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America Latina, Internacionales, Portada

Nace el otro Chile

Fuente: Pedro Brieger | CNN en Español Fecha: 13 de marzo de 2020 Nota del editor: Pedro Brieger es un periodista y sociólogo argentino, autor de más de siete libros y colaborador en publicaciones sobre temas internacionales. Actualmente se desempeña como director de NODAL, un portal dedicado exclusivamente a las noticias de América Latina y el Caribe. Colaboró con diferentes medios nacionales como Clarín, El Cronista, La Nación, Página/12, Perfil y para revistas como Noticias, Somos, Le Monde Diplomatique y Panorama. A lo largo de su trayectoria Brieger ganó importantes premios por su labor informativa en la radio y televisión argentina. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor. (CNN Español) — Este 11 de marzo de 2020, Chile conmemoró 30 años seguidos de democracia después de casi 17 de la dictadura comandada por el general Augusto Pinochet, quien lideró el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. En las calles de Santiago y en otras ciudades a lo largo del país, lo que menos primó fue un clima de fiesta democrática. Paradójicamente, había tanquetas lanzando agua y gas lacrimógeno contra manifestantes que pedían la renuncia del presidente Sebastián Piñera y la profundización de la democracia. Por vía del plebiscito del próximo 26 de abril, proponen que una Convención Constitucional redacte una nueva carta magna. No es muy habitual que un país conmemore el retorno democrático con tanquetas en las calles. Seguramente el día que Piñera decidió lanzar su candidatura para ser elegido presidente de Chile por segunda vez, pensó que su nuevo mandato no sería muy diferente del primero, entre 2010 y 2014. Salvo las protestas estudiantiles de 2011, aquellos fueron cuatro años de relativa tranquilidad, con Chile presentado como “modelo” de éxito económico y sin grandes turbulencias como las que vivían varios de sus países vecinos. Piñera asumió nuevamente el 11 de marzo de 2018 y se encaminaba a cerrar 2019 con dos grandes eventos internacionales que le servirían para mostrar que -según sus propias palabras- “Chile era un oasis” en una América Latina convulsionada. Pero el 18 de octubre de 2019, sorpresivamente, todo estalló por los aires. Miles de personas tomaron las calles para cuestionar el “modelo”, exigir profundos cambios y derogar la Constitución redactada durante la dictadura. Con mucho dolor, Piñera tomó la decisión de suspender la programada Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, lo que dañó justamente la imagen de Chile como “oasis” de estabilidad. Este 11 de marzo, el presidente habló en el Palacio de La Moneda y reconoció que el 18 de octubre de 2019 “surgió una poderosa demanda ciudadana para avanzar con mayor intensidad y sentido de urgencia hacia una sociedad más justa, más inclusiva, con mayor equidad y con menos abusos y privilegios”. Estas palabras sonaban muy diferentes de aquellas que pronunció el 20 de octubre, cuando aseguró que “estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable”. Finalmente, tuvo que reconocer que las demandas expresadas en las calles eran legítimas. Chile ya no es el país que dejó Pinochet el 11 de marzo de 1990, pero tampoco el que querría dejar Sebastián Piñera.

Estados Unidos, Internacionales, Portada

Trump, el (peligroso) declinista

Fuente: Juan Gabriel Tokatlian (*) | Clarín Fecha: 12 de marzo de 2020 Ha sido un lugar común afirmar que “America First”, el leitmotiv que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca y su gestión reflejan la hegemonía recobrada de Estados Unidos y su voluntad personal de asegurar la primacía de Washington en el plano global. Sin embargo, en una interpretación alternativa, diría que el lema de Trump, los supuestos que lo sustentan, su estrategia internacional y algunos resultados de la administración evidencian, más bien, el declive estadounidense. Tanto en la campaña que lo llevó a la presidencia como en este año electoral, Trump ha puesto el acento en recuperar un pasado idealizado en el que el país era socialmente armónico y universalmente respetado. Ha repetido que ninguna nación se debe aprovechar de Estados Unidos y anunció costos altos para el que se atreva. Ha postulado que el liderazgo del país es indudable y que el músculo militar es indispensable. Por último, ha prometido que las instituciones mundiales volverán a ser el ámbito en que Washington imponga sus preferencias, le guste o no a sus aliados. Ese conjunto de argumentos refuerza el hecho de que Trump es un “declinista”. La preponderancia indisputable es una ilusión. Al tiempo que la prepotencia es, en realidad, un síntoma de impotencia. Hagamos un repaso de varios indicadores. En el campo militar, Estados Unidos tenía un record mediocre y ha empeorado. Desde la Segunda Guerra Mundial, Washington tuvo victorias menores o pírricas: las invasiones a Grenada en 1983 y a Panamá en 1989, y el triunfo temporal en Irak en 1991. Desde 2001 hasta 2020 según el proyecto Cost of War de Brown University, el presupuesto destinado a la “guerra contra el terrorismo” fue de US$ 6,4 billones de dólares, el número de muertos alcanzó a 801.000 personas y el total de refugiados y desplazados supera los 21 millones. Sin embargo, los fiascos en Irak, Siria, Libia y Afganistán son estruendosos. Los presupuestos vinculados a la defensa (Pentágono y Departamento de Energía) entre 2017-2020 han sumado unos US$ 2,8 billones de dólares y han apuntado, en esencia, a sostener una lógica de guerras perpetuas sin logros político-militares visibles. Como señala en un reciente libro (The Cost of Loyalty: Dishonesty, Hubris, and Failure of the US Military) el profesor de West Point, Tim Bakken, la autonomización de las fuerzas armadas respecto a la sociedad, su tamaño descontrolado, la preeminencia de la lealtad por sobre el mérito, la incompetencia en el campo de batalla, entre otros, se vienen reiterando y profundizando. Lo que, según el autor, se inserta en la “erosión de la democracia estadounidense”. Los datos de crecimiento y sobre empleo entre 2017-2019 son superiores a los de los socios occidentales de Estados Unidos. No obstante, el malestar ciudadano ante la colusión de intereses del mundo de las grandes corporaciones y de sectores de la política, que preserva un sistema que se caracteriza por la falta de regulación, la ampliación de la desigualdad y la concentración de la riqueza, va en aumento. De acuerdo con una encuesta de enero de 2020 del Pew Research Center, 6 de cada 10 estadounidenses consideran que ya hay demasiada desigualdad económica. Eventos recientes como la volatilidad bursátil en Wall Street, el potencial efecto sobre la producción interna del shale derivado de la pugna ruso-saudita en torno al petróleo, las consecuencias financieras y comerciales de la expansión del Coronavirus apuntan a una situación de inestabilidad que podría devenir en una nueva recesión. En esencia, con Trump no ha renacido el Estado de bienestar. Difícilmente Washington puede restaurar la hegemonía que ostentó. Asimismo, la tendencia a mediano plazo de la competencia entre Washington y Beijing muestra el descenso relativo de Estados Unidos y el ascenso gradual de China. Por ejemplo, de 1950 a hoy la participación estadounidense en la economía mundial se redujo a la mitad. Según el Libro Blanco de la Política Exterior de Australia de 2017, el PBI de Estados Unidos en 2016 fue de US$ 18,1 billones de dólares y el de China de US$ 21,4 billones de dólares; para 2030 el pronóstico respectivo es de US$ 24 billones de dólares y US$ 42,4 billones de dólares. Pero lo más relevante es que en 2017 el Partido Comunista de China se puso como meta que el país sea en 2030 el líder mundial en Inteligencia Artificial y en esa dirección realiza inversiones sostenidas. En el terreno tecnológico más que en el comercial se dirimirá la disputa estratégica entre los dos países. Adicionalmente, una gran potencia consolida su hegemonía mediante la instauración de regímenes internacionales, el fortalecimiento de las instituciones multilaterales y la gobernanza de los asuntos globales. Nada de eso, sino lo contrario ha hecho la administración republicana. Fragiliza regímenes (por ejemplo, el de no proliferación), debilita instituciones (por ejemplo, la OMC) y afecta el manejo colectivo de temas críticos (por ejemplo, el cambio climático). El estilo de Trump, que combina paranoia y narcisismo, ha incidido para que Estados Unidos pierda prestigio, reputación y legitimidad. Sin embargo, es fundamental remarcar que Washington aún posee muchos y potentes atributos de poder e influencia. La cuestión central es que la política exterior republicana está cargada de serios peligros; en especial para América Latina. Nuestra región está atravesada por la inestabilidad política, el debilitamiento económico y la fragmentación diplomática; condiciones todas que facilitan un ejercicio prepotente y pendenciero de la declinación estadounidense bajo Trump. Por eso es tiempo de prudencia, paciencia y perspicacia de nuestros gobiernos. La provocación a Washington es hoy un acto de heroísmo pueril e insensato. Juan Gabriel Tokatlian es vicerrector de la Universidad Di Tella.

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Un gobierno liderado por Gantz, ¿receta para la reconciliación judío-árabe?

Fuente: Akiva Elder | Al-Monitor Fecha: 12 de marzo de 2020 ¿El primer ministro interino de Israel, Benjamin Netanyahu, cree que el diálogo entre la mayoría judía del estado y la minoría musulmana contribuye a los intereses de la sociedad israelí, o cree que es preferible incitar y deslegitimar al 20% de la población? La respuesta depende de cuándo se hace la pregunta. Poco después de que se emitieran las encuestas de boca de urna el 2 de marzo, indicando la victoria de los partidos ultra ortodoxos de derecha, Netanyahu pidió «curar la grieta» y declaró: «Es hora de la reconciliación». Dos días después, con la publicación del recuento oficial, la «curación» dio paso a que la reconciliación fuera reemplazada por incitar y deslegitimar. El bloque ultraortodoxo de derecha obtuvo menos escaños que el centro-izquierda, pero el primer ministro decidió «calcular» los votos de manera diferente. Según el informe racista del 4 de marzo que Netanyahu presentó públicamente en un rotafolio (1), el bloque político de centro izquierda no representa más de 47 escaños de la Knéset. La Lista Conjunta Árabe, la tercera facción más grande de la Knesset con un récord de 15 escaños en la legislatura de 120 escaños, no figuraba en su aritmética. Para él, es una abominación que ensucia la democracia israelí. «Tal fue la voluntad del pueblo», explicó Netanyahu al analizar los resultados electorales, menos su componente árabe. ¿Qué pueblo? El pueblo judío, por supuesto. El «pueblo» incluye votantes de la alianza derechista Yamina, entre ellos el ministro de Educación, el rabino Rafi Peretz, que apoya la anexión de los territorios ocupados y priva de sus derechos civiles a sus millones de sus residentes palestinos y defiende la terapia de reconversión para las personas homosexuales. Luego está el líder del «pueblo» (el propio Netanyahu), que enfrenta un juicio el 17 de marzo por cargos de soborno, fraude y abuso de confianza. Netanyahu realizó extensos tratos durante el año pasado con Itamar Ben-Gvir, el discípulo del archirracista Meir Kahane y admirador de Baruch Goldstein, el colono judío que masacró a 29 fieles musulmanes en 1994 y cuya foto adornaba la sala de estar de Ben-Gvir hasta hace poco. El mismo Netanyahu acaba de acusar a su oponente Gantz, el general que dirigió las Fuerzas de Defensa de Israel, de coludir con «partidarios del terrorismo de la Lista Conjunta en un intento por anular la decisión del pueblo». En otras palabras, 581.507 ciudadanos israelíes que votaron el 2 de marzo por la Lista Conjunta Árabe, entre ellos miles de judíos, apoyan el terrorismo, incluido el miembro de la Knesset Ofer Cassif del partido árabe-judío Hadash, considerado un judío totalmente kosher. El demócrata de la calle Balfour de Jerusalén fue tan lejos como para amenazar: «Mis amigos, yo y millones de israelíes que votaron por nosotros no permitiremos que esto suceda». ¿Cómo exactamente tiene la intención de hacerlo? Hace un cuarto de siglo, un terrorista judío que asesinó al primer ministro Yitzhak Rabin allanó el camino de Netanyahu al poder. En estos días, el Shin Bet ha hecho bien en reforzar la seguridad alrededor de Gantz. Netanyahu no está solo en desestimar el voto árabe. Dos miembros Azul y Blanco, de la Knesset Zvi Hauser y Yoaz Hendel, han anunciado que se negarán a votar por un gobierno liderado por Gantz que no goza del apoyo de una mayoría judía/sionista de la Knesset. La miembro de la Knesset, Orly Levy-Abekasis, de la boleta laborista de centro-izquierda Labor-Gesher-Meretz, declaró que tampoco apoyaría a un gobierno que dependa de los votos de la Lista Conjunta. «Dije esto antes de las elecciones y lo digo después», escribió en Facebook. En una indirecta apenas velada sobre Gantz, ella criticó a «los líderes que se comprometieron a actuar con credibilidad y responsabilidad, pero que en estos días están comprometidos en un cabildeo vergonzoso». Por cierto, su página de Facebook también incluye una entrevista con el sitio web de Ynet el mes pasado, en la que dijo: «No tengo ningún problema con un gobierno limitado respaldado por la Lista Conjunta». Al contrario de lo que piensan Netanyahu y Levy-Abekasis, la asociación con los árabes y musulmanes israelíes no es un «problema». La voluntad del brazo sur del Movimiento Islámico (representado por Ra’am, uno de los partidos constituyentes de la Lista Conjunta) para recomendar al presidente Reuven Rivlin un gobierno dirigido por Gantz, otros dos ex jefes del ejército y un ex jefe adjunto del Mossad es en realidad una fuente de esperanza para mejorar las relaciones entre las dos religiones. La constelación política creada por las últimas elecciones ofrece la oportunidad de construir una coalición judío-árabe y fomentar la reconciliación judío-musulmana. La infraestructura político-social de esta asociación podría basarse en principios democráticos aceptados, como la igualdad de oportunidades, la reducción de las brechas socioeconómicas, la autonomía cultural y el fin de la ocupación. Como descubrió Israel en los días de la Primavera Árabe, el Movimiento Islámico reconoce el valor de las relaciones con el estado judío. El ex presidente egipcio Mohammed Morsi, un acérrimo islamista, nombró un nuevo embajador en Israel y medió entre Israel y Hamas, contactos que resultaron en un alto el fuego que puso fin a la guerra entre Israel y Gaza en 2012. El entonces canciller Avigdor Liberman expresó su satisfacción con la declaración de Morsi que confirma el compromiso de Egipto con la paz con Israel, con el Acuerdo de Camp David y con la lucha contra el terrorismo. En su libro de 2019 «Musulmanes, Judíos y Jerusalén: Ambivalencia, Diálogo o Armagedón» (en hebreo), el profesor erudito de Oriente Medio Moshe Maoz escribió que contrariamente a «evaluaciones pesimistas de eruditos, analistas y políticos judíos y otros… la mayoría de las élites y regímenes musulmanes» (a diferencia de grandes sectores del público) no son antiisraelíes ni antisemitas». Sus numerosos estudios sobre este tema, escribe Maoz, indican que están motivados por intereses de seguridad estratégica, a diferencia de los grupos yihadistas salafistas, incluido el Estado Islámico Sunita y el Hezbolá chiíta, e Irán, por supuesto,

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El interferón cubano en China (II y final)

Fuente: Angel Guerra Cabrera | Alai – América Latina en movimiento Fecha: 12 de marzo de 2020 El interferón es una sustancia elaborada por células del sistema inmune de los animales vertebrados y puede ser producida en grandes cantidades en laboratorio. Refinado a partir de bacterias o levadura se le llama recombinante y contrarresta enfermedades virales mencionadas en la primera parte de este artículo. Es útil también para coadyuvar a combatir ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades virales como el covid 19. Cuando China decidió emplear el interferón alfa 2B (IFRrec) en el combate al covid 19 no había suficientes cantidades del fármaco en los almacenes de la empresa chino-cubana Chang Heber. Explica su directora ejecutiva Li Wenlan: «Al enterarse del grave brote del nuevo coronavirus en China y la urgente necesidad del interferón original para la producción de medicamentos antivirales, el lado cubano aplazó sus pedidos anteriores de importación a China. Además, designó un grupo de expertos cubanos para brindar ayuda a China”. Al diferir Cuba a favor de China la recepción de cantidades de IFRrec producidas por Chang Heber, fue posible acortar de unos 50 a 21 días el plazo para poner cierta cantidad del producto a disposición de los pacientes chinos. La cooperación cubana fue mencionada en una conversación telefónica del presidente Xi Jinping con su homólogo cubana Miguel Díaz-Canel. Xi dijo que China aprecia mucho el entendimiento que la parte cubana y el propio presidente Díaz­-Canel han mostrado en los esfuerzos de China contra la epidemia. Es muy interesante que en esta plática, alrededor del 28 de febrero, ya el mandatario chino afirmaba que “la tendencia positiva” en la prevención y control del COVID 19 “estaba cobrando fuerza” y que su país tenía “plena confianza, capacidad y certeza” de que ganará la batalla contra la epidemia. Los hechos han confirmado la afirmación de XI, con el constante descenso en China del número de infectados y fallecidos, últimamente casi exclusivamente en Hubei, cuya capital Wuhan es el epicentro de la epidemia. El que se hayan cerrado ya los 16 hospitales provisionales habilitados en Hubei para el tratamiento del mal y que el lunes 5 solo se presentaron 19 casos en toda China, de ellos dos importados, demuestra la robustez, el humanismo y la capacidad de solucionar eficientemente muy complejos problemas que caracterizan al sistema socio político del gigante asiático, contrariamente a lo que afirman las calumnias y mentiras racistas, anticomunistas y antichinas de los medios hegemónicos occidentales. En la plática telefónica, Xi añadió que China está dispuesta a continuar con la cooperación con Cuba en los campos de la medicina y el control de epidemias. China y Cuba “son buenos amigos, buenos camaradas y buenos hermanos que pueden depender el uno del otro en momentos difíciles y son tan cercanos como labios y dientes”. El líder chino recordó que este año se cumple el sexagésimo aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales y añadió que su país aprovechará la oportunidad para elevar a nuevos niveles los intercambios y la cooperación bilaterales en distintos campos a partir de un nuevo punto de partida histórico. No recuerdo haber leído palabras más cálidas del líder chino hacia otro país. Por su parte, Díaz-Canel subrayó que esta experiencia ha demostrado plenamente la capacidad de movilización de China y las ventajas del sistema socialista. Añadió que la respuesta oportuna y efectiva de China hizo aportaciones sobresalientes al control de la propagación de la epidemia, lo cual ha sido muy apreciado por la comunidad internacional, incluyendo a la ONU y a la OMS.} El interferón, ha dicho el doctor Luis Herrera fue la inspiración de la biotecnología cubana. El comandante, siempre visionario tomó este producto como si fuera una palanca y alrededor del mismo desarrolló la producción natural y creó las bases para poder hacer un desarrollo intensivo de la ingeniería genética. La maduración de una industria biotecnológica en la isla se expresa con el surgimiento del potente Grupo Empresarial Biocubafarma que emplea más de 22 mil trabajadores, exporta a más de 50 países, posee 1800 patentes fuera de Cuba y sus ingresos anuales ascienden a alrededor de 2 mil millones de dólares, un rubro totalmente nuevo en las exportaciones cubanas, que, además, ha hecho una contribución sustantiva a la salud del pueblo. Entre las instituciones adscritas al grupo están el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Centro de Producción de Animales de Laboratorio, el Centro Nacional de Biopreparados, el Centro de Inmunoensayo y el Centro de Inmunología Molecular. Cuba ha creado medicamentos únicos muy prestigiosos: entre otros, el Heberprot-P, para la cura del pie diabético; la vacuna CIMAvax-EFG C ha abierto una esperanza para la supervivencia de las personas aquejadas de cáncer de pulmón; el PPG, se usa sobre todo para disminuir el colesterol, pero se ha demostrado que tiene efectos antiagregantes, antiisquémicos y antitrombóticos; VA-MENGOC-BC es la única vacuna efectiva en el mundo que ataca los meningococos B y C. Twitter:@aguerraguerra Artículo relacionado: El interferón cubano en China (I)

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Los olvidados parentescos de la CDU alemana

Fuente: Rafael Poch de Feliu | Blog de Rafael Poch de Feliu Fecha: 3 de marzo de 2020 Si la extrema derecha se está abriendo paso tan fácilmente en el escenario político alemán, es precisamente porque siempre estuvo cómodamente instalada en el centro mismo del Estado. En febrero los cristianodemócratas alemanes votaron junto con los neonazis y compañeros de viaje de la Alternative für Deutschland (AfD) para elegir al presidente de la región de Turingia. Anatema. El establishment alemán reaccionó con escándalo. El episodio ha hecho correr mucha tinta.  Se ha hablado de la “ruptura de un tabú” y del fin del ”cordón sanitario” que, según decían, aislaba a los ultras de los partidos del centro. Lo lo principal no se ha dicho. A lo que hemos asistido no ha sido a un escándalo, sino a un colosal ejercicio de hipocresía y amnesia sobre la propia genealogía. La extrema derecha alemana dispone del mayor grupo parlamentario ultra de Europa, 94 diputados en el Bundestag. Tiene una presencia, en ascenso, en todos los 21 parlamentos regionales y de ciudades-estado excepto el de Hesse. Si se está abriendo paso con tanto éxito y facilidad en el contexto de la crisis de la UE y de los grandes partidos históricos (CDU y SPD), no es por casualidad ni en virtud de algún indescifrable misterio, sino porque el extremismo de derechas siempre estuvo implantado en el mismo centro del Estado alemán. Y eso desde la posguerra hasta el día de hoy. Galería de ilustres Los ex nazis tuvieron una implicación central en la construcción de la República Federal Alemana. Su participación en el sistema de partidos de posguerra, y en especial de la CDU, fue fundamental, pero ese parentesco, sin el cual la actual derecha alemana es incomprensible, es ignorado por sus protagonistas. Así, el ex presidente de la región de Hesse Roland Koch afirma tranquilamente en un artículo que su partido, la CDU, “fue fundado como bastión contra el fascismo y el comunismo” y la presidenta del partido Annegret Kramp-Karrenbauer (Frau KK) ha dimitido de su puesto mencionando la “poco clara relación de sectores de la CDU con la AfD”. ¿Poco clara? ¿Ignora Frau KK la historia de su partido en su propia región, el Sarre, de la que fue presidenta durante siete años? La relación histórica de la CDU con la extrema derecha no es “poco clara”. Al contrario, es clarísima: en el primer grupo parlamentario de la CDU del Sarre, constituido en 1955, más de la mitad de los diputados de la CDU eran antiguos nazis. En 1957 el presidente del grupo parlamentario cristiano-demócrata del Sarre era Erwin Albrecht, un ex juez carnicero nazi, responsable de 31 sentencias de muerte contra judíos de Praga. ¿Ecos de la política alemana de provincias en los lejanos años cincuenta? En absoluto. La implicación de los ex nazis en la CDU y en los puestos de mayor responsabilidad de la RFA es enorme y alcanza hasta los más altos puestos del Estado. Kurt Georg Kiesinger (CDU) fue presidente del gobierno de Baden Württemberg (1958-1966) Canciller Federal (1966-1969) y presidente de la CDU (1967-1971). Desde 1933 fue miembro del partido nazi y de las SA. Walter Scheel, del partido liberal FDP, fue Presidente de la República (1974-1979), ministro en sucesivos gobiernos y vicecanciller pese a haber sido miembro del partido nazi. Hans Karl Filbinger (CDU), ex juez nazi, fue presidente del gobierno de Baden-Württemberg (1966-1978) y vicepresidente de la CDU. Karl Carstens (CDU), miembro de las SA y del partido nazi, fue presidente del Bundestag (1976-1979) y presidente de la República (1979-1984). El liberal Hans-Dietrich Genscher (FDP), el ministro más longevo de la RFA con socialdemócratas y democristianos, presidente de su partido, también fue miembro del partido nazi. Richard Stücklen, cofundador de la CSU bávara, fue ministro de comunicaciones (1957-1969) y presidente de la CDU (1967-1971). Había adquirido su carnet del partido nazi en 1933. Hans Globke, el número dos del canciller Adenauer, secretario de estado y eminencia gris de la cancillería, el hombre que puso en marcha la nueva policía política de la RFA, el Verfassungsschutz, y organizó el embrión de los futuros servicios secretos (BND), era un jurista nazi que participó en la redacción de las leyes racistas que determinaban quien era judío sobre las que luego se basarían los carniceros del holocausto. El asunto era tan flagrante que  el fiscal general de Hesse, Fritz Bauer (aquí sobre la trayectoria de esa personalidad excepcional),  inició en 1961 un sumario contra él que el propio Adenauer detuvo. Konrad Adenauer, primer canciller federal, fundador de la CDU y padre de la patria no fue un nazi, pero en 1932 abogaba por una coalición de todas las fuerzas “conservadoras” y de “centro”, categorías en las que englobaba al partido nazi. “En mi opinión nuestra única salvación es un monarca, un Hohenzoller e incluso Hitler”, escribió en 1933 en una carta a Dora Pferdemenges. Pocos como su protegido Globke encarnan la continuidad administrativa de las elites nazis en la RFA: Globke recibió seis condecoraciones nazis entre 1934 y 1942 y otras siete de la RFA entre 1956 y 1963 (aquí la lista completa) Reinhard Gehlen (1902-1979), un ex general nazi de la Wehrmacht, fue quien dirigió los servicios secretos alemanes hasta 1968. El responsable del departamento “Contraespionaje Unión Soviética) de esos servicios, fue Heinz Felfe, ex funcionario de la Gestapo y ex Obersturmführer de las SS. En total más de doscientos de los más altos cargos de la RFA fueron ex miembros del partido nazi, de las SA o de las SS. La autoamnistía de Dreher Esa situación fue posible gracias a la estrategia americana de posguerra de aprovechar a los cuadros nazis para los combates de la guerra fría. Eso determinó que en Alemania Occidental, en términos generales, no hubiera desnazificación. Los juicios aliados en Alemania contra los nazis fueron poca cosa. El tribunal interaliado de Nuremberg que se proponía llevar a juicio a cinco mil personas, no juzgó más que a 210. En diversos juicios, norteamericanos, británicos y franceses condenaron a 5000 personas, de las que apenas 700 lo

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El mensaje de Alberto Fernández marca un cambio de rumbo

Fuente: Alfredo Zaiat | Página/12 Fecha: 2 de marzo de 2020 El discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa permite identificar cuál es la tendencia de un gobierno en cuanto a su política de distribución del ingreso. El de Macri fue evidentemente regresivo, en cambio el de Alberto Fernández tiene una impronta progresiva. Los discursos de los presidentes en la Asamblea Legislativa en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso pueden abordarse con diferentes enfoques. Uno de ellos remite a identificar cuál fue el mensaje respecto a las medidas que pretende implementar para intervenir en cómo se distribuye el ingreso nacional. Puede presentar iniciativas regresivas, como la liberación de las tarifas de los servicios públicos con eliminación de subsidios, como hizo en su momento Mauricio Macri, que derivó en aumentos del 2000 por ciento en el gas y del 3000 por ciento en la luz, o puede anunciar medidas progresivas, como la definición de crear «marcos tarifarios razonables», que implica su desdolarización, y su congelamiento temporario, como reconfirmó este domingo Alberto Fernández. Informar que se pagará todo y más a los fondos buitre una deuda en litigio en tribunales de Nueva York para «volver al mundo», para reiniciar un desaforado ciclo de endeudamiento, como sucedió con Macri, que planteó de ese modo el tránsito hacia una distribución regresiva del ingreso por la creciente carga de intereses a pagar. En cambio, enfatizar en el mensaje en el Congreso de que se tiene que encarar una renegociación de la deuda porque la que dejó el gobierno anterior es impagable, y que lo que se busca es liberar recursos para recuperar la economía, implica una redistribución de ingresos desde los bolsillos de los acreedores a los del resto de la economía. En este tema entregó además dos definiciones contundentes: «Nunca más un endeudamiento insostenible», y «Nunca más a la puerta giratorio de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso«. Cuando se comunica la eliminación de las retenciones al complejo agroexportador, provocando un deterioro de las cuentas fiscales para beneficiar a un sector de la economía y que, además, deriva en un shock inflacionario con salarios y jubilaciones que no acompañan esos aumentos de precios, la medida es regresiva. Fue lo que anunció en su primer discurso Macri. Por el contrario Alberto Fernández señaló que habrá un reajuste en las retenciones a la soja –sin precisar los puntos de alza, pero que serán 3 para elevar el total al 33 por ciento- y que sólo se incrementará uno de un total de 25 cultivos alcanzados por los Derechos de Exportación. En lugar de hablar de grasa militante y de empleados estatales a despedir, como sucedió en la gestión macrista, lo que implicó el alza de la tasa de desempleo y destrucción del salario real, Alberto Fernández detalló los aumentos ya dados y la ambición de preservar, mejorar y avanzar en las condiciones y productividad de los trabajadores. El objetivo expuesto es el de pasar de una economía focalizada en la especulación hacia otra basada en el empleo y la producción. Las políticas de redistribución progresiva del ingreso, hasta las más tímidas, generan una fuerte resistencia, como se puede observar con la reacción del Poder Judicial con la más que prudente reforma de su régimen previsional privilegiado o con las amenazas de grupos radicalizados del campo por el esquema de retenciones. El cambio de rumbo propuesto fue explicitado en este discurso por Fernández, precisando que se comienzan por los últimos, o sea por la base de la pirámide de ingresos, para luego llegar al resto. Esto implica transitar un sendero de redistribución progresiva, y cuando se plantea ese objetivo es previsible que haya oposición de los privilegiados, aunque sean afectados en el margen de sus fabulosos ingresos. Artículos relacionados https://www.pagina12.com.ar/250363-apertura-de-sesiones-ordinarias-2020-en-que-consiste-la-refo https://www.pagina12.com.ar/250371-la-palabra-en-valor

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El discurso de Alberto Fernández: diagnóstico, agenda y temas pendientes

Fuente: Atilio A. Boron | Blog de Atilio A. Boron Fecha: 2 de marzo de 2020 Fue un discurso marcado por la sobriedad y una encomiable voluntad de ir a lo concreto, a tono con los tiempos que corren y las expectativas de la sociedad. Pero no se trató de una pieza oratoria neutra. “Esta es la hora de definir de qué lado va a estar cada uno. Nosotros estamos del lado del pueblo”, dijo en uno de los tramos más relevantes al encarar el tema de la deuda externa. Comenzó con una breve pero rotunda reseña del desastre heredado por los cuatro años de la gestión macrista para luego extenderse sobre los desafíos cruciales a los que se enfrenta la Argentina. A continuación se analizan algunas de las principales definiciones de su discurso. Era obvio que la cuestión de la deuda externa sería objeto de una reflexión en su discurso. Es, hoy por hoy, “el principal escollo” con que tropieza la refundación de la Argentina. Una deuda afectada por una insanable ilegitimidad de origen y de formas, no siendo otra cosa que el componente decisivo de un proyecto de saqueo de las riquezas nacionales en lugar de ser un instrumento de promoción económica y social. A John Adams, segundo presidente de Estados Unidos, se le atribuye haber dicho que “hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación. Una es por la espada. La otra es por la deuda”. En el caso argentino quienes contrajeron esa deuda lo hicieron convencidos de que este país debía convertirse en una dependencia colonial de Estados Unidos, abandonando cualquier pretensión de soberanía y autodeterminación nacional. Las resistencias populares que provocó este proyecto hicieron que sólo en parte pudiera concretarse y ahora estamos en condiciones de revertirlo y derrotarlo definitivamente. El endeudamiento externo será el enorme y más inmediato desafío que deberá enfrentar el actual gobierno y la condición de posibilidad de todas las tareas y planes que se ha impuesto la Casa Rosada. Por eso es digno de destacarse que el Banco Central esté analizando el proceso de endeudamiento del macrismo. Y tanto más cuando el presidente dijo que “Todos hemos visto impávidos como los dólares que deberían haber financiado el desarrollo productivo, acabaron fugándose del sistema financiero, llevándose los recursos y dejándonos la carga de la deuda.” Por supuesto, esto exigirá “saber lo que pasó, quienes permitieron que ello suceda y quienes se beneficiaron con esas prácticas.” En otras palabras esto significa auditar la deuda externa para pagar lo que efectivamente se debe, identificar a quienes se apropiaron de ella para su beneficio y obligarlos a devolver ese dinero mal habido. No en vano fue nada menos que John M. Keynes quien, refiriéndose a las perversiones e impactos recesivos de la especulación financiera tan favorecida por el anterior gobierno, propusiera “la eutanasia del rentista”. Pocas cosas pueden ser más positivas para la impostergable refundación de la Argentina que seguir el consejo de aquel economista y liberar al país de la plaga de la “bicicleta financiera.” De ahí la importancia de que Fernández haya dicho en su alocución que “nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso.” Segundo tema: la necesidad de contar con un Estado fuerte, ágil y eficiente que, como se dijo en el discurso, no se puede “construir un Estado del siglo XXI con las herramientas de un Estado del siglo XX.” En esto el presidente se hace eco de un amplísimo consenso teórico que establece que sin un Estado que reúna aquellas condiciones no habrá proyecto económico que funcione ni vida civilizada en la sociedad. Los espectaculares crecimientos económicos de los países del Sudeste asiático son incomprensibles si no se examina cuidadosamente el crucial papel que desempeñaron los Estados en la promoción del crecimiento económico y la redistribución de ingresos y rentas. En su célebre discurso del 18 de Diciembre de 1978 cuando lanza la reforma económica en China Deng Xiaoping puso como primerísima condición para lograr el progreso económico la reconstrucción del Estado pues lo que había era una administración pública con un bajísimo nivel de calificación profesional, pésimamente organizada, carcomida por el burocratismo y la corrupción, ineficiente en sus instrumentos de intervención y encima de todo eso sin disponer de los recursos necesarios para cumplir con sus obligaciones. Sin la recreación del Estado sobre nuevas bases, advertía Deng, China jamás saldría de su atraso porque el orientador y gestor del desarrollo de las fuerzas productivas no estaría en condiciones de cumplir su papel. Tercero, a la refundación del Estado Deng agregó otra condición: el carácter estratégico de realizar masivas inversiones en educación, especialmente en las universidades y en investigación científica y técnica. Cuarenta años más tarde la continuada aplicación de estas políticas de estado le permitieron a su país tomar la delantera en áreas de punta de las modernas tecnologías de la informática, como la Inteligencia Artificial y las telecomunicaciones satelitales, raíces de la “guerra comercial” que Donald Trump le declaró al gigante asiático. Es de esperar que cuando Fernández anunció que va a proponer un debate en torno a una “nueva Ley de Educación Superior que permita fortalecer nuestro sistema universitario” … y que tenga como fundamentos “la gratuidad y el acceso irrestricto a la universidad” se tomen en cuenta las lecciones de un país como China, que simboliza de lejos el avance más rápido en estas materias a nivel internacional. Hoy día las patentes en Inteligencia Artificial de China casi triplican las de Estados Unidos, algo inimaginable veinte años atrás. Y esto no fue casualidad: fue fruto de una política de estado sostenida a lo largo del tiempo y cuya maduración cambió decisivamente el tablero tecnológico mundial. Cuarto, al anunciar el inminente envío al Congreso de un “Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando toman la decisión de

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Las Mil y Una Noches

Fuente: Mónica Peralta Ramos | El Cohete a la Luna Fecha: 1 de marzo de 2020 Las turbulencias que aturden nuestro presente ocurren de un modo semejante a los relatos del Medio Oriente medieval recopilados en las Mil y una noches. Según la leyenda, todas las noches la bella e ingeniosa Sherezade contaba un cuento al Sultán postergando indefinidamente el final hasta ser interrumpida por el amanecer. Despertaba así la curiosidad de un hombre volcánico y poderoso que acostumbraba a desposar todas las noches a una mujer distinta para mandarla a matar al día siguiente. Así, el afán por conocer el final del cuento llevo al Sultán a perdonar la vida de Sherezade día a día, hasta cumplir las mil y una noches. Los cuentos de Sherezade brotaban mágicamente concatenados. Eran como cajas encerradas en otras cajas, unidas por un hilo invisible que se renovaba constantemente hasta obtener su objetivo. Nuestro caótico presente se asemeja a ese legendario entonces: los conflictos sociales que hoy nos aquejan tienen una espina dorsal que, aunque invisible, los hilvana sutilmente. Muchas veces se desarrollan como fenómenos aislados. Brotan en distintas partes y súbitamente desaparecen de la vista, aunque permanecen latentes y están estrechamente interconectados. Su pulsión y grado de visibilidad impacta de un modo diferente sobre el ritmo de desarrollo del conjunto. Poco a poco, este todo complejo se aglutina hasta llegar a un punto de ebullición y el estallido de un determinado conflicto precipita la explosión del conjunto. Al cumplir tres meses de gestión, el gobierno se interna en un mes de marzo cargado con un cronograma de definiciones drásticas emanadas de la negociación de la deuda externa. Al mismo tiempo se inicia un periodo impregnado de abultados vencimientos de deuda y escasez de dólares. Las alternativas de la negociación de la deuda externa pueden impactar sobre las políticas del gobierno. Sin embargo, el escenario del conflicto principal es otro. Conflicto judicial Esta semana finalizó el carnaval y culminaron las prolongadas vacaciones de Macri. Aprovechando la ocasión para sacudir las tabas en Punta del Este, se preocupó por confirmar públicamente sus dotes de “gran bailarín” (eldestape.com 26 2 2020). Mientras tanto, sus partidarios se devanaban los sesos buscando resquicios para trabar en el Congreso todas las iniciativas del gobierno. Finalmente encontraron lo que buscaban. Después de haber hecho caer la jubilación mínima durante el reinado de Macri en proporción semejante a lo ocurrido conjuntamente durante los gobiernos de Menem y de de la Rúa, Juntos por el Cambio se transformó en el adalid de los haberes jubilatorios supuestamente en peligro ante los cambios que propone el gobierno. Encontró, así, una rendija para avanzar tensando al máximo la relación entre el Poder Judicial y el Ejecutivo. Apoyando los privilegios adquiridos por jueces cuya jubilación media representa 21 veces el haber jubilatorio mínimo, Juntos por el Cambio pasó al frente con berrinches de distinta índole para bloquear las sesiones de la Cámara de Diputados e impedir el avance de la ley propuesta por el Ejecutivo para modificar un sistema donde los aportes del Poder Judicial sólo cubren un tercio de las jubilaciones del sector (los aportantes son 17.600 y los que reciben el beneficio son menos de 7000; lo que se recauda por esos 17.600 activos alcanza para pagarles al 34 % de los 7000), y los ciudadanos de a pie contribuyen con sus magros sueldos a perpetuar esta aberración. Lo mismo ocurre con las jubilaciones del cuerpo diplomático. El intento del gobierno por corregir estos despropósitos ha provocado la reacción de varios jueces, amenazando con renunciar y “despoblar” al sistema judicial. Esta batahola ha ocupado la escena política de la última semana. Se da en un contexto de creciente visibilidad de causas jurídicas que exponen la ruptura del Estado de Derecho por parte del gobierno de Macri. Así, esta disputa apresura los tiempos para concretar una reforma del sistema judicial y es, tal vez, una oportunidad única para barajar y dar de nuevo poniendo severos límites a las condiciones judiciales que han hecho posible la subversión del Estado de Derecho en el país. Sin embargo, si se traba la reforma judicial y el conflicto persiste, se potenciarán otros conflictos que tienden a erosionar en el corto plazo la legitimidad del Poder Ejecutivo. Lucha contra el hambre vs. reactivación económica El brutal ajuste y las políticas monetaria y cambiaria impuestas por el FMI y el gobierno de Macri no fueron producto de un error de diagnóstico. Buscaron dolarizar rápidamente la economía, dando prioridad a la especulación financiera por encima de la producción e impulsando transformaciones estructurales tendientes a la precarización. Estas políticas han provocado enormes transferencias de ingresos, riqueza y recursos naturales hacia ciertos sectores altamente concentrados, fomentando al mismo tiempo el conflicto entre los que más tienen y profundizado la brecha entre los que tienen más y los que tienen menos. Han generado así un campo minado de conflictos, donde prevalece una relación de fuerzas totalmente adversa a los que menos tienen. Desde un inicio el gobierno subordinó la reactivación de la economía a los resultados de la reestructuración de la deuda externa. Se decidió avanzar por etapas: en los primeros meses el objetivo prioritario fue mitigar el hambre y frenar la caída de la economía, para lo cual se adoptaron una serie de políticas destinadas a poner dinero en el bolsillo de los sectores más vulnerables. En consecuencia el gasto social creció considerablemente explicando el crecimiento del déficit primario, en relación al último año de Macri (lpo.com 26 2 2020). A pesar de la dirección correcta de las políticas adoptadas, no han sido hasta ahora lo suficientemente rápidas y profundas como para incentivar el consumo en la medida esperada. Se ha llegado al mes de marzo con una economía que sigue estancada y con una inflación de precios en el rubro alimentos y bebidas no alcohólicas que supera al crecimiento del índice de inflación del mes de enero y, según estimaciones privadas, mantendría la misma tendencia en febrero (infobae.com 13 2 2020; cronista.com 19

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China, la «fábrica del mundo», comienza a reactivarse

Fuente: Gao Xue (*) | Tiempo Argentino Fecha:  1 de Marzo de 2020 En la provincia china de Guangdong hay una comunidad de colombianos que se dedican al comercio internacional. Gabriela Urrego se estableció allí hace 12 años. Viaja entre China y Colombia varias veces al año, pero debido a la epidemia de Covid-19, muchas aerolíneas han cancelado vuelos hacia y desde China, lo que le ha causado grandes inconvenientes. Ella me dijo que esperaba regresar desde Bogotá lo más pronto posible. Le pregunté: ¿no tienes miedo de ir a China ahora? «No –me dijo con un sonrisa–, porque el gobierno chino ha adoptado medidas muy estrictas para controlar la epidemia». En efecto, un total de 32.395 trabajadores sanitarios han sido enviados a Hubei, epicentro del brote. Fuera de Hubei, los nuevos casos diarios confirmados en China han disminuido durante 16 días consecutivos. El miércoles, 1779 personas abandonaron los hospitales tras su recuperación, cifra muy superior a las 394 nuevas infecciones confirmadas ese día. Según un informe del Instituto McKinsey Global, China es el destino de exportación número uno para 33 países y la principal fuente de importación para 65. Como la segunda economía más grande del mundo, preocupa que la capacidad de producción de China se vea perjudicada por el Covid-19, lo que afectará a su vez a la economía mundial. Sin embargo, el impacto de la epidemia en la economía china es a corto plazo y temporal. A largo plazo, la tendencia positiva no cambiará. El país prometió lanzar políticas más proactivas de «empleo directo», mientras brinda apoyo a las pequeñas empresas, que hacen contribuciones sustanciales al mercado laboral chino, además de tomar una serie de medidas para reducir los costos de financiamiento, impuestos y tarifas preferenciales, creando condiciones favorables para que las empresas reanuden el trabajo. Antes, los empleados deben pasar por una serie de procedimientos de inspección y desinfección. Hoy, con la excepción de Hubei, las empresas de otras 30 provincias, regiones autónomas y municipios han reanudado la producción. El informe del Instituto McKinsey llegó a una conclusión importante: la dependencia de China de la economía mundial está disminuyendo relativamente, mientras la dependencia del mundo respecto de la economía china está en aumento comparativamente. Los hechos y las cifras también demuestran que, como el único país del mundo con todas las categorías industriales, la cadena de suministro de China tiene ventajas obvias. Como dijo el Nobel de Economía Robert Merton en una carta abierta al pueblo chino: «Somos optimistas sobre la mejora a largo plazo de la economía china. Creemos que China superará la epidemia y será más poderosa». « (*) Jefe corresponsal de Grupo de Medios de China

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