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Elecciones en Estados Unidos: final anunciado

Fuente:  Santiago O’Donnell / Página/12 Fecha: 9 de noviembre de 2020 Al final no hubo crisis institucional, ni sangrienta revolución en las calles, ni derrumbe democrático. Donald Trump pataleó, demandó, insultó y amenazó como si fuera un personaje despedido de su propio show.  Mientras tanto el traspaso de poder real a Joe Biden no lo pronunció ninguna corte electoral, ni organismo oficial, ni siquiera los propios candidatos.  Ocurrió cuando las cadenas de televisión, agencias de noticias, portales de diarios y demás reconocidos medios de comunicación empezaron a informar, casí al unísono, que según sus cálculos, el candidato demócrata había alcanzado los 270 electores.  La cantidad necesaria para hacerse elegir presidente.  A partir de entonces, esos medios empezaron a llamarlo “presidente electo Biden”. El primero en declarar ganador a Biden había sido la cadena CNN a las 11 y 24 del sábado, horario de la costa este. Durante el minuto siguiente hicieron el anuncio las cadenas NBC, CBS, ABC y el sitio de noticias MSNBC. A las 11:36 fue el turno del Washington Post y a las 11:40, en la voz de su presentador más respetado, Chirs Wallace, se pronunció la cadena Fox News. Si quedaba alguna duda se terminó de despejar cuando la propia Fox, principal arma mediática de Trump, dejó colgado durante horas una chapa roja en la esquina inferior de la pantalla, con la leyenda “Biden presidente electo». Y ahí se acabó todo. O sea, en determinado momento, el avance del conteo llevó a cinco, seis o diez instituciones privadas e  independientes de los tres poderes del gobierno, en base a su demostrable experiencia en la recolección y publicación de información de actualidad, llegando casí todos al mismo tiempo, o sea con mas o menos las mismas fuentes de información, a anunciar que había ganado Biden.  El traspaso de poder fue instantáneo, inmediato e inapelable y aún no había intervenido ni un solo actor estatal. Ni siquiera el presidente electo, que acompañaría con un tuit recién minutos después del coro de anuncios y que recién se mostraría en público muchas horas más tarde, después del anochecer La suerte está echada. Lo dice todo el nombre que los propios estadounidenses eligieron para nombrar esta etapa devaluada del mandatario actual. Lame duck. Pato rengo. Andá a protestar a tribunales, pato rengo. Ahora manda Biden, dice la realidad. No debería sorprender a nadie. Cuanto menos actúan las instituciones más fuertes son,  diría Althusser. No quiere decir que las instituciones estadounidenses sean buenas o malas, mejores o peores que las de Venezuela o Rusia. Pero tampoco parece prudente agarrarse de algunas demoras en procesar una inédita cantidad de votos por correo, en medio de una pandemia, más alguna protesta callejera alentada por un candidato mal perdedor, para concluir que esta elección fue algo más que una metáfora del derrumbe del imperio americano. Se va Trump, llega Biden, los procesos continúan. No cambia todo, tampoco cambia nada. El presidente anterior, Mauricio Macri, tenía una relación personal con Donald Trump que facilitó al país el acceso a importantes créditos. La relación siguió siendo buena bajo la presidencia de Alberto Fernández, quien había sido uno de los interlocutores habituales de la embajada estadounidense durante su gestión como funcionario de los gobiernos kirchneristas.  Los demócratas suelen llevarse bien con los gobiernos peronistas. Los latinoamericanistas del partido Demócrata tampoco son demasiados y en el gobierno hay quienes los conocen bien. Por lo que es muy probable que las relaciones sigan siendo buenas, sin mayores sorpresas.

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El tablero político israelí ante el próximo llamado a cuartas elecciones en dos años

Fuente: Daniel Kupervaser | Blog de Daniel Kupervaser Fecha: 9 de noviembre de 2020  Finalmente, le cayó la ficha a Gantz. “Yo ya tengo claro que Netanyahu no piensa cumplir la rotación en la función de primer ministro. Yo ya no le creo a Netanyahu”, confesó el primer ministro alternativo que tan solo unos meses atrás firmó un acuerdo de coalición con la promesa de intercambiar con Netanyahu la función de primer ministro elegido a fines de 2021 (Canal 12 TV, 6-11-2020). La mayoría de los analistas políticos coinciden que el llamado a nuevas elecciones a principios de 2021 es la única salida que puede despejar el callejón sin salida al que arribó este gobierno. Un gobierno que se caracteriza, no por sus políticas, sino por la impotencia en la toma de decisiones, resultado de la mutua neutralización de sus componentes. EL TABLERO POLITICO ISRAELI No por ser recurrente ni por recientes experiencias, vale la pena acentuar los caracteres muy singulares del tablero político israelí tal como se consolidaron el último año para tener una visión de las posibles, y no ficticias o ilusorias, alternativas de las fuerzas que podrían componer el futuro gobierno israelí. La conformación de un gobierno en el sistema parlamentario israelí, con una sociedad tan fragmentada políticamente, no depende mayormente de los resultados electorales de un partido en particular, sino mas bien del arte o habilidad de negociar coaliciones por parte de líderes de los partidos mayoritarios. Para arribar a conclusiones relativamente fundamentadas para estos tiempos, es necesario diferenciar dos aspectos que reflejan la conducta de los votantes y de los partidos políticos israelíes. El primer aspecto nos permite diferenciar claramente partidos políticos según la lealtad que su electorado tradicional le manifiesta a lo largo del tiempo. En este sentido diferenciamos entre partidos con “patrón de voto fijo” frente a partidos con “patrón de voto cambiante”. Los primeros agrupan mayormente a un núcleo homogéneo de población sobre la base de visiones o intereses muy claramente definidos que los hace diferenciar de los demás y su predisposición a acoplarse a coaliciones se condiciona estrictamente a la materialización maximalista de sus visiones o intereses. En este bloque debemos mencionar a la Lista Árabe Unida, los partidos religiosos ultra ortodoxos, el partido de Liberman que representa mayormente a inmigrantes rusos y el partido Meretz apoyado mayormente por la denominada izquierda tradicional.  Los partidos políticos con patrón de voto cambiante agrupan a públicos que están dispuestos a ser movilizados por la imagen y mensajes de líderes del momento más que por una visión ideológica clara y definida. La experiencia ha demostrado en reiteradas ocasiones, entre ellas en las ultimas elecciones, situaciones de líderes de este grupo que traicionaron promesas previas a su electorado. Este carácter es el determinante de la permanente movilidad interna de los votantes de este bloque y es lo que centra generalmente las batallas electorales. En vista a las próximas elecciones este bloque comprende el partido Azul y Blanco (Gantz), Yesh Atid (Lapid), Yemina liderado por Bennet y el Likud liderado por Netanyahu. El resto de los partidos no tienen perspectivas de pasar el mínimo exigido por ley.   La tabla expuesta en la imagen detalla los partidos políticos israelíes según la pertenencia a los dos bloques mencionados haciendo referencia a los resultados de las últimas elecciones y los estimados según un promedio de sondeos de intención de voto de semanas recientes. En los números puede observarse claramente la diferencia de conducta interna entre los dos bloques. En ultima instancia, en un congreso de 120 bancas, la verdadera lucha electoral se centra solamente alrededor de 75. Para los partidos del bloque de patrón de voto cambiante, generalmente líderes en la formación de una coalición gobernante, acoplar algún partido del bloque de patrón fijo se convierte, tal vez, en el desafío mas importante. DISTRIBUCION DE BANCAS EN LA KNESSET SEGÚN PATRON DE VOTO PARTIDO/BLOQUE ELECCIONES ABRIL 20 SONDEOS NOVIEMBRE 20 LISTA ARABE UNIDA 15 15 RELIGIOSOS ULTRA ORTODOXOS 16 16 IZQUIERDA – MERETZ 7 7 INMIGRANATES RUSOS – LIBERMAN      7 7 TOTAL PATRON VOTO FIJO 45 45 YESH ATID – LAPID 17 17 AZUL Y BLANCO – GANTZ 16 9 YEMINA – BENNET 6 20 LIKUD – NETANYAHU 36 29 TOTAL PATRON VOTO CAMBIANTE 75 75 TOTAL GENERAL 120 120 Tres acontecimientos de singular importancia fueron los detonantes de cambios significativos en la intención de voto del electorado israelí desde las últimas elecciones en abril 2020 hasta el presente. En primer lugar, un significativo desgaste de Gantz y su partido como consecuencia de haber traicionado políticamente a su electorado a quien prometió no sentarse junto a Netanyahu en un gobierno. En segundo lugar, el resonante fracaso del confrontamiento con la pandemia Covid-19 atribuido principalmente a Netanyahu. En tercer lugar, la impotencia del gobierno de coalición de partidos con posiciones opuestas que prácticamente impide la toma de decisiones importantes en materia de política interna proyectando una imagen de total desidia. Como se observa en la tabla expuesta, la consecuencia de estos acontecimientos no afectó la intención de voto dentro del bloque de patrón de voto fijo (pese a la participación en el gobierno de los partidos ultraortodoxos), mientras que en el otro bloque se perciben cambios muy significativos. No solo que Gantz y Netanyahu bajaron notoriamente, sino que Yemina liderado por Bennet va en vía de dar un gran salto como consecuencia de sus punzantes críticas al camino elegido por Netanyahu y Gantz en la confrontación con la pandemia.  Si la configuración descripta se mantiene aproximadamente en esos términos, y si las partes están dispuestas a concesiones, tanto personales como políticas, estamos en presencia solo de dos posibilidades de formación de gobierno. En la primera, un gobierno liderado por Netanyahu con Bennet como socio privilegiado, y la participación de los partidos ultra ortodoxos. Una combinación que demanda de Bibi, y sobre todo de su esposa Sara, tragar mucha saliva por la posición jerárquica de Bennet y su compañera de lucha Ayelet Shaked. Se trata de un gobierno relativamente homogéneo y de clara

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La fotografía inolvidable. Quince años del NO AL ALCA

Fuente: Guillermo Wierzba | El Cohete a la Luna Fecha: 8 de noviembre de 2020 Esta semana se cumplieron quince años de la Cumbre de las Américas que en Mar del Plata tuvo la potencia para cerrar el camino a que los Estados Unidos consiguieran el mayor avance hacia el destino que persiguen hace más dos siglos: la consolidación del objetivo panamericanista con su hegemonía continental a través de la conformación del ALCA. Imposibilitó su concreción la asunción al poder de un conjunto de corrientes populares en países de América Latina. Los liderazgos de Kirchner, Lula, Chávez, Evo y Tabaré impidieron ese objetivo imperial. La evocación de la efeméride excede las consideraciones políticas y merece un encuadre de los aspectos económicos de los significados de ese hecho histórico, también la referencia a sus raíces y la valoración presente de los rumbos a impulsar en América Latina. Particularmente en Argentina como reacción a la desastrosa y tramposa situación provocada por la alianza del gobierno de Cambiemos y el FMI para inhibir la potencia transformadora del gobierno popular. Más de tres años antes de la realización de la reunión de Mar del Plata, la Secretaría de relaciones internacionales de la CTA, que esta semana recordó el evento de 2005 con un seminario internacional, editó un texto de Enrique Arceo en el que se presentaba crudamente el carácter del ALCA y las condiciones internacionales en que acontecía su imposición. Señalaba el autor que “el ALCA procura consolidar en América Latina el tipo de dominación a través del mercado que Estados Unidos busca implantar en el conjunto de la economía mundial. La liberalización de la economía mundial que ha tenido lugar en el último cuarto de siglo no es un fenómeno resultante de la estructura espontánea de las estructuras económico-sociales o una consecuencia de la revolución tecnológica… El mercado es una construcción social y opera necesariamente sobre la base de un conjunto de reglas que reflejan una determinada correlación de fuerzas. La liberalización no es… un desplazamiento de las regulaciones nacionales por las fuerzas incontrolables del mercado, sino su reemplazo por otro tipo de regulación… El ALCA es un claro ejemplo de establecimiento de nuevas normas a ser observadas por las naciones a fin que el capital opere en toda América como un mercado único”. En la época llamada del “capitalismo de oro” o de “las economías del bienestar”, el financiamiento era predominantemente público, de carácter bilateral o mediante la intermediación de organismos multilaterales de crédito dirigidos por los estados. No estaban restringidos los controles al movimiento internacional de capitales. Existía una regulación interestatal de las políticas cambiarias que impedían su flexibilidad significativa. La inexistencia de un mercado de capitales privados acotaba el financiamiento de los déficits porque la única fuente para resolverlos era el FMI y el Banco Mundial, que lo hacían con reglas estrictas. El único país que podía hacerlo sin límite eran los Estados Unidos, porque imprimían el dólar. Este era el país con exclusividad de moneda completa. El dólar cumplía con las cinco funciones del dinero definidas por Marx: Unidad de cuenta (los precios se piensan siempre en dólares); Medio de transacción (las operaciones se realizan en dólares); Medio de pago (las cancelaciones de deudas y cobros de acreencias se hacen en dólares); Reserva de valor (los ahorros se realizan en dólares); Dinero Universal (de aceptación irrestricta para las operaciones internacionales de todo tipo). Unidad Latinoamericana o panamericanismo rastrero La ruptura de la convertibilidad del dólar con el oro, sobrevino por la insolvencia potencial que afrontaba Estados Unidos para cubrir sus déficits, debida al peso creciente de otras economías y al elevadísimo nivel del gasto militar. El surgimiento de nuevas potencias industriales y la acumulación de capital de los países petroleros habían llevado a los Estados Unidos a reemplazar una política administrada del manejo monetario acoplada a un diseño institucional de la gobernanza global por otro de regulación mercantil. Esta fue una decisión deliberada y constituyó el punto de origen del neoliberalismo. Las relaciones entre las monedas pasó a ser flexible y el riesgo de cambio, privado. Las tasas de interés pasaron a ser libres, fijadas por la oferta y la demanda. Los organismos multilaterales restringieron, hasta la insignificancia, los controles al movimiento internacional de capitales. Así, las empresas norteamericanas —siempre con la tecnología de punt— podían deslocalizar producciones y segmentarlas, destinando a los países de menores salarios los eslabones de menor complejidad de fabricación, dejando los de superior desarrollo para los países centrales con mayor disposición del financiamiento privado. Porque la novedad del neoliberalismo fue el cambio de fuente de financiamiento de los déficits: el financiamiento privado y los mercados de capitales reemplazaron a los estatales y sus regulaciones institucionales. La tasa de interés trepó “tan alto como lo necesario para restaurar el valor del dólar”. La llave del cambio regulatorio del capitalismo mundial hacia la financiarización fue que la tasa de interés norteamericana sustituyó a la convertibilidad del dólar como el instrumento de poder de acción de la política económica global. A su vez, las teorías apologéticas de la libertad de tasas y el financiamiento privado se pregonaron como panacea del desarrollo de los países periféricos, a los que se les hizo adoptar la apertura a la entrada y salida de capitales, con mercados financieros muy rentables (altas tasas) para valorizar el capital especulativo, que no sirvieron para otra cosa que para concentrar el poder económico y destruir la capacidad de crecimiento de sus economías. Este rumbo sólo estancó su desarrollo y aumentó su dependencia tecnológica, alimentando los procesos de fuga de capitales y endeudamiento, que siempre terminaba afrontando el Estado descargando —la mayoría de las veces— su peso en los cuerpos y vidas de los sectores populares. Del corto período del capitalismo regulado de posguerra se pasó irreversiblemente al capitalismo financiero como sistema mundial, porque ni Wall Street ni los Estados Unidos querrán nunca volver a regular las ganancias, que hoy consiguen con los métodos  de la financiarización y la desposesión de los estados dependientes y de los asalariados.

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Elecciones, racismo y milicias: Degradación social del sistema político que se proclama como paradigma global

Fuente: Jorge Elbaum | El Cohete a la luna Fecha: 25 de octubre de 2020 El debate entre Donald Trump y Joe Biden del último jueves volvió a plantear la problemática de la violencia social doméstica, arraigada en la sociedad estadounidense y coherente con el militarismo de exportación promovido por Washington, cuyas víctimas prioritarias residen en América Latina, Medio Oriente y África. Las elecciones se llevarán a cabo el 3 de noviembre próximo y los ejes del último debate público se vincularon con la pandemia, la crisis económica y la racialización creciente promovida y negada desde el gobierno federal. El último cuatrienio coincide con la mayor efervescencia de actos supremacistas y neonazis en los últimos 70 años, desde el periodo macartista de la década del ’50 del siglo pasado. Donald Trump ha empoderado a los sectores más violentos de la sociedad estadounidense y generado la proliferación de milicias supremacistas. En la última semana, una investigación llevada a cabo por el FBI y del Departamento de Seguridad Nacional produjo una serie de detenciones en distintos Estados, ligadas a la milicia autodenominada The Base, promotora de atentados terroristas contra comunidades latinas, afrodescendientes y judías. La Base contaba  con campos de entrenamiento en el Estado de Washington, a pocos kilómetros de la frontera con Canadá, y coordinaba la actividad de miles de reclutas, adherentes y simpatizantes distribuidos en Europa, Australia y el norte de América. Los integrantes de La Base se comunican e interactúan a través de una red social alternativa de Twitter (Gab.com), que adopta –por definición corporativa– la circulación del lenguaje del odio, la estigmatización y la ridiculización de minorías. Gab.com se convirtió desde la asunción de Trump en la ventana discursiva de la denominada Alt-Right  (derecha alternativa), eufemismo con el que la derecha supremacista busca disimular su admiración por el Ku Klux Klan. Uno de los detenidos, Richard Tobin, había sido integrante de la Atomwaffen Division (AWD), un grupo neonazi surgido del portal Iron March, sitio de Internet que congregó –hasta su interrupción en 2017– a gran parte del entramado aceleracionista mundial. Algunos de los detenidos habían planificado el asesinato de activistas antifascistas, los mismos que Trump cataloga como potenciales terroristas por oponerse a las doctrinas policiales que detienen, golpean, encarcelan y asesinan –en forma preferente– a afrodescendientes. El aceleracionismo es la doctrina difundida por James Mason, que postula la necesidad de apresurar los tiempos de una supuesta crisis civilizatoria, para eliminar a los enemigos de la supremacía blanca. Según los informes divulgados por el Departamento de Seguridad Nacional, The Base tiene en la actualidad células autónomas en varios países del mundo, organizadas de manera desagregada e inconexa, de forma análoga al modelo las utilizado dos décadas atrás por Al Qaeda. Uno de los líderes de La Base, Rinaldo Nazzaro, definió la milicia como «una organización que no tiene jerarquía entre sus miembros. Es una red de pequeñas células subterráneas, cada una con un alto grado de autonomía». Mollie Saltskog, analista del centro de Investigación The Soufan Group (una consultora independiente de seguridad internacional), consideró que las operaciones de estos grupos están orientados a lograr una guerra racial. Las últimas investigaciones revelan que la milicia había reclutado varias centenas de milicianos entre militares de Canadá y Estados Unidos –el 20 % de ellos militares en servicio activo–, para llevar a cabo atentados en el marco de “un colapso social inminente”. The Base y Atomwaffen han promovido además, durante los últimos tres años, el alistamiento de lobos sueltos, muletilla con la que se nomina a individuos armados con fusiles automáticos, que se deciden a disparar en espacios públicos concurridos. La publicidad de los integrantes de La Base incluyó imágenes con el epígrafe “quemá tu sinagoga más cercana”, viralizado a través de las redes sociales  luego de la masacre producida por Robert G. Bowers, en octubre de 2018, cuando asesinó a 11 feligreses en el Templo de Pittsburgh. El desmantelamiento de la red terrorista se produjo mientras Donald Trump continúa su campaña de empoderamiento de los sectores supremacistas, multiplicados durante los últimos cuatro años. Gobernadores en peligro El último mes también fue desarticulado el Wolverine Watchmen, una milicia acusada de planificar el secuestro de dos gobernadores demócratas, Gretchen Whitmer (Michigan) y Ralph Northam (Virginia). Ambos mandatarios, según el FBI, fueron señalados por los integrantes de la milicia como refractarios a la portación de armas. Las detenciones se dieron luego de que Trump cuestionara a Whitmer por promover la restricción de la Segunda Enmienda, la disposición constitucional que le brinda cobertura a la comercialización de fusiles automáticos. La gobernadora de Michigan, por su parte, denunció al Presidente Trump por no haberse diferenciado de los grupos que promueven el odio racial, el desprecio hacia los colectivos LGTBI y las comunidades judías. “Cuando los dirigentes de Estados Unidos envalentonan o fraternizan con terroristas domésticos, legitiman sus acciones y son cómplices”, señaló la gobernadora luego de las detenciones informadas por la policía estatal. Como respuesta, Trump cuestionó a Whitmer por las medidas de cuarentena estricta decididas durante la pandemia, y la acusó de ser desagradecida por no valorar el apoyo del FBI en la detención de los integrantes de Wolverine Watchmen: “Mi Departamento de Justicia anunció en el día de hoy que lograron frustrar un peligroso complot contra la gobernadora de Michigan. En lugar de dar las gracias, ella me llama supremacista blanco. Eso en el mismo momento que Biden y los demócratas se niegan a condenar a Antifa, los anarquistas, los saqueadores y las turbas que incendian ciudades”, señaló el Presidente. El representante por California, Jackie Speier, consideró que el objetivo de Trump es “utilizar el terrorismo para iniciar una guerra racial y colapsar a los Estados Unidos. Desencadenar el colapso social puede ser una fantasía enfermiza, pero la realidad es que el terror doméstico se ha cobrado más vidas que el terror internacional desde las Torres Gemelas”. Mientras el Tribunal Federal de Michigan solicitó penas de prisión perpetua para los seis detenidos de Wolverine vinculados al intento de secuestro, el documento del Departamento de Seguridad Nacional, de agosto de 2020, catalogó a los grupos supremacistas como la amenaza de terrorismo más peligrosa para Estados Unidos. Los Wolverine Watchmen se consolidaron luego de que James Alex Fields atropellara con su auto a una veintena

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Por qué estamos descubriendo los negocios turbios del JNF (Keren Kayemet LeIsrael)

Fuente: Natasha Roth-Rowland | +972Mag Fecha: 24 de octubre de 2020 Durante más de un siglo, una pequeña lata azul ha servido como icono del apoyo judío de la diáspora al proyecto sionista. Producidas y distribuidas para recaudar dinero para el Fondo Nacional Judío (Keren Kayemet LeIsrael), fundado en 1901, las alcancías se colocaron en hogares judíos y escuelas diurnas en Europa y Estados Unidos, llenas de familias deseosas de participar en los esfuerzos del FNJ para comprar propiedades o plantas árboles en todo Israel. Esta historia ha contribuido a la benevolente reputación del FNJ. Para muchos judíos, se asocia principalmente con árboles, parques y esfuerzos de conservación, aumentados por una fábula de pionero valiente en los primeros días de Israel. La propia organización ha trabajado con cuidado para cultivar una impresión de neutralidad. Sin embargo, el impacto del FNJ en el paisaje en Israel-Palestina es mucho menos benigno de lo que sugiere esta narrativa. Como escribió Umar al-Ghubari hace unos años, la organización ha jugado un papel fundamental en la plantación sobre los restos de las aldeas palestinas destruidas. Este proceso de «enverdecimiento a través de un acto de aniquilación», en palabras de un judío sudafricano que en 2015 encabezó una delegación para disculparse por las donaciones del FNJ de la comunidad, ha sido fundamental para la capacidad de Israel de negar, distorsionar y reprimir la historia de la Nakba. Esta historia, junto con las extensas operaciones del FNJ en los territorios ocupados, significa que su asociación de décadas con el grupo de colonos Elad (2), revelada por el periodista de investigación Uri Blau en +972 esta semana (1), no es la anomalía que muchos desearían que fuera. Como escribí en respuesta a ese informe, ambas organizaciones están preocupadas por seguir, más o menos descaradamente, el imperativo sionista de «máxima tierra, mínimo de árabes». Dada el objetivo singular de Elad del control arqueológico en Jerusalén Este, las dos instituciones también comparten un enfoque arraigado en la idea de fortalecer la conexión judía con la tierra. Los árboles del FNJ y los colonos cavan, pero ambos intentan rehacer el territorio y las historias que se le atribuyen. Como resultado, la presencia y la historia palestina están directamente en la línea de fuego. En ninguna parte eso es más evidente que en el caso de la familia Sumarin, que ha sido el objetivo de los esfuerzos combinados del FNJ y Elad para echarlos de su hogar en Jerusalén Este. Esos esfuerzos han dado lugar a una campaña internacional en apoyo de la familia Sumarin, que pareció, al menos por un momento, haber tenido efecto. En el momento de publicar el artículo de Blau, una facción dentro del JNF había presionado con éxito para que se congelara el desalojo en el último momento. Ahora, sin embargo, parece que el FNJ ha retrocedido en su decisión y está permitiendo que proceda la expulsión de los Sumarins. El papel del FNJ en desposeer a los palestinos y «enverdecer» las pruebas ha sido visible desde hace mucho tiempo a simple vista. La noticia de la cooperación de la organización con Elad continúa con ese historial. Queda por ver si esta última revelación finalmente opacará la pátina de las latas azules. *  Natasha Roth-Rowland es una estudiante de doctorado en Historia en la Universidad de Virginia, donde investiga y escribe sobre la extrema derecha judía en Israel-Palestina y en los Estados Unidos. Anteriormente pasó varios años como escritora, editora y traductora en Israel-Palestina, y sus trabajos han aparecido en The Daily Beast, London Review of Books Blog, Haaretz, The Forward y Protocols. Escribe con el apellido verdadero de su familia en memoria de su abuelo, Kurt, quien se vio obligado a cambiar su apellido a ‘Rowland’ cuando buscaba refugio en el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial.  (1)  Los documentos revelan décadas de estrecha cooperación entre FNJ y Elad https://www.972mag.com/exclusive-jnf-elad-jerusalem/ (2)  Organización no gubernamental de extrema derecha judía -cuyo objetivo es judaizar toda la ciudad santa y construir el Tercer Templo judío en la explanada de las Mezquitas- que lleva a cabo una agresiva política de apropiación y adquisición de inmuebles. (N. del T.) Traducción: Dardo Esterovich

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Presencia mundial del armamentismo israelí

Fuente: Luis E. Sabini Fernández | Alainet Fecha: 20 de octubre de 2020 Israel se ha caracterizado por un extraordinario desarrollo militar, de las técnicas y los armamentos. Y con una acentuada modernización, tecnologización de esa actividad. No sabemos si por su condición de estado colonialista, empeñado en adueñarse de tierra ya ocupada por otra población, o por algún otro motivo más ideológico (no es que el colonialismo carezca, por cierto de ideología, pero puede haber otros impulsos militaristas no vinculables con la conquista directa, material, de territorio), lo cierto es que la industria de armamentos israelí llama poderosamente la atención en un presente por lo demás ya sobresaturado de armas.1 El sitio antimilitarista If Americans Knew ha elaborado un formidable relevamiento de armas israelíes y su uso en situaciones socialmente delicadas y penosas como es la presencia, en el mundo entero, de cada vez mayor cantidad de refugiados. Raciales, ambientales, religiosos, políticos. IAK lo presenta en un video, “Israel y la crisis mundial de refugiados”.2 El estudio observa que las tres cuartas partes de todas las migraciones más o menos forzadas provienen apenas de 6 países: Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Myanmar, Somalia, Palestina. IAK nos informa que cuatro de ellos tienen un rasgo, siniestro, en común: que han sido bombardeados en menos de 48 horas con armas israelíes. IAK presenta diversos testimonios, como el de un diplomático pakistaní explicando que tanto los talibanes en Afganistán como en Pakistán disponen de armas israelíes. Por su parte, el periódico israelí Haaretz acusó a Israel de contrabandear armas a Somalia. El informe sigue repasando diversas fuentes: que la revista estadounidense +972Magazine, se refirió el 28 mayo 2015 a la callada historia de las exportaciones militares a Sudán del Sur. «Desde su independencia, Israel le ha vendido permanentemente armas, entrenamiento militar, seguridad nacional y tecnologías de control.” ¿Algún problema? se pregunta IAK. Y responden: esas armas están siendo utilizadas para cometer crímenes de guerra y potencialmente de lesa humanidad. IAK sigue su recorrida. Middle East Monitor titula: «Informe de la ONU: armas israelíes estimulan la guerra civil sudanesa.« Y el New York Times complementa: 383 000 los muertos en la guerra de Sudán del Sur. Un estado, el sudanés, que cumplió el diseño del Plan Yinon (israelí, 1982) de ‘divide y dominarás’: Sudán fue partido en dos en 2011 con activa participación israelí. Otro título de Haaretz: Israel vendió armas supertecnologizadas a Myanmar durante la campaña de limpieza étnica en ese país contra la etnia Rohingya. IAK recoge otro testimonio del Middle East Monitor: «Amnesty [International]: Israel provee de armas a violadores de derechos humanos en Emiratos Árabes Unidos y en Myanmar«. El M E M, otra vez: «armas israelíes usadas en genocidio contra los musulmanes Rohingya.” IAK nos recuerda que Israel ocupa el 7o. puesto entre los principales productores de armamento en el mundo. Pero su producto bruto interno figura en el mundo en el 32o. puesto. IAK destaca no sólo el alcance, las dimensiones de las ventas de armas israelíes. También destacan el tipo de armamento, por ejemplo los atroces ‘proyectiles de fósforo blanco’, que hacen un daño irreversible penetrando en los cuerpos heridos, y que siguen haciendo daño, como una entidad viviente, luego del impacto (se trata de un fuego que no se apaga). La observación de IAK es clara: “no sólo venden las armas y los disparos, también producen el sufrimiento de las víctimas de semejantes armas.” El informe nos dice que la mitad de los misiles israelíes tienen como destino la India. IAK nos recuerda que India a su vez ocupa militarmente Cachemira, territorio en disputa con Pakistán y que es, justamente, musulmana. ¿Somos inocentes y decimos que es casualidad o parece ser que Israel está empeñado en una guerra exterminadora contra los países islámicos? IAK resume que Israel les ha vendido armas a países como Ruanda, Bosnia o Sri Lanka, justamente en los períodos en que en esos países ha habido guerras intestinas o directamente políticas genocidas.3 El ya citado periódico israelí Haaretz lo confirma al menos parcialmente: «Las armas israelíes tomaron parte en el genocidio ruandés«. Y dicho periódico es todavía citado con otra frase estremecedora: «Detrás del sombrío mundo de los vendedores de armas israelíes”. IAK concluye que Israel es responsable o corresponsable del 81% de la peripecia de los refugiados de todo el mundo. Un dato, ya muy ventilado: «EE.UU. finaliza un acuerdo para dar a Israel 38 mil millones de dólares en ayuda militar.» (NYT). Piénsese un segundo: EE.UU. entrega a Israel, cada día, 10 millones de dólares… durante 10 años, todos, todos los días (aparte de todas las ventajas impositivas, pérdida de aranceles y tantas otras medidas benéficas con que Israel cuenta dentro de EE.UU.) IAK levanta la denuncia del periódico de investigación The Intercept, fundado por los periodistas Laura Poitras, Jeremy Scahill y Glenn Greenwald, este último estrecho colaborador de Julian Assange, que titula una de sus notas: “The Booming Business of War in Israel” (El floreciente negocio de la guerra en Israel). Podríamos agregar el inaudito costo ambiental que tienen todos los desarrollos y aplicaciones militares, en los territorios y mares usados y, particularmente en los cuerpos de las víctimas. La conclusión de IAK es terminante: “que Israel [es] una fuerza importante de desestabilización entre las naciones del planeta. Pero no oirá nada de ello en los medios de comunicación de EE.UU.” Esta última observación la podemos hacer extensiva a mucho más que EE.UU.: Israel goza de tanta impunidad mediática como para que podamos afirmar que la inmensa mayoría de los datos presentados por IAK y recogidos en esta reseña, resultan desconocidos al gran público… de Europa, al de la devastada África, al del tan golpeado continente asiático, desconocido o casi en la tierra que dio nacimiento al formidable luchador contra la impunidad, Julian Assange, y que en las otras Américas, en la nativa, en la latina –entre nosotros, en suma− esto tampoco se oye. O que, apenas se oye. – Luis E. Sabini Fernández es docente del área de Ecología y DD.HH. de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, periodista y

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Bolivia, la victoria de las convicciones

Fuente: Alfredo Serrano Mancilla | Celag.org Fecha: 19 de octubre de 2020 Es indudable que la técnica ocupa un lugar cada vez más importante en la política, y muy específicamente en el campo electoral. Todas estas valiosas herramientas, algunas más antiguas, como las encuestas y todo lo que tiene que ver con el marketing, y otras más recientes como las redes sociales o el Big Data, han cobrado gran protagonismo en los últimos tiempos. Sin embargo, todo este instrumental no puede sustituir de ninguna manera a la dimensión constitutiva de la política, esto es, el universo de las ideas, las propuestas. Ni toda la posmodernidad del mundo ha podido ni podrá acabar con el poder de las convicciones. Esto es justamente lo que ha ocurrido en las elecciones presidenciales en Bolivia. El resultado se explica precisamente por ello: es la victoria de las convicciones. Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), es hoy presidente electo por la defensa acérrima -sin disimulo ni titubeo- de un proyecto político, de un corpus de ideas basado en la soberanía, nacionalizaciones de recursos estratégicos, tanto Estado como sea necesario, la redistribución como eje ordenador de la economía. El pueblo boliviano se decidió claramente a favor del MAS, a favor de una propuesta política antagónica al modelo neoliberal. Dijeron “basta ya” al atropello antidemocrático llevado a cabo por la gran coalición golpista, conformada por el actual Gobierno de facto, la complicidad activa de Carlos Mesa, el bloque neofascista liderado por Fernando Camacho, la Policía y un sector de las Fuerzas Armadas, algunos grandes medios de comunicación -como Página Siete-, ciertos grupos empresariales y la Secretaría General de la OEA. En menos de un año, esta gran coalición demostró tanto su ineficacia como su capacidad de irradiar injusticias. Cada día queda más verificado que el neoliberalismo es totalmente incompatible con la democracia y con la estabilidad económica y social. Y, frente a ello, la alternativa es el MAS, un instrumento que nuclea el vasto archipiélago de organizaciones sociales, campesinas, indígenas y urbanas a lo largo y ancho del territorio boliviano; que tiene un líder histórico, Evo Morales, pero que también se cimenta en un sólido tejido social y organizativo. Este gran bloque permanece “junto” no gracias a un eslogan de campaña, sino que lo hace por sus propios convencimientos; es por esa auténtica razón que la unidad del MAS perseveró a pesar de las dificultades, a pesar de la persecución. Subestimar la inmensa fuerza de las convicciones constituye un error común en esta nueva “época Google”, donde todo es exageradamente superficial. Esta es la verdadera lección que nos deja esta cita electoral en Bolivia. Es un aprendizaje a tener muy en cuenta cada vez que dudemos del camino a seguir. Pasó ahora en Bolivia y ha pasado recurrentemente en la Historia. Por ejemplo, el Frente de Todos presentó su propuesta política en base a sus convicciones y la ciudadanía argentina la avaló de manera mayoritaria en las urnas; Pablo Iglesias es vicepresidente español sin renunciar a sus convicciones; lo mismo con el presidente AMLO en México; al igual que el correísmo en Ecuador, que continúa siendo la principal fuerza política; o Gustavo Petro en Colombia, que crece y crece sin ponerse ningún disfraz. Creer en algo, defenderlo y exponerlo con argumentos serios es un camino, a veces complicado, pero más sólido que otro tipo de atajos con exceso de tacticismo que acaban confundiendo el horizonte estratégico. En Bolivia, las elecciones fueron ganadas por las convicciones. Alfredo Serrano Mancilla es doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), España. Realizó estancias predoctorales en Módena y Bolonia (Italia) y Québec (Canadá) y un postdoctorado en la Université Laval (Québec, Canadá). Es especialista en economía pública, desarrollo y economía mundial. Se desempeña como profesor de posgrado…

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A 53 años de la muerte de Ernesto Guevara, Fidel Castro y el Che

Fuente: Luis Bruschtein | Página/12 Fecha: 11 de octubre de 2020 “Nos parece absolutamente imposible desde todo punto de vista, nos parece técnicamente imposible en la realidad, organizar todo esto sobre una base falsa”. Es enfático, dolido, no es el Fidel que se ve en sus discursos por televisión. Está sentado frente a una mesa y un micrófono. Dice “falsa” y lo gana el silencio, baja la cabeza, toma una fotografía con la mano y la levanta y trata de seguir, dice “se puede” y otra vez tiene que frenar y larga un suspiro, mira la foto y menea la cabeza. “Pero es imposible hacer una imitación de lo que constituye el rasgo, los rasgos más sutiles de la personalidad, el gesto, todas las cosas”. Habla de su amigo. Deja la foto sobre la mesa pero no puede dejar de mirarla, “es imposible imitar la fisonomía de una persona”. Es Fidel que confirma la muerte de su amigo el Che, y mira la foto del cadáver expuesto en la pileta de la lavandería del hospital de Vallegrande, en Bolivia. Probablemente sea una de las escenas más dramáticas que capta esa vieja pantalla de los años ’60. El diálogo de dos inmensos protagonistas a través de la muerte. Fidel habla como si estuviera hablando para el Che: “Ni al más imbécil, ni al más cretino de todos los gobiernos, y no hay dudas que el gobierno de Bolivia se caracteriza por el cretinismo y el imbecilismo”, dice con un esfuerzo para aparentar tranquilidad. Y después frasea lentamente: “Hemos llegado a la absoluta conclusión”. Hace una pausa. “Que la noticia, es”. Otra pausa. “Amargamente cierta” y mastica la palabra “amargamente”. Y otra vez afloran los sentimientos y dice “la tendencia de cualquier persona ante cualquier noticia de alguien a quien se le tiene un gran cariño, la tendencia es a rechazarlo, y a nosotros nos ocurrió eso en el primer momento, una noticia de este tipo, siempre en el ánimo del pueblo está la tendencia a rechazarla”. “Debemos decir, los que conocemos íntimamente a Ernesto Guevara, y decimos ‘conocemos’ porque de Ernesto Guevara nunca se va a hablar en pasado”. “Siempre, todo el tiempo que lo conocimos se caracterizó por un extraordinario arrojo, por un gesto siempre de hacer las cosas más difíciles, más peligrosas”. Y ahora habla como un jefe revolucionario de su camarada en la guerrilla. El Che está muerto y no hace tanto murió Fidel . Esa escena de Fidel confirmando por televisión al pueblo cubano la muerte del Che tiene la poderosa esencia de aquellos años. La épica inunda el monólogo de Fidel que es más un diálogo con el amigo del que nunca hablará en pasado. Y cuando habla lo revive en sus gestos en el extrañamiento. Era una época en la que se decía que “a un compañero caído no se lo llora, se lo reemplaza”. Pero en esa pantalla en blanco y negro, en esa escenografía desprovista, un hombre joven, de barba, en una silla frente a una mesa, habla de su amigo muerto. Y aunque no se le vean las lágrimas, lo está llorando. Hay un suspiro largo. “Muchas veces nosotros tuvimos que adoptar medidas para preservarlo, porque así era”. “Lo hacíamos porque íbamos apreciando su calidad de combatiente y además su capacidad y convicción que servirían en alguna tarea estratégica y tratábamos de preservarlo”. Fidel fuerza el recuerdo. Quiere contarle al pueblo de Cuba cómo veía al Che. “Es probable” empieza y se corta un instante. Cuando retoma es afirmativo: “Pensaba, como pensó siempre, en el valor relativo de los hombres y en el valor insuperable del ejemplo”. “Nos habría gustado, por encima de todo, verlo en forjador de las grandes victorias de los pueblos, más que en precursor de esas victorias, pero es que un hombre de ese temperamento, de esa personalidad, estuviese más llamado a ser precursor que forjador de esas victorias”. La potencia extraordinaria de ese Fidel coloquial, dolido, que cuenta cómo era su amigo, con esa valentía que admiraba y que al mismo tiempo le hacía temer por él y tomar medidas para preservarlo, es un himno de alta fidelidad de aquellos años cuando la revolución hermanaba más que la sangre. Nunca más habló tanto del Che. Y es probable que antes de esa muerte tampoco lo hiciera. Ese guerrillero joven de barba que hablaba como si estuviera con un amigo o un compañero, hacía pocos años había dejado la guerrilla para convertirse en jefe del gobierno revolucionario de Cuba. Y se convirtió en un enorme estadista que atravesó con gran sabiduría otros peligros y eras de cambios drásticos. Sus palabras sobre su amigo fueron proféticas. Porque la figura del Che también perforó esas épocas de mutaciones, superó modas y discursos, se reprodujo hasta el infinito en todo el mundo y se convirtió en ejemplo y “precursor” de otras luchas y revoluciones.

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Venezuela y el voto en la ONU

Fuente:  Pedro Brieger| Nodal Fecha: 10 de octubre de 2020 El 6 de octubre el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó una resolución de condena al gobierno de Nicolás Maduro por violaciones de los derechos humanos.  El documento presentado fue aprobado por 22 votos a favor, 3 en contra y 22 abstenciones. Pero hay que ser muy ingenuo para pensar que dicha votación realmente tiene que ver con los derechos humanos como si se pudiera abstraer a Venezuela del contexto regional o de la explícita reivindicación de la Doctrina Monroe durante la presidencia de Donald Trump. La famosa Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 le dio un marco conceptual a la lucha por las libertades individuales y colectivas aun a sabiendas de que muchos de los países firmantes violaban los mismos derechos que decían que había que garantizar.  Esta contradicción se mantiene hasta el día de hoy cuando gobiernos que violan sistemáticamente los derechos humanos en sus territorios se convierten en adalides de la defensa de los mismos derechos en otros países, aunque carezcan de autoridad moral para hacerlo. Este marco general se aplica también a la votación contra el gobierno de Venezuela, descalificado y demonizado desde que Hugo Chávez llegó al poder a comienzo de 1999 y comenzó a implementar reformas profundas que afectaron los intereses de los más poderosos.  Apenas tres años después, en abril 2002, intentaron derrocarlo mediante un golpe de Estado apoyado por los más importantes medios de comunicación venezolanos y los dos principales diarios de los Estados Unidos -el New York Times y el Washington Post- que suelen levantar las banderas de la defensa de la democracia y los derechos humanos.  En casi 20 años de chavismo la oposición desconoció numerosos procesos electorales que le eran adversos, intentó derrocar por la fuerza a Chávez -y luego a Nicolás Maduro- e incluso llamó abiertamente a una intervención militar de los Estados Unidos que nunca es ajeno a lo que sucede en Venezuela. La dura declaración del Consejo de Derechos Humanos fue presentada por Perú, que encabeza el llamado “Grupo de Lima”, conformado por varios países de la región con el único objetivo de impulsar la salida del poder de Nicolás Maduro.  Un día antes de la presentación ante la ONU el jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Craig Faller, aseguraba en una conferencia ante el empresarial Consejo de las Américas que “los esfuerzos por derrocar a Maduro funcionan, pero llevarán tiempo”. A su lado, la embajadora Jean Manes, también del Comando Sur, explicaba que ya estaban planificando “el día después” e incluso “la década después” junto a empresas privadas.  El paralelismo con la situación en Irak previo a la invasión en 2003 es notable.  Allí numerosas empresas privadas que colaboraban con el Pentágono se habían repartido la “reconstrucción” del país antes de invadirlo.  El congresista estadounidense Henry Waxman revisó y analizó minuciosamente las declaraciones del presidente George Bush y sus principales funcionarios y encontró 237 mentiras respecto de Saddam Hussein que sirvieron para demonizarlo durante años y crear un consenso internacional para invadir, derrocarlo y -de paso- quedarse con los preciados recursos petroleros.  Al antiguo aliado de la Casa Blanca lo presentaban el Hitler de la era moderna que  supuestamente estaba desarrollando armas nucleares y representaba una amenaza para la humanidad.¿Alguien realmente cree que Estados Unidos invadió Irak porque Saddam Hussein era un dictador? ¿Alguien seriamente puede pensar que la resolución en la ONU sobre Venezuela es porque allí se violan los derechos humanos? Notas relacionadas:

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