Murió impune la apropiadora de dos bebés y Papel Prensa
Fuente: Ari Lijalad | Nuestras Voces Fecha: 15 de JUNIO 2017 Falleció Ernestina Herrera de Noble, una de las mujeres más poderosas de la historia argentina. Viuda de Roberto Noble desde 1969, heredó el diario Clarín. Murió impune, sin contratiempos judiciales pese a haberse apropiado irregularmente de dos bebés y ser partícipe de delitos de lesa humanidad en el robo de Papel Prensa. Era la dueña del principal multimedio del país, pero fueron contadas sus apariciones públicas y blindó, como pocos, su verdadera historia. La Pity “Laura y Carmen Herrera, alumnas de Concepción del Valle, en una de sus interpretaciones”, decía el epígrafe de la foto que publicó Clarín el 2 de diciembre de 1953, en una nota sobre un recital de danzas en el Teatro El Nacional. Fue la primera vez que Ernestina Laura Herrera, la Pity, apareció en Clarín, sin sospechar que 15 años después estaría casada con su dueño y llegaría incluso a heredar el diario y a convertirse, con el tiempo, en la cabeza del principal multimedios del país. Había nacido el 7 de junio de 1925, por puro capricho histórico en el día del periodista, pero su vocación originaria estaba lejos de ese rubro: era bailarina de flamenco. Con poco más de 20 años conoció al ya renombrado Roberto Noble, que por entonces superaba los 50. Noble había sido Ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires en la década del 30 y, desde el 28 de agosto de 1945, comandaba su propio proyecto político: el diario Clarín. Mantenía, sin embargo, una pasión originaria por la bohemia, el tango y la noche. Hay varias versiones del primer encuentro entre Ernestina y Noble. Una relata que Noble la fue a ver actuar al bar el Tronio; otra que se cruzaron en un paseo por el Tigre. Lo cierto es que Noble era un hombre de muchas compañías simultáneas y Ernestina fue una de ellas durante muchos años. La cuestión no es menor, ni lo sería para el devenir del diario Clarín. En 1958 nació la única hija biológica de Noble, Guadalupe, fruto de su relación con Guadalupe Lupita Zapata Timberlake. Noble solía decir que tenía un hijo macho, Clarín, y una hija hembra, Lupita. No había, en principio, un lugar especial para Ernestina. En sus testamentos, que Noble revisaba y retocaba sistemáticamente, Lupita figuraba como heredera del diario. Sin embargo, en enero de 1967, un hecho clave torció el rumbo de la historia. Noble tuvo un accidente cerebrovascular. Ernestina estaba junto a él, en la estancia cordobesa de La Loma, y no se separó de su lado. La situación era crítica: ante la posible muerte de Noble, ¿quien se quedaría con Clarín? Lupita era menor, y Noble no quería que la madre biológica de su hija “hembra” tuviera nada que ver con su hijo “macho”. La solución fue Ernestina. Se casaron 27 de julio de 1967, en una ceremonia oficiada nada menos que por el cardenal Antonio Caggiano, a la que asistieron entre otros el ex dictador Pedro Eugenio Aramburu y Arturo Frondizi. “Días después del casamiento –cuenta Martín Sivak en su libro Clarin, el gran diario argentino– Noble cambió su testamento: Ernestina Herrera, ahora de Noble, se quedaba con Clarín. A Lupita le dejaba propiedades, como las Galerías Santa Fe, efectivo y acciones B del diario (sin peso para el manejo de la empresa, pero necesarias para balancear lo que recibiría Ernestina). Ya no tendría el control del diario después de cumplir 21 años”. Ernestina pasaba de amante a esposa y heredera de Clarín. Noble falleció el 12 de enero de 1969. Ernestina una mujer de 43 años sin ningún tipo de experiencia ni formación empresaria y periodística, quedó formalmente a cargo del diario Clarín. La primera encrucijada De estricto luto negro, Ernestina fue la anfitriona del velorio de Noble, al que asistieron todo tipo de personalidades. Enseguida tuvo que tomar una decisión. En el diario había dos bandos enfrentados: uno, la vieja guardia del diario, escribas y amigotes de tertulia de Noble; el otro, Rogelio Frigerio y los desarrollistas, que veían en Clarín no sólo un diario sino la clave de su supervivencia política. A la disputa por el diario entre la vieja guardia y los desarrollistas se sumaban la pelea legal con la madre de Lupita Noble y problemas financieros que atravesaba la empresa. La decisión fue clara: Noble le había dicho que se apoyara en Frigerio y así lo hizo. El comando político del diario quedó en manos del Tapir (como llamaban a Frigerio) y el manejo diario a cargo de Oscar Camilión, con quien Ernestina tendría, con los años, una íntima relación. En 1970, Clarín cumplió sus bodas de plata. El 28 de agosto, durante el acto de conmemoración, Ernestina ratificó la alianza con el desarrollismo: “La identificación que el hombre de la calle hace entre Clarín y la doctrina del desarrollo, constituye nuestro más grande orgullo. Algo así como una marca de fábrica que distingue cada día el producto que ponemos a disposición del gran público. En efecto, Clarín es el diario del desarrollo nacional”. Entre Frigerio y Camilión comandaron el salvataje financiero de Clarín a principios de los 70. En 1972, como parte de la reestructuración empresarial, desembarcó un joven proveniente de las filas desarrollistas, que con los años se convertiría en el centro del sistema Clarin: Héctor Magnetto. “En Héctor encontré no sólo un gerente de lealtad incondicional, el brazo operativo de mi dirección, sino un emprendedor con todas las letras, alguien que también se enamoró de Clarín y que siempre pensó por sí mismo en generar nuevas formas e iniciativas para hacer grande y fuerte a la empresa, para que pudiera multiplicar su herencia periodística en nuevos medios, en nuevos públicos, en nuevos territorios. Esa actitud, esa convicción, hicieron que pronto lo sintiera como algo más que un ejecutivo, como un compañero de timón en el barco que me había tocado conducir”, contó años después para la biografía oficial de Magnetto, escrita por José Ignacio