noviembre 2018

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La crisis, la calle y el palacio

Fuente: Edgardo Mocca | Página 12 Fecha: 18 de NOV 2018 Los bloques peronistas de la Cámara de Diputados se unieron para lograr la mayoría e imponer sus candidatos por la mayoría para el Consejo de la Magistratura. Frustraron así el objetivo del macrismo que era el de conseguir una mayoría propia en el organismo, lo que le hubiera permitido completar su dominio nada menos que de la decisión final sobre la designación y remoción de los jueces. Todo esto, pocos días después de que el Senado completara la sanción del presupuesto presentado por el gobierno para el próximo año y que empezara a insinuarse una rebelión en las filas parlamentarias del “peronismo federal”. La superestructura política empieza a reflejar un nuevo clima y una nueva relación de fuerzas políticas en el país. Y cuando se habla de superestructura política no se incluye solamente a la estructura formal de la toma de decisiones sino también a lo que ocurre en el interior de partidos y coaliciones y en las diversas formas de acción política que atraviesan las organizaciones sociales. Una muy breve recapitulación nos lleva a evocar el clima que vivíamos a comienzos de 2016: la agitación callejera que recorría calles y plazas del país era mirada por la mayoría de los analistas como una escena fantasmal, más emparentada con la melancolía de los recientemente derrotados en la elección del anterior diciembre que con un dato relevante de la realidad política; “minorías intensas” que no entendían la nueva configuración política del país, expresiones “residuales” que pronto se reducirían a voces marginales. La voz de orden era la “renovación peronista” y la consecuente acta de defunción para la experiencia política de gobierno entre 2003 y 2012. La superestructura justicialistase encaminaba así a poner rápida distancia de esos ecos perdidos del pasado y a  acomodar sus discursos a los nuevos vientos políticos. La elección de 2017 mostró dos cosas. Una fue la consolidación electoral del macrismo en un contexto social afectado negativamente por la política económica, pero esperanzado con el veranito keynesiano que construyó el gobierno en las vísperas de la votación. La otra fue el fracaso –por lo menos provisorio– del intento de darle carnadura político-electoral a un peronismo moderado, centrista, deslumbrado por la irrupción macrista y resignado a un largo invierno electoral. Los “residuos” de la anterior experiencia, por su parte, aparecieron claramente como la segunda fuerza electoral, y su líder realizó una elección en la provincia de Buenos Aires, sorprendentemente exitosa en ese clima social. Desde entonces hemos asistido a muchas novedades. La principal es el notable cambio de clima social respecto del gobierno, que los sondeos de opinión fueron reflejando y que, ya en diciembre del año pasado, confluiría con la primera gran crisis del consenso entre el peronismo no kirchnerista y el oficialismo en ocasión de la estafa estatal a los jubilados perpetrada bajo el pudoroso nombre de “reforma previsional”.  En estos pocos meses hemos asistido a significativos reagrupamientos. El cambio de posición del sindicato de camioneros que alteró la ecuación sindical a favor de los sectores partidarios de un claro enfrentamiento con las políticas públicas del gobierno, la conformación del Frente Sindical como reagrupamiento de esos sectores y la reciente movilización multitudinaria a Luján que fue su bautismo público, el acercamiento de las dirigencias de los principales movimientos sociales representativos del trabajo informal y el territorio de la pobreza –la CGEP y el Movimiento Evita– al proceso de unidad política y electoral contra las políticas de Cambiemos, el desplazamiento de un conjunto de referentes de los espacios del peronismo hasta allí partidarios del diálogo y la cercanía con el gobierno a la idea de una unidad sin proscripciones para afrontar la elección del año próximo y la innegable centralidad de la figura de Cristina Kirchner en todos esos movimientos son los principales hitos, pero no los únicos, de ese proceso. Y no sería aventurado arriesgar que los sacudones en el interior de Cambiemos –que incluyen el retiro de la escena de Monzó, principal actor de las políticas de negociación con el mundo opositor–, un clima tenso en el radicalismo, más las recurrentes volteretas y amenazasespectaculares de Carrió son también expresión de las repercusiones del clima social en la política superestructural. Una vez más vale insistir en que estos hechos y estas tendencias constituyen una importante advertencia metodológica para quienes pretenden analizar y, hasta un punto, prever, el rumbo de los acontecimientos políticos. La  buena información sobre lo que ocurre en el “palacio” es un importante insumo para esa tarea pero no la agota. Quienes piensan que la “calle” es un eco pasivo de los acontecimientos no están en condiciones de hacer previsiones consistentes. Eso es así en todos lados, pero mucho más en un país con la larga tradición de organización y movilización social y política como el nuestro. Para algunos analistas, por ejemplo, la movilización sindical del 21 de febrero pasado o la plaza de Mayo desbordada en repudio del fallo de la Corte que reducía la condena de un terrorista de Estado y pretendía inaugurar una nueva y regresiva actitud judicial frente a la etapa de la barbarie cívico militar en nuestro país, eran solamente explosiones sentimentales de minorías irrelevantes.  Hoy está a la vista que son hitos de un proceso multifacético, a veces contradictorio y no fatalmente triunfantes, de un proceso en el interior de la subjetividad social, que las encuestas solamente alcanzan a registrar cuando han tomado consistencia y repercutido en la escena institucional de la política. La crisis en la que estamos inmersos y que está recién en los primeros tramos de su desarrollo no es solamente económica. Atraviesa todos los planos y condiciona todas las conductas. El Consejo de la Magistratura es para la mayoría de las personas una abstracción misteriosa. Pero lo que acaba de ocurrir es un punto de inflexión en el dominio del gobierno sobre el Poder Judicial. Y eso sin duda altera el ánimo de una corporación hasta aquí inclinada a cumplir rigurosamente con los deseos

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No hay un único camino

Fuente:  Carlos Heller | Página 12 Fecha: 18 de NOV 2018 El Gobierno insiste: “Hay un único camino y es el que nosotros proponemos”.  No hay opción: o su plan de ajuste o el abismo. De este modo, califica a la oposición como “insensata” o “inviable”. Propone un oxímoron: una democracia de discurso único. Sin embargo, ese proyecto excluyente que defiende está siendo cuestionado en muchas partes del mundo. Más aún: hay otros caminos y se están poniendo en práctica. En un documento llamado “Consideraciones para un discernimiento ético sobre algunos aspectos del actual sistema económico y financiero”, elaborado por el Estado Vaticano, se señala: “en la actualidad la industria financiera, debido a su omnipresencia y a su inevitable capacidad de condicionar y –en cierto sentido– de dominar la economía real, es un lugar donde los egoísmos y los abusos tienen un potencial sin igual para causar daño a la comunidad”. Agrega también que “allí donde se ha practicado una desregulación masiva se ha puesto en evidencia que los espacios de vacío normativo e institucional constituyen espacios favorables, no sólo para el riesgo moral y la malversación, sino también para la aparición de exuberancias irracionales de los mercados —a las que siguen burbujas especulativas y luego repentinos colapsos ruinosos— y de crisis sistémicas”. En una línea similar, el informe “Transformar al Mundo, Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” tratado en el encuentro de la Alianza Cooperativa Internacional del continente de las Américas, que se reunió recientemente en la ciudad de Buenos Aires, afirma: “Observamos con preocupación que la globalización económica hegemonizada por el capital financiero, sin compromiso con el desarrollo y las particularidades históricas, culturales, ambientales y sociales de los distintos territorios, ha provocado el desamparo de cada una de nuestras comunidades en un escenario de creciente incertidumbre económica”. Y añade: “Somos actores de la economía real y del desarrollo sostenible, estamos presentes en cada territorio, por voluntad democrática y autónoma de sus asociados, con escala suficiente –1200 millones de personas reciben en el mundo servicios de alguna cooperativa– como para constituirnos en un actor global (…). Es necesario que la iniciativa autónoma de la sociedad civil sea protagonista en la urgente construcción de las nuevas formas de producir y de consumir que la sostenibilidad nos reclama con urgencia. Y para esto el cooperativismo tiene un modelo empresarial capaz de pensar el desarrollo desde los trabajadores, los consumidores y los productores de cada localidad”. Con similar espíritu crítico, el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz evalúa los resultados de la economía de Estados Unidos bajo la gestión Trump y señala, en El País de España: “La rebaja de impuestos es un regalo para grandes empresas y multimillonarios en el país con más desigualdad entre los desarrollados. Y aumenta los impuestos a las clases medias en un país donde la esperanza de vida cae como efecto de los millones de personas que se están quedando sin seguro médico. Va exactamente en la dirección contraria a la que debería. Y agrava el problema”. En el Congreso del Partido Laborista británico, en septiembre de este año, John McDonnell, el referente económico de Jeremy Corbyn, aseguró que –en caso de ser gobierno– cuanto mayor sea el caos generado por las gestiones neoliberales impulsadas por sus predecesores, más profundos deberán ser los cambios a implementar por el laborismo. Además de proponer la nacionalización de las empresas privatizadas en los ochenta y la participación de los trabajadores en ellas, plantea modos específicos de gestionarlas. Para el caso de los servicios de agua impulsa la creación de un directorio integrado por trabajadores, consumidores y concejales. Corbyn y McDonnell reivindican el modelo económico del municipio de Preston, en el noroeste del Reino Unido, al que consideran una experiencia reproducible a mayor escala. En diálogo con Marcelo Justo, corresponsal de PáginaI12 en Londres, Matthew Brown, líder de esta ciudad de 124 mil habitantes, explica: “Estamos usando el poder municipal para darle prioridad a lo local en vez de basar el crecimiento en las grandes corporaciones y multinacionales”. La primera estrategia municipal para reindustrializar la zona fue un modelo económico “basado en una lluvia de inversiones” que nunca ocurrió. “Se perdió mucho tiempo, se afectaron muchas vidas” –concluye Brown–. Por eso, su actual política de crecimiento se funda en la inversión de compañías locales, el fomento de cooperativas de trabajadores y el fin de la tercerización de los servicios. También resulta muy interesante lo que se conoce como “la solución portuguesa”. Allí el gobierno socialista decidió articularse “con otros sectores políticos como el Partido Comunista y con Bloco (Bloque de Izquierda)”, afirma el reconocido sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos. Esa confluencia ha priorizado el incremento del poder adquisitivo de la población, el aumento de la demanda y la mayor utilización de la capacidad instalada ociosa. Portugal, por esta vía, salió de la crisis y de los esquemas restrictivos impuestos por el FMI. “Portugal demostró que el neoliberalismo era una mentira. Con soluciones contrarias a esa ideología, el gobierno ha dado un respiro a las clases populares. La economía crece, la inversión llega, el paro baja (…) hay que tener el coraje de aumentar los impuestos a los más ricos. Se decía en Portugal que ello perjudica la inversión. No fue así, al contrario, aumentó. Hay mucha mentira económica. Los mayores mentirosos de este siglo ganaron los premios Nobel de Economía”, puntualiza De Sousa Santos. Algo similar está sucediendo en España con la alianza entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos. Han presentado un Presupuesto con incrementos del salario mínimo, aumento de las jubilaciones, de las inversiones en ciencia y tecnología, salud, educación, etc. Todo lo contrario de lo propuesto por el Partido Popular de Rajoy, que expresa posiciones similares a las de Cambiemos en Argentina. Mientras, el gobierno de nuestro país ya no niega el ajuste y, por el contrario, lo exhibe ante “los mercados” como una virtud y una fortaleza. Más allá de matices, esta administración está tratando, desde el inicio, de hacer siempre lo

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Elecciones sin razón

Fuente: Gideon Levy| Haaretz Fecha: 17 de NOV 2018 Todos sabían que  nubes de sospecha se ciernen sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu; que el ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, ha llevado a la economía a tener déficit y no ha resuelto los problemas de vivienda; que la ministra de Justicia Ayelet Shaked está incendiando la democracia; que la ministra de Cultura y Deportes, Miri Regev, está dañando la cultura e incitando contra las artes; que el Ministro de Educación Naftali Bennett está trayendo religión y nacionalismo a las escuelas; que el ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, está librando una guerra ridícula, con medios escandalosos, contra el movimiento BDS; y que la situación no es buena y será aún peor. Entonces, ¿por qué razón está cayendo este gobierno? Porque Gaza no ha sido suficientemente golpeada. Porque el ejército no derramó suficiente sangre. Debido a que el matón no golpeó al granuja como debería haberlo hecho. Israel está dispuesto a perdonarlo todo, excepto la moderación. Eso también es lo que aparecerá en la campaña electoral: quién asestó un golpe y quién no. Quién es un héroe y quién es flojo. Quién es Rambo y quién es un ambicioso. Así es como las próximas elecciones, al igual que la mayoría de las elecciones anteriores, se han convertido en otro ritual interno, que carece de gran importancia, en el rito ficticio de la democracia israelí. En esencia, lo que ha sido es lo que será. La identidad del próximo primer ministro es mucho menos importante de lo que se reclamará en la campaña electoral. Las elecciones, en principio, serán sobre nada. Gaza derribó al gobierno, pero ninguno de los candidatos tiene nada que ofrecer sobre el tema de Gaza, excepto palabras vacías y un vendaje. Una encuesta realizada por Israel Television News durante el fin de semana entre los jefes de los partidos reveló la verdad desnuda: a excepción de Meretz y la Lista Conjunta, que proponen levantar el bloqueo en Gaza -la única solución que existe-. Ninguna otra parte tiene nada que decir. Avi Gabbay del Partido Laborista dijo: «Volveremos a tomar la iniciativa y a tomar decisiones». Yair Lapid prometió: «Disuasión e influencia económica». Bla, bla, bla,  en resumen: nada. Cuando se trata del tema más fatídico, la ocupación, sí, la ocupación, no hay «polarización» u «odio fraternal» en Israel; las opiniones apenas difieren. El centro-izquierda hablará sobre el presidente palestino Mahmoud Abbas y no hará nada, la derecha no hablará. Trate de encontrar la diferencia. Y cuando no hay diferencias en el asunto más importante de todos, las elecciones son absolutamente sobe nada. El resto de los temas son menos importantes. Está claro que otro gobierno de derecha continuará dañando el tejido de la democracia, que la libertad y los derechos humanos serán aún más limitados. El abuso sobre los solicitantes de asilo empeorará, las organizaciones de izquierda serán excluidas e incluso prohibidas. La libertad de expresión también será frenada. Estará prohibido criticar a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, esto está lejos de ser inverosímil. En cuanto al apoyo público para el BDS, no hay nada de qué hablar. Una derecha que confía en sí misma es una derecha más peligrosa. Sin embargo, no se atreverá a hacer lo que está obligado a hacer: anexar Cisjordania, o al menos el Área C. (1) Sólo continuará sentando las bases legales para un estado de apartheid, una medida que comenzó con la ley del estado-nación, pero no se atreverá a establecer oficialmente tal estado. El ataque de otro gobierno de derecha a la democracia será malo, pero en un país en el que la mitad de sus nativos viven sin ningún derecho (los palestinos) o en condiciones severas de discriminación (árabes israelíes), este es un daño menos importante, para los privilegiados. Ningún gobierno alternativo previsible cambiará la situación básica de la semi-democracia para la mitad de sus residentes. Entonces, las elecciones en Israel no son realmente elecciones, siempre que no haya una democracia real y no haya diferencias ideológicas reales. Un gobierno de centro-izquierda mejorará la atmósfera y detendrá el deterioro. Con Gabbay, Lapid, Tzipi Livni, Ehud Barak o Benny Gantz a la cabeza del gobierno, se detendrá a menos activistas de derechos humanos en el Aeropuerto Ben-Gurion y se cerrarán menos instituciones artísticas. Se pondrán fin a los ataques contra el sistema legal y Europa occidental volverá a mostrar su afecto. Importante, pero no crítico. No tendremos menos guerras, o menos asentamientos. Entonces, ¿qué habremos logrado? No debemos desesperarnos. Pero las elecciones ahora no pueden inspirar grandes esperanzas, incluso si conducen a una gran agitación. Ningún reemplazo prometedor se está precalentando al margen. Se incluirán muchos eslóganes y promesas, los partidos se unirán y se dividirán, los periodistas celebrarán y todo girará en neutro, solo otro esfuerzo inútil. Una elección inútil. (1) La zona C  es la parte de Cisjordania que permanece bajo con trol exclusivo de Israel [N. del T.]   TRADUCCIÓN: Dardo Esterovich Original: https://www.haaretz.com/opinion/.premium-elections-for-no-reason-1.6658943

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La excusa del terrorismo

Fuente:  Roberto Marra | Nuestras Voces Fecha: 17 de NOV 2018 Tan reprobables como los ataques terroristas, son los resultados de aparentes prevenciones que ejecutan algunos gobiernos que siempre derivan en la profundización de medidas represivas. Nada mejor, en esos casos, que señalar a algunos integrantes de las organizaciones populares como integrantes de “celulas” terroristas, esa falacia utilizada hasta el hartazgo en tiempos de la dictadura genocida. Si hay una disculpa elemental para poder implementar medidas represivas con la anuencia implícita de la mayoría de la población, es esa actividad que se generaliza con el nombre de “terrorismo”. Palabra mágica, si existen, de ella se han valido en cuanta dictadura o pseudo-democracia haya habido en Nuestra América. Nadie se sustrae a su uso en todas y cada una de las reuniones internacionales, donde cada jefe de estado la incluirá en sus discursos, sin excepción, para mostrar su activa pertenencia a un “mundo demócrata” que, paradójicamente, ya poco tiene de ello. No se puede negar la existencia de ese tipo de acciones en el mundo. Están, son, se sienten y padecen. Forman parte indisoluble del aparato del miedo que el imperio, sus lacayos y algunos idiotas útiles, pretendidos enemigos de aquel, utilizan con fines tan falsos como sus pretenciosas “defensas de la humanidad”, caballito de batalla que se cae a pedazos al observar los resultados de sus supuestas luchas contra las agresiones terroristas. Tan reprobables como los ataques terroristas, son los resultados de aparentes prevenciones que ejecutan algunos gobiernos que, no casualmente, siempre derivan en la profundización de medidas represivas contra la población que intenta expresar descontentos por sus padecimientos económicos. Nada mejor, en esos casos, que señalar a algunos integrantes de las organizaciones populares como integrantes de “celulas” terroristas, esa falacia utilizada hasta el hartazgo en tiempos de la dictadura genocida. Otro tipo de terrorismo, el mediático, resulta ser el principal aliado de los hacedores de todas las desgracias populares. De él se valen los poderosos y el imperio para quitar la razón de las mentes ya demasiado abrumadas por sus angustias diarias, donde la subsistencia ha reemplazado a la vida. Oscurecidos los pareceres de la sociedad, el mensaje del terror ya estará listo para el apoyo incondicional para elevar los niveles represivos, no al enteléquico “terrorismo”, sino a los hambrientos que buscan solo algún mendrugo para saciar su vacuidad estomacal, o a los esclarecidos que sueñan con una justicia social aplastada a palos por las supuestas “democracias”. Como ya se ha demostrado decenas de veces, los terroristas terminan siendo simples “empleados” del imperio, piezas necesarias para manejar a su antojo las decisiones planetarias, disculpas básicas para intervenir donde nadie los llama y acabar con cualquier intento liberador de alguna Nación soberana. Y, de paso, apoderarse de sus riquezas, fin último de los trogloditas que conducen a la humanidad a su desaparición temprana, solo en base a sus repugnantes ambiciones sin sentido. Aquí, por estos lares sureños, donde el poder gobierna con sus propios gerentes, donde el hambre se regodea con los ninguneados de siempre, donde millones se caen de las escaleras que las condujeron al odio estupidizante, dando contra el duro piso de la realidad convertida en miseria generalizada, aquí también aparece otra vez la disculpa del “terrorismo”. Como antes, como siempre, la “prensa libre” nos hablará de peligros inminentes, de ataques previstos por servicios de inteligencia extranjeros, de las supuestas conexiones con organizaciones populares, de mapuches armados con lanzas y piedras como “peligrosas” armas de ataques masivos, u otra estupideces semejantes. Mientras, con la ridiculez al hombro, la ministra de (in)seguridad llama a armarse a la “sociedad sana”, para enfrentar a los invasores que vislumbra a través de los vapores etílicos que le aconsejan semejantes despropósitos. Más miedo, más terror. Del auténtico, del originado en los inmorales autores intelectuales de cuanta maldad exista en la sociedad. Más información falsa, más fuegos artificiales que oculten con destellos enceguecedores la verdad obvia de sus “éxitos” financieros, que son el fracaso colectivo de un pueblo mil veces castigado, mientras los auténticos terroristas de saco y corbata preparan el bombardeo final, para hacer desaparecer lo que alguna vez fuera el sueño de una Patria soberana.   Notas relacionadas: Preocupa el avance sobre las libertades civiles por el operativo de seguridad del G20 Los terroristas  

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El fuego de Gaza es más devastador que el de Hollywood, pero no hay nadie para apagarlo

Fuente: George Galloway | Russia Today Fecha: 15 de NOV 2018 El mundo está obsesionado por los incendios forestales en Hollywood que están quemando las mansiones de las estrellas. Irónicamente, algunas de estas mansiones pertenecen a las mismas personas que contribuyeron a recaudar millones de dólares para el ejército israelí que ahora está quemando las desvencijadas casas de Gaza. Por supuesto, los guerreros de Hollywood tiene seguros y también sus casas, a veces varios seguros. Las personas que habitan en esas casas de Gaza no tiene ningún seguro. Las valientes personas que luchan contra el fuego en California están bien equipadas y cuentan con el apoyo del viento de esperanza de millones de personas que les desean lo mejor. En Gaza no hay personas que luchan contra el fuego. Por desgracia, conozco bien los destruidas casas de Gaza, desde mucho antes de que existiera Hamas. De hecho, asistí a su nacimiento e Israel fue la comadrona. Yo era camarada de Yasser Arafat, entonces presidente de la laica OLP, una organización nacionalista árabe cuyo comité ejecutivo estaba formado por personas nacionalistas árabes y de izquierda alineadas con Moscú, como las pertenecientes al FPLP dirigido por el difunto George Habash. Israel temía a este Zeitgeist* en el mundo árabe así que, como habían hecho antes los británicos al intentar minar al presidente de Egipto, Nasser, se volvió hacia los islamistas. Los Hermanos Musulmanes, un cliente de los británicos en Egipto, tenían hermanos en Gaza, por supuesto. Estos hermanos se convirtieron en Hamas con la total cooperación de Israel. Fui testigo de cómo se desarrollaba abiertamente el islamismo en Gaza, un títere contra Arafat y la OLP. Mientras que las cárceles (y los cementerios) estaban llenas de personas de la OLP, las carreteras estaban hasta los topes de vehículos de la sociedad islámica. Escuelas islámicas, hospitales e instituciones de la sociedad civil de todo tipo asistían a las comunidades, lo que era permitido, fomentado y en ocasiones financiado por Israel. Se trataba del divide y vencerás en perfecta armonía. Por supuesto, aquello ocurría hace casi 40 y de una u otra manera ninguno de los líderes de Hamas de entonces sigue con vida. El Hamas que Israel creía estar desarrollando como cliente hace mucho tiempo que dejó atrás ese papel y ahora es una fuerza de combate formidable a la que se puede masacrar por aire, por supuesto (junto con alguna otra persona que pase por ahí), pero no tanto en tierra, cara a cara. Mientras había un alto el fuego y en El Cairo se estaban llevando a cabo negociaciones de paz entre Israel y Hamas, Netanyahu envió a Gaza un comando secreto de fuerzas especiales para asesinar a un comandante militar de Hamas y en el tiroteo murió un comandante israelí. Y se desencadenó el infierno. Mientras escribo estas líneas se han desatado los perros de la guerra y el caos. Hamas ha lanzado gran cantidad de misiles que cada vez son más precisos. Las aviones israelíes están bombardeando como si no hubiera mañana (con la garantía ilimitada de Donald Trump de enviarles más). Esta semana fue destruido el canal de televisión palestino Al Aqsa en un ataque aéreo del que se jactó en Twitter el gobierno israelí. Como la Televisión Yugoslava en Belgrado, como el canal de Al Jazeera TV en Bagdad, la matanza de las personas que preparan el té, de quienes trabajan en el departamento de maquillaje, de cámaras y, por supuesto, de periodistas no provocó más que un silencio plúmbeo en los medios de comunicación occidentales. El cuarto poder, que con toda razón se escandalizó por el secuestro, tortura, asesinato y desmembramiento del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi, no se conmueve por el desmembramiento de periodistas palestinos. Fue impresionante la solidaridad de los medios de comunicación cuando Donald Trump quitó las credenciales de la Casa Blanca al periodista de CNN Jim Acosta, del que ninguno de nosotros había oído hablar antes y que trabajaba para una emisora que no vemos ninguno. La muerte de las maquilladoras de televisión [palestinas] ni siquiera se ha mencionado en las noticias y menos en CNN. Tanto para ellos como para las demás máquinas occidentales de elaborar noticias falsas, el reloj empieza a funcionar cuando Israel dice que lo hace y cuando Israel “responde”. El hecho de que la respuesta sea una respuesta a una provocación no tiene la menor importancia. En todo caso, nadie que trabaje actualmente en los medios occidentales sabe, o le importa, que la causa fundamental de todo esto sea la existencia de un enclave de alambre de espino llamado Gaza. Dos millones de palestinos encerrados en una pequeña franja de tierra (que por algo se llama Franja de Gaza) sin poder entrar o salir y rechazados de forma abrumadora. Un 80 % de estos dos millones de personas son refugiadas ahí, que ven a través del alambre de espino su propias propiedades ahora ocupadas por otros. Cuando se acercan a la valla los francotiradores los matan despiadadamente. Desde marzo decenas de miles de palestinos ha resultado heridos en la valla de Gaza. Han muerto cientos de personas, incluidos niños, mujeres, personal médico y, por supuesto, periodistas. Se han amputado cientos de miembros, muchas personas han quedado ciegas, sin ojos, en Gaza. Estaban desarmadas, en su “propio territorio”, y ni por lo más remoto habían llegado a la valla con la que de forma totalmente unilateral los israelíes han demarcado como su frontera. En los últimos diez años o más los palestinos de Gaza han soportado un frío terrible en invierno y un calor abrasador en verano, con un suministro de electricidad deliberadamente racionado y controlado por Israel. A menudo no hay electricidad en absoluto, en el mejor de los casos cuatro horas al día. Los suministros médicos y la comida se estropean con frecuencia cuando falla la refrigeración. Israel también controla el suministro de agua y la mayor parte de los gazíes nunca tiene acceso a agua potable limpia. Hasta el mar de Gaza está implacablemente controlado y los pescadores

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Otra hipótesis sobre Nisman que se cae: no estaba drogado con ketamina al morir

Fuente: Néstor Espósito  | TiempoAr Fecha: 12 de NOV 2018 Otro de los argumentos del peritaje de Gendarmería Nacional que afirman que Alberto Nisman fue asesinado está a punto de caerse. El difunto fiscal no estaba drogado con ketamina al momento de su deceso. Menos aún: si alguien le inyectó esa sustancia, el supuesto asesinato ocurrió antes de que la ketamina hiciera efecto. ¿Entonces para qué le habrían inyectado ketamina? El informe de la Gendarmería sostuvo que Nisman “presentaba el fenómeno denominado como ‘sumisión química’, motivo por el cual el sujeto puede ser sometido contra su voluntad y sin oponer resistencia facilitando la acción de terceras personas que allí se hallarían en la escena del hecho”. Si ello hubiera sido así, el o los supuestos agresores debieron haberle inyectado a Nisman la sustancia por lo menos un minuto antes del disparo que lo mató. Ese es el tiempo que, según coinciden todos los informes científicos sobre la metabolización de la ketamina, tarda en comenzar el efecto anestésico. ¿Por qué se produce ese efecto? Porque la ketamina comienza a metabolizarse en el organismo. Y el primer paso es su transformación en “norketamina”; en términos comunes: cuando metaboliza, anestesia. El reporte de Gendarmería explica que “entre 15 y 30 segundos se manifiestan las sensaciones de disociación e inconsciencia. La analgesia persiste unos 40 minutos. Puede producirse amnesia evidente durante 1 a 2 horas posteriores a la inyección”. La fuente es “A. Gilman (1986) Goodman & Gilman, Las Bases Farmacológicas de la Terapéutica, Ed. Panamericana, México”. Una decena de trabajos científicos internacionales sobre la ketamina les fueron acercados a los investigadores en las últimas semanas. Todos fueron evaluados aunque todavía no se incorporaron al expediente. Hay trabajos de universidades europeas, latinoamericanas y monografías de científicos que específicamente estudiaron a la ketamina. La teoría de Gendarmería no cierra ni con fórceps. Para dopar, la ketamina debe metabolizar. Pero en el informe de Gendarmería no se menciona a la “norketamina” sino a la ketamina, a secas, y en cantidades que no pudieron ser medidas con el método de detección utilizado en el pool de vísceras, dos años y medio después de la muerte. Una posibilidad de aceleración de los tiempos de efecto sin la metabolización hubiera sido la inhalación de ketamina en estado gaseoso. Pero no existe la ketamina en ese estado. Los tiempos reales no coinciden con los registros científicos. Los forenses que actuaron en la autopsia de Nisman en 2015 no hallaron la sustancia. En el caso de que se les “hubiera pasado”, la sustancia debió permanecer en las vísceras resguardadas durante unos 30 meses, hasta que la halló Gendarmería. Sólo si hubieran estado resguardadas a una temperatura de entre 20 y 30 grados bajo cero habría existido alguna posibilidad (remota) de conservación. Si hubieran sido guardadas en una heladera, el tiempo habría sido mucho menor, de algunas semanas. Y, a temperatura ambiente, no sólo la ketamina no estaría sino que también se habrían podrido las vísceras. No hay en el informe de Gendarmería un solo dato que explique en qué condiciones fueron resguardados los restos de Nisman analizados para el trabajo que arrojó como conclusión “más probable” que fue asesinado. De todos modos, los informes científicos indican que una vez introducido en el cuerpo, aún después de la muerte, las enzimas debieron haber causado algún tipo de modificación en la sustancia. Es decir que aún en el hipotético caso de que el o los agresores lo asesinaran en menos de dos minutos, el cadáver debió haber actuado (con otros tiempos y otros procesos) sobre esa sustancia. Por principio general, toda sustancia química se “biotransforma” en el organismo, con mayor o menor medida o velocidad. En el cuerpo de Nisman debieron haber aparecido, como mínimo, la sustancia madre y también sus metabolitos. Pero ello no ocurrió; sólo se habla de “ketamina”. La defensa del informático Diego Lagomarsino ya había planteado algunos de estos puntos ante el juez Julián Ercolini y ante la Cámara Federal porteña, pero sin éxito. En respuesta a Gendarmería, había subrayado que “no se ha encontrado principalmente Norketamina ni otros metabolitos, como indicio de su biotransformación, que es muy rápida”.

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Sin olas

Fuente: María Laura Carpineta | Revista Zoom Fecha: 08 de NOV 2018 No hubo ni ola azul demócrata ni ola joven ni ningún tipo de ola que arrasara en una sola dirección el mapa político de Estados Unidos. Salvo contadas excepciones, las elecciones de medio mandato son un llamado de atención al gobierno en funciones, que suele perder poder en alguna o las dos cámaras del Congreso, y eso es exactamente lo que sucedió. La mayoría de los votantes dijeron que tomaron su decisión basada en su apoyo o rechazo a la gestión del presidente Donald Trump y eso quedó claro tanto con la ampliación de la mayoría republicana en el Senado como con la victoria de la oposición demócrata en la Cámara de Representantes. Las elecciones de esta semana más que un plebiscito sobre el gobierno eran una prueba para la oposición demócrata, para su crisis interna y para el más amplio (y constantemente promovido como épico) movimiento de resistencia contra Trump. Los resultados demostraron que el apoyo del presidente se mantiene fuerte a nivel federal y todavía ayuda a ganar cargos, como sucedió en el Senado; que muchas de las caras de la victoria opositora en la Cámara de Representantes pertenecen a líderes que cuestionaron al aparato partidario demócrata, y que la heterogénea resistencia a Trump -encabezada por mujeres, miembros de la comunidad LGTBQ, inmigrantes y descendientes de inmigrantes- no inundó las urnas, pero sí conquistó algunas batallas importantes para crear las bases de un posible cambio en el futuro. El gran triunfo de Trump en estos comicios fue, sin dudas, la ampliación de la mayoría oficialista en el Senado. Los republicanos pasaron de tener una ventaja de apenas dos bancas a una de cinco. Los demócratas estaban en desventaja en el Senado, tenían que defender 26 bancas -incluidas dos de independientes que suelen votar con ellos- frente a nueve de los republicanos. El oficialismo no sólo consiguió reelegir a todos sus senadores, sino que además ganó tres nuevos escaños: Missouri, Indiana y Dakota del Norte. Las tres victorias son muy parecidas: senadores que defendían su banca en distritos conservadores, en donde Trump había arrasado en las presidenciales de 2016, perdieron contra candidatos muy cercanos al mandatario y que fueron apoyados abiertamente y en repetidas ocasiones por él. Es muy temprano para saber si, por ejemplo, el voto en contra de los tres senadores demócratas en la reciente confirmación del juez Brett Kavanaugh -un magistrado denunciado por varias mujeres por abuso sexual- a la Corte Suprema fue decisivo en la derrota. De lo que no hay duda es que el apoyo de Trump a sus rivales republicanos sí lo fue. A diferencia del Senado, toda la Cámara de Representantes estadounidense se renovaba en estas elecciones y, por lo tanto, la oposición demócrata tenía un escenario más favorable para recuperar la mayoría que perdió en 2010, en la primera elección de medio mandato del gobierno de Barack Obama. Debía arrebatarle al menos 23 bancas a los republicanos para llegar a la mayoría de 218 y lo consiguió con creces. La veterana líder demócrata en la cámara baja y la dirigente que posiblemente sea la próxima líder de la mayoría, Nancy Pelosi, fue una de las primeras en celebrar la mayor victoria de su partido en estos comicios y prometió que su objetivo no será impulsar un juicio político contra Trump, una preocupación que el mandatario no tardó ni 24 horas en plasmar en su Twitter. Pero el triunfo que Pelosi presentó como homogéneo en realidad esconde muchas de la tensiones que tienen en crisis al Partido Demócrata. Por un lado, es el resultado más importante que ha dejado el movimiento de resistencia que iniciaron las mujeres contra el gobierno de Trump desde el primer día de su mandato y que exige también un cambio a los demócratas. Alrededor de 100 congresistas fueron electas -al escribir este artículo algunas elecciones aún debían definirse-, una cifra inédita que igual está lejos de eliminar la asimetría que todavía existe en ambos partidos. Por otro lado, la bancada demócrata sumó, como nunca antes, representantes de minorías y referentes de las bases que critican a la cúpula del partido y piden más democracia interna, más renovación y un programa político progresista. Aunque ni las mujeres ni las minorías religiosas y étnicas del país tuvieron su tan ansiada ola en estas elecciones, sí ganaron voces claves en la Cámara de Representantes como la neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, la dirigente negra de Massachusetts Ayanna Pressley, las dos primeras legisladoras musulmanas, Rashida Tlaib de Michigan y Ilhan Omar de Minnesota; y las dos primeras congresistas indígenas, Deborah Haaland de Nuevo México y Sharice Davids de Kansas. Estas mujeres no sólo intentarán marcarle el ritmo al oficialismo republicano desde el centro del poder político del país, sino también a sus propios líderes de bancada. La crisis de liderazgo de la oposición también sufrió un duro golpe en Texas, donde el carismático y joven congresista Beto O’Rourke perdió su apuesta por el Senado frente a un veterano que se alineó con Trump y que hace años es una de las voces latinas conservadoras más influyentes del Congreso, Ted Cruz. Beto, como lo bautizó su campaña, era la esperanza de muchos votantes demócratas para las próximas elecciones presidenciales de 2020: hombre de familia de 44 años, carismático al estilo Kennedy, con un discurso más progresista, pero amigable y sin un pasado contestatario frente al aparato partidario. La expectativa era que, si lograba ganar en el estado conservador de Texas y frente a una figura tan simbólica como Cruz, podría construir un perfil presidenciable en los próximos dos años que incluya a toda la base electoral demócrata. Los resultados del martes ratificaron que la oposición está muy lejos de tener una figura presidenciable con chances reales para disputarle la reelección a Trump. Más aún, las tradicionales encuestas a boca de urna que se realizan durante la jornada electoral revelaron que los niveles de lealtad a Trump se mantienen firmes desde 2016,

Comunicados y Declaraciones

De la xenofobia a la judeofobia: basta de discriminación

El LLAMAMIENTO Argentino Judío vuelve a repudiar la multiplicación de pintadas y mensajes judeofóbicos, esta vez expresados mediante pintadas anónimas en el barrio de Villa Crespo. Una vez más nos vemos en la obligación de advertir que los discursos estigmatizantes amparados en el creciente empoderamiento del discurso reaccionario se convierten en el caldo de cultivo para el etiquetamiento, la discriminación y persecución de grupos vulnerables y/o minoritarios, que son utilizados como chivos expiatorios de las crisis económicas provocadas por la brutalidad del sistema capitalista, hoy en su versión neoliberal, flexibilizadora, endeudadora y represora. Convocamos a todos los sectores democráticos a repudiar estos hechos que no hacen más que enturbiar los lazos ciudadanos, al tiempo que responsabilizamos al gobierno nacional y a la Alianza Cambiemos por ser instigadores de mensajes xenófobos y de inducir de esa manera a la proliferación de etiquetamientos de claro índole fascista. Marcelo Horestein – Secretario Jorge Elbaum – Presidente

Comunicados y Declaraciones

Comisión de políticas de perspectiva de género

Texto producido por la Comisión de políticas de perspectiva de género “La mujer es esclava del patrón y es esclava del esclavo». Por esto existen la subrogación de vientres, la violencia, el acoso, el maltrato, el femicidio, la cultura, la ley, los mitos, la trata, todo     1) Equidad de Género en todas sus expresiones. Equidad de Género es aplicar la Perspectiva de Género en la educación, legislación, cultura, usos y costumbres, salud, lenguaje, economía, relaciones laborales e institucionales, entidades religiosas, política, participación equitativa en listas de partidos políticos, gremiales, organizaciones sociales y de la comunidad. Perspectiva de Género en la crianza y educación de niños y niñas, literatura, juegos y juguetes infantiles, con lenguajes inclusivos y exentos de sexismo. En síntesis: darle pelea al patriarcado en todas sus formas y expresiones. 2) Apoyamos la legalización del aborto seguro, gratuito y universal hasta la semana 14. Si son menores y no hay acuerdo parental, debe elegirse lo que proteja la vida de la involucrada. Sin posibilidad de objeción institucional. El Estado tiene la obligación de garantizarlo en tiempo y forma .El tema debe estar ligado a la Educación sexual integral obligatoria gratuita y la provisión gratuita de métodos anticonceptivos por parte del estado. La única necesidad de autorización es la de la mujer que se lo realiza, por firma o huella digital. 3) Es necesario una ley que regule la fertilización asistida. Aun no existe ni como proyecto en el parlamento. 5) NO a la subrogación de vientres. No resuelve ninguna injusticia ni demanda social. Los esfuerzos deben ir dirigidos a favor de un sistema de adopción que funcione y romper la construcción de “heredero” genético o de “diseño”. 6) NO a la prostitución como trabajo. Sostener la posición abolicionista. Pero el Estado debe ocuparse y proporcionarles salud a quien lo ejerce como población vulnerable que sin duda lo es. Está ligado a la “trata” de personas con fines de explotación sexual y afecta mayoritariamente a mujeres y niñas. Constituye una grave violación al art 4 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos “nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas”. Eddie Abramovich Diana Coblier Jorge Elbaum Hana Fleischmann Mónica Rosanzky  

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