UC Global empezó a espiar a Assange para la CIA tras firmar un contrato con el magnate Sheldon Adelson
Fuente: Joan Cantarero| Público.es Fecha: 12 de enero de 2021 La empresa española Undercover Global S.L. colaboró con la CIA para espiar al fundador de Wikileaks en su asilo diplomático en Londres. Lo hizo a través del millonario Sheldon Adelson –amigo personal de Trump y promotor de Eurovegas– y de sus vínculos con la agencia Stratfor. A partir de 2017 infestó la embajada ecuatoriana de microcámaras de alta tecnología preparadas por un experto desde España, con acceso online 24 h desde cualquier parte del mundo. Tras el rechazo de la Justicia británica a la extradición de Julian Assange a Estados Unidos por su precaria salud, toman fuerza otros elementos clave acerca del espionaje al que la empresa española de seguridad UC Global sometió durante años tanto al fundador de Wikileaks, mientras permaneció atrapado en la embajada de Ecuador en Londres, como a sus abogados, amigos y periodistas que lo visitaron entre 2012 y 2019. La Audiencia Nacional mantiene como imputado al exmilitar David Morales Guillén, propietario de esta empresa de seguridad, desde octubre de 2019 tras ser detenido en la llamada Operación Tabanco, por violar tanto la privacidad de Assange como las comunicaciones entre el activista y sus abogados. Pero ésa no es la única causa abierta en la Audiencia Nacional contra el propietario de Undercover Global S.L., contratada inicialmente para proteger la legación ecuatoriana en la capital británica. También está la acción legal emprendida por varios periodistas internacionales que visitaron al fundador de Wikileaks durante su encierro en Londres, quienes denunciaron que sus teléfonos móviles fueron manipulados en la embajada de Ecuador, al verse obligados a dejarlos en custodia de la empresa de seguridad española durante el encuentro. En concreto, apuntan a que sus terminales pudieron haber sido clonados, y extraídos los datos almacenados, además de que se les pudo instalar software espía. Sobre Morales, el exsoldado de las fuerzas especiales españolas aspirante a crear su propio Blackwater, también pesan las acusaciones de tenencia ilícita de armas, lavado de dinero y soborno, después de que la Policía encontrara dos pistolas con los números de serie borrados durante el registro de su vivienda de Jerez de la Frontera (Cádiz), junto a una importante cantidad de dinero en metálico. En concreto, el procedimiento judicial en marcha en España respecto a este caso no persigue averiguar si Assange y sus allegados fueron espiados, porque es obvio que lo fueron, sino acreditar fehacientemente desde cuándo, por orden de quién y al servicio de quién, porque la autoría es evidente. Pero también busca descubrir con qué finalidad la empresa española de seguridad UC Global convirtió la embajada de Ecuador en Londres en un plató de Gran Hermano y pretendió sin éxito hacer del fundador de Wikileaks un remedo del ingenuo Truman Burbank. Assange era perfectamente consciente de que era vigilado, observado y escuchado, e intentó defenderse, pero desconocía el alcance del operativo. De proteger al “huésped” a espiar al “objetivo” Dice el aforismo latín difundido por Cicerón «Qui prodest scelus, is fecit«, es decir: «Aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido». En todo caso, es público y notorio que las sospechas apuntan directamente a los servicios secretos de los Estados Unidos, tanto los públicos como los privados, que son los principales interesados. Por tanto, las causas abiertas persiguen acreditar estas sospechas, identificando a todos aquellos que colaboraron en el operativo y su grado de implicación en los diversos delitos denunciados y supuestamente cometidos en la legación diplomática ecuatoriana en Londres, por parte de ciudadanos españoles. Esta misión de protección de la embajada de Ecuador en Londres fue encomendada en 2015 a la compañía española de seguridad UC Global por orden del SENAIN, el Servicio Nacional de Inteligencia ecuatoriano, con el objetivo garantizar la integridad y la seguridad de la legación diplomática y del refugiado Assange, ante posibles acciones externas. Poco tiempo después, UC Global implementó las medidas de seguridad de la sede diplomática con cámaras de seguridad y prestó una especial atención al control de las visitas, incluidos los abogados de Assange, que tenían la obligación de depositar en el acceso de seguridad cuanto aparato electrónico llevaran encima, lo que se hacía extensible especialmente a los teléfonos móviles. Estas medidas incomodaban a los visitantes, aunque las aceptaban de buen grado, en el convencimiento de que tenían como misión preservar la seguridad del fundador de Wikileaks. Según datos de la seguridad pública ecuatoriana, su legación diplomática en Londres, vecina de la embajada de Colombia y a escasos 100 metros de los conocidos almacenes Harrods, tenía cámaras de vigilancia dentro y fuera, pero en ningún caso recogían audio. El viaje a Las Vegas que lo cambió todo En junio de 2016 el propietario de UC Global, Morales recibió una invitación personal de Zohar Lahav, el jefe de seguridad de Las Vegas Sands, para asistir a la Convención NAB (National Association of Broadcasters), un singular certamen ferial que se celebra anualmente en el Convention Center de la ciudad de Las Vegas, dura seis días y reúne a muy distintos y diversos sectores de la industria, que van desde la producción cinematográfica y las telecomunicaciones, hasta la realidad virtual, el deporte y la tecnología militar y la seguridad. La sede de este evento es propiedad de Las Vegas Sands Corporation, compañía presidida por el magnate ultra-sionista Sheldon Adelson, el vigésimo primer hombre más rico del mundo, amigo personal de Donald Trump y más conocido en España por ser el promotor de la fallida ciudad-casino Eurovegas, fallecido este martes a los 87 años. Al servicio de Aldelson, y a las órdenes de un relevante exagente del servicio secreto condecorado por la CIA, estaba Zohar Lahav, un americano-israelí sionista que ya conocía muy bien a Morales, aunque no se hubieran visto nunca. Pese a que el exmilitar se creyera inicialmente otra cosa, distintos elementos llevan a concluir que el interés del jefe de seguridad de Las Vegas Sands por Morales obedecía única y exclusivamente a su condición de guardián de Assange en la embajada de Ecuador en Londres. Los servicios de inteligencia estadounidenses ya tenían un plan de acción sobre el fundador de Wikileaks, más que posiblemente un servicio a través de la agencia Stratfor (Strategic Forecast Global Intelligence), con sede en Texas,