Detengamos juntos el racismo y la xenofobia
El LLAMAMIENTO Argentino Judío alerta a todas las fuerzas democráticas sobre el incremento en nuestro país de la xenofobia, el racismo y la estigmatización del “otro”. El fenómeno no es nuevo y aparece cada tanto con inusual intensidad; es como un virus que va mutando y espera el momento oportuno para atacar. Cualquier relevamiento histórico ponen en evidencia que estas situaciones se generan cuando los sectores hegemónicos ven desafiados sus privilegios y buscan chivos expiatorios orientados a disimular los costos sociales sobre los más vulnerables. La crisis global del modelo neoliberal del año 2008 — aún no superada— es el caldo de cultivo que reavivó el virus. Los primeros resultados se vieron, y aún se manifiestan en Europa, con el auge de los nacionalismos xenófobos contra los refugiados de las guerras y las hambrunas en Medio Oriente y el norte de África, incentivadas por EE.UU. y sus aliados. Los mensajes racistas contra los inmigrantes latinos y musulmanes de Donald Trump también envalentonaron a los supremacistas blancos, el Ku-Klux-Klan y otros grupos neonazis que han provocado numerosos hechos de violencias entre ellos el reciente atentado a una sinagoga de Pittsburgh. En Brasil ganó las elecciones Jair Bolsonaro que durante su campaña enarboló un mensaje racista, misógino, contra la comunidad LGTBI, sumándole brutales amenazas de violencia contra la oposición política. Nuestro país no escapa a esta ola xenófoba y antidemocrática. Inmerso en una crisis económica y social como no se conocía desde el 2001, el caldo de cultivo está “a punto” para que el virus reaparezca con fuerza, catalizado desde el mismo gobierno, que diariamente aviva el fuego de la violencia incentivando el uso de armas, encarcelando a militantes populares e intentando proscripciones de líderes políticos. Entre los signos inequívocos de la intolerancia, debemos puntualizar. la estigmatización de los mapuches, calificados de terroristas; la detención de extranjeros durante la protesta contra el presupuesto del FMI, a quienes se pretende expulsar contrariando la Constitución; la propuesta del presidente Mauricio Macri para endurecer las leyes migratorias; La incentivación de la ministra de seguridad Patricia Bullrich al uso de armas; y las iglesias neoevangélicas que forman milicias a las que llaman “gladiadores” para defender la obra de dios. Esta sucinta lista, invisibilizadas por la prensa hegemónica potencia el incremento de la discriminación y la xenofobia en algunas capas de la sociedad que son incitadas contra diferentes colectivos como culpables de los problemas que padecen. Entre estas peligrosas manifestaciones también está presente el antisemitismo. Medios audiovisuales donde periodistas o invitados vierten “graciosamente” opiniones antisemitas, negacionistas y laudatorias de figuras del régimen hitleriano; carteles en la vía pública con textos antisemitas; símbolos nazis y figuras estereotipadas de judíos en marchas de las agrupaciones antiabortistas, en especial en aquellas convocadas por los neo-evangelistas, socios de los grupos que impulsan a Bolsonaro en Brasil. Todo esto se ve reflejado en las estadísticas de la Fiscalía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que señalan que el antisemitismo fue el principal motivo de denuncias por discriminación en 2017 alcanzando al 24 % del total, un aumento de 2% con respecto a 2016. El LLAMAMIENTO Argentino Judío condena todas estas manifestaciones xenófobas y discriminatorias y advierte que su máximo responsable por la difusión y propagación es el gobierno nacional. Nunca estará demás recordar que cuando Adolph Hitler era un simple cabo —que destilaba alcohol y odio en las cervecerías de Munich— nadie le prestó atención porque lo consideraban un marginal. ¡¡¡No a la discriminación, no a la xenofobia y no al racismo!!! Marcelo Horestein – Secretario Jorge Elbaum – Presidente