La “Historia Oficial” vs la Información Veraz, en medio del “Pandemonium”
Por: Benjamín Malamud Lerner (desde Córdoba) La ciencia, los consensos y la unidad salvan vidas. Estos consensos no se logran con posiciones radicales absolutas. La complejidad, solo la complejidad nos ayuda a salir de las crisis. No la grieta. Axel Rivas, Universidad de San Andrés No son tiempos sencillos los que nos tocan vivir, son complejos, a veces extremadamente complejos, ni blanco ni negro, salvo para miradas obtusas o arteras, que cuando se implementan ponen en riesgo la vida, la salud, el bienestar y hasta los fundamentos éticos de la sociedad. La complejidad está dada por los actores intervinientes, sus particulares intereses, el contexto eco-bio-socio- económico-político-jurídico y temporal en que se manifiestan y que de una u otra manera, afectan amplios sectores, sino todos, dentro de una comunidad, un país o en el caso de una pandemia hasta ahora, incontrolable, al mundo entero. Para quienes nos desempeñamos en el campo de la salud, no son pocas las oportunidades en que esa alta complejidad se manifiesta, con diversos grados de premura, obligando a la búsqueda tanto de los “factores determinantes” de las mismas, como de sus posibles o factibles soluciones. Serán el diálogo entre los eventuales actores, donde los prioritarios derechos humanos a la vida y la salud, a la educación formal e informal, virtual o presencial, al desarrollo y la supervivencia económica regional o sectorial, a la inclusión social o a la preservación del ambiente. deberían dar lugar a consensos si los tiempos lo permite o a la toma de decisiones responsables con el aval científico y ético, si la emergencia lo requiere. El Pandemonium, nombre de un texto del psicoanalista J. Alemán, es para este notero, una muestra de esa complejidad, donde diversos determinantes confluyeron en este mes de abril, para exponernos a graves crisis en el ámbito de la salud, de la educación y hasta de vida democrática y republicana. Crisis en la que reaparece la sombra de oscuros antecedentes de una época nefasta. La persistente tendencia a menguar la gravedad de los efectos de la pandemia en la salud y sí valorizarla ante la economía por parte del principal partido de oposición y el oligopolio mediático, de menospreciar los esfuerzos preventivos e incluso de alertar negativamente contra ciertas vacunas, es una constante neoliberal, que ya se vivió en la dictadura. En la “Historia Oficial” se decía que éramos “derechos y humanos” mientras avanzaba el genocidio. En esa película de L. Puenzo, la protagonista (Norma Aleandro), se guía inicialmente por los medios aceptando su relato; luego comienza a tomar consciencia de que el problema de los “desaparecidos” no eran una entelequia y las sustracciones de bebés, podrían ser reales y por último, termina por comprender que el drama de la apropiación ilegitima de los niños estaba en su propio hogar. Ahora el instrumento de la desinformación e infodemia nos expone a más muertes y a una colmatación de las UTI que han llegado al 100% de sus posibilidades en la CABA, según los médicos intensivistas y con un personal asistencial y que ni vacaciones tuvo este verano. Determinantes epidemiológicos. La gravedad de esta nueva ola o tsunami mundial, no puede ser disimulada con expresiones de buenos deseos por varias razones: 1) hay mucha gente circulando por diversas razones en la vía pública o en ámbitos cerrados con escasa protección. 2) La vacuna está llegando afortunadamente con más regularidad pero estamos lejos de la inmunidad en rebaño de Islandia o de Israel. La Falda contará con 3000 vacunados cuando este N° 838 llegue a sus manos. A propósito este país libera de la obligación del uso de barbijos al aire libre pero no en ámbitos cerrados. 3) Hay una estrecha relación entre la circulación del virus sin las medidas adecuadas de control y la emergencia de nuevas variantes, incluso más transmisibles y agresivas que la P1 o de Manaos. Un gráfico lo explica mejor. 4) El “Arma Secreta” que utilizaron los que mejor detuvieron la pandemia, está disponible en nuestro país y no es otro que el simple barbijo triple capa correctamente usado y que desafortunadamente, aunque parezca un “disco rayado” al decir de la máxima autoridad de la OMS, cuesta en nuestro continente implementar efectivamente. Hay diferencia notables entre regiones de EEUU relacionadas con el uso o no con una variación del 100 por %. Determinantes políticos y jurídicos. La decisión del Gobierno de la CABA de no respetar al DNU Presidencial con rango de Ley respecto a la presencialidad escolar, acentúa la tendencia observada desde el inicio de la pandemia, de que en el distrito con mayor poder económico, es donde surgen los brotes que luego con fuerza repercuten en el conurbano y en el país. Ya de por sí el conflicto de poderes en medio de una pandemia no es un buen síntoma y lo es menos aun, usar tribunales escasa jerarquía para que avalen esa decisión, mientras se espera un pronunciamiento de una CSJN. “Hay tribunales que actúan como un partido político» dice en una entrevista el Dr. M. Rodríguez Villafañe y agrega “es gravísimo, un poder judicial sin mayores recaudos en un tiempo récord tomo decisiones son una aberración jurídica». El contexto judicial no es alentador: jueces que visitaban al entonces Presidente, procedían a encarcelar y someter a inconcebibles procesos judiciales a quienes el “establishment” o la “embajada” consideraba díscolos con sus objetivos. La historia oficial de entonces llevó a la cárcel a Héctor Tímerman impidiéndole continuar el tratamiento de su cáncer y acelerando su muerte. Su hija Jordana Timerman, y su tío Javier, le reclamaron al Consejo de la Magistratura que impulse el juicio político contra los jueces de la Cámara de Casación Penal Federal Gustavo Hornos y Mariano Borinsky (2 de los jueces visitantes) por su actuación en la causa del Memorándum con Irán, impulsada por A. Nisman quien se suicidó un día antes de presentar sus argumentos en el Congreso Nacional D. Educativos. ¿Es la presencialidad escolar un determinante importante en esta nueva ola? A.