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El juguete rabioso del doctor Glock

Fuente: Horacio Verbitsky | El cohete a la luna Fecha: 16 de DIC 2018 Tal como venimos anunciando desde hace meses, una vez agotada la ofensiva contra el kirchnerismo, el juguete rabioso del Doctor Glock ha girado hacia los prohombres de la Patria Contratista y dispara sobre los jefes de las famiglias Rocca y Macrì, que junto con Pérez Companc participaron en el primer caso documentado de sobornos para la realización de obra pública, como detallé hace 25 años en mi libro Robo para la Corona. El presidente Maurizio Macrì solo puede presionar a la Cámara de Apelaciones para que blinde a algunos de los heridos e intentar un módico control de daños, mediante la afirmación de uno de sus voceros voluntarios, de que este es “un giro impensado que dejó sin discurso al kirchnerismo”. No impensado para los lectores del Cohete, que saben muy bien que las terminales del Doctor Glock no están en el gobierno de Cambiemos, sino en la embajada de los Estados Unidos y en el Peornismo Federal. “Te lo anticipé”, se relame Sergio Massa, porque entiende que potencia sus aspiraciones electorales. El ex intendente de Tigre es el político argentino que más viajes ha hecho a Estados Unidos en los últimos tiempos, donde su principal contacto es el abogado personal del presidente Donald Trump y ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani. Es verdad: hace ya dos meses, Massa anticipó a un grupo de contertulios políticos que era el turno de Franco y de Gianfranco Macrì. Esa es su división del trabajo con Pichetto, quien califica de desastre la indagatoria a los familiares del Presidente, cuyo apoyo precisa para renovar su banca de senador opoficialista. El fiscal Carlos Stornelli sí forma parte del dispositivo judicial del macrismo, desde que asumió como jefe de seguridad del club Boca Juniors. Pero contra la opinión generalizada de que el doctor Glock fuera un títere del gobierno nacional, desde El Cohete sostuvimos que la causa de las fotocopias de los cuadernos surgió de una operación de Inteligencia de los servicios militares con conexión directa con intereses estadounidenses, lo mismo que el Lava Jato brasileño. Expusimos incluso la relación del sargento Oscar Centeno con el también suboficial del Ejército Jorge Orlando Pacífico (ambos compañeros de curso en el arma de Ingenieros), quien fue el denunciante contra Amado Boudou en la causa Ciccone, en forma aún más extravagante que la del chofer grafómano. También revelamos la sociedad global que Macrì mantiene con Odebrecht y los aportes de su asociado brasileño desde un banco offshore para prevalecer en el concurso del Correo Argentino, donde compró por 400 millones de dólares créditos que valían ocho millones. Estas son razones de sobra para que el Presidente esté preocupado y vea al poder como salvoconducto de impunidad, hasta que le llegue el momento del juicio de residencia, en su caso ineludible. Nada de esto puede desdeñarse como visión conspirativa porque todo está documentado. We are the champions El 16 de marzo de 1981 la revista Time abrió su sección de Economía y Negocios con un ranking de los Grandes Receptores de coimas en el mundo. La Argentina figuraba en primer lugar, con un 20 por ciento sobre los contratos, y la displicente observación: “Los diamantes son eternos”. Un mes antes de las elecciones del 6 de septiembre de 1987, la Unión Transitoria de Empresas constituida por Macrì, Rocca y Pérez Companc para construir el gasoducto Neuba II, pagó más de 11,5 millones de dólares a funcionarios y políticos, tanto radicales como peronistas, y a empresas competidoras excluidas del negocio, para que no protestaran. Fueron 11.527 USS x 10 a la tercera, expresado con la técnica de Santa María, la financiera cautiva de Techint, que recaudaba entre los socios y pagaba lo que llamaba “prestaciones en sede”. El facsímil de la planilla con los pagos me fue entregado por un ex colaborador del actual Presidente. Antes, recortó los nombres de los beneficiarios, porque él también era dirigente político del justicialismo y había sido directivo de SOCMA. Esto ridiculiza la pretensión de que el kirchnerismo extorsionó a los empresarios para enseñarles cómo debían organizar el deporte que practicaban por lo menos desde un año antes de que Néstor Kirchner llegara por primera vez a la intendencia de Río Gallegos. Si la clave está en la relación promiscua entre funcionarios y empresas, el curioso nexo entre el ex secretario de Obras Publicas José López y el obispado de Mercedes-Luján, en cuya jurisdicción está el monasterio del que López tenía llave, también roza a la familia presidencial. Según el portal La Voz Pública/Chequeado, dos de las tres licitaciones para recauchutar los edificios del obispado por cuenta del ministerio de Planificación, fueron adjudicadas a Creaurban S.A., una de las principales constructoras del Grupo ODS, del grupo Macrì. Según se extrae de los balances de la empresa IECSA, del grupo ODS, la última etapa se adjudicó por 47 millones de pesos, y a septiembre de 2015 el monto de la obra ya ascendía a 127 millones. Sólo un genio de la publicidad pudo construir una imagen de transparencia en torno de un empresario cuyas compañías aparecen cada vez que se descubre algún negocio dudoso con el Estado. Como dice el mismo genio publicitario, en todo estás vos. Desde fines de siglo, Pérez Companc dejó la obra pública y el petróleo y se refugió en el nicho de la agroindustria alimentaria, que no afecta las relaciones con la superpotencia y permite una vida más tranquila. En cambio, Macrì y Rocca persistieron en la obra pública, con acento en energía, que es uno de los rubros más sensibles, porque la estrategia de seguridad nacional del Presidente Donald Trump lo considera parte de su seguridad interior. El gasoducto Neuba por el que se pagaron aquellas coimas hace 31 años comenzaba en el mayor yacimiento de gas conocido hasta entonces, Loma La Lata, donde hoy se asienta el yacimiento Vaca Muerta. A través de Tecpetrol, Rocca ya es el principal productor de gas allí. Paolo seguramente conoce las desventuras del

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La línea divisoria y la izquierda

Fuente: Edgardo Mocca | Página 12 Fecha: 16 de DIC 2018 La izquierda que se reconoce como tal nunca ha tenido muchos votos en Argentina. Sin embargo, su cultura, su modo de mirar el mundo fue adquiriendo una notable influencia, a partir de su sólida implantación en los principales núcleos urbanos de nuestro territorio. Gran parte de esa subcultura de izquierda ha reconocido como propia la experiencia del kirchnerismo. Ha vivido la experiencia de Néstor y Cristina como la recuperación de un sentido ético-político que los vientos de la sangrienta derrota y el triunfo universal del neoliberalismo habían dispersado con pretensión definitiva. Desde esta perspectiva se entiende por qué las palabras de la ex presidenta en el congreso de Clacso provocaron un revuelo importante en un sector del espacio político que ella lidera. El frente patriótico, dijo más o menos, no debe aceptar la línea divisoria entre derecha e izquierda. La frase pegó en el corazón de esa parte de su audiencia que comprendió al kirchnerismo como una bienvenida resurrección de la pareja de metáforas espaciales que nació en la Francia de la revolución y tuvo su apogeo en el siglo XX. ¿Qué quiere decir estar más allá de la izquierda y la derecha? Para los neo-laboristas británicos, en la década del noventa del siglo pasado, significaba que en el mundo de la globalización y la incertidumbre, izquierda y derecha ya no significaban nada. Para un sector del peronismo más bien conservador significaba el “centro nacional”, alejado por igual de ambos “extremos”. Y para una parte de la intelectualidad de la subcultura de izquierda empezó a ser una vaga referencia ético-artística, una manera buena de ser “moderno”. En los tiempos finales del menemismo surgió una representación política que se presentó como progresista (equivalente a ser de izquierda pero no tanto). Y alcanzó un éxito tan impresionante como fugaz, sobre la base de apelaciones a la moderación, la ética y el espíritu republicano. El éxito se explica en las condiciones de una hegemonía neoliberal que aparecía exitosa y duradera y de un gobierno que presentaba otros flancos interesantes para criticar, sin que esa crítica supusiera ningún compromiso orgánico con una propuesta alternativa de sociedad. El Frepaso de Chacho Alvarez fue el gran aglutinador de la cultura de izquierda no trotskista en la Argentina. Que incluía un amplio marco de variantes, incluso algunas avanzadas que asociaban la corrupción y el decisionismo político de Menem al programa económico neoliberal de Cavallo. Pero ese último sector no tendría ninguna influencia decisiva en la política del espacio. Curiosamente el kirchnerismo, cuyos líderes venían de un lugar particular de esa cultura, la del peronismo de izquierda. Y la curiosidad se debe a que ese sector no era culturalmente hegemónico en el universo de la izquierda argentina. Tal vez lo fue fugazmente en el breve período que va entre el primer regreso de Perón al país y la muerte del general. Con el retorno de la democracia la cultura de izquierda peronista se diluyó en la renovación primero y en el Frepaso después. La renovación tuvo como desembocadura al menemismo; el Frepaso terminó envuelto en las llamas del incendio de diciembre de 2001. Lo que logró el kirchnerismo es articular al peronismo con un sector influyente de la cultura de izquierda. A tal punto que la derecha, incluida la del peronismo, lo identificó como “montonero”. Este tipo de fenómenos suele ser interpretado como una cooptación de la izquierda por un sector ajeno, el peronismo. Pero no hay tal cooptación, hay una mezcla mutuamente productiva. El kirchnerismo puso en contacto ambos mundos. El kirchnerismo relacionó a esos sectores y convirtió esa relación en una fuerza decisiva para su propia conformación. Hizo más peronista a la izquierda y más de izquierda al peronismo. Lo más interesante es que conectó a la izquierda (incluidos algunos de sus segmentos peronistas) con una visión real del ejercicio del poder y al peronismo realmente existente en 2003 le devolvió la savia vital de su mitología original, las tres banderas, el nacionalismo popular. El discurso de Cristina en Ferro no fue un discurso teórico-filosófico; fue un discurso político. La urgencia argentina –el aquí y ahora de la política– no es la de delimitar apropiadamente ciertas categorías político-culturales, sino la de construir una herramienta vencedora de lo que hoy es una importante mayoría de la población, que está sufriendo las políticas del FMI ejecutadas por Cambiemos. Es necesario convertir esa mayoría social, en una fórmula política ganadora, ni más ni menos que eso. El célebre liberal-socialista italiano Norberto Bobbio escribió hace más de dos décadas un breve libro que se llamó “Derecha e izquierda”. Dice allí que la estrella polar de la izquierda, lo que la separa de la derecha es la igualdad. No puede haber duda de qué fuerza política y qué liderazgo expresa hoy mejor esa guía en nuestro país, si hablamos de alternativas reales de gobierno y no de las meras posibilidades retóricas de una campaña electoral. Pero el triunfo electoral no se logra con los votos de la cultura de izquierda, sino con los votos de la mayoría. Y esa mayoría es muy heterogénea en sus referencias culturales, alberga profundas diferencias en aspectos políticamente sensibles, como es, por ejemplo, la cuestión de género. No hay que confundir la estrella polar de la izquierda con una vastedad de significados reales que esta expresión ha ido adquiriendo en el país, incluido el encono con que los partidos de izquierda enfrentaron al peronismo desde sus orígenes. Hoy, además, decir izquierda  es también, en parte, decir agnosticismo religioso, modernidad liberal y otros dogmas hoy perfectamente asimilados y hasta muy estimulados por la ideología globalmente dominante. Lo que ocurre es que este capitalismo –el de la hiper-concentración de la riqueza, el del descarte de grandes masas de la población del planeta, el de la destrucción de las condiciones ambientales de la tierra– no tiene frente a sí como su enemigo a las izquierdas del siglo XX. Se tiene que enfrentar contra un vasto, plural y

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“Chalecos amarillos”: la peculiaridad de lo francés

Fuente: Atilio Borón | Atilioboron.com.ar Fecha: 14 de DIC 2018 Alemania y Japón tienen el dudoso honor de ser dos países en los que jamás triunfó una revolución. No por casualidad fueron también los que, precisamente a causa de ello, dieron nacimiento a  regímenes tan oprobiosos como el nazismo y el militarismo fascista japonés. Por contraposición la historia francesa está signada por recurrentes revoluciones y levantamientos populares. Aparte de la Gran Revolución de 1789 hubo estallidos revolucionarios en 1830, otro mucho más vigoroso en 1848 y la gloriosa Comuna de París de 1871, el primer gobierno de la clase obrera en la historia universal. Luego de su sangriento aplastamiento pareció que la rebeldía del pueblo francés se había apagado para siempre. Pero no fue así. Reapareció en la heroica  resistencia a la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial y luego, con una fuerza arrolladora, en el Mayo francés de 1968. ¿Es esto lo único que hace de Francia un país tan peculiar? No. Más importante que este incesante fermento insurreccional que históricamente distingue a las capas populares francesas es que sus luchas resuenan como ninguna otra en la escena mundial. Ya lo había advertido Karl Marx en 1848 cuando, observando la revolución en Francia, dijera que “el canto del gallo galo despertará una vez más a Europa”. Y la despertó, aunque esos sueños fueron aplastados a sangre y fuego. Miremos la historia: la Revolución Francesa retumbó en Europa y América, con fuerza atronadora; la Comuna se convirtió en una fuente de inspiración para el movimiento obrero mundial, sus enseñanzas reverberando inclusive en algunos rincones apartados de Asia. El Mayo francés se reproduciría, con las lógicas características nacionales, por todo el mundo. En otras palabras: Francia tiene esa única capacidad de convertir lo suyo en un acontecimiento histórico-universal, como gustaba decir a Hegel. Y esa es, precisamente, la inimitable peculiaridad de lo francés. La rebelión de los “chalecos amarillos” que comenzó hace pocas semanas cuando dos camioneros y la dueña de un pequeño comercio -desconocidas entre sí y habitando en distintos lugares del interior de Francia- lanzaron a través de las redes sociales una convocatoria a protestar en las rotondas de entrada de sus pequeñas ciudades por el aumento del precio del combustible. A los pocos días una de ellas tenía casi un millón de seguidores en su cuenta de Facebook. Luego vino la convocatoria del 17 de Noviembre en París y, a partir de allí, la protesta adquiriría una dimensión fenomenal que puso al gobierno de Macron entre la espada y la pared. Lo que no habían podido hacer en tres meses los sindicatos del ferrocarril lo lograron los “chalecos amarillos” en pocas semanas. Y la cosa sigue, y el “contagio” del virus rebelde que llega desde Francia ya se vislumbra más allá de sus fronteras. Se ha insinuado en Bélgica, Holanda y ahora en Polonia, con ocasión de la Cumbre del Clima en Katowice. En Egipto el régimen de Al Sisi prohibió la venta de chalecos amarillos en todo el país como una medida precautoria para evitar que el ejemplo francés cunda en su país. La revuelta, de final abierto, no es sólo por el precio del combustible. Es una protesta difusa pero generalizada y de composición social muy heterogénea contra la Francia de los ricos y que en cuya abigarrada agenda de reivindicaciones se perciben los contornos de un programa no sólo pos sino claramente anti-neoliberal. Pero hay también otros contenidos que remiten a una cosmovisión más tradicional de una  Francia blanca, cristiana y nacionalista. Ese heteróclito conjunto de reivindicaciones, inorgánicamente expresadas, alberga demandas múltiples y contradictorias aspiraciones producto de una súbita e inesperada eclosión de activismo espontaneísta, carente de dirección política. Esto es un grave problema porque toda esa enorme energía social liberada en las calles de Francia podría tanto dar lugar a conquistas revolucionarias como naufragar en un remate reaccionario. Sin embargo, más allá de la incertidumbre sobre el curso futuro de la movilización popular y la inevitable complejidad ideológica presente en todos los grandes movimientos espontáneos de masas no caben dudas de que su sola existencia ha socavado la continuidad de la hegemonía neoliberal en Francia y la estabilidad del gobierno de Emmanuel Macron. Y en un mundo de superpoblado de esperpentos como los Trumps y los Bolsonaros, los Macris y los Macrones todo esto es una buena noticia porque el “canto del gallo galo” bien podría despertar la rebeldía dormida –o premeditadamente anestesiada- de los pueblos dentro y fuera de Europa y convertirse en la chispa que incendie la reseca llanura en que las políticas neoliberales han convertido a nuestras sociedades, víctimas de un silencioso pero mortífero holocausto social de inéditas proporciones. No es la primera vez que los franceses desempeñan esa función de vanguardia en la escena universal y su ardorosa lucha podría convertirse, sobre todo en los suburbios del imperio, en el disparador de una oleada de levantamientos populares –como ocurriera principalmente con la Revolución Francesa y el Mayo de 1968- en contra de un sistema, el capitalismo, y una política, el neoliberalismo, cuyos nefastos resultados son harto conocidos. No sabemos si tal cosa habrá de ocurrir, si el temido “contagio” finalmente se producirá, pero los indicios del generalizado repudio a gobiernos que sólo enriquecen a los ricos y expolian a los pobres son inocultables en todo el mundo. No habrá que esperar mucho tiempo pues pronto la historia dictará su inapelable veredicto. Más allá de sus efectos globales la brisa que viene de Francia es oportuna y estimulante en momentos en que tantos intelectuales y publicistas de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos se regodean hablando del “fin del ciclo progresista” en Nuestra América, que supuestamente sería seguido por el comienzo de otro de signo “neoliberal” o conservador que sólo lo pronostican quienes quieren convencer a los pueblos que no hay alternativas de recambio y que es esto, el capitalismo, o el caos, ocultando con malicia que el capitalismo es el caos en su máxima expresión. Por eso los acontecimientos en Francia ofrecen un

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El flujo del dinero evangélico hacia Cisjordania

Fuente: Judy Maltz | Haaretz Fecha: 14 de DIC 2018 Una investigación de Haaretz revela que los grupos cristianos han invertido hasta 65 millones de dólares en proyectos en el «Corazón Bíblico» durante la última década. Eso no incluye los servicios que ofrecen de forma gratuita, como trabajadores voluntarios. Cuando los primeros voluntarios evangélicos cristianos llegaron a la colonia religiosa de Har Bracha en Cisjordania hace unos 10 años, para colaborar con los granjeros judíos locales en la cosecha de uvas de forma gratuita, no todos los recibieron con los brazos abiertos. Después de todo, durante generaciones se les había enseñado a los judíos que cuando los cristianos se esfuerzan por ser amables, es probable que estén planeando en secreto para convertirlos y, por lo tanto, es mejor mantener una distancia. Mucho ha cambiado desde entonces. Todavía hay colonos judíos que no están completamente cómodos con la idea de que los cristianos vivan entre ellos mientras trabajan en sus campos, pero en estos días están más calmados. Hayovel, la organización estadounidense que los lleva a Har Bracha, se encuentra entre una creciente lista de grupos evangélicos que operan exclusivamente bajo el llamado del «corazón bíblico». Durante la última década, ha llevado a más de 1.700 voluntarios a las colonias, y solo dentro de las colonias, porque, en principio, sus voluntarios no asisten a los agricultores dentro de Israel propiamente dicho. Al explicar el apego especial de la organización a este terreno en disputa, que la mayoría de la comunidad internacional no reconoce como parte de Israel, Hayovel declara en su sitio web: «Todos los países del mundo han dado la espalda a Judea y Samaria, el corazón de Israel, donde el 80 por ciento de la Biblia fue escrita u ocurrieron los hechos. Hubo muchos años en los que Hayovel operó fuera del radar, ocultando a Israel lo que estaban haciendo creyendo que cuanto menos supieran los israelíes, mejor. No más. En estos días, la organización sin fines de lucro está más que feliz de recibir a periodistas y curiosos en su campus principal, ubicado en esta colonias que domina la gran ciudad palestina de Nablus. Su complacencia de estar tan por encima de la legitimidad es una prueba de cómo se han convertido las interacciones entre los evangélicos cristianos y los colonos judíos. El Israel “real” El Corazón de Israel (también conocido como Fundación Binyamin) es otra organización sin fines de lucro que se beneficia de estos lazos. Establecida hace tres años, la organización recauda cientos de miles de dólares anuales para proyectos específicos en las colonias, según su fundador el estadounidense, Aaron Katsof. Aunque Katsof dice que los evangélicos no representan la mayor parte del dinero que recauda, ​​sí representan la gran mayoría de sus donantes. «Tienes que darte cuenta de que mientras el judío promedio da 1.500 dólares, el cristiano promedio da 50», dice. «Pero su participación está creciendo muy rápido». Cuando le preguntaron qué lo impulsó a establecer esta nueva organización de recaudación de fondos, Katsof, que vive en la colonia de Shiloh en Cisjordania, respondió: “Cuantos más evangélicos conocí a lo largo de los años, más me di cuenta de cuánta sed tenían para conectarse con las colonias. Cuando aterrizan en Tel Aviv, a menudo me dicen que no es así como se imaginaban Israel. Pero cuando vienen aquí a las colonias, dicen que esto es exactamente como se lo imaginaron. Son nuestros aliados más grandes, más grandes, más grandes, más grandes», agrega. La suya no es la única organización que intenta conducir esta oleada de apoyo evangélico al movimiento de los colonos a dólares y centavos. Pero estimar el alcance de esta asistencia financiera es difícil, ya que las organizaciones sin fines de lucro y las iglesias registradas en los Estados Unidos no están obligadas a revelar sus fuentes de financiamiento ni a especificar adónde va el dinero. Además, parte de esta organización benéfica adopta formas no monetarias, como horas de trabajo gratis (en el caso de Hayovel) o servicios gratuitos de marketing y ventas. Un informe de 2015 de Molad, un lobby israelí por la renovación de la democracia israelí, trató de estimar la cantidad de dinero que la comunidad evangélica invierte en las colonias. Llegó a la conclusión de que era prácticamente imposible, entre otras razones porque «muchas de las ONG israelíes activas en Judea y Samaria no respetan completamente las reglas de transparencia y no informan al Registrador de las ONG, en violación de la ley». No obstante, el informe concluyó que una «parte considerable» de toda la inversión evangélica en Israel termina más allá de la Línea Verde (las fronteras de Israel antes de 1967) y que los beneficiarios incluyen consejos regionales, ONG de derecha, puestos ilegales, negocios y viajes de empresas especializadas en viajes de asentamiento. Una revisión de los estados financieros de las principales organizaciones activas en la recaudación de fondos de los evangélicos para el proyecto de asentamiento indica que las cifras aún son relativamente pequeñas en términos absolutos. Pero parecen estar creciendo. También parece que más y más de estas iniciativas están echando raíces. A menudo, la mejor manera de determinar si dichas organizaciones están dirigiendo sus esfuerzos de recaudación de fondos a los evangélicos, a diferencia de los judíos, es mirar el lenguaje utilizado en sus lanzamientos de campañas de recaudación de fondos (muchos de los cuales aparecen en sus sitios web). Cuando se usa la palabra «Dios», a diferencia de «Hashem«, la audiencia es muy probable que sea cristiana. Así también, si el término «Biblia» es preferido sobre «Torá» y «Corazón Bíblico» en vez de «Judea y Samaria». Otro engaño es el uso de la frase «cumplimiento de la profecía bíblica» cuando se explica el significado de tales donaciones. Es una frase ampliamente conocida para ganar los corazones y abrir los bolsillos de los evangélicos. Basándose en esta revisión, así como en los informes de los medios de comunicación sobre proyectos específicos, Haaretz estima que la cantidad total de fondos recaudados en los últimos 10 años es de entre 50 y 65 millones de dólares. El

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No se puede legitimar a los nazis

El LLAMAMIENTO Argentino Judío repudia el aval de la Justicia Federal a la conformación del denominado “Frente Patriota” liderado por Alejandro Biondini, un conocido dirigente nazi local. Esta admisión, de índole electoral, se suma a la aprobación realizada por el juez Ariel Lijo en 2014 del lema “Bandera Vecinal” también liderado por quien se auto-propone como el Führer argentino pese a la violación sistemática de la legislación referente a la discriminación, estipulada en la Ley número 23.592 que sanciona la instigación al odio a diferentes colectivos. En el caso específico de Biondini, existen múltiples evidencias de discursos homofóbicos, misóginos y de desprecio a los pueblos originarios –específicamente a los mapuches— conjuntamente con el odio hacia los judíos. La legitimación de estos grupos violentos no hace más que deteriorar el sistema democrático, desmejorando aún más el estado de derecho que al actual gobierno de Cambiemos ha dañado con prisiones políticas y un modelo represivo que convoca al asesinato por la espalda. Exigimos a la Procuración General de la Nación que apele la medida del Juez Federal Gabino Ziulu y a las fuerzas democráticas a repudiar esta legalización que viola el verdadero espíritu republicano. Marcelo Horestein – Secretario Jorge Elbaum – Presidente

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Rita Segato: «El feminismo punitivista puede hacer caer por tierra una gran cantidad de conquistas»

Fuente: Camila Alfie | Ag. Paco Urondo Fecha: 12 de DIC 2018 En la Argentina, como lo demostró ayer Thelma Fardin, las mujeres ya no nos callamos más. Contra el acoso, la violencia y la justicia patriarcal, el escrache, ya sea anónimo o con nombre y apellido, se posicionó como un dispositivo para alertar de posibles violentos, pero también como una búsqueda de ajusticiamiento mediante la condena social. A través de este método, que virtualmente está en manos de todos y todas, hemos visto caer desde ídolos rockeros hasta actores -Juan Darthés, el último-, docentes prestigiosos, cuadros políticos de organizaciones y partidos, todo tipo de “ciudadanos de a pie”. Sin embargo, dispara interrogantes que todavía no parecen saldados: ¿Podemos ponerlo en duda? ¿Puede el punitivismo, frente a la impunidad, ser una forma de “justicia popular”? Este fin de semana se celebró en La Plata la cuarta edición del Encuentro Latinoamericano de Feminismos, donde la antropóloga Rita Segato junto la periodista e integrante de HIJOS Lucía García Itzigsohn, entre otras invitadas, debatieron acerca de estas cuestiones en la rueda “Seguimos persiguiendo justicia —  Homenaje a Chicha Mariani”. En conjunto, abordaron cuestiones como la búsqueda de una reparación, el significado de la memoria, y repasaron la historia del escrache como método de lucha; sin embargo, la charla terminó con más interrogantes que respuestas. Itzigsohn, que contó su experiencia como hija de detenidos desaparecidos, sostuvo que estas acciones surgieron “como una instancia de justicia en acto, perfomática”. “Hoy estoy en otra posición, la vía institucional es importante porque inscribe las cosas en otro nivel”, señala, y recuerda: “Nosotros hacíamos una investigación copiada de las Abuelas. Íbamos a las casas y hacíamos guardia, trabajábamos con los vecinos, les contábamos que íbamos a marcar ese domicilio”, previo al momento de la icónica bombita roja. “Era un momento festivo”, con murga incluida: “Bailábamos, porque podíamos transformar la impunidad en algo que poníamos en la discusión social. Era una catarsis colectiva”. Si hay o no reparación, Itzigsohn define que la violencia es justamente “lo irreparable”; sin embargo, poder sanar colectivamente y vivir desde el cuerpo que lo que le había pasado a ella también lo atravesaron otros, le permitió “una línea de fuga del lugar de víctima”. Para la antropóloga Rita Segato, el “bien colateral” de la dictadura fue justamente eso: escenas como la de los escraches, que promocionaron el debate para desarrollar así una inteligencia social “más sofisticada”, que permitió “salir de los lugares comunes”, y promovió que las mujeres profundicen “una nueva forma de hacer política”, que reafirma: “Surgió con las Madres”. Por eso, para ella, los homicidios de Berta Cáceres y de Azucena Villaflor fueron femicidios; aunque muchos hombres fueron asesinados por las mismas causas, señala que la diferencia radica en que lo que se quería matar “era un estilo de hacer política, una politicidad propia de las mujeres”. Sin embargo, menciona que estos métodos usados en el período de post-dictadura “nunca fueron un linchamiento”, sino el fruto de “un convenio colectivo a través del cual concluyeron que había que llegar a un castigo”: aunque no hubo una instancia judicial, sí hubo una de “juicio justo”. Por eso reconoce que “desde el feminismo podría haber una instancia de juicio justo”, -en vez de las escraches como se los conoce ahora, –“como una asamblea, para que la situación no sea un linchamiento sin sumario”. “Si defendemos el derecho al proceso de justicia, nuestro movimiento no puede proceder de esa forma que ha condenado”. Para ella, la impunidad radica en que ahora es exhibida como un show, como en el caso de Lucía Pérez, donde se le dijo a la gente que “el mundo tiene dueños”, y que ellos “no van a ceder ante ningún pedido de la sociedad”: hay un “mensaje de la dueñidad”, donde lo que queda en claro es que “la institucionalidad” es una ficción. “Entonces, ¿qué es lo contrario a la impunidad? ¿El punitivismo?”, se pregunta Rita. Sabiendo que estaba entrando en un terreno complicado, invitó a salir “de los binomios mas paridos, como el abolicionismo o el regulacionismo, que simplifican la realidad”. Y agregó: “No quiero un feminismo del enemigo, porque la política del enemigo es lo que construye el fascismo. Para hacer política, tenemos que ser mayores que eso”. “Antes de ser feminista soy pluralista, quiero un mundo sin hegemonía. Lo no negociable es el aborto y la lucha contra los monopolios que consideran que hay una única forma del bien, de la justicia, de la verdad: eso es mi antagonista”, describió. Para la investigadora, “el feminismo punitivista puede hacer caer por tierra una gran cantidad de conquistas”, es “un mal sobre el que tenemos que reflexionar más”, y recuerda la violencia que se vive en las prisiones: “¿Puede un estado con las cárceles que tiene hacer justicia? Esa no puede ser la justicia; ser justo con una mano y ser cruel con la otra”. Profundizando este concepto, la antropóloga expuso que hay que tener “cuidado con las formas que aprendimos de hacer justicia” desde lo punitivo, que están ligadas a la lógica patriarcal. El desarrollo del feminismo, recalca, no puede “pasar por la repetición de los modelos masculinos”. Frente a eso, sabe que la respuesta no es fácil: “No hay una solución simple, pero es necesario pensar más y estar en un proceso constante. Cuando el proceso se cierra, es decir, cuando la vida se cierra, se llega a lo inerte”, en cambio, “la política en clave femenina es otra cosa, es movimiento”. Además, señaló que “la única forma de reparar las subjetividades dañadas de la víctima y el agresor es la política, porque la política es colectivizarte y vincular”, propuso Segato. “Cuando salimos de la subjetividad podemos ver un daño colectivo”, y eso no puede curarse “si no se ve el sufrimiento en el otro”. Por eso, considera clave el proceso de debate y búsqueda de justicia: “Fuimos capturadas por la idea mercantil de la justicia institucional como producto y eso hay que deshacerlo. Perseguimos la sentencia como una cosa, y no nos dimos

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Rechazo al nuevo procesamiento a Leopoldo Moreau

El *LLAMAMIENTO Argentino Judío* vuelve a reiterar su taxativa discrepancia con el nuevo procesamiento del Diputado Nacional Leopoldo Moreau, dispuesto por el Juez Sergio Torres, basado en los mismos fundamentos del procesamiento original. Éste había sido revocado por la Cámara Criminal y Correccional Federal N° 2 integrada por los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia por falta de mérito, para procesar o sobreseer al legislador de Unidad Ciudadana debido a que no provenían de sus afirmaciones violación alguna del artículo 3, segundo párrafo, de la ley 23.592, como para configurar el delito que se le imputa. Amparado en que el dictamen no dictaba el sobreseimiento, el Juez Torres salió en la búsqueda de “méritos” para procesar, y para ello recurrió al INADI, con el objeto de avalar el carácter discriminatorio de los dichos del diputado, enunciados en el programa de televisión Minuto Uno conducido por Gustavo Silvestre. Conseguido el presunto “aval” del INADI, se procede a un nuevo procesamiento en el marco de la ley 23.592 sin cambiarse la base argumental utilizada por el juez en el primer procesamiento: el “aval” de la institución intervenida por un funcionario ligado al gobierno nacional, no resuelve la confusión de categorías que el juez y el diputado Waldo Wollf tergiversan, relacionados con los conceptos de nacionalidad, ciudadanía, identidad judía y religión judía, tal como el *LLAMAMIENTO Argentino Judío* señaló en un documento anterior que fue entregado en el despacho del magistrado Torres en abril del presente año. El núcleo argumental del fallo del juez Torres está en este párrafo del primer auto de procesamiento: “Concretamente el día 2 de noviembre de 2017, en el programa televisivo MINUTO UNO del canal C5N, conducido por el periodista GUSTAVO FABIÁN SYLVESTRE, (Moreau) manifestó ‘…ahora están haciendo una sobreactuación, a través de Wolff y otros agentes del Mossad en la Argentina, que son los que están llevando adelante toda esta campaña de difamación…’. Así, identificó al diputado WALDO WOLFF como un agente del Mossad con el objeto de extranjerizarlo por su religión judía”. Observemos que aquí “con el objeto de” vincula Mossad con religión judía. Del Mossad se han dicho muchas cosas durante decenas de años, pero nunca que sea un servicio de inteligencia de la religión judía. Este dislate se repite en el auto no menos de siete veces de forma directa y otras de manera indirecta porque constituye el corazón de la denuncia para lo cual ha debido forzar una vinculación que no existe, sino “a criterio del suscripto”. El Mossad es, en palabras del propio juez, “una de las agencias de inteligencia del Estado de Israel (Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales), responsable de la recopilación de información de inteligencia, acción encubierta, espionaje y contraterrorismo, en todo el mundo”. El Estado de Israel, por ahora según su plexo normativo, no es un estado teocrático. Incluso en aquellos temas, vinculado a las cuestiones de familia como casamiento, divorcio y otros, la delegación de competencia que hace el Estado es a todas las religiones de los ciudadanos israelíes, no solamente a la religión judía. Mal puede vincularse entonces al Mossad con la religión judía. De hecho, es sabido que el Mossad cuenta con integrantes e informantes pertenecientes a todas las identidades religiosas existente en el mundo, como cualquier otra agencia: al caracterizar a alguien de ser funcionario de la CIA no se le puede adjuntar ser protestante, ni al definir la pertenencia de alguien al M15 no se lo puede catalogar como anglicano. Religión, nacionalidad e identidad nacional no son intercambiables. Nada ha cambiado que pudiera hacer variar lo que la Cámara expresó en su revocatoria: “…analizadas que fueron las expresiones vertidas y el contexto en que fueron realizadas —en el marco de una entrevista televisiva en que expuso su opinión en punto a su desacuerdo en la tramitación de la causa “AMIA” y su vinculación con la llamada “Pista Siria”— el Tribunal entiende que no se dan los extremos aludidos por la norma, en tanto no se puede inferir de ellas ni la voluntad ni la capacidad para promover, alentar o siquiera sugerir el desarrollo de acciones de odio o persecución por razones de raza, religión.” Nuestra preocupación, como argentinos judíos no pasa solamente por el injusto procesamiento del diputado Moreau sino porque una disposición judicial pueda crear jurisprudencia con las mencionadas confusiones que sirvan de antecedentes para ser utilizadas como herramienta de persecuciones judiciales futuras y dar pie para generar actitudes discriminatorias si esas mismas confusiones son incorporadas como valederas en ciertos sectores de la sociedad en nuestro país. Por eso el *LLAMAMIENTO Argentino Judío* reclama al Juez Torres y a sus instancias superiores, la revocatoria del auto de procesamiento basada en un expeditivo sobreseimiento del Diputado Leopoldo Moreau.   Buenos Aires, 9 de diciembre de 2018   Ver video

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Papel de reparto

Fuente: Adrián Murano | Revista Zoom Fecha 10 de DIC 2018 La Argentina gobernada por Mauricio Macri acaba de dar otro paso hacia la supresión de voces. El pasado jueves 6 de diciembre, en sesiones extraordinarias, el proyecto de ley que desregula la producción y la venta de Papel Prensa fue aprobado por la Cámara Diputados con 127 votos a favor, 66 en contra, 3 abstenciones y 60 ausencias. El interbloque oficialista en pleno (compuesto por radicales, Coalición Cívica y PRO) contó con el respaldo de diputados de los bloques Justicialistas y el Frente Renovador para despachar el último deseo del Grupo Clarín, mandamás de la firma. Si bien ese grupo ya votó en conjunto en beneficio de fondos buitres y otras corporaciones, con ese acto se institucionalizó como el “Grupo C”. El trámite exprés se había iniciado a principios de noviembre, cuando de modo furtivo, diputados de casi todas las bancadas estamparon su firma en el dictamen del proyecto de ley que cumple el último deseo de la papelera, la histórica herramienta de extorsión, sumisión y supresión de la libertad de expresión que la dictadura le entregó a Clarín y La Nación. En las formas, la iniciativa fue de Cooppal, una distribuidora que opera como subsidiaria de Papel Prensa. La solicitud fue dirigida al presidente de la Cámara baja, el renunciante serial Emilio Monzó, quien logró que otro peronista satélite, ubicuo y ambicioso impulse la iniciativa: el ex titular del Anses, Diego Bossio. El diputado rubricó el proyecto que propone, en su artículo 1°, derogar los artículos 20, 21, 24, 25, 26, 27, 40 y 41 de la ley. El segundo artículo es de forma. Con esa escueta redacción se desmonta una ley clave para la libertad de expresión: la que garantiza el acceso igualitario de todos los medios gráficos al papel, mediante la regulación de su producción y precio. El primero de los artículos que se propone derogar, por caso, obliga a que las empresas fabricantes, distribuidoras y comercializadoras de pasta de celulosa y papel para diarios fijen un precio único de pago al contado. La desregulación da libertad a Papel Prensa (la única proveedora activa de ese insumo en el país) a establecer valores según los intereses de sus principales accionistas -Clarín y La Nación-, quienes podrán pagar un monto distinto al de sus competidores. Concluido el trámite en comisión, el Ejecutivo incluyó el proyecto en sesiones extraordinarias, la cuales, se supone, están reservadas para leyes de relevancia pública de necesidad y urgencia. No parece ser el caso. Salvo,parece, para los accionistas privados de la papelera, en especial para Clarín, el multimedio más potente e influyente de la Argentina. ¿Cuánto habrá pesado la inminente campaña electoral en los diputados de convalidaron -con el voto o con la ausencia- el último deseo del Gran Diario Argentino? Ya se sabe: para el político promedio argentino, la necesidad de vidriera mediática tiene cara de hereje. El Grupo C En el recinto, el encargado de defender la iniciativa fue Bossio, quien chapuceó explicaciones acerca de la necesidad urgente de derogar los artículos. En su alegato, el ex titular de la Anses minimizó el impacto de la crisis en los medios gráficos y adjudicó culpas por la crisis que ya atraviesas los periódicos impresos a la tecnología. “La situación económica está afectando a los medios gráficos, puede ser. Pero más los está afectando el cambio tecnológico”, improvisó. Desde el comienzo, la justificación de Bossio transitó por la banquina. En defensa de los deseos de Clarín, incluso, llegó a cuestionar la necesidad de la propia existencia de los medios gráficos porque (el presidente de Brasil, Jair) “Bolsonaro ganó por las redes sociales”. Los argumentos contrarios llegaron desde la banca del Frente para la Victoria y del Frente de Izquierda. El cordobés Pablo Carro resumió: “Están derogando el artículo que establece de que todos tienen que pagar el mismo precio por el mismo papel. Lo que hacen es volver a la situación previa cuando Papel Prensa ponía precio diferencial y el hecho de obligar a tener stock cuando hay demanda”. Por su parte, el diputado del FIT, Nicolás del Caño, metió cuchara en el tema de fondo: “El proyecto es un regalo de fin de año para el Grupo Clarín, ya que contrasta con la situación del resto de los trabajadores”. Graciela Camaño (Frente Renovador) buscó despegarse de la mancha venenosa: “Nosotros no tenemos intereses oscuros. Nosotros no gobernamos, a nosotros Clarín no nos tiene que pedir nada y nosotros no le debemos ningún favor”. Resulta curioso que haya sido precisamente Camaño quien ensayara esa gambeta. Su marido, Luis Barrionuevo, admitió hace tres años que en la previa de las elecciones de 2015 realizó operaciones de prensa en los medios del Grupo (vía Jorge Lanata), para perjudicar al entonces gobierno K. Por entonces, Camaño ya trabajaba en la candidatura de Sergio Massa, quien cumplió con el cometido de juntar votos para impedir el triunfo en primera vuelta de Daniel Scioli, el candidato oficialista, que por ese drenaje quedó a menos de un punto de acceder a la presidencia. Camaño hoy sigue cerca de Massa, y es una de las que más impulsa al tigrense para que el próximo año se presente en la contienda presidencial. Otro que trabaja con ese objetivo es Bossio, que se presenta como Jefe de Campaña del ex intendente de Tigre. ¿Hay vínculo directo entre la posible candidatura de Massa y el nuevo favor a Clarín? En estas cosas no hay documentos firmados, pero ya se sabe: son pocos los candidatos dispuestos a pelearse con el principal multimedios de la Argentina en los albores de una elección. Y Massa, está claro, no está entre ellos. No es el único. La sesión del jueves dejó en evidencia que superados el impulso emancipador de la era cristinista, buena parte de la política argentina recobró el pánico por el multimedios. Eso explica por qué, además de los que votaron a favor, otro lote convalidó la iniciativa con su ausencia. En el Congreso,

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Las elecciones de medio término en Estados Unidos

Fuente: Dardo Esterovich | Convergencia Fecha: 05 de DIC 2018 ¿Voto judío o voto demócrata de estadounidenses judíos? Las elecciones de medio término realizada en EE. UU. fueron consideradas como un plebiscito de la controversial gestión de Trump. Por eso las expectativas estaban centradas en un rechazo o una aprobación clara del electorado. Esto no sucedió o por lo menos no es tan evidente. Si se analiza los resultados desde el punto de vista numérico hay que prestar atención a la elección de Representantes ya que fue la única que abarcó todo el territorio estadounidense. Se renovó en su totalidad la Cámara de representantes, 435 curules. Los demócrata obtuvieron 232 escaños (la mayoría se obtiene con 218) contra 198 de los republicanos, recuperando la Cámara que hacía 8 años estaba en poder de los republicanos. En cantidad de votos los demócratas a nivel nacional obtuvieron 58.990.609 (53.1%) votos contra 50.304.975 8 (45.2%) de los republicanos, una diferencia algo más de 8.6 millones de votos (7.9%). Esta clara y contundente victoria demócrata en la Cámara de Representantes no se pudo repetir en el Senado donde los republicanos conservaron la mayoría e incluso la ampliaron en un par de escaños. Para el Senado la elección abarcó una extensión territorial más limitada ya que se renovó un tercio de sus miembros, 35 asientos de los 100. La elección era más difícil para los demócratas ya que debían renovar 26 mandatos de los 35 en juego. Los republicanos renovaron todos sus puestos mientras que los demócratas no lo consiguieron, lo que permitió que los republicanos ampliaran el estrecho margen de un voto que tenían en el Senado a cuatro (52 a 48). Al lograr retener el senado, los republicanos conservaron una importante cuota de poder. No se produjo la ola azul –color distintivo de los demócratas- que muchos pronosticaban. Si bien los republicanos terminaron debilitados, retuvieron para las definiciones de la política doméstica e internacional el suficiente poder aunque más limitado. y tendrán que negociar con los demócratas sobre muchos temas de significativa importancia. Mientras que Trump pudo unificar detrás suyo a los sectores del Partido Republicano que les fueron reacios en las presidenciales, los demócratas llegaron a estas elecciones sin haber podido cerrar totalmente la crisis interna producto de la derrota en las presidenciales del 2016, sin que aparezca un líder presidenciable para el 2020. Muchos de los candidatos a Representantes electos cuestionan el aparato partidario demócrata y son más afines a la corriente que lidera el senador Bernie Sanders. Las mujeres tuvieron un rol fundamental en la resistencia a Trump y obtuvieron un inédito número de representantes –más de 100- , aumentando dramáticamente las no blancas que se presentaron como progresistas y algunas como socialistas. Negras, morenas musulmanas, africanas, lesbianas, indígenas y otras minorías estigmatizadas ganaron sus elecciones: la neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, la dirigente negra de Massachusetts Ayanna Pressley, las dos primeras legisladoras musulmanas, Rashida Tlaib de Michigan y Ilhan Omar de Minnesota; y las dos primeras congresistas indígenas, Deborah Haaland de Nuevo México y Sharice Davids de Kansas. Tanto la latina Ocasio-Cortez como Tlaib son miembros del grupo Socialistas Democráticos de America. Hubo también elecciones para gobernador en 36 estados. Los republicanos ganaron 20 y los demócratas 16, pero 7 estados cambiaron de mando a favor de los demócratas. Se rompieron muchas otras barreras invisibles este martes. El primer gobernador abiertamente homosexual del país salió elegido en Colorado: Jared Polis, de origen judío. Los demócratas lograron importantes victorias en Michigan y Wisconsin, zonas del cinturón industrial denominado Rust Belt (cinturón oxidado) que en 2016 votaron por Trump. Es interesante analizar las encuestas a boca de urna, tan difundidas en EE.UU. Tomaremos las realizadas por la cadena de televisión NBC News y la de CNN entre la población en general y la encomendada por JSteet para la población estadounidense que se asume como judía. Se utilizó un cuestionario muy amplio que se segmentan en diferente categorías con preguntas que se vienen repitiendo en su mayoría para cada elección. No se consideraron los votos para pequeños partidos, por lo que la suma de los porcentajes no alcanza al 100%. Tomaremos las categorías más relevantes. En el padrón masculino (48% de total) los republicanos ganan 51% a 47% y en el femenino (52% del total) los demócratas ganan 59% a 40%. Trump sigue conservando fielmente el voto masculino blanco mientras que la oposición de las mujeres a Trump, por sus declaraciones misóginas, ha sido determinante en el triunfo de los demócratas. Los jóvenes también eligieron a los demócratas: de 18 a 45 años (35% del padrón) por 61% a 36% y los de 45 años y más (65% del padrón) se dividieron casi por partes iguales, 49% demócratas, 50% republicanos. Por raza, entre los bancos (72% del padrón) ganan los republicanos 54% a 44% mientras que entre los afroamericanos, hispanos, asiáticos y otros (28% del padrón) triunfan los demócratas 76% a 22%. Por educación, con universitaria completa (41% del padrón) gana los demócratas 59% a 39%, y entre los que tienen universitaria no completa (59% del padrón%) empatan 49% a 49%. Los de mayor nivel de educación prefieren a los demócratas. Por ingresos, debajo de los u$s 50.000 (38% del padrón) ganan los demócratas 59% 38%, entre u$s 50.000 y u$s 99.999 (29% del padrón) ganan los demócratas 52% a 47% y por encima de u$s 100.000 (33% del padrón) ganan los republicanos 52% a 47%. La población de menores ingresos prefieren a los demócratas. Voto por religión: Protestantes y otros cristianos (47% del padrón) ganan los republicanos 56% a 42%. Católicos (26% del padrón) demócratas 50% republicanos 49%. Judíos (2% del padrón) ganan los demócratas con más amplitud que los de otras religiones 79% a 17%. Otras religiones (8% del padrón) ganan los demócratas 73% a 35%. Ninguna religión (17% del padrón) gana los demócratas 70% a 28%. Sorprende el número de quienes declararon no profesar ninguna religión en un país donde los templos de todas las religiones, no solo son lugares

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