Nacionales

Seccion de Noticias

Economia, Nacionales, Portada

El Gobierno favoreció con fondos a los municipios propios

Fuente: Marcelo Veneranda | La Nación 04 de SEPT 2017 La Casa Rosada concentró la mayor parte de la asistencia con fondos discrecionales en los municipios bonaerenses de Cambiemos. En lo que va del año, los intendentes oficialistas se quedaron con el 84,5% de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que el Ministerio del Interior giró al territorio bonaerense para pagar sueldos o enfrentar emergencias por inundaciones: en total, los jefes comunales oficialistas acapararon $ 321 millones de los $ 379,5 millones que fueron a la provincia. Los ATN fueron creados para atender emergencias desde la cartera del Interior. Según información suministrada por el Ministerio del Interior, 37 de los 69 municipios de Cambiemos recibieron esos $ 321 millones. En cambio, sólo cuatro de las 54 intendencias peronistas tuvieron suerte. Una de ellas, Ezeiza, muy cercana al oficialismo. Otra, Hurlingham, soporte hasta la semana pasada de Florencio Randazzo. Los cuatro municipios peronistas recibieron $ 52,5 millones, el 13,8% de los fondos que giró la Casa Rosada. Sólo uno de los 11 municipios massistas, Villarino, recibió $ 6 millones: el 1,5%. Desde el Gobierno reconocieron esas cifras luego de que LA NACION accedió a datos que revelan montos mayores. Esta otra información contiene ya no sólo las órdenes de pago que libró este año la cartera que conduce Rogelio Frigerio, sino también las disparadas a fines de 2016, pero que, por la demora del trámite, recién fueron cobradas por los municipios en enero de 2017. De acuerdo con esos datos —que LA NACION confirmó con fuentes provinciales y contactando a los intendentes beneficiados (de Cambiemos y del kirchnerismo)—, los municipios bonaerenses recibieron este año $ 820 millones originados en ATN. Nuevamente, los oficialistas concentraron el 80% de esos fondos. Del cruce de datos surge otra lectura interesante: dentro del universo del FPV/PJ, los intendentes más beneficiados por la Casa Rosada fueron curiosamente los que este año apoyaron la candidatura de Randazzo. Diez de los 54 municipios del FPV/PJ acompañaron en las PASO al ex ministro. Cinco de ellos recibieron ayuda. Se llevaron $ 63,5 millones (el 7,7%). Sólo nueve de los 44 que apostaron por Cristina Kirchner recibieron asistencia: $ 95,5 millones (el 11,6%). Estas preferencias se observan en otro corte. Todos en fila y como bloque político, los intendentes de Cambiemos recibieron en promedio $ 9,49 millones en ATN. Los de Randazzo, $ 6,35 millones. Los de Cristina, $ 2,1 millones. Los de Massa, $ 0,54 millones. La misma relación se verifica con los 379,5 millones de pesos en ATN reconocidos por Interior. Sobre esa base, en promedio, los intendentes de Cambiemos recibieron $ 4,6 millones. Los de Randazzo, $ 2,5 millones. Los cristinistas, $ 625.000. Los de Massa, $ 545.000. «Los ATN sólo se otorgan ante emergencia hídrica y financiera (sueldos). Cruzamos todos los datos con el Banco Central para que la justificación financiera sea consistente. Siempre hemos atendido las necesidades que se puedan confirmar. No sólo en provincia, sino en todo el país, sin importar el color político», señalaron desde el Gobierno. Sin embargo, sigue habiendo diferencias. Esta semana, en el informe que dio al Congreso el jefe de Gabinete, Marcos Peña, detalló los ATN distribuidos por todo el país en los primeros cinco meses de 2017. De allí surge, como publicó El Cronista, que los municipios de Cambiemos se quedaron con el 66% de los fondos. Desde el Gobierno también destacaron que buena parte de los ATN entregados fueron por las inundaciones y que Cambiemos gobierna la mayoría de esos distritos. Es cierto, pero en parte: de los 26 distritos en emergencia hídrica, nueve son opositores. Sólo dos de ellos recibieron ATN: se trata de Salto y Hipólito Yrigoyen, aliados de Randazzo. Los otros trece que recibieron ATN son oficialistas. Ninguno de los municipios kirchneristas declarados en emergencia hídrica recibió ATN.

Nacionales, Opinion, Portada

Estrategias para frenar al Neoliberalismo

Fuente: Laura Manfredi | Nuestras Voces Fecha: 27 de AGOSTO 2017 “Frente a la promesa del individualismo, debemos restablecer la promesa de que nos va mejor cuando nos cuidamos, cuando construimos comunidad”, dijo el diputado español Íñigo Errejón, del movimiento Podemos, en el cierre del Foro para la Construcción de una Mayoría Popular. Participaron también de este encuentro de debate político el diputado nacional, Axel Kicillof, el filósofo Eduardo Rinesi y la candidata a diputada nacional por Unidad Ciudadana, Gisela Marziotta. Ayer finalizó el Segundo Foro para la Construcción de una Mayoría Popular, espacio creado para profundizar la discusión política en un contexto de avance del neoliberalismo. El último día de ponencias terminó con una panel magistral a cargo del diputado español por Podemos Íñigo Errejón, el ex ministro de economía Axel Kicillof y el filósofo y politólogo Eduardo Rinesi. Con la moderación de la periodista y candidata a diputada nacional (Unidad Ciudadana) Gisela Marziotta, Errejón, Kicillof y Rinesi se expresaron sobre el desafío que implica construir nuevas mayorías populares: aprender del adversario, administrar las crisis económicas y la convicción de que el mundo puede ser diferente. Los panelistas y los cientos de ciudadanos que participaron de la charla dentro y fuera del Aula Magna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires iniciaron y finalizaron la jornada exigiendo por la aparición con vida de Santiago Maldonado, desaparecido por la gendarmería hace ya 27 días. La rebelión de los privilegiados “Estamos asistiendo a una rebelión de los privilegiados contra cualquier intento de tener que someterse a reglas democráticas”, afirmó el diputado español por la fuerza popular Podemos, Íñigo Arrejón. “En Europa se expresa no sólo contra derechos concretos sino contra la mera idea de que los sectores populares tengan participación alguna en el Estado”. Respecto a la región latinoamericana Íñigo afirmó que en América Latina “las élites y minorías privilegiadas no están discutiendo si hay más o menos Estado. Lo que están discutiendo es si el Estado puede servir a algunos intereses diferentes de los exclusivos de las minorías. Y lo están discutiendo con la furia del que entiende que se le ha quitado algo que era suyo y que entiende que nuestro paso por el poder político es una especie de anomalía medio animalesca que el tiempo y la razón tendrán que terminar corrigiendo”. “Hay que tomar una parte de esa insurrección de los privilegiados para entender cómo es que esa insubordinación es capaz en algunos momentos de construir mayorías políticas sólidas. El Partido Popular que gobierna mi país ha hecho políticas que han aumentado la desigualdad como no había conocido las últimas dos generaciones de nuestro país, han hecho políticas que condenan a la mitad de la juventud española a saber que tienen que elegir entre la precariedad, la inmigración o la resignación. Han hecho políticas absolutamente desastrosas para el conjunto de las mayorías sociales. Bien, tienen siete millones de votos”. “No son siete millones de intereses oligárquicos y tampoco alcanza decir que son siete millones de personas engañadas, porque es que las televisiones juegan para ellos, eso no es ningún dato nuevo”, afirma el líder de Podemos y agrega: “Hay siempre una parte de verdad en el adversario, una parte de verdad que quiero combatir, pero que nos tenemos que tomar en serio. Creo que esta es de las peores lecturas o herencias que la interpretación más vulgar del marxismo nos dejó. No existe algo así como la falsa conciencia, los falsos intereses, gente que tiene unos intereses pero vota por otros. Existen proyectos, horizontes, objetivos o identidades que son capaces de fundar mayorías que giran el rumbo de los países en un sentido u en otro y que por tanto debemos tomarlas como reales”. En relación a las elecciones Arrejón afirmó: “Que se pierdan no es un signo de derrota necesariamente. Preferimos ganarlas, pero no es un signo de crisis de los proyectos. Lo fundamental es cuánto de alto se pone el suelo mínimo de derecho, de inclusión de democracia, de redistribución de la riqueza a partir del cual los que después llegan al poder tienen que seguir construyendo” y agregó que “tal es así, que algunas de las derechas de la región mantienen algunos de los avances sociales hechos por los gobiernos populares. Y uno puede decir piensan fragmentarlos, bueno sí pero que los mantengan ya es un dato. La gente ya no lo siente como algo que le dio un partido político sino como un derecho y eso es una victoria cultural nuestra”. “Hay una disputa por el sentido y por la construcción de una articulación de las diferentes ilusiones, esperanzas y expectativas. Frente a la promesa de que a uno individualmente le puede ir mejor en la ley de la selva, nosotros debemos restablecer la promesa de que nos va mejor cuando nos cuidamos, que nos va mejor cuando construimos comunidad, cuando restauramos lazos de solidaridad, cuando hay instituciones más sólidas, y que nos va mejor a todos. Ojalá tuviéramos oligarquías que entendieran que va también en su beneficio contribuir a la cohesión social y al desarrollo nacional. Pero si no lo entienden, hay que construir las mayorías que tengan la fuerza como para imponerlo democráticamente”. La crisis del capitalismo El ex ministro de economía Axel Kicillof se explayó sobre la crisis que tuvo comienzo en 2008 y de la cual aún hoy sufrimos consecuencias. “El mundo está atravesando una de las crisis económicas más graves, más importantes y más profundas de toda la historia del capitalismo”, aseguró. Para el diputado nacional la crisis no terminó con el salvataje del Estado hacia los bancos: “A fines de 2010 la crisis se desplaza con furia a Europa y 2011 es un año de desastre en Europa en general, pero particularmente para los países más débiles: Portugal, Irlanda, Grecia y España”, países a los que el Fondo Monetario Internacional llama cerdos (PIGS). “Dicen que esos países vivían por encima de sus posibilidades. A mí me sorprendió cuando fui a España a

Nacionales, Opinion, Portada

Macri y la “revolución cultural”

Fuente: Edgardo Mocca | Página 12 Fecha: 27 de AGOSTO 2017 Del estado de alerta en las horas previas a las elecciones, el gobierno pasó a un ataque de euforia y a una sensación de impunidad que inunda el clima político argentino. Estaba claro –fue señalado en esta columna el día mismo de la votación– que la importancia central del resultado electoral no consistía en sus consecuencias institucionales, o en el anticipo de sus posibles consecuencias en octubre, sino en el mensaje político que esas elecciones emitieran. El macrismo trabajó intensamente tanto en evitar un resultado electoral claramente adverso, como en construir una interpretación propia de ese resultado. La inolvidable noche electoral del 13 de agosto fue la puesta en escena de ese proceso de construcción. Y sus consecuencias empezaron a verse en las horas siguientes. En la CGT se desarrolló pocas horas después el intento de sus sectores más conciliadores de borrar del mapa la movilización anunciada para el pasado martes; esa decisión hubiera significado ni más ni menos que la convalidación sindical de la interpretación macrista de la elección. El vergonzoso operativo político-judicial contra el juez Freiler –que contó con la estelar participación de los jefes de dos de los tres poderes del estado argentino– es una manifestación de cómo entendió Macri el resultado. “Entendimiento” no alude a una comprensión racional de los números, sino a un postulado táctico–estratégico: hay que comprender lo sucedido como un triunfo drástico y como la llave para destrabar los obstáculos políticos del rumbo neoliberal adoptado. El macrismo se orienta hacia una práctica cada vez más autoritaria. Se acumulan las pruebas en ese sentido; la actuación de la ministra Bullrich ante la desaparición forzada de Santiago Maldonado es tal vez la más elocuente: las leyes, los organismos internacionales e incluso los hechos ampliamente comprobados parecen no interesarle mayormente a la ministra que parece estar segura de su absoluta impunidad. La fórmula preelectoral del macrismo hacia octubre parece combinar un fuerte impulso “estacional” a la obra pública, un intento de aminorar el mal humor popular (hasta que votemos podremos mirar el fútbol por televisión y pagar las tarifas de los servicios en cuotas), con una escalada intensa de agresión a las oposiciones políticas, sindicales y sociales. Parece ser el momento elegido para avanzar en una batalla cultural sobre qué país somos y hacia dónde tenemos que ir. Algunos dicen que hay una novedad histórica en el macrismo; es perfectamente aceptable, todo acontecimiento político –en este caso la conquista por la derecha del gobierno a través de la vía electoral– produce una novedad. Lo que es decididamente inaceptable es que lo nuevo esté en el libreto que organiza la política. Sus temas son los de siempre: la modernización argentina significa postergación de los trabajadores, debilitamiento de la industria nacional, entrega de los recursos naturales, endeudamiento ilimitado, represión de la protesta, flexibilización laboral, desregulación general de la economía. Todo envuelto en el gran recurso retórico de proponer este rumbo y sus consecuencias como una “transición”, después de la cual nuestro país se convertirá en Australia. Por supuesto el libreto reserva un lugar a sus adversarios ideológicos: el de la corrupción, el engaño, la violencia y todo cuanto una sociedad tiene que rechazar. Si hay un esfuerzo honesto por registrar los hechos históricos argentinos de por lo menos varias décadas a esta parte, la coherencia histórica del proyecto de los grupos dominantes no se puede ignorar. La realidad íntima de Cambiemos no está en los guiones que prepara Durán Barba, está en la roca dura ideológica del establishment local y global. Cada tanto lo actualizan la Sociedad Rural, IDEA y otras autoridades culturales de la nación. El ataque es contra la “diferencia argentina”. Esa estructura material y cultural que se empezó a construir a mediados de la década de los 40 del siglo pasado. En pocas palabras esa estructura podría definirse como industria nacional, trabajo digno, sindicatos fuertes, derechos sociales, estado activo en la redistribución de la renta. Eso es lo “antiguo” que vienen a destruir los “modernos”. Es la vieja querella, el empate hegemónico del que habló en su tiempo Juan Carlos Portantiero. Es la enorme dificultad histórica de las clases dominantes de destruir ese nuevo tejido, esa nueva conformación cultural de la Argentina, eso que Halperín Donghi llamaba “la larga agonía de la Argentina peronista”. Si hay algo central en el discurso del presidente es su obsesión por el mundo del trabajo. Extraña circunstancia: al movimiento obrero hace mucho que se lo da por desaparecido. Y se lo hace desde distintos ángulos; desde el protagonismo de nuevos colectivos sociales, desde la supuesta pérdida de peso de la condición asalariada, desde la burocratización de los sindicatos, desde la corrupción de sus dirigentes, desde la denuncia de “prebendas” para distintos sectores trabajadores, etc. Sin embargo, parece que la munición gruesa apunta hacia ahí. El debilitamiento del movimiento obrero parece haber sido colocado como la madre de todas las batallas. Es el reconocimiento de una verdad elemental y hace rato reconocida y estudiada: la de que toda la extraordinaria riqueza acumulada por los pequeños círculos oligárquicos del mundo tiene su fuente y su razón en el trabajo de los seres humanos. En esa capacidad de transformar el mundo material de acuerdo a un plan previo que es nuestra exclusividad en el mundo de los seres vivos. La movilización del 22 finalmente tuvo lugar. Muchas serían las observaciones posibles de los problemas que afronta el mundo sindical argentino. Pero la sola realización, multitudinaria además, del acto de masas en la Plaza de Mayo es un triunfo del campo que enfrenta la política del macrismo. La idea de sobreponer un determinado resultado electoral a una protesta legítima de los trabajadores es claramente insostenible: un treinta y pico por ciento de los votos estaría autorizando cualquier atropello estatal en cualquier orden de las cosas. Lo que se está jugando no es eso. Hay una determinación gubernamental, fuertemente alentada desde los grandes grupos económicos de avanzar contra los derechos legales de

Economia, Nacionales, Portada

¿Hacia dónde vamos?

Fuente: Carlos Heller | Tiempoar Fecha: 26 de AGOSTO 2017 El ALCA recibió su sentencia de muerte en aquellas memorables jornadas de la Cumbre de las Américas de 2005, en Mar del Plata. Pero en la actualidad el presidente Mauricio Macri desea reflotar sus ejes esenciales. Bajo otros formatos, pero con los mismos objetivos. Es así que intenta a toda costa firmar el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, o integrarse a la Alianza del Pacífico. Pero la realidad se encarga de mostrar los problemas a los que se enfrentan las naciones en desarrollo como nuestro país que se embarcan en estos procesos. Un claro ejemplo fue la visita del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien se deshizo en elogios para el gobierno de Macri. «Vemos a la Argentina como líder de la región», sostuvo Pence, seguramente con la mira puesta en las conversaciones que tendrían sobre Venezuela. Verdaderas relaciones de amistad. Pero al tratar las cuestiones comerciales, la postura de su país no otorga concesiones: para poder exportar limones a Estados Unidos, se debe ofrecer algo a cambio. De allí que su visita resultó gananciosa para Estados Unidos: Macri levantó barreras arancelarias a la importación de carne de cerdo, luego de 25 años. Hasta la Sociedad Rural, que se ha convertido en uno de los más entusiastas defensores del actual gobierno, se expresó en contra de esta medida. Si tal negociación con el vicepresidente estadounidense parecía perdida para la Argentina, la decisión de dicho país de colocar aranceles de hasta el 64% sobre el biodiésel importado de Argentina resultó un balde de agua fría. La casi totalidad del biodiésel producido en nuestro país se exporta a este destino. Argentina estaría obteniendo una posibilidad de exportar limones (a lo sumo por U$S 300 millones anuales), mientras que el biodiésel, que tiene un mayor valor agregado y genera ventas externas por unos U$S 1200 anuales, es rotundamente rechazado por aquellos países en los cuales nuestro gobierno desea negociar. Para peor, la Unión Europea acaba de postergar la reducción de los derechos antidumping contra las exportaciones argentinas de biodiésel a pesar de que un fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) determinó que esa medida no se ajusta a la normativa internacional. ¿Cuáles serán las consecuencias que nos esperan de formalizarse los acuerdos de integración que persigue Macri? El resultado, a la vista. Escuela de ideología El reciente Consejo de las Américas fue precedido por el comunicado de las grandes cámaras empresarias en el cual reclamaron una justicia transparente. Las asociaciones entre las que se cuentan ACDE, ABA, AEA, Amcham, IDEA y la SRA, justificaron su pedido: «De esta forma, se generará la confianza necesaria de la ciudadanía en el Poder Judicial y por ende, el clima adecuado para el desarrollo de las empresas y la atracción de inversiones de largo plazo que generen empleo digno y sostenible». Toda una definición. Con tal antecedente, la cuestión de la inversión y las reformas necesarias para «atraerla», entre ellas la laboral, fueron el eje de las discusiones en el Consejo de las Américas. El vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, sostuvo: «Hay algunos temas urgentes que deben ser abordados. Una rebaja en serio de los aportes patronales para bajar el costo laboral. Flexibilizar las condiciones de contratación y despido, porque si no será imposible generar empleo. Y descentralizar las negociaciones colectivas, para discutir por empresa o por sector». Para redondear la idea, Cristiano Rattazzi, titular de Fiat, agregó: «Claro que aparecen temas como la reforma laboral en Brasil y te plantea un gran desafío en la búsqueda de mayor competitividad. Hoy estamos entre los primeros 20 países del mundo de casualidad, agradezcámosles a Menem y Cavallo por estar ahí». ¿Será el país de los ’90 al que aspira Rattazzi cuando sostiene que hoy somos un país normal? Otros, en forma más indirecta, se centraron en los costos: para Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU): «Un cajero de un súper gana en la Argentina 250 dólares más que en España. Después no nos sorprendamos de que las cosas sean más caras acá que en Europa». De la ganancia empresaria como un gran componente del costo de los productos en nuestro país, ni una sola mención. El broche de oro fue el del representante del FMI, Alejandro Werner, que alabó el cambio producido en Argentina, con datos más que optimistas, una visión que sólo suelen obtener los gobiernos que aplican los programas del Fondo a rajatabla. Estos avances a favor de la flexibilización laboral ratifican los motivos de la movilización del 22 de agosto de la CGT, la CTA y otras organizaciones gremiales y sociales. Los trabajadores se congregaron en contra de la reforma laboral, de la promovida reforma previsional y contra un modelo que genera desempleo y profundiza el ajuste. Un ajuste que ya está en marcha pero por razones electorales se está dilatando para después de octubre. Como la reciente decisión de pagar los servicios energéticos en cuatro cuotas, que se superpondrán con las aumentadas tarifas en noviembre y diciembre. El único orador, el triunviro Juan Carlos Schmidt, expresó: «Estamos frente a un Estado ausente, un Estado que hace rato que se olvidó de proteger al hombre que se levanta a la madrugada y construye con grandeza esta nación. El trabajo es un derecho. El desempleo y la caída del salario es la moneda que explica el fracaso de cualquier plan económico». La decisión de Macri de despedir a dos funcionarios vinculados a la CGT es una muestra más de que se intenta disciplinar la resistencia social y a los sindicatos díscolos. Incluso utilizando el poder que le otorga al gobierno el manejo de la caja de las obras sociales. Presiones inaceptables, que exceden la línea del respeto a las instituciones republicanas, supuestamente tan defendidas por Cambiemos. La reforma laboral de Brasil es tomada por muchos grandes empresarios como una referencia para Argentina. Casualmente, el gobierno de Michel Temer, con el

Nacionales, Politica, Portada

Un nuevo show pensando en la campaña

Fuente: Raúl Kollman | Página 12 Fecha: 24 de AGOSTO 2017 El ex canciller Héctor Timerman viajó en forma pública a la ciudad siria de Alepo a fines de enero de 2011, se encontró allí con el presidente Bashar al Assad porque el mandatario estaba en su residencia de invierno y no en la capital, Damasco. No hubo ninguna reunión con el canciller iraní, Alí Akbar Salehi, y ni siquiera se habló de la cuestión de la AMIA con el presidente Assad. Sin embargo, el diario Clarín intentó ayer montar un nuevo show, en sintonía con el Gobierno, el fiscal Gerardo Pollicita y la DAIA en base a una testimonial del ex embajador argentino en Siria, Roberto Ahuad. El diplomático quiso plantar judicialmente que el viaje a Alepo fue secreto, aduciendo que “tiempo después se enteró por funcionarios sirios que Timerman estuvo en Alepo”. Su segundo, el cónsul Alberto Pezzoni lo desmintió en la misma causa judicial: el diplomático declaró que “todos sabíamos que viajaba a Alepo”. Más contundente todavía es que la agencia Télam y la agencia oficial siria informaron, al día siguiente, de la visita y la reunión en Alepo entre el canciller y el mandatario. Incluso, el propio Ahuad escribió un informe en la misma fecha dando cuenta del viaje –nada secreto– de Timerman a Alepo. O sea que todo fue público y el entonces canciller no se vio con ningún representante iraní ni habló del tema AMIA durante su estancia de un día en la histórica ciudad siria. Los abogados de Timerman, Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, pidieron ya hace un tiempo copia de la declaración de Ahuad y preparan una denuncia por falso testimonio. El objetivo de toda la maniobra desplegada ayer nuevamente es apuntar contra Cristina Kirchner y contra el ex canciller Timerman imputándoles delitos insólitos como traición a la patria o encubrimiento, argumentando que le dieron una supuesta ayuda a los sospechosos iraníes del caso AMIA. La idea-base es que hubo negociaciones secretas con Irán para garantizarle impunidad a los iraníes a cambio de un espectacular incremento en el comercio entre los dos países. Este supuesto acuerdo pergeñado en Alepo fue denunciado, por primera vez, por el fallecido periodista José “Pepe” Eliaschev. A raíz de su nota periodística, el fiscal Alberto Nisman lo citó a declarar y cuando le pidió alguna prueba, Eliaschev reconoció que tenía. El desmentido más categórico es que, en los hechos, lo que dijeron que se había acordado nunca se concretó: Los sospechosos iraníes siguen con órdenes de captura con alertas rojas. Y el secretario general de Interpol, el norteamericano Robert Noble, declaró que nunca hubo ninguna gestión ni de Timerman ni de ningún funcionario argentino para levantar esas capturas ni las alertas rojas. “Todo eso es falso”, le dijo Noble a PáginaI12 y a The Wall Street Journal cuando Nisman denunció a CFK y al ex canciller por gestionar un supuesto beneficio para los iraníes. En ningún momento hubo compras de petróleo iraní. El argumento era que la Argentina padecía una crisis energética y entonces el petróleo persa venía al rescate. La realidad es que el oro negro de Irán ni siquiera se podía refinar en la Argentina. Tampoco se produjo incremento en el comercio entre los dos países. Por otra parte, el memorándum con Irán se hizo público y fue votado tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, de manera que no fue un tratado secreto. El ex embajador Ahuad declaró hace más de un mes, pero Clarín armó el show recién ayer, incluso adelantando que el fiscal Pollicita pedirá a fin de mes que CFK y Timerman sean citados a indagatoria. Todavía no se sabe si por el delito de traición a la patria o por encubrimiento, pero parece que la alianza político-mediático-judicial funciona a pleno. La secuencia de hechos relacionados con el viaje a Alepo fue la siguiente: Durante la asunción de Dilma Rousseff, el 1 de enero de 2011, funcionarios de la cancillería de Siria invitaron a Timerman a visitar ese país y a reunirse con Al Assad. La decisión de realizar la visita fue transmitida a la embajada de argentina en Siria, por cable oficial, el 3 de enero de 2011. El viaje se concretaría a fin de ese mes. Cuando Timerman llegó a Damasco se reunió con su par sirio, pero el presidente Al-Assad lo invitó a visitarlo en su residencia de invierno, en Alepo. Timerman aceptó la invitación y no llevó a Alepo al embajador Ahuad porque el encuentro sería a nivel del presidente y el canciller. Timerman partió por la mañana y volvió a la tarde. Vio al mandatario y luego caminó por el centro de la ciudad, por entonces una de las reliquias históricas de la Humanidad. Hoy, parte de los monumentos fueron destruidos por Isis. Al atardecer, el canciller volvió a Damasco, donde lo esperaba Ahuad. En toda la jornada no se encontró ni con el canciller de Irán ni con ningún funcionario del país persa. Tampoco habló con Al Assad sobre el atentado contra la AMIA. Los temas tocados fueron esencialmente el conflicto de Malvinas, la parálisis del proceso de paz entre Israel y los países árabes, el armado de una cumbre árabe-latinoamericana, en Perú, y la evolución de la comunidad siria de la Argentina. El viaje nunca fue secreto. Lo publicaron Télam, la agencia oficial siria SANA y, como declaró el cónsul, fue conocido por todos los funcionarios diplomáticos. El cable de Télam fue reproducido por numerosos medios, hasta en Infocampo. Resulta curiosa la declaración del ex embajador Ahuad. En primer lugar dijo que “tiempo después” se enteró que el viaje de Timerman dentro de Siria fue a Alepo. Y el mismo Ahuad firma un cable del día posterior, CA EASIR 010042 2011 de fecha 25 de enero de 2011, en el que relata en detalle el viaje del canciller a Alepo. Las curiosidades siguen. Ahuad sostuvo en su declaración que “funcionarios sirios”, a los que no identifica, le dijeron que

Nacionales, Opinion, Portada

La era de la mitocracia

Fuente: Ricardo Ragendorfer | Revista Zoom Fecha: 23 de AGOSTO 2017 En su cuadro La perfidia de las imágenes (1928), René Magritte exhibe una pipa con la siguiente frase: “Ceci n’est pas une pipe (‘Esto no es una pipa’)”. Fue su modo de cuestionar la relación entre los símbolos y las cosas basada en la semejanza representativa. ¿Se puede aplicar dicho concepto a la administración de un país? ¡Si, se puede! Y va un ejemplo de reciente data: la forma bestial en que una horda de uniformados irrumpió en la comunidad mapuche de Cushamen justo antes de que Santiago Maldonado fuera secuestrado hizo que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, retomara aquella idea casi 90 años después, al señalar: “No hay indicios de que la Gendarmería haya actuado con violencia”, cuando un impactante video emitido por TV exponía precisamente su aterrador accionar. De igual manera, muchos funcionarios –incluido el propio Presidente– suelen negar hechos y circunstancias de la realidad aún existiendo imágenes y otros soportes documentales no menos elocuentes que prueban lo contrario. Es posible que ellos, pese a sus conductas surrealistas, jamás hayan oído hablar del célebre pintor belga, y que sus increíbles justificaciones fueran sólo fruto de un apego corporativo por el embuste. Pero con una frecuencia que supera el ejercicio razonable de la “posverdad”, tal como se le llama al reemplazo de información genuina por falacias con efectos emotivos. Porque el gran aporte del macrismo a la política fue haber ideado un sistema donde la falsificación de los registros fácticos ya es una razón de Estado. Y que podría denominarse “mitocracia”. Tanto es así que únicamente durante el lapso comprendido entre el 13 y el 17 de agosto los dos actos más sonados de la agenda gubernamental –junto a la ya mencionada exposición de la señora Bullrich en el Senado– estuvieron teñidas por esa tendencia; a saber: la manipulación del escrutinio de las PASO y la maniobra en el Consejo de la Magistratura para suspender y enjuiciar al camarista federal Eduardo Freiler. Por su sofisticación en el campo de la dramaturgia y también debido a la presencia en su trama de figuras estelares vinculadas a los tres poderes de la República, este último caso es a todas luces digno de ser reconstruido. A la hora señalada La primera escena de esta historia se remonta al mediodía del 10 de diciembre de 2015, cuando el flamante presidente Mauricio Macri leía su discurso ante la Asamblea Legislativa. Entonces, tras un leve carraspeo, de pronto soltó: “En nuestro gobierno no habrá jueces macristas. A quienes quieran serlo les digo que no serán bienvenidos si quieren pasar a ser instrumentos nuestros”. Y una salva de aplausos estalló en el recinto. Dieciocho meses después, tras desayunar frugalmente en su oficina, el ministro de Justicia, Germán Garavano, decidió cancelar todas sus audiencias y también ordenó que no le pasaran llamadas. Salvo la que alguien haría desde el Consejo de la Magistratura. Su reloj marcaba las 9.00 de la mañana del 17 de agosto de 2017. En aquel mismo momento el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, recibía en su despacho a los senadores del Frente para la Victoria (FpV) Mario Pais, Ruperto Godoy y Virginia García. El clima era cordial pero tenso. La máxima autoridad judicial de la Nación debía tomarle juramento al primero de ellos por su ingreso al Consejo de la Magistratura en reemplazo del segundo, quien había sido eyectado de allí por no tener título de abogado. “El gran aporte del macrismo a la política fue haber ideado un sistema donde la falsificación de los registros fácticos ya es una razón de Estado. Y que podría denominarse ‘mitocracia’” Aquel asunto había tenido un vidrioso libreto previo. Y su “producción ejecutiva” corrió por cuenta del doctor Alejandro Fargosi, un propagandista de la última dictadura que supo representar al PRO ante dicho Consejo, además de haber sido postulado por el Gobierno para la Corte Suprema y ser asesor de Macri, mientras litigaba contra el país en nombre de un fondo buitre ante la CIADI (el órgano de arbitrajes del Banco Mundial) después de la recuperación de Aerolíneas Argentinas. Él fue quien denunció a Godoy por falta de diploma ante el juez en lo contencioso administrativo, Enrique Lavié Pinto, quien no tardó en darle la razón. La Cámara del fuero –también con rapidez– avaló la exclusión del senador y de inmediato ordenó ejecutar la sentencia. Lo cierto es que al diputado del PRO e integrante del Consejo, Pablo Tonelli, le había asombrado gratamente la celeridad del doctor Lavié Pinto, dado que en su caso personal no podía sentir lo mismo: desde el año pasado el juez desatendía una denuncia contra él por “usurpación” en ese cuerpo de una banca que el FpV tenía asignada hasta 2018. De modo que la Corte Suprema tuvo que tomarle juramento en un acto sorpresa realizado en febrero de 2016 casi a hurtadillas, sin invitados y después de firmar una acordada igualmente subrepticia, que convalidaba la votación de los consejeros macristas sin tratar un planteo de los disidentes. Ahora, durante la mañana de ese jueves, a Tonelli se lo veía ansioso. El plenario del Consejo estaba convocado para las 10.00. Y el tema del camarista Freiler figuraba en la mitad del orden de aquel día. Tal vez entonces pensara en la manera de apurar esa cuestión. Mientras tanto en el despacho de Lorenzetti, los senadores advertían una deliberada lentitud del anfitrión. Y la urgencia de Pais por ocupar su flamante sitial en el Consejo para asistir al plenario –y así frenar la decapitación de ese magistrado– se tornaba dramático. Freiler encabezaba la lista de jueces “malditos” que Macri quiere echar porque no le agradan sus decisiones; éste, en su caso particular, incurrió en los siguientes pecados: haber insistido en la indagatoria de los popes de Clarín y La Nación por el despojo de Papel Prensa, resolver el apartamiento del juez Claudio Bonadío de la causa Hotesur y avalar la desestimación de la denuncia dibujada por el

Nacionales, Politica, Portada

Sufragio libre, secreto, obligatorio… y retocado digitalmente

Fuente: M. Escalada & A. Ronconi | El Disenso Fecha: 20 de AGOSTO 2017 Desde que Cambiemos asumió el gobierno nos fuimos acostumbrando a diversas “puestas en escena” como forma de política diaria. Esto mismo ocurrió en las PASO, a la manipulación de datos, signada por una carga selectiva que priorizó los distritos donde ganaba Cambiemos, se sumó el freno al cómputo de datos ante la irreversibilidad de los resultados, y la falsificación de los telegramas del Correo, que son documentos electorales. De esta manera Cambiemos tuvo su festejo ganador al cierre de los comicios, aunque los números reales no los habían acompañado. El proceso El domingo pasado, al cerrarse las mesas, la mayoría de las autoridades electorales completaron un telegrama volcando exactamente los mismos valores que los consignados en el acta electoral. Ese telegrama fue transportado por el Correo hacia los CTD, “Centros de Transmisión Digitalizada”, donde empleados se ocuparon de abrir las bolsas, escanear los telegramas y enviarlos al centro de cómputos. Según la información brindada desde el Correo Argentino, las computadoras utilizaron para el escaneo un software llamado “digidoc”. De acuerdo a las medidas de seguridad publicadas en Information Technology, las PC utilizadas están validadas por MAC Address e IP, y solo admiten el logueo de un usuario único que es el autorizado para realizar la carga, que desde 2015 también es grabada por un sistema de circuito cerrado de video. Una vez escaneado, el archivo TIFF es validado con firma digital PKI. Si el telegrama está correcto, se imprime; luego, su imagen va a Indra, donde se llevará a cabo el escrutinio provisorio. Si, por alguna razón, la imagen no está clara o no es validada electrónicamente, Indra envía el archivo a su “Centro de Incidencias” donde los verifican nuevamente. ¿Qué es un retoque digital? Seguramente viste, en las fotos de campaña y publicidad de Cambiemos, como los funcionarios lucen inmaculadas sonrisas, no tienen ojeras, arrugas ni canas, y sus rostros ostentan una juventud imperturbable que podría envidiar el propio Dorian Gray. Pero no, no son así en la vida real. Para lograr eso semblantes ficticios modifican digitalmente las imágenes, utilizando generalmente un programa llamado Photoshop, que permite realizar cambios de manera casi imperceptible, siempre dependiendo de la calidad del operador del software. Ahora veamos algunos de los telegramas que originaron esta nota. El lunes te contamos que habíamos encontrado 270 telegramas en la Provincia de Buenos Aires que tenían 0 (cero) votos para Unidad Ciudadana, en distritos como La Matanza, donde desde el vamos CFK arranca con una base muy solida de votantes. Para el martes, ya habíamos detectado más de 1300 telegramas con irregularidades semejantes, una situación que no registra precedentes desde la consagración del voto secreto, universal y obligatorio. Resultados retocados digitalmente En el siguiente telegrama se puede observar que los campos completados con triple cero “000” difieren en tamaño, grosor y grafía del resto de los números plasmados en la misma planilla, se trata en efecto de la supresión de los votos que muchos ciudadanos emitieron, tanto a Unidad Ciudadana como a otros partidos opositores. Es evidente que esos campos fueron completados con un elemento diferente y por una persona distinta a la que rellenó el resto de la planilla. Los pasos para llegar a esta versión “trucha” del telegrama serían: escanearlo, borrar digitalmente el contenido del casillero donde estaban los votos de Unidad Ciudadana, imprimir nuevamente el telegrama, rellenar los espacios con triples ceros y, finalmente, volver a escanearlo. EJEMPLO DE FRAUDE AGREGANDO NÚMEROS EN LA MESA 334 DE VICENTE LÓPEZ En el telegrama que sigue podemos observar como la herramienta de borrado del Photoshop se fue del cuadro original del telegrama, borrando también partes del contorno inmediato inferior donde dejó una “huella” junto con segmentos de los números originales. Estos errores son la huella de una adulteración digital perpetrada por un operador de software que, quizás por falta de tiempo, no supo realizar una edición prolija y profesional de la imagen. RASTROS DE BORRADO EN EL TELEGRAMA DE LA MESA 32 DE TANDIL Un trabajo sistemático Cada elección tiene sus aventureros del fraude, bagayeros de pequeña escala que por cuenta propia adulteran una planilla, sin ir más lejos ha llamado la atención que en las mesas presididas por el primo de Carolina Stanley o por la funcionaria y ex esposa del candidato Guillermo Montenegro, hayan desaparecido votos de Unidad Ciudadana. Sin embargo, considerando la metodología y escala de las maniobras aquí expuestas solo pueden ser cometidas por un grupo de gente trabajando coordinadamente desde el interior de Indra, cuya dirección ocupa hoy un histórico empleado de SOCMA, la empresa insignia de la familia Macri. En la escala en la que fueron realizadas estas maniobras en las PASO, su incidencia sobre el escrutinio provisorio habría afectado el resultado, aproximadamente, en un 3%, principalmente en perjuicio de Unidad Ciudadana. No obstante el mecanismo como tal no tiene límites y podría implementarse a mayor escala si no se toman los recaudos indispensables para evitar que en el futuro estas manipulaciones, catalogadas por Stolbizer como “una picardía” y por Juan Manuel Abal Medina, suplente de Anibal Fernandez en el senado, como “un uso muy inteligente de la presentación de los datos”, socaven el espíritu y la tradición democrática argentina. ¿Podría simplemente haberse hecho con un corrector y re escaneando los telegramas? Si, pero hubiese llevado más tiempo y este sistema es a contra reloj por lo que la implementación más rápida es a través del retoque digital. En algunos casos fueron los propios presidentes de mesa quienes denunciaron esta situación públicamente, señalando que el escaneado del telegrama no se condecía con el que habían enviado al Correo Argentino. Otra vez sopa… Desde el oficialismo pusieron al mal tiempo buena cara, y aprovecharon cada consulta por irregularidades en las PASO para achacarle a la oposición la responsabilidad de haber rechazado el proyecto de voto electrónico. En una investigación previa de El Disenso, “Los dueños del voto“, demostramos los riesgos de ese sistema que extranjeriza

Nacionales, Opinion, Portada

Macri: diferencia entre Poder y Hegemonía

Fuente: Jorge Alemán* | La Tecl@ Eñe Fecha: 18 de AGOSTO 2017 Son los distintos analistas que a partir del triunfo electoral se interpelan por la eficacia de la cultura macrista y especialmente por su eficacia política. En muchos casos se suele insistir en que la oposición es negligente y descuidada a la hora de desentrañar la lógica de dominación macrista. Según esta vertiente, las burlas y las críticas de nuestro «bando» no toman en serio ni como corresponde, el funcionamiento del dispositivo macrista en sus verdaderos alcances. Describamos algunos de estos aspectos y su posible eficacia. 1) El clima de contemporaneidad que rige su escenografía, discursos plagados de sintagmas de la autoayuda, un régimen de stand up generalizado que apela permanentemente a las potencialidades del «individuo», músicas livianas, cuerpos de bicisendas, calidad de vida new age, etc . Alentando siempre la idea de que lo «otro» es arcaico y ya abandonado por la historia. 2) El «funcionamiento en equipo» que a su vez no borra las individualidades, el estilo descontracturado de permanente progreso donde fracasar es imposible y donde la Capital Federal es la caja de resonancia perfecta para este espíritu de los tiempos. 3) La Señora Vidal, tal vez su máximo capital simbólico, de apariencia virginal, despojada de todo interés personal y de toda referencia a la interpretación política y siempre amenazada por lo oscuro de fuerzas terribles: las mafias y el narco, que tienen como condición para mantener su potencia amenazante el no ser nunca nombradas en su especificidad. 4) La permanente preocupación por el dolor de los otros, el sufrimiento que esto les procura y la apelación a inventar actividades emprendedoras para como lo suelen explicar los manuales, aprovechar la desgracia para reinventarse en una nueva actividad exitosa. No obstante estos gestos que consolidan la idea de que la clase media es el vector que unifica y estabiliza a la nación está siempre asediada por lapsus, deslices en la enunciación y distintos gestos y fórmulas de desprecio clasista que permiten el retorno de lo reprimido, retorno que revela un arcaico y antiguo rechazo por lo popular. Son los puntos de fuga del dispositivo macrista. Pero la tesis que nos proponemos defender es que esto no procede de una inteligencia macrista ni de asesores ultra especializados que saben manipular a las masas en su favor. Son los propios dispositivos del Neoliberalismo, su régimen de Poder, el que ha producido una novedad a escala mundial. Una novedad que ha tardado sin embargo mucho tiempo en prepararse, como suele ocurrir siempre con las novedades. Esta novedad consiste en haber logrado desconectar el malestar económico- social de cualquier modalidad emergente de un proyecto transformador. Dicho en otros términos, el Neoliberalismo es una mutación del Capitalismo donde la relación con la Causa está rota hasta nuevo aviso. O en términos marxistas “las contradicciones» no son ya operativas. En este horizonte hay una «mala noticia”, la maquinaria capitalista logra como lo indica la palabra “Dispositivo” poner todo a disposición, contaminando a la política con lo que llamaríamos “ultrapolítico», a saber: infiltrando a la política clásica con fenómenos identificatorios, fantasmáticos. Estos fenómenos se captan mejor cuando se observa el exterior constitutivo del macrismo: el espectro kirchnerista y sus equivalencias metafóricas en Venezuela y el Populismo. A la “hipermodernidad» macrista la amenaza un futuro que viene del pasado: la experiencia nacional y popular. Toda su supuesta contemporaneidad sobreactuada cruje cuando vislumbra que el proyecto popular no está muerto. Entre otras cosas, porque la verdadera experiencia moderna y republicana aconteció bajo el kirchnerismo. «A la ‘hipermodernidad’ macrista la amenaza un futuro que viene del pasado: la experiencia nacional y popular. Toda su supuesta contemporaneidad sobreactuada cruje cuando vislumbra que el proyecto popular no está muerto. Entre otras cosas, porque la verdadera experiencia moderna y republicana aconteció bajo el kirchnerismo… Los políticos macristas son mediadores evanescentes e intercambiables que cuentan con jugar con la corriente a favor de una maquinaria neoliberal con una potencia en la producción de nuevas formas de subjetividad…» Los políticos macristas son mediadores evanescentes e intercambiables que cuentan con jugar con la corriente a favor de una maquinaria neoliberal con una potencia en la producción de nuevas formas de subjetividad, que encuentra su ejemplo mayor en aquellos que son capaces de atentar contra sus propios intereses por odio hacia los otros. En este aspecto el macrismo es una variante con su propia especificidad, del poder neoliberal y no una hegemonía. La Hegemonía siempre se construye con lo que «no hay «, con el vacío como punto de partida, por ello nada va a «volver» y está todo por reinventar. Su condición primera es no tener como punto de partida el régimen de dominación neoliberal y por tanto verse obligada a construir con fragmentos una voluntad contra hegemónica. Algo bien diferente del poder homogeneizante de la maquinaria capitalista. Ardua y desigual tarea si se tiene en cuenta el dispositivo mediático -judicial a disposición de la trama neoliberal. *Profesor honorario de la UBA, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (España) y de la Escuela de Orientación Lacaniana (Argentina).

Nacionales, Opinion, Portada

Danza con globos

Fuente: Carlos Rozanski* | Página 12 Fecha: 15 de AGOSTO 2017 Las elecciones del domingo pasado en nuestro país transcurrieron con particular tranquilidad y entusiasmo. Millones de personas fueron a los lugares indicados, con distintas expectativas, pero una actitud que los abarcó a todos, que fue la de la conciencia de ejercer su derecho a expresarse. Era un día feliz, y como se suele decir, una fiesta de la civilidad. Por la noche, la mayoría de los votantes se sentaron en sus casas frente a los televisores, para saber si el resultado obtenido coincidía con sus sueños. También, muchos dirigentes y militantes se acercaron a los respectivos “bunkers” para el tradicional “aguante”. Cada medio de comunicación, desde sus propios intereses e ideología, desarrollaba los títulos que ilustraban las pantallas. A la hora señalada, 9 de la noche, los argentinos estábamos pendientes de lo que se había prometido, que eran los números oficiales de la votación realizada. Mientras, una muy selecta minoría, quienes tienen el poder formal y quienes manejan los hilos del poder real, se dedicaban a otra tarea. Ponían en marcha un plan siniestro, cuidadosamente elaborado, que consistía en una puesta en escena, de música estridente, baile contagioso, canapés elegantes, y miles de globos de colores cayendo desde un alto techo. No interesó en ningún momento, cuando se pensó el programa, el verdadero resultado de la votación popular. Porque siempre bailarían ellos, los dueños de los globos. Eso, porque si realmente hubieran ganado –en uno o más lugares del país–, los discursos serían de agradecimiento, felicidad, plenitud, amor y comprensión. Y si hubieran perdido –en uno o más lugares del país–, el escenario previsto era idéntico. Agradecimiento, felicidad, plenitud, amor y comprensión. Y semejante ficción era posible porque, quienes desde el poder —formal y real—, y desde la propiedad de los principales medios de comunicación –varios manchados con la sangre de las víctimas del terrorismo de Estado–, contaban con una patética condición, la eficiencia de su psicopatía. Porque sólo individuos sin conciencia, sin remordimiento alguno, sin sentimiento de culpa, y sobre todo sin que les importe un milímetro el prójimo, pueden ser capaces de planificar lo vivido en nuestro país, desde las 21 horas del domingo hasta las 4,30 de la madrugada del lunes. Con órdenes precisas y muy fríamente calculadas, se dosificó la información no sólo para transmitir una imagen ganadora, sino que, aun habiendo perdido, como les constaba, en la provincia de Buenos Aires, festejaron eufóricos un supuesto triunfo en el distrito más importante del país. Y entonces, los canapés, las bebidas, la música y el baile, invadieron cada espacio del elegante lugar, en una sádica escena en la que la realidad –haber perdido– no tenía ninguna importancia. Y luego de la excitación típica de los triunfalismos planificados, se fueron. Los trabajadores del lugar, comenzaron a pinchar los globos que quedaban en el piso y a barrer el salón. Se apagaron las luces. Lejos de allí, desde Salta hasta Tierra del Fuego, millones de argentinos, sorprendidos por el espectáculo presenciado, veían a altas horas de la noche, que las pantallas de sus televisores mostraban un cambio que sería irreversible en los resultados de la provincia de Buenos Aires. Fueron tomando conciencia que los dueños de los globos los habían engañado. No sólo con los números de la provincia ni con el manejo brutal de la información, sino con el fraude social de quien, sin remordimiento alguno, subestima y daña gravemente a la gente y a la institucionalidad. Porque millones de ciudadanos que confían en la democracia y en el voto popular fueron estafados, aunque por suerte, por poco tiempo. Ello, ya que el pueblo, más temprano que tarde, va a triunfar sobre la perversión de un puñado de psicópatas que sólo disfrutarán un rato de una gloria, tan efímera como los globos de colores que se fueron pinchando el domingo a la noche. * Ex juez federal.

Scroll al inicio