Al PASO de Cristina
Fuente: Horacio Verbitsky | Página 12 Fecha: 18 de JUNIO 2017 La inscripción de la Unidad Ciudadana sin el PJ desconcertó todas las previsiones. Una vez más CFK condiciona al resto de los actores. Como el toro que embiste sin meditar qué hay del otro lado, Randazzo pasó de largo y, al darse vuelta, en vez de Cristina se encontró con Ishii, es decir redimensionado a su propia escala. Esto tensiona y amenaza vaciar su espacio. Razones prácticas y teóricas para una decisión de enorme audacia, coherencia conceptual y resultado incierto. Si hay algo que nadie discute es la centralidad de Cristina en el escenario político. La ausencia del PJ en la Unidad Ciudadana, inscripta al vencer el plazo legal para las alianzas, desconcertó todas las previsiones, tanto del gobierno como en la oposición. Y hasta ahora la ex presidente no ha decidido si será candidata. Hay dos lecturas posibles para este giro que sorprendió a propios y ajenos. Una de alcance general sobre la democracia realmente existente y la crisis del sistema de representación partidaria. La Argentina no es una excepción sino parte de la regla general, confirmada esta semana en Francia con la contundente victoria de Emannuel Macron sin un partido propio anclado en las corrientes principales de la Segunda República. Pero también hay razones prácticas que no todos comprenden, entre otras cosas porque hasta ahora nadie se ha tomado el trabajo de explicarlas para quienes no están en la rosca. Así, no es fácil entender la contradicción entre la propuesta de ampliar el espacio para batir a Macrì y la selectividad en el derecho de admisión. Hasta que la propia Cristina tome la palabra, el mediodía del martes en Sarandí, sólo se pueden ensayar aproximaciones, consultando distintas fuentes, tanto públicas como reservadas. Del júbilo a la depresión Desde el gobierno se lanzan exclamaciones de júbilo, como si la candidatura de Cristina sin pasar por una previa interna con su ex ministro amante de los relojes y los autos fuera la mejor alternativa imaginable. Esto tiene inmediato eco en los mismos medios que desde hace meses vienen reclamando el arresto de la ex presidente en alguna de las causas que el gobierno impulsa en su contra. Estas opiniones o expresiones de deseos abundan en referencias a la tumba, el crimen y la cárcel. Unos pocos ejemplos: www.lanacion.com.ar/2031457-joaquin-morales-sola-si-pierde-cristina-el-peronismo-pondra-una-lapida-sobre-su-figura-politica www.lanacion.com.ar/2034049-carlos-pagni-para-cristina-es-la-victoria-o-la-carcel www.lanacion.com.ar/2034108-se-cocina-la-muerte-politica-de-la-ex-presidenta Van Der Kooy: “Ya no hay una buena salida para Cristina” www.clarin.com/opinion/cristinita_0_H1gIay0fb.html Beatriz Sarlo: “Aunque saque más votos que Randazzo, este es el final político de Cristina” www.clarin.com/politica/beatriz-sarlo-saque-votos-randazzo-final-politico-cristina_0_BJR2xik7W.html www.infobae.com/opinion/ 2017/05/28/renovacion-o-muerte-el-dilema-de-la-unidad-peronista/ www.lanacion.com.ar/2032522-el-peronismo-y-el-crimen-de-cristina www.lanacion.com.ar/2029348-margarita-stolbizer-el-destino-inexorable-de-cristina-kirchner-es-una-condena-judicial Recién después del escrutinio podrá corroborarse. Pero tanto entusiasmo es sospechoso, sobre todo cuando la dirigencia territorial que acompaña la propuesta de Cristina deja saber que no lo hace por estricta identificación ideológica sino por la antigua cautela de acudir siempre en auxilio de la victoria. Y esto comprende no sólo a los jóvenes intendentes del conurbano formados durante el ciclo kirchnerista, sino también a viejos líderes de centroderecha con una trayectoria en el peronismo tan extensa como la de Cristina: el puntano Alberto Rodríguez Saa, el pampeano Carlos Verna, el sanjuanino José Luis Gioja. En su nota “Se cocina la muerte política de la ex presidente” el columnista de La Nación Fernando Laborda es más explícito en la definición del objetivo: “Aun no llegando al podio reservado para los tres primeros, Randazzo podrá haber realizado, con su sola presentación electoral, una contribución histórica para la muerte política de Cristina”. Nadie expresó con tanta claridad que el propósito de esa candidatura es perjudicar a CFK, lo cual en el subibajas electoral es beneficiar al gobierno. Pero además de los operadores del establishment, que así encubren sus temores, hay voces sinceras inquietas por lo que consideran errores o déficit de conducción, como Ricardo Rouvier, Gabriel Fernández, Carlos Marino o Atilio Borón. En general son los mismos que lamentaron la dureza con que Cristina rompió con Hugo Moyano y la fracción sindical que encabezaba, cuando aún vivía Kirchner. La peripecia posterior de Moyano simplifica ese debate, aunque se mantenga la necesidad de reflexionar sobre la difícil relación del kirchnerismo con el sindicalismo burocrático, cuya pérdida de relevancia política no equivale a proclamar su insignificancia social. A propósito, antes que Cristina fue Moyano quien proclamó que el PJ era “una cascara vacía”. También hay que anotar el tono quejumbroso y depresivo que llega desde las tolderías con las que contaba Randazzo, donde ya nada es lo que parecía. Una interna con Ishii, algún representante del duhaldismo residual y tal vez un par de seguidorxs de Mario Moreno (el insigne estadígrafo argentino, no el cómico mexicano) carece de todo glamour y ridiculiza la pretensión del ex ministro de confrontar con Cristina. Desde el momento en que Randazzo anunció ese propósito, menos de diez intendentes peronistas en la provincia lo acompañaron y sólo dos de ellos son del conurbano, Gabriel Katopodis y Juan Zavaleta. Ni siquiera es seguro que cuando Cristina comience a hablar el martes en el estadio de Arsenal en el Viaducto, mantengan su compromiso. Ambos están haciendo ahora el mismo cálculo de varios de los colegas que decidieron seguir a Cristina: si ella presenta su candidatura, enfrentarla no será sólo una declaración de principios o preferencias, sino una apuesta a todo o nada en su propia retaguardia. Su continuidad como intendentes no estaría asegurada si perdieran la mayoría en sus cuerpos legislativos municipales. Las condiciones de la unidad Está fuera de dudas que la división del voto peronista favorece al gobierno. Pero aún resta discernir: ¿Cuál es la peor ruptura del peronismo, con o sin las PASO? En diciembre pasado se realizó el Congreso de la Unidad en La Matanza, donde se acuñó la definición “Unidos por la Argentina, Unidos por Buenos Aires”. Ningún sector quedó excluido de tres estructuras fundamentales de poder: los apoderados, la Junta electoral y la Mesa de Acción Política. En la última reunión de esa Mesa de 40 integrantes, hace dos semanas, 36 votaron por la lista de unidad, y sólo cuatro por