septiembre 2018

Internacionales, Medio Oriente, Portada

Cómo sonaría el primer discurso veraz de Netanyahu en la ONU

Fuente: Gideon Levy | Haaretz Fecha 30 de SEPT 2018 A la luz de las respuestas extranjeras desinteresadas a mi discurso ante la Asamblea General el jueves, di el paso inusual de pedirle a la Secretaría de las Naciones Unidas permiso para volver a hablar. Prometí entregar, por primera vez en mi vida, un discurso que contiene solo la verdad. Agradezco a la secretaría por conceder mi solicitud. Distinguidos delegados, cada año estoy aquí como primer ministro de Israel y trato de distraerlos y engañarlos a ustedes, al mundo y a los ciudadanos de mi país. Todos mis discursos siempre se centraron en un tema: Irán, Irán e Irán. He traído ayudas visuales, he sacado trucos, he revelado inteligencia real e imaginaria, todo para distraerte. Muchos de ustedes, en primer lugar, los Estados Unidos, han caído en la trampa que les puse, e Irán se ha convertido en el enemigo de la humanidad. Hoy quiero decirles la verdad: Irán es mucho menos peligroso de lo que imaginé. Israel tiene la fortaleza para defenderse de ella; el acuerdo nuclear fue bueno y mejor que todas las alternativas. Olvídense de las ridículas imágenes que les mostré. Realmente hay una operación de limpieza de mantas en Maher Alley en Teherán, como les dije, pero por supuesto saben que en Israel hay instalaciones mucho más peligrosas que la que está cerca de la fábrica de limpieza de alfombras, de la que nadie habla. Me paro aquí todos los años con la intención de asustar a los ciudadanos de Israel también. Es cierto que el ejército israelí advierte de peligros más inmediatos y amenazantes que Irán, pero Israel los creó, con mis políticas y las de mis predecesores, y no tengo intención de suicidarme políticamente para resolverlas. Y entonces los distraigo de ellas. La Franja de Gaza, distinguidos delegados, está por explotar. El experimento humano que Israel ha estado realizando durante años ha llegado a su fase más crítica. Dos millones de personas han perdido su razón de ser y están gritando desde detrás de la valla en la que los hemos encarcelado. Nadie los escucha, a menos que lancen sus débiles armas hacia Israel. Pronto lo harán de nuevo. La responsabilidad de la próxima guerra en Gaza, distinguidos delegados, recaerá por completo en Israel. Es el carcelero, el torturador y el conductor a la desesperación. Prometí que esta vez no mentiría. Podría abrir Gaza al mundo, permitir a sus habitantes una vida de libertad y prosperidad, pero elegimos encarcelarlos. Eso es conveniente para nosotros y no les importa. Esto es lo que hacemos en Cisjordania también. Nunca, queridos delegados, tuve la intención de poner fin a la ocupación, ni tengo la intención de hacerlo ahora. Entiendan esto. Todo lo que hago es perpetuar el status quo y hacer que los palestinos sean tan miserables que al menos algunos de ellos se irán. Ustedes  me permite hacer esto y les agradezco. Israel es el estado de los judíos, solo de los judíos. Y continuaremos consagrando esto en las leyes. En mi discurso anterior, me jacté de la irrigación por goteo y la igualdad entre judíos y árabes. Como siempre, les oculto que hay 4 millones de personas que viven bajo nuestro dominio que no tienen derechos, y ustedes continúan comprando el fraude democrático de Israel. También mentí cuando me jacté de que mi país no es racista. No les conté sobre los eritreos y me jacté de los etíopes. ¿Por qué no les preguntan a los etíopes si viven en un país racista? De esa forma, sabrás la verdad. les oculté cómo revolvíamos la olla en Siria. No les dije que Estados Unidos está en nuestro bolsillo, por eso despreciamos a Europa, pero temblamos a partir de Vladimir Putin. No les dije que pueden ser antisemitas, siempre y cuando respalden la ocupación. Pruébennos. El viernes, distinguidos delegados, el ejército israelí mató a siete manifestantes en Gaza, incluidos dos niños, e hirió a unos 500 más. Muéstrennos otro país que hace tal cosa y sus ciudadanos continúan viviendo como de costumbre, viajando al extranjero y llenando los restaurantes, que están en el 11 ° lugar en el índice de felicidad global y que en su descaro incluso creen que son una luz para el naciones Muéstrennos otra sociedad que sea tan insensible y arrogante. Esa es la verdad, distinguidos delegados. Solo una vez, quería decírtelo. Traducción: Dardo Esterovich Nota relacionada ¿Este es el almacén nuclear secreto iraní?  

Comunicados y Declaraciones

Macri, un lenguaje inaceptable

El LLAMAMIENTO Argentino Judío manifiesta su repudio al uso de terminología que en el pasado sirvió para exacerbar el odio y la muerte de millones de seres humanos. Más aún, si la utilización de esos conceptos son términos no ya de un funcionario de menor rango sino expresiones del propio Presidente de la Nación. No es la primera vez que funcionarios de este Gobierno deslizan con aviesa intencionalidad —y total impunidad— expresiones ancladas en discursos ambiguos que dejan abiertas interpretaciones al odio y a la discriminación hacia sectores de la oposición. Recordemos a Durán Barba elogiando a Hitler o el mismo Macri cuando proponía enviar 560 argentinos a la luna porque les molestaba como opositores. Es el Presidente de la Nación quien debe velar por la salud política del sistema democrático y evitar fogonear con su discurso el enfrentamiento y la violencia. Los términos utilizados en esta ocasión por el primer mandatario encuentran una inaceptable sinonimia con el discurso expresado en el texto de cabecera del régimen nazi «Mi lucha» de Adolph Hitler. El LLAMAMIENTO Argentino Judío advierte sobre la constante deriva reaccionaria de un gobierno que no sólo produce hambre, desocupación y endeudamiento sino que comienza a etiquetar a la oposición, destruyendo la convivencia democrática. Marcelo Horestein – Secretario Jorge Elbaum – Presidente  

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La xenofobia como signo del derrumbe

Fuente: Ricardo Ragendorfer | TiempoAr Fecha: 23 de SEPT 2018 Corta la sesión legislativa del 27 de marzo de 1910 cuando el diputado del Partido Autonomista Nacional, Lucas Ayarragaray, entretuvo a los presentes con el siguiente concepto: «Este país, que en su población ya tiene elementos étnicos bien inferiores, debe precaverse trayendo elementos de orden superior. Para ello resulta necesario seleccionar la corriente inmigratoria con la idea de incorporar elementos sanos, y poder así tener una raza futura bien construida». A casi once décadas de semejante proclama civilizatoria, recrudecen en Argentina los embates xenófobos del Estado. Pero se trata de una práctica que, en ocasiones, a sus hacedores se les escapa de las manos. Lo prueba el embarazoso episodio desatado el último miércoles por un simple operativo de rutina: la represión a un grupo de vendedores ambulantes senegaleses. El asunto siguió con la cacería de integrantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), quienes reclamaban ante la Comisaría 38ª la libertad de los primeros. El arresto de su máximo referente, Juan Grabois, supo visibilizar tal coreografía, y con un notable bonus track: su imagen viralizada al pronunciar una arenga, ya cautivo con los africanos. En aquel mismo instante, la vereda de la seccional se iba colmando de dirigentes políticos y sociales. Ellos, junto a una creciente multitud, presionaron para que por la noche no quedara ni un solo detenido. La escena final de la jornada tuvo un aura de epopeya. Tales dos extremos temporales del racismo autóctono sugieren que ese trastorno ideológico sobrevuela la historia nacional como un fantasma apenas disimulado. Aunque con sus propios matices. Ocurre que en la Argentina del Centenario la preocupación por el delito se entrelazaba con el miedo a lo desconocido y la aprensión a los cambios de la modernidad. Buenos Aires fue en ese sentido un gigantesco laboratorio. En la Gran Aldea que se asomaba al siglo XX con formas graduales de metrópoli, tales elementos abundaban: la inmigración en profusas proporciones, junto con el aumento demográfico y sus consecuencias babélicas, alentaron ciertos atavismos. Los más recurrentes: el debilitamiento de los valores religiosos, la desintegración de la familia y la caída en picada de la moralidad sexual. De allí –siempre de acuerdo con aquellas creencias– el peligro de una sociedad sometida por el crimen estaba apenas a un paso. Ahora, el espíritu de esas encrucijadas –escoltadas por la construcción del miedo y la siempre febril pugna por identificar un «enemigo público»– aún siguen activas. Sin embargo lo que antes fue una zona brumosa del progreso, en la actualidad es un signo del derrumbe. Un signo que bailotea en torno a las secuelas del proceso económico desencadenado a partir de 1976. Un proceso que aniquiló el tejido social del país, junto con las redes de solidaridad entre sus habitantes. Y que el macrismo resignificó de modo extremo y bestial. De hecho, los pogroms policiales contra migrantes llegados de África ya están naturalizados. Al respecto, basta con retroceder al 5 de junio, día en que –tal como se vio por TV y en las redes sociales– una horda de uniformados inmovilizaba a puñetazos y patadas al senegalés Kane Serigne Dame en medio de un charco de sangre y alaridos; el hombre tenía una fractura expuesta en un brazo. «Voy a mear en un vaso y se lo voy a dar», comentaba jocosamente un suboficial de civil. Eso sucedía en el barrio de Flores. En ese mismo instante se desarrollaba otro operativo de la Policía de la Ciudad en la avenida Pueyrredón, a la altura de Bartolomé Mitre, del barrio de Balvanera. Los mastines humanos del alcalde Horacio Rodríguez Larreta no tardaron en desalojar a los manteros africanos con forcejeos y palazos, además de saquear sus mercaderías, para después irrumpir en 27 viviendas de la zona, habitadas por inmigrantes. En la primera incursión hubo más de 20 detenidos; en la segunda, sólo cinco. Al frente de aquella task force estaba nada menos que el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, acompañada por la sonriente fiscal Celsa Ramírez. Bien vale reparar en este personaje. Al igual que el ministro, la doctora tiene un padrino de lujo: el poderoso Daniel Angelici. Gracias a sus buenos oficios ella accedió –sin antecedentes que la avalen– a la Fiscalía Penal y Contravencional Nº 35, convertida ahora en una especie de sucursal jurídica del PRO. En agradecimiento a su mentor, ordenó el desalojo de una cooperativa que funcionaba en los terrenos de Casa Amarilla. Una grabación de las tratativas ilegales entre el representante legal de Boca, Claudio Lutsky, y ella fue emitido una y otra vez por televisión. Esa fue –diríase– su presentación en sociedad. Después acumuló más prestigio al calificar de «asociación ilícita» al sindicato del Subte; ella también fue quien pidió la detención de Néstor Segovia y otros 15 metrodelegados por el paro a mediados de mayo. Su triunfo procesal más impactante fue haber logrado una condena (30 horas de trabajos forzados y una multa de 500 pesos) para tres «trapitos» arrestados cerca de la cancha de Boca. Pero nada la entusiasma más que hostigar a inmigrantes africanos. En los últimos dos años firmó casi todos los operativos contra ellos. Y la mercadería secuestrada –por ejemplo, unos 70 mil productos en los procedimientos del 5 de junio– se transforman en «botín de guerra» que revende alegremente la policía. Sin duda, una gran discípula del diputado Ayarragaray.

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La manipulación del «mercado»

Fuente: Carlos Heller | TiempoAr Fecha: 23 de SEPT 2018 El tipo de cambio cerró el viernes pasado en un valor de $ 38,16, luego de superar la barrera de los $ 40 el martes. El riesgo país, por su parte, bajó unos 185 puntos básicos durante el mes y se ubicó en los 590. ¿Qué ocurrió para que los mercados redujeran su presión financiera sobre Argentina? Si para el gobierno el problema eran principalmente los shocks externos, ¿qué pasó con el mundo hostil de hace unas semanas, con la agresividad de la FED o la guerra comercial entre Estados Unidos y China? Nada ha cambiado en ese punto. Un dólar en baja parece ideal para preceder a la noticia de que, en el nuevo acuerdo, el FMI permitiría ir hacia un sistema de flotación administrada del tipo de cambio entre bandas (crawling peg), se comenta, en torno al valor actual del dólar. Un sistema que mucho no gusta a los funcionarios del FMI, afectos a la flotación irrestricta del tipo de cambio, como la practicada hasta el momento en Argentina y que llevó a una gran devaluación con fuerte pérdida de divisas. ¿Logrará el BCRA mantener el tipo de cambio dentro de las bandas previstas? Difícil saberlo, pero claramente le resultará muy complicado con las normas de total liberalización de los flujos externos tomadas desde el inicio del gobierno de Macri, en especial el levantamiento de la obligación de liquidar divisas a los exportadores. Si ya se estaría dando un pasito atrás en la extrema liberalización con las bandas cambiarias, ¿no sería ahora el momento de colocar un plazo razonable para que los exportadores liquiden la totalidad de sus divisas? Una decisión esencial para librar la flotación del tipo de cambio (más ahora que sería administrada) de la especulación de los grandes exportadores. El relativo «buen humor» de los mercados en la semana contrastó con la acumulación de malas noticias vinculadas con otras variables importantes. La actividad económica mostró una caída del PBI en el segundo trimestre (-4,2 por ciento). El desempleo se situó cerca de los dos dígitos (9,6%), y seguramente siga subiendo. Una falta de empleo con dos caras: es una fotografía de la aceleración del proceso de ajuste, y también intenta ser un elemento disuasivo de la combatividad de quienes reclaman por sus derechos. En tanto, la canasta básica aumentó más que el índice de precios a nivel general, indicando cómo los aumentos de precios de los alimentos (muy vinculados al tipo de cambio) perjudican a los más pobres. Los «mercados», sabemos, reparan poco en estas variables. En realidad la única noticia que los hace reaccionar es la chance cada vez más cercana de que el FMI adelante, y eventualmente amplíe, los fondos del actual acuerdo, tras la presentación de un proyecto de Presupuesto que elaboró el gobierno y se ajusta a sus demandas. El vocero del FMI, Gerry Rice, afirmó que el proyecto «representa una parte fundamental del programa de las autoridades para reforzar la política económica y dinamizar la economía (…). Es un elemento clave en un período de dificultades financieras». Los mercados están acompañando al aparato comunicacional para tratar de instalar la falsa idea de «es esto o el abismo». No se sabe si el FMI esperará a que se trate el Presupuesto para firmar el nuevo documento, o si adelantará algunos fondos primero. Sea cual sea la secuencia, nada se modifica en lo esencial. Si el Presupuesto no se aprueba, los responsables de que no lleguen los préstamos del FMI serían presentados como los partidarios del «caos». La estabilización de las variables económicas, de ocurrir, no debiera llevar a confusión: es un elemento clave para tratar de mostrar, desde el gobierno, que los mercados han empezado de una vez a valorar los esfuerzos. El tándem FMI-gobierno trata así de maximizar sus chances electorales. Con vistas al tratamiento del Presupuesto en el Congreso, cabe evitar que el ajuste y el endeudamiento se vuelvan una política de Estado. Es preciso saber escapar del círculo de chantaje permanente. Presupuestando el ajuste El proyecto de Presupuesto 2019 se caracteriza por la dureza del ajuste, así como por las discutibles estimaciones que aplica. No nos olvidemos de que los «presupuestos de la verdad», denominados así por el gobierno macrista, arrojaron cifras muy alejadas de la realidad. Para 2017, la inflación se proyectó entre el 12% al 17%, y terminó en el 24,8 por ciento. Para 2018, el crecimiento presupuestado del PBI del 3,5% estaría terminando en una caída hasta el -2,4%, es decir 5,9% puntos del PBI de error. Por citar algunos ejemplos entre tantos. Una cuestión esencial que vengo comentando desde hace tiempo y que apareció en el debate presupuestario en Diputados: el déficit a tomar en cuenta es el financiero, que en este caso es del 3,2% del PBI, correspondiente exclusivamente a los pagos por intereses de la deuda, los que aumentarían un 48,9 por ciento. Las estimaciones reconocen una caída del PBI para 2019 del 0,5%; no obstante la cifra negativa, puede decirse que es una proyección más que optimista: con la caída de este año, el PBI tendría que crecer entre un 2% al 4% en los últimos dos trimestres de 2019 para promediar el año con el -0,5 por ciento. Pero más allá de los anabólicos que intenten darle a la economía antes de las elecciones, el ajuste que se propone en el Presupuesto 2019 dejará poco margen para un crecimiento de esa magnitud al final del año. Nicolás Dujovne sostuvo en Diputados: «en la Argentina de Macri no va a haber ninguna reestructuración de la deuda ni un ‘megacanje’». Habría que recordar que Macri es el presidente de la Argentina ejerciendo su mandato, y no el dueño de la Argentina. Dando por cierta la promesa del ministro, acerca de que no habrá reestructuración, no se entiende por qué figura el artículo 53 en el Presupuesto. Este autoriza al Ejecutivo a realizar operaciones de crédito público para reestructurar la deuda pública mediante su

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La novela de Nisman

Fuente: Raúl Kollmann | Página 12 Fecha: 23 de SEPT 2018 Es viernes 16 de enero de 2015 a la tarde. Alberto Nisman se pone el piyama y no sale más de su departamento. Baja las persianas, se queda en ese ambiente lúgubre hasta el final. Lo abandonó su principal aliado, Jaime Stiuso, quien no le atiende las llamadas. Tres jueces le bajaron el pulgar a su denuncia contra Cristina Fernández de Kirchner porque “carece de entidad probatoria”, no tiene evidencias y no será tratada hasta febrero. Interpol le dá la espalda y el ex secretario de la organización, el norteamericano Ronald Noble, dice que la denuncia “es falsa”. Las entidades judías no lo respaldan y el kirchnerismo se prepara para confrontarlo en el Congreso el lunes 19: sabe que tiene pocos elementos para defenderse. El mundo se le viene encima. Piensa que lo van a echar de la fiscalía, que van investigar todo el dinero que tiene escondido y que van a exponer su vida fastuosa, rodeado de modelos pagadas, viajes y gastos que no podrá justificar. Hasta su familia rompe con él tras una feroz pelea. Esta es la dramática situación de las últimas 72 horas de la vida de Alberto Nisman que expone el periodista Pablo Duggan en el capítulo final de su apasionante libro: ¿Quién mató a Nisman? La preventa a través del link www.idea.me/nisman se convirtió en un éxito asombroso. Escape El libro de Duggan pinta la desesperada huida hacia adelante de Nisman en sus últimos días. Piensa que lo van a echar de la fiscalía y sabe que ese sería el derrumbe de su pequeño-gran imperio de poder, dinero, prostitución VIP y viajes. Por eso vuelve a las apuradas de Europa para presentar la denuncia por el Memorándum con Irán y esta convencido que nadie se atreverá a echar de su puesto a un fiscal que acusó a una presidenta y a un canciller. En su carrera atropellada, Nisman deja a su hija a solas, sin ropa y sin dinero, en el aeropuerto de Barajas para volverse a Buenos Aires antes de que se reintegre la procuradora Alejandra Gils Carbó. Supone que ella lo va a echar. Desesperado, presenta una denuncia desprolija, sin pruebas, mal escrita, sin las verificaciones más elementales. Los primeros resultados lo ponen en lo más alto. Pasó a ser la figura política–judicial más importante del país, tapa de diarios y revistas. “Más que nunca vislumbra un futuro brillante en donde ser el procurador general de la Nación, jefe de todos los fiscales, aparece en su cabeza. El miércoles 14, día de la presentación de la denuncia, se convierte en una locura, se desata el éxtasis para el fiscal. Todos hablan de él, todos quieren verlo. El fiscal está exaltado, habla por teléfono y tiene numerosas reuniones. Habla a borbotones, sus interlocutores lo miran asombrado. Queda claro que está obsesionado con lo que está haciendo, parece obnubilado, enfervorizado. Durante la tarde ocurre algo que lo entusiasma. (Patricia) Bullrich le escribe para invitarlo al Congreso a informar sobre la denuncia. Se lo nota un poco dubitativo al recibir la invitación. ¿Será bueno ir? Dice que sí, después que no, pone reparos a la presencia de la prensa, luego ensaya una explicación sobre el carácter secreto de su informe. Nisman no está seguro de que ir al Congreso sea una buena idea, pero de a ratos parece entusiasmarse. Imagina a un país pendiente de sus dichos. Finalmente, se decide: acepta ir el lunes”. (Capítulo final). “Muchísimas personas le mandan mensajes, a todos les dice que miren la web de Clarín en donde está en primera plana su denuncia. Todos lo felicitan, Nisman no puede pedir más. De repente es el ídolo de todos los que lo conocen. Los periodistas y los políticos lo buscan incansablemente, aún aquellos que él sabe que no lo quieren”. (Capítulo final) Problemas Pero todo empieza a derrumbarse el jueves 15. El juez de la causa AMIA, Rodolfo Canicoba Corral, no sólo lo cuestiona por “falta de elementos probatorios” sino adelanta que lo investigará por haber trabajado la denuncia sin ningún control judicial, a escondidas, durante dos años. Es grave porque Canicoba le dice que en lugar de investigar el atentado contra la AMIA, que era su tarea, dedicó tiempo y dinero a otra investigación, sin autorización de un magistrado. El segundo golpe viene de la jueza de turno, María Servini de Cubría, que anunció que no había motivos para investigar la denuncia hasta febrero, por lo que le quitó urgencia e importancia al texto de Nisman. Lo devaluó de un golpe. El juez Ariel Lijo coincidió con Servini y los dos dijeron que el fiscal no aportó pruebas. Alguien que lo podría ayudar, alguien que siempre estuvo detrás de todo lo que hizo, el otrora poderoso jefe de Operaciones de la SIDE, Jaime Stiuso, no le contesta el teléfono. El podría aportar alguna prueba adicional, más convincente: no era fácil una denuncia sobre un Memorándum aprobado por las dos cámaras del Congreso. “Nisman habla con Alberto Massino, mano derecha de Stiuso. Se produce una conversación que lo deja muy preocupado. Massino le cuestiona su denuncia, el fiscal insiste con su idea de que lo iban a echar y le pregunta con insistencia qué opina Stiuso. Massino confiesa que Jaime está enojado porque el kirchnerismo lo señala como culpable de todo esto”. (Capítulo final) Respuesta Ese jueves a la tarde, el canciller Héctor Timerman presenta documentación categórica en conferencia de prensa. Cartas de los primeros meses de 2013, ya firmado el Memorándum, dirigidas por el gobierno argentino a Interpol. Queda claro que las autoridades del país exigían que se mantengan las órdenes de captura con alertas rojas. Todo lo contrario de lo que dice su denuncia. Y está por escrito. “Dijo Timerman: ‘ahora resulta que en vez de investigar a los sospechosos se dedicó clandestinamente a investigar a la Presidenta, es muy fácil desenmascarar las mentiras de Nisman’. El fiscal acusa el golpe. Empieza a dudar de su propia denuncia

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Escenarios

Fuente: Horacio Verbitsky | El cohete a la luna Fecha: 23 de SEPT 2018 Cuando Maurizio Macrì pisa el umbral del último año de su mandato, los aprontes para la sucesión, tanto en la Alianza Cambiemos como en los peronismos, coinciden con el debate de las distintas posiciones ante el proyecto de presupuesto elaborado bajo la tutela del Fondo Monetario Internacional y con las cambiantes tácticas oficiales para contener la disparada del dólar. El vocero del Fondo, Gerry Rice, dijo que ese presupuesto es “una parte fundamental del plan de las autoridades para fortalecer la economía argentina y dar confianza”.  Extraoficialmente el gobierno hizo trascender que además de adelantar los desembolsos previstos en el acuerdo de mayo, el FMI ampliaría el préstamo a 65 o 70.000 millones de dólares y esto bastó para que el dólar se tomara un respiro. El acuerdo se anunciaría el lunes 24, cuando Lagarde reciba a Macrì en Washington. La tradición nacional Incrementar entre el 30 y el 40% los ya insólitos 50.000 millones del FMI es una desmesura que recuerda la admiración con que hace 130 años la revista británica The Banker sostuvo en su artículo Gaucho Bankingque “en materia monetaria, la imaginación de los argentinos no tiene límites”. Un cuarto de siglo más tarde, el viajero francés Jules Huret escribió sus impresiones sobre el país: “Hay una elite de hombres, entre el Jockey Club y el Club del Progreso, entre Florida y la Plaza de Mayo, que irradia hacia todos los centros de la actividad nacional. Tiene los ojos puestos sobre las buenas oportunidades de compra y venta de tierras, los datos confidenciales de la Bolsa y los precios que le llegan. Conoce las grandes empresas que se van a crear, las concesiones forestales que restan por otorgar, los proyectos de construcciones de fábricas, de molinos, los ingenios, las concesiones de ferrocarriles, de puertos, los contratos proyectados para proveer maquinarias y herramientas, las grandes obras públicas a emprender. Esta élite sabe todo esto y cuenta con los medios más seguros —y a veces los más oscuros y torcidos— para adelantarse a los competidores, bajo el ojo vigilante del capitalismo inglés y del capitalismo belga”. En 1911, cuando Huret firmó estas observaciones, el primer Macrì no había llegado a la Argentina, donde se casó con la heredera de una de las mayores familias terratenientes, ni habían nacido los primos Toto y Nicky, todos ellos entusiastas cultores de la tradición nacional. La ampliación a 65 o 70.000 millones de dólares surgió durante las negociaciones del ministro Nicolás Dujovne con la madame del FMI, Christine Lagarde. La solicitud inicial del gobierno fue que se adelantaran los desembolsos previstos en el acuerdo stand-by para 2019 y 2020. La objeción obvia fue que quien sucediera a Maurizio Macrì encontraría secas las pilas de todos los timbres financieros por apretar. Esto es grave, dado que nadie cree que en medio de una profunda y duradera recesión la inversión privada pueda entibiar la era del hielo económico. Así se realizara el 100% de las obras viales licitadas con el régimen de participación público-privada (PPP), sería apenas una gota en el terreno reseco por el derrumbe del consumo privado, cuya incidencia en el PIB es del 75% contra menos del 20% de la inversión. El tercer componente de la demanda agregada es el saldo comercial. La proyección de crecimiento en el presupuesto es inverosímil, dada la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el proteccionismo generalizado y la caída de los precios de los productos que exporta la Argentina. De hecho, lo que sigue creciendo es el monto de las importaciones. La única verdad es la economía real El presupuesto merece un análisis detallado, que se realiza en otras notas de esta edición. Aquí basta con señalar esas inconsistencias. Suponer que dentro de 15 meses se podrá comprar un dólar por los mismos 40 pesos que la última semana, cuando la inflación prevista para este año se acerca al 50% y para el próximo oscila entre el 20 y el 30%, es un prodigio de imaginación de cuyo cumplimiento los técnicos del FMI no pueden tener ninguna expectativa de cumplimiento. Si simularan lo contrario (y hasta ahora no hay más que expresiones genéricas de buena voluntad y versiones sin fuente responsable) habría que buscar en otro lado las razones. Por vía de hipótesis: en noviembre sesionará en Buenos Aires la cumbre presidencial del G20 y hasta entonces el sistema financiero global hará todo lo necesario para sostener al actual gobierno argentino, porque cualquier cambio en menos de dos meses sería una complicación que las potencias mundiales prefieren ahorrarse; la burocracia del Fondo ató su suerte a la de Macrì, de modo que un nuevo default daría lugar a una purga implacable; cada dólar que ingresa al barril sin fondo del Tesoro y el Banco Central sirve para proveer la materia prima indispensable para la fuga, que es una pieza central del régimen de valorización financiera del capital que reapareció en 2015. el gobierno estadounidense está aprovechando la permeabilidad del argentino para avanzar temas centrales de su agenda, como el control de la producción de petróleo y gas no convencionales y de la presencia china en la región; la militarización de las fronteras con el pretexto del narcotráfico y la criminalización de la protesta social alegando que se utilizan métodos terroristas. El horrible proyecto de ley antiterrorista de Macrì fue inspirado por los amigos norteamericanos. En los últimos meses han pasado por Buenos Aires tres oficiales superiores de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos: el secretario de Defensa, general James Mattis; el jefe del Comando Sur, almirante Kurt Tidd, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Mark Milley. más recursos implica lubricar la bicicleta financiera (su nombre más elegante es carry trade), con nuevos productos surgidos de la imaginación sin límites que asombraba a la revista de los banqueros ingleses en 1888. Después de las LEBACs y las LETES ahora es el turno de las LECAPs, Letras del Tesoro Capitalizables que ofrecen ganancias suculentas a quienes

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País de enemigos

Fuente: Graciana Peñafort | El cohete a la luna Fecha: 23 de SEPT 2018 Una de las partes más tristes de perder a alguien que querés y con quien conviviste, es ese momento espantoso en el cual no tenés más opción que reacomodar y deshacerte de las cosas que dejó ese otro tan querido como ausente. Nunca estás más solo que en ese momento en que sos el único que toma decisiones en un espacio que supo ser común. Y que ya no lo es. Cuando abrís un cajón para vaciarlo y todo tiene un olor que reconoces como cotidiano y que sabes va a desaparecer con el correr de los días. Doblar la ropa de otro que ya no va a usar. Seleccionar qué conservar y qué no, entre papeles y objetos que aun guardan el rastro de esas otras manos. El dolor infinito de desarmar lo cotidiano. Recuerdo la última vez que me separé. Recuerdo con especial dolor el momento en que tuve que sacar de la mesa de luz los libros de él, que habían quedado ahí. Fue lo último que hice. Pasé meses sin poder tocar esa mesa de luz ni los libros que ahí estaban. Dormía de espaldas a esa mesa de luz hasta que pude hacerlo. Y cuando conseguí juntar fuerzas, valor y resignación y sacar esos libros, lloré desconsoladamente durante horas. Y yo era afortunada. Solo era una separación. Sabía —y sé— que sólo se trataba de un desarmar un mundo de dos que se había acabado. Pero que en el mundo aun estábamos los dos, intentando volver a ser felices. Cada uno por su lado. Me consoló saber que estábamos vivos. Que ese final, por doloroso que fuese, era también un principio. Cuánto más terrible y triste de modo irremediable si hubiese tenido que hacer todo esto en el contexto de una muerte. Yo no sé si CFK es una sentimental. Pero el fin de semana pasado me acordé del dolor de sacar los libros de la mesa de luz, cuando ella mostró lo que Bonadío había hecho en su casa de Calafate. Porque recordé que en esa casa es donde Néstor murió. Deseo fuertemente que CFK no haya tenido las memorias de su cotidianeidad con Néstor ahí, a merced de Bonadío. O que no le tenga apego a ese tipo de cosas. Que lo que hizo ese juez, por el modo en que lo hizo, sólo haya sido un ultraje a la propiedad y no a la memoria. Esta semana como pocas quedaron de manifiesto las múltiples facetas del Poder Judicial. En Mendoza se dictó sentencia por los delitos de lesa humanidad cometidos contra 86 víctimas de la última dictadura militar. Fue el Tribunal Oral Federal Nº 1. Mientras tanto, la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza tuvo una efímera secretaria, cuya designación fue tan dura y públicamente cuestionada en virtud de carecer de los antecedentes y la experiencia mínimos para ser designada en ese cargo, que finalmente renunció a su sorprendente promoción. Más lejos de las montañas azules con las que crecí y que extraño, la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Py está a punto de recibir a su más flamante miembro. Tampoco concursó para ocupar ese lugar, sino que fue trasladado por el Consejo de la Magistratura. Que en estos días parece más una agencia de turismo interno de jueces que el órgano que constitucionalmente tiene a su cargo seleccionar mediante concursos públicos postulantes a las magistraturas. Y no es que los concursos sean una maravilla, a decir verdad, pero parecen un poquito menos caprichosos que estos traslados a dedo, sin mayores justificativos que la voluntad política de colonizar instancias judiciales. El flamante miembro de la Cámara de Apelaciones de Comodoro Py será uno de los jueces que deberá resolver las apelaciones que como catarata cayeron sobre la resolución del doctor Claudio Bonadío, que ordenó los procesamientos de muchos en la causa de la fotocopias del cuaderno de Centeno, el chofer con aspiraciones literarias. Las 551 páginas de la resolución de Bonadío son claro ejemplo de dos cosas: de lo mal que funciona una parte de la justicia federal sin controles y sin límites constitucionales y de las muchas veces que escribo Bonadío en esta computadora, tantas que al olvidarme del acento, me aparece el corrector señalándome que está mal escrita la palabra Bonadío. La coincidencia, puedo afirmar, no es casual. Sé que muchos no han podido leer la resolución. Entre otras cosas porque estuvo sólo un breve lapso disponible en la página del Centro de Información Judicial de la Corte Suprema. Señalan los que conocen los pasillos de la Corte que es eso una consecuencia del pequeño golpe de estado que sufrió Lorenzetti y que impactó también en la conducción del CIJ. He sido siempre muy crítica con el funcionamiento del CIJ pero señalo que en cualquier caso, la publicación de las sentencias es un aporte imprescindible al ejercicio del derecho a la información de la sociedad. Prefiero que exista el CIJ a que no exista. Y prefiero que publique las sentencias a que no las publique. La directora del CIJ explicó que son los jueces de primera instancia quienes deciden qué sentencias se publican en la página del CIJ y cuáles no. La breve publicación de la sentencia me hizo sospechar, en un arranque de optimismo carente de fundamento, que Bonadío tuvo un atisbo de vergüenza por lo que había escrito y por eso prefirió que nadie más lo pudiera leer. Sé que no fue así. Bonadío sabe que su sentencia es un verdadero mamarracho y que la única forma de validarla es que las personas no la puedan leer y sólo pueda leer lo que otros dicen de esa sentencia. Va una última reflexión estúpidamente optimista. Bonadío tiene más confianza en los múltiples house organs que en la solidez de sus escritos como juez. Ante esa falta de confianza, la solución del poder fue nombrar jueces de apelaciones que estén dispuestos a olvidar lo que saben

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La guerra de los mundos

Fuente: Andrés Ferrari Haines* | Página 12 Fecha: 22 de SEPT 2018 La adecuada comprensión del conflicto entre EEUU y China requiere descartar dos falsas interpretaciones: una, que se trata de una “guerra comercial”; otra que se genera por la personalidad peculiar del Presidente de Estados Unidos y que, además, va a contrapelo de los deseos en su propio país. Claro que Trump puede pesar y que el combate se inicia a partir decisiones económicas en su aspecto comercial. Pero el fundamento de la disputa es mucho más profundo y por lo tanto se trata de una cuestión que será duradera y que podrá manifestarse en otros aspectos además del comercial. El fondo del enfrentamiento es un conflicto insoluble sobre visiones o proyectos distintos del orden mundial que son incompatibles, aunque puedan llegar a convivir. Mientras la futurología de la trayectoria del conflicto está siempre abierta y difusa, es pertinente su análisis, que aquí toca solamente la visión de EEUU del mismo. A pesar de la expresión “guerra comercial” que definiría el conflicto, Trump anunció, en diciembre pasado, los cambios en su política comercial. En el documento de la futura estrategia de Seguridad Nacional China es calificada como competidora estratégica y como un país que desafía los valores y la influencia de Estados Unidos. Trump anuncia que aplicará medidas comerciales contra sus rivales – es decir, China – que hacen violaciones en este ámbito. Pero el informe también acusa a Pekín de cuestionar las normas internacionales y manifestó la preocupación del fracaso de décadas de esfuerzos de Estados Unidos para permitir que China se integre en el orden internacional y se liberalizara. Los líderes del Partido Comunista de China fueron acusados de intentar extender las características del sistema autoritario del país, de robo de propiedad intelectual y buscar la expansión de su modelo de economía. En resumen, China fue acusada de país ‘revisionista’ que pretende modelar el mundo de acuerdo a sus valores e intereses que son diferentes de los norteamericanos – o sea, establecer un orden mundial diferente al diseñado luego de la Segunda Guerra Mundial por Estados Unidos. Así, lo que se debe entender es cómo la “guerra comercial” es en realidad para Estados Unidos un conflicto de Seguridad Nacional y de definición de Orden Mundial. Se entiende que el orden mundial actual surgió de la Paz de Westfalia de 1648 que puso fin a la desgastante Guerra de 30 años en la cual prácticamente toda Europa se confrontó sin tregua. En realidad, era una continuidad de diversas confrontaciones que hacían parte de la vida cotidiana europea desde hacía siglos, que se venían agudizando fuertemente desde que Carlos de Habsburgo unificó gran parte del continente y procuró conquistar – mediante el proyecto de Monarquía Universal – el resto de Europa respaldado por la inmensa plata que extraía del recién conquistada América. Westfalia así sancionó el acuerdo que había sido una mera tregua en la Paz de Augsburgo (1555) entre católicos y protestantes que estipulaba Cuius regio, eius religió – a grosso modo “a tal rey, tal religión”. Es decir, el principio de no-intervención en asuntos internos de un Estado, concepto de soberanía que se considera — no sin controversias — está detrás el sistema moderno internacional de Estados-Nación. No que esto se haya respetado, en la práctica después de 1648; más bien lo contrario, no sólo se hizo más frecuente, sino también los conflictos se convirtieron de mayor envergadura en todos los sentidos hasta su ápice con la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas que, al transformar al siervo feudal en ciudadano-soldado en defensa de la “patria”, definió la transformación moderna de la soberanía de Westfalia como autodeterminación de los pueblos. Entre Westfalia y la caída de Napoleón (1815) con generosidad conceptual podrían señalarse unos pocos Estados europeos en ese sentido moderno (Holanda, Inglaterra-Reino Unido, Portugal, Suiza). Desde entonces, el proceso se acentúa luego de sobrepasar el Sistema Mitternich acordado en el Tratado Viena entre los Ancien Régimes europeos que sólo consiguieron contornarlo hasta mediados del siglo XIX.  Pero en el continente americano esa transformación social la inauguró Haití y tomó fuerza después en el resto de América Latina. Claro, el caso inicial fue Estados Unidos en 1783 cuyo pueblo había cortado la sujeción colonial británica. Así, el concepto del Estado-nación como expresión de un pueblo libre se encuentra íntimamente ligada a la visión de orden mundial estadounidense. Woodrow Wilson intentó aplicarlo en la fallida Liga de las Naciones después de la Primera Guerra Mundial y luego fue incorporado a la actual Naciones Unidas tras la Segunda. Según expresa la Carta de Naciones Unidas, todos los miembros son de “igualdad soberana” más allá de su tamaño o poder por lo que “nada puede autorizar la intervención en asuntos que son básicamente dentro de la jurisdicción doméstica de cualquier Estado”. Este concepto de “a cada pueblo, su Estado-nación” fue impulsado por EEUU en las descolonizaciones europeas y tras la caída de la Unión Soviética. Pero la continuidad entre el concepto de orden mundial de Westfalia y el actual promovido por EEUU presenta una importante diferencia. Como observa, en su “Orden mundial: Reflexiones sobre el carácter de las naciones y el curso de la historia” (2014), el perspicaz Henry Kissinger Westfalia constituyó una acomodación práctica a una realidad: ningún Estado conseguía dominar al resto porque existía un control mutuo de todos los demás frente al que les amenace su existencia con su expansión (la “Razón de Estado” del Cardenal Richelieu). Es decir, el reconocimiento que existía un balance o equilibrio de poder entre los Estados europeos. Aquí, Kissinger apunta que no hubo una motivación moral detrás de Westfalia. Aquí entiende Kissinger que reside una diferencia crucial entre este proyecto de Orden Mundial europeo del que germinaría en el “Nuevo Mundo”: el Orden Mundial surgido desde Estados Unidos no reconocía enemigos y procuraba la convivencia pacífica entre todos los Estados. Así, mientras el modelo europeo generó políticas externas calculistas en base al interés nacional, la política externa de EEUU sería fundamentalmente moral. En este aspecto, los estadounidenses se consideran diferentes al resto del mundo y portadores de una moral superior que deben preservar y extender por todo el planeta. El requisito de convivencia pacífica mundial para Estados Unidos no consistiría en un cierto equilibrio de poder, si no en la verificación de ciertos

Comunicados y Declaraciones

La ley israelí del apartheid, esa manía de representar

La reciente aprobación en la Kneset (parlamento israelí) de la ley definiendo a Israel como el “Estado-nación del pueblo judío” es de una gravedad inusitada y fue impulsada a instancia del gobierno derechista de Benjamín Netanyahu, aprobada por 62 votos contra 55.  A la nueva norma se le dio el carácter de Ley Básica y como Israel carece de Constitución adquiere un estatus especial en la legislación local. Esta ley consagra el apartheid ya que marca una diferenciación de derechos entre la población judía —privilegiada— y el resto de las minorías (étnicas, nacionales y/o religiosas) que viven en el Estado y que constituyen el 20% de los habitantes. Esta ley rompe con lo consagrado en la Declaración de la Independencia que, aunque nunca se convirtió en ley, venía fungiendo de referencia para la legislación israelí y fundamentalmente en su última instancia, la Corte Suprema. En ella se proclama que el Estado de Israel “estará basado en los principios de libertad, justicia y paz, a la luz de las enseñanzas de los profetas de Israel; asegurará la completa igualdad de derechos políticos y sociales a todos sus habitantes sin diferencia de credo, raza o sexo; garantizará libertad de culto, conciencia, idioma, educación y cultura”. Aunque este enunciado nunca fue respetado completamente por ningún gobierno de turno, ahora ese irrespeto es consagrado por la nueva ley. También rompe con el tratamiento del árabe como uno de los idiomas oficiales junto con el hebreo, como se reconocía en un estatuto que data del año 1922. A esto hay que agregar un claro proyecto anexionista cuando proclama a Jerusalén como capital de Israel incluyendo la parte árabe oriental y que “el Estado considera que el desarrollo de los asentamientos judíos es de interés nacional, y … tomará medidas para alentar, hacer avanzar y servir a dicho interés”. Se podría agregar mucho más pero con lo expuesto es más que evidente las aviesas intenciones de esta ley. El LLAMAMIENTO Argentino Judío repudia y rechaza la consagración de esta Ley del Estado-Nación del pueblo judío porque convierte a Israel en un estado de claro apartheid en contraposición a las “enseñanzas de los profetas” como se pretendía en la Declaración de la Independencia y como indica la historia del pueblo judío luchando por la libertad, la justicia y la igualdad, codo a codo con los pueblos de los países donde vivían. Pero hay otro aspecto que nos preocupa sobremanera: es la manía de representar. Declaran a Israel como estado-nación del “pueblo judío” lo que incluiría a todos los judíos cualquiera sea el lugar en el mundo donde habiten, llegando al absurdo de que algunos abogados —que representan los intereses del Estado ante la Corte Suprema—sostienen que la ley es de ¡aplicación extraterritorial! Los argentinos judíos somos parte del pueblo judío pero somos fundamentalmente ciudadanos argentinos que nos regimos por las leyes de nuestro país. Negamos la pretensión de un estado extranjero de asumir nuestra representación y de incluirnos dentro de su cuerpo normativo. Podemos sentirnos cultural o religiosamente judíos, incluso muchos seguramente abrigan sentimientos de afecto hacia Israel, pero tenemos plena conciencia de ser argentinos y que nuestro destino está íntimamente vinculado al destino de nuestra Patria. Por eso el LLAMAMIENTO Argentino Judío participa y lucha junto a las fuerzas, nacionales, populares y democráticas contra el modelo neoliberal que hoy está sumiendo en la pobreza y el hambre a la mayoría del pueblo. No nos representan ni aquí ni allá. Marcelo Horestein – Secretario Jorge Elbaum – Presidente |||    

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