¿La varita no se mancha?
Fuente: Horacio Verbitsky | El cohete a la luna Fecha: 24 de MAR 2019 Las carpetas de inteligencia ilegal secuestradas en el allanamiento al espía Marcelo Sebastián D’Alessio complican al Hada Buena y pueden generar una onda expansiva en la tensionada coalición oficial, donde se discute nada menos que su continuidad hasta las elecciones de octubre y quien será su portaestandarte. El informe acerca del show sobre animales que conduce un relator de fútbol contiene elementos que, según D’Alessio, le suministró el operador judicial del Grupo Clarín, Daniel Santoro, que ponen la mira sobre el productor del programa; la empresa licenciataria de América 2, que con la inflación ya es América 24 y la gobernadora bonaerense. Secreto a voces La ley dice que las sesiones de la comisión bicameral de fiscalización de los organismos de inteligencia son secretas. Al enviar la documentación sobre la causa, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, extendió esa obligación de reserva a los legisladores. Pero entre diputados, senadores, asesores y personal de servicio del Congreso asistieron a la sesión medio centenar de personas. En esas condiciones, los trascendidos son inevitables. Lo que no hay es un relato único, sino el armado de un rompecabezas a partir de piezas sueltas. Este es el resultado: D’Alessio dirige su informe sobre el show de los animales al ex comisario Ricardo Bogoliuk, inorgánico de la Agencia Federal de Inteligencia. El show de los animales no es realizado por América, sino por la productora Jotax, que también tiene a su cargo Intragables, otro programa político de escándalo en la misma emisora. D’Alessio, vía Santoro, menciona al titular de la productora como un amigo muy íntimo del Hada Buena. El informe añade que la gobernadora le entregó varios millones de pesos de publicidad y fondos reservados de la provincia de Buenos Aires, para que comprara parte del paquete accionario de América que pertenecía al hermano de Daniel Vila, Alfredo. Afirma que las entregas son de 2,2 millones de pesos por mes (que al cambio promedio del último semestre son unos 600.000 dólares en un año) y la pauta sirve para blanquear el uso de los fondos reservados. Santoro le dijo a D’Alessio que se quería ir del show de los animales porque desde que el relator de fútbol se reunió con la ex presidente CFK, dejó de referirse a los encuadernados por el doctor Glock como presos por corrupción y comenzó a llamarlos presos políticos. Según el operador judicial del Grupo Clarín el encuentro con Cristina fue gestionado por el ex colaborador de Horacio Antonio Stiusso en la ex SIDE, Javier Fernández, a quien menciona como contacto de su compañera de mesa, Romina Manguel, a quien moteja de filokirchnerista. Santoro opina que al relator de fútbol “le hicieron la croqueta”. Hasta allí el tratamiento del tema en la Comisión Bicameral, en un encuentro que duró dos horas y media, la mitad que el informe público que el mismo magistrado rindió la semana anterior en la comisión de libertad de expresión de la Cámara de Diputados presidida por Leopoldo Moreau. De canillita a campeón El productor a quien D’Alessio vía Santoro señala como operador de la gobernadora en América se llama Gabriel Hochbaum. Cuando ingresó a la empresa manejaba cuentas publicitarias de municipios y hacía lobby político. Además de programas para el canal y su señal de cable, produce espectáculos teatrales con la marca JOTAX. El informe estaba dentro de la carpeta dedicada al relator de fútbol, quien al enterarse sacó de la mesa a empujones a Santoro. No se informó cuánto duraría la licencia que Santoro dijo haber pedido para ocuparse de su defensa, aunque por ahora no hay causa judicial abierta en su contra. La resolución del juez dice que tal vez Santoro no sabía el uso que D’Alessio daba a las informaciones que le proveía. Es decir que quizás sólo era incapaz de detectar a un extorsionador, con quien se visitaban semanalmente en sus casas, esposas incluidas. También participó activamente al menos en su último libro. El contenido de la carpeta trascendió por las nerviosas gestiones de Hochbaum ante distintos medios de comunicación para que no se publicara la noticia. EL 15 de febrero, el Grupo América anunció la constitución de su nuevo Comité Ejecutivo, responsable de la dirección estratégica y administrativa, liderado por Agustín Vila y Gabriel Hochbaum. Agustín es el hijo del principal accionista, Daniel Vila, quien anunció que se desvincularía de la gestión diaria. Según el comunicado empresarial su hijo lidera el Comité que también integra Hochbaum, quien “mantiene el cargo de Director de Relaciones Institucionales”. El Comité “representará los intereses de los accionistas y supervisará en sus actividades al management de Grupo América, encabezado por su CEO, Sergio Basich”. El accionista minoritario es el ex ministro del Interior José Luis Robo para la Corona Manzano. Todos los medios de América han estado durante los últimos años orientados por la línea política de Sergio Massa, si tal cosa puede distinguirse en la zigzagueante deriva del líder del FR. La semana pasada hicieron una encendida defensa de Stornelli, el propio Massa (“creo en su honestidad y buena fe”), y su operadora legislativa, Graciela Camaño (“Por tres whatsapps con un chanta de estos se pone en tela de juicio toda la carrera judicial de un hombre con una trayectoria como la de Stornelli”). Horacio Hace cinco meses, Camaño, presentó un recurso de amparo contra el tarifazo anunciado por el entonces ministro de Energía Javier Iguacel, quien también fue objeto de una denuncia penal por parte del fiscal Guilermo Marijuan, quien era el candidato a ocupar la Procuración General si Massa llegaba a la presidencia. En uno de sus frecuentes raptos de furia real, no la simulada para la campaña (“cuando se enoja le sale el verdulero calabrés”, me dijo uno de sus colaboradores más próximos) Macrì amenazó con querellar al Pocero de la Patagonia por calumnias, violación de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad, según informó Carlos Pagni en el diario La Nación el 11 de octubre de 2018. Lo más