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El Objetivo de la derecha: Expulsión

Fuente: Amira Hass | Haaretz Fecha: 25 de DIC 2018 Las insinuaciones del saliente Jefe de Estado Mayor de las FDI Gadi Eisenkot son aterradoras incluso si no dicen nada nuevo, especialmente para aquellos que ven a Yeshastán, el conglomerado de colonos, haciéndose más grande, más rico y mejor armado. No es nada nuevo que la derecha de los colonos y la derecha sionista-religiosa estén presionando por expulsión, la escalada y la guerra. ¿Por qué la derecha de los colonos (incluso los que viven en Ra’anana) quieren la guerra? Aquí se necesita una explicación muy clara y detallada porque los niveles de represión cognitiva entre las personas que viven al oeste de la Línea Verde son altísimos. La derecha de los colonos no se conforma con la habilidad  para el robo sancionada por el Estado demostrada por los organismos oficiales: quiere más. Y el «más» es crear situaciones que permitan la expulsión masiva de palestinos. El caos de la guerra permitirá a los israelíes trasladar a los palestinos más allá de la frontera, no solo dentro de Cisjordania (como lo pide Habayit Hayehudi en un proyecto de ley, que busca normalizar el despreciable término expulsión). El objetivo del régimen colonial de los colonos israelíes no es matar a tantos palestinos como sea posible. Esto no es un cumplido; más bien, es una introducción esencial para entender las intenciones políticas sólidas. El asesinato de palestinos fue y es un medio para el fin de expandir la propiedad sionista sobre las vidas arruinadas de los palestinos. Matar es un medio legítimo para Israel, como lo son las redadas nocturnas, el encarcelamiento de dos millones de habitantes de Gaza, la expropiación de tierras a ambos lados de la Línea Verde y la asfixia económica. Este asesinato casual de un hombre de negocios de 60 años en camino al trabajo, de manifestantes detrás de la cerca de alambre de púas del campo de concentración en Gaza, así como de los sospechosos de asesinato, aún no acusados, es posible gracias a nuestra cultura de la impunidad, la cultura de «nosotros (los judíos) estamos por encima de cualquier ley». Matar es un medio que los soldados y la policía utilizan alegremente, porque han sido alimentados desde la infancia con una mezcla mortal de miedo a los palestinos y desprecio por aquellos a quienes robamos las casas y las seguiremos robando. El desdén hace que el robo sea más natural. Israel abandonó la generosa oportunidad de oro que recibió de los palestinos en 1994, y en lugar de permitir el establecimiento de un estado palestino junto a él, Israel decidió atenerse a sus características de colonizadores y mejorarlas. Así, bajo el paraguas de las negociaciones, Israel creó los enclaves palestinos. En los últimos años, estos enclaves se han convertido en la contemporización  israelí entre el deseo de ver desaparecer a los palestinos y la comprensión de que la situación geopolítica no permite una repetición de 1948. Los  colonos y la derecha religiosa exigen la anexión del Área C, el 61 por ciento de Cisjordania que envuelve a los enclaves. Es decir, hacer ahora, abiertamente y de una vez, lo que el derecho no mesiánico (en primer lugar, el Partido Laborista) ha estado haciendo mediante la aplicación hábil del método «otro dunam*, otra cabra», fuera de los focos, mientras que se seguía hablando dulcemente de paz. La derecha de los colonos no se conforma con los métodos legales de robo de tierras y hogares desarrollados por los organismos oficiales. En un momento dado, un vaquero judío expulsa a un pastor palestino, un grupo de colonos que construyen una carretera en una tierra que no es la suya, una nueva casa prefabricada que se transporta a un puesto de avanzada. Cada surco de tierra en Cisjordania y cada casa en Jerusalén Este son presas de los apetitos victoriosos de los príncipes de Yeshastán. Los judíos de Yeshastán que han estado gritando amargamente durante las últimas dos semanas que son «patos sentados»**, saben muy bien que son los israelíes mejor protegidos, más densamente acolchados. Hicieron un espectáculo de histeria para provocar una escalada y volver al plan maestro que espera en el cajón. La derecha de los colonos también codicia a los enclaves palestinos. Hebrón vacío de sus habitantes palestinos es el modelo. En cualquier caso, la falta de un futuro en los enclaves (en primer lugar en Gaza) ya está alentando a los jóvenes y profesionales a emigrar. Ningún derecho internacional y ningún país que apoyó a Oslo detuvo el galopante proyecto de asentamiento israelí. Y así, la conclusión de la derecha de los colonos es que el próximo paso natural, la expulsión masiva de palestinos, es posible, geopolíticamente, y no hay ninguna entidad internacional que se interponga en su camino. Traducción: Dardo Esterovich *Unidad de superficie equivalente a 1000 m2 (N. del T.) ** Dicho israelí equivalente a blanco fácil (N. del R.)      

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La carta secreta que detalla el plan de Israel para expulsar a los árabes, «sin brutalidad innecesaria»

Fuente: Adam Raz | Haaretz Fecha: 21 de DIC 2018 El documento reproducido aquí es importante por tres razones. Primero, por su contenido; segundo, porque ha sido clasificado; y tercero, debido a la conexión entre la primera razón y la segunda razón, que ofrece una lección sobre las relaciones recíprocas entre la liberación de documentación histórica de archivos y el reconocimiento de la historia. El documento es una carta «secreta» del 4 de diciembre de 1949, medio año después de la conclusión oficial de la Guerra de Independencia (tras la firma del acuerdo de armisticio con Siria). Su autor fue Walter Eytan, el primer director general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, y su destinatario fue Moshe Sharett, el ministro de Relaciones Exteriores, que se encontraba en Nueva York en ese momento. Eytan informa a su jefe sobre un plan «para expulsar a los residentes árabes de una gran cantidad de lugares» en Galilea y en otras partes del norte del país. Enumera las aldeas: Fasuta, Tarshiha, Jish (donde la mayoría de los habitantes desarraigados de la aldea de Biram habían ido el año anterior), Hurfeish, Rihana, Majdal y Zakariya. Eytan notó que el plan requería la expulsión de más de 10,000 árabes, la mayoría de ellos cristianos, aunque algunos eran drusos (Hurfeish) o circasianos (Rihana). La expulsión debía llevarse a cabo por «razones de seguridad». No se especificó el destino de los deportados. Eytan escribe que David Ben-Gurrión, el primer ministro, ya había aprobado la transferencia de los residentes «por la fuerza a otros lugares», pero quería el acuerdo de Sharett y Eliezer Kaplan, el ministro de finanzas, porque el costo de la operación sería alrededor de un millón de libras israelíes (incluido el reasentamiento de los desarraigados). Eytan había sido informado sobre los detalles del plan por parte de Zalman Lief, un experto en fronteras y tierra, quien asesoró a Ben-Gurrión sobre estos temas. Lief señaló que el plan podría implementarse «sin brutalidad innecesaria». Eytan enfatizó a Sharett que el acuerdo del ministro de Relaciones Exteriores era necesario para la aprobación del plan y agregó su opinión. «Expresé una respuesta fuertemente negativa por razones políticas», escribió a Sharett. «Pensé que era correcto para usted saber sobre el plan ahora, incluso si su destino no se decidirá de inmediato». Durante este período, a menudo, Sharett fue dejado deliberadamente en la oscuridad por Ben-Gurrión y sus colegas. La expulsión, por supuesto, no se llevó a cabo, pero en los años siguientes se hicieron varios intentos de transferir a decenas de miles de árabes cristianos de Galilea fuera del país a Argentina y Brasil (la idea fue descrita como una transferencia por acuerdo, con o sin las comillas). Uno de los planes se llamó «Operación Yohanan» (por Yohanan de Gush Halav -John of Giscala- un líder de la revuelta judía contra los romanos, en el primer siglo EC), que el liderazgo israelí consideró brevemente en 1952-1953, hasta que fue archivada por falta de viabilidad. Como sabemos, la ciudad de Gush Halav (Jish, en árabe) sigue intacta. En los años posteriores a la guerra, hubo una fuerte disputa dentro de la dirección con respecto a la «emigración» de los árabes del país. Moshe Dayan, por ejemplo, pensó que «el país debería ser homogéneo» y apoyó la eliminación de los árabes por la fuerza. No sabemos por qué el plan descrito en la carta no se implementó, aunque probablemente se debió principalmente a las «razones políticas» que Eytan mencionó en su carta. Después de todo, la propuesta implicó la expulsión de habitantes muchos meses después del final de la lucha. Por cierto, en unos pocos años, tanto los drusos (1956) como los circasianos (1958) se integrarán en las Fuerzas de Defensa de Israel como reclutas regulares. (En la práctica, muchos de ellos se ofrecieron como voluntarios para el servicio de las FDI durante y después de la guerra de 1948). El hecho de que Ben-Gurrión insistió en el acuerdo de Sharett para implementar el plan revela algo de las relaciones entre los dos líderes. El desacuerdo político entre las dos principales figuras de Mapai, el partido gobernante y precursor del Laborista, fue un largo camino para determinar el futuro de los dos pueblos que comparten la tierra y la dinámica entre Israel y el mundo árabe. Mientras que Sharett instó a que todos los árabes que permanecieron en Israel fueran reconocidos oficialmente y se les concediera la ciudadanía, con igualdad de derechos, Ben-Gurrión se opuso a la idea e instó a que los árabes sean vistos como una potencial quinta columna; cualquiera que pensara lo contrario era simplemente ingenuo, dijo. Por esta razón, entre otras, se opuso a revocar el control del gobierno militar sobre la población árabe en 1966, durante el período del gobierno de Levi Eshkol. Consideraba que su existencia era una necesidad, contrariamente a la opinión de Sharett y otras figuras importantes. Sharett probablemente compartió la objeción de Eytan al plan de expulsión. La carta de Eytan hasta hace poco se guardaba en un archivo en los Archivos del Estado de Israel titulado «Minorías – Asuntos de organización, religión, política hacia las minorías» (Archivo No. 2402/29). Durante más de 25 años, hasta hace unos seis meses, el archivo había estado abierto al público. El personal del Archivos incluso enviaba un escaneado por correo electrónico a cualquier persona que lo solicitare. (En el presente caso, se envió al Instituto Akevot para la Investigación de Conflictos Israelí-Palestinos, cuya agenda también incluye eliminar los obstáculos que el estado impone a los investigadores que desean descubrir documentación histórica). Pero ahora la carta (junto con una carta de ocho páginas escrita por Bechor-Shalom Sheetrit, el primer y último ministro de minorías de Israel, se ha eliminado del archivo y ya no se puede acceder a ella. Contrariamente a sus obligaciones, el Archivo no explica por qué se eliminaron los documentos, y en lugar de eso, dejan una página en blanco en la que está escrita solo la palabra «clasificado». La carta censurada de Sheetrit

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“Chalecos amarillos”: la peculiaridad de lo francés

Fuente: Atilio Borón | Atilioboron.com.ar Fecha: 14 de DIC 2018 Alemania y Japón tienen el dudoso honor de ser dos países en los que jamás triunfó una revolución. No por casualidad fueron también los que, precisamente a causa de ello, dieron nacimiento a  regímenes tan oprobiosos como el nazismo y el militarismo fascista japonés. Por contraposición la historia francesa está signada por recurrentes revoluciones y levantamientos populares. Aparte de la Gran Revolución de 1789 hubo estallidos revolucionarios en 1830, otro mucho más vigoroso en 1848 y la gloriosa Comuna de París de 1871, el primer gobierno de la clase obrera en la historia universal. Luego de su sangriento aplastamiento pareció que la rebeldía del pueblo francés se había apagado para siempre. Pero no fue así. Reapareció en la heroica  resistencia a la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial y luego, con una fuerza arrolladora, en el Mayo francés de 1968. ¿Es esto lo único que hace de Francia un país tan peculiar? No. Más importante que este incesante fermento insurreccional que históricamente distingue a las capas populares francesas es que sus luchas resuenan como ninguna otra en la escena mundial. Ya lo había advertido Karl Marx en 1848 cuando, observando la revolución en Francia, dijera que “el canto del gallo galo despertará una vez más a Europa”. Y la despertó, aunque esos sueños fueron aplastados a sangre y fuego. Miremos la historia: la Revolución Francesa retumbó en Europa y América, con fuerza atronadora; la Comuna se convirtió en una fuente de inspiración para el movimiento obrero mundial, sus enseñanzas reverberando inclusive en algunos rincones apartados de Asia. El Mayo francés se reproduciría, con las lógicas características nacionales, por todo el mundo. En otras palabras: Francia tiene esa única capacidad de convertir lo suyo en un acontecimiento histórico-universal, como gustaba decir a Hegel. Y esa es, precisamente, la inimitable peculiaridad de lo francés. La rebelión de los “chalecos amarillos” que comenzó hace pocas semanas cuando dos camioneros y la dueña de un pequeño comercio -desconocidas entre sí y habitando en distintos lugares del interior de Francia- lanzaron a través de las redes sociales una convocatoria a protestar en las rotondas de entrada de sus pequeñas ciudades por el aumento del precio del combustible. A los pocos días una de ellas tenía casi un millón de seguidores en su cuenta de Facebook. Luego vino la convocatoria del 17 de Noviembre en París y, a partir de allí, la protesta adquiriría una dimensión fenomenal que puso al gobierno de Macron entre la espada y la pared. Lo que no habían podido hacer en tres meses los sindicatos del ferrocarril lo lograron los “chalecos amarillos” en pocas semanas. Y la cosa sigue, y el “contagio” del virus rebelde que llega desde Francia ya se vislumbra más allá de sus fronteras. Se ha insinuado en Bélgica, Holanda y ahora en Polonia, con ocasión de la Cumbre del Clima en Katowice. En Egipto el régimen de Al Sisi prohibió la venta de chalecos amarillos en todo el país como una medida precautoria para evitar que el ejemplo francés cunda en su país. La revuelta, de final abierto, no es sólo por el precio del combustible. Es una protesta difusa pero generalizada y de composición social muy heterogénea contra la Francia de los ricos y que en cuya abigarrada agenda de reivindicaciones se perciben los contornos de un programa no sólo pos sino claramente anti-neoliberal. Pero hay también otros contenidos que remiten a una cosmovisión más tradicional de una  Francia blanca, cristiana y nacionalista. Ese heteróclito conjunto de reivindicaciones, inorgánicamente expresadas, alberga demandas múltiples y contradictorias aspiraciones producto de una súbita e inesperada eclosión de activismo espontaneísta, carente de dirección política. Esto es un grave problema porque toda esa enorme energía social liberada en las calles de Francia podría tanto dar lugar a conquistas revolucionarias como naufragar en un remate reaccionario. Sin embargo, más allá de la incertidumbre sobre el curso futuro de la movilización popular y la inevitable complejidad ideológica presente en todos los grandes movimientos espontáneos de masas no caben dudas de que su sola existencia ha socavado la continuidad de la hegemonía neoliberal en Francia y la estabilidad del gobierno de Emmanuel Macron. Y en un mundo de superpoblado de esperpentos como los Trumps y los Bolsonaros, los Macris y los Macrones todo esto es una buena noticia porque el “canto del gallo galo” bien podría despertar la rebeldía dormida –o premeditadamente anestesiada- de los pueblos dentro y fuera de Europa y convertirse en la chispa que incendie la reseca llanura en que las políticas neoliberales han convertido a nuestras sociedades, víctimas de un silencioso pero mortífero holocausto social de inéditas proporciones. No es la primera vez que los franceses desempeñan esa función de vanguardia en la escena universal y su ardorosa lucha podría convertirse, sobre todo en los suburbios del imperio, en el disparador de una oleada de levantamientos populares –como ocurriera principalmente con la Revolución Francesa y el Mayo de 1968- en contra de un sistema, el capitalismo, y una política, el neoliberalismo, cuyos nefastos resultados son harto conocidos. No sabemos si tal cosa habrá de ocurrir, si el temido “contagio” finalmente se producirá, pero los indicios del generalizado repudio a gobiernos que sólo enriquecen a los ricos y expolian a los pobres son inocultables en todo el mundo. No habrá que esperar mucho tiempo pues pronto la historia dictará su inapelable veredicto. Más allá de sus efectos globales la brisa que viene de Francia es oportuna y estimulante en momentos en que tantos intelectuales y publicistas de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos se regodean hablando del “fin del ciclo progresista” en Nuestra América, que supuestamente sería seguido por el comienzo de otro de signo “neoliberal” o conservador que sólo lo pronostican quienes quieren convencer a los pueblos que no hay alternativas de recambio y que es esto, el capitalismo, o el caos, ocultando con malicia que el capitalismo es el caos en su máxima expresión. Por eso los acontecimientos en Francia ofrecen un

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El flujo del dinero evangélico hacia Cisjordania

Fuente: Judy Maltz | Haaretz Fecha: 14 de DIC 2018 Una investigación de Haaretz revela que los grupos cristianos han invertido hasta 65 millones de dólares en proyectos en el «Corazón Bíblico» durante la última década. Eso no incluye los servicios que ofrecen de forma gratuita, como trabajadores voluntarios. Cuando los primeros voluntarios evangélicos cristianos llegaron a la colonia religiosa de Har Bracha en Cisjordania hace unos 10 años, para colaborar con los granjeros judíos locales en la cosecha de uvas de forma gratuita, no todos los recibieron con los brazos abiertos. Después de todo, durante generaciones se les había enseñado a los judíos que cuando los cristianos se esfuerzan por ser amables, es probable que estén planeando en secreto para convertirlos y, por lo tanto, es mejor mantener una distancia. Mucho ha cambiado desde entonces. Todavía hay colonos judíos que no están completamente cómodos con la idea de que los cristianos vivan entre ellos mientras trabajan en sus campos, pero en estos días están más calmados. Hayovel, la organización estadounidense que los lleva a Har Bracha, se encuentra entre una creciente lista de grupos evangélicos que operan exclusivamente bajo el llamado del «corazón bíblico». Durante la última década, ha llevado a más de 1.700 voluntarios a las colonias, y solo dentro de las colonias, porque, en principio, sus voluntarios no asisten a los agricultores dentro de Israel propiamente dicho. Al explicar el apego especial de la organización a este terreno en disputa, que la mayoría de la comunidad internacional no reconoce como parte de Israel, Hayovel declara en su sitio web: «Todos los países del mundo han dado la espalda a Judea y Samaria, el corazón de Israel, donde el 80 por ciento de la Biblia fue escrita u ocurrieron los hechos. Hubo muchos años en los que Hayovel operó fuera del radar, ocultando a Israel lo que estaban haciendo creyendo que cuanto menos supieran los israelíes, mejor. No más. En estos días, la organización sin fines de lucro está más que feliz de recibir a periodistas y curiosos en su campus principal, ubicado en esta colonias que domina la gran ciudad palestina de Nablus. Su complacencia de estar tan por encima de la legitimidad es una prueba de cómo se han convertido las interacciones entre los evangélicos cristianos y los colonos judíos. El Israel “real” El Corazón de Israel (también conocido como Fundación Binyamin) es otra organización sin fines de lucro que se beneficia de estos lazos. Establecida hace tres años, la organización recauda cientos de miles de dólares anuales para proyectos específicos en las colonias, según su fundador el estadounidense, Aaron Katsof. Aunque Katsof dice que los evangélicos no representan la mayor parte del dinero que recauda, ​​sí representan la gran mayoría de sus donantes. «Tienes que darte cuenta de que mientras el judío promedio da 1.500 dólares, el cristiano promedio da 50», dice. «Pero su participación está creciendo muy rápido». Cuando le preguntaron qué lo impulsó a establecer esta nueva organización de recaudación de fondos, Katsof, que vive en la colonia de Shiloh en Cisjordania, respondió: “Cuantos más evangélicos conocí a lo largo de los años, más me di cuenta de cuánta sed tenían para conectarse con las colonias. Cuando aterrizan en Tel Aviv, a menudo me dicen que no es así como se imaginaban Israel. Pero cuando vienen aquí a las colonias, dicen que esto es exactamente como se lo imaginaron. Son nuestros aliados más grandes, más grandes, más grandes, más grandes», agrega. La suya no es la única organización que intenta conducir esta oleada de apoyo evangélico al movimiento de los colonos a dólares y centavos. Pero estimar el alcance de esta asistencia financiera es difícil, ya que las organizaciones sin fines de lucro y las iglesias registradas en los Estados Unidos no están obligadas a revelar sus fuentes de financiamiento ni a especificar adónde va el dinero. Además, parte de esta organización benéfica adopta formas no monetarias, como horas de trabajo gratis (en el caso de Hayovel) o servicios gratuitos de marketing y ventas. Un informe de 2015 de Molad, un lobby israelí por la renovación de la democracia israelí, trató de estimar la cantidad de dinero que la comunidad evangélica invierte en las colonias. Llegó a la conclusión de que era prácticamente imposible, entre otras razones porque «muchas de las ONG israelíes activas en Judea y Samaria no respetan completamente las reglas de transparencia y no informan al Registrador de las ONG, en violación de la ley». No obstante, el informe concluyó que una «parte considerable» de toda la inversión evangélica en Israel termina más allá de la Línea Verde (las fronteras de Israel antes de 1967) y que los beneficiarios incluyen consejos regionales, ONG de derecha, puestos ilegales, negocios y viajes de empresas especializadas en viajes de asentamiento. Una revisión de los estados financieros de las principales organizaciones activas en la recaudación de fondos de los evangélicos para el proyecto de asentamiento indica que las cifras aún son relativamente pequeñas en términos absolutos. Pero parecen estar creciendo. También parece que más y más de estas iniciativas están echando raíces. A menudo, la mejor manera de determinar si dichas organizaciones están dirigiendo sus esfuerzos de recaudación de fondos a los evangélicos, a diferencia de los judíos, es mirar el lenguaje utilizado en sus lanzamientos de campañas de recaudación de fondos (muchos de los cuales aparecen en sus sitios web). Cuando se usa la palabra «Dios», a diferencia de «Hashem«, la audiencia es muy probable que sea cristiana. Así también, si el término «Biblia» es preferido sobre «Torá» y «Corazón Bíblico» en vez de «Judea y Samaria». Otro engaño es el uso de la frase «cumplimiento de la profecía bíblica» cuando se explica el significado de tales donaciones. Es una frase ampliamente conocida para ganar los corazones y abrir los bolsillos de los evangélicos. Basándose en esta revisión, así como en los informes de los medios de comunicación sobre proyectos específicos, Haaretz estima que la cantidad total de fondos recaudados en los últimos 10 años es de entre 50 y 65 millones de dólares. El

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Las elecciones de medio término en Estados Unidos

Fuente: Dardo Esterovich | Convergencia Fecha: 05 de DIC 2018 ¿Voto judío o voto demócrata de estadounidenses judíos? Las elecciones de medio término realizada en EE. UU. fueron consideradas como un plebiscito de la controversial gestión de Trump. Por eso las expectativas estaban centradas en un rechazo o una aprobación clara del electorado. Esto no sucedió o por lo menos no es tan evidente. Si se analiza los resultados desde el punto de vista numérico hay que prestar atención a la elección de Representantes ya que fue la única que abarcó todo el territorio estadounidense. Se renovó en su totalidad la Cámara de representantes, 435 curules. Los demócrata obtuvieron 232 escaños (la mayoría se obtiene con 218) contra 198 de los republicanos, recuperando la Cámara que hacía 8 años estaba en poder de los republicanos. En cantidad de votos los demócratas a nivel nacional obtuvieron 58.990.609 (53.1%) votos contra 50.304.975 8 (45.2%) de los republicanos, una diferencia algo más de 8.6 millones de votos (7.9%). Esta clara y contundente victoria demócrata en la Cámara de Representantes no se pudo repetir en el Senado donde los republicanos conservaron la mayoría e incluso la ampliaron en un par de escaños. Para el Senado la elección abarcó una extensión territorial más limitada ya que se renovó un tercio de sus miembros, 35 asientos de los 100. La elección era más difícil para los demócratas ya que debían renovar 26 mandatos de los 35 en juego. Los republicanos renovaron todos sus puestos mientras que los demócratas no lo consiguieron, lo que permitió que los republicanos ampliaran el estrecho margen de un voto que tenían en el Senado a cuatro (52 a 48). Al lograr retener el senado, los republicanos conservaron una importante cuota de poder. No se produjo la ola azul –color distintivo de los demócratas- que muchos pronosticaban. Si bien los republicanos terminaron debilitados, retuvieron para las definiciones de la política doméstica e internacional el suficiente poder aunque más limitado. y tendrán que negociar con los demócratas sobre muchos temas de significativa importancia. Mientras que Trump pudo unificar detrás suyo a los sectores del Partido Republicano que les fueron reacios en las presidenciales, los demócratas llegaron a estas elecciones sin haber podido cerrar totalmente la crisis interna producto de la derrota en las presidenciales del 2016, sin que aparezca un líder presidenciable para el 2020. Muchos de los candidatos a Representantes electos cuestionan el aparato partidario demócrata y son más afines a la corriente que lidera el senador Bernie Sanders. Las mujeres tuvieron un rol fundamental en la resistencia a Trump y obtuvieron un inédito número de representantes –más de 100- , aumentando dramáticamente las no blancas que se presentaron como progresistas y algunas como socialistas. Negras, morenas musulmanas, africanas, lesbianas, indígenas y otras minorías estigmatizadas ganaron sus elecciones: la neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, la dirigente negra de Massachusetts Ayanna Pressley, las dos primeras legisladoras musulmanas, Rashida Tlaib de Michigan y Ilhan Omar de Minnesota; y las dos primeras congresistas indígenas, Deborah Haaland de Nuevo México y Sharice Davids de Kansas. Tanto la latina Ocasio-Cortez como Tlaib son miembros del grupo Socialistas Democráticos de America. Hubo también elecciones para gobernador en 36 estados. Los republicanos ganaron 20 y los demócratas 16, pero 7 estados cambiaron de mando a favor de los demócratas. Se rompieron muchas otras barreras invisibles este martes. El primer gobernador abiertamente homosexual del país salió elegido en Colorado: Jared Polis, de origen judío. Los demócratas lograron importantes victorias en Michigan y Wisconsin, zonas del cinturón industrial denominado Rust Belt (cinturón oxidado) que en 2016 votaron por Trump. Es interesante analizar las encuestas a boca de urna, tan difundidas en EE.UU. Tomaremos las realizadas por la cadena de televisión NBC News y la de CNN entre la población en general y la encomendada por JSteet para la población estadounidense que se asume como judía. Se utilizó un cuestionario muy amplio que se segmentan en diferente categorías con preguntas que se vienen repitiendo en su mayoría para cada elección. No se consideraron los votos para pequeños partidos, por lo que la suma de los porcentajes no alcanza al 100%. Tomaremos las categorías más relevantes. En el padrón masculino (48% de total) los republicanos ganan 51% a 47% y en el femenino (52% del total) los demócratas ganan 59% a 40%. Trump sigue conservando fielmente el voto masculino blanco mientras que la oposición de las mujeres a Trump, por sus declaraciones misóginas, ha sido determinante en el triunfo de los demócratas. Los jóvenes también eligieron a los demócratas: de 18 a 45 años (35% del padrón) por 61% a 36% y los de 45 años y más (65% del padrón) se dividieron casi por partes iguales, 49% demócratas, 50% republicanos. Por raza, entre los bancos (72% del padrón) ganan los republicanos 54% a 44% mientras que entre los afroamericanos, hispanos, asiáticos y otros (28% del padrón) triunfan los demócratas 76% a 22%. Por educación, con universitaria completa (41% del padrón) gana los demócratas 59% a 39%, y entre los que tienen universitaria no completa (59% del padrón%) empatan 49% a 49%. Los de mayor nivel de educación prefieren a los demócratas. Por ingresos, debajo de los u$s 50.000 (38% del padrón) ganan los demócratas 59% 38%, entre u$s 50.000 y u$s 99.999 (29% del padrón) ganan los demócratas 52% a 47% y por encima de u$s 100.000 (33% del padrón) ganan los republicanos 52% a 47%. La población de menores ingresos prefieren a los demócratas. Voto por religión: Protestantes y otros cristianos (47% del padrón) ganan los republicanos 56% a 42%. Católicos (26% del padrón) demócratas 50% republicanos 49%. Judíos (2% del padrón) ganan los demócratas con más amplitud que los de otras religiones 79% a 17%. Otras religiones (8% del padrón) ganan los demócratas 73% a 35%. Ninguna religión (17% del padrón) gana los demócratas 70% a 28%. Sorprende el número de quienes declararon no profesar ninguna religión en un país donde los templos de todas las religiones, no solo son lugares

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La diplomacia de Netanyahu: comprar amigos vendiendo armas

Fuente: Akiva Eldar* | Al-Monitor Fecha: 29 de NOV 2018   «Esta visita refleja el status creciente de Israel entre las naciones», anunció festivamente el Primer Ministro Benjamin Netanyahu al informar a su Gabinete el 25 de noviembre sobre la «visita histórica» que el Presidente de Chad, Idriss Deby, estaba por comenzar en Israel. Al día siguiente, Netanyahu recibió al presidente checo Milos Zeman, quien bromeó diciendo que, al no ser un dictador, no podía comprometerse a trasladar la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén, como Israel espera, pero hará lo mejor que pueda. Esta semana también nos informaron sobre un romance diplomático tras bambalinas entre Netanyahu y el gobernante de Sudán, Omar al-Bashir, para quien hay una orden pendiente de arresto internacional por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Las publicaciones sobre contactos entre Jerusalén y Jartum sugieren que ha llegado el momento de que este dictador africano reconozca estos vínculos. En otras palabras, se le solicita que le pague a Israel con dinero diplomático por la campaña de relaciones públicas que realizó en nombre de Sudán en Washington. Y así, mientras Israel ofrece servicios diplomáticos a Sudán (turbios), también ofrece otros servicios (armas) a otros regímenes. No fue una coincidencia que Idriss Deby dijera en Jerusalén: «Tenemos una lucha compartida … contra el mal agobiante de este siglo, que es el terrorismo». Una investigación publicada el 19 de octubre en Haaretz, basada en unas 100 fuentes en 15 estados, reveló que uno de los síntomas del flagelo al que se refirió Deby es el uso que hacen los déspotas de todo el mundo del software espía israelí para monitorear sus rivales políticos y activistas de derechos humanos. Son, en otras palabras más gentiles, las que Netanyahu mismo usó esta semana: «Cada semana vemos la implementación de nuestro concepto, de cultivar la fuerza económico-tecnológica junto con la fuerza de inteligencia para la seguridad,  para recibir la fuerza político-diplomática». La concepción de Netanyahu es que exportar armamento y armas cibernéticas a los dictadores, además de realizar campañas de relaciones públicas en su nombre, equivale a visitas altamente publicitadas que le otorgan un plus de relaciones públicas. Según el método de Netanyahu, a cambio de la tecnología militar israelí, puede obtener una excelente exposición de los medios. En su ecuación, no hay espacio para la ocupación de Israel de Cisjordania y sus asentamientos, ni para el congelamiento diplomático con los palestinos. La victoriosa trompeta que anuncia la reciente visita de Netanyahu a Omán, su visita de julio de 2017 a Budapest y su entusiasta recepción de los líderes de Chad y la República Checa en Jerusalén ilustran las habilidades únicas de Netanyahu. Él es el único que puede realizar todas las siguientes hazañas al mismo tiempo: cultivar el emprendimiento de los asentamientos y perpetuar medio siglo de ocupación israelí, destruir el proceso diplomático, cultivar los vínculos de Israel con Europa y romper el boicot del mundo árabe-musulmán. Esta no es la primera vez, ni obviamente la última, que Netanyahu ha contado con el corto espacio de memoria del público. Él mismo, como joven viceministro de Relaciones Exteriores, fue miembro de la delegación de Israel en la conferencia de paz convocada en Madrid en octubre de 1991, con la participación de una docena de estados árabes. En un discurso pronunciado dos años después, el jefe del equipo de paz de Estados Unidos, Dennis Ross, dijo que en la conferencia de Madrid fue donde «nació el contacto y el rico y variado tapiz de relaciones entre Israel y los estados árabes» (cita tomada de « The Road to Peace Crosses Madrid «, del ex director del Ministerio de Asuntos Exteriores, Eytan Ben-Tsur). El evento internacional también abrió las puertas, para Israel de dos superpotencias, Rusia y China y allanó el camino para lazos diplomáticos plenos con India y Corea del Sur. Netanyahu confía en el hecho de que muy pocas personas conocen la Asociación Euromediterránea, también conocida como Proceso de Barcelona, que celebró su 23º aniversario del 27 al 28 de noviembre. Ehud Barak, entonces ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Shimon Peres, firmó la iniciativa, que fue la base del primer acuerdo de libre comercio de Israel. El acuerdo, que resultó en la eliminación gradual de todos los aranceles sobre bienes industriales comercializados entre Israel y la Unión Europea, fue uno de los frutos dulces del Acuerdo de Oslo de 1993 entre Israel y los palestinos. Además de Israel, otros miembros del Proceso de Barcelona fueron Argelia, Túnez, Turquía, Jordania, Líbano, Malta, Egipto, Marruecos, Siria, Chipre y la Autoridad Palestina, con Libia como observador. La visión de los autores de la iniciativa era convertir a la región mediterránea en un área de paz mediante el fortalecimiento de la estabilidad y el fomento del desarrollo económico regional. El acuerdo de asociación de 1995 entre Israel y Europa sigue vigente, a pesar del hecho de que los gobiernos de derecha de Israel se han centrado principalmente en fomentar el desarrollo económico de los asentamientos judíos al otro lado de la Línea Verde. Evidentemente, la Unión Europea no habría firmado tal acuerdo si Netanyahu gobernara a Israel en ese momento, un gobierno que persigue a las organizaciones de derechos humanos que reciben fondos de la UE. De no ser por el Acuerdo de Oslo de 1993, cuyos arquitectos fueron blanco de una violenta incitación instigada por Netanyahu, entre otros, Jordania no habría firmado en 1994 un tratado de paz con Israel o no habría abierto una embajada en Ramat Gan. Es lógico que si Netanyahu hubiera estado en el poder en ese momento, junto con sus ministros de gabinete de línea dura Naftali Bennett y Ayelet Shaked, Israel no hubiera podido abrir misiones diplomáticas en los estados del Golfo Pérsico, y Arabia Saudita y Bahrein no se habrían  retirado del acuerdo de boicot árabe en 2004 y 2005. Netanyahu se basa en el hecho de que solo un puñado de israelíes recuerdan la Conferencia de Annapolis celebrada hace 11 años,

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La gran protesta de López Obrador

Fuente: Arleen Rodríguez Derivet | CubaDebate Fecha: 02 DIC 2018 Eso de llamar protesta a la toma de posesión, dicen que quedó definitivamente establecido en la cultura política mexicana desde el siglo XIX, con el surgimiento del estado laico. Una vez separado el poder ejecutivo de la Iglesia, se dejó de jurar sobre la Biblia y empezó a levantarse la mano. Ya no se juraba, se protestaba. Desde entonces, nadie en México lo llama de otra manera. Acaso el pueblo azteca, tan creativo y singular para nombrar las cosas, también lo bautizó así a la espera de un día histórico como este primero de diciembre de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador protestó absolutamente, como no lo había hecho jamás un elegido para la primera magistratura del país, al menos en las últimas cuatro décadas. Sonó muy enojado el nuevo Presidente mexicano al referirse a ese periodo -él mismo fijó las fechas- de la tristemente célebre era neoliberal que le robó las riquezas y las virtudes al país. “Lo digo con realismo y sin prejuicios ideológicos: ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública del país”, afirmó. Y dijo más: “La crisis de México se originó, no sólo por el fracaso del modelo económico neoliberal, aplicado en los últimos 36 años, sino por el predominio, en este periodo, de la más impúdica corrupción pública y privada…Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes y la pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo. Esa es la causa principal de la desigualdad económica y social y también de la inseguridad y la violencia que padecemos». Y en cuanto a la ineficiencia del modelo, probó con datos irrebatibles que ni siquiera en términos cuantitativos ha dado buenos resultados. Después de recordar que, desde los años 30 a los 70 del siglo pasado, la economía de México creció a una tasa promedio anual del cinco por ciento y que luego, entre 1970 y 1982, creció también a una tasa del seis por ciento, aunque con graves desequilibrios, es decir con inflación y endeudamiento; calificó el período transcurrido desde 1983 a la fecha -auge neoliberal- como la más ineficiente en la historia moderna de México. “En este tiempo, la economía ha crecido en dos por ciento anual. Y tanto por ello como por la tremenda concentración del ingreso en muy pocas manos, se ha empobrecido a la mayoría de la población hasta llevarla a buscarse la vida en la informalidad, a emigrar masivamente o a buscar el camino de las conductas antisociales. AMLO fue particularmente duro al juzgar la famosa reforma energética: “Nos dijeron que venía a salvarnos. Y sólo ha significado la caída en la producción de petróleo y el aumento desmedido de los precios de la gasolina, el diesel, el gas y la electricidad”. Precisó que cuando se aprobó esa reforma hace 4 años, se afirmó que se iba a conseguir inversión extranjera a raudales. El resultado es que apenas llegaron 760 millones de capital foráneo, el 1,9 por ciento de la incipiente inversión pública realizada por PEMEX en el mismo período y apenas el 0,7 por ciento de la inversión prometida. “Se aseguraba que este año íbamos a estar produciendo 3 millones de barriles diarios. La realidad es que estamos extrayendo 1 millón 763 mil barriles por día, 41 por ciento menos de lo estimado y con tendencia a la baja. “Es tan grave el daño causado al sector energético nacional que, no sólo somos el país petrolero que más gasolina importa en el mundo, sino que estamos importando crudo para las seis refinerías que sobreviven, porque desde hace 40 años no se construye una refinería en el país. Otros datos demoledores: De México es originario el maíz y somos la nación que más maíz importa. Autosuficientes en todo lo energético, México ahora compra más de la mitad de lo que consume. “El salario de los mexicanos es de los más bajos del planeta, tenemos el doble de enfermos de diabetes en comparación con países de América Latina. Durante el periodo neoliberal nos convertimos en el segundo país del mundo con mayor migración, viven y trabajan en Estados Unidos 24 millones de mexicanos y por lo que hace a la violencia estamos en los primeros lugares del mundo». “El distintivo del neoliberalismo es la corrupción. Suena fuerte, pero privatización ha sido en México sinónimo de corrupción, desgraciadamente casi siempre ha existido este mal en nuestro país, pero lo sucedido en el periodo neoliberal no tiene precedente. En estos tiempos, el sistema en su conjunto ha operado para la corrupción: El poder político y el poder económico se han alimentado y nutrido mutuamente y se ha implantado como modus operandi del robo de los bienes del pueblo y de las riquezas de la nación. La cuarta transformación A esa política de abuso y saqueo, sobre cuyos efectos se extendió mucho más en hora y media de discurso, López Obrador opondrá lo que ha definido como la Cuarta Transformación Política de México. «Puede parecer pretencioso o exagerado, pero hoy no sólo inicia un nuevo gobierno, hoy comienza un cambio de régimen político», afirmó con energía. «A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y con la impunidad que impiden el renacimiento de México». Y explicó en pocas palabras las tres grandes transformaciones de la historia mexicana: «en la Independencia se luchó por abolir la esclavitud y alcanzar la soberanía nacional; en la Reforma por el predominio del poder civil y por la restauración de la República; y en la Revolución nuestro pueblo y sus extraordinarios dirigentes lucharon por la justicia y por la democracia. Ahora nosotros queremos convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno». No gastaremos más de lo que ingrese a la Hacienda pública, se respetarán los contratos suscritos por los gobiernos anteriores pero ya no habrá más corrupción, influyentismo y

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Los chalecos amarillos toman París en otra jornada violenta

Fuente: TiempoAR Fecha: 02 de DIC 2018 Unas 75 mil personas participaron ayer en las protestas de los «chalecos amarillos», franceses que marchan contra la política fiscal y social del gobierno conservador de Emmanuel Macron, y que derivó en violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, particularmente en París. Este movimiento de clase media y baja, que sacude Francia desde hace dos semanas, protagonizó también duros disturbios en distintas provincias del país. Al final de la tarde dejaban un saldo preliminar de 64 heridos leves y 205 detenidos en todo el país, según la prefectura de la policía. En el corazón de París se vieron escenas similares a las de guerrilla urbana, con hombres encapuchados que armaron barricadas, quemaron autos, rompieron vitrinas y lanzaron objetos contundentes a la policía antimotines en varios de los barrios más lujosos y turísticos de la capital francesa. La zona turística de los Campos Elíseos fue presa del caos y el Arco del Triunfo fue pintado con graffitis y asaltado por los manifestantes. En las avenidas adyacentes había barricadas en llamas, algunas formadas con autos volcados e incendiados, y los gases lacrimógenos volaban incesantemente. El presidente francés Emmanuel Macron dijo en Buenos Aires, donde asistió a la cumbre del G20, que «jamás» aceptará la violencia. «Ninguna causa justifica que las fuerzas del orden sean atacadas, que comercios sean saqueados, que se amenace a transeúntes o periodistas, que se ensucie el Arco del Triunfo», dijo el presidente galo (ver aparte). El primer ministro Edouard Philippe dijo que estaba «conmocionado» por la violencia en París, e informó que las fuerzas de seguridad seguían lidiando con «agitadores» sin chalecos en distintas zonas de la capital al caer la noche. Pero los incidentes y focos de violencia al margen de las concentraciones de los chalecos amarillos se vivieron también en varias ciudades francesas, entre ellas Lille, Charleville-Mézières, Estrasburgo, Toulouse, así como en Nantes, donde medio centenar de chalecos amarillos irrumpió en el aeropuerto local. Esta es la tercera jornada de protestas en Francia, tras las del 17 y del 24 de noviembre pasados. La del sábado 24 se saldó con graves disturbios también en los Campos Elíseos. Las protestas se iniciaron hace tres semanas por la quita de subsidios a los impuestos al combustible pero se han ampliado a la disminución del poder adquisitivo de las clases medias rurales. El movimiento, de los mayores desafíos que enfrenta Macron desde su asunción en mayo de 2017, no tiene líderes ni ideología clara y surgió en la periferia de Francia, donde el transporte público es escaso y el auto se convierte en un medio esencial. La quita de subsidios fue impulsada por Macron con la excusa de reducir las emisiones de carbono forzando el viraje hacia las energías renovables. El aumento de los precios del combustible en el mismo año en que se ha suprimido el impuesto sobre las fortunas, le ha valido al mandatario el apodo de Luis XIV, el monarca al que se le atribuye la frase: «Tomen dinero de los pobres, son muchos y nunca se quejan». Esta semana, el gobierno intentó bajarles el tono a las protestas con el anuncio de una serie de medidas para paliar el impacto del impuesto, pero no retrocedió en su postura. En París los enfrentamientos empezaron después del mediodía de ayer en torno al Arco de Triunfo –en la parte alta de los Campos Elíseos– entre policías y manifestantes, algunos de ellos enmascarados. Tras forzar las barreras, alguien escribió en las paredes del Arco del Triunfo un graffiti que decía: «Los chalecos amarillos triunfarán», en referencia a los chalecos fluorescentes que usan los manifestantes. «Individuos equipados y determinados, desde muy temprano (…) actuaron de forma muy violenta. Las fuerzas de seguridad señalaron haber sufrido ataques de una violencia rara vez alcanzada», dijo el ministro del Interior Philippe. «Quiero decir lo mucho que me ha sorprendido este cuestionamiento a los símbolos de Francia: el hecho de que el Arco del Triunfo haya sido marcado, de que alrededor de la tumba del soldado desconocido pudiera tener lugar una manifestación», dijo el premier en sede central de la policía de París. El líder de partido de izquierda Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, denunció por su lado un «increíble encarnizamiento contra manifestantes pacíficos en el Arco de Triunfo», y acusó al gobierno de «azuzar los miedos». Los manifestantes que acudieron este sábado a París a manifestarse pacíficamente, portando sus chalecos amarillos de automovilistas, se hallaron a menudo en medio de policías y agitadores. Entre ellos, Chantal, una jubilada de 61 años, que evitaba acercarse al lugar de los enfrentamientos: «Se nos ha dicho que hay agitadores más adelante». Macron «debe bajar de su pedestal, debe comprender que el problema (…) es el poder adquisitivo. Todos los meses debo recurrir a mi libreta de ahorro», afirmó la mujer. El gobierno, saturado por los llamados de los políticos a hacer un gesto hacia estas reivindicaciones de los ciudadanos más vulnerables, intentó organizar un diálogo con representantes de los chalecos amarillos, por ahora en vano. Los anuncios que hizo esta semana el presidente Macron –un dispositivo para limitar el impacto de las tasas al carburante así como un «gran diálogo»– no convencieron. «Es palabrería», reaccionaron varios manifestantes. «Necesitamos algo concreto, no humo», resumió Yoann Allard, un obrero agrícola de 30 años. La primera jornada nacional de los chalecos amarillos, el 17 de noviembre, había congregado en toda Francia a 282 mil personas, y la segunda a 106 mil, 8000 de ellas en París. Este movimiento de cólera y protesta se extendió el viernes a Bélgica, donde un centenar de chalecos amarillos se manifestaron en Bruselas. La imagen del presidente francés en caída libre El presidente de Francia, Emmanuel Macron, paga con popularidad el ajuste que está llevando adelante y que tiene a la capital de su país, París, sumergida en una oleada de protestas callejeras. Según el último sondeo de la consultora YouGov, realizado por diversos medios de comunicación y que se hizo público el pasado mes

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En medio de la crisis latinoamericana, ¿por qué florece la Bolivia de Evo Morales?

Fuente: Santiago Mayor | RT Fecha: 27 de NOV 2018 En enero de 2006, por primera vez en la historia de Bolivia, asumía el Gobierno un presidente indígena. Evo Morales Ayma, dirigente sindical cocalero, había triunfado meses antes con más del 50% de los votos en una elección sin precedentes. Su victoria se inscribió en una oleada progresista y de izquierda que llegó a los Gobiernos de América Latina durante los primeros años del siglo XXI. Para ese entonces ya estaban en la presidencia Hugo Chávez en Venezuela, Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina y Tabaré Vázquez en Uruguay. Unos meses después se sumaría Daniel Ortega en Nicaragua y en 2007 Rafael Correa en Ecuador. No obstante, en comparación con sus pares (quizás exceptuando el caso uruguayo), Bolivia logró consolidarse como un modelo social, político y económico estable que no sufrió las crisis económicas y políticas de Venezuela o Nicaragua ni perdió el Gobierno mediante golpes de Estado e ‘impeachments’ –como en Brasil, Honduras y Paraguay– o elecciones –como en Argentina–. ¿A qué se debe esta excepcionalidad? Estadísticas contundentes Según datos del Banco Mundial, en 2006 el Producto Bruto Interno (PBI) boliviano era de 11.452 millones de dólares. Para 2017 ese número había aumentado más de tres veces llegando a 37.509 millones. En el mismo período de tiempo, el ingreso anual per cápita pasó de 1.120 dólares a 3.130 y la esperanza de vida subió de 64 a 71 años. A su vez, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del país, sostiene que la pobreza se redujo del 59,9% cuando asumió Evo Morales al 36,4% el año pasado. Por otra parte, como remarca el investigador y máster en Desarrollo Económico y Sostenibilidad Sergio Martín-Carrillo, Bolivia «ha sido el país suramericano que mayor crecimiento económico ha experimentado, incluso manteniendo un ritmo por encima del 4% a pesar del contexto de debilidad que vive la región desde el año 2015″. Esto fue acompañado de un descenso constante de la inflación, que pasó de un 12% en 2007 a menos de un 2% en lo que va de 2018. Estos logros se sostuvieron en una política que contradice los postulados neoliberales que impulsan hoy Gobiernos de países vecinos como Argentina, Chile, Paraguay o el electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Las razones El sociólogo y escritor boliviano Antonio Abal enumeró en diálogo con este medio «los ejes del sostenido crecimiento de la economía de Bolivia». Según su mirada, se trata de una política basada en «nacionalizaciones de sectores estratégicos, como las comunicaciones, los hidrocarburos y la minería»; la redistribución de los ingresosestatales, «sobre todo en infraestructura productiva»; el «fortalecimiento del mercado interno«; una política monetaria de «apreciación de la moneda nacional», es decir, una «desdolarización de la economía«; y finalmente una fuerte inversión en procesos industriales como el «litio, lácteos, textiles, etc. y fomento de las pequeñas y medianas empresas, con facilidades en los soportes crediticios». En el mismo sentido se expresó el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, en una entrevista con Página|12, donde explicó lo que para él son los cuatro factores principales de este éxito económico. En primer lugar, que el Estado controle como propietario los principales sectores generadores de excedente económico: hidrocarburos, electricidad y telecomunicaciones. Por otra parte, llevar a cabo una redistribución de la riqueza, «pero de una manera sostenible», de forma que «los procesos de reconocimiento y ascenso social de los sectores subalternos populares e indígenas tenga una sostenibilidad en el tiempo». En tercer lugar, al igual que como sostiene Abal, «apuntalar el mercado interno» y, por último, la «articulación entre el capital bancario y el productivo, lo que implica que el 60% de los ahorros de los bancos se dirige al sector productivo, generando mano de obra». Políticas públicas de redistribución A esto se suma una serie de programas sociales que han acompañado la mejora económica y han sido los dispositivos que han garantizado una redistribución de la riqueza. En ese sentido, Martín-Carrillo enumeró tres que considera los más importantes: el Bono Juancito Pinto, la Renta Dignidad y el Bono Juana Azurduy. El primero de estos fue lanzado durante el primer año de Gobierno y apunta a que los niños y niñas finalicen la escuela. Supone un aporte de 200 bolivianos (29 dólares) a estudiantes de escuelas públicas a cambio de que sostengan un mínimo de un 80% de asistencia a clases. Durante 2018 hubo 2.221.000 de estudiantes beneficiados por esta iniciativa. A su vez, esto logró que entre 2006 y 2017 la deserción escolar en primaria cayese del 6,5% al 1,8% y en la educación secundaria fue del 8,5% al 4%. Por su parte, la Renta Dignidad, vigente desde 2007, apunta a la población de adultos mayores –60 años o más– e implica 250 bolivianos (36 dólares) para las personas con pensiones de jubilación y 300 (43 dólares) para personas que no tienen pensiones de jubilación. Finalmente, el Bono Juana Azurduy está dirigido a mujeres gestantes a las cuales estipula el cumplimiento de cuatro controles prenatales, parto institucional y control postparto, así como para niños y niñas condicionado a 12 controles integrales de salud bimensual. También ha habido una política agresiva de incremento del Salario Mínimo Nacional, que en 2005 equivalía a 440 pesos bolivianos (57 dólares de aquel entonces) y en la actualidad llega a 2.060 (298 dólares). Asimismo, este año, debido al crecimiento económico, tal como informó la Agencia Boliviana de Información, el Ejecutivo dispuso el pago del doble aguinaldo para todos los trabajadores públicos y privados. Un proceso con debates y tensiones Más allá de su situación actual, los Gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS) no han estado al margen de problemas, algunos incluso muy graves. Quizás, el punto más álgido fue en el año 2008, cuando la llamada ‘Media Luna’, que incluía cuatro departamentos orientales del país, intentó escindirse del resto del territorio por acción de los sectores de la derecha boliviana que contaban con el apoyo solapado de EE.UU. No obstante, con respaldo de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), esa crisis logró ser superada y apenas unos meses después el proceso avanzaba proclamando una nueva Constitucióna comienzos de 2009, la que declaró el carácter «Plurinacional» del Estado, reconociendo en la ley suprema del país a los pueblos originarios históricamente negados. Evo Morales pasó a encarnar

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