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Stornelli pide tiempo y revelan misiones de D’Alessio que involucran a Irán, Rusia y Uruguay

Fuente: Juan Alonso | Nuestras Voces Fecha: 21 de MAR 2019 El fiscal federal Carlos Stornelli pidió una extensión del tiempo para presentarse a declarar ante el juez Ramos Padilla en la causa que lo involucra por las extorsiones del falso abogado Marcelo D’Alessio. En tanto, una multitud se convocó en Tribunales para defender la actuación del juez de Dolores, a quien el macrismo intenta remover en una medida desesperada. Novedades en el expediente: las operaciones de D’Alessio que afectaron a Irán, Rusia y Uruguay; la testigo que involucró a Majul. El fiscal federal Carlos Stornelli está inmerso en la brisa de las cornisas. Ante la apabullante prueba fáctica en su contra (concreta, real, sin arrepentidos ni declaraciones amañadas con operadores free lance y servicios de inteligencia en camionetas con patentes truchas) su defensa recurrió a un desesperado atajo judicial y pidió una prórroga en su tercer citación a indagatoria ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. Esta movida de ajedrez encierra un dilema. Al recurrir a la prórroga, su abogado Roberto Ribas no tuvo más remedio que reconocer (de hecho) la competencia de Ramos Padilla que seguirá instruyendo el expediente. Un dato nada menor para el dispositivo discursivo de las libertadoras cívicas, que salieron a exigir  la lapidación pública del juez Ramos Padilla, quien hizo mucho más por la historia de la democracia en la Argentina, en estas pocas semanas, que la diputada Elisa Carrió en toda su carrera de apostolado de la nada, con cruces a lo Torquemada y nervios de cadencia ansiolítica. Ya no hay nada que logre calmarla, porque sabe que está severamente cuestionada en las propias menciones del mayor imputado, Marcelo Sebastián D’Alessio, quien la recuerda y no en la Biblia precisamente; al igual que la diputada Paula Oliveto,  alias “Pau” para el amigo espía. “Fuera, fuera, fuera Macri, fuera”, sonaba en la caída de la noche en los Tribunales, muy cerca de un nuevo 24 de marzo. Y esta vez ya no está Obama como en 2016 para asistir al presidente y al británico Joe Lewis en su paraíso privado de la Patagonia. Una multitud se manifestó a favor del juez Ramos Padilla y apoyó al único canal de noticias y sus trabajadores que televisaron el reclamo en vivo por C5N, cuyos propietarios, Fabián De Sousa y Cristóbal López, están presos al igual que el licenciatario de Radio del Plata, Gerardo Ferreyra, con causas delirantes de la más rancia moralidad de los inmorales con lógica del Medioevo. Así las cosas, los pedidos de sendas nulidades en los expedientes de los encuadernados con la foto de un cuaderno y el gas licuado, son la calesita del destino para el mecanismo extorsivo que cruje y se quiebra por la palabra inflamada de un soldado de su propia tropa de élite. El escándalo planetario del presunto agente de EE.UU., Marcelo Sebastián D’Alessio y su grupo de espionaje mafioso -que incluiría jueces, fiscales, periodistas, policías y supuestos agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que “apretaron” a grandes empresarios y ejecutivos encuadernados- amenaza con provocar la caída definitiva de Py. Por eso, la presentación de Ribas intentó hacer llegar a tierra firme a un Stornelli debilitado por el ansia. Ya no arregla relojes antiguos los fines de semana, porque detesta el tiempo, que lo acosa con su oleaje de sombras estiradas. De él se habló ayer en la Comisión Bicameral de Control y Fiscalización de los Organismos de Inteligencia, con un legislador oficialista un tanto inquieto en la silla. Se trata de Daniel Lipovetzky, a quien Mauricio Macri le encargó una tarea titánica: viró de defender el aborto legal y gratuito a sostener el pantalón del fiscal preferido del Poder Ejecutivo, acusado de presunta extorsión y espionaje. Tristísima tarea la de Lipo, que se esfuerza en repetir ante el espejo las tres frases que pronuncia con las subordinadas de un infante adelantado. Uruguay y Rusia también Los legisladores del Frente Amplio de Uruguay, que quieren preguntar -no como el periodista de Clarín, Daniel Santoro, al borde de un ataque de pánico por la amistad indubitable que lo unía a D’Alessio. En Uruguay están furiosos con el macrismo y las gravísimas fallas de contrainteligencia de la AFI, que no quiso evitar el presunto espionaje de D’Alessio a una delegación rusa e iraní en Montevideo, con datos de inteligencia sobre empresarios uruguayos, colombianos y argentinos. A esta hora un asesor de Vladimir Putin debe estar leyendo, quizás, la trepidante no ficción rioplatense sobre el oro de Moscú, que el grupo paraestatal de D’Alessio quiso arrebatarle. Y eso no es, digamos, un buen diagnóstico de salubridad para el futuro del hombre que tenía en su mansión del country Saint Thomas de Esteban Echeverría una escopeta marca Kel Tec Modelo KSG calibre  12 UAB con un cañón de 380 a 599 milímetros y 16 cartuchos, dos millones de dólares y una docena de autos de alta gama. “Los rusos no conocemos el miedo”, suele repetir Putin a los cuatro puntos cardinales. Los hombres de D’Alessio se habrían excedido con Irán y Rusia en Uruguay. Y eso derivaría en consecuencias inevitables. D’Alessio habría sido contratado para evitar que logre instalarse la misión comercial iraní/rusa de acuerdo a los parámetros geopolíticos y económicos del Departamento de Estado, el Comando Sur y el Pentágono. La excusa habría sido sostener el lazo con EE.UU. y alejar la influencia rusa en América del Sur, en línea con la base argumental del la agresiva política exrerior de Donald Trump. De estos asuntos complejos de vidriosa claridad se habría discutido en la Bicameral donde estuvo  Ramos Padilla. La carpeta escrita por D’Alessio con el título “Operación Fantino” (una de las 19 carpetas de espionaje y contraespionaje que halló el magistrado) encerraría un mensaje encriptado sobre la gobernadora María Eugenia Vidal. El escrito habría sido facturado por el presunto agente estadounidense y supuesto numerario de la AFI, en una escaramuza de “fuego amigo”.  La vocación por el espionaje es tan alienante para algunos que esperan la voz de

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Me extraña, señora Bachelet

Fuente: Matías Bosch Carcuro | Telesurtv.net Fecha: 21 de MAR 2019 Me extraña, señora Bachelet, que hablara usted hoy de criminalización de la protesta en Venezuela. Me ha dejado casi convencido de que aluciné cuando recordaba que siendo usted Presidenta, Carabineros de Chile frente a La Moneda y en toda la Alameda hasta Santa Lucía, bombardeó con gases, agua y detenciones una manifestación de trabajadores en la que yo participaba. Me extraña, señora Bachelet, que hablara usted hoy de criminalización de la protesta en Venezuela. Me ha dejado casi convencido de que aluciné cuando recordaba que siendo usted Presidenta, Carabineros de Chile frente a La Moneda y en toda la Alameda hasta Santa Lucía, bombardeó con gases, agua y detenciones una manifestación de trabajadores en la que yo participaba. Lanzaban chorros de gases en la cara de maestros y maestras que sólo sostenían pancartas. Teníamos que correr y escondernos en el laberinto de las calles París y Londres para no ser detenidos. Y como esa, se pueden contar decenas de veces. Logré recordar también las marchas de los «pingüinos» defendiéndose de la arremetida policial. Estudiantes de secundaria tratados como «vándalos», incluso detenidos, por estar protestando en nombre  del básico derecho humano y social (eso que usted hoy defiende sobre Venezuela) a una educación pública de calidad e igualitaria. En los albores de su mandato en 2006, usted aún no izaba la bandera de la gratuidad educativa, que fue peleada en las calles a pesar suyo y de sus ministros de Educación e Interior. Me di cuenta que no alucino cuando leí sus párrafos sobre la «etnia» (se dice pueblo) warao en Venezuela, pues recordé a Matías Catrileo Quezada, mapuche baleado por la policía bajo su mandato; recordé a Johnny Cariqueo Yañez, muerto tras una brutal golpiza policíaca; y a Jaime Facundo Mendoza Collío, otro mapuche, asesinado por la espalda por un policía, todos durante su presidencia. En el gobierno de Ricardo Lagos, en el que usted sirvió como ministra de Salud y de Defensa, los mapuche asesinados fueron siete ¿Ha asumido usted cuotas de responsabilidad por ello alguna vez o promovido que se establezcan cargos ante el Estado de Chile? ¿De verdad quiere hablar de criminalización de la protesta, con el fardo de la Ley de Seguridad Interior del Estado para acusar de terrorismo a diestra y siniestra? Por demás, resulta a lo sumo curioso que su informe sobre Venezuela recoja como «conclusiones» y «hallazgos» lo que son frases textuales que se pueden encontrar en twitts y retwitts suyos y su equipo de HACE CASI UN MES ATRÁS (24 de febrero 2019) ¿Capacidad sobrenatural de premonición que la ciencia no conoce? Señora Bachelet: es impresionante que una persona del rango y prestigio internacional que Usted ostenta, asevere que las primeras sanciones se impusieron a Venezuela en 2017, cuando iniciaron mucho antes, por órdenes de Obama. También lo es que base sus afirmaciones en cosas como «según encuestas», «presuntamente», «me preocupa», «me inquieta», «se conoce»; todo un documento lleno de aseveraciones sin ofrecer una sola fuente, pero a la vez diciendo que un equipo «de su oficina» está en Venezuela (para el cual vuelve a pedir garantías, dejando insinuado que no las tiene) ¿Qué hace ese equipo, que seguro cobra muy bien, y apenas puede llegar a mandarle una lista de conjeturas, sin aportar una sola información corroborable? ¿Cómo no se hace cargo -ni siquiera por elegancia- de las sospechas de un sabotaje al sistema eléctrico vinculado al apagón general de días pasados? Sobre la crisis del sistema de salud -y mire que usted es médica y fue ministra de Salud- eso ya lo han dicho otros organismos, incluyendo el serio cuadro materno-infantil y de enfermedades infecto-contagiosas. Y sin embargo siendo organizaciones más pequeñas y limitadas, y sin la RESPONSABILIDAD GLOBAL DE USTED Y DE LA ONU, han hecho INFORMES MUCHO MÁS SERIOS y sin la ambigüedad política de este «informe». Usted, señora Bachelet, se anima a decir que Venezuela es hoy «inquietante factor de desestabilización regional», faltando poco para dejar dicho que representa una causal de intervención humanitaria. Usted afirma y valida lo que su correligionario de ideas, Rodríguez Zapatero, desmiente en todos lados, y su supuesto adversario, Piñera, proclama a los cuatro vientos. ¿Acaso quedó ya lejos la Michelle Bachelet que se interpuso al golpe en Bolivia y que acogió con honores en La Moneda al derrocado Manuel Zelaya? Lamentable es que usted, señora Bachelet, mujer, latinoamericana e hija de un general digno asesinado por el golpe cívico-militar de Pinochet, la derecha chilena, el Gobierno de Nixon y la CIA, se maneje de tal forma en este escenario de un país amenazado con una invasión de EEUU y otros países vecinos, gobernados hoy por aventureros y piratas como Bolsonaro y Duque, que podrían llevarnos sin temor a una conflagración regional, como se perpetró contra República Dominicana en 1965 y se intentó hacer de la mano de Uribe entre 2007 y 2008. Que quede claro: nada de esto busca ser argumento «ad hominem» o «ad feminem» para desviar la atención hacia usted y relativizar la gravedad de la situación, sea en el país que sea. Cualquier violación de Derechos Humanos de cualquier Estado debe ser condenada. El sufrimiento y las injusticias contra todo pueblo deben indignarnos; así nos enseñaron Allende y el Che. Solo que uno debe reclamar que los informes y hallazgos de este calibre cumplan un mínimo de seriedad, ecuanimidad y honestidad metodológica y ética, para no ser armas destructivas disfrazadas de legalidad. Más cuando está en juego todo lo que Trump y compañía planean, y los derechos de millones de personas por las que usted debe abogar.  Ahí está Haití esperando que alguien se digne a asumir la responsabilidad de la ONU en el crimen en masa de la epidemia del cólera. ¿Quién mejor que usted para hacerlo, con su participación directa en la presencia de los Cascos Azules en ese país? Dos cosas si quiero reconocerle: Que prometió un informe de verdad en junio, y eso

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Al borde de la ruptura: mejor no estirar más la soga

Fuente: E. Raúl Zaffaroni | La tecl@ eñe Fuente: 17 de MAR 2019 Toda interacción humana tiene algo de dramaturgia según los sociólogos interaccionistas. Esta afirmación es mucho más válida cuando se trata del proceso penal. Aunque quien observa un juicio oral nunca haya leído a un interaccionista, no puede dejar de observar que hay una distribución de roles muy cuidada y cada quien asume el suyo. Esta sensación es aún mucho más completa si los jueces visten togas y los abogados también. Cada uno ocupa su lugar, fiscal acusador y abogado defensor a los lados, los jueces en sus estrados, el acusado junto a su defensor. Cualquiera que se salga del rol asignado provoca lo que los interaccionistas llaman “una disrupción” y de inmediato el tribunal lo hace callar o lo excluye de la audiencia. Pero hay una situación que provoca también “disrupción” y que no se resuelve tan fácilmente: es la que producen los jueces cuando se salen de su rol. En ese caso no hay nadie que los haga callar o los excluya. Por eso esas “disrupciones” de los jueces son mucho menos frecuentes e incluso diríamos que raras. Los casos más extremos de “disrupciones judiciales” se dieron en las parodias de juicios llevadas a cabo en los regímenes totalitarios, tales como las purgas estalinistas –con el famoso fiscal servicial- o el llamado “tribunal del pueblo” nazi, con el no menos famoso payaso togado Ronald Freisler. Cuando se llega a extremos de “disrupciones judiciales” se desarma directamente el escenario y la distribución de roles se quiebra definitivamente, pues ante la falta de autoridad que “ponga orden”, o sea, que preserve la distribución de los roles, cada quien no se siente obligado a mantener su rol. Adviene el caos y el drama corre por otros carriles. En tales casos, en que cada quien pasa a elegir el libreto que quiere, suele plantearse un dilema a los acusados y a sus defensores: son conscientes de que las reglas del juego no funcionan y deben optar entre seguir un juego que ya no corresponde a la previa distribución de roles, o bien, proceder a lo que alguna vez se ha llamado el “juicio de ruptura”, que consiste en denunciar a los jueces y asumir un abierto rol de confrontación con éstos. En esos casos se suelen escuchar expresiones tales como “veo el hacha del verdugo bajo la toga del juez” y similares, o sea, el proceso se acaba y lo que queda es una pura confrontación de poder que quiebra toda juridicidad y racionalidad. Es, cabe reiterarlo, el caos. Este caso se debe a que en esta última variable, el proceso se sale de cauce y termina siendo una confrontación política, en la que el acusado y su defensor desconocen la autoridad de los jueces “disruptores”. Como es obvio, cuando las cosas llegan a este punto, la situación es de extrema gravedad y, por ende, a toda costa deben agotarse los esfuerzos para evitar que se produzca. En nuestro país estamos viviendo desde hace tiempo una táctica de lo que ahora se llama “lawfare” bastante peligrosa. La persecución política a la oposición mediante un proceso en que se extorsiona a los imputados amenazándolos con un manejo arbitrario de la prisión preventiva es de conocimiento público. No sólo se persigue a opositores, sino incluso a los empresarios argentinos, lo que redunda en beneficio del capital financiero transnacional. Los propietarios del único canal televisivo que no responde al gobierno están presos. Las detenciones de ex– funcionarios se televisan, alguna vez con la persona en pijama. Las excarcelaciones se revocan en trámites procesalmente bastante objetables y por primera vez desde que se volvió a los cauces constitucionales tenemos presos políticos en nuestro país. Las imputaciones pasan por alto la legalidad de los tipos a los que apelan: hubo “traiciones a la nación” sin guerra. Ante la obvia inadecuación de esta tipicidad, se apeló al encubrimiento y a una llamada “doctrina”, inaudita, porque no habría funcionario imputado de delito que pudiese beneficiarse con una excarcelación. Además, hay sentencias condenatorias que “estiran” los tipos penales como si fuesen de goma y hacen que actos debidos y legales de funcionarios pasen a ser criminales sólo porque se le ocurre a los jueces. Se apela a la “asociación ilícita”, tipo penal que es inconstitucional, porque se consumaría con que tres o más personas, en una noche de medio borrachera, acordasen cometer delitos y pese a que al día siguiente hayan decidido que eso era absurdo y no hayan cometido ni intentado cometer ningún delito. Se sabe que este tipo penal, que proviene de la vieja criminalización de sindicalistas en tiempos en que la huelga era un delito, se usa en la instrucción para legitimar prisiones preventivas. También se sabe que es irracional, porque si quienes se ponen de acuerdo son tres “mecheras” de tienda, por el simple acuerdo serían más penadas que si cometiesen realmente los hurtos. No vale la pena seguir recordando lo que todos sabemos, aunque no cabe olvidar la prisión política de Milagro Sala o la pretensión de que una adolescente casi niña sea amenazada con privación de libertad para acallar o debilitar a su madre. Si bien ambos casos son muy diferentes, tienen en común servir de muestra del grado de odio y crueldad extremos que mueven a quienes los impulsan. Pero en las últimas semanas la cuerda se va estirando con serio riesgo de que la “disrupción” termine descalabrando todo. Ante las denuncias contra el fiscal del famoso proceso de los cuadernos fotocopiados que habría redactado un empleado grafómano, como consecuencia de la aparición de un personaje extraño, de servicios de informaciones mezclados en la actividad judicial, de indicios de extorsiones y demás escándalos, se pretende sacar la causa de las manos del juez federal que la investiga y ahora, nada menos que acusar al juez federal ante el Consejo de la Magistratura para removerlo de su cargo. Cualquiera sea la verdad de los hechos, lo cierto es que si se

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«¿Qué capacidad de consentir tenías?»

Fuente: Mariana Carbajal | Revista Anfibia Fecha: 16 de MAR 2019 “Me llevó 30 años reconocer las situaciones a las que nos sometían en los centros clandestinos de detención por ser mujeres”, dice Miriam Lewin en Yo te creo, hermana, el nuevo libro de Mariana Carbajal. Lewin reacciona contra la naturalización de los abusos sexuales, la violencia estética y la zona gris del consentimiento en cautiverio. Y reflexiona sobre las viejas formas de la militancia: la sumisión, el machismo, el tabú lésbico y el estigma de ser “una puta”. El siguiente testimonio de Miriam Lewin es una de las voces de Yo te creo hermana, el nuevo libro de Mariana Carbajal (Ed.Aguilar).   Me tiraron sobre una mesa de madera. Una bombita de luz amarillenta colgaba sobre mi cabeza. Ahí fue donde me torturaron. Yo percibía que era un salón grande, con muchos participantes en esa especie de misa negra, de ceremonia diabólica, en la que algunos me gritaban con cuántos tipos me había acostado, en cuántas orgías había estado, cuántos abortos me había hecho. Y otro me acariciaba la cabeza y la mano y me decía si colaborás no te va a pasar nada. Y otro me mostraba su pene, y me decía, te vamos a pasar uno por uno por hija de puta, y hacía observaciones sobre mi cuerpo, que parecía que tenía mejores tetas o culo que las fotos, y que estaban desilusionados. Gritaban, me insultaban, me golpeaban. Después empezó la picana, picana en la vagina, en los pechos, el submarino seco y la ruleta rusa, simulaban que me disparaban, me decían que me iban a volar la cabeza, que me iban a matar, y uno me descubrió los ojos y me dijo: mírame bien, yo soy el dueño de tu vida y de tu muerte. Yo decido si te morís o no. Tenía 19 años y militaba en Montoneros. Eran las cinco de las tarde. Mucha gente estaba saliendo de su trabajo. Era zona industrial. El colectivo estaba prácticamente lleno, pero me pude acomodar en el último asiento. Iba vestida con una campera que me había regalado mi amiga Patricia, era una campera de ella, de nylon acolchada, tenía cuellito redondo, me acuerdo. En uno de los bolsillos yo guardaba la pastilla de cianuro. Llevaba pantalones Lee, con botamanga tipo Oxford pero no muy ancha y una camisa de algodón, escocesa, a cuadritos, beige, blanca, celeste y negra. Y botitas de gamuza, creo. No me maquillaba, a lo sumo un poco de rimmel para realzar las pestañas. Era un día soleado de mayo. No hacía demasiado frío. Me tiran al piso del asiento trasero del auto y alguien me pone el pie sobre la espalda. Me encapuchan. Hablaban por radio. Y estaban muy excitados. Muy alegres. “Vamos a alfa con la coneja, vamos a alfa con la coneja”, repetían. Y me empezaron a llamar por mi nombre, Miriam. Yo estaba resignada a que me iban a torturar desnuda y también a que me iban a violar. Para mí era natural. Pero tenía más naturalizada la violación que la tortura. La entendía como una pulsión más humana. Me taparon los ojos con un pedazo de neumático. El olor era acre. Desnuda tenía un poco de frío. Cuando me encerraron en la celda, después de la tortura, al principio estaba tapada con una frazada, había una persona en el lugar porque tenían miedo de que me matara. No vi la celda hasta el día siguiente. Las paredes eran de color marrón. Un sobreviviente de ahí me dijo hace poco que había averiguado y que antes había sido una sala de torturas transformada en celda. El lugar era oscuro, húmedo, una casa antigua bastante deteriorada. Lo peor de toda esa época fue el aislamiento. Diez meses absolutamente sola, únicamente me venían a traer la comida. Al principio, también a interrogarme, después de un tiempo ya no más. Llamarme “puta” era una constante. Sufrí, como otras mujeres, la humillación de tener que ir al baño con la puerta abierta y bañarme delante de los secuestradores. Los que ellos querían era que nosotras no nos rebeláramos contra ese rol tradicional de la mujer. Ellos veían que las mujeres en las organizaciones armadas no tenían ningún apego por la familia. Por eso a mí me decían que tenía buena madera, porque al intervenir los teléfonos de mi casa materna, habían escuchado, por los diálogos que mantenía con mi mamá, que yo quería a mi familia. Para ellos, entonces, no era una salvaje guerrillera que no tenía sentimientos. En la Escuela de Mecánica de la Armada era distinto. Había más luz. Teníamos acceso a mirar hacia afuera porque había algunas ventanas que daban al fondo de la ESMA. Entonces, los que circulábamos, los que estábamos en esa suerte de mano de obra esclava, podíamos vestirnos y comer más normalmente, interactuar entre nosotros. Incluso podíamos cantar. Salvo “capucha”, donde estaban los compañeros que iban a matar, que estaba en penumbra, y ellos tirados en el piso encapuchados, y algunos engrilletados, y había ratas. Era muy distinto de los espacios en los que trabajábamos que se parecían más a una oficina “normal”. Lo primero que me dijeron las compañeras que estaban en la ESMA fue que a ellos les gustaba que nos pusiéramos aritos, rimmel, lápiz labial. Así como cuando iban a las visitas familiares, traíamos vainillas o alguna torta que mejoraba la dieta desastrosa que teníamos, una de las primeras cosas que pedían algunas compañeras era tintura para el pelo. Las compañeras me enseñaron que tenía que preocuparme por estar bien arreglada. Nuestra estética adolescente y guerrilleril era muy masculina: usábamos pantalones vaqueros y camisas a cuadros, no muy distinto de lo que usaban nuestros compañeros. Ellos querían que abandonáramos esa vestimenta. Me acuerdo que me había puesto una blusita turquesa, naranja, verde, también cuadrillé, como de bambula arrugadita, muy bonita. Después cuando me dejaron ir a mi casa ya traje mi propia ropa. Estaban convencidos de que nos habíamos enamorado de la persona equivocada,

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Empetrolados

Fuente: Jorge Elbaum | El cohete a la luna Fecha: 10 de MAR 2019 El avance de las investigaciones que lleva a cabo el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla inquieta a no solo a Stornelli y Bonadío, sino también a funcionarios dentro de la delegación diplomática de Washington con sede en Buenos Aires, que temen quedar expuestos en relación a una operación global destinada a saquear una de las empresas más poderosas del mundo. Los documentos encontrados en casa de Marcelo Sebastián D’Alessio, en ocasión del allanamiento realizado en su lujosa mansión en el barrio privado de Saint Thomas, contiene material sensible para quienes participan de la coalición destinada a hostigar al chavismo. El gobierno de Mauricio Macri ha participado dentro del Grupo de Lima en la ofensiva continental dispuesta por Trump, para contribuir a su asfixia económica y disciplinar políticamente a la región. Uno de los objetivos centrales de las políticas del Departamento de Estado hacia Venezuela es el manejo y/o la apropiación de sus formidables recursos naturales, distribuidos básicamente en la cuenca del Caribe. La planificación para lograr dicho objetivo es similar a la operada en Medio Oriente luego de la guerra de Irak, donde los contratistas de las grandes corporaciones texanas lograron controlar las refinerías y erigir una infraestructura hidrocarburífera acorde a las necesidades de Washington.[1] Con la misma concepción estratégica, en la última semana John Bolton, el jefe de asesores de Seguridad de los Estados Unidos, amplió el bloqueo de activos de PDVSA en 7.000 millones de dólares y anunció una asfixia análoga para el año próximo, pero de 11.000 millones. Las sanciones del gobierno de Trump se refieren a la empresa petrolera venezolana SITGO (integrante del grupo PDVSA), que cuenta con tres refinerías en territorio estadounidense.  Dado que el 100 % de sus acciones pertenece al Estado bolivariano, sus autoridades son nombradas por el gobierno de ese país. Su máxima autoridad, hasta el 13 de febrero, era Asdrúbal Chávez, primo del extinto Presidente. El último 30 de enero, el gobierno de Donald Trump decidió violar la sacrosanta normativa de la propiedad y adjudicó a Juan Guaidó el control financiero de la empresa. Esta medida permitirá al sector petrolero de Houston contar con la conducción de una empresa valuada en U$S 10.000 millones, que posee tres refinerías y una red de casi 6000 estaciones de servicio distribuidas en el territorio de los Estados Unidos. Un decomiso legitimado por supuestas razones de seguridad nacional. En forma sincrónica, a 8.000 kilómetros al sur de Washington, un operador adscripto (o líbero) de alguna de sus variadas agencias gubernamentales, quedó expuesto al llevar a cabo operaciones extorsivas contra uno de los ex funcionarios de PDVSA. El ex director de logística Gonzalo Brusa Dovat fue manipulado, con el objetivo de contribuir a esmerilar dicha corporación, en el marco de los objetivos planificados, en forma coincidente y concurrente con el Departamento de Estado, para lograr el naufragio del chavismo. Según la documentación secuestrada por el juez, el falso abogado D’Alessio mantenía una complicidad activa con el fiscal Carlos Stornelli en esos menesteres de incidencia internacional. El fiscal de la causa de los cuadernos se mostraba muy comprometido en favorecer a la deslegitimación de PDVSA. Las numerosas presencias del fiscal en la delegación diplomática de Estados Unidos y su denodado interés por la difusión de malas noticias sobre PDVSA revelan una operación de pinzas a nivel global, en obvia connivencia con el gobierno de Mauricio Macri. La operación ayuda humanitaria con la que se pretendía conseguir, a partir del último 23 de febrero, el estallido de una guerra civil o una deserción en masa de integrantes de las fuerzas armadas bolivarianas, no logró los frutos esperados. En el marco de esa frustración, el Departamento de Estado se vio obligado a volver a su estrategia original de cuatro ejes: Confiscar cuentas del Estado venezolano en territorio estadounidense; Amenazar a terceros países con sanciones a quienes viabilicen formas de cooperación, desplieguen acuerdos comerciales o compren hidrocarburos; Ampliar el bloqueo financiero y el acceso al crédito para evitar la continuidad de su diversificación industrial y la conquista de la seguridad alimentaria autónoma; Propagación global de una crisis humanitaria terminal en la sociedad venezolana y de una corrupción endémica al interior del gobierno chavista. Para colaborar en este último objetivo D’Alessio llevaba a cabo operaciones de espionaje, extorsión y operaciones psicológicas, en connivencia con el aparato comunicacional más extendido de la argentina, el Grupo Clarín, y uno de sus periodista estrellas, Daniel Santoro. La inquietud del establishment jurídico, mediático y de la AFI previa a la (fallida) indagatoria del fiscal Stornelli ante Ramos Padilla, se concentró el último jueves en un simple adminículo tecnológico denominado celular. Dicho aparato fue observado durante la última semana por técnicos recomendados por la embajada de Estados Unidos, que se comprometieron a ejecutar una limpieza parcial en 48 horas. Dado que la información queda también registrada en otros celulares y en la nube de los proveedores de las aplicaciones utilizadas (por ejemplo WhatsApp), la zozobra permanece activa en varios de los contactos del fiscal encuadernado. Sin embargo, según comentaron algunos informáticos con residencia laboral en Comodoro Py, aparece como improbable que los propietarios de las aplicaciones (utilizadas por Stornelli) con servidores ubicados en Estados Unidos, se dignen a responder en tiempo y forma a potenciales exhortos solicitados por la justicia argentina interesada en PDVSA. El esquema develado posee varios antecedentes, coincidentes con el objetivo de Washington de timar un recurso ajeno. En un cable enviado por el embajador estadounidense en Caracas, fechado el 17 de febrero 2009, filtrado tiempo después por WikiLeaks, se describen los interrogatorios especiales y pormenorizados realizados a los funcionarios de PDVSA y CITGO con el objetivo de recopilar información de inteligencia para abonar al futuro control de ambas empresas. Dos años después, gracias a los documentos filtrados por el contratista de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) Edward Snowden que se publicaron en The Intercept, quedó en evidencia la ejecución de una operación conjunta entre la NSA y la CIA para espiar a funcionarios

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Venezuela: un apagón a la medida de los golpistas

Fuente: Boyanovsky Bazán | TiempoAr Fecha: 10 de MAR 2019 El masivo apagón que afectó a toda Venezuela y que al cierre de esta edición todavía no estaba resuelto en su totalidad, motivó la denuncia del gobierno de Nicolás Maduro directamente contra los Estados Unidos, acusando a la administración de Donald Trump de promover un «sabotaje» a la medida del Plan Maestro elaborado por el Comando Sur del Pentágono para derrocar al presidente chavista , según se reveló en estas páginas en mayo del año pasado. La falla masiva en la principal planta generadora de electricidad del país, ubicada en la represa de Guri en el estado de Bolívar, dejó sin luz a casi todo el país desde el jueves. Según dijo al día siguiente el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, el gobierno basa su acusación en declaraciones del senador estadounidense Marco Rubio, del secretario de Estado, Mike Pompeo y del líder opositor y autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, que ayer encabezó una nueva protesta callejera «contra el régimen usurpador, corrupto e incapaz que ha puesto a oscuras a nuestro país», dijo apelando a la circunstancia energética. Ayer también hubo una marcha «antiimperialista» del chavismo, a cuatro años del día que Estados Unidos declaró a Venezuela «amenaza» para su seguridad. El apagón fue el peor en la historia del país y obligó a suspender las clases y jornadas laborales. Según venezolanos consultados, ayer se notaba un lento pero progresivo avance en el restablecimiento del suministro, pero en estos días hubo cortes en 22 de los 23 estados y en la capital, con fallas en las líneas telefónicas e Internet; hospitales colapsados, vuelos cancelados desde el aeropuerto internacional Simón Bolívar y otras terminales aéreas, muchos hogares sin agua, las calles de las principales ciudades desoladas y negocios cerrados. Aquel documento firmado por el almirante Kurt Walker Tidd, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, hablaba de «intensificar el derrocamiento definitivo del chavismo y la expulsión de su representante» alentando a la «insatisfacción popular, aumentando el proceso de desestabilización y el desabastecimiento». Si bien no habla específicamente de un sabotaje eléctrico, aunque sí lo hacen otros manuales desclasificados de la CIA como recurso en la «guerra no convencional», el paper de Tidd mencionaba la necesidad de «incrementar la inestabilidad interna a niveles críticos, intensificando la descapitalización del país, la fuga de capital extranjero y el deterioro de la moneda nacional, mediante la aplicación de medidas inflacionarias que incrementen ese deterioro». También señalaba que se debía «magnificar frente al mundo la crisis humanitaria, a la que está sometida el país», «utilizar a los oficiales del ejército como una alternativa de solución definitiva», generar «caos» en la frontera con Colombia. Todo con el apoyo de la oposición local y con el liderazgo del presidente Trump cuya «participación activa es crucial», decía el documento, «no sólo para la administración sino para el continente y el mundo. El momento ha llegado». Nada de lo que está escrito en ese documento revelado hace casi un año parece lejano a todas las acciones que se montaron contra el gobierno de Venezuela, intensificadas en los últimos meses con la aparición de Guaidó, la fallida acción humanitaria, la intervención decidida del gobierno estadounidense y sus aliados regionales. Rodríguez adelantó que el gobierno venezolano denunciará ante distintos organismos internacionales «el ataque que generó el apagón». Sobre el senador republicano Marco Rubio, dijo que «tiene dotes adivinatorias». Es porque minutos después de producido el apagón el representante del estado de Florida daba detalles de las fallas en su cuenta de Twitter que, según Rodríguez, no los conocía aún el gobierno. «Minutos después, Mike Pompeo señala: sin alimentos, sin medicina, ahora sin electricidad, próximamente sin Maduro», expuso en la misma línea, poco digna para un secretario de Estado. Y calificó a las declaraciones de Guaidó como de «confesión criminal de un psicópata», porque afirmó que la luz llegaría «con el cese de la usurpación». En la misma red, Rubio se burló de la acusación y responsabilizó la grave falla a la falta de mantenimiento. En la misma línea se manifestó todo el arco opositor y el frente antichavista regional e internacional. El chavismo afirma que la represa de Guri tiene un control cibernético de última generación cuyos «protocolos de seguridad son de los más modernos y seguros del mundo» y que la única forma de quebrar esa seguridad es con un ciberataque masivo sólo a la altura de un poder desproporcionado. Bachelet envía inspectores Esta semana llegará a Caracas la misión enviada por la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para realizar una «evaluación», mientras la expresidenta chilena continuará «monitoreando la situación» desde Panamá, donde está asentado el Consejo. Bachelet tomó la decisión después de la última presentación del canciller venezolano Jorge Arreaza en la reunión de ese organismo de Naciones Unidas del 27 de febrero, cuando los representantes de países miembro del Grupo de Lima y algunos de Europa se retiraron al iniciar el discurso. Bachelet ha tenido hasta ahora una posición crítica del gobierno de Maduro, al que acusa de «violación de los derechos civiles y políticos, incluyendo la falta de respeto a las libertades fundamentales y a la independencia de instituciones claves, puede acentuar el declive de los derechos económicos y sociales». Por eso el gobierno de Maduro reforzó la invitación para que vea «con absoluta libertad la realidad del país y los efectos que han generado las sanciones». Si bien la chilena aceptó, resolvió antes enviar a su avanzada. «Quiero asegurarme de que las condiciones de mi visita garanticen que puedo cumplir mi labor como debería, que voy a poder reunirme y hablar con todas las partes, de otro modo sería inútil», aseguró Bachelet, quien asimismo advirtió que la crisis en el país «ha sido exacerbada por las sanciones» económicas impuestas al gobierno de Maduro. Pese a sus críticas, los miembros del GL, incluido Chile, la criticaron por «no haber condenado al régimen de Maduro».

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El terraplanismo económico

Fuente: Ricardo Aronskind | El cohete a la luna Fecha: 10 de MAR 2019 El terraplanismo es un movimiento internacional que intenta refutar la idea de que la Tierra es redonda. Sostiene que es plana, y que hay una gigantesca conspiración para ocultar esta realidad. Lo más interesante del caso de esta secta, es que no la afectan ni las demostraciones teóricas, ni las fotos satelitales, ni los mapas de navegación, ni los testimonios de los astronautas, ni toda la ciencia astronómica. No le importa la evidencia empírica. Siempre hay gente para todo, y mientras no tengan a su cargo diseñar los planes de estudio de las escuelas primarias, no resultan demasiado peligrosos. El problema empieza cuando miembros de estas sectas o grupos de creencias delirantes llegan a puestos de mando en la sociedad. En el caso de los terraplanistas es relativamente fácil para la gente común advertir el carácter delirante del grupo, ya que tiene bastante bien asentados los conocimientos científicos sobre cómo funciona el universo, las estrellas, y qué lugar ocupa la Tierra en el sistema solar. En cambio, con la economía pasa una cosa muy diferente. Se podría decir que las creencias más disparatadas pueden pasar por buenas, dada la poca formación económica que tiene la mayoría. En ese espacio dónde las creencias no se basan en conocimiento riguroso, sino en lo que parece más evidente (por ejemplo, que el sol da vueltas alrededor de la Tierra, como podemos observar todos los días), es por donde se filtran los terraplanistas económicos. Que han pasado de la etapa de la secta a la de gran movimiento social, con credenciales propias y gran prestigio académico. Vamos a ver cómo funciona el terraplanismo económico con la explicación de lo que ocurre en la Argentina de nuestros días. ¿Todo gira en torno del dólar? Los resultados de más de tres años de gobierno macrista pueden analizarse en dos terrenos que nos permiten separar grandes grupos temáticos: el de la economía real —la producción y el empleo—, y el de la actividad financiera. Los diarios de estos días son un catálogo de desastres en la economía real, con caída de empresas, derrumbe de ventas, despidos de personal, multinacionales que se van, desempleo en ascenso acelerado, negocios cerrados, etc. En la economía real es imposible ocultar el fracaso completo del neoliberalismo de Cambiemos, para cualquier persona de a pie. Lo sorprendente es lo que ocurrió en el sector financiero y monetario, donde se suponía que tenían su fuerte los expertos económicos gubernamentales. En abril-mayo del año pasado protagonizaron una catástrofe de proporciones, con una devaluación inocultable del 100% y la consiguiente llamada urgente al FMI para que evitara que este gobierno de derecha y aliado incondicional de Estados Unidos sucumbiera en el default. Luego de varios meses a los tumbos, en los que se perdieron reservas equivalentes a los dólares que el Fondo estaba suministrando, se logró contener la situación en torno a un tipo de cambio de menos de 40 pesos. La hegemonía ideológica y mediática del gobierno es tal, que esa victoria circunstancial pasó a ser una suerte de credencial de éxito y de pasaporte para nuevas maravillas que nos esperarían en el futuro. En realidad se trata de una situación transitoria, sumamente endeble. Compañeros del Cohete a la Luna y de otras publicaciones han advertido en numerosas oportunidades con total claridad que la estabilidad que logró el gobierno es completamente precaria, y que puede ser alterada por los más diversos factores internos y externos. No hace falta que vengan Forbes o alguna otra publicación extranjera –que nunca sabemos en qué negocio están— para decir lo que cualquier economista crítico puede ver con claridad: que el nuevo “gran mérito” del gobierno es haber frenado el dólar ofreciendo tasas de interés extravagantes en dólares que asfixian a la economía real y atraen a capital volátil interno y externo, dispuesto en cualquier momento a pasarse a la divisa fuerte y retirarse de la economía. Sólo la deserción intelectual de los economistas que están en todos los medios oficialistas permite ocultar ante la población la explicación real de lo que está ocurriendo en nuestro país. Estamos frente a un fenómeno de “terraplanismo de masas”. Expliquemos: el dólar en la Argentina ha cobrado la importancia que tiene por razones de larga data, que tienen que ver tanto con los problemas irresueltos de balanza comercial que tiene el país, como con el mal manejo de un servicio público muy importante –la provisión de una moneda nacional confiable— que han tenido numerosas gestiones económicas a lo largo de décadas. El dólar pasó a ser una moneda en la cual ahorrar –debido a la alta inflación—, pero también una moneda con la cual especular, dados los colapsos cíclicos del sector externo. Desde Martínez de Hoz y su “libre movimiento de capitales”, pasó a ser el puente necesario para sacar fondos del país y colocarlos en el exterior. Desmontar todo lo que la sociedad ha colocado en el dólar a lo largo del tiempo no es sencillo pero es posible, y obliga a tener una clara visión de los problemas que han llevado a esta situación. Tener una moneda nacional relativamente estable, una relación comercial equilibrada con el resto del mundo y un nivel de endeudamiento reducido no son problemas complejos desde el punto de vista teórico: sabemos qué debe hacerse para conseguir esas metas. Pero el problema no reside allí, sino en el terraplanismo económico. Neoliberalismo argentino, o el terraplanismo al poder No hay gestión neoliberal que no endeude fuertemente al país, aumentando los problemas del sector externo de la economía y por lo tanto la necesidad de dólares y las presiones alcistas. No hay gestión neoliberal que no des-sustituya importaciones, destruyendo entramado industrial, creando mayores necesidades de dólares para comprar productos, insumos y repuestos en el exterior. Algunas de esas gestiones, como la de Martínez de Hoz y la de Macri, también se ocuparon de destruir el valor de la moneda local, provocando fuertes procesos inflacionarios. La de

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La bala de plata

Fuente: Dardo Esterovich* | Liliana Lopez Foresi Fecha: 09 de MAR 2019   Las sanciones de EE.UU. a Venezuela  “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”. Carta del Libertador Simón Bolívar al Cnel. Patricio Campbell Guayaquil, 5 de agosto de 1829   Para entender los acontecimientos que condujeron al 23F en Venezuela hay que introducirse en las sucesivas acciones del imperialismo estadounidense que precedieron al intento de golpe. Es una conducta que tiene antecedentes históricos que se remontan a más de un siglo. El bloqueo no es algo nuevo. Es un arma que se usa en las guerras desde que estas existen. Se trata de aislar y debilitar al enemigo impidiéndole abastecerse para obligarlo a la rendición o no ofrecer una resistencia eficaz en caso de ataque. Hoy ya no hay que utilizar la política de las cañoneras  para bloquear.  La globalización, la concentración del poder financiero, la velocidad con que circula la información, el alineamiento de los medios de comunicación que a su vez pertenecen a grandes conglomerados económicos,  le brinda al imperialismo las herramientas para lograr objetivos similares al uso directo de la fuerza. A ésta se la reserva como recurso de última instancia en caso de que la resistencia de los pueblos sea tal que exija su utilización. Ya no se busca que un general deponga su espada y firme la rendición. De lo que se trata es de generar el mayor de los sufrimientos al pueblo del país bloqueado con el objetivo de que éste sea el protagonista del derrocamiento de gobiernos insumisos al mando imperial. Estas acciones fueron siempre ampliamente visibilizadas porque daban un mensaje de fortaleza al bloqueador para que sirviera de ejemplo para aquellos que pretendieran desafiar a los designios imperiales. Valga el ejemplo de Cuba. Pero ocurre que en el mundo actual esta política, como los golpes de estado, ha merecido el repudio de los pueblos. Por eso en Venezuela se da la paradoja de un bloqueo económico-financiero brutal que no tiene ninguna o muy poca prensa, porque se quiere desvincularlo de una presunta crisis humanitaria utilizada como pretexto para un golpe e intervención armada extranjera. Un poco de historia A principio del siglo XX, durante los años 1902 y 1903, las marinas de guerra del Imperio Británico, el Imperio alemán y el Reino de Italia ​bloquearon las costas y puertos de Venezuela exigiendo el pago inmediato de las obligaciones contraídas con las compañías de sus connacionales. A las deudas tomadas por el gobierno se agregaron la de los caudillos regionales que solicitaron préstamos para financiar las sangrientas guerras civiles que asolaron al país desde 1898 hasta que finalmente triunfa Cipriano Castro y se hace cargo de la presidencia. Cada vez hay más elementos de juicio que confirmarían que la decisión de bloquear fue una jugada destinada a mostrar el músculo a EE.UU para que morigere su política expresada en la Doctrina Monroe y permitirse la libre expansión de la influencia de las potencias europeas en Sudamérica. Un rol fundamental en esa decisión lo jugó el Imperio Alemán a partir de la doctrina de la Welttpolitik  (1)  [2]con la que el II Reich fijó sus objetivos de expansión colonial tardía en el siglo XIX. Para entonces EE.UU. había consolidado su dominio total sobre la cuenca del Caribe con su participación en 1898 en la derrota de España en su última colonia americana, Cuba, y le impone a este país un estatus colonial mediante la Enmienda Platt.  Al principio el presidente de EE.UU. Theodore Roosevelt aceptó el bloqueo como recurso para cobrar las deudas –algunos sostienen que lo hizo para provocar el conflicto-  pero, al agravarse la conflagración con bombardeos a las costas y puertos venezolanos, interviene  ante Gran Bretaña y Alemania y fuerza un acuerdo de pago  para finalizar el bloqueo, que se firma en Washington el 13 de febrero de 1903. A este conflicto se debe la formulación el 29 de diciembre de 1902 de la famosa doctrina Drago, por entonces Ministro de Relaciones Exteriores argentino en el segundo gobierno del presidente Julio Roca,  que establece que ningún Estado extranjero puede utilizar la fuerza contra una nación americana con la finalidad de cobrar una deuda financiera Las consecuencias del bloqueo naval se manifestaron en un incremento de la influencia norteamericana en América Latina mediante la promulgación del Corolario Roosevelt de 1904, una sustancial “enmienda” a la Doctrina Monroe por parte del presidente Roosevelt que ahora consideraría a América Latina como territorio para expandir los intereses comerciales de los Estados Unidos en la región, adicional a su propósito original de mantener a la hegemonía europea fuera del hemisferio. . Fue el fin de la posibilidad de intervención directa de las potencias europeas en América Latina. En esta enmienda el presidente Roosevelt afirmó que si un país latino-americano y del Caribe bajo influencia de los EE.UU. amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno de EE.UU. estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del país «desquiciado» para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas. El Corolario Roosevelt –institucionalización del Big Stick (gran garrote)- fue invocado como sustento de las intervenciones armadas norteamericanas que asolaron a la región. La primera prueba tuvo lugar en diciembre de 1908 cuando naves de EE.UU., con apoyo británico y francés, bloquearon el puerto de La Guaira para impedir el regreso del presidente nacionalista  Cipriano Castro que volvía dispuesto a recuperar el poder del que había sido despojado por JuanVicente Gomes, impuesto por los intereses estadounidenses con el  advenimiento de la era petrolera en Venezuela. Desde ese momento EE.UU. no ha dejado de intervenir para conservar el dominio de ese recurso estratégico tan cercano a su territorio. Más historia, pero reciente En una conferencia en la Carnegie Endowmen for Internacional Peace, en marzo de 2016,  Jacob J. Lew Secretario del Tesoro de EE.UU. durante la presidencia de Barack Obama, haciendo un balance de las políticas de sancione de la última década de su país, manifestó que “las sanciones son la bala de plata de la política exterior de Estados Unidos porque son más efectivas y

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Stornelli acusado por espionaje ilegal

Fuente: Juan Alonso | Nuestras voces Fecha: 09 MAR 2019 El juez Ramos Padilla señaló que el fiscal Carlos Stornelli está acusado por espionaje ilegal. En un detallado informe enviado al procurador general de la Nación, Eduardo Casal, indica varios delitos cometidos por Stornelli conjuntamente con Marcelo D’Alessio: operaciones de inteligencia ilícitas, investigaciones paralelas, cámaras ocultas contra abogados e imputados en causas propias, y extorsiones. El presunto espía de la DEA continúa detenido y acusado de integrar una asociación ilícita. El laberinto del fiscal federal. Los detalles del informe. El fiscal federal Carlos Stornelli, el preferido de Mauricio Macri, creyó que de los laberintos se salía por arriba, pero está cada día más cerca del pasto y no se trata precisamente de la cancha de Boca. El juez Federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla envió un informe de 20 páginas al Procurador General de la Nación, Eduardo Casal, señalando varios delitos graves (entre ellos, espionaje ilegal e investigaciones paralelas con coacciones) presuntamente cometidos por el fiscal icónico de  Comodoro Py. Mientras cruje el mecanismo del armado de causas contra opositores políticos y el aparente espía de la DEA, Marcelo Sebastián D’Alessio continúa detenido y acusado de integrar una asociación ilícita que se dedicaba a extorsionar a empresarios amenazados con la foto de un cuaderno, y de espiar a periodistas “Animales”; el juez Ramos Padilla sumó más de mil fojas de prueba fáctica (sin arrepentidos), que Stornelli se niega a responder eludiendo la Justicia. La ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien fuera diputada y senadora votada por millones de argentinos resultó indagada por ocho delitos en una sola mañana, pero el fiscal Stornelli, que no lo votó ni su tía, le hizo una gambeta torpe a la requisitoria del juez Ramos Padilla. Se negó a recocer su competencia y pretende continuar haciendo uso y abuso de indagados colaboradores llevados a la rastra por su amigo servicial, Marcelo Sebastián D’Alessio, que se cansó de enviarle mensajes telefónicos, gestionó una coima de 300 mil dólares de la cual cobró más de 14 mil y lo embarró con delaciones propias de una saeta de la maldad. Las filmaciones, fotografías, capturas de pantalla, audios de voz, y otras vituallas, que aportó el extorsionado exiliado Pedro Etchebest, más la prueba colectada por el juez Ramos Padilla, conforman el peor escándalo político institucional y jurídico de la historia democrática desde 1983. Veamos por qué. El tiempo Cuentan quienes lo conocen desde que era un pésimo estudiante de Derecho, que el fiscal Stornelli combate el estrés mirando relojes antiguos con paciencia de orfebre. Hasta en eso coincide con el imputado D’Alessio, quien tenía 50 relojes carísimos en su casa del country Saint Thomas del partido de Esteban Echeverría, además de una docena de autos de alta gama parecidos a los que gusta el fiscal de Comodoro. Eso no sería grave. Lo anticonstitucional, antidemocrático, y rayano con la criminalidad organizada y el abuso de la toga y el martillo, es lo que le enrostró el juez Ramos Padilla. A saber: Presuntas maniobras de espionaje ilegal incluso valiéndose de esos supuestos métodos para causas que están a su cargo. Ser supuesto partícipe en la maniobra coactiva en perjuicio del ex gerente de Logística de PDVSA Argentina, Gonzalo Brusa Dovat junto a su amigo el imputado Marcelo Sebastián D’Alessio (presunto agente de la DEA), a quien conoció por medio del periodista de Clarín, Daniel Santoro, con ese cartel de presentación a cuestas. En este caso el mecanismo fue el siguiente: D’Alessio le envió mensajes diciendo que iba a “quebrar” a un empresario de “PDVSA residual”, lo presionaría para que Brusa Dovat le diese una entrevista a Santoro y luego se lo llevaría al despacho en una camioneta de la embajada de EE.UU, con dos sujetos que serían extranjeros. Y lo peor, según el juez Ramos Padilla, sabiendo que Brusa Dovat había sido víctima de maniobras ilícitas por parte de D’Alessio; el fiscal le tomó testimonial con el tono de una indagatoria relámpago. Poco antes, el 30 de enero, el periodista Santoro entrevistó a Brusa Dovat “en exclusiva” para Clarín en un restaurante árabe del barrio de Palermo. La gestión la hizo el experto D’Alessio. La nota salió en la web el 2 de febrero y en papel el 3. La noticia se presentó así: “Denuncian maniobras de lavado de dinero en PDVSA Argentina”. “En complicidad con funcionarios K”. “Un ex directivo de la empresa venezolana afirmó que varios de sus ex presidentes robaban combustible para sacar plata al exterior”.  ¿Por qué el apuro y la anotación de “prioridad” de la “operación PDVSA” del presunto agente de Estados Unidos, D’Alessio? Porque el Gobierno de Donald Trump ordenó el decomiso de los fondos de Venezuela el 29 de enero. El supuesto agente de la DEA y supuesto numerario free lance de la AFI, Marcelo Sebastián D’Alessio le escribió a su conocido fiscal Stornelli un mensaje curioso. “Mañana voy a hacer que se arrepienta un actual director de PDVSA que sigue operando en el país. Si es lo que imagino, además del informe que tengo que armar para Maine (sede de la DEA en EE.UU) y enviarlo por valija diplomática, está el factor argentino, que seguro le vas a sacar provecho”. ¿Qué significaba eso? Afianzar la alianza con la embajada de EE.UU y su carrera intervencionista regional comenzando por la República Bolivariana de Venezuela. En otra comunicación con un interlocutor distinto, D’Alessio le contó que llevaron a Brusa Dovat en una camioneta que sería de la embajada de EE.UU y una vez dentro del despacho de Stornelli, él lo filmó declarando. D’Alessio no es abogado. Nótese la acusación de “lavado de dinero”. ¿Por qué D’Alessio influyó a Brusa Dovat y a Santoro para que escribiese eso? Porque el FBI acaba de abrir una oficina en Miami para investigar presuntos hechos de lavado de dinero producidos en América Latina. ¿Qué hacía D’Alessio? Cumpliría  órdenes de sus presuntos mandantes de EE.UU de Norteamérica. Pese a ello, el periodista Juan José Salinas logró

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