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Singularidades aparentes o reales, en medio del Pandemonio

Malamud Benjamín (Adherente desde Córdoba) “La destrucción del ferrocarril fue el plan más perverso y antinacional de la historia contemporánea argentina”. Fernando Pino Solanas   Son muchos los temas que preocupan o apasionan nuestra ciudadanía, dominando la escena real, la amenaza universal de la sindemia, que ahora se ha llevado la vida de una de esas personas cuya singularidad es más que relevante, pues ese fue incuestionablemente Pino, desde su compromiso ético y político con las grandes causas nacionales como los FFCC, o con el arte cinematográfico como en “Memoria del Saqueo”, o con la causa de los DDHH, con la educación y cultura mundial desde su función representativa en la UNESCO y especialmente desde su rol de legislador, como uno de los más brillantes expositores que con sólidos argumentos, señaló a ésta y próximas generaciones cómo afrontar duros desafíos, tal el caso del debate hace 2 años por la Interrupción voluntaria de la gestación. Vaya esta breve introducción en su homenaje que seguramente seguirá ocupando espacios mediáticos importantes, para quién nos dejó la convicción de que “Otro mundo es Posible”.   En medio de la pandemia y de noticias que nos advierten que por un lado con la llegada del calor la cifras de contagiados y fallecidos tienen un lento declive, tanto a nivel nacional como provincial, -creo personalmente que con medidas preventivas más efectivas, muchas más vidas se hubiesen salvado-, por el otro se avanza en la adquisición de vacunas de origen y manufactura diversas pero que están demostrando una efectividad mayor del 90% para los próximos meses y desde el norte del mundo arriba la novedad de una nueva ola de mayor intensidad que la anterior, demostrando la fragilidad de la inmunidad dejada por la primer ola.    Las cifras de fallecidos en Córdoba en octubre fueron preocupantes, un 50% mayor al relacionarlas con las del año pasado, algo que se expone en el gráfico adjunto. “Este exceso de mortalidad es una evidencia inobjetable de los efectos de la enfermedad y una manera de detectar sub notificaciones o registros, que en algunos países llegó al 100%”.  Nos alertan respecto a las flexibilizaciones que se anuncian en preparación de la temporada turística, donde las medidas preventivas pautadas no pueden ser de mediocre calidad si se busca una recuperación económica, sin exponer a turistas y vecinos a brotes evitables, en circunstancias en que la ocupación en las UTI ronda aún el 50%.      En este contexto me preocupó el análisis de la estadística local de La Falda, donde contamos este 20 de noviembre, con 12 fallecidos confirmados por Covid 19 y 256 infectados, lo que hace una relación de 1 fallecido cada 21 infectado, cuando la media en Argentina es simultáneamente de 1 cada 39, o 1 c/65 en Córdoba y 1 c/30 en la CABA (con altas cifras de letalidad). Consulté el tema por esta presunta singularidad con el Dr. F. Mennitte quien me aseguró la inexistencia de sub registros que alteraren la ecuación, por lo que consultando fuentes confiables respecto a cómo interpretar esta discrepancia, la respuesta la de que puede haber una gran cantidad de infectados asintomáticos con riesgo de contagiosidad localmente. Otras causas serían una mayor población en estado de vulnerabilidad (edad y patologías previas). “La transmisión en asintomáticos y pre sintomáticos está claramente documentada; por cuánto tiempo… no está comprobado, pero sí se sabe que al carecer de síntomas podrían ser fuertes transmisores en la comunidad. De allí la relevancia de cumplir con las medidas de aislamiento”.  Y junto al aislamiento todas las medidas preventivas efectivas como el uso del barbijo, la higiene de manos y especialmente lo referente a las reuniones sociales, (familiares y laborales) fuente principal de los brotes que reiteradamente sobrellevamos. A la par se debería incrementar el número de testeos.   Dentro de los sectores sociales más afectados por esta pandemia a nivel global, figuran los jóvenes, por todas las limitaciones padecidas en su etapa de vida y desarrollo, tanto educativa como laboral o socialmente. Asimismo es el grupo poblacional con mayor incidencia de casos y menor letalidad, pero con alto riesgo de contagiosidad. Por lo que su plena integración a las estrategias preventivas, es fundamental si se pretende que la temporada estival nos otorgue el necesario respiro económico para esta región turística como una mejor situación epidemiológica.  Quedó demostrado que con aplanar las curvas de incidencia del Covid, se pudo mejorar la respuesta sanitaria, pero que era necesario “aplastar” la pandemia, si lo que se pretende es una nueva normalidad más segura, algo que con la vacuna solamente no se podrá lograr. Los buenos resultados en las Provincias de Formosa y Misiones, son singularidades son una demostración de que la pandemia puede controlarse con nuestros propios recursos y una actitud comunitaria consensuada. No puedo dejar de recordar la grave es la situación de los trabajadores de la salud, tanto pública como privada o social, obligados a tener que manifestarse y hacer paros ante la falta de respuesta a los reclamos salariales y de regularización de su inestabilidad laboral, justamente por quienes a diario se exponen a contraer la enfermedad o fallecer por la misma. Por otro lado poca trascendencia periodística tuvo la decisión de la decisión estatal de retrotraer los precios de los medicamentos a los valores vigentes entre julio y agosto últimos, luego de detectar incrementos de hasta el 1000 % durante la cuarentena y a la vez fijó precios máximos que regirán durante al menos 5 meses.   No menos singular ha sido la elevación al Congreso de 2 proyectos de ley complementarios sobre problemas de salud que han motivado fuertes polémicas. La ley de Interrupción Legal del Embarazo se ha asociado a un Plan denominado de los 1000 primeros días, (exitosamente implementado en la Pcia de San Juan). O sea esa etapa de la vida, en que los cuidados deficientes, la falta de cobertura médica, las violencias y sobre todo las vulnerabilidades sociales, traen consecuencias a los sobrevivientes, tanto en su infancia como en el resto de su existencia:

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Desapariciones – Aonikenks*(fragmento)

Por:  Marta Inés Schvartzman                                        a Eliana Krawczyk, teniente de navío del ARA San Juan, primera submarinista de Argentina y de Sudamérica. ballena de metal guerrera devenida sarcófago marino ¿dónde están los cuerpos vivos de Eliana que embarcó con otros cuarenta y tres en 2017 un primero de Julio*? cuarenta y cuatro jóvenes en tu vientre… conocimientos  de excelencia defendiendo un millón de kilómetros cuadrados                  de mar nuestra mar la mar ….como  treinta mil* ayer en tierra o agua Notas *Aonikenks: Lengua del Pueblo Tehuelche/chewel che (gente bravía): (trad.) Gentes del Sur *1° de Julio- Fecha del fallecimiento del Pte.Juan Domingo Perón. *30.000… Personas Desaparecidxs Asesinadxs por el Terrorismo de Estado en Argentina.

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SERA LEY.

Por: Leonor Vain. 22 de noviembre 2020 Finalmente el Proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo fue presentado por el Presidente en el Congreso. Cumplió con el compromiso asumido durante la campaña electoral. Dijo que “es responsabilidad del estado cuidar la salud y la vida de quienes deciden interrumpir su embarazo durante los primeros momentos de su desarrollo” y también garantizar la salud integral de mujeres embarazadas y de sus hijes en los primeros años de vida. Por eso presento simultáneamente otro proyecto de ley, el Plan de los 1000 días.  Ambos constituyen un conjunto en defensa de la vida y del proyecto de familia que cada mujer tenga e instalan el aborto como un tema de salud pública. El proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo despenaliza y legaliza el aborto durante las primeras 14 semanas de la gestación. Luego de ese plazo se seguirán rigiendo  por las normas del Código Penal que exigen que para que se pueda realizar sin que sea sancionado, deberá correr riesgo la vida o la salud de la madre o que el embarazo sea consecuencia de una violación. En el caso de embarazos de niñas menores de 13 años no  hay plazo ni limitación para que sea realizado. Sera gratuito y tendrán la responsabilidad de llevarlo a cabo los hospitales, obras sociales y prepagas medicas. Una vez recibido el pedido la institución médica pondrá a disposición de las mujeres embarazadas que lo requieran información sobre el procedimiento que se les aplicara y los cuidados posteriores necesarios, las características de la atención integral y completa a la que tendrán derecho durante todo el proceso hasta la recuperación plena, acompañamiento e información actualizada y accesible cumpliendo con el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.En cuanto a los menores de 13 años de edad el pedido deberá contar con su consentimiento  informado y la asistencia, por lo menos de alguno de sus progenitores o representante legal. Entre los 13 y los 16 años podrán decidirlo solas, salvo que  existan riesgos excepcionales para su salud; en esos  casos  deberán contar con el asentimiento de, al menos, uno de sus progenitores o de su representante legal. Establece un plazo máximo de 10 días corridos para que la mujer que lo solicita a acceder al proceso que se aplique para la interrupción de su embarazo. Este proyecto de ley incorpora el derecho a la objeción de conciencia. Cada profesional que tenga que intervenir en el proceso de la interrupción del embarazo tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia. Pero deberá mantener la misma conducta tanto en el ámbito público como en el privado; está obligado a hacer y que lo necesario para que de inmediato la mujer sea atendida correctamente. Si hay una situación de urgencia no puede ampararse en la objeción de conciencia y debe atenderla aplicando las mejores reglas de su profesión.  Condena con  penas de 3 meses a 1 año e inhabilitación especial por el doble de tiempo de la condena, al personal de la salud que no cumpla con la norma legal.  La inclusión del derecho a la objeción de conciencia es la diferencia más importante que tiene este proyecto con el propuesto por la Comisión por el Derecho al Aborto, que expresó su disconformidad al respecto. Finalmente el proyecto presentado por el Sr. Presidente se completa modificando los arts. 85,86 y 88 del Código Penal, que son los que penalizaban la inerrupcion voluntaria del embarazo adecuándolos a la ley. Este proyecto encara un problema de salud pública. Y defiende la vida y la salud de las mujeres que necesitan interrumpir un embarazo no deseado. Pero hay mujeres en estado de vulnerabilidad  que quieran continuar un embarazo, cualesquiera sean sus circunstancias, y también tienen que ser protegidas y acompañadas por el Estado. Por eso el Presidente envió conjuntamente un proyecto llamado “Plan de los 1000 días” para cuidarlas y acompañarlas en ese proceso. Garantiza la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de ellas y sus hijes  durante primeros años de vida. Estos dos proyectos reflejan la obligación del Estado de proteger a todas las mujeres respetando su derecho a la “autonomía de la libertad”,   acorde con el principio  que guio la reforma del Código Civil, y está presente en el texto vigente desde agosto del  2019. SIN DUDA TIENE QUE SER LEY. SERA LEY.

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«TRABAJÉ, LUCHÉ…»

Una versión /interpretación de: “TRABAJÉ, LUCHÉ» de «Las mujeres judías en Buenos Aires» Por Esther Furman (de la Comisión de Perspectiva de Género) Las mujeres judías migrantes, en Argentina, fueron incluidas y excluidas a la vez. Algunas mujeres asquenazíes y alemanas, superando la marginalización intelectual, se insertaron en la vida comunitaria como profesionales, mentoras y promotoras de la lectura y la educación. Sin embargo, el sistema político prevaleciente las excluyó en la medida en que las costumbres judías y argentinas no les permitieron adquirir tierras o ser líderes en sus comunidades. Muchas mujeres judías quedaron presas de la privación económica y educativa. Además, el medio rural no estaba libre de antisemitismo.  Aun así, es probable que en sus comunidades y en la sociedad algunas mujeres judías hayan tenido roles más importantes que las criollas y otras inmigrantes. Probaron el agua y la encontraron por lo menos agridulce, si no dulce. Como los hombres de sus familias, la mayoría echó raíces profundas en el suelo argentino.  “La inmigración no significa tan solo trasladarse de un país a otro”  BUENOS AIRES era como una «maravilla», recordaba una inmigrante alemana. Cuando llegó, a fines de la década de 1930, había precios bajos y reinaba la alegría en la Costanera, el parque popular que bordeaba el río. Sin embargo, Esther Furman, inmigrante polaca que trabajaba duro en el taller familiar, no tenía tiempo para la alegría. Para ella y muchas otras que recién llegaban, la vida no era fácil en ningún sentido.  Cualesquiera fuesen las circunstancias de su arribo, las mujeres recién llegadas tenían que ajustarse a una nueva realidad. Debían encontrar una actividad que les permitiera ganarse la vida y alojamiento accesible. En busca del equilibrio entre lo posible y lo deseable, fijaron metas educativas y profesionales para ellas y sus hijas. Muchas mujeres sufrían además por la pérdida de estatus y la carga de recuerdos dolorosos. Como sugiere en el epígrafe Bruria Elnecavé, que llegó de Bulgaria en 1938, la inmigración -y la migración interna- implicaban cambios complejos.  En este proceso de adaptación, las mujeres judías aprendieron, en diversos grados, la lengua española y las costumbres locales en los barrios, las escuelas y otros espacios fronterizos. También conservaron y reprodujeron influencias de sus lugares de origen. Paisanos y a veces conocidos que no pertenecían a la familia ni a la comunidad. Las normas de género limitaron a muchas mujeres y les impidieron ser líderes en sus comunidades; algunas, en cambio, lograron atravesar esas barreras para ir en pos de nuevas oportunidades.  Las nociones de género, la pobreza y el prejuicio marginaron a muchas mujeres judías. La pertenencia a determinada clase social afectaba el acceso a la educación y las actividades recreativas, tal como sucedía con las prescripciones de género, implicaba jornadas dobles o triples para las trabajadoras como Furman. Algunas mujeres, en cambio, contaban con recursos que hicieron más fácil la adaptación; las trabajadoras compensaron la falta de escolaridad leyendo, tomando cursos y usando las bibliotecas. Con algunas excepciones de importancia, el antisemitismo rara vez afectó a las mujeres antes de 1930; era más común la sensación de que la inclusión exigía que se mantuviera oculto el judaísmo.

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LAVALLOL (cuento)

Por: Ariana Sacroisky             A Samuel y Perla -“¡¡Yo no voy a hacer un Lavallol de mi nueva casa!!”- aseguraba Perla con vehemencia cuando recién nos mudamos a El Bolsón, Patagonia Argentina. ¡No! ¡Claro! “¡No voy a hacer un Lavallol!”. Lavallol era la casa en la que vivíamos con mi Abuela, mis padres y las otras 6 personas de la familia. Lavallol y Jonte. ¡Ahí tenés “no voy a hacer…..”! ¿El cuadro que ves ahí? De Lavallol. ¿El reloj? De la sastrería de mi papá. ¿La azucarera con forma de gallina (de la que yo robaba los cuadraditos de azúcar de chico)? De Lavallol. ¿El juego de cristal que sacaban cuando venía un familiar importante? De Lavallol. ¿El gallo? Igual. ¿El jarrón? Igual. “No voy a hacer un Lavallol de mi casa…” Esta anécdota me la contaba Samuel mientras daba vuelta las cajas de fotos familiares buscando rastros de su Tía Luisa, aquella que tras quedar ciega fue tratada en la Familia como una Cosa, y que finalmente se fugó con la mamá de Samuel para crear una vida feliz, quien sabe dónde. Samuel quería mostrarme algún rastro de la vida de Luisa con la familia. Pero no había caso. No lo encontraba. -Somos todos Nosotros –me informaba-, con el Di Tella, con el Falcon, con mi tío, mi papá, mis Abuelos, Nosotros, Mar del Plata, Acá, Allá, Nosotros. ¿El resto de la gente? No existe. Gracias a que habían cultivado un buen vínculo de hermanos, Perla y Samuel se fueron a vivir juntos a La Patagonia. En cierto modo, aunque mayores, también se habían fugado de la influencia de la abuela que todo lo decidía y lo controlaba; la que era padre, madre, tío, gendarme. ¿Habría chances de cambiar? ¿Sería posible encontrar su modo de pensar?, ¿de sentir?, ¿de elegir? ¿Existiría, de hecho, tal modo? ¿Quedarían restos de algún carbón candente? Perla y Samuel vivían encorvados por la culpa, y no era una metáfora. La angustia de Perla se debía a que no había advertido a la familia que el médico alemán a quien habían confiado la vista de Luisa parecía un farsante. -Para garantizar la eficacia de la operación, es necesario que Luisa no se mueva absolutamente nada- aseguraba el alemán. Luisa no se movió. Pero el médico le había quemado los lagrimales: la tía perdió lo último que le quedaba de vista. La carga de Samuel lo hacía retroceder a sus 8 años, cuando se tomaba en esos días de desesperación el Tranvía 84 para ir al Hospital Israelita a hablar con otro médico, y ver si era posible que la Tía recuperara algo de su vista. Esa tía tan ajena, tan extraña, a quien hasta temía…. No había nada que hacer. -El tiempo no vuelve atrás. Lo hecho, hecho está. Luisa no podrá ver ni llorar nuevamente- le decían los médicos.  La primera noche que se instalaron en El Bolsón, Perla decidió ir a ver un concierto que ocurriría cerca de la casa. Había escuchado que se presentaría allí un guitarrista muy reconocido de la región: Damián V.. Se puso bonita para la ocasión, natural, como era su estilo. Preparó la cartera con todo lo necesario, y salió. Al llegar al lugar eligió una mesa cercana al espacio del artista, que estaba en penumbras, de modo de sentirse relajada y a gusto. Se pidió un mojito. Cuando Damián salió a escena, se sentó en el espacio preparado para recibirlo, la iluminación se puso a tono, y comenzó la Música. Todo alrededor de él y de Perla se disolvió en colores difusos. Allí sólo estaba Dami y su arte, iluminándolo todo. Si le preguntáramos, Perla no sabría decirnos si el concierto duró 40 minutos ó 4 horas. De todos modos, sentiría que no es importante. Podría asegurarnos, con seguridad, que todo su cuerpo estaba recibiendo aquel néctar sagrado e invisible. El concierto terminó. Perla fue al baño, se refrescó y miró su rostro en el espejo. Ya no era una piba, lo sabía. Pero algo le decía por dentro que la vida se iba a poner divertida.

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En qué lado hay que estar

Fuente: Eduardo Aliverti | Marca de Radio Fecha: 21 de noviembre de 2020 El Gobierno recuperó iniciativa y hasta sus contendores admiten que perdieron centralidad de agenda. A partir de ahí puede discutirse cómo se sitúa cada quien frente los asuntos en danza, pero es innegable que hoy la oposición corre detrás de las instalaciones temáticas oficiales y no al revés. Que por fin se haya debatido y sancionado en la Cámara baja el propósito de aplicar un tributo a las grandes fortunas (apenas 360 de ellas significan el 60 por ciento del monto imputable); que el Presidente se comprometa a empujar la legalización del aborto como decisión de salud pública imprescindible; que ya esté en marcha un operativo fenomenal para la vacunación masiva contra el coronavirus (aunque comunicado con una dosis excesiva de optimismo, quizá); que se lance una gran ofensiva de obra pública, son ingredientes positivos. Una consideración similar correspondería a que el arreglo con el FMI fue trasladado al año próximo, con Biden asumido pero, sobre todo, con un panorama económico (muy) eventualmente más claro si es que todas o alguna de las vacunas producen efecto. Nada de eso significa un horizonte despejado, ni por asomo. Los números inflacionarios; el nuevo festival de bonos para controlar la cotización del dólar; la incertidumbre por cómo se ejecutará cierta recuperación con los índices de desempleo y falta de trabajo que deja la pandemia; atravesar diciembre; el interrogante inmenso de la vuelta a clases; los haberes jubilatorios, son componentes angustiantes. Pero por algo será que la oposición, a falta a de disparadores más atrayentes, se concentra en la novela aburrida del Ministerio Público Fiscal; el pedido de indagatoria a Carrió por la red de espionaje macrista; la obsesión continua por cada señal intrascendente de Cristina contra Alberto y viceversa; el militar la palabra “ajuste” nada menos que desde sus antecedentes espantosos, que la llevaron a la derrota. Una mirada rápida a los sumarios de la prensa opositora revela que noticias frívolas, ligadas mayormente al mundo del espectáculo, a los escándalos de personajes mediáticos, a “la inseguridad”, al deporte, son principales. Cualquiera diría que hay una relación inversamente proporcional entre eso y el hecho de que el grueso confrontativo no da muestras de saber para dónde desembuchar, excepto por el agotador denuncismo anti K y la protección al macrismo vandorista. Tienen además un intríngulis complejo con la sobreexposición de los cruzados libertarios. Los Milei o los Espert aseguran griterío y extravagancias antipopulistas para satisfacción del panelismo televisivo; pero a la vez, con elecciones legislativas a la vista que habilitan -como siempre- toda cana al aire de un sector del electorado, corren el riesgo de estimular la división del voto gorila. Sería más útil observar otros aspectos. Hay un dato de enormidad pedagógica, no solamente simbólico, que Alejandro Bercovich recordó el viernes en su columna de BAE Negocios, con base en lo que otro colega, Hugo Alconada Mon, publicó en su libro La raíz de todos los males. Se trata del aporte solidario y extraordinario que Mauricio Macri les pidió a los dueños de grandes haciendas para la campaña presidencial de 2015: un 1 por ciento de sus patrimonios. Es la mitad de lo exigido a esos magnates en el proyecto que recibió media sanción de Diputados, para ayudar en la emergencia. “Aquella contribución era sobre el total y no sólo sobre lo declarado, tal como el propio autor ratificó más tarde bajo juramento ante el juez platense Ernesto Kreplak. La ventaja era que podía integrarse en efectivo o en especie, porque el comité de campaña prefería todo ‘barrani’ para no exceder el gasto permitido”. La cuestión es que Macri recaudó unos 7500 millones de pesos, a valores de hoy, para sufragar actos, medios y cartelería; una cifra once veces superior a lo declarado por los recolectores cambiemitas ante la Cámara Nacional Electoral. Como señala Bercovich, el subregistro difícilmente pueda ser impugnado con autoridad moral por el Frente de Todos, pero sí expone la contradicción de los grandes contribuyentes que, si era por Macri Presidente, estaban bien predispuestos a la exacción privada mientras ahora se indignan por la estatal. Es también en el libro de Alconada Mon donde figuran como aportantes macristas los miembros de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que el jueves agregaron su grito en el cielo por el “impuesto a la riqueza”: Rocca, Bulgheroni, Roggio, Eurnekian, Pescarmona, Escasany, Elsztain, su ruta. Como elemento mucho más directo -aunque en el mismo sentido- puede tomarse el tweet que, desde su cuenta oficial, lanzó el bloque del PRO. Fue tarde cuando quisieron borrar que, ante a la imposición del aporte a patrimonios individuales portentosos, en tanto representantes del 46 por ciento de la Cámara de Diputados votarían a favor de los intereses del 0,02 por ciento más rico de la población argentina. Y por si poco fuese en materia de sincericidios, colmaron el vaso las declaraciones de Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, en su diálogo con el humorista Fernando Iglesias. La formación docente es uno de los vectores de lo que dijo la funcionaria, y lo abordó con una superficialidad que espanta al mínimo rigor requerido. Es llamativo que ni uno solo de los cuadros o figuras académicas de que dispone la derecha se dispuso a respaldarla. Se borraron del mismo modo colegas y autoridades mayores del gobierno de la Ciudad, ayudadas por un periodismo independiente al que le pareció mejor no insistir con el tópico so pena de embarrarla más todavía. Nadie discutiría con seriedad que es todo un tema cómo se forman los educadores, y precisamente por eso es una ofensa inaguantable que Acuña lo haya remitido a la proveniencia de clase, el ventajerismo de la pobreza, la edad, la militancia política. Todo eso en medio de cómo vienen cargándose los docentes una coyuntura inédita y dramática, más allá de factores individuales que nunca pueden ser elevados al rango de conjunto del área. En percepción absolutamente subjetiva, la ministra no se dio cuenta o relativizó que sus afirmaciones trascenderían y, más bien, se sintió en una charla reservada de compinches. Si

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Un paso más hacia una nueva estructura fiscal

Fuente: Carlos Heller | Tiempo Argentino Fecha: 22 de noviembre de 2020 (*) Diputado Nacional Frente de Todos Presidente Partido Solidario Luego de una extensa sesión en la Cámara de Diputados, el proyecto de ley de “Aporte Solidario y Extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia” obtuvo media sanción el miércoles pasado. El propio título del proyecto transmite la idea general de la iniciativa. Cabe señalar que el debate contó con la presencia de varios ministros y funcionarios del Poder Ejecutivo, entre otros, los ministros Martín Guzmán (Economía) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Daniel Arroyo (Desarrollo Social), escueta enumeración que no mengua la importancia del resto de los funcionarios presentes. El aporte es solidario y extraordinario porque estamos ante una situación de emergencia. Se pretende alcanzar a aquellas personas humanas que son titulares de grandes fortunas. Si bien lo mencionamos en otras oportunidades, no está de más recordar que la actual situación de la Argentina es particularmente extraordinaria, no sólo por los efectos de la pandemia sanitaria sino por la difícil coyuntura que veníamos atravesando durante los años anteriores. Entre 2015 y 2019 los ingresos tributarios y de la seguridad social disminuyeron en 3,1 puntos porcentuales del PIB, esencialmente por medidas tomadas por el gobierno anterior, tendientes a reducir los gravámenes sobre los sectores con mayor capacidad contributiva, y además por la significativa caída en la actividad económica. La tasa de desempleo llegó a niveles históricamente bajos en 2015: 5,9% para luego terminar en el 9,8% en 2019. A ello se suma el abrupto endeudamiento externo contraído con acreedores privados y con el FMI, que además se tradujo principalmente en formación de activos externos (fuga de capitales) y no se reflejó en inversiones para reactivar la economía. Al mismo tiempo, implicó una fuerte carga de intereses en el gasto público, que incrementó el déficit fiscal total mientras que el déficit primario (sin los intereses de la deuda) se redujo a costa de un fuerte ajuste con negativas implicancias en el bienestar social. Entonces, a la ya de por sí delicada coyuntura económica que transitaba la Argentina, se sumaron los inesperados efectos de la pandemia sanitaria.PUBLICIDAD Una pandemia que la Secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, definió como “la peor crisis en 100 años” en su intervención en las Jornadas Monetarias y Bancarias del BCRA. La Cepal prevé una caída del PIB del 9,1% para la región de América Latina y el Caribe, lo que implicará, según sus proyecciones, un retroceso de 10 años en los niveles de PIB per cápita. Como consecuencia de ello, el organismo también proyecta que el desempleo en la región alcanzaría a 44 millones de personas, el mayor aumento desde la crisis financiera global; la pobreza podría alcanzar a 231 millones de personas. Todas ellas cifras alarmantes. Para atender esa emergencia social se necesitan medidas que apunten a aumentar los ingresos fiscales para que estos sean re direccionados a las distintas necesidades de sus poblaciones. Tal como señaló Bárcena, “una situación excepcional requiere respuestas excepcionales”. Es por ello que, volviendo a la Argentina, cabe mencionar que el “Aporte Solidario y Extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia” abarca al 0,02% de la población total, unas 10.000 a 12.000 personas humanas, aproximadamente. Son aquellas cuyo patrimonio resulte mayor a los 200 millones de pesos al momento de la entrada en vigencia de la ley. Se establecen escalas porcentuales para los aportes de forma progresiva, que van del 2% del patrimonio, al 3,5% para aquellas personas que poseen más de 3.000 millones de pesos de patrimonio, lo que redundará en una recaudación estimada superior a los 300.000 millones de pesos. Según los datos brindados por la AFIP, basándose en las declaraciones juradas de bienes personales a diciembre de 2019, en un extremo se encuentran 2.274 contribuyentes alcanzados con patrimonios de entre 200 y 300 millones de pesos, mientras que las 253 personas humanas con patrimonios por encima de los 3.000 millones de pesos aportarían el 50% del total recaudado. Varias fueron las repercusiones de distinta índole que tuvo este proyecto a pesar de que, en los hechos, abarca a una porción muy minoritaria de la población. Una de las últimas conocidas es un comunicado de la UIA difundido luego del tratamiento del proyecto en Diputados. Entre otras cuestiones, el mismo plantea dar cumplimiento al aporte requerido mediante un importe equivalente en inversiones productivas, lo cual eliminaría la generación de recursos indispensables para los destinos que el Aporte establece aplicar. Entre ellos, un 20% se utilizaría para subsidiar a las PyMEs que son verdaderas generadoras de empleo y actividad en el mercado interno; además de ayudar a financiar los gastos sanitarios, en especial las vacunas, que permitirán volver a una situación productiva y de demanda más normales; a los estudiantes para que se capaciten, a los habitantes de los barrios populares, y a inversiones en gas para reducir la dependencia externa de este producto. Pero además, esta propuesta de la UIA omite una de las características fundamentales del proyecto: los contribuyentes son personas humanas, no empresas. En definitiva, pareciera que lo que genera incomodidad en algunos sectores no es sólo la magnitud ni el alcance del proyecto, sino el precedente que implica su aprobación. Les “preocupa” el antecedente de medidas de redistribución de la riqueza, entre las que se inscribe el Aporte Solidario. Y podemos decir que este proyecto es un paso más hacia un sistema fiscal más equitativo y progresivo, un tema que se está analizando en el Gobierno. Algunos datos alentadores Se conoció esta semana el nivel de Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria para el mes de septiembre 2020: 60,8%. Esta cifra resulta ser mayor a la registrada hace exactamente un año, en septiembre de 2019 (57,7%) cuando la pandemia sanitaria aún no había llegado. Este dato es coincidente con el registro de producción industrial para ese mes que marcó una variación interanual positiva (3,4%) luego de varios meses de caída. Por su parte, Adefa, la cámara que nuclea

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Los pobres ricos que tienen tristeza

Fuente: Jorge Elbaum | El Cohete a la Luna Fecha: 22 de noviembre de 2020 Al calor del debate sobre el aporte solidario a las grandes fortunas, el último jueves las propaladoras comunicacionales del establishment local difundieron las 20 propuestas del Grupo Constituya, un nuevo think tank de la derecha argentina que prioriza la protección de los colectivos más opulentos de la sociedad para sobrecargar el peso de la crisis sanitaria en las mayorías populares. Su programa insiste en favorecer a los más poderosos. Promueven la reducción de salarios, la eliminación de la doble indemnización y la potestad para aplicar suspensiones y/o despidos. Se autodefinen como un colectivo digital ciudadano, apartidario, plural y con raigambre federal, pese a que sus iniciativas no difieren de las motorizadas por la actual oposición. Sustentan visiones ortodoxas, sus integrantes son porteños y varios de sus integrantes fueron funcionarios o asesores del cuatrienio macrista. Es decir, ni apartidarios, ni plurales, ni federales. Coherentes con el resto de los colectivos comprometidos en imponer un sentido funcional a los intereses de los grupos concentrados, el Grupo Constituya se muestra compasivo con los multimillonarios, a quienes considera discriminados y víctimas de políticas confiscatorias. Insisten, además, que dicho aporte redundará en una serie de abominaciones gigantescas. Las  cuatro advertencias de estos defensores de los millonarios son: Se generará una reducción de la inversión local; Se incrementará la desconfianza externa y se perderán oportunidades de inversión extranjera; Se perderán empleos; Se ahondará la recesión como producto de la presión fiscal. La primera proposición asevera que una política de índole aperturista, orientada a la desregulación creciente del mercado, es más recomendable para garantizar el incremento de la inversión. Sin embargo, la performance evidenciada en este rubro por parte del macrismo alcanzó en 2019 el mismo guarismo que dejó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en 2015, un 17 % del PBI. No hubo cambios pese a la flexibilidad otorgada a los capitales y la promocionada lluvia de inversiones. En donde sí hubo sustanciales modificaciones fue en la fuga de capitales, que no dejó de incrementarse durante el cuatrienio macrista, llegando a triplicar los valores durante tres de los cuatro años de su gestión: La segunda afirmación busca fomentar el pánico en relación a una supuesta pérdida de inversiones externas productivas. Sin embargo, si se observa con detenimiento la  Inversión Extranjera Directa (IED) en las últimas décadas, su comportamiento estructural aparece como autonomizada de las políticas decididas por los diferentes gobiernos. La IED en América Latina y Argentina es cada vez menos relevante dado que sus flujos se han trasladado al sudeste asiático y hacia regiones donde no existen regulaciones laborales. En el año 2000, la IED en nuestro país representaba 0.91 % del total global. En 2010 ese porcentaje se redujo al 0.43 %. Y en 2019 –bajo la mendaz euforia macrista– al 0.19 %.  Esa pendiente es similar a los guarismos que se observan en América Latina: en el año 2000 –plena efervescencia neoliberal local, protagonizada por Domingo Cavallo– el total de la IED de Argentina suponía el 20 % del total latinoamericano. En 2010 se desplomó al 5.39 % y en 2019 alcanzó apenas el 3 % del total. Diversas razones pueden explicar esta mala performance. Pero la más importante radica en que la IED elige costas donde el trabajo carece de derechos y la Argentina no ha sido el mejor lugar para sojuzgar a las sindicales. La inversión externa se resiste a ingresar porque no logran imponerse las flexibilidades laborales que exigen. Extorsiones La tercera presunción se vincula con la pérdida de empleos que ocasionará el aporte extraordinario. Esta aseveración también supone una falacia de origen, basada en la teoría de que las políticas promercado, motorizadas por la ortodoxia, garantizan la empleabilidad, y que –por el contrario– las políticas tributarias progresivas son perniciosas para la inclusión laboral de índole formal. La realidad empírica no parece coincidir con esa hipótesis: el empleo privado (el más valorado por la narrativa neoliberal argenta) decreció en el cuatrienio macrista en forma progresiva y absoluta, tanto en su volumen como al interior de los sectores de las grandes empresas, las medianas, los pequeñas y las microempresas. Todos resultados antagónicos a las jactancias del libre mercado. La cuarta advertencia apocalíptica se vincula con la potencial recesión que, advierten, va a generar al aporte extraordinario, como producto de la denominada presión/carga fiscal. Según Luciano Laspina, uno de los diputados del interbloque de JxC, el proyecto de Ley “es confiscatorio. El Estado absorbe una parte sustancial de la renta o de la propiedad”. Sin embargo, en términos tributarios, Argentina no aparece entre los países con mayor presión tributaria. Viene debajo de Uruguay y Brasil en el ranking internacional de ingresos fiscales clasificado por la OCDE, el centro de análisis de los países ricos que admira el establishment local. La UIA es otra de las organizaciones que funcionan como guardaespaldas de los magnates. En su defensa aseveran que el aporte “profundizará aquellos problemas que impiden emprender el camino de la recuperación sostenida”. Sin embargo, el FMI exige el incremento de los impuestos a los sectores más ricos: “Los gobiernos deben tomar medidas para mejorar el cumplimiento tributario, y evaluar la aplicación de impuestos más altos para los grupos más acaudalados y las empresas más rentables”. El director del Departamento de Finanzas Públicas de ese organismo multilateral, Vitor Gaspar, justificó la recomendación en la necesidad de invertir los ingresos resultantes en el financiamiento de los servicios críticos, como las redes de salud y de protección social, en una crisis que ha afectado de manera desproporcionada a los segmentos más pobres de la sociedad”. La derecha argentina se sitúa, sin sonrojarse, a la mismísima diestra del FMI. Hay quienes sienten que al proteger a los poderosos se transforman en sus pares, buscan ser como ellos para participar, aunque sea marginalmente, de sus lujos. Otros, son subyugados por prosaicos intereses crematísticos: apuestan a recibir las migajas monetarias que los empresarios reservan para sus fieles servidores. En este grupo se destacan diversos comunicadores del establishment, habituales empleados de la trifecta mediática, que son seducidos por sobresueldos

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Lecciones bolivianas para América Latina

Fuente: Alfredo Serrano Mancilla | Celag.org Fecha: 20 de noviembre de 2020 Cada vez resta menos para que termine el año 2020; un año que ha tenido de todo: desde la pandemia Covid-19 hasta la muerte de Maradona. A estas alturas del partido, luego de tanta densidad política, siempre acabo creyendo que el año tuvo algún mes de más, algunas semanas que se nos camuflaron sin darnos cuenta, o días que fueron de 30 horas. En este tiempo, Chile aprobó un plebiscito para enterrar definitivamente la constitución pinochetista; Trump perdió las elecciones desconociendo los resultados; Guaidó se quedó en eso, en seguir siendo Guaidó, sin más pena ni gloria que una autoproclamación sin efectos; en Perú modificaron el Congreso y luego el presidente, hasta dos veces, sin necesidad de acudir a las urnas; en Ecuador cambiaron varias veces de vicepresidente; se consolidó el eje progresista Argentina-México con dos presidentes muy protagónicos en lo geopolítico, Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador, cada cual a su manera. En esta América Latina tensionada, Bolivia nuevamente se convirtió en el epicentro en este 2020, sobre todo porque nos dejó varias lecciones imprescindibles para tener en cuenta en los meses venideros. Primero, no se consigue tan fácilmente la desaparición de una identidad política arraigada en la ciudadanía, ni con un golpe de Estado, ni con proscripciones, ni con persecución. Segundo, el neoliberalismo demuestra una vez más su incapacidad para consolidar democracias, gestionar la economía (en lo macro y en lo micro), administrar el Estado, garantizar estabilidad institucional, proporcionar seguridad jurídica. Tercero, las convicciones son rentables electoralmente a pesar de lo que digan muchos manuales ortodoxos de comunicación política. Un corpus ideológico, bien traducido en propuestas cabales, cuando sintonizan con los sentidos comunes tienen alta probabilidad de tener mayorías Cuarto, gobernar desgasta mucho y limita la posibilidad de reciclar la épica, el relato, la narrativa, los horizontes. En el caso del MAS, en este corto periodo de tiempo afuera de la gestión gubernamental, se regeneraron dinámicas que habían quedado relativamente oxidadas algún tiempo atrás. Quinto, la derecha no siempre está unida, ni es tan monolítica ni homogénea como se presupone. Pasó en Bolivia y ha pasado en muchos otros países de América Latina. Existen muchos más matices en el universo conservador del que nos imaginamos (visiones regionales, intereses económicos, vínculos internacionales, etc.) Sexto, los grandes medios de comunicación se han convertido en objetos de consumo masivo, pero no constituyen ninguna fuente de credibilidad. Si hiciéramos un ejercicio de correlación estadística simple entre cantidad de portadas y titulares en contra de Evo y Arce en Bolivia e intención de voto, nos encontraríamos una relación inversa. Eso pasó también con Cristina Fernández de Kirchner y continúa pasando con Rafael Correa. Los grandes medios son espacios de entretenimiento, pero no son creíbles como fuente de información. En las encuestas de CELAG hechas para varios países de América Latina, siempre observamos que hay mayorías que creen que los medios mienten o hacen propaganda. Séptimo, las redes sociales importan, pero resulta importante dimensionarlas en su justa medida. El crecimiento de ese universo es evidente, pero no hay que confundir ese progreso con considerar que todo el mundo decide su voto según lo que lea en Twitter, Facebook o Instagram. Aún resta mucho por conocer cómo ellas transforman nuestras mentes, nuestros pensamientos y nuestras preferencias políticas y electorales. Todavía es prematuro, por el poco tiempo en marcha, para identificar las cicatrices de este nuevo entorno digital. Octavo, y no por último menos importante: todos aquellos que pregonan que no hay relevo detrás de los liderazgos históricos de la izquierda latinoamericana vuelven a hacerse trampas al solitario. Lucho Arce y Alberto Fernández ya son presidentes. Hay muchas probabilidades que Andrés Arauz lo sea en Ecuador. Hay líderes como Daniel Jadue en Chile, Verónika Mendoza en Perú y Gustavo Petro en Colombia, que también tienen significativas opciones para ello. Son todos aprendizajes útiles para lo que se viene en nuestra América Latina en disputa.Comparte: Alfredo Serrano Mancilla: Dr. en Economía Aplicada (UAB). Director de CELAG (España) Alfredo Serrano Mancilla es doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), España. Realizó estancias predoctorales en Módena y Bolonia (Italia) y Québec (Canadá) y un postdoctorado en la Université Laval (Québec, Canadá). Es especialista en economía pública, desarrollo y economía mundial. Se desempeña como profesor de posgrado…

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