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LARRETA SE HACE LOS RULOS EN WASHINGTON

El precandidato hace campaña con propuestas complacientes para sus mandantes POR: JORGE ELBAUM | El Cohete a la Luna (26 de septiembre de 2021) El viernes Horacio Rodríguez Larreta se reunió con John Kerry en Washington, en el marco de su campaña de visibilización internacional de cara a las elecciones de 2023. Su minigira de cuatro días intentó de forma explícita diferenciarse de la figura de Alberto Fernández, exhibiéndose como su contracara política y económica. El periplo se enmarca en la periódica rutina de legitimar candidaturas a través de visitas al norte global, dispuestas para provocar algún tipo de fascinación entre las colonizadas cosmovisiones vernáculas: si el imperio te reconoce –postulan sus inspiradores– el prestigio se derramará a nivel doméstico entre los hechizados por la imagen imperial. Acompañado de su secretario de Relaciones Internacionales, Fernando Straface, se reunió en la mañana con el titular del BID, Mauricio Claver-Carone, quien tres años atrás –entonces como delegado del gobierno de Estados Unidos ante el FMI– otorgó un crédito de 57.000 millones de dólares a su jefe político, Mauricio Macri, con el cometido explícito de posibilitar su reelección. El apoyo de Estados Unidos al gobierno cambiemita fue reconocido por el propio Claver-Carone en julio de 2020, en ocasión de una videoconferencia organizada por el Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales (CCRI). En aquella ocasión, el anfitrión de Larreta afirmó que intercedió –por orden de Trump– “para ayudar a (Mauricio) Macri y evitar que el peronismo regresara a la Casa Rosada”. Si bien el objetivo no se cumplió, la visita del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fue interpretada como una muestra de gratitud por parte de los funcionarios que rodean al titular del BID. Claver-Carone expresa a los sectores más radicalizados de la derecha cubano-estadounidense, liderados por el senador republicano de Florida, Marco Rubio, quien cumple con la tarea de imposibilitar cualquier cambio de política respecto a Caracas y/o La Habana. Luego de su paso como representante de la Casa Blanca ante el FMI, y antes de ser elegido como titular del BID, fue nombrado por Donald Trump como responsable del Seguridad Nacional para América Latina y el Caribe. En esa función, postuló la necesidad de incrementar las políticas injerencistas contra Venezuela y Cuba. Premiado por tal rol, en septiembre de 2020 fue electo como presidente del BID, quebrando 60 años de un acuerdo tácito por el que los titulares pertenecían a alguno de los países de América Latina y el Caribe (ALyC). Estados Unidos es el principal accionista del FMI y del BID. Washington controla el 30% de las acciones del BID, asegurándose el manejo discrecional de los esquemas de financiamiento, subsidios y créditos. Los representantes de Washington respetaron –desde la fundación del banco– la regla tácita de que su titularidad recaía en alguno de los países de ALyC al tiempo que se reservaban la vicepresidencia y la gestión estratégica. Además de visitar al jefe del BID –a quien no le hizo referencia alguna al crédito otorgado en forma irresponsable a Macri– agendó una visita en Nueva York con el Council of the Americas, conducido por Susan Segal. Según periodistas argentinos apostados en esa ciudad, el jefe de gobierno también se reunirá con empresarios (supuestamente) interesados en inversiones en el Cono Sur. Entre dichos agentes corporativos figuran aquellos que garantizan su presencia en las reuniones convocadas por los cambiemitas a cambio de garantizarse negocios a futuro. Son los mismos que ensalzan su perfil pro-mercado, opuesto al populismo estatista del Frente de Todxs. El miércoles la Argentina abonó al FMI la primera cuota del crédito cedido por la administración trumpista, tramitado por Claver-Carone. Se saldaron 1.885 millones de dólares, la primera cuota del préstamo de 44.000 millones otorgado a pedido de Macri. Un día antes del giro, Alberto Fernández catalogó al crédito –ante la Asamblea de las Naciones Unidas– como un “deudicidio” viabilizado en forma cómplice por el trumpismo y la derecha local. “Los recursos aprobados por el FMI (…) de esta deuda insostenible fueron de 57.000 millones de dólares, el equivalente a todo lo que el organismo desembolsó en el año de la pandemia a 85 países del mundo”. Y agregó: “No hay ninguna racionalidad técnica, ni lógica ética, ni sensibilidad política que pueda justificar semejante aberración”. También subrayó que “gran parte de los recursos suministrados a la Argentina han sido fugados del país por una apertura irresponsable de las cuentas de capital”. Si bien el crédito fue de 57.000 millones, sólo ingresaron 44.000 dado que el gobierno de lxs Fernández decidieron no aceptar el último tramo de 13.000 millones que debía haber ingresado una vez que el Frente de Todxs ya había asumido el gobierno. Lejos de esas minucias, el precandidato cambiemita prologó su viaje con declaraciones atractivas a los oídos de sus anfitriones estadounidenses. Apoyó de forma explícita al proyecto de ley del senador Martín Lousteau que propugna el reemplazo de las indemnizaciones por un seguro a ser oblado por los propios trabajadores. En ese mismo registro, durante la última semana presentó el denominado Plan de Futuro, que incluye –entre otras iniciativas– el programa de pasantías obligatorias para alumnos secundarios, sin remuneración. El programa supone una indudable oportunidad –sugieren los analistas laborales– para sustituir puestos de trabajo mediante la utilización rotativa y gratuita de alumnxs. Trabajo esclavo sin tapujos. Menos derechos, más marketing Otros precandidatos cambiemitas completaron la iniciativa precarizadora sugiriendo la necesidad de ofrecer medio salario a los jóvenes como oportunidad de ingreso laboral. Un combo de flexibilidad que ni Domingo Cavallo se animó a sugerir: estudiantes secundarios gratis y jóvenes no estudiantes con salarios reducidos en un 50%. En esa misma línea, Luis Juez –también integrante de la oposición– se despachó la última semana con una consideración crítica respecto de la Ley de Contrato de Trabajo, a la que catalogó como “una mochila de plomo para la creación de empleo”. Todos esos posicionamientos fueron divulgados, de forma concurrente, en las dos semanas previas a la gira larretista. Los empresarios que participaron de la reunión en el Council of the Americas

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LA ÚNICA VERDAD

POR: HORACIO VERBITSKY | El Cohete a la Luna (26 de septiembre de 2021) El ascenso de Juan Manzur y de Martín Insaurralde a las jefaturas de gabinete de ministros de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, es una demostración irrefutable del pragmatismo peronista. Esto implicó el sacrificio de los hombres de mayor confianza del Presidente Alberto Fernández y del gobernador Axel Kicillof. Santiago Cafiero fue desplazado al Ministerio de Relaciones Exteriores y Carlos Bianco del Clío a la jefatura de asesores de la gobernación. En ambos casos fue decisiva la conducción política del espacio compartido, ya sea con la carta pública que Cristina le dirigió a Fernández o mediante un encuentro presencial reservado con Axel en El Calafate. Fue el gobernador quien pidió la reunión, sostienen en el Senado. Pero si bien tanto Fernández como Axel fueron impulsados a sus cargos por Cristina, Alberto nunca tuvo votos propios, mientras Kicillof supo crear su propia representatividad. También son muy diferentes las personalidades de Cafiero, quien rara vez comenzaba su jornada laboral antes de media mañana y minimizaba la gravedad de cualquier problema, y Bianco, un obsesivo madrugador que controla hasta lo que no hace falta. Ninguna de las críticas de gestión que se hacen al primer gabinete de Alberto son aplicables al de Axel. Pero hay necesidades populares que no puede cubrir ningún gobierno provincial, porque dependen de decisiones nacionales. Ampliar la base de sustentación política de un gobierno sí es algo que puede hacerse a escala subnacional. Tampoco es una cuestión ideológica. Alberto fue la carta que Cristina esgrimió en 2019 para apaciguar a los sectores más a la derecha del FdT; Axel la apuesta a una posición más hacia la izquierda del espectro. Ninguno de ellos pudo vencer en la prueba comicial. Más allá de esas particularidades, la ley que se cumple en este caso es que los ganadores avanzan y los derrotados retroceden. En Tucumán, el FdT de Manzur obtuvo el 49,6% de los votos, contra el 34,7% de Juntos. La lista de Insaurralde reunió el 40,3% de los votos en Lomas de Zamora, contra 31,8% de ambas listas sumadas de la oposición liberal-radical. En Malvinas Argentinas, los candidatos del ex intendente Leo Nardini superaron la votación de la yunta Santilli-Manes: 43,7 a 27,8, diferencias que evocan las del añorado 2019. Ahora, Nardini es el nuevo ministro de Infraestructura y Servicios. Tal vez los resultados en Tigre incidieron en la negativa presidencial a la propuesta de Máximo Kirchner de designar a Sergio Massa a cargo de un superministerio de ramos generales económicos. La falta de entusiasmo con que ambos jefes relegaron a sus laderos se refleja en los destinos que idearon para ellos: Cafiero, como nuevo ministro de Relaciones Exteriores, lo cual incluyó un desaire ofensivo para el anterior titular, Felipe Solá, quien celebró su regreso al llano afeitándose el bigote, y un reprochable menoscabo de la política exterior; Bianco como jefe de un supergabinete de asesores creado para él, con cuatro subsecretarías y una docena de direcciones. En su primera declaración posterior al cambio, Bianco dijo que estará más cerca que antes del gobernador. Está por verse si su relación será armónica con el nuevo jefe de gabinete. En 2015, Cristina había pensado en su ministro de Economía como alternativa presidencial a Scioli, pero por entonces el nivel de conocimiento de Kicillof era bajo y ninguna proyección le daba más del 7%. Por afinidades ideológicas y generacionales siempre estuvo cerca de La Cámpora, pero nunca como orgánico. De hecho, su instalación bonaerense fue una decisión personal, avalada por Cristina. Los camporistas preferían su inscripción en la Ciudad Autónoma, que ha sido un distrito reacio al kirchnerismo, y pensaban en Insaurralde como postulante a la gobernación bonaerense. A poco andar, todos percibieron el fenómeno que provocaba cada aparición de Axel, quien recorrió los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires, sin prensa que reprodujera las muestras de adhesión que recogió en el Conurbano pero también en el interior de la provincia, donde se sentó a discutir cara a cara con las patronales agropecuarias, que no lo aplaudieron pero lo escucharon con interés. Es dudoso que hoy pudiera repetirlo. Cuando los intendentes quisieron acordarse, ninguno de ellos pasaba del 10% de adhesiones mientras Axel superaba el 30%. Con terrestre sentido de la realidad, Insaurralde fue el primero en anunciar su apoyo a la fórmula Kicillof-Magario, que Cristina y Alberto Fernández habían instalado sin palabras, sólo con una foto de los cuatro en un acto en Merlo. “A muchos nos gustaría ser, pero ninguno mide como Axel, de modo que no perdamos tiempo discutiendo”, dijo en un encuentro de intendentes. Lo mismo, pero a la inversa, ocurre ahora. El miércoles 15, casi al mismo tiempo de la carta de Wado de Pedro anunciando que dejaba el Ministerio de Interior de la Nación, actitud seguida por otros ministros y funcionaries, la ministra bonaerense de gobierno, Teresa García, comunicó que todos los integrantes del gabinete provincial también habían puesto su renuncia a disposición de Kicillof. “La derrota no es algo nacional, tiene que ver con todos, intendentes, gobernadores, si algo no funciona y la gente cree que no funciona no es responsabilidad de uno solo. Creo que ninguno de nosotros es imprescindible, todos somos reemplazables, y somos reemplazables en la medida que no interpretamos bien lo que la gente espera de nosotros”, expuso. Al mismo tiempo, Andrés Larroque, El Cuervo, recordó que luego de las derrotas de 2009 y 2013 fueron reemplazados los jefes de gabinete y los ministros de Economía respectivos, y Alicia Kirchner pidió la renuncia de todo su gabinete en Santa Cruz. Quien quiera oír, que oiga. García fue secretaria del bloque de diputados nacionales del kirchnerismo, que detectó en ella dos cualidades poco comunes: un profundo compromiso militante e inserción territorial (en el norte del Conurbano) y capacidad organizativa del trabajo.  Por eso en 2017, cuando se creó Unidad Ciudadana en lo peor del apogeo macrista, Cristina le planteó que la necesitaba en la Legislatura

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Índice de felicidad: Argentina vs Israel

Por: Héctor Gurvit (miembro del Llamamiento) ¿Qué es la felicidad?[1]. ¿Existe alguna forma de medirla? ¿Cuáles deberían ser los parámetros a considerar? ¿Se trata de una forma de entendernos a nosotros mismos? La felicidad es un hecho subjetivo. Y como tal es necesario tratarlos. Sin embargo, se lo analiza, se lo describe y se lo compara. Las mediciones surgen de una comparación con un patrón determinado o bien en el marco de una escala. Más allá de cualquier análisis, de lo que se trata en este artículo es el de dejar planteados interrogantes y una comparación “caprichosa” entre el índice de felicidad de Argentina e Israel. Las variables para calcular el índice de felicidad según el World Happiness Report elaborado por la ONU son el PIB (Producto Interno Bruto) per cápita, la esperanza de vida saludable y el apoyo social. El PIB se calcula teniendo en cuenta el consumo personal o privado, el gasto público, las exportaciones y las importaciones dividido por la población total. Existen otras dimensiones que también se pueden consultar[2]. Estos tres conceptos constituyen el índice de felicidad en función del PIB. Como contraposición o acaso, como complemento, existe el Índice de Felicidad Bruta o Felicidad Nacional Bruta (FNB) que dice: “Los cuatro pilares de la FNB son: la promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores culturales, la conservación del medio ambiente y el establecimiento de un buen gobierno[3]”. Todo es discutible cuando se trata de la felicidad. La esperanza de vida saludable al nacer se define como el número de años libre de enfermedad que, en promedio, un recién nacido puede esperar vivir. Ello hace necesario la medición de las condiciones de salud que representan la pérdida de bienestar que puedan ser debidas a enfermedad, muerte y factores etiológicos, entre otros[4]. La categoría de «apoyo social» ha permitido desarrollar toda una corriente de investigación que busca explicar algunas de las diferencias existentes en la distribución de ciertas enfermedades tanto físicas como mentales[5]. Por ejemplo, se ha documentado que los grupos sociales de nivel bajo tienen más acceso a relaciones de apoyo que los miembros de clases sociales altas. De modo que nos encontramos con la primera contradicción, cual es suponer que un PIB per cápita elevado pueda corresponderse con el “apoyo social” adecuado. Cuál sería entonces el peso que, cada parámetro en cuestión, tiene en el contexto de las tres variables. Esto se intenta resolver con el índice de la FNB. “En la actualidad, el reino de Bután es el único país en el mundo que cuenta con un Ministerio de la Felicidad”. Una mirada a la tabla donde el 10 es el mayor grado de felicidad y 0 el menor, nos ubica a los argentinos en el puesto 57 sobre 149 países (2021). Como los cálculos del índice de felicidad se basan en parámetros que parecen no tener una definición clara, llamaremos a todo cálculo Índice Mundial de Felicidad (IMF) De modo que los tres aspectos a tener presente en la estimación comprenden lo económico (PIB per cápita), la salud (esperanza de vida saludable) y lo psicosociológico (el apoyo social). Pero sucede que no es tarea sencilla ponderar algunos de los ítems identificados, aun sabiendo que hay quienes consideran que se puede calcular como se calcula la temperatura humana. Es necesario aclarar que, en sociedades con una esperanza de vida mayor, los indicadores de la felicidad pueden estar distorsionados o por lo menos afectados a partir del incremento de las enfermedades crónicas y la discapacidad. Para quienes quieran profundizar recomiendo la lectura del trabajo “Cálculo del Índice de Felicidad Interna Bruta (FIB) en Cotopaxi para el año 2012”[6]. Un trabajo realizado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Facultad de Economía. Donde se toman variables a partir de encuestas. Ponderando cada uno de los atributos y categorías. Se trata de un cuestionario en profundidad con más de 140 preguntas. Tomar como parámetro el PIB per cápita puede resultar engañoso. Un buen promedio sigue siendo solo eso, un promedio. Recordemos el famoso soneto de Carlos Alberto Salustri (Trilusa) La Estadística¿Sabes qué es la estadística? Una cosacon que se hace la cuenta generalde los que nacen, van al hospital,a la curia, a la cárcel o a la fosa. Mas para mí la parte más curiosaes la que da el promedio individual,en que todo se parte por igualhasta en la población menesterosa. Por ejemplo: resulta sin engañoque según la estadística del añote toca un pollo y medio cada mes. Y aunque el pollo en tu mesa esté ausente,entras en la estadística igualmente¡Porque hay alguno que se come tres! Todo índice no deja de ser un comparativo. O bien de un patrón específico o en el marco de una escala. Hay una experiencia sueca que vale la pena leer por interesante y elocuente[7]. Los invito a ver el documental sobre “la teoría sueca del amor”[8]  que se puede encontrar en YouTube. Dice al respecto una inmigrante “No llevo aquí ni un año y ya me quiero volver a España. Quitaros los sueños escandinavos de la cabeza. Aquí ni los abuelos echan en cuenta a sus nietos. Que ganas de volver a mi país”. Y Suecia ocupa el 7mo lugar. Vamos entonces al objetivo de esta nota cual es, comparar el IMF entre Argentina e Israel[9] (acceder a esta referemcoa para una mejor visualización de las métricas). Se trata de una comparación “caprichosa” que no pretende sino navegar por las estadísticas, las encuestas y los análisis. El sitio es muy interesante porque no solo da los datos, sino que los explica en los hipervínculos (+). Israel ocupa el lugar 12, mientras que Argentina el 57[10]. El año de determinación de cada variable están dados en las columnas 2 y 5. Si bien no siempre coinciden en el año, el informe no deja de ser una buena guía de análisis. Por otro lado, siendo muchos los conceptos a analizar nos detendremos en algunos. Podemos observar ciertos datos que nos indican el porqué de esa diferencia. Si

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Cuando a la discusión o debate se lo llama adoctrinamiento

Por: Gabriela Volpin (*) Hace aproximadamente una semana circuló en las redes (sociales y mediáticas) un video de una profesora de Historia de una escuela pública y técnica de La Matanza, en el cual había una discusión entre ella y un alumno con respecto al período de gobierno de Mauricio Macri y a otros momentos de nuestra historia reciente. Pasaré a tomar ese evento de apenas 4 minutos de una clase, para analizar qué es lo que efectivamente sucedió allí. El eje de la discusión pasaba por: en qué medida las políticas empobrecieron o no al pueblo, en qué se invertía el dinero o si se lo fugaba, si tenemos una vicepresidenta con causas judiciales, los supuestos 37 años de gobiernos peronistas, y el papel de los medios de comunicación. Los temas tratados fueron: sucesiones presidenciales, análisis económico y político, la difusión de información. En una primera fracción de los 4 minutos, la profesora (algo desordenadamente), contra-argumenta en forma defensiva los cuestionamientos de los estudiantes, pero poco a poco el clima se va relajando y despliega argumentos y análisis más claros. Podemos cuestionar la forma inicial de interacción y los vínculos, dado que por momentos dificultan entender los criterios de análisis usados por la docente, quien tampoco los aclara. Se deja llevar por las emociones e incluso corta preguntas e intervenciones de quien la cuestiona, en algunas ocasiones. El hecho de que luego mejora el clima emocional y se traen datos (el nombramiento de jueces por decreto, la inversión del estado en educación durante el kirchnerismo, la realidad de familias que no pueden pagar una cuota escolar, las sucesiones presidenciales en los 37 años de historia) va dando racionalidad a lo que sucede y sobre todo, algo crucial en la formación de los estudiantes: argumentos y fundamentos. En una nota publicada por TN, el estudiante que cuestionaba y contra-argumentaba, reconoció que la profesora le hizo ver que le faltaba información. Y que un estudiante afirme eso, es un  éxito rotundo: aprendió que para opinar, hay que tener información y analizarla (tal como lo despliega la docente, especialmente al tomar la sucesión de gobiernos en los 37 años de historia). Nótese que el estudiante no dice “me convenció”, sino “me falta información”. Lo sucedido en la clase, lo dejó con ganas de informarse y profundizar. Esto, claramente no es adoctrinamiento (es decir, lograr adhesión) y le sembró curiosidad. Más allá del caso puntual, me preocupa, tal como dijo el Profesor de Historia Sergio Wischñevsky en twitter la “peligrosísima ventana que se abre con la suspensión de la docente en cuestión”. Lo que sucedió en la clase, amerita un trabajo de asesoramiento pedagógico para trabajar, con la profesora, su enojo. No todos los estudiantes se animan o activan frente a tanto enojo. Pero jamás cabe frente a lo realizado, una sanción. Me preocupa porque, además de la sanción disciplinaria, hay una sanción social por parte de un sector de los medios y de la política que con ello pretende disciplinar a docentes y anular el debate y la discusión. Y esto sucede en tiempos en que los sectores de derecha supuestamente liberales, no quieren debatir en los medios y ni siquiera se animan a participar en programas donde el periodismo les pueda repreguntar o contraargumentar. Es decir, sucede en contexto de anulación del debate y la discusión argumentada y fundamentada, y de bajada de opiniones que se presentan como incuestionables. Ocupan espacio en esos medios discursos falsos e incluso violentos, y paralelamente van dándose diversos hechos de violencia en la sociedad que son naturalizados: el disparo a un diputado provincial en un acto de campaña, ataques a locales partidarios en distintas provincias, a edificios religiosos, hasta hace poco más de dos años se legitimaba la represión en las marchas, entre otros hechos graves que no se toman ni se tratan como tales. La anulación, sanción o evitación de la discusión, del debate en una democracia y la naturalización de la violencia son dos caras de una moneda con la que se pretende intimidar y ganar votos, tal como señalara el domingo pasado el Dr. Juan Manuel Ubeira en Caníbales por C5N. Volviendo a la clase de la profesora de Historia, cabe aclarar que todos los diseños curriculares vigentes y anteriores (incluidos los de los gobiernos de facto), establecen que en la escuela se forman ciudadanos. En el nivel medio, hay adolescentes que votan o van a votar. Si no pueden construir su pensamiento político con datos y criterios de análisis, les anulamos su posibilidad de pensar, decidir y aportar a un país mejor, “aunque sean de una escuela pública del conurbano”. (*) Lic. en Ciencias de la Educación. Docente de la UBA. Especialista en Formación de Formadores

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ÁLVARO GARCÍA LINERA: LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL EN CRISIS

Curso Internacional “Estado, política y democracia en América Latina” Suplemento especial de Pagina/12 (31 de agosto de 2021) Ex vicepresidente de Bolivia  Vivimos la articulación imprevista de cuatro crisis que se retroalimentan mutuamente: una crisis médica, una crisis económica, una crisis ambiental, y una crisis política. Una coyuntura de enorme perplejidad y angustia. Pareciera que la sociedad y el mundo hubieran perdido el rumbo, una dirección hacia dónde ir, su destino. Nadie sabe lo que va a pasar en el corto y mediano plazo, ni puede garantizar si habrá un nuevo rebrote o si surgirá un nuevo virus, si la crisis económica se intensificará, si saldremos de ella, si tendremos trabajo o ahorros. Esto da lugar a una parálisis del horizonte predictivo, no solamente en los filósofos, que es algo normal, sino en la gente común, en los ciudadanos y ciudadanas, en las personas que van al mercado, en los trabajadores, obreros, campesinos, en los pequeños comerciantes. El horizonte predictivo es la capacidad imaginada de proponernos cosas a mediano plazo, cosas que muchas veces no suceden, pero guían nuestra acción y nuestro comportamiento. El horizonte predictivo se ha roto, se ha desintegrado. Nadie sabe lo que va a suceder. La suspensión del tiempo Es en este sentido que propongo la categoría de un “tiempo suspendido”. A pesar de que suceden cosas, a pesar de que brotan conflictos, problemas, novedades, cada día estamos viviendo una suspensión del tiempo. Hay un movimiento del tiempo cuando hay un horizonte, cuando podemos al menos imaginar hacia dónde vamos, hacia dónde nos dirigimos. Se trata de una experiencia muy desgarradora, una experiencia nueva que estamos viviendo, en el sentido de que no existe una dirección hacia dónde ir, lo cual es angustiante. La suspensión del tiempo arrastra un conjunto de síntomas y consecuencias. La primera de ellas es lo que podríamos denominar “un ocaso de época”. El mundo está asistiendo al prolongado, conflictivo y agónico cierre de la globalización neoliberal. Estamos en un proceso emergente de desglobalización económica que se ha ido acentuando, pero que comenzó hace cinco o diez años atrás con idas y vueltas. La primera oleada de globalización se dio en el siglo XIX, hasta principios del XX, y la segunda a finales del siglo XX, entre 1980 y el 2010. Esta segunda oleada de globalización ha entrado en un proceso de una deshilachamiento parcial, en un proceso de desglobalización económica parcial. Hay cuatro datos que permiten afirmar esta hipótesis: Primero, el comercio mundial tenía una tasa de crecimiento, entre 1990 y 2012, de dos a tres veces por encima de la tasa del crecimiento del PIB global. Desde el 2013 hasta el 2020 es menor o, en el mejor de los casos, igual a la tasa del crecimiento del PIB. El comercio, que es la bandera de los mercados globalizados, se ha reducido, según informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE. El segundo dato es que los flujos transfronterizos de capital, que entre 1989 y 2007 habían crecido del 5% al 20% respecto al PIB mundial, pasaron a tener una tasa menor al 5% entre 2009 y la actualidad. El tercer dato es la salida de Inglaterra de la Unión Europea, el Brexit, que ha establecido un límite a la expansión, al menos por el lado de Occidente, de esta articulación de mercado, economía y política europea. Por su parte, Estados Unidos inicia con el gobierno de Trump un proceso gradual de repatriación de capitales bajo el lema “América Primero”. En su gobierno, Trump desplegó una guerra comercial contra China, pero también contra Canadá y luego contra Europa. Destapó viejos fantasmas de seguridad nacional para intentar impedir que China tome el liderazgo mundial y controle la red 5G. Además, el COVID-19 ha acelerado los procesos de reagrupación de las cadenas de valor esenciales, para que no se repitan procesos que se dieron en Europa cuando, entre países supuestamente pertenecientes a la misma unión comercial, se peleaban en la frontera por los respiradores e insumos médicos. Este control les permite no depender de insumos de China, Singapur, México o Argentina, o del país que fuera. Entonces, tenemos un escenario paradójico con China y Alemania aliadas por el libre comercio y Estados Unidos e Inglaterra aliados en una mirada proteccionista de la economía y del mundo. En los años 80, estos dos últimos países encabezaron la oleada globalizadora con Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y ahora son sus líderes los que encabezan una mirada proteccionista y los comunistas, a la cabeza de China, los que convocan a todo el mundo a abrir fronteras y a no impedir que la globalización se detenga. Un último dato de esta desglobalización parcial que estamos viviendo es el documento que acaba de publicar el Fondo Monetario Internacional. Hay un monitor fiscal y un reporte de la economía mundial que presenta un conjunto de recomendaciones sorprendentes, paradójicas, e incluso chistosas viniendo del FMI: “hay que prorrogar los vencimientos de la deuda pública”. Es decir, están proponiendo que los países no paguen su deuda pública, que prorroguen y que establezcan mecanismos de repagos para los siguientes años. No se olviden que el FMI junto con Merkel y el Deutsche Bank fueron los que se impusieron sobre Italia, luego sobre Irlanda y finalmente sobre Grecia, para obligar a que asuman sus compromisos de endeudamiento. El informe sugiere “incrementar los impuestos progresivos a los más acaudalados”, no es el programa de un partido de izquierda radical, es la recomendación del Fondo Monetario. También, propone impuestos “a las propiedades más costosas, a las ganancias de capital, y a los patrimonios”, siendo incluso más radical que algunas propuestas que se habían manejado en los grupos de izquierda del continente. Sigue con “modificar la tributación de las empresas para asegurarse de que paguen impuestos”. Es decir, pide ser más audaces y modificar el sistema tributario porque hay muchos ricos que han evadido los impuestos. Cierra con una sugerencia para la tributación internacional a la economía digital, apoyo prolongado a los ingresos de los trabajadores desplazados e incremento

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“Es la economía, estúpido”

Los economistas mediáticos se ocupan de vaticinar catástrofes cuando no terminan de ocurrir y victorias cuando los desastres ocurren. Por: Hache Gurvit “Es la economía, estúpido” fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (padre). Y que le sirvió para ser elegido presidente. Y es la economía lo que marca el tiempo político. Que supone ser la más científica de las ciencias sociales. O la menos exacta de las ciencias exactas. Entender los mecanismos de las fluctuaciones del mercado es como la cuadratura del círculo. No hay solución para construir un cuadrado de la misma área de la de un círculo con regla y compás. Histórico problema de la matemática que se resolvió hacia 1882. Se demostró la imposibilidad de lograrlo. Hay una economía de lo real, de la que sabemos poco y una economía para el show. Para entender cuáles son los temas que juegan para la distribución de ingresos hay que jugar con una importante cantidad de parámetros que enturbian el entendimiento. Enuncio algunos: La deuda externa. El equilibrio fiscal. Lo que ingresa y lo que se gasta. Las importaciones y las exportaciones. Los comodities. Sus valores. Los impuestos. El valor del dólar en todas sus variantes: no existe un solo dólar, ya lo sabemos, pero lo que no sabemos es que hay muchos mas tipos de cambio de los que creemos: dólar oficial, dólar oficial minorista, mayorista, dólar MEP o mercado electrónico de pagos, dólar futuro, dólar blue y todos los dólares que con la base del oficial tienen retenciones distintas (maíz, soja, etc.) El presupuesto, que es el espejo de lo que económicamente va hacerse el año próximo. Esta enumeración es una muestra de por qué la economía no es algo mágico. Y cuando se dice que la economía es contra cíclica lo que se dice es que están apegadas al modelo económico keynesiano, que considera que la política económica de un país, para salir de una crisis, se debería enfocar en el estímulo de la demanda con el impulso del gobierno. Pero no puede ser así siempre. Un estimulo de la demanda infinito lleva a la escasez de divisas para ciertos insumos que paralizarían la economía y que sufrió el gobierno de Cristina en su última etapa.Hay un juego sutil que debería aplicarse en el estímulo de la demanda. Jugar con el a la manera de la paradoja de Zenón. Consiste en que la liebre nunca alcance a la tortuga. Marcelo Gullo escribió varios libros, pero uno me parece esencial, que se titula “La insubordinación fundante” donde demuestra cómo se desarrollaron los países más desarrollados. Recorre la historia de las potencias a través de la historia: Portugal, España, Inglaterra y de la modernidad, toma como ejemplos a Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Japón y China como modelos a tener en cuenta. Simplificando, establece tres etapas: 1ra con una fuerte participación del estado con créditos, subsidios, aun en contra del déficit fiscal. 2da en la que se transforma en una empresa mixta. 3ra en donde el desarrollo de esa industria puede abastecerse sin ayuda del estado En su prólogo, escrito por Helio Jaguaribe, refiriéndose a los países que nombramos dice: “el libro nos explica cómo lograron salir de su condición periférica y se convirtieron en países efectivamente autónomos, en importantes interlocutores internacionales independientes. Conduce a una relevante discusión sobre la situación de Sudamérica y de cómo la región podrá, a su vez, superar su condición periférica y convertirse también –como lo hicieron los mencionados países– en un importante interlocutor internacional independiente”. Cabe mencionar al libro de Adam Smith “La riqueza de las naciones” de 1776, que instala la famosa frase “la mano invisible del mercado” que muy sabiamente, alguien dijo, fue escrito para advertir sobre lo que Inglaterra no debía hacer y para que lo aplicaran los países periféricos. El libro tiene una suerte de subtítulo: “Una investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones”.  Aquella famosa frase no es “todo” el libro de Adam Smith. Se la menciona fuera de contexto. No porque sea una frase señera, pero para ser honestos con Smith, a esa afirmación le agrega lo siguiente: “siempre que haya un Estado que garantice la paz y la justicia”. Esto no justifica a Smith, porque no sabemos muy bien cómo se obtienen esas garantías. Smith plantea dos curvas: una de la demanda y otra de la oferta y el punto donde coinciden, se intersecan, se corresponde con el equilibrio y el escenario “ideal”. Dicho esto, queda planteado un dilema cuya solución, como lo entiende la economía, es compleja. La Licenciatura en Economía, en la UBA, antes de la dictadura del 76, tenía otro nombre: Licenciatura en Economía Política. No resulta menor el cambio. La Economía no es una ciencia exacta y los “economistas astrólogos” pretenden que lo sea. Cuando resulta que lo que pasa no se adapta a los pronósticos ortodoxos no hay autocrítica. Se apela a algún factor que cambió, que alteró las condiciones iniciales. No es una falla del análisis, dicen, sino de las condiciones. El problema es la realidad que no se acomoda según sus predicciones. La química suele apelar a ciertas condiciones iniciales de presión y temperatura, que vaya paradoja, se pueden obtener y con suerte en un laboratorio. El adjetivo “política” adherido a la economía ensaya medidas heterodoxas, contra cíclicas. Porque es la política la que orienta acerca de lo social y, sobre el desarrollo de las sociedades, se disponen medidas económicas. No es al revés. Los economistas del show pronostican hechos y esperan a que produzcan resultados que, en la mayoría de los casos no suceden. En este momento, del tránsito de la pandemia a la postpandemia, en la economía sucede que el crecimiento que se verifica favorece a ciertos sectores, pero no a otros como jubilados, monotributistas, los trabajadores de la economía informal, docentes y otros que, quien está leyendo, podrán seguir enumerando. Está claro que la inflación deteriora aun mas el salario y en julio llegó al 3% lo que

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El capitalismo camina hacia el tecnofeudalismo

Por Alfredo Zaiat | Página/12 (24/07/2021) Alarma en las potencias occidentales y hasta en el FMI por el poder cada vez más impresionante de las grandes corporaciones Mientras la derecha política y mediática local repite eslóganes y prejuicios contra el Estado, el debate mundial apunta a fortalecerlo, ya no sólo por el papel central ocupado en la pandemia, sino para enfrentar el avance despiadado de los gigantes del mundo digital. Señales para la economía argentina acerca de la necesidad de intervenir sobre empresas que abusan de la posición dominante de mercado. Tres ideas se están debatiendo en los máximos niveles políticos de las potencias, que necesariamente deberían tener influencia en países periféricos como Argentina: 1. Las multinacionales contabilizan ganancias extraordinarias y, para financiar a un Estado que ha destinado muchos recursos para atender la pandemia, deben pagar un impuesto adicional. 2. La posición dominante de grandes empresas monopólicas u oligopólicas deriva en aumentos de precios excesivos y en ausencia de competencia. 3. El cada vez mayor poder de mercado y financiero de las grandes empresas está limitando la efectividad de tradicionales instrumentos de política monetaria, como la suba de la tasa de interés por parte de las bancas centrales para atender tensiones inflacionarias. No se trata de diagnósticos y propuestas de una plataforma de gobiernos de izquierda, sino que es la reacción de un sistema estatal que, desde su origen, estuvo aliado y, a la vez, condicionado por las corporaciones, pero ahora las firmas dominantes directamente se están independizando de ese circuito político y de control económico tradicional. Esta emancipación se expresa en la utilización de guaridas fiscales para pagar poco o nada de impuestos en los países de origen; los aumentos de precios por encima del promedio luego de eliminar por absorción a la competencia; y la abundancia de recursos financieros líquidos que hace que no les importe la estrategia monetaria de las bancas centrales. Son más grandes que el Estado La pandemia dejó al descubierto la actual fase histórica del capitalismo concentrado cuando, por primera vez, una extraordinaria crisis económica-financiera global no afectó en forma negativa el negocio bursátil. Por el contrario, el índice promedio de las principales bolsas mundiales está en niveles record, mientras las economías se derrumbaron y están tratando de recuperar lo perdido, la desocupación se ha disparado y el drama sanitario y social ha sido fulminante. Este comportamiento divergente entre la economía real y la evolución de las cotizaciones de grandes firmas es uno –no el único- factor que refleja la nueva etapa del capitalismo. En ésta se está desvinculando la histórica asociación entre los Estados y las corporaciones dominantes del sistema de organización tradicional de las fuerzas de producción. Las tres menciones arriba indicadas sobre las multinacionales sólo son la reacción del mundo político de las potencias, en especial las de Occidente, para tratar de no ver disminuida la capacidad de intervención e influencia de los Estados o, en los hechos, la pretensión de no perder importancia en las relaciones de poder. Cuál será el legado de la pandemia No deja de sorprender el análisis rústico de economistas locales, con sus habituales amplificadores, dedicados a debilitar y desacreditar el rol del Estado en la economía. Hasta la revista conservadora The Economist se hace eco de la nueva etapa y del papel central que está ocupando el Estado, espacio que aspira a preservar pese a la expansión de las corporaciones globales, en especial las vinculadas al negocio digital. En el texto «Después de la enfermedad. El largo adiós a la covid-19» se asegura que, con la vacuna, están surgiendo destellos de vida poscovid, pero se advierte que existen dos cuestiones claras. Una, que la última fase de la pandemia será prolongada y dolorosa, y dos, que la covid-19 dejará atrás el mundo conocido. Ese mundo nuevo que presenta The Economist seguiría el patrón establecido por pandemias pasadas, identificando tres cambios, definidos por el sociólogo y médico greco-estadounidense Nicholas Christakis de la Universidad de Yale: 1. La amenaza colectiva impulsa un crecimiento del poder estatal. 2. El vuelco de la vida cotidiana conduce a la búsqueda de sentido. 3. La cercanía de la muerte que trae precaución mientras la enfermedad se agita estimula la audacia cuando ha pasado. La gente se atrinchera con el Estado El artículo describe que cuando la población de los países ricos se refugiaba en sus casas durante los cierres, el Estado se atrincheró con ellos. Detalla que durante la pandemia, los gobiernos han sido el principal canal de información, los que establecieron las reglas, fueron la fuente principal de dinero en efectivo y, finalmente, se han convertido en los proveedores exclusivos de vacunas. Calcula que los Estados de los países ricos pagaron 90 centavos por cada dólar de producción perdida. Menciona que existe un vigoroso debate académico sobre si los encierros «valieron la pena, pero el legado de la pandemia del gran Estado ya está a la vista«. Apunta en forma crítica –vale recordar que The Economist es una fuente destacada del conservadurismo- que «sólo hay que mirar los planes de gastos de la administración Biden». Para concluir que «cualquiera que sea el problema (desigualdad, crecimiento económico lento, seguridad de las cadenas de suministro), un Estado más grande y más activista parece ser la solución preferida«. Hasta el FMI se sorprende del poder de las corporaciones Algo está cambiando en el marco analítico, por lo menos en la voluntad de reflexionar sobre la dinámica de la economía en la fase de la globalización pospandemia. Un reciente documento del Fondo Monetario Internacional«Taming Market Power Could (also) Help Monetary Policy», de los investigadores Romain Duval, Davide Furceri y Marina M. Tavares, explica que, ante la amenaza de la inflación, las bancas centrales de los países desarrollados están estudiando aplicar la receta conocida: subir la tasa de interés. Esta medida es lo que la ortodoxia local está reclamando que haga el Banco Central, para imitar al resto de las autoridades monetarias de la región que ya subieron las tasas. Como se sabe, el alza de las tasas incrementa la renta de inversores y encarece el crédito, una forma de restringir así la demanda y, por lo tanto, controlar los precios. Es la receta monetarista clásica. La idea de la suba de la tasa de interés, además, busca influir

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Memoria y negacionismo

Imagen: Luis Felipe Noé, La Memoria, 2006. Acrílico sobre tela, 90 x 90 cm. López Murphy insiste en debatir cifras con el objeto de banalizar el Terrorismo de Estado Por Jorge Auat y Jorge Elbaum | El Cohete a la Luna (1° de agosto de 2021) “Auschwitz no fue importante por el número de víctimas sino porque fue un proyecto de olvido”. Reyes Mate Días atrás el precandidato a diputado nacional de Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, integrante de la alianza de Juntos por el Cambio, volvió a repetir el mantra negacionista que caracteriza a la derecha local: “No hay 30.000 desaparecidos”. Ayer Darío Lopérfido y antes de ayer los propios genocidas en los tribunales, se esmeran en degradar el emblema de los derechos humanos que reconfiguró la realidad política y cultural de nuestro país. Negar un número, como lo hacen habitualmente los referentes cambiemitas, implica rebajar, impugnar la dimensión escalofriante del genocidio. Supone algo mucho más violento: pretende desvirtuar el sentido último de una cifra y al mismo tiempo debilitar la insignia de las mujeres y los hombres de los organismos de derechos humanos que instituyeron una marca indeleble en la historia. Recordar un número distintivo es parte de una política de Memoria. Esa es la razón por la que la Unión Europea sancionó en 2007 con penas de uno a tres años de cárcel a quienes “nieguen, banalicen, frivolicen o trivialicen genocidios o crímenes contra la humanidad”. El número de 6 millones de judíxs asesinados es un escudo simbólico frente a quienes buscan quitarle gravedad a la masacre que pretendió configurarse como noche y niebla, como olvido. López Murphy insulta la Memoria cuando se detiene en la aritmética de la muerte. Cuando lo hace soslaya su gravedad, su suma de dolores, sus familias rotas, su tejido social herido para siempre. Los negacionistas sólo se detienen a hablar del genocidio con una calculadora: nada dicen de quienes buscaron a sus hijos, del sufrimiento inconmensurable de las Madres, de la pérdida irreparable de los Hijos. Para los negacionistas locales el genocidio es un termómetro de números. Nunca una suma de crímenes que atraviesan subjetividades. Nunca una mujer violada. Ni un niño robado. Ni un joven atormentado. Sólo es un debate matemático de guarismos abstractos orientado a banalizar la tortura y la lucha sobre la que se construyó la Memoria. No hay Memoria cuando la culpabilidad se diluye al equiparar a víctima y victimario en una neutralidad confusa y banal de dos demonios. No hay memoria cuando se intenta despojar al genocidio de los emblemas por los cuales se hizo presencia. Walter Benjamin denomina la muerte hermenéutica a la impunidad que busca instituirse mediante la operación sistemática del olvido, de su omisión, de su banalización. Una doble muerte. Primero ejecutada sobre un cuerpo (sobre 6 millones, sobre 30.000) y luego sobre la consciencia de ese horror: para que no sea posible recordarlos, para que no hayan existido siquiera como vivos. El negacionismo repite la muerte, la convierte en saña duplicando su efecto de terror: la muerte física de la víctima y su macabra insistencia, el asesinato hermenéutico que propende a la banalización del anterior. Si se puede olvidar (relegar, desdeñar, omitir) es porque el crimen no es tan condenable. Borrar lo que pasó. Quitarle significación moral al crimen. Lo que significa en consecuencia que esas muertes no son importantes. Nada es más funcional al verdugo que la insignificancia de su crimen. Los negacionistas ambicionan un dispositivo de olvido multiforme. Rebajan la relevancia del horror a una cantidad a ser precisada. Las batallas por su visibilización (“son 30.000”) se revalorizan como paso previo a la omisión final. El debate sobre el monto de cuerpos queda así instalado en su nivel de disputa abstracta, vaciada de sufrimiento: las personas masacradas son reconvertidas en una abstracción numérica desligada de la lucha que produjo su visibilización. López Murphy busca anular el peso político de esa movilización que les dio vida simbólica a quienes habían sido desaparecidos. La etapa posterior consistirá en atribuirle a lxs detenidxs-desaparecidxs la responsabilidad de su propio calvario. En este caso el discurso vuelve a aparecer de la mano de un candidato que plastifica el status del proceso de Memoria, Verdad y Justicia para lanzarlo hacia la insignificancia. El guarismo se cuestiona para revisar el pasado genocida con un doble objetivo: hacer tabla rasa sobre las responsabilidades de los victimarios –promoviendo una reconciliación engañosa con los verdugos, que prologue el perdón– para eludir el debate de fondo sobre la barbarie del Estado terrorista. Cuestionar la cantidad estipulada como divisa simbólica es el primer paso de la maniobra. ¿Será necesaria más docencia para ayudar a comprender el sentido profundo de la Memoria? ¿Es posible seguir discutiendo cuántas víctimas dejó la dictadura como discurso de mercancía electoral? Viola toda condición ética la utilización del dolor como prenda de sufragio. ¿Qué más hace falta para conmover –hasta el espanto– que arrojar personas vivas desde los aviones? ¿Qué se necesita para consensuar el respeto frente al crimen que supone apropiarse de bebés? ¿Qué convocatoria es necesaria para exigir un mínimo de consideración frente a quienes vieron desaparecer a sus familiares y supieron de las torturas que padecieron? Ese dolor insondable se acrecienta con cada enunciación negacionista. ¿Sabrán acaso sus epígonos que negar a lxs 30.000 es una afrenta que lastima aún más la cotidianidad de las víctimas y lxs sobrevivientes? ¿Podrán entender algún día que su presencia en esas banderas de los organismos de derechos humanos les devuelve la dignidad negada por el verdugo? La Memoria es un imperativo categórico de la democracia. Alguna vez, y no hace tanto, la política se hizo cargo y le dio entidad moral. En aquel momento histórico se dijo: no hay lugar para el olvido. Fue en ese momento que se inició el camino de la Memoria, la Verdad y la Justicia. No es casual el discurso que busca instituir el olvido. Es la contracara de quienes asocian la memoria a la justicia y el olvido a la injusticia. La demanda de Justicia

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Hacerlo Todo. El Lanús. Psiquiatría Social en Villa Jardín

Por: Leonardo Rabinovich Sinopsis El Lanús fue un Servicio hospitalario que cambió radicalmente la práctica y la atención en Salud Mental en Argentina y en buena parte de Latinoamérica. Fundado en 1956 por Mauricio Goldenberg en el Hospital Evita (Prof. Araoz Alfaro en esa época) bajo el paraguas desarrollista de la Revolución Libertadora, concluyó su brillante y transformadora labor en 1976, cuando la casi totalidad de sus colaboradores fueron obligados al exilio. Comenzaron sólo cinco médicos psiquiatras y luego de menos de una década sumaban cerca de trescientos profesionales entre psiquiatras, psicólogos, antropólogos, trabajadores sociales, pedagogos, lingüistas, etc. La casi totalidad de los que actuaron allí lo hicieron sin renta alguna. Fue el primer Servicio de Salud Mental con internación en un Hospital general. Hasta ese momento sólo había monovalentes (manicomios) para tratar este malestar. Con el tiempo se fueron creando en este Servicio departamentos para cada una de las especialidades: niños, adolescentes, adultos, interconsulta, grupos, hospital de día, etc. Fue el primer espacio donde esto sucedió, su experiencia fue llevada luego a Panamá, Costa Rica, Cuba, Venezuela, entre otros países de la región. En 1969 fundan el Departamento de Psiquiatría Social, con la idea de intervenir en los barrios precariamente levantados a la vera de Riachuelo. Se asocian con las instituciones de la zona y se vuelven los articuladores de las necesidades de estas poblaciones y los Servicios del Hospital Evita (de Lanús): ginecología, infectología, neonatología, pediatría, etc. Entienden la Salud Mental, mejor dicho, el malestar que le da sentido a su práctica, como el producto de diversas causas e intentan entonces aplicarse a los padecimientos típicos de ésta área, como el alcoholismo, la depresión, la violencia familiar, pensándolos conectados, con el hacinamiento, la desnutrición, la ausencia de cloacas, la contaminación, la falta de trabajo o de educación. Se propusieron pensar y actuar sobre todas las determinaciones del sufrimiento en una época de intensa actividad y compromiso político. Todos ellos terminaron “siendo del barrio”, militaron al lado de sus habitantes, fueron junto a ellos a reclamar a la Municipalidad o la Gobernación, se incorporaron a las columnas que desde allí partieron hacia Ezeiza el 20 de junio de 1973. La frontera entre lo científico, lo moral y lo político se volvió ambigua, borrosa, imprecisa. Contar esta experiencia es mostrar esa dificultad de origen, la amalgama de determinaciones del malestar subjetivo. Una pregunta absolutamente vigente, pero que en aquél momento los profesionales se vieron compelidos y urgidos a contestar. Todo terminó con el secuestro del Jefe del Servicio y de dos de sus psicólogas, una de ellas, Marta Brea, arrastrada de una reunión de jefes de departamento dentro del Hospital, para luego ser recluida en el Vesubio antes de ser asesinada. Su cuerpo fue encontrado en una tumba común en el cementerio de Lomas de Zamora en el año 2011. Viajamos desde Puente Alsina hasta Villa Jardín, cruzando el Riachuelo que divide la Ciudad de Buenos Aires del conurbano boanaerense. Un tren, cuyo ramal ha dejado de funcionar en 2017, nos lleva hasta el barrio para adentrarnos en sus problemas de salud actuales, mientras un “ahogado” recorre el curso del Riachuelo acompañando el relato de la gesta setentista. Los problemas de salud de toda esta zona no han variado demasiado. Los niños aún crecen con plomo en su sangre, y los vertidos cloacales corren por las calles, atravesadas por canales abiertos que abandonan su contenido en el Riachuelo. El departamento de Psiquiatría social actuó allí hace ya cincuenta años.

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