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¿Por qué no lo hicieron antes?

Fuente:  Carlos Heller* | Tiempo Argentino Fecha: 8 de septiembre de 2019 (*)Presidente Partido Solidario Los hechos de esta semana terminaron de confirmar que los principales funcionarios del gobierno sabían cómo detener la fuga de capitales y el derrotero que venía mostrando el tipo de cambio, pero no lo hicieron antes. Es la conclusión obvia a la que se arriba transcurridos los primeros días de la implementación de regulaciones sobre el mercado de cambios. Estos días el dólar se mantuvo relativamente estable y con ello comenzó a menguar la salida de depósitos en dólares, verificándose un elevado porcentaje de renovación. Ya señalamos que estas medidas van en la dirección correcta. Lo que hay que subrayar es que no dejan de ser tardías y que han generado evitables costos para la sociedad. Ante ello, la pregunta que es: ¿por qué no lo hicieron antes? Una primera respuesta tiene que ver con la cuestión ideológica, arraigada en los preceptos del libre mercado y del Estado canchero. En este punto, los recientes controles cambiarios terminaron de bajar la última bandera que le quedaba a un gobierno que asumió prometiendo que una de sus primeras medidas sería la eliminación del denominado «cepo». Por esta razón, se excusan en que son «medidas transitorias», que «no nos gustan», y que si Macri es reelegido «al otro día las levantan». Suena a déjà vu de campaña 2015, con la diferencia de que hace más de tres años son quienes están en el gobierno. Siguen sin hacerse responsables de los daños que han causado y sus interlocutores son los inversores y el FMI, a tal punto que el presidente señaló: «Hemos cumplido con todo», al ser consultado sobre si esperaba el desembolso de 5400 millones de dólares del organismo. En paralelo, dijo: «Se están atendiendo todas las necesidades de la gente». Cumplir con el FMI, cuidando en paralelo a los argentinos y las argentinas, una contradicción más de la posverdad que tratan de construir. Si además de las reservas y la estabilidad cambiaria quisieran cuidar a la gente deberían implementar otro tipo de medidas. Por ejemplo con los alimentos, que en general están atados al nivel y la evolución del dólar. Por eso en otros tiempos, como ocurrió con el trigo, se obligaba a garantizar el abastecimiento del mercado interno, para desacoplar el precio de bienes de primera necesidad, como los fideos y el pan. El razonamiento sirve para otros bienes que afectan la canasta básica, cuyos precios van muy por encima del promedio de inflación minorista. El gobierno sigue sin dar cauce a los pedidos de declarar la Emergencia Alimentaria, lo cual indica que niega el principal problema que afecta a la población. ¿Acaso el programa con el FMI no era novedoso en cuanto a que permitía proteger a los más vulnerables? La renuencia del gobierno a ir contra su sesgo desregulador (en este caso en materia de cambios) le costó muy cara a la sociedad. Mirando hacia atrás, en particular hacia la crisis cambiaria que comenzó en abril de 2018, de haber establecido normas para detener la fuga tal vez no se hubiera siquiera planteado la posibilidad de volver a pedirle prestado al FMI. Lo mismo podría decirse si no se hubiera reiniciado el ciclo de endeudamiento que incrementó la exposición financiera externa del país. Desregulación extrema y endeudamiento, dos caras de la misma moneda. De hecho, economistas que en su momento criticaban los controles de cambios ahora dicen que son necesarios. Rodolfo Santángelo, socio de Carlos Melconian, afirmó: «Argentina no está para tener libertad de cambios, no estuvo en el 2015 tampoco». Reconocimientos tardíos, pero que contradicen el manual ortodoxo que sigue este gobierno. En términos prácticos la renuencia no debe ser vista como errores, mucho menos como capricho, sino como parte de una cuestión más estratégica. Inestabilidad de los mercados mediante, la vuelta al FMI en 2018 constituyó el gran puntapié para empezar a avanzar en las reformas estructurales que piden los mercados, ya sea con el actual acuerdo stand by, o en su defecto en un hipotético segundo mandato macrista (que incluya un préstamo de facilidades extendidas, que otorgue mayores plazos, pero que también incluiría más exigencias). La lógica que guió la decisión a esta altura es clara: de seguir el actual gobierno, el camino estaría más que allanado; de ganar una fuerza alternativa, se terminaría imponiendo la condicionalidad. La frase del FMI sobre que la deuda era sostenible, pero «con baja probabilidad», terminó volviéndose certeza con el «reperfilamiento», haciendo al FMI corresponsable de la situación actual. Es parte de la herencia más impactante que dejará esta administración. Entre los «éxitos» que este gobierno tendrá para mostrarles a los mercados está la fuerte contracción del salario real, por la vía de la inflación. Lo que sí no pudo hacer es darle un carácter permanente, lo que hubiera requerido otro mandato, de forma tal de ir también por el lado de la flexibilización laboral. Los últimos datos siguen revelando los impactos del modelo. Según el Indec, la construcción cayó entre enero y julio un 8,3% contra un año atrás. Algo similar ocurrió con la industria, cuya producción se redujo un 8,4% interanual. La mayor caída se dio en Otros Vehículos de Transporte (-44,7%) y en Vehículos Automotores (-23,2%). En este contexto, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) indicó que la producción automotriz alcanzó a 213.643 unidades en los ocho primeros meses del año. Significa un 64,5% menos que la producción de idéntico período de 2015. Esto excede la coyuntura más reciente. Todos los datos van en el mismo sentido. Ratifican que esta política de ajuste no ha hecho más que contraer la economía y el empleo. Tienen que ver con un modelo que se expresa en un PBI que, en base a las proyecciones del REM, caerá un 4,4% en estos cuatro años; en una deuda pública que si antes de asumir Macri estaba en el 49,5% del PBI, llegaba al 88,5% en el primer trimestre de este año; y en un desempleo que

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La unidad en la diversidad

Fuente: Edgardo Mocca | Página/12 Fecha: 8 de septiembre de 2019 El cruce entre el resultado de las primarias y la grave crisis económica ha creado un ente fantasmal: el gobierno de Alberto Fernández. No tiene ministros ni puede dictar decretos, no distribuye las partidas presupuestarias ni representa al país fuera de sus fronteras; pero de este “nuevo gobierno” parece depender la suerte de los argentinos durante este complejo pasaje de su historia. La pregunta que funciona en esta extraña realidad es ¿qué va a hacer Fernández cuando deje de ser una esperanza, una amenaza o una sombra y efectivamente ejerza el poder institucional-legal? Y en consecuencia se espera que cada acto, cada palabra, cada silencio del candidato sea un signo del futuro que nos espera. Lo extraordinario, lo históricamente inédito de la situación es que será una elección –muy próxima y a la vez muy lejana- la que le otorgue o le niegue el gobierno. Y una elección si es democrática es conflictiva; las únicas elecciones que no lo son pertenecen a otro tipo de regímenes. Entonces no cabe hacerle al candidato las preguntas que podrían hacérsele a un presidente electo. Entre otros motivos la imposibilidad de contestar esas preguntas tiene que ver con la responsabilidad política: las respuestas podrían complicar mucho una transición de por sí nada sencilla. Lo más que se le puede pedir a Alberto, y no es poco, es que desarrolle la campaña electoral en ciernes y, al mismo tiempo, no contribuya a hacer crecer el fantasma de la ingobernabilidad en este raro calendario político argentino. O sea, una buena campaña para ganar la elección y mucha prudencia para no debilitar las instituciones. No es poca cosa… Curiosamente la maquinaria mediática razona dentro de este tembladeral como si el presidente todavía en funciones no tuviera ninguna responsabilidad en la cuestión. Dan por descontada su derrota y se concentran en la preparación del día después de su desalojo de la casa de gobierno. Tan original posición tiene el fundamento, explícito o no, de que las zozobras del país se deben al triunfo del Frente de Todos en las primarias: la doctrina acuñada por el presidente la mañana siguiente a la elección. Macri es una hoja al viento, pero una hoja que no tiene que caer. No faltan algunos escribas que ensayan escenarios inverosímiles de recuperación, de vuelco electoral y otras ensoñaciones de ese tipo. Se entiende, la idea es presionar a Alberto con vistas a su debilitamiento para el momento de asumir y, de paso, mantener viva esa mínima esperanza que expresaron las personas que salieron a la calle hace unos días para apoyar al presidente. La consecuencia del surgimiento de este gobierno fantasmal es que aparece otro curioso género: el de las especulaciones sobre la “interna” de la “administración Fernández”. Por supuesto que el plato fuerte de este otro espécimen imaginario es la relación entre el candidato más votado en las primarias y Cristina Kirchner. Como se sabe las especulaciones tienen como punto de apoyo la real e indiscutible diferencia en la trayectoria de ambos durante los últimos diez años (exceptuado el breve lapso pasado desde su reencuentro). La pregunta de tan desconcertante ejercicio del análisis político es cómo serán las relaciones entre distintos sectores que componen el frente de todos, una vez que lo virtual haya dejado paso a lo real. Pero, claro, las especulaciones sobre lo que va a ocurrir dentro de noventa días no incumben en absoluto al futuro, sino que están destinadas a operar en el presente. Cuando Juan Grabois dijo que en el país hace falta una reforma agraria se puso en acción el mecanismo que alimenta toda esta imaginería, el proyecto de encerrar al frente en el interior de sus diferencias y debilitar la confianza pública en su próximo gobierno, no en diciembre sino desde ahora. Y de paso frenarlo aunque sea un poco en su esperado crecimiento electoral. No hay que olvidar en este punto que además del gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires hay otro paquete muy pesado en juego, el del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, la patria chica natal del macrismo. Como era de esperar, la respuesta a esos dichos fue la aclaración desde muchos importantes referentes del Frente del carácter individual de las declaraciones de Grabois. Sea por las declaraciones o por las aclaraciones, el suceso tiene un impacto en el interior de los vencedores de agosto. Lo más fácil –casi un reflejo condicionado- es decir que el responsable de la situación es quien hizo esas declaraciones. Y eso es completamente natural porque la prioridad de hoy es mantener y si es posible incrementar el caudal electoral del peronismo y sus aliados, a lo que podrían no contribuir los dichos del dirigente social. Ahora bien, se podría mirar la cuestión desde otro ángulo. Porque el Frente se ha presentado en sociedad como unidad en la diversidad y en eso consiste su potencia; eso es justamente el gran triunfo del campo popular de los últimos meses bajo el impulso central de la decisión de Cristina que construyó la fórmula. Si eso es una riqueza, un activo ¿por qué negarlo de modo vergonzante? Por otro lado, la reacción violentamente descalificadora por parte del establishment político-mediático tiene una estrategia detrás de sí, la de extorsionar a Alberto, la de hacerle llegar el mensaje que dice que su suerte está atada a una serie de condiciones. La primera de ellas es que no produzca ningún gesto favorable y ni siquiera ambiguo ante propuestas, frases o lo que sea, que puedan comportar un riesgo aunque sea mínimo para las posiciones históricas de los poderosos del país, como si esos sectores no tuvieran nada que ver con este desastre. En una entrevista concedida al diario italiano La Stampa, el papa Francisco dijo que el aporte de cada uno a la unidad es su propia identidad. Puso el ejemplo del diálogo ecuménico al que él, sostuvo, solamente puede aportar desde su condición católica. No está mal

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Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)

Fuente: Dardo Esterovich*  Fecha: 8 de septiembre de 2019 En estos días, cuando desde la Casa Rosada y la prensa hegemónica adicta tratan de involucrar en  el derrumbe del modelo neoliberal al Frente de Todos para condicionar al futuro gobierno, acusándolo de ser responsable por acción -¡haber ganado por amplia mayoría, 16 puntos, las elecciones PASO!- o por omisión –no haber apoyado en estas circunstancias  las políticas del FMI-, la derecha de la colectividad argentina judía que parecía haberse llamado a sosiego, vuelve a arremeter de una manera burda poniéndose otra vez a la vanguardia de la falacia y la mentira, utilizando nuevamente contra la ex presidenta, senadora y candidata a vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner la acusación de encubrimiento por la firma del Memorándum con Irán. Esta vez le tocó jugar con un comunicado a la Organización Sionista Argentina (OSA). El mismo comienza con dos párrafos que textualmente dicen: “La expresidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, manifestó que «con Macri terminamos consumiendo naranjas de Israel» Es una paradoja del destino que la señora Fernández, promotora del Memorándum de encubrimiento con Irán, utilizara el ejemplo de las naranjas israelíes.” Luego sigue con una reseña edulcorada del desarrollo económico israelí para forzar un absurdo reclamo. Sería excelente para nuestro país que la expresidenta referenciara todo lo bueno que ha sucedido en Israel para aplicarlo en la Argentina apuntando a su resurgimiento y no utilizar políticamente un dato mínimo como si comprar naranjas israelíes fuera la raíz de todos los males de nuestro país. Si uno quisiera saber cuándo hablo o escribió la ex presidenta lo de las naranjas de Israel y en qué contexto, debería ir al buscador de Google. Allí se enteraría que fue durante la presentación ante una multitud de su libro Sinceramente en la ciudad de La Plata el sábado 31 de agosto de este año. Tenemos ya algunas respuestas al misterio con que arranca el comunicado de la OSA: habló en la presentación de su libro. Casi con seguridad en el libro no escribió sobre las naranjas de Israel. Entonces ¿cómo aparecieron en la presentación? En el video de la presentación (1) en el minuto 42, analizando la doble vara que se adoptó para evaluar las políticas de su gobierno con las del actual a las que se refiere en su libro, hace referencia a la apertura indiscriminado de las importaciones como una de las multicausales de la restricción externa, escases de dólares, responsable de la grave crisis que estamos soportando. Es allí donde ejemplifica con  algunos productos que perfectamente se pueden obtener localmente y entre algunos otros como manzanas y vinos, aparece, sí, ¡la naranja de Israel! Bueno, ahora conocemos el contexto. ¿Es casual lo que oculta el comunicado de la OSA? Definitivamente no. Si lo hubiera explicitado no podrían escribir los absurdos que le siguen. En el segundo párrafo habla de una paradoja del destino.  Según la Real Academia de la Española la palabra paradoja significa “Hecho o expresión aparentemente contrarios a la lógica”. Si le agregamos “destino”  significaque ese hecho o expresión tuvo lugar en un tiempo distinto. ¿Dónde está en este segundo párrafo lo aparentemente contrario entre las naranjas de Israel y la promoción del Memorándum? No existe, porque para que esto sea una paradoja tiene que haber una cierta aparente conexión. Pero para la OSA  esto es muy complicado. No importa. Escribámoslo igual pero de la manera que logremos nuestro objetivo: Llamar al Memorándum de Entendimiento con Irán, como Memorándum de encubrimiento.Ya está, ya juzgamos y ya sentenciamos. Que el juicio sobre la absurda acusación del ex fiscal Nisman todavía no se ha sustanciado y duerme  la siesta en Comodoro Pro por la falta de pruebas y el temor a la declaración como testigo del ex Director de Interpol Ronald Noble que haría derrumbar la falsa acusación, es apenas un detalle. Para la OSA es cosa juzgada. El último párrafo, ni los más renombrado sofistas griegos podrían desentrañar tamaño dislate. Luego de recomendarle a la ex presidente que se referenciara las bondades de la experiencia de la economía israelí para sacar a nuestro país de la crisis, ignorando las diferencias objetivas entre las economías de ambos países, los contextos mundiales distintos y las significativas ayudas económicas que aun recibe Israel por parte del gobierno estadounidense -no del FMI- y de las comunidades judías del mundo, termina acusándola de utilizar políticamente a las naranjas israelíes como los causantes de todos los males de nuestro país. Demasiada presunción e ignorancia. Si la política de apertura de los mercados a las importaciones se hubiera limitado a las naranjas israelíes posiblemente en  nuestro país no hubieran cerrado tantas fábricas y las economías regionales no estarían en coma. Y a las naranjas las estaríamos disfrutando por son de muy buena calidad. Pero no tienen remedio. La derecha de la colectividad argentina judía sufre del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Y esa obsesión tiene nombre y apellido: Cristina Fernández de Kirchner (1)(https://www.youtube.com/watch?v=mDOUYNvaDNE *Secretario General del LLAMAMIENTO Argentino Judío  

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Injerencismo con glamour

Fuente:  Jorge Elbaum | El cohete a la luna  |  Fecha:  8  de septiembre de 2019 La hija y asesora presidencial del primer mandatario estadounidense Donald Trump recaló menos de 24 horas en territorio argentino, en el marco de una gira destinada a reforzar la presión sobre Venezuela, habilitar inversiones de sus compatriotas funcionales a sus intereses geopolíticos y actualizar el disciplinamiento sobre los gobiernos de la región. Ivana Marie Trump, más conocida por su apelativo Ivanka, aterrizó la noche del miércoles 4 en San Salvador de Jujuy después de visitar Colombia, epicentro de la ofensiva de Washington contra el gobierno de Caracas. Su desfile por la Quebrada de Humahuaca pretendió disimular el objetivo central de la gira, planificada  por sus acompañantes: el Subsecretario de Estado, John J. Sullivan, la viceministra de Defensa, Lisa Hershman, y el Jefe de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) —dependiente del Pentágono—, Mark Green. Estos tres funcionarios, resguardados tras el ajuar de la asesora presidencial, fueron los encargados de retomar la tarea desarrollada en Buenos Aires por Mike Pompeo durante julio, orientada a socavar la potencial reelección de Evo Morales en Bolivia (fronteriza con la provincia jujeña visitada por la comitiva) y, en forma paralela, promover inversiones de capitales estadounidenses en las cercanías de los cuantiosos recursos minerales estratégicos, como el litio, disponibles en la zona puneña. Coherente con esta última meta, Ivanka anunció, durante un almuerzo en Purmamarca, una inversión de 400 millones de dólares destinada  a obras viales cuya traza, explicaron los empresarios ligados al gobernador Gerardo Morales, deberá incluir itinerarios desde y hacia los reservorios de litio, uno de los componentes centrales de las baterías eléctricas de los automóviles de próxima generación. La particularidad del financiamiento, señalaron los funcionarios de la gobernación, es que dicha inversión se canalizará a través de la Compañía de Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC, por su sigla en inglés), agencia gubernamental autárquica con sede en Washington, que gestiona inversiones privadas en mercados emergentes. Los aportes de la OPIC, a su vez, se integrarán a un Programa de Participación Público-Privada (PPP), eufemismo institucional con que el macrismo pretendió promover inversiones mixtas de infraestructura que, luego de dos años de implementación, terminaron engrosando el endeudamiento externo.[1] En ese marco, el titular de OPIC, David Bohigian, será el encargado de canalizar los aportes para construir rutas cuyos beneficiarios prioritarios serán las automotrices trasnacionales, mientras que los ciudadanos argentinos terminarán financiando dichas obras a través del pago de impuestos o peajes concesionados. Según el informe de Global Public Affairs, el proyecto de la OPIC optimizará la trazabilidad del denominado corredor C, que conecta con los puertos del Pacífico a través del paso fronterizo de Los Libertadores. En el territorio donde la OPIC ha decidido invertir se encuentra el denominado Triangulo del Litio, la zona donde se encuentra el 75 % de las reservas mundiales de ese mineral. El magnánimo anuncio manifestado por la comitiva de Ivanka recuerda los espurios acuerdos con el Reino Unido de Gran Bretaña respecto a la red ferroviaria (firmados durante los siglos XIX y XX): trochas planificadas para la exportación de materias primas carentes de valor agregado, requeridas por países industriales para su manufactura, combinadas con empréstitos onerosos a ser reembolsados a lo largo de varias generaciones.[2] A pesar de los anuncios pretendidamente auspiciosos para la infraestructura vial de la Puna, el periplo de la primogénita de Trump no incluyó en la agenda un encuentro con Mauricio Macri. Mientras que sus colegas colombiano y paraguayo recibieron en forma ostentosa a la ex modelo neoyorquina en sendos ágapes, los asesores del primer mandatario argentino evaluaron como disonante una probable imagen de Juliana Awada y la hija de Trump (retratadas en plena competencia de indumentaria) mientras se observan manifestaciones que exigen la emergencia alimentaria. Feminismo de marketing La comunicación oficial del Departamento de Estado referida a la gira de la asesora, reproducida acríticamente por los medios hegemónicos de los países visitados, describió el periplo de Ivanka como una misión orientada al mejoramiento de las condiciones de trabajo de las mujeres y su empoderamiento como agentes de transformación y desarrollo económico. La perspectiva de género promocionada por Washington resulta, sin embargo, incongruente con la frecuente fraseología misógina de su padre y las concomitantes señales homofóbicas características del supremacismo republicano. Dentro de la misma cosmovisión discriminatoria, que sólo visibiliza a los sectores subalternos cuando son útiles para obtener fotografías pintorescas, es que los funcionarios de Morales se negaron a reconocer –frente a los periodistas extranjeros acreditados— la existencia de detenidxs políticxs en Jujuy, pertenecientes a la agrupación barrial Túpac Amaru, como el caso de Milagro Sala. En Bogotá diversas organizaciones feministas denunciaron que la asesora carecía de autoridad para instituirse como defensora de los derechos de las mujeres, al ser una referente en su país de organizaciones que se oponen a la interrupción voluntaria del embarazo. En un informe divulgado durante su estancia en Bogotá, se recordó que Ivanka y su marido, el también asesor Jared Kushner, respaldaron públicamente a la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, quien habilitó la legislación más restrictiva contra el aborto seguro en su país. Además recordaron que Cecile Richard, referente de Planned Parenthood (organización que facilita interrupciones voluntarias de embarazo), denunció al matrimonio Trump-Kushner por ofrecerle sobornos a cambio de que su entidad detuviera los servicios de abortos seguros. Según The Washington Post, la actual administración republicana “ha recortado por lo menos un 35 % en los programas de igualdad de género; reinstauró la polémica Ley Mordaza Global, que restringe el acceso de las mujeres a la atención de salud reproductiva, y ha cambiado las reglas de asilo para negar el refugio a mujeres que huyen de la violencia doméstica”.[3] En la primera etapa del viaje por los tres países de Latinoamérica, los funcionarios de USAID anunciaron el otorgamiento de subsidios a integrantes de las fuerzas de seguridad colombiana concentradas en la frontera con Venezuela. Alrededor de un 40 % de los montos comprometidos por dicha agencia gubernamental (120 millones de dólares) se destinarán a la capacitación de mujeres en la Policía

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Argentina: Cambiemos en el ojo del huracán

Fuente: Carlos A. Villalba | Estrategia.la Fecha:   6 de septiembre de 2019 Las elecciones internas de agosto pasado en la Argentina dieron vuelta las interpretaciones relacionadas con la situación real del país y le dieron una visibilidad irrefutable a la opinión popular acerca del gobierno de Mauricio Macri y, también, sobre la fórmula que construyó Cristina Kirchner, con Alberto Fernández a la cabeza. En un país que empieza a acostumbrarse a respetar su constitucionalidad -aún en el marco de una democracia “sucia” o de “baja intensidad” como la actual-, la ciudadanía concurre a las urnas un domingo de sol y, en diez horas, da vuelta todo, invierte el témpano y muestra los dos tercios que rechazaban al gobierno, por encima del tercio que, hasta aquella jornada, lo acompañaba. En tres años y diez meses la gestión de la Alianza Cambiemos (PRO, Unión Cívica Radical, Coalición Cívica) empeoró todos y cada uno de los aspectos de la vida social y económica del país; en función del plan de negocios que los grupos económicos instalaron, se hundió a millones de argentinas y argentinos en la pobreza y la indigencia, además de rematar las posibilidades de estabilización económica y financiera que le daba el desendeudamiento externo logrado por el kirchnerismo y comprometer el futuro de varias generaciones y destruir el valor de las empresas más importantes del país, con YPF en el valor más bajo de su historia. La bomba les estalló en las manos, antes de ir a refugiarse,a partir de diciembre, en sus palacios internacionales. En tierra queda una situación de destrucción, que incluye a las estructuras partidarias armadas para imponerse al gobierno anterior, una práctica de las “alianzas” argentinas que, solo han servido para inflar globos de triunfo una vez y, después, salir tan “volao” como el Pedro Navaja de Rubén Blades. La implosión del sistema partidario del gobierno llega al borde del sainete, con un Juntos por el Cambio convertido en “desunidos por la derrota”, con el mascarón de proa de un Miguel Pichetto extraviado en los canales sin rating que todavía lo convocan y ya rosqueando para convertirse en auditor opositor, el PRO en terapia intensiva y Macri, ahora sí, listo para una jubilación eterna, aunque con las cuentas bancarias cargadas y a buen recaudo del cepo con corral que le puso a la ciudadanía. La rebelión de los orcos, los elfos, los hobbits o lo que sean…  Aunque se dice que las derrotas “no tienen dueño”, la debacle de Cambiemos tiene responsables, al menos para las distintas tribus que empezaron a multiplicar facturas desde la misma medianoche de ese domingo en que el Presidente ordenó a la gente que se vaya a dormir, mientras sus asistentes descolgaban los racimos de globos amarillos que se quedaron sin la ya no tan mágica Ciudad de Tan Biónica. La pelea no tiene límites ni fronteras: radicales contra macristas, radicales versus radicales, gobernadores contra ministros, operadores contra políticos y, claro, Elisa Carrió contra todos y todas y todas y todos contra Durán Barba. Orcos se llamaban los monstruos de la mitología celta; orcos denominó J. R. R. Tolkien a su raza de criaturas usadas como soldados por los grandes villanos de su “Señor de los Anillos”. Los macristas “puros” y cibernéticos, con desprecio, siempre llamaron orcos a los miembros del sector negociador, “rosquero” y encargado del “trabajo sucio”, encabezado por Emilio Monzó, uno de los dirigentes más hábiles de Cambiemos, que llegó a la presidencia de Diputados después de haber sido, por ejemplo, ministro macrista de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, antes, titular de la cartera de Asuntos Agrarios de la por entonces peronista provincia de Buenos Aires. Extraviado en su nube de troles y focus group, el jefe de Gabinete Marcos Peña y la gobernadora María Eugenia Vidal, dejaron a él y a su tropa fuera de las listas nacionales, del mismo modo con que antes lo habían apartado de la mesa chica de la Casa Rosada. En respuesta, el grupo liderado por el también ex randacista de Carlos Tejedor no tuvo empacho en tirar la primera piedra, y también la segunda. Con una simpatía que no caracteriza al pasado de su familia bahiense, el ex jefe del bloque de diputados oficialista, Nicolás Massot, comparó al estratega presidencial Durán Barba con el «manosanta» del actor cómico Alberto Olmedo, un charlatán que se hacía pasar por curandero brasileño para ganar dineros y manosear cuerpos femeninos, en una época en que el enfoque de género todavía no se hacía sentir en la sociedad local. Más directo aún, el círculo de Monzó “aceptó” con rapidez la muerte de Cambiemos junto a la de su gobierno y empezó a orejear los cartones que conducen a un nuevo continente partidario. El asunto importa mucho a los macrismos, cuyos cálculos les dicen que podrán aferrarse a alguna palmera antes que el huracán Dorian los destruya con su coletazo, para usar una figura del repertorio de un sistema partidario que oculta tras los ejemplos climatológicos e hídricos sus fracasos, errores y derrotas. La retaguardia porteña a la que aspiran se complementaría, en sus fantasías, con bancadas legislativas nacionales y bonaerenses de peso suficiente como para refutar los planes del Frente de Todxs, que estará cerca del quórum propio en Diputados, con mayoría holgada en el Senado nacional, y con una oposición al fenómeno Axel Kicillof (amplio ganador de las internas en la provincia de Buenos Aifres) fragmentada en la Legislatura platense. Para intentar alguna resistencia necesitan que no haya fugas, y aquellos despreciados “orcos” hoy son guerreros tan resentidos como peligrosos. A pesar de los desplantes en su contra, Monzó aceptó que lo resucitaran de urgencia e integrar la comisión presidencial que se reunió el lunes 2 con Sergio Massa junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en las oficinas del primer candidato a diputado nacional bonaerense por la lista de Los Fernández. Una boina blanca arrastrada por los vientos Casi sin derecho a reivindicar sus orgullos blasones populares de origen, al remanente radical del Siglo XXI

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Caniches de la autocracia

Fuente:  Editorial de Haaretz Fecha: 6 de septiembre de 2019 En los últimos días, se han expuesto las intenciones y el modus operandi del primer ministro Benjamin Netanyahu. Una vez más, resulta que busca deshacerse de todos los controles y equilibrios que él ve como impedimentos para la continuidad de su gobierno, y también anexar los asentamientos a Israel, incluidos los más aislados y extremos, bajo un nuevo sistema de gobierno que él ha inventado: «soberanía judía». La conversación grabada transmitida por Channel 13 News esta semana, en la que Netanyahu exigió que el ex ministro de Comunicaciones, Ayoub Kara, disolviera o aboliera el Consejo de Radiodifusión por Cable y Satélite porque se negaba a operar en línea con la agenda de la Oficina del Primer Ministro, reflejó la familiaridad con un patrón de acción de Netanyahu: si la ley o sus guardianes se interponen en su camino, deberían irse al infierno o ser reemplazados por aduladores obedientes. Pero lo que falló con Kara tuvo éxito con el nuevo contralor estatal, Matanyahu Englman. Cuatro días después de reunirse con Netanyahu, Englman disolvió un comité especial de permisos del gobierno que había prohibido al primer ministro aceptar donaciones para su defensa legal. El miércoles, el contralor permitió a Netanyahu aceptar un préstamo «en términos de mercado» de su benefactor estadounidense, Spencer Partrich, para este mismo propósito. Además, Englman enterró el mordaz informe que su predecesor escribió sobre la intervención de Netanyahu en el mercado de los medios de comunicación, un informe que podría haber socavado profundamente en algún cajón la campaña electoral del partido Likud. Englman, como el Comisionado del Servicio Civil Daniel Herskowitz, representa el nuevo servicio civil que Netanyahu ha estado cultivando. En lugar de guardianes, son sirvientes cuyo trabajo es complacer a la corte real en Jerusalén y Cesarea. Su conducta presagia los futuros nombramientos del fiscal estatal y el fiscal general en caso de que Netanyahu sea reelegido; los convertiría de ejecutores de la ley en trapos de cocina. Y la reciente incitación de Netanyahu contra Channel 12 News, en respuesta a su informe sobre su conducta aparentemente criminal, muestra que quiere hacer que todos los medios de comunicación sean como su portavoz Israel Hayom y convertir la prensa de perros guardianes de la democracia en caniches de la autocracia. La elección del 17 de septiembre debería ser un referéndum sobre el camino que Netanyahu está allanando para Israel: gobernado por un hombre sin restricciones, uno que está trabajando para establecer un estado de apartheid descaradamente basado en la supremacía judía en Cisjordania y destruir el gobierno de la ley del Israel anterior a 1967. Poner fin a su reinado es vital para la continua existencia de la democracia israelí, y también dejará una apertura para un acuerdo con los palestinos. Traducción: Dardo Esterovich

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Colombia: tratado de paz versus intereses geopolíticos

Fuente: Gabriele Kuehnle | Estrategia.la Fecha: 5 de septiembre de 2019 El tratado de paz en Colombia no pudo asegurar la paz: Los intereses geopolíticos lo están liquidando. ¿Terminó la paz en Colombia? Varios líderes históricos de las FARC-EP declararon el 30 de agosto por medio de un video una nueva etapa de la lucha armada, aunque con una estrategia  defensiva. En reacción inmediata, el ejército colombiano mató poco después a nueve guerrilleros. Nunca fue tan contundente contra los paramilitares. Firmado en noviembre de 2016 con una gran puesta en escena y garantías de la ONU, de la Cruz Roja Internacional y de varios estados, el tratado de paz no logró cumplir con sus propósitos más importantes. Los opositores de la paz colombiana tienen planes completamente diferentes, que marcaron sin duda los sucesos en Colombia durante décadas de conflicto armado, hasta hoy. El tratado de Colombia con la OTAN (“socio global”) subraya el interés estratégico de EU en el dominio político-militar de América del Sur. En retrospectiva está claro que el gobierno de Juan Manuel Santos, ganador del Premio Nobel de la Paz, carecía de voluntad política para implementar el acuerdo. El hoy presidente, Iván Duque, declaró en su campaña electoral que quería anular dicho tratado de paz. Pero fue Santos quien marcó desde el principio el rumbo hacia el fracaso. Contrario a todas las anteriores evaluaciones ambiguas del proceso en Colombia, ésta es la conclusión de una serie de indicadores. Cerrar los ojos y seguir sin cambiar de rumbo va costar más y más vidas. El presidente Santos, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas fue directamente responsable de quebrar los acuerdos de paz en un área central. La inacción de su ejército, que no podía o no quería implementar un plan para el control estatal de las antiguas áreas desocupados por las FARC, permitió a las organizaciones paramilitares ocuparlas. Santos firmó el tratado de Paz creando falsas expectativas en el mundo entero. Porque no hay paz cuando sigue habiendo bajas de soldados desarmados y de la población civil. Santos no podía dar garantías mientras no asegurara el control estatal sobre las áreas de conflicto en Colombia. Santos también es personalmente responsable de la muerte de los caídos en tiempos de paz. La «comunidad» internacional nunca dudó en aplicar este veredicto contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, aunque las cifras de víctimas mortales en Colombia son diez veces más altas. El tratado de paz brindaba la excepcional oportunidad de una modernización social, económica y cultural del país. La primera obligación del presidente Santos hubiera sido propagar una nueva cultura de paz y de reconciliación. Especialmente debía introducirla en las instituciones estatales bajo su comando (policía y militar) como fundamento básico e indispensable para todas las demás etapas. El presidente Santos debía haber luchado con un discurso político para la transformación de la nación. Para eso había sido elegido. Pero no lo hizo. En cambio cedió muy pronto la hegemonía política a los opositores del proceso de paz. Lo admite en su autocrítica después de la derrota en el referéndum. Pero en este caso, nadie de la llamada “comunidad internacional” habló del «régimen colombiano», nadie ejecuta sanciones ni chantajea al gobierno. Nadie reclama la inmediata retirada de sus presidentes responsables por cientos, miles de muertos, nadie reclama elecciones adelantadas. Por el contrario, Alemania, algunos estados europeos y la Unión Europea siguen entregando millones de euros para la paz. Duque se quejaba que Santos dejó desfinanciado dicho presupuesto. Obviamente, los europeos no exigieron el cumplimiento con el más importante de todos los proyectos de paz: asegurar la supervivencia de los sobrevivientes. “¿De qué nos beneficiarán nuestros proyectos agrícolas si no sabemos si mañana estamos vivos? «, dijo una mujer de las FARC a los visitantes de la ONU a mediados de julio. Soberanía incompleta El requisito previo de una paz estable hubiera sido la soberanía del Estado sobre el conjunto de los territorios nacionales, sin permitir que las organizaciones paramilitares -junto con el crimen organizado- ocupasen ciertas regiones fronterizas y costeras del país, controlando así los corredores de exportación de la cocaína. Los problemas eran previsibles y estuvieron planteados en la mesa de negociación ya unos tres años antes de firmar la paz. Altos rangos militares participaron en el diálogo, pero la llamativa pasividad al inicio de la paz del ejército colombiano, uno de los más costosos y mejor equipados de Latinoamérica, creó las condiciones para las masacres posteriores. Más de 700 pacifistas, líderes comunitarios, ambientalistas, indígenas y campesinos perdieron la vida en una masacre silenciosa, desde la firma de la paz. Unos 140 excombatientes de las FARC desarmados y 45 de sus familiares cayeron asesinados. El discurso de odio de Iván Duque El sucesor de Santos, Iván Duque, va mucho más allá. La  Representante Especial de la ONU ante la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra, Agnès Callamard, reclamó a Duque que se abstuviera de su discurso de odio contra el nuevo partido FARC (Poder Revolucionario Alternativo del Partido Popular). “Esto complica su participación (de las FARC) en la actividad parlamentaria, envenena el clima político y motiva la violencia política”, dijo Callamard. El discurso de Duque contra cualquier causa que considere  izquierdista, social, étnica o ambientalista es una herramienta perfectamente funcional para sus ataques. Dándole la vuelta al plato, su demagogia busca tachar la innegable responsabilidad del gobierno por el fracaso de la paz, y canalizar la decepción de la población hacia las viejas imágenes del “enemigo interno”. Además, el gobierno necesita la lealtad de la población en el caso de librar una guerra contra Venezuela. La receta fue, es y será el enemigo interno. Debe suponerse que ni Santos ni Duque actúan por cuenta propia. Indudablemente están sujetos a órdenes y presiones de niveles más altos, especialmente de Washington. La anterior ambivalencia y las contradicciones  en la implementación de la paz expresaron los diferentes intereses y tendencias dentro de los estados de la OTAN y los de América Latina, o reflejaron sus diferentes roles en el tablero de ajedrez

Derechos Humanos, Nacionales, Portada

«Una militante incansable por los derechos humanos»

Fuente: Adriana Meyer | Página/12 Fecha: 3 de septiembre de 2019 Organismos de derechos humanos, sindicatos, amigos y compañeros de militancia despidieron a Graciela Rosenblum y destacaron su compromiso con la lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Era de las que ponía el cuerpo las veinticuatro horas, respiraba y militaba, viajaba y denunciaba, discutía y consensuaba. «Militante revolucionaria, comunista, humanista, antiimperialista, antifascista, defensora de presxs politicxs y torturadxs, luchadora por la vivienda digna, por los derechos de género, por un mundo en el que todo sea para todxs, allí estuvo siempre Graciela Rosenblum, en la Liga, abriendo las puertas a todxs y cada unx que en este mundo sufriera una injusticia», escribieron sus compañeros de la Liga Argentina por los Derechos Humanos ante su fallecimiento. La despidieron en su barrio, Parque Patricios, y en su otro espacio de militancia, el Movimiento Territorial de Liberación (MTL). «El campo popular de Nuestra América despide a una de las más dignas y heroicas camaradas, compañera, madre, hermana, amiga, maestra. Graciela fue la revolución misma. Quienes compartimos nuestra vida con ella, la vamos a extrañar, y aquí estamos para llevar sus ideales a la victoria. En su memoria y por su lucha, venceremos. Te amamos. Estamos comprometidxs con derrotar al macrismo y abrir paso a la democracia verdadera en Argentina», dijo el organismo. «Esta madrugada nuestro corazón se estrujó al recibir la noticia del fallecimiento de nuestra compañera y presidente de la Liga, Graciela Rosenblum. Su paso por este mundo definitivamente estuvo marcado por una ternura enorme, brazos de abrazos y caricias de combates infinitos», dijeron sus compañeros de la LADH. Desde la agencia Andar y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) expresaron que Rosenblum «fue una militante y luchadora incansable por los derechos humanos. Se integró en plena dictadura militar a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, organismo que actualmente presidía, desde donde luchó sin descanso contra la impunidad de ayer y hoy. Compañera de tantas luchas y batallas, Graciela deja un enorme camino construido en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia». La última vez que habló con PáginaI12 fue para coordinar una visita en la cárcel a Daniel Ruiz, el militante del PSTU preso en Marcos Paz por haber participado de la protesta contra la reforma previsional. Ella ya había acudido a verlo, junto a sus compañeros de los demás organismos de derechos humanos y dirigente políticos, al igual que a Fernando Esteche. También tuvo un activo rol durante el juicio por el caso del Negrito Avellaneda, y fue imprescindible contra la impunidad en la causa por las responsabilidades políticas de la Masacre de Avellaneda. Su voz gastada, inconfundible, atendía el teléfono a cualquier hora, su sonrisa y abrazo decía presente en todas y cada una de las marchas por la memoria, por la protesta social, por la libertad de los presos. En las redes se repitió el «hasta la victoria, siempre querida Graciela», en boca de Patricia Walsh, Carlos Lordkipanidse, Carlos Rozanski, Horacio Pietragalla, María Rachid, entre otros y otras. Organizaciones como la CTA, Hijos, Abuelas de Plaza de Mayo, Suteba, el Foro de Presxs Políticxs, la Correpi y el Ceprodh, y dirigentes como Luis D’Elía y Myriam Bregman la despidieron. Carlos Aznarez la definió como «una luchadora fundamental, su vida y obra se identifica con su andar en la Liga Argentina por los Derechos Humanos, una entidad, que como ella, jamás dejó en la estacada a nadie de nuestro amplio mundo de la izquierda, que estuviera perseguido o perseguida por la represión». Graciela militó desde muy joven, en plena dictadura tuvo a una de sus hijas. Así lo contaba en una columna que escribió a 30 años del golpe genocida para PáginaI12. «Era sumamente difícil poder disfrutar plenamente sus primeros pasos, sus travesuras, cuando cotidianamente escuchaba en las oficinas de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, institución primera y por mucho tiempo única con puertas abiertas a todos, a las madres y los familiares, repetir: ‘Anoche unos hombres vestidos de civil se llevaron a mi hijo, destrozaron mi casa y cuando fui a denunciar a la comisaría me dicen que se fue de la casa o que se fue con otra si era una esposa’, con sus niños que todavía lloraban aterrorizados preguntando por la mamá y su papá». El compromiso de Rosenblum con los trabajadores, los perseguidos y los presos políticos fue coherente durante décadas y se mantuvo firme hasta el final de sus días.

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Wallerstein sin anestesia

Fuente: Atilio A. Boron | Blog de Atilio A. Boron Fecha: 2 de septiembre de 2019 La muerte de Immanuel Wallerstein nos priva de una mente excepcional y de un refinado crítico de la sociedad capitalista.[1] Una pérdida doblemente lamentable en un momento tan crítico como el actual, cuando el sistema internacional cruje ante las presiones combinadas de las tensiones provocadas por la declinación del imperialismo norteamericano y la crisis sistémica del capitalismo. Wallerstein fue un académico de dilatada trayectoria que se extendió a lo largo de poco más de medio siglo. Comenzó con sus investigaciones sobre los países del África poscolonial para luego dar inicio a la construcción de una gran síntesis teórica acerca del capitalismo como sistema histórico, tarea a la que se abocó desde finales de la década de los ochentas y que culminó con la producción de una gran cantidad de libros, artículos para revistas especializadas y notas dirigidas a la opinión pública internacional. Wallerstein no sólo cumplió a cabalidad con el principio ético que exige que un académico se convierta en un intelectual público para que sus ideas nutran el debate que toda sociedad debe darse sobre sí misma y su futuro sino que, además, siguió una trayectoria poco común en el medio universitario. Partió desde una postura teórica inscripta en el paradigma dominante de las ciencias sociales de su país y con el paso del tiempo se fue acercando al marxismo hasta terminar, en sus últimos años, con una coincidencia fundamental con teóricos como Samir Amin, Giovanni Arrighi, Andre Gunder Frank,  Beverly Silver y Elmar Altvater entre tantos otros, acerca de la naturaleza del sistema capitalista y sus irresolubles contradicciones. Su trayectoria es inversa a la de tantos colegas que, críticos del capitalismo en su juventud o en las etapas iniciales de su vida universitaria acabaron como publicistas de la derecha: Daniel Bell y Seymour Lipset, profetas de la reacción neoconservadora de Ronald Reagan en los años ochentas; o Max Horkheimer y Theodor Adorno que culminaron su descenso intelectual y político iniciado en la Escuela de Frankfurt absteniéndose de condenar la guerra de Vietnam. O a la de escritores o pensadores que surgidos en el campo de la izquierda -como Octavio Paz,  Mario Vargas Llosa y Regis Debray-  convertidos en portavoces del imperio y la reacción. Wallerstein fue distinto a todos ellos no sólo en el plano sustantivo de la teoría social y política sino también por su activa inserción en las luchas sociales por un mundo mejor –asiduo participante en sucesivas reuniones del Foro Social Mundial de Porto Alegre, conversaciones con el Subcomandante Marcos y otros líderes populares en distintas partes del mundo, participación en eventos organizados por movimientos sociales – y, ciertamente, por sus aportes la discusión epistemológica como lo revela su magnífica obra de 1998: Abrir las ciencias sociales. En este texto propone una crítica radical al paradigma metodológico dominante en las ciencias sociales, cuyo núcleo duro positivista condena a éstas a una incurable incapacidad para comprender la enmarañada dialéctica y la historicidad de la vida social. En línea con esta perspectiva de análisis sus previsiones sobre el curso de la dominación imperialista no podrían haber sido más acertadas. En uno de sus artículos del año 2011 advertía que “la visión de que Estados Unidos está en decadencia, en seria decadencia, es una banalidad. Todo el mundo lo dice, excepto algunos políticos estadunidenses que temen ser culpados por las malas noticias de la decadencia si la discuten.” [2] En Latinoamérica, en cambio, entre las clases dominantes, los políticos del establecimiento y el mandarinato intelectual predomina aún una visión hollyvoodense sobre la salud del imperio, misma que se penetra en buena parte de la población. Según esta perspectiva lo que Donald Trump representa es el renovado vigor del imperio y no los desesperados pataleos de quienes se resisten a admitir su lento pero inexorable ocaso. No obstante, no había un gramo de infantil triunfalismo en ese diagnóstico cuando advertía que si bien “hay muchos, muchos aspectos positivos para muchos países a causa de la decadencia estadunidense, no hay certeza de que en el loco bamboleo del barco mundial, otros países puedan de hecho beneficiarse como esperan de esta nueva situación.”  O, podríamos agregar, podrán sacar ventajas los países cuyos gobiernos adopten una política de autodeterminación nacional que les permitan maximizar sus márgenes de autonomía en la economía y la política mundiales. Quienes en cambio sigan sumisos a los dictados del imperio lo acompañaran en su lenta declinación. El criminal belicismo de la Administración Trump en respuesta al irreparable derrumbe del orden mundial de posguerra que tenía su eje en EEUU confirma las previsiones formuladas por Wallerstein. Sus pronósticos sobre el futuro del capitalismo son desalentadores para la burguesía mundial y sus propagandistas. En efecto, en una conferencia que dictara en Madrid en 2009 sostuvo que “lo que estamos viendo ahora es el colapso del periodo especulativo que arrancó en los años setenta. Hasta aquí, todo normal.” [3] Pero, agrega, hay un elemento extraordinario y este no es otro que el “fin del actual sistema-mundo capitalista y la consiguiente transición hacia otro sistema. Todavía no sabemos qué va a ocupar el lugar del capitalismo porque dependerá del resultado de una lucha política que aún se está dirimiendo.” Y remata su razonamiento sentenciando que “Podemos estar seguros de que en 30 años ya no viviremos bajo el sistema-mundo capitalista. Pero, ¿en qué sistema viviremos entonces? Podría ser un sistema mucho mejor o mucho peor. Todas las posibilidades están abiertas. La solución la encontraremos cuando se resuelva el conflicto entre lo que yo denomino el espíritu de Davos y el espíritu de Porto Alegre.” Pero lo que no suscitaba mayores incertidumbres en el pensamiento de Wallerstein era la evolución de la creciente polarización –económica, social, cultural- que signaba al capitalismo contemporáneo. Concentración de la riqueza, el saber y el poder en manos de unos pocos, dentro de las naciones y en el sistema internacional. Esto se traducía en el primado de los enormes conglomerados oligopólicos –en la economía real, las finanzas, los medios

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