Nacionales

Seccion de Noticias

Nacionales, Opinion, Portada

Resistencia vs. Depresión

Fuente: Raúl Zaffaroni | La Tecl@ Eñe Fecha: 30 de OCT 2018 Es innegable que todos los días nos bombardean noticias poco confortantes y tratamos de no leer el diario temprano para no comenzar mal el día. Es verdad que es muy desagradable saber que tenemos presos políticos –con Milagro a la cabeza-, se entrega el país a la voracidad financiera con una creciente deuda, se suscriben acuerdos que nos someten a organismos internacionales y cuyo contenido desconocemos (y lo desconocen también todos los legisladores), hay jueces que criminalizan opositores, se aprueba un presupuesto con cálculos falaces y que no promete otra cosa que miseria, que la policía infiltra anarquistas para provocar desórdenes y desarmar nuestra capacidad de movilización popular, el ejecutivo felicita y asciende a los autores de ejecuciones sin proceso, el presidente mueve jueces a su antojo en su tablero de ajedrez judicial cuyas cúpulas se lo consienten, se  persigue a jueces por el contenido de sus sentencias, los gobernadores son presionados con amenazas de recorte o retraso en la remisión de partidas, los medios monopólicos estigmatizan para preparar la criminalización judicial (lawfare  o los once principios de Göbbels actualizados), y no sería del caso seguir enunciando lo que todos vivenciamos cotidianamente, mientras esquivamos la mampostería demolida de lo que otrora fue un Estado de Derecho más o menos aceptable, con un mercado interno de consumo considerable y cierta distribución de riqueza menos inequitativa. Ahora, para detener la inflación, será necesario no tener dinero para consumir, o sea, que los seres humanos estamos al servicio de la economía y no ésta a nuestro servicio. Parece que el ideal es la inflación cero aún a costa de la vida cero. En síntesis, todo esto es resultado de la decisión de entregar nuestra Nación al poder de las transnacionales que hoy quieren vaciar todas las democracias del mundo, sin que importe si los pueblos votan por socialdemócratas, conservadores, liberales o quien sea, puesto que, cualesquiera fuesen los electos, no deberán obedecer lo que quieren quienes les votaron, sino lo que les manden acreedores autócratas de transnacionales, que gobiernan ficciones de dinero de las que no son propietarios y que en los propios países sede han privado de soberanía a sus pueblos. Desde hace quinientos años la polarización básica en nuestra región está dada entre independencia y colonialismo. Es posible llamar izquierda a cierta distribución de la riqueza y derecha a la mayor concentración, pues una sociedad colonizada trabaja para otros y nunca puede tener una discreta distribución. Pero esa denominación es inofensiva a condición de no confundirnos, es decir, siempre que seamos conscientes de que todo lo que decide nuestra distribución de riqueza se juega conforme a la polarización básica, porque nuestra posición geopolítica siempre hizo que nuestro capitalismo haya sido derivado y, por ende, sería absurdo razonar como si viviésemos los tiempos europeos de la acumulación originaria en la Revolución Industrial. Si apartamos la máscara del neoliberalismo como ideología encubridora que coopta hoy las academias, veremos que esconde el rostro de un Pennywise o de un Chuk: se trata del totalitarismo financiero mundial, en manos de los chief executives officers (autócratas neuróticos bajo estress continuo) de corporaciones transnacionales, que mantienen como rehenes y lobistas a los gobernantes de sus países sede (cuyos gobernantes otrora decidían en el marco del antiguo imperialismo neocolonial). En nuestra región practican una etapa avanzada del colonialismo, valiéndose de sustituibles títeres locales, que descartarán cuando, una vez cumplida la misión de endeudar, por su voracidad e incapacidad de gestión pierdan funcionalidad para garantizar el pago de los intereses de las deudas siderales. Al describir esto, se producen diferentes reacciones, sin perjuicio de los rasgos de personalidad como explicación psicológica, desde la interacción se ponen de manifiesto claros condicionamientos sociales. La reacción más extrema es el negacionismo frente al colonialismo que sufrimos, lo que no se explica simplistamente alegando que hay muchos fascistas. Esto último no es cierto, ante todo porque los que pululan entre nosotros no son fascistas, sino algo peor si lo hay, o sea, personalidades autoritarias propias de sujetos frustrados dispuestas a impulsar cualquier atrocidad represiva. Por suerte, no son demasiados y nunca dejarán de ser como son. El negacionismo más difundido consiste en una defensa frente a la perspectiva de una depresión, que es la que sufre toda víctima de estafa, cuya primera reacción consiste en negar su victimización y luego, cuando ante la evidencia ya no puede hacerlo, cae en depresión, porque todos nos deprimimos cuando nos damos cuenta de haber jugado el papel de tontos, crédulos o ingenuos y que otros más hábiles nos han usado. Pero hay otras reacciones a veces más preocupantes, que corresponden a quienes caen en depresión por supuesta impotencia. Nos hemos ocupado antes de estas reacciones, pero queremos ahora hacerlo con un poco más de detalle. Las reacciones depresivas son de dos tipos: (a) una es la que atribuye todo a una suerte de destino manifiesto, por llamarlo de alguna manera (los argentinos somos así, siempre nos pasa, pasamos una etapa buena y después viene esto); (b) la otra, más corriente, es la reacción de impotencia total frente al poder verticalizador (no podemos hacer nada, lo tienen todo, medios, dinero, justicia, policía, y no hay reacción, la gente sigue igual). La primera de este tipo de respuestas ignora que tenemos a nuestras espaldas quinientos años de tradición de resistencia al colonialismo, empezando por el Padre Las Casas y la resistencia de los indios, de los quilombos de esclavos fugitivos, de movimientos de liberación, de gobiernos populares, de luchas sindicales, y todo lo que sería largo enumerar y respecto de lo que no cabe menos que recomendar que revisen un poco la historia de nuestro continente y de nuestro país. ¿Y de qué han servido, si estamos como estamos? Sería la objeción del deprimido. La respuesta es obvia: para que estemos como estamos. Pero de esa obviedad no es consciente quien responde sin darse cuenta de que sin todo eso no sólo no estaría como está y tal vez, ni siquiera estaría, porque lo hubieran abortado por miseria, hubiera muerto de enfermedad infantil, le hubieran faltado proteínas en la infancia y no tendría suficientes neuronas en su cerebro, no hubiera aprendido a leer y escribir y, si es el caso, nunca

Nacionales, Opinion, Portada

AMIA atentado: El pájaro oscurece sus plumas. Apuntes sobre “Infamia” de Juan José Salinas

Fuente: Jorge Elbaum y Horacio Lutzky (1) | Iton Gadol Fecha: 30 de OCT 2018 El periodista Juan José Salinas (a) “el pájaro”, ha completado un llamativo giro en relación con su descripción e interpretación del atentado a la AMIA/DAIA. El derrotero de su “investigación” (que no es más que una suma incoherente de datos) se inicia en sus diferentes (disímiles) versiones sobre el hecho trágico que segó la vida de 85 personas. En publicaciones anteriores ha afirmado que los autores de la masacre tenían relación con grupos fundamentalistas musulmanes. Más tarde que la camioneta Trafic fue utilizada para llevar a cabo el atentado. Y ahora que los israelíes fueron autores o cómplices del mismo. En su último libro, “La infamia” pasa a sostener la autoría israelí de la masacre, incorporando como fuentes de su “revelación” a conocidos militantes judeofóbicos, interesados en culpabilizar a las víctimas de la tragedia, profundizando de esa manera en las yuxtapuestas líneas de encubrimiento encargadas de impedir el acceso a la verdad plena que merece la sociedad argentina y fundamentalmente los familiares de los asesinados. El inicio cronológico de la escritura del libro de Salinas es coincidente con una oferta realizada por él mismo a las autoridades iraníes. Este hecho quedó expuesto en una de las grabaciones autorizadas por el juez Canicoba Corral en relación con las investigaciones del atentado, que fueron difundidas tras la lamentable denuncia de Nisman y su posterior muerte: “Alejandro Khalil: Bueno, ¿qué me querías comentar hoy o decir? Luis D’Elía: No…, vino a verme Juan Salinas. Alejandro Khalil: Juan Salinas, sí. Luis D’Elía: ¿Qué opinión tenés de él? Alejandro Khalil: Y… creo que cambió un poquito Juan. Luis D’Elía: ¿Está mejor? Alejandro Khalil: Positivo. Sí, sí, sí. Luis D’Elía: Tiene un material interesante. Alejandro Khalil: Creo que me comentaste algo. Luis D’Elía: Y quiere ver si interesa. Yo le dije le voy a preguntar a Yussuf. Sí Yussuf está de acuerdo vamos a verlo a quien vos sabés. Alejandro Khalil: Sí, sí, sí. Está muy bien. Sí… sí.» Cuando Salinas fue consultado sobre el particular, no desmintió el contenido de ese intercambio. Sólo lo imputó a la tramitación de “unos pesos” para hacer “un documental” que finalmente no prosperó (2). Pero dado que Salinas “cambió un poquito”, los servicios ofrecidos a los contactos iraníes parecieron haber sido de suficiente interés como para reconfigurarse en formato de publicación gráfica. De hecho, “Infamia” termina afirmando la hipótesis de que el atentado a la AMIA/DAIA en realidad fue perpetrado por israelíes, descartando cualquier elemento de participación islámica en el mismo. Según uno de los integrantes de la delegación que concurrió a la República Islámica de Irán en 2007, el “pájaro” escribió ese libro a pedido de Teherán, que habría financiado su “investigación”. Según esa misma fuente, que por ahora guardaremos en estricta confidencialidad, se explicaría el rotundo cambio de conjeturas que atraviesan sus textos. Invitación de Juan José Salinas a la presentación de su libro “Infamia” Si se salvaron, ergo, son sospechosos El opúsculo de Salinas cita como supuestas fuentes válidas las conspirativas argumentaciones de conocidos nazis, y negacionistas como Norberto Ceresole y José Petrosino, olvidando que el primero de ellos fue un activo operador de Mohamed Alí Seineldín y Aldo Rico. Ceresole, además fue expulsado de la República Bolivariana de Venezuela por entablar una polémica (curiosamente) vinculada al atentado de 1994. En esa oportunidad el canciller de Caracas, José Vicente Rangel –quien tiempo después llegaría a ser el vicepresidente de Hugo Chávez—fundamentó la expulsión de Ceresole por el contenido “asqueroso y despreciable” del libro publicado en 1996 por el argentino, titulado “Terrorismo y fundamentalismo judío”. En ese libelo, publicado en 1996, el que fue el asesor de los carapintadas sostenía que los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA en Buenos Aires habían sido obra de organizaciones judías fundamentalistas. El siguiente párrafo, del elogiado por Salinas en su libro Infamia muestra a las claras el tenor de rigurosidad de sus fuentes. La sustitución de la realidad es la condición de existencia del judaísmo. A lo largo de la historia se produjeron innumerables ejemplos de falseamientos de los hechos, como el más significativo de todos: la construcción del Mito del “Holocausto”. Pero por el momento nos interesa ubicar esa metodología sustitutoria en el núcleo de la cuestión judía en la Argentina. Toda la actividad de Inteligencia desarrollada por los judíos (comunidad residente, lobby judío-norteamericano y Estado de Israel) a partir del segundo de los atentados terroristas es una típica actividad de sustitución de realidad. (3) Aquella no fue la única vez que Ceresole fue expulsado de Venezuela. En una oportunidad anterior, fue invitado por las autoridades venezolanas a abandonar el país, en 1995: en esa ocasión el destierro se fundamentó en las reiteradas manifestaciones de apoyo a los golpistas carapintadas (4), La catalogación de “asqueroso y despreciables” del entonces canciller Rangel y la desautorización del propio presidente de Venezuela (Chávez) acerca del (inexistente) asesoramiento de Ceresole, aparecen como curiosamente omitidas en las casi diez páginas que le insume a Salinas el panegírico alabatorio del ideólogo carapintada, con quien sin embargo coincide en sus hipótesis centrales. (5) Presentación del libro Infamia en el portal que administra Salinas, “Pájaro Rojo”. La publicación de Salinas aparece como repleta de datos supuestamente objetivos articulados en forma claramente carente de logicidad, con el único interés de victimizar a las víctimas, bajo una intencionada pátina de rigurosidad. Una de las aseveraciones más disparatadas remite a que es el Shin Bet (organismo de inteligencia dedicado a la seguridad dentro de Israel y los territorios ocupados de Palestina) el encargado de la protección de las embajadas israelíes en el exterior, cuando es de público conocimiento que esa función es cumplida por una sección del Mosad ligada específicamente a la protección del cuerpo diplomático zabra. La disparatada “Infamia” llega a postular como una de las evidencias centrales (de su tesis) el hecho que determinados empleados del edificio de Pasteur lograron esquivar la muerte gracias a que habían sido informados previamente

Economia, Nacionales, Portada

Subdesarrollo desequilibrado

Fuente: Ricardo Aronskind | El cohete a la luna Fecha: 21 de OCT 2018 Hace ya muchos años, el gran economista Albert Hirshman formuló la estrategia del “desarrollo desequilibrado”, en el que planteaba una audaz y al mismo tiempo realista visión sobre la complejidad de la lucha por el desarrollo. Entendía que ese proceso no se daba en forma armónica y prolija, sino que encontraría muchos cuellos de botella, desórdenes temporarios en el crecimiento de diversas áreas económicas, eventuales desequilibrios macroeconómicos, pero que esa podía ser la forma concreta de romper la inercia del subdesarrollo. Los desequilibrios que surgieran en ese proceso, podrían ser reparados en la medida que la estrategia general fuera dando los frutos en materia productiva y de recursos disponibles. De alguna forma se instaba a aceptar como parte de la realidad los desequilibrios y avanzar sin miedo hacia las transformaciones necesarias de la estructura productiva. Los integrantes de la cúpula del actual gobierno argentino seguramente no leyeron a Albert Hirshman, pero parecen haber adoptado una estrategia exactamente inversa a la del gran teórico del desarrollo: la del “subdesarrollo desequilibrado”. El objetivo sería acumular tantos desequilibrios como sean posibles, en un sendero que aleje cada vez más a la economía nacional de la posibilidad de desarrollarse. Basta ver los números básicos de la economía para comprender a qué nos estamos refiriendo. El desequilibrio entre las posibilidades productivas y la demanda se refleja en el uso de la capacidad instalada industrial, que ya está cayendo al 60% y sigue su camino descendente. El desequilibrio entre la gente que desea trabajar y los puestos que ofrece el mercado se observa en el incremento del desempleo, que ya bordea los dos dígitos y es mucho peor aún en zonas densamente pobladas, con tendencia a acelerarse. El desequilibrio entre el dinero que la economía productiva requiere para funcionar y la cantidad de moneda que suministran las autoridades establece una tasa de interés por arriba del 70% anual, lo que empuja a las tasas que abonan las grandes empresas a las cercanías de un insoportable 90% anual, una completa asfixia crediticia. Los desequilibrios entre los ingresos de los agentes económicos –tanto individuos como empresas— y sus deudas no cesan de expandirse: las quiebras y cortes en la cadena de pagos se incrementan y llevan a otras empresas a dificultades que desmoronan sus resultados, mientras sectores masivos de la población se están endeudando para solventar gastos corrientes, en una carrera imparable hacia la cesación de pagos individual. Los números de la inflación mayorista de septiembre, del 16% mensual —equivalente a las proyecciones anuales del gobierno para todo el año 2018—, no revelan un desequilibrio entre la oferta y la demanda, ya que la demanda se está desmoronando. Muestran el desequilibrio de poder en el mercado, entre los grandes formadores de precios y los usuarios y consumidores, que propicia el actual gobierno empresario. Los casi 60.000 millones de dólares de las reservas vendidos desde 2015 para “atesoramiento” empresarial o individual, reflejan un enorme desequilibrio entre las necesidades públicas de aplicar esas divisas para fines sociales (inversión productiva, reconversión tecnológica o mejoras en la calidad de vida de las grandes mayorías) y el destino concreto que le da una reducida minoría social a recursos que son obtenidos mediante el endeudamiento colectivo. La incertidumbre y la falta de confianza reflejados en la prensa económica internacional en relación al destino de la gestión macrista, son producto del desequilibrio que existirá el año próximo entre la demanda de dólares que afrontará la economía nacional (los intereses a pagar por un endeudamiento acelerado son uno de los componentes principales), y la capacidad de generar esos dólares por parte de una economía que no realizó inversiones para diversificar sus exportaciones. Ante este conjunto de desequilibrios en continuo proceso de agravamiento, en buena medida generados por sus propias políticas, el gobierno se afana por lograr transitoriamente el equilibrio en un único mercado, el del dólar, esperando que eso le permita lograr el otro equilibrio prometido para 2019: el equilibrio presupuestario. Lo inocultable es que para tratar de resolver los desequilibrios que es capaz de identificar, el gobierno está adoptando medidas que profundizan todos los otros desequilibrios productivos y sociales. Reduccionismo neoliberal La pobreza del razonamiento neoliberal, que es el trasfondo de la acción de Cambiemos y de todas las decisiones del presidente Macri, está expuesta frente a la sociedad. La secuencia liberalización de todo-generación de confianza en los mercados-lluvia de inversiones-prosperidad, ha resultado en un severo retroceso económico general, prolijamente disimulado por los principales medios de comunicación y por los adoctrinadores económicos profesionales que los habitan. Analicemos la secuencia mágica del neoliberalismo vernáculo. La liberalización cambiaria condujo a los gigantescos déficits externos, tanto por el atraso cambiario debido al ingreso masivo de capital especulativo atraído por el irresponsable jueguito de las LEBACs, como por los egresos en comercio, turismo y fuga que lo siguieron. En la práctica significó la transferencia del poder regulatorio sobre el valor de la divisa a los grandes actores privados, tanto exportadores como financieros. Liberalización también es la “zona liberada” de los precios mayoristas y minoristas que implica en la práctica favorecer y premiar al poder de mercado de los monopolios productores y distribuidores para incrementar su rentabilidad a costa de los consumidores. La liberalización en materia de precios supone que todas las excusas son válidas y todas las exageraciones y abusos son admisibles: se puede aumentar precios por los costos, por los salarios, por el dólar, por la tasa de interés, y porque puedo hacerlo. La confianza en el gobierno macrista no fue económica, sino política. Los grandes grupos empresariales locales, los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea, los fondos de inversión globales, creyeron y apostaron políticamente por este gobierno y lo sostienen, pero sólo invierten en negocios de altísima rentabilidad garantizada por el Estado. Sin la influencia militante de Estados Unidos, el FMI no hubiera tolerado las constantes violaciones a los acuerdos protagonizados por la actual gestión. Sin el apoyo empresarial local, los grandes

Nacionales, Politica, Portada

Un mensaje ecuménico

Fuente: Washington Uranga | Página 12 Fecha: 21 de OCT 2018 El acto que tuvo por escenario la Basílica de Luján tiene que ser comprendido como parte del proceso de acumulación de fuerzas del sector obrero nucleado en el recientemente creado Frente Sindical para el Modelo Nacional y sectores políticos afines. La convocatoria tuvo características ecuménicas, según lo definieron los organizadores, y los mensajes apuntaron también a múltiples destinatarios. Al gobierno sin duda. Hugo Moyano fue explícito al respecto: “Ojalá que el Presidente escuche”. El arzobispo Agustín Radrizzani eligió referirse “al modelo”, sin mencionar al gobierno. El acontecimiento en sí mismo y algunas de las declaraciones de los dirigentes apuntaron hacia el resto del movimiento obrero: aumentaron la visibilidad del nuevo espacio que pretende aumentar su base de sustentación en todo el escenario sindical. Formalmente la dirigencia de la CGT no adhirió a la convocatoria pero, liderados fundamentalmente por Smata y Camioneros, hubo gran cantidad de organizaciones sindicales presentes. También movimientos sociales diversos. Omar Plaini fue el encargado de subrayar el abanico de los presentes señalando que allí estuvieron “todos los sectores, sindicatos, intendentes, movimientos sociales, pequeños comerciantes”. Una iniciativa obrera que concita apoyos de otros sectores frente a desafíos comunes. También la oposición fue aludida. El pedido por “un acuerdo social de todos los sectores en defensa del trabajo” fue dirigido a “oficialismo y oposición” para que  “cambien este modelo económico que pone en peligro la paz social”. Los reunidos en Luján también estarán manifestando frente al Congreso cuando se discuta el proyecto de presupuesto en cuya aprobación o no tendrán un rol importante los legisladores opositores. Tal como se había acordado no hubo banderas políticas partidarias. A pesar de ello entre los políticos la presencia mayoritaria fue de dirigentes del peronismo de diferentes corrientes. El carácter “ecuménico” de la convocatoria habilitó la participación de representantes de distintos credos religiosos, pero no así de la izquierda política como podía suponerse de antemano. No faltó tampoco un mensaje para los jueces. “Sufrimos un Poder Judicial que cree que hacer justicia es desechar la presunción de inocencia”, se escuchó en la lectura del documento que había sido acordado entre los organizadores. Desde la Iglesia -sin cuya voluntad institucional habría sido imposible realizar el acto en el escenario que se eligió- se optó por un punto de equilibrio que, a la vez que dejara en evidencia el respaldo a los reclamos, le permita a los obispos seguir jugando el papel de garantes del diálogo social. Se evitó la sobreactuación eclesiástica y por eso no hubo presencia masiva de obispos y el encargado de la vocería episcopal fue el titular de la diócesis local, Agustín Radrizzani. Evitando el tono confrontativo el arzobispo de Mercedes-Luján pronunció sin embargo algunas frases que resonaron cuando apuntó a la capacidad de organizarse que tiene el pueblo para lograr “un auténtico cambio”. A buen entendedor… También dijo que “la Iglesia no quiere ser ajena” y recordó que sus pastores, y los de otras religiones, “acompañan a los pobres”. Y como no podía ser de otra manera, la figura del papa Francisco estuvo también rondando sobre el escenario de Luján. Porque cuando se mencionó al Papa los aplausos surgieron de la multitud presente. Pero también porque fue aludido por Radrizzani quien se apoyó en ideas fuerzas del magisterio de Bergoglio al hacer su intervención. El arzobispo alentó la construcción de una “alternativa humana a la globalización excluyente” y denunció “un sistema de avaricia, el sistema financiero en su máxima expresión”, dos de los temas centrales en la prédica social de Francisco.

Economia, Nacionales, Portada

El plan económico avanza

Fuente: Carlos Heller | Suplemento Cash Fecha: 21 de OCT 2018 Desde hace tiempo sostengo que, desde el punto de vista de lo que ha pretendido el gobierno desde su inicio, el programa económico logra sus objetivos. Hasta lo confirman los funcionarios del gobierno. Nicolás Dujovne acaba de expresar en una entrevista: “Este gobierno tuvo un norte muy claro desde el inicio (de) lo que quería con la economía, lo instalamos como proyecto y del cual no nos separamos nunca”. El ministro de Hacienda ratificó que hasta que no se alcance un dígito de inflación, está decidido que “la Argentina va a continuar con una política muy firme de control de los agregados monetarios”. Ante la aseveración de un periodista, acerca de que varios economistas ven a este esquema recesivo, Dujovne respondió: “Reanclar las expectativas de inflación es un factor que propende a la reactivación económica”. El problema, creo, es qué cantidad de empresas sobrevivirá y hasta dónde caerá el nivel de actividad económica cuando ese “reanclaje” se produzca. Un reanclaje que puede demorar mucho, teniendo en cuenta los aumentos tarifarios y de combustibles que restan, y a pesar de la limitación al aumento de precios que trae aparejada la recesión. Mientras, los encuentros y comunicados de los grupos concentrados ratifican el apoyo a las políticas del gobierno, aunque expresen sus reclamos por las altas tasas de interés, la baja del consumo, y el aumento de las retenciones a las exportaciones. En estos días estuvo en el candelero el 54º Coloquio de Idea, pero cabe considerar el comunicado del Foro de Convergencia Empresarial de principios de octubre: apoya el equilibrio fiscal, “a lograrse mediante una reducción del gasto improductivo nacional, provincial y municipal”. Conociendo sus pensamientos, podría considerarse que para este agrupamiento los gastos improductivos del Estado son los previsionales, de asistencia social y ciencia y tecnología, entre otros. También la adhesión que expresó la Asociación de Bancos de la Argentina, constituida por los bancos de capital extranjero: “Los cambios anunciados en política monetaria se focalizan en el control de la inflación y se ajustan adecuadamente a las características de nuestra economía”. El “éxito” no es lineal. Siempre hay ligeros desvíos respecto al plan original y cambio de formas. Por ejemplo, se pasó de las incumplibles metas de inflación, a la dura política de agregados monetarios y altísimas tasas de interés. Pero en lo esencial se va cumpliendo la hoja de ruta que impulsan los CEOs de las empresas más importantes, y que ahora controla el FMI. La reducción de la pobreza y el cuidado del empleo siempre quedan para más adelante. El plan de ajuste tiene un efecto perjudicial en la mayor parte de la sociedad, aunque hay sectores que reciben tal impacto minimizado, como en el caso de los cambios en las retenciones, que el gobierno se esforzó por aclarar que son “temporarios” y con un valor fijo en pesos. Además de los sectores agrícolas concentrados, también el sector energético es uno de los grandes beneficiados. Volviendo a los dichos de Dujovne: “Vamos a salir fortalecidos respetando los contratos en el sector energético, aún con marcos regulatorios dolarizados”. En el caso de la nueva fórmula de ajuste de las jubilaciones, y del recálculo de las sentencias de los jubilados para adelantar su pago, no importó “el respeto a los contratos”. La doble vara de siempre. La permanencia del ajuste tiene su correlato en el proyecto de Presupuesto 2019 y en las definiciones del FMI. En un reciente informe, el Fondo afirma que hay que poner a la deuda pública en una trayectoria sostenible. No se está refiriendo sólo al déficit primario cero, al que se apuntará el próximo año, sino al financiero, del orden del 3,0 por ciento. Es el cálculo que suele utilizarse en los países centrales, que indica que el superávit fiscal tiene que alcanzar para pagar también los intereses de la deuda pública (algo que no sucede con el actual “déficit primario cero” del Presupuesto). Países como Grecia han padecido grandes sufrimientos en el intento. El ajuste fiscal es de largo aliento y el éxito del programa sólo beneficiará a unos pocos.

Nacionales, Opinion, Portada

La bomba H

Fuente: Adrián Murano | TiempoAr Fecha: 21 de OCT 2018 El gobierno que chocó la economía acelera el naufragio con un patético culebrón político-judicial. «Yo ya estoy curtido, por mí pueden seguir, pero no controlo a mi mamá», dijo el ministro de Justicia, Germán Garavano. El motivo: la madre del funcionario amagó con denunciar a Elisa Carrió por los «ataques televisivos» de la diputada contra su hijo. El episodio es tan inofensivo como el pedido de juicio político que Carrió presentó contra el ministro, pero contiene una revelación: la descomposición de Cambiemos va más rápido que el calendario electoral. Aunque no hay fecha fijada, si se mantiene el esquema vigente las presidenciales deberían realizarse en el penúltimo fin de semana de octubre de 2019. Exactamente dentro de un año. Una eternidad para los –cada vez más– argentinos que viven al día, víctimas de un programa económico que activó la temida bomba H: la hiperinflación. La palabra maldita ya fue asentada en sus balances por multinacionales que operan en el país. La primera en mencionarla fue Telefónica. En un documento presentado a sus inversores, el grupo español señaló que «los datos sugieren que la inflación acumulada de los últimos tres años ha superado 100%, referencia establecida por la NIC 29». La sigla remite a la Norma Internacional de Contabilidad que se utiliza para los balances trimestrales y anuales de las empresas que cotizan en bolsa. La NIC 29 es el apartado que identifica a las economías que cursan un proceso de hiperinflación. Otras multinacionales que incluirán la sigla en sus balances son Danone, Unilever y Carrefour. Los argentinos, por cierto, no necesitan leer documentos de empresas extranjeras para saber que cada vez le sobran más días del mes al sueldo. Con precios que en el último año treparon por encima del 40%, e ingresos que con suerte perderán 20 puntos frente a la inflación, llegar a fin de mes se convirtió en una odisea. En otros tiempos, por mucho menos los sectores medios empobrecidos (o en vías de) hubiesen blandido sus cacerolas. Hoy, en cambio, las quejas se ahogan en el océano de las redes sociales. Suerte a medias para Macri: por las redes evita las cacerolas –que atraen a la tele–, pero en las redes las quejas se viralizan y acumulan, conformando un polvorín. ¿Es acaso ese creciente malestar lo que llevó a Carrió a tensar la cuerda interna? ¿La denuncia contra Garavano inició su desacople de un gobierno que se desmorona? La diputada tiene una larga tradición en esa práctica. Antes de Macri, Carrió abandonó o rompió todos los espacios políticos que conformó. Y con la misma excusa: su pretendida integridad moral. Puro teatro. Si de verdad sintiera alergia por las fortunas de origen sospechoso, Carrió jamás se hubiera acercado a un miembro del Clan Macri, a quien ella misma calificó de «mafia». Todo lo que ahora critica –los Nosiglia, Angelici, Caputo y Arribas, entre otros– ya estaban al lado de Macri cuando ella firmó su sociedad con el creador del PRO. ¿Le alcanzará el entrenado acting de fingir demencia para convencer al electorado de que recién ahora se enteró? Quién sabe: con la sugestión mediática adecuada, el vidrio molido sabe a miel.   Notas relacionadas:   El plan Lilita     Conte Grand y Carrió, una dupla al ataque     

Nacionales, Opinion, Portada

Los trabajadores en la mira

Fuente: Edgardo Mocca | Página 12 Fecha: 21 de OCT 2018 No es un invento del firmante de esta nota. Lo dijo Macri. “Cada uno tiene que cobrar lo que corresponde”,sostuvo el presidente en la inauguración de un parque eólico en la provincia de Chubut. “Nadie puede pretender cobrar más de lo que vale su trabajo porque deja a cientos de miles de argentinos sin trabajo.” El salario, argumentó además, es una parte de la “logística” de las obras. Pasó como pasa todo actualmente en este país sin merecer mayores comentarios ni reflexiones. Sin embargo, en esas palabras está la clave ideológica de este gobierno y su presidente. El lugar del trabajo y de los trabajadores es una clave central de la conformación histórica de la Argentina contemporánea. Perón entró en la historia por sacar de la oscuridad esta elemental premisa. Por recogerla de la historia del sindicalismo anarquista, socialista, comunista y socialcristiano. Por comprender que la negación de los derechos obreros era la causa principal de las grandes destrucciones, de las guerras civiles y la decadencia de las naciones. Ese impulso solidario constituye el elemento fundamental de la cultura política argentina contemporánea y fue el objeto principal a destruir por las agendas represivas y terroristas de las dictaduras durante los últimos 50 años de historia. La solidez material y moral de los movimientos de los trabajadores es una diferencia específica de nuestra historia. La baja del salario es el principio básico de la plataforma nunca escrita de la política oligárquica en el país. Es la clave de la “competitividad”, de la conquista de un lugar en el mundo, del equilibrio de las cuentas fiscales y hasta de la “armonía social”. Se necesita disciplinar la mano de obra argentina para ser un país ordenado, para terminar con los piquetes que obstruyen las calles, para ser un país normal, como lo son aquellos que no ponen en discusión la superioridad moral del capital sobre el trabajo. Hay en la oligarquía nativa envidia por el modo en que resolvieron este problema algunos países cercanos. Chile, por ejemplo, donde la dictadura pinochetista tuvo éxito en una reconstrucción material, cultural y moral que borró por muchos años la herencia de Allende y de la Unidad Popular. Mientras que aquí la politiquería de comité –incluida en ella buena parte del personal de las dictaduras cívico-militares– terminó siempre negociando con políticos y sindicalistas y conviviendo con la cultura populista. Macri es hoy el exponente principal de este diagnóstico político. Es esa su obsesión principal, el eje que organiza su utopía individualista, anti solidaria, falsamente meritocrática puesto que no se puede llamar mérito a la herencia familiar defendida con represión, persecución y muerte como ha sucedido de modo recurrente en nuestra historia. Por eso el apellido Moyano simboliza hoy la roca dura que el gobierno quiere horadar de una vez y para siempre. Los dirigentes sindicales que portan ese apellido merecen muchas críticas de las que esta página no se ha abstenido. Pero el lugar político y estratégico de los Moyano se explica por circunstancias irreductibles a las conductas que suelen ser objeto de esas críticas, dos de ellas fundamentales: la fuerza material del sindicato de camioneros – unida a su peso en la vida pública del país, en “la calle”– y la consecuencia de estos dirigentes en su defensa, que incluye la invulnerabilidad ante las amenazas del poder. Ese apellido tiene hoy un significado concreto : es la representación del país que no tiene miedo al apriete político, mediático y judicial. Y ese significado es cardinal en la etapa que viene porque el gobierno ha perdido toda capacidad de atraer esperanzas populares. Le queda la publicidad y el látigo. Y no hay estrategia de marketing que pueda sobrevivir a lo que hoy es una evidencia: lo que queda del período de gobierno asoma como un tiempo de sufrimientos para la gran mayoría de los habitantes de este país. De modo que es altamente probable que el poder político se vaya desplazando hacia una mayor centralidad del ministerio de seguridad. Por su parte, el juez Carzoglio ha producido un hecho trascendente: se ha opuesto a un nuevo abuso judicial macrista y no dio la orden de detención a Pablo Moyano. Se colocó así en el ojo de la tormenta; rápidamente se desató la jauría periodística contra su persona y con la misma rapidez el procurador de Vidal lo amenazó con el procesamiento por falso testimonio. Estos hechos son relevantes. Porque son un palo en la rueda del más grande ataque contra el estado de derecho desde 1983, que consiste en convertir a uno de los poderes de la república en una agencia de persecución, provocación y hostigamiento de la vida política democrática. Después de la decisión de este juez tienen otra potencia muchas voces de dentro y fuera del poder judicial que vienen impugnando el atropello autoritario. Y empieza a aparecer la inquietud en la corporación judicial sobre la suerte que puede esperar a algunos de los alfiles principales del macrismo en su tarea de someter al poder judicial a sus arbitrios, que consisten en despejar la ruta para el triunfo de un proyecto neocolonial en el país. La relevancia del hecho consiste también en que los objetos de la persecución provisoriamente desbaratada son referencias principales del movimiento obrero. Y esto en tiempos en que uno de los filos de la contrarreforma judicial de facto que está en marcha apunta a debilitar el fuero laboral con el fin de producir desde  los fallos judiciales las reformas legales para las que no han conseguido mayorías parlamentarias. En suma, el trabajo está en el centro de la escena política argentina. Macri lo ha puesto allí con la insólita frase mencionada al comienzo de esta columna. Como un contra homenaje al aniversario número 200 del nacimiento de Karl Marx, la frase presidencial deroga por decreto la teoría de la plusvalía. Desde ahora sabemos que las patronales, cuyo lugar en el mundo es la beneficencia, han estado contratando trabajadores aun

Nacionales, Opinion, Portada

El facho de al lado

Fuente:  Luis Bruschtein | Página 12 Fecha: 20 de OCT 2018 Intolerancia y violencia, los nuevos invitados del macrismo, no tan lejos de Bolsonaro, son mensajeros de la sociedad que se avecina. El chofer que fue detenido en Ezeiza por el cartel “Pan para el mundo”, el juez y el abogado que fueron agredidos por policías en Mar del Plata porque estaban en “actitud sospechosa”, las chicas del Pellegrini que fueron encerradas por los patovicas del boliche Mandarine Park por llevar pañuelos verdes y el grupo de supuestos padres que irrumpió en la escuela número 8 de La Plata para impedir que se dictara la materia de educación sexual fueron noticias secundarias que aparecieron esta semana desparramadas en las páginas interiores de algunos medios o circularon por las redes. Aparecen como hechos secundarios, pero están en el corazón de la sociedad autoritaria, intolerante y regresiva que comienza a instalarse a partir del discurso neoliberal traducido por el amarillismo excluyente de los medios oficialistas y las campañas informáticas. Fue chistoso que mandaran al chofer a buscar a dos miembros de una ONG internacional denominada “Pan para el mundo” y que lo detuvieran para interrogarlo por sospechoso de subversión. Pero no fue chistoso. En Mar del Plata, Claudio Spinelli trató de defender a un hombre que había sido interpelado y maltratado por los policías Héctor Gutiérrez y Daniel Salerno. Y Spinelli terminó aplastado en el suelo, con el brazo retorcido mientras lo esposaban. Entonces intervino el juez laboral Humberto Noel que se encontraba allí por casualidad. El juez llamó la atención de los policías porque Spinelli es un conocido abogado local. Y los policías, al igual que las personas que se encontraban en el lugar, insultaron al juez. “Corrupto”, “garantista”, “vergüenza de la Nación”, le dijeron a coro. En el boliche Mandarine Park, en la CABA, se iba a realizar una fiesta de egresados. Cuatro chicas, dos de ellas menores, fueron interceptadas por los gorilas de la puerta y encerradas en un cuarto donde fueron maltratadas mientras los tipos reivindicaban a la dictadura. El ultraje a las pibas, estudiantes del Carlos Pellegrini, fue porque llevaban el pañuelo verde en sus mochilas. En La Plata, un grupo de personas con el pañuelo celeste intentó interrumpir por la fuerza las clases en la escuela media Pedro Benoit para impedir que se impartiera la materia Educación Sexual Integral. Fueron interceptados en el patio y retirados hasta la puerta por alumnas y profesores, con los que discutieron. “Si sos mujer, tenés vagina y si sos hombre tenés pene, andá al baño a mirarte”, le dijo un hombre a una piba que le discutía. “Vamos a perseguir a los aborteros como se persigue a los narcotraficantes”, dijo otro en medio del griterío. Son señales de algo que está sucediendo en la sociedad. Hacía mucho tiempo que estas situaciones no se veían en un país que vivió tiempos de dictaduras durante las que se medía el largo de las polleras de las chicas y del pelo de los varones. Una sociedad cuya policía se dedicaba a allanar hoteles para sorprender a maridos o esposas infieles y donde se iba preso por dejarse la barba, el pelo largo o simplemente por no llevar el documento de identidad. El país de los prejuicios, de los guardianes de la moral y los hipócritas, que es el país de la violencia y el atraso de las dictaduras militares. Hubo treinta años donde el país se esforzó por poner distancia de esas aberraciones cavernícolas y ahora están aquí, naturalizadas, imbricadas en un sentido común hegemónico que otorga ese poder arbitrario a la represión porque todo su esquema se organiza alrededor de esa idea de orden maniatado y amordazado. Los hechos se produjeron en una semana donde la opinión pública –incluyendo a los macristas de Cambiemos– se escandalizó por situaciones similares generadas en Brasil por simpatizantes del candidato ganador de la primera vuelta, el fascista Jair Bolsonaro. Es gracioso cómo a la derecha argentina le molesta verse reflejada en la imagen de Bolsonaro, al punto de que un columnista de La Nación no pudo reprimirse y, para evitar cualquier equívoco, afirmó que la Bolsonaro argentina es Cristina Kirchner cuando, a todas luces, es lo opuesto, pero también es lo opuesto a ellos, lo cual los pone a ellos junto al fascista del país hermano. El kirchnerismo (y el peronismo en general) es un espejo que les devuelve una imagen que no les gusta. Les agrada imaginarse modernos, democráticos, campeones de la tolerancia, y algunos hasta como progresistas, pero ese espejo los desnuda como lo que son. Se dice con bastante razón que no hay que abusar del término fascista. Pero es difícil encontrar otra palabra para calificar a un tipo que avala la tortura y las dictaduras militares, que considera inferiores a los negros y las mujeres y que prefiere a sus hijos muertos antes que homosexuales. También se dice que la mayoría de las personas que votaron a Bolsonaro no son fascistas, pero lo serán a medida que el poder político y mediático vayan naturalizando ese discurso. Así pasó en Italia y en la Alemania nazi. Hay una tendencia a la derechización en todo el mundo, salvo pocas excepciones que resisten a esta nueva noche de la humanidad caracterizada por una restauración conservadora que provoca grandes cataclismos económicos y profundas desigualdades. Pero es cierto que muchas de las personas que votaron a Bolsonaro todavía no son fascistas. Se dice también que el aterrizaje de los gobiernos conservadores se debe a los límites de los gobiernos populares que los precedieron y a la falta de sensibilidad o capacidad para dar respuesta a reclamos muy instalados en la sociedad sobre la corrupción y la seguridad. Pero esos reclamos constituyen solamente una parte de la realidad. Los gobiernos del PT en Brasil impulsaron políticas de salud, educación, vivienda y distribución de la riqueza que duplicaron la clase media y sacaron a millones de personas de la pobreza en un fenómeno que nunca antes se había

Nacionales, Politica, Portada

Moneda Falsa

Fuente: Horacio Verbitsky | El Cohete a la Luna Fecha: 07 de OCT 2018 ¿Qué hacía Bonadío de sobremesa con Eskenazi en La Pecora Nera? Las fotos no son de buena calidad y están tomadas desde más lejos que las del encuentro entre Fabián Rodríguez Simón y Martín Irurzun, pero no tienen menos valor. El encuentro ocurrió en el sofisticado restaurante La Pecora Nera, de Recoleta. Los contertulios son el Doctor Glock y el empresario Sebastián Eskenazi. La semana pasada, el diario La Nación consideró “curiosa” la ausencia de los Eskenazi en la causa de las fotocopias de los cuadernos. La observación pertenece a Carlos Pagni, quien tiene una larga historia de antagonismos con Sebastián Eskenazi y su padre, Enrique, que incluyó filmaciones clandestinas y denuncias cruzadas. Para la diputada cívica libertadora Mariana Zuvic, “Eskenazi es Kirchner”. Su protectora, Elisa Carrió, afirma que en la nómina de los encuadernados faltan Enrique Eskenazi y Jorge Brito. En su edición de junio, la revista de negocios Forbes mencionó a Enrique Eskenazi y sus hijos entre las mayores 13 fortunas del país. Sólo son precedidos por Paolo Rocca y familia con 9.700 millones de dólares, Alejandro Bulgheroni, Gregorio Pérez Companc, el desarrollador inmobiliario Jorge Pérez, Eduardo Eurnekian, la familia Werthein, Edith Rodríguez de Rey (de Pluspetrol), los empresarios farmacéuticos Sielecki, Roemmers, Hugo Sigman y Silvia Gold; Marcos Galperín, Javier Madanes Quintanilla y Jorge Brito.  Con 1.300 millones de dólares, los Eskenazi figuran empatados con los Braun, del Banco Galicia y La Anónima, y por encima de otros 36 potentados. Entre ellos los aceiteros Vicentín y Urquía, Héctor Magneto, Luis Pagani, los hijos de Ernestina Herrera de Noble, los Macrì, Nicolás Caputo, los Born, los Blaquier, los Miguens, Alfredo Coto, Alfredo Román, los Bagó, Marcelo Mindlin, Alfredo Tabanelli, los Garbarino y Amalita Amoedo. El viernes 5, Bonadío indagó a Paolo Rocca, quien negó hasta lo que había admitido en un foro empresarial. Según Forbes, los Eskenazi ganaron posiciones en el escalafón de las mayores fortunas del país a partir de la década de 1990. “A través de Petersen Inversiones, tiene el 70% del Banco de San Juan, mediante el cual domina otros tres bancos provinciales, entre ellos, el Nuevo Banco de Santa Fe y el de Santa Cruz. A su vez, es dueño de Petersen Thiele & Cruz, la constructora donde mutó de ejecutivo a dueño en los años ’80 y a partir de la cual empezó a construir su actual patrimonio”. La propiedad real de ese conglomerado se discute desde hace exactos 25 años, cuando revelé en un recordado diario porteño que el paquete mayoritario de la constructora había pasado a manos de Laura Sammartino de Dromi, quien contrató luego a los Eskenazi como apoderados para que el cambio de titularidad no fuera evidente. En su columna dedicada a la causa que Bonadío instruye a la ex Presidente CFK, Pagni mencionó la ansiedad por determinar “dónde está la plata” de las supuestas coimas. Para el ministro de Transporte Guillermo Dietrich, “Cristina personalmente robó” una suma que estimó en 200.000 millones de dólares, una cifra fuera de escala con la magnitud del Producto Bruto y la totalidad de la inversión en obra pública entre 2003 y 2015, que apenas superó la mitad de esa cifra. La cuenta no cierra, así no se hubiera construido una escuela, un hospital o un kilómetro de ruta y todo el presupuesto hubiera sido apropiado por los gobernantes. De allí la desesperación de todos los operadores oficiales y oficiosos por encontrar la ya mítica ruta del dinero K, y que una y otra vez se topan con los negocios turbios M. Según Pagni, “quienes pueden saberlo son los Eskenazi, a quienes curiosamente nadie llama”. La columna va más allá y alude a tres fuentes distintas, según las cuales Ernesto Clarens los nombró. Pero alguien que Pagni no identifica dijo: “Si querés no estar preso y aparecer como arrepentido, tenés que sacarlos”. La persuasión fue exitosa, porque como dice Pagni “no figuran los Eskenazi en la declaración de Clarens”. Cómo serán las actuaciones del juez Glock que entre los que se declaran escandalizados está el fiscal Carlos Stornelli, quien se reunió con el periodista de La Nación Diego Cabot primero en un café y luego en su casa. Según dijo Stornelli, desde ese momento de marzo “estuvimos trabajando codo a codo con el juzgado durante tres o cuatro meses”, hasta que Stornelli le avisó por teléfono al periodista colaborador que había llegado el momento de hacer la denuncia de los hechos que él ya conocía. Durante esos meses, tanto el fiscal cuanto el juez dejaron pasar la oportunidad de hacerse de los famosos cuadernos, lo que dio tiempo para que el grafómano del volante los quemara. Esto impide cualquier peritaje que explique las incrongruencias cronológicas de las imágenes escaneadas en La Nación. Ya son dos los empresarios que pudieron demostrar que recién ocuparon años después los edificios donde Centeno dijo haber llevado a Baratta: Sergio Tasseli y Jorge Rodríguez. El Corcho Rodríguez es uno de los íntimos amigos de Sebastián Eskenazi. Cuando la investigación se hizo pública, el cronista de escándalos Jorge Rial narró dos encuentros de Angelo Calcaterra, uno con su primo el presidente Maurizio Macrì, y otro con el fiscal Stornelli. En la última semana del año pasado, Juan Manuel Ducler y su abogado Alberto Sánchez Kalbermatten fueron detenidos por intento de extorsión a Sebastián Eskenazi, a quien le pidieron 20 millones de dólares para no revelar información comprometedora. Tal vez no lo era tanto, ya que Eskenazi los denunció, los filmó y les entregó un anticipo en billetes marcados por la policía, por lo cual fueron detenidos y se recuperó el dinero. En libertad a la espera del juicio, Ducler entregó a Bonadío un pendrive con un informe redactado por su padre, el extinto financista Aldo Ducler, en el que acusa a los Eskenazi de una estafa millonaria contra YPF y la Nación Argentina. También apuntaba al ex Presidente Néstor Kirchner, porque decía que los fondos que Santa Cruz recibió por deudas de

Scroll al inicio