admin

Historia, Mundo, Portada

75 años de la derrota del fascismo

Fuente: Gustavo Espinoza M. | Alainet Fecha: 8 de mayo de 2020 Hace 75 años, en mayo de 1945, el Estado Mayor Hitleriano firmó la rendición de Alemania en la II Guerra Mundial. Cuando cayó el telón de la escena, el fascismo había sido derrotado, pero la lucha dejó una dolorosa estela de muerte y de sangre. Más de 50 millones de personas ofrendaron su vida por esa causa, centenares de ciudades, y millares de aldeas, fueron arrasadas por los ejércitos en marcha; pueblos enteros desaparecieron, y se destrozaron fronteras. La guerra fue un precio muy alto que el mundo debió pagar para librarse de la tiranía y de la esclavitud. El oscuro antecedente En realidad los sucesos que se desencadenaron en Europa a partir de 1939, tuvieron un antecedente definido: la I Guerra mundial, librada entre 1914 y 1918, que dejó un continente destruido y mutilado. Esa guerra, originalmente fue ideada por las grandes corporaciones financieras como un modo de hacer frente a la aguda crisis que afectaba la estabilidad del sistema de dominación capitalista. Forjar una economía de guerra, que alentara la instalación de fábricas de armas, produjera ingentes cantidades de artefactos de ese orden, diera empleo al gran número de desocupados que pululaban en todos los países y reflotara la economía a partir de la comercialización de productos bélicos; pareció ser -entre 1912 y 1914- el modo de enfrentar una crisis que corroía las bases mismas de la sociedad de entonces. Para ejecutar esa política, se dio inicio a la Primera Gran Guerra. Ocurrió, sin embargo, que estas previsiones no se cumplieron. Los pueblos no hicieron suya a causa de la guerra, aunque esta vinera envuelta en fina papelería de patriotismo. Como en otras circunstancias, en ésta, la Patria fue sólo un pretexto para enfrentar a unos contra otros; pero los trabajadores de distintos países percibieron que eso no era así. Que los obreros franceses nada tenían contra los obreros alemanes; y que los obreros alemanes no tenían por qué ver en los obreros franceses, a sus adversarios históricos. En todo caso, unos y otros debían ajustar las cuentas con sus propias burguesías, las de cada país, responsables de la crisis que se vivía en cada territorio y beneficiarias directas de la explotación inicua que ejercían contra sus pueblos. Los que se dieron cuenta de esa realidad, levantaron estandartes de paz, pero no fueron “pacifistas”. Enarbolaron la consigna de “¡Guerra a la guerra!” y llamaron a los pueblos a voltear los fusiles disparando no contra sus hermanos de otros países, sino contra los explotadores que tenían al frente. Fue esa, una lucha revolucionaria que estalló como una luz cuando los cañones del Crucero Autora alumbraron el nacimiento de la Revolución Rusa. Después de los sucesos de Petrogrado y Moscú, surgió en el mundo una verdadera Ola Revolucionaria –“La Ola Revolucionaria de los años 20”, se le llamaría-. En distintos confines del planeta, pero sobre todo en Europa, estallaron diversos procesos revolucionarios de corte socialista. Finlandia, Hungría, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia y Alemania; fueron escenario de los principales episodios de esos años. Para enfrentarlos, las grandes corporaciones construyeron su propio parapeto: el fascismo. El surgimiento del fascismo El fascismo fue ideado como una barrera contra la insurgencia del proletariado. Ante la fuerza de la clase obrera. Las corporaciones construyeron la fuerza de la burguesía.  Y para hacerle efectiva, se valieron de los segmentos más pauperizados en la sociedad capitalista: el Lumpen del proletariado. Así forjaron una herramienta de masas y la pusieron bajo la égida de aventureros sin principios que hicieron del terror su manera de administrar el Poder. Años más tarde, Jorge Dimitrov definiría al fascismo como “la dictadura terrorista de los grandes monopolios, con apoyo de masas” Y llamaría a todos los pueblos a cerrar filas contra ese enemigo, que era ya el enemigo principal de la humanidad. Derrotada la Ola Revolucionaria de los años 20, en el mundo asomaron dos poderes: La Rusia Soviética que construía el socialismo; y el régimen fascista que asumiría la defensa de los intereses de los Monopolios. El fascismo optaría, desde un inicio, por una política belicista. No sólo habló de la guerra interna contra los trabajadores en cada país, sino también de una guerra de conquista y expansión, que se desarrollaría en el tiempo, y que buscaría convertir a los Estados Fascistas en los conductores de la humanidad. En la idea de sus jerarcas, el fascismo llegó para quedarse. Adolfo Hitler, diría después, que construirían “un milenio de dominio Pardo”  De la Italia fascista a la Alemania nazi El fascismo se originó en Europa central. Cuando en Hungría fue aplastada en sangre la República de los Concejos liderada por Bela Kun; el almirante Horty apareció a la cabeza de un régimen siniestro. En Bulgaria ocurrió un fenómeno parecido. Depuesto el gobierno progresista de la Unión Agraria, de Alesxander Stamboliinski, el general Tshankov se hizo del Poder con métodos siniestros. Pero fue en Italia donde el fascismo logró su principal victoria. En octubre de 1922, la Marcha Sobre Roma, ejecutada por las huestes del fascismo, permitió que el rey Victor Manuel entregara la Jefatura del Estado al “Ducce”, Benito Mussolini para instaurar el régimen fascista. Mussolini, en el Poder, no dio tregua a los trabajadores. Socialista converso, radical y chovinista, desplegó una violenta ofensiva contra los sindicatos a los que consideró “responsables” de la crisis italiana. Contra ellos, forjó la alianza de los grandes industriales con los segmentos emergentes de la sociedad – el lumpen del proletariado- Con ella, concibió la idea de construir un “Estado Nuevo”, el Estado Corporativo Fascista. El ejemplo fue seguido poco después en Portugal por Oliveira Salazar, quien, en 1925, se hizo del Poder en Lisboa con las mismas banderas. Y luego en Alemania, con el ascenso de Adolfo Hitler, a partir de 1932. Con Hitler en el Poder, las grandes corporaciones consideraron salvado su régimen de dominación. El líder Nazi se entendió, rápidamente con los segmentos más altos de la gran burguesía alemana y enfiló sus baterías

Internacionales, Israel, Portada

Igal amir, el asesino de Rabin, pudo ser elegido primer ministro

Fuente: Daniel Kupervaser | Blog de Daniel Kupervaser Fecha: 7 de mayo de 2020 El 4 de noviembre de 1995, Yigal Amir, joven judío perteneciente al ala extremista del nacionalismo religioso judío, asesinó con dos disparos de pistola al primer ministro israelí Yitzhak Rabin en un multitudinario acto curiosamente reunido bajo el lema: “por la paz y contra la violencia”. A diferencia de la gran mayoría de los acusados por crímenes de todo tipo, especialmente los políticos, Igal Amir optó por confesar rápidamente los hechos y culpa, dejó de lado toda posibilidad de ganar tiempo y postergar el avance del juicio, e incluso no apeló a instancias superiores de manera que su veredicto se constituyó de inmediato en definitivo e inapelable en marzo del año 1996. Supongamos que Iigal Amir hubiese luchado por todos los medios que la ley le permite, como a todo acusado, con toda seguridad la fecha del veredicto definitivo se hubiese pospuesto por varios años y su situación en todo ese tiempo seria, al igual que hoy Netanyahu, la de un acusado en juicio. Bajo esas condiciones, nada hubiese impedido que proponga su candidatura a la función de parlamentario o primer ministro de Israel, e incluso reciba oficialmente ese título en el marco de las elecciones generales que se llevaron a cabo en mayo de 1996. Ante el problemático prontuario del acusado, seguramente Michael Ben Yair, fiscal general de estado en esos tiempos, y el pleno de la Corte Suprema de Justicia de Israel, hubiesen afirmado, al igual que en el caso de Netanyahu, que “hay una dificultad, pero no un impedimento legal” para que Yigal Amir cumpla la función de parlamentario elegido o primer ministro elegido de Israel. Según la ley de Israel, no existe ningún impedimento para un candidato acusado judicialmente por crímenes, pero antes de su veredicto definitivo e inapelable, de participar en elecciones, ser elegido como parlamentario, o inclusive, ser primer ministro y formar gobierno. LA CORTE SUPREMA NO ES EL PROBLEMA. SON LOS LEGISLADORES Si el orden judicial que los distintos gobiernos impusieron desde la constitución de Israel hubiese querido impedir la participación de candidatos acusados de soborno, violación, espionaje, traición o asesinato, lo hubiese fijado explícitamente en las leyes. Según la jurisprudencia del estado que se jacta de ser un faro para el mundo, lo que no está prohibido, está permitido, no importa que sea una aberración moral ni tampoco preocupa. La decisión de la Suprema Corte de Israel de permitir a Netanyahu cumplir la función de primer ministro elegido de Israel obedece estrictamente al orden judicial existente sin ninguna influencia de carácter extraño. No por casualidad fue adoptada por unanimidad en una inusual junta de 11 jueces. Lo insólito del caso es la percepción de un enorme suspiro de satisfacción por parte de una mayoría en la sociedad israelí como consecuencia de dar por finalizado un bloqueo político de mas de un año y la constitución de un gobierno fijo elegido. Lamentablemente también se percibe un total desinterés por el enorme costo moral de los acontecimientos. En un país cuya población tiene enraizado un profundo carácter sumiso, que ha perdido totalmente el sentido crítico y el sentido de un orden democrático mínimo, su liderazgo político juega permanentemente con sus electores como fichas de un tablero que las mueve en cualquier dirección. El pueblo es tan maleable que solo es cuestión de buscar el asesor mediático que encuentra la consigna adecuada para que la manada siga al líder. ¡Qué importa que un delincuente en potencia esté en la cumbre del poder del país!. En el Israel de hoy se vive un absurdo que se puede culpar a un ciudadano de traición a la patria y venta de secretos de estado, pero en tanto y en cuanto no esté sujeto a un veredicto definitivo e inapelable, puede llegar a ser elegido primer ministro. La denominada democracia israelí no puede tener ninguna esperanza de sus legisladores. Un mes atrás se disponía de una mayoría dispuesta a legislar la ley que impida, al menos en el futuro, la elección de un primer ministro acusado, y no solamente convicto, de delitos penales. Lamentablemente, parte de los legisladores elegidos prefirieron continuar con la tradición israelí de traición política para preferir un sillón ministerial al lado de Netanyahu, un acusado de soborno, fraude y abuso de confianza. Lamentablemente, se trata de una nueva demostración que los últimos años estamos en presencia de una estructura política israelí que cada día se aleja de un orden democrático según principios universales. Netanyahu logró borrar de la memoria de un pueblo sumiso que Rabin renunció a la función de primer ministro en 1977 porque detectaron una contravención administrativa de su esposa a normas de cuentas en el exterior con un saldo de 3 mil dólares. Hoy Netanyahu no habla de su esposa, delincuente convicta penalmente por haber metido la mano en un tarro no de ella por sumas mucho mayores. Ni que hablar de la renuncia del primer ministro Olmert 11 años atrás por ser acusado de soborno y antes de recibir condena, que también desapareció de la jurisprudencia moral israelí. Con el liderazgo de Netanyahu, la estructura política israelí no deja de despedir un desagradable tufo a degeneración. Ojalá me equivoque. Daniel Kupervaser Herzlya – Israel 7-5-2020 @KupervaserD

Internacionales, Israel, Portada

El Tribunal Superior no detuvo a Netanyahu. Tampoco detendrá la anexión

Fuente: Meron Rapoport | *972 Magazine Fecha: 7 de mayo de 2020 Se acabó. El intento de destituir a Benjamin Netanyahu del cargo con la ayuda del sistema de justicia israelí finalizó el miércoles por la noche, cuando el Tribunal Superior dictaminó que el primer ministro puede continuar prestando servicios mientras enfrenta cargos de corrupción. Netanyahu podría ser acusado y depuesto, por supuesto. Pero eso puede llevar al menos tres o cuatro años. Es desmesurado que un hombre que ha sido acusado de crímenes tan graves haya participado en las elecciones, recibido más de un millón de votos y ahora recibió el mandato de formar el próximo gobierno. Este es un regalo para alguien que intentó socavar e incitar contra las agencias de aplicación de la ley de Israel, desde la policía que investigó a Netanyahu hasta el fiscal general que decidió presentar una acusación en su contra. Este es el tipo de incumplimiento de las normas públicas que debería llevar a cualquier persona sospechosa de tales delitos a retirarse de la vida política, al menos hasta que se limpie su nombre. Un país encabezado por una persona acusada de corrupción es un país enfermo. Pero debemos ser honestos con nosotros mismos. Muchos en el campo de centroizquierda de Israel esperaban que el sistema legal ayudara a deshacerse de Netanyahu, no solo porque querían una sociedad libre de corrupción, sino porque creían que era la forma más efectiva y «limpia» de poner fin al reinado del primer ministro.  Particularmente después de las elecciones de 2015, en las que Netanyahu ganó el cargo de primer ministro por tercera vez a pesar de las encuestas que mostraban una victoria para el Partido Laborista, Netanyahu que solidificó a la alianza de derecha parecían invencibles. La sensación era que cuando se trataba del día de las elecciones, nadie podía derribar el bloque de derecha. La vía legal fue ampliamente vista como una forma de eludir la victoria infalible de Netanyahu y la pérdida inevitable para sus rivales políticos. A pesar de lo que creen Netanyahu y sus compinches, los casos contra el primer ministro no son una teoría conspirativa. No había un consejo revolucionario sentado a puerta cerrada tratando de «despedir al primer ministro titular». De hecho, lo contrario puede ser cierto. Es posible que la policía y la fiscalía hayan llegado tarde para investigar cosas que deberían haberse investigado hace años. El campo de centro izquierda decidió politizar las investigaciones contra Netanyahu. Al hacerlo, abandonó toda oposición al gobierno y las políticas de derecha de Netanyahu, incluido el desmantelamiento del estado de bienestar de Israel; la institucionalización de la discriminación contra los ciudadanos palestinos de Israel; el afianzamiento de la ocupación y los asentamientos; la promoción de la anexión y el apartheid en Cisjordania; y el cierre de cualquier oportunidad para posibles negociaciones. La decisión de convertir los escándalos de corrupción de Netanyahu en la lucha emblemática del centro-izquierda fue parcialmente exitosa, alumbrando el éxito de Azul y Blanco, la alianza ad hoc «cualquiera menos Bibí» que ganó más de 30 escaños de la Knéset en tres elecciones consecutivas y le fue mucho mejor que a cualquier partido centrista desde la década de 1990. Es probable que las investigaciones y las acusaciones impidieron que Netanyahu y su bloque de derecha obtuvieran sus 61 asientos del Knesset en los últimos tres ciclos electorales. Pero no fue suficiente. Netanyahu y sus aliados no son estúpidos. Desde el momento en que el centro-izquierda judío eligió la ruta legal, allanó el camino de la derecha hacia la victoria. Fue fácil para Netanyahu y sus asociados argumentar que los opositores del primer ministro no se preocupan realmente por defender el estado de derecho, simplemente quieren mantener a la derecha lo más alejado posible de los pasillos del poder. Esta afirmación, que tiene una gran verdad, fue suficiente para mantener unido al bloque de derecha, a pesar de su relativamente pobre desempeño en las elecciones de septiembre de 2019. Pero esa no fue la única razón del fracaso del camino legal. La lucha contra la corrupción no es una gran plataforma política. No tiene la capacidad de proporcionar respuestas a preguntas complejas que afectan a la sociedad israelí. La historia que ha animado la existencia de Israel durante los últimos 52 años es la ocupación. Esto, y la noción de «supremacía judía», en la que este país pertenece únicamente a un grupo étnico, es lo que define al Estado de Israel. Esta es precisamente la razón por la cual, tan pronto como los 61 miembros de la Knesset, desde Avigdor Liberman hasta la Lista Conjunta, prometieron no sentarse con Netanyahu y se reunieron alrededor de Benny Gantz, todo el campamento se desmoronó. Como Haggai Matar escribió en estas páginas a fines de marzo, en el momento en que Gantz tuvo que elegir entre la corrupción y sentarse en un gobierno respaldado por la Lista Conjunta, se fue con el primero. Por supuesto, un gobierno de centroizquierda no habría provocado el fin de la ocupación. Pero una coalición que habría incluido a nacionalistas como Liberman junto con el liderazgo palestino de Israel habría planteado un desafío significativo a la noción de «supremacía judía», y podría haber abierto la puerta para terminar potencialmente con la ocupación y el apartheid israelí. Frente a esta opción, el foco en la corrupción ha sido expuesto por sus debilidades inherentes. Quedó claro que los guerreros anticorrupción no tienen una «teoría del cambio», y que cuando sus líderes políticos fueron llamados a tomar una decisión, se doblegaron. Meses después de que gastaron millones en campañas y vallas publicitarias para explicar al público por qué no puede permitir que un primer ministro acusado forme el próximo gobierno, los partidos anti-Bibi ahora han dado su bendición a Netanyahu para que haga exactamente eso. Uno podría haberlo visto venir, pero no queda tiempo para jugar el juego de la culpa. Israel ahora está saltando hacia la anexión de partes de Cisjordania, en completa violación del derecho internacional, y legalizando efectivamente el

Cultura, Mundo Judío, Portada

Entrevista a Débora Feldman: «Mi existencia era un ejercicio de cómo vivir en secreto»

Fuente: Ana Bord – Adaptado por Beatriz Oberlander | Ynet en español Fecha: 6 de mayo de 2020 Huyó con su hijo pequeño de la comunidad ultrarreligiosa y cerrada Satmar de Nueva York, y contó la historia de su vida en un libro que se convirtió en un best seller y en la muy exitosa serie «Poco ortodoxa», de Netflix. La escritora habla de su estrecha relación con Shira Haas, la actriz que la encarna en la serie, y también de los abusos sexuales en la comunidad ultrarreligiosa. Ana Bord – Adaptado por Beatriz Oberlander|Published: 06.05.20 , 06:43Débora Feldman vivió una doble vida durante mucho tiempo. Fuera de su casa se comportaba como ultrarreligiosa, y dentro era una mujer laica que intentaba llenar las lagunas. “Iba a clases de piano en secreto, y escondía debajo de la cama una hoja que parecía el teclado de un piano”, cuenta. “También escuchaba música pop. Empecé con una canción tonta de Hillary Duff, leía libros y los escondía. El primer libro que leí fue Matilda, de Roald Dahl. Me interesaban muchas cosas, y tenía que ocultar todo. Un día estaba en una clase de la universidad y alguien mencionó a Mick Jagger. Y yo pregunté quién es Mick Jagger. A todos les sorprendió la pregunta, y me dijeron ‘¿qué pasa contigo, te criaste en una cueva’”?Feldman se crió en Nueva York, concretamente en el barrio de Williamsburg de Brooklyn, en el seno de la comunidad ultrarreligiosa y cerrada de Satmar. Después de tantos años de ocultamiento y secretismo, todavía le cuesta creer que a todo el mundo le interesen sus secretos, que se cuentan en la exitosa serie Poco ortodoxa. de Netflix, basada en su autobiografía. “Desde que escribí el libro, y antes un blog, mujeres ultrarreligiosas me mandaban cartas”, recuerda. “Pero ahora, con cientos de millones de espectadores en todo el mundo, también me escriben mujeres de Turquía, Arabia Saudí, Túnez, Filipinas… Mujeres del mundo entero, y no todas provenientes de comunidades religiosas. Pero todas sienten que se identifican con la historia”. Feldman, de 33 años, se crió en la casa de sus abuelos –sobrevivientes del Holocausto– después de que su madre abandonara la comunidad de Satmar cuando ella era una niña, y su padre no estaba en condiciones de criarla. Las normas en la casa de sus abuelos eran rígidas, y ella nunca se sintió a gusto en ese marco. En una comunidad que la obligó a casarse a los 17 años en un matrimonio concertado, con Eli –miembro de Satmar– y a dar a luz a su hijo Iche a los 19. Feldman tenía grandes sueños, pero las paredes de la casa se le venían encima. La expectativa y la presión por ser madre; la prohibición de leer en inglés, de estudiar, de desarrollarse como ser humano… Feldman cuenta asimismo en su libro que cuando tenía 13 años bajó a buscar una botella de vino junto con su primo, que se abalanzó sobre ella. Feldman consiguió escapar, pero la vivencia le quedó grabada. Las vivencias duras eran cosa de todos los días, formaban parte de su vida.En una era en la que toda buena historia se convierte en una serie, llama la atención que la adaptación a la televisión no se haya hecho antes. El libro Poco ortodoxa (Unorthodox, en el original inglés): de la comunidad de Satmar a la libertad se publicó en el año 2012, y fue un éxito de ventas. La serie de Netflix tomó los temas principales –Feldman estuvo implicada en todas las etapas de la producción, desde el guión hasta el rodaje–, y los convirtió en un bellísimo drama de suspenso, fascinante y con un ritmo excelente. Quien se puso en su piel con un talento que hechiza fue la actriz Shira Haas, que encarna a una joven ultrarreligiosa que un sábado [Shabat, el día más sagrado para los judíos creyentes, en el que –entre otras cosas– está prohibido viajar] huye de Williamsburg, se va al aeropuerto y aterriza en Berlín. Allí busca a su madre y su nueva vida en libertad, que tarda unos cinco minutos en encontrar.A diferencia de lo que ocurre en la serie, en la realidad todo fue más gradual. Feldman comenzó a echar abajo con valentía, y poco a poco, las paredes de la casa que se le venían encima. Primero se mudó con su marido al pueblo de Airmont, próximo a Nueva Jersey y lejos de la mirada de su comunidad, en la que todos saben todo el tiempo lo que les sucede a todas y cada una de las personas en la casa, e incluso en el dormitorio. Allí comenzó el viaje hacia la libertad, con pequeñas rebeliones. Pintarse las uñas, ir de vez en cuando al cine a escondidas… Después se apuntó en secreto en un colegio universitario para estudiar literatura. Más tarde se compró pantalones vaqueros, y de vez en cuando se paseaba sin la peluca [obligatoria en la comunidad ultrarreligiosa]. Feldman empezó a conocer una nueva vida. La vida que ella quería vivir. “Mi existencia era un ejercicio de cómo vivir en secreto”, dice al describir esa época.Fue entonces que Feldman empezó a escribir un blog anónimo sobre su vida. Y poco a poco fue preparando un plan, llena de dudas acerca de adónde podía ir una mujer como ella. ¿Cómo se las arreglaría? Lo que la salvó fue escribir. Y recibió en secreto un contrato para publicar un libro. Soñaba con liberarse. Mientras trataba inútilmente de salvar su matrimonio yendo a un consejero matrimonial, un día alquiló un coche, se llevó de su casa todo lo que pudo, vendió sus joyas y algunos de los regalos que había recibido en la boda, y huyó junto con su hijo Iche hacia una nueva vida. Estuvo viviendo cinco años con su hijo en Nueva York, y sólo más tarde viajó a Berlín, donde vive hasta el día de hoy. La luz que entra a través de grandes ventanales, inunda su apartamento del barrio berlinés de Schoenberg, e ilumina

Nacionales, Opinion, Portada

El anticomunismo no es cosa de chiste, es la ideología del Genocidio

Fuente: José Ernesto Schulman | Crónicas del nuevo siglo Fecha: 5 de mayo de 2020 El anticomunismo, la ideología de todos los genocidios, la base de sustentación de la cultura dominante en la Argentina. Conviene, en principio, por principios, no subestimar el anticomunismo. Ha sido, sigue siendo, el eje articulador de todo discurso de derecha, la justificación de los genocidios sufridos. El Estado Argentino se funda con el exterminio de los restos de los pueblos originarios (asesinados en los siglos XVI y XVII por el Imperio Español y su gran Agencia de Inteligencia, la Santa Inquisición) con la auto denominada Campaña del Desierto que como explico el gran Osvaldo Bayer ni era Campaña ni era Desierto, sino ocupación militar del sur del río Colorado para poner en marcha el Capitalismo agro exportador, la riqueza de eso que llaman “campo”. El ex secretario privado del General Genocida Roca, el Diputado Nacional Dionisio Schoo Lastra escribió en 1886: “la casi extinción de la raza indígena en nuestro medio se debe al hecho de que los indios eran demasiado socialistas. (…) Eran comunistas, y la carencia del sentido de la propiedad indispensable para imponer al hombre la ley del trabajo, que es su ley sagrada, fue la causa de la casi extinción de la raza”. Negro sobre blanco, los indios eran comunistas como ese indio Santiago Maldonado que volverían a matar en 2017. Antes, en 1902 sancionaron la primera ley de control social contra insugente, la llamada Ley 4144, de “residencia” que permitía expulsar por trámite administrativo a cualquier inmigrante que se opusiera a la explotación capitalista ya en curso nacional.  En el texto se nombra a los acratas y los comunistas libertarios. Fue la ley represora de más larga vigencia en la historia nacional, duro hasta 1958 en que sus funciones fueron asumidas por las disposiciones represivas de Frondizi y el Plan Conintes. Pero antes en 1910 se había sancionado la primer Ley de Seguridad Nacional y en 1930 se había creado la Sección Especial de lucha contra el Comunismo, núcleo de todas las agencias de Inteligencia que accionaron bajo los gobiernos militares surgidos de los golpes de Estado de 1930/1943/1955/1962/1966 y el más terrible de todos, el de Videla de 1976. Pero antes, en 1971 se había sancionado la Ley Anticomunista 17401 que tuvo vigencia hasta que se reemplazo en 1974 por la 20840 de represión a la subversión, la subversión comunista por supuesto. El anticomunismo fue sin dudas la razón fundamental del Genocidio de los treinta mil aunque pocos de los treinta mil se pensaran como comunistas.  A los milicos no les importaba. Fue uno de sus generales que dijo que había comunistas en el partido comunista, el peronista, en el socialista, en la Iglesia y hasta había comunistas que no lo sabían.   El anticomunismo no solo funcióna como herramienta de persecución, también funciona como auto censura.  A pocas cosas tienen más pánico los así llamados progresistas que a ser nombrados como comunistas. Es un límite que suele funcionar como puente a la claudicación.  Y la historia argentina está repleta de ejemplos.  El Comunismo hoy es la única propuesta global de superación revolucionaria y humanista del capitalismo.  No es cosa de chistes. El anticomunismo es la base del discurso de Trump Bolsonaro y todos los fascista.  Tampoco es cosa de chistes.

Estados Unidos, Internacionales, Portada

Manifestantes estadounidenses marchan contra la cuarentena portando carteles que comparan a la gobernadora de Michigan con Adolf Hitler

Fuente: Vis a Vis Fecha: 5 de mayo de 2020 Las imágenes y la retórica del Holocausto siguen siendo evidentes en las protestas contra las órdenes de quedarse en casa en los Estados de Estados Unidos En Michigan se llevó a cabo una manifestación por parte de algunos ciudadanos contra las medidas tomadas por la gobernadora, Gretchen Whitmer, a quien compararon en uno de los carteles que portaban con Adolf Hitler. Por otra parte, también se observaron consignas antisemitas en el Estado de Illinois, en una protesta contra la estancia pedidos de viviendas en Springfield, dirigidas al gobernador judío J.B. Pritzker. «Heil, Pritzker» (histórico saludo nazi) y «Arbeit macht frei, JB» («El trabajo te hará libre», cartel que está en la entrada del campo de concentración de Auschwitz) eran las dos frases escritas en los carteles de los manifestantes. El Museo y Memorial de Auschwitz condenó el letrero en Illinois, escribiendo en un tweet: «‘Arbeit macht frei’ era una ilusión falsa y cínica que las SS dieron a los prisioneros de Auschwitz. Esas palabras se convirtieron en uno de los íconos del odio humano. Es doloroso ver este símbolo instrumentalizado y usado nuevamente para difundir el odio. Es un síntoma de degeneración moral e intelectual «. En respuesta a la protesta de Michigan, el presidente Donald Trump calificó a los manifestantes como «personas muy buenas», una descripción que recuerda su defensa de los manifestantes en la letal marcha neonazi en Charlottesville, Virginia, en 2017, en la que culpó a «muchos lados» por la violencia y dijo que había «gente muy buena» en ambos lados. «La gobernadora de Michigan debería ceder un poco y apagar el fuego», twitteó Trump. “Estas son personas muy buenas, pero están enojadas. ¡Quieren que sus vidas vuelvan de nuevo, a salvo! Véalos, hable con ellos, haga un trato».

Nacionales, Politica, Portada

Dólar y especulación: Puja distributiva, aumentos de precios y las presiones para una gran devaluación

Fuente: Carlos Heller (*)| Página/12 – Suplemento Cash Fecha: 26 de abril de 2020 Imagen: Guadalupe Lombardo Se busca instalar una discusión falsa para decir que el tipo de cambio real está atrasado, que se necesita una devaluación, y además, para justificar aumentos de precios. El tipo de cambio mayorista, se encuentra estable en torno a los 66 pesos, y el minorista en 68 pesos.  En ciertas noticias publicadas esta semana se podía leer que algunos supermercados y mayoristas estaban recibiendo nuevas listas con aumentos de precios por parte de la industria de alimentos, que en el caso de rubros como las harinas y los aceites llegaban al 10 por ciento. En este marco, cabe preguntarse por los motivos de tal conducta. Desde mi perspectiva, esto obedece a comportamientos vinculados a la puja distributiva. Es que, a pesar de la pandemia sanitaria, no dejan de observarse los rastros de la otra pandemia, una más permanente, que es la de la especulación de ciertos sectores para mejorar sus márgenes o ingresos. ¿Por qué algunos precios están subiendo cuando deberían estabilizarse e incluso bajar? En lo concreto, no existen hoy presiones por el lado de los costos. Empezando por los salarios, no hay reclamos de aumentos e incluso hay algunos sectores o empresas que aplican, o intentan aplicar, reducciones. Hay también moratorias impositivas, tasas de interés a la baja, combustibles y servicios públicos congelados. Los fletes no han aumentado. Entonces ¿por qué hay aumentos de precios? Por su parte, uno de los grandes factores de presión que suele haber sobre los precios, el tipo de cambio mayorista, se encuentra estable en torno a los 66 pesos, y el minorista en 68 pesos. No obstante, algunos operadores y comunicadores siguen tratando de instalar como referencia valores del dólar que nada tienen ver con el funcionamiento de la economía real. Un buen ejemplo es el de un conocido empresario de la industria automotriz que se preguntó: “¿Cuánto vale un dólar?”, aduciendo que si se desea obtener un dólar se paga 100 pesos (por supuesto, en el mercado ilegal) y sosteniendo que nadie vendería un dólar al valor oficial. E interpeló: “¿Qué estamos haciendo, qué distorsiones estamos creando en la economía con estos valores raros?”. Claro que, para este empresario, que siempre ve el tipo de cambio atrasado, la distorsión es la del dólar oficial. Son conceptos que en principio no parecen tener en cuenta el contexto nacional y global que se atraviesa. Así y todo, el razonamiento de fondo es que hay un dólar de mercado que valdría 100 pesos, muy lejos del dólar oficial, y que por eso suben los precios. Es una falacia absoluta. No hay ningún costo que esté influido por aquel supuesto valor de mercado. Entonces, se busca instalar una discusión falsa para decir que el tipo de cambio real está atrasado, que se necesita una devaluación, y además, para justificar aumentos de precios. En el caso de la industria de alimentos también se puede aplicar este razonamiento. Los exportadores, por ejemplo, venden y reciben del Banco Central pesos al cambio oficial. Tratar de tener ingresos por encima de la paridad exportadora, utilizando para ello un dólar alternativo, es una expresión de la puja por apropiarse de ingresos del resto de los sectores y la población, algo que siempre es cuestionable, pero que es aún más grave en tiempos de emergencia como el actual. Hay que decirlo nuevamente. La operatoria de “contado con liquidación” (CCL) que consiste en comprar un activo financiero en pesos en el mercado local y venderlo en dólares en el exterior, es “legal” (aunque a mi entender, ilegítima), y no es representativa de las transacciones de la economía real y las financieras vinculadas a ésta.  El CCL maneja volúmenes muy bajos y su precio refleja una especulación que se expresa en una volatilidad extrema. Desde fines del año pasado el “contado con liqui” evidencia una suba exagerada, y ha estado muy influido por las presiones en el marco de la reestructuración de la deuda. Esta situación determinó que, en la semana, tanto el Banco Central como la Comisión Nacional de Valores tomen medidas para restringir la utilización de estos instrumentos. Por ejemplo, poner límites a la tenencia de moneda extranjera en los Fondos Comunes de Inversión denominados en pesos, o prohibir las operaciones de caución bursátil en los bancos, entre otras. No hay dudas de que la única distorsión que tratan de salvar ciertos sectores concentrados es la de sus potenciales menores ganancias. Por eso, ningún análisis serio de precios debe basarse en un valor altamente volátil como parámetro de competitividad. Es una conducta que podría calificarse de mezquina y antisocial, en especial en estos tiempos de pandemia. (*) Diputado Nacional Frente de Todos. Presidente Partido Solidario.

America Latina, Internacionales, Portada

Bolsonaro al desnudo

Fuente: Ricardo Romero (*) | Tiempo Argentino Fecha: 26 de abril de 2020 El gobierno de Bolsonaro quedó al desnudo con la renuncia de su ahora exministro de Justicia. La salida del magistrado hace caer como castillo de arena los pilares que le dieron la victoria presidencial. Porque la supuesta lucha contra la corrupción expresada en la Operación Lava Jato, que dirigió Moro y que puso como eje de persecución al PT y sus principales líderes políticos, no forma parte de la agenda del actual presidente brasileño, menos si la transparencia intenta controlarlo. Además, ese abroquelamiento del establishment detrás de Bolsonaro, para bloquear el regreso de Lula a la presidencia, se resquebraja y le pone un reloj de arena a su mandato. Incluso lo posiciona casi sin aspiración a una reelección y lo deja al descubierto frente a un posible movimiento político que lo desplace del gobierno antes de tiempo, como un Impeachment, o a una sensata renuncia, como pide el expresidente y gurú del poder político brasileño, Fernando Henrique Cardoso. De hecho, la diputada paulista Joice Hasselmann, titular del Partido Social Liberal -el mismo partido que habilitó a Jair Bolsonaro- , se manifestó a favor de impulsar el Impeachment. A lo que se suman varios bloques aliados junto a la oposición, siendo 24 los pedidos de juicio político. Todo esto profundiza el descontento social que se expresa en el crecimiento de los cacerolazos contra Jair Bolsonaro. Lamentablemente, a la crisis misma que vive Brasil con récord de muertes por el COVID-19, se suma una hecatombe financiera que desploma el Bovespa -cayó 8% el viernes, se devaluó el real un 2,66 por ciento- , lo que instala fuertemente la idea de dimisión. La crisis no puede esperar los tiempos de un Impeachment. Muchos afirman que por el bien de Brasil y América Latina se pone como urgente un Fora Bolsonaro, quedando pendiente cómo sería esa salida. (*) Politólogo UBA. Analista Internacional Artículo relacionado: https://llamamiento.net/2020/04/bolsonaro-pierde-sus-torres-gemelas/

Scroll al inicio