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El cabaret de la AMIA y la DAIA

Fuente: Dardo Esterovich | lilianalopezforesi.com.ar Fecha: 10 de FEB 2019 Un análisis pormenorizado de la progresiva degradación de dos instituciones Eppur si muove (y, sin embargo, se mueve) Galileo Galilei Al célebre astrónomo y físico de la toscana italiana se le atribuye haber pronunciado, después de abjurar de la teoría heliocéntrica copernicana ante el Tribunal de la Santa Inquisición, la frase hoy emblemática de los defensores de la verdad científica que figura al inicio de esa nota. La discusión  histórica no pasa por si la pronunció o no, sino si lo hizo en el alegato durante el juicio o tiempo después. De cualquier manera, dicen los que lo conocieron, su actitud confrontativas con las verdades de la fe y las concepciones aristotélicas sobre la verdad científica, la hacen absolutamente verosímil. Como la torre de su ciudad natal, Pisa, se inclinó un poco para buscar una nueva posición de equilibrio pero no se cayó. Seguramente que Agustín Zbar, el presidente de la AMIA con licencia por tiempo indeterminado en el cargo, por ahora, no figurará en la historia como el célebre científico del Renacimiento. Pero en su carta de pedido de licencia deslizó unas palabras que, bien leídas, siguen sosteniendo lo medular de la carta que la AMIA le mandó a la DAIA solicitándole se retire como querellante de la reabierta causa por encubrimiento contra CFK y otros, que se origina con la denuncia del ex fiscal Alberto Nisman. Veamos qué opinaba Agustín Zbar antes de presentar el pedido de licencia.  En un reportaje que le realiza Luis Novaresio por la radio La Red el 1° de febrero de este año declara lo siguiente: “…en este caso la DAIA avanzó sola sin la AMIA. Desde el inicio la AMIA le dijo que no era adecuado para la comunidad judía ser parte de esa querella y la DAIA siguió y nos pareció que llegó el punto en donde era necesario expresar esto de manera formal…y se lo comunicamos a la DAIA…” ¿Por qué llegó el punto? ¿Tenían alguna data que la causa en el juicio oral se derrumbaba? ¿Trataron que la advertencia sobre las consecuencias de un fallo desfavorable sea más contundente y a su vez más receptiva para una nueva CD de la DAIA asumida hace dos meses? Dejemos abiertas las respuestas. [1] Más adelante, ante la pregunta del periodista sobre por qué la comunidad judía no tiene que litigar en relación al Memorándum con Irán responde: “…creemos que (la firma) fue una decisión muy mala de política exterior argentina… por eso decimos que no corresponde a la comunidad judía litigar por esa decisión política de firmar un tratado con Irán…no es la comunidad judía la que la tiene que impulsar sino las instituciones de la Argentina.” Preguntado sobre por qué no ser querellante, después de explicar el carácter de particular damnificado que debe tener el querellante, continúa: “Nosotros consideramos que esto no fue particularmente en perjuicio de la comunidad judía sino la Argentina, entonces no puede ser la comunidad judía la que encabece este litigio, no nos parece que corresponda, por eso la AMIA nunca participó de este litigio.” Novaresio sigue tratando de sacarle a Zbar algo que lo ponga en situación de coincidir con la DAIA. Ante tanta reiteración, Zbar dice en final de la entrevista: “El Memorándum de Entendimiento con Irán fue un tratado internacional firmado por el gobierno de la presidente Kirchner y ratificado por el Congreso Argentino. Nosotros decimos…esto es la discusión política que la Argentina se debe y no corresponde a la comunidad judía tomarse ese liderazgo…lo venimos diciendo hace muchas años, no lo dijimos la semana pasada solamente”. El delito esquivo Al final del reportaje, ya sin el entrevistado al aire, Novaresio no pudo ocultar su decepción por no haber podido hacerle decir a Zbar que la firma del Memorándum constituía un delito. Más claro, agua de manantial. Lo que está diciendo Zbar es que la firma del Memorándum fue una decisión política del gobierno anterior y que el ámbito de su juzgamiento no son los tribunales sino una discusión política que la Argentina se debe. Zbar –un entusiasta impulsor de las causas que declararon inconstitucional el Memorándum y la que califica como asesinato la trágica muerte de Alberto Nisman- en la causa por encubrimiento generada por la denuncia del ex fiscal, como presidente de AMIA y antes como abogado de consulta de la institución, decide hacer recorrer a la Mutual una camino distinto a la DAIA. Como un experimentado profesional supo distinguir entre la validez jurídica y la eficacia de un tratado y la existencia de un delito con la firma del mismo. El gobierno de Cambiemos y el establishment comunitario no se lo perdonaron. Menos aún en un año electoral donde el oficialismo pretende que la campaña se instale en Comodoro PY Volvamos ahora a la carta donde pide licencia por tiempo indeterminado, Dice en la carta: “Entendí erróneamente que era mejor para preservar a la comunidad de una contienda política de orden nacional, que esa causa en etapa de juicio oral prosiguiera sin la participación de la comunidad como querellante”. Si bien admite que fue un error considerar que era mejor no actuar en el juicio oral como querellante, sigue afirmando que la causa forma parte de una contienda política de orden nacional. En otras palabras si es político no es judiciable y si no es judiciable tiene alta probabilidad de recibir un fallo adverso en el juicio oral con las consecuencias que esto significa. Es una manera, en depurado lenguaje florentino, de decir “No, pero sí” Todo el resto de la carta con el mea culpa inquisitorial, refleja la tremenda presión que se ejerció para alejarlo de la escena. Otro tanto ocurre  en la carta que la AMIA, ya con Zbar “licenciado”, le envía a la DAIA  solicitando retirar la carta anterior. El tono de la carta refleja también la enorme presión que el gobierno y sus operadores en la colectividad judía ejercieron sobre esa institución  y en particular sobre la cúpula del Bloque Unido Religioso (BUR) para que den marcha atrás. Llegaron al colmo

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Las últimas 48 horas

Fuente Raúl Kollmann | Página 12 Fecha: 27 de ENE 2019 Los mensajes de Whatsapp de las últimas 48 horas de la vida de Alberto Nisman dejan pruebas de lo que le ocurría al fiscal, ya encerrado en su departamento, con las cortinas bajas, sin vestirse y afrontando la debacle de la denuncia que había presentado por el Memorándum de Entendimiento con Irán. El listado de los registros de esos mensajes, a los que tuvo acceso Página 12, muestra la obsesión del fiscal por borrar y no dejar rastros. El viernes 16 de enero de 2015, borró veinte chats de whatsapp y el sábado 17 se dedicó a borrar en 35 oportunidades, incluyendo los intercambios con Diego Lagomarsino, el informático que fue la segunda persona ala que pidió prestada un arma (ver aparte). Para quienes sostienen que un comando iraní-venezolano-kirchnerista “limpió” el celular de Nisman, el volumen de borrado es una prueba arrasadora en su contra: el fiscal, estando en vida, se ocupó de borrar 55 veces las conversaciones. El listado de mensajes entrantes y salientes es llamativo. Se comunicó en 146 oportunidades con periodistas, la mayoría del grupo Clarín, y 99 veces con modelos, agentes de modelos y chicas vinculadas a la prostitución VIP, mientras que dedicó muchísimo menos tiempo al intercambio de mensajes con sus colaboradores: sólo 21 veces con integrantes de la fiscalía, y en 29 oportunidades cruzó whatsapp con dirigentes del PRO. Ese viernes tuvo una feroz pelea por mensaje con su ex pareja, Sandra Arroyo Salgado, quien le recriminó que sólo le importaban el poder, los medios y pagarle a chicas jóvenes. Ese intercambio no lo borró. Cabe preguntarse por qué lo dejó en su celular. En cambio cruzó Whatsapp con su madre y esos mensajes, seguramente un típico diálogo madre-hijo, los borró. Después de almorzar el viernes 16 con un periodista de La Nación, el fiscal volvió a su departamento en el piso trece del edificio Le Parc. Bajó las cortinas, se puso el pijama y no volvió a salir más. Sólo recibió una visita brevísima de su madre. El domingo 18 a la noche apareció su cuerpo, con un disparo en la sien derecha, tirado en el baño. Las pericias indican que la muerte se produjo ese domingo a la mañana. El departamento estaba cerrado por dentro, no había rastros de pelea ni desorden, el cuerpo no tenía lesiones defensivas, no había pisadas ni una gota de sangre fuera del baño. Le había pedido un arma prestada a dos personas y en sus manos se encontraron partículas consistentes con disparo de arma de fuego. Son todos elementos que sustentan la evidencia de que Nisman se disparó a sí mismo. Después de estar en la cumbre de la popularidad opositora el miércoles 14 por haber presentado la denuncia contra Cristina Fernández de Kirchner por el Memorándum, las malas noticias se empezaron a suceder: los jueces le dieron la espalda al texto del fiscal, el gobierno kirchnerista exhibió documentos sobre la falsedad de la acusación, el ex titular de Interpol, el norteamericano Ronald Noble dijo que la denuncia era falsa. La pelea con Arroyo Salgado trepó hasta la explosión, las hijas virtualmente cortaron toda comunicación. Su soporte durante años, el ex jefe de Operaciones de la SIDE Jaime Stiuso, no le contestaba los llamados y para colmo, debía ir al Congreso el lunes 19 a enfrentar al bloque del Frente para Victoria ante las cámaras de televisión. Ese fue el ambiente de sus whatsapp del viernes 16 y el sábado 17. Borrado El dato que surge de manera llamativa es la interminable secuencia de borrados. Nada menos que 55 veces en dos días. Durante cuatro años, quienes sustentaban y sustentan la hipótesis del homicidio alegaban que una de las pruebas centrales era que se habían borrado evidencias del celular. Lo que demuestra el listado de los whatsapp de Nisman es que él mismo borraba y lo hacía de manera permanente. Y no es que quería ocultar conversaciones con integrantes de los servicios de inteligencia o diálogos ultra secretos con la clase política: borraba casi todo. Por ejemplo, el viernes borró 15 veces antes del mediodía, fundamentalmente intercambios con periodistas de Clarín, Infobae y algunas radios; con dos integrantes de la fiscalía, con su asesor de prensa y con un abogado. Por la tarde siguió borrando. Al día siguiente, el sábado, el último día en el que mantuvo actividad, borró todavía más que el día anterior. Un borrado llama la atención: el de sus diálogos con un escribano, Bruno Santin (ver aparte). Ese sábado arrasó con los intercambios concretados nuevamente con periodistas, en especial Nicolás Wiñazki y Natacha Niebieskikwiat de Clarín y Laureano Pérez Izquierdo de Infobae, otra vez con dos colaboradoras de la fiscalía, borró los diálogos por mensaje con Patricia Bullrich y Waldo Wolff y los numerosos cruces con Lagomarsino. Lo que queda claro de los 55 procesos de borrado en menos de 48 horas es que Nisman se ocupaba de hacerlo. Se percibe el mismo patrón en forma continua. Esa evidencia contrasta con lo que se venía afirmando desde el principio: que los supuestos asesinos tomaron el celular y borraron registros. En el aparato sólo se encontraron huellas del propio Nisman y ahora está claro que, además, fue él quien hizo los borrados. Otra prueba de la inexistencia del comando iraní-venezolano-kirchnerista que nadie vio entrar ni salir del edificio y sobre el cual no pudieron encontrar ningún indicio en cuatro años. Intereses El listado de Whatsapp les da la razón a los familiares de las víctimas del atentado contra la AMIA que, mucho antes de la muerte de Nisman, pedían que fuera apartado de la fiscalía. Argumentaban que investigaba poco. Eso se percibe en la nómina de intercambios del viernes y sábado en los que llama la atención la cantidad de mensajes dedicados a las modelos y a los periodistas, comparado con los pocos contactos con sus colaboradores. Más aún teniendo en cuenta que la denuncia venía fracasando por falta de pruebas

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Un lobo y un pato

Fuente: Jorge Elbaum | El cohete a la luna Fecha 27 de ENE 2019 El último 24 de diciembre, horas antes de la celebración de la nochebuena, el diputado de Cambiemos Waldo Wolff dialogó con el misógino Baby Etchecopar en su programa radial El Ángel del Mediodía, en relación al aniversario de la la muerte de Alberto Nisman. [1] En el transcurso del fluido intercambio pasó desapercibida una frase del legislador, asiduo asistente a los paneles de debate vespertino de carácter político revisteril: “Yo también –afirmó— tengo acceso a carpetas de la vida privada de mucha gente”. El pseudo-periodista Etchecopar no repreguntó. Pero la frase dejó una duda inquietante. Wolff es el actual presidente de la comisión bicameral de fiscalización de órganos y actividades de seguridad interior, cuyo rol no permite el acceso a ningún tipo de información privada. En ese marco, el sincericidio asume una trascendencia relevante si se recapitula el vínculo del ex vicepresidente de la DAIA con Patricia Bullrich, la adquisición de materiales de ciberseguridad y espionaje y su presunta utilización para la persecución política. El 12 de septiembre de 2017, el gobierno argentino suscribió un acuerdo con el Estado de Israel en el que ambos países decidieron cooperar –entre otros ítems— en relación a crímenes a la investigación e inteligencia para la seguridad pública, la cooperación en el área de Cibercrimen y el Intercambio de Información Clasificada y Datos Personales. Quien quedó responsable de ejecución del acuerdo binacional es Rodrigo Gastón Bonini, un antiguo colaborador de Antonio “Jaime” Stiuso en la ex SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado) y encargado, mientras Macri era Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, del área de inteligencia de dicha jurisdicción. Por su parte, el vínculo de Patricia Bullrich y Waldo Wolff aparece como tan estrecho que la totalidad de las reuniones concertadas entre Bullrich y Macri (9 en total según el listado proporcionado por ceremonial y protocolo del ministerio) contaron con la coincidente presencia del legislador. Quizás esa confianza explique la aseveración trasmitida el 24 de julio de 2016, por parte de la actual ministra, sobre las sorprendentes tareas llevadas a cabo por el diputado, acaso algo llamativas para un integrante de la cámara baja: “Estamos trabajando con la Dirección de Comunicaciones de la Corte (la ex OJOTA, encargada de las escuchas telefónicas) un establecimiento de protocolos. El otro tema al que nos estamos dedicando fuerte es el de la creación de un protocolo unificado de emergencias. El diputado Waldo Wolff lo está trabajando con expertos de distintos lugares en el mundo, para saber qué hacer y cómo operar para que no se colapsen las comunicaciones y la logística”.[2] La referencia a Wolff se constituyó, en su momento, en un enigma para sus colegas de la cámara Baja. Misterio que el propio Wolff se encargaría de develar, ante Etchecopar, en la última Navidad. Turismo blindado Waldo Wolff fue el encargado de acompañar a la ex cuñada de Galimberti  en su periplo por Israel. Durante ese viaje oficial, en 2016, la Ministra de Seguridad participó de un congreso de ciberdelito y adquirió 4 lanchas de guerra, por un monto total de 50 millones de dólares. Las embarcaciones fueron derivadas a la Prefectura Naval para la lucha contra el narcotráfico. El monto oblado por las mismas fue cotejado con los precios internacionales y caracterizado por varios expertos como dispendioso en demasía. De hecho, los tecnólogos de los Astilleros Río Santiago, empresa estatal perteneciente al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, consideraron que por el mismo valor podrían fabricarse en nuestro país por lo menos el doble de lanchas dotadas de las mismas características, en una etapa en que el gobierno de María Eugenia Vidal intentaba vaciar dicha empresa.[3] La hipótesis de sobreprecio no se constituyó en el único inconveniente que tuvieron que sortear ambos: en los meses previos al G20, expertos militares del Comando Conjunto de Ciberdefensa, a cargo del general de brigada Hugo Leonard, cuestionaron firmemente la adquisición de material ligado a la seguridad del evento, adquiridos a la firma Rafael (conglomerado de empresas de carácter mixto subordinadas al Ministerio de Defensa israelí). El motivo de dicho disgusto se vinculó con que Rafael es también la encargada de proveer el sistema de gestión misilístico utilizado por el Reino Unido para la protección colonial de las Islas Malvinas. El sistema, conocido como Modular, Integrated C4I Air & Missile Defense System (MIC4AD) es utilizado para la operación de los misiles Rapier pero requiere la misma información georreferenciada a la que los británicos tienen ahora capacidad de acceder a través de Rafael, gracias al contrato promovido por Bullrich y firmado por el Ministerio de Defensa. La paradoja es que Estados Unidos e Israel han sido los dos únicos países que han acompañado, consecuentemente, dentro de la Asamblea de las Naciones Unidas, las posiciones británicas contrarias a la soberanía argentina. Otra de las aplicaciones tramitadas por Wolff y Bullrich es un paquete de ciberseguridad que costó al erario público la suma de 5.200.000 de dólares, cuyo desarrollo bien podría haber sido realizado con recursos propios por parte de las unidades tecnológicas ligadas al CONICET. El software está orientado –según se informó— a prevenir ataques terroristas y posee la capacidad de recolectar y procesar datos de redes sociales y permite acceder a bases de datos privados. La aplicación se suma al sistema de reconocimiento facial que utiliza inteligencia artificial, obteniendo lecturas inmediatas de rostros, a través de las cámaras existentes en los espacios públicos, en tiempo real. Según un funcionario de carrera de seguridad, ese fue el dispositivo para detectar y detener a manifestantes en las últimas marchas multitudinarias desarrolladas en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, entre ellos a Nacho Levy, referente de la agrupación La Garganta Poderosa, el 24 de octubre de 2018.[4] Patricia Bullrich y Waldo Wolff continúan su derrotero destinado a convertirse en uno de los dúos más opacos de la historia política macrista. Cuando el actual hechizo político concluya, quedarán expuestos los actos administrativos que ya no estarán regidos por

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Tiempo de reflexionar

Fuente: Carlos Heller | TiempoAr Fecha: 27 de ENE 2019 La titular del FMI felicitó al gobierno argentino por la implementación del plan de «estabilización», el mismo día que se conoció que la actividad económica evidenció su caída interanual más fuerte de los últimos años, luego de ocho meses consecutivos de derrumbe. Un fuerte simbolismo. Quizá un indicador interesante para evaluar la situación sea el que mide la confianza del consumidor, que en enero mostró un descenso del 26,7% respecto de enero de 2018, según los datos de la Universidad Torcuato Di Tella. Este indicador se compone de mediciones en tres aspectos: situación personal, situación macroeconómica y propensión a la compra de bienes durables e inmuebles. En la medición de situación personal, los valores actuales son muchísimo más bajos que los obtenidos en el 2014 o en la crisis de 2008, y sólo se encuentran valores tan bajos de confianza en 2002. Este indicador es una orientación, pero a través de su análisis resulta claro que el ajuste se siente en la piel de la gente. Es una cuestión que el FMI conoce (por ello permite que el gobierno destine una pequeña porción de sus gastos «para minimizar los efectos del ajuste a los más vulnerables» –textual del acuerdo–) pero a la cual no le otorga gran importancia. La baja confianza puede entenderse al analizar los indicadores de producción: en la medición del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) que arrojó para noviembre una baja del 7,5% interanual, el rubro «comercio mayorista y minorista» evidencia la mayor reducción, que alcanza al 17,0% interanual. Esta situación también se observa en las ventas de supermercados, que en el mismo mes de noviembre evidenciaron una caída del 12,5% (medidas en cantidades), reducción que en los autoservicios mayoristas llegó al 14,7% y al 16,3% en los centros de compra (shoppings). Si a este menor consumo le sumamos que la canasta básica alimentaria (que marca el nivel de indigencia) y la canasta total (que marca el nivel de pobreza) aumentaron el 53,5% y el 52,9% respectivamente (por encima de la inflación del 47,6% a nivel nacional), se completa un panorama de carencias para la población, en especial para aquellos sectores más vulnerables. En este contexto, es lógico que la actividad económica marque valores decepcionantes. El EMAE de noviembre generó preocupación y alerta. Las razones de la preocupación son varias. Por un lado, la mayoría de los rubros presentó fuertes reducciones: la ya mencionada del comercio; la industria cayó un 12,6%, y la construcción mostró una baja del 11,4 por ciento. Por otro lado, esta reducción tan aguda deja un arrastre muy negativo para el año que viene, de allí que se espera una caída del PBI en 2019 del 1,7%, según la estimación del propio FMI. El alerta está relacionado con que, con tan bajos niveles, no sería ilógico que hacia mediados de año el gobierno pueda exhibir algunas cifras positivas en los indicadores de actividad, dado que se parte del bajísimo nivel de 2018. Con esas cifras, desde el oficialismo se diría que la economía se está recuperando, lo cual a lo sumo podría caratularse como un rebote, pero tan débil que, como dijimos, no llegaría a evitar una baja del PBI este año. No obstante, esa supuesta «recuperación» podría ser utilizada como estrategia electoral por el gobierno macrista. Felicitación «por ahora» El elogio de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, fue cauto: «Felicito al ministro Dujovne y al presidente (del BCRA) Sandleris por los pasos de políticas decisivas que se han dado y el progreso hasta el momento, que han ayudado a estabilizar la economía». Esa mención de «hasta el momento» evidencia la prudencia de Lagarde para comprometerse plenamente con la gestión macrista; cabe recordar que el acuerdo con Argentina es muy exigente, por lo que aumenta las probabilidades de incumplimiento. Ese eventual incumplimiento deriva de la propia lógica del ajuste: a mayor caída de la producción, menores ingresos fiscales y, por lo tanto, más dificultades para lograr el déficit cero. Incluso, varios analistas sostienen que la proyección de ingresos en la que se basa el acuerdo es muy optimista. Más aún, hay que considerar la incertidumbre política debido a las elecciones que se expresará en los próximos meses, un tema muy sensible para «los mercados». Con relación a los resultados de las elecciones, el director del FMI para la región, Alejandro Werner, sostuvo que un cambio en la dirección de la política económica «siempre ha sido un riesgo considerable». También evaluó «la probabilidad que revisemos al alza nuestra expectativa de inflación para este año por encima del 20 por ciento». Es decir, apoyarían políticamente con waivers (perdones) en los casos de metas incumplidas: el tema es si esa dispensa puede llegar al no cumplimiento del déficit fiscal cero. Tanto para el FMI como para el gobierno, su plan ortodoxo es el único posible. Mauricio Macri no se cansa de repetir frases del estilo «es por acá, no hay otra alternativa, este es el único camino». Para el gobierno, las discusiones sólo se deben dar sobre los matices de cómo se aplica la política, pero no hay otra política: todo lo demás es populismo, es volver al pasado. Este planteo se parece a una vuelta al fin de las ideologías, al pensamiento único. Una reciente encuesta de Poliarquía sirve para reflexionar: si las elecciones para presidente fueran hoy, un 32% del electorado votaría al oficialismo, un 50% a la oposición, y un 18% «no sabe». Otra encuesta, de Elypsis, la consultora de Eduardo Levy Yeyati, economista con llegada a Wall Street, sostiene que por primera vez Cristina Kirchner tiene una imagen más positiva que Mauricio Macri, e incluso que María Eugenia Vidal. La imagen positiva de CFK viene en ascenso desde octubre, en coincidencia con el agravamiento de la recesión, trepando al 36 por ciento. Macri retiene el 24%, el más bajo desde que se inició la muestra. La imagen positiva de la gobernadora cae a medida que la recesión

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Aflojemos con la autocrítica burda

Fuente: José Cornejo Pérez* | Ag. Paco Urondo Fecha: 23 de ENE 2019 Desde la derrota presidencial de 2015, un sinfín de compañeros y compañeras se pasan la posta. En el reclamo, los más audaces cuestionan a CFK, lo más prudentes arrancan con la cantinela «porque los pibes de La Cámpora bla-bla». Cautelosos, no sea cosa que en nueve meses CFK esté ganando de nuevo. Se me ocurren algunas impresiones. La más evidente, que la autocrítica tiene muy poco de auto. Militantes que tuvieron responsabilidades importantes de gestión ven mucha paja en el ojo ajeno y poca en el propio. Sería interesante escuchar: «Yo por ejemplo en el INCAA o en la secretaría de Agricultura no me preocupé mucho si los fondos llegaban verdaderamente a los destinatarios». Segundo. Cuando se pide autocrítica, a) no hay mucha claridad sobre qué cosas se corregirían. Vagos reclamos específicos sobre cómo debería haberse implementado la Ley de Medios o perfeccionado la gestión del ministerio de Desarrollo Social. (Dato: lo que sigue funcionando en el ministerio a pesar de Carolina Stanley fue lo que construyó Alicia Kirchner). También están los b): quienes reclaman grandes cambios estructurales que hubieran sacado a la Argentina de su condición capitalista periférica. Le reclaman a CFK que «no industrializó» o «no terminó la pobreza» como si eso no fuera una estructura del capitalismo planetario y dependiera solamente de la botonera del presidente local. Posiblemente el último mandatario que tuvo esa decisión en sus manos haya sido Mao, dado que su Estado administra un quinto de la población mundial y cuatro décadas después de su fallecimiento, el Imperio Celeste aún está resolviendo el asuntillo de industria y pobreza. Tercero, el peronómetro. Los y las que saben perfectamente lo que hubiera hecho Juan Perón, Néstor Kirchner y Eva Duarte y pontifican sobre cómo CFK debería imitarlos. Me guardo las observaciones sobre esta legión de médiums. A todo esto, hay que prestar atención sobre la funcionalidad de las autocríticas. Cuando el kirchnerismo fue gobierno, desde la AGENCIA PACO URONDO criticamos muchos aspectos: los estragos que produjo la devaluación de 2014, la falsa promesa de regresar a los mercados pagándole al Club de París, la masacre de Once, el error de pelearse con Hugo Moyano, los límites de 678, y un largo etcétera. Todas esas autocríticas las hicimos en notoria soledad. Pero ahora que el campo popular fue derrotado y está fragmentado, ¿cuánto suman las críticas? ¿Qué resortes de poder reales tiene el campo popular cuando pierde el Estado? Porque el establishment, en una sociedad capitalista, puede soportar la pérdida del Estado razonablemente bien (Gramsci dixit). La coacción económica y el sentido común individualista lo protegen de un Estado adverso. Pero cuando el campo popular pierde el Estado cunde la confusión y el oportunismo. Hasta Perón fue desafiado en los muy combativos 60s. Naturalmente hay críticas excelentes, que deben ser tomadas en cuenta. Como ejemplo, la última de Coco Blaustein. Pero en la abrumadora mayoría de los casos, los alcahuetes del ayer se han convertido en los sermoneadores del presente. Así las cosas, propongo que cada uno y una mire qué bastón de mariscal tiene en su mochila y vea qué le puede aportar al Pueblo para que la oligarquía tenga que entregar el sillón de Rivadavia. Y ese aporte tiene que exceder la reflexión de la cafetería. * Director Agencia Paco Urondo.  

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Extinción de dominio: vocación por violar la Constitución

Fuente: Graciana Peñafort | El Destape Web Fecha: 22 de ENE 2019 Es tempranísimo en la mañana. Me levanto y busco el anunciado decreto de Extinción de Dominio en el Boletín Oficial. Y pienso al verlo publicado «Bueno, al menos lo publicaron. Tanto a favor del gobierno» Porque hay que señalar que este gobierno de supuestos institucionalistas se ha caracterizado por ser lo menos institucionalista del mundo. El Boletín Oficial a veces no ha salido publicado. Otras veces,salió publicado a cualquier hora. E incluso han omitido publicar normas, hasta que algún reclamo se los hizo recordar. El gobierno de Macri ha sido un periodo oscuro para la publicidad de los actos de gobierno. Y para la sana tradición republicana de publicar las normas en el Boletín Oficial, cosa que se hace desde el 1 de junio de 1893. A veces incluso parece que hubiéramos regresado al periodo pre constituyente, donde las normas se publicaban en la Gazeta de Buenos Aires. Diario que no existe más, pero existen Clarín y La Nación. Debo decir que la correcta publicación del DNU 62/2019 es lo único que está bien en ese decreto. Porque si bien ya sabemos que la Constitución no es la norma favorita del Gobierno de Mauricio Macri, pocas normas la vulneran tanto como este decreto. ….Y advertencia a abogados desprevenidos y a personas que aprobaron educación cívica: el nivel de mamarracho de ese decreto se ha visto pocas veces. No es que les parezca a ustedes que están leyendo un disparate jurídico, es un disparate jurídico, lo mires por donde lo mires. Así que no se asusten: «No sos vos, son ellos». Empecemos a analizarlo. El titulo del DNU 62/19 es «RÉGIMEN PROCESAL DE LA ACCIÓN CIVIL DE EXTINCIÓN DE DOMINIO». Ahora bien, es tan poco civil el tema que los primeros considerandos del decreto dicen: «Que la corrupción y los delitos contra la Administración Pública, el narcotráfico, la trata de personas, el terrorismo y demás delitos graves afectan el normal funcionamiento de las instituciones democráticas y republicanas, causando enormes pérdidas para el Estado, en todas sus dimensiones, que, en definitiva, resultan en mayores costos para los ciudadanos. Que la REPÚBLICA ARGENTINA, mediante la Ley N° 25.632, aprobó la CONVENCIÓN INTERNACIONAL CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA TRANSNACIONAL, donde los Estados Parte acuerdan mecanismos de cooperación y herramientas para el recupero de los bienes y otros beneficios derivados del producto del delito. Que la CONVENCIÓN INTERAMERICANA CONTRA EL TERRORISMO aprobada por la Ley N° 26.023, establece que cada Estado Parte adoptará las medidas necesarias para identificar, congelar, embargar y, en su caso, proceder al decomiso de los fondos u otros bienes que constituyan el producto de la comisión o tengan como propósito financiar o hayan facilitado o financiado la comisión de cualquiera de los delitos vinculados al terrorismo. Que la REPÚBLICA ARGENTINA, mediante la Ley N° 26.097, aprobó la CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA CORRUPCIÓN, instrumento en el que los Estados Parte manifiestan su preocupación por los problemas y amenazas que plantea la corrupción para la estabilidad y seguridad de las sociedades, socavando los valores de la democracia. Que la CONVENCIÓN INTERAMERICANA CONTRA LA CORRUPCIÓN, aprobada por la Ley N° 24.759, establece que de acuerdo con las legislaciones nacionales aplicables y los tratados pertinentes u otros acuerdos que puedan estar en vigencia entre ellos, los Estados Partes se prestarán mutuamente la más amplia asistencia posible en la identificación, el rastreo, la inmovilización, la confiscación y el decomiso de bienes obtenidos o derivados de la comisión de los delitos tipificados de conformidad con la citada Convención, de los bienes utilizados en dicha comisión o del producto de dichos bienes.» Verán amigos, que de derecho civil, nada, salvo el nombre. Es todo materia penal. y acá hago el primer stop importante, que no lo hago yo sino la Constitución Nacional que establece con toda claridad: «Artículo 99.- El Presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones:…inc. 3º) Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y hace publicar. El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o de régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia.» Y ahí entiendo todo. Nos dicen que es una acción civil para que no nos demos cuenta que violaron la clausula constitucional que prohíbe, reitero PROHIBE, al presidente dictar normas de naturaleza penal. Violaron la Constitución nacional para dictar este decreto. Señores del Macrismo, ¡pasa que nos dimos cuenta! Sigo leyendo y leo esta payasada, porque argumento no es «Que la HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN el 23 de junio de 2016 dio media sanción a un proyecto de Ley de Extinción de Dominio, en base al consenso arribado entre bloques de diversos orígenes partidarios. Una vez girado al HONORABLE SENADO DE LA NACIÓN, fue tratado en el recinto el 22 de agosto de 2018, a poco más de tres meses de caducidad del proyecto, introduciendo modificaciones estructurales a la media sanción de Diputados. Que estas modificaciones fueron remitidas a la Cámara de origen, a los fines de cumplimentar con el procedimiento constitucional de formación y sanción de las Leyes, sin obtener tratamiento hasta la finalización del período ordinario de sesiones del año parlamentario en curso. Que el proyecto lleva así más de DOS (2) años de trámite legislativo sin resolución, por lo que urge otorgar a la Justicia herramientas eficaces para desfinanciar a las organizaciones criminales y resguardar el patrimonio estatal. Que, en vista de las razones aquí expuestas, y en atención al período de receso legislativo, se verifican las circunstancias de carácter excepcional a las que hace referencia el inciso 3 del artículo 99 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL, que hacen imposible seguir los trámites ordinarios previstos para la sanción de las leyes.» O sea que el presidente la Nación decidió que no iba a esperar que el Congreso dictara la ley. Con ese criterio,

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La complejidad del momento actual

Fuente: Ricardo Aronskind | La Tecl@ Eñe Fecha: 17 de ENE 2019 Nos encontramos en un momento particularmente extraño de la vida política nacional, en el cual recrudecen los aspectos más impiadosos del fracaso económico gubernamental, pero no se registra una reacción colectiva acorde a la agresión masiva que sufre la sociedad vía precios, tarifas, cierre de empresas, tasas de interés usurarias, redoblada presión impositiva y abandono del Estado de sus funciones básicas en materia de salud, educación, seguridad, etc. Además, la presión económica se acrecienta semana tras semana, sin que aparezcan medidas de alivio. El gobierno está enviando muchos recursos hacia los sectores más postergados de la sociedad para evitar situaciones que puedan detonar episodios de violencia, y apuesta –nuevamente- a una reactivación que aparecería luego del primer trimestre, por razones tan sólidas como las de los anteriores anuncios gubernamentales de “brotes verdes”.  Fracaso económico rotundo ¿sin rechazo social? A pesar del amontonamiento increíble de datos pésimos sobre consumo, ventas, producción, inversión, etc. etc., la discusión se mantiene en un nivel político muy bajo, en temas vinculados a los magros salarios o a las escasas ventas, o a la pérdida de clientes. Esto tiene dos desventajas: 1) Se sigue sin discutir lo fundamental, el modelo económico –más allá de su ocasional ejecutante-.  Lastrados los habitantes por una suerte de incapacidad de comprensión política o de abstracción para debatir temas más abarcativos que la mera situación personal. El problema es que si se sigue sin conectar lo personal con lo colectivo, se puede seguir persistiendo en el tipo de voto que llevó al macrismo. Las fantasías podrían trasladarse de Macri a Vidal, o Urtubey. 2) Al mantenerse en el plano de los problemas personales, o de la incomprensión de la coyuntura, como si del estado caprichoso del tiempo se tratara, se está a tiro del argumento de “ya está pasando lo peor”, “fue un contratiempo transitorio”, “estamos superando el traspié” y otros argumentos característicos del macrismo. Por otra parte, no es un problema de mera “reactivación económica” lo que debe discutirse, ya que para que ésta pueda concretarse en el futuro se deberán recuperar una serie de instrumentos fundamentales de intervención estatal de la economía, y de paso sentar las bases para un verdadero desarrollo económico. Todavía no existe el estado de ánimo social necesario para producir una ruptura con el neoliberalismo y avalar o apoyar las necesarias medidas de reconstrucción nacional. Se siente la insuficiencia del aliento popular para ajustar cuentas con este proyecto regresivo. El amplio campo de los agredidos por el modelo macrista: Es probable que hoy cerca de tres cuartas partes de la población estén siendo agredidas por el desastre económico generado por la actual gestión. También es evidente que si este bloque social reaccionara en conjunto contra el actual estado de situación, el problema político estaría en vías de resolverse. Pero eso aún no ocurre, y es muy importante encontrar las causas por las cuales hasta ahora sólo una fracción menor de la sociedad está enfrentando con decisión el rumbo neoliberal-conservador del macrismo. Sin pretender agotar las causas de la relativa falta de reacción colectiva, entendemos que pueden estar jugando distintos factores, en distintos tipos de público. Los sectores populares con mayor conciencia política: Partiendo de los más decididos sectores que vienen enfrentando desde el primer día al actual proyecto político, surge que existe en el propio campo nacional y popular una falta de organización manifiesta, que impide actuar coordinadamente en el debate público y la comunicación social, en la impugnación de las medidas, en las acciones colectivas necesarias e incluso en la propuesta de medidas alternativas que den esperanza en un cambio de rumbo efectivo. La falta de organización es un verdadero corsé para el enorme potencial humano y político de un campo que permanece disperso y desconectado. Este incluye la interpretación paralizante que algunos hacen del liderazgo de Cristina, de la que están esperando que tome todas las iniciativas y al que se encuentran imaginariamente subordinados como “soldados”. Utilizando precisamente la metáfora militar, hay que decirles a esos compañeros que no existe ejército en el mundo en el cual el comandante en jefe tenga que dar todas las órdenes para todas las acciones que se emprendan. Siempre es fundamental dar amplio margen de maniobra y de iniciativa a los “subordinados”, contar con mandos medios capaces y con soldados inteligentes en condiciones de tomar iniciativas audaces en el campo de batalla. Se nota también la falta de un vigoroso discurso anti-derecha, que apenas se ha esbozado. Buena parte del espacio nacional y popular ha pasado tres años señalando y criticando las barbaridades dichas y hechas por el macrismo, pero no ha logrado armar un discurso colectivo que imponga con fuerza ciertos temas fundamentales para disputar el sentido común. Ejemplos de esto: la subordinación mental de cierto sindicalismo a los empresarios, a los que se les cede el “saber económico” o el conocimiento acabado de la realidad. El movimiento obrero estaría limitado a “hacer acotaciones” sobre el libreto que sólo el empresariado neoliberal estaría en condiciones de formular. Hace falta un discurso más exigente y riguroso en relación a los empresarios que están dando su pleno apoyo al modelo actual. Parece que en relación a la ideología neoliberal de estos sectores solo hay críticas de orden moral: “son rapaces” o “no les importa la gente”, pero falta una visión político-económica que señale los temas estructurales, como su falta de inversión a pesar de las altísimas rentabilidades de éstos años (responsabilidad fundamental de los capitalistas en el capitalismo), o la tradicional  evasión y elusión impositiva (carencia crítica  que explica que no haya ni condena pública ni siquiera indignación en relación a los paraísos fiscales, el lavado de dinero, las maniobras con las exportaciones, y los mil trucos inventados para no compartir parte de las ganancias con la sociedad). Debemos decir que este fenómeno es planetario, y se viene acentuando en todo el mundo desde los años ´80 del siglo pasado, pero que en el caso

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Las 15 pruebas falsas del caso Nisman

Fuente: Raúl Kolmann | Página 12 Fecha: 13 de ENE 2019 A lo largo de los cuatro años desde la muerte de Alberto Nisman, que se cumplen este viernes 18 de enero, se fueron derrumbando buena parte de los mitos que la utilización política construyó alrededor del caso. Hoy por hoy la causa judicial está en un atolladero porque se busca un comando inexistente y asesinos inventados sólo para imputar al gobierno kirchnerista, o a iraníes o venezolanos que nunca nadie vio. Los mitos hacen agua por todos lados y habrá que ver si pruebas que hoy ocultan el fiscal Eduardo Taiano y el juez Julián Ercolini –mensajes de whatsapp y mails– permiten avanzar en el expediente. Estos son algunos de los mitos caídos. 1 El disparo no fue en un lugar compatible con un suicidio Debate terminado hace rato. El disparo fue en la sien, levemente por arriba y por delante de la oreja derecha. Lugar típico en el que se disparan los suicidas. Las manos del fiscal exhiben la sangre emanada como un chorro, lo que prueba que él se disparó. Tomó el arma con ambas manos, por eso la sangre está tanto en la derecha como la izquierda. En las pericias que se hicieron se demostró que lo más probable es que haya accionado la pistola varias veces porque el disparo no salía: el arma se trabó. En las pruebas falló las primeras siete veces. De manera que el tiro recién se concretó después de varios intentos, una razón más para que haya tomado la Bersa con las dos manos, algo que hacen muchos suicidas. 2 La pericia en Salta demostró que Nisman no disparó  Falso. Efectivamente se hizo una pericia en el ministerio público de Salta que tiene uno de los aparatos más sofisticados para detectar residuos de disparo. El texto de la conclusión dice “sobre las muestras analizadas se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo, las que son definidas  como aquellas que pueden estar asociadas con la descarga de un arma, pero también podrían originarse a partir de otras fuentes no relacionadas con una deflagración”. En una mano se encontraron 69 partículas consistentes y en la otra 19. O sea, el estudio dice que hay elementos, pero que no son categóricos. Y a continuación explica las razones por las que puede dar resultados no categóricos: las manos estaban llenas de sangre, pasó demasiado tiempo hasta que se tomó la muestra, la muestra se tomó mal o efectivamente no disparó. Pero las otras fuentes posibles de las partículas son imposibles en el caso de Nisman: no estuvo en contacto con fuegos artificiales ni con pistolas de la construcción que producen partículas semejantes. 3 Las cámaras de seguridad del edificio no andaban y entonces pudo entrar el supuesto comando  Del total de 101 cámaras que enfocaban a la Torre Boulevar, donde vivía Nisman, y las zonas comunes, andaban 80 y no funcionaban 21. El estudio fue realizado por la Dirección de Operaciones Técnicas Especiales (DOTE) de la Policía Federal. No falta quien desconoce el expediente y sostiene que, por ejemplo, no andaba la cámara del ascensor de servicio. Como se puede ver por la foto, efectivamente funcionó en forma perfecta (ver foto). Tratando de forzar todo lo posible una hipótesis, la Federal señaló que se podía acceder al edificio saltando la verja, en un momento en que el domo no enfocara hacia ese lado, llegando luego al edificio y subiendo por la escalera los trece pisos. Todo muy inverosímil.   4 La puerta de servicio estaba abierta y el comando pudo acceder por ese lado Es un debate terminado: el departamento estaba cerrado por dentro como solía cerrarlo Nisman cuando estaba allí. La puerta principal estaba cerrada con un pasador que no cuenta con llave desde afuera. La puerta de servicio tenía dos cerraduras. La de arriba, con pasador, pero con llave, tuvo que ser abierta por la madre de Nisman con llaves que tenía ella. En la cerradura de abajo hubo que empujar la llave que estaba puesta del lado de adentro, cosa que hizo un cerrajero. O sea, el departamento estaba cerrado en los dos únicos accesos reales, ya que no hubo ingreso por el pasadizo del aire acondicionado. Nadie pudo salir y dejar el departamento cerrado desde adentro. 5 No hubo pelea porque a Nisman lo maniataron dopándolo con ketamina Hasta el juez Julián Ercolini desistió de la delirante hipótesis de la ketamina, armada por la Gendarmería bajo el mando de Patricia Bullrich. Los profesionales de esta fuerza no pudieron definir ni cuánto le suministraron  Nisman ni, sobre todo, cómo se lo suministraron. No se detectó pinchazo de una inyección ni forma de dejar al fiscal indefenso. Esto derriba una de las cuestiones sin solución: en el departamento no había ni desorden ni rastros de pelea de ningún tipo, de manera que queda sin explicación cómo el supuesto comando redujo al fiscal y lo llevó al baño. 6 A Nisman le pegaron una paliza y le fracturaron la nariz La hipótesis surge de la pericia de la Gendarmería que, curiosamente, está hecha por solo dos médicos, ninguno con vasta experiencia en autopsias. En cambio, el Cuerpo Médico Forense y luego la junta médica compuesta por 14 forenses dictaminó que no existía tal fractura. Un análisis posterior hecho por forenses del CMF sostiene que la Gendarmería confundió una foto tomada desde un ángulo en diagonal con una fractura, algo que no se verifica para nada: no hay marcas ni hematomas pronunciadas. Por otra parte, no se encontró en todo el departamento, salvo en el baño, una gota de sangre. O sea que resulta inconsistente que le hayan pegado una tremenda paliza sin desordenar nada y sin que cayera sangre. La junta médica, conducida por el CMF, que realiza 4.000 autopsias por año, redondeó de esta manera su mirada: “ninguna de las observaciones indican con certeza pericial médico-legal que se haya tratado de un hecho homicida”. 7 Lo mataron tres hombres dentro del baño No hay

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Atentado a la AMIA: el día que el nuevo titular de la DAIA puso en duda la autoría de Irán

Fuente: Ricardo Ragendorfer | TiempoAr Fecha: 13 de ENE 2019 El 18 de diciembre pasado asumió la nueva conducción de DAIA, encabezada por Jorge Knoblovits. Fue en el Hotel Intercontinental, ante mil invitados que incluían altos dignatarios del régimen macrista; entre ellos, la ministra Patricia Bullrich, quien al tomar la palabra, soltó: “Sería muy importante para nosotros tener un juicio en ausencia”. Se refería a los funcionarios iraníes sospechados por el atentado a la AMIA. Tal alternativa –no contemplada por las leyes argentinas– ya había sido deslizada con insistencia en 2013 por el entonces presidente de la DAIA, Julio Schlosser, durante una reunión con canciller Héctor Timerman, a propósito del Memorándum con Irán. Aquel cónclave fue reconstruido por Timerman el 10 de febrero del año pasado en su piso de la calle Castex, frente a la Plaza Alemania, al recibir –ya convaleciente y con arresto domiciliario– al autor de esta nota; también estaba el dirigente de Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA, Sergio Burstein, y el periodista Juan José Salinas. Los detalles vertidos por él adquieren ahora una significativa relevancia. Schlosser había concurrido al despacho de Timerman en la Cancillería con el vicepresidente de la AMIA, Waldo Wolff (hoy diputado de PRO), y el entonces secretario general Knoblovits. Al ministro de Relaciones Exteriores  lo acompañaba el secretario de Culto, Guillermo Oliveri. Los visitantes no creían que el acuerdo con Irán para interrogar allí a los presuntos responsables del atentado pudiera guiar la pesquisa hacia la verdad. También invocaron “impedimentos estratégicos” no debidamente aclarados. Y al respecto, Schlosser esgrimió un notable argumento: “Los muertos ya están muertos, Héctor; hay que pensar en los vivos”. Wolff, a su vez, permanecía mudo, con los ojos clavados en el suelo. Y Knoblovits, abogado de profesión, iba levantando temperatura. Hasta que, de pronto, saltó de su asiento, al grito de: “Si Canicoba Corral (el juez de la causa) va a Irán y le dicta a los acusados la falta de mérito porque la prueba no alcanza, ¿de qué nos disfrazamos?”. Y remató: “¡Eso sería inaceptable!”. Schlosser entonces le ordenó con un parpadeo que se llamara a silencio. Wolff continuaba con los ojos clavados en el suelo. ¿Qué temía realmente Knoblovits? ¿Acaso no estaba convencido de la autoría iraní del atentado? Tanto las circunstancias de esa reunión como el registro textual de los diálogos fueron confirmados a este diario por Oliveri. A un lustro de semejante “sincericidio”, el doctor Knoblovits alcanzó la cima de la DAIA. Su entronización coincidió con la agonía de Timerman. El ex canciller exhaló días después su último suspiro. Vueltas del destino. La causa por el Memorándum (instruida por el juez Claudio Bonadío) es un himno al desplome del estado de Derecho. En tal marco, el procesamiento de Timerman requirió, por su debilitada salud, una dosis extrema de crueldad. Era como si pesara sobre él una condena a muerte no escrita en el expediente. Y en aquella crucifixión, el rol de la DAIA fue particularmente vil. Porque sus jefes no fueron cómplices pasivos (como en el caso del martirio sufrido por su padre, Jacobo Timerman, durante la última dictadura) sino los artífices de su desgracia, en tándem con la servidumbre judicial del macrismo. De hecho, fue aquella dirigencia la que lo querelló en base a una trampa tendida por el ex presidente de la AMIA, Guillermo Borger, al grabar de modo clandestino en 2013 un diálogo telefónico con él, donde –en su condición de funcionario– se lo escucha decir: “¿Y con quien querés que negocie? ¿Con Suiza?”. Esa frase fue su pecado. Cabe destacar que es la primera vez desde la vuelta de la democracia que en los tribunales se convalida el uso como prueba de una comunicación intervenida en forma ilegal. Es raro que justamente Knoblovits no haya dicho nada al respecto, dado que él mismo supo padecer esta clase de canalladas en carne propia. En enero de 1998, el noticiero de Canal 9 emitió imágenes filmadas con cámara oculta que mostraba a Knoblovits al coordinar con Ricardo Manselle, un testigo del caso Cabezas, el guión de un nuevo testimonio diametralmente opuesto al que ya había brindado, y que comprometía a Alfredo Yabrán. “En tu nueva declaración vos tendrías que decir que fuiste presionado por la institución policial y la revista Noticias”, le indica Knoblovits, mientras engulle con apetito una medialuna. Y agrega: “Con una vez más que aparezcas en los medios cambiando tu testimonio no vas a tener problemas. Todos te van a creer. Yo soy un abogado de prestigio”. Lo cierto es que Manselle salió otra vez en los medios, pero acusando a Knoblovits de ofrecerle 60 mil dólares para despegar del caso a Yabrán. No menos cierto es que Knoblovits salió indemne del asunto. Si bien el juez que instruía el expediente por el asesinato del fotógrafo tomó por válidas esas imágenes, en 1999 la Justicia entendió que la denuncia contra el actual dirigente comunitario era falsa. El juez Daniel Turano sobreseyó a Knoblovits y dio a entender que fue el propio Manselle quien intentó poner en marcha una negociación para cambiar su declaración a cambio de dinero. Sea como fuere, Knoblovits demostró con su asesoramiento ser un gran alquimista procesal. Casi tres lustros después, ya entregado a su carrera política en la DAIA, supo además exhibirse como un hábil tejedor de relaciones. A principios de 2015, se entrevistó con el embajador de Estados Unidos, Noha Mamet, para dejar constancia de su preocupación ante el “populismo” que por entonces flotaba en la Casa Rosada. Su siguiente paso fue embarcarse en una gira por varias ciudades norteamericanas sin otro propósito que denostar a Cristina Fernández de Kirchner, acusándola del asesinato del fiscal Nisman y de integrar una alianza secreta con Venezuela e Irán. También se contactó con la American Israel Públic Affair Commitee (AIPAC), un conglomerado de la derecha judía estadounidense vinculado a ciertos popes de los fondos buitres; entre ellos, el famoso Paul Singer. Y no se privó de dar una conferencia con el cubano-estadounidense

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