La democracia magullada
Por Juan Carlos Di Lullo | La Barraca (12 de noviembre de 2021) Un columnista de Clarín vaticina el estallido del frente gobernante e imagina una línea sucesoria en el Ejecutivo nacional, asumiendo un triunfo aplastante de la oposición en las elecciones de medio término. Lo notable es que ni siquiera menciona al Presidente (lo imagina de entrada sin banda presidencial), y se enfrasca en sugerencias poco republicanas a partir de un anhelado paso al costado de la Vicepresidenta y de una serie de renuncias posteriores en favor de “la salud de la Argentina”. En esa misma línea, el siempre solícito Luis Majul va descartando presidentes “por falta de aceptación popular”, hasta que llega donde quiere: la presidencia de la cámara de Diputados (en la que espera que haya ya alguien de Juntos). El “constitucionalista” todo terreno Daniel Sabsay le pone signos de interrogación (para disimular un poco) a un profundo deseo personal y de sus mandantes.“¿Peronismo gobernando en minoría?” es el título que elige para su columna (en Clarín), en la que propone “una cohabitación”, con presencia de funcionarios “de diferentes signos políticos” en el Ejecutivo, para no profundizar “la decadencia que vivimos”. Clarín (y los otros diarios dedicados a limar al gobierno nacional) se ocupan profusamente de los episodios de violencia que lamentablemente se producen a diario en todo el país. Cubren maliciosamente el asesinato en un intento de robo de un kiosquero en Ramos Mejía; pero informan con pocos datos y ponen el acento en la inevitable desesperación y la bronca justificada de los parientes y allegados de la víctima. Lo propio hacen los canales de noticias, que extrapolan arbitrariamente la situación y pintan un panorama de violencia descontrolada en todo el territorio nacional. José Luis Espert dice en Radio Rivadavia: “transformemos en un queso gruyere a un par de estos delincuentes… apoyemos a la policía a que haga eso”. “Hay que dar un mensaje claro primero y después empecemos a hablar de cárcel o bala, pero primero es bala”, agrega. Quiere bajar la edad de imputabilidad a 12 años y lanza frases como “Derechos humanos las pelotas…”. Espert habla con la actitud y el tono de un compadrito acodado en la barra de un cafetín, pero posiblemente será diputado en pocos días. Es su estilo para hablarle a un sector durísimo del electorado, y su discurso de violencia y de arbitrariedad ya se ha naturalizado. Rodríguez Larreta no es candidato, pero hace su aporte a la confusión general: “no es posible que, a los 16 años, alguien pueda votar y no sea punible”, arriesga, con escaso conocimiento de las leyes vigentes. Los medios siguen con atención la suba del dólar ilegal. Cuando éste supera los 200 pesos en la cotización, hay un frenesí de títulos que va in crescendo a medida que se aproxima el día de la votación. Han agregado un nuevo dólar a los ya existentes en el mercado financiero: después del dólar oficial, del contado con liqui, del turista, del futuro y del blue o paralelo, llega el “dólar elecciones” o el “dólar tapa de diarios”, destinado a caldear el ambiente en vísperas de los comicios. Mauricio Macri habla de dólares (miles de millones) ante un complaciente cronista de CNN y (tal vez sin advertir la magnitud de su afirmación) declara que el dinero obtenido por su gobierno a través del crédito del FMI fue utilizado para “darles dólares a los bancos privados para que no se vayan del país”. Nadie le señala que antes dijo que el dinero se había aplicado al pago de deuda tomada por gobiernos anteriores (a los que él simplifica como “el kirchnerismo”), ni le advierte que está, lisa y llanamente, confesando un delito grave. El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, anuncia que ha decidido intervenir en las causas que involucran a su ex cliente, el grupo Clarín, porque “ya han pasado cinco años” desde que dejó de ser uno de los representantes legales de la empresa. Ha dispuesto que un quinquenio es tiempo suficiente como para certificar su imparcialidad; es un Supremo, y su decisión unilateral es inapelable. Jorge Lanata y Viviana Canosa se burlan del colega de C5N a quien Macri le arrebató el micrófono hace unos días. Consideran que se trata de un incidente menor por el que el canal (perseguido por el ex presidente durante su mandato) se quejó exageradamente. Hablan de situaciones límite como si fueran moneda corriente, invisibilizan la carga de violencia de una actitud o una expresión verbal, trivializan hechos graves a través de un enfoque pretendidamente humorístico, repiten frases y epítetos que descalifican y ridiculizan a funcionarios hasta convertirlas en sinónimos de sus nombres… de éstas y de muchas otras recetas se vale un vasto operativo comunicacional para inducir a una gran cantidad de electores a sufragar en sentido opuesto a su conveniencia y a sus necesidades. El verdadero periodismo sufre. Sufre el pueblo, cuyo derecho a la información está afectado. Sufren las instituciones, porque las arbitrariedades y los despropósitos se naturalizan y se banalizan. Sufre la República, desvirtuada. Sufre la Democracia, magullada.