Obama desnudó a Netanyahu e Israel
Autor: Daniel Kupervaser 24 de DIC 2016 La decisión de Obama de no hacer uso del derecho de veto en la última votación del Consejo de Seguridad de ONU no es más que un toque de diana para despertar a un pueblo y su dirigencia borrachos del poder que tienen en sus manos. Esta toma de posición de quien abandona la Casa Blanca dejó al descubierto que Israel tiene mucho poder de injerencia en el mundo, pero carece totalmente de todo argumento serio para sustentar su política de conquista territorial, colonización y opresión en los territorios conquistados en 1967. Esto es verdad también desde el primer centímetro de los límites de junio de 1967, por si la denominada izquierda israelí pretende jugar con el derecho a anexar unilateralmente a Israel ciertos bloques de colonias so pretexto que existe un amplio consenso en la sociedad israelí. Hasta el día anterior todo hacía pensar que Netanyahu es capaz de dominar el mundo. Desde su oficina, sin Cancillería (como Canciller a cargo la ha destrozado) movilizó a Trump y organizaciones judías de EE. UU, los eternos e incondicionales sirvientes de Netanyahu, no importa el motivo. El nuevo presidente de EE.UU. no dudó y de inmediato dio a entender al presidente egipcio Al-Sisi, promotor de la resolución en ONU, que los intereses futuros de Egipto en EE.UU. y el mundo son más importantes que aquellos de los palestinos. En cuestión de horas la propuesta fue retirada. Lo que Netanyahu no tuvo en cuenta es que otros cuatro integrantes del Consejo de Seguridad adoptaron la propuesta y la elevaron a votación al día siguiente dejando al premier israelí solo a las buenas de Obama. Los ataques de Netanyahu y su Embajador en la ONU en contra de esta institución y Obama personalmente no tienen el mínimo sustento lógico ni moral. Las Naciones Unidas no son más que el reflejo de la comunidad internacional de países que un buen día, todos ellos, prácticamente sin excepción, decidieron decir basta a la política arrogante y prepotente de Israel. El nuevo gobierno británico, a quien se califica de pro sionista que se comprometió a luchar en contra del antisemitismo y BDS, también alzó la mano deslegitimando los asentamientos judíos en Cisjordania. En su intento de defender su política conquistadora, hasta el día de hoy Israel no encontró ningún razonamiento que no choque con normas internacionales básicas de defensa de derechos humanos o que tenga un carácter mínimamente convincente. Ante esta infranqueable carencia, Israel dejó de lado las Tablas de la Ley del Monte Sinaí, pisoteó normas de las Convenciones Internacionales sobre territorios conquistados en conflicto y, durante las últimas cuatro décadas, encontró protección únicamente en los personajes elegidos para habitar la Casa Blanca y la Colina del Capitolio. Para Israel y el judaísmo, Temis y Dice, las Diosas de la justicia, ya no residen en Grecia, sino que se reencarnan alternativamente en el cuerpo de los presidentes electos en EE.UU. Ante la falta de argumentos objetivos, la oficina del Primer Ministro de Israel se la rebuscó con ataques más bien emocionales o viscerales. En un comunicado oficial se catalogó la conducta de Obama como una traición al romper el viejo vínculo con Estados Unidos que prometía una eterna defensa a Israel en organismos internacionales. Acusó la decisión de vergonzosa pues no hacen nada para frenar la masacre de medio millón de personas en Siria y prefieren lanzarse bochornosamente en contra de Israel[1]. Digamos, Israel reconoce que comete delitos, lo único que argumenta es que hay criminales más sanguinarios. Más llamativa es la réplica de ciertos senadores estadounidenses republicanos, curiosamente identificados con intereses de Israel. Tanto Lindsey Graham como Ted Cruz, reclamaron tomar medidas drásticas con ONU, incluyendo un corte en los aportes presupuestarios estadounidenses a esa institución[2]. Pareciera que estos parlamentarios estadounidenses tienen muy buena experiencia de cómo el dinero es capaz de hacer inclinar la balanza en la toma de decisiones políticas. ¿Sera que sus posiciones tan extremas en favor de intereses foráneos, en este caso Israel, que aparentemente contribuye muy poco a intereses estratégicos estadounidenses, obedecen a aporte de dinero a políticos? Los medios informan que ambos parlamentarios fueron acreedores a donaciones importantes en dinero a sus campañas proselitistas del bolsillo de un multimillonario judío estadounidense muy identificado con los intereses de Israel[3]. Tanto Netanyahu como Trump. prometen modificar conjuntamente la situación creada con esta resolución del Consejo de Seguridad. A decir verdad, este objetivo no se presenta nada fácil, hasta se podría decir que se crearon nuevas circunstancias con una realidad significativamente diferente y con muchas dificultades de hacerla retroceder[4]. Da la impresión que lo que fue no existe más y probablemente no retorne. De otra manera es muy difícil entender la furia de Netanyahu. No debe haber un ejemplo que exponga más claramente la situación de Israel en su relación con democracias de occidente que la conducta del gobierno de la Republica Oriental de Uruguay y su Cancillería. Tan solo semanas atrás, Rodolfo Nin Novoa, Ministro de RR.EE. de ese país, fue condecorado con un premio especial en medio de halagos y festejos tanto en nombre de Israel como de la comunidad judía uruguaya por su contribución a las excelentes relaciones entre ambos países. En la votación del Consejo de Seguridad de ayer, Uruguay se adhirió al resto de los países para votar en lo que se considera unanimidad en contra de los asentamientos de Israel. Tal como ocurrió con la votación de UNESCO de meses atrás, Israel y los judíos de la diáspora deben tener claro que la posición de prácticamente todos los países del mundo respecto a Israel se la puede resumir con estas pocas palabras: AMISTAD SI – SERVILISMO NO SEGURIDAD SI – COLONIZACION Y OPRESION NO Solo ciertos personajes en cumplimiento de funciones gubernamentales o parlamentarias estadounidenses todavía tienden a interpretar esta realidad de forma distinta. Ojalá me equivoque [1] “Israel rechaza resolución de ONU”, Haaretz, 23-12-16 [2] “Trump a la resolución de ONU”, Walla, 23-12-16 [3] “Las