Un apriete geopolítico
Fuente: Jorge Elbaum | El cohete a la luna Fecha: 10 de FEB 2019 El presidente de la AMIA, Agustín Zbar, pidió licencia por presiones de Waldo Wolff y sus seguidores dentro de la DAIA, representantes del Likud, partido de derecha israelí liderado por Bibi Netanyahu. Las idas y vueltas de las dos instituciones que tienen sede en Pasteur 633 extienden su vodevil de embanderamientos partidarios locales e internacionales, renuncias, despidos y escándalos sexuales que profundizan su deterioro institucional. La motivación central de la exoneración de Zbar se vincula con dos casuales fusionadas: por un lado la necesidad de utilizar la causa del Memorándum para atizarla en el año electoral, y por otro lado, la demanda del Likud para menoscabar a quienes sostienen una posición crítica en relación a las políticas neocoloniales ejecutadas contra los palestinos. Dado que Venezuela, UNASUR, MERCOSUR, ALBA y el kirchnerismo han suscripto posiciones contrarias a Bibi Netanyahu en los foros internacionales, las disposiciones de la embajada israelí son precisas: quienes desacrediten la ocupación de Cisjordania deben ser debilitados. El problema que tienen las dos instituciones de la calle Pasteur es que han perdido credibilidad y representatividad para operar esos dos cometidos. Tienen un ex presidente en el banquillo de los acusados por el encubrimiento del atentado de 1994, Rubén Beraja. Además, un año atrás, Ariel Cohen Sabban, abandonó la titularidad de la DAIA acusado por Esmeralda Mitre de acoso sexual. Tiempo antes, otro presidente de esa entidad, Aldo Donzis, fue denunciado por su hermana por abuso sexual de una sobrina. En los WikiLeaks aparece el nombre del asesor de la DAIA Alfredo Neuburger como informante de la embajada de Estados Unidos. El numen espiritual de la AMIA y verdadero jefe en las sombras de la mutual es el rabino Samuel Levin, autoridad del Bloque Unido Religioso (BUR). Levin considera enfermos a los homosexuales y jerarquiza a los miembros de su colectividad en el marco de quiénes son genuinos y quienes carecen de esa condición. Por su parte, el actual titular de la DAIA posee como antecedentes el haber simulado ser parte de la querella de la AMIA, en enero de 1998, cuando una cámara oculta de Canal 9 reveló sus vínculos como abogado de Ricardo Manselle, en el marco de la causa contra Alfredo Yabrán por el asesinato de José Luis Cabezas. En esa oportunidad Jorge Knoblovits le aseguró a su cliente (Manselle) que él “era creíble como abogado” dado que integraba el grupo de letrados de la Causa AMIA, cosa que fue desmentida días después de difundida la cámara oculta, por parte de los verdaderos profesionales que litigaban ante la justicia federal. El propio presidente renunciante, Agustín Zbar, posee como antecedente el haber amenazado a Natalio Alberto Nisman, hecho que le generó una denuncia del fiscal que solo fue descartada luego del fallecimiento de este último. [1] La cronología de los dimes y diretes caricaturescos dejan a las claras, sin embargo, la articulación internacional de quienes atacaron ferozmente a Agustín Zbar. Waldo Wolff fue el primero en salir a la palestra para evitar la discontinuidad del acoso jurídico e intentar encolumnar a los sectores más retrógrados de la colectividad judía argentina. El encargado de solicitarle (exigirle) a Agustín Zbar que dé un paso al costado fue Guillermo Yanco, actual pareja de la ministra de seguridad, Patricia Bullrich. Yanco es también miembro de la Comisión Directiva del Museo del Holocausto de Buenos Aires, donde comparte la conducción con quien se rumorea que es el testaferro de Mauricio Macri: Marcelo Mindlin. Este último es el presidente. Yanco lo subroga como su vice. La pareja de Bullrich suma como cocarda su cercanía con Waldo Wolff, con quien suele concurrir a la cancha de River cuando el millonario hace las veces de local. Wolff, quien fue el encargado de liderar la operación para desterrar a Zbar, participa en todas las reuniones que la ministra de Seguridad realiza con el ingeniero Presidente. Su cercanía es tal, que el ex arquero vicepresidente de la DAIA (Wolff) acompañó a Pato a uno de sus viajes a Israel. En uno de esos periplos, la ex militante ligada a Rodolfo Galimberti, hoy reconciliada con su abolengo patricio Luro Pueyrredón, adquirió cuatro lanchas militares para uso fluvial y compró material de ciberseguridad utilizable para escuchas telefónicas, detección de contenidos en la Web profunda y aparatología de Inteligencia Artificial para el análisis de metadatos. Uno de los dispositivos de ciberseguridad fue adquirido a la empresa NSO Group, señalado en diferentes partes del mundo como productor de sistemas de espionaje.[2] En las últimas semanas, un familiar de Héctor Timerman le recordó a Waldo Wolff su responsabilidad en la persecución al ex canciller, que motivó su prisión domiciliaria y la posterior imposibilidad de salir del país. Dicha restricción para viajar a darle continuidad a su tratamiento médico, quedará como un indicio de duda acerca de las causales de su muerte, más allá del daño emocional y moral al que fue condenado durante sus últimos tres años de vida. La ofensiva contra los tibios de la AMIA fue gratificada el último miércoles con una reunión de agradecimiento explícito brindada por la propia Bullrich a la conducción de la DAIA, apenas una semana después de que Waldo Wolff dijera que “le daba asco” la actitud de Zbar. En esa tertulia, concertada por Yanco y Wolff, la ministra hizo referencia a los peritajes aportados por la gendarmería, a partir de los cuales se logró derivar la causa de la justicia ordinaria hacia Comodoro Py. La carta de Zbar también hacía referencia a una exigencia de la DAIA, el juicio en ausencia, que permitiría una condena exprés, apta para la necesidad estratégica del Likud, existan o no pruebas para la acusación. El último 18 de diciembre la propia ministra aseveró en la asunción de Knoblovits en el hotel Intercontinental que “sería muy importante para nosotros tener un juicio en ausencia”. También recibieron la felicitación de la Embajada de Estados Unidos. El último jueves 7 fueron recibidos y halagados por Edward Prado, titular de la