí duele.”Alejandra Pizarnik Los tesoros de papel de Alejandra Pizarnik, Fondo Pizarnik de la Biblioteca Nacional. http://biblioteca2.uc3m.es/365ca2.uc3m.es/365-dias.de.libros/2019/06/11/alejandra-pizarnik-niña-eterna-de-infancia-asesinada Canal Encuentro Cap. 1 Flora, ese ser imperfecto. Canal Encuentro Cap. 2 Los años felices. Canal Encuentro Alejandra Pizarnik Memoria Iluminada II…. https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandra_Pizarnik Ni París ni Buenos Aires pueden considerarse su casa, el lenguaje será su única patria. El 19 de abril de 1943, comenzó el levantamiento del ghetto de Varsovia. Heroicas mujeres del ghetto de Varsovia El autor del libro “Heroicas mujeres del ghetto de Varsovia”, Jonas Turkow, fue un sobreviviente del levantamiento del ghetto. Escribió este libro porque se dio cuenta de que nadie había escrito nada acerca de las mujeres del ghetto que él había conocido de primera mano.   “No hubo ni un aspecto en la diversa ramificada actividad de la resistencia en el cual no hubiesen participado mujeres, que hicieron gala por lo general de una extraordinaria presencia de ánimo. Muchas de las misiones más peligrosas y audaces fueron llevadas a cabo por mujeres. De pareja importancia fue su actuación en las instituciones sociales, culturales y de ayuda mutua, donde ocuparon puestos de primera fila”. En su libro figuran los nombres de Tzivia Lubetkin, Basia Temkin-Berman, Pola Elster y su hermana Bela, Ana Brande-Heler, Sofia Syrkin-Binszter, Rosa Symchowicz, Miriam Ajzensztat y Clara Segalowizc, pero el autor aclara que hubo muchas más. En esta oportunidad contaremos la historia de Pola y Bela Elster. Pola era la mayor de las dos hermanas y fue directora de colonias juveniles judías en Polonia previo a la guerra. Cuando comenzó el ghetto se puso a colaborar con las tareas de rescate y asistencia organizado por el Comité Coordinador de Varsovia. En esa ciudad vivían un millón de personas, de las cuales 400,000 eran judíos. El ghetto no fue otra cosa que una gigantesca cárcel donde llegó a haber 480,000 personas, de las que 300,000 fueron enviadas a Treblinka a las cámaras de gas. Fue creado por decreto del ejército ocupante el 12 de octubre de 1940. Todos los residentes judíos de Varsovia debieron  mudarse a un área designada, que fue cerrada al resto de la ciudad en noviembre de 1940. El ghetto fue rodeado por un muro que tenía más de 10 pies de altura, coronado con alambre de púas, y vigilado para prevenir movimientos entre el ghetto y el resto de Varsovia. Bajo metralla y bombardeo constante, Pola buscó alimentos para la olla popular, primero en la municipalidad y luego en la “JOINT”, el Comité Conjunto Judío-Estadounidense de Distribución. Valiente y audaz, enfrentó el peligro constante siempre bajo riesgo de ser arrestada. Colaboró también en operaciones de sabotaje y atentados contra las fuerzas de ocupación. Pola era una joven agraciada de 30 años de cabello moreno, y su hermana menor, Bela, era más joven de cabello rubio y ojos celestes. Su  aspecto “ario” le permitió salir del ghetto, mientras que Pola no lo hacía con la

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La “Historia Oficial” vs la Información Veraz, en medio del “Pandemonium”

Por: Benjamín Malamud Lerner (desde Córdoba) La ciencia, los consensos y la unidad salvan vidas. Estos consensos no se logran con posiciones radicales absolutas. La complejidad, solo la complejidad nos ayuda a salir de las crisis. No la grieta. Axel Rivas, Universidad de San Andrés No son tiempos sencillos los que nos tocan vivir, son complejos, a veces extremadamente complejos, ni blanco ni negro, salvo para miradas obtusas o arteras, que cuando se implementan ponen en riesgo la vida, la salud, el bienestar y hasta los fundamentos éticos de la sociedad. La complejidad está dada por los actores intervinientes, sus particulares intereses, el contexto eco-bio-socio- económico-político-jurídico y temporal en que se manifiestan y que de una u otra manera, afectan amplios sectores, sino todos, dentro de una comunidad, un país o en el caso de una pandemia hasta ahora, incontrolable, al mundo entero.   Para quienes nos desempeñamos en el campo de la salud, no son pocas las oportunidades en que esa alta complejidad se manifiesta, con diversos grados de premura, obligando a la búsqueda tanto de los “factores determinantes” de las mismas, como de sus posibles o factibles soluciones. Serán el diálogo entre los eventuales actores, donde los prioritarios derechos humanos a la vida y la salud, a la educación formal e informal, virtual o presencial, al desarrollo y la supervivencia económica regional o sectorial, a la inclusión social o a la preservación del ambiente. deberían dar lugar a consensos si los tiempos lo permite o a la toma de decisiones responsables con el aval científico y ético, si la emergencia lo requiere.  El Pandemonium, nombre de un texto del psicoanalista J. Alemán, es para este notero, una muestra de esa complejidad, donde diversos determinantes confluyeron en este mes de abril, para exponernos a graves crisis en el ámbito de la salud, de la educación y hasta de vida democrática y republicana. Crisis en la que reaparece la sombra de oscuros antecedentes de una época nefasta.   La persistente tendencia a menguar la gravedad de los efectos de la pandemia en la salud y sí valorizarla ante la economía por parte del principal partido de oposición y el oligopolio mediático, de menospreciar los esfuerzos preventivos e incluso de alertar negativamente contra ciertas vacunas, es una constante neoliberal, que ya se vivió en la dictadura. En la “Historia Oficial” se decía que éramos “derechos y humanos” mientras avanzaba el genocidio. En esa película de L. Puenzo, la protagonista (Norma Aleandro), se guía inicialmente  por los medios aceptando su relato; luego comienza a tomar consciencia de que el problema de los “desaparecidos” no eran una entelequia y las sustracciones de bebés, podrían ser reales y por último, termina por comprender que el drama de la apropiación ilegitima de los niños estaba en su propio hogar.       Ahora el instrumento de la desinformación e infodemia nos expone a más muertes y a una colmatación de las UTI que han llegado al 100% de sus posibilidades en la CABA, según los médicos intensivistas y con un personal asistencial y que ni vacaciones tuvo este verano. Determinantes epidemiológicos. La gravedad de esta nueva ola o tsunami mundial, no puede ser disimulada con expresiones de buenos deseos por varias razones: 1) hay mucha gente circulando por diversas razones en la vía pública o en ámbitos cerrados con escasa protección. 2) La vacuna está llegando afortunadamente con más regularidad pero estamos lejos de la inmunidad en rebaño de Islandia o de Israel. La Falda contará con 3000 vacunados cuando este N° 838 llegue a sus manos. A propósito este país libera de la obligación del uso de barbijos al aire libre pero no en ámbitos cerrados. 3) Hay una estrecha relación entre la circulación del virus sin las medidas adecuadas de control y la emergencia de nuevas variantes, incluso más transmisibles y agresivas que la P1 o de Manaos. Un gráfico lo explica mejor. 4) El “Arma Secreta” que utilizaron los que mejor detuvieron la pandemia, está disponible en nuestro país y no es otro que el simple barbijo triple capa correctamente usado y que desafortunadamente, aunque parezca un “disco rayado” al decir de la máxima autoridad de la OMS, cuesta en nuestro continente implementar efectivamente. Hay diferencia notables entre regiones de EEUU relacionadas con el uso o no con una variación del 100 por %. Determinantes políticos y jurídicos. La decisión del Gobierno de la CABA de no respetar al DNU Presidencial con rango de Ley respecto a la presencialidad escolar, acentúa la tendencia observada desde el inicio de la pandemia, de que en el distrito con mayor poder económico, es donde surgen los brotes que luego con fuerza repercuten en el conurbano y en el país. Ya de por sí el conflicto de poderes en medio de una pandemia no es un buen síntoma y lo es menos aun, usar tribunales escasa jerarquía para que avalen esa decisión, mientras se espera un pronunciamiento de una CSJN. “Hay tribunales que actúan como un partido político» dice en una entrevista el Dr. M. Rodríguez Villafañe y agrega “es gravísimo, un poder judicial sin mayores recaudos en un tiempo récord tomo decisiones son una aberración jurídica».  El contexto judicial no es alentador: jueces que visitaban al entonces Presidente, procedían a encarcelar y someter a inconcebibles procesos judiciales a quienes el “establishment” o la “embajada” consideraba díscolos con sus objetivos. La historia oficial de entonces llevó a la cárcel a Héctor Tímerman impidiéndole continuar el tratamiento de su cáncer y acelerando su muerte. Su hija Jordana Timerman, y su tío Javier,  le reclamaron al Consejo de la Magistratura que impulse el juicio político contra los jueces de la Cámara de Casación Penal Federal Gustavo Hornos y Mariano Borinsky (2 de los jueces visitantes) por su actuación en la causa del Memorándum con Irán, impulsada por A. Nisman quien se suicidó un día antes de presentar sus argumentos en el Congreso Nacional   D. Educativos. ¿Es la presencialidad escolar un determinante importante en esta nueva ola? A.

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Mujeres en el ghetto de Varsovia

Por: Graciela Pérez Esandi* Especial para C0NVERGENCIA l autor del libro “Heroicas mujeres del ghetto de Varsovia”, Jonas Turkow, fue un sobreviviente del levantamiento del ghetto. Escribió su libro porque se dio cuenta de que no había nada escrito acerca de las mujeres del ghetto que él había conocido de primera mano. “No hubo ni un aspecto en la diversa ramificada actividad de la resistencia en el cual no hubiesen participado mujeres, que hicieron gala por lo general de una extraordinaria presencia de ánimo. Muchas de las misiones más peligrosas y audaces fueron llevadas a cabo por mujeres. De pareja importancia fue su actuación en las instituciones sociales, culturales y de ayuda mutua, donde ocuparon puestos de primera fila”. En su libro figuran los nombres de Tzivia Lubetkin, Basia Temkin-Berman, Pola Elster y su hermana Bela, Ana Brande-Heler, Sofia Syrkin-Binszter, Rosa Symchowicz, Miriam Ajzensztat y Clara Segalowizc. Turkow afirma que hubo muchas más. La Historia de Tzivia Lubetkin Tzivia Lubetkin tuvo un lugar central en el movimiento sionistasocialista de Polonia y en la resistencia clandestina judía. De joven fue dirigente destacada del movimiento jalutziano (sionistas pioneros). Cuando comenzó la segunda guerra mundial ella y su esposo, Itzak Zuckerman, fueron a vivir a Varsovia. En el ghetto, el mayor ghetto judío establecido por los nazis durante el Holocausto, ella fue ocupando un lugar destacado y fue una de las fundadoras y líderes del Organización Judía Combatiente (ZOB, sus siglas en polaco), y la única mujer en formar parte de la dirección del mismo. Poseía cualidades que la destacaban. Era muy rápida para orientarse, poseía un enfoque maduro de los problemas coyunturales y era muy intrépida para tomar decisiones. Era buena oradora y muy convincente en sus argumentos. Su tenacidad en resolver problemas colectivos la llevó a realizar diariamente intentos por entrevistarse con los directivos y tesoreros del JOINT (Sociedad Judía de Ayuda Mutua), para lograr provisiones, y asignación de tareas para “sus muchachos y muchachas” y nunca se iba con las manos vacías. Ella y su marido convivían con casi 100 jalutzim del Dror, una organización juvenil judía polaca, de la calle Dzielna. Fue ella la que propuso organizar a la juventud en grupos de autodefensa formados por cinco parti- cipantes previendo que podrían suceder en Polonia hechos nefastos como los ocurridos en Rusia en la que murieron millones de personas en una campaña diseñada para conquistar la parte europea de la Unión Soviética y repoblar estos territorios con alemanes. Tzivia pudo anticipar lo que iba a suceder en Varsovia, y esos grupos luego fueron la base para enfrentar al enemigo. En 1942 la organización jalutziana propuso un debate de activistas clandestinos donde se discutió si era el momento de organizarse para resistir, si estaban dadas las condiciones. Algunos participantes pensaban que atrocidades como las ocurridas en Rusia no se iban a producir en Polonia, en una ciudad como Varsovia. Otros, que había que esperar que los ejércitos aliados abrieran otro frente. Ella se plantó con sus jóvenes y con un tono vehemente dijo que dado que esas palabras carecían de toda seriedad, iban a “continuar con nuestra labor”. El tiempo demostró que ella había evaluado mejor la situación que otros participantes de mayor experiencia. Finalmente el 28 de julio de 1942 la Organización Judía Combatiente fue un hecho. Entre tanto, desde el 22 de julio y hasta el 12 de septiembre de 1942, los alemanes deportaron o asesinaron aproximadamente 300,000 personas judías en el ghetto. Y sin embargo hubo quienes esperaron hasta octubre de 1942 para incorporarse a la filas del ZOB. A pesar de las deportaciones y asesinatos no fue sencillo convencer a los residentes del ghetto. Colocaron carteles en las calles, muros y portones. Según Tzivia “Los judíos estaban asustados por esa expresión pública del ZOB. Nuestros muchachos y muchachas volvían de sus tareas de esclarecimiento llorando de impotencia, tras haber visto como los carteles de las proclamas, que ellos mismos habían impreso con gran esfuerzo y pegado a riesgo de su vidas, eran arrancados de las paredes por los mismos judíos.” El 18 de enero de 1943 se produjo una operación muy importante donde los nazis hallaron resistencia armada y cambió la actitud de la población hacia la ZOB. La organización se había extendido y había creado focos de resistencia en otras ciudades y también se había contactado con guerrilleros apostados dentro de bosques de la zona con el objetivo de formar divisiones de guerrilleros. El día que comenzó el Levantamiento, el 19 de abril de 1943, Tzivia Lubetkin participó, combatiendo con armas en mano, en el sector denominado el Ghetto Grande. Otro combatiente, de nombre Towia Borzykowski, luego dijo de ella que “Con su serenidad y autocontrol Tzivia Lubetkin logró que los combatientes superaran hasta los más insignificantes síntomas de nerviosidad.” Ella era muy rigurosa con sí misma y no aceptaba ambigüedades. Era respetada y muy estimada. Tzivia trataba a los combatientes como si fueran sus hijos, algunos la trataban de “mamá” a pesar de que ella no era mucho mayor que muchos de ellos. Su popularidad se extendió a la comunidad y cuentan una anécdota muy significativa que lo demuestra. La misma noche del Levantamiento, la del 19 de abril de 1943, un grupo de combatientes armados salieron para realizar una misión de espionaje y encontraron en medio de casas abandonadas y enseres domésticos tirados por doquier, producto del combate que había ocurrido previamente, una casa donde encontraron a un rabino, el Rabino Meizels, realizando la celebración del Seder de Pesaj. Invitó a los jóvenes a la fiesta pero ellos tenían una misión, y les dio matzot para compartir. Los despidió pidiendo que la segunda noche fueran con Tzivia, cosa que sucedió la noche siguiente, como él había solicitado. Aumentaba el ataque de los nazis en la zona central del ghetto, ellos encendían fuegos con el fin de encerrar a los combatientes judíos entre las llamaradas y el fuego abrumador de sus armas. Los luchadores judíos tuvieron que retirarse y Tzivia llegó con gran

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Efemérides de abril – Mujeres destacadas (Com. P. de Género)

Por: Graciela Perez Esandi Alejandra Pizarnik  “el lenguaje será su única patria” El 29 de abril de 1936, nació Flora Alejandra Pizarnik, en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. Fue hija de padre y madre rusos judíos. No bien llegaron perdieron su apellido original “Pozharnik”, como ocurrió con muchos inmigrantes. Su infancia estuvo atravesada por situaciones duras ya que la familia tenía parientes residentes en Europa y estaban atentos a los acontecimientos. El nazismo y la segunda guerra mundial fueron una preocupación para ellos y recibieron noticias nefastas de la familia en Rivne, ciudad de Ucrania en la que la mitad de la población era judía. Rivne fue invadida por el ejército alemán el 20 de agosto de 1941. Estos hechos ensombrecieron la infancia de las dos hijas.También tuvo su influencia el hecho de ser extranjero en Argentina. La tendencia de la madre de comparar las dos hijas, Myriam y Alejandra, poco contribuyó a su autoestima. Además sufrió acné, una tendencia a engordar, asma y una forma de hablar en que arrastraba la última sílaba. De llamarse Blume o Blimele (florcita) como la llamaban en la infancia y la adolescencia, se descubrió opuesta a “lo-que-debe-ser”, como un ser distinto. Descubrió su fascinación por la literatura que abarcaba mucho mas de lo que aprendía en la escuela secundaria y comenzó a escribir y a leer autores como Sartre y Faulkner, Rimbaud y Baudelaire, Mallarme y Artaud. Como alumna se negó a ser la alumna ideal, fue la chica rara del colegio. Disconforme con su cuerpo comenzó a consumir anfetaminas. Dejó atrás la secundaria e ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras en la que comenzó a cursar primero Filosofía, luego Periodismo y luego Letras para finalmente abandonar el estudio sistemático. Estudió pintura con Battle Planas, y luego se dedicó a escribir.Tuvo mucha influencia en ella Juan Jacobo Bajarlía. Leyó mucho y encontró temas como la orfandad, la extranjería , la atracción por la muerte.. En el año 1960 viaja a Paris y se queda hasta 1964 hallando ahí un refugio literario y también emocional. Conoció allí a Julio Cortazar, Ivonne Bordelois, Octavio Paz, Simone de Beauvoir. La época en París fue una experiencia donde halló su voz y su madurez como poeta. Después vino un período de caída emocional, la muerte de su padre la afectó mucho, su adicción a las pastillas creció y comenzó a encerrarse en sí misma. Se suicidó a los 36 años dejando en una pizarra sus últimos versos: no quiero ir nada más que hasta el fondo38 Su legado es una gran cantidad de poemas , donde hay temas que se destacan, la extranjería, la alteridad, la muerte, … el mundo interior de la poeta. “Por mi sangre judía, soy una exiliada. Por mi lugar de nacimiento, apenas si soy argentina (lo argentino es irreal y difuso). No tengo una patria. En cuanto al idioma, es otro conflicto ambiguo. Es indudable que mi lugar es París, por el solo hecho de que allí el exilio es natural, es una patria, mientras que aquí duele.”Alejandra Pizarnik Los tesoros de papel de Alejandra Pizarnik, Fondo Pizarnik de la Biblioteca Nacional. http://biblioteca2.uc3m.es/365ca2.uc3m.es/365-dias.de.libros/2019/06/11/alejandra-pizarnik-niña-eterna-de-infancia-asesinada Canal Encuentro Cap. 1 Flora, ese ser imperfecto. Canal Encuentro Cap. 2 Los años felices. Canal Encuentro Alejandra Pizarnik Memoria Iluminada II…. https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandra_Pizarnik Ni París ni Buenos Aires pueden considerarse su casa, el lenguaje será su única patria. El 19 de abril de 1943, comenzó el levantamiento del ghetto de Varsovia. Heroicas mujeres del ghetto de Varsovia El autor del libro “Heroicas mujeres del ghetto de Varsovia”, Jonas Turkow, fue un sobreviviente del levantamiento del ghetto. Escribió este libro porque se dio cuenta de que nadie había escrito nada acerca de las mujeres del ghetto que él había conocido de primera mano. “No hubo ni un aspecto en la diversa ramificada actividad de la resistencia en el cual no hubiesen participado mujeres, que hicieron gala por lo general de una extraordinaria presencia de ánimo. Muchas de las misiones más peligrosas y audaces fueron llevadas a cabo por mujeres. De pareja importancia fue su actuación en las instituciones sociales, culturales y de ayuda mutua, donde ocuparon puestos de primera fila”. En su libro figuran los nombres de Tzivia Lubetkin, Basia Temkin-Berman, Pola Elster y su hermana Bela, Ana Brande-Heler, Sofia Syrkin-Binszter, Rosa Symchowicz, Miriam Ajzensztat y Clara Segalowizc, pero el autor aclara que hubo muchas más. En esta oportunidad contaremos la historia de Pola y Bela Elster. Pola era la mayor de las dos hermanas y fue directora de colonias juveniles judías en Polonia previo a la guerra. Cuando comenzó el ghetto se puso a colaborar con las tareas de rescate y asistencia organizado por el Comité Coordinador de Varsovia. En esa ciudad vivían un millón de personas, de las cuales 400,000 eran judíos. El ghetto no fue otra cosa que una gigantesca cárcel donde llegó a haber 480,000 personas, de las que 300,000 fueron enviadas a Treblinka a las cámaras de gas. Fue creado por decreto del ejército ocupante el 12 de octubre de 1940. Todos los residentes judíos de Varsovia debieron mudarse a un área designada, que fue cerrada al resto de la ciudad en noviembre de 1940. El ghetto fue rodeado por un muro que tenía más de 10 pies de altura, coronado con alambre de púas, y vigilado para prevenir movimientos entre el ghetto y el resto de Varsovia. Bajo metralla y bombardeo constante, Pola buscó alimentos para la olla popular, primero en la municipalidad y luego en la “JOINT”, el Comité Conjunto Judío-Estadounidense de Distribución. Valiente y audaz, enfrentó el peligro constante siempre bajo riesgo de ser arrestada. Colaboró también en operaciones de sabotaje y atentados contra las fuerzas de ocupación. Pola era una joven agraciada de 30 años de cabello moreno, y su hermana menor, Bela, era más joven de cabello rubio y ojos celestes. Su aspecto “ario” le permitió salir del ghetto, mientras que Pola no lo hacía con la misma frecuencia. En cierto momento Pola fue llevada a un campo de concentración en Poniatow pero los luchadores lograron rescatarla de ahí y regresó con datos

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“M” NO ESTÁ SOLA

Por: Leonor Vain (Com. P. de Género) Eso se dijo en los duros días en que se buscó a la niña. Y es verdad, no está ni estuvo sola. Está con los casi mil niños, niñas, niñes que viven en la calle en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Todos ellos están desamparados, abandonados, ignorados, borrados por las instituciones y por todos los que circulamos todos los días y todas las noches por las calles de la Ciudad. Es una deuda social y es un deber del Gobierno, en este caso del de la Ciudad. Es un desafío a la conciencia de cada uno de nosotros. No podemos seguir dejándolos en “situación de calle”, eufemismo para decir que pasan sus días, sus noches, comen, sueñan, son golpeados, ignorados en las calles. El episodio puntual de M nos enseñó que la protesta inmediata y persistente de la gente, la presencia en y de los medios de comunicación, la respuesta de los órganos de gobierno, la coordinación de los esfuerzos, da resultados. La situación de M en esos días aciagos, nos conmocionó y lo hicimos visible. Pero M no comenzó su desamparo ese día, lo mismo que todos los que estuvieron y están con M, y siguen igual de desamparados. No protestamos ni reclamamos por ellos. Están en peligro en cada momento. Sus infancias en un abandono absoluto no tienen derecho a nada, despreciados, y sujetos a todo tipo de violencia interpersonal e institucional. Muchos de ellos no tienen siquiera la partida de nacimiento. No están registrados ni suman como nacidos en nuestro país. No están escolarizados, tal vez nunca se sentaron con su familia bajo un techo para compartir una comida, tienen frío en invierno y calor en verano, hambre siempre, y no pueden tener la ilusión de un futuro mejor. Por suerte el caso de M despertó la indignación general y se volcó en redes que se ocuparon, que se articularon, en vecinos que trataron de “verla”, y la vieron.  Lo mismo se merecen todos los otros niños, niñas y niñes que están en la misma situación. Pero no podemos agotar nuestra preocupación en el hoy; para que este hoy sea posible hubo un ayer, un hoy, y desgraciadamente habrá un mañana peor. No nos olvidemos. No se solucionó nada más, ni nada menos, que la aparición de M sana y en las mejores condiciones posibles. Pero tenemos que pensar y preocuparnos y ocuparnos por toda la vida de los que sí están con ella, igual que ella. No miremos para otro lado y exijamos respuestas institucionales, vigilemos su aplicación y cumplimiento; tenemos que oírlos, sentirlos y acompañarlos de verdad. Hacen falta políticas integrarles que ataquen la problemática desde las bases. Empezar por un censo actual y realista que permita decidir qué y cómo hacer. Con programas que tengan un presupuesto acorde con las necesidades y que se ejecute. Esos programas no pueden subejecutarse. Sin demoras, sin retaceos. Y con toda la sociedad acompañando, señalando las fallas y las faltas, participando y colaborando para que de verdad M y todos los niños, niños y niñes que siempre estuvieron y están con ella, estén también para nosotros. Y que nos preocupemos por cada día de su vida, de su crecimiento, de su educación, de su seguridad, para que de verdad sientan que no están solos y que puedan soñar con un futuro mejor.

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Dibujos Urgentes en el juicio de Contraofensiva Montonera

Por: Eugenia Bekeris y Paula Doberti El jueves 25 de marzo a las 9.30 horas continuó el alegato conjunto de las Secretarías de Derechos Humanos de Nación y provincia de Buenos Aires, representadas por Ciro Annicchiarico y Verónica Bogliani. Se refirieron al accionar de cada imputado, dentro del PLAN CRIMINAL A GRAN ESCALA, por lo que Apa, Ascheri, Bano, Cinto Courteux, Dambrosi y Firpo son PENALMENTE RESPONSABLES. Se preguntaron “¿qué significa torturar mujeres embarazadas, a las que tras parir y apropiarse de sus hijos, las asesinaron? ¿Qué significa arrojar vivas personas al mar desde aviones?” Son METODOLOGÍAS SINIESTRAS, sinterizaron. El PLAN SISTEMÁTICO tenía como fin “imponer un plan económico devastador” para lo cual se desplegó “una modalidad criminal trascedente”. Explicaron que el funcionamiento del SISTEMA DE INTELIGENCIA consistía en arrancar información mediante tormentos, para provocar nuevos secuestros, que conducían a más torturas que provocara una nueva caería. Esto generaba una MAQUINARIA DE EXTERMINIO. Es una SIMBOLIZACIÓN DE LO INIMAGINABLE, a expensas de PSICÓPATAS PERVERSOS QUE SE CREÍAN DIOSES. Esta, afirmaron es LA VERDAD HISTÓRICA. Concluyeron que todos los DELITOS cometidos por los imputados son de LESA HUMANIDAD en contexto de GENOCIDIO. Explicaron que la DESAPARICIÓN FORZADA continúa hasta hoy, ya que no cesa hasta que se encuentra a la persona. Y es permanente porque busca amedrentar a la sociedad. Recordaron que, en el libro de Reato, Videla dijo: “Cada desaparecido es un enmascaramiento, el disimulo de una muerte”. Dijeron que su alegato es en nombre de lxs 71 militantes de Contraofensiva Montonera desaparecidxs desde hace más de 40 años por “su convicción patriótica”. Nombraron cada uno de lxs ninxs que sufrieron privaciones ilegales de la libertad agravada, encierros crueles en condiciones de abandono bajo la pátina cínica del cuidado. Por la Brigada Femenina de San Martín pasaron Martín Mendizábal, María José Luján Mazzuchelli, Verónica Seisdedos, Manuel Fernández, Diego Mendizábal, Benjamín Ávila, Mariana González, Mauricio Amarilla, Mariano Amarilla, Joaquín Amarilla, Valeria e Ignacio Amarilla. Pidieron PRISIÓN PERPETUA, INHABILITACIÓN absoluta y perpetua, gastos y costas, RETIRO DE PENSIONES, REVOCAMIENTO DE PRISIONES DOMICILIARIAS y EFECTIVA INVESTIGACIÓN de los crímenes de lesa humanidad para “combatir la impunidad biológica”, ya que los imputados “siguen produciendo dolor a las víctimas porque no han brindado información, lo que los coloca en el más alto nivel de la escala penal”.

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NO MUERTOS (Poesía)

Por: Rosa Galestok (Desde la Plata, Com. P. de género) Se levantarán los muertos matados a reclamar la vida robada por los verdugos. Reclamarán los días usurpados los amores no gozados los dolores no sufridos los hijos nunca habidos las  enfermedades no padecidas las malas acciones nunca cometidas los gestos maravillosos no iniciados. Y dirá el verdugo que él no los tiene que habrá sido otro que era necesario que vivo peligroso mejor muerto. Hablará desde el infierno o debería porque ése es su lugar.

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LO QUE SE NOMBRA (cuento)

Por: Ariana Sacroisky Existen quienes se divierten con las carreras de kartings, otras personas aman el crochet y una proporción nada insignificante de la humanidad es apasionada del boxeo. Bertha se divertía hablando y emitiendo sentencia respecto de la vida de las demás personas. Trayendo el viejo dicho de “el pez por la boca muere”, la tentación no la generaría en este caso una comida suculenta, sino el dar la opinión que nadie pide sobre el quehacer ajeno. Su indiscreción crónica le había jugado a Bertha esta vez una mala pasada, haciéndola develar una realidad que hubiera preferido seguir desconociendo: su sobrino Ariel, el hijo menor de Jaime, era homosexual. Sí, le gustaban los hombres.  Bertha siempre se había entendido bien con Ariel, porque ambos eran amantes de la Música Clásica. Ariel la visitaba con relativa frecuencia al atardecer en su departamento de Belgrano, disfrutaban de una picada abundante y variada con cerveza artesanal, y se pasaban horas eligiendo discos de vinilo y apreciando las diversas orquestaciones de las piezas escogidas, en noches negras sin tiempo. La homosexualidad de Ariel no era nueva para Bertha: se trataba de un secreto a voces en el entorno desde hacía décadas. Nadie podría afirmar que su sobrino estaba atravesando un período de cierta confusión, que la decadencia de la institución familiar le generaba inquietudes, que la falta de perspectivas sobre el Futuro de la Humanidad confundió su sexualidad, que estaba experimentando nuevas emocionas. Nada de eso. Ariel había sido homosexual desde siempre. Pero una cosa es lo que se Sabe en silencio, y otra, muy diferente, es lo que se Nombra. Bertha se lamentaba de que Ariel ya no diera muestras de prudencia como en sus años mozos. Caminaba tranquilamente por el barrio con su pareja barbuda, como si nada. Incluso llegó a ir con este muchacho a la presentación de un libro sobre la Historia del Judaísmo en Argentina. Las inclinaciones de Ariel comenzaban a resultar, lamentablemente para Bertha, imposibles de ocultar. Bertha desterró entonces a su sobrino preferido sin titubear ni hacerse preguntas, sino por pura tradición. Conservó la firmeza aun cuando Ariel cayó de sorpresa a su Cumpleaños de 60 con un ramo de rosas blancas, las preferidas de la agasajada, cargado además de amor e ingenuidad. En aquella noche lluviosa de invierno, Bertha lo atendió por el portero eléctrico y le dijo que esperara un minuto, que ya bajaría. Pero no bajó ella, sino que le solicitó a un invitado X, a quien Ariel no conocía, que lo hiciera y le pidiera amablemente a su ex sobrino que se retirara. Ariel se alejó por la calle Freire, protegido por su paraguas y acompañado por el sonido de sus pasos. Luego de pocos meses estaba viviendo en Rosario, lejos de su familia y de su comunidad. Quince años después, para 2010, Ariel regresó por pocos días a su ciudad natal, Buenos Aires, y Bertha se enteró. Con su salud deteriorada, nostálgica y temerosa, le pidió a su hermano Jaime que se contactara con Ariel, que quería verlo, ¡que solían pasarla tan bien juntos en aquellas noches de charlas, música y sabores! Jaime accedió al pedido de su hermana. Visitó a Ariel en la casa en la que estaba hospedado, y le transmitió el mensaje, que unía discursivamente y sin fisuras la Unión familiar, los Valores y el Pueblo judío. Ariel escuchó en silencio, inclinó la cabeza y entornó los ojos, viajando hacia su refugio interior. Y reposó allí, un instante, o un siglo…

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