Nuevo boletín N°102
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El lunes 14 de diciembre el Llamamiento, en conjunto con el ICUF, AMOS, Convergencia por un Judaísmo Pluralista y el Centro Max Nordau, organizó este homenaje. Contamos con la presencia de la Ministra de Justicia de la Nación, Marcela Losardo, Marcos Weinstein, de la Asociación de Familiares de desaparecidos judíos, los testimonios de Sara Kohan, Mirta Israel Berta Horen (integrante de Nosotras Ex Presas Politicas) y David Mazal. También los saludos de Víctor Heredia e Ignacio Copani y la canción de Víctor “Mara”. Axel Kesler, de AMOS, que moderó la actividad, nos presenta una reseña de la misma: Quizás esas casualidades del destino hicieron que en diciembre, un mes tan caliente para cualquier clima de nuestro país, se estableciera el Día Universal de los DDHH. En los hombros de un colectivo que carga años de lucha y reivindicaciones, lo mínimo que podemos hacer es homenajear. Ese motivo hizo “encontrarnos”, a las formas que permite la coyuntura, entre testimonios y compromisos. Sería atascado atribuir la vulneración de derechos humanos a una sola identidad. Históricamente el sistema se encargó de expulsar o exterminar lo “indeseado” según lo que demandaba la época. Como judíxs, ese lugar lo tuvimos reservado en muchas ocasiones, así como otras identidades sufrían sus persecuciones. “El aparato represivo clandestino de la dictadura tuvo un especial ensañamiento con las personas cautivas de condición judía” señalaba la Ministra de Justicia, Marcela Losardo. En palabras de Mirta Israel, “un aparato represivo que hoy sigue” con sus lógicas “autoritarias y patriarcales”. Esas lógicas que Berta Horen, ex presa política, resaltaba en su testimonio: el valor de la sororidad ante las múltiples violaciones durante las detenciones, no solo por ser judías, sino también por ser mujeres. Es que las desigualdades son múltiples, atraviesan y acumulan desventajas en distintas trayectorias de vida. Por eso, nos es casi un deber como pueblo pronunciarnos en contra de todo tipo de exclusión, opresión o vulneración. Si como judíxs la historia nos obliga a levantar el orgullo de nuestros símbolos, también nos invita a comprometernos con los Derechos Humanos en su integralidad e interseccionalidad. Para eso, memoria. Esa que “se construye día a día” como decía Sara Kohan. Esa que fue combustible para resistir en la recuperación de la democracia, “la lucha de los compañeros fue la que nos dio conciencia”, como planteaba David Mazal. Para eso, también, el compromiso con defender las conquistas que las juventudes recibimos como legado. Ese es el piso para nuestra militancia. Así como traía Marcelo Horestein, “no tengo dudas de que algún día vamos a llegar a poder armar esa patria mas justa y un mundo diferente, pero la batalla es dura”. Se trata de nutrirse de las luchas pasadas, aferrarse a la libertad y tomar nuestras identidades como banderas. “No nos han derrotado, los golpes, los desaparecidos, hoy seguimos luchando, con la fuerza de los oprimidos”
Por: Rosa Galestok (desde La Plata) DESDE LAS HOGUERAS (Poesía) Desde las hogueras Nos miran las brujas Desde el conocimiento Y el cuidado de la vida Las perseguidas Las quemadas Torturadas Empaladas Desde la ignorancia Las que no dejaron saber Desde la servidumbre Las sometidas Esclavizadas Abusadas Desde los siglos Amamantando Fieras prepotentes Y amados amadas Dulzuras de amor Desde el pozo del tiempo Desde la resignación Y la rebeldía Vienen cabalgando las abuelas Las madres Las hijas Para vivir Para dar vida amada No obligada Deseada No impuesta Acá estamos Las negadas Rechazadas Ignoradas Burladas Despojadas Acá estamos Tomando nuestro cuerpo Como si fuera propio Nuestro Y diciendo Somos.
Diferencias y similitudes en el trabajo de memoria argentino y alemán Por: Adrián Trajterman “La indiferencia está en el origen de los peores crímenes contra la humanidad. Los mitlaufer son una masa de personas que, por su número y de manera más o menos pasiva, pueden consolidar un régimen criminal”- Géraldine Schwarz En el libro Los amnésicos, elegido libro europeo del año 2018, Géraldine Schwarz indaga sobre la responsabilidad colectiva de los crímenes cometidos por la Alemania nazi durante la segunda guerra mundial. Describe una vivencia familiar en la cual su abuelo paterno poco tiempo antes del inicio de la guerra compra una pequeña empresa de productos petrolíferos que pertenecía a dos hermanos judíos en momentos en los que estos estaban sometidos a una aceleración vertiginosa de las persecuciones y las discriminaciones, obligados a abandonar sus bienes a bajo precio. La escritora profundiza acerca de la indiferencia de gran parte de la población que siguió la corriente o por beneficio propio o por distintas circunstancias y que reciben el nombre de Mitlaúfer. “La situación de los judíos en Alemania se degradaba a ojos vistas. Hitler había decidido excluirlos definitivamente de la vida económica y del mundo del trabajo. Los que carecían de medios fueron obligados a trabajar en la construcción de carreteras o, la eliminación de residuos. Las empresas que todavía no habían sido arianizadas se vendieron a precio de saldo y algunos abogados llevaron el cinismo al máximo y fueron a buscar a los propietarios a los campos de concentración para hacerlos firmar el contrato de venta”. Se consideraron cuatro categorías de responsabilidad al finalizar la guerra y el mayor porcentaje correspondía a dicho grupo: los Mitlaúfer. Hannah Arendt escribe que no había necesidad de conocer todos los crímenes cometidos en su nombre de manera precisa para comprender que se había convertido en el cómplice de un crimen inconfesable. Con una honestidad intelectual asombrosa ya que su búsqueda implica verse atravesada emocionalmente por la participación tanto de su familia alemana como de los abuelos maternos franceses, ya que el abuelo era gendarme del régimen de Vichy ,Géraldine Schwarz hace hincapié en la importancia del trabajo de memoria que le permite encontrar diferencias en la construcción democrática de Alemania en relación a varios de sus países vecinos. A su vez la autora de Los amnésicos expresa su preocupación ante la identificación de chivos expiatorios que observa principalmente en sectores de derecha que recrean la imagen de pureza y superioridad vivida en los años de Hitler, preguntándose si un partido populista que se aprovecha del miedo, la designación de chivos expiatorios y la difamación no es peligroso para la democracia. “Lo que recibe el nombre de normalización, de una extrema derecha que ya no inquieta, que ya no indigna, Y si se tratara de un lento deterioro de la vigilancia, de una progresión contagiosa de la indiferencia, ese enemigo de la democracia?.. “La instrumentalización del miedo de los ciudadanos, con pérdida de referencias en un mundo cada vez más globalizado, ha contribuido mucho al éxito de la derecha. Las instrucciones de uso son conocidas: estimular los miedos difusos de los ciudadanos, canalizarlos hacia chivos expiatorios, transmitir una visión maniquea del mundo (dixit Duran Barba acerca de Macri); producir en el electorado una sensación de pertenencia a una comunidad exclusiva. La derecha se ha vuelto experta en el arte de deformar la información, experta en el montaje de hechos cuidadosamente elegidos, sacados de su contexto y asociados en un orden preciso.” Melanie Amann escribe en su ensayo Angst für Deutschland (angustia por Alemania) cada uno redefine la propia intolerancia intentando legitimarla como si sirviera para revelar la intolerancia de los demás. Estos círculos hacen pasar los insultos por prevención. Cultivan una relación paradójica con la libertad, porque en realidad son liberticidas, intolerantes y autoritarios. En su ensayo Propaganda 4.0,Cómo hacen política los populistas de derechas, el politólogo alemán Johannes Hillje explica por qué los partidos populistas de derechas son los grandes ganadores de las redes sociales: Proporcionan a millones de personas su versión de la verdad, sin barreras periodísticas, y consiguen crear una identidad colectiva entre sus apoyos cultivando la autoafirmación. “La AfD(Alternativa para Alemania) es con mucho el partido político alemán más activo en internet. Dispone de una cadena de televisión, una radio y una página de facebook con más de 400000 seguidores. Cuantas más reacciones hay a las entradas que circulan diariamente en las páginas de los usuarios, en mejor posición los clasifican los algoritmos de facebook, que los redistribuyen a otros. Una entrada de facebook de la AfD que tiene éxito puede llegar a 4 millones de personas, es decir, más que las noticias televisadas de la noche. Ahora bien, los mensajes que suscitan interacción son los que juegan con las emociones y dividen, raramente los que invitan a la reflexión. Una mala noticia para la democracia.” Uno de los hijos del tenista alemán Boris Becker fue víctima de un diputado ultraderechista de este espacio político quien escribió un mensaje racista contra él en la red social Twitter. “Un olor a revisionismo flota cuando Marine le Pen afirma que Vichy no es Francia, cuando los diputados del FPO(Partido de la Libertad de Austria) se niegan a aplaudir en el discurso de conmemoración de la Noche de los Cristales Rotos o cuando Matteo Salvini cita a Mussolini el día del aniversario del duce; cuando la Hungría de Viktor Orban rinde homenaje al almirante Horthy y a los escritores fascistas; cuando la Polonia del PiS vota una ley que prohíbe atribuir una responsabilidad a la nación o al Estado polaco en los crímenes nazis, entre ellos, la participación activa de algunos ciudadanos polacos en la caza nazi de los judíos y en los pogromos sangrientos.(sugiero la lectura sobre la masacre de Jedwabne) El olor es el mismo cuando el presidente de la AfD, Alexander Gauland, reclama el derecho a estar orgulloso de la eficacia de los soldados alemanes en la Segunda Guerra Mundial o declara que Hitler y los nazis
Por: Ariana Sacroisky Los días transcurrían plácidamente en su Paraná natal para Ana y Miguel a inicios de los años sesenta. La casa familiar, en la calle Moreno, era cómoda y espaciosa. El alimento en la mesa estaba garantizado por las gallinas que cuidaban y sus huevos, la huerta, los frutales del fondo, y los quesos, dulces y conservas en vinagre que enviaba la familia de su madre, Clara, desde el campo en Basavilbaso. Miguel, con sus 15 años, pasaba los fines de semana íntegros en el Paraná Rowing Club, remando con sus amigos; apenas si volvía a comer algo apurado a la casa cuando el hambre lo pedía con fuerza. Si bien era bastante tímido, la facha natural y las miradas que comenzaba a cruzarse con las chicas de su edad, iban abriendo el camino a la espera de emociones intensas. Ana era todo lo esperable para una buena chica judía en aquel tiempo. — ¡Una chancleta! ¡No le voy a comprar ni perfume! — refunfuñó su padre, José, cuando supo qué traía Ana entre las piernas. Responsable y buena alumna, Ana se ganaba el agrado de los mayores recitando a Sarmiento y a Urquiza de memoria. Fue por “cumplidora” que la chancleta ganó la aprobación y el aprecio tan anhelado de sus padres. El mandato familiar, al que en aquel tiempo nadie llamaba de ese modo, se presentaba sin fisuras, y manaba de Clara: Ana estudiaría en la Universidad, y luego seguiría Miguel. Era la oportunidad de ascenso económico y social, y la familia haría todo lo necesario para lograrlo. José, en tanto, se quedaba al margen de la cuestión de los estudios: no comprendía el nivel de importancia que le otorgaba Clara. En Paraná no había Universidad en aquel entonces, por lo que las opciones eran trasladarse a Córdoba, a Rosario, o quizás a Buenos Aires para estudiar i) Abogacía, ii) Ciencias Económicas o iii) Medicina. Dado que a Ana le gustaban los niños, la última parecía ser la opción más acertada. También estaba en cuestión si Ana iría sola, o si la Familia entera se mudaría con ella para garantizar el cumplimiento de la misión. Justo en aquel momento en que las paredes de la casa de Paraná escuchaban estos diálogos, llegó octubre, y con él, el casamiento del primo Luis en Buenos Aires: la familia entera viajó hacia allí a ser parte de un evento en el que era impensable estar ausentes. Sin embargo, en Buenos Aires, no los esperaba únicamente un casamiento más, los manjares judíos habituales y la charlas para ponerse al día sobre las últimas novedades de los primos. En aquel viaje, sorpresivamente, al menos para Ana y Miguel, Clara y José compraron un departamento en la calle Cucha Cucha, barrio de La Paternal. La decisión había sido tomada. Las conversaciones, concluidas. De regreso a Paraná, la Familia desarmó en poco tiempo su hogar. Mientras Miguel guardaba en una caja de cartón pequeños trofeos, libros y pelotas, por su mente desfilaban las tardes en el Club, con los cambios de colores de las distintas estaciones. Organizaron una feria en la casa y vendieron tanto los muebles que los acompañaron por décadas como todo lo demás que fue posible. El resto se embaló para viajar pocos meses después junto a ellos hacia Buenos Aires en su Fiat 600. Paraná se escurría de su vida como arena entre los dedos. A diferencia de otros amigos que se iban solos para estudiar, ellos estaban dejando su casa para siempre. No habría dónde volver, ni siquiera en las vacaciones. ¿El futuro? Aparecía en blanco. Cuando llegaron a la puerta del departamento de Cucha Cucha, el nuevo hogar, los sorprendió ver allí a un grupo de personas agolpadas hablando fuerte, policías y periodistas con sus grabadores. Un minuto después lo sabrían todo: —Buenas tardes, Familia, los estábamos esperando. Sabíamos que este farsante había vendido el departamento a quince personas. Nos faltaba llegar a ustedes. Lamentamos tener que decirles esto, pero han caído en manos de un estafador. Las agujas del reloj dejaron de girar. El proyecto de Clara se destruía en añicos. Ana y Miguel hicieron encontrar discretamente sus miradas, ocultando una sonrisa sutil que se dibujaba en sus rostros sin que pudieran evitarlo.
Por: Alberto Golberg (Compañero adherente en La Pampa) La nota que se transcribe en el presente texto fue publicada en el diario La Arena de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, simultáneamente al cuestionamiento de DAIA-AMIA a la publicación del Memorandum de Entendimiento con Irán impulsado por el canciller argentino Héctor Timerman; pienso que dicha nota es suficientemente explícita de mí estado de ánimo en el momento de escribirla y explica claramente la razón de la adhesión temprana al ENCUENTRO, aún antes de su presentación pública en el acto realizado en FOETRA. Por otra parte puede considerarse que existe un hilo conductor en todo esto, desde el temprano intento de encubrimiento del atentado por el gobierno de Menem, hasta la actualidad: la muerte de 86 compatriotas aquel día de julio de hace veintiseis años fue convertida en el agujero negro donde se han sumido todos los intentos de hacer luz sobre ese crimen. Un temprano intento de desvio de la investigación con la participación de personeros del gobierno menemista, el Poder Judicial y la DAIA; dos juicios realizados y uno en curso no ha podido arrojar ni un resquicio de verdad. En la actualidad se está substanciando un tercer juicio donde el solo acusado es un pequeño delincuente especializado en reducir vehículos robados quien preparó el coche bomba utilizado en el atentado, probablemente desconocía cuál sería su destino final, así lo ha asumido hasta la querella. Pero, francamente qué conciencia podrá tranquilizarse cuando termine el juicio y al personaje le caiga una condena de 20 años como parece, quién puede pensar que el Enano ha sido el máximo culpable, seguramente no ha sido un perejil pero ni siquiera un cómplice mayor. En el lapso que medió desde el intento frustrado de firma del Memorandum de Entendimiento hasta nuestros días, surgio otro hecho relevante donde AMIA-DAIA volvió a mostrar la hilacha, me refiero al suicidio de Natalio Nisman, fiscal nombrado especialmente para investigar el caso AMIA, quien después de más de una década de gastar parte del presupuesto asignado para la investigación en francachelas y en su provecho personal, produjo un engendro jurídico donde se acusaba a la presidenta Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque, Luis D´Elia y Fernando Esteche, por abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, por haber formado parte de una supuesta «confabulación» «destinada a dotar de impunidad a los ciudadanos de nacionalidad iraní imputados» en la causa AMIA. La aberración jurídica era tan notoria que los jueces a los que recurrió no accedieron a tomar la causa. El final de la historia es harto conocido pero no estaría demás mencionar el papel caricaturesco que nuevamente representó AMIA-DAIA al hacer pasar (conjuntamente con otros nefastos personajes) a un bon vivant como un héroe de la patria sacrificado por oscuros intereses. ¿Seguirá impune la muerte de los 86 compatriotas y cada año, al llegar un 18 de julio seguiremos repitiendo sus nombres y reclamando justicia en vano?, a la luz de lo sucedido hasta ahora es posible hipotetizar que así será, una niebla como la noche y niebla del gobierno nazi envolverá los hechos ocurridos en aquel invierno porteño de 1994. Mientras tanto, y de no mediar cambios profundos en las representaciones de la comunidad judía, seguiré repitiendo como en aquel artículo que escribí con bronca un día del verano de 2013: a mí no me representa la AMIA ni la DAIA.
Fuente: Jorge Elbaum| Dejámelo Pensar (Sandra Russo) Fecha: 23 de diciembre de 2020 Imágen: Antonio Berni. Juanito Laguna va a la Fábrica. 1977 Jesús es el nombre latino de Iehoshua, cuyo apócope es Ieshua o Ieshu (יֵשׁוּעַ). En arameo y en hebreo Ieshu significa “salvador” o “redentor”. Ese fue el nombre que Miriam (מרים) traducida como María, eligió para su hijo. Ieshu es el nombre de quien anuncia y transmite la liberación. Cristo es una palabra griega (cristós) que traduce el término hebreo de Meshíaj (משיח) cuy traducción es “ungido” o “elegido”. Ieshu es postulado como el elegido que trae la redención, la liberación. Un enviado, un testigo que expresa la esperanza por una salvación ante el terror imperial romano. Un maestro (Rabí) que formula la recuperación de la amistad, de la humanidad. Alguien que simboliza la contracara del daño, de la falta. Que enuncia la presencia de quienes duelen o ven pasar su biografía a través de un velo de sufrimiento e injusticia. La tradición judía apostó a la llegada de un enviado. De una reparación frente al malestar. Y los tiempos mesiánicos se asociaron siempre con los contextos de opresión. La salvación remitía a un padecimiento generalizado que debía recurrir a la esperanza. Postuló la redención, como una acción capaz de trasmitir algún tipo de curación ante la pérdida. Cordialidad y empatía ante la congoja. Sensibilidad ante la angustia. La relación de Ieshu con sus amigxs expresa ese paradigma de la amistad encarnada en la abnegación. En la posibilidad de que la fraternidad/sororidad fuese la única moneda corriente del intercambio humano. En la promesa del encuentro libre de soberbias, de pretensiones jerárquicas y de mezquindades egoístas. La periodicidad humana, tan abierta a lo cíclico, dispuso fechas para reactualizar esta pertinaz esperanza. La que convive en una intención superadora de la herida. En la apuesta a un propósito de empatías múltiples en perpetuo desafío de la crueldad. De ahí viene la expectativa del presencia o la irrupción: una llama encendida en la oscuridad de una noche que no sabemos si titila, o su apariencia intermitente es producto de la distancia que la nubla. Un nacimiento es un ritual de celebración vital. Una ratificación de la persistencia de la vida frente a la negra mancha de la caída. Un vínculo con la trascendencia al interior de lo que se inicia. Un grito de llanto tierno ligado a la rugosidad inicial del cachorro humano. La llegada es un anuncio y es también la antesala de una partida que busca su ilusión en el regreso. Engendrar es la muestra de nuestra capacidad para reestablecer la ligazón con el mañana. Es una forma empecinada de hacer frente al padecimiento circundante apelando a la luminosidad como proyecto. En términos existenciales es una de las manifestación del deseo y la aspiración que arrastran el tiempo hacia el futuro: nuestra desgarrada consciencia del final es permanentemente retada por esta imagen de la resurrección humana. Transitamos con la esperanza arraigada en determinadas fechas. Son subterfugios. Hitos de una frecuencia que busca aproximarnos mientras se afronta el delicado devenir de los días. Los nacimientos, las natividades, los años nuevos, en todas las culturas, son el ritual cronológico de un tiempo propuesto por la especie humana para renovarse frente al espejo de la vida. Poseen una capacidad de doble movimiento. De balance y de proyecto. Nunca es sencillo lidiar con el dolor, con los números de seres humanos abatidos, con la pérdida que agiganta el temor. La verdadera comunión, la autenticidad del encuentro, radica en una disposición de ilusión realizable: el aferrarnos a un coincidencia liberadora cuya sacralidad remite a la forma superior de la emoción, que solemos denominar como amor. La continuidad del tiempo nunca nos ofrece un salto preciso. Son simples fechas en un calendario dividido por la torpeza demográfica o cronológica de quienes buscaron instituirse como dueños del devenir. Somos nosotrxs, sus transeúntes quienes apostamos sobre futuros. Los que ponemos las ganas y apostamos por un espacio para (re) construir, una nueva oportunidad para junto a lxs justos, lxs más sensibles, lxs más humildes, lxs más débiles. No hay esperanza en la negrura. Su cometido, el que conjuga la expectativa de un vivir superior, sólo arraiga en el destino posible de algo que limpie los dolores inútiles, fabricado por nuestrxs congéneres: una vida más buena supone desenmascarar a los portadores de la maldad y al mismo tiempo rescatar de la confusión a los desorientados. Quienes implantan al desesperanza imponen un presente perpetuo, destinado a la continuidad de las oscuridades que benefician a los privilegiados. De ahí que la esperanza incluye la crítica. Su proyecto implica un antagonismo con la maldad. Un duelo contra la indiferencia, contra el egoísmo, contra el descreimiento y la ausencia de compasión. La esperanza solo puede postularse en contradicción con aquello de la realidad que debe ser revisado, cambiado, derrotado. La esperanza auténtica conlleva un cuestionamiento de lo real existente. Es por eso que se atreve a imaginar otro mundo posible mediante la renuncia aun presente perpetuo. En 2020 la esperanza se atrinchera con el objeto de recriminarle a la sombra su espacio de de amenaza. Su prerrogativa de contagio y de muerte. La peste nos señaló con dedos sucios de advertencia y la esperanza tiene forma, otra vez, de ciencia, de vacunas, de investigadores que buscan los anticuerpos de un virus que no es solo epidemiológico. Una enfermedad que sigue cuestionando (y temiendo) a la solidaridad por la intrínseca capacidad que posee esta última para potenciar la esperanza. La epidemia mostró la herida no curada de varias incisiones previas. Mientras la tragedia se sucedía los discursos del odio ascendieron hacia los conocidos territorios del racismo (eufemizado en Argentina como anti peronismo o anti-kirchnerismo), el terraplanismo pre conciliar, la infectadura o el epigrama paranoico de los antivacunas. Esto son los sectores que desprecian la esperanza. Son quienes pujan por la continuidad de sus prerrogativas y se desviven por elaborar justificaciones orientadas a justificar el imperio brutal de su egoísmo. Compran voluntades de (pseudo) comunicadores
Fuente: Akiva Eldar | Haaretz Fecha: 22 de diciembre de 2020 Nunca di mi voto a un partido de derecha, tampoco a una creación híbrida llamada centro-derecha o derecha-centro. Pero si me apuntaran con un arma en mi sien y me obligaran a votar por el partido liderado por el acusado-instigador-racista Benjamín Netanyahu, o el partido de extrema derecha liderado por Gideon Saar, e incluso liderado por el transferista Avigdor Liberman, recurriría a una gran bolsa de vómito y elegiría la segunda opción. En el futuro previsible, no se vislumbra ningún líder político cuyos ojos se vean afectados por las injusticias de la ocupación y la realidad del apartheid entre el Mediterranio y Jordania. Tres parlamentarios de Azul y Blanco votaron a favor del blanqueo de colonias ilegales en Cisjordania. Tenemos que agradecer al presidente Donald Trump, quien, siguiendo las demandas de nuestros amigos de los estados del golfo pérsico, vetó el loco plan de anexión del gobierno de Netanyahu y Benny Gantz. Netanyahu cumplió su promesa y enterró los acuerdos de Oslo. Es difícil encontrar un empresario de pompas fúnebres con más talento que él. Es cierto que Saar no tiene la intención de resucitar ese acuerdo, pero si el próximo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decide reiniciar el proceso político, existe la posibilidad de que el sucesor de Netanyahu no se atreva a incitar al Congreso en su contra, como Netanyahu lo hizo con Barack Obama. Con referencia a las colonias en Cisjordania y/o en relación a derechos humanos en los territorios bajo dominio israeli, es ilusorio suponer un cambio drástico tanto si Netanyahu continúa en el poder, o el timón cambia a uno de sus oponentes del ala derecha. De hecho, Saar y sus amigos no son miembros del club de amigos del poder judicial y aplicación de la Ley. Pero en Israel (y en el mundo democrático) no hay otro líder como Netanyahu que se atreva a proclamar incitaciones en contra de la policía desde el corazón mismo de la Corte Suprema de Justicia de Jerusalen. No hay nadie más que Netanyahu que pueda reclutar un equipo de fanaticos admiradores como el grupo de ministros y miembros de la Knesset que lo rodearon en esa infame ocasión. Yoaz Hendel no es un vocero al servicio como Mickey Zohar, Tzvi Hauser no puede competir con la gran boca de David Amsalem, y el Dr. Yifat Shasha-Biton no se rebajará a los halagos de Miri Regev. Durante sus 11 años consecutivos en el cargo, Netanyahu llevó a la sociedad israelí a profundizar aún más las brechas en su delgada estructura. El culto a él no proviene del apoyo a sus posiciones políticas, económicas o sociales. El culto a la personalidad bíblica se alimenta del miedo y el odio del otro, ya sea musulmán (siempre que no sea un multimillonario de Dubai), solicite asilo o sea un activista de izquierda. Hay muchos expertos en marketing de estos productos, pero nadie se compara con el astuto vendedor de muebles de Balfour (hace referencia a uno de los primeros empleos de Netanyahu. DK). Sí, mi amigo Gideon Levy, yo sería muy feliz si Itamar Ben-Gvir (un conocido personaje israeli de extrema derecha. DK) viniera a las manifestaciones en Balfour. Me pararé junto a él y sostendré dos carteles. En una mano sostendré “Andate” (pancarta tipica exigiendo la renuncia de Netanyahu. DK), y en la otra levantaré un cartel contra la ocupación. Será comico leer un tweet del hijo de Netanyahu, quien culpará de izquierdista a Ben Gvir. En las próximas elecciones, probablemente Netanyahu le ofresca a su hijo Yair el cargo de ministro de justicia. Como dijo David Ben-Gurion, “Debemos ayudar a los ingleses en su guerra contra Hitler como si no hubiera un ‘Libro Blanco’ (normas que impedían el ingreso de judios al territorio de Israel antes de la independencia), y debemos enfrentarnos al ‘Libro Blanco’ como si no hubiera una guerra mundial”. Ahora uno debe luchar contra la ocupación como si no hubiera bibismo y luchar contra el bibismo como si no hubiera ocupación. O como dice el conocido refrán: los mendigos no pueden permitirse el lujo de ser exigentes. Traducción: Daniel Kupervaser http://daniel.kupervaser.com/ kupervaser.daniel@gmail.com @KupervaserD
Fuente: Adrián Murano| El Destape Web Fecha: 21 de diciembre de 2020 “Cristina tiene el papel de llevar al debate público lo que nosotros venimos pensando, fantaseando y pergeñando de una forma más tímida. Cristina nos pone un norte, lo que hay que hacer, pero no es sencillo llevarlo adelante. Nos pone en esa situación complicada. De eso trabaja, Cristina”. El sábado por la tarde, en el cierre del VII encuentro nacional de Salud, el gobernador Áxel Kicillof ofreció la mejor definición sobre el rol de Cristina Fernández en la coalición de gobierno: sacar a dirigentes y funcionarios de la zona de confort que ofrecen las poltronas de los despachos. El gobernador lo dijo en alusión al llamado de la vicepresidenta a reformar el sistema de Salud, uno de los tabúes más oscuros y delicados a los que un gobierno se podría enfrentar. El propio Kicillof, que en los inicios de su carrera de economista hizo una investigación profunda sobre el tema, trazó las dificultades que presentará esa batalla. “En el plano de la salud hay intereses poderosísimos y prácticamente imperceptibles, que operan subrepticiamente -describió el gobernador-. La clave para enriquecerse y hacer de la salud un negocio es hacerlo de manera oculta. Y eso involucra inmensas complicidades. Detrás de lo que conocemos como ‘la salud’ -la aparatología, los medicamentos, los diagnósticos- hay negocios multimillonarios, espanta saber el dinero que mueve el negocio de la salud” concluyó Kicillof. El llamado a reformar el sistema de salud argentino formó parte del discurso de Cristina en el acto del Frente de Todos en el ex estadio único de La Plata, rebautizado esa misma tarde como “Estado Único Diego Armando Maradona”. Los medios del sistema de poder interpretaron el acto como una “marcada de cancha” pública de la vicepresidenta al presidente, Alberto Fernández, por poner al consumo como motor de la recuperación económica o plantear que los funcionarios que no funcionan se busquen “un laburo mejor”. Nada que Cristina no hubiese dicho antes, porque como bien describió Kicillof: “De eso trabaja, Cristina»: de marcar objetivos delicados. Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia. SUSCRIBITE A EL DESTAPE Gobernar es afectar intereses. Los gobiernos, en tal caso, se definen por qué intereses afectan o protegen. Imposible conformar a todos en un país con la mitad de sus habitantes bajo la línea de pobreza, seis de cada diez hogares con problemas de ingresos y siete de cada diez jóvenes en la marginalidad económica y laboral. Un país así -como la Argentina- requiere de modificaciones “de raíz”, como pidió Cristina, en el encuentro nacional de Salud. “Después de la pandemia estamos ante otro mundo, otro país en materia sanitaria -dijo la ex presidenta-. Por lo tanto las soluciones parciales, los parches, no sirven. Debemos imaginar algo muy diferente”, arengó Cristina, como antesala de su propuesta a crear un Sistema Integrado de Salud que involucre al sector público, al privado de medicina prepaga y a las Obras Sociales. Claro que, como recordó Kicillof en ese encuentro, en política rige el principio de acción y reacción: cuando se toca al poder fáctico hay réplica. Y el vuelto no es en caramelos. Parte del Poder Judicial custodia a los dueños del dinero, al igual que los principales medios de comunicación. Esa estructura fraguó el lawfare, que goza de imperturbable vitalidad, militó contra la cuarentena y ahora opera contra la campaña de vacunación. Total normalidad. El Ejecutivo se ampara en la asimetría de recursos mediáticos para justificar sus problemas de comunicación. “Yo a veces siento que hablo con un megáfono y enfrente me responden con el sistema de sonido de una banda de heavy metal” le dijo el presidente a la madre de la plaza Taty Almeyda, en El Destape radio. Atentos a esa percepción presidencial, los empresarios Daniel Vila y José Luis Manzano -del grupo mediático América- elevaron una propuesta de “plan canje”: el control de la energética Edenor a cambio de una línea editorial “albertista” en sus medios de comunicación ¿Win-win? La relación con las corporaciones es materia de debate interno en el Frente de Todos. También hay diferencias de criterios sobre las prioridades, la audacia y la velocidad en la agenda de gobierno. Pero el acto en La Plata fue un modo de ratificar la unidad como método de convivencia y táctica electoral. Los números convalidan el esfuerzo. Un estudio de opinión pública de la consultora Proyección señala que el oficialismo casi duplica en intención de votos a la oposición. “En cuanto a la representación del electorado -detalla el informe-, el Frente de Todos agrupa un 40.9% y Juntos por el Cambio 22,5%, mientras que un 27,4% no se siente representado por ‘Ninguno’”. El detalle: la encuesta de Proyección se concentra en la provincia de Buenos Aires, un territorio clave para la vida política argentina. Pobreza, desempleo e inseguridad lideran las preocupaciones en el distrito, donde Kicillof mantiene una alta ponderación. Un 59,8% destacó positivamente algún área de gestión del Gobierno Provincial. Entre las áreas con mejor desempeño se posicionan Salud, Desarrollo Social y Obra Pública. El líder opositor con mejor imagen en territorio bonaerense es Horacio Rodríguez Larreta, que gobierna otra jurisdicción. El fenómeno no es casual: con un presupuesto que supera varias veces a los municipios vecinos del conurbano, Larreta gobierna un distrito rico rodeado de carencia estructural. Es natural que muchos bonaerenses consideren que los brillos porteños son mérito de la gestión, y no, como fue, del malogrado diseño de un país federal con rasgos unitarios. En el gobierno porteño creen que la buena performance de Larreta en las encuestas bonaerenses llevaron al oficialismo a corregir el 1,5% de coparticipación que Mauricio Macri le regaló a la Ciudad. Es probable: en ocasiones, como suele ocurrir con el bacheo, las buenas acciones políticas surgen de la especulación electoral.