diciembre 2020

Comunicados y Declaraciones, Portada

El LLAMAMIENTO ARGENTINO CELEBRA LA MEDIA SANCIÓN DE LA LEY PARA EL ABORTO LEGAL SEGURO Y GRATUITO Y LA DE «LOS 1000 DÍAS»

La Comisión de Perspectivas de Género del Llamamiento Argentino Judío celebra la media sanción de las leyes de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y la que protege los primeros 1000 días de la niña o niño nacida/o, titulada “Ley Nacional de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia”. Ayer con la primera estrella, empezó Janucá, la fiesta de las luces, pero también fiesta de la Resistencia. Es un bueno momento para recordar el concepto de Tikún Olam, que en hebreo significa “reparar el mundo”. Somos conscientes que nuestro paso por la vida implica el compromiso con esa reparación constante. Diversas corrientes del judaísmo progresista asimilan el concepto de Tikún Olam a toda lucha emancipatoria, y también a la que llevan a cabo las diferentes corrientes feministas. Ayer fue un día intenso e histórico: se anunció que en las próximas semanas se contará ya con vacunas para los grupos de riesgo. También se conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos. Y fue el día en que se inició el debate en la Cámara de Diputados de una imprescindible reparación para las mujeres de nuestra Patria. Toda resistencia tiene un sentido. Con la aprobación de ambas leyes se instituye un nuevo hito en la tarea de reparar nuestro mundo, porque la disyuntiva no es aborto sí o aborto no. Es aborto legal, seguro y gratuito versus la posibilidad de una muerte clandestina. Esa es la verdadera y dolorosa opción. En la misma sesión hubo media sanción para la Ley de los Mil Días, que también establece un derecho donde existía previamente una necesidad: es responsabilidad del Estado, es decir de todas y todos, asegurar el bienestar de la madre y lxs niñxs más allá de su situación económica. Un mundo mejor es posible. SERÁ LEY en 2020!!!

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Boudou y la contraofensiva del lawfare

Fuente: Demián Verduga | Tiempo Argentino Fecha: 6 de diciembre de 2020 Dos decisiones en una semana. El autoritarismo político judicial está vigente. La Cámara de Casación avaló el accionar que se hizo con los arrepentidos en la Causa Cuadernos y la Corte Suprema confirmó la condena contra Amado Boudou en la Causa Ciccone. Casación refrendó la violación a la Ley del Arrepentido. El artículo 6 de la norma dice expresamente que las delaciones deben “guardarse en un soporte técnico” que permita su posterior verificación. El tribunal consideró que un escrito era “suficiente”. El Congreso puso un artículo específico sobre el soporte y el Poder Judicial avaló el sistema que se usa desde la era de la familia Picapiedra. El fiscal Carlos Stornelli y el fallecido juez Claudio Bonadio tomaron decenas de declaraciones de supuestos arrepentidos en Cuadernos. Ninguna se filmó. ¿Qué tenían que ocultar? Uno de los dueños de la empresa Electroingeniería, Gerardo Ferreyra, fue de los tantos empresarios que aparecieron en los supuestos cuadernos de Oscar Centeno. Declaró en abril de 2019, cuando llevaba preso seis meses, que Stornelli le había dicho que si quería volver a su casa y no seguir en el penal de Ezeiza tenía que ayudar a encarcelar a “los mugrientos”, los Kirchner.PUBLICIDAD Lo contado por Ferreyra en un tribunal de segunda instancia deja claro por qué nada se filmó. Hubieran sido las pruebas del delito. Sería como un narco que se grabe en el momento que realiza la transacción. Pocos días después, la Corte rechazó la posibilidad de revisar lo actuado en la Causa Ciccone, en la que el ex vicepresidente Amado Boudou fue condenado. Los medios del establishment quieren ver a Boudou en la cárcel. Se apuraron a presionar al tribunal oral que le concedió el arresto domiciliario en abril. La Causa Ciccone está fundada en la declaración del arrepentido Alejandro Vanderbroele, que al ingresar al programa de protección de testigos consiguió financiamiento del Estado para montar su hostería en Mendoza. Un hábil emprendedor turístico. ¿Y quién era el presidente del Tribunal Oral 4 que condenó a Boudou durante el gobierno de Macri? Uno de los miembros del trío maravilla: Leopoldo Bruglia, a quien Macri premió trasladándolo a dedo a la Cámara Federal porque mandó a la cárcel a Boudou. ¡Que se note! Esa es la consigna del lawfare.PUBLICIDAD Este viernes hubo una movilización para respaldar a Boudou. Es fundamental instalar la disputa contra el lawfare en la calle. El día en que Alberto Fernández inauguró el período de sesiones ordinarias del Congreso tuvo pasajes centrales dedicados al autoritarismo disfrazado de lucha contra la corrupción. Fue un eje clave del discurso. La vocación del presidente por desterrar esa práctica fue clara desde el principio. El tema es que 18 días después de ese discurso vino la pandemia. Y la derecha recibió un milagro. Porque solo la pandemia más importante de los últimos cien años podía lograr que la situación social y económica que dejó Macri empeorara. Hasta el expresidente, con su 65% de imagen negativa, se ilusiona. Cree que el Covid puede producir la magia de que muchos argentinos digan: “Con Macri estábamos mejor”. La pandemia puso todo en segundo plano. Gobernar es poner prioridades. El Ejecutivo trató de salvar la mayor cantidad de vidas posibles buscando un equilibrio para que la economía no se destruyera. No se puede analizar este primer año de Alberto sin poner la pandemia en el centro. El impulso que toda gestión tiene cuando empieza tuvo que ser invertido en el Covid. El efecto “benéfico” para la derecha es que le permitió recobrar fuerza. La Argentina tiene un faro eterno cuando hay que batallar contra el autoritarismo. Son las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo. No se trata de comparar el macartismo de Macri con el plan de exterminio de la última dictadura. Se trata de encontrar ahí la guía para la batalla cultural contra esta forma de autoritarismo. El lawfare es un tema que impregna en sectores hiperpolitizados. Ni siquiera es trascendente para el grueso de los votantes del Frente de Todos. ¿Cómo ampliar la conciencia sobre su funcionamiento y su peligrosidad para la democracia? Son interrogantes más fáciles de escribir que de responder. Es una batalla cultural necesaria para construir una relación de fuerzas que impulse las reformas.

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Negocios del separatismo porteño

Fuente: Jorge Elbaum | El Cohete a la Luna Fecha: 6 de diciembre de 2020 Durante la última semana Horacio Rodríguez Larreta comprendió que su precandidatura a la presidencia deberá contar con algo más que el soporte comunicacional de la trifecta mediática, el apoyo de las grandes fortunas y/o el aval de las delegaciones diplomáticas de los países centrales. Ser el consentido de los centros de poder no parece ser suficiente, por ahora, para disimular los negociados y los desatinos diseminados junto a su promotor político, el ex Presidente Mauricio Macri. La derecha local, articulada en la actual etapa bajo el sello cambiemita, se caracteriza por patrocinar a los más privilegiados en detrimento de los más vulnerables. Esa marca en el orillo es la que justificó el pago de 10.000 millones de dólares a los fondos buitre en 2016, cuando la ONU se había expedido a favor de la Argentina en su pleito contra esos hedge funds ocurrido pocos meses antes, en septiembre de 2015. Y esa predilección también es la que se observa en la caída de un 20% del salario de lxs trabajadores en el cuatrienio, mientras los sectores más acaudalados fugaban 85.000 millones de dólares durante el mismo periodo. También se manifiesta, análogamente, cuando se analiza el exorbitante endeudamiento externo y la distribución inequitativa de la coparticipación federal. Afinidades conducentes: privilegio para los poderosos y escarnio para los más necesitados. El último viernes Alberto Fernández convocó a los mandatarios provinciales a firmar el Consenso Fiscal 2020. Dicho acuerdo autoriza a las provincias a mantener algunos impuestos que el macrismo buscó eliminar, impide el endeudamiento en dólares –una de las fuentes más asiduas del financiamiento de la CABA­– y limita los pleitos de las provincias contra la Nación. Los tres puntos son contradictorios con las políticas de Juntos por el Cambio, y se convierten en los motivos centrales de la autoexclusión del Consenso Fiscal. Sobre todo el último, que le impediría darle continuidad al esquema de judicialización de la política, remanido recurso utilizado por la derecha local desde que el kirchnerismo osó disputarle genuinos espacios de poder a los grupos monopólicos concentrados. La Ciudad de Buenos Aires recibía hasta 2015 el 1,4% de los recursos coparticipables; y el gobierno macrista elevó dicho porcentaje a un 3,75% en 2016 para dejarlo en 3,5% un año después. El ex Presidente duplicó el monto sin debatir dicha decisión en el Congreso y pretendió justificar su resolución en el traslado de una parte de la Policía Federal a dependencias de la seguridad metropolitana, sin divulgar los montos a ser orientados específicamente a esas tareas. Dicha decisión motivó la airada crítica de los gobernadores y el entonces ministro del Interior, Rogelio Frigerio, admitió que era un incremento desmedido y que debía corregirse: “Vamos a asegurarnos que la Capital sólo llegue lo que implica al traspaso de la Policía Federal”, afirmó el 27 de enero de 2016. El último martes 1º de diciembre la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que recupera fondos coparticipables para reorientarlos en forma más equitativa. Esa decisión fue el prólogo del Consenso Fiscal, sellado el viernes, cuya imagen evidenció la comunión de la totalidad de las provincias argentinas y puso en evidencia la desconexión de Larreta, responsable de administrar la jurisdicción más acaudalada del país, donde arraiga el PBI per cápita más voluminoso de la Argentina. Dibujar presupuestos En octubre pasado Alberto Fernández había dispuesto, a través del decreto 735, que el porcentaje orientado a Ciudad será del 2.32% hasta que el Congreso disponga el monto adecuado para financiar la seguridad metropolitana. El proyecto aprobado el martes, que debe ser refrendado por la Cámara Alta para convertirse en ley, establece un 2.4% de coparticipación y un monto a ser consensuado entre la CABA y Nación respecto a la financiación de la seguridad metropolitana. El blindaje comunicacional, sin embargo, no alcanza para eludir que el tema de fondo es a quién se beneficia y a quién se condena. Y son los propios integrantes de Juntos por el Cambio los que no pueden eludir esta encrucijada: “Con respecto a las diferencias entre jurisdicciones –afirmó el senador Martín Lousteau el último 21 de septiembre, en el plenario de comisiones– todos nosotros sabemos que la provincia de Buenos Aires está discriminada fuertemente en el reparto de recursos…” La Ley de coparticipación (23.548 de 1988) dispone que CABA recibe lo que le fija la Nación. Mauricio Macri dispuso por decreto que ese monto alcanzaba el 3.75% (y luego el 3.5%) y Alberto Fernández –con la misma atribución constitucional que su predecesor– dispuso otro porcentual. La controversia central refiere al monto que debiera recibir CABA para solventar el servicio transferido por la Nación (el fragmento de la Policía Federal integrada a la metropolitana). Sin embargo, el larretismo se negó en forma sistemática a exhibir los montos derivados a ese financiamiento, pretendiendo justificar su porcentaje del 3.5% obtenido gracias a su vínculo con su mentor. De ahí su amenaza de recurrir a la Corte Suprema, que deberá hacer malabares, si quiere beneficiar a sus protegidos, para explicar por qué puede ser cuestionable la decisión del actual Presidente cuando los anteriores hicieron lo propio con idénticos instrumentos institucionales. Los cambiemitas insisten en caracterizar al 2.5%, asignado por el decreto o por la futura ley, como una quita o una confiscación enmarcada en “una decisión inconsulta”. Esta aseveración es análoga a la hipotética denuncia por desfalco efectuada por un delincuente luego que un allanamiento policial se dispusiese la custodia de los bienes previamente hurtados por el denunciante. Para darle un barniz justificatorio, el larretismo ha decidido incrementar, al límite del ridículo, sus previsiones de gasto con relación a Seguridad. Mientras que en 2016 esa partida era asimilable –en porcentaje– a Educación y/o a Salud, en 2020 y 2021 (para fundamentar la continuidad del 3.5% otorgado por Macri) han previsto llevar el gasto al triple que en Educación y casi el doble que en Salud. Prioridades claras y dibujos presupuestarios de nula calidad pictórica. Este derrotero revela la autoexclusión arrogante de Larreta en ocasión del

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La ficción macrista

Fuente: Carlos Heller | Página/12 Fecha: 6 de diciembre de 2020 Juntos por el Cambio suele intervenir en la política argentina utilizando su aptitud para construir ficciones. Durante estos últimos días presenciamos un nuevo intento de generar un relato integralmente falsificado. Han sostenido que se le está quitando recursos a la Ciudad de Buenos Aires, se la está asfixiando financieramente o se la está intentando poner de rodillas. Por supuesto: todo ello no es verdad. Es una construcción mediática sin sustento. Seguramente piensan que si una mentira se repite muchas veces se transforma en verdad. Y no es así: una mentira es siempre una mentira. Veamos el tema en detalle. Lo primero que es necesario aclarar: lo que se está debatiendo en la actualidad no es la coparticipación. Lo que se discute es el exceso de recursos que la Nación le transfirió a la Ciudad de Buenos Aires en ocasión del traslado de algunas funciones de la Policía Federal. Corría el año 2016, la Ciudad recibía un 1,40 por ciento de recursos coparticipables y el presidente Mauricio Macri elevó por decreto ese porcentaje a 3,75 por ciento, si bien al poco tiempo corrigió ese dato y lo bajó a 3,50. La cuestión es que la diferencia entre 1,40 y 3,50 por ciento excede largamente el costo de los servicios de seguridad transferidos. Es decir: lo que se produjo allí fue una especie de donación graciable por parte del entonces reciente Presidente de la República, Macri, en favor del distrito que él mismo había gobernado hasta muy poco tiempo atrás y que había quedado a cargo de su socio político, Horacio Rodríguez Larreta. Esto es lo que pasó. Por eso, ahora lo que se está intentando hacer es poner las cosas en su lugar. Es decir, sumarle al 1,40 por ciento de coparticipación que por ley tiene asignada la Ciudad, el monto del costo de los servicios transferidos tal como lo establece la Constitución Nacional en el artículo 75, inciso dos, quinto párrafo. El mismo dispone que no se puede transferir un servicio sin los recursos para su prestación. Por supuesto: esos recursos están garantizados en el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo, con media sanción del Senado y modificado por Diputados, y lo que estamos corrigiendo es simplemente el exceso que Macri le transfirió por decreto a la Ciudad en 2016. Pero no es el único exceso cometido por el ex Presidente y el actual jefe de Gobierno de la Ciudad. Hay otros: por ejemplo, las transferencias de 135 inmuebles, muchas de ellas efectuadas luego de las elecciones, es decir, después de octubre de 2019. Por otra parte, el texto que aprobamos en la Cámara de Diputados, y que ahora vuelve en revisión al Senado, fija un periodo de 60 días para que las partes alcancen un acuerdo. También dispone que la Comisión Federal de Impuestos —un órgano técnico inobjetable— establezca un dictamen sobre cuáles son los montos que la Nación le tiene que trasladar a la Ciudad por los servicios transferidos. El proyecto, además, sostiene que las transferencias deberán hacerse en forma mensual y automática y se actualizarán de manera trimestral. Para ello, se utilizará un índice compuesto por el 80 por ciento del salario promedio de la Policía Federal y el 20 por ciento del Índice de Precios al Consumidor de CABA. Por eso, creo que la discusión que está promoviendo Juntos por el Cambio tiene que ver con la interna que tienen adentro. No hay otra explicación. Escuchándolo a Rodríguez Larreta da la sensación de que desconoce lo que se aprobó. Sus argumentos no tienen ningún sustento. En la misma perspectiva, y dentro de la ficción general que intentan construir, está la afirmación de que quienes fuimos elegidos como diputados por la Ciudad de Buenos Aires, al votar este proyecto de ley, habríamos traicionado los intereses de los vecinos de la Ciudad. Es otra falacia. ¿Ello quiere decir que para representar a los habitantes de la Ciudad tenemos que avalar procedimientos irregulares? Además de proteger los intereses de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, los legisladores de este distrito tenemos que defender los intereses de la Nación, porque somos diputados nacionales y, entre otras cosas, debemos cumplir con lo que establece la Constitución. Esta última dispone, tal como hemos dicho, que cuando se transfiere un servicio hay que hacerlo con los recursos para que ese servicio se pueda prestar. Y eso es lo único que estamos queriendo hacer. Ni siquiera se les está pidiendo que devuelvan los recursos que recibieron de más: en tres años alrededor de 86 mil millones de pesos que actualizados por inflación darían hoy una cifra sustancialmente mayor. Ni tampoco los cerca de 900 millones de dólares en inmuebles que la Nación graciosamente también transfirió a la Ciudad. En este mismo sentido se pronuncia el comunicado de los diputados y diputadas del Frente de Todos de la Ciudad de Buenos Aires: “actuamos siempre, y también lo hicimos en la última sesión de la Cámara, de acuerdo a nuestras convicciones, con honestidad y con compromiso con el pueblo que nos votó. Teniendo la certeza de que esta adecuación de los recursos necesarios para financiar la policía transferida a la Ciudad no generará ningún perjuicio a los ciudadanos y ciudadanas porteñas. Estamos simplemente obedeciendo lo que dicta nuestra Constitución para reparar una acción ilegal de Macri que Rodríguez Larreta aceptó sin más”. Pero, el debate que acabamos de reseñar sucedió junto a otra serie de hechos relevantes. Por ejemplo, entre otros temas, el Senado acordó con el Poder Ejecutivo la modificación del proyecto sobre los aumentos jubilatorios: el 5% de incremento de diciembre, que en el proyecto original era a cuenta del aumento de marzo, ahora quedó como firme, es decir, como un incremento consolidado y no como un anticipo. Otro cambio importante es que los ajustes serán trimestrales y no semestrales, lo cual es una modificación significativa en la actualización de los haberes del sector pasivo. Este viernes el Senado también convirtió

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Israel: La colonización de Yad Vashem

Fuente: Meir Margalit| Sin Permiso Fecha: 5 de diciembre de 2020 En la vida de todo pueblo hay momentos simbólicos que concentran todos los valores que lo caracterizan, actitudes que sintetizan toda la esencia de su ser y expresan toda su idiosincrasia nacional. Uno de esos momentos simbólicos, que muestran cuan bajo hemos caído en Israel, ha sido la nominación del brigadier general retirado Effi Eitam como presidente del consejo directivo de Yad Vashem. Yad Vashem es un instituto emblemático consagrado a preservar la memoria del Holocausto. Mas que un instituto, Yad Vashem es un emblema que atañe a todos y a cada uno de los judíos, sea cual fuera su procedencia. Pero después de la nominación de Eitam como presidente de tan importante institución, Yad Vashem ya no será lo que ha sido hasta hoy. Antes de entrar en el tema Eitam, debemos adelantar algunas reflexiones sobre el uso y abuso que el gobierno israelí esta haciendo con el tema del Holocausto en los últimos años. Amplios círculos intelectuales israelíes, como también de judíos en la diáspora, critican severamente la forma en que el gobierno de Israel manipula la memoria del Holocausto, y la utiliza para acallar toda critica de las políticas israelíes en los territorios palestinos ocupados. Cuando Naciones Unidas o alguna figura internacional censuran la ocupación de los territorios palestinos, nada es mas efectivo para Israel que sacar a relucir al Holocausto para hacer callar a todo detractor. Dicha estrategia maquiavélica ha tenido bastante éxito desde el 2016, cuando Israel logró promover una declaración internacional que incluye dentro del concepto de antisemitismo también al antisionismo, abriendo la puerta a considerar antisemita toda critica de las políticas colonialistas del Estado de Israel.  Esta tergiversación del concepto de ‘antisemitismo’, que es de por si una ofensa a la memoria del Holocausto, tiene ahora, con Eitam a la cabeza de Yad Vashem, a un extremista de derecha cómo máximo interprete de lo que deberá interpretarse como antisemitismo de ahora en adelante.  Aunque estamos ya habituados a esta cínica manipulación, debemos reconocer que esta nominación nos ha dejado anonadados. El gobierno de Israel ha cruzado una línea roja al designar a este ex general de brigada y ex ministro durante el gobierno de Ariel Sharon, que dimitió del mismo como acto de protesta contra la retirada israelí de la franja de Gaza. Si de él dependiera, Israel todavía estaría derramando sangre en Gaza.  El problema con Eitam no radica tan solo en su trayectoria militar, que de por si ya es sumamente problemática cuando se trata de la memoria del Holocausto, sino por ser un colono de ideología derechista, ultra nacionalista y chauvinista, que lo ubica en el ala mas recalcitrante del sionismo contemporáneo. Eitam es bien conocido por la mano dura con que ha tratado a los palestinos en cada cargo de su carrera militar, por sus opiniones denigrantes contra los árabes israelíes, y su apoyo a la indecente idea de la limpieza étnica. Sin embargo, la inadmisible nominación de Eitam no debería sorprendernos ya que está en sintonía con la fascinación que siente la sociedad israelí por todo lo que tenga uniforme militar. Pero algunos de nosotros, ingenuos, queríamos creer que la memoria del Holocausto estaba mas allá de toda manipulación. Yad Vashem es uno de los últimos símbolos que unifican a todo el pueblo judío, tanto en Israel como en la diáspora. En derredor a Yad Vashem se había consolidado un amplio consenso nacional, tal vez uno de los últimos que se mantenían en este país.  Después de que la derecha se apoderase del Muro de las Lamentaciones, e incluso de la misma bandera nacional, transformándolos en símbolos sectarios con los que los israelíes liberales ya no pueden identificarse por la connotación agresiva que les han asignado, a partir de ahora, con la nominación de Eitam, ya no quedan símbolos que unifiquen a este pueblo.  Esta infamia no hubiera acontecido si en el horizonte no se avistaran unas próximas elecciones, para las que Netanyahu necesita recuperar al electorado derechista que desertó masivamente hacia el partido nacionalista religioso, luego del fiasco de la prometida anexión del Valle del Jordán. Cuando se trata de mantener el gobierno, para Netanyahu todo es legitimo y Eitam es un guiño dirigido al ala mas extremista de su electorado. Dejemos claro que, en esta cínica jugada, la responsabilidad recae no solo sobre Netanyahu: el silencio del partido Azul-Blanco -que ha formado parte de la coalición gubernamental- liderado por los ex generales Ganz y Ashkenazi, les hace a ambos cómplices de este acto vergonzoso.  Con Eitam a la cabeza de Yad Vashem, la derecha se ha apropiado de la memoria histórica del Holocausto, tergiversando fatalmente su significado universal. Netanyahu, hijo de un conocido historiador sionista especialista en la Inquisición, reescribe uno de los capítulos mas dramáticos y sensibles de la historia del pueblo hebreo, dándole un tinte nacionalista que desfigura y falsea la narrativa del Holocausto. Si hasta hoy el Holocausto es considerado un crimen contra la humanidad, de ahora en adelante será considerado un crimen contra el pueblo judío y de ahí hasta su reducción y desvalorización el camino es corto. Y esto acontece justo en una época en que son tantos los que pretenden negar la veracidad del mismo Holocausto. El mandato de Yad Vashem ha sido desde siempre, trasmitir, desde su pedestal moral, un mensaje contra todo racismo y toda discriminación, y no solo contra el antisemitismo.  A partir de este momento cabe preguntarse como será posible predicar contra todo racismo cuando el presidente de Yad Vashem es el mismo un racista intransigente.  Con que cara las asociaciones federadas a nivel mundial a esta importante institución, sus investigadores, formadores y personal podrán impugnar el antisemitismo que levanta cabeza en diversos lugares del mundo, cuando su mismo presidente encarna el odio visceral contra todo lo que no es judío.  Hay cosas que un país decente no hace. No se juega con la memoria del Holocausto. Con esta nominación de Eitam, el actual gobierno de Israel ha mancillado la

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Arlie Hochschild: «El actual votante de Trump ahora se siente movilizado, no aislado»

Fuente:  EDUARDO OLIVARES| Pauta Internacional Fecha: 1° de diciembre de 2020 La reconocida socióloga norteamericana describe al votante típico del presidente de Estados Unidos. ¿Cómo Estados Unidos se ha polarizado desde el punto de vista ideológico e incluso cultural? Buena parte de esas inquietudes se han instalado en los últimos años y eclosionaron en 2016 con el sorpresivo triunfo de Donald Trump ante Hillary Clinton. Los principales medios de comunicación, los analistas en Washington y los académicos de las mayores universidades en Estados Unidos salieron a buscar respuestas para entender el fenómeno de los votantes que respaldaron la candidatura de un empresario sin experiencia partidista (fue demócrata, ahora republicano), a menudo desbocado, proclive al lenguaje políticamente incorrecto y vilipendiado por los liberales de la costa este y oeste. Pero ya en 2016 había una reconocida socióloga que había hecho el trabajo. Arlie Russell Hochschild se fue al sur a recorrer Luisiana durante cinco años, lejos de su burbuja en Berkeley, California. Estaba intrigada por el magnetismo del Tea Party, aquel movimiento dentro del Partido Republicano que abrazaba el libre mercado y los valores cristianos que estaba generando popularidad sobre todo entre norteamericanos blancos, de clases medias y bajas, sin carreras universitarias. Y en particular viajó a una zona donde grandes petroleras no solo contaminaban el medioambiente, sino que ni siquiera proveían de suficiente trabajo. ¿Por qué esos habitantes favorecían a los políticos que promovían relajar las regulaciones ambientales y que entregaban exenciones tributarias a grandes corporaciones? «Es un misterio cómo a lo largo de Estados Unidos, son los estados pobres —con las familias más disruptivas y los niveles más bajos de educación, con la peor seguridad de salud, la mayor cantidad de contaminación y la expectativa de vida más baja —, los cuales más reciben plata del gobierno federal en proporción a lo que estos estados dan en impuestos que, aun así, son estados que odian al gobierno federal», describe la socióloga norteamericana. Tal es el ejemplo de Luisiana: «Era una versión exagerada de la paradoja del estado rojo», con ciudadanos muy conservadores y proclives al Tea Party. «Aquellos ciudadanos se imaginan en una línea, esperando el sueño americano. Sienten que se han esforzado, pero que esta línea no se ha movido en décadas y que se están moviendo levemente hacia atrás», cuenta. En cambio, agrega, esos mismos votantes tienen la percepción de que «los afroamericanos, las mujeres, y los trabajadores del sector social del tercer mundo les llevan la ventaja. Ven cómo el gobierno ayuda a estos grupos a través de múltiples acciones».El culto de los medios de comunicaciónsubir Cuando Hochschild llegó a Luisiana a realizar su trabajo de campo, se sorprendió al no encontrar ejemplares del The New York Times a los que estaba tan acostumbrada en California, según relata en Extraños en su propia tierra. Los sureños norteamericanos tenían otras preferencias en medios de comunicación: más televisión y más Fox News. «Es una forma de iglesia. He hablado con gente que prendía las noticias de la mañana y que saludada a los comentaristas. Una mujer me contó que tenía una pequeña televisión al lado de su computador, que veía a mediodía mientras trabajaba. Luego, a las cinco de la tarde se sentaba junto a su marido para ver el siguiente noticiario. Y empezó a pensar en los comentaristas como una familia». Bill O’Reilly era uno de los grandes referentes para esos electores. Sin embargo, la pandemia del nuevo coronavirus ha hecho su mella. «Dado que el Covid se está acercando a los estados rojos, los ciudadanos están viendo que [Trump] no es un bien líder en este aspecto. La gente se ve menos entusiasta por esto, pero no creo que pierda mucho el agarre que parece tener». -¿Cómo caracterizaría al votante actual de Trump más allá de Luisiana? «Creo que el votante actual que apoya a Trump ahora se siente movilizado, no aislado. Junto con otros que también usan gorros rojos se crea como una especie de culto empoderado. Sienten que tienen un líder que está intentando levantar a los trabajadores blancos con educación media. Dice ‘miren, no soy racista, pero otros han sido preferidos y esto está mal’. Entonces, está haciendo que el escenario vuelva a ser justo. Eso es lo que sus votantes sienten. Y para eso, necesitas a un tipo que no tema ofender a la gente, para poder derribar lo que ha sido construido». «Creo que hay mucho trabajo de reparación que el Partido Demócrata debe hacer. Y este libro inicia con la paradoja del estado rojo, pero termina con la paradoja del estado azul. ¿Cómo es que los estados pobres no pertenecen al Partido Demócrata? ¿No es así como este partido comenzó, Como una consecuencia del movimiento sindical para mejorar las vidas de los desposeídos?», cuestiona.

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Repudio a las expresiones xenófobas, racistas y antisemitas de rugbiers

El Llamamiento Argentino Judío repudia las expresiones xenófobas racistas y antisemitas de tres jugadores de Los Pumas encontradas en sus respectivas cuentas de Twitter. Cabe recordar que en 1982, bajo el disfraz de “Sudamérica XV”, Los Pumas evadieron el boicot internacional en contra del apartheid para jugar contra los “Springbooks”, actitud que sigue figurando como un orgullo en la página de la Unión Argentina de Rugby. Por eso no debe extrañar a nadie que su actual capitán Pablo Matera, haya escrito, en ocasión de una visita a aquel país: “Por fin me voy de este país lleno de negros”. Mas allá de las sanciones disciplinarias que correspondan, entendemos que una revisión profunda de las actitudes pasadas de parte de los dirigentes y una fuerte acción educativa en los jóvenes que practican el rugby, con eje en los Derechos Humanos, podrá ayudar a contrarrestar las conductas de odio enraizadas y alentadas por sectores del poder ligados a viejas tradiciones de la derecha nacionalista local. Marcelo Horestein, Presidente Dardo Esterovich, Secretario Palabras referidas a este tema por nuestro compañero Jorge Elbaum en C5N en el día de hoy

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