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Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto

Declaración del Llamamiento Se cumple un nuevo aniversario de la liberación del campo de exterminio creado por la Alemania Nazi en el complejo conocido como Auschwitz -Birkenau. El 27 de enero de 1945 después de tres años de combate y de la pérdida de 27 millones de ciudadanos soviéticos, las fuerzas del Ejército Rojo ingresaron a la fábrica industrial de muerte más horrorosa de la historia. El campo había sido inaugurado en mayo de 1940 por la máxima autoridad de las Schutzstaffel (SS), Heinrich Himmler. El primer oficial soviético en ingresar al campo de exterminio fue el comandante del 106 cuerpo de fusileros, Anatoly Shapiro, de ascendencia judía. Los alemanes, en retirada, buscaban borrar las huellas de sus horrendos crímenes y minaron varios kilómetros alrededor del campo. El batallón comandado por Shapiro perdió la mitad de sus 500 hombres antes de ingresar al campo de exterminio. Hoy, 27 de enero, recordamos a las víctimas del nazismo. A todas. A los seis millones de judíxs, a todxs lxs prisionerxs , a lxs gitanxs, homosexuales, discapacitadxs; a lxs, Testigxs de Jehová, militantes comunistas, socialistas, anarquistas y a perseguidos de las distintas fuerzas democráticas que fueron parte de la resistencia en los seis años de esa espantosa guerra. Rememoramos también a lxs partisanxs y a lxs guerrillerxs que se enfrentaron con dignidad, honor y valentía a las hordas nazis, en cada uno de los países ocupados por el invasor. El 27 de enero supone una fecha de advertencia para toda la humanidad. Los discursos del odio –fundamentos de todo etiquetamiento, criminalización y persecución– han adquirido en la actualidad niveles de pregnancia y naturalización repulsivos, similares a los utilizados a principios del Siglo XX Las derechas supremacistas actuales, los cultores de toda forma de discriminación, los sembradores de la judeofobia, la xenofobia, la islamofobia y los lenguajes misóginos, son la prolongación de un discurso nazifascista que intenta invisibilizar su origen y su parentesco con las doctrinas hitleristas que llevaron a cabo una conflagración mundial en la que 50 millones de personas perdieron la vida. La mitad de ellas fueron soviéticas. El desconocimientos de la historia, su tergiversación para usos inadmisibles, y la ausencia de un señalamiento acerca de quienes han sido –y continúan siendo hoy– los verdaderos enemigos de la humanidad, es el máximo peligro que debemos enfrentar quienes promovemos la solidaridad, la paz, memoria y la justicia . Como argentinos sabemos que sólo se garantiza el Nunca Más si estamos atentos a detectar y desenmascarar los huevos de la serpiente que cíclicamente se presentan ante nosotros revestidos de civilización. Las derechas neoliberales y autodenominadas libertarias de hoy son la continuidad política de las doctrinas nazifascistas. Desenmascararlos es el deber de quienes honramos a las víctimas y de quienes asumimos el compromiso de enfrentar el desprecio y el belicismo de sus herederos. Buenos Aires, 26 de enero de 2022 Marcelo Horestein, Presidente Pablo Gorodneff, Secretario General

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REFLEXIONES SOBRE LA CORTE

Por: Alejandro Stein (Adherente del Llamamiento, desde Israel) | 11 de enero de 2022 Por: Alejandro Stein (Adherente del Llamamiento, desde Israel) Pero hablemos de la Corte Suprema. O de los Cortesanos, nombre que les viene mejor. Y de aquella manifestación multitudinaria de septiembre de 1945 en la que todos los partidos, la mayoría de ellos lo que hoy se da en llamar tradicionales, y que forman parte de esa infamia que es Juntos por el Cambio, y otros con historias vergonzantes como el Partido Comunista, que hoy apoya al Gobierno, oponiéndose a la dictablanda de Edelmiro Farrell con ese coronel como secretario de Trabajo y Previsión y vicepresidente (¿alguien recuerda su nombre?) exigiendo… entregar el gobierno al presidente de la Corte Suprema. Esa manifestación, que marchó desde el Congreso hasta Recoleta, desencadenó los acontecimientos que culminaron con la detención de Perón y el 17 de octubre, que agarró a todos los manifestantes a contrapié porque ellos mismos fueron los parteros del “hecho maldito del país burgués” John William Cooke dixit. Ya va para 77 años de ese momento, que reestructuró la historia argentina, que parió este fenómeno con el que nos acostumbramos a vivir, en cuyo nombre no sólo se construye, sino que se cometen infamias, y si no pregúntenle a Menem, que les va a contestar desde el infierno. Pero hablábamos de la Corte, de las Cortes. Nuestra Constitución establece la división de poderes, y es el presidente, con acuerdo del senado, quien designa a los jueces, que en definitiva seguirán en funciones en tanto su conducta sea correcta. Acá tengo la tentación de decir no me hagas reír que tengo el labio partido…Un listado de los ministros de las diferentes Cortes Supremas muestra sin duda que el presi que los nombra busca, cómo expresarlo, cierta comunidad ideológica con sus propuestos si se vive en democracia, o designados si se vive en dictadura. Y muestra que, como en general la conducta de sus señorías es impecable, y el senado, muchas más veces de lo que nos conviene tiene tendencia a actuar como un sello de goma, el presidente de turno tiene que comerse la herencia de su antecesor, a veces por varias generaciones (¿se acuerdan de Carlos Fayt paz descanse y su amor al sillón?). Independientemente, entonces, de que escribo esto como una forma de catarsis, me estoy cuestionando ese asuntillo de la división de poderes que me enseñaron en el cole cuando nos hablaron de la Constitución, y tuvimos que aprendernos de memoria lo que recitaba Alfonsín en su campaña electoral. Y el tiempo actúa con las leyendas como lo hace con el vino: Si es tinto, las mejora, si es blanco, las joroba. Tengo suficientes años para haber vivido las Cortes y el Poder Judicial de la dictadura de 1966-73 y su Cámara del Terror (la Cámara Federal en lo Penal), la de la última dictadura, que en su mayoría viví en el exilio, pero no por eso sentí menos vergüenza ajena e indignación propia, y miro desde aquí el desempeño de la Corte y el Poder Judicial macristas. Puede ser que no sepa bastante. Puede ser que esté desinformado. Pero creo que gana el campeonato. Milagro Sala, la persecución a Cristina, la conducta desalmada, cínica, enfermiza, cruel con Héctor Timerman, y que nadie me diga que esa no fue una forma refinada de tortura. Con asco, cito acá el infausto nombre de bonadío, y la minúscula no es un error. Y hay tanto más. Y el desempeño actual del Poder Judicial, y de los cuatro señores en sus sitiales, corriendo a veces con sus fallos, tomándoselo con calma otras, por decirlo de alguna manera, acorde a la conveniencia de sus trompas.Entonces, a ustedes, que me tuvieron la vela hasta aquí, yo les pregunto: ¿Dónde está esa División de Poderes? ¿Es independiente el Poder Judicial? (vuelvo a recordarles lo de mi labio partido). Este es mi modesto apoyo a la marcha a Tribunales, esta vez exigiendo “que se vayan todos”, o limpiar la casa, con Comodoro Py como primer lugar donde pasar la aspiradora, y perdonen que sea medio anarco (nunca libertario), es mi deseo que este sea el comienzo de una marcha que va a ser muy, muy larga.Hasta aquíAle, 11.1.22

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Deuda y grupo de tareas

Por: Jorge Elbaum | La Tecla Eñe (8/1/2022) El modelo neoliberal del macrismo pretendió sostenerse con el soporte de lo Estados Unidos, los aparatos de inteligencia, el blindaje comunicacional y persecución política a opositores Cuando se piensa estructuralmente las relaciones de poder en Argentina se observan líneas de continuidad indudables. El liberalismo decimonónico local adscribió tempranamente a la tradición económica neoclásica que tuvo en América Latina su lugar de inserción primigenia: en 1973 el general Augusto Pinochet, en el marco de una dictadura criminal, inauguró el modelo que hoy se conoce como neoliberalismo. Ese mismo proyecto fue replicado tres años más tarde en nuestro país, orientado por José Alfredo Martínez de Hoz. Pero su instauración requirió la represión genocida: los 30 mil detenidos-desaparecidos fueron tildados como parta de los “costos” y las consecuencias inherentes al programa planificado desde Washington. Desde 1976 la lógica neoliberal se instituyó como veracidad económica y política entre los sectores dominantes. La razón de fondo se vinculaba a la necesidad de quebrar las capacidades de organización de los trabajadores y sus expresiones políticas. La grilla neoliberal desreguló la dimensión financiera para permitirle a los grupos concentrados al sobrevivencia especulativa, liberada del vínculo con la clase obrera. Se reprodujo una historia a partir del último tercio del siglo XX con el claro objetivo de desconectar a los trabajadores de la reproducción del dinero: las grandes fortunas podían continuar con su carrera de beneficios a través de la rentabilidad que le brindaba la bicicleta financiera. Ese movimiento incrementó de forma exponencial la desocupación, debilitó a las sindicatos y multiplicó los indicadores de pobreza, marginalidad, indigencia. El capitalismo neoliberal buscó –y logró– quitarle poder a los trabajadores a través del aumento de la precariedad laboral: cuánto mayor es el nivel de desocupación menos capacidad de negociación salarial poseen los referentes gremiales. Pero las clases dominantes en argentina –los grupos concentrados– siempre aspiraron a ser parte del mundo occidental y cristino, es decir de Miami. Para maximizar sus rendimientos no solo lograron limitar los incrementos salariales –y las condiciones de trabajo– sino que buscaron en forma denodada dolarizarse. Y para capitalizarse en esa moneda extranjera –ceñidos al remanido deseo del exilio dorado– eligieron dos caminos: o bien absorber las divisas provenientes de las exportaciones, o bien a través de la consecución de créditos externos, sean privados o de organismos multilaterales como el FMI. El endeudamiento les permite abalanzarse sobre los dólares. A medida que ingresan son quienes tienen más pesos para cambiarlos. Y la desregulación financiera impulsada por las lógicas neoliberales los autorizan a vaciar dichas arcas, que debería servir –prioritariamente– para el desarrollo industrial local (bienes de capital, máquinas que no se construyen a nivel doméstico) y para insumos médicos que Argentina no produce. Los montos de los ciclos de endeudamiento coinciden con los ingresos por exportaciones o por líneas de crédito. Las elites locales se han coinvertido, en el último medio siglo, en una aspiradora de la riqueza social acumulada. Con la particularidad de que esa riqueza no se transforma en inversión productiva sino en guaridas fiscales. Pero los créditos no solo sirven para la fuga de capitales de los grandes grupos económicos. También garantizan controles externos de la economía. Además de posibilitar la rueda de la deuda, la evasión y la fuga imponen una lógica de pinzas: de un lado, el Departamento de Estado –a través del board del FMI– exige ajuste fiscal funcional a los intereses geopolíticos de los países centrales. Del otro lado de la ventanilla, los grupos concentrados locales colaboran con esas mismas exigencias para obtener el debilitamiento del Estado que de ser poderoso podría regularlos. Los ajustes fiscales, además, remiten a cercenar la inversión social, logrando una oferta de trabajo más precaria y más barata para los mismo empresarios. Por último, los ajustes también permiten configurar el poder al servicio del mercado, entorpeciendo el rol de locomotora del desarrollo, que hace más de un siglo busca aplicar el proyecto nacional y popular. Existe una correlación indudable entre los intereses de Washington y los grupos concentrados locales. Ambos polos coinciden en la necesidad de ahogar cualquier forma de soberanía que posibilite sacar los pies del plato de un orden mundial adecuado a la reproducción de los desequilibrios. Esa es la causa por la que han existido genocidios en América Latina. Y es la misma razón por la que el neoliberalismo –en su última versión macrista– institucionalizó mesas judiciales ilegales, persecución a referentes políticos, grupos de tareas armados por agentes de inteligencia y prisiones preventivas inauditas. Según el ministro de Economía, Martín Guzmán, el Fondo exige –para firmar un acuerdo que posibilite la extensión de los pagos– reducir el déficit y lograr un acuerdo político con la oposición. Sobre el primer punto no parece existir una aval por parte de la totalidad del Frente de Todos ni un consenso entre sus votantes. Sobre el segundo ítem, la oposición (neoliberal) se encuentra en un aprieto: (a) reconoce su responsabilidad en la irresponsable tramitación de la deuda, y apoya lo que el oficialismo propone o, (b) sabotea cualquier acuerdo con miras a lograr un default. La primera opción supone, como se observó en la última semana, un enfrentamiento entre el radicalismo y el PRO. La segunda supone el riesgo de promover el fortalecimiento del Frente de Todos en términos de un andamiaje latinoamericano más acorde a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En 2022 Argentina tiene vencimientos con el FMI por 3976 millones de dólares. Además tiene que sufragar 2000 millones al Club de Paris y 693 millones a los acreedores privados. El Banco Central carece de reservas suficientes para solventar esos desembolsos. Ante ese escenario se volverá a plantear la encrucijada de un país atravesado por un enfrentamiento consuetudinario: la decisión de una supremacía externa o la decisión soberana de una voluntad que busca relanzar su proyecto nacional. Existe una continuidad entre Álvaro Alsogaray, José Alfredo Martínez de Hoz, Domingo Cavallo y el macrismo. La ligazón que los une explica la conexión espuria

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Declaración del Llamamiento: REPUDIO AL EX MINISTRO DE TRABAJO DE MARÍA EUGENIA VIDAL

El Llamamiento Argentino Judío repudia de forma categórica las consideraciones realizadas por el ex Ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires en tiempos de la gobernadora María Eugenia Vidal, Marcelo Villegas, quien el 15 de junio de 2017 –frente a empresarios del sector de la Construcción– afirmó: “Créeme que si yo pudiera tener (…) una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría”. La impúdica afirmación sólo puede salir de la boca de alguien que mantiene una consideración positiva de una de las fuerzas de seguridad del régimen nazi. La Gestapo fue la responsable, entre otras tareas, de los intrrogatorios más crueles jamás imaginados y de la persecución de opositores políticos. Sus máximos responsables, entre ellos Klaus Barbie, apodado “el Carnicero de Lyon” fueron los encargados de torturar hasta la muerte a Jean Moulin, el máximo referente de la resistencia francesa. Las palabras de Villegas trasuntan lo que la derecha argentina piensa entre bambalinas y que sólo enuncia cuando se encuentra en confianza entre semejantes: desprecio hacia los trabajadores, hacia sus organizaciones gremiales y, como contraparte, valorizaciones inequívocas hacia todas las versiones opresoras y fascistas que han existido en la historia. El Llamamiento advierte a la sociedad en su conjunto que estos desinhibidos discursos de odio, inherentes a una derecha cada vez más extrema, son parte de una ofensiva destinada a debilitar  el sistema democrático, cercenar las libertades y provocar espirales de violencia. Buenos Aires, 27 de diciembre de 2021 Marcelo Horestein, PresidentePablo Gorodneff, Secretario General La DAIA premió a Marcelo Villegas, el simpatizante de la Gestapo, en 2012.https://www.daia.org.ar/2012/10/30/la-daia-reconocio-a-marcelo-villegas-de-telecom/ Telecom. La AMIA entregará un reconocimiento a Marcelo Villegas Telecom. La AMIA entregará un reconocimiento a Marcelo Villegas

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La comunidad judía y el 2001

Se cumplen 20 años de la llamada “crisis del 2001” cuyo desenlace fue una revuelta popular y la renuncia del presidente Fernando de la Rua, con el penoso saldo de 38 muertos por la represión policial. Fue la culminación de un proceso de deterioro que comenzó con el agotamiento del llamado Plan de Convertibilidad de Domingo Cavallo y que se catalizó durante el gobierno de la Alianza hasta llegar a la incautación de los ahorros en pesos y la pesificación de los ahorros en dólares a través del tristemente recordado corralito. Desafiando el estado de sitio, los sectores populares se constituyeron en la calles de todas las ciudades del país, exigiendo la renuncia del presidente y dando nacimiento a la consigna “que se vayan todos”, expresando de esta manera su desconfianza en las soluciones que podría aportar la clase política. Es importante recordar también que la colectividad judía argentina no era ajena al proceso de deterioro económico. Según el informe de un funcionario del American Jewish Comitee, realizado en abril del 2002, el 30 % de los judíos argentinos estaba desocupado y alrededor de 44 mil vivían debajo de la línea de la pobreza. Existía lo que se dio en llamar “pobreza puertas adentro”: familias que habitaban casas o departamentos en los barrios más caros de la ciudad y no podían pagar las expensas ni los servicios. Con el resultado de una fuerte campaña de recaudación en Estados Unidos y con donantes locales, se montó un formidable dispositivo solidario: desde ayudas para pagar alquileres e impuestos, la entrega de bolsones de comida, colonias de vacaciones gratuitas para los más chicos, hasta la creación de los bancos de medicamentos en varias instituciones, cada una de las cuales llegaba a atender a más de 100 personas por día. Al mismo tiempo, por el proceso de expulsión económica, muchas familias eligieron Israel como destino para rehacer sus vidas: entre 2002 y 2003 emigraron con ese destino 8000 personas, que recibieron todo tipo de alicientes y facilidades. Cabe recordar quienes integraban aquel gobierno: Patricia Bullrich (quien como se recordará propuso rebajar las jubilaciones el 13 %) Hernan Lombardi, Ricardo López Murphy, el negacionista Darío Loperfido y Federico Sturzeneger, los mismos que hoy desde la oposición se pretenden mostrar como la alternativa “republicana” cuando en verdad cabalgan sobre los olvidos que en el imaginario popular pueden generarse a través de la asistencia mediática hegemónica que los respalda. Por eso desde el LLAMAMIENTO ARGENTINO JUDIO, convocamos a evocar los desgraciados sucesos de diciembre de 2001, rendir homenaje a sus víctimas y alertar sobre que quienes produjeron esos terribles desenlaces, hoy pretenden hacer de esas fechas simples menciones del calendario y no la marca registrada de la reciente historia que los condena. Marcelo Horestein Presidente Pablo Gorodneff Secretario

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REFLEXIONES SIN TON NI SON

Acontecer político de Israel (nov. 2021) Por: Alejandro Stein (integrante de la com. del boletín, desde el kibutz Barkai) Conferencia del Cambio Climático Poco cambió en la conferencia, aparte del clima, que amenaza cada vez más a todo el mundo, incluido el Medio Oriente. En este país sediento, qué digo, en esta región sedienta, no se vio lluvia como la gente hasta la semana pasada (ya fines de noviembre), y los cítricos en nuestro jardín se creyeron que estaban en primavera y empezaron a florecer. Y escribo sobre esto porque este es un tema que nos toca a todos, hasta a los países que contaminan alegremente sabiendo que están hipotecando el futuro de todos los que vivimos en este planeta con forma de perita. Sigo pensando con vergüenza y cargo de conciencia en qué planeta les dejo-les dejamos a nuestros hijos, a nuestros nietos. El Presupuesto Se aprobó el presupuesto y a brindar. No porque sea el mejor que hayamos visto en nuestra vida los que nos preciamos de socialistas-progresistas, pero sí tiene aspectos que lo hacen sonreír a uno. Partamos de su existencia misma, después que la Familia Real (Netanyahu, su familia y su ballet) haya tenido a este país en un puño y sin presupuesto por más de un año y medio sin que se le moviera un pelo. La lista árabe Ra’am, religiosa, miembro de la Coalición, supo explotar la mayoría angostita (61 escaños contra 59) que tiene el Gobierno y se llevó varias carretillas llenas de guita y concesiones a la población árabe que en realidad hacía falta para equilibrar un poco una balanza endémicamente desequilibrada. El presupuesto del Ministerio de Defensa es siempre la porción más grande de la torta. Ya estábamos acostumbrados a eso (no olvidemos que somos un país amenazado que nunca amenaza, y que somos la “única democracia de Medio Oriente”), pero cuando nos enteramos de que parte de las pensiones de los militares iban también a mejorar (todavía más) hasta un punto desproporcionadamente desproporcionado, nos quedamos, como decirle, un poco… extasiados, sorprendidos, digamos. De cualquier modo, todos los partidos miembros del gobierno consiguieron su porción de torta, algunas mejores, otras peores, no olvidemos que junto a dos partidos de centro izquierda, la mayoría de la coalición la integran partidos de derecha tirando a ultraderecha. Más de lo mismo 20.11. Transcribo la traducción de una noticia, que da una muestra de lo que significa la educación en la ocupación y el apartheid:  TÍTULO DE LA NOTA: “EL COMANDO DEL EJÉRCITO DIO ORDEN A LOS SOLDADOS “QUE NO PUEDEN PERMANECER PASIVOS CUANDO PALESTINOS SON ATACADOS POR COLONOS JUDÍOS” Los hijos de la Educación Judía no tienen la más mínima noción ni las herramientas para identificar al agresor (que no siempre son los palestinos). A los 18-20 años de edad, y con oficiales no mucho mayores, hay que enseñarles. Huelgan los comentarios. 7.11 Allá lejos y hace tiempo: La segunda Guerra que libró Israel, esa vez como amanuense de Francia e Inglaterra por el Canal de Suez, es la llamada “Guerra del Sinaí” u “Operación Kadesh” contra Egipto. Durante la corta ocupación de la Franja de Gaza (esa vez fue corta), el gobernador militar de una de las ciudades de la Franja, (el autor de la nota en el diario Ha-Aretz no quiso dar los nombres ni de la ciudad ni del funcionario) recibía a sus visitantes con una joven de Gaza desnuda hasta la cintura y la ofrecía a quien quisiera “usarla”. El mismo gobernador permitió (¿Quizás fomentó?) las violaciones y el saqueo en dicha ciudad. Que alguien me cuente alguna historia sobre el “Ejército más moral del Mundo”. Los Super Agente 86 (los viejitos se deben acordar) El 14.11 Detuvieron en Estambul a una pareja de turistas israelíes que cometieron un delito mayor de espionaje: Fotografiaron el palacio que le sirve de residencia al presidente Erdogan, como recuerdo, y se lo mandaron por What’s Up a su familia. Los encarcelaron, y supongo que la cárcel turca no debe tener el nivel de un hotel de 5 estrellas precisamente. Los retuvieron 4 días, los liberaron, y los mandaron de vuelta a casa. Apenas bajaron del avión, le agradecieron al gobierno por su ayuda (hay que resaltar que el canciller Lapid manejó la situación muy inteligentemente sin hacer olas), pero sobre todo a Diosito y al pueblo de Israel que rezó por ellos. Curiosamente el incidente sirvió para mejorar las relaciones que andaban bastante, como diré, fresquitas por no decir frías entre Turquía e Israel. Premio Israel Selectivo El Premio Israel es un premio que entrega el Estado el Día de la Independencia todos los años. Copio de Wikipedia los propósitos del mismo, y los merecimientos necesarios para recibirlo: “El premio se entrega en las siguientes cuatro áreas: Humanidades, ciencias sociales, y estudios judaicos. Ciencias naturales y exactas. Cultura, artes, comunicación y deportes. nación (desde 1972) Reciben el premio ciudadanos israelíes u organizaciones que demostraron excelencia en su área o han contribuido mucho a la cultura israelí. Los ganadores son seleccionados por comités de jueces que envían su recomendación al Ministro de Educación. Los comités son Ad-hoc, nombrados por el Ministro de Educación cada año para cada categoría. Entre los galardonados más prominentes se encuentran Shmuel Yosef Agnón, Robert Aumann, Ada Yonath (ganadores del Premio Nobel en literatura, economía y química respectivamente)”. Nada se dice de la posición política que deben mantener el o los galardonados. Pero el profesor Oded Goldreich es un destacado científico y docente de las ciencias de la computación que firmó un manifiesto llamando a boicotear a la universidad de la ciudad de Ariel, sita en los territorios ocupados. Por esta razón la ministra de educación, Ifat Shasha Biton, como su antecesor Ioav Galant, vetaron su elección para el premio en la rama de ciencias naturales y exactas. No importa su brillantez, importa su posición política… “La única democracia de Medio Oriente”.  Arrepentido Estrella Marcelo D’Alessio tendría que aprender del arrepentido israelí Nir Hefetz, testigo estrella en uno de los juicios por los que está procesado Netanyahu, llamado el juicio “4000” en el que se lo juzga por recepción de soborno, fraude, e incumplimiento de los deberes

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Deudas externas: palabras y conceptos tramposos

Por: Miguel Julio Rodríguez Villafañe* | Prensa Red (23 de nov. de 2021) El uso de eufemismos para solapar el verdadero significado de conceptos o ideas es una práctica sistemática que usan los medios de comunicación. Un ejemplo extendido es hablar de “gasto” en vez de “inversión” cuando se trata de salud y educación. La intención es -como dice el autor, que viene analizando el tema – avanzar en una “verdadera colonización semántica de personas y pueblos”. En el uso del lenguaje cotidiano se ha manipulado la visión sobre el tema de deuda externa. En ello se usaron y usan palabras o conceptos inductores y tramposos, que favorecían y favorecen una mirada edulcorada, con sometimiento sicológico y cultural, que producían y producen una verdadera colonización semántica de personas y pueblos en la temática. Los gestores de opinión pública enseñaron y enseñan didácticamente, por todos los medios, que siempre se deben “honrar las deudas externas”, sin cuestionar, si son legítimas, indignas, odiosas o irritas. La inducción a “honrar” era elegida a propósito, ya que implica conceptualizar que las deudas, en sí mismas merecen ser “enaltecidas o se debe valorar muchos su mérito”. Actitudes estas que se dispensan sólo a Dioses que se honran o sea a algo superior a uno, a los que no se les habla en condiciones de igualdad, siempre se presupone un respeto reverencial al que se tiene que honrar. En definitiva, se nos obliga a mirar para arriba, ya que no se nos supone al mismo nivel. De esa manera, se nos prepara para no exigir derechos y responsabilidades a los supuestos acreedores, porque a los Dioses no se les reclama nada y menos derechos. A ellos sólo se los alaba y se les rinde cuenta de los deberes que se hicieron y se les implora perdones, por lo que el ser superior puede entender como no cumplido. Esta actitud de sumisión se trabajó como básica para condicionar la discusión sobre las deudas externas de Argentina. Con el agravante, que ello permitió que, cada vez que se negociaban las deudas, se resignaran más derechos y se aumentaban los deberes. Esto último, haciéndonos creer que se nos concedían beneficios que debíamos agradecer. Nunca se habla de los “prestamistas externos”, se los denomina los “acreedores externos”, lo que implica asumirnos, en todo momento, como “deudores”, ante cualquier reclamo de ellos, con independencia de analizar si realmente se debe lo que se nos reclama. Esto último es fundamental dirimirlo, ya que, en muchos casos, se pretenden pagos de supuestas deudas de origen ilegítimo, usurario y producto de diversas situaciones en las que, incluso, los llamados acreedores serían realmente deudores, porque lo que se busca cobrar, ya se ha pagado más de una vez o no corresponde abonarse por ilegítimo, indebido o írrito. Además, cuando se discute el presupuesto nacional las partidas destinadas para salud y educación se las trata como “gastos en salud y en educación”, mientras a las previsiones de pago de los intereses de deudas externas se los denomina como pagos de los “servicios de la deuda”. Dejan en claro que los primeros son gastos, como una carga, no obstante, son una “inversión”, pero el pago de intereses de deudas externas se lo presenta como un “servicio”. Repárese que algunos de los significados que tiene la palabra “servicio”, según el Diccionario de la Real Academia Española es la “Acción y efecto de servir”; o “Favor que se hace a alguien” o el “Conjunto de criados o sirvientes”. Cuesta pensar que debamos “servir a una deuda pesada e injusta” y menos entender que ello es producto de un “favor” que se nos hace. Peor que ello, aunque con dosis de realidad, se nos transforme en “criados o sirvientes de ella”. Son las nuevas esclavitudes semánticas asumidas sin reflexión. A su vez, al tratar la salida de dineros del país, con destino a los llamados “paraísos fiscales”, se usa esa palabra edulcorada, cuando el verdadero nombre es “guarida fiscal”, (en inglés, tax haven). A esas guaridas en bancos, se las presenta con la sensación de un ámbito santo sin pecado, cuando ellas se ocupan, principalmente, del lavado de las ganancias ilícitas y de ocultar, en general, los dineros de los poderosos, corruptos, delincuentes, evasores, mafiosos, etc. Esos bancos cometen el “delito de encubrimiento por receptación”. Nunca se determinan los nombres de los “supuestos acreedores ellos siempre son anónimos”. Resulta esencial exigir un censo de acreedores. De igual manera, cuando se dan verdaderos golpes a los sistemas democráticos, por ejemplo, sobrevaluando el dólar, se lo presenta como algo producido por “el mercado”, sin explicitar quienes son el mercado, cuando ello perfectamente puede determinarse. También detrás de esas acciones financieras se ocultan en fondos de inversión, muchos de ellos los llamados “fondos buitres”. Nunca se dicen quienes los integran, sin embargo, arrodillan a países ante requerimientos indignos. Además, muchos de los organismos que condicionan a las naciones no tienen ni estructura jurídica, como es el caso del llamado “Club de París”. En realidad, no es un club, ni un organismo, ni una persona jurídica propiamente dicha, ya que es un ámbito informal de acreedores, que se arroga la función de coordinar formas de pago y renegociación de deudas externas de los países tenidos como deudores con las instituciones de préstamo. También se enseña que el país se vuelve “riesgoso” si no cumple, sin condicionamientos, lo que se le exige que se abone por los prestamistas. Desde dicho concepto, se nos degradó y degrada como sociedad y la temperatura de nuestra autoestima se la hace depender sólo del índice llamado “riesgo país”. Dicho índice, que brindan diariamente los medios de difusión de manera destacada, es fijado por bancos, como el JP Morgan-Chase y el Goldman Sachs, bancos estos, que fueron sancionados con enormes multas en USA, por brindar información indebida a sus clientes. Asimismo, se nos hace creer que la mayor carga para la sociedad es el costo del trabajo, por lo que se presiona para que haya “flexibilización laboral”, como una manera de convocar a capitales a invertir y generar trabajo. Razonamiento tramposo, indigno, indebido y a la

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La democracia magullada

Por Juan Carlos Di Lullo | La Barraca (12 de noviembre de 2021) Un columnista de Clarín vaticina el estallido del frente gobernante e imagina una línea sucesoria en el Ejecutivo nacional, asumiendo un triunfo aplastante de la oposición en las elecciones de medio término. Lo notable es que ni siquiera menciona al Presidente (lo imagina de entrada sin banda presidencial), y se enfrasca en sugerencias poco republicanas a partir de un anhelado paso al costado de la Vicepresidenta y de una serie de renuncias posteriores en favor de “la salud de la Argentina”. En esa misma línea, el siempre solícito Luis Majul va descartando presidentes “por falta de aceptación popular”, hasta que llega donde quiere: la presidencia de la cámara de Diputados (en la que espera que haya ya alguien de Juntos). El “constitucionalista” todo terreno Daniel Sabsay le pone signos de interrogación (para disimular un poco) a un profundo deseo personal y de sus mandantes.“¿Peronismo gobernando en minoría?” es el título que elige para su columna (en Clarín), en la que propone “una cohabitación”, con presencia de funcionarios “de diferentes signos políticos” en el Ejecutivo, para no profundizar “la decadencia que vivimos”. Clarín (y los otros diarios dedicados a limar al gobierno nacional) se ocupan profusamente de los episodios de violencia que lamentablemente se producen a diario en todo el país. Cubren maliciosamente el asesinato en un intento de robo de un kiosquero en Ramos Mejía; pero informan con pocos datos y ponen el acento en la inevitable desesperación y la bronca justificada de los parientes y allegados de la víctima. Lo propio hacen los canales de noticias, que extrapolan arbitrariamente la situación y pintan un panorama de violencia descontrolada en todo el territorio nacional. José Luis Espert dice en Radio Rivadavia: “transformemos en un queso gruyere a un par de estos delincuentes… apoyemos a la policía a que haga eso”. “Hay que dar un mensaje claro primero y después empecemos a hablar de cárcel o bala, pero primero es bala”, agrega. Quiere bajar la edad de imputabilidad a 12 años y lanza frases como “Derechos humanos las pelotas…”. Espert habla con la actitud y el tono de un compadrito acodado en la barra de un cafetín, pero posiblemente será diputado en pocos días. Es su estilo para hablarle a un sector durísimo del electorado, y su discurso de violencia y de arbitrariedad ya se ha naturalizado. Rodríguez Larreta no es candidato, pero hace su aporte a la confusión general: “no es posible que, a los 16 años, alguien pueda votar y no sea punible”, arriesga, con escaso conocimiento de las leyes vigentes. Los medios siguen con atención la suba del dólar ilegal. Cuando éste supera los 200 pesos en la cotización, hay un frenesí de títulos que va in crescendo a medida que se aproxima el día de la votación. Han agregado un nuevo dólar a los ya existentes en el mercado financiero: después del dólar oficial, del contado con liqui, del turista, del futuro y del blue o paralelo, llega el “dólar elecciones” o el “dólar tapa de diarios”, destinado a caldear el ambiente en vísperas de los comicios. Mauricio Macri habla de dólares (miles de millones) ante un complaciente cronista de CNN y (tal vez sin advertir la magnitud de su afirmación) declara que el dinero obtenido por su gobierno a través del crédito del FMI fue utilizado para “darles dólares a los bancos privados para que no se vayan del país”. Nadie le señala que antes dijo que el dinero se había aplicado al pago de deuda tomada por gobiernos anteriores (a los que él simplifica como “el kirchnerismo”), ni le advierte que está, lisa y llanamente, confesando un delito grave. El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, anuncia que ha decidido intervenir en las causas que involucran a su ex cliente, el grupo Clarín, porque “ya han pasado cinco años” desde que dejó de ser uno de los representantes legales de la empresa. Ha dispuesto que un quinquenio es tiempo suficiente como para certificar su imparcialidad; es un Supremo, y su decisión unilateral es inapelable. Jorge Lanata y Viviana Canosa se burlan del colega de C5N a quien Macri le arrebató el micrófono hace unos días. Consideran que se trata de un incidente menor por el que el canal (perseguido por el ex presidente durante su mandato) se quejó exageradamente.  Hablan de situaciones límite como si fueran moneda corriente, invisibilizan la carga de violencia de una actitud o una expresión verbal, trivializan hechos graves a través de un enfoque pretendidamente humorístico, repiten frases y epítetos que descalifican y ridiculizan a funcionarios hasta convertirlas en sinónimos de sus nombres… de éstas y de muchas otras recetas se vale un vasto operativo comunicacional para inducir a una gran cantidad de electores a sufragar en sentido opuesto a su conveniencia y a sus necesidades. El verdadero periodismo sufre. Sufre el pueblo, cuyo derecho a la información está afectado. Sufren las instituciones, porque las arbitrariedades y los despropósitos se naturalizan y se banalizan.  Sufre la República, desvirtuada. Sufre la Democracia, magullada.

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La película sobre la ocupación que nadie quiere exhibir en Israel da la vuelta al mundo

Juan Carlos Sanz | El País (Desde Tel Aviv – 21 Nov. 2021) La película sobre la ocupación que nadie quiere exhibir en Israel da la vuelta al mundo. El cineasta israelí Avi Mograbi sortea el ostracismo que sufre en su país el documental que ha dirigido sobre los territorios palestinos al programarlo en decenas de muestras internacionales. https://elpais.com/…/la-pelicula-sobre-la-ocupacion-que… Avi Mograbi ya no es profeta en Israel, su tierra de profetas. El veterano cineasta ha presentado este domingo en el Festival Internacional de Cine de Gijón The First 54 Years. An Abbreviated Manual for Military Occupation (Los primeros 54 años. Un manual abreviado de la ocupación militar), un documental que entremezcla testimonios de exsoldados israelíes sobre sus misiones en los territorios palestinos con crudas imágenes de archivo de más de medio siglo de sometimiento militar. Salvo unos pocos pases en las filmotecas de Jerusalén y Tel Aviv, nadie ha querido mostrarlo en Israel. Ni las salas comerciales, ni las televisiones en abierto, ni los canales de documentales de las plataformas por cable, ni los festivales de cine locales. Los que rompen el silencio en Israel también dan la cara “Fuera, el filme está teniendo bastante éxito”, resalta Mograbi, de 65 años, en su piso en el corazón del distrito de estilo Bauhaus de Tel Aviv. “Acabo de volver de una gira por la Costa Este de Estados Unidos. El documental se ha exhibido antes en la Berlinale y en el festival de Nueva York; en Suiza, Portugal, Alemania, Austria… y también en Japón, Australia o India…”, detalla con una mueca de frustración el cineasta, ataviado con el peculiar desaliño de los israelíes. En la pared del salón de la casa, un raído mapa de Israel de su época escolar, en los primeros años sesenta del siglo pasado, muestra Cisjordania y la franja Gaza como países vecinos. “Aquí solo han podido verse unos pocos pases del documental en las filmotecas de Jerusalén y Tel Aviv”, puntualiza el director, bien conocido en su país por polémicos filmes –entre ellos el documental Cómo aprendí a superar mi miedo y amé a Ariel Sharon (1997)– que fueron estrenados en cines y emitidos en televisión. El cineasta aparece en su última película como un maquiavélico presentador –”emulando el humor negro de los chistes que los mismos judíos hacen sobre el Holocausto”–, para describir las “ventajas de la ocupación”. Lo ha producido la compañía francesa Les Films d´Ici, con la que Mograbi colabora desde hace 25 años. “No es filantropía”, precisa, “el canal Arte está detrás de la financiación”. La evolución de la obra cinematográfica de Mograbi discurre en paralelo al vuelco político experimentado en Israel en las tres últimas décadas. “La izquierda israelí era muy fuerte (en 1992 logró la victoria electoral con un 45% de los votos antes de impulsar los Acuerdos de Oslo con los palestinos) y ahora está bajo mínimos, integrada en minoría (apenas suma un 10% de los sufragios) en un Gobierno compartido con ultraconservadores y centristas. Lo único importante que ha hecho ha sido apartar del poder a Benjamín Netanyahu”, opina, sin abandonar el tono cáustico. “Al principio de mi carrera era muy ingenuo y creía que podía cambiar la realidad con mis películas”, recuerda Mograbi entre sorbos a una taza de té. “Ahora, me guste o no, mis filmes van dirigidos a una izquierda que está en vías de extinción en Israel y precisa verse reforzada con ideas para seguir con vida”, razona el marcado sesgo político de su obra. “Un director hace películas pensando en su propia sociedad. El desinterés mostrado en Israel por mi obra es descorazonador” El mensaje sarcástico que destila el documental ahora presentado en España salpica imágenes marcadas por la violencia. Fueron grabadas por soldados israelíes y por civiles palestinos en unos hechos en los que participaban, unos como perpetradores otros como víctimas. En una escena, un veterano del Ejército describe cómo tuvo que ejecutar la orden de obligar a un niño a retirar una bandera palestina plantada en lo alto de una torre de una línea eléctrica. Acto seguido se reproduce una secuencia de archivo con la escena real. “El poder de las imágenes históricas refuerza el valor de la palabra”, enfatiza el director israelí. “Si quieres montar tu propia ocupación militar, aquí tenemos muchas ideas que ofrecerte”, resume el eje argumental de ‘Los primeros 54 años’. “Sirve para el Sáhara Occidental, para Tíbet, para Cachemira… Yo mismo lo cuento encarnando a un personaje cínico a quien no le importan los daños colaterales que tienen que pagar los civiles, solo el método para lograr su ambición territorial”, remacha con semblante serio. Avi Mograbi se crio en el cine que regentaba su familia en el centro de Tel Aviv. “Mi abuelo proyectó las primeras películas sonoras en Oriente Próximo y yo trabajaba de adolescente como acomodador los fines de semana”, rememora su particular Cinema Paradiso sin asomo de nostalgia. Trabajó como asistente de producción y ayudante de dirección antes de emprender una carrera de más de tres décadas como realizador de documentales con carga política de profundidad. “Y con algún elemento de ficción”, matiza. “Yo intento provocar una discusión en la audiencia, pero tengo una tendencia natural a la ironía. La vida es una tragicomedia”, alega en su descargo. Cree que incluso en el cine palestino se observan pinceladas de humor sobre la Nakba (el desastre, en árabe, desplazamiento de cientos de miles de civiles tras el nacimiento del Estado de Israel en 1948). “Forma parte de la naturaleza de ambas comunidades ver los momentos más duros en clave mordaz”, apunta. Rompiendo el Silencio Empezó rodando cortos durante la Primera Intifada, como el documental Deportación (1989), sobre el secuestro de líderes palestinos y su expulsión a Líbano. “Intenté mostrar la inmoralidad que suponía echar a alguien de su propio país”, evoca. La versión de los protagonistas viene ahora avalada en ‘Los primeros 54 años’ por la visualización de los hechos. Mograbi considera que los testimonios de veteranos del Ejército, en gran parte afiliados

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