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Crónica de una estafa anunciada

Fuente: Horacio Verbitsky | Página 12 Fecha: 15 de AGOSTO 2017 Al anunciar la interrupción del escrutinio en la provincia de Buenos Aires, el gobierno nacional proclamó que el resultado era un “empate técnico” y que el desenlace recién se conocería con el escrutinio definitivo, que la Cámara Nacional Electoral terminará en diez días. Ese tribunal alzó la voz el 27 de junio para alertar a la ciudadanía que el Poder Ejecutivo ni se había dignado responder a sus propuestas para “el fortalecimiento del proceso electoral”, que incluían el traspaso del escrutinio provisorio a la justicia para evitar interferencias políticas. Según la Acordada que firmaron los jueces Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía, era necesario que la ciudadanía supiera que el tribunal no participó en las operaciones atinentes al diseño, planificación, organización, procesamiento, cómputo y difusión de los resultados del escrutinio provisorio “ni tampoco en la contratación de prestadores de servicios a tales efectos”. Todo eso continúa bajo la órbita exclusiva del Poder Ejecutivo Nacional, precisaron en previsión de lo que ocurriría. Esta fue la precisa respuesta judicial a la contratación por el Correo Argentino de la transnacional española Indra, sin licitación y en un concurso privado. No obstante, el gobierno dio a entender que la contratación de Indra por 25 millones de dólares respondía a las recomendaciones de la Cámara Nacional Electoral. Su desmentida no dejó lugar a dudas: la Cámara no había previsto “la intervención de ninguna empresa privada” ni la “modalidad administrativa que al respecto se haya adoptado, sino que, por el contrario, intentó prescindir de la acostumbrada contratación de terceros”. El martes 8 de agosto el bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria llenó los casilleros que Corcuera y Dalla Via dejaron en blanco: en una conferencia de prensa ofrecida en el Congreso, el presidente del bloque, Héctor Recalde, expresó su preocupación por “la transparencia de los comicios”, dadas las “irregularidades en la contratación del servicio de escrutinio provisorio”, que no fue realizada a través del Estado nacional como era costumbre, sino por el Correo Argentino SA, que funciona como una empresa privada. Su presidente, designado por el actual gobierno, es Jorge Irigoin (ex gerente de las Sociedades Macri, Socma) y el director general de Indra es Ricardo Viaggio, ex vicepresidente de Siemens Itron, una sociedad entre la alemana Siemens y las Sociedades Macrì, constituida cuando su vicepresidente ejecutivo era el actual jefe de Estado. Viaggio integró la comitiva de Macrì en su último viaje a España. El antecesor de Viaggio en Indra, Manuel Terradez, asumió sin periodo de carencia como subsecretario de Reforma Política del gobierno de María Eugenia Vidal. El control de las operaciones de Irigoin y Viaggio quedó en manos del juez Juan Manuel Culotta, compañero de estudios en el colegio Cardenal Newman del Presidente Macrì, de su secretario legal y técnico Pablo Clusellas y de su asesor principal Joré Torello, y amigo de infancia del abogado personal del presidente, Alejandro Pérez Chada. Culotta es juez federal de Tres de Febrero y fue trasladado a La Plata por la apetencia de su secretaría electoral, para lo cual no tenía competencia. Estos antecedentes son centrales para comprender cómo se llegó al “empate técnico” de ayer. A las 21, cuando el Correo difundió los primeros datos oficiales Bullrich batía por varios puntos a CFK en la provincia de Buenos Aires. El gobierno realizó un eufórico festejo en Costa Salguero, con varias apariciones de Elisa Carrió, Gabriela Michetti, María Eugenia Vidal, Esteban Bullrich y finalmente el presidente Macrì, quien habló a las 22.44. A las 23 todo había concluido y el escrutinio provisorio estiraba hasta 7 puntos la ventaja del terror de los maestros y los pibes pobres bonaerenses. Del mismo modo, Cambiemos batía en Santa Fe al justicialismo y también se imponía en Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Chaco, Neuquén, San Luis y Río Negro, además de sus bastiones radicales de Jujuy, Mendoza y Corrientes. Hasta ese momento se habían cargado datos del interior bonaerense y de la ciudad de Santa Fe, pero muy pocos del conurbano de Buenos Aires y de la ciudad de Rosario, que recién comenzaron a ingresar al cómputo general después de la medianoche. Tanto Cristina como Agustín Rossi empezaron a descontar la ventaja. Cuando el escrutinio concluyó en Santa Fe, Rossi pasó al frente. Cambiemos también fue superada en Chaco y Río Negro. En Buenos Aires la tendencia se detuvo a las 4, cuando CFK quedó a una centésima de Bullrich, quien en la hora siguiente se despegó hasta ocho centésimas, el famoso empate técnico de Adrian Pérez. Trabajadores del Correo afirman que el cómputo se detuvo por orden del ministerio del Interior, cuando Bullrich llevaba 6.000 votos de ventaja y faltaban escrutar 1537 mesas, que a razón de 345 electores cada uno, implican más de medio millón de electores. Esas mesas provienen de Ensenada, Malvinas Argentinas, Florencio Varela, Moreno, Merlo, La Matanza, José Paz, Berazategui y Ezeiza, partidos donde Cristina obtuvo una ventaja que oscila entre el 15 y el 25 por ciento de los votos. El escrutinio definitivo mostrará la victoria de Cristina, por lo que no podrá hablarse de fraude, pero la noticia carecerá del impacto político que hubiera tenido ayer. Mientras el país se encamina hacia la verdadera elección, que será el 22 de octubre, la del domingo permite una constatación más importante que las cifras del escrutinio: con el discurso de la transparencia, la unidad y el trabajo en equipo, repetido hasta el hartazgo, el gobierno de Maurizio Macrì, tergiversó el mensaje del pueblo. La perversa manipulación electoral no desentona con el blanqueo modificado por decreto para permitir el acceso de los familiares de sus funcionarios que la ley prohibía; con las decisiones políticas encaminadas a beneficiar al presidente, su familia, sus ministros, amigos y funcionarios; con la detención arbitraria de Milagro Sala ni con la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Nadie puede ignorar que dentro de la maltratada democracia argenta, Macrì no reconoce más límite que el que la sociedad sepa

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Sigue en disputa

Fuente: Eduardo Aliverti | Página 12 Fecha: 14 de AGOSTO 2017 Quienes se fueron a dormir avanzada la medianoche con la certeza de que ya todo estaba dicho, debieron levantarse hoy con otra seguridad en forma de pregunta. ¿De cuánto es capaz este Gobierno en la manipulación de datos centrales? La cantidad de votos conseguidos por la oposición que se manifestó como tal le ganó al Gobierno. Pero el Gobierno quedó unificado en una imagen de abroquelamiento y la oposición no. Si el razonamiento es de interpretación política, Cristina llegó “hasta ahí” aunque quebrando la espuria maniobra de Cambiemos al proclamarse ganador cuando faltaba toda la carga del conurbano profundo; pero no le daría para revertir una polarización acentuada hacia octubre a menos que se produzca lo que ahora parece una fantasía: un traslado de los patéticos porcentajes de Massa/Randazzo a Unidad Ciudadana, o un agravamiento de las perspectivas económicas hasta límites no previstos en lo inmediato. Aclaración imprescindible: esta columna se escribe en medio de datos apretadísimos sobre la provincia de Buenos Aires, cuando Cristina parece ser la ganadora “moral” tras el asqueante primereo del festejo de Cambiemos. A mediano plazo no hay duda posible sobre la reiteración catastrófica de los efectos de un modelo basado en el endeudamiento externo, la primarización productiva, el auge del capital especulativo. Pero mientras tanto, ayer se exhibió que el fastidio de las capas medias –y de numerosos sectores populares– con los modos de la experiencia más inclusiva desde el recupero de la democracia… es todavía más fuerte que las evidencias de los recuerdos del futuro. Si eso es producto principal de lo influyente que fue y es la maquinaria mediática oficialista queda para otro momento de análisis. Sí podría señalarse que era muy pronto para que tanta gente se enojara con lo que votó hace veinte meses y que por tanto resolvió renovar el crédito, aunque sea con falta de entusiasmo e incertidumbres enormes. Tampoco hay que restarle méritos a la táctica macrista, que jugó a fondo la presencia e imagen de Vidal. La sucesora en ciernes. Esa movida de la dama, en el último tramo, con su papel de víctima solitaria contra las mafias, con su pasado que no carga la mochila de corrupción del clan macrista, da idea de haber sido influyente. Si se busca consuelo, y no está nada mal, puede encontrárselo en que Cristina conservó vitalidad ya sin aparato, con una campaña modestísima en términos de inserción en los medios, prácticamente desde un llano al que no estaba acostumbrada, con una artillería de prensa en su contra de miserabilidad cotidiana, con los gurkas de la familia judicial acosándola de todas las formas imaginables. Pero todos esos factores, que son irrebatibles, no modifican la certeza de que la correlación de fuerzas es la que es, desfavorable, sin que le importe mayormente a nadie de dónde proviene. Nuevamente, la notable victoria de Cambiemos en Córdoba resulta clave para vestir mejor a su triunfo nacional. Una victoria de primera minoría, es cierto, pero victoria al fin en medio del ajuste, de los tarifazos, de la pérdida de puestos de trabajo, de las pymes cerradas o acogotadas, de la violencia represiva. A la importancia del distrito cordobés se suma el valor de la derrota del gobernador Schiaretti, cuya cara lo decía todo cuando enfrentó las cámaras poco después del cierre. Si ese escenario no se modifica en octubre, lo cual es más bien improbable con los cálculos de hoy, Schiaretti habrá pagado muy caro –para ser extremadamente suaves– su aguachentismo entre haberse pegado a Macri y acordarse de cuestionarlo en las últimas semanas. La apuesta del gobernador por encabezar la dichosa “liga” de colegas, que iba a poner condiciones desde el relanzamiento del PJ, quedaría jubilada. Como primera impresión, quien ocuparía ese lugar eventualmente presidenciable es Juan Manuel Urtubey a partir de su desempeño en Salta pero, como dicen algunos pérfidos, por ahora tiene más proyección de novio que de candidato con alcance masivo. La gran elección de Agustín Rossi en Santa Fe no bastaría para que ocupe un lugar expectante. Unido a la desastrosa actuación de Massa y a la inexistencia de cualquier otra figura que siquiera despunte, en ese universo globalmente definido como peronismo anti K, el espacio queda en una situación dramática y esa es una excelente noticia para el Gobierno. En rigor, es uno de los panoramas más severos e inciertos que haya afrontado el peronismo desde la restauración democrática. Eso incluye que en CABA no parece haber forma de que la órbita progre-peronista quiebre su techo, inferior al cuarto del electorado. Los números del triunfo de Carrió llevaron a que anoche hubiera algunos pronósticos de que el macrismo se parió un problema, porque la chaqueña es inmanejable y en adelante impondría condiciones, desde su juego actoral para sí misma, capaces de perjudicar grandes estrategias oficiales de cara a 2019. Es un análisis extraño. Si algo demostró Carrió, en sus últimos tiempos, es que no le hace asco a la corrupción estructural del gobierno que ayudó a construir. Si estamos hablando de que quien supo decir hace pocos años que su límite era Macri le trae problemas declarativos al oficialismo, vale (digamos). Pero si se cree que eso expresa alguna contradicción primaria respecto de la contrarreforma neoliberal que avanza en casi toda América Latina, media un disparate. ¿Qué amenazantes dificultades podría traerle una Carrió envalentonada a su gobierno de derechas, a sus edificaciones en esa dirección, a su invariable trabajo en pos de los intereses republicanos de la Sociedad Rural, de las corporaciones mediáticas, de la oligarquía financiera? Por favor. Un poco más de seriedad, no mucha, la suficiente como para no confundir evaluaciones de egolatrías con profundidad política. Por último, que como tantas veces es lo primero, en estas horas de análisis urgente y desafiante es imprescindible registrar –con más fuerza todavía– que las elecciones de ayer se dieron bajo el contexto de un desaparecido (a más de 13 presos políticos referenciados en Milagro Sala, a

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¿Qué se votó ayer?

Fuente: Fernando Borroni | AM750 Fecha: 14 de AGOSTO 2017 No es oportuno hacer análisis apresurados. Me parece que sí es oportuno formular algunas preguntas que seguramente las respuestas las iremos construyendo de cara a octubre; y después algunas afirmaciones que, creo que sí, se pueden rescatar de lo que sucedió ayer en las elecciones. Preguntas para sumar a la confusión generalizada: ¿Qué se votó ayer? ¿Es un voto a favor del gobierno? ¿A favor de las políticas económicas del gobierno? ¿Se votó una política económica? Me lo pregunto. ¿Fue un voto ideológico? No importa lo que estés viviendo, no importa lo que esté pasando, pero vos no volvés… ustedes no vuelven y en ese ustedes el campo nacional y popular a través de sus dirigentes. ¿Se plebiscitó al kirchnerismo o se plebiscitó al Gobierno Nacional? ¿Qué pasó con el tarifazo? ¿Nos creímos que impacta… o impacta y en realidad cuando medimos los números, en el fondo, al gobierno tan bien no les fue? ¿No importa nada Santiago Maldonado? Pregunto… ¿De la represión…? Son todas preguntas que uno fue escuchando y haciéndose uno mismo. Y ahí están… dejémoslo ahí. Algunas afirmaciones… quien no quiera ya entender de cómo se manipulan (los resultados) mediáticamente, que haga terapia. Ayer tuvimos una clase de la manipulación mediática. Recordé “1984” libro de George Orwell… el torturador y el torturado. El torturador ponía frente al rostro del torturado… frente a sus ojos cuatro dedos y le preguntaba “¿Cuántos dedos ves?” Y el torturado decía “cuatro”, y el torturador mientras le mostraba cuatro le decía: “no, son tres”. Y lo seguía torturando y le preguntaba “¿cuántos dedos ves?” Le mostraba cuatro y el torturado decía “cuatro” y el torturador decía “no, son tres”. Eso vimos ayer. La televisión nos decía “son cuatro” mientras nos torturaban con esa maquinaria sistemática, pero para nosotros había otra información que decía que los números son distintos, pero no… Es esto, es esto lo que hay que ver. Es esto lo que hay que instalar. ¿Por qué? Porque la noticia está por encima de la realidad. Y la noticia cada vez se condice menos con la realidad, y ahí tenemos un problema. Recién Marcos, un compañero, me dijo “¿sabés lo que pasa? el poder tiene razón… el poder tiene razón”. Largo… para discutirlo. “Roma no paga traidores” Segunda afirmación, un viejo dicho. Bueno Roma no paga traidores, el kirchnerismo si paga traidores. Y ayer se los cobró. Flaco favor le hizo Randazzo al campo nacional y popular ¿no? ¿O ahora habría que analizar que los votos de Randazzo simpatizan con Cristina pero había…? Pero cuando contamos los porotos Flaco favor… casi seis puntos. La estrategia de Alberto Fernández a la perfección. (Gustavo) Campana dice no hay neoliberalismo sin traición. Pongámosle abajo “no hay Bullrich sin Randazzo”. Tercera afirmación: la subestimación, está claro, que no la podemos poner más en juego. La estrategia de Duran Barba de querer poner un cuatro de copas en la cabeza de la lista como Esteban Bullrich —porque total tenían su marca registrada que era María Eugenia Vidal— campaña que muchos analizábamos como que no iba a ser efectiva, finalmente lo fue. Ganen o pierdan por 1 o 2 puntos, lo fue. Tampoco subestimemos a Cristina Fernández de Kirchner, quien nunca perdió una elección y que “el monstruo”, después de un año y medio que se fue del gobierno, frente a un aparato judicial inquisidor, con los medios de comunicación atacándola a la yugular, sin esa campaña tan fuerte como otras campañas, está por encima del 30% en la provincia de Buenos Aires. Una última. No hay una gran avenida del medio. Las avenidas del medio se caen en el medio de la grieta y la tibieza, con tibieza se paga. Ahí está… Sergio Massa. Recién Adrián Stopelman me decía “perdieron con un boxeador que no subió al ring” y ahí hay otra pregunta. ¿Subió Cristina Kirchner al ring? ¿Subirá de cara a octubre? Quiero terminar con esto: no es, lejos está de serlo, de traer sobre la mesa, como que uno dijo en algún momento algunas cosas. No. Hoy podría haber hecho un editorial que hace mucho tiempo lo titulé “El problema de homenajear al verdugo”. Algo de eso vimos ayer. O traer otra más vieja que se titulaba “Los pueblos se suicidan”. La batalla cultural es bastante más larga y bastante más profunda de lo que creemos. Transcripción del Editorial de Fernando Borroni en el programa matinal conducido por Víctor Hugo Morales y Gustavo Campana en AM750 Audio: http://radiocut.fm/audiocut/columna-de-fernando-borroni-que-se-voto-ayer/  

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«Santiago estaba agarrado de una rama, con el agua hasta las rodillas, y los gendarmes arriba»

Fuente: Maxi Goldschmidt | Revista Cítrica Fecha: 14 de AGOSTO 2017 La Lof en Resistencia de Cushamen rompió el silencio y le contó a Cítrica los detalles de la represión del 1º de agosto. En la tarde del domingo, mientras la atención nacional estaba puesta en las PASO, llegamos a la Lof en Resistencia de Cushamen. A unos doscientos metros de la tranquera, sobre la ruta 40, un micro y una camioneta de Gendarmería vigilaban. “A la vuelta los van a parar y les van a pedir documentos. Así lo hacen con los que se acercan al territorio”, nos habían advertido antes de salir desde El Bolsón. No sabíamos si íbamos a ser recibidos, por más que nos llevaran compañeros, de los tantos comprometidos con la lucha mapuche y que también por estas horas están siendo asediados. Por seguridad, las lamien (hermanas) y los peñi (hermanos) de la Lof que están cerca del alambrado lindero a la ruta, están encapuchados. Su lonco, Facundo Jones Huala, está preso ilegalmente por una causa en la que ya fue juzgado. Y lleva 14 días en huelga de hambre. Santiago Maldonado, un no mapuche que fue apoyarlos, está desaparecido. En ese contexto, y con tal nivel de violencia represiva, mediática, política y judicial, ¿a quién le puede resultar violento que anden encapuchados? No hacerlo, sería exponerse ante un poder que, a cara de descubierta o no, los seguirá llamando “terroristas” y buscará exterminarlos. De estas cosas hablamos ni bien nos presentamos y traspasamos la tranquera. Y de Santiago —el Brujo o el Vikingo, como lo conocen allí—, de la represión del 1 de agosto, de las marchas en todo el país, de la importancia de contar con un relato propio sobre lo ocurrido en los últimos días. De que esa voz llegue a personas y medios que los apoyan. De que esa voz, de que esa versión que está faltando, se conozca, se replique. De que ayude, al menos un poco, a enfrentar tanta impunidad y mentira. Alrededor de un fuego, junto a una casilla de madera que resistió la furia de la Gendarmería porque “había dos peñi con sus niños”, hablamos durante poco más de una hora. Hasta del Bauen hablamos. Porque una lamien había conocido a un cooperativista del hotel y quería saber cuál era la situación, si todavía resistían el desalojo. En el horizonte, el sol se reflejaba en los picos nevados. Por el campo, un par de chicos jugaba, corrían. Uno, tenía en la mano algo verde: un cartucho. “No lo tomen a mal. Pero si pueden espérennos en el auto, del otro lado de la tranquera. Vamos a bajar a hablar sobre esto que nos proponen. No estamos haciendo entrevistas, queremos preservarnos. Pero lo consultaremos con otros peñi y nos acercaremos a decirle lo que decidimos”, nos dijo con voz pausada y dulce un señor que podría haber sido nuestro abuelo, al que sólo le veíamos los ojos y que nos despidió con un fuerte apretón de manos. Unos 45 minutos después, vimos venir caminando a otro peñi. Vestía jeans y un poncho marrón con retazos verdes. Su mano y su voz eran más jóvenes. Ya dentro del auto, prendimos el grabador. Los mapuches llaman pentukun a una formalidad que realizan cuando llegan a un lugar o reciben a alguien. En su lengua, se presentan saludando, enumerando su nombre, su familia, el lugar de donde vienen, la identidad de su lonco y algunas otras cuestiones importantes de remarcar antes de iniciar la charla. En este caso, “saludar a toda la gente mapuche y no mapuche también. A los amigos a los que pueda llegar esta entrevista”. Lo dijo en mapuche y después lo tradujo. Decidimos venir hasta acá porque es difícil encontrar información de primera mano y confiable de la situación que están viviendo, de la represión que sufrieron en la Lof y de todo lo que tiene ver con la desaparición de Santiago Maldonado. En la situación en la cual nos encontramos, más allá del dolor y la bronca que uno puede llegar a sentir como persona y consciente de la militancia que se ha llevado a nuestro compañero Santiago, nosotros no vamos a callar la voz. Este proceso de recuperación se ha fortalecido mucho más de lo que el winka esperaba, de lo que nosotros esperábamos, y a pesar de todo lo que está pasando, la persecución política que están sufriendo los militantes sociales, la prisión política de Facundo, la militarización del territorio acá en la comunidad, hacen que uno tome más que nunca la iniciativa en el proceso en el que nos embarcamos allá en el año 2015, que fue recuperar las tierras productivas que fueron usurpadas. Y en ese camino es donde hoy nos encontramos, en ese camino es que se llevaron a nuestros compañeros, a Santiago, a Facundo que lo tienen preso, en ese camino es que están intentando criminalizar la lucha. ¿Cómo fue la previa a la represión y a la desaparición de Santiago? Primero hicimos un corte de ruta aquí para denunciar la prisión política de Facundo, las detenciones y violencia que habían sufrido los peñi y las lamien en Bariloche: a las once de la mañana decidimos saltar el alambrado y como forma de comunicación cortar la ruta. Repartimos panfletos, se conversó también con los camioneros de la situación en Bariloche. Recién alrededor de las cinco de la tarde, se hizo presente Gendarmería, con un (camión) Unimog y tres camionetas llenas de efectivos. Se bajan fuertemente armados en el cruce y empiezan a descender para donde nosotros nos encontrábamos. Cuando están a una distancia de cuarenta metros, empiezan a disparar y entonces activamos nuestro grupo de autodefensa. ¿Cómo se defendieron? Con ondas de revoleo y piedras. Así logramos repeler la agresividad que había mantenido Gendarmería en ese rato. Se van unos kilómetros más atrás y ahí nos leen por altoparlante una orden de desalojo firmada por Otranto y nos dan dos horas para desalojar la ruta. ¿Entonces existió una orden?

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11 tesis sobre Venezuela y una conclusión escarmentada

Fuente: Juan C. Monedero | blogs.publico.es Fecha: 11 de AGOSTO 2017 1. Es indudable que Nicolás Maduro no es Allende. Tampoco es Chávez. Pero los que dieron el golpe contra Allende y contra Chávez son, y eso también es indudable, los mismos que ahora están buscando un golpe en Venezuela. 2. Los enemigos de tus enemigos no son tus amigos. Puede no gustarte Maduro sin que eso implique olvidar que ningún demócrata puede ponerse al lado de los golpistas que inventaron los escuadrones de la muerte, los vuelos de la muerte, el paramilitarismo, el asesinato de la cultura, la operación Cóndor, las masacres de campesinos e indígenas, el robo de los recursos públicos. Es comprensible que haya gente que no quiera ponerse del lado de Maduro, pero conviene pensar que en el lado que apoya a los golpistas están, en Europa, los políticos corruptos, los periodistas mercenarios, los nostálgicos del franquismo, los empresarios sin escrúpulos, los vendedores de armas, los que defienden los ajustes económicos, los que celebran el neoliberalismo. No todos los que critican a Maduro defienden esas posiciones políticas. Conozco gente honesta que no soporta lo que está pasando ahora mismo en Venezuela. Pero es evidente que del lado de los que están buscando un golpe militar en ese país están los que siempre apoyaron los golpes militares en América Latina o los que priman sus negocios por encima del respeto a la democracia. Los medios de comunicación que están preparando la guerra civil en Venezuela son los mismos conglomerados mediáticos que vendieron que en Irak había armas de destrucción masiva, que nos venden que hay que rescatar a los bancos con dinero público o que defienden que la orgía de los millonarios y los corruptos hay que pagarla entre todos con recortes y privatizaciones. Saber que se comparte trinchera con semejante gente debiera llamar a la reflexión. La violencia siempre debe ser la línea roja que no debe traspasarse. No tiene sentido que el odio a Maduro ponga a nadie decente al lado de los enemigos de los pueblos. 3. Maduro heredó un papel muy difícil -gestionar Venezuela en un momento de caída de los precios del petróleo y de regreso de Estados Unidos a Latinoamérica después de la terrible aventura en Oriente Medio- y una misión imposible -sustituir a Chávez-. La muerte de Chávez privó a Venezuela y a América Latina de un líder capaz de poner en marcha políticas que han sacado de la pobreza a 70 millones de personas en el continente. Chávez entendió que la democracia en un solo país era imposible y puso sus recursos, en un momento de bonanza gracias a la recuperación de la OPEP, para que se iniciara la etapa más luminosa de las últimas décadas en el continente: Lula en Brasil, Correa en Ecuador, Morales en Bolivia, Kirchner en Argentina, Lugo en Paraguay, Mujica en Uruguay, Funes en El Salvador, Petro en Bogotá e incluso Bachelet en Chile referenciaban esa nueva etapa. La educación y la salud llegaron a los sectores populares, se completó la alfabetización, se construyeron viviendas públicas, nuevas infraestructuras, transportes públicos (después de la privatización de los mismos o la venta y cierre de los trenes), se frenó la dependencia del FMI, se debilitó el lazo con los Estados Unidos creándose la UNASUR y la CELAC. También hay sombras, principalmente vinculadas a la debilidad estatal y a la corrupción. Pero haría falta un siglo para que los casos de corrupción en los gobiernos progresistas de América Latina sumen, por citar sólo un asunto, el coste de la corrupción que significa el rescate bancario. La propaganda de los dueños de la propaganda terminan logrando que el oprimido ame al opresor. Nunca desde la demonización de Fidel Castro fue ningún líder latinoamericano tan vilipendiado como Chávez. Para repartir entre los pobres, hubo que decirle a los ricos, de América y también de Europa, que tenían que ganar un poco menos. Nunca lo toleraron, lo que puede entenderse, especialmente en España, donde, en mitad de la crisis, responsables económicos y políticos del Partido Popular robaban a manos llenas al tiempo que decían a la gente que tenía que apretarse el cinturón ¿Iba Chávez ese “gorila” a frenarles sus negocios? Desde que ganó las primeras elecciones en 1998, Chávez tuvo que enfrentarse a numerosos intentos de derribarlo. Por supuesto, con la inestimable ayuda de la derecha española, primero con Aznar, luego con Rajoy, y la ya conocida participación de Felipe González como lobbista de grandes capitales. (Es curioso que el mismo Aznar que hizo negocios con Venezuela y con Libia luego se convirtió en ejecutor cuando se lo ordenaron. Gadafi incluso le regaló a Aznar un caballo. Pablo Casado fue el asistente de Aznar en esa operación. Luego, cosas de la derecha, celebraron su asesinato). 4. Chávez no legó a Maduro los equilibrios nacionales y regionales que construyó, que eran políticos, económicos y territoriales. Eran una construcción personal en un país que salía de tasas de pobreza del 60% de la población cuando llegó Chávez al gobierno. Hay cambios que necesitan una generación. Ahí es donde la oposición pretende estrangular a Maduro, con problemas mal resueltos como las importaciones, los dólares preferenciales o las dificultades para frenar la corrupción que desembocan en desabastecimiento. Sin embargo, Maduro supo reeditar el acuerdo “cívico-militar” que tanto molesta a los amigos del golpismo. Algo evidente, pues Estados Unidos siempre ha dado los golpes buscando apoyos en militares autóctonos mercenarios o desertores. El ejército en América Latina solo se entiende en relación con Estados Unidos. Les han formado, sea en tácticas de tortura o en “lucha contrainsurgente”, sea en el uso de las armas que les venden o en el respeto debido a los intereses norteamericanos. En Venezuela, los mismos que formaron a los asesinos de la Escuela Mecánica de la Armada argentina o que sostuvieron al asesino Pinochet lo tienen complicado (el asalto por parte de mercenarios vestidos de militares a un cuartel en Carabobo buscaba construir la sensación de fisuras en

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Los problemas legales de Binyamin Netanyahu están aumentando

Fuente: The Economist Fecha: 10 de AGOSTO 2017 Parecen no tener fin los problemas legales que se acumulan en torno al primer ministro israelí Binyamin Netanyahu, su familia y su círculo íntimo. En el transcurso de una semana, su exjefe de personal, Ari Harow, firmó un acuerdo con la fiscalía como testigo privilegiado y la policía confirmó que está investigando un caso de soborno, fraude y falta de confianza en el cual Netanyahu es sospechoso. Su esposa Sara fue interrogada por la policía bajo la acusación de malversación de fondos públicos y su hijo Yair fue demandado por difamación por un post subido a Facebook. Harow, quien trabajó con Netanyahu durante más de una década, accedió a declarar a cambio de una condena reducida en su propio juicio por defraudación al fisco. Se espera que su testimonio sirva como evidencia contra Netanyahu quien es sospechoso de recibir dádivas de empresarios. El primer ministro también es sospechoso de un acuerdo por el cual ofreció limitar la distribución de Israel Hayom (una diario de distribución gratuita financiado por Sheldon Adelson, un millonario estadounidense y partidario de Netanyahu) a cambio de la cobertura favorable en el matutino Iediot Ajaronot* propiedad de Arnón Mozes. El 7 de agosto, el Tribunal Supremo de Israel dictaminó que Netanyahu debe hacer públicas las grabaciones de las conversaciones telefónicas con Adelson. Harow también puede arrojar luz sobre otras dos investigaciones, potencialmente más graves, que involucran a allegados a Netanyahu. Su abogado personal a lo largo de casi cuatro décadas es sospechoso de aceptar sobornos a cambio de facilitar la venta de submarinos alemanes y buques de guerra a la armada israelí. Otro exjefe de personal, Shlomo Filber, fue suspendido en su cargo en el Ministerio de Comunicaciones bajo acusaciones de facilitar documentos confidenciales a la compañía de telecomunicaciones más grande de Israel con los que podía beneficiarse. Hasta ahora el primer ministro no es sospechoso en ninguno de estos dos casos. En este contexto se producen protestas semanales que tienen como objetivo mantener la presión sobre el fiscal general Avichai Mandelblit. Sin embargo, las investigaciones que involucran a Netanyahu se han prolongado durante más de un año. Mientras tanto, el primer ministro y sus partidarios han adoptado las tácticas de “trumpianas”. En sus cuentas en la redes sociales Netanyahu ha calificado a la prensa israelí como autora de «noticias falsas». Sus adeptos la acusan de tratar de derribar al gobierno. Incluso los derechistas que han criticado al Netanyahu en el pasado se han incorporado sumisamente a esa línea de defensa. «Ni los medios de comunicación, ni las protestas contra el fiscal general deben decidir, sólo los hechos [deberían]«, dijo Naftali Bennett, ministro de Educación quien es visto como un rival político del primer ministro. «Estamos apoyando al gobierno de Netanyahu y mi evaluación es que las elecciones tendrán lugar a tiempo en 2019.» A pesar de la intensificación de las investigaciones Netanyahu puede aguantar mucho tiempo. Una vez que la policía termine sus investigaciones, será responsabilidad del fiscal general formular las acusaciones después de llevar a cabo las audiencias con los sospechosos. El proceso llevar meses. Y aunque sea acusado, Netanyahu asegura que planea permanecer en el cargo defenderse de las acusaciones. Según la ley israelí, el primer ministro no está obligado a renunciar a menos que sea condenado. Mientras su coalición de partidos derechistas y religiosos se mantengan agrupados es poco probable que sea expulsado antes de las próximas elecciones. * Yedioth Ahronoth, el diario de mayor circulación en Israel (N. del T.) Traducción: Dardo Esterovich

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Noceti, la mano ultraderecha de Bullrich

Fuente: Ricardo Ragendorfer | Nuestras Voces Fecha: 10 de AGOSTO 2017 “¡Este hijo de puta buen mozo es mi jefe de gabinete!”, lo presentó en sociedad Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad, en un video casero que se volvió viral. El funcionario Pablo Noceti fue defensor de represores, reivindica públicamente la represión ilegal y es el autor ideológico y material de la “lucha contra el indio” en la administración de Mauricio Macri. Con varios viajes al Sur, Noceti venía “preparando el terreno” para la represión a los mapuche, que culminó con la desparición de Santiago Maldonado. “Quedate tranquila; este es un tema de Mario (Das Neves)”, indicó el camino negacionista Macri a la oreja de la ministra Bullrich. El jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, vestía un traje gris y sobretodo oscuro. Con esa vestimenta en medio del paisaje cordillerano su silueta pasaba tan desapercibida como una tarántula en un plato lleno de leche. Así fue fotografiado mientras hablaba con un oficial de la Gendarmería a la vera de la estancia Benetton en Leleque, al noroeste de Chubut. Corría la primera tarde de agosto. Sólo habían transcurrido un par de horas desde la desaparición forzada del mochilero Santiago Maldonado, visto por última vez mientras lo cargaban a una camioneta blanca de esa fuerza durante la brutal represión encabezada por Noceti en la lof de Cushamen, apenas a tres kilómetros de allí. Lo cierto es que esa fotografía –captada a hurtadillas por un gendarme y difundida por Nuestras Voces el 7 de agosto– subraya su participación en ese delito de lesa humanidad, el primero de la era macrista. Para descorrer el velo de su génesis bien vale reparar en la figura de su presunto “hacedor”. Y también en sus pasos hacia aquel ominoso martes en el que Santiago fue visto por última vez cuando lo subían a una camioneta de Gendarmería Nacional. El doctor Torquemada Este abogado de 51 años es un sujeto de hábitos casi espartanos y bajo perfil. Por eso resulta paradójico que tras exactamente un año de silencioso trabajo en la función pública su nombre haya saltado a la luz el 13 de diciembre de 2016 por un desliz jolgorioso de su jefa, Patricia Bullrich. “¡Este hijo de puta buen mozo es mi jefe de gabinete!”, exclamó esa noche a viva voz y ya con dicción incierta, durante un festejo por el fin de año en la sede ministerial de la calle Gelly y Obes. “¡Todas andan locas por él!”, volvió a clamar. A su lado, el aludido forzaba una sonrisa incómoda. Un video del asunto no tardó en viralizarse. Hasta entonces el doctor Noceti había circulado como un fantasma por los pasillos del actual gobierno. Era consciente de que su profusa labor como defensor de represores y apologista de la dictadura le podría jugar en contra. Sin embargo, en el ámbito tribunalicio no es un secreto que su postura ideológica lo sitúa a la derecha de Atila. Por eso no debe asombrar que en sus alegatos califique los juicios contra genocidas como la “legalización de una venganza diseñada por el poder político al servicio de inconfesables intereses” o que la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final “tendría que avergonzar a todo jurista serio de la República”. Fogueado profesionalmente bajo el ala del camarista durante el “Proceso”, Alfredo Battaglia –quien luego tuvo a Galtieri entre sus defendidos–, Noceti supo afinar su visión del mundo en las filas de la Corporación de Abogados Católicos, un distinguido antro de propagandistas del terrorismo de Estado influenciado en su momento por la organización ultraderechista La Cité Catholique, cuyo imaginario bailoteaba sobre los siguientes pilares: la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria, el método de la tortura y su fundamento dogmático tomista, cuya dialéctica se sostenía en el “principio del mal menor por el bien común”. De modo que con tal soporte él redondeó su reivindicación teórica de la desaparición forzada de opositores. Y con una escalofriante economía de palabras: “Un enemigo no convencional exige protocolos atípicos”. En realidad su gran problema es que ahora alucina una guerra imaginaria. Tal ensoñación en esta etapa de su vida se cristaliza en una “hipótesis de conflicto” sostenida por él con notable empeño: la amenaza indigenista. Algo que la señora Bullrich adoptó como propio y que además le vino de perillas al gobernador de Chubut, Mario Das Neves, en el marco del litigio por tierras de la comunidad mapuche con el Grupo Benetton. Ya el 30 de agosto del año pasado el Ministerio de Seguridad elaboró un informe de gestión con el siguiente andamiaje argumental: los reclamos de los pueblos originarios no constituyen un derecho garantizado por la Constitución sino un delito federal porque “se proponen imponer sus ideas por la fuerza con actos que incluyen la usurpación de tierras, incendios, daños y amenazas”. Una dinámica cuasi subversiva, puesto que –siempre según ese documento– “afecta servicios estratégicos de los recursos del Estado, especialmente en las zonas petroleras y gasíferas”. Ahora se sabe que ese paper es fruto del puño y la letra de Noceti, quien 20 días antes había sido detectado en Esquel por la Asociación de Abogados de Derecho Indígena (AADI). Tal revelación provocó su segundo traspié: ser sorprendido por un reportero gráfico del medio Noticias de Esquel durante el juicio por la extradición a Chile del líder mapuche Facundo Jones Huala. Su foto fue publicada esa misma tarde. Entonces le fue imposible eludir una entrevista con Radio Nacional de aquella ciudad en la que blanqueó sus intenciones: “Evaluar la comisión de un delito federal, porque acá hay un grupo que pretende atemorizar a la gente con el método de la violencia”. Fue el inicio de la estigmatización del movimiento Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). Ya en ese instante él se jactó de poder encarcelar a sus integrantes sin orden de un juez, en base a una interpretación algo antojadiza del artículo 213 bis del Código Procesal, referido a situaciones que ponen en riesgo la seguridad interna de la nación. A

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El show del cuñado

Fuente:Raúl Kollman | Página 12 Fecha: 7 de AGOSTO 2017 El insólito show de la detención de Claudio «El Mono» Minnicelli oculta un hecho elemental: se lo buscaba por un escándalo aduanero ocurrido en el actual gobierno, no en el anterior. Todo su vínculo con las administraciones Kirchner consiste en que es el cuñado de Julio De Vido, pero el ex ministro no tenía ningún trato con él. Ni siquiera concurrió al ostentoso casamiento del Mono con la vedette en 2004, o sea hace 13 años. En cambio Minnicelli tenía relación con Oldemar «Cuqui» Barreiro Laborda, un personaje con numerosos antecedentes por maniobras económicas y que se presentaba como la mano derecha del titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión. En base a esa relación, Barreiro Laborda supuestamente puso en marcha una maniobra para sacar seis contenedores que estaban retenidos en la Aduana, cobrando un adelanto de 50.000 dólares por cada contenedor. Eso ocurrió en mayo de 2016, durante la administración de Mauricio Macri. El juez en lo Penal Económico, Marcelo Aguinsky, procesó por tentativa de contrabando a todo el grupo que rodeaba a Barreiro Laborda, pero curiosamente dejó afuera a Gómez Centurión. El magistrado sostiene que no tiene suficientes pruebas contra el jefe de la Aduana macrista, pese a que hay constancias clarísimas de que Barreiro Laborda y Gómez Centurión se encontraban y mantenían un vínculo. El funcionario aduce que lo usaba como buche, es decir como informante. Sin embargo, hay testimonios que no solo confirman que se encontraban en el shopping conocido como Design Center, en la Recoleta, sino también que se visitaban y cenaban juntos en sus domicilios. No es un detalle menor que el abogado de Gómez Centurión es Alejandro Pérez Chada, quien también es abogado de Mauricio Macri. Un dato curioso es que cuando explotó el escándalo, en mayo de 2016, una de las principales acusadoras de Gómez Centurión y su banda fue Patricia Bullrich, quien este lunes protagonizó el show del casco, los chalecos anti-balas y el movimiento de decenas de efectivos de la Policía Federal. En su momento, la ministra de Seguridad presentó un anónimo para fundamentar al acusación de coimas contra Gómez Centurión y Barreiro Laborda. Bullrich decía que ambos cobraban por entrar containers de forma ilegal. Como respuesta, Gómez Centurión hizo aparecer otro anónimo y con ese texto acusó a Patricia Bullrich de encubrir la llegada de 250 kilos de pseudo-efedrina, sustancia usada como precursor químico para la cocaína. En esa guerra, Gómez Centurión acusó a Bullrich de ponerle micrófonos en la casa. Muchos dicen que detrás de Bullrich estaba Jaime Stiuso, el otrora poderoso jefe de Operaciones de la SIDE. El vínculo de Minnicelli con la causa de los containers arranca con una escucha telefónica en la que Cuqui Barreiro Laborda le dijo al representante de comerciantes coreanos —Mister Korea lo apodaron—, que si no lo podía ubicar a él que hablara con El Mono. «Si yo no los puedo atender, hablen con el Mono que es como si hablaran conmigo», fue el textual. O sea que Minnicelli era el subordinado de Cuqui. El grupo coreano tenía el problema que les habían retenido seis contenedores en la Aduana. Mister Korea, que en realidad se llama Sung Ku Hwang, llamó a Cuqui y éste, presentado como la voz de Gómez Centurión, les dijo que los sacaría de la Aduana. Se elaboró nueva documentación para esos contenedores —apócrifa— y se puso en marcha la maniobra. Como adelanto, Cuqui habría pedido 50.000 dólares por container. La maniobra fracasó, la mercancía nunca salió de la Aduana, pero todo el grupo fue detenido. En realidad, la mayoría fue excarcelada hasta el juicio oral, Barreiro Laborda cuenta con el beneficio de la prisión domiciliaria y Minnicelli se escondió en Chapadmalal. El más beneficiado de todos fue Gómez Centurión: Aguinsky asegura que no tuvo suficientes pruebas. Si Minnicelli se hubiera presentado al principio, seguro que hoy en día estaría caminando por la calle, básicamente porque lo habría abarcado la excarcelación que otorgó el juez. En fuentes cercanas a su defensa aseguran que no quiso presentarse porque estaba con problemas cardíacos, algo que se percibió ayer cuando sufrió una descompensación en Comodoro Py. Su presión máxima estaba por arriba de 150 y por lo tanto el magistrado ordenó que el Cuerpo Médico Forense lo revise, lo estudie y produzca un informe. Mientras tanto, el ex prófugo se negó a declarar. Todo indica que tal vez lo haga el miércoles. La lógica indica que Aguinsky le negará la excarcelación dado que estuvo prófugo nueve meses. Un repaso detallado de la historia muestra que el escándalo de Minnicelli no tiene nada que ver con el gobierno anterior. El único punto es que se trata del cuñado de De Vido. El ex ministro no sólo no fue al casamiento de Minnicelli con Celina Rucci sino que nunca mantuvo trato. Lo consideraba una especie de oportunista que, además, produjo la pérdida de la única propiedad que tenía el padre de los Minnicelli. El ahora detenido se metió en negocios que salieron mal, quedó con deudas, y esa propiedad de Santa Cruz fue embargada por la justicia. Pero como en campaña electoral la alianza político-mediática-judicial recurre a lo que sea, entre el domingo y el lunes se despacharon con titulares y más titulares. En ninguno figuraba que a Minnicelli lo buscaban por una tentativa de contrabando durante el gobierno de Mauricio Macri y con funcionarios macristas involucrados.

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Represión y totalitarismo plutocrático

Fuente: Raúl Zaffaroni* | La Tecl@ Eñe Fecha: 07 de AGOSTO 2017 El gobierno de Macri ya tiene una presa política y, al parecer, ahora un desaparecido. Por cierto, debemos ponernos de pie y reclamar la aparición con vida del joven Maldonado y, por ende, denunciar y repudiar la actual ola represiva y la lamentable conducción política de las policías que, en detrimento de las tareas propias de ese servicio civil, distrae esfuerzo y personal en represión y vigilancia política, al tiempo que la defectuosa conducción permite el surgimiento de conductas desviadas en las propias instituciones. No obstante, más allá de nuestros penosos datos folklóricos nacionales, lo cierto es que el actual gobierno, siguiendo el modelo de Chile, pretende criminalizar como terroristas a los Mapuche. Pero la ley que introdujo la figura penal de terrorismo en nuestra legislación fue extorsionada al gobierno anterior por el GAFI, so pena de fuertes sanciones económicas a nuestro país. En síntesis: lo que nos sucede dista mucho de tener su origen en la Argentina, pues es producto de un cambio sustancial en el poder planetario. Sin este contexto, no comprenderemos qué nos está sucediendo y, en consecuencia, no sabremos contra quién luchar. La Tercera Posición peronista es un buen punto de arranque para entender el presente: se trataba en sustancia de rechazar, por un lado, al totalitarismo stalinista y, por el otro, la explotación del hombre por el hombre del capitalismo. Lo que no se podía vislumbrar con claridad en ese momento, era que el primero era un totalitarismo en acto, en tanto que el segundo también lo era, pero en potencia. Desde que se implosionó el primero, el segundo viene desplegando todo su potencial de totalitarismo plutocrático, arrasando los estados sociales de derecho y cualquier intento aún discretamente keynesiano, para dar paso al reemplazo de los soviets y sucedáneos por la dictadura de los Ceos de las corporaciones transnacionales. No puede menos que llamar la atención la facilidad y rapidez con que los regímenes del totalitarismo implosionado se adaptaron al nuevo. Poco va quedando de la democracia: los políticos de los países elegidos como sede de los Ceos mayores que concentran riqueza en función de los negociados y sueldos que se asignan, son hoy meros gestores de los intereses de las corporaciones, nosotros estamos en manos de Ceos de segunda categoría, los medios masivos monopolizados crean realidad y formatean la subjetividad de sus receptores decidiendo elecciones, los estados pasan a ser marionetas en sus manos y, si molestan, se los destruye militarmente o se lo debilita corrompiendo su institucionalidad. Este esquema de poder sostiene a una humanidad cuyo 1% concentra en riqueza el equivalente a lo que la mitad más pobre de nuestra especie necesita para subsistir o para morirse con paciencia, dos tercios de la humanidad se halla en estado de necesidad y un tercio consume lo que no necesita para vivir, aunque para sostener esta situación se estén destruyendo con celeridad las condiciones de habitabilidad de la especie en el planeta. El catecismo ideológico de este totalitarismo plutocrático corporativo es la versión laica de la Divina Providencia recreada como mano invisible del mercado, aunque usurpe desvergonzadamente el nombre del viejo liberalismo. El actual totalitarismo plutocrático corporativo pretende configurar un modelo de sociedad con un 30% de incluidos y un 70% de excluidos. Para eso requiere contener a los excluidos, lo que hace formateando subjetividad mediante sus corporaciones de medios masivos y, necesariamente, con represión. La represión se legitima mediante una abierta confesión del ideal totalitario con una distopía de orden: una sociedad con seguridad total y libre de toda amenaza, con extrema prevención, tolerancia cero a la desviación, vigilancia y generalizado control tecnológico, con desconfianza al extranjero y al extraño, estigmatización de la crítica e institucionalización masiva. Esta distopía de orden no está exenta de contradicciones, en las que no se repara puesto que su enunciado no apela a la razón sino a la emotividad: no se explica la necesidad del fuerte aparato tecnológico de control si, al mismo, deposita una irracional confianza en la función preventiva y disuasoria de la punición y la prisionización. Estamos, pues, en lucha contra un totalitarismo que hoy (a diferencia de los tiempos en que se enunciaba la Tercera Posición) está en franca expansión en acto. El joven Maldonado puede ser el Felipe Vallese de esta etapa que, por cierto, no se abre por nuestros folklóricos avatares argentinos. Es menester usar las neuronas que la biología o Dios nos ha dado y poner los dedos en el enchufe de la conciencia nacional y regional, para ponernos de pie. Hoy todos debemos ser Mapuche: Queremos al pibe Maldonado vivo. *Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires  

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