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¿Hasta cuándo?

Fuente: Julio Maier | Página 12 Fecha: 23 de SEPTIEMBRE 2017 Supe que vida y salud de Milagro Sala corrían peligro si ella no salía de la cárcel. Decidí callarme para no interferir en una solución en la que nunca creí y que yo vivo desde afuera, como ella misma me lo hizo saber cuando la visité en la cárcel. Hoy ella ya está fuera de la cárcel, al menos formalmente, y yo, según creo, fuera del riesgo que no quise provocar. Quiero decir, entonces, un par de cosas. En primer lugar, nunca creí en la solución que elaboró la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Como todo organismo burocrático no fue contundente y dejó resquicios para la interpretación de nuestros jueces actuales: en lugar de disponer la liberación lisa y llana, prefirió darle opciones a quienes ya habían mostrado sus uñas, sus odios, y hasta dónde el Derecho les importa un bledo. Sólo cambiaron el lugar de encierro y se dieron el lujo de “basurear” a la mentada Comisión. A semejanza de un jerarca nazi, recluido en una cárcel que sólo lo albergaba a él, destinaron a la reclusa, maliciosamente, a un domicilio que no es el de ella, destruido, custodiada por fuerzas armadas, que se encargan de hacerle cumplir un reglamento inventado por los jueces para la ocasión y sin fundamento alguno. La solidaridad pudo remontar el abandono y la ruina del nuevo hogar, pero no podrá devolverle la libertad, ni siquiera en el mínimo que representa la llamada detención domiciliaria. Ni criminales ya declarados culpables de horrendos crímenes son recluidos de esa manera cuando se les concede el cumplimiento de la pena en sus domicilios. De frente a esa realidad, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debería aclarar la medida ordenada por ella misma, ya ordenando lisa y llanamente su liberación, ya con claridad y precisión en las pautas que gobiernan su detención domiciliaria, solución que siempre le dejará a jueces banales e impúdicos resquicios interpretativos. En segundo lugar, la medida adoptada ni siquiera alcanza a otros encarcelados por la misma persecución que sufrió Milagro Sala. ¿Qué será de ellos?, que no disponen de la misma notoriedad que ampara a Milagro Sala. No conozco en firme las razones que ha tenido la CIDH para proteger a Milagro Sala, pero no me cabe duda que los demás encarcelados sufren injustamente un castigo “preventivo”, sin condena e infundado. Pregunto: ¿la Comisión no se ocupa de los ciudadanos simples, comunes, del montón? En tercer lugar, no les bastó a gobierno y jueces jujeños la destrucción de una vasta obra social, que no tenía sentido dejar abandonada: el odio de clase y raza exigía ese sacrificio. Pero, además, como dijo un amigo, carecen de pudor. Ya no le imputan a Milagro Sala instigación a tirar huevos, y pretenden castigarla a penas de prisión prolongadas por ello, sino que, increíblemente (ver Verbitsky, PáginaI12, domingo 3/9), le atribuyen –y, seguramente, a la organización que dirigió– homicidios dolosos varios, incluso de personas que murieron por muerte natural, tratándolos de asesinos. A todo esto, el gobierno nacional no sólo consiente ese trato y se lava las manos, como Pilatos respecto de la condena de Cristo, sin reconocer que es la Nación el sujeto de Derecho internacional obligado por los tratados y convenciones internacionales que ella suscribe y ratifica, sino que, además, nos sume en la vergüenza que significa amparar al delito de desaparición forzada de un ciudadano –¿dónde está Santiago Maldonado?– y de calificar a siete indígenas, pertenecientes a pueblos originarios, de terroristas internacionales, aliados de los más macabros grupos que provocan masacres y, aún más, protegidos y subsidiados por esas organizaciones. La lista de agresiones a la vida democrática no acaba aquí, pero tampoco es necesario agotarla para concluir, como ya lo he hecho en exposiciones no publicadas, en que el Estado social y democrático de Derecho no finaliza en la verificación de comicios libres y sin fraudes –hasta esto último es discutible en nuestra situación actual–, sino que sólo comienza allí. Para todos estos desaguisados nuestra Constitución nacional tiene remedios para reparar la vida democrática no bien el Congreso de la Nación se ponga los pantalones largos, y diputados y senadores no ocupen bancas sólo para calentar los asientos y cobrar sus sueldos a fin de mes.

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Ajedrez de minorías

Fuente: Pablo Papini | Revista Zoom Fecha: 22 de SEPTIEMBRE 2017 De los distintos análisis que se han publicado desde las PASO surge una única coincidencia: el oficialismo y su mayor antagonista, Unidad Ciudadana, compartirán un rito en el no muy largo trecho que queda de campaña hasta el comicio definitivo de octubre próximo: el rezo. Se trata de pedir por la permanencia en combate de otros dos actores: Sergio Massa y Florencio Randazzo. Por el primero ruega Cristina Fernández; por el segundo, Mauricio Macri. Cuidado: no hay imputaciones aquí, apenas simple lectura de posiciones y conveniencias. Sucede que 2015 marcó el fin de la hegemonía de la fase K del peronismo y, al mismo tiempo, el inicio de otra etapa en la que no sólo el nuevo gobierno no tiene mayoría, sino nadie. La escena se ha quedado congelada en la noche del 22 de junio de 2013, cuando el ex alcalde de Tigre presentó su candidatura a diputado nacional y, con eso, fracturó la sociología peronista. Desde aquella jornada y hasta hoy, las proporciones estructurales de voto no se han alterado significativamente. Lo que cada tanto parecen novedades, al tiempo se comprueba que no son más que episodios laterales de una ecuación compleja que no hay quien atine a despejar porque no la abordan en su esencia. La posibilidad de una competencia en primarias entre CFK y Randazzo tenía buenas chances de suturar el drenaje porque el perfil del ex ministro lo hacía presumiblemente apto de convocar voluntades representadas por el massismo que su antigua jefa ya no logra penetrar. Las cosas no sucedieron así, y no sólo por voluntad de la líder de UC. Ninguno de sus críticos construyó algo alternativo desde la consagración macrista, con lo que ella al final puede hasta haber dado en el clavo cuando diseñó otro frente. Encerrándose en una aritmética que la tiene a maltraer desde que labró una reelección rotunda, pero pateando lejos una polémica interna que, cerca de las urnas, se vuelve inflamable en tanto previamente no haya otros entendimientos. No se arregla en dos meses. Sería justo y necesario que Jorge Taiana ingrese al Senado, porque esto sigue y cada poroto vale. Además, el ex canciller sintetiza varias cualidades que a veces parecen incompatibles. Aquello de diplomacia en las formas y dureza en el fondo. Pero, se sabe, no es suficiente con los merecimientos en estos negocios. Aunque el kirchnerismo logre su cometido, ello no implicará que se destrabe el paisaje balotajista en que ha quedado atrapada Argentina, donde se crece a través del descrédito ajeno (así se vota en tales instancias: en contra y no a favor de). De ahí tanto protagonismo de los tribunales en la política por estas épocas. Mientras el desgaste de este gobierno no alcance un punto determinante, seguir apostando a esa lotería es un riesgo altísimo. Con ventaja CEOcrática aún en la derrota. Es que si bien no da igual perder que ganar, para maniatar al statu quo no basta con un sufragio más. Para algo son poder permanente. Y no variando esa perspectiva, difícil, cualquiera sea el reparto de bancas, frenar nada. Asistimos, pues, a un ajedrez de minorías donde cada jugada viene precedida de un engorroso equilibrio entre los intereses y las necesidades de los múltiples duelistas en que se ha fragmentado el mapa político. Por eso, por su composición social, el macrismo lo tolera sin mayor drama: se sabe naturalmente minoritario. Hoy se presume que quienes en las primarias optaron por Massa migrarían mayormente hacia Esteban Bullrich, y quienes lo hicieron por Randazzo al ciudadanismo. ¿Y si la arremetida de María Eugenia Vidal en las horas previas al 13 de agosto ya chupó todo el massismo que podía, y por eso se emparejó una contienda que muchos presumían liquidada, habiendo pues ya explorado su techo los amarillos? ¿Y si la herida abierta entre la presidenta mandato cumplido y su otrora ministro, más que un espadeo de narcisismos, expresa incapacidades recíprocas de sintetizar al otro? ¿Qué rol jugarán, en este marco, los votos de las izquierdas ya eliminadas del juego y los de las que aún viven? ¿Cuál los ausentes? Frente a tanta incógnita, quizás habría que ser menos duro con los encuestadores. Tal vez resulte difícil pronosticar comportamientos en un mosaico social hiperfragmentado. *** Alejandro Bercovich contó, en su columna del 1º de septiembre en el diario BAE Negocios, que, tras las PASO, el establishment saldó sus disidencias domésticas para comprometerse, en bloque, con Macri. Para relegar esas contradicciones fue preciso el espanto por un gobierno que les mostró los dientes como desde hacía medio siglo no se veía. Es la novedad de una elite conduciendo un proceso político después de décadas de contentarse con influir culturalmente sin partido que la represente en el trámite democrático (lo que motivara tantas interrupciones institucionales), acierta María Esperanza Casullo en la última edición de Le Monde Diplomatique Argentina. Y es lo que falta en la vereda de enfrente: sacudirse la modorra que aquieta. En el reportaje con Luis Novaresio, sin embargo, CFK hizo explícito por primera vez algo que jamás se le había oído. Dijo que sería capaz de correrse si su persona fuera un obstáculo para la reunificación peronista. ¿Indicativo de que estaría dispuesta a participar en otro marco de alianzas, incluso uno que no encabece? No habrá salida del laberinto si, por lo menos, no exhibe disposición a tomar ese riesgo. Quizá no alcance pero, ¿quién más está haciendo algo, lo que sea? Con todos sus defectos a cuestas, intenta y se esfuerza en hablarle a la gente. Será la justicialista más votada en octubre, y ya tiene su banca propia y las de un buen pedazo de su tropa aseguradas. Le sobrará paño para condicionar, aún si no le tocara recuperar la lapicera. Ha recibido apoyos gremiales y no todos los gobernadores la rechazan. Quienes crean que la receta pasa por jubilarla cometen el mismo error que quienes dilapidaron el 54%, pero a la inversa. Se comprenden tantos

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Una nueva vieja derecha

Fuente: Emir Sader | El Telégrafo Fecha: 20 de SEPTIEMBRE 2017 No podría ser tan similar la derecha que vuelve en países de América Latina y esa misma derecha en los años 1980/1990, en sus programas de Gobierno. Aplican duros ajustes fiscales, a partir de los mismos diagnósticos que criminalizan los gastos estatales, las políticas sociales, los derechos de los trabajadores. Los gobiernos de Macri y de Temer no toman en cuenta que ese mismo programa se ha agotado, ha terminado por fracasar y ha sido sucedido por gobiernos que han resultado, disminuyendo significativamente la pobreza y la exclusión social. Pero la derecha no tiene nada distinto a proponer, han fracasado los intentos de “terceras vías”, que han revelado no son tales, sino formas disfrazadas del mismo proyecto neoliberal. De ahí que no se trata de superación de los gobiernos antineoliberales, sino de retomada dura y pura, de los programas neoliberales que han llevado a países del continente -Argentina como modelo más acabado- a las peores crisis de su historia. Lo que cambian son las formas de acción de esa misma derecha, buscando nuevos esquemas de acción, para tratar de imponer su viejo modelo. Lo que caracteriza hoy la acción de la derecha latinoamericana no son nuevas propuestas para terminar con la desigualdades y la exclusión social, sino métodos de acción nuevos, para volver a sus antiguos proyectos. Es una tragedia para la democracia cuando el Judiciario, en lugar de ser el gran defensor del Estado de Derecho, se compromete, al contrario, con violencias en contra de la democracia. Más todavía cuando participa de una colusión con los medios monopolistas privados, para que se constituya como fuerza política -a veces incluso partidaria- de derecha. El uso de las leyes como instrumento con objetivos políticos concretos es lo que se llama de “lawfare”, palabra que conscientemente tiene orígenes en la palabra guerra, porque de eso se trata: de desatar una verdadera guerra en contra de líderes políticos democráticos y populares, buscando desgastar su imagen pública e incluso inviabilizar su participación política vía acúmulo de sospechas y de procesos judiciales. Lo que hay de nuevo en la forma de acción de la vieja derecha es una alianza explícita entre sectores del Judiciario -y de la Policía- con los medios, para la espectacularización de procesos judiciales y acciones policiales y para hacer efectiva la judicialización de la política. Una alianza sin la cual ni los medios tendrían mayor efecto en sus reiteradas denuncias, ni el Judiciario ni la Policía lograría pasar en la opinión pública la imagen de corrupción de los líderes populares y de sus partidos. En un testimonio al juez que lo acusa sin pruebas en tantos procesos, en Curitiba, ese juez intentaba impedir que Lula hablara del colusorio que él y sus comparsas llevan a cabo con los medios, alegando que era un tema fuera del proceso. Lula se impuso, reiterando cómo los jueces hacen llegar, de manera privilegiada y fuera de cualquier procedimiento legal, informaciones sigilosas a los medios. Como los jueces no solo hablan fuera de los autos de los procesos, como aparecen reiteradamente en portadas de revistas y diarios, así como sus mismas esposas, y en fiestas de líderes políticos de derecha, además de posturas subservientes con el mismo presidente Temer, el jefe de toda la corrupción en Brasil. Lula logró ‘imponer’ la idea de que es parte esencial de la operación de judicialización de la política, la participación de los medios, en promiscuidad absoluta con el Judiciario. Sin poder cuestionar las políticas de prioridad de los programas sociales, que responden, en gran medida, por el éxito de esos gobiernos y por el prestigio en las capas populares de los presidentes, los dirigentes de la nueva derecha intentan desplazar el debate hacia los gastos estatales, como si fueran los responsables por la crisis económica. Y tratan de desplazar el debate sobre el significado de los líderes de los gobiernos populares hacia supuestas irregularidades que habrían cometido, incluyendo a cuestionamiento judicial a medidas de gobierno. Cuando se acercan elecciones, se montan operativos especiales, para copar el clima político, buscando réditos electorales inmediatos. En las elecciones municipales del año pasado en Brasil, se han retomado acusaciones antiguas en contra de Lula, se han aprisionado exdirigentes del PT, todo con gran despliegue midiático, revelando que se trata de la gran carta de que dispone la derecha. En las vísperas de las Paso, en Argentina, se ha desplegado nueva ofensiva en contra de Cristina, así como, ahora, cuando se acercan las elecciones, se retoman casos como el de Nisman – con una indecente supuesta reconstrucción en imágenes de lo que habría sido su asesinato -, así como otras acusaciones en contra de la expresidenta, en perspectiva de la disputa electoral, en particular en la provincia de Buenos Aires. Esos los nuevos métodos de la vieja derecha, cuyos objetivos son los mismos: acaparar el poder político en manos de la banca privada, destruir el patrimonio público, así como los derechos de los trabajadores y los programas sociales, así como la soberanía en la política externa de nuestros países. Lo único nuevo es ese método de colusión entre el Judiciario y los medios.

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Sergio Bergman, el impostor

Fuente: Jorge Elbaum | Nuestras Voces Fecha: 19 de SEPTIEMBRE 2017 El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable que compra televisores en Chile y se disfraza de árbol, también tiene oscuros secretos. Los manejos financieros de la escuela comunitaria Arlene Fern. Su propuesta “enterrar la causa AMIA en Plaza Lavalle” al irse de Memoria Activa y el más reciente desaire de la viuda del rabino y activista de DDHH Marshall Meyer en el propio diario La Nación, que lo había presentado como su discípulo: “Nada más alejado de la verdad (…) está en las antípodas del pensamiento de Marshall Meyer”. El domingo primero de julio de 2007, el matutino La Nación publicó una carta de lectores firmada por Naomi Mayer, la viuda del rabino Marshall Meyer con quien convivió en la argentina durante 25 años, entre 1959 y 1984. En esa misiva, Naomí señalaba: “Su diario ha presentado al rabino Sergio Bergman como discípulo de mi difunto esposo, el rabino Marshall Meyer. Nada más alejado de la verdad. Le puedo asegurar que los actos y posiciones políticas del rabino Bergman están en las antípodas del pensamiento de Marshall Meyer. (…) Quienes conocimos a Marshall sabemos que como parte de su fe religiosa estuvo en la Plaza de Mayo junto con las Madres durante la dictadura y visitó las cárceles donde recluyeron a Jacobo Timerman y a tantos prisioneros políticos. Le ruego que deje de utilizar la figura de mi esposo sin conocer ni su obra ni a sus verdaderos discípulos.” Marshall Meyer había sido fue un comprometido activista de los Derechos Humanos que colaboró con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo durante los años más oscuros de la dictadura genocida. Fue integrante de la CONADEP, formador de jóvenes rabinos y un gran opositor a las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final aprobadas durante los gobiernos de Alfonsín y Menem. Desde sus inicios en el Seminario Rabínico Latinoamericano –donde Marshall era el referente más importante-, Sergio Bergman se auto promocionó como su discípulo, e incluso como su continuador. Esa fue la pretendida legitimidad desde la cual, luego del atentado a la AMIA en 1994, se sumó a los familiares de las víctimas. Su presencia en los actos de Memoria Activa, frente a los tribunales ubicados en la Plaza Lavalle, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, durante el año 1994 –curiosamente un año después del fallecimiento de Meyer- se constituyó en su plataforma de su lanzamiento a la visibilidad pública. Tiempo después, debido a la utilización espuria del nombre “Memoria Activa” como trampolín de su lanzamiento mediático, fue repudiado por los familiares y las víctimas del atentado: “Bergman se retiró de Memoria Activa en Marzo de 1996 –decía el documento-, expresando que debíamos enterrar la causa AMIA en la Plaza Lavalle (…) por lo que se pidió que aclarara que no pertenece más a Memoria Activa, cosa que Bergman no ha hecho.” Escalera a la fama Las recurrentes apariciones televisivas, acompañadas de una pretendida aureola humanista y pseudo-mística, lo ayudaron a catapultarse hacia su posterior destino de exhibición, en el que se transfiguró como adalid de la seguridad pública, junto al “ingeniero” Blumberg. Ambos se construirán en los encargados de acaparar cámaras en la “Plaza de la Seguridad” en la que se repudió el homicidio del joven Axel, como producto de un secuestro extorsivo. El propio Bergman se desmarcará tiempo después de Blumberg –en un reiterado ejercicio de prestidigitación política– afirmando haber saldado la “hipoteca Blumberg”, producida por la usurpación de título académico en la que incurrió el padre de Axel. En forma paralela a este ascenso meteórico, caracterizado por la impostación, la apariencia y los negociados, el farmacéutico recibido en la UBA, erigió el Centro Comunitario Arlene Fern en homenaje a una joven fallecida a inicios de los años ´90. Los padres de Arlene donaron un millón de dólares para construir dicho centro de enseñanza, que se constituyó desde su origen en la “caja negra” de gran parte de su subsistencia personal. La institución, ubicada en el barrio de Belgrano demanda en la actualidad una mensualidad por alumno de alrededor de 15 mil pesos, pero —llamativamente para la población a la que se dirige— ha garantizado parte de su superávit gracias a subsidios otorgados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La “escuela comunitaria” ha sido, desde su fundación, una garantía de financiación para el propio farmacéutico , quien ha reorientado donaciones y subsidios a su pecunio personal desde el año 1994. Un ex ejecutivo de la entidad, que pidió confidencialidad antes de dar su testimonio para esta investigación, que fue despedido por revelar dichos manejos “non-sanctos”, intentó en vano difundir los desmanejos financieros entre los familiares de la escuela Arlene Fern, pero sucumbió a repetidos “aprietes” laborales y sociales por intentar hacerlos visibles. Según el informante, para 2012 el farmacéutico retiraba de las arcas de la institución alrededor de cien mil pesos mensuales. La profesional encargada en la escuela Arlene Fern de establecer la “contabilidad creativa” destinada a solventar la suntuosa vida del rabino fue su histórica persona de confianza, Patricia Holzman, quien además sustenta en la actualidad la presidencia de la “Fundación Judaica”, entidad a través de la cual el rabino recauda donaciones de ingenuos aportantes estadounidenses. Lo llamativo de dicha “Fundación” es que la justificación de dichos aportes se lleva a cabo bajo el paragua ideológico-institucional de la “Unión Mundial del judaísmo progresista”, sin brindar mucha definición precisa acerca de la acepción otorgada a la categoría de “progresista”, por parte de dicho conglomerado. Para darle continuidad a la alianza estrecha con su adlátere Patricia Holzman, Bergman la ha nombrado como Jefa de Gabinete del Ministerio de Medio Ambiente y aparece en las listas del PRO como candidata a diputada nacional en “sábana” que encabeza Lilita Carrió. La inclusión de Holzman en el puesto número once la lista, por exigencia de Bergman, supuso un chisporroteo entre la ex militante radical y el farmacéutico-rabino. Este último había caracterizado en 2103 a Carrió –que

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Gladys Gonzalez: la coleccionista de denuncias

Fuente: M. Escalada & A. Ronconi | El Disenso Fecha: 8 de AGOSTO 2017 Denunciada en la justicia por administración fraudulenta, malversación de fondos, usurpación de cargos y bienes, incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, estafa procesal, falso testimonio, falsificación de instrumentos públicos, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario público entre otros delitos graves, González tiene un prontuario que se incrementa a su paso por organismos públicos. Denunciada por sus ex empleados y también por sus pares dentro de Cambiemos, la elegida de Duran Barba y Vidal parecía la candidata ideal para las fotos, pero su extenso prontuario pesa más que su carita angelical y su pelo rubio prolijamente peinado. Hoy desde El Disenso te contamos quien es Gladys Gonzalez. Noviembre 2006: Denunciada por intento de soborno a Revista 23 a cambio de reportajes favorables a Larreta en CABA Gonzalez se desempeñó como Directora del Banco Ciudad entre 2005 y 2007. En esa lugar fue denunciada por intento de soborno, malversación de fondos públicos e incumplimiento de funcionario público. La Revista 23 dio a conocer que la funcionaria del PRO ofreció pautas publicitarias de la entidad bancaria, en ese momento a cargo de Federico Sturzenegger, como canje para que la publicación realizara reportajes y notas que favorecieran a Horacio Rodríguez Larreta. La causa tramitó en el Juzgado Federal Nº 11 y llegó al escritorio de Bonadío. González salió airosa de la situación, su entonces marido Aldo Bruno Vricella Ricci, que se desempeñaba como director en la misma sucursal, se encargó de cuidar su espalda, y en su currículum solo se agregó un sumario administrativo, una sanción de entrecasa para calmar la publicidad que ganó el tema en los medios. Enero 2007: Propuesta para la Auditoría General de la Ciudad e Impugnada por la junta de Ética González fue removida del cargo en el Banco Ciudad para aplacar la movida mediática generada tras la denuncia de la Revista 23. Macri propuso entonces a su ex secretaria para ocupar un puesto en la Auditoría General de la Ciudad, pero a raíz de la causa penal abierta su pliego fue impugnado en la Junta de Ética de la Legislatura. De esta manera, González aterrizó en la Subsecretaría de Atención Ciudadana. 2007 a 2009: Como Subsecretaria de Atención Ciudadana fue denunciada por contrataciones irregulares y sobreprecios Desde contratar a la propia mujer de Larreta para que decorase los Registro Civiles de los CGP a licitaciones escandalosas con sobreprecios que superaban el 260%, la Subsecretaría de Atención Ciudadana dependiente de la Jefatura de Gabinete no evitó que Gonzalez fuera nuevamente denunciada. Luego de crear una interpretación libre de la Ley de Comunas que la habilitó a realizar obras públicas ante “pedido de los vecinos”, Gonzalez se aseguró superpoderes para realizar costosísimas licitaciones y remodelaciones sin que nadie pudiera meter la nariz en los números. Plantines a $353,33 cada uno y tachos de basura de U$s 300 fueron solo algunos de los elementos que le valieron denuncias de parte de la Defensoría del Pueblo, y que también quedaron en el éter. Un tiempo después, González, quien ya había sido denunciada por canjear pauta por publicaciones a favor de su jefe Larreta, fue mas allá y contrató a la esposa de Larreta, la “Wedding planner” Barbara Diez para que se ocupase de decorar las salas de casamiento construidas por el GCBA en el marco del programa “Sí, quiero”. Larreta festejó la ocurrencia y alabó ante la prensa las máquinas expendedoras de arroz, los inmensos plasmas y las filas interminables de asientos blancos. El costo de la decoración de las salas no fue tema de discusión puertas adentro del PRO. Larreta expresó su beneplácito enviando a Gonzalez a la Cámara de Diputados ese mismo año. 2009 a 2013: Diputada Nacional, matrimonio con su chofer y una denuncia de acoso sexual que desapareció de la red Quizás el período donde González le trajo menos dolores de cabeza al PRO. Luego de casarse con su chofer, Angel Manuel Mosca, y designarlo como su Asesor de Prensa, el matrimonio se dedicó a impulsar la carrera política del nuevo hombre de la casa. Hoy Mosca es el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense y destacado operador de Vidal en provincia. Pero esta vez fue Mosca quien llamó la atención de los medios, aunque el blindaje fue más fuerte y la Agencia NOVA desapareció de su web la nota del 22 de octubre de 2015 que hacía referencia a una “grave denuncia de exhibicionismo” y a un caso público de acoso sexual. Del tema no quedaron rastros en las redes. Septiembre 2015: Candidata a Intendente por Avellaneda, denunciada por falsear su domicilio En esta ocasión, González se presentó como candidata a intendenta por la ciudad de Avellaneda, con la salvedad de que no poseía los dos años de residencia en el distrito ya que su domicilio conyugal se encontraba en CABA. En esta oportunidad la impugnación vino de parte de sus propios socios, los concejales de la UCR Avellaneda, Miriam Graiño y Rodrigo Galetovich. Su desconocimiento local le jugó en contra, y si bien Gonzalez logró sortear la impugnación de sus socios radicales, fue estrepitosamente derrotada por Jorge Ferraresi en las urnas. Enero de 2016: Le consiguió a su ex marido el manejo de una caja de más de $1300 millones Así como su primer marido, Aldo Bruno Vricella Ricci, cuidó sus espaldas durante su paso por el Banco Ciudad, hoy es Gladys quien no olvida el gesto y cuida la espalda de su ex marido, quien el pasado 5 de diciembre a través de la Decisión Administrativa 413/2016 fue nombrado por Peña en el Ministerio de Defensa a cargo del “Instituto de Ayuda Financiera para el pago de retiros y pensiones militares” que de acuerdo al presupuesto nacional vigente maneja una caja de $1.329.918.189. Febrero 2016: Lluvia de denuncias como Interventora en el SOMU Gonzalez asumió en febrero como Interventora del SOMU y desde el vamos cosechó denuncias

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La política exterior de Donald Trump

Fuente: Immanuel Wallerstein | La Jornada Fecha: 17 de SEPTIEMBRE 2017 Donald Trump se aproxima al final de su primer año como presidente de Estados Unidos. Ahora todo mundo –simpatizantes, oponentes, aun los indiferentes– parecen coincidir en una cosa. Sus pronunciamientos y sus acciones son impredecibles. Ignora los precedentes y se comporta en modos que constantemente sorprenden a la gente. Los simpatizantes encuentran esto refrescante. Los oponentes lo encuentran aterrador. No obstante, muy pocos han comentado en torno a lo que creo es su logro más singular. Se ha manejado con la treta de ser el actor más impredecible en la escena estadunidense y mundial, y al mismo tiempo como el actor más predecible. Es deliberado que se rodea de una panoplia de asesores que lo empujan en direcciones opuestas en extremo. Constantemente despide a alguno de ellos y designa a otros. Ningún individuo parece durar mucho. El resultado es que a todo mundo le deja claro que la decisión final es suya –y suya solamente. Puede acceder por un tiempo a lo que los asesores le sugieren, pero algunas veces deshace al día siguiente lo aconsejado. Esto es lo que lo hace ver tan impredecible. Pero al final revierte siempre su decisiones hacia lo que algunas veces se le llama sentimientos de tripa, sea el asunto de la atención a la salud, la inmigración, la reducción de impuestos o la acción militar. Eso es lo que lo hace tan predecible. El resultado final es siempre el mismo. Cualquiera que lo observe o trabaje con él o se le oponga debe por tanto ser capaz de predecir a dónde va a terminar estando. Y para casi todo el mundo, dónde Donald Trump termina no es donde les gustaría que un presidente de Estados Unidos fuera. Trump y Estados Unidos se enfrentan con un gran número de asuntos acerca de los cuales existen fuertes y divisorias opiniones en ambos lados. Estas divisiones resultan intratables para muchos. No para Donald Trump. Él cree en sí mismo y en su habilidad para completar sus agendas nacional y mundial. Para él nada es intratable. En septiembre de 2017, las dos decisiones más urgentes de política exterior tuvieron que ver con Corea del Norte e Irán. En ambas, el conflicto con Estados Unidos gira en torno a un asunto crucial: las armas nucleares. Corea del Norte las tiene. Irán no las tiene, pero al menos algunos de los principales actores internos piensan que es esencial que Irán las adquiera. La posición oficial estadunidense es que Corea del Norte debería desmantelar su armamento nuclear y que Irán debería cesar cualquiera y todas las actividades que se muevan en la dirección de adquirir tales armas. Estas posturas no son nuevas o inventadas por Donald Trump. Han sido la posición pública de Estados Unidos, de todos los presidentes previos, por algún tiempo ya. Lo que es diferente con Trump es que se niega a admitir lo difícil que es conseguir estos objetivos de Estados Unidos y lo peligroso que sería perseguirlos mediante acciones militares. Por tanto, los presidentes previos han buscado soluciones (así llamadas) diplomáticas. En el caso de Irán, la diplomacia pareció funcionarle al presidente Obama con el acuerdo firmado por ambos países (y otras potencias). En contraste, la diplomacia ha logrado hasta ahora muy poco en el caso de Corea del Norte. En ambas situaciones, los sentimientos de tripa de Donald Trump parecen claros. Quiere usar las acciones militares para forzar a Corea del Norte a que desmantele sus armamentos nucleares. Quiere retirarse del acuerdo con Irán y utilizar una amenaza militar para obtener su renuncia permanente del desarrollo de armamentos nucleares. Hay dos preguntas en torno la política exterior de Trump. ¿Puede de hecho disponer que se comiencen acciones militares? Y si puede, ¿podrán lograr las acciones militares lo que él confía lograr? Donald Trump prometió a sus simpatizantes que probaría ser un amigo verdadero de los militares estadunidenses otorgándoles puestos clave en su administración y buscando expandir los fondos de las fuerzas armadas. Lo ha hecho. En su último reciclaje de su personal, colocó a un militar, John Kelly, en la posición de jefe del Estado Mayor con amplios poderes para cambiar al personal y servir de filtro para acceder al presidente. Por supuesto los militares aprecian obtener más fondos. Pero es curioso que la mayoría de sus asesores militares son relativas palomas. Sí favorecen una expansión de fondos para los militares. Pero todos parecen creer que las guerras son en verdad un recurso final, uno que tiene enormes e inevitables consecuencias negativas. Tienen un aliado en el secretario de estado, Rex Ti- llerson. Siempre que Trump ha seguido su consejo y ha proferido su retorica más áspera, eso le parece de lo más incómodo ejercerla por más de un breve momento. Siempre regresa a sus fundamentos. La primera pregunta es si Trump puede de hecho lanzar acciones militares serias. Esto sería menos fácil de lo que imagina. Los burócratas militares tienen toda suerte de modos para desacelerar, inclusive frenar, acciones con las que ellos no están de acuerdo. En el régimen de Trump, de hecho son impulsados a hacer esto por otro rasgo peculiar de la personalidad de Donald Trump. Le gusta asumir el crédito de los éxitos y culpar de los fracasos a los demás. Así que por si fuera el caso que las acciones militares fracasaran, está subcontratando las decisiones reales de los militares. Si hubiera un fracaso bien puede culparles. En caso de éxito será el primero en reclamar el crédito exclusivo. Sin embargo, subcontratar necesariamente significa retrasos e invita al sabotaje. Son diferentes los casos de los dos países. Corea del Norte tiene de hecho bombas, unas que sí pueden alcanzar el territorio de Estados Unidos. Es más, la inteligencia estadunidense parece estar diciendo que Corea del Norte está mejorando su capacidad militar a un ritmo muy rápido. El régimen de Trump habla ahora de una guerra preventiva –el oxímoron más maravilloso inventado alguna vez. Si Estados Unidos

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Quod natura non dat: La truchada de Novaresio

Fuente: M. Escalada & A. Ronconi | El Disenso Fecha: 17 de SEPTIEMBRE 2017 La semana pasada, CFK dio cátedra desde InfoBae, donde un incómodo Novaresio dejó ver que el sillón de entrevistador le quedaba demasiado grande. Hacia el final de la entrevista, el mediático que lleva cobrados $685.402 por pauta oficial en su sitio web de 25 visitas diarias, le realizó a CFK dos preguntas que presuntamente salían de un cuestionario realizado por Bernard Pivot a quien caracterizó como “un periodista francés que hace cuestionarios“. Hoy desde este informe de El Disenso echamos luz sobre la burrada que tiró Novaresio al aire, te contamos quien es Pivot y te mostramos que lo que preguntó no tiene nada que ver con “El Cuestionario Pivot” o “El Cuestionario Proust“. Luego de pasear a su entrevistada por los zócalos más amarillos de la tv durante casi dos horas, Novaresio le dijo a Cristina: “Hay una expresión del cuestionario de Bernard Pivot, que es un periodista francés que hace cuestionarios, que termina con dos preguntas. La primera es: ¿Dijo siempre la verdad en este reportaje?” para culminar con la supuesta segunda pregunta: “Y la última pregunta de Bernard Pivot es: Si el cielo existe y si Dios existe… ¿Qué cree que le va a decir Dios cuando llegue?“. Bueno, a ver Luis, comencemos por el principio: Marcel Proust (1877-1922) fue un novelista francés cuya obra más importante “À la recherche du temps perdu” es considerada una de las joyas de la literatura francesa. De pequeño, Proust solía jugar con Lucie y Antoinette Faure, hijas del luego presidente francés Félix Faure. A pedido de Antoinette, a los 14 años, Proust respondió un cuestionario que estaba de moda en esa época, y que constaba de una serie de preguntas superficiales sobre la persona que respondía. El mismo cuestionario volvió a ser contestado por Proust a los 21 años, en esa oportunidad respondiendo de su puño y letra, y titulándolo “Marcel Proust par lui–meme” (Proust por el mismo). El manuscrito de Proust fue encontrado en 1924 por André Berge, hijo de su amiga Antoinette, y fue subastado en 2003 por la suma de 100 mil euros. Cabe aclarar que en ese manuscrito no figuran las preguntas realizadas por Novaresio a CFK. Bernard Pivot es un periodista y crítico literario, y no “hace cuestionarios“. El cuestionario al que Novaresio hace referencia, es “El Cuestionario Proust” que fuera modificado por Pivot para su programa Bouillon de culture (Sopa de cultura), donde sometía a sus invitados a lo que se conoce como “El Cuestionario Pivot“, una reducción de 10 preguntas del Cuestionario Proust con varios cambios de fondo y forma. 1. Votre mot préféré ? => ¿Tu palabra favorita? 2. Le mot que vous détestez ? => ¿La palabra que odias? 3. Votre drogue favorite ? => ¿Tu droga favorita? 4. Le son, le bruit que vous aimez ? => ¿El sonido o el ruido que te gusta? 5. Le son, le bruit que vous détestez ? => ¿El sonido o el ruido que odias? 6. Votre juron, gros mot ou blasphème favori ? => ¿Tu puteada, grosería o blasfemia favorita? 7. Homme ou femme pour illustrer un nouveau billet de banque ? => ¿Un Hombre o mujer para ilustrar un nuevo billete? 8. Le métier que vous n’auriez pas aimé faire ? => ¿Un trabajo que no te hubiera gustado hacer? 9. La plante, l’arbre ou l’animal dans lequel vous aimeriez être réincarné ? => ¿La planta, árbol o animal en el que te gustaría reencarnar? 10. Si Dieu existe, qu’aimeriez-vous, après votre mort, l’entendre vous dire ? => Si Dios existe, ¿Qué te gustaría que te dijera después de que te hayas muerto? Por cierto en ninguna de las 10 preguntas del cuestionario Pivot, el periodista preguntaba al invitado si “había dicho siempre la verdad” en ese reportaje. Es una tremenda cobardía achacarle a Pivot la pregunta indagatoria realizada a CFK, y a claras luces una falta de respeto para un entrevistado que no esta asistiendo a un careo, ni a una prueba del polígrafo. Respecto a la pregunta sobre Dios, Pivot no busca un juicio final como intentó Novaresio, sino que el cuestionario completo apunta a una introspección en la que el invitado juegue con sus deseos más profundos. Si el periodista en lugar de consultar en Taringa! qué preguntar en una entrevista hubiese visto al menos un programa de Bouillon de Culture, se habría dado cuenta que las entrevistas de Pivot buscan hacer sentir cómodo al invitado, y de esta manera, es el mismo entrevistado quien se abre y muestra facetas desconocidas, potenciando el encuentro. Muy lejos del estilo “indagatorio” que le imprimió Novaresio. $685.402 por una web de 25 visitas diarias Novaresio es uno de los mimados de la pauta oficial. Por su web www.luisnovaresio.com.ar, que de acuerdo a la medición realizada por SimilarWeb posee 770 visitas mensuales, que son 25 visitas diarias, el entrevistador de CFK recibió durante el año 2016, solo de pauta oficial, la suma de $443.102. En el primer semestre de 2017 se sumaron $205.700 también de pauta de Nación, más la pauta a través de orden de compra directa que publicamos en nuestro informe “Michetti complicada: más de $3 millones para los amigos“, donde cobró $36.600 de parte del Senado a través del expediente SA 4474 – OD 147, facturados a nombre de “Comunicación Publicitaria SRL“. En total el periodista lleva facturados al menos $685.402 por pauta oficial para banners en su sitio web de 25 visitas diarias. Esto sin contar los 88 banners de diferentes localidades manejadas por Cambiemos, como San Isidro o Ciudad de Buenos Aires, y publicidades de otros organismos del estado que están cargados en su sistema y se van rotando en la pagina web, como puede verse en este link , por lo que es probable que la pauta total final sea aún mas alta.

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La larga sombra de Montichello

Fuente: Dardo Esterovich | Revista Convergencia Fecha: 10 de SEPTIEMBRE 2017 Charlottesville es una apacible ciudad del estado de Virginia de aproximadamente 45.000 habitantes. En estos días la tranquilidad se vio perturbada por la muerte de Heather Heyer al ser atropellado con un automóvil por un joven de 20, James Alex Fields Jr. quien también hirió en la embestida a una veintena de personas que formaban parte de una multitudinaria contramanifestación de un acto de supremacistas blancos, neonazis y del Ku Klux Klan. Estos protestaban por una iniciativa de la ciudad de retirar una estatua del Gral. del ejército confederado Robert E. Lee. Los supremacistas se convocaron bajo el consigna “Unite the Right” (Unir a la derecha) y el día anterior al acto realizaron una marcha que evocaba la estética de los nazis en la Alemania del 30 con svásticas, águilas fascistas, antorchas y consignas como “No nos reemplazarán, los judíos no nos reemplazarán”, “¡Blood and Soil!» (“¡Sangre y Tierra!”), pancartas con Trump y su consigna de campaña “Haremos grande de nuevo a Estados Unidos”. La propuesta de retirar la estatua en Charlottesville forma parte de una ola de iniciativas similares -cada vez más extendida en diversas ciudades de quitar los cientos de monumentos dispersos por todo el territorio estadounidense que glorifican a la Confederación y que fueron erigidas poco a poco después de la Guerra Civil por los derrotados, como una manera de perpetuar el espíritu racista y supremacista en la población. La reacción de los activistas que condenan al racismo es producto de la preocupación por la participación pública cada vez mayor de la derecha supremacista que considera al gobierno de Trump como “su gobierno”. Hasta aquí los hechos. Pero los hechos siempre admiten un antes y un después. Un antes Montichello –aledaño al ejido de Charlottesville simboliza una de las mayores contradicciones que atraviesan a la sociedad estadounidense desde los días de la independencia. Allí tenía su plantación y residencia Thomas Jefferson, que pertenecía a la aristocracia de los hacendados del Sur. Fue un estudioso que se fue acercando a las ideas de los iluministas, con grandes conocimientos de historia, literatura, derecho, arquitectura –diseñó su propia casa- ciencia y filosofía. Defendió la enseñanza pública y gratuita y la tolerancia religiosa. Fue el redactor principal del borrador de la Declaración de la Independencia de Estados Unidos (1776) texto donde se defendía la democracia, la igualdad, la soberanía de los pueblos para decidir sobre sí mismos y el derecho de los hombres “a la vida en libertad y la búsqueda de la felicidad”. Pero no todo fue tan idílico. En el borrador – aunque finalmente no fue incorporado por la oposición de algunos estados sureños— Jefferson condenaba la institución de la esclavitud y prohibía la trata de esclavos aunque no serían emancipados los ya existentes ni sus descendientes. Tanto él como los otros grandes propietarios del Sur dependían del trabajo esclavo y no estaban dispuestos a renunciar al mismo. Jefferson llego a tener en su plantación en Montichello cerca de 600 esclavos a los que mantuvo hasta su muerte en 1826. Aunque contrario a la esclavitud aceptó voluntariamente las leyes que la permitían y cuando tuvo posibilidades de abolir todo signo de desigualdad entre todos los seres humanos, no lo hizo Esta contradicción tenía su sustento en que para Jefferson libertad e igualdad no era lo mismo, especialmente si la igualdad se refería a los negros. En los últimos tiempos muchos autores han hecho hincapié en las ideas racistas de Jefferson. Estos juicios se han basado fundamentalmente en su «Notes on the State of Virginia» (1787) donde para justificar sus opiniones favorables a la deportación futura de los negros, expone «las verdaderas diferencias hechas por la naturaleza y otras muchas circunstancias. . .». Considera las de nivel puramente físico –color, funcionamiento de las glándulas sebáceas y otras— y las del plano intelectuales –poca inclinación a la reflexión, poco raciocinio—. Llegó a alegar «creo difícil encontrar uno sólo capaz de seguir y comprender las investigaciones de Euclides». Esta contradicción se mantuvo casi inalterable hasta la Guerra de Secesión (1861-1865) entre el Norte industrial-abolicionista y el Sud agrario-esclavista. El régimen esclavista era una rémora que obstaculizaba la expansión industrial la que finalmente se resolvió mediante el conflicto armado en que el Norte resultó victorioso. Una de las consecuencias fue la liberación de los esclavos. Esta medida fue lacomplementación de la tarea inconclusa de la Declaración de la Independencia en cuanto a la libertad para todos los habitantes de las ex Colonias. Pero tampoco significó la obtención de la igualdad. Pasado un tiempo los estados sureños se fueron recuperando económicamente de las consecuencias de la guerra y volvieron al manejo político de sus gobiernos, ya que su reincorporación a los Estados Unidos significó la recuperación de su autonomía como Estados de acuerdo a la Constitución. La derrota militar no significó la derrota cultural ya que las ideas racistas siguieron siendo predominantes especialmente en el sector rural. Para mantener la discriminación se dictaron un conjunto de leyes conocidas como los Códigos Negros que rigieron en el Sur y las leyes de Jim Crow en todo el país. Durante la vigencia de estas leyes –fueron derogadas en 1964 por las luchas llevadas a cabo por el Movimiento de los Derechos Civiles encabezado por Luther King–se erigieron miles de monumentos que glorifican a la Confederación, dispersos por toda la geografía estadounidense, destinados a perpetuar la ideología racista. Estas leyes ampararon durante 75 años la humillación, la vejación, el maltrato, los azotes, las violaciones, el terrorismo doméstico contra la población negra, incluyendo la horrorosa cifra de 5,000 linchamientos. El reverendo Wright, pastor de la parroquia de la United Church of Christ de Chicago y mentor del ex presidente Obama, en una conferencia en la Universidad Howard (Washington) en el 2006 afirmó: «Este país se fundó y está dirigido según un principio racista (…) Creemos en la superioridad blanca y en la inferioridad negra (…) más que en el propio Dios», según lo publicado por The

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El sionismo es el último refugio del sinvergüenza

Fuente: Uri Avnery | Haaretz Fecha: 10 de SEPT 2017 Si hay una palabra en hebreo de la que estoy totalmente harto, es sionismo. Es una palabra llena de significado y vacía de todo significado. Es una palabra que se puede pegar en cualquier frase en que haya un hueco. Es buena para los políticos que no tienen nada que decir. Puede justificar cualquier cosa y descalificar cualquier cosa. Es buena para todos los estafadores y tramposos. Hace unos 300 años, el pensador inglés Samuel Johnson dijo: «El patriotismo es el último refugio de un sinvergüenza». En nuestros días y lugar podemos decir eso mismo acerca del sionismo. Entonces, ¿cuál es el verdadero significado de la palabra? El sionismo, como se conoce comúnmente, nació como término a fines del siglo XIX y llegó a expresar una idea perfectamente simple: sacar a los judíos de la Diáspora y concentrarlos en la Tierra de Israel. Fue una idea revolucionaria, una revolución geográfica que fue inevitablemente una revolución ideológica: convertir a los judíos de una comunidad etno-religiosa dispersos por todo el mundo, en una «nación» moderna concentrada en un país, acorde con un espíritu de nacionalismo que se intensificaba en Europa. Eso fue el sionismo. A lo largo de los años, muchos intelectuales han agregado significaciones al sionismo como mejor les parecía. Cada persona tenía su propio sionismo, de derecha y de izquierda, conservador y socialista, religioso y secular, occidental y oriental. Pero ninguno de estos aditamentos cambió la simple idea concebida por Theodor Herzl que creía que casi todos los judíos vendrían a Israel. El resto, pensó, simplemente se convertiría en alemanes, rusos, franceses, etc. Si Herzl hubiera conocido a los judíos orientales —los judíos habitantes de países árabes y/o musulmanes— habría pensado que ellos también, a menos que vinieran a Israel, se convertirían en marroquíes, turcos, persas, etc. Dejarían de ser judíos. Desde el punto de vista de Herzl, el término «sionista estadounidense» es un oxímoron, una contradicción absurda. Para él, un judío norteamericano podía ser sionista durante unos meses, pero para continuar como tal, debía abordar un barco rumbo a la Palestina otomana. Este sionismo, el verdadero sionismo, de Herzl llegó a su fin con el establecimiento de Israel como un Estado. La idea se había concretado. Los ciudadanos de Israel son una nación, como él soñó. Como en todas las naciones, quieren que su estado prospere, mientras que los judíos de todo el mundo siguen siendo una comunidad etno-religiosa, como lo fueron antes del nacimiento del sionismo. ¿Cuál es el carácter de esa comunidad? En el mundo moderno es una criatura única y extraordinaria, pero en el pasado era perfectamente normal. En el Imperio Bizantino toda la población estaba formada por esas comunidades. Cada comunidad tenía su propia religión y autonomía administrativa, gobernada por clérigos subordinados al gobierno central. La división entre las comunidades no era geográfica sino étnica y religiosa. Los judíos que fueron exiliados por Nabucodonosor a Babilonia no se convirtieron en babilonios, permanecieron judíos. Y cuando fueron devueltos a Jerusalén por Ciro el Grande, continuaron siendo judíos. Después del Imperio Persa vinieron el Imperio Macedonio, el Imperio Romano, el Imperio Bizantino y más tarde los musulmanes-árabes, mamelucos y turcos, hasta la llegada de los británicos, cuyas leyes heredamos. Hasta hoy, nuestras leyes matrimoniales se basan en esa antigua base. Un judío de Tel Aviv puede casarse con su amado judío de Nueva York sin dificultad, pero no puede casarse con un cristiano de Jerusalén o un musulmán de Haifa. Uno de los dos debe convertirse, o deben casarse en el extranjero. Este es el régimen comunitario, un flagrante anacronismo antisionista. Un americano judío es americano y no pertenece a la nación israelí. Puede enviarnos donaciones (y bendecirlo por ello), o visitarnos en el verano a expensas de alguna organización «sionista», pero es americano. Benjamín Netanyahu puede declararse el líder de todos los judíos, pero es sólo el primer ministro de la nación israelí en el pequeño Israel. Por cierto, los ciudadanos árabes de Israel podrían haber sido parte de la nación israelí, si hubieran querido hacerlo. Les daría la bienvenida. Pero parecen preferir ser una minoría nacional en el estado israelí y seguir siendo parte de la nación palestina. En estos días, en esta realidad, la marca sionista es innecesaria y un obstáculo. Es confuso y sirve como una herramienta para los políticos que buscan extorsionar dinero y apoyo político de los judíos de todo el mundo. Es una marca falsa mal utilizada para el fraude. Entonces, ¿cómo me defino? Como cualquier persona moderna consto de varias capas. Primero soy un ser humano, un hermano de cada hombre y mujer en la tierra. Luego soy israelí. Luego soy de ascendencia judía. (Una vez tuve una tormentosa discusión con Ariel Sharon sobre esto, le dije que yo era ante todo israelí y sólo luego judío, y él apasionadamente argumentó que era judío primero y sólo luego israelí). En resumen, hemos construido una estructura nacional llamada Israel. Para eso necesitábamos andamios. Este andamio fue llamado sionismo. Ahora, cuando el edificio está de pie, el andamio se ha vuelto redundante y es incluso como un obstáculo en el camino. Pero para todos los tipos de sinvergüenzas es un refugio útil. Traducción: Dardo Esterovich Nota original: clickear aquí  

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