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Salvador Allende: un recordatorio y una enseñanza

Fuente: Atilio Borón | atilioboron.com.ar Fecha:  06 de SEPT 2018 Días atrás, el 4 de Septiembre, para ser más precisos, se cumplieron 48 años del triunfo de Salvador Allende en las elecciones presidenciales de Chile de 1970. Con el paso de los años se comprueba, con dolor, que su figura no ha cosechado la valoración que se merece mismo dentro de algunos sectores de la izquierda, dentro y fuera de Chile. En vez de honrar la figura del presidente-mártir y su obra muchos se plegaron irreflexiblemente a las críticas que el consenso neoliberal dominante formuló a su gestión, sin ofrecer un análisis alternativo que tuviese en cuenta las dificilísimas, extremadamente adversas condiciones que rodearon su acceso a La Moneda y toda su labor de gobierno. El advenimiento de la “democracia de baja intensidad” en el Chile pos-Pinochet -producto de una sobrevaluada transición cuyas limitaciones económicas, sociales y políticas son hoy evidentes- corrigió sólo en parte la subestimación que había sufrido la figura de Allende y el gobierno de la Unidad Popular. No obstante, luego de casi treinta años de una decepcionante transición que acentuó las inequidades de la sociedad chilena y su dependencia externa las cosas comienzan a cambiar y, afortunadamente, se notan numerosas tentativas de revalorizar su fértil legado. Se trata de un acto de estricta justicia porque, como lo hemos manifestado en más de una ocasión, Allende fue el precursor del “ciclo de izquierda” que conmovió América Latina (y el sistema interamericano) hasta sus cimientos a partir de finales del siglo pasado. Las experiencias vividas en Venezuela con Hugo Chávez, en Ecuador con Rafael Correa, en Bolivia con Evo Morales en donde se recuperaron los recursos naturales tienen en el gobierno de Allende un luminoso precedente en la nacionalización de la gran minería del cobre en manos de oligopolios norteamericanos, en la nacionalización de la banca, la expropiación de los principales conglomerados industriales y la reforma agraria. Teniendo en cuenta las condiciones de esa época, comienzos de los años setenta, lo que hizo el gobierno de la UP fue una proeza en un país rodeado de dictaduras de derecha y atacado con saña por Estados Unidos. De estricta justicia, decíamos, porque Allende fue un hombre extraordinario de Nuestra América. Un socialista sin renuncios, un antiimperialista sin concesiones, un latinoamericanista ejemplar. Cuando Cuba padecía de un aislamiento casi completo y el Che iniciaba su última campaña en Bolivia Allende asumió nada menos que la presidencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) para apoyar a la Isla rebelde y al Comandante Heroico. Era por entonces Senador por su partido, y ya entonces fueron muchas las voces que se alzaron para reprocharle por su incondicional apoyo a la isla caribeña y a la insurgencia que brotaba no sólo en Bolivia de la mano del Che sino en casi toda América Latina. Yo vivía en Chile en esos años y fui testigo de la campaña de difamaciones, agresiones, insultos y escarnio que se descargó en su contra. El diario El Mercurio, una de las expresiones más indignas del periodismo latinoamericano    –en realidad, no es periodismo sino propaganda y nada más- lo atacaba a diario en sus páginas políticas y en sus opiniones editoriales, invariablemente acompañadas por una caricatura que reproducía al líder socialista en la carta del rey (K) en el naipe de póquer, la mitad superior empuñando una metralleta y sosteniendo en sus manos la campana de Senado en la mitad inferior. El mensaje era clarísimo: Allende no era sino un guerrillero castrista que se había puesto la piel de cordero de un demócrata y que desde su posición en el Senado engañaba a chilenas y chilenos. Este también era el diagnóstico de la CIA, que detectó tempranamente el peligro que su figura representaba para los intereses de Estados Unidos. Ya en la campaña presidencial de 1964 la agencia había movilizado grandes recursos para impedir el posible triunfo de la coalición de izquierda que lo postulaba para el cargo. Documentos recientemente desclasificados demuestran que destinó para tales fines 2.6 millones de dólares para financiar la campaña de Eduardo Frei, paladín de la Democracia Cristiana y la malhadada “Revolución en Libertad” que se proponía como la alternativa a la Revolución Cubana. Y otros 3 millones para financiar una campaña de terror en donde la figura del dirigente socialista era presentada como la de un monstruo que enviaría niños chilenos a estudiar a Cuba o a la URSS y acusaciones por el estilo. En total, unos 45 millones de dólares si los computamos a su valor actual[1] De lo anterior se desprende con meridiana claridad las razones por las que Washington se opuso desde la noche misma del 4 de Septiembre de 1970 a la posibilidad de que Allende asumiera la presidencia de la república. Había triunfado en la elección popular pero al no alcanzar la mayoría absoluta necesitaba ser ratificado como presidente por el voto del Congreso Pleno. Su victoria era un resultado inaceptable en plena contraofensiva imperial, y el dinero invertido para frustrar la llegada de Allende a La Moneda fue mucho mayor que el canalizado para la anterior elección, aunque todavía no hay un consenso acerca de la cifra exacta. Estados Unidos se encaminaba hacia una derrota inapelable en Vietnam y había saturado el continente con dictaduras militares. Lo de Allende era un grito de guerra contra el imperio y para Washington esto era totalmente inadmisible. Había que acabar con él de cualquier manera. Según la documentación de la CIA, el 15 de Septiembre de 1970, pocos días después de las elecciones, el Presidente Richard Nixon convocó a su despacho a Henry Kissinger, Consejero de Seguridad Nacional; a Richard Helms, Director de la CIA y a William Colby, su Director Adjunto, y al Fiscal General John Mitchell a una reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca para elaborar la política a seguir en relación a las malas nuevas procedentes desde Chile. En sus notas Colby escribió que “Nixon estaba furioso” porque estaba convencido que una presidencia de Allende potenciaría la diseminación de la

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«En 2000 y en 2001, la Argentina tuvo superávit primario»

Fuente: Enrique de la Calle | Agencia Paco Urondo Fecha: 06 de SEPT 2018 En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, el economista Mariano Kestelboim analizó la situación económica del país. «Este modelo fracasó hace rato. Siempre que se lo quiso aplicar en la Argentina terminó en catástrofe», afirmó. APU: Para romper el hielo: ¿Cree que el dólar finalmente se estabilizó en torno a los 40 pesos?  Mariano Kestelboim: Es apresurado decir eso. Hay una inercia inflacionaria muy importante que se aceleró por la disparada del tipo de cambio. Después están los ajustes de los servicios públicos. La única manera que le queda al Gobierno para parar la espiral inflacionaria tiene que ver con anclar el salario, que es lo que ya hizo el macrismo. Por supuesto que no estoy de acuerdo con esa política. Estas bestias anclaron el salario. La otra cosa que deberían hacer tiene que ver con frenar los aumentos tarifarios, pero no hay nada de eso. Las prepagas, los combustibles, el transporte, el gas, la electricidad van a aumentar de acá a fin de año. Por eso va a persistir la dinámica inflacionaria. Estimo una inflación del 45% anual. Ese escenario va a empezar a impactar sobre la competitividad del tipo de cambio. No veo una estabilidad en el valor del dólar. Sí, creo que el salto brusco ya lo dio. APU: El propio Gobierno reconoce que la economía va a caer más del 2% en 2018 y no va a crecer en 2019. Algunos especialistas hablan de números aún peores. Con esas cifras se complica el escenario electoral para el oficialismo. ¿Cuál es la sustentabilidad política del proyecto macrista? MK: En principio, una aclaración. Ese número de caída del 2,4% en 2018 no es un número oficial del Gobierno. Creo que es un borrador que trascendió, pero no sé si el Gobierno quería que se conociera. Más allá de eso, creo que la actividad económica va a caer más de un 2,4% este año. Vamos a una caída muy pronunciada. Creo que al Gobierno no le quedó otra alternativa. Lo otro que le quedaba a Macri era sacar a todos los funcionarios y elegir a otros. APU: ¿Este modelo económico está acabado? MK: El modelo fracasó hace rato, lo vengo diciendo hace un tiempo. Este modelo económico es la tercera vez que se aplica en el país y siempre terminó en catástrofe. El modelo neoliberal en la Argentina no funcionó y todo indica que no va a funcionar de nuevo. Estamos padeciendo la aplicación de ese modelo. APU: El Gobierno pone énfasis en «bajar el déficit a cero» pero se refiere al déficit primario. Porque el déficit total, el que incluye el pago de la deuda externa, está en una situación cada vez peor. Usted suele recordar que durante la fenomenal crisis de 2001, la Argentina tuvo superávit primario (pero un déficit total muy alto). ¿Es así? MK: Es así, esas son las estadísticas públicas. En los 90 no se hacía hincapié en el déficit primario, sino en el total. Cuando se hablaba de déficit fiscal 0, se hablaba del financiero, del que incluye el pago de servicios de la deuda. Así debe ser, además. Hablar de déficit fiscal primario es una novedad de estos tiempos. Existe la variable, pero es una novedad que los funcionarios le den tanta relevancia sin ver qué pasa con el déficit total. En Brasil pasa lo mismo. Cuando hablan de déficit, se refieren al primario. APU: ¿Durante los años 2000 y 2001 el país tuvo superávit primario? MK: Siempre dio positivo. APU: ¿Cuál es la situación del déficit total, en comparación con 2015, cuando asumió Cambiemos? MK: Estamos en el 6% del PBI. En 2015 era de 4,8% del PBI. APU: Con un PBI cayendo, ese número va a tender a crecer… MK: Exacto. APU: Con todos estos números en rojo vuelve una y otra vez el interrogante sobre la sustentabilidad del programa económico de Cambiemos. ¿Está terminado? Ayer, Elisa Carrió decía que se viene un fin de año difícil pero que la economía estará creciendo a mitad del 2019.  MK: No sé. No tiene sustento eso que dice Carrió, no veo por qué la economía va a estar creciendo en 2019. En el mejor de los casos va a haber un estancamiento. En el mejor de los casos. No veo ninguna posibilidad de que crezca.

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Los derechistas de Israel son los verdaderos criminales de Oslo

Fuente: Carolina Landsman | Haaretz Fecha: 01 SEPT 2018 Conmemorando el 25° aniversario del primer acuerdo de Oslo, mi colega de Haaretz Israel Harel (colono, intelectual de derecha) se pregunta sarcásticamente: «¿No vale la pena reconstruir los estallidos de alegría en un día como este?» «No siento ninguna emoción especial», agrega, siéndole difícil ocultar su «schadenfreude» (júbilo). «¿No deberíamos enfocarnos en el apretón de manos entre Yitzhak Rabin y Yasser Arafat, el hombre que lo traicionaría y destruiría con sangre, y con fuego de terror atacaría el acuerdo que acababa de firmar con él?», sugiere Harel con la misma famosa «buena fe» con la que se relaciona a los puestos de avanzada de Cisjordania que fueron legalmente avalados la semana pasada. «¿No fue su carácter asesino», concluye, «que avivó el gran movimiento de protesta contra los Acuerdos de Oslo y contra sus arquitectos, hasta el trágico final?», en un tono de mojigata hipocresía. ¡Qué falsedad! Como si en ese momento en Israel no existiera y sigue existiendo, un movimiento de rechazo a dividir la tierra, que no tiene conexión alguna con el terror palestino, sino que está respaldado por una teología mesiánica que opera sin restricciones legales o morales Como si en realidad no fuera un terrorista judío, Baruch Goldstein, quien asesinó a docenas de palestinos en la Tumba de los Patriarcas en Hebrón, el que encendió la cadena de ataques de venganza. Como si fuera Yasser Arafat quien asesinó al ex Primer Ministro Yitzhak Rabin, en lugar de un terrorista judío que fue producto del extremismo mesiánico que defendía la idea del Gran Israel. Harel insta a los medios a publicar los textos de la época (de Oslo) y las imágenes que acompañaron a la ceremonia de firma. ¿Recomendaría este experto reimprimir los diarios del 5 de noviembre de 1995 (asesinato de Rabin) y todas las imágenes de la incitación criminal que precedió al asesinato, una incitación que fue presidida con orgullo por el entonces líder opositor Benjamin Netanyahu? ¿Oposición que asesinó y luego heredó el gobierno? Harel protesta contra la injusticia. «En aquél entonces, en los días de éxtasis, no nos permitieron que expresar crítica alguna», escribe. Puros disparates. Vivimos una ruidosa oposición a Oslo, manifestaciones e incitación. Los que no están siendo justos con Oslo son Harel y la derecha. Primero, porque ignoran el papel decisivo desempeñado por la oposición de rechazo judía en frustrar el proceso de Oslo a través de su brazo de colonos, su brazo propagandístico (desafiando la autoridad del gobierno de Rabin para dividir la tierra, promulgando el principio legal judío del «din rodef» que permite matar a alguien que intenta matarte) y a través de su brazo militar (Goldstein y el asesino de Rabin, Yigal Amir). Segundo, debido a la forma extrema con la que los derechistas, de entre todas las personas, declaran a Oslo un fracaso. Como si no estuviéramos viviendo hasta hoy en una realidad moldeada por Oslo. Como si la derecha hubiera hecho algo desde Oslo (obra del Partido Laborista) y desde la retirada de Gaza (obra del partido Kadima). La derecha no escribió ni una sola línea en el registro de la diplomacia. ¿Qué ha construido aparte de bienes raíces y carreteras de circunvalación en tierras robadas? Que me muestren un puente de paz, un poco de infraestructura para la convivencia. El campo político que recibió a Oslo como herencia, incluido Netanyahu, se ha nutrido de sus frutos: el ejército se encuentra fuera de Gaza y de gran parte de las ciudades de Cisjordania, los palestinos se ocupan de sus propios asuntos y existe una coordinación en asuntos de seguridad. Así es también como un día la derecha dejará de gobernar, sin dejar a su paso ni un solo logro diplomático como legado. Netanyahu se queja de la incitación de los palestinos, su negativa a reconocer el derecho del pueblo judío a la autodeterminación y su insistencia en el derecho al retorno de los refugiados. ¡Mira quién habla! Él es el incitador, él niega la nacionalidad palestina, y es la derecha la que conspira para quedarse con toda la tierra. Desviar la discusión hacia el derecho al retorno de los palestinos sirve a los que como él rechazan la paz, los que quieren desviar la discusión de 1967 a 1948 para reducir el conflicto ad absurdum. Como si hubiera una demanda real (por parte de los palestinos) de que los judíos abandonen sus tierras. Netanyahu es un experto en construir falsedades, manipulaciones propagandísticas y marketing político, todo con el objetivo de posponer el final, fruto de una mezquindad patológica. La arrogancia de Harel – así como el hecho de que el término «criminales de Oslo» refiriéndose a Rabin y Shimon Peres ha echado raíces entre los líderes de Israel- refleja el hecho de que en su opinión, el asesinato de Rabin fue un paso en la dirección correcta de la Historia. Traducción: J-Amlat https://www.haaretz.com/opinion/.premium-israel-s-right-wingers-are-the-real-oslo-criminals-1.6434327

Comunicados y Declaraciones

Convocatoria a la ciudadanía

El LLAMAMIENTOArgentino Judío convoca a la ciudadanía a repudiar pacíficamente las medidas políticas, económicas y represivas del gobierno nacional que en forma insensata llevan a una situación de cuasi disolución nacional de nuestra Patria. Invitamos a las organizaciones sociales, políticas y culturales a denunciar internacionalmente al gobierno de Cambiemos mediante cartas, misivas y envíos de mail a las delegaciones diplomáticas de todos los países miembros de las Naciones Unidas y a los organismos internacionales. Solicitamos, además, a los legisladores nacionales que se constituyan en sesión parlamentaria para impedir el caos social que el poder ejecutivo está motorizando a través de sus alarmantes desatinos cotidianos. Los enfrentamientos fratricidas a los que nos arrastran las irresponsables decisiones del macrismo conllevan un peligro para el normal desenvolvimiento de la democracia argentina y la convivencia pacífica de los argentinos que nos han costado 30.000 vidas, luego de la última dictadura militar. Buenos Aires, 30 de agosto de 2018   Marcelo Horestein – Secretario Jorge Elbaum – Presidente

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Ojos de videotape

Fuente: Graciana Peñafort | El cohete a la luna Fecha: 26 de AGO 2018 Escribo esta columna con la sensación de haber vivido una semana frente a la TV. No me gusta la sensación y menos me gusta lo que vi en TV. Tampoco me gusta lo que no vi en TV y pasó también. No vi las más de tres semanas que la universidad pública lleva de paro. Como hija de la educación pública, y como profesional que de adolescente optó por esa universidad para formarse, me descorazona la indiferencia casi ofensiva a un conflicto que involucra miles de vidas y de proyectos. Sí vi, con desazón, a un reconocido intelectual –militante de Cambiemos— difundiendo información que incluso las usinas de difusión del actual gobierno calificaron como falsa. Puedo entender a un intelectual planteando una posición ideológica sobre el conflicto, aun cuando no me caiga en gracia dicha posición. Pero la mentira hecha pública y con desparpajo me resulta inaceptable. O tal vez las ilusiones y los proyectos de vida coticen hoy menos que el dólar, que no deja de subir sin que nadie se rasgue las vestiduras — al menos no por TV. Se murió una mujer enorme. Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo. Nos dejo el legado de seguir buscando a las Claras Anahí que aún están privadas de su identidad biológica. Y la obligación moral de persistir en las luchas legítimas de una sociedad que no olvida. Por adversos que sean los tiempos. Su último legado como militante de las políticas de Verdad, Memoria y Justicia fue una victoria cultural. Dos sujetos con más resentimientos que luces tuvieron que rectificar o arrepentirse públicamente de sus dichos que ponían en duda o denostaban la tarea gigante de Abuelas. La sociedad parece ser más sabia que sus legisladores, que se entretienen con cuestiones absurdas en un país donde la “grieta” tan mencionada en cada discurso televisivo no impulsó a nadie a legislar los discursos de odio, que nos cruzan todo el tiempo. Tal vez sea mejor así, en estos días de legislaciones absurdas. Hay legislaciones absurdas y otras que además de absurdas son inconstitucionales. También las vi por TV. Una de ellas es el proyecto de Extinción de Dominio, al que el Senado de la Nación le dio media sanción con modificaciones, para que regrese a Diputados. El proyecto aprobado por Diputados fue calificado de mamarracho, no por los senadores, sino por los juristas que fueron convocados por el Senado de la Nación para analizarlo. Vi por TV ese debate. Y debo señalar que perdí un poco de fe en la racionalidad de los hombres y mujeres que ocupan las bancas de representantes del pueblo argentino. Señaló Pinedo, miembro informante de Cambiemos: “El procedimiento de extinción de dominio es un proceso judicial que lo que busca es que el Estado recupere para sí, rápidamente, bienes del delito grave; no de cualquier delito sino del delito grave”. Creo que no podríamos estar más de acuerdo con ese propósito, con una salvedad constitucional. El artículo 18 de la Constitución señala que “ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa”. El proyecto que defendió Federico Pinedo violaba todas y cada una de las palabras de esa oración del articulo 18. Implicaba una violación de la presunción de inocencia. Porque consideraba delito –y delincuente— a quien no tiene sentencia firme que así lo señale: “El proceso de extinción de dominio está vinculado con la comisión de ciertos delitos. (…)  Parece que no podemos esperar hasta la condena para que se dicte ahí la sentencia de extinción de dominio”. Pretendía ser retroactivo: “Tiene que aplicarse a los delitos que se han cometido en el pasado y a los que se cometan en el futuro. (…) Nosotros creemos que la extinción de dominio no es una pena y, por eso, es posible aplicarla a hechos ocurridos con anterioridad a la sanción de esta ley”. Además vulnera el principio de juez natural estableciendo un juez civil: “Una mínima intervención de la Justicia Penal —prosiguió— tenía que existir porque era necesario que, al menos, se supiera que existían elementos de convicción suficientes para saber que el delito mismo se había cometido”. Es decir que pretendían pedirle al juez penal que señale el delito y al delincuente, antes que haya dicho que era un delito y que había un delincuente. Si, ya sé. Muchos suponemos que don Federico hizo un asado con la Constitución Nacional… ¡antes de rendir Derecho Constitucional! El proyecto del Peronismo Federal parece, en comparación con la bestialidad anterior, “más razonable”. Tal como ese “peronismo” se presenta a sí mismo. Y como pasa en la política, pasa también en la función legislativa: el presunto peronismo “razonable” realmente no lo es. Ni de casualidad. Sólo que tiene mas pudores públicos en mostrarse exacerbado. El argumento del Peronismo Federal es el siguiente: “Si estamos discutiendo la extinción de dominio es porque teníamos una figura en el Código que se llamaba decomiso, que es prácticamente lo mismo pero que era absolutamente inadecuada para lograr una respuesta que la sociedad pedía en términos de recupero de bienes. ¿Por qué era absolutamente inadecuada? Porque era una pena accesoria de la condena principal, con lo cual en la práctica esa posibilidad de decomiso se producía al final de todo el proceso judicial, de la última confirmación de la última sentencia firme. Era una pena accesoria de esa pena, con lo cual nunca, en términos concretos, la sociedad podía ver el recupero de los bienes. Nunca. Y además, porque los bienes en todo este peregrinar de un proceso penal se destruían absolutamente”. Señaló Gil Laavedra cuando fue convocado a debatir el proyecto: “La Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, que tantas veces se ha citado, lo que dice es que se puede disponer del bien por

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No hay lugar para el optimismo

Fuente: Carlos Heller | TiempoAr Fecha: 26 de AGO 2018 El Ministerio de Salud de la Nación confirmó que se pospone por tiempo indeterminado una de las dosis de la vacuna contra la meningitis: «Se acordó priorizar a los grupos más vulnerables de 3, 5 y 15 meses de vida y posponer la dosis de los 11 años hasta contar con la disponibilidad necesaria». Los laboratorios aseveraron que hay stock suficiente para completar el calendario de vacunación. Este es uno de los resultados más dramáticos del ajuste. La vacuna es importada, y con los aumentos del tipo de cambio, el presupuesto queda corto: no cuadra con los números de la planilla Excel del Ministerio de Salud. Las provincias también están recibiendo el ajuste. Tendrán que soportar los impactos directos sobre sus cuentas: la eliminación del Fondo Federal Solidario por unos $ 26.500 millones (medida que el presidente Macri justificó, argumentando que «también los intendentes tienen que hacer un esfuerzo») y la supresión de subsidios al transporte por $ 45 mil millones (que puede implicar aumento de los boletos, con costo también para la ciudadanía). Los funcionarios nacionales dicen, entusiasmados, que con estas medidas ya están resueltos más de dos tercios del ajuste planificado de $ 100 mil millones para las provincias. Pero para las provincias es un verdadero agujero en sus finanzas. Las soluciones que algunos gobernadores y funcionarios nacionales intentan buscar son preocupantes. Una de las que más se menciona es el otorgamiento de un préstamo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) por unos $ 25 mil millones: una mala opción porque implica reemplazar recursos genuinos por endeudamiento, y porque podría desfinanciar al FGS ante una eventual dificultad de pago de las provincias. Otra de las alternativas es aumentar la base imponible de algunos impuestos, esencialmente ganancias y bienes personales. En este paquete está la idea de eliminar la exención en el Impuesto a las Ganancias para cooperativas y mutuales. No sólo sería un volumen reducido de recaudación (del cual las provincias recibirán sólo la parte de la Coparticipación Federal) sino que sería consolidar un despropósito: las cooperativas y demás entidades sin fines de lucro no tienen ganancias. También hay, como mínimo, desconocimiento: el gobernador Juan Manuel Urtubey propuso que «paguen los sectores que hoy no pagan», pero las cooperativas están sujetas a un tributo específico para ellas, sobre su capital, además de tributar IVA e ingresos brutos, entre otros. Otra eventual decisión que sería injusta. Estos temas se trataron en una reunión de ministros nacionales con 18 ministros de Economía de las provincias. El objetivo fue, según los medios, avanzar en un acuerdo para aprobar el Presupuesto 2019, intentando condicionar la voluntad de los legisladores, lo cual indica una gran debilidad en el respeto a las instituciones de la República. Es a través del Presupuesto 2019 que se tiene que concretar el ajuste, es la base del acuerdo con el FMI, esos $ 300 mil millones que probablemente terminen siendo más, ya que la meta es un déficit fiscal primario del 1,3% del PBI en el escenario base (optimista). En el escenario adverso, el FMI exigiría más esfuerzo: un déficit de sólo el 0,9% del PBI. De esta forma, el ajuste sigue avanzando sobre las necesidades elementales de la población, tanto a partir de los recortes de los ministerios nacionales, como los que deberán implementar las provincias y municipalidades. La profundización del ajuste puede llevarnos a terminar como Grecia, con una gran suba de la deuda pública, de la pobreza, del desempleo: todos estos problemas para llegar a tener un superávit fiscal que alcance para pagar la totalidad de intereses de la deuda que vencen y dejar de endeudarse. Lograr estos resultados fiscales en el caso argentino significaría pasar de un déficit del 1,3% del PBI (pautado con el Fondo para 2019) a un superávit de cerca del 3,5% (el peso que alcanzarían los intereses) en un futuro cercano. Este paso implicaría un ajustazo adicional a futuro de 4,8 puntos del PBI. Números en rojo Los distintos datos económicos que se conocieron en la semana son una colección de malas noticias, tanto desde lo productivo como desde lo financiero. La caída interanual del 6,7% en el Indicador de Actividad Económica (EMAE) de junio es más que significativa, y completa tres meses seguidos de merma. Si bien en el mes de mayo el Indec asoció la totalidad de la caída (5,2%) al sector agropecuario, en julio este es responsable de la mitad de la caída: contribuyen, además, el sector industrial con una reducción del 7,5%, el comercio mayorista y minorista con una baja del 8,4%, y transporte y comunicaciones con una caída del 6,1 por ciento. Es decir, la recesión está afectando, cada nuevo mes, a más sectores. La construcción, por su parte, está frenada. Este nivel de actividad de julio 2018, en términos desestacionalizados (que nos permite comparar meses entre sí), se ubicó un 2,5% debajo del nivel de noviembre de 2015. Las cifras del comercio exterior no brindan mejor perspectiva. Luego de una reducción del déficit en junio de este año, en julio volvió a recrudecer, y se ubicó en los U$S 789 millones, algo superior al del mismo mes del año anterior. Si tomamos el acumulado de los siete primeros meses, se llega este año a los U$S 5867 millones, mucho más alto que igual período del año anterior (U$S 3363 millones). Las tensiones cambiarias no son una novedad, y los datos lo confirman mes a mes. Entre las operaciones financieras que generan egresos de divisas, una de las principales es la «formación de activos externos del sector privado no financiero», más conocida como «fuga de capitales» y que, en su mayoría, muestra las compras netas de dólares de los residentes. En los siete meses del año, este rubro evidenció un rojo de U$S 20.027 millones, y duplicó la salida de igual período de 2017. Julio es el tercer mes en que las inversiones de cartera arrojan saldos negativos importantes en términos netos (entradas

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Un mes de los cuadernos, sin pruebas sólidas

Fuente: R. Kollmann e I. Hauser | Página 12 Fecha: 26 de AGO 2018 Pese al desfile de arrepentidos, a un mes de la aparición pública de las fotocopias de los cuadernos el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio tendrán que recurrir a la nada misma, en términos jurídicos, para procesar a Cristina Fernández de Kirchner. Fiscal y magistrado dirán que los arrepentidos confesaron que llevaban bolsos con dinero al departamento de la calle Uruguay. El argumento será que esa era una propiedad del ex presidente y la ex presidenta. Fuera de eso quedará poco: que la vieron en pijama, que ella estaba al tanto, o versiones de ese estilo. Está cantado que la defensa responderá cuestionando lo que dicen los “arrepentidos”, dirá que no tienen credibilidad, pero tendrá además como base un hecho testificado también por el encargado del edificio: Cristina no estuvo nunca en el departamento entre 2003 y 2015, el período en el que el matrimonio presidencial vivió en Olivos. Como es obvio, las defensas de CFK, Julio De Vido y Roberto Baratta además señalarán que no integraron ninguna asociación ilícita para enriquecerse –como dice el juez– y la prueba está, según afirman los abogados, en que no se encontró ni una cuenta ni una sociedad ni bóvedas ni dinero ni bienes no declarados. En la medida en que fue avanzando la tramitación del expediente, se siguen planteando los interrogantes. 1 ¿Cuál será la imputación del procesamiento? Como siempre, se utilizará la figura de la asociación ilícita para tapar todos los baches. Una asociación ilícita insólita de la que participan, por ejemplo, el chofer Oscar Centeno y dos presidentes de la Nación. Según lo formulado hasta ahora el objetivo de la asociación ilícita fue recaudar fondos de manera ilegal para enriquecerse. Como es público, los empresarios y funcionarios llegaron a la fiscalía y al juzgado con una consigna simple: si niegan los cargos, quedan presos, si nombran bolsos, valijas, Cristina, Néstor, recuperan o mantienen (según el caso) la libertad. Carlos Wagner, que “confesó” el mayor desfalco de la historia argentina –arreglo de las licitaciones de la obra pública– volvió a dormir a su casa. Los “arrepentidos” Wagner y Uberti acusaron a los Macri por coimas pero en el juzgado no corrieron a allanar ni los domicilios ni las empresas de la familia presidencial. Lo que prima es la política, no la justicia. 2 ¿Cuáles son las cuatro “confesiones”? Una parte de los imputados dijo que aportaron para las campañas electorales, entregándole dinero a Baratta. Alegaron que fueron extorsionados. La contraparte, Juan Manuel Abal Medina, ex jefe de Gabinete, admitió haber recibido bolsos para gastos de campaña electoral. Se trata, supuestamente de un delito menor, de una infracción electoral. Los segundos “confesos” fueron los directivos del grupo Techint. El “confeso” que más “confesó” es el ex titular de la Cámara de la Construcción, Wagner, quien dijo que arreglaban las licitaciones, decidían quién ganaba, a qué precio y que, a cambio, pagaban coimas del 10 por ciento o más del valor de la obra. La cifra en cuestión sería descomunal: 10.000 millones de dólares. Entre otros, Wagner involucró al grupo Macri, aunque intentó mantener la impunidad de los empresarios porque no especificó en qué obras ni cuánto fueron los sobreprecios que pagaron los constructores. El club de la obra pública, del que siempre se habló, y el delito sería defraudación contra el Estado. La cuarta acusación fue la de Claudio Uberti, el “confeso” que habló de las coimas que pagaron los concesionarios de rutas, unos 150.000 dólares por mes que, según dijo, le entregaba a De Vido y a Néstor Kirchner en persona. Todo indica que el juez procesará a todos, incluso a los que negaron las acusaciones y fueron presos. A los que dijeron que aportaron para las campañas electorales, sin extorsión; a los que probaron que estaban en Estados Unidos cuando Centeno afirma que fue a retirar bolsos o a los que sostuvieron que la oficina no era la suya, todos por igual entrarán en el bondi de la asociación ilícita. 3 El objetivo Cristina Finalmente el procesamiento a Cristina, como en todas las anteriores oportunidades en que Bonadio fue instructor, será como jefa de la asociación ilícita. Según el informe publicado en el Centro de Información Judicial, que monitorea Ricardo Lorenzetti, la organización era dirigida también por el fallecido Néstor Kirchner y Julio De Vido. Entre los arrepentidos hay muy pocas referencias a la ex mandataria. Centeno dijo que “Cristina estaba en Olivos cuando Baratta llevó bolsos” y que incluso la vio una vez en pijama. En otra parte de las fotocopias de los cuadernos, el 6 de mayo de 2013, figura “porque en una reunión que tuvo el ministro De Vido, Baratta y la Sra. Presidenta Cristina F. De Kirchner en la cual los instruyó para que sigan recaudando de las empresas para las próximas campañas electorales”. No hay precisión de cómo Centeno accedió a lo que se dijo en una reunión en la que no estuvo. Uberti no dijo nada de Cristina, pero se ve que le exigieron que la involucre porque cuando amplió su declaración mencionó que había 60 millones de dólares en el departamento de la calle Uruguay. El ex funcionario se fue del gobierno en 2007, o sea antes de la existencia de la asociación ilícita (2008–2015), antes de que Cristina fuera presidenta y mucho antes de octubre de 2010, cuando murió el santacruceño. Pero dejó el terreno preparado como para que Bonadio pueda invocar esa anécdota en el procesamiento con el argumento de que ese departamento era del matrimonio. Quien aparece más en el centro de la escena es Daniel Muñoz, secretario de Néstor Kirchner, renunciado en 2009 y que falleció en 2016. Nadie está para corroborar la versión de Uberti o de Ernesto Clarens, el financista, que dice que le entregaba al secretario parte del dinero que le cambiaba a los constructores. Hoy se investiga a la viuda de Muñoz y supuestas propiedades que tendría en

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“Lula sabe que ahora estamos en resistencia”

Fuente: Sofía Solari | Página 12 Fecha: 26 de AGO 2018 Después de un largo camino desde el centro de Curitiba para visitar a Lula, Adolfo Pérez Esquivel llegó a la puerta de la Superintendencia de la Policía Federal. “A las afueras estaba el campamento en apoyo a Lula, soportando la lluvia. Cuando entramos a la cárcel tuvimos que presentar el documento y seguidamente nos requisaron. Nos pasaron por el escáner para ver si portábamos algo y nos sacaron el celular”, recordó el premio Nobel de la Paz, una de las pocas personas autorizadas para visitar al ex presidente brasileño, además de su familia y sus abogados. Llegó al lugar de detención junto al ex canciller brasileño Celso Amorim. Escoltados por policías subieron en ascensor hasta el tercer piso, cruzaron un pasillo,  dieron con una puerta vigilada por dos guardias, uno a cada lado, y entraron. “Lula me estaba esperando, él había pedido que yo lo visitara. Está en una habitación angosta. Tiene su cama contra una pared, una cinta para correr, un televisor, algunos libros, una mesita, un bañito y nada más. También hay una ventana pero no vi nada por ahí. Ese día Lula estaba contento porque más temprano había recibido a sus familiares. Ellos le llevan frutas, libros y ropa. Lula tiene días estipulados para las visitas. A veces van amigos y otros días grupos religiosos, pero él no puede salir de la celda.” El ex mandatario está preso desde el siete de abril por orden del juez Sérgio Moro, quien lo condenó por supuesta adquisición fraudulenta de un departamento, cuestión que Lula niega y de la que no existe evidencia documental. “Cuando lo vi nos abrazamos. Le hice saber que él no está solo y que hay gente en todas partes del mundo que lo está apoyando”, explicó Esquivel en conversación con PáginaI12 a la vuelta de su viaje. En su intensa recorrida, el defensor de derechos humanos, denunció la persecución política hacia el ex mandatario junto a Celso Amorim, ministro de relaciones exteriores (2003-2010) y Fernando Haddad, ex alcalde de San Pablo. Además Esquivel se reunió con Cármen Lúcia, presidenta del Supremo Tribunal Federal de Brasil, para exigirle la liberación de Lula. –¿Cómo lo vio a Lula? –Entré y nos abrazamos. Lo encontré bien físicamente pero no deja de estar aislado a pesar de las pocas visitas que puede recibir. No le permiten que vaya nadie de prensa, no le permiten comunicarse con el afuera. No tiene derechos políticos, está bloqueado. Lula está muy consciente de todo y sabe que esto es una lucha y que ahora estamos en resistencia. Ahora a él le toca estar adentro y a nosotros afuera, pero también adentro. En cada visita le hacemos saber que él no está solo, le decimos que hay gente en todas partes del mundo que lo está apoyando. También lo vi muy lúcido políticamente, sabe que su caso no es un hecho aislado. En el encierro aprovecha para leer mucho lo que le llevan sus hijos y sus amigos. –¿Cuál es la principal preocupación que le transmitió Lula? –Él está muy preocupado por el aumento de la represión y de las muertes,  fundamentalmente por el accionar del ejército en las calles de Río de Janeiro. Está preocupado también porque hubo amenazas, de generales de Brasil, que afirmaron que si Lula queda en libertad, ellos estaban dispuestos a dar un nuevo golpe de estado. Los poderes de derecha están tratando de bloquear cualquier posibilidad de que Lula vuelva al poder. También mostró su preocupación por el inminente peligro de recolonización que se está llevando a cabo en nuestros países con las políticas neoliberales como, por ejemplo, la propuesta de Temer de privatizar Petrobras. –Usted visitó a Lula el mismo día que lo vio su compañero de fórmula, Fernando Haddad. –Haddad llegó media hora más tarde que nosotros y luego se quedó un tiempo más. Mientras yo estaba ahí hablaron sobre la cuestión más partidaria y sobre cómo estaba la organización. El asunto es que ahora están esperando que el Supremo Tribunal Electoral se expida sobre la inscripción de la candidatura de Lula. Sin embargo muchos brasileños dicen que si Lula no puede presentarse a elecciones, declararán fraude, por eso es que Lula, junto a Haddad, está pensando alternativas. Además que ya saben cómo viene el panorama, si bien hay una resolución de Naciones Unidas donde exige que Lula tenga derechos políticos, ya saben que la procuradora general defenestró al ex presidente. –¿Lula hizo alguna mención a lo que ocurre en la región? –Sí, alertó sobre el cuidado que hay que tener porque esto es una política continental, con la complicidad de los grandes medios de comunicación. está muy preocupado. La misma metodología que se le aplicó a el es lo que se está aplicando ahora con Cristina. Bonadío es el Sergio Moro de Cristina. Lo podemos ver en el caso de Cristina, en el de Correa, o en Venezuela. En los golpes de estado en Honduras y en Paraguay. Brasil tiene un gobierno con un estado de excepción, dónde los derechos constitucionales y democráticos no se respetan. –¿Qué dijo sobre la visita a la región de James Mattis, el secretario de Defensa de Estados Unidos? –Dijo que es una vergüenza que venga este personaje a Brasil para imponer sus condiciones. Y dijo que su llegada justo en este momento no es una casualidad. Yo agregaría que el imperio nunca se quedó quieto con nuestra primavera latinoamericana. Se quedó maquinando y empezó con experiencias piloto para neutralizar y destruir los movimientos populares, porque América Latina, para el imperio, siempre fue una reserva de bienes y recursos. –¿Cómo fue su encuentro con la Presidenta del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Carmen Lúcia? –En primer lugar yo le dije que Lula es un preso político y que es inocente. Además le dije que la causa por la que Lula está preso es parte de una acción para impedir que él se presente como candidato a la presidencia

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¿Un Israel diferente?

Fuente: Ignacio Klich | El cohete a la luna Fecha: 26 de AGO 2018 Tres semanas antes de celebrar su nacimiento hace 95 años, falleció en Tel Aviv el periodista, escritor y ex parlamentario israelí Uri Avnery, miembro de su legislatura unicameral durante más de una década. En la quincena previa había tenido que ser internado, tras desmoronarse en su departamento, después de concluido su comentario semanal para distintos medios, entre los cuales se contó El Cohete a la Luna. Su última pieza, una robusta crítica de la novel legislación israelí sobre nacionalidad, con sus elementos discriminatorios para el 20% de la población de ese país que conforman sus minorías no judías, se incluye en esta misma edición. La muerte de este lúcido analista e incansable luchador por la paz árabe-israelí ocurrió infortunadamente antes de concretado un Estado palestino independiente, libre y soberano, y en convivencia con Israel, causa a la que le dedicó buena parte de su vida. Esa labor le ganó una sumatoria de galardones y reconocimientos. Su muerte ocurrió asimismo cuando el asesor de seguridad nacional estadounidense, John Bolton, llegó a Tel Aviv para coordinar con el premier Benjamin Netanyahu otras vueltas de torniquete para poner de rodillas al gobierno iraní y provocar su caída, si no ver desatada la guerra largamente incentivada por ambos: Bolton, desde su actuación previa como representante de Washington en la ONU, para que la desatase Israel; Netanyahu para que lo hiciese Estados Unidos. De ahí la dosis de escepticismo de Avnery a propósito de guerrear con Irán. Originariamente Helmut Ostermann, un Uri Avnery preadolescente llegó a Palestina en 1933, hebraizando allí su nombre. Junto a sus mayores, dejó atrás la Alemania natal, ya entonces bajo el nazismo. A los 15 años se unió a la lucha armada antibritánica del Irgún, vale decir al terrorismo del brazo armado de un partido nacionalista judío de derecha ―Herut, liderado por Menahem Begin, y más tarde núcleo basal del Likud― al que pueden rastrearse los antecedentes familiares de Netanyahu y otras figuras de ese partido. Gobernante casi ininterrumpido desde 1977, el Likud y sus socios coalicionarios se han estado alejando cada vez más de la solución biestatal recomendada por el concierto internacional para resolver el conflicto palestino-israelí. Tras reponerse de las heridas sufridas en el frente egipcio durante la primera guerra árabe-israelí (1948-1949), Avnery fue uno de los adquirientes de Haolam Haze, semanario surgido bajo otro nombre en la década de 1930, combinándose en este el periodismo investigativo de alto nivel con rubros más mundanos. Por más de cuatro decenios, su dirección de esta publicación legendaria hasta su cierre en 1993 combinó investigaciones con otros rubros, retratados como sensacionalistas por la pacata prensa israelí. En los años ’50 Avnery comenzó a abogar por un Estado palestino, bastante antes que la canciller y eventual jefa de gobierno israelí, Golda Meir, se permitiera una negación quimérica: declaró la inexistencia de los palestinos y por elevación la de su derecho a un Estado propio. Avnery descubrió más temprano que Meir y otros que a partir de 1967 las aspiraciones nacionales palestinas no serían menores que las israelíes. Durante la primera guerra israelo-libanesa (1982), lanzada por Ariel Sharon para alejar a los combatientes palestinos del límite norte de Israel y dividir al mundo árabe con un acuerdo de paz con el Líbano, Avnery viajó clandestinamente a Beirut para reunirse con el líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasser Arafat. Ese primer encuentro inauguró una seguidilla de reuniones, antecedente de las negociaciones palestino-israelíes que desembocaron en los hoy mortecinos acuerdos de Oslo. Dichos acuerdos incluían el reconocimiento de Israel por parte de la OLP y el de esta como representante del pueblo palestino, así como la creación de la Autoridad [Nacional] Palestina, con jurisdicción sobre parte de los territorios palestinos que Israel lleva ocupando desde 1967. Autor de no pocos libros, sólo dos son conocidos en el mundo hispano hablante gracias a sus respectivas ediciones argentinas:  Los zorros de Sansón, diario de la intervención de Avnery en la guerra de 1948, e Israel sin sionistas, que Ediciones de la Flor publicó en 1970. Dicho título habilita su lectura como obra de autor no sionista, filiación más tarde matizada al declararse Avnery patriota, sólo que de un Israel diferente, en paz con sus vecinos árabes y musulmanes, incluido el Estado de Palestina que, pese a la ocupación israelí, es reconocido por más de 130 países. O como lo puso un periodista británico, un Avnery que abogaba por una versión progresista de Israel, valiente a la vez que humilde, y afín a la “luz entre las naciones” pregonada por los publicistas del nacionalismo judío desde antes del período genésico del Estado de Israel. Es de esperar que el creciente interés despertado por sus escritos en España y América latina ―al igual que en otras latitudes, interés lamentablemente mayor que entre sus connacionales israelíes y otros judíos―, se traduzca eventualmente en un tomo en español de su frondosa obra autobiográfica, titulada Optimist. Y para los interesados en tal optimismo y la lucha por la paz árabe-israelí, en 2016 los papeles personales de Avnery fueron donados a la Biblioteca Nacional de Israel, sita en Jerusalén. Nota relacionada: ¿QUIÉN DIABLOS SOMOS?    

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