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Denigre a Netanyahu tanto como se merece, pero permanecerá mientras no emerja ningún otro líder

Fuente: Gideon Levy | Haaretz Fecha: 1° de julio de 2020  Desesperación. Y como siempre con desesperación, salen las palabras eternas de David Avidan: «Lo que justifica más que nada la soledad, la gran desesperación … es el simple hecho tajante de que no tenemos otro lugar a donde ir« El Estado de Israel en realidad tiene un lugar a donde ir, pero no tiene a nadie con quien ir, nadie que lo dirija. El hecho simple tajante es que no tenemos a nadie con quien ir. Nadie está posicionado frente a Benjamin Netanyahu. Sin persona y sin idea, sin líder y sin plan. Y eso es lo que justifica sobre todo la gran desesperación. La protesta está justificada, nada está más justificado, al igual que sus motivaciones, sus catalizadores y sus razones. Netanyahu debe irse. Ha llegado su hora. Las personas que agitan la protesta también son buenas personas, llenas de buenas intenciones, pero ¿a quién proponen? ¿Y qué están ofreciendo, además de que se vaya? ¿Quién se para exactamente frente a Netanyahu? ¿Quién se supone que lo reemplazará? Cierra los ojos y piensa en la persona que te gustaría ver en la Oficina del Primer Ministro. ¿Hay tal persona? ¿Puedes darme un nombre, una persona que inspire esperanza? El secreto del poder actual de Netanyahu se deriva principalmente de esto: no hay nadie para oponerse a él. Él tiene algo que ver, pero no puedes echarle toda la culpa. Da fe de algo que es más que solo él. Una protesta con el objetivo de derrocar a un primer ministro es, por supuesto, legítima, y ahora también es vital. Sin embargo, cuando se asaltan las barricadas sin una alternativa ideológica o personal, incluso si no se tienen un líder, la protesta nunca prosperará. Una protesta sin rostro y sin plan es hueca. Ciertamente, intensifica el sentimiento agradable de participación cívica entre los columnistas y los pilotos retirados de la fuerza aérea que ya no bombardean a civiles inocentes en Gaza y Líbano, pero no hay mucho contenido. Tal es la protesta actual, y así terminará en nada, como lo hicieron sus predecesores. No es suficiente negar lo que existe. Nunca ha habido tal vacío, un vacío tan aburrido desde la fundación del estado. David Ben-Gurion tenía una alternativa, tanto dentro de su grupo como fuera de él, al igual que Yitzhak Rabin, Shimon Peres, Ehud Barak, Ariel Sharon, todos ellos. Israel esperó a la próxima generación, lo siguiente. Después de Ben-Gurion, esperaron a Moshe Dayan, Yigal Allon, Peres y Rabin. Después de ellos vino el llamado octeto. También esperaron en Likud lo siguiente después de Menahem Begin, ¿y a quién esperan ahora? Nadie porque no hay nadie. Benny Gantz fue aplastado. Amir Peretz implosionó. Yair Lapid nunca fue tomado en serio. Gideon Sa’ar puede hacer que la gente extrañe a Netanyahu. Entonces, ¿quién está ahí? Pruebe este ejercicio con todos los que se quejan constantemente de la situación, todos aquellos que desprecian a Netanyahu, que son tan numerosos como la arena en la playa, y pregúnteles: ¿A quién proponen? Ehhh… Silencio. Vacilación. Cabeceo. Aclaramiento de la garganta. Vergüenza. Finalmente: «Cualquiera sería mejor que él». No tan seguro. Eso no es una respuesta. El agua que no escurre se estanca. Por lo tanto, Netanyahu puede ser retratado bajo una luz positiva. Gadi Eisenkot se está calentando al margen como la próxima gran esperanza, que decepcionará exactamente como lo hicieron sus antecesores gemelos, Gantz y Gabi Ashkenazi. Aviv Kochavi será la próxima gran y decepcionante esperanza después de él. Cuando la única esperanza proviene de la base del ejército -que también es un tipo de “democracia”- no hay posibilidad de cambio. Los veteranos militares, a excepción de los casos más raros, no entienden la vida civil. Tampoco la democracia es exactamente su escuela, y están encerrados en la sabiduría convencional de la seguridad, la seguridad, en virtud de sus roles. Más allá de ellos, no hay nadie a quien valga la pena mirar con la esperanza de un cambio. Amos Oz describió una vez a Netanyahu como un compresor ruidoso debajo de la ventana. El que reemplazará a Netanyahu silenciará el estruendo de ese compresor, pero eso no es por lo que están protestando. También será una persona sin acusaciones penales, e incluso eso no será suficiente. El día que surja la alternativa, la historia de Netanyahu terminará. Es dudoso que termine antes de eso. Traducción. Dardo Esterovich

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Antisemitismo, judeofobia y sionismo

10 ejes para evitar equívocos, confusiones y tergiversaciones El último 12 de junio el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto difundió la Resolución Número 114/20 mediante la cual se adoptó la definición de antisemitismo aprobada por la Alianza Internacional para la Rememoración del Holocausto (IHRA), consensuada por esa organización en mayo de 2016. A través de dicha Resolución se invitó a los organismos del Estado y a instituciones públicas y privadas a adherirse a la iniciativa. En ese marco, el LLAMAMIENTO ARGENTINO JUDÍO manifestó su acuerdo con la propuesta, aceptando explícitamente la invitación. Sugestiva y lamentablemente, en contenidos que consideramos precisos y definidos, surgieron heterogéneos posicionamientos vinculados con la Resolución. Algunas avalando y otros impugnando la decisión gubernamental. Dado que el origen de este debate se basa tanto en confusiones terminológicas como en intentos de tergiversar la definición asumida por la Cancillería, nos sentimos obligados a realizar las siguientes precisiones, con la intención de compartirlas, fundamentalmente, con quienes luchan por una sociedad democrática, más justa y solidaria. 1. Antisemitismo fue el término acuñado por un judeófobo, Wilhelm Marr, en 1873 para identificar y organizar a quienes como él odiaban a los judíos. Sin embargo, Marr no se percató que los pueblos semitas son una comunidad lingüística cuyas lenguas tiene un origen común: el arameo, el árabe y el hebreo, entre otras. 2. Más allá de la confusión de Marr, hasta el día de hoy el antisemitismo se suele utilizar como sinónimo de judeofobia. El diccionario de la Real Academia Española sigue definiendo el término como “Antisemita: De anti y semita. Adjetivo. Que muestra hostilidad o prejuicios hacia los judíos, su cultura o su influencia.” 3. Sin embargo el término preciso para referirse al odio y el desprecio hacia el colectivo debiera ser judeofobia. 4. La International Holocaust Remembrance Alliance –organización de la que Argentina forma parte desde 2001– redactó una definición de judeofobia utilizando el término que aún se sigue utilizando (antisemitismo) para referirse a esta forma de discriminación. 5. Indudablemente la judeofobia se encuentra aún vigente, en forma paralela a muchas otras formas de etiquetamiento, estigmatización y persecución, como advertimos en la actualidad en relación a los afrodescendientes. 6. La definición asumida por la cancillería, en su Resolución 114/2020, expresa que: “El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto” 7. Quienes cuestionan que dicha definición sea asumida por la Cancillería, consideran que puede utilizarse potencialmente en una justificación para perseguir a quienes cuestionan las políticas coloniales de ocupación, llevadas a cabo por el gobierno israelí. Dicho reparo se basa en que efectivamente los sectores de la derecha de la colectividad judía (y de la diplomacia Israel) se empecinan en confundir la identidad judía con la nacionalidad israelí, e incluso con el sionismo. 8. La definición asumida por la cancillería, sin embargo, no nombra ni a Israel ni al sionismo. El sionismo es una ideología política. No es identidad étnica. No todos los judíos son sionistas, ni todos los sionistas son judíos. Más aún: hay judíos que son anti-sionistas (Chomsky para dar un ejemplo muy conocido), y hay comunidades de la derecha evangélica cristiana que se identifican con el sionismo de derecha. 9. El LLAMAMIENTO ARGENTINO JUDÍO avaló la resolución asumida por la Cancillería con la profunda convicción de que la misma no será tergiversada ni utilizada para defender las políticas expansionistas ni colonialistas que lleva a cabo el gobierno de Israel, ni para perseguir a quienes señalan dichos atropellos, repetidamente condenados por la comunidad internacional. 10. Cuestionar la ocupación de Cisjordania o los altos del Golán (territorios pertenecientes a Palestina y a Siria) y el bloqueo a Gaza no puede conferir a quienes se oponen a dichas acciones –llevadas a cabo por el gobierno de Israel–, el estigma de antisemita ni de judeofóbico. Si acaso algún grupo pretendiese alterar o falsear el contenido explícito de la definición asumida por la Cancillería, nuestra entidad se mantendrá fiel a sus postulados fundacionales, que repudian tanto la ocupación colonial, como la islamofobia, la judeofobia, la misoginia, la homofobia y cualquier otra forma de discriminación, que suponga una racialización, la persecución, la inferiorización o la estigmatización. Reafirmamos, en ese marco, los postulados de nuestro documento fundacional: La única norma que define y sanciona los comportamientos discriminatorios es la Ley 23592 aprobada en 1988. En ese sentido, la resolución que ha generado este debate no suma ni altera su normativa. Buenos aires, 18 de Junio de 2020 Marcelo Horestein, Presidente Dardo Esterovich, Secretario General

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La anexión convertirá oficialmente a Israel en un estado de apartheid

Fuente: Zehava Galon (*) | Haaretz Fecha: 16 de junio de 2020 (*) Ex secretaria general del partido Meretz En Israel no les gusta hablar del apartheid. Esa es una palabra dura. Recuerdos vergonzosos de cooperación despreciable con un régimen injusto, y otros recuerdos de los tiempos en que nosotros éramos a quienes no se nos permitía ser parte de las instituciones debido a nuestra condición inferior. Tenemos un momento difícil con el apartheid: la palabra, no la política. Tiene lo que ellos llaman connotaciones. Pero apartheid es la palabra precisa para la anexión que el primer ministro Benjamin Netanyahu está planeando, y si es difícil para nosotros mirarnos en el espejo, tal vez el problema no sea el espejo. En Israel se enseña muy poco sobre Sudáfrica en la era del apartheid y nuestros estrechos vínculos con ella. Los graduados de secundaria pueden decir algo sobre Nelson Mandela, pero no sobre el Congreso Nacional Africano; saben algo sobre la prohibición del matrimonio interracial, sobre playas separadas, escuelas y baños públicos. Tal vez hayan escuchado el término «bantustanes», pero probablemente no saben que Sudáfrica estableció esos protectorados para poder afirmar que los negros eran ciudadanos de esas entidades, y ahí es donde deberían exigir sus derechos. Nuestros graduados de secundaria no saben acerca de los permisos de viaje, las barriadas donde los negros se vieron obligados a vivir como mano de obra barata, la falta de derechos. Saben sobre el boicot internacional, pero no sobre las relaciones públicas de Sudáfrica, lo que llamamos «hasbara«. Sabemos lo suficiente sobre Sudáfrica para señalar las diferencias entre nosotros y ellos, y somos lo suficientemente ignorantes como para ignorar las similitudes. Sudáfrica contribuyó con un nuevo delito al derecho internacional. No somos Sudáfrica, pero hemos estado coqueteando con el crimen del apartheid durante mucho tiempo. La realidad de 53 años de ocupación recuerda el apartheid lo suficiente tal como es, pero consagrarlo en la ley, como Netanyahu planea hacer, convertirá oficialmente a nuestro sistema en apartheid. Conozco los argumentos. Uno podría haber afirmado, apenas, que la ocupación era una «necesidad de seguridad», si no estuviéramos gastando miles de millones para establecer asentamientos; si no estuviéramos ignorando los asentamientos ilegales mientras destruíamos miles de estructuras palestinas. ¿Para qué creías que era todo esto? No protestes tanto por la palabra cuando no protestaste por la política. Y ahora Netanyahu, en un intento de crear un legado para sí mismo, está tratando de adoptar el truco legal que usaron los sudafricanos: Miren, los palestinos tienen soberanía. En sus islas, rodeadas de nosotros. Incluso les daremos sus propios caminos soberanos para conducir entre sus soberanías. Tendrán su Transkei y su KwaZulu. “Desarrollo separado”,  lo llamó el gobierno blanco en Pretoria. Netanyahu no es el primero en enamorarse de la estrategia de supervivencia del régimen del apartheid. Antes que él, los miembros de la derecha Naftali Bennett y Ayelet Shaked lo hicieron, y mucho antes que ellos, el ex primer ministro Ariel Sharon. Netanyahu no fue el primero en soñar con el apartheid, pero es el primero que tiene la intención de aplicarlo. Sin excusas, sin máscaras, sin «requisitos de seguridad», sin «aumento natural». Segregación racial. Casi orgullosamente, llaman a esto por la palabra blanqueada «extender la soberanía». «Cry, the Beloved Country» (Llora, país amado) es el título de la novela clásica de Alan Paton sobre el apartheid. También fue el título de un artículo de Azriel Carlebach, uno de los primeros editores del diario hebreo Ma’ariv, en 1953. Carlebach describió a su hija las formas en que los árabes fueron robados en este país. “Tú, quizás, esos ojos tuyos, puede que nunca lo sepan. Eres una sabra*, y estás acostumbrado a cosas como esta. Y para ti es natural que el mundo se divida en dos: los vencedores y los vencidos, los superiores y los inferiores. Mientras yo… soy judío”. No era la palabra apartheid lo que horrorizaba a Carlebach, era la política. También debería espantarnos. * Judíos nacidos en Palestina antes de 1948 Traducción: Dardo Esterovich

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Para los colonos de Cisjordania nunca será suficiente

Fuente: Gideon Levy | Haaretz Fecha: 6 de junio de 2020 Traducido del inglés para Rebelión por J. M. Una foto del 21 de enero de 2020 muestra al entonces ministro de Defensa, Naftali Bennett, los planes de construcción en Cisjordania. Crédito: Ministerio de Defensa / Ariel Hermoni Los colonos no son felices. La gente dice que incluso están ofendidos. Su reunión con el primer ministro el martes fue descrita como «muy emotiva». Qué desgarrador. ¿Cómo se les puede hacer esto? ¿No han sufrido lo suficiente? El plan de anexión no es lo bastante bueno para ellos. 19 colonias pueden quedar fuera, ¿fuera de qué? Fuera de la tierra que es totalmente de ellos. Fuera del Estado del pueblo judío. ¿Y qué pasará con sus idealistas residentes? ¿Adónde irán? Se avecina un desastre nacional que rompe el corazón. Benjamin Netanyahu hizo lo correcto al apresurarse a aceptar la reunión urgente, y también prometió que la anexión no estaría vinculada al plan de Trump. En cuanto a un Estado palestino, por supuesto no hay nada de qué hablar. Aun así están agraviados. Está bastante justificado, si no totalmente. Solo los de corazón duro pueden no empatizar. No hay un primer ministro que no haya mantenido reuniones urgentes con ellos. No hay otro sector de la sociedad que haya tenido siempre el oído atento del primer ministro, de cada primer ministro. Son el terror de la calle Balfour por generaciones. No hay otro grupo poderoso para el cual todos los corredores del poder estén tan abiertos. ¿Qué hay de desempleo, pobreza, violencia, racismo, una pandemia, hospitales superpoblados, viviendas o educación en comparación con las quejas por una anexión insuficiente? Pocos primeros ministros, y ciertamente no Netanyahu, habrían considerado recibir a una delegación de quienes se oponen a las colonias. ¿Quizás ellos también están agraviados? ¿Quizás sus quejas también son urgentes? ¿Quizás los peligros que señalarán son mucho más serios que el destino del puesto avanzado de Esh Kodesh (en castellano “Fuego sagrado”)? Una foto icónica tomada la semana pasada cuenta toda la historia: un grupo de hombres duros están sentados en círculo, algunos con sandalias, otros con botas, la mayoría con kippas, uno con chaqueta. La mafia en acción, los mafiosos discutiendo el botín robado. Están mirando un mapa que se extiende en el piso de madera frente a ellos. La mayoría de las áreas son de color rosa. Ese es el mapa de ocupación. «Colonialismo 2020», tuiteó alguien, los líderes de los colonos discutiendo la anexión. Su futuro nunca se vio tan prometedor, al igual que las tierras en el mapa, pero están resentidos. Así son siempre. El cosaco ladrón que nunca está satisfecho. Esa es la lujuria de la ocupación y la codicia de bienes raíces que nunca pueden tener suficiente, junto con su constante manipulación cínica, su resentimiento. A pesar de todas sus manipulaciones, todavía se quejan. Durante 50 años se han quejado de todos los gobiernos israelíes, chantajeándolos casi por igual. El resentimiento les funciona, pocos primeros ministros pudieron resistirse a ceder ante él. Ahora es el turno de Netanyahu. Esa foto también era una imagen del apartheid puro. Los cazadores blancos que dividen la piel del oso que han cazado y que no les pertenece. A la mayoría de los residentes de esas tierras color de rosa nunca se les preguntará qué piensan, pero la propaganda israelí no lo llamará apartheid. ¿Hay más pruebas que esa imagen de que el apartheid ha ganado? ¿Dónde están los palestinos? ¿No son seres humanos? Los jefes de la organización criminal más grande y fuerte del país están sentados allí, discutiendo el destino de su botín. En otra manipulación más, se dividen en «moderados» y «extremistas» como si hubiera alguna diferencia entre ellos, exactamente la forma en que distinguimos entre colonias «legales» e «ilegales», como si hubiera alguna diferencia entre ellos, como si todos ellos no fueran criminales, la mayor plaga de Israel. Los «buenos», aquellos que por la bondad de sus corazones estarían de acuerdo con la versión de anexión de Trump, no fueron invitados a la reunión con Netanyahu. Ahora es el momento de aplacar a los extremistas, que no están contentos con esta versión. Cuando Cisjordania se anexe en su totalidad y sus residentes sean expulsados ​​a quién sabe dónde, codiciarán la otra orilla del Jordán y expresarán resentimiento. Cuando se anexe Cisjordania exigirán la tierra de Basán, convocarán al primer ministro a una reunión urgente y presentarán sus quejas. Se sentirán agraviados incluso cuando su país llegue desde el Nilo hasta el Éufrates. Uno no puede quejarse de ellos. Como cualquier organización delictiva el problema está en quienes facilitan su existencia. Y eso comprende a todos los israelíes, a todos nosotros. Fuente: https://www.haaretz.com/opinion/.premium–1.8894785 Nota relacionada: “La anexión debe detenerse” Bernie Sanders se dirige a la multitud en el mitin judío-árabe de Tel Aviv. https://www.haaretz.com/israel-news/annexation-must-be-stopped-bernie-sanders-addresses-crowd-at-tel-aviv-rally-1.8902918?utm_source=traffic.outbrain.com&utm_medium=referrer&utm_campaign=outbrain_organic

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Miles protestan contra la anexión israelí en Tel Aviv; Bernie Sanders llama a ‘hacer frente a los líderes autoritarios’

Fuente: Lee Yaron y Josh Breine|Haaretz Fecha: 6 de junio de 2020 Una manifestación conjunta judío-árabe contra los planes israelíes para anexar los asentamientos de Cisjordania tuvo lugar el sábado en la Plaza Rabin de Tel Aviv con miles de participantes. La protesta fue prohibida originalmente por la policía debido a los temores sobre el coronavirus, pero la policía cedió y emitió un permiso el viernes por la noche. Los organizadores designaron a unos 50 supervisores para garantizar que se mantengan las regulaciones de coronavirus. El senador de Vermont, Bernie Sanders, se dirigió a la manifestación a través de una videoconferencia, expresando su apoyo a los manifestantes y condenando los planes de anexión de Israel. El senador dijo que estaba «animado» al ver a árabes y judíos manifestarse juntos. «En estos días difíciles… nunca ha sido más importante defender la justicia y luchar por el futuro que todos merecemos», dijo Sanders. «Depende de todos nosotros enfrentarnos a los líderes autoritarios y construir un futuro pacífico para cada palestino y cada israelí… En palabras de mi amigo Ayman Odeh: El único futuro es un futuro compartido». Varios políticos israelíes también hablaron en la protesta. El jefe de la alianza de la Lista Conjunta de partidos predominantemente árabes, Ayman Odeh, dijo a la multitud: “Estamos en una encrucijada. Un camino conduce a una sociedad conjunta con una verdadera democracia, igualdad civil y nacional para los ciudadanos árabes… El segundo camino conduce al odio, la violencia, la anexión y el apartheid «, dijo Odeh. «Estamos aquí en Rabin Square para elegir el primer camino», dijo. «No hay tal cosa como la democracia solo para los judíos», agregó Odeh. «Al igual que Martin Luther King y sus partidarios en los Estados Unidos, debemos darnos cuenta de que sin justicia no puede haber paz. Y no habrá justicia social si no ponemos fin a la ocupación», dijo Odeh. El presidente de Meretz, Nitzan Horowitz, dijo a los manifestantes que “la anexión es un crimen de guerra. Un crimen contra la paz, un crimen contra la democracia, un crimen que nos costará sangre”. El líder del partido de izquierda también criticó al ministro de Defensa, Benny Gantz, y a los miembros de centro izquierda que se unieron al gobierno liderado por Netanyahu: «Ustedes son socios de pleno derecho, están respaldando y autorizando esta tragedia». Entre los otros oradores en la manifestación estaban Muhammad Baraka, presidente del Comité Superior de Monitoreo Árabe en Israel, y los legisladores Merav Michaeli (laborista), Tamar Zandberg (Meretz) y Ofer Cassif (Hadash / Lista Conjunta). El director de Breaking the Silence (Rompiendo el Silencio), Avner Gvaryahu, se refirió al plan de paz de Medio Oriente de la administración Trump, diciendo que «Trump no está enviando a sus hijos a proteger los puestos de avanzada… Los hijos de los partidarios de la anexión estadounidense no pueden matar ni ser asesinados en los territorios, pero nuestros hijos si lo pueden «. Tegan, una joven de 17 años que vino de Taibeh para protestar, dijo que esta no es su primera manifestación y que los jóvenes árabes comienzan a llegar con más frecuencia para protestar en Tel Aviv. «Estoy protestando porque basta con todo este derramamiento de sangre. Tenemos que hacer las paces entre judíos y árabes ahora «, dijo.» Suficiente racismo, suficiente asesinato, ya lo hemos superado. Bibi y Trump son racistas y tengo un poco, mucho miedo de lo que sucederá si hay una anexión. La semana pasada estuve en la marcha de las mujeres y queremos decirles a los políticos que ya es suficiente». Mientras tanto, Simcha, un manifestante de 50 años de Kfar Yona dijo, «votamos por Gantz porque pensamos que sería una alternativa y nos traicionaron». Los laboristas también. Simcha agregó: «Estamos cansados de inclinarnos por el centro y esperar que traigan un cambio. Solo podemos oponernos a la ocupación y abogar por la democracia en una asociación judío-árabe. La próxima vez, votaré por la Lista Conjunta». Docenas de policías y guardias monitorearon la manifestación. El portavoz de la policía dijo que ha pedido a los participantes que mantengan el orden, particularmente en relación con las directrices del Ministerio de Salud con respecto al coronavirus al mantener una distancia de dos metros entre ellos y usar máscaras. Después de que terminó el evento oficial, varios manifestantes se quedaron y bloquearon el tráfico que rodeaba la plaza. La policía emitió un comunicado que decía: “Con la conclusión de la protesta en la Plaza Rabin esta noche, un puñado de manifestantes se quedaron en el sitio e interrumpieron el orden público al bloquear el tráfico. La policía llama a los manifestantes a restablecer el orden y obedecer las instrucciones de los oficiales». Los manifestantes se acostaron en la acera que rodeaba la Plaza Rabin, haciendo eco de las protestas que tienen lugar en todo el mundo contra la brutalidad policial que se desencadenó por la muerte de George Floyd mientras estaba bajo custodia policial en Minneapolis. Gritaban consignas que incluían «suficiente ocupación», «policía, ¿a quién estás protegiendo?» «La ocupación es terror y nada cambiará eso», y «Eyad, Eyad y nuevamente Eyad», en referencia al hombre palestino autista de 32 años que fue asesinado a tiros por la policía en la Ciudad Vieja de Jerusalén el sábado pasado. Cinco manifestantes fueron arrestados. Un video muestra a la policía arrojando violentamente a un fotógrafo de Haaretz al suelo mientras cubría la protesta. «Traté de filmar a los policías y luego decidieron arrestarme», dijo el fotógrafo Tomer Appelbaum. «Uno me dio un puñetazo, otro me dio un rodillazo y otro me empujó la cabeza». Netanyahu fijó el 1 de julio como la fecha límite para comenzar el proceso de anexión unilateral de los asentamientos establecidos en Cisjordania desde 1967, incluido el Valle del Jordán. Esta semana, trató de tranquilizar a los líderes de los colonos de que la anexión se promovería independientemente del plan de Medio Oriente del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En las últimas semanas, los colonos se han opuesto a las condiciones

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AIPAC: el nuevo cadaver político que Netanyahu deja en su camino

Fuente: Daniel Kupervaser | Blog de Daniel Kupervaser Fecha: 6 de junio de 2020 Subtĺtulo: Netanyahu lanza advertencia al liderazgo judĺo de la diáspora: o apoyan públicamnte sus polĺticas o pasan a ser parte de la historia. La lista de personalidades políticas que activaron hombro a hombro por el Likud y Netanyahu y que terminaron como cadáveres políticos en la banquina de la historia durante la última década es cada día mas larga. A diferencia de la conducción democrática que caracterizó a este partido durante la era de Begin, en este sentido Netanyahu impuso el principio despótico de los utensilios descartables: use, ensucie y tire. Ahora le llegó el turno a AIPAC. El histórico y poderoso lobby proisraelí de la sociedad estadounidense que durante décadas se constituyó en columna vertebral del apoyo prácticamente incondicional de ese país a Israel. Si bien la conducta de esta institución trasmitió en ojos de la sociedad circundante una imagen de doble lealtad judía, no se puede dejar de señalar su exitosa labor sin diferencias de partido gobernante en Israel o en EE.UU.Todo comenzó a crujir con el arribo de Trump a la Casa Blanca. La extrema intimidad entre Netanyahu, el nuevo presidente estadounidense y sus parlamentarios del partido republicano, dejó tambaleando a AIPAC que históricamente se jactó de trabajar con demócratas y republicanos indistintamente. El distanciamiento entre Netanyahu y AIPAC se acentuó a medida que el primer ministro israelí se alejaba de aquella promesa de la solución de dos estados que oportunamente la adoptó en el año 2009 en su famoso discurso de la Universidad de Bar Ilan. Por el contrario, AIPAC, con su visión bipartidista de la política estadounidense, persistió en la formula basada en el dialogo con los palestinos que finalmente permita llegar a una solución de compromiso territorial. Otro aspecto que demostró a lideres de AIPAC que su función histórica está arribando a su fin lo constituyó un drástico cambio en la actitud de Trump. El excéntrico presidente estadounidense comenzó a identificar a otra institución como la representante de los intereses israelíes en EE.UU. Se trata de la Coalición Judía Republicana (RJC por sus siglas en ingles), organismo que agrupa a potentados ciudadanos estadounidenses con una clara identificación ideológica y partidaria de quienes presionan al presidente para la toma de decisiones a favor de Israel. Paralelamente, a través de su Comité de Acción Política (PAC por sus siglas en ingles) movilizan donaciones para: “cumplir con su mayor objetivo en el año 2020, reelección de Donald Trump, por siempre el presidente pro Israel más significativo”. Otro ejemplo de doble lealtad judía. La constitución del nuevo gobierno israelí con la firma del acuerdo de coalición que establece el derecho de Netanyahu de aprobar la anexión unilateral de territorios de Cisjordania fue determinante en la comprensión que la función histórica de AIPAC está pasando a la historia.Sus escuetos comunicados por Twitter lo confiesan claramente. En el primero congratula la constitución del nuevo gobierno de Netanyahu y Gantz. En el segundo, más bien se debe interpretar como una plegaria para aquellos que los reemplacen. Textualmente dice: “No se debe permitir que la anexión debilite la vital relación entre Estados Unidos e Israel”. Una clara referencia a la inevitable ruptura con el ala liberal y demócrata de la sociedad estadounidense. El Dr. Keith Kahn-Harris, sociólogo inglés, fue quien le adjudicó el título apropiado: “La anexión es un claro mensaje para AIPAC: empaquen y váyanse a casa” (“Annexation Means AIPAC Can Pack Up and Go Home”, Haaretz, 21-5-2020). Pero este acontecer tiene otra implicación. Seria un grave error de interpretación si las instituciones que lideran las colectividades judías en la diáspora no le dedican la suficiente atención. Si estos organismos como DAIA en Argentina, CONIB en Brasil, CJCH en Chile o CCIU en Uruguay, como ejemplo, no se alistan detrás de los planes de anexión de Cisjordania, Netanyahu se va a preocupar para que pasen a ser parte de la historia.El cuento de los valores del judaísmo humanista al que tanto recurren en las diásporas, Netanyahu se encargó de hacerlo desaparecer. Las direcciones comunitarias judías del mundo solo disponen de dos alternativas: apoyar a Netanyahu y enfrentarse con las sociedades que los circundan, o, enfrentarse con Netanyahu en defensa de esos valores históricos del judaísmo. No se pueden escabullir, tienen que decidir.Ojalá me equivoqueDaniel KupervaserHerzlya – Israel 6-6-2020http://daniel.kupervaser.com/kupervaser.daniel@gmail.com@KupervaserD

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¿Víctima de un golpe de izquierda? ¿Por qué la teoría de la conspiración de Netanyahu es asquerosa y absurda?

Foto: el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, derecha, y el ex primer ministro, Ehud Olmert, izquierda, asistieron al funeral del diputado del Likud Zeev Boim, en Binyamina, Israel, el lunes 21 de marzo de 2011. (AP Photo / Moti Milrod, Pool) Fuente: David Horowitz | The times of israel Fecha: 25 de mayo de 2020 Habiéndose perfeccionado durante más de dos años en los ataques contra los pilares de la democracia de Israel, el ataque incendiario del primer ministro Benjamin Netanyahu contra sus acusadores poco antes del comienzo de su juicio por corrupción el domingo, fue una afirmación de inocencia y victimización brillantemente calculada. Su tesis central es que un primer ministro fuerte, proanexionista y de derecha enfrenta un intento ilícito, perpetrado por una vasta alianza izquierdista de políticos, medios de comunicación, policías y fiscales estatales, para expulsarlo debido a su ideología y políticas, También es demostrablemente ridículo. Se basa en que su audiencia se deje llevar por la retórica del primer ministro: su mezcla calibrada de agravio y determinación, y su cita de numerosos defectos, fracasos, encubrimientos y conspiraciones aparentes en la organización de lo «absurdo» y lo «fabricado» de los cargos contra él, reforzados el domingo por la presencia de todos esos ministros mudos del Likud que se identifican públicamente con su causa, como para hacer olvidar el agujero lógico en el centro de los eventos. Se basa, aparentemente con un efecto considerable, en recuerdos cortos. Porque quizá su destino sea el mismo del predecesor inmediato de Netanyahu, Ehud Olmert, el ex alcalde del Likud de Jerusalén, diputado del Likud y ministro, y luego primer ministro, juzgado y condenado por delitos de corrupción, lo que expone el vacío en el corazón de la acusación inflamatoria de Netanyahu: de que una alianza izquierdista está comprometida en un intento de golpe político. Inicialmente, Olmert tuvo una carrera de singular éxito político. Ganó la elección de la Knéset a la tierna edad de 28 años; subió al cargo ministerial; abandonó el parlamento después de la derrota de Likud en 1992 contra Yitzhak Rabin de los laboristas para desafiar con éxito al legendario alcalde de Jerusalén, Teddy Kollek, convirtiéndose en el primer político del Likud en dirigir la capital; y luego regresó a la Knéset una década más tarde, donde continuó su ascenso hasta ser primer ministro en funciones. Fue hasta ahora un feroz oponente de la renuncia al territorio capturado en la guerra de 1967 (incluso se había opuesto al histórico tratado de paz de Israel con Egipto), Olmert reflejó el cambio político radical de Sharón en la vejez, respaldando la retirada unilateral del primer ministro en 2005 de la Franja de Gaza y siguiendo a su líder cuando Sharón abandonó a Likud para fundar el partido Kadima. Cuando Sharón cayó enfermo en enero de 2006, Olmert se hizo cargo como primer ministro electo de Israel después del éxito suyo y de Kadima en las elecciones de 2006. El alcalde que en su momento se había opuesto amargamente a cualquier división de Jerusalén, se transformó en una paloma política del primer ministro, apoyando firmemente el Estado palestino, y de hecho, ofreciendo más a los palestinos que cualquier primer ministro israelí antes o desde entonces.  En las negociaciones de 2008 con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, Olmert ofreció renunciar a casi toda Cisjordania con intercambios de tierras uno por uno, otorgar a los palestinos un territorio soberano en Jerusalén como capital y ceder la soberanía israelí en la Cuenca Santa de la ciudad, con un fideicomiso internacional para asumir la responsabilidad de la Ciudad Vieja y sus lugares sagrados, incluido el Monte del Templo y el Muro de los Lamentos. De acuerdo con la tesis que Netanyahu presentó el domingo, y que ha presentado de una forma u otra ya durante más de dos años de tratar de desacreditar y asfixiar a los que ahora lo investigan, acusan y procesan, este Olmert, ex primer ministro, sobrio, “izquierdista”, apaciguador árabe, que renuncia a la tierra sería el hombre que las élites izquierdistas querrían asegurar que tomara las decisiones más fatídicas para Israel. De hecho, sin embargo, precisamente cuando Olmert estaba presentando su oferta de estatidad sin precedentes a Abbas, fue derribado, obligado a abandonar el cargo con investigaciones criminales sobre su conducta a medida que el alcalde se aceleraba. Instado por aliados y rivales por igual, incluido Netanyahu, a renunciar a la presidencia y centrarse en su defensa legal. Olmert acordó en principio en julio de 2008 hacerlo: pronunció un discurso prometiendo seguir intentando durante sus últimos meses en el cargo «a llevar las negociaciones entre nosotros y nuestros vecinos a una conclusión exitosa «incluso cuando él estaba, dijo, siendo sometido a ataques incesantes por parte de los autodenominados “soldados de la justicia”, que trataron de expulsarme de mi cargo. Olmert, que ya era un primer ministro cojo, fracasó en sus intentos desesperados por finalizar los términos con Abbas, y se evitó un posible acuerdo sobre la condición de Estado palestino, en términos muy poco probables de ser ofrecido nuevamente en el futuro previsible. Netanyahu asumió el cargo de primer ministro en marzo de 2009, después de ganar las elecciones que se celebraron antes de lo previsto debido a la renuncia de Olmert, y desde entonces ha conservado el poder. Olmert fue acusado en agosto y fue a la cárcel casi nueve años después, al final de una prolongada lucha legal que lo vio inicialmente exonerado de algunos de los cargos en su contra, pero luego condenado en apelación. Los cuatro hechos clave que Netanyahu cita como el uso de medios sucios para expulsarlo a él por razones ideológicas, jugaron un papel clave en la caída de Olmert: algunos de los aliados modestos de Olmert habían ejercido presión para que renunciara, había sufrido una gran cobertura hostil de los medios, la policía estaba evidentemente decidida a atrapar a su hombre, y los fiscales estatales lo persiguieron obstinadamente a pesar de algunos fallos iniciales en su contra que luego cayeron. Luego, los jueces de Israel, en cuya imparcialidad Netanyahu omitió visiblemente expresar su fe el domingo, finalmente enviaron a Olmert

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La victoria de Benjamin Netanyahu

Fuente: Gideon Levy | Haaretz  Fecha: 23 de mayo de 2020 Benjamin Netanyahu ya ha logrado una victoria histórica incluso antes de que comience su juicio. La derecha puede disfrutar de esta victoria, que tal vez se logró sin ser notada, pero que ha sellado el destino de la agenda de Israel por muchos años por venir. No importa cuál sea el resultado del juicio del primer ministro, de cualquier manera su logro es completo: el juicio ha entrado en el corazón del discurso público, casi no hay otro tema, todo lo demás ha sido dejado de lado y eliminado de la agenda. Este no es un logro pequeño: permitirá generaciones de ocupación, apartheid y falsa democracia. La derecha puede dormir tranquilamente, el camino para continuar con sus injusticias y crímenes ha sido pavimentado. El juicio más importante y comentado en la historia de Israel, excluyendo el juicio de Eichmann, es un juicio penal sobre corrupción generalizada, sobre sospechas favoares para obtener cobertura positiva por parte del portal de noticias Walla, y quizás también algunos cigarros y champaña. Israel está dividido entre dos campos ruidosos y obstinados: criminal o víctima, solo Bibi o cualquiera menos Bibi. El juicio de Netanyahu ha despertado a Israel de su sueño y apatía, de una manera que ningún otro problema lo ha hecho aquí en las últimas décadas. No es que el juicio de un primer ministro acusado de irregularidades criminales no sea interesante e importante, por supuesto que lo es. Pero la preocupación total por el juicio de Netanyahu ha movido el centro de gravedad en la sociedad de un discurso político a uno sobre ética, y lo ha convertido en el único problema por el que los israelíes están dispuestos a luchar. Por lo tanto, la izquierda ha sido despojada de sus activos ideológicos, el fuego se ha dirigido a los márgenes y se ha convertido en un luchador contra la corrupción en lugar de un luchador por la paz, la libertad, la justicia, los derechos humanos, la igualdad y la democracia. Este sector se ha dedicado a la causa con facilidad. Se necesita muy poco coraje para luchar por el champán. Ahora tenemos un movimiento para un gobierno de calidad en lugar de uno de izquierda, en lugar de una oposición real. Este es el título de la victoria de la derecha. Por lo tanto, ahora pueden anexar los territorios, abusar de los solicitantes de asilo, tratar de incitar a Irán o derramar sangre en Gaza, Cisjordania y el Líbano. Nadie se opondrá a ellos, no se generará ningún debate público, estamos lidiando con el juicio de Netanyahu, por favor no nos molesten. La arena criminal ha reemplazado la arena diplomática y moral. Simplemente dennos otra mención del Caso 4000* y el país será sacudido. Así es como en un buen día nació Kahol Lavan que también es un movimiento para un gobierno de calidad. De lo único que habla es de ética, manos limpias y ser estadista. La gente no quiere más que eso. La izquierda política ha sido destruida, la bandera ha sido doblada y una bandera blanca ondea en su lugar. La única bandera negra que queda es la que se ha desplegado por los golpes al sistema legal y la quimera de la democracia. Las banderas negras contra el apartheid y la anexión están agotadas. Cuando el primer ministro se siente en el banquillo del Tribunal de Distrito de Jerusalén y todos los ojos estén puestos en él, docenas de otras personas, cuyos juicios son infinitamente más importantes en términos reales, tomarán su lugar no muy lejos y nadie se interesará en ellos. . Solo unos pocos kilómetros separan el Tribunal de Distrito de Jerusalén en la calle Salah al-Din y el tribunal militar en Ofer, ambos en tierra palestina ocupada, y sin embargo, las colinas de la oscuridad los dividen. En Ofer, los juicios se llevan a cabo diariamente, lo que define la identidad de Israel y su retrato, y su posición internacional y su moral, mucho más que el juicio de Netanyahu, y el patio en Ofer es remoto y vacío. Todos los días, el destino de personas inocentes (presos políticos, adultos y niños, luchadores por la libertad y terroristas) se decide allí, junto con el veredicto de Israel como un país no democrático, todo lejos de la vista. En Ofer, más que en Salah al-Din, se revela la corrupción y los crímenes reales de Israel, pero no hay nadie allí, ni para protestar ni para informar al respecto. Netanyahu, el acusado, se pondrá de pie, ya ha dejado un legado victorioso. Sus cigarros interesan mucho más a su país que los barrotes que encarcelan a otras personas. ¿Hay alguna forma mejor de contar la historia de Israel? * Es el caso más grave. Está acusado de haberle hecho favores al gigante de telefonía israelí Bezeq a cambio de cobertura favorable sobre él y su familia en el popular digital de noticias Walla, ambos controlados por el mismo empresario, Shaul Elovitch. Traducción: Dardo esterovich Artículo relacionado:

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El Juicio

Fuente:  Editorial de Haaretz  Fecha: 23 de mayo de 2020 Todos los esfuerzos que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu invirtió en el último año y medio para tratar de escapar de la ley se han derrumbado. Todas sus tácticas, artimañas e intrigas quedaron en nada. El juicio del primer ministro acusado de soborno, fraude y abuso de confianza comenzará el domingo por la tarde. El juicio se llevará a cabo en el Tribunal de Distrito de Jerusalén frente a un panel de tres jueces: Rivka Friedman-Feldman, quien encabezará el panel, así como Moshe Bar-Am y Oded Shaham. La semana pasada, Netanyahu incluso trató de pedirle a la corte que lo excusara de tener que comparecer en la apertura de su juicio. Esto también falló. El domingo, Netanyahu tendrá que presentarse en la corte como cualquier ciudadano común que enfrenta cargos para escuchar la lectura de la acusación. No hay suficiente espacio para describir todo lo que Netanyahu hizo en su intento de escapar de la ley. Arrastró al país a través de un derrotero largo, agotador y costoso, a través de tres rondas de elecciones. Todo esto en un intento por lograr una mayoría que le otorgue inmunidad parlamentaria o acepte distorsionar la ley a través de una legislación hecha a la medida de sus necesidades y circunstancias, incluida una cláusula que impida que el tribunal revoque estas leyes. Paralelamente, llevó adelante un asalto múltiple a todas las autoridades policiales y al sistema legal, a las instituciones en general y a los funcionarios individuales. Hizo esto mientras arrojaba teorías de conspiración y libelos de sangre en un intento de asustar y debilitar a todos los involucrados en los procedimientos en su contra. Pero no menos importante, lo hizo para darle al público una narrativa alternativa a los delitos de los que es sospechoso, como si los ciudadanos de Israel fueran un jurado masivo con el poder de exonerarlo. Netanyahu no se contuvo. Manipuló a las masas, incitó, mintió, calumnió, de una manera que no avergonzaría a un líder criminal. Sus objetivos incluyeron al comisionado de policía Roni Alsheich, el fiscal estatal Shai Nitzan y el fiscal general Avichai Mendelblit. No se espera que nada de esto disminuya cuando comience el juicio; Es probable que se intensifique. Es posible que la lista de objetivos de Netanyahu crezca para incluir a tres personas nuevas esta semana. El primer ministro llevó a Israel a esta pesadilla cuando insistió en postularse para la reelección a pesar de estar bajo acusación. En su discurso de juramento la semana pasada, Benny Gantz declaró que su partido Kahol Lavan eligió la unidad con el Likud de Netanyahu «para respaldar el estado de derecho en Israel». Cualquiera que haya creído en Gantz, y cualquiera que haya temido el comportamiento imprudente del primer ministro y sus aliados, mirará a Gantz con la esperanza de que, contrariamente a lo ocurrido con su promesa de no sentarse en un gobierno con Netanyahu, él y sus socios pretendan esta vez mantener este compromiso. Traducción: Dardo Esterovich

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