Comisión Persp. de Género

Aportes de adherentes, Colectividad judía, Comisión Persp. de Género, Derechos Humanos

Raquel contra la mafia

Por: Comisión Persp. de Género Raquel Liberman ha sido la mujer que con su valiente denuncia ante un Juez incorruptible, el Dr Julio Alsogaray, logró el fin de la operatoria de una fuerte organización mafiosa dedicada centralmente a la explotación de prostíbulos en nuestro país y otros de Sudamérica: la Zwi Migdal (Gran Fuerza). Se trataba de una organización compuesta por judíos en su mayoría de origen polaco que, aprovechando las pésimas condiciones de vida de los judíos en Europa, engañaban a jóvenes mujeres a quienes prometían o efectivizaban casamiento para, al llegar a Buenos Aires, forzarlas a la prostitución, actividad que entre los años 1875 y 1936 fue una actividad tolerada en Buenos Aires regida por normas y reglamentos. Raquel Liberman logró escapar dos veces de las garras de la Zwi Migdal; en la segunda oportunidad hizo la denuncia y se dispuso a declarar ante un Juez porque, dijo: “Sólo se muere una vez; la denuncia no la retiro”. Los miembros de la organización fueron siempre rechazados y combatidos por los demás miembros de la comunidad judía en Argentina, por lo que crearon sus propias instituciones: templo, cementerio, todo encubierto bajo el rótulo de una sociedad de socorros mutuos. Hbiese sido imposible que alcanzasen el gran desarrollo que alcanzaron sin la complicidad de la policía, políticos y jueces, lo que produjo que tras la denuncia de Raquel fueron apresados 108 miembros de la organización, pero quedaron en prisión sólo tres miembros secundarios de la misma.  De todos modos, esta denuncia provocó que la mirada social sobre los burdeles, fuera menos consintiente y la Zwi Migdal dejara de funcionar.  Raquel murió muy joven de cancer de tiroides; dejó tras de sí dos hijos y el comienzo de una batalla y un ejemplo de lucha contra la prostitución como institución aberrante de una sociedad que compra mujeres como trozos de carne. La ruptura del silencio de esta valiente mujer, muerta a los 34 años, dió lugar al fin del reglamentarismo en nuestro  país, ya que se promulgó la Ley 12.331 que prohibía la existencia de prostíbulos. Hoy sigue vigente, q pesar de que no se cumpla.  Este año se cumplen 122 de su nacimiento y se está debatiendo la posibilidad de poner a la estación Callao su nombre, ya que era ésa la zona en que desarrolló su vida. La historia de la prostitución es una historia de vidas segadas, arrebatadas, convertidas en mercancías para provecho de secuestradores y prostituyentes. COMISION DE PERSPECTIVA DE GÉNERO

Aportes de adherentes, Comisión Persp. de Género, Portada

DESDE LAS HOGUERAS

Por: Rosa Galestok (Compañera del Llamamiento) Desde las hogueras nos miran las brujas. Desde el comienzo del conocimiento y el cuidado de la vidaperseguidasquemadastorturadasempaladas. Desde la ignorancia las que no dejaron saberDesde la servidumbresometidasesclavizadasabusadas. Desde los siglos amamantando fieras prepotentes y amados amadasdulzuras de amor. Desde el pozo del tiempo, desde la resignación y la rebeldíavienen cabalgando las abuelas, las madres, las hijaspara vivir, para dar vida no obligadadeseada. Acá estamoslas negadasrechazadasignoradasburladasdespojadas. Acá estamostomando nuestro cuerpocomo si fuera propio, nuestroY diciendo SOMOS.

Aportes a la Cultura Judía, Aportes de adherentes, Comisión Persp. de Género

¿QUIÉN ES ESA CHICA, LA DE LA FOTO QUE  APARECIÓ EN EL PROGRAMA DE TELEVISIÓN QUE DIO TANTO QUE HABLAR?

Por: Graciela Perez Esandi (Com. de P. de Género) Es posible que algunos de los lectores de esta revista sepan quién es, o quién era, pero es muy probable que muchos otros, no. Y que una persona joven diga, no la conozco, no está en las redes, no aparece en revistas ni diarios y piense ”si no estás en ningún medio social es como que no existís”. Para esas personas es que escribo este relato. Esa joven, conocida en todo el mundo, se llamaba Anna Frank. Anna nació en Francfort, Alemania en 1929, hace 92 años y murió en el campo de concentración de Bergen-Belsen en marzo de 1945, poco antes de la liberación que se produjo el 8 de mayo de 1945. Tenía sólo quince años, ¿Qué pudo haber hecho para que se la siga recordando aún hoy? Durante su corta vida vivió en su país de origen con su familia sin contratiempos hasta que en 1933 se produjeron hechos violentos muy graves contra los judíos y otros grupos no deseados por el gobierno que asumió ese año. Y pudieron exiliarse en Amsterdam en los Países Bajos. No fué sencillo y tuvieron suerte porque muchas otras familias judías no pudieron irse de su país y sucumbieron en los campos de concentración o en los ghettos que los Nazis formaron para encerrar a los judios en barrios de los que no podían salir. En Amsterdam el padre, Otto Frank, logro tener un empleo, sus hijas, Margot y Anna, pudieron seguir estudiando en la escuela. Edith Frank, la madre, pudo hacer una vida normal. El gobierno Neerlandés era tolerante y neutral. La vida apacible duró hasta que el país fué invadido por las tropas alemanas nazi en mayo de 1940. Ya había comenzado la Segunda Guerra Mundial, y las condiciones nuevamente tomaron un giro para peor. Por segunda vez intentaron exiliarse en otro país o incluso en otro continente, pero no tuvieron esa suerte. A partir de ahí, en secreto, los padres organizaron un escondite, mudaron muebles, ropa, libros, enseres domésticos, todo de manera poco visible, mientras siguieron viviendo de manera normal en su domicilio, hasta que decidieron irse a lo que llamaron luego “La Casa de Atrás”, unos ambientes que estaban detrás de la fábrica donde trabajaba Otto. Para sostener este audaz proyecto tuvieron que contar con personas que los protegieran, que les llevaran alimentos, que los ayudaran a resolver todo tipo de problemas y que no los denunciaran. Además de la familia Frank, se alojaron en ese pequeño espacio, otra familia, los Van Pels, formada por Auguste, Hermann y Peter, madre, padre e hijo, y un dentista de nombre Fritz Pfeffer. En ese encierro vivieron desde el 9 de julio de 1942 hasta que el 4 de agosto de 1944 los hallaron fuerzas de la Grune Polizei neerlandesa y los detuvieron y encarcelaron. El 11 de septiembre de 1944 los llevaron al campo de concentración transitoria de la policía alemana en Amerfoort. Sus protectores fueron Viktor Kugler y Johannes Kleiman, quienes fueron detenidos también, aunque a las mujeres que también fueron protectoras, Miep Gies y a Elizabeth “Bep” Voskuijl, no se las llevaron. La policía se llevó todo objeto de valor y dinero, pero no se llevaron todo. Algo muy importante quedó en ese lugar, gracias a Miep Gies y “Bep” Voskuijl, que pusieron a resguardo el Diario que Anna venía escribiendo desde poco antes que su familia fuera sacada de la “Casa de Atrás”. De los detenidos sólo uno de los ocho que estuvieron escondidos en la Casa de Atrás sobrevivió y ese fue Otto Frank, el padre de Anna. De sus protectores, Kugler y Kleiman sobrevivieron, Kleiman porque fue liberado por cuestiones de salud y Kugler porque logró escaparse y emigró a Canadá. “Bep” vivió en Amsterdam hasta su muerte en 1984. Miep Gies vivió hasta los 100 años. La mención de todos estos nombres es intencional, es para recordar que así como hay personas violentas, asesinas y crueles, hay personas que son compasivas, altruistas, y que resisten las injusticias aún a riesgo de perder sus vidas en defensa de otras personas. A ellos hay que recordarlos y rendirles homenaje también. EL DIARIO DE ANNA FRANK Este texto, escrito por Anna Frank desde el 12 de junio de 1942, el día que cumplió trece años, finaliza el 1ro de agosto de 1944. En esa fecha ella tiene quince años y termina su última anotación diciendo que está “buscando siempre la manera de ser como de verdad me gustaría ser y como podría ser…si no hubiera otra gente en este mundo”. Una adolescente que no llegó a ser adulta, una jovencita que demostró un talento para escribir que se va conociendo al leer su diario al que le había puesto el nombre de “Kitty”. Sus anotaciones están escritas como Cartas a Kitty como si fuera su confidente, con franqueza. Le cuenta todo lo que le pasa, lo que le preocupa, lo que sueña, sus emociones, sus enojos, sus planes para el futuro. Otto Frank recibió de manos de Miep Gies el diario de su hija cuando se supo que no volvería. El padre decidió publicar el libro pero no fue tarea sencilla porque los temas sexuales que aparecen en el Diario no eran tratados en la literatura, mucho menos si era para jóvenes, en esa época. Además, él quiso respetar la memoria de las personas de La Casa de Atrás que Anna mencionaba muy francamente, a veces con simpatía y otras con irritación o antipatía. Finalmente legó los escritos originales al Instituto Holandés de Documentación de Amsterdam. Otto falleció en 1980.

Aportes de adherentes, Comisión Persp. de Género, Derechos Humanos

DEBATE – La doble opresión de las mujeres. Una lucha prolongada

Por: Ester Kandel (*)          Queremos instalar nuevamente el debate sobre este tema, ya que desapareció de la mayoría de los documentos y propuestas de las diferentes organizaciones. No pretendemos hacer un tratado sino plantear situaciones que nos preocupan y también, llaman la atención sobre esta cuestión.         En el texto La opresión de  las mujeres tiene historia, Algunos datos históricos de esa opresión, El Estado, la propiedad privada y la familia, decíamos:  tener una mirada retrospectiva de algunos temas que se fueron transformando en problemas relacionados con la mujer: matrimonio, gestación, maternidad, anticoncepción, aborto, trabajo doméstico y/o público, divorcio, ejercicio de la ciudadanía y se los comienza a analizar uno de estos temas y se los ubica históricamente, observamos un hilo que conecta uno con otros. La opresión ha sido una constante durante miles de años, aunque no podamos constatar exactamente el cómo se inició. Sólo citaremos la preocupación sobre el tema de una luchadora argentina:           Fenia Cherkoff, como militante socialista, educadora y artista, ya lo planteó en el Congreso femenino de 1910. Según la reseña biográfica de   Nicolás Iñigo Carrera[1] fue “uno de los soldados más eficaces y silenciosos” y como Maestra del socialismo argentino, (…) disputando con las concepciones feministas que se limitaban a reivindicar la emancipación de las mujeres sin hacerla extensiva a la emancipación de la humanidad toda, con la construcción de una sociedad no capitalista.          La crisis que vivimos dentro del sistema capitalista en general y en nuestro país en particular, afectados por la pandemia, se despliegan numerosas  reivindicaciones y propuestas por diversas organizaciones con pocas coordinaciones, debido a las distintas perspectivas de resolución, especialmente en un tema que nos agobia: la deuda externa con el FMI, sometiéndonos a un ajuste con consecuencias de todo orden en el conjunto de la población. Duele conocer que millones de compatriotas están desocupados, sub- ocupados y mendigando en la calle y con jubilados/as con haberes indignos.        En el tema particular de la situación de las mujeres sucede lo mismo.  Nos llamó la atención, el año anterior con motivo de recordar el 8 de marzo – Día internacional de la mujer trabajadora.       En el recorrido gráfico que realizamos, señalábamos que por primera vez las reivindicaciones de las trabajadoras no estuvieron presentes en la escena pública. Efectivamente recrudeció la violencia a las mujeres (muertes, trata y prostitución), tema que sería conveniente abordar como parte de un cuadro social altamente conflictivo.               Los temas de la doble jornada de trabajo y la doble opresión de las mujeres, por ser mujeres y trabajadoras, formaron parte de las actividades realizadas desde mi juventud. Nuevamente les ofrezco algunos textos que convocaban al Día internacional de las mujeres trabajadoras, como el que se difundió pos-dictadura por la Multisectorial de la Mujer y de otras organizaciones y un ejemplo de la década de 1990 (Continúa al final del texto)       Cuando las trabajadoras de la fábrica Cotton de Nueva York en 1908, solicitaban una jornada laboral 10 horas, y la respuesta fue el asesinato por parte de la patronal, en Inglaterra ya se venía batallando la reducción de la jornada de  15 horas y 60 horas semanales.           Carlos Marx, en el capítulo La jornada de trabajo, en el subtítulo: Lucha por la jornada de trabajo. Restricción legal del tiempo de trabajo. La legislación fabril inglesa desde 1833 a 1864, señalaba: Como hemos visto, el capital necesitó varios siglos para prolongar la jornada de trabajo hasta su límite máximo normal, rebasando luego éste hasta tropezar con las fronteras de la jornada natural de 12 horas, pues bien con el nacimiento de la gran industria en el último tercio del siglo XVIII, se desencadenó un violento y desenfrenado proceso arrollador como una avalancha.[2]  (…) Tan pronto como la clase obrera, aturdida por el estrépito de la producción, volvió un poco en sí, comenzó el movimiento de resistencia (…). Sin embargo durante 30 años las concesiones arrancadas por los trabajadores fueron puramente nominales.[3]      En 1889 en el Congreso internacional obrero realizado en París, se resolvieron entre otras propuestas: la limitación de la jornada de trabajo a ocho horas; la prohibición del trabajo infantil; el reposo ininterrumpido de 36 horas; igual salario por igual trabajo (trabajo femenino) Pasaron varias décadas para conseguir las 8 horas de trabajo y 48 horas semanales, aunque persisten las injusticias que ya  explicitamos en un párrafo anterior.        Muchas mujeres se incorporaron a la lucha por sus derechos durante el siglo XX y en las décadas del siglo XXI. También viene a nuestra mente la gesta de la película Norma Rae[4], ubicada en Carolina del Sur donde la discriminación era contra los negros, judíos, comunistas y las mujeres estaban sometidas a los maridos, amantes y patrones quienes no perdían oportunidad para acosarlas sexualmente. Pero un día Norma se paró en la mesa de una de las máquinas  y dijo BASTA  a la super- explotación que llevó a la muerte de muchas personas, incluyendo a su padre y a la sordera de su madre. En la Revista Transiciones cuando abordamos el tema de la división sexual del trabajo, enumerados ocho ítems a través de los cuales se pueden abordar el tema, considerando que:          La división sexual del trabajo es un complejo entramado de vínculos entre la división sexual del trabajo, la organización de la familia y las estrategias de acumulación del capital. La división del trabajo entre los varones y las mujeres forma parte de la división social del trabajo. La actual estructuración de la división sexual del (trabajo asalariado/trabajo doméstico, fábrica-oficina/familia) se desarrolló y cobró visibilidad con el capitalismo.        ¿Cuál es la lógica del capital? Las ganancias, la competitividad fueron desde su inicio el motor del desarrollo de los capitalistas. La versión neoliberal intentó barrer los logros conquistados durante décadas, mediante las luchas e incluso perdiendo sus vidas, como las 129 obreras carbonizadas en la fábrica Cotton de Nueva York, los mártires de Chicago y Sacco y Vanzetti. (…) La incorporación  al ámbito laboral se

Aportes de adherentes, Comisión Persp. de Género

MUJERES PARA RECORDAR AGOSTO 2021

DINA ROT Por: Graciela Pérez Esandi (Com. Persp. de Género) Dina Rot fue el nombre artístico que eligió Dina Gutnik Saposnik de Rotenberg, quien vino al mundo en Mendoza el 5 de marzo de 1932. Dina fue una prestigiosa cultora de la canción tradicional judía y difusora de música y poesía latinoamericana. Cantante y compositora, realizó sus primeros estudios en Santiago de Chile, y luego en Buenos Aires, donde se perfeccionó en el Teatro Colón, estudió en el Collegium Musicum, y también Musicoterapia en la Universidad del Salvador. En 1968 en el Teatro Payró Dina presentó un espectáculo importante que se llamó “Llamamiento” en alusión a un poema de Juan Gelman del mismo nombre. Cuenta en su libro “Vivir la Voz” que en 1975 ofreció su último concierto en Córdoba con el teatro vigilado por soldados porque la audiencia estaba compuesta por “universitarios”y “había que contenerlo”. La presencia amenazante de la represión que había sentido durante el día en las calles se sintió también en el escenario. Fue luego censurada por haber cantado “Condecoraciones” en Canal 7, también un poema de Gelman que ella musicalizó. “Condecoraron al señor general, condecoraron al señor almirante, al brigadier, a mi vecino, el sargento de policía. y alguna vez condecorarán al poeta por usar palabras como fuego, como sol, como esperanza, entre tanta miseria humana, tanto dolor, sin ir mas lejos.” Por haber difundido ese poema de un poeta prohibido, se le cerraron teatros y radios oficiales, sólo unas pocas audiciones en radios privadas fueron posibles por decisiones de sus responsables. Su pecado, cuenta Dina, fue haber elegido a sus “poetas amados”, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, César Vallejo, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Héctor Yánover, Violeta Parra, María Elena Walsh y letristas anónimos de Latinoamérica y España. Lo que ocurrió después fue el exilio a España, que no fue el primer desarraigo para ella, ya que haberse mudado de Santiago de Chile a Buenos Aires con sus padres a los 18 años, había constituido un cambio muy duro. Instalada en Madrid dejó de cantar y componer y se dedicó a su profesión como musicoterapeuta y profesora de canto. Desarrolló un método propio que denominó “Vivir la voz” y lo aplicó cuando se dedicó a la educación vocal tanto de actores como de cantantes. Su interés por la canción sefaradí había comenzado en su adolescencia y veinte años despues de arribar a Madrid, en 1997 Dina musicalizó textos escritos en ladino por Juan Gelman y Clarisse Nicoidksy. Con esos poemas sintió que “el silencio constituía una raíz de alguna manera peligrosa” y ese año produjo un CD llamado “Una manu tomó l´otra”, uno de la docena de títulos que componen su discografía. El 28 de octubre de 2020, falleció Dina Rot, la cantante, la compositora, la dueña de una voz inolvidable. https://www.youtube.com/watch?v=pp_xaJkJnqE&list=PLZ1smJUY8Qr36yFaOoaijr pD2ubpAlway&index=2&ab_channel=DinaRot-Topic https://www.youtube.com/results?search_query=espa%C3%B1a+dina+rot 3.https://www.pagina12.com.ar/302476-murio-la-cantante-dina-roth?gclid=Cj0KCQjw 6NmHBhD2ARIsAI3hrM1T1Ne1tPlO-a1hzvTALfX9SzfJudPO6-Ry_HDxFYINwHxMrEvhKyA aAjLbEALw_wcB 4. https://es.wikipedia.org/wiki/Dina_Rot 5.https://www.pagina12.com.ar/2000/00-05/00-05-10/pag29.htm https://www.telam.com.ar/notas/202010/529911-dina-rot-deceso-actriz-cantante.ht ml Rot, Dina. “Vivir la voz:autobiografía de una vocación”. 1ra ed. Buenos Aires, Lumen 2006.

Aportes de adherentes, Comisión Persp. de Género

«Yo no soy esa mujer»

Por: Cynthia Benzion (Comisión de Perspectiva de géneros) Días pasados hemos visto en el programa “La Academia” que conduce Marcelo Tinelli y produce La Flia Contenidos, un cuadro musical protagonizado por Sofia “Jujuy” Jiménez y otro actor cuyo nombre no fue publicado, quienes interpretaron el tema «Yo no soy esa mujer» de Paulina Rubio. El tema elegido alude a una mujer que le dice a su pareja que no es del tipo de las que no sale de su casa.Hasta ahí no cabría comentario alguno ya que el género «entretenimiento» admite una variada amplitud de expresiones artísticas. Pero la elección coreográfica, estética y de puesta en escena ha develado el profundo desprecio por las audiencias que ostenta la productora mencionada, que sin pudor incurre, una vez más, en violencia simbólica y mediática. No sólo las mujeres somos cosificadas cuando nos quedamos o no nos dejan salir de casa sino cuando, como en el caso, somos exhibidas como objetos de consumo masculino, tal como la vestimenta, la actuación y la secuencia coreográfica de la protagonista dejó a las claras. Esto no llama la atención por cuanto parece ser la regla en las elecciones estéticas de este programa, caracterizado por la exhibición de los varones en primer plano como protagonistas y las mujeres, siempre con poca ropa, como fondo de decorado.} Pero se pone aún peor IEn lo que pretendió ser una forma de honrar a aquellas mujeres que trascendieron (quizás por haber salido de sus casas) pudieron verse proyectadas en el fondo del escenario, las imágenes de mujeres célebres como Evita, Mercedes Sosa, la Madre Teresa de Calcuta y, para asombro de muchos, Ana Frank. La agresión a buena parte de la audiencia, entonces, es doble: como mujeres y como judías. La vinculación que se nos propone entre esta joven víctima del holocausto y lo que estaba ocurriendo en escena no puede justificarse en el error o en la ignorancia de todas las personas que participaron en ese programa, cualquiera que haya sido su rol en la realización. Se pone peor IILlena de estupor leer que la producción del programa intentó, en un primer momento, responsabilizar a la coach (entrenadora) de la cantante, afirmando que no estaban al tanto de lo que iba a ocurrir. Más allá de la obvia responsabilidad de la producción del programa en los contenidos que elabora y exhibe, y que en los días posteriores la asumió púbicamente, sorprende que a nadie le haya siquiera inquietado que se estuvieran abordando temas que pueden afectar la sensibilidad de muchos y muchas, víctimas directas e indirectas de más de un holocausto, en un país con una numerosa colectividad judía y una igualmente numerosa militancia feminista que ya ha logrado convertir a la violencia contra las mujeres en una cuestión de Estado. Ningún pueblo comprometido con el respeto a la condición humana puede desentenderse de estas cuestiones que no son solamente trivialidades propias del mundo del entretenimiento que se pretende popular, sino muestras del más grave desprecio por los derechos humanos de toda la humanidad.

Aportes de adherentes, Comisión Persp. de Género, Cultura

Mujeres para recordar – Julio 2021

Por: Graciela Pérez Esandi (Com. P. de Género) JUANA AZURDUY El 12 de julio de 1780 nació Juana Azurduy, una mujer destinada a romper todos los moldes. Su padre fue Matías Azurduy, hijo de una familia de Navarra, y era dueño de una hacienda en Toroca, cerca de Chuquisaca. Se casó con Eulalia Bermúdes, una “mestiza”, o “chola” considerada en esos tiempos una “mancha de linaje”, muy mal visto por la racista sociedad del Alto Perú en esa época. Este hecho fue la primera cuestión que rompió los moldes vigentes en la sociedad. Además Juana aprendió a leer y a escribir y el catecismo en la parroquia de Santo Domingo, lo cual constituyó una segunda rareza. De su padre Juana aprendió el oficio de las tareas de campo ya que lo  acompañaba mientras éste trabajaba,y así conoció a los pobladores originarios de su tierra, y aprendió el  quichua y el aymara. Por desgracia perdió tempranamente a sus padres y pasó a depender de sus tíos paternos que la internaron en un convento de Las Teresas de Chuquisaca, donde le decían “cobriza” por el color de su piel. La expulsaron  por rebelde y fue a hacerse cargo de la hacienda  que heredó de su padre. Allí conoció a la familia Padilla,  vecinos y conocidos del lugar.   A los 25 años, en 1805, se casó con Miguel Asencio Padilla con el que  tuvieron cinco hijos: Manuel, Mariano, Juliana, Mercedes y Luisa. En 1809, luego de que estallara la revolución independentista de Chuquisaca, un 25 de mayo, tanto Juana como su esposo se unieron a los ejércitos populares y ayudaron a destituir al gobernador y a formar una junta de gobierno que duraría hasta 1810, cuando las tropas realistas vencieron a los revolucionarios. A partir de ese entonces, el matrimonio combatió contra dominio español destacándose especialmente Juana por su valentía y su capacidad de mando., “Juana fue perdiendo todo, su casa, su tierra,y a cuatro de sus hijos, Manuel, Mariano, Juliana y Mercedes, en medio de la lucha. Parió a su quinta hija, Luisa, en 1815, en medio de feroces combates”, pero ni cuando estuvo en la miseria a los que los realistas  habian reducido a la familia Padilla, pudieron sobornarla. En 1816, Manuel Padilla murió al librar a Juana de ser capturada por los realistas, quienes exhibieron su cabeza en una pica junto con la de otra compañera que también cayó, pensando que era la de Juana.    Ella logró escapar vestida de negro, juró vengarse y luchó sin tregua contra el enemigo. Ahí fue cuando Belgrano la reconoció como “la amazona Juana Azurduy”, y la nombró Teniente Coronel de Milicias de los Decididos del Perú. Se unió a la guerrilla de Martín Miguel de Güemes, que operaba en el norte del Alto Perú rechazando en seis ocasiones las invasiones realistas. Años después, tras caer el último reducto realista del ex virreinato del Río de la Plata en el Alto Perú, el 1ro de abril de 1825, Simón Bolívar la ascendió a Coronel y le otorgó una pensión que recibió durante cinco años. Luego de la proclamación de la independencia de Bolivia, la Coronela intentó recuperar sus tierras, sin lograrlo, y murió en la miseria el 25 de mayo de 1862, a los 81 años en la provincia argentina de Jujuy. Fue enterrada en una fosa común. Cien años más tarde, sus restos fueron exhumados y trasladados a un mausoleo construido en la ciudad de Sucre, Bolivia, y en 2009 fue ascendida a Generala del Ejército Argentino y Mariscal de la República Boliviana. Felipe Pigna la llamó “la más grande heroína de nuestra independencia”. Pigna, Felipe. “Mujeres tenían que ser”, 13a edición, CABA, Booket, 2021.  El 15 de julio de 2015 se inauguró esta escultura en bronce en su honor, realizada por Andrés Zeneri, en la Plaza del Correo en la Ciudad de Buenos Aires. Graciela Pérez Esandi gesandi1@hotmail.com +54 9 11 3169-0914

Scroll al inicio