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Harvard califica a Israel de régimen de apartheid

Por: Vis a Vis (21 de marzo de 2022) La Facultad de Derecho de Harvard consideró a Israel en un reciente informe a las Naciones Unidas como “un régimen de apartheid”. El informe completo afirma que “Israel discrimina sistemáticamente a los palestinos y suprime sus derechos civiles y políticos”. Además, Harvard “considera que las acciones de Israel en la Cisjordania ocupada infringen la prohibición del apartheid y equivalen al crimen de apartheid según el derecho internacional”. Otras afirmaciones incluyen que “desde 1967, Israel ejerció un control total en la mayor parte de la Cisjordania ocupada, el régimen funciona en propósito y efecto para crear una estructura de dos niveles de derechos y protecciones, privilegiando sistemáticamente a los colonos judíos israelíes y discriminando a los palestinos”. El informe critica tambén a Israel por prohibir seis organizaciones palestinas a las que acusa de terrorismo. En una sección titulada “Apartheid en la Cisjordania ocupada”, el informe dice que “una conclusión de apartheid en la Cisjordania ocupada requiere determinar si la ocupación israelí cometió: (i) acto(s) inhumano(s), (ii) con la intención de establecer o mantener la dominación de los israelíes judíos sobre los palestinos, (iii) en el contexto de un régimen institucionalizado de discriminación y opresión racial sistemática”. Por su parte, “las prácticas prevalentes y bien documentadas de Israel de detener arbitrariamente a los palestinos bajo el pretexto de delitos de seguridad ampliamente definidos, negando a los detenidos palestinos sus derechos básicos a un juicio justo y a las debidas garantías procesales, utilizando los malos tratos y la tortura con impunidad, y colocando a los palestinos en detención administrativa prolongada sin cargos ni juicio, pueden equivaler en conjunto al acto inhumano de negar a los palestinos el derecho a la libertad de la persona”. Además, acusan a Israel de “actos inhumanos”, “y de la creación deliberada de condiciones que impiden el pleno desarrollo de ese grupo al negarles DD.HH. y libertades básicas”. Harvard acusa a Israel de “persecución”, restringiendo severamente a los palestinos de sus derechos básicos a la libre expresión y libre asociación y reunión. En ninguna parte del informe hay matices: no se menciona el terrorismo contra Israel, los problemas de seguridad, el historial de derechos humanos de la Autoridad Palestina o los derechos de Israel sobre la tierra. El informe concluye que Israel practica el apartheid. A continuación, el tweet del embajador israelí en ONU, Gilad Erdan: «No es de extrañar que al leer este informe se encuentre en la Facultad de Derecho de Harvard una clase de primavera de 2022 sobre ‘Derecho, DD.HH. y justicia social en Israel y Palestina’ impartida por la Sra. Salma Waheedi. La Sra. Waheedi firmó una carta para ‘expresar su solidaridad con el pueblo palestino en su lucha por la libertad y la autodeterminación. La violencia del Estado israelí devastó la vida de los palestinos mediante una combinación de guerra, robo territorial y desplazamiento violento. El inquebrantable apoyo financiero, militar y político de EE.UU. alimentó un sistema de apartheid que institucionaliza la dominación y la represión de los palestinos’. Varios profesores de Harvard continúan afirmando que ‘a los palestinos no sólo se les niega la libertad y la autodeterminación, sino que incluso se les niega el derecho a resistir. La resistencia palestina en todas sus formas está criminalizada por Israel y Estados Unidos. Toda medida de autodefensa de un pueblo sin Estado ni ejército contra una potencia nuclear respaldada por EE.UU. exigen el fin del apoyo de EE.UU. al régimen de apartheid de Israel, condenan la agresión estatal israelí y afirman nuestro apoyo a la lucha de liberación palestina». El informe lo redactó Adameer, una organización que “se opuso con vehemencia a una nueva cláusula en los contratos de subvención de la Unión Europea con las ONG palestinas que prohíbe a los beneficiarios trabajar con organizaciones e individuos designados en las listas de terroristas de la UE y financiarlos”. Addameer es una “filial” del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), organización terrorista según EE.UU., la Unión Europea, Canadá e Israel. Socio de la Escuela de Derecho de Harvard, Adameer se refiere al ejército israelí como las “Fuerzas de Ocupación israelíes”. También acusa a Israel de “castigo colectivo”, “crímenes de guerra” y una “política de utilizar a los prisioneros palestinos como peones para lograr ganancias políticas y militares”. La organización colaboró con organizaciones pro-BDS. Vía Israel Noticias

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Los israelíes lloran con Ucrania pero ignoran su apartheid en Cisjordania

Por: Michael Sfard | Haaretz (1 de abril de 2022) Si hubiera psicoterapia para las naciones, los israelíes necesitarían un tratamiento particularmente prolongado, preferiblemente al menos tres veces por semana. Si los israelíes comenzaran tal terapia, dentro de los primeros 20 minutos el diagnóstico sería que la nación sufre de una falta extrema de autoconciencia. Al cabo de media hora como máximo, el psicólogo anotaba: “Prueba de realidad defectuosa por elección, síndrome de automanipulación fatal”. De lo contrario, es imposible entender la disonancia de la (justa) reacción emotiva y enojada de los israelíes ante la cruel ocupación rusa de Ucrania , que incluye muestras de solidaridad con la nación ocupada, mientras que los propios israelíes imponen una de las ocupaciones más crueles y prolongadas de los tiempos modernos. en millones de palestinos. ¿Cómo este raro consenso israelí, que apoya la lucha del pueblo ucraniano por la independencia y la libertad, se ajusta a una visión que va desde el apoyo entusiasta hasta la fría indiferencia ante la perpetuación del régimen israelí de opresión sobre Palestina? Los corresponsales israelíes que cubren la guerra y los presentadores de noticias están haciendo un buen trabajo al expresar el sentimiento del público israelí cuando están horrorizados, a veces de manera teatral, por las imágenes de Ucrania. Están horrorizados por la destrucción de la infraestructura y los ataques contra objetivos civiles, los enjambres de refugiados que inundan los países vecinos y la destrucción total de la ciudad portuaria de Mariupol. Y, por supuesto, está la anticipación de la vida bajo la ocupación rusa: la negación cierta de la libertad de expresión, la eliminación de los derechos civiles y el aplastamiento de cualquier posibilidad de una democracia funcional donde todos participen en los procesos que establecen normas y políticas. Simplemente terrible. Aquí está la cuestión: una prueba de realidad adecuada generaría la analogía necesaria en el alma israelí. Las imágenes de Kherson y Kiev de edificios de apartamentos alcanzados por misiles se asemejan a las operaciones de Israel en Gaza (Plomo Fundido, Pilar de Defensa, Borde Protector, Guardián de los Muros) y sus muchos y sangrientos amigos. En la Operación Margen Protector en 2014 atacamos más de 15.000 edificios en la Franja de Gaza ; dos tercios de ellos quedaron totalmente destruidos o severamente dañados. Sí, incluidas las instalaciones médicas y las escuelas y, por supuesto, los edificios de apartamentos. Y sí, los rusos también afirman que los ucranianos esconden municiones en hospitales y centros comerciales, o disparan desde estos sitios. Es tan similar que podríamos decir que Vladimir Putin le está dando a Mariupol el “trato de Gaza”. Los informes sobre la despótica criminalización de las protestas rusas por parte de Moscú son recibidos en Israel con un liberal chasqueo de lengua, pero la declaración igualmente despótica de nuestro ministro de Defensa de que seis organizaciones palestinas de derechos humanos y grupos de la sociedad civil son “organizaciones terroristas”, sin presentar ni la más mínima prueba de que esta escandalosa y peligrosa acusación- son acogidas con un silencio total. (Divulgación: represento a uno de los grupos). ¿Y en qué celda sellada del cerebro colectivo israelí hemos encerrado el hecho de que no necesitamos una transmisión por satélite para ver a los refugiados? El hecho de que a pocos kilómetros de nosotros, cientos de miles de ellos vivan bajo nuestro dominio directo, con millones más en los países vecinos, todos ellos producto del conflicto israelo-palestino. La semana pasada, el profesor de derecho canadiense Michael Lynk, relator especial de la ONU, publicó un informe acusando a Israel de imponer un régimen de apartheid a los palestinos. Este documento sigue a una pila de informes de grupos de derechos israelíes (Yesh Din, B’Tselem) e internacionales (Human Rights Watch, Amnistía Internacional ) en los últimos dos años, cada uno acusando a Israel de perpetrar el crimen que las organizaciones palestinas han estado reclamando por años se está cometiendo. La importancia del informe de Lynk es que la acusación del apartheid ahora va más allá de los límites de la sociedad civil y ha comenzado a echar anclas en las instituciones internacionales. La reacción pavloviana de Israel, que Lynk es anti-israelí y su informe está sesgado, ya ni siquiera es exasperante. Sólo destaca la ausencia de respuesta al fondo de la acusación. Demuestra que incluso el canciller Yair Lapid sabe (pero reprime) que una realidad de dominación y opresión de una nación contra otra, donde una ley se aplica a los judíos y otra a los palestinos, donde todos los recursos se asignan a los judíos a expensas de los palestinos. , el primero tiene derechos políticos y el segundo no, y cuando ese estado de cosas no puede describirse bajo ningún estándar como temporal, esta es una realidad de apartheid. No hay un solo argumento en nuestra defensa para salvarnos; todas las coartadas han sido refutadas. Por eso, el reconocimiento de que Israel está cometiendo el crimen del apartheid se ha extendido más rápido que el omicron en los últimos meses. ¿Y los israelíes? Están colgando la bandera ucraniana en sus autos y balcones, murmurando «Slava Ukraini» y evitando el contacto visual con el espejo. Cuando un niño pequeño se tapa los ojos con la mano y dice que no hay nadie delante de él, eso es lindo. Cuando una nación se pone una mano en los ojos y dice que no hay nadie delante de ella, necesita urgentemente una terapia. Michael Sfard escribió la opinión de Yesh Din clasificando el régimen de Israel en Cisjordania como apartheid.

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‘La paz con los palestinos es posible’: conozca al último optimista de Israel

Por: Iddo Schejter | Haaretz (13 de enero de 2022) Se puede ver a Uri Ashi en un puente de Tel Aviv todos los viernes por la tarde, tratando de convencer a los transeúntes y automovilistas de que la paz con los palestinos aún es posible. Ahora tiene un nuevo libro sobre el tema. Uri Ashi de pie en el puente Hahalakha, Tel Aviv, junto a su muñeco de paloma gigante el mes pasado. Crédito: Iddo Schejter En cualquier viernes por la tarde, se puede ver a un hombre y su paloma gigante con muletas en un puente de Tel Aviv sobre la concurrida autopista de Ayalon, tratando de convencer a cualquiera que esté dispuesto a escuchar que la solución de dos estados aún se puede lograr. Uri Ashi, de 45 años, es ilustrador y animador de oficio, aunque dice que en los últimos años también se ha convertido en autor e investigador. En 2015, comenzó a pararse con la muñeca gigante de la paloma discapacitada en el puente Hahalakha, junto con un cartel en hebreo que decía «La paz con los palestinos es posible». Él llama al cartel la versión “TL;DR” de su libro, “Hatikva: La guía ilustrada para resolver el conflicto israelí-palestino”, que se publicó en hebreo el año pasado. El activismo de Ashi comenzó después de tomar un curso sobre la historia del conflicto palestino-israelí impartido por el Dr. Shaul Arieli, un coronel retirado que también formó parte de varios equipos de negociación israelíes durante rondas anteriores de conversaciones de paz con los palestinos. A pesar de haberse considerado previamente informado sobre el tema, el curso puso patas arriba la cosmovisión del ilustrador. Dice que Arieli le demostró cómo, aunque las rondas de negociaciones anteriores fracasaron, se habían llegado a compromisos sobre los temas centrales del conflicto y que todo lo que quedaba por hacer era completar los detalles finales y firmar un acuerdo. Ashi se sorprendió al saber que desde 1988, los palestinos han estado dispuestos a negociar con Israel sobre la base de dos estados para dos pueblos. Pensó que si él no sabía esto, la mayoría del público tampoco. Así es como llegó a pararse en el puente en el norte de Tel Aviv, inspirado por las acciones de los manifestantes solitarios, en particular Amir Haskel, quien comenzó a manifestarse en los puentes de Israel para protestar contra el entonces primer ministro Benjamin Netanyahu hace unos seis años. Inicialmente, Ashi fue al puente Hahalakha, el más cercano a su casa, más por el bien de la investigación. Su objetivo era saber a qué se enfrentaba si tuviera que empezar a abogar por una solución de dos estados . Su letrero y su paloma gigante discapacitada, que simboliza el proceso de paz dañado, llamaron la atención de los peatones y conductores que querían decirle a Ashi lo que pensaban. Incluso llegó a la página de Facebook del influencer de extrema derecha The Shadow.  Sin embargo, después de algunas visitas al puente, se dio cuenta de que los mismos argumentos en contra de una solución de dos estados se esgrimían una y otra vez. Eventualmente, Ashi pensó que debería hacer un buen uso de sus habilidades de dibujo y escribir una guía ilustrada sobre cómo resolver el conflicto. Durante dos años dejó su trabajo para poder dedicarse por completo al proyecto. Se sentó en bibliotecas y leyó cientos de libros sobre el tema y entrevistó a investigadores e historiadores. Su libro está dirigido a una audiencia israelí y se esfuerza por convencer a los lectores de que, a pesar de la creencia generalizada de que la solución de dos estados está muerta, la paz con los palestinos todavía es posible. De los 3.000 ejemplares que ha vendido hasta el momento, testifica que bastantes lectores le han escrito diciendo que les ha hecho reconsiderar lo que antes pensaban sobre el conflicto. En el libro, Ashi separa los puntos de conversación que escuchó una y otra vez en el puente de que la paz con los palestinos es inviable: todo, desde el percibido «programa de escenario» palestino, que supuestamente exige que se firmen acuerdos con Israel como una táctica. para permitir una resistencia armada más efectiva en un momento posterior, a la afirmación de que los palestinos son un pueblo falso y, por lo tanto, no merecen un estado. Alrededor de la época en que Ashi estaba tomando el curso de Arieli, también dejó de fumar. Para dejar de fumar, leyó “La manera fácil de dejar de fumar de Allen Carr”. Luego intentó incorporar los métodos de Carr en su propia defensa de la paz. Por ejemplo, Carr evita explícitamente asustar a la gente sobre todos los riesgos para la salud de fumar. Ashi hace lo mismo y, a diferencia de muchos generales israelíes retirados, evita predicciones sombrías de lo que sucederá si Israel no se separa de los palestinos. Él dice que durante sus conversaciones en el puente, descubrió que asustar a los detractores de la paz solo afianza aún más sus creencias. Sin embargo, lo principal que Ashi extrajo del libro de Carr fue el concepto de esperanza: lo más importante al intentar cambiar la mente de una persona es inculcar la creencia de que el cambio, ya sea en los hábitos de fumar o en un conflicto de décadas, es posible, y ni siquiera tan difícil de lograr. Por eso le dio a su libro el título de “Hatikva” (“La esperanza”), porque cree que un análisis racional de la historia, explicada a través de un lenguaje humorístico e ilustraciones, infundirá en el lector la esperanza de que el conflicto pueda resolverse. Ashi también trata de explicar psicológicamente cómo el público israelí llegó a creer que la paz es imposible a pesar de que su análisis muestra lo contrario. Dice que, aunque cree que el conflicto tiene solución desde finales de la década de 1980, lo que aún queda por hacer es que el público lo vea como tal; de lo contrario, el paradigma que fue útil cuando el conflicto no tenía solución perjudica las perspectivas de paz cuando es. Por ejemplo, dice, si bien es necesario odiar a tu enemigo en tiempos

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Así avanza el neonazismo en Ucrania con el aval de su presidente

Por: Alexander Terekhin | Sputnik Mundo (28 de marzo de 2022) https://mundo.sputniknews.com/20220328/asi-avanza-el-neonazismo-en-ucrania-con-el-aval-de-su-presidente-judio-1123649483.html?utm_campaign=mundo_newsletter&utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_content=28 Cada vez que se menciona el problema del neonazismo, y su omnipresencia en Ucrania, se oye el contraargumento de que esto es imposible, pues el presidente de este país es judío. Sin embargo, esta afirmación no puede negar el hecho de que los grupos neonazis se han impregnado en todos los niveles del Gobierno de Ucrania. Mientras hay quienes ahora sacan a relucir las raíces judías de Volodímir Zelenski, desde hace muchos años la comunidad judía ha estado denunciando el auge del antisemitismo y el ultranacionalismo de influencia fascista en el país. En 2014, la revuelta del Maidán en Ucrania derrocó al presidente Víktor Yanukóvich, ante los vítores y el apoyo de Occidente. Los políticos y analistas de EEUU y Europa no solo celebraron el levantamiento como un triunfo de la democracia, sino que negaron los informes sobre el ultranacionalismo del Maidán y tacharon a los que advirtieron sobre el lado oscuro del levantamiento de títeres de Moscú. Y es que ni más, ni menos, «la libertad estaba ganando» en Ucrania. En los últimos años, las crecientes noticias sobre la violencia de extrema derecha, el ultranacionalismo y la erosión de las libertades básicas han estado desmintiendo la euforia inicial de Occidente. Y es que aparte del extremo antisemitismo prácticamente a nivel estatal, hay ataques neonazis contra los gitanos, ataques desenfrenados contra las feministas y los grupos LGBT, prohibiciones de libros y glorificación patrocinada por el Estado de los colaboradores nazis. Y cabe señalar que estas historias del oscuro nacionalismo ucraniano no salen de Moscú: las presentan los medios de comunicación occidentales, organizaciones judías como el Congreso Judío Mundial y el Centro Simon Wiesenthal; y organismos de control como Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Ya en 2018 publicaron un informe conjunto en el que advertían de que Kiev estaba perdiendo el monopolio del uso de la fuerza en el país, donde las bandas de extrema derecha actúan con impunidad. También lo denunció el columnista de The Nation Lev Golinkin, de procedencia judía.Bastó con unos pocos años después del Maidán para que el faro de la democracia se convirtiera en una marcha de antorchas. Un batallón neonazi estatal en el corazón de Europa Además de la procedencia judía de Zelenski, a los medios occidentales también les gusta destacar que la extrema derecha ucraniana tiene un porcentaje pequeño de escaños en el Parlamento, e incluso se les compara con sus homólogos en Francia. Sin embargo, es un argumento espurio. Lo que le falta a la extrema derecha ucraniana en número de votos, lo compensa con cosas con las que Marine Le Pen solo podría soñar: unidades paramilitares y rienda suelta en las calles. Ahora Ucrania es la única nación del mundo que tiene una formación neonazi en sus fuerzas armadas. El notorio Batallón Azov se formó inicialmente a partir de la banda neonazi Patriota de Ucrania y en 2014 se incorporó a la Guardia Nacional de Ucrania. Lo pudo hacer a pesar de que Human Rights Watch y las Naciones Unidas le acusara de violaciones de los derechos humanos, incluida la tortura. Andriy Biletsky, el líder de esta banda que se convirtió en el comandante de Azov, escribió en una ocasión que la misión de Ucrania es «liderar las razas blancas del mundo en una cruzada final… contra los untermenschen [infrahumanos] dirigidos por los semitas». A pesar de que Zelenski es judío, Biletsky es ahora diputado en el Parlamento de Ucrania. Aunque el grupo niega oficialmente cualquier conexión neonazi, la naturaleza de Azov ha sido confirmada por múltiples medios occidentales: El New York Timescalificó al batallón de «abiertamente neonazi», mientras que USA Today, The Daily Beast, The Telegraph y Haaretz documentaron la inclinación de los miembros del grupo por las esvásticas, los saludos y otros símbolos nazis, y algunos combatientes también han reconocido ser neonazis. En enero de 2018, Azov desplegó su unidad de patrulla callejera Druzhina Nacional, cuyos miembros juraron lealtad personal a Biletsky y se comprometieron a «restaurar el orden ucraniano» en las calles. https://www.youtube.com/embed/IWvm2O1TgAw La Druzhina se distinguió rápidamente por llevar a cabo pogromos contra los gitanos y las organizaciones LGBT y por asaltar un consejo municipal. A principios de 2019, Kiev anunció que la unidad neonazi vigilaría las encuestas en las elecciones presidenciales celebradas en marzo. Con ello, la propia unidad no se escatimó en amenazar a los «enemigos de la nación ucraniana» porque las estaciones de elecciones estarían llenas de sus «combatientes». Apoyo estadounidense de los neonazis en Ucrania En 2017, el congresista Ro Khanna lideró los esfuerzos para prohibir que Azov recibiera armas y entrenamiento de EEUU. Pero el daño ya estaba hecho: el grupo de investigación Bellingcat demostró que Azov ya había recibido acceso a lanzagranadas estadounidenses, mientras que una investigación del Daily Beast demostró que los entrenadores estadounidenses son incapaces de evitar que la ayuda llegue a los supremacistas blancos. Y la propia Azov había publicado con orgullo un video de la unidad dando la bienvenida a los representantes de la OTAN. https://www.youtube.com/embed/LOB1aSNNSfM. Aunque Azov es el batallón que está en boca de todos, cabe señalar que no es la única formación de extrema derecha que ha recibido la aprobación de Occidente. En diciembre de 2014, Amnistía Internacional acusó al batallón Dnipro-1 de crímenes de guerra, entre ellos «utilizar la inanición de civiles como método de guerra». Seis meses después, el senador John McCain visitó y elogió al batallón. Especialmente preocupante es la campaña de Azov para transformar Ucrania en un centro de supremacía blanca transnacional. La unidad ha reclutado a neonazis de Alemania, el Reino Unido, Brasil, Suecia y EEUU.En octubre de 2018 el FBI detuvo a cuatro supremacistas blancos de California que supuestamente habían recibido formación de Azov. Este es un ejemplo clásico de retroalimentación: el apoyo de EEUU a los radicales en el extranjero rebota y vuelve al país norteamericano. La extrema derecha en el poder Entre 2016 y 2019 el Parlamento ucraniado estaba presidido por Andriy Parubiy, quien cofundó y dirigió dos organizaciones neonazis: el Partido Social-Nacional de Ucrania (posteriormente rebautizado como Svoboda) y Patriota de Ucrania, cuyos miembros acabarían formando el núcleo de Azov. Aunque Parubiy abandonó la extrema derecha a principios de la década de 2000, no ha rechazado su pasado. Cuando se le preguntó al respecto en una entrevista de 2016, Parubiy respondió que sus «valores» no habían cambiado. Parubiy,

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LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS VENCEDORES

Por: Alejandro Stein (Adherente del Llamamiento desde el kibutz Barkai, Israel) Las mentiras tienen patas cortas, dice un refrán conocido, y en el devenir de la Historia, 74 años son paticortos.        Israel está a punto de cumplir su septuagésimo cuarto cumpleaños, y con éste también lo que en Israel se llama “La Guerra de la Independencia”, y en Palestina se conoce como la “Nakba” (La Catástrofe, el Desastre, en castellano).        Es innegable el papel trágico y central que tuvo el Holocausto en la creación del Estado de Israel, meta por la que venía luchando el Movimiento Sionista desde fines del siglo XIX. “Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”, proclamaba una de las consignas del sionismo. Y así fue, que en esa “Tierra sin Pueblo”, la flamante ONU decidió en noviembre de 1947 la partición de Palestina, otorgándole al Estado Judío a crearse un 54% del territorio a repartir, un 45% al Estado Palestino, y declarando a Jerusalén y Belén zonas internacionales bajo su mandato. Así, las Naciones Unidas decidieron restañar una tragedia y darle un hogar tanto a los sobrevivientes del Holocausto como a ese Pueblo sin Tierra creando otra, con la cual convivimos hasta hoy, y que nos acompañará por mucho tiempo.        De esa “Tierra sin Pueblo” fueron borrados 400[1] asentamientos palestinos entre poblados y ciudades, parte arrasados, parte ocupados por inmigrantes judíos, parte convertidos en bosques por el Fondo Nacional de Israel (el Keren Kaiemet), que con su simpática alcancía juntaba una y otra monedita, para plantar un nuevo árbol y así redimir “Eretz Israel”, la Tierra de Israel. El pueblo palestino de Isdud, es hoy la ciudad-puerto de Ashdod, en Bajad al-Shayj, la Haganáh perpetró una masacre con un saldo de entre 70 y 21 muertos según las diferentes versiones provenientes de esa organización, entre el 31 de diciembre de 1947 y el 1 de enero de 1948, en el marco de lo que todavía era una guerra civil entre los judíos y los palestinos. La masacre se realizó como respuesta a los 39 trabajadores judíos masacrados en la Refinería de Petróleo de Haifa el día anterior. Bajad al-Shavi, es hoy en día Nesher, una de las ciudades satélites de Haifa, por dar dos ejemplos. Entre las ciudades de Haifa y Tel Aviv, antes de la guerra del 48 había 64 asentamientos palestinos. Hoy en día hay sólo dos: los pueblos de G’izer Ha-Sarka y de Fuereidis. Tanto G,’izer como Fuereidis no fueron destruidos y sus habitantes expulsados o muertos porque en el poblado (hoy ciudad) de Zijron Iaakov y en Biniamina se necesitaba mano de obra…        En esa “Tierra sin Pueblo” se abrió una canilla perversa de la cual fueron expulsados entre setecientos y setecientos cincuenta mil palestinos[2], esos refugiados que son hoy más de cuatro millones y medio, para vergüenza del mundo, de la ONU, y desvergüenza de Israel. Luego de la Guerra de los Seis Días fueron expulsados otros treinta mil palestinos de los territorios ocupados a Jordania. Sobre tres de los poblados arrasados, se alza hoy el hermoso “Parque Canadá”[3]. En ese parque está el llamado “Bosque de la Memoria”, plantado en homenaje a los Desaparecidos Argentinos… Huelgan los comentarios.        Y vuelvo al título de esto, citando por supuesto, una de las frases que me conmovieron de “La Historia Oficial”, de esas películas que le quedan a uno grabadas a fuego: “La Historia la escriben los vencedores”. Esas narrativas que se suceden en todas las historias que narran los vencedores, y que, si bien tienen patas cortas, están aquellos que se comen las galletitas con apetito envidiable.        He escuchado testimonios de miembros del Palmach, unidad de elite de la Haganá, la columna vertebral de lo que posteriormente fue el ejército de Israel, nacidos en lo que en ese momento era Palestina, hablando no sólo del doble mensaje que recibían en su educación como niños, también de la profunda convicción con la que se manejaban. “Cuando llegamos, aquí no había nadie”, otro, “Vinimos a heredar esta tierra”. Si vinimos a heredar ¿de quién? La batalla por la conquista de Haifa, puerto esencial para los judíos, se desarrolló entre el 21 y el 22 de abril de 1948. Haifa es una ciudad que en ese momento tenía una población de 135000 habitantes, 70000 judíos y 65000 palestinos. Luego de la batalla quedaban 4000 palestinos aproximadamente en la ciudad[4]. Hay fuentes que dicen que la propia Golda Meir viajó hasta Haifa para tratar de convencer a los habitantes palestinos que no huyeran. Ki lo sá. Teddy Katz es miembro del kibutz Magal. A fines de los ’90 era estudiante de Historia en la Universidad de Haifa. La tesis que presentó para obtener su maestranza se titula “El éxodo árabe de los poblados del sur del Monte Carmelo”, tesis brillante que le reportó una calificación de 97 sobre 100. En su trabajo Teddy se refiere entre otros aspectos a la masacre perpetrada en el pueblo palestino de Al-Tantura, situado al sud de Haifa, entre el 23 y el 24 de mayo de 1948. Estima la cantidad de víctimas en doscientas, aunque otro historiador revisionista israelí, Benny Morris habla de doscientas cincuenta. Donde estuvo un día al-Tantura, se encuentran hoy el moshav Dor y el kibutz Nahsholim.  Transcribo literalmente las declaraciones del psicólogo Zalman Amit publicadas en la Wikipedia: “El psicólogo israelí Zalman Amit, profesor de la Universidad de Montreal, dice haber visitado «el kibutz Nachsholim, fundado sobre las ruinas de la aldea palestina…  en el verano de 1954. De la conciencia que sus habitantes, supervivientes del Holocausto,7 tenían de los antiguos pobladores, dice: “Fuimos recibidos calurosamente y nos instalaron en las antiguas casas que salpicaban la franja costera de lo que antaño había sido Al-Tantura. [Durante una reunión] una chica de mi grupo se volvió hacia uno de los miembros del kibutz y le preguntó por las casas en las que estábamos hospedados. «¿Qué son estas casas?», preguntó. «¿Quién vivía aquí y dónde está esa gente ahora?».

Aportes a la Cultura Judía, Lectura recomendada por compañeres

SPINOZA Y LA CULTURA JUDÍA ARGENTINA

Entrevista a Diego Tatián sobre una escena intelectual atravesada por el autor de Ética POR: DIEGO SZTULWARK | El Cohete a la Luna (6 de febrero de 2022) En varios de los trabajos de Diego Tatián, doctor en Filosofía, docente y prolífico autor, aparecen referencias preciosas a escritores y editores como Manuel Sadosky y Gregorio Weinberg, León Dujovne, Gregorio Bermann, Samuel Glusberg, Oscar Cohan, Alberto Gerchunoff y Bernardo Verbitsky, animadores de una escena cultural de libros, teatro, revistas y conferencias. En conversación con El Cohete, le preguntamos sobre ellos. —En tu libro Lecturas imaginarias hacés referencia a Samuel Glusberg (seudónimo de Enrique Espinoza –compuesto por la españolización del nombre de Heine y del apellido de Spinoza– y autor de Spinoza, águila y paloma) como “protagonista de la cultura judía de izquierda”. También evocás a Alberto Gerchunoff, fundador de la Sociedad Hebraica Argentina, militante socialista y autor de la autobiografía Entre Ríos, mi país, en la que los judíos recién llegados de Europa conciben a la Argentina como una “república de hombres libres”. ¿Qué clase de izquierda era esa, y cómo funciona en ella la condición de la migración judía a la Argentina? —En la primera mitad del siglo XX hubo una acción cultural e intelectual muy importante por parte de escritores y filósofos judíos, que no fue marginal en la república de las letras porteña ni carecía de vinculaciones con los grupos que animaban la vida literaria de Buenos Aires, como Sur, Boedo, etc. En el caso de Gregorio Bermann, desarrolló su vida intelectual en Córdoba. Aunque llegó a esa provincia poco después de la Reforma Universitaria, fue una de las plumas más relevantes de esa máquina colectiva de escribir que fue la cultura reformista, introductor del psicoanálisis y corresponsal de Freud, combatiente voluntario de la República en la Guerra Civil Española, referente de la izquierda política por muchos años y en los ’60, hacia el final de su vida, compañero de ruta del grupo Pasado y Presente. Imagino que esa acción además producía efectos importantes hacia el interior de la comunidad judía y libraba una batalla contra el judaísmo más conservador. Spinoza pudo haber sido el nombre que organizó esa contienda (una fractura que en el terreno político llega hasta nuestros días). En el caso de Glusberg, es explícito el seudónimo, que compone el nombre de pila del gran poeta de la izquierda hegeliana y el apellido españolizado de un judío laico proscripto y maldito. Glusberg publica en 1932 una novela breve de Alberto Gerchunoff llamada Los amores de Spinoza, en la que recrea la leyenda de un amor no correspondido del filósofo con la hija de su maestro de latín. Sería interesante estudiar –creo que no hay un estudio suficiente sobre esto– el impacto que tuvo en los intelectuales judíos argentinos la llegada al país de Rodolfo Mondolfo en 1939, expulsado de Italia por su condición de socialista, y principalmente por judío, tras haber sido sancionadas las leyes raciales de Mussolini. Glusberg publica la traducción de algunos artículos de Mondolfo sobre Spinoza en la revista Babel, de la que era editor. En ese mapa, sacando a Bermann –ideológicamente inscripto en una izquierda más radical–, creo que este grupo de intelectuales judíos, con matices importantes, comulgaron con un socialismo democrático y pacifista. Gerchunoff más orgánicamente, ya que se afilió muy joven al Partido Socialista; Glusberg a través de la acción editorial y cultural en medios socialistas. —En tu introducción a la memorable obra de León Dujovne, Spinoza, mencionás su labor docente (en la UBA), periodística, ensayística y de traductor, su adhesión al socialismo y su amistad con Jorge Luis Borges. ¿Qué importancia tuvo su Spinoza en la filosofía argentina? —Editado en cuatro volúmenes por el Instituto de Filosofía de la UBA entre 1941 y 1944, el Spinoza de Dujovne fue la gran introducción de la filosofía spinozista en el mundo de habla española. Su tesis principal es que la herejía de Spinoza tiene raíces en el judaísmo antiguo, es la expresión de un judaísmo marginado, y que su Ética es también una alta expresión de la cultura judía. Dujovne era un políglota, trabajó con prácticamente toda la bibliografía existente hasta ese momento, en todas las lenguas. El destino de su biblioteca es curioso. Cierta vez le comenté a Horacio González –quien me dijo haber asistido a algunas clases de Dujovne, según él, un profesor aburrido– que estaba buscando desde hacía tiempo los volúmenes de su mítica obra sin poder hallarlos. Creo que fue a fines de los ’90 o comienzos de los 2000. Me sugirió que fuera a la librería Romano, cuando aún existía en la calle Lavalle. Fui ese mismo día. Apenas entré, había un largo contenedor en el centro, con libros ordenados de lomo. Todos eran de o sobre Spinoza. El libro de Dujovne que había ido a buscar no lo encontré; lo que encontré fue su biblioteca personal, ni más ni menos. Los libros tenían la firma de Dujovne y el sello de la Biblioteca de la Universidad Bar Ilan de Buenos Aires, donde seguramente fueron donados tras su muerte en 1984. Cuando Bar Ilan cerró al no poder contar con el financiamiento del Banco Mayo, presumo que vendió la biblioteca, y los libros de Dujovne que formaban parte de ella, a las librerías de viejo. Una pena que no se conservase íntegra. En la Biblioteca de la Sociedad Hebraica (que lleva el nombre de Alberto Gerchunoff) hay joyas de la bibliografía spinozista antigua, muchas de ellas donadas por el bibliómano polaco Jacob Shatzky. No estoy seguro de cuándo es esa donación, pero tal vez también pudo ser aprovechada por Dujovne para su trabajo. La reedición completa del Spinoza de Dujovne (en dos volúmenes) fue una de las últimas publicaciones de la Biblioteca Nacional cuando Horacio González era su Director. Han transcurrido setenta años desde su publicación original, pero no ha perdido su importancia para el spinozismo en lengua castellana. —Bernardo Verbitsky fue jefe de redacción de la revista Davar, Manuel Sadosky y Gregorio Weinberg dirigieron la colección de Clásicos Fundamentales para la Editorial Lautaro, Gregorio Bermann escribió también sobre Spinoza

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“Madre, me caso el 22, y no es judío”

Acerca de Alejandra Pizarnik Por: Héctor Gurvit (miembro del Llamamiento) – 21 de febrero de 2022 El día 25 de setiembre de 2021, sábado, en la Ciudad de Avellaneda, se realizó un homenaje a Alejandra Pizarnik. Como parte del acto, se inauguró una placa en la llamada esquina Pizarnik, en Lambaré y Necochea, Quinta Galli, donde vivía con sus padres. En esa actividad participaron personalidades de la Ciudad y organizaciones que nuclean a escritores locales en todos los géneros de la literatura: EDEA (Encuentro de Escritores de Avellaneda), REIA (Reunión de Escritores Independientes de Avellaneda), SADE Sur bonaerense, entre otras. Con palabras de Darcy Tortonese, poeta e investigadora de Avellaneda, quien fuera compañera de la escuela secundaria de Pizarnik, se dio inicio al encuentro con la evocación de momentos emotivos y divertidos de su adolescencia. También hicieron uso de la palabra la poeta Raquel Fernández, la novelista Ana Beatriz Romasco, entre otros y otras. Sin embargo, en esta nota desarrollaremos un perfil poco referido, de lo que fue Alejandra, de su personalidad y algunos datos que muestran otros aspectos interesantes de su vida. Cuando vuelvo a rescatar de la biblioteca las poesías completas de Pizarnik, reflexiono sobre lo que ella pensaba de sí misma, que era gorda, que tenía asma, que tartamudeaba, que tenía en la cara ciertas marcas, producto del acné y la contrastamos con su fotografía, parece que estuviéramos viendo una imagen producida. No se corresponde con su autopercepción. Unos ojos claros, el pelo cortado a la usanza francesa de los años ‘60, el cigarrillo… Creo que fue (cuesta hablar en pasado) una de esas mujeres a las que, los machos en proceso de deconstrucción, les decimos interesante, con signos de admiración. Hubiera sido fascinante poder conversar con ella. Sin embargo, sería un monólogo. No cualquiera le resultaba atrayente. Eran sus amigos: Julio Cortázar, Aurora Bernárdez, Olga Orozco, Ítalo Calvino, entre otros y otras.  Decir que Alejandra Pizarnik es la poeta maldita de la Argentina es ingresar en lo que siempre se dice acerca de su vida. Es preferible pensar a Pizarnik como una mujer compenetrada en sus escritos. La imagino en su casa, en Avellaneda, en Lambaré 114, en su pequeño escritorio de tapa verde, acompañada de lápices de colores y de su máquina de escribir cursiva. Todo lo que se dice de Pizarnik, o los documentales que hablan de ella, lo hacen desde la tragedia. Como si eso fuera lo importante. Es preferible hablar de Pizarnik desde lo que escribe, de lo que ella “piensa” (si vale el tiempo verbal). Y para saberlo, si es que verdaderamente queremos conocerla, hay que leer sus diarios. Hay quienes, aún admirando su poesía, no quieren leerlos. Afirman que es ultrajar su intimidad. Vivió entre 1936 y 1972. Veamos todo lo que pasó en aquellos años. Una enumeración incompleta: Segunda Guerra Mundial. La Shoá. Perón, del 45 en adelante. El mayo francés de 1968. Los Beatles y los Rolling Stone. Los Hippies. La revolución cubana, el Che, Argelia. Aquellos años fueron una avalancha de sucesos que marcaron significativamente la historia del mundo. En ningún pasaje de sus diarios se hace mención a estos ni a otros hechos de su tiempo. Acaso unos tan relevantes como los otros.  En cuanto a mí, se me ocurren cuestiones políticamente incorrectas. A veces la comparo, una caprichosa comparación, con Ana Frank, porque ambas vivieron afuera del mundo. Por su edad, y por lo que escriben, que refieren en contados momentos al drama exterior y sin embargo no dejan de estar presentes. Ambas están afuera, de distinta manera claro, pero afuera. Ambos son diarios. Pizarnik vivía una vida concentrada en la literatura y desconcentrada del mundo. Para ella el mundo se dividía entre los que escriben y los que leen, mas allá no había nada. Pizarnik, como ya lo dijimos, está en sus diarios, unos cuadernillos que fueron escritos para que se lean. De otro modo los hubiera destruido. Hay, en ellos, una oración que resulta reveladora de su relación con el entorno. Dice: “leo la historia del surrealismo, al llegar al capítulo dedicado al marxismo y a la situación social, económica, etcétera de nuestra época, cierro violentamente el libro y lo guardo, me horrorizo de mi falta de interés, no puedo remediarlo, denme al hombre, no a las masas”. Más adelante agrega: “Yo, yo, yo, yo. Soy la mujer más egoísta del mundo. No sólo vivo por y para mí, sino que exijo de los demás que den elementos que en mí no hallo, elementos que se refieren a mí, siempre a mí”. Y en otro tramo: “me parece imposible encontrar belleza en cualquier tema argentino”. Y en 1970, cuando Levingston asume, reemplazando a Onganía dice: “cabe agregar que afuera hubo o hay un golpe de estado o algo parecido”. Veamos ahora lo que Pizarnik pensaba de la poesía: “escribo como puedo, jamás sería capaz de escribir un soneto ni una apología al jardín de esa plaza, jamás sabría componer un alejandrino ni calcular una rima, no lo lamento porque D.M. tampoco podría hacer ninguno de mis poemas. Me sorprende la rima, me sorprende y me disgusta, tiene algo de mágico, algo de melodioso que no carece de atractivo, pero después de Vallejo, todo lo demás, es llanto casual”. La mayoría de los nombres propios, en su diario, se referencian con las iniciales. Y cómo dice ella que escribe. “el método que utilizo para escribir es éste, escribo sin pensar, todo lo que venga de allá, lo guardo. Al día siguiente releo lo escrito y pienso, supero los reparos. Si no fuera por estas líneas muero asfixiada”, y sigue: “cada palabra debe estar llena de polvo, de cielo, de amor, de orín, de violetas, de sudor y de miedo, cada palabra, cada palabra ha de ser gastada, pulida, retocada, sufrida”. Y cuando habla de las sensaciones, de cómo se manifestaba en lo sexual dice: “es muy tarde, estoy excitada, deseo un cuerpo junto al mío, cualquiera, cualquier sexo, cualquier edad, eso es lo

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Purim: ¿Siempre hay motivos para festejar?

Por: Rab. Andy Faur | Página del Judaísmo Laico y Humanista Tengo que confesarlo. Me gustan las festividades judías, sus relatos, sus mensajes, sus costumbres, pero por sobre todo por los valores que de ellas se pueden rescatar: humanistas, progresistas, universales, nobles y ecuménicos. Esto es válido hasta que llega Purim… Con Purim hay un gran problema de identificación para aquellos judíos cuya visión de la cultura judía es laica, crítica, humanista y no sectorial. La historia de la festividad / Meguilat Ester Purim se festeja el 14 y el 15 del mes de Adar (último mes del calendario bíblico, que comenzaba en Nisan) y recuerda la salvación de los judíos (una vez más…) de manos de sus enemigos. Esta vez es del malvado Haman – otra de las sempiternas reencarnaciones del genocida bíblico Amalek y del rey persa Ajashverosh (Asuero), que quisieron exterminar a los judíos que vivían en el Imperio Persa y su capital Shushán. La historia de lo sucedido en Purim (estimada allá por el siglo V a.e.c.) llega a nosotros a través del Libro de Ester, conocida en hebreo como Meguilat Ester, que es parte del Tanaj o Biblia Hebrea (Antiguo Testamento). Ésta aparece como una de las cinco Meguilot, en la última sección del mismo, denominada Ktuvim o Hagiógrafos. La tradición judía desarrolló con el paso de lo siglos la costumbre de leer cada una de estas Cinco Meguilot en una fiesta determinada, cada una con su particular explicación y contexto.De tal modo: Meguilat Ester se lee en Purim, Shir Hashirim (el Cantar de los Cantares) en Pesaj, Meguilat Rut en Shavuot, Meguilat Eijá (Lamentaciones) en Tishá Beav y Kohélet (Eclesiastés) en la fiesta de Sucot. Meguilat Ester, relato corto de solo diez capítulos, narra la historia de Mordejai el judío y su prima (a la que criócomo una hija) la reina Ester y de cómo lograron salvar a los judíos del edicto de exterminio decretado por el Rey Ajashverosh, a la sazón esposo de Ester, elucubrado por su demoníaco asesor Haman. Algunas curiosidades Meguilat Ester es la única parte del texto bíblico, que no aparece en el Canon Palestinense encontrado en Qumrán, más conocido como los Rollos del Mar Muerto. Como el resto de los nombres de los meses del calendario hebreo, también Adar proviene del idioma acadio/babilónico cuyo origen puede deberse al nombre del dios babílonico Ad’er o de la palabra Addaru, que significa oscuro, probablemente relacionada con la época del año en el que se ubica el mes, a finales del invierno boreal. Ishtar , diosa babilónica de la fertilidad y Marduj, dios jefe de los cielos, eran los nombres de dos de los principales dioses del Panteón babilónico de la época. Coincidentemente ambos, tienen un parecido asombroso con los nombres de los héroes de nuestro relato y, casualmente, Hamán era el nombre acadio del Diablo del Infierno… Purim no aparece entre las festividades de la Torá, denominadas Jaguéi Mideoraita y la lectura de Meguilat Ester, al igual que el encendido de las velas de Januká, son parte de las siete Mitzvot Derabanan, siete preceptos decretados por sabios de épocas posteriores. Identificación y Valores Las festividades judías traen consigo una serie de relatos, historias, leyendas y personajes con los cuales los judíos, generación tras generación, se identifican con los mismos. Pero en Purim… ¿Con qué personaje o valor nos podemos identificar en particular?¿Con Mordejai el judío, que lo poco que sabemos de él es que deambulaba por los alrededores del palacio del Rey espiando y chusmeando, hasta su llegada al puesto de visir?¿Con Ester que formó parte del harén del rey persa ocultando su identidad judía, y cuyo verdadero nombre era Hadassa, pero utilizaba el de Ester, nombre persa común entre los judíos más asimilados de las clases altas de Persia de aquellas épocas? Según lo relatado en la Meguilá, Ester era una joven que hacía caso a todo lo que le decían sin dudar o cuestionar, que se sometió sumisamente a los deseos del todopoderoso rey de Persia (que ni siquiera era judío) y se convirtió en su obediente esposa favorita, hasta su valiente “despertar” como judía. Me permito citar fuentes importantes de la cultura judía respecto al tema. En el Talmud de Babilonia, Tratado de Taanit 29:1, aparece lo siguiente: “Cuando comienza Adar, aumentamos las alegrías”.Y en el Libro de Ester: Cap. 9:15 “…y los judíos que residían en Shushán se reunieron el día catorce del mes de Adar y mataron a trescientos hombres en Shushán..”. (9:16) “… y también se agruparon los demás judíos que vivían en las provincias del rey, y pelearon por sus vidas, y tuvieron descanso de sus enemigos luego de haber matado entre los que les odiaban a setenta y cinco mil…”. (9:17) “…el día trece del mes de Adar. Y el día catorce del mismo descansaron y lo hicieron día de fiesta y de alegría…” Una vez que el edicto de muerte del mismo rey Asuero en contra de los judíos fue reemplazado por otro mandato real que permitía a los judíos defenderse y matar a aquellos que quisieran atacarlos, Mordejai se encontraba ya en el lugar de consejero del rey, reemplazando al difunto Hamán y Ester gozaba de los favores del rey que le promete: “… hasta la mitad del reino te será concedida…”. En esta instancia, cuando ambos (Mordejai y Ester) estaban en la cima del poder, no pudieron o no quisieron detener la masacre de miles de persas y otros pueblos dispersos por el reino, que se iban a levantar o se levantaron contra los judíos y que estos, en un acto de autodefensa o venganza (ninguno de estos puntos queda muy claro de la lectura del texto) mataron por millares, incluyendo mujeres y niños… ¿Motivo de regocijo?También los diez hijos de Haman fueron muertos en estos eventos y es ésta la única vez que se los nombra en el relato. ¿Acaso los hijos son también responsables de los actos de sus padres? ¿Fue un acto de venganza o quizás

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