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Los flanes con crema de Caputo, el secreto de Stornelli y el camino al “plan D”

Fuente:   Alejandro Bercovich | BAENegocios Fecha: 24 de AGO 2018 Criado en la placidez suburbana del La Salle y con un carácter forjado en la exuberancia metálica de Wall Street, los tironeos del ajuste le son completamente ajenos a Luis “Toto” Caputo. Por eso y por la severa crisis de confianza de los mercados que intenta revertir, momentáneamente sin éxito, pidió que no lo molesten con nimiedades administrativas apenas asumió como presidente el Banco Central. Y por eso también se tomó más de dos meses para saludar al personal del banco, una tradición con la que sus antecesores nunca habían dejado de cumplir en sus primeros días de gestión. Esa presentación formal, que finalmente ocurrió el viernes pasado en el viejo hall del banco, lo exhibió más nervioso que aquel día del papelito en el Congreso, cuando tartamudeó al intentar explicar sus tenencias no declaradas en guaridas fiscales. Quizás consciente del malestar que genera entre los empleados y técnicos de carrera el hermetismo de su despacho, Caputo procuró meterse a todos en el bolsillo. Aun a riesgo de caer en demagogias más propias de un populista que de un republicano, anunció la continuidad de todos los asesores de la gestión anterior, negó que vaya a haber recortes y hasta ofreció sus condolencias “a los amigos y compañeros de Ricardo Torres”, un integrante de la Comisión Gremial Interna fallecido un mes atrás. Los delegados del Central retribuyeron ayer el gesto. Giraron una circular a todo el personal donde cuentan que se reunieron con él y que les prometió evaluar todos sus reclamos. Entre ellos está la restitución de los adicionales para la veintena de choferes cuyos sueldos de entre $120.000 y $200.000 mensuales ordenó podar en enero Federico Sturzenegger. Lo que el anterior jefe consideraba injustificable (que los miembros del directorio los tuvieran a disposición las 24 horas del día los siete días de la semana) al actual no le parece tan grave. Ni siquiera cree que deba ser un beneficio exclusivo del directorio o de los funcionarios de alto rango. Incluso concedió a su secretaria y vocera, Yael Bialos, la comodidad de que uno de esos choferes la traslade a diario. Lo de los colegas de Oscar Centeno son monedas frente a los US$ 3.351 millones que el propio Central admitió que se fugaron del país solamente durante julio y frente a los $ 100.000 millones que Hacienda pretende que recorten las provincias durante 2019. Pero en temas de austeridad, para evitar enojos, siempre conviene predicar con el ejemplo. ¿Qué dirán los gobernadores, enfrentados al riesgo de perder sus puestos el año que viene si atienden a rajatabla el pedido de Nicolás Dujovne de deprimir (más) los salarios y recortar servicios? ¿Y los intendentes, que acaban de paralizar centenares de obras pequeñas pero de alto impacto que financiaban con el Fondo Federal Solidario alimentado por las retenciones a la soja? ¿Qué pensarán los preceptores designados por el FMI, Alejandro Werner y Roberto Cardarelli, si se enteran de que el mismo Banco Central cuyas autoridades les pidieron en secreto el primer waiver (perdón) del acuerdo firmado en junio son así de dispendiosos a la hora de administrar un presupuesto? ¿Aceptarán igual que la inflación va a ser mayor que el 32% y que el crecimiento no va a llegar ni al magro 0,4% previsto en el programa? Plan D Ante financistas y ejecutivos, en un evento organizado por Balanz Capital, Carlos Melconian insistió en advertir la deriva explosiva del modelo. El expresidente del Banco Nación, eyectado del cargo al año de haber asumido en medio de una dura interna con otros economistas cambiemitas, dijo que el “plan B” (el acuerdo con el Fondo) ya se mostró insuficiente para aplacar la crisis. Deslizó que si no alcanza con seguir devaluando, el Gobierno podría adoptar un “plan C” con medidas heterodoxas para intentar contener la demanda de dólares. Todo para evitar un “plan D” que apenas definió como “coerción”, pero que podría incluir un nuevo control de cambios y hasta canjes compulsivos de títulos o depósitos por bonos a mayores plazos. La incertidumbre entre los hombres de negocios es tal que cualquiera de esas opciones aparece como verosímil. Melconian, de hecho, no solo vierte esos pronósticos en esos foros VIP. También comparte cada tanto esas impresiones con el propio Mauricio Macri, quien lo recibe a escondidas de Marcos Peña y de sus archienemigos Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Avatares del ejercicio radial concéntrico del poder. No en todo cambiamos. Lo que ya nadie discute, ni dentro ni fuera, es que las tormentas globales combinadas con un rumbo impreciso y los golpes de timón al capearlas terminaron por hundir al país en una severa estanflación. El año que iba a coronar el “regreso al mundo” acaba de registrar en junio, según informó ayer el INDEC, el desplome interanual de la actividad económica más pronunciado desde la crisis de 2009: 6,7%. Y justo cuando le toca presidir el G-20 y ser anfitrión de los estadistas más poderosos del mundo, Macri terminó por insertar al país en el G-3 de los estados con mayor inflación del planeta, junto a Sudán y Venezuela. Como si ese parentesco con Nicolás Maduro no fuera suficientemente oprobioso, la CEPAL anotó también esta semana a la Argentina en otro selecto club junto a la tierra de Hugo Chávez: el de los países latinoamericanos que van a ver contraer su PBI durante 2018. El tercer socio es Dominica, una isla caribeña semidependiente de Gran Bretaña cuyos habitantes podrían entrar en un estadio de fútbol. ¿Ayudará a disipar tantos temores juntos que Macri haya decidido viajar en persona el mes próximo a reunirse con dos de los grandes fondos de inversión de Wall Street que le cortaron el chorro a Caputo a inicios de este año? ¿No se leerá como una muestra de debilidad, de ausencia del fusible que suelen representar los ministros de Economía? En cualquier caso, mucha alternativa no queda. El viaje relámpago que emprendieron días atrás junto a Mario Quintana los dos hombres de mayor confianza de Caputo, Santiago Bausili y Gustavo Cañonero, fue como hablarles con el corazón. Les contestaron con el dólar a $31. Me

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Más recursos y mejor distribuidos

Fuente: Martín Mangas * | Le Monde Diplomatique Fecha: 24 de AGO 2018  En Argentina, el sistema universitario público se financia principalmente con recursos que provienen de rentas generales del presupuesto sancionado anualmente por el Congreso Nacional. Por eso, resulta interesante analizar la evolución de los recursos públicos volcados a la educación superior y conocer el impacto distributivo de esas erogaciones. El andamiaje legal e institucional de la educación superior está dado por la ley homónima (sancionada en 1995) que fue producto de las reformas neoliberales propiciadas en el documento “La educación superior: Las lecciones derivadas de la experiencia” del Banco Mundial. La norma posee una concepción mercantilista del conocimiento, niega su valor como bien público social, abre la puerta al arancelamiento y liga los derechos políticos y la ciudadanía universitaria al rendimiento académico. Por ende, el desafío consiste en revertir las nociones de esa ley, y asumir el compromiso de convertir a la educación superior en “un bien público social, un derecho humano universal y un deber del Estado”, como la definió la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe celebrada en junio de 2008 en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia. Decimos que es el principal desafío porque transformar en un derecho lo que hasta no hace demasiado tiempo se vivía como un privilegio es mucho más que un giro retórico. Para garantizarlo de manera plena, efectiva y exitosa, se requiere de un despliegue de políticas públicas y de asignaciones presupuestarias acordes y en línea con ese objetivo. En efecto, entre los años 2003 y 2015 existió la decisión política de ampliar el sistema de educación superior –se crearon dieciocho universidades– y de dotarlo de una mayor asignación de recursos (humanos, presupuestarios, tecnológicos), de manera de ponerlo a la altura del desafío. Esos avances se pueden observar con el indicador que mide los recursos destinados por el Estado a la educación superior y universitaria en términos del Producto Interno Bruto (PIB). En 1985 se destinaba el 0,45% del PIB, en 1995 el 0,57%, en 2004 un 0,69% y en 2015 se alcanzó el 1,32%, según los datos que se desprenden de la Cuenta de Inversión producida por la Contaduría General de la Nación. En treinta años se triplicaron los recursos, en línea con la expansión comentada, y con otro aspecto muy decisivo como fue el aumento sistemático, vía negociación paritaria, de los salarios del personal docente y no docente desde 2005 a 2015. En ese lapso, en promedio, todas las categorías tuvieron un incremento del 1.300%. Ese incremento notable del gasto en educación superior tuvo su correlato a fines de 2015 en una reforma parcial de la Ley de Educación Superior, que incorporó tres aspectos clave: la noción mencionada antes de bien público social y derecho humano universal; la responsabilidad indelegable del Estado en garantizar la igualdad de oportunidades y la prohibición taxativa del arancelamiento sobre los estudios de grado. La aplicación de la nueva ley fue judicializada, por vía de amparos, por algunas universidades y a casi dos años de su sanción, todavía no fue reglamentada por el Poder Ejecutivo. Financiación y gastos La principal fuente de financiamiento de las casas de altos estudios proviene del Tesoro Nacional. Como hemos señalado al inicio, es la asignación que realiza el Estado a partir de la sanción del presupuesto realizada por el Congreso de la Nación. Otro mecanismo de financiamiento lo constituyen los recursos propios que provienen de la venta de bienes y servicios que realizan las universidades. También cuentan, no siempre, con recursos otorgados por el sector público para ser afectados a un fin específico (en general, obras de infraestructura), y por último, lo que se conoce como “economía o ahorro” de ejercicios anteriores, que es una facultad concedida a las universidades para que aquellos créditos presupuestarios no comprometidos al cierre del año puedan ser utilizados en los ejercicios siguientes sin ser devueltos al Tesoro. Existen otras fuentes, como las transferencias externas o el crédito, que representan un aporte marginal. Del total de recursos de las universidades nacionales, la fuente del Tesoro Nacional representa el 85,7%, los recursos propios el 7,6%, los remanentes (ahorros) el 4,9% y todo el resto de las fuentes, tan sólo el 1,8%. En relación a los gastos, la función de producción de los servicios de educación y ciencia y tecnología presenta una alta intensidad en el uso del factor trabajo. Por esa razón, el 74% del gasto se concentra en salarios. Un 13% en los denominados “servicios no personales” que incluyen honorarios, servicios públicos, transporte y seguros, entre otros y los otros gastos de funcionamiento (bienes de consumo, bienes de uso y transferencias) representan el 13% restante. El 91,4% de los salarios se financia con la fuente del Tesoro Nacional. Tanto porque los salarios tienen un peso muy determinante en el presupuesto, como porque su pago se financia casi enteramente con los recursos del Estado Nacional, es tan decisiva la política salarial. Por esa razón, el conflicto abierto por el gobierno de Mauricio Macri en relación a la negociación paritaria del año 2017 tiene en vilo al presupuesto general del sistema universitario y a los ingresos de los más de 130 mil docentes. El impacto distributivo Si bien es evidente que en tamaño y recursos el sistema universitario público creció sostenidamente en las últimas décadas, resulta pertinente conocer el impacto del gasto en educación superior en la población. Algunos economistas consideran al gasto en educación superior como “pro-rico”, porque se distribuye de modo creciente a mayor nivel de ingresos y porque es el que menor fuerza redistributiva tiene dentro del Gasto Público Social. Entonces, para analizar ese impacto, vale la pena considerar tres datos en diferentes momentos, a saber: 1) en un trabajo de Leonardo Gasparini, “La distribución del ingreso en Argentina”, realizado con datos de 1992 y publicado por FIEL en 1999, se muestra que el quintil más pobre participaba en un 8,5% del gasto en educación superior, y el más rico en un 38,4%; 2) en el documento

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CFK, el fórum shopping y los cuadernos que no son

Fuente: Rodolfo Yanzón | La Tecl@ Eñe Fecha: 24 de AGO 2018 El 22 de agosto pasado el Senado debatió si autorizaba el allanamiento pedido por el juez Claudio Bonadío a las propiedades de Cristina Fernández y el proyecto como “extinción de dominio”. La medida solicitada por el juez no tiene ningún objetivo investigativo ni judicial, sino el exclusivo propósito de cincelar el monstruo diabólico —del que días atrás habló el funebrero Luis Barrionuevo— para exhibirlo por todos los medios de comunicación con miras a las próximas elecciones. Se trata de una acción más en el entramado que se dio en llamar el “caso de los cuadernos”, iniciado a partir de la gestión de un periodista del diario La Nación con el Fiscal Carlos Stornelli –relacionado con Mauricio Macri, Daniel Angellici y Rafa Di Zeo- para introducir irregularmente copias de cuadernos en una causa preexistente. Lo que se conoce como “fórum shopping”, elegir el juez de manera irregular. Y nada mejor que Bonadío, que acumula cinco procesos contra la ex Presidenta y una clara animadversión de la que todos los jueces de instancias superiores se han hecho los tontos. A través de Bonadío, la DAIA y dirigentes del PRO reabrieron la causa por el acuerdo con Irán. Y nadie en su sano juicio podía pensar que no derivaría en procesamientos a granel, entre los que se encuentra el de CFK, además de su pedido de detención por el que pidió su desafuero. Mas allá de que el delito principal de traición a la patria fue dejado de lado por la Cámara Federal al confirmar los procesamientos, habrá un juicio oral en el que CFK deberá sentarse junto a sus consortes de causa, aunque se trate de un juicio condenado a la absolución de los acusados, porque no hubo delito, y todos lo saben, pero también se hacen los tontos para mantener con vida la operación mediática y judicial. Más grave aún es que después de esa causa todo es posible en el mundo judicial mediático, sobre todo si se cuenta con los esfuerzos de Bonadío. Los cuadernos que no existen son una muestra, sobre todo porque Bonadío y Stornelli cuentan con que en lo sustancial sus actos serán confirmados por los camacristas federales. Regresando al debate en el Senado, aunque CFK revalidó títulos con un sector importante de la sociedad que la considera su líder política, hay puntos que CFK no puede, no quiere o se le hace difícil explicar. Al lanzar la pregunta al resto de los senadores acerca de si creían en serio que la cartelización de la obra pública había comenzado en mayo de 2003, CFK reconoció que la cartelización continuó durante los doce años posteriores, ocho de ellos bajo su mandato. Entonces la pregunta es qué hizo por terminar con esos nichos apetitosos de corrupción. Y la segunda pregunta es por qué motivos se mantuvo como ministro del área a Julio De Vido y su equipo, desde el primero hasta el último día kirchnerista (para limitarnos a las preguntas directamente relacionadas con la causa de los cuadernos que no son cuadernos). CFK señaló a los responsables de esa cartelización, entre los que incluyó a los Macri; se refirió a la interna peronista sin dejar de deslizar que unos cuantos jamás llegarían a presidente por el voto popular aunque a ella la partiera un rayo. También recordó la reunión que mantuvieron Stornelli, Macri y su primo Angelo Calcaterra para hablar de los acuerdos espurios preexistentes. Algunos dicen que comenzó su periplo como candidata, reivindicando puntos de su gestión y resaltando sus objetivos políticos para contraponerlos a los del macrismo. Miguel A. Pichetto le dijo que no se preocupara, que iba a poder ser candidata, adelantando la opinión de todo el PJ en cuanto a que no prosperaría ningún pedido de desafuero en su contra. Otros dicen que al macrismo le conviene que CFK continúe en libertad. CFK, como contestándoles, dijo que no era ella el problema del gobierno, sino ellos mismos y sus políticas espantosas. Este cuadro podría alimentar en un sector del oficialismo la idea de trabajar por un escenario con CFK presa (Pichetto tendría la llave), sobre todo si funcionarios como Mario Quintana dicen que es buena noticia la caída del salario real, pero que no se puede anunciar porque los perjudicaría en lo político. A esta altura y según encuestas de los últimos días, Macri perdería en un ballotage con CFK, a pesar de su imagen negativa. El proyecto llamado de extinción de dominio fue modificado y volverá a Diputados. El macrismo insistió en su propio proyecto con fuerte tufo videlista. De hecho, uno de los que habló en el recinto para sostener la postura de su bloque fue Federico Pinedo, quien durante los ochenta y ya en gobierno de Raúl Alfonsín, iba por los programas de televisión reivindicando a la dictadura genocida. La causa de los cuadernos que no son se sostiene a partir de un método extorsivo utilizado desde hace tiempo con los pobres y ahora Stornelli y Bonadío lo usan con los del poder real, que nunca pensaron ir en cana, tanto como que jamás las cárceles fueron creadas para ellos. La extorsiva invitación a declarar a cambio de libertad dejó una frase que navegó las redes sociales, balbuceada por el abogado Cúneo Libarona: “Si Sergio Taselli no sale en libertad en breve va a mentir o involucrar a alguno”. Después de la causa por el pacto con Irán todo es posible. De este modo, que se encuentren o no los cuadernos es sólo un detalle baladí, que no por ello impide al macrismo a ponerse la cocarda que no merece, la de honestidad, y echar culpas a esos cuadernos que no son por la situación imperante o a la pesada herencia, que en definitiva para ellos es lo mismo. Pero no es la pesada herencia ni CFK el problema, sino sus políticas espantosas y elitistas, desinvirtiendo en áreas sensibles como la investigación científica y la educación, y vilipendiando a sindicatos y

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Ana Castellani: “No hay manera de que los empresarios finjan demencia”

Fuente: Carlos Romero | Revista Zoom Fecha: 22 de AGO 2018 A fines de 2015, Ana Castellani –doctora en sociología, investigadora del Conicet y docente– fue una de las intelectuales que adelantó con mayor detalle las consecuencias económicas que tendría la llegada de Mauricio Macri y su proyecto a la Casa Rosada. El 29 de octubre de aquel año, antes del balotaje, publicó un tuit que, visto desde el ahora, sorprende por su exactitud predictiva: presagiaba la devaluación del peso y la suba del dólar, el aumento de precios y tarifas; las caídas del salario, el consumo y el mercado interno, la apertura importadora y el cierre de pymes, la fuga de divisas, el ajuste del Estado, la toma de deuda y el rumbo económico dictado desde el exterior, así como el retroceso en jubilaciones y en políticas culturales, científicas y sociales. De todos modos, Cambiemos logró sorprender a Castellani. “Jamás me hubiera imaginado que, tan rápidamente, iban a llegar a este nivel de inconsistencia macroeconómica, que no sé cómo se puede sostener, no hasta las elecciones del año que viene, no sé cómo se puede sostener hasta fin de año”, advirtió. Coordinadora del Observatorio de las Elites Argentinas y directora de la Maestría en Sociología Económica de la Universidad Nacional de San Martín, Castellani integra el Grupo Fragata, donde diversos intelectuales y académicos críticos del oficialismo, analizan la situación del país y buscan aportar a una propuesta opositora. En una escena política, judicial y mediática copada por los cuadernos de Centeno, la investigadora consideró que, en esta oportunidad y a pesar de la estrategia de los arrepentidos, “no hay manera que los empresarios finjan demencia”. Sostuvo que “la colusión público-privada en torno a la obra pública existe desde los 60, no desde ahora”, con “jugadores muy pesados” que no pueden decir que fueron “pobrecitos extorsionados”. – ¿Cuál considera la clave para evaluar a la gestión Cambiemos? – Siempre, para evaluar a un gobierno, miro la orientación de sus políticas públicas, y estas no las comparto para nada, porque veo que benefician exclusivamente a unas pocas fracciones, incluso del capital, y perjudican a otras y a la gran mayoría de los argentinos, que somos los que vivimos de nuestros trabajos, en su múltiples formas y relaciones laborales. Esta orientación de las políticas públicas es el principal problema, porque apuntan a una distribución regresiva del ingreso, hacia un shock de precios relativos que benefician a tres sectores: bancos/finanzas, agroindustria, y energéticas y mineras. Es lo más grave del gobierno de Macri y sus efectos son clarísimos: los grandes perjudicados en estos tres años hemos sido los trabajadores. – ¿Esto tiene que ver con que el deterioro del salario es una condición que le conviene a los sectores favorecidos por la política del oficialismo? – A todos, a la larga, no, porque una parte importantísima de la producción local está volcada al mercado interno. Si estás acogotando la demanda interna, ¿con qué traccionás? En la demanda tenés tres componentes claves para que traccionen: el consumo; la inversión, pública o privada, o las exportaciones. El poder adquisitivo de los salarios en el año uno tuvieron un sablazo; en 2017, más o menos, empardaron a la inflación, pero la mayoría de los trabajadores no recuperó lo perdido en 2016, y en 2018 vamos derecho a una pérdida clarísima, a lo que se suma la destrucción de puestos de trabajo y el reemplazo en el sector privado formal con monotributo social, una instancia mucho más precaria. Si en 2018 ya tenemos esta situación, el consumo interno no va a ser el motor. La gran apuesta era la inversión y tampoco se da, porque el sector público la traccionó en 2017 pero ahora ya no puede hacerlo por el ajuste fiscal que se le impone. ¿Y por qué? Porque la medida número uno, que para mí es el error más grave y además totalmente buscado, es la salida del cepo. – ¿Qué efectos desencadenó esa política? – Significó desregular la Cuenta Capital y todo lo que tenga que ver con tasas de interés, comisiones y más en el sistema bancario y financiero, encareciendo mucho ese costo, asfixiando a las productoras locales. Se le suma la apertura de importaciones, el deterioro del salario real y una política monetaria del Banco Central en 2016 y 2017 de esterilizar la deuda que se toma, emitiendo deuda en pesos a tasas altísimas de corto plazo. Es la bomba de Lebacs que están tratando de desarmar, cambiándola por Letras del Tesoro en dólares, y ni siquiera lo logran por completo y eso presiona sobre el tipo de cambio… – La descripción suena a una tormenta perfecta. – Hoy estamos en el peor de los mundos. Jamás me hubiera imaginado que, tan rápidamente, iban a llegar a este nivel de inconsistencia macroeconómica, que no sé cómo se puede sostener, no hasta las elecciones del año que viene, no sé cómo se puede sostener hasta fin de año. Realmente es muy preocupante. – Sin embargo, el reflejo político y social no es aún un escenario tipo 2001. – Que la estás pasando mal y que esto va mal, no te lo tiene que venir a explicar nadie, porque lo vivís todos los meses. Cómo se traduce ese malestar en términos de interpretación y acción política, eso es otra historia y es donde aparecen los intelectuales, los políticos o los comunicadores sociales tratando de ponerle sentido, brindando alternativas. Porque la persona que va al trabajo todos los días o está angustiada porque lo perdió, ve cuál es la situación, pero no necesariamente tiene por qué saber las causas macro que generaron eso. – ¿Ahí es donde se introducen discursos como el “se robaron todo”? – Habrá algunos que crean que todo es porque se robaron un PBI, cosas insólitas, que ya de por sí son falacias en sí mismas. Nadie se puede robar un PBI, nadie tiene idea de lo que es un PBI. O lo de 60 millones de dólares en bolsos.

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Deje en paz al Holocausto Mr Netanyahu

Fuente: Yehuda Bauer* | Haaretz  Fecha: 21 de AGO 2018 La humillante declaración polaco-israelí, en la que el gobierno de Israel básicamente acepta la narrativa nacionalista polaca sobre lo que le sucedió a los judíos en suelo polaco durante el Holocausto, debe entenderse en el contexto internacional. Fue el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien en 2014 acuñó el término democracia antiliberal, que ahora persigue. La importancia de este término es demasiado clara: el nacionalismo radical que elimina o restringe la independencia judicial usa herramientas oficiales para luchar contra una prensa crítica, suprime las organizaciones de derechos humanos, restringe los derechos de las minorías, se opone ferozmente a la inmigración y lucha por un régimen centralizado si no autoritario . Por supuesto, existen diferencias significativas entre los países en los que esta tendencia se está extendiendo, pero hay muchas similitudes entre ellos. La lista incluye a Rusia, Estados Unidos, Polonia, Hungría, Israel y, últimamente, Italia y Pakistán. ¿Se puede llamar a tales regímenes democráticos? Parecería así. Sin duda, a pesar de la intervención gubernamental aquí y allá, las elecciones en los países antes mencionados y otras como ellas fueron libres, y los ciudadanos votaron por el antiliberalismo por elección. Por supuesto, uno podría afirmar que el candidato demócrata en los Estados Unidos recibió 2,8 millones de votos más que el presidente electo, pero sin duda goza de un apoyo sustancial. Estas tendencias están ocurriendo en el contexto de dos fenómenos. Es razonable suponer que la tendencia antiliberal continuará mientras las economías prosperen. Sin embargo, además de la situación económica, y esto nos preocupa principalmente, un régimen nacionalista necesita basar el presente en el pasado, por lo que una de sus características es distorsionar la historia. Es verdad no solo en Polonia. Otros países se están retractando de admitir la colaboración con la Alemania nazi (o el Japón imperialista), especialmente con respecto al asesinato de judíos, que fue el régimen nazi de la acción más extrema del terror. La colaboración europea, entre otros factores, hizo posible el Holocausto. Los daneses comunes rescataron a la pequeña Dinamarca judía, pero unos 6.000 daneses se ofrecieron como voluntarios para las SS y, por supuesto, hay muchos otros ejemplos. La tendencia antiliberal implica, pues, deformar el pasado. Esto no es acerca de la derecha versus la izquierda. El líder del liberalismo europeo encabeza un partido conservador en Alemania. El presidente francés es un centrista, no un izquierdista. El primer ministro australiano es conservador. En contraste, el primer ministro canadiense está en el centro izquierda, cerca de la socialdemocracia. El gobierno de minoría sueco es una alianza de socialdemócratas y el Partido Verde. La socialdemocracia lucha hoy por los valores liberales. Las divisiones principales están en el derecho mismo. La canciller alemana tiene menos problemas con la socialdemocracia debilitada, e incluso con la extrema derecha que con el brazo radical de su gobierno (encabezado por el bávaro Horst Seehofer). El primer ministro británico está peleando con el ala radical de su partido encabezado por Boris Johnson, mientras que muchas de las batallas que está librando el presidente de Estados Unidos apuntan al establishment republicano, que es más moderado que él. El principal rival del partido gobernante en Polonia, Law and Justice, es la oposición moderadamente conservadora del partido Plataforma Cívica y no la izquierda en desintegración. En Israel, no hay una diferencia sustancial entre Yesh Atid y el bloque de la derecha gobernante, o entre ella y el campo de Avi Gabbay dentro de la Unión Sionista. La lucha principal se centra en la cuestión de quién liderará el país y menos sobre el contenido. En Pakistán, la victoria de Imran Khan llevó al poder una alianza entre el islamismo radical y no territorial y el ejército. La oposición proviene de un partido conservador más liberal. No es necesario exagerar los paralelismos entre todos estos países, pero se puede señalar una tendencia general, que se expresa de diversas maneras en diferentes países. Un anarquista de derecha lidera el país más fuerte del mundo. A pesar de que la historia del anarquismo es un fenómeno de izquierda radical, y el anarquismo de derecha es básicamente una contradicción, el presidente de los Estados Unidos demuestra que es posible. Por un lado, él lucha contra las instituciones que dirige, trata de controlar el poder judicial y la prensa, y representa tanto a personas de clase trabajadora que se sienten alienadas por las instituciones de la sociedad, como a decenas de millones de evangelistas que se oponen al gobierno en Washington y apoyan ideas religiosas delirantes y radicales. Por otro lado, él representa a los multimillonarios que lo apoyan. No tiene una política y no podría tenerla porque los anarquistas solo tienen tendencias generales. La pregunta que nos gusta hacer, si él está a favor o en contra de Israel, es irrelevante. Mientras Israel sirva como un portaaviones móvil de los EE. UU., Una herramienta en manos de las políticas estadounidenses, apoyará a su gobierno. Decenas de millones de evangélicos son muy importantes para él, por lo que trasladará la embajada a Jerusalén. La teología no le interesa, pero su apoyo sí. Ese es el telón de fondo global. La declaración conjunta sobre la ley polaca, que prohíbe atribuir responsabilidad al pueblo polaco por los crímenes del Holocausto, crea una especie de asociación ideológica y antiliberal entre Israel y Polonia. Por supuesto, hay diferencias. Polonia tiene un gobierno de partido único. Se esfuerza por un gobierno autoritario, que linda con el bolchevismo anticomunista. Por el contrario, Israel tiene una coalición de partidos antiliberales en lugar de un partido en el poder, pero los dos gobiernos tienen muchos denominadores comunes. El asunto del Holocausto estaba obstaculizando todo esto, y tenían que desaparecer mediante el blanqueo conjunto. Yad Vashem respondió a la declaración conjunta con un documento de posición, que expresaba una oposición inequívoca. Tres expertos en el tema lo firmaron. Todo el equipo de investigadores de Yad Vashem, salvo la Prof. Dina Porat, apoya el documento de posición. El documento

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Noche de honor, Noche de la desgracia

Fuente: Editorial de Haaretz Fecha: 12 de AGO 2018 La marcha de protesta del sábado por la noche por las calles de Tel Aviv y la manifestación que le siguió concluyó en una insignia de honor para la sociedad civil en Israel. Decenas de miles de israelíes, judíos y árabes, marcharon codo a codo en una lucha conjunta contra la desgracia de la ley de estado-nación y por la igualdad para todos los ciudadanos del Estado. Esta fue la segunda manifestación masiva semanal consecutiva contra la ley del estado-nación, y tuvo una importancia especial. Su éxito es un buen augurio para vigorizar el campo democrático de Israel y sus capacidades de protesta. La semana pasada, la protesta se centró principalmente en los derechos de una sola minoría, los drusos. Pero el sábado por la noche, las masas marcharon a favor de la igualdad para todos: los drusos y todos los ciudadanos palestinos de Israel. El grupo más excluido y oprimido en Israel, y el más perjudicado por la ley del estado-nación, orgullosamente hicieron oír su voz el sábado por la noche en la Plaza Rabin de Tel Aviv y obtuvo una impresionante solidaridad de los ciudadanos judíos de Israel. No fue solo la comunidad árabe, sino que todos los que valoran la democracia gritaron «no» a la ley estatal nacional. Dicho esto, la posición de los líderes de los dos principales partidos de oposición, Yesh Atid y Unión Sionista, fue particularmente vergonzosa: eligieron boicotear la manifestación. Nadie esperaba nada mejor del presidente de Yesh Atid, Yair Lapid, dada su historia de declaraciones racistas contra la comunidad árabe. Pero cuando Avi Gabbay, Tzipi Livni y la mayoría de los otros miembros de la Knesset de la Unión Sionista se desentendieron de una manifestación masiva contra una ley a la que se oponían públicamente, no cumplieron con su deber como un importante partido de la oposición. Aquellos que se manifestaron justamente contra la ley junto con los drusos en la misma plaza justo una semana antes, pero decidieron boicotear una manifestación similar organizada por el Comité Superior de Supervisión Árabe de la comunidad árabe, desaprovechó una oportunidad importante para expandir la protesta. Ninguna excusa puede ocultar esto. La Unión Sionista merece una insignia de vergüenza por su comportamiento. Los ciudadanos palestinos de Israel y todos los israelíes que desean la igualdad deben saber que, en el momento de la verdad, la Unión Sionista renunció de hacer su trabajo. La protesta del sábado por la noche no debe ser un evento aislado. Su lección clave es que si los judíos y los árabes unen sus fuerzas pueden generar una protesta significativa contra el gobierno nacionalista más derechista en la historia de Israel. La manifestación del sábado por la noche también debería lanzar un nuevo capítulo en la política israelí, en el cual la comunidad árabe deja de ser un grupo excluido y condenado al ostracismo para convertirse en una parte inseparable de un gran frente político capaz de combatir y bloquear al gobierno de derecha. No es necesario ponerse de acuerdo en todo para protestar juntos en nombre de un objetivo conjunto. Ya no deberíamos temer la cooperación entre la mayoría judía y la minoría árabe. Necesitamos pelear juntos. La manifestación del sábado por la noche demostró esto más allá de cualquier  sombra duda. Traducción: Dardo Esterovich

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Jueces a la carta

Fuente: Graciana Peñafort | El cohete a la luna Fecha: 12 de AGO 2018 Luego de asesinar a varias esposas, Barbazul pidió un juicio justo. El tribunal que debía juzgarlo, a criterio del acusado, debía estar conformado por Carlos Monzón, O. J. Simpson y la madrastra de Blanca Nieves. El abogado de una de las familias de una de las esposas asesinadas le recordó al poder judicial que el artículo 18 de la Constitución Nacional establece que “ningún habitante de la Nación puede ser… juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa”. También le recordó al sufrido abogado que un juez no puede tener interés en el resultado de la causa que juzga. El selecto tribunal conformado por Carlos Monzón, O. J. Simpson y la madrastra de Blanca Nieves rechazó la recusación del abogado en duros términos, llegando a decir que lo dicho por el abogado afectaba su buen nombre y honor como tribunal. Entonces el abogado recurrió a la Cámara de Apelaciones y realizo el mismo planteo y la Cámara razonablemente le hizo lugar y cambio el tribunal por un tribunal que no estuviese tan involucrado en hechos de violencia de género. Lo anterior es un mal cuento de hadas, aun con final razonable. Debo señalar que los refutadores de leyendas – o de cuentos de hadas— de Quilmes han copado el poder judicial argentino. Y es claro que ya no está el único hombre sensible de Flores en ese Poder Judicial. Y ya no hay finales razonables en la Argentina real. No al menos en el Poder Judicial. Voy a contarles una historia de estos días. Que no es razonable. Hay un fiscal que se llama Stornelli. Ese fiscal fue apartado de una causa que se llama Río Turbio, porque imputó a Roberto Baratta con unos convenios que NO estaban firmados por Baratta. Entonces el juez de la causa resolvió apartarlo por haber sido parcial con el imputado. Eso pasó en marzo de 2018. Los diarios de la fecha dan cuenta de que Stornelli no estaba particularmente feliz con la decisión de ser apartado. El 26 de marzo de 2018 Stornelli se tomó un café en su casa con un periodista de La Nación que se llama Diego Cabot, que le contó una historia que involucraba unos cuadernos mágicos que contaban el circuito de la corrupción K, escritos por el chofer de Baratta. Stornelli le propuso que le presentara la denuncia en su fiscalía. De onda. Y Cabot fue y presentó la denuncia. El 12 de abril de 2018. La denuncia señalaba como principal imputado a… Roberto Baratta.  Todo el sistema no parece muy formal, ¿no? No, y no lo es. Tampoco parece correcto que un fiscal apartado por ser parcial  tome una denuncia contra la persona que lo apartó. No lo parece y no lo es. Cabot le dio a Stornelli unas fotocopias de los cuadernos. Con esas fotocopias Stornelli fue a visitar al entrañable juez Claudio Bonadío. Y Bonadío sonrió. Pero dejó de sonreír cuando se preguntó como haría para ingresar esa causa a su juzgado. Entonces se acordó de una mujer, la esposa del chofer que habría escrito los cuadernos. Ya una vez la mujer había presentado una denuncia en lo de Bonadío. “Recórcholis”, habrá dicho al recordar que esa vez no tomó esa causa, sino que, con toda corrección, la mandó a sorteo. “Ves, eso me pasa por cumplir una vez con la ley… la reputa madre… Traela a declarar”, le habrá ordenado a alguien. Y así Bonadío es el juez que se hizo forum shopping a sí mismo. Esa es la historia de como un fiscal que no podía intervenir y un juez que no había sido sorteado como manda la ley se quedaron con la causa. Con lo que no se quedaron, sorprendentemente, ¡es con los cuadernos!, donde el arrepentido se rearrepintió y los quemó, aunque ni usted ni yo ni nadie lo crea realmente. Mi amigo Pablo Slonimsqui en el libro que hay que comprar estos días – Forum Shopping Reloaded—  hace un catalogo de intervenciones más o menos encubiertas de los servicios de inteligencia para influir en la justicia: Querido Pablo, deberías agregar: Escribir cuadernos, fotocopiarlos y luego quemarlos… Pirueta feroz, que no se le ocurrió ni a Mata Hari. Vamos a señalar que las fotocopias no son pruebas en si mismas, son indicios que NO tienen el valor del original, pero que pueden servir como un elemento para orientar la investigación, en palabras de Zaffaroni. El detalle de cómo Stornelli y Bonadío orientaron la investigación es por cierto curioso. Detuvieron a varios ex funcionarios y a varios empresarios. Buscando que un finde en la alcaldía de Comodoro Py los ablandase. Y en efecto lo consiguieron, porque varios empresarios “se quebraron” y solicitaron acogerse al régimen de arrepentido. Mas curioso fue el caso de empresario Ángelo Calcaterra, que no fue detenido y que organizó su declaración en forma conjunta con el fiscal de la causa el sábado anterior a presentarse y declarar (¿?). Deben ser las ventajas de ser un primus – no inter pares, solo un primus—, deben ser. Cosas que si las hubiese sugerido como posibles a mi profesor de derecho procesal penal, me habrían mandado de vuelta a casa con orden de volver en el próximo turno de examen. Detalle delicioso que demuestra lo que es una investigación parcial tanto en lo periodístico como en lo judicial son dos nombres que aparecen en el cuaderno y que fueron omitidos tanto por Cabot como por Bonadío en primera instancia. El primero de ellos es el de Paolo Rocca, dueño de la más importante empresa que actúa en la Argentina que se llama Techint. Sí, en los cuadernos aparece Techint, pero se ve que no revestía interés periodístico el detalle. Ni judicial, para el caso. La convocatoria a un ejecutivo de Techint fue recién efectuada luego que se hiciera publico que aparecían en las fotocopias. El otro nombre misteriosamente no visto ni por La Nación ni por la

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El fixture de atentados contra Maduro

Fuente: Jorge Elbaum | El cohete a la luna Fecha: 12 de AGO 2018 La triple alianza entre el periodismo, las agencias de inteligencia y sectores de la justicia, orientados a conservar o restaurar la hegemonía del Departamento de Estado en la región, se puso nuevamente en evidencia a través de la Operación Bayly. Tres días después del intento de asesinato del presidente venezolano, el presentador peruano describió en detalle el frustrado atentado afirmando que conocía a sus autores y que se había reunido con algunos de ellos en Miami, semanas antes del hecho sucedido el sábado 4 de agosto. En su show nocturno de las 21 a través de Mega TV, el limeño encomió y reivindicó la tentativa (planificada en Colombia y Estados Unidos, según Caracas) y confesó que sus fuentes le habían brindado la primicia: “El sábado vamos a matar a Maduro con drones, hemos probado los drones en Caracas: funcionan”. Según Bayly, él les respondió eufórico: “Hágale, vamos para adelante”. Como sucede habitualmente en el mundo televisivo, una parte de la verdad alcanzó para generar la atracción necesaria que exige la lógica exhibicionista del rating. Sin embargo, los interlocutores del showman no parecen haber sido sus ejecutores –quienes se encontraban todos en Venezuela con anterioridad a la presumida reunión llevada a cabo en Miami— sino sus planificadores y financistas, radicados en Florida y partícipes de todas las desestabilizaciones y golpes militares sucedidos en América Latina desde la década del ’60. Dos semanas antes del atentado, el 17 de julio, Bayly recibió a Otto Reich en su programa, concediéndole un bloque central de media hora. Reich se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Venezuela hasta 1989 y fue uno de los más conocidos impulsores del golpe contra Chávez de 2002. Según un documento de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso estadounidense de 2002 –avalada por 14 congresistas—, Reich fue el organizador de dicha intentona, hecho que motivó el pedido de su renuncia, que se concretó en noviembre de ese año. Reich ha introducido a Bayly en los círculos cubano/venezolanos, hermanados por su tirria visceral al chavismo y al castrismo. Uno de los integrantes de este colectivo es Osman Alexis Delgado Tabosky –residente en Florida y habitual contertulio de Otto Reich—, a quien el gobierno venezolano acusa de ser el encargado principal de aportar para la adquisición de los drones y la financiación del atentado. Otto Reich es un cubano que abandonó con su familia la isla luego de la revolución y que se desempeñó en distintas áreas del Departamento de Estado. También se dedicó a representar —en distintos periodos— a la corporación Lockheed Martin, fabricante y comercializadora de aviones de guerra y pertrechos militares. En una pormenorizada investigación realizada por José Sant Roz, referida al rol ocupado por las agencias de inteligencia en Venezuela, se recuerda la repetición que hacía Reich de una fórmula empleada originariamente por Nixon en relación con el gobierno de Salvador Allende: “Hay que hacer aullar de dolor a la economía”.[1] Ese principio ha sido repetido desde la pantalla de Mega TV por el propio Bayly, convocando a boicotear cualquier posibilidad de recuperación económica del gobierno de Maduro. El ex funcionario cubano-estadounidense fue nombrado en 1983 director de la Oficina de Diplomacia Pública en el Departamento de Estado, donde conoció a Oliver North, organizador de la contra nicaragüense. La fiscalía general de los Estados Unidos consideró en 1987 que North y Reich participaron “en actividades de propaganda prohibidas y encubiertas” en apoyo a dictaduras centroamericanas. Documentos desclasificados, además, revelan que Reich contrató personal militar para la realización de “operaciones sicológicas” orientadas a desprestigiar dirigentes políticos y sociales opuestos al rol desarrollado por las delegaciones diplomáticas en América Latina. Según William Goodfellow, analista del Centro para la Política Internacional de Washington, Reich es un “fanático derechista, con un récord bien documentado de negocios sospechosos que se originan en el escándalo Irán-Contras”, en el que su triangularon armas, cocaína y mercenarios para desestabilizar a la Nicaragua Sandinista. Reich ha conectado a Bayly a su red en Miami entre quienes se encuentran Rogelio Pardo Maurer, ex alto oficial de la Contra nicaragüense y ex secretario del Pentágono para el Hemisferio Occidental, que en su libro The Contras, 1980-1989: A Special Kind of Politics reivindica las alternativas de lucha militar en América Latina basadas en la asistencia y la financiación de la CIA. Reich ha sido un crítico de las políticas de Obama referentes a reestablecer relaciones diplomáticas con Cuba y el analista internacional Larry Birns lo considera, junto a Ted Cruz, uno de los máximos exponentes “del proceso de diseño de política hacia América Latina [que permanece en manos] del ala de extrema derecha de la comunidad cubano-estadounidense”. “Esta es una conspiración y vendrán otras, cuyos autores son todos hombres de honor, militares, policías, ex militares, ex policías venezolanos. Esta no es una conspiración de intelectuales o de artistas”, advirtió Bayly en su programa del 7 de agosto. “Es fácil que desde un canal de televisión de Estados Unidos se mande a matar a un presidente —respondió Nicolás Maduro desde Caracas—: ¿Qué pasaría si un periodista fanfarrón como este, desde una televisora de Venezuela, mandara a asesinar al presidente de Estados Unidos?”, se preguntó, retóricamente, el presidente venezolano. El injerencismo de la doctrina Monroe no descansa: sólo que en la actual etapa envía drones con explosivos en vez de capacitadores dispuestos a enseñar las mejores formas de aplicar el submarino. [1]. https://bit.ly/2M6fbsi

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La quimera de la transición

Fuente: Edgardo Mocca | Página 12 Fecha: 12 de AGO 2018 No hay nadie en la Argentina que se atreva a augurar un futuro exitoso para el gobierno de Macri. Tal vez si le preguntan a Alejandro Rozitchner puede ser, pero hablamos de gente que interactúe más o menos razonablemente con la realidad. El presidente y la coalición que lo sostiene han entrado en una franja de evidente descomposición política; no hay un solo pronóstico positivo en materia de inflación, salarios, ocupación, balanza comercial, crecimiento industrial. Nada de nada. La política de la mentira y la manipulación toca su límite. Hay algo en la escena política a partir de los últimos días que adelanta, o por lo menos insinúa, un corrimiento táctico de algunos sectores del poder. La explosión de los cuadernos Gloria parece tener algo que decir en esta cuestión. La puesta al rojo vivo de la vieja cuestión de los negocios espurios con la obra pública no puede dejar de ser observada desde un punto de vista distinto de la alharaca mediática: ¿nada menos que la relación entre el estado y las empresas de la construcción es lo que está en el centro de la escena?, ¿en medio del gobierno de una persona de apellido Macri? La verdad es que el gobierno estaba necesitando como el pan algún asunto que lo sacara de la asfixia discursiva y política: ¿cuánto tiempo podría el presidente pasar llamando a conferencias de prensa en medio del derrumbe, en las que sus frases no pudieran pasar el nivel del célebre Chance de la novela “Desde el jardín” de Koszinsky? Hay que reconocer el mérito del ejército de manipulación psicológica que, según es fama, dirige Durán Barba. Pero la mentira puede jugar un papel en un proyecto de dominación hasta un cierto límite. Necesita, tarde o temprano, de algún elemento material y real que le provea cierta legitimidad. Menem hizo una contrarrevolución neoliberal en la Argentina y logró revalidarse y ser reelecto; pero Menem contó con un conjunto de condiciones precariamente favorables. Tenía un sector público de la economía que liquidar a cambio de la apertura de la canilla del endeudamiento. El proyecto (el saqueo) duró todo el tiempo que la canilla se mantuvo abierta. Después voló por los aires, en las lamentables manos de De la Rúa y la primera alianza. Macri no tiene promesas que hacer a la sociedad argentina. No se puede llamar promesa a decir que los argentinos gastamos más de lo que producimos, que hay que gastar menos y producir más. Todo el mundo sabe que cuando escucha en su familia decir una frase así se vienen tiempos terribles. Políticamente la frase equivale, como además se dice enfáticamente, a borrar siete décadas de historia. Pero no es solamente la historia argentina que empieza con el primer peronismo. Es borrar la historia del mundo después de la segunda guerra mundial. La historia del estado social, la historia de los derechos laborales y sociales, la historia de la promesa de que los hijos vivirían mejor que los padres. La memoria no se suprime por una conferencia de prensa. He aquí que el chofer de un ex funcionario público irremediablemente kirchnerista llena de palabras un montón de cuadernos, los difunde a través de un periodista y después los quema, o cree haberlos quemado. El heroico periodista luce como el autor de la investigación. ¿Qué investigación? Lo que siguió -en el momento en que los autores de la operación consideraron oportuno- fue un operativo infernal, de estilo nazi. Muchos presos, muchos “arrepentidos” (ninguno de los cuales se arrepiente tanto de su conducta como de su relación, real o supuesta, con Néstor y Cristina Kirchner). Todo apunta a la prisión de Cristina Kirchner, el móvil principal por el que viene trabajando el establishment argentino y sus referentes globales por lo menos desde principios del año 2008. Hasta aquí todo bien para Macri. Porque hay otro tema del que hablar, sin tener que explicar la caída de la industria, la caída del salario, la caída del empleo, la subida de los precios, la subida del dólar. Más aún algún comentarista económico eufórico por la buena nueva ha escrito (dónde, si no en Clarín) que la economía argentina ha entrado en una zona problemática a causa de la falta de confianza internacional que provocan ¡los cuadernos del remís! Sí, adivinó el lector, lo sugiere Bonelli en su columna semanal, el mismo que llamaba a confiar en Cavallo, en De la Rúa y en el FMI allá por los finales de 2001. Macri participa de la euforia, pero hasta cierto punto. Sabe que no es lo mismo el operativo clamor contra Cristina que su suerte en el futuro inmediato. Encuentra que hay más de uno que se prueba las ropas que va a dejar. Que ha aparecido un nuevo relato en esta Argentina tan relatada. El nuevo relato se quiere parecer a uno viejo que ocupó el centro de la escena en medio del derrumbe de la primera alianza. Dice así: hay un solo enemigo y es la corrupción. Los políticos (todos) agitan falsas banderas para justificar sus injustificables ingresos. Hablan de proyecto nacional y popular, de reivindicaciones sociales. Pero no sólo eso, también hablan de cambio, de transparencia, de pobreza cero… Hay que salir de los gobiernos “ideológicos”. Hay que construir un centro político de naturaleza moral y de pericia técnica. Ese centro político tiene que guiar una transición. Es necesario formar un “gobierno de transición”, un “gobierno técnico” como usaba la política italiana antes de que los italianos castigaran despiadadamente en las urnas a su clase política. Hay que encontrar la figura que encarne ese gobierno que esté por encima de la política. Son muchos los candidatos. Puede ser cualquiera, lo único imprescindible es que no tenga sospechas de cercanía con Cristina Kirchner. Y cada vez es más difícil que tenga chances alguien que forme parte de las cercanías de Macri. Por ahora, es decir mientras las variables económicas se mantengan dentro de un

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