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La DAIA y el encubrimiento

Autor: Dr Luis Kon / Comisión de Asuntos Jurídicos 10 de ENERO 2017 La reactivación de la denuncia formulada hace dos años por el fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner, el excanciller Héctor Timerman y otros acusados, que fuera impulsada con gran empeño por la conducción actual de la DAIA, no tiene como objetivo lograr el esclarecimiento del atentado a la AMIA. Pretenden —junto con otros objetivos relevantes que expondremos más adelante— desviar la atención del público y beneficiar a los acusados de encubrimiento que están siendo hoy juzgados por el Tribunal Oral Federal 2, integrado por los jueces Jorge Luciano Gorini, Néstor Costabel y Karina Perilli. Para llegar al actual juicio oral fue necesario que —luego de diez años— se anularan las diligencias tramitadas por el destituido juez Galeano quien montó un artificio para cerrar la causa acusando a inocentes de la autoría del atentado. Dicha escenificación parece haber contado con la complicidad de todos los que actualmente están siendo juzgados acusados de las diabólicas maniobras. Uno de los implicados es el expresidente de la DAIA, Rubén Beraja, quien está acusado en el proceso que se tramita desde el 6 de agosto de 2015. La imputación que pesa sobre el exdirigente comunitario es el haber encubierto a los autores del atentado construyendo “pistas falsas” y desviando la investigación de modo intencionado, con detenciones arbitrarias, permitiendo la pérdida de diez valiosos años que demoraron el avance del proceso. Los otros exfuncionarios acusados son el expresidente Carlos Menem, el exsecretario de la exSIDE, Hugo Anzorreguy; el comisario Jorge “Fino” Palacios; el exjuez Juan José Galeano; los exfiscales Eamon Mullen y José Barbaccia; el testigo (comprado) Carlos Telleldín y el almirante Juan Carlos Anchezar también integrante de la exSIDE. Se suman a los procesados el abogado Víctor Stinfale y otros personajes menores. Sin estar vinculados, formalmente, buena parte de los miembros de las comisiones directivas de DAIA —contemporáneos y sucesores de Beraja— mantienen indudables compromisos con quien fuera también titular del Banco Mayo. Como titular de esa entidad financiera fue juzgado y condenado por defraudaciones al Estado ejecutadas mediante autopréstamos, maniobras financieras en el exterior y otros delitos que provocaron la desaparición de la institución bancaria. Es en este sendero de caída libre de la autoproclamada “representación política de la comunidad judía” en el que sus inescrupulosos operadores utilizan un suceso político para intentar borrar su trayectoria vergonzante. La polémica decisión del gobierno kirchnerista de intentar avanzar en el proceso judicial firmando un Memorándum de Entendimiento con el gobierno iraní con la intención de lograr la declaración de los sospechosos presuntamente implicados en el atentado, le dio a la DAIA la pretendida oportunidad de disimular su bochornoso presente. El Memorándum ha sido utilizado por la DAIA para victimizarse y generar una actividad judicial destinada, por un lado a lograr la declaración de inconstitucionalidad del tratado y, por otro, para plegarse a la denuncia del exfiscal Nisman contra la expresidente de la Nación. Dicha acción fue ejecutada en oposición a la opinión de las organizaciones de familiares de las víctimas que, sin mucho entusiasmo, apoyaban cualquier medida que sacara la investigación de su estado de parálisis, al tiempo que criticaban la actuación del fiscal Nisman a quien acusaban de (a) viajar mucho sin producir resultados, (b) acumular documentación inútil para el progreso de la causa y (c) dilapidar recursos. La iniciativa de al DAIA se instaló en oposición al Congreso de la Nación que había ratificado el Memorándum para convertirlo en Tratado a pesar que el mismo no resultaba ser tan beneficioso para los propios iraníes quienes nunca llegaron a aprobarlo. En 1996, mientras Beraja, el juez Galeano y el titular de la SIDE, con el aval del gobierno menemista, disponían una pista falsa, Cristina Kirchner integraba el grupo de legisladores —en conjunto con “Chacho” Álvarez y Federico Storani— que conformaron la Comisión Bicameral destinada a fiscalizar la investigación del atentado y evitar que terminara consagrando un estado de impunidad como había sucedido con el atento a la Embajada de Israel. Durante aquel período, Cristina Kirchner firmó un dictamen en disidencia cuestionando la investigación sin referirse a la labor de Galeano por entender que quitarle respaldo supondría hacer caer el proceso. Ese proceder estuvo guiado por una conducta auténtica encaminada a esclarecer el atentado. Es más, dejó de respaldar a Galeano, mientras otros legisladores lo hacían, cuando las diferentes agrupaciones de Familiares de las Víctimas le advirtieron acerca de lo que sucedía en el Juzgado. La DAIA no ignora, ni puede desconocer, cuál fue la actitud de la expresidente y los integrantes de esa Comisión. Tampoco puede eludir el motivo por el que las organizaciones de familiares —en abrumadora mayoría— tomaron distancia de la institución comunitaria y pasaron a denunciarla. No puede ignorar que carece de representación, incluso, en referencia a los familiares de las víctimas, salvo tres o cuatro a quienes usa como propaganda frente a la prensa. No lo ignora pero intenta simularlo una y otra vez y apuntando la mirada hacia otro lado. Como coronación de ese comportamiento, y respondiendo a su actual posicionamiento al que fue arrastrada por una dirigencia cooptada por el oficialismo, con la complicidad de un enorme blindaje mediático, la DAIA se alinea con la derecha republicana de EE.UU. y la política exterior israelí, en consonancia con el flamante presidente Donald Trump y el reposicionamiento del gobierno macrista. La dirigencia de la DAIA decide jugar —con aparente éxito publicitario— una carta que la convierte en denunciante de un encubrimiento inexistente. Frente a esos hechos, desde el LLAMAMIENTO Argentino Judío sostenemos que la DAIA sólo habla en nombre de un reducido número de argentinos judíos, aquellos que se encuentran complotados —únicamente— para desacreditar, escarmentar e inhabilitar políticamente a la expresidenta de la Nación. Dr. Luis Kon Comisión de Asuntos Jurídicos

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El aislamiento de EU

Autor: Noam Chomsky/La Jornada 31 de DIC 2016 El 23 de diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por unanimidad la resolución 2334, con la abstención de Estados Unidos. La resolución reafirmó que la política y prácticas de Israel al establecer asentamientos en territorios palestinos y otros territorios árabes ocupados desde 1967 no tiene validez legal y constituye una seria obstrucción para lograr una paz amplia, justa y duradera en Medio Oriente (y) llama una vez más a Israel, como potencia ocupante, a regirse escrupulosamente por la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, rescindir sus medidas previas y desistir de llevar a cabo cualquier acción que resulte en un cambio del estatus legal y la naturaleza geográfica y que afecte materialmente la composición demográfica de los territorios árabes ocupados desde 1967, incluida Jerusalén y, en particular, a no transferir partes de su propia población civil a los territorios árabes ocupados. Reafirmado. Un asunto de cierta importancia. Es importante reconocer que la 2334 no es nada nuevo. La cita anterior es de la resolución 446 del Consejo, del 12 de marzo de 1979, reiterada en esencia en la resolución 2334. La 446 fue aprobada 12-0 con la abstención de Estados Unidos, al que se unieron Reino Unido y Noruega. Las diferencias primordiales son que ahora Estados Unidos está solo contra el mundo entero, y que es un mundo diferente. Las violaciones israelíes a las órdenes del Consejo de Seguridad, y al derecho internacional, son ahora mucho más extremas que en 1979 y suscitan mucha mayor condena en gran parte del mundo. Por tanto, hay que tomar más en serio los contenidos de las resoluciones 446-2334. De ahí la intensa reacción a la 2334, tanto en cobertura como en comentario y, en Israel y Estados Unidos, en considerable histeria. Esas son impactantes indicaciones del creciente aislamiento de Estados Unidos en la escena mundial. Esto es, con Obama. Con Trump, es probable que el aislamiento se incremente, y de hecho así ha sido incluso antes de que asuma el poder. El paso más significativo de Trump en promover el aislamiento estadunidense se dio el 8 de noviembre, cuando obtuvo dos victorias. La menor fue en su país, donde ganó el voto electoral. La mayor fue en Marrakech, Marruecos, donde unas 200 naciones se reunían para tratar de poner algún contenido real en los acuerdos de París de diciembre de 2015 con respecto al cambio climático, los cuales quedaron como promesas más que como el tratado que se pretendía, porque el Congreso republicano no aceptaría compromisos vinculantes. Al llegar los votos electorales el 8 de noviembre, la conferencia de Marrakech se desvió de su programa sustantivo hacia la cuestión de si podría haber alguna acción significativa para enfrentar la severa amenaza de catástrofe ambiental ahora que el país más poderoso de la Tierra está levantándose de la mesa. Esa fue, sin duda, la mayor victoria de Trump el 8 de noviembre, de verdadera trascendencia. También definió el aislamiento de Estados Unidos respecto de los más severos problemas humanos jamás enfrentados en la historia del planeta. El mundo puso sus esperanzas de liderazgo en China, ahora que el Líder del Mundo Libre ha declarado que no sólo se retirará del esfuerzo sino, con la elección de Trump, aplicará medidas de fuerza para acelerar la carrera hacia el desastre. Un asombroso espectáculo, que pasó virtualmente sin comentario. El hecho de que Estados Unidos esté solo ahora en su rechazo al consenso internacional se reafirmó en la declaración 2334, en la que perdió incluso a la Gran Bretaña de Theresa May. La razón por la que Obama optó por la abstención en vez del veto es una pregunta abierta: no tenemos evidencia directa. Pero hay algunas suposiciones plausibles. Hubo algunas reacciones de sorpresa (y escarnio) después del veto de Obama en febrero de 2011 a una resolución del Consejo de Seguridad que llamaba a adoptar una política oficial en Estados Unidos, y tal vez sintió que sería demasiado repetirlo si quería salvar algo de su maltrecho legado entre sectores de la población que tienen cierto interés por el derecho internacional y los derechos humanos. También vale la pena recordar que entre los demócratas liberales, si no en el Congreso, y en particular entre los jóvenes, la opinión acerca de Israel-Palestina ha virado hacia la crítica a las políticas israelíes en años recientes, tanto que el núcleo del apoyo a esas políticas se ha desplazado a la extrema derecha, incluida la base evangélica del Partido Republicano. Tal vez esos factores influyeron. La abstención de 2016 causó furor en Israel y en el Congreso estadunidense, tanto entre republicanos como en prominentes demócratas, incluso con propuestas de retirar fondos a la ONU en represalia por el crimen del mundo. El primer ministro israelí Netanyahu denunció a Obama por sus acciones deshonestas contra Israel. Su oficina acusó a Obama de coludirse tras bambalinas con esa conjura del Consejo de Seguridad, y presentó partículas de evidencia que apenas se elevan al nivel del humor enfermo. Un alto funcionario israelí añadió que la abstención reveló el verdadero rostro del gobierno de Obama y que ahora entendemos con qué hemos estado tratando en los ocho años pasados. La realidad es muy diferente. Obama de hecho ha roto todos los récords de apoyo a Israel, tanto diplomático como económico. La realidad es descrita con exactitud por el especialista del Financial Times en Medio Oriente, David Gardner: “Los tratos personales de Obama con Netanyahu tal vez fueron ponzoñosos con frecuencia, pero ha sido el más pro israelí de los presidentes: el más pródigo con la ayuda militar y el más confiable en el ejercicio del voto estadunidense en el Consejo de Seguridad… La elección de Donald Trump hasta ahora ha traído poco más que espumarajos de tuits sobre éste y otros embrollos geopolíticos. Pero los augurios son ominosos. Un gobierno irredento en Israel, inclinado hacia la ultraderecha, se ve unido ahora por un gobierno nacional populista en Washington que transpira islamofobia”.

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Según un informe de la ONU, el desarrollo palestino es imposible…

Autor: Ben White / Middle East Monitor 27 de DIC 2016   Título completo: Según un informe de la ONU, el desarrollo palestino es imposible sin acabar con la ocupación israelí Mientras Israel y sus defensores promueven un marco despolitizado de mejoras económicas para los palestinos bajo la ocupación, un nuevo documento de la ONU es de lectura obligada. El mes pasado el Equipo de la ONU en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) publicó un informe de 180 páginas sobre “el estado de desarrollo en Palestina cuando la ocupación israelí entra en su año 50”. [El informe] “ Leave No One Behind: A Perspective on Vulnerability and Structural Disadvantage in Palestine” [No dejar a nadie atrás: una perspectiva sobre la vulnerabilidad y la desventaja estructural en Palestina] se centra en particular “en los grupos de palestinos más vulnerables y desfavorecidos y en las limitaciones a las que se enfrentan” y “analiza los factores que llevan a esta vulnerabilidad”. La conclusión principal del informe es categórica y un toque de atención para todas aquellas personas que todavía creen que es posible promover el “desarrollo” palestino sin abordar la actual ocupación colonial de Israel. “Cualquier discusión sobre el desarrollo en Palestina debe empezar con el hecho de que la limitación mayor y más visible al desarrollo palestino en la ocupación”, afirma el informe. Para la mayoría de los palestinos, continúa, “prácticamente no hay ninguna esfera de la vida que no toque la ocupación”. El informe añade además que “las herramientas para cambiar radicalmente esta vulnerabilidad fundamental no están en manos de los palestinos que hacen las políticas de desarrollo ni del Grupo de Desarrollo de la ONU”. Esto se debe a que “solo se puede acabar con esta vulnerabilidad acabando con la ocupación militar de Palestina” o “a corto plazo, mitigando sus medidas más perniciosas”. En otras palabras, “el desarrollo (y la ayuda humanitaria) solo puede mitigar los efectos de la ocupación”. El informe afirma que la ocupación israelí “tiene impacto sobre el movimiento de personas y mercancías, fragmenta el territorio geográfica y sociopolíticamente, estanca el crecimiento económico y restringe el uso palestino de recursos críticos, como la tierra, el agua y los minerales”. Y añade que “con los mismos instrumentos pone obstáculos para que la Autoridad Palestina (AP) elabore políticas, su gobernanza y preste de servicios”. Los políticos y diplomáticos deberían conocer este conciso y elocuente resumen. La conclusión es clara: sin voluntad política de presionar a Israel para que acabe su ocupación entregar ayuda monetaria a la AP o para proyectos de desarrollo en los TPO es igual que tirar dinero a un pozo sin fondo. El informe aborda una serie de formas específicas que tiene la ocupación israelí de tierras palestinas de obstaculiza el desarrollo, de las cuales lo que sigue no es sino una muestra. En primer lugar, están las restricciones israelíes al movimiento de personas y mercancías que “se implementa por medio de un complejo sistema de checkpoints, permisos, bloqueos militares de carreteras, colonias, carreteras circunvalación [de las colonias], regímenes legales paralelos y el Muro [de Separación]”. Estas restricciones “han fragmentado el paisaje palestino” y “han creado comunidades aisladas, han minado la cohesión social, roto una identidad común y reducido la actividad económica dentro y entre las fracturadas poblaciones palestinas del territorio”. Las restricciones al movimiento de mercancías, por ejemplo, “perjudican gravemente a la economía palestina y su potencial de crecimiento” y contribuyen a limitar “la capacidad de funcionamiento del sector privado, por no hablar de su capacidad para prosperar y generar empleo”. El informe señala que cuando Israel impuso en los TPO su régimen de comercio exterior y fiscal “se permitía el flujo de mano de obra y de productos palestinos a Israel bajo restricciones no recíprocas» y las importaciones a los TPO “estaban sujetas a las estructuras y cuotas arancelarias israelíes”. A consecuencia de ello “los productores palestinos vieron cómo se cortaban progresivamente sus relaciones con su socios comerciales tradicionales y tuvieron que reorientar el comercio hacia la economía israelí”. Con el tiempo “los exportadores palestinos perdieron gran parte de su ventaja competitiva, mientras que los productos israelíes disfrutaban de un acceso sin obstáculos a los mercados palestinos”. En segundo lugar, además de controles discriminatorios del movimiento y de las trabas comerciales, la colonización israelí de los recursos naturales obstaculiza aún más el desarrollo palestino. Según el informe, “las colonias, zonas militares y reservas naturales israelíes, y el Muro [de Separación] constituyen el 44 % de toda Cisjordania, incluido el 70 % de la llamada ‘Zona C’, en el 30 % de la cual “la construcción está fuertemente restringida”. Esto se debe a que el régimen de planificación de Israel en la Zona C y en el ocupado Jerusalén Oriental es “discriminatorio y restrictivo”, afirma el informe, y contrariamente al derecho internacional humanitario, “no está ideado para beneficiar a la población protegida”. El sector agrícola está limitado por “restricciones a los recursos esenciales de la tierra y del agua” , mientras que de forma similar el sector industrial “está profundamente afectado por las limitaciones a la tierra disponible y por las posibilidades limitadas de abrir canteras y extraer minerales”. Además de la colonización de la tierra, “Israel controla todos los recursos compartidos de agua superficial y subterránea”, utiliza el 85 % de estos y deja solo el 15 % para uso palestino. “Las restricciones relacionadas con el agua afectan a los medios de vida de las comunidades al aumentar la pobreza e incrementar aún más la vulnerabilidad”. En tercer lugar, fundamental desde el punto de vista de cómo la comunidad internacional se ha comprometido hasta la fecha con esta cuestión, incluso “los intentos palestinos de superar estos muchos obstáculos al desarrollo están igualmente circunscritos por la ocupación”. Así, por ejemplo, “el gobierno palestino no tiene control de sus fronteras (tierra, mar o aire) ni de sus ingresos aduaneros”. Carece de “acceso y de prerrogativa política sobre la Zona C”, el 60 % de Cisjordania, y su “espacio fiscal” también está sujeto a restricciones (por ejemplo,

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La globalización ha muerto

Autor: Álvaro García Linera*  25 de DIC 2016   El desenfreno por un inminente mundo sin fronteras, la algarabía por la constante jibarización de los Estados-nacionales en nombre de la libertad de empresa y la cuasi religiosa certidumbre de que la sociedad mundial terminaría de cohesionarse como un único espacio económico, financiero y cultural integrado, acaban de derrumbarse ante el enmudecido estupor de las élites globalófilas del planeta. La renuncia de Gran Bretaña a continuar en la Unión Europea –el proyecto más importante de unificación estatal de los últimos 100 años– y la victoria electoral de Trump –que enarboló las banderas de un regreso al proteccionismo económico, anunció la renuncia a tratados de libre comercio y prometió la construcción de mesopotámicas murallas fronterizas–, han aniquilado la mayor y más exitosa ilusión liberal de nuestros tiempos. Y que todo esto provenga de las dos naciones que hace 35 años atrás, enfundadas en sus corazas de guerra, anunciaran el advenimiento del libre comercio y la globalización como la inevitable redención de la humanidad, habla de un mundo que se ha invertido o, peor aún, que ha agotado las ilusiones que lo mantuvieron despierto durante un siglo. Y es que la globalización como meta-relato, esto es, como horizonte político ideológico capaz de encausar las esperanzas colectivas hacia un único destino que permitiera realizar todas las posibles expectativas de bienestar, ha estallado en mil pedazos. Y hoy no existe en su lugar nada mundial que articule esas expectativas comunes; lo que se tiene es un repliegue atemorizado al interior de las fronteras y el retorno a un tipo de tribalismo político, alimentado por la ira xenofóbica, ante un mundo que ya no es el mundo de nadie. La medida geopolítica del capitalismo Quien inició el estudio de la dimensión geográfica del capitalismo fue Marx. Su debate con el economista Friedrich List sobre el “capitalismo nacional” en 1847 y sus reflexiones sobre el impacto del descubrimiento de las minas de oro de California en el comercio transpacífico con Asia, lo ubican como el primer y más acucioso investigador de los procesos de globalización económica del régimen capitalista. De hecho, su aporte no radica en la comprensión del carácter mundializado del comercio que comienza con la invasión europea a América sino en la naturaleza planetariamente expansiva de la propia producción capitalista. Las categorías de subsunción formal y subsunción real del proceso de trabajo al capital con las que Marx devela el automovimiento infinito del modo de producción capitalista, suponen la creciente subsunción de la fuerza de trabajo, el intelecto social y la tierra, a la lógica de la acumulación empresarial, es decir, la supeditación de las condiciones de existencia de todo el planeta a la valorización del capital. De ahí que en los primeros 350 años de su existencia, la medida geopolítica del capitalismo haya avanzado de las ciudades-Estado a la dimensión continental y haya pasado, en los últimos 150 años, a la medida geopolítica planetaria. La globalización económica (material) es pues inherente al capitalismo. Su inicio se puede fechar 500 años atrás, a partir del cual habrá de tupirse, de manera fragmentada y contradictoria, aún mucho más. Si seguimos los esquemas de Giovanni Arrighi en su propuesta de ciclos sistémicos de acumulación capitalista a la cabeza de un Estado hegemónico: Génova (siglos XV-XVI), los Países Bajos (siglo XVIII), Inglaterra (siglo XIX) y Estados Unidos (siglo XX), cada uno de estos hegemones vino acompañado de un nuevo tupimiento de la globalización (primero comercial, luego productiva, tecnológica, cognitiva y, finalmente, medio ambiental) y de una expansión territorial de las relaciones capitalistas. Sin embargo, lo que sí constituye un acontecimiento reciente al interior de esta globalización económica es su construcción como proyecto político-ideológico, esperanza o sentido común, es decir, como horizonte de época capaz de unificar las creencias políticas y expectativas morales de hombres y mujeres pertenecientes a todas las naciones del mundo. El “fin de la historia” La globalización como relato o ideología de época no tiene más de 35 años. Fue iniciada por los presidentes Ronald Reagan y Margaret Thatcher, liquidando el Estado de bienestar, privatizando las empresas estatales, anulando la fuerza sindical obrera y sustituyendo el proteccionismo del mercado interno por el libre mercado, elementos que habían caracterizado las relaciones económicas desde la crisis de 1929. Ciertamente fue un retorno amplificado a las reglas del liberalismo económico del siglo XIX, incluida la conexión en tiempo real de los mercados, el crecimiento del comercio en relación al Producto Interno Bruto (PIB) mundial y la importancia de los mercados financieros, que ya estuvieron presentes en ese entonces. Sin embargo, lo que sí diferenció esta fase del ciclo sistémico de la que prevaleció en el siglo XIX fue la ilusión colectiva de la globalización, su función ideológica legitimadora y su encumbramiento como supuesto destino natural y final de la humanidad. Y aquellos que se afiliaron emotivamente a esa creencia del libre mercado como salvación final no fueron simplemente los gobernantes y partidos políticos conservadores, sino también los medios de comunicación, los centros universitarios, comentaristas y líderes sociales. El derrumbe de la Unión Soviética y el proceso de lo que Gramsci llamó transformismo ideológico de ex socialistas devenidos en furibundos neoliberales, cerró el círculo de la victoria definitiva del neoliberalismo globalizador. ¡Claro! Si ante los ojos del mundo la URSS, que era considerada hasta entonces como el referente alternativo al capitalismo de libre empresa, abdica de la pelea y se rinde ante la furia del libre mercado –y encima los combatientes por un mundo distinto, públicamente y de hinojos, abjuran de sus anteriores convicciones para proclamar la superioridad de la globalización frente al socialismo de Estado–, nos encontramos ante la constitución de una narrativa perfecta del destino “natural” e irreversible del mundo: el triunfo planetario de la libre empresa. El enunciado del “fin de la historia” hegeliano con el que Fukuyama caracterizó el “espíritu” del mundo, tenía todos los ingredientes de una ideología de época, de una profecía bíblica: su formulación como proyecto universal, su enfrentamiento contra otro

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La resolución de la ONU es un aliento de esperanza

Autor: Gideon Levy /Haaretz/Israel 25 de DIC 2016 Título completo: La resolución de la ONU es un aliento de esperanza en un mar de oscuridad y desesperación El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó por establecer un Estado judío (junto a un Estado árabe) en la Tierra de Israel. Sesenta y nueve años después, el 23 de diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU votó por intentar salvarlo. La resolución 2334 que fue aprobada el viernes es una ráfaga de buenas noticias, un aliento de esperanza en el mar de oscuridad y desesperación de los últimos años. Justo cuando parecía que todo iba cuesta abajo – la creciente ocupación cada vez más apoyada por Estados Unidos, con Europa galopando a la derecha – junto con Hanukkah vino una resolución que enciende una delgada vela. Cuando parecía que los malvados continuarían siendo victoriosos, vinieron Nueva Zelanda y otros tres países y le dieron al mundo un regalo de Navidad. Así que gracias a Nueva Zelanda, Venezuela y Malasia. Es cierto que el árbol de Navidad que han suministrado, con todas sus luces brillantes, pronto será eliminado; Donald Trump ya está esperando en la puerta. Pero la huella quedará. Hasta entonces, este regocijo temporal es una alegría, a pesar de la resaca esperada. Por supuesto, debemos preguntarle al presidente estadounidense Barack Obama con furia: ¿Recién ahora estás haciendo algo? Y debemos preguntar a un mundo frustrante: ¿Qué pasa con las acciones? Pero es imposible ignorar la decisión del Consejo de Seguridad que establece que todos los asentamientos son ilegales por naturaleza. El primer ministro Benjamin Netanyahu puede llamar a sus embajadores, mientras que su ministro de la derecha Yuval Steinitz puede gritar que la resolución es «injusta» (el tiene sentido del humor). Y el líder de la oposición Isaac Herzog puede balbucear que «tenemos que combatir la decisión con todos los medios.» Pero no hay una persona en el mundo con conciencia que no se regocije por la resolución. Tampoco hay un israelí decente que debiera caer en la propaganda que llama a la resolución «anti-israelí», una definición que los medios de comunicación israelíes se apresuraron a adoptar con su característica servidumbre, por supuesto. Esta decisión ha llevado a Israel de nuevo a la sólida tierra de la realidad. Todos los asentamientos, incluso en los territorios que han sido anexados, incluso en Jerusalén oriental, por supuesto, son una violación del derecho internacional. En otras palabras, son un crimen. Ningún país del mundo piensa lo contrario. El mundo entero lo piensa -todos los llamados amigos de Israel y todos sus llamados enemigos- por unanimidad. Lo más probable es que las herramientas de lavado de cerebro en Israel, junto con los mecanismos de represión y negación, traten de socavar la decisión. Pero cuando Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia se unen en una declaración tan clara, esto será un trabajo difícil. Así que usted puede decir «el mundo entero está en contra de nosotros». Usted puede gritar «¡antisemitismo!» Usted puede preguntar «¿Qué pasa con Siria?» Al final esta verdad clara como el cristal permanecerá: El mundo piensa que los asentamientos son un crimen. Todos los asentamientos y todo el mundo. Es cierto que el mundo no levanta un dedo para que los asentamientos sean removidos, pero tal vez algún día esto suceda. Sin embargo, ya será demasiado tarde, demasiado tarde. La Resolución 2334 distingue artificialmente entre Israel y los asentamientos, ya que está dirigido a éstos, no a la ocupación. Como si la culpa de Amona estuviera en sus colonos y no en todos los israelíes. Este engaño demuestra cuánto el mundo sigue tratando a Israel con indulgencia y vacila en tomar medidas en su contra, como lo hizo con la conquista de Crimea por parte de Rusia, por ejemplo. Pero los israelíes que no viven en Amona, que nunca han estado allí, que no tienen ningún interés real en su destino – la mayoría de los israelíes según parece- tienen que preguntarse: ¿Realmente vale la pena? ¿Todo esto por unos cuantos colonos a los que no conocen y que realmente no quieren conocer? La resolución 2334 es, sobre todo para las orejas israelíes, como un reloj de alarma que asegura despertarte a tiempo, como una sirena que te dice que vayas al refugio antiaéreo. Es cierto que la resolución no tiene valor concreto; es cierto, la nueva administración estadounidense promete borrarla. Pero dos preguntas no dejará de lado: ¿Por qué los palestinos no merecen exactamente lo mismo que los israelíes merecen?, y ¿cuánto puede un país, con todo su poder de presión, armas y alta tecnología, ignorar al mundo entero? En este primer día de Jánuca y Navidad, podemos disfrutar, aunque sólo sea por un momento, de la dulce ilusión que la Resolución 2334 suscitará estas preguntas en Israel. Traducción: Dardo Esterovich

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Un Estado paralelo en la Patagonia

Autor: Juan Grabois /Tiempo Argentino 30 de DIC 2016   Se armó su propio Cantri con una pileta enorme.Maneja las fuerzas de seguridad, el intendente y el Concejo Deliberante como si fueran empleados. Aprieta testigos y amenaza a la población. Se queda con los títulos de propiedad de la gente. Se apropia de recursos públicos y los maneja ‘a piacere’. Corta rutas a punta de pistola. No cumple con las leyes. Todas sus operaciones son irregulares. Hasta aquí, el relato coincide con el que nos han contado sobre Milagro Sala, pero el protagonista de esta historia no es una coya sino un magnate inglés, la séptima fortuna del Reino Unido. Se llama Joseph Lewis, Joe para los amigos. En su entorno no hay Shakira en jogging sino atléticos ejecutivos de traje Armani. Su holding está integrado por empresas como Hidden Lake y algunas offshore; no por cooperativas con nombres grasa tipo Pibes Villeros. El gobernador de Río Negro, su base operacional, lo defiende a capa y espada. El intendente del Bolsón, Bruno Pogliano, fue contador suyo hasta antes de asumir. Su exvocera personal, Dalina Pinacho, es hoy jefa en Radio Nacional. Lewis también comparte el rancho y el helicóptero con el presidente Mauricio Macri. El ingeniero no es el único afortunado: Joe recibe a políticos, empresarios y periodistas con quienes goza de la exclusiva vista del lago que nos robó a todos los argentinos. Obvio, Lewis no está preso, goza de buena prensa y a nadie se le ocurre plebiscitarlo. Una vez, sí, plebiscitaron su proyecto y perdió por el 79% de los votos. Joseph tuvo un sueño y empezó de abajo. Quería su propio Estado en la Patagonia. Pergeñó un plan y lo va llevando adelante. Buscó amigos, encontró aliados, siempre supo untar manos ávidas de libras esterlinas. Empezó encerrando el Lago Escondido, fue desarrollando la infraestructura colonial y ahora dio el batacazo con la aprobación municipal para el desarrollo del proyecto Laderas. A Joe nunca lo amilanaron los obstáculos. Arrasó con todos: leyes, fallos judiciales, dos reservas naturales, bosques, lagos, ríos, mapuches, criollos, instituciones, plebiscitos. Es un hombre de tesón que supo levantarse frente a cada derrota. Tuvo su primer revés importante en 2009 cuando el Superior Tribunal de Justicia (STJ) ordenó «asegurar el acceso al lago Escondido con adecuada señalización y asegurando la transitabilidad» por el camino conocido como del Tacuifí. Desde luego, la gobernación debía ejecutar la sentencia, pero Alberto Weretilnek nunca cumplió y el lago sigue siendo el parque acuático privado del caballero inglés. La del STJ era una sentencia firme y, desde luego, ante el incumplimiento, hubo protestas ciudadanas en distintos puntos del país. En ese contexto, su testaferro, Van Ditmer, afirmó: «Vamos a defender la propiedad privada con el Winchester en la mano, con sangre si hace falta». Más allá de su concepto amplio de propiedad privada, cumplió su amenaza cada vez que las organizaciones comunitarias intentaron acceder al Lago. Lewis supo tener una política de «responsabilidad social» que algún tiempo le granjeó la simpatía de parte de la población de El Bolsón y que esgrimen sus defensores para mostrar que tan malo no es. Roba pero hace. Puso unas canchitas de fútbol y una escuelita. Una obra bastante menor a la de Milagro Sala y bastante más floja de papeles. Su jefe de responsabilidad social renunció espantado cuando entendió para qué clase de ‘mostro’ estaba trabajando, pero a nadie le interesa demasiado lo que tiene para decir. Con la asunción de Macri en la Presidencia, el «Estado Paralelo» de Lewis dio un salto de calidad. Apuraron el tranco al grito de ‘vamos por todo’ y en abril ya estaban desmontando la tercera reserva de cipreses más importante del mundo para que pase un cable de alta tensión. Se olvidaron de pedir autorización, ningún estudio de impacto ambiental, concesión vencida, contratista habilitado únicamente para operar en «venta de chacinados y carnes rojas»… A ningún organismo oficial se le ocurrió denunciarlo. A su carnicero contratista, Lewis le dio una retroexcavadora nueva, mucha plata y garantías de impunidad. El tipo, con un poco de vergüenza, le dio para adelante y el tajo que recorre la reserva ya tiene más de nueve kilómetros. Desde las organizaciones lo denunciamos hace más de seis meses. No a él, pobre hombre, sino al gobernador, Lewis y cía. El fiscal Arrien y el juez Burgos se están tomando su tiempo para decidir si realizan algún acto procesal, mientras dilatan los plazos pidiendo informes y mandando el expediente de acá para allá. El relato del ‘lewisismo’ era que el electroducto iba a abastecer de energía al Bolsón. Joe nos iba a vender la energía que se robaba del Río Escondido a precio diferencial por ser renovable. Las maravillas de la desregulación del mercado energético. Un negocio extraordinario aunque, por su volumen, relativamente chico. Pero el objetivo real es bastante más ambicioso y siniestro. Lo que parecía una teoría conspirativa de los ambientalistas de El Bolsón se comprobó. La traza del electroducto, oh casualidad, pasa por la Pampa de Luden donde, contra toda norma, Lewis proyecta consolidar su Estado Paralelo. La Pampa de Luden es un monumento natural que cuadriplica en superficie la Ciudad de Buenos Aires. Lewis quiere instalar ahí un centro de sky, una cancha de golf, comercios, un lago artificial y, desde luego, algunos ricachones para completar el proceso de colonización. Desde ya, esta ciudad amurallada necesita energía: no están arruinando la Reserva para vender electricidad renovable al interconectado nacional sino para canalizar la energía hacia la nueva colonia. También necesita agua: el agua que hoy mantiene viva la Reserva de Biósfera Andino Norpatagónica y la población campesina de Mallín Ahogado. La semana pasada, en una escandalosa sesión que provocó la más masiva movilización popular que recuerda la comarca, el Concejo Deliberante dominado por el PRO, la UCR y los ediles de Weretilneck, custodiados por una pequeña pero aguerrida patota, aprobaron el loteo de Laderas SA. Horas antes, esa banda había secuestrado y golpeado ferozmente dentro del edificio

Comunicados y Declaraciones

Solidaridad con la Cooperativa de Trabajadores del Hotel Bauen

Autor: Llamamiento Argentino Judío 28 de DIC 2016 Porque sostuvieron una lucha sin claudicaciones en defensa de su fuente de trabajo ante el vaciamiento de la patronal. Porque demostraron que los trabajadores pueden llevar adelante una empresa de manera cooperativa sin que necesariamente haya patrones al frente de la misma Porque abrieron generosamente las puertas del hotel a todos los movimientos sociales y de derechos humanos para que pudieran expresarse y llevar adelante sus actividades. Porque fueron ejemplo y apoyo para todos los trabajadores que emprendieron un camino semejante Por todo esto, el presidente Macri —reposando y en chancletas durante sus frecuentes vacaciones— reeditando la misma práctica que lo caracterizó cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad y le valiera el mote de “Capitán Veto”, firmó el decreto vetando la ley de expropiación del Hotel Bauen votada por amplias mayorías en Diputados y Senadores. No es el presunto costo fiscal —insignificante si tenemos en cuenta la brutal transferencia de recursos a favor de los grupos económicos concentrados que caracterizó  el primer año de gobierno— sino la necesidad de enviar un mensaje a todos los trabajadores que están siendo agredidos con la pérdida del salario real, la desocupación y la amenaza de avanzar sobre las conquistas laborales, para mellar su capacidad de lucha haciéndoles creer en la inutilidad de la misma. El LLAMAMIENTO Argentino Judío expresa su solidaridad con los trabajadores del Hotel Bauen y compromete su acompañamiento en esta nueva etapa de su lucha que seguramente terminará, pese a las dificultades, de coronar con  éxito la desigual pulseada por la justicia de sus reclamos.

Nacionales, Opinion

Navidad con Milagro: “Soy un testimonio ante el mundo de la maldad de este gobierno”

Autor: Jorge Elbaum*/La García 26 de DIC 2016 Llegamos a la prisión de Alto Comedero a las 14 hs. La visita a Milagro Sala supone un trámite especial para las centenas de visitantes un 24 de diciembre. Los integrantes del Servicio Penitenciario nos reciben con preocupación. Casi dubitativos. Como dudando acerca del futuro de Milagro y las posibilidades de que esto que hoy es cárcel, pueda transformarse –en un acto de prestidigitación política, tan característico en nuestro país– en una Milagro Sala empoderada y candidata exitosa de un futuro político provincial. Hay trescientos metros desde la entrada al Penal hasta el pabellón donde se encuentra detenida la líder del Movimiento Tupac Amaru. El trayecto es amenizado por nietos, hijos, hermanos y cuñadas que transportan la comida y la bebida para el almuerzo al aire libre que compartirá este cronista con Milagro y su esposo, Raúl Noro. El menú anunciado consiste en ravioles con pollo y/o carne, a elección de los comensales. La entrada y los abrazos con Milagro se congelan en un tiempo eterno. Como si Sala no quisiera quebrar esa cercanía con cada miembro de su familia…Cada abrazo incluye palabras, llantos y una quietud en el medio del patio del penal que estremece y duele. “Pensé que no llegaba a Navidad”, comenta Milagro luego de mostrarnos las mesas adornadas con guirnaldas que las detenidas desplegaron en cada una de las “ranchadas”: flores rojas y guirnaldas tricolores adornaban los parantes de cada uno de los sectores. Un pequeño arbolito de navidad, montado sobre un arbusto joven, con una estrella roja en el cima acompañaba la larga mesa de quince personas. Pensó que no llegaba, dijo, porque se le había pasado por la cabeza la idea del suicidio. “Me duelen mis hijos, mis nietos. Esto es muy duro. Y la injusticia se hace más grande cuando se escuchan las cosas que me endilgan. El que me hizo pensar fue Horacio Vervitsky. Cuando vino a visitarme, me agarró del brazo, me llevó a la canchita de futbol y me habló una hora y media. Horacio fue el que me hizo abandonar la idea de hacer una macana…Me explicó dos cosas: que yo no soy sola y que además soy un testimonio ante el mundo de la maldad de este gobierno. Que yo tengo que entender que hay mucha gente peleando ahí afuera por los presos y que no los puedo abandonar. Que esto es más grande que yo. Y que tengo que dar testimonio. Esa noche se me dio vuelta la cabeza. Horacio me había convencido. Se ve que alguien le dijo que yo andaba con esas ideas, que yo no iba a bancarme esta injusticia. El `Perro´ [así se conoce a Verbitsky en el mundo periodístico] me ayudó mucho. Y me prometió que me iba a acompañar en los juicios. Y cumplió…” El día de los alegatos -el ultimo miércoles– se lo vio la “Perro” sentado en el suelo del juzgado, de frene a Milagros, y en la tarima que funciona de base al estrado del circunspecto tribunal Todos los periodistas acreditados susurraban sobre la sencillez y la contracción al trabajo de quien muchos de los presentes catalogaban como el más importante periodista de nuestro país. En un cuarto intermedio de la sesión que duró catorce horas, dos jóvenes camarógrafos de las televisión local se acercaron a un periodista que se encontraba sentado junto a Verbitsky para cerciorarse sobre su verdadera identidad: “no puedo creer que un tipo e esa trayectoria se banque estar tanas horas en un juzgado…nuestros jefes mandan a los perejiles a cubrir eventos de larga duración…y este quía que es ´Gardel` se la re-banca…” Las charlas se dieron cruzadas. Familiares, políticas y acerca de la cotidianidad de la vida en la carcel y como se organizaban los compañeros de distintos puntos del país en solidaridad con ella. Cada veinte minutos el personal del Servicio Penitenciario llamaba a Milagro para hacerle insípidos planteos sobre el volumen de la música o el juego de los niños, marcando el territorio represivo en su mínima expresión de acoso sutil. Llegaron los brindis con pastafrola y gaseosas. Una navidad con Milagro en la cárcel suena a algo lacerante. Sobre la mesa se repetían en murmullos los relatos sobre el barrio de la Tupac destrozado por la perversidad de Morales y sus acólitos “republicanos”. Los ojos de “la negra” vidriosos por un brindis con barrotes, agradecían la solidaridad del Comité y las iniciativas que le acercaban al Penal para visibilizar su lucha. El sol pegaba fuerte aunque estábamos refugiados en una media sombra amarrada por las flores de papel. Los uniformados se desplegaban en las inmediaciones para magnificar su poder momentáneo. “El tiempo es raro –dijo un compañero– no sea cosa que esto gire… que la taba haga caprichosas vueltas en el aire y los acusadores sean los acusados”. Esa fue una de las últimas frases escuchadas antes que el primer turno de visitas de abandonara Alto Comedero. La curiosidad radicaba en la similitud con lo expresado por los integrantes del Servicio Penitenciario, cuando recibían las visitas a Milagro. Como si la escenificación montada por el gobernador de Jujuy tuviese la fragilidad de las flores de papel que adoraban la “ranchada”. Y nadie quiere arriesgarse a estar cerca del viento que la derribe. *Sociólogo, periodista. Presidente del LLAMAMIENTO Argentino Judío

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