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El operativo paramilitar que trasladó a Guaidó hasta Colombia

Fuente:  Misión Verdad (*) Fecha: 22 de septiembre de 2019 Tras el intento de golpe de Estado del pasado 23 de febrero, Juan Guaidó ingresó a Colombia por una trocha de la frontera pese a tener una orden de prohibición de salida de Venezuela. Asimismo, el concejal de Cúcuta Juan Felipe Corzo filmó una parte del recorrido fronterizo de Guaidó con su equipo, pero faltaba otra parte, la más alarmante de todo ese escandaloso trayecto. Fue tendencia el primer grupo de fotos de Guaidó con Los Rastrojos, Jhon Jairo Durán Contreras, alias «Menor», y Albeiro Lobo Quintero, alias «Brother», coordinadores de la entrada del militante de Voluntad Popular a Cúcuta. Sin embargo, esta peligrosa polémica se extiende aún más, al incorporarse nuevas imágenes al escabroso álbum de fotos de Guaidó con Los Rastrojos, presentado recientemente en el programa de televisión Con el Mazo Dando conducido por Diosdado Cabello. En ese nuevo grupo de fotos, Guaidó se retrata con Jonathan Orlando Zambrano García, alias «Patrón Pobre», otro integrante de la mencionada banda narcoparamilitar. Este viernes el Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, mostró más evidencias del esquema logístico que llevó a Guaidó hacia territorio colombiano. EL TESTIMONIO DE «NANDITO» Juan Posso Pedrozo, alias «Nandito», es otro integrante de Los Rastrojos que aparece junto a Guaidó, es la mano derecha de «Menor» y es el encargado de recoger el dinero producto de las actividades ilegales de la organización. «Nandito» fue capturado por las fuerzas de seguridad venezolanas a principios de este mes en el Sur del Lago, estado Zulia. Su testimonio, mostrado por Rodríguez, resalta los siguientes puntos clave: El 21 de febrero, días previos al Venezuela Aid Live, Loryis Silva, asistente de la gobernadora del estado Táchira, Laidy Gómez, informó a Los Rastrojos las indicaciones que envió Roberto Marrero sobre el ingreso de Guaidó a Colombia. Henry Valero Peinado, alcalde del Puerto de Santander que fue condenado en marzo a cinco años de prisión, explicó a Los Rastrojos que el gobierno colombiano había armado el esquema logístico para la llegada de Guaidó a Colombia. El 23 de febrero, el equipo de Guaidó manifestó la necesidad de contar con un chofer de confianza para el traslado. Los Rastrojos ofrecieron el apoyo y enviaron sus mejores elementos de seguridad para tal operación. En la frontera colombiana se llevó a cabo una reunión de más de 30 minutos, entre Los Rastrojos y Juan Guaidó. Las fotos fueron tomadas por «Nandito», e iban a ser usadas por Los Rastrojos de triunfar el golpe de Estado, so pretexto de evitar a las fuerzas de seguridad venezolanas. Es decir, la foto era una garantía, una patente de corso, con el que podrían expandir sus actividades criminales hacia Venezuela. PARAMILITARISMO Y GOLPE DE ESTADO Anteriormente, el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, hizo un balance sobre las vinculaciones de Juan Guaidó con Los Rastrojos, explicando que el «Menor» fue buscado por la banda para silenciarlo como testigo tras la polémica con Guaidó. Al no encontrarlo, procedieron a masacrar a su familia. Ampliando estas evidencias se revela con mayor nitidez los nexos de Guaidó y la amenaza real que representa esta organización para el territorio venezolano, y en particular, para los pobladores de la frontera sometidos a toques de queda, asesinatos y desapariciones forzadas (y descuartizamientos). Se destaca el funesto rol que jugó la militante de Acción Democrática, Laidy Gómez (mejor conocida como «la hija de la frontera»), en esta operación que iniciaba con un toque de queda de 24 horas en la zona. Desde luego, Gómez rechazó el testimonio de «Nandito», quien la señala como cómplice en la apertura de los pasos fronterizos por los cuales Guaidó transcurrió acompañado por Los Rastrojos. Recordemos que en 2016, el para entonces gobernador del Táchira, José Vielma Mora, manifestó que Gómez tenía nexos con contrabandistas y con el paramilitar Wilquin Alexander Roa, alias «Cara de Niña», miembro del grupo paramilitar Los Urabeños, que operan actualmente bajo el nombre de «El Clan del Golfo». Es ostensible el uso de células paramilitares en los sectores contiguos a Venezuela con el fin de expandir el cuadro de desestabilización interna del país. A medida que esta estrategia escala, el Gobierno venezolano desarrolla distintos planes para proteger las zonas fronterizas, y apoyar a Colombia en la capturas de contrabandistas, narcos y paramilitares. De hecho, en 2012, en una operación conjunta entre Colombia y Venezuela, se ejecutó la aprehensión del cabecilla de Los Rastrojos, Diego Pérez Henao, alias «Diego Rastrojo». Tampoco representan una sorpresa las implicaciones de Los Rastrojos con el contrabando de la gasolina venezolana. Iniciado el mes de septiembre, informó el Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, que se desmanteló una red de extracción del combustible, que sirve de materia prima esencial para la industria del narcotráfico. Semanas después el protector del estado Táchira, Freddy Bernal, anunció el hallazgo de 25 mil litros de gasolina en depósitos ilegales. En menos de 24 horas, hemos dado otro golpe a la estructura financiera de los «Rastrojos» con la mafia del combustible en #Táchira. En el municipio #SamuelDaríoMaldonado, zona norte de la entidad, han sido desmantelados y destruidos dos depósitos clandestinos. Así como confesó «Nandito», en ese aparataje de la «ayuda humanitaria» se manejó la idea de distraer con guarimbas a las personas del sector y a los organismos de seguridad; en los camiones que disponen Los Rastrojos para contrabandear gasolina, iban a colocar la supuesta ayuda humanitaria para hacer su definitivo ingreso a Venezuela, siendo «Patrón Pobre», el conductor de Guaidó, una pieza clave de este plan. Si bien todo el escándalo inició con las fotos de esa organización paramilitar con el vocero de Volutad Popular, la red de intereses parapolíticos y criminales que revelan, confirman (una vez más) que la operación de cambio de régimen representa una amenaza real a la soberanía y control territorial del Estado venezolano. Es por ello que el presidente Nicolás Maduro activó los Ejercicios Militares de Soberanía y Paz en la frontera colombo-venezolana. En este marco, ha sido desmantelada parte de la estructura financiera de Los Rastrojos, atada al contrabando de gasolina. En concreto, fue encontrado y desmantelado un depósito de combustible venezolano robado de unos 15 mil litros de diesel y 4 mil de gasolina, ubicado en el estado Táchira. Estas acciones contravienen la campaña política y comunicacional que posiciona

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Injerencismo con glamour

Fuente:  Jorge Elbaum | El cohete a la luna  |  Fecha:  8  de septiembre de 2019 La hija y asesora presidencial del primer mandatario estadounidense Donald Trump recaló menos de 24 horas en territorio argentino, en el marco de una gira destinada a reforzar la presión sobre Venezuela, habilitar inversiones de sus compatriotas funcionales a sus intereses geopolíticos y actualizar el disciplinamiento sobre los gobiernos de la región. Ivana Marie Trump, más conocida por su apelativo Ivanka, aterrizó la noche del miércoles 4 en San Salvador de Jujuy después de visitar Colombia, epicentro de la ofensiva de Washington contra el gobierno de Caracas. Su desfile por la Quebrada de Humahuaca pretendió disimular el objetivo central de la gira, planificada  por sus acompañantes: el Subsecretario de Estado, John J. Sullivan, la viceministra de Defensa, Lisa Hershman, y el Jefe de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) —dependiente del Pentágono—, Mark Green. Estos tres funcionarios, resguardados tras el ajuar de la asesora presidencial, fueron los encargados de retomar la tarea desarrollada en Buenos Aires por Mike Pompeo durante julio, orientada a socavar la potencial reelección de Evo Morales en Bolivia (fronteriza con la provincia jujeña visitada por la comitiva) y, en forma paralela, promover inversiones de capitales estadounidenses en las cercanías de los cuantiosos recursos minerales estratégicos, como el litio, disponibles en la zona puneña. Coherente con esta última meta, Ivanka anunció, durante un almuerzo en Purmamarca, una inversión de 400 millones de dólares destinada  a obras viales cuya traza, explicaron los empresarios ligados al gobernador Gerardo Morales, deberá incluir itinerarios desde y hacia los reservorios de litio, uno de los componentes centrales de las baterías eléctricas de los automóviles de próxima generación. La particularidad del financiamiento, señalaron los funcionarios de la gobernación, es que dicha inversión se canalizará a través de la Compañía de Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC, por su sigla en inglés), agencia gubernamental autárquica con sede en Washington, que gestiona inversiones privadas en mercados emergentes. Los aportes de la OPIC, a su vez, se integrarán a un Programa de Participación Público-Privada (PPP), eufemismo institucional con que el macrismo pretendió promover inversiones mixtas de infraestructura que, luego de dos años de implementación, terminaron engrosando el endeudamiento externo.[1] En ese marco, el titular de OPIC, David Bohigian, será el encargado de canalizar los aportes para construir rutas cuyos beneficiarios prioritarios serán las automotrices trasnacionales, mientras que los ciudadanos argentinos terminarán financiando dichas obras a través del pago de impuestos o peajes concesionados. Según el informe de Global Public Affairs, el proyecto de la OPIC optimizará la trazabilidad del denominado corredor C, que conecta con los puertos del Pacífico a través del paso fronterizo de Los Libertadores. En el territorio donde la OPIC ha decidido invertir se encuentra el denominado Triangulo del Litio, la zona donde se encuentra el 75 % de las reservas mundiales de ese mineral. El magnánimo anuncio manifestado por la comitiva de Ivanka recuerda los espurios acuerdos con el Reino Unido de Gran Bretaña respecto a la red ferroviaria (firmados durante los siglos XIX y XX): trochas planificadas para la exportación de materias primas carentes de valor agregado, requeridas por países industriales para su manufactura, combinadas con empréstitos onerosos a ser reembolsados a lo largo de varias generaciones.[2] A pesar de los anuncios pretendidamente auspiciosos para la infraestructura vial de la Puna, el periplo de la primogénita de Trump no incluyó en la agenda un encuentro con Mauricio Macri. Mientras que sus colegas colombiano y paraguayo recibieron en forma ostentosa a la ex modelo neoyorquina en sendos ágapes, los asesores del primer mandatario argentino evaluaron como disonante una probable imagen de Juliana Awada y la hija de Trump (retratadas en plena competencia de indumentaria) mientras se observan manifestaciones que exigen la emergencia alimentaria. Feminismo de marketing La comunicación oficial del Departamento de Estado referida a la gira de la asesora, reproducida acríticamente por los medios hegemónicos de los países visitados, describió el periplo de Ivanka como una misión orientada al mejoramiento de las condiciones de trabajo de las mujeres y su empoderamiento como agentes de transformación y desarrollo económico. La perspectiva de género promocionada por Washington resulta, sin embargo, incongruente con la frecuente fraseología misógina de su padre y las concomitantes señales homofóbicas características del supremacismo republicano. Dentro de la misma cosmovisión discriminatoria, que sólo visibiliza a los sectores subalternos cuando son útiles para obtener fotografías pintorescas, es que los funcionarios de Morales se negaron a reconocer –frente a los periodistas extranjeros acreditados— la existencia de detenidxs políticxs en Jujuy, pertenecientes a la agrupación barrial Túpac Amaru, como el caso de Milagro Sala. En Bogotá diversas organizaciones feministas denunciaron que la asesora carecía de autoridad para instituirse como defensora de los derechos de las mujeres, al ser una referente en su país de organizaciones que se oponen a la interrupción voluntaria del embarazo. En un informe divulgado durante su estancia en Bogotá, se recordó que Ivanka y su marido, el también asesor Jared Kushner, respaldaron públicamente a la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, quien habilitó la legislación más restrictiva contra el aborto seguro en su país. Además recordaron que Cecile Richard, referente de Planned Parenthood (organización que facilita interrupciones voluntarias de embarazo), denunció al matrimonio Trump-Kushner por ofrecerle sobornos a cambio de que su entidad detuviera los servicios de abortos seguros. Según The Washington Post, la actual administración republicana “ha recortado por lo menos un 35 % en los programas de igualdad de género; reinstauró la polémica Ley Mordaza Global, que restringe el acceso de las mujeres a la atención de salud reproductiva, y ha cambiado las reglas de asilo para negar el refugio a mujeres que huyen de la violencia doméstica”.[3] En la primera etapa del viaje por los tres países de Latinoamérica, los funcionarios de USAID anunciaron el otorgamiento de subsidios a integrantes de las fuerzas de seguridad colombiana concentradas en la frontera con Venezuela. Alrededor de un 40 % de los montos comprometidos por dicha agencia gubernamental (120 millones de dólares) se destinarán a la capacitación de mujeres en la Policía

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Colombia: tratado de paz versus intereses geopolíticos

Fuente: Gabriele Kuehnle | Estrategia.la Fecha: 5 de septiembre de 2019 El tratado de paz en Colombia no pudo asegurar la paz: Los intereses geopolíticos lo están liquidando. ¿Terminó la paz en Colombia? Varios líderes históricos de las FARC-EP declararon el 30 de agosto por medio de un video una nueva etapa de la lucha armada, aunque con una estrategia  defensiva. En reacción inmediata, el ejército colombiano mató poco después a nueve guerrilleros. Nunca fue tan contundente contra los paramilitares. Firmado en noviembre de 2016 con una gran puesta en escena y garantías de la ONU, de la Cruz Roja Internacional y de varios estados, el tratado de paz no logró cumplir con sus propósitos más importantes. Los opositores de la paz colombiana tienen planes completamente diferentes, que marcaron sin duda los sucesos en Colombia durante décadas de conflicto armado, hasta hoy. El tratado de Colombia con la OTAN (“socio global”) subraya el interés estratégico de EU en el dominio político-militar de América del Sur. En retrospectiva está claro que el gobierno de Juan Manuel Santos, ganador del Premio Nobel de la Paz, carecía de voluntad política para implementar el acuerdo. El hoy presidente, Iván Duque, declaró en su campaña electoral que quería anular dicho tratado de paz. Pero fue Santos quien marcó desde el principio el rumbo hacia el fracaso. Contrario a todas las anteriores evaluaciones ambiguas del proceso en Colombia, ésta es la conclusión de una serie de indicadores. Cerrar los ojos y seguir sin cambiar de rumbo va costar más y más vidas. El presidente Santos, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas fue directamente responsable de quebrar los acuerdos de paz en un área central. La inacción de su ejército, que no podía o no quería implementar un plan para el control estatal de las antiguas áreas desocupados por las FARC, permitió a las organizaciones paramilitares ocuparlas. Santos firmó el tratado de Paz creando falsas expectativas en el mundo entero. Porque no hay paz cuando sigue habiendo bajas de soldados desarmados y de la población civil. Santos no podía dar garantías mientras no asegurara el control estatal sobre las áreas de conflicto en Colombia. Santos también es personalmente responsable de la muerte de los caídos en tiempos de paz. La «comunidad» internacional nunca dudó en aplicar este veredicto contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, aunque las cifras de víctimas mortales en Colombia son diez veces más altas. El tratado de paz brindaba la excepcional oportunidad de una modernización social, económica y cultural del país. La primera obligación del presidente Santos hubiera sido propagar una nueva cultura de paz y de reconciliación. Especialmente debía introducirla en las instituciones estatales bajo su comando (policía y militar) como fundamento básico e indispensable para todas las demás etapas. El presidente Santos debía haber luchado con un discurso político para la transformación de la nación. Para eso había sido elegido. Pero no lo hizo. En cambio cedió muy pronto la hegemonía política a los opositores del proceso de paz. Lo admite en su autocrítica después de la derrota en el referéndum. Pero en este caso, nadie de la llamada “comunidad internacional” habló del «régimen colombiano», nadie ejecuta sanciones ni chantajea al gobierno. Nadie reclama la inmediata retirada de sus presidentes responsables por cientos, miles de muertos, nadie reclama elecciones adelantadas. Por el contrario, Alemania, algunos estados europeos y la Unión Europea siguen entregando millones de euros para la paz. Duque se quejaba que Santos dejó desfinanciado dicho presupuesto. Obviamente, los europeos no exigieron el cumplimiento con el más importante de todos los proyectos de paz: asegurar la supervivencia de los sobrevivientes. “¿De qué nos beneficiarán nuestros proyectos agrícolas si no sabemos si mañana estamos vivos? «, dijo una mujer de las FARC a los visitantes de la ONU a mediados de julio. Soberanía incompleta El requisito previo de una paz estable hubiera sido la soberanía del Estado sobre el conjunto de los territorios nacionales, sin permitir que las organizaciones paramilitares -junto con el crimen organizado- ocupasen ciertas regiones fronterizas y costeras del país, controlando así los corredores de exportación de la cocaína. Los problemas eran previsibles y estuvieron planteados en la mesa de negociación ya unos tres años antes de firmar la paz. Altos rangos militares participaron en el diálogo, pero la llamativa pasividad al inicio de la paz del ejército colombiano, uno de los más costosos y mejor equipados de Latinoamérica, creó las condiciones para las masacres posteriores. Más de 700 pacifistas, líderes comunitarios, ambientalistas, indígenas y campesinos perdieron la vida en una masacre silenciosa, desde la firma de la paz. Unos 140 excombatientes de las FARC desarmados y 45 de sus familiares cayeron asesinados. El discurso de odio de Iván Duque El sucesor de Santos, Iván Duque, va mucho más allá. La  Representante Especial de la ONU ante la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra, Agnès Callamard, reclamó a Duque que se abstuviera de su discurso de odio contra el nuevo partido FARC (Poder Revolucionario Alternativo del Partido Popular). “Esto complica su participación (de las FARC) en la actividad parlamentaria, envenena el clima político y motiva la violencia política”, dijo Callamard. El discurso de Duque contra cualquier causa que considere  izquierdista, social, étnica o ambientalista es una herramienta perfectamente funcional para sus ataques. Dándole la vuelta al plato, su demagogia busca tachar la innegable responsabilidad del gobierno por el fracaso de la paz, y canalizar la decepción de la población hacia las viejas imágenes del “enemigo interno”. Además, el gobierno necesita la lealtad de la población en el caso de librar una guerra contra Venezuela. La receta fue, es y será el enemigo interno. Debe suponerse que ni Santos ni Duque actúan por cuenta propia. Indudablemente están sujetos a órdenes y presiones de niveles más altos, especialmente de Washington. La anterior ambivalencia y las contradicciones  en la implementación de la paz expresaron los diferentes intereses y tendencias dentro de los estados de la OTAN y los de América Latina, o reflejaron sus diferentes roles en el tablero de ajedrez

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Terrorismo ambiental y la reacción egoísta de los poderosos

Fuente: Stella Calloni | Tiempo Argentino Fecha: 25 de Agosto de 2019 El devastador incendio en la Amazonia es una acción depredatoria de alto nivel: los incendios siempre son producto de la acción del hombre ya sea accidental o premeditadamente. Nadie desconoce los ambiciosos planes para apoderarse de la Amazonia, que figuraban en libros de estudios de EE UU como territorios bajo su control. A partir de la detención en Chile en 2012 del soldado israelí Rotem Singer por el incendio en el Parque Nacional de Torres del Paine, reserva de la biósfera en la Patagonia chilena, este tipo de hechos está bajo sospecha. A partir de entonces se determinó que los incendios asolaron al sur de Chile y de Argentina han sido iniciados por manos siniestras, lo cual es terrorismo ambiental. Que Bolsonaro sostenga que su país no puede hacer frente a esta situación resulta increíble. «El Amazonas es más grande que Europa ,¿cómo se van a controlar los incendios en esta área?», dijo. Pero acusó a la oposición y ONG que dejaron de recibir dinero de Alemania y Noruega y «como están desempleados quieren derrotarme». Otra de sus hipótesis es que pueden ser «los agricultores o los indios», y también aludió a los ganaderos, que conforman grupos de elite de la derecha que lo apoyan. Pretender acusar a los pobladores indígenas, a los que persigue desde su llegada al poder, es otra evidencia de su política de sembrador de odio. Los pueblos originarios amazónicos son los mejores cuidadores de sus tierras y la naturaleza. Los discursos de dirigentes indígenas mujeres en el Congreso de Brasil han sido contundentes, desesperados, y muy claros en cuanto a la amenaza por el ingreso de las grandes mineras y otras empresas que terminarán acabando con sus vidas y con el pulmón del mundo. La reacción de dirigentes mundiales muestra inmenso egoísmo porque sólo hablan del daño para sus países y en ningún momento de los miles de seres vivos, hombres, animales, pájaros que aseguran la biodiversidad. La respuesta de Bolsonaro se compara con lo actuado por el presidente de Bolivia Evo Morales, que ante el primer incendio nombró de inmediato un Comité de Crisis y puso todos los medios disponibles a trabajar. La ONG Open Democracy –con apoyo de George Soros– dice haber accedido «a documentos internos del gobierno de Bolsonaro que demuestran un proyecto para echar por tierra los planes de conservación y avanzar en la explotación del Amazonas». Según este informe, el gobierno de  Bolsonaro utiliza el discurso de odio para «disminuir el poder de las minorías que viven en la región» y de esa manera desarrollar sus «proyectos depredadores» y cita al llamado «Triple A» (Andes, Amazonas, Atlántico), un corredor ecológico con 135 millones de hectáreas de bosque tropical que uniría los Andes con el Atlántico pasando por el Amazonas. Una trabajo publicado por Hispan TV analiza la gran amenaza que significan los centros biológicos de EE UU, que se están instalando estratégicamente junto con bases militares, como en Colombia. Se menciona que esos laboratorios se relacionan «con el control de la Amazonia como una de las proyecciones geopolíticas del Pentágono, para lo cual Brasil y Colombia resultan dos centros neurálgicos en la realización de sus intereses».

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Uruguay acusa a EEUU de meterse en la campaña electoral y tratar de invisibilizar sus masacres

Fuente: Luvis Pareja | www.estrategia.la Fecha: 07 de agosto de 2019 El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, acusó a la administración de Donald Trump de intentar influir a favor de la oposición en la campaña electoral, de cara a las presidenciales de octubre próximo, quizá tratando de invisibilizar las dos masacres ocurridas el fin de semana en los estados de Texas y Ohio, que dejaron un saldo de 30 muertos y más de 60 heridos . “Se meten, se inmiscuyen (en la campaña) pero no es ninguna novedad por parte de las embajadas norteamericanas en América Latina», dijo. Ellos (los estadounidenses) tienen la misión divina de calificar a todos los países del mundo», afirmó el canciller y agregó que basta entrar a la página del Departamento de Estado para ver la calificación de todos los países. La intencionalidad de la advertencia del gobierno estadounidense parece quedar en claro, ya que se abstiene no solo de hablar de las continuas masacres en su propio país, de la persecución a migrantes, incluyendo niños, sino de la extrema violencia que existe en otros países –aliados a EEUU- como Colombia. Sin amilanarse, el gobierno uruguayo continuó respondiendo a los ataques de Washington, que días atrás advirtió a los ciudadanos que estadounidenses que no viajaran al país sudamericano ante un aumento en sus índices de delincuencia, registrado en base a informes del Departamento de Estado. El lunes había emitido un comunicado en el que alertaba a los ciudadanos que tuvieran pensado viajar a EEUU por la «creciente violencia indiscriminada» desatada en esa nación. Mano dura «Es una exageración, y es muy imprudente andar diciendo que aumenta la inseguridad en Uruguay, cuando el tema de la seguridad está metido en la campaña electoral», replicó Nin El senador blanco Jorge Larrañaga, uno de los candidatos preferidos por Washington, quedó fuera de la competencia por la presidencia, pero el proyecto de reforma constitucional que impulsó mediante la campaña “Vivir sin miedo” se votará el 30 de octubre, en forma simultánea con las elecciones nacionales, salteándose al Poder Legislativo para intentar, por otra vía, la aprobación de proyectos que ya fueran rechazados. A finales de julio, en un discurso lleno de falacias y efectismo, Larrañaga señaló vaguedades como que “no se puede seguir así” y que hay que “defender a la gente honesta”, y señaló que “si no hacemos esto, […] los delincuentes nos llevan puestos”. Medrando con el miedo y con el imaginario de la inseguridad, postuló una ilógica y peligrosa equivalencia entre orden y seguridad, típica de ideologías autoritarias y de intentos de desestabilización democrática Él último domingo de octubre los uruguayos votarán por un nuevo presidente y plebiscitarán la ley represiva de Larrañaga, que contó con apoyo de asesores estadounidenses e israelíes. Crímenes de odio El Ministerio de Relaciones Exteriores alertó por los crímenes de odio, fundados en “el racismo y la discriminación, que costaron la vida a más de 250 personas en los primeros siete meses de este año». El gobierno de Donald Trump anteriormente emitió una elevación del nivel de advertencia dirigida a ciudadanos estadounidenses que planeaban visitar Uruguay, por el «aumento de la delincuencia»: pasó del nivel 1 («tomar precauciones normales») al nivel 2 («ejercer mayor precaución debido a la criminalidad»). También la cancillería de Venezuela emitió un aviso de características similares, sugiriendo a los venezolanos “postergar sus viajes, o, en todo caso, extremar las precauciones” en caso de ir a Estados Unidos, y pidieron a sus viajeros evitar grandes aglomeraciones y algunas ciudades, que ubicaron entre las «20 más peligrosas del mundo». Nin Novoa redobló la apuesta el martes al sostener que EEUU busca entrometerse en la campaña electoral uruguaya, al tiempo que aseguró que con Washington «no hay ninguna tensión». Pero dejó en claro que la advertencia de Washington a sus ciudadanos respecto a Uruguay «es como mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio” y agregó que EEUU cree que tiene «la misión divina de calificar a todos los países del mundo». «Estados Unidos tiene una tasa de homicidios de 25 habitantes cada 100 mil, mientras que en Uruguay tenemos la mitad. Matan a 30 personas en tiroteos en bares, y nos vienen a decir a nosotros que tengan cuidado con Uruguay. ¡Por favor!», exclamó el canciller, quien remarcó que a su país no lo motiva un «ánimo belicista y confrontativo». «Hicimos un comunicado en los mismos términos en que lo hicieron ellos», agregó. En la nota consular presentada hace unos días, el gobierno norteamericano había señalado que «los delitos violentos, los homicidios, los asaltos a mano armada, el robo de vehículos y los hurtos» aumentaron en Uruguay. El Departamento de Estado pidió evitar la visita a 13 barrios de Montevideo, y advirtió acerca del incremento de los robos callejeros, y de viviendas durante el verano, en los principales balnearios del país, incluyendo Punta del Este. La inseguridad es uno de los temas más importantes dentro de la agenda pública uruguaya. A la espera de cifras oficiales, se estima que en 2018 Uruguay, país de 3,4 millones de habitantes, registró una cifra récord de homicidios (381), un 35 por ciento más que en 2017. Sin embargo, esos números provienen de un estudio que regularmente publica la fundación Fundapro, cercana a la oposición, y que sirvieron de insumo para la dura advertencia planteada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. **Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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Y ahora, Brasil?

Fuente: Boaventura de Sousa Santos* | Jornada Fecha: 27 de julio de 2019 Las palabras que más se repiten hoy son estupefacción y perplejidad. El gobierno brasileño ha caído en el abismo del absurdo, en la banalización total del insulto y la agresión, en el atropello primario de las reglas mínimas de convivencia democrática (por no hablar de las leyes y la Constitución), en la destilación de odio y negatividad como única arma política. Todos los días somos bombardeados con noticias y comentarios que parecen provenir de una cloaca ideológica que ha acumulado rancidez y descomposición durante años o siglos, y ahora rezuma el hedor más nauseabundo y pestilente como si fuese el aroma de la novedad y la inocencia. Esto causa estupefacción en quienes se niegan a ver normalidad en la normalización del absurdo. La perplejidad se deriva de otra verificación, no menos sorprendente: la aparente apatía de la sociedad civil, de los partidos democráticos, de los movimientos sociales y, en definitiva, de todos los que se sienten agredidos por semejante desatino. Da la impresión de que la insistencia y el abuso de la insolencia tienen el efecto de un gas paralizante. Es como si nuestra casa estuviese siendo asaltada y nos escondiésemos en un rincón con el temor de que el ladrón, si nos viese, se sintiera provocado y además de nuestras posesiones nos quitara también la vida. Puesto que un país es más que un conjunto de ciudadanos estupefactos y perplejos, y como en política la fatalidad no existe, hay que pasar de la estupefacción y la perplejidad a la indignación activa y la respuesta organizada y consistente en nombre de una alternativa realista. Para ello hay que responder dos preguntas principales. La primera, ¿cómo fue posible todo esto? La segunda, ¿con qué fuerzas políticas y de qué modo se puede organizar una respuesta democrática que ponga fin a este vértigo y retome el camino democratizador del pasado reciente sin cometer los errores en los que incurrió? ¿Cómo sucedió? La reflexión al respecto debe tener siempre en cuenta los factores internos y geoestratégicos. Las razones que llevaron a la dictadura entre 1964 y 1985 no fueron superadas con el regreso a la democracia. El pacto con los dictadores no permitió juzgar el terrorismo de Estado que practicaban, exigió la continuidad (y hasta la profundización) del modelo capitalista neoliberal, y no resolvió la cuestión de la concentración de la tierra, sino al contrario, la agravó, permitiendo a las élites patrimonialistas servirse de la democracia como antes se habían servido de la dictadura. La Constitución de 1988 contiene una profunda vocación democratizadora que las élites nunca han tomado en serio. La continuidad también se produjo en el campo de las alineaciones geoestratégicas. Es conocida la intervención estadounidense en el golpe de Estado de 1964 y esa tutela imperial no terminó con la transición democrática. Solo cambió de discurso y táctica. Organizaciones internacionales de la llamada sociedad civil, formación de jóvenes líderes, promoción de un sistema judicial conservador e iglesias evangélicas fueron los vehículos privilegiados para frenar la politización de las desigualdades sociales causadas por el neoliberalismo. En este ámbito, el largo papado de Juan Pablo II (1978-2005) desempeñó un papel decisivo. Liquidó el potencial emancipador de la teología de la liberación y permitió que en las periferias pobres el vacío lo ocupara la teología de la prosperidad, hoy dominante. La receta neoliberal se aplicó en el subcontinente con especial dureza en los años 1990. Suscitó movimientos de resistencia que en la década de 2000 permitieron la llegada al poder de gobiernos de partidos de izquierda, en el caso de Brasil siempre en coalición con partidos de derecha. Este hecho coincidió (no por casualidad) con el descuido momentáneo del Imperio, embarrado en el pantano de Irak desde 2003. Las lecciones que se pueden extraer de este periodo son las siguientes. La izquierda se embriagó con el poder del gobierno y lo confundió con el poder social y económico que nunca tuvo. El Foro Social Mundial (FSM), del que fui uno de los impulsores desde sus inicios, creó la ilusión de una fuerte movilización política de base. Tenían razón quienes advirtieron desde el principio que el predominio de las ONG en el FSM contribuía a la despolitización de los movimientos. La izquierda partidaria abandonó las periferias y se refugió en la comodidad de los palacios de gobierno. Mientras tanto, en el Brasil profundo el trabajo ideológico conservador seguía su camino, listo para ser aprovechado por la extrema derecha. Bolsonaro no es un creador, es una creación. La parálisis de la sociedad política progresista y organizada viene de lejos. Si ahora es visible es porque sólo ahora se sufren sus peores consecuencias. Se concedieron las mejores condiciones operativas y remuneratorias al sistema judicial y al sistema de investigación criminal, pero se creía que eran órganos políticamente neutrales del Estado. De la operación militar-mediática de 1964 a la operación judicial-mediática de 2014 hay una gran distancia y diferencia. Pero tienen dos puntos en común. Primero, la demonización de la política es el arma política privilegiada de la extrema derecha para asaltar el poder. Segundo, las fuerzas políticas de derecha se sirven de la democracia cuando esta les sirve. Pero cuando la opción es entre democracia o exclusión, o entre libertad política o libertad económica, optan siempre por la exclusión y por la libertad económica. La respuesta democrática No se pueden improvisar soluciones de corto plazo para problemas estructurales. La historia de Brasil es una historia de exclusión social causada por una articulación tóxica entre capitalismo, colonialismo y patriarcado o, con más precisión, heteropatriarcado. Las conquistas de inclusión fueron conseguidas con muchas luchas sociales, casi nunca llegaron a consolidarse y han estado sujetas a retrocesos violentos, como sucede hoy. La victoria de la extrema derecha no fue una simple derrota electoral de las izquierdas. Fue la culminación de un proceso golpista con fachada institucional en el que, en el plano electoral, las izquierdas hasta probaron una resiliencia notable en las condiciones de una democracia al borde del abismo

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Roberto Fernández Retamar, poeta y pensador

Fuente: Mario Goloboff | Página/12 Fecha: 21 de julio de 2019 Durante la segunda mitad del siglo XX, hubo en América latina un puñado de intelectuales que oficiaron de modo natural y quizás no querido como verdaderos maestros y guías en la formación intelectual y literaria, y en la crítica literaria de nuestra generación: el uruguayo Ángel Rama, el peruano Antonio Cornejo Polar, los argentinos David Viñas y Noé Jitrik. Sin duda, forma parte de este connotado grupo, y en muy alto sitio, el poeta, crítico, pensador cubano Roberto Fernández Retamar, que acaba de fallecer. Él fue iluminando desde los primeros tiempos de la revolución cubana el camino de una crítica y de una concepción latinoamericana de nuestra cultura. Profusos y profundos trabajos que llevan su firma (entre los que ha sido fundamental aunque no única la presencia del libro Calibán y otros ensayos) fueron postulando la posibilidad, si no de un aislamiento impensable o de una originalidad soberbia, la de una independencia cultural y la de una autonomía, siempre conflictivas, siempre discutidas, siempre relativas, pero irrenunciables, necesarias. Acordes con las necesidades que, en otros campos, políticos, económicos, sociales, se han ido manifestando a lo largo de estos años. Venía, además, Fernández Retamar de una formación particularmente vasta, heterogénea y rica en la que intervinieron la filosofía, el marxismo, el estructuralismo, las ciencias literarias, la poética, la añeja profundidad de la poderosa cultura cubana, José Martí (en cuya vida y obra era un especialista), otros maestros cubanos y latinoamericanos, la lectura constante e íntima de poetas de todas las épocas y de todas las lenguas. Lo que lo llevó a una militancia temprana en el campo cultural, aún bastante antes de la Revolución. Ideas que parecen fundamentales de su pensamiento y que están expresadas en libros y en numerosos artículos publicados a lo largo de estos años son aquéllas sobre las relaciones entre el poeta y la sociedad, la función del arte en esa sociedad, la función que cumplen los intelectuales en la sociedades latinoamericanas y en la cubana socialista, el papel del poeta en la revolución… En lo más específico, que toca la tarea literaria, un trabajo ya clásico es aquél titulado “Antipoesía y poesía conversacional en América latina”, y que tiene mucho que ver con su propia construcción poética. Es la charla dada en una reunión que tuvo lugar en La Habana en 1968, publicada en un tomo que editó la Casa de las Américas al año siguiente, titulado Panorama de la actual literatura latinoamericana, un ciclo organizado por el Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas y en el que participaron, entre otros, José María Arguedas, Max Aub, René Depestre, José Revueltas, Rodolfo Walsh, Jorge Zalamea. Describe, allí, la poesía hispanoamericana después de los cincuenta como embarcada en las corrientes de la llamada antipoesía (cuyo mayor epígono sería Nicanor Parra -1914-) y, sucediéndola, de una manera casi generacional, la poesía conversacional (cuya figura central sería Ernesto Cardenal -1925-), de la que señala características que se tienen como distintivas y, se interpreta, positivas: la poesía conversacional no se autodefine, tiende a ser grave aunque no solemne, pugna por afirmarse en sus creencias, muchas veces políticas, otras religiosas; más que vuelta hacia el pasado, “es capaz de mirar el tiempo presente y de abrirse al porvenir”; “suele señalar la sorpresa o el misterio de lo cotidiano”; más que encerrarse en fórmulas, se inclina “a abrirse a nuevas perspectivas”. Y es, fundamentalmente, una poesía que no tiene inconvenientes en mezclar lo narrativo con lo lírico, la prosa con el verso, sin prejuicio ninguno por lo que siempre se llamó “prosaico”, en una línea que, entre otros, desciende de T. S. Eliot: “La poesía tiene tanto que aprender de la prosa como de la demás poesía… Una interacción entre prosa y verso, como la interacción entre lenguaje y lenguaje, es una condición de vitalidad en literatura”. Pero fue, ciertamente, en la propia poesía donde expresó sus sentimientos y pensamientos más profundos y que van a quedar. Poco después de los ya definitivos días en que la guerrilla triunfante entraba en La Habana, lo primero que se conoció de Fernández Retamar fue un poema, “El otro”, escrito, es probable, en medio de las celebraciones y publicado aquí por un periódico de izquierda. “Nosotros, los sobrevivientes, / ¿A quiénes debemos la sobrevida? / ¿Quién se murió por mí en la ergástula, / Quién recibió la bala mía, / La para mí, en su corazón? / ¿Sobre qué muerto estoy yo vivo…?”. Aquel sentido nuevo y generoso de la “otredad” siempre será así en la poética de Fernández Retamar: el “otro” no es la figura borgiana (figura, por otra parte, genética y constitutiva de la obra del argentino), la del doble dubitativo y que se hubiera querido ser o que se dice se hubiera querido ser. Tampoco es la psicoanalítica imagen en la que se busca sin descanso y sin hallazgo la radical identidad. Menos aún la del mito, que algunos suponen inaugurado por el héroe-flor de la primavera cretense e introducido después en la omnívora Grecia, Desde entonces, quedamos cautivos de esa voz poética, a la que por aquellos días de aislamiento seguíamos todo lo que la poca entrada al país de material cubano podía permitir. Hasta qué punto este poema atraviesa su obra toda, se comprueba cuando relata, en un texto muy posterior, hablando de sus afinidades con poetas argentinos y de Paco Urondo: “Y un día, quizá en su último poema, / Conversó conmigo por aquellos versos sobre los hombres de transición, / Seguramente sin saber que tales versos a su vez / Eran resultado y parte de una conversación inconclusa que tuve con el Che…” Así, su obra poética propiamente dicha exhibe una lírica racional y reflexiva, para nada desprovista de afectividad, aunque insistentemente conceptual, dedicada en cada caso al desarrollo de una idea. Creo que Fernández Retamar, a la manera brechtiana, se propone no confundir al lector entre el campo de la identificación y la alucinación y el de la realidad

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Un ALCA a la europea

Fuente: Emiliano Guido | Nuestras voces Fecha: 29  junio 2019 Mauricio Macri festejó ayer con globos y épica el pre-acuerdo político entre la Unión Europea y el Mercosur. Este convenio es el camino hacia un pacto comercial primarizador que destrozará la competencia de nuestras economías regionales. Europa ingresará al mercado latinoamericano sin aranceles y a cambio ofrecerá mínimas cuotas de acceso a su mercado agrícola. Sin embargo, el consenso logrado implica solo el aval para una negociación técnica que deberá ser aprobada luego por el Congreso. ¿Es el fin de la soberanía de América Latina? El gobierno nacional dio ayer un carácter de histórico al pre-acuerdo político alcanzado entre el Mercosur y la Unión Europea. Sin embargo, el consenso logrado implica solo el aval a una negociación técnica donde aún no se ha suscripto la letra chica del tratado. En lo concreto, Cambiemos festeja la posibilidad de pactar un tratado de libre comercio que, dada las asimetrías del bloque zonal con Bruselas, ahondará la primarización nacional, pulverizará la competencia de nuestras economías regionales, pondrá en un pie de igualdad a las empresas europeas que busquen competir en las licitaciones locales de compras gubernamentales y fortalecerá el poder de arbitraje de los tribunales extranjeros cuando una corporación pretenda litigar al Estado nacional. En 2016 el Secretario de Comercio Miguel Braun advirtió que el verdadero objetivo del tratado era “cerrar la puerta de la región al populismo”. “Car for cows”, autos por vacas, advirtió el día jueves el portal Político explicitando cuáles eran los nichos negociables entre el Mercosur y la Unión Europea. De esa manera, el medio europeo, con acceso a fuentes diplomáticas que estaban pujando en la letra final del anuncio, visibilizaba con mucho ingenio las expectativas de cada bloque: Bruselas intentando consolidar la entrada de su producción industrial de autos en el Cono Sur, y el bloque mercosureano con el horizonte puesto en buscar acrecentar el ingreso de nuestras exportaciones de carne y lácteos en el amurallado comercio europeo, donde su sector primario está muy subsidiado. Un día después, y tras veinte años de un diálogo intrabloque sin consensos, ayer se alcanzó un acuerdo de carácter político entre las dos ententes comerciales para avanzar en un tratado de libre comercio que profundiza el rol de Argentina y de la región como abastecedora de materias primas a los países centrales; en este caso, a Europa. Lo que no pudo lograr la administración de Fernando De la Rúa, a inicios de siglo, cuando su gobierno, y los pares zonales alineados con su visión aperturista, intentaron avalar el pacto desregulatorio interamericano conocido como ALCA, sí pudo ser concretarlo –aunque a nivel transoceánico– la gestión de Mauricio Macri y la de su colega  brasileño Jair Bolsonaro, que traccionaron con su voluntad a economías menores como la de Paraguay y Uruguay, el último país en pleno cronograma electoral, al igual que nosotros. Es decir, sobre la narrativa autocelebratoria de los medios argentinos que ayer sobrevendieron el acuerdo con Bruselas dándole una capa de épica a una negociación diplomática incluyendo pasajes literarios en sus crónicas –La Nación consignó que Macri “no pudo dormir en las horas finales de las negociaciones” y Clarín detalló que el Canciller Jorge Faurie “lloró” al momento de comunicarle la noticia al Jefe de Estado– lo que terminó de plasmarse es una hoja de ruta que redibuja el comercio intrabloque con el clásico sesgo de metrópoli y periferia. Nosotros exportaremos vacas, ellos nos venderán autos. “Car for cows”. Varios sectores políticos, sociales y referentes de la investigación académica salieron a dar su mirada crítica acerca de lo suscripto por Cambiemos. “Este acuerdo comercial es una expresión actualizada de la presión que la Unión Europea y Estados Unidos vienen sistemáticamente realizando en las negociaciones comerciales, promoviendo una apertura indiscriminada de las economías de la región y buscando las mayores garantías para la colocación de sus productos, tal como se intentó con el ALCA”, comienza advirtiendo un comunicado de los sindicatos de la CGT nucleados en la Corriente Federal de Trabajadores. Ese documento difundido ayer con el título “No al acuerdo Mercosur- Unión Europea” alerta que gracias al TLC suscripto con Bruselas, la Unión Europea “obtendrá mayores nuevas aperturas y concesiones en las áreas de inversiones, compras gubernamentales, servicios (educación, salud) y propiedad intelectual. En contrapartida, el acuerdo incluirá en la oferta mínimas cuotas de acceso a su mercado agrícola. De esta manera, el Tratado le asegura a la UE poder continuar con su política de subsidios a sus agricultores para competir vendiendo sus productos a precios inferiores a los costos de producción, lo que constituye una práctica comercial desleal conocida como dumping”. Por su parte, días atrás la Red Observar –un capítulo integrado por usina de ideas populares como el centro de investigación económica CEPA– publicó un interesante informe titulado “Mercosur- Unión Europea: un ALCA silencioso” donde, al contrario de lo que puede pensarse, vaticinan que el TLC en marcha no sólo va a impactar sobre el capítulo económico del Cono Sur. “Parte de la opacidad existente en torno al proceso negociador entre el Mercosur y la Unión Europea es atribuible a un equívoco fundamental: que las negociaciones en marcha serían sobre todo de tipo comercial. Lejos de ser así, la mayor parte de los temas en discusión son de carácter estructural y comprometen ámbitos críticos para el desarrollo nacional”, sostiene la Red Observar en uno de los párrafos significativos de su documento. A su vez, el paper “Mercosur- Unión Europea: un ALCA silencioso” justifica lo explicitado con las siguientes líneas argumentales: “El Secretario de Comercio Miguel Braun indicó en el año 2016 que el Acuerdo contribuiría a que el populismo no retorne a América Latina. En el marco de la negociación la UE no reconoce en ningún tramo el concepto de asimetría entre las partes, y avanza en consecuencia. Pese a que quintuplica en PBI al Mercosur, registra casi 10 veces más patentes al año, y más que duplicó sus exportaciones a la región en los últimos diez años, ha obtenido hasta el momento un sinnúmero de concesiones en materia de desgravación de

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Honduras, una década de golpes e inestabilidad

Fuente:  Nery Chaves García y Esteban De Gori | Celag.org Fecha: 28 de junio A diez años del Golpe de Estado contra Manuel Zelaya, la crisis social, económica y política en Honduras no deja de profundizarse, como así tampoco la movilización democrática popular. El 28 de junio de 2009 el entonces presidente hondureño, Manuel Zelaya, aparece en pijamas en Costa Rica. Denunciaba un Golpe de Estado. Un sector del Partido Liberal, el Partido Nacional y las Fuerzas Armadas habían consensuado el fin abrupto de su mandato constitucional, el cual se había iniciado en 2005. El consenso bipartidista había funcionado en un país donde ambos partidos habían organizado por décadas el juego político. El Gobierno de Zelaya intentó solucionar dos grandes problemas que le granjearon tensiones con actores económicos y políticos que luego se organizaron ante la instalación de la llamada “cuarta urna”. Esos dos graves problemas fueron la crisis energética y la crisis social. Para ello, introdujo un decreto de salario mínimo que lo enfrentó con empresarios, y se alió con Petrocaribe para reducir el precio del petróleo y todo lo que ello implica en la economía. Zelaya se fue convirtiendo, así, en un líder inesperado, sobre todo porque era el empresario que participaba de las cámaras empresariales que mayor influencia poseía en ese país. También se opuso a la privatización de la empresa nacional portuaria y profundizó la Estrategia de Reducción de Pobreza (ERP) que se había iniciado en 2001 desde el Estado y que retomó como propuesta para distribuir la riqueza y potenciar el crecimiento económico, que estaba estancado. De hecho, podemos observar que el porcentaje del PIB destinado al gasto social —educación y salud inclusive— aumentó durante el periodo 2006-2008. Las tasas de pobreza y de pobreza extrema tuvieron una caída durante su Gobierno. Esta ERP era alentada porque suponía la condonación de la pesada deuda externa. Donde se coagularon todos los malestares políticos de los sectores tradicionales que veían en Zelaya la puesta en duda del imaginario neoliberal -colocando sus críticas en la intervención estatal y en distribuciones no grandilocuentes de la riqueza-, fue en el llamado a participar en una “cuarta urna”. En ella se preguntaría acerca de si se debía o no convocar a una asamblea constituyente y en las otras tres urnas se elegiría presidente, Parlamento y alcaldes. El mismo día en que debían realizarse las elecciones, cuarta urna incluida, Zelaya fue sacado el poder y llevado a Costa Rica. Por ello el 28 de junio significa muchas cosas: quiebre del orden constitucional, clausura de un proceso electoral, y apertura de una inestabilidad y conflictividad que llega hasta hoy. Pero también 28 de junio es el punto cero de la ruptura del bipartidismo y la puesta en cuestión de un elitismo conservador que se había profundizado con la recuperación democrática en 1982. Hoy dos imágenes: en 2009 Zelaya en pijamas, despojado del poder constitucional y presidencial, y en 2018 -en una encuesta del ERIC- Mel Zelaya es considerado por el 30% de la población como el mejor presidente de Honduras, seguido por Juan Orlando Hernández (JOH), con el 18,7%. El golpe del 2009 continuaría con golpe electoral de 2017. Entre Zelaya y Juan Orlando Hernández solo gobernaron presidentes del Partido Nacional. Como si la conclusión del golpe de 2009 no sólo fuera la salida del presidente constitucional sino, al mismo tiempo, la disolución del bipartidismo y caída abrupta del partido del cual provenía Zelaya, el Partido Liberal. La resistencia al golpe fue el laboratorio de varios partidos políticos y liderazgos: por un lado, el del propio Zelaya y su Partido Libre y, por otro, Salvador Nasrrala con su Partido Anticorrupción. Esa resistencia politizó a la ciudadanía y la ocupación del espacio público ganó terreno. Se observaron represión y beligerancia estatal. La crisis abierta por el golpe de 2009 se intentó clausurar con una elección que le dio el triunfo a Porfirio Lobo, del Partido Nacional. Éste no sólo redujo la intervención del Estado en la economía -cuestión que aumentó la pobreza y la desigualdad- sino que restituyo un camino “ganador” para un Partido Nacional, que podía ganar elecciones y que podía realizar golpes electorales, pero que no lograba clausurar las trayectorias de acción de movilización y reclamo sobre un sistema político que intentó recrear fuertes dosis de elitismo conservador y excluyente. En noviembre de 2009 asumió Porfirio Lobo en unas elecciones militarizadas, bajo Estado de Sitio y con muy baja participación.[i] En su intento por legitimar el Golpe de Estado, impulsó los Acuerdos de Cartagena, que posibilitaron el retorno de Mel Zelaya, la fundación del Partido Libertad y Refundación (LIBRE) a partir del Frente Nacional de Resistencia Popular y la reincorporación de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2011. La OEA había presionado para resolver una crisis de inestabilidad política y de ilegitimidad que cargaba el sistema político hondureño. En las elecciones en 2013 -en medio de diversas denuncias del Partido LIBRE, que llevó la candidatura de Xiomara Castro Zelaya, enfrentada a Salvador Nasralla, del Partido Anticorrupción (PAC)- es elegido como presidente Juan Orlando Hernández, quien había sido presidente de la Asamblea Nacional, jefe de bancada del Partido Nacional (2005-2009) y su secretario general (2006-2019). Su estrategia política fue garantizar la continuidad del Partido Nacional, centralizando su propio partido frente a sectores minoritarios del mismo. Tal concentración de poder posibilitó que su candidatura presidencial en los comicios de 2017 se transformara en legal, tras el fallo de la Corte Constitucional hondureña que violó la Constitución hondureña de 1982, que lo prohibía expresamente. El intento de consulta sobre la posibilidad de reforma constitucional llevó a Zelaya a su derrocamiento; la violación del carácter pétreo de la Constitución condujo, ya no a su salida del poder sino a un profunda inestabilidad y conflictividad políticas. Las elecciones nacionales de 2017 en un marco de concentración del poder de Hernández y el rechazo a la violación de la Constitución provocó la unidad política de la oposición política. Se constituyó la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, la cual quedó conformada

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