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La AFI macrista simuló que D’Alessio investigaba para el kirchnerismo

Fuente: Néstor Espósito | Tiempo Argentino Fecha: 1 de marzo de 2020 Espió a abogados, entre ellos a la defensora de Lázaro Báez, y los relacionó con el exjefe de “la casa”, Oscar Parrilli, para pegarlos con el escándalo por el espionaje ilegal del falso abogado. La AFI de Cambiemos espió a abogados, -entre ellos a la defensora de Lázaro Báez- y los relacionó con el actual senador y exjefe de “la casa”, Oscar Parrilli, para pegarlos con el escándalo  por el espionaje ilegal de Marcelo D’Alessio. Para ello elaboró informes que le entregó al juez Rodolfo Canicoba Corral en los que mezcló al financista arrepentido Leonardo Fariña, al abogado y exfuncionario penitenciario Víctor Hortel, a agentes de inteligencia (incluso a un fiscal nombrado durante el macrismo) y a la defensa de Báez, y con todos ellos hizo una ensalada para arribar a una suerte de hipótesis rocambolesca: D’Alessio operaba para el kirchnerismo. Canicoba Corral tiene a su cargo desde 2017 una investigación por presunto espionaje ilegal a jueces, políticos, personajes de la farándula e incluso al futbolista Lionel Messi. Durante los primeros tiempos, a través de su exdirector de Asuntos Judiciales, José Padilla, la AFI mostraba un parsimonioso aporte de información y pedía reiteradamente aclaraciones y precisiones sobre qué se estaba buscando. El 6 de noviembre de 2017, por ejemplo, ante un pedido de información de Canicoba Corral, respondió: “Se requiere como paso previo y necesario que se indiquen los motivos o fundamentos que originaron el presente requerimiento”. Así, la AFI informó en mayo de 2018 que el fiscal Eduardo Daniel Miragaya, un personaje clave en la Causa D’Alessio, había ingresado el 4 de enero de 2016 (antes de cumplirse el primer mes de gobierno de Mauricio Macri), como director del área de Delincuencia Económica y Financiera, y luego pasó a la Gestión de Base de Datos y Archivos de Inteligencia. A pedido de Miragaya ingresaron a la AFI varios civiles, entre ellos Ana María Polero, la mujer que acompañó como “asesora de vestuario” a la difunta Natacha Jaitt la noche del 1 de abril de 2018 a un escandaloso programa de TV de Mirtha Legrand. En abril de 2019, apenas estallado el affaire D’Alessio, la AFI elaboró un curioso entrecruzamiento de nombres que hizo aparecer a agentes de inteligencia reales con otros imaginarios y los vinculó con la defensa de Lázaro Báez. Así relacionó a espías que aún hoy están en “la casa” con Miragaya; con “el círculo de mayor confianza del entonces director general Oscar Parrilli”;  y con el exsubdirector operacional de Contrainteligencia”, el actual diputado Rodolfo Tailhade. Y los linkeó a todos con el abogado Franco Agustín Bindi, quien formó parte de la defensa de Leonardo Fariña y hoy asiste indirectamente a Lázaro Báez. “Podrían estar llevando adelante actividades vinculadas a la realización de tareas de inteligencia ilegal, valiéndose para ello de sus nexos y contactos como abogados en diferentes causas penales y del acceso a información sensible que les otorgarían sus vínculos con organismos de inteligencia y, eventualmente, con actores de los distintos poderes del Estado”. En ese contexto, la AFI asumió una conducta temeraria: en una causa en la que se investiga si hubo espionaje ilegal, le pidió autorización al juez para espiar al propio Bindi y “al grupo de abogados que trabajarían en su estudio”, a saber: Elizabeth Gasaro, la abogada de Báez; Víctor Hortel, quien la antecedió y renunció por problemas de salud; Giselle Robles, exdefensora de Leonardo Fariña, quien asegura que el financista fue “guionado” para declarar en ese juicio; Tatiana Terzano, codefensora de Báez y abogada de otro espía detenido en la Causa D’Alessio, y Humberto Próspero, defensor del contador Daniel Pérez Gadín. La AFI pidió permiso para investigar a Próspero en abril. Dos meses antes, el abogado había denunciado a Macri y a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich justamente por “espionaje ilegal”. En ese contexto, la AFI realizó otro pedido cuanto menos osado. Canicoba Corral investiga la supuesta filtración de datos desde la propia central de inteligencia. Pero la AFI, investigada, pidió ser “querellante” en la causa. Algo así como impulsar la investigación contra sí misma, pero desde adentro (y con control) del expediente. ¿Cómo se atrevió a tanto? Con una maniobra distractiva. A principios de mayo de 2009 la abogada Florencia Guijo declaró públicamente que ella había “coucheado” a Fariña, quien dice no conocerla. La AFI la denunció penalmente. La causa recayó en el juzgado federal a cargo de Sebastián Ramos y ello fue profusamente difundido por la prensa. Lo que nunca se dijo hasta ahora es que sobre esa base la AFI intentó meterse por la ventana en la causa de Canicoba Corral. “Solicito que se nos tenga por parte querellante toda vez que la nombrada Guijo involucró falsamente a esta Agencia con la supuesta asistencia y preparación de Fariña en miras a su declaración como arrepentido en la causa conocida como Ruta del Dinero K”. El director Padilla se atrevió a más: no le pidió a Canicoba que investigara a Guijo, sino que le solicitó “que autorice a esta agencia a profundizar la pesquisa en torno a la referida y su relación con los sujetos aquí sospechados”.  Dicho de otro modo: que no investigue el juez sino la propia denunciada. Sobre  Gasaro, la defensora de Báez, un informe “secreto” remitido a Canicoba Corral sostiene -sobre la base de recortes periodísticos-, que “habría iniciado su carrera profesional junto a dos abogados que también se los habría vinculado con agentes de este organismo, Héctor Irimia y Roberto Herrera”. Irimia es un exjuez a quien el difunto fiscal Alberto Nisman acusó en la denuncia por encubrimiento de los iraníes acusados de volar la AMIA. Pero desapareció de la causa; el recientemente fallecido juez Claudio Bonadio nunca avanzó sobre él, ni resolvió su situación procesal, que hoy está virtualmente en el limbo. Roberto Herrera es el actual abogado de Fariña y de otro arrepentido: Víctor Manzanares, el excontador de la familia Kirchner, quien también se acogió al régimen del “arrepentido”

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La industria del choreo macrista

Fuente: Juan Alonso | Nuestras Voces Fecha: 27 de febrero de 2020 El diputado Rodolfo Tailhade presentó una denuncia penal contra una banda que operó desde el Estado recaudando dinero ilegalmente hasta diciembre de 2019, mediante «un desvío sistemático de fondos millonarios». Involucra a los ex ministros Francisco Cabrera y Dante Sica. El presunto jefe habría sido el ex subsecretario de Producción, Rodrigo Sbarra. Se quedaban con el 70 por ciento de los sueldos de empleados que no cumplían funciones. También usaban sociedades truchas que le facturaban al Estado y tenían testaferros. Sólo en el último año recolectaron mil millones de pesos. Rodrigo Sbarra, 40 años, ex subsecretario de Producción del macrismo, estaba fuera de eje y habría lanzado al reboleo una frase que lo describe por completo: “Lo que pasa es que no sé qué hacer con tanta plata”. Del otro lado del teléfono, un avezado interlocutor experto en los atajos del Código Procesal Penal lo escuchaba con deleite. El abogado tomó las notas necesarias y Sbarra ahora es la estrella de la república perdida. El fajo de 10 mil dólares que se olvidó en su despacho encierra mucho más que un gesto de desdén por el patrimonio público. A la profusión de notas de investigación en diversos medios de Internet y canales de tevé, que generó su presunto accionar delictivo, se sumó el resplandor del juez Julián Ercolini -apodado “El renacido”-, quien prontamente avaló algunas medidas de prueba requeridas por el fiscal, Gerardo Pollicita. Todo el sainete inmundo podría ser parte de una trama de payasos malignos del viejo Circo Sarrasani, pero no. El pasado 25 de febrero, los periodistas  Alejandro Bercovich y Noelia Barral Grigera revelaron en C5N, la maraña de sociedades de cartón y el crecimiento fastuoso de la economía personal de Sbarra y sus asociados. Ver el vídeo de poco más de 16 minutos: El mecanismo era así: el grupo de Sbarra creaba sociedades a nombre de supuestos testaferros –casi todos de Florencio Varela- y generaban miles de facturas de servicios al Estado. Sólo en la subsecretaría de Producción el grupo facturó mil millones de pesos en un año: el equivalente a 10 millones de dólares. Eso explica la mansión que Sbarra, quien pese a haber obtenido un salario de alrededor de 100 mil pesos en la función pública, logró estrenar en Navarro con millones de dólares. Curioso: se trata del mismo sitio donde en 1828, Juan Galo de Lavalle fusiló a Manuel Dorrego. ¿Los ricos no roban? El diputado Rodolfo Tailhade denunció  ante el Juzgado de Ercolini, que hasta el 2019 hubo “un desvío sistemático de fondos millonarios”, desde una supuesta “estructura corrupta” que se creó en el Ministerio de Producción y Trabajo de la gestión de Mauricio Macri. Señaló que “las piezas claves” de ese entramado habrían sido los ex funcionarios Rodrigo Sbarra, Sebastián Bideberripe e Ignacio Pérez Rivas, ex jefe de Gabinete de los antiguos ministros Francisco Cabrera y Dante Sica. Es decir, que según sugiere el denunciante Tailhade, la caja de recaudación escaló hasta Cabrera y Sica. En su denuncia penal, Tailhade habló de la existencia de “una estructura corrupta”, integrada por Sbarra, quien “habría montado un sistema de desvío de fondos públicos hasta diciembre del 2019 en el ámbito del Ministerio de Producción y Trabajo, hoy Ministerio de Desarrollo Productivo”. ¿Cómo era el mecanismo? Con la  contratación de personas que debían devolver el 70 por ciento de sus sueldos y la apertura de sociedades anónimas fraudulentas que le cobraban al Estado millones de pesos sin proveer casi nada. Del esquema -siempre según la denuncia de Tailhade-, habría participado la contadora María Fernanda Inza, la ex tesorera del Pro vinculada a los aportes falsos de la campaña del partido de Mauricio Macri en la Provincia de Buenos Aires. Una fuente reservada consultada por el diputado la vio en una oficina de la calle Belgrano al 400 donde funcionaba una especie de cueva de la banda. “El pago de facturas a proveedores privados, por bienes y servicios sobre-facturados o directamente inexistentes, que implicaban ‘retornos’ para la organización por montos muy significativos. En muchos casos operaban sociedades anónimas simplificadas de los propios funcionarios involucrados, que no sólo facturaban millones sino también ocultaban sus bienes”, sostuvo Tailhade en la denuncia. “Los dos mecanismos tenían como piezas claves a Rodrigo Sbarra, Sebastián Bideberripe, a cargo de la Coordinación Administrativa de Producción y Trabajo respectivamente, y por lo tanto encargados de autorizar los pagos. Ambos reportaban directamente a Ignacio Pérez Rivas, jefe de Gabinete de Francisco Cabrera, primero, y del ministro Dante Sica después. De acuerdo a la información suministrada, el director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de la Producción, Hernán Coego, también formaba parte de la estructura, que se completaba con Maximiliano Carlos Guida, mano derecha de Bideberripe; y Claudio Daniel Giménez, que oficiaba como ‘valijero’ del esquema”. Giménez habría disputado una parte del dinero con su amigo Bideberripe –ambos se conocían del Instituto Nacional de Propiedad Intelectual- y se habría apoderado de unos 40 millones de pesos del grupo de Sbarra y Cía. ¿Cómo se solucionó la reyerta del monedero mágico del Pro? Giménez le vendió a Sbarra la sociedad –donde éste poseía un Mercedes Benz valuado en más de 100 mil dólares y dos Chevrolet de alta gama- en la módica suma de 2 mil pesos y final de cuentas. “Giménez estaba a cargo de la recaudación, en particular de buscar en las oficinas de los proveedores el dinero físico que constituía el ‘retorno’ de cada factura pagada por el Ministerio, y llevándolo a una suerte de búnker que funcionaba en un departamento ubicado en Avenida Belgrano 406 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires –detalló el denunciante-. Aquí el dinero era recibido, en numerosas ocasiones según lo expresado por la fuente, por la ex contadora general de la Provincia de Buenos Aires, María Fernanda Inza, principal imputada en las investigaciones por aportes ilegales a la campaña de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires”, remarcó el diputado. Sobre el personaje oriundo de Florencio

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¿Lo que se va vuelve?

Fuente: Pedro Peretti(*) | Página/12 Fecha: 26 de febrero de 2020 Uno de los más reiterados argumentos de los enemigos de las retenciones es: lo que se va en dinero de los pueblos no vuelve. El lunes 17 de febrero más de doscientos pequeños productores del sur de Santa Fe y una veintena de Pte. Comunales con la presencia de los funcionarios nacionales Fernando Navarro y Alberto Chiavarino se reunieron en Villa Mugueta, bajo la consigna: “No todo el campo es lo mismo, creemos en el diálogo, categorización y segmentación Ya”. Fue la segunda reunión en su tipo y por los mismos motivos. No tuvo una mísera línea en la prensa -sea amiga o monopólica- a pesar de ser mucho más numerosa y sustanciosa que las que realizaron los auto-convocados (que son todos del PRO-Coalición Cívica) que de verdad nunca superaron el centenar clamando por no pagar nada de impuestos. En la asamblea, la Pta Comunal de J. B Molina, María de los Ángeles Cervigni, expuso su caso. Molinas es un pueblo de 1800 habitantes, con 17.000 hectáreas como distrito y “exporta” en materia de retenciones más de 10 millones de pesos y no vuelve nada. Tras cartón contó que era médica y que gracias a su padre que tiene 42 hectáreas de campo pudo estudiar. La Dra. Cervigni no logro percibir aún que si ella hubiera nacido en Chile o EEUU con 42 hectáreas de campo por más sacrificio familiar que hicieran, no habría podido ingresar a la universidad y si lo hubiera logrado, se habría recibido endeudada por otra década. La universidad pública se financia con recursos que provienen de rentas generales que distribuye el presupuesto nacional, al cual las retenciones son un aporte más, no el único ni el más importante, pero ayudan. Ella y miles como ella lograron convertirse en profesionales gracias a la gratuidad de la enseñanza argentina que posibilita a familias de pequeños productores, obreros y desempleados que viven en el interior profundo puedan estudiar. A demás,  en 2005 se incorporó por ley que el 6 por ciento del PBI debe ir a la educación y Macri lo bajo al 4,5. Cómo puede ser que no se logre entender y valorizar el sistema de educación pública que tenemos, y sus beneficiarios se empeñen todos los días en conspirar para desfinanciarlo. Esto, sin contar el Fondo Sojero que creo CFK en 2009 y derogó Macri el 15 de agosto de 2018. Hoy los intendentes de Cambiemos andan llorando por los rincones clamando para su restitución, ya que repartía el 30 por ciento de lo recaudado en las provincias y municipios para obras de infraestructura. ¿Con qué recursos piensan los pequeños productores y sus representantes políticos y gremiales que se financia la escuela pública donde se educan sus hijos? En esos lugares recónditos de la Argentina no hay educación privada, solo está presente la pública. Esto es una prueba más que perceptible de lo falso, autodestructivo y antinacional del argumento de que de las retenciones nada vuelve al interior. Argumento tan esgrimido por los enemigos de la segmentación y que transformaron las retenciones en un problema ideológico, donde lo productivo o económico es una mera excusa. Estamos hablando de los grandes productores agropecuarios y estancieros que no viven en los pueblos -por eso los fumigan a mansalva- y no usan la educación pública; ellos mandan a sus hijos a la privada. Ahora lo llamativo es que quienes residen en el territorio asuman como propio el discurso y los intereses de quienes no quieren ni que haya salud ni educación en el interior profundo donde sí viven ellos. Por todo esto es importante no dejarse engañar y es urgente segmentar y categorizar a los productores, para resquebrajar este bloque de intereses tan contradictorio. Miren: el 7,27 por ciento de los productores o empresas tienen entre 1500 y 10.000 hectáreas y producen el 37,45 por ciento del total de la producción agrícola (no solo soja) .Son apenas 16.604. Mientras que apenas 2473 productores, o sea el 1,08 por ciento, tiene más de 10.000 hectáreas y recogen el 36,44. La Argentina tiene 46 millones de habitantes y solo 19.077 ciudadanos o personas jurídicas producen el 73,89 por ciento de lo que se siembra y cosecha. La concentración agropecuaria -como vemos- es bestial.  Ahora bien, como puede ser que estos casi 20 mil tipos tengan de rehén a todo un país, y que una parte de los que ellos mismo esquilman, sacándole las tierras y destruyéndoles el hábitat, asuman como suyo el discurso de sus expoliadores. Es un contrasentido difícil de explicar. Que un pequeño chacarero del sur santafecino diga que todos los productores son iguales, y que no se puede segmentar significa –aparte- de una gran mentira, un rotundo triunfo político de la derecha argentina. Pero también es una falencia notoria del movimiento nacional y popular que nos obliga a una profunda autocritica, ya que no tuvimos una correcta política para desbloquear intereses tan disímiles. La segmentación y categorización de los productores y su correcta implementación es el primer gran paso para poner justicia tributaria en el campo. El otro es el decreto que restituya el Renatea en lugar del Renatre, para llevar justica social y control estatal a los trabajadores rurales, que en su mayoría están precarizados ilegalmente. Segmentación y derechos laborales son banderas que van juntas y no pueden estar relegadas en el accionar del campo nacional y popular. Ahora es el tiempo de materializarlas. * Ex director de Relaciones Internacionales de la Federación Agraria.

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No dejan de mentir

Fuente: Hugo Presman | Blog de Hugo Presman Fecha: 21 de febrero de 2020 Mintieron para llegar. Mintieron cuando gobernaron. Mienten cuando fueron derrotados después de dejar un país en terapia intensiva. Mienten sobre situaciones que irritan a los ojos por el dolor que producen. La deuda externa que aumentaron los endeudadores seriales le merece a la futura Presidenta del PRO, la saltimbanqui Patricia Bullrich: “El nivel de deuda contraída por el gobierno de Cambiemos “es absolutamente compatible y normal en cualquier país y señalar que fue demasiada elevada es una exageración que tiene  que ver con los intentos del gobierno de abrir márgenes políticos…….con el Fondo Monetario Internacional se dejó una negociación encaminada, porque es plata prestada con intereses muy bajos”. Apenas se endeudaron en cuatro años más del doble de la suma dejada como deuda por la dictadura establishment- militar.  Desmiente a la ex Ministra de Seguridad, un propagandista del PRO, el periodista de La Nación Joaquín Morales Solá el 9-02-2020:  “ Es cierto que la Argentina no está en condiciones de pagar su deuda si no cambian sus condiciones actuales. Incluso, hay economistas privados, que nunca militaron en el oficialismo actual, que señalan que la deuda nacional es inviable sin una quita. Podría ser una quita explícita o implícita, pero debe haber, sostienen, una disminución del volumen de la deuda” Es el FMI, el financiador de la campaña electoral de Macri, quien sostiene “ que la deuda no es sostenible. No lo hace porque haya cambiado sino para que los Fondos de Inversión que tienen la mayor parte de los bonos en dólares realicen las quitas para que en futuro haya mejores condiciones que le permitan cobrar al organismo creado en 1944.  Si alguien tiene la ingenuidad de suponer que los dirigentes de “ Juntos por el cambio” están arrepentidos es porque no comprenden que consiguieron concretar buena parte de lo que vinieron a hacer. El 50% restante se frustró por la derrota electoral. El Secretario de Política Económica de Mauricio Macri, Sebastián Galiani: “Buenos Aires tiene una deuda negociable y la actual negociación compromete al país por sus caprichos. Si Macri hubiera ganado las PASO no estaríamos hablando de un posible default, porque el riesgo país hubiera bajado y se le pediría al FMI negociar el préstamo. La Argentina tenía que hacer lo que hizo el Presidente Macri: salir del populismo, insertarse en el mundo y crecer exportando” Aparte de mentir y destruir, se enorgullecen de la empresa de demolición que instrumentaron e ironizan sobre las dificultades actuales. Así Alejandro Finocchiaro, el Ministro de Educación de Cambiemos, de trato inamistoso y severo con los educadores, envió un twiter pidiendo “ solidaridad con los trabajadores”. El motivo fue un monto de actualización a los docentes cuyo cobro el gobernador Axel Kicillof  trasladó a marzo. Es el mismo Ministro de Educación, no otro, que terminó con la paritaria docente LOS QUE CRITICARON SIEMPRE, LOS QUE CRITICAN AHORA  El escritor y periodista Rodolfo Braceli, durísimo crítico del macrismo escribió en Página 12, el viernes 7 de febrero bajo el título “ La FIFA se merece a Macri”: “Nuestro país- lo que queda de él- es un emporio de paradojas ¿ Ejemplo de paradoja? Ser fabricante de colchones y padecer insomnio. Otro ejemplo: presidir la Fundación “benéfica” de la inmaculada FIFA, habiendo sido presidente de una Argentina abismal que mutó en un agujero con forma de mapa. De deuda somos. Ni los mástiles quedaron. Vendidas las joyas de la abuela , la abuela también. Nuestros nietos y sucesivos, ¿ Podrán perdonarnos? La noticia -inclusiva- nos cayó sobre la mollera- ….el surrealismo fue desnucado. Macri Junior presidente de una fundación que manipula actividades ¿ benéficas? de la FIFA. Bien sabemos que la FIFA nos fifa ecuménicamente” El periodista y dueño del grupo Perfil, simpatizante ideológico del macrismo en un durísimo editorial del sábado 8 de febrero escribió: “Daba pena ver a De la Rúa en 2002, cuando había dejado de ser presidente. Pero De la Rúa había renunciado y estaba enfermo. Quedaba el consuelo de que los argentinos habían elegido a otra persona para la presidencia que luego se incapacitó. Pero ver a este minusvalorado Macri, por momentos disociado de la realidad, siendo un ex presidente sano que no padeció una salida abrupta de su presidencia, duele mucho más. Porque este Macri es el que volvió a ser votado por más del 40% de los argentinos hace pocos meses y solo por el 8% de diferencia no es el actual presidente….. Quizás este Macri no sea el verdadero sino uno atontado por el estrés postraumático y le falte aún atravesar un proceso de recuperación de su capacidad de percibir la realidad. Pero en cualquier caso su aparición en Villa La Angostura frente a militantes del PRO local fue penosa. ¿Esto es un ex presidente? preguntaron los aliados radicales al ver a un Macri ya sin los atributos presidenciales…. Macri luce como una forma de banalidad del mal, un mal tonto, inconsciente, del que ignora que ignora y de la torpeza. La misma de quien en 2015 decía que la inflación era muy fácil de resolver y dice, con liviandad, lo que se le pasa por la cabeza o los asesores le dijeron que repitiera, con más facilidad para hacerlo que un político profesional, quien tendría inhibiciones frente a lo que le pareciera un disparate o conciencia de aquello que se le transformaría en un bumerán. Macri, en la Fundación FIFA, podrá ser más competente que como jefe de la oposición…… . Macri habló con la pasmosa naturalidad de Mr. Chance, de la novela Desde el jardín, de Jerzy Kosinski” Por si no hubiera sido claro, Fontevecchia confirma una semana más tarde su diagnóstico tardío: “Macri es presumido, banal, contradictorio y estéril” LA EXPLICACIÓN DE LO INEXPLICABLE  El proyecto refundacional de la Argentina que intentó y en buena parte concretó la alianza electoral que encabezó un personaje de reparto como Mauricio Macri, con carencias de todo tipo, dará lugar en el futuro a sesudos análisis sociológicos y a una abundante bibliografía. Lo cierto

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Negociando con firmeza

Fuente: Carlos Heller | Tiempo Argentino Fecha: 16 de febrero de 2020 Este miércoles, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se presentó en la Cámara de Diputados, en cumplimiento de lo establecido en el cronograma de negociación de la deuda bajo legislación extranjera. Su paso por el recinto dejó varios aspectos por destacar. Si algo quedó claro es que el gobierno tiene un programa económico. Desde lo conceptual, Guzmán sostuvo que no se aplicará la receta de la austeridad que pretenden los mercados, porque ello no genera confianza sino caída de la actividad económica y del uso de la capacidad instalada, más pobreza, desempleo e informalidad. También habló de un «nunca más a los ciclos de sobreendeudamiento», algo que debe ocupar un lugar central en la agenda, para que no se repitan prácticas como las del anterior gobierno, que no pasó las decisiones de deuda por el tamiz del Congreso de la Nación. No caben dudas de que hay un plan cuando el ministro sostiene: «Si uno quisiera que la Argentina pague lo que corresponde en el 2020, 2021 y 2022, esto conllevaría un ajuste fiscal que destruiría del todo a la economía. Entonces, esto no sería consistente ni sostenible, y hay que definir qué es sostenible (…) El enfoque de nuestra propuesta no es que no sea ni amigable ni agresiva, sino de sostenibilidad, y esto tiene que quedar bien en claro». Habló de la posibilidad de alcanzar el equilibrio fiscal recién en 2023. Sin embargo, evitó dar proyecciones como las que se piden: «No lo esperen de nosotros». Una declaración coherente con la decisión que se tomó en su momento de postergar el tratamiento del Presupuesto hasta tanto no se resuelva el tema de la deuda. «Lo expresé en el recinto: todos quisiéramos tener el programa y el Presupuesto detallados, pero yo les pregunto a los que piden eso, ¿qué valor ponemos en el casillero de los intereses de la deuda para los años 2020, 2021 y 2022? Y agregué que es de tal magnitud el problema que sin resolver previamente la cuestión de la sustentabilidad de la deuda todo lo demás es declarativo, pero muy difícil de llevar a la práctica». El ministro también comentó: «Hoy enfrentamos una situación en la cual era necesario darle un impulso a la demanda, pero teníamos que hacerlo con nuestros propios recursos. Ese es el fundamento de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. No es una ley de austeridad fiscal, porque la austeridad fiscal en las recesiones nunca funciona». Tampoco dejó de hablar de las definiciones estratégicas que corren en paralelo a la negociación de la deuda. Entre ellas, «apuntar hacia una estructura productiva distinta de la que hoy tiene la Argentina, una economía con un grado de diversificación diferente, que nos permita satisfacer las condiciones de la inclusión social». Son sólo algunos de los pasajes de lo que considero una intervención sumamente valiosa y que —sobre todo— lo que hace es marcar una dirección. Desde mi punto de vista, al pretender la oposición instalar que no hay programa queda en evidencia que el problema es que no están de acuerdo con los lineamientos que el gobierno maneja, que son coherentes con lo que los argentinos y las argentinas expresaron en las urnas. Que se ven incomodados ante frases como la de Guzmán: «No vamos a permitir que fondos de inversión extranjeros marque las pautas de la política macroeconómica». Fue lo que pasó en la semana, cuando el gobierno decidió reperfilar, por falta de «cooperación por parte de un grupo de fondos extranjeros», los vencimientos de capital del AF20, salvo para «personas humanas» con tenencias inferiores a un valor nominal de 20 mil dólares al 20 de diciembre de 2019, a quienes se les acaba de abonar la amortización y los intereses totales. Esto no significa que las negociaciones sean sencillas, más bien lo contrario. Y en este proceso no debe llamar la atención el intento de desacreditar al gobierno que buscan los mercados. Sin ánimo de hacer historia contrafáctica, vale preguntar, ¿cuál habría sido el titular de los medios concentrados de haberse pagado el bono AF20 recurriendo a una fuerte emisión monetaria? Lo único que no habría sido puesto en dudas es hacer lo que pedían los principales acreedores: emitir otro bono similar atado al dólar a un plazo muy corto. En cuanto al tratamiento mediático de la discusión por la violación del estatuto del FMI, es algo que en su momento comenté, allá por 2018. El argumento de la corresponsabilidad del FMI, de los acreedores y del pasado gobierno no está en discusión. Desde mi visión, las autoridades argentinas están tratando de generar un sendero sostenible para la deuda, que se pueda pagar con crecimiento de la actividad, y tratando de conseguir espacio para atender la emergencia social. Precios e ingresos Se conoció esta semana que la inflación de enero fue del 2,3%, por debajo del índice de diciembre pasado (3,7 por ciento). Por lo pronto, es el valor más bajo desde julio de 2019 (2,2%). En aquel momento la menor inflación se explicaba por las medidas de «alivio» transitorias que Cambiemos implementó para llegar con chances a la contienda electoral. En la actualidad la situación es distinta. Aunque es sólo el comienzo de un camino más largo que requiere de una estrategia coordinada e integral para desindexar la economía, comienzan a verse los efectos de las medidas del gobierno. De hecho, los rubros que explican la desaceleración son Salud, que cayó un 2%, a consecuencia del acuerdo con la industria farmacéutica para retrotraer los valores a diciembre —en ese mes la inflación del rubro fue de +5,6%–, y Transporte, cuya alza fue del 1,5%, mucho más baja que el 5% del mes previo, como consecuencia del congelamiento de los combustibles. Se está trabajando en la estructura de formación de precios, algo esencial para abordar la problemática de la inflación. De hecho, los alimentos continuaron aumentando a buen ritmo en el mes de enero, aunque mucho tuvo que

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Una rutina obsesiva

Fuente: Horacio Verbitsky | El cohete a la luna Fecha: 16 de febrero de 2020 El tema llegó a las páginas de The Economist como parte de un conflicto interno en el Banco Mundial, donde por segunda vez en menos de tres años renunció su economista principal. La revista de negocios lo atribuye a la negativa de los más altos niveles del Banco a publicar una investigación académica sobre la correlación entre los préstamos realizados y el incremento de las cuentas offshore donde se refugia parte de ese dinero. Sin darse por enterada, la prensa comercial y de sesgo ideológico de la Argentina insiste en propiciar conflictos entre el Presidente Alberto Fernández y su Vicepresidenta, una ilusión que acaricia como una rutina obsesiva y compulsiva. Durante la presentación de su libro Sinceramente en la feria del libro de La Habana, Cristina se refirió a la negociación de la deuda argentina con el Fondo Monetario, en los términos que se escuchan en este video. Pidió allí un Nunca más para el endeudamiento, mencionó el alejamiento de David Lipton, responsable del préstamo “ilegal” al gobierno de Maurizio Macrì, y reclamó que «me apliquen el estatuto del Fondo completo, del primero hasta el último artículo. No me elijas el capítulo que me vas a aplicar”. Es decir, si no se cumplió con el artículo que prohíbe otorgar préstamos para financiar la salida de capitales, también debería relajarse aquel que veda hacer una quita al capital del Fondo. «¿ Por qué vamos a hacer valer una prohibición y la otra no? Y no estoy hablando de cuestiones ideológicas. Estoy hablando de la ley y de la buena fe», dijo. Agregó que en la solución debe participar la sociedad, que es la que va a pagar. “Todos deben respetar las normas” y “el acreedor debería establecer una quita sustancial”. El FMI se sintió tocado y su vocero Gerry Rice, uno de los últimos altos funcionarios de la gestión de Christine Lagarde que no fue removido por Kristalina Georgieva, respondió que ni habría quita ni se violaron los estatutos. Las palabras de Cristina fueron presentadas en portales y pantallas como fuego amigo contra Alberto Fernández, presunta prueba de la antinomia entre la moderación y sensatez presidencial y la irresponsabilidad de su Vice en medio de la negociación. Una vez más, el Presidente contrarió esa lectura tendenciosa y dijo que compartía la “impecable posición” de su Vice. Recordó incluso que eso mismo le planteó él a la misión del Fondo que lo visitó después de las elecciones primarias y antes de las presidenciales. El comunicado emitido ese 27 de agosto de 2019 dice que el candidato “reiteró su preocupación por el hecho de que los créditos otorgados por el FMI al Gobierno Nacional hayan sido utilizados, en gran parte, para financiar la salida de capitales”. Agregó que “este fenómeno constituye un incumplimiento flagrante a lo dispuesto por el Artículo VI del Acta Constitutiva del organismo cuyo primer párrafo dispone que ningún miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital«. Es el mismo artículo con el que CFK respondió a Rice, advirtiéndole que “los argentinos y las argentinas sabemos leer”.   Según los datos de CIFRA, durante los 48 meses de gobierno de Cambiemos, la deuda pública se incrementó en 103.808 millones de dólares y la fuga llegó a 93.667, o sea, el 90,2%. Ex funcionarios de Macrì y su prensa adicta alegan que los préstamos se utilizaron para pagar deudas anteriores en letras y bonos y así intentan refutar el dato de la fuga, cuando la retribución por la bicicleta financiera es sólo de una escala intermedia, la toma de ganancias que luego se dolariza y deja el país. Como explica Eduardo Basualdo, lo que se va no es el consumo de las clases superiores, que se mantiene o aún crece, sino la inversión. Porcentajes La economista principal del Banco Mundial, Pinelopi (Penny) Goldberg, acaba de dejar el cargo luego de apenas 15 meses, el mismo suspiro que duró su predecesor, Paul Romer. El detonante fue un estudio de los investigadores escandinavos Jorgen Juel Andersen, de la Business School de Noruega, y Niels Johannesen de la Universidad de Copenhague como primeros autores. En 2015, Johannesen presentó ese trabajo, según el cual cuando aumentaban los precios del petróleo, crecían los depósitos en bancos suizos. Entre quienes asistieron a la presentación estuvo Bob Rijkers, miembro del equipo de investigación del Banco Mundial, quien acordó estudiar junto con los escandinavos qué ocurría con los préstamos a países dependientes del Banco y de otros organismos internacionales. La muestra abarcó 22 países, entre 1990 y 2010, y se verificó que los depósitos de ese origen en guaridas fiscales fueron el 5% de los préstamos recibidos. Por una fuga del 5%, el Banco Mundial perdió a su economista jefa. La publicación no fue aprobada por la conducción del Banco Mundial, para el que la correlación no prueba causalidad. Igual duda cubre la renuncia de la economista principal, de quien dependen los investigadores, que en marzo volverá a la academia, en Yale. Que este tema haya merecido la nota principal en la sección Economía y Finanzas de The Economist es un dato relevante. Si el 5% de fuga mueve así las piezas, ¿qué debería ocurrir con el 92% de los cuatro años de Macrì, un porcentaje apabullante? En todo caso, esto ratifica la centralidad del problema de la deuda para la economía y la sociedad argentina y la absoluta pertinencia de la observación de Cristina, ratificada por Alberto. La cuerda se puede romper La exposición del ministro Martín Guzmán en el Congreso se ajustó a la máxima latina suaviter in forma, fortiter in re. Sin levantar nunca la voz reiteró lo que vienen diciendo el Presidente Fernández, la Vicepresidenta Fernández y el jefe del bloque de diputados Kirchner: tanto el FMI como los bonistas son corresponsables de la crisis de deuda que generó Macrì y deberán aportar para la solución, que no puede basarse en el ajuste fiscal. «Aquí hay mucho dinero

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La teología de la avaricia

Fuente: Jorge Elbaum | El cohete a la luna Fecha: 16 de febrero de 2020 El último 26 de enero se llevaron a cabo elecciones parlamentarias en Perú,  y un partido neo-pentecostal –­la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal (AEMIMPU)– logró 16 de los 130 escaños del parlamento, constituyéndose en la segunda fuerza más votada y una de las primeras minorías del fragmentado legislativo unicameral. Para presentarse como partido político, la secta neo-pentecostal tuvo que adecuarse a la legislación constitucional e inscribió el Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP), cuya plataforma se opone tanto a las denominadas doctrinas de género como a las organizaciones laicistas y populares. En forma paralela, el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, designó el último 5 de febrero al pastor Ricardo Lopes Dias como titular de Fundación Nacional del Indio (FUNAI), institución responsable del vínculo con 114 etnias que, se calcula, viven sin contacto con el resto de la ciudadanía. El funcionario nombrado es un conocido integrante del grupo evangélico estadounidense Misión de Nuevas Tribus de Brasil (MNTB), cuya función prioritaria es colonizar a los pueblos originarios, despojándolos de su cultura e integrándolos a lo que denominan “la civilización de dios”. Los movimientos neo-pentecostales se originaron en Estados Unidos en el marco de grupos evangelistas conservadores, como forma de oposición a las demandas de mayor autonomía para las mujeres e igualdad de derechos para personas LGBTI que se empezaron a difundir a partir de los años ’60. En términos económicos, se han consolidado como los difusores de las Teologías de la Prosperidad, doctrina que justifica el enriquecimiento inequitativo y llega a calificar a la pobreza como un castigo divino. La secta fundadora del Frente Popular Agrícola del Perú y la Misión de Nuevas Tribus de Brasil son movimientos derivados de la tradición evangelista neo-pentecostal nacida en Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial. Sus máximos referentes fueron denominados televangelistas o líderes de las iglesias electrónicas, y sus postulados coincidieron con la ofensiva macartista sufrida a nivel doméstico por los sectores progresistas de ese país. Su expansión hacia América Latina tuvo como objetivo fundamental la cooptación de sectores populares y pueblos originarios, como forma de detener el avance de las Comunidades Eclesiales de Base sustentadas sobre una Teología de la Liberación que buscaba empoderar política y culturalmente a los grupos más vulnerados. A principios del siglo XXI, los grupos neo-pentecostales se sumaron a los movimientos en defensa de los valores de la familia tradicional, oponiéndose a toda forma de planificación familiar, interrupción voluntaria del embarazo y matrimonio igualitario. Desde esa plataforma, se organizaron en partidos políticos generando coaliciones con los sectores más conservadores de la iglesia católica, comprometidos en la misma agenda anti-derechos. La particularidad organizativa de los neo-pentecostales, nacidos al influjo de la Guerra Fría, es su organización territorial y la población objeto de su ministerio. A diferencia del protestantismo histórico, su despliegue geográfico prioriza a los sectores más empobrecidos y marginales con el objeto de brindar esperanzas mesiánicas capaces  de reemplazar las redes sociales establecidas por las corrientes ligadas a los sacerdotes católicos en opción por los pobres y los movimientos políticos opositores al neoliberalismo. Respecto a su distribución en el territorio, las iglesias neo-pentecostales de cariz milenarista se distribuyen de forma reticular en barriadas populares, contando con importantes medios de comunicación. Su financiamiento es dual: reciben aportes internacionales de fundaciones ligadas mayoritariamente al Partido Republicano, y en forma simultánea obtienen cuantiosos recursos del  diezmo aportado por cientos de miles de adherentes humildes cuya dependencia afectiva los lleva a sentirse feligreses en perpetua deuda.  El dinero de la fe  Wilmer Cayllahua, uno de los líderes del Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP), creado por los integrantes de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal. Según Zygmunt Bauman, estos nuevos colectivos religiosos compiten por sumar devotos enmarcados en una lógica de mercado según la cual toda trascendencia y religiosidad se dispone a ser comprada y vendida como un producto de mercado. El título de muchos de los libros editados por los conglomerados neo-pentecostales evidencia la impronta comercial que rige estructuralmente a estas corrientes: Vendiendo la Iglesia, de Philip Kenneson y J. Street, o Marketing para las Congregaciones, de Nicholas Shawchuck, son dos ejemplos sintomáticos de esta concepción. La precarización y el desempleo característicos del neoliberalismo destruyen redes territoriales y gremiales. Además ponen en cuestión las históricas adscripciones políticas dejando en la orfandad de pertenencias (esperanzas y articulaciones) a amplios sectores populares. En Argentina, nuevos actores colectivos, entre ellos los movimientos de trabajadores desocupados, han logrado canalizar las necesidades de participación de quienes son lanzados a la marginalidad por el modelo financiarizado y de esa manera han brindado contención y perspectiva colectiva. Por el contrario, en gran parte de Latinoamérica la disolución de las identidades clásicas ha dado lugar a un crecimiento de sectas que ofrecen la recuperación de un paraíso perdido. Los grupos neo-pentecostales brindan oportunidades de formación de sacerdotes menos rígidas que las propuestas por las congregaciones tradicionales y, en forma paralela, dedican gran parte de su tarea a la creación de redes de apoyo dentro de comunidades marginadas. Desde esta plataforma, se presentan con mayor capacidad para articularse con el discurso de los  sectores conservadores de clase media y alta. Además, la cohesión ideológica que logran generar con la periodicidad de sus asambleas sumada a la confianza que deviene de la fe compartida, los convierte en potenciales articuladores de instancias político-partidarias con una base fidelizada y acrítica, sustentada en valores pretendidamente sagrados. Las reglamentaciones sobre los partidos políticos y las regulaciones sobre la garantía de la libertad de cultos varían en los diferentes países de América Latina. Pero una democracia plena no puede desentenderse de las manipulaciones de la fe llevadas a cabo en directa violación de la soberanía. Financiar partidos políticos desde el exterior, con el objeto de desmembrar el tejido social y desarticular las identidades nacionales en el marco de programas funcionales a los centros de poder internacional, no es un tema insignificante. Uno de los ejes básicos de la  construcción del sentido común –desde el que se

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Amia y Nisman: de mentiras y encubridores

Fuente: Hugo Presman* | La Tecl@ Eñe Fecha: 13 de febrero de 2020  A cinco años de la muerte del fiscal Alberto Nisman y a más de 25 años del atentado a la AMIA, las mentiras ya constituyan un verdadero Aconcagua, los encubridores y cómplices se presentan como los adalides de la verdad y siguen intentando convertir a Nisman en un héroe del cual, al desentrañarse los hechos y revelarse la tortuosa trayectoria del fiscal, si alguna vez se produce, lo dejarán desnudo ante la historia. El sábado 18 de enero una concentración de alrededor de 10.000 personas se reunió en la Plaza Vaticano, convocados por presuntos “republicanos” de las redes sociales y con la presencia de figuras del PRO y algunos radicales que mucho más que intentar homenajear al fiscal muerto, se sumaron a un acto furiosamente opositor. “No fue suicidio, fue un magnicidio” fue la consigna reiterada y “Cristina asesina” y “Argentina sin Cristina”, slogans entonados por los asistentes. Ese “héroe” que los concurrentes vitoreaban seguramente ignoraban lo que Memoria Activa, una de las tres agrupaciones de familiares de las víctimas, muy crítica del fiscal  sostenía dos años antes de su muerte, escribió en noviembre del 2013: “Nos engañó, nos mintió, nos intenta embarullar con centenares de fojas que cuentan historias que ojalá que algún pueda probar. Tenía la posibilidad de demostrar que todos estos años invertidos por usted podían sostenerse en una indagatoria, pero sus acciones demuestran lo contrario………Su falta de compromiso e inacción en la causa que investiga el encubrimiento ya nos hace dudar. El hecho que haya sacado un dictamen tan superpoblado de adjetivos, con una selección arbitraria del mismo, con argumentación jurídica pobre y forzada, llena frases huecas al que consideramos impropio de un funcionario judicial, nos demuestra que usted es funcional a los intereses de los que siempre nos quieren alejar de la verdad. Es por todo esto que, para nosotros, usted ya es el ex fiscal de la causa AMIA”. Al día siguiente del acto en la Plaza del Vaticano, en un acto privado en el cementerio de la Tablada, el presidente de la DAIA,  Jorge Knoblovits, afirmó: «Yo estuve con Alberto dos días antes del asesinato y quiero darles certezas. En la actualidad tengo la certeza que Alberto fue asesinado porque el Derecho otorga certezas… investigó la causa más contaminada de la Argentina, atravesada por servicios de inteligencia y políticos» Se quedó corto Knoblovits: aquí hay estados cómplices de la contaminación (el norteamericano, el israelí y el argentino de los gobiernos de Menem y Macri), jueces y fiscales impresentables, medios sesgados para tapar y distribuir las mentiras, periodistas funcionales, y dirigencia comunitaria que representa Knoblovits (entre otros), a los que jamás les importó saber lo que pasó, y cuya actuación es una prolongación de los intereses de política exterior del Estado de Israel y simultáneamente ser la cobertura de protección de aquellos dirigentes que presidian AMIA y DAIA al momento del atentado. LOS DOS JUICIOS La investigación se inició en el año 2001 para determinar los autores externos y contra 22 acusados de ser la conexión local del atentado y haber facilitado la camioneta con explosivos. Durante ese juicio que corrió entre 2001 y 2004, el presidente Néstor Kirchner eximió a los agentes de inteligencia de su deber de guardar el secreto de las operaciones al momento de declarar como testigos, dejando al descubierto un amplio encubrimiento. Al respecto cito lo que escribí en la nota “Héroe imprevisto” del 26 de enero del 2015: “Recordemos algunas de las múltiples irregularidades: al procesado Telleldín le pagaron 400.000 dólares con fondos de la SIDE, para que señalara a un grupo de policías de la Provincia de Buenos Aires como ejecutores del atentado. Desaparecieron todos los casetes de las grabaciones de los teléfonos intervenidos, entre ellos el del propio Telleldín.  Se construyó el relato de un coche bomba, visto por una sola persona muy corta de vista al tiempo que todos los libros escritos sobre el tema desecharon esa posibilidad. En el libro “Cortinas de humo” de los periodistas Jorge Lanata y Joe Goldman publicado poco después del atentado en diciembre de 1994, puede leerse: “Ninguno de los diez testigos que estaban en el lugar del hecho, en posición de ver la Trafic, la vio (más de la mitad de estos testigos no fueron citados a declarar por el juez Galeano…)” Casi nada quedó de la presunta Trafic, salvo un impecable motor encontrado por el servicio de inteligencia israelí, varios días después del atentado. Gabriel Levinas en su libro “La ley bajo los escombros. AMIA lo que no se hizo”, escribió: “Todo hacía dudar de la teoría de la existencia de una Trafic que habría hecho las veces de coche-bomba que hasta hoy marca los rumbos de la investigación. Entre los escombros del edificio de la AMIA se había encontrado el motor con un número claramente legible. Ésa era la gran prueba, la que había llevado a la detención de Telleldín primero y Ribelli después. Sin embargo, no podíamos más que sorprendernos por el hecho de que justamente en un atentado de esta magnitud no se hubiera borrado el dato que llevaba a los culpables. Cualquier reducidor de autos sabe cómo eliminar un número de motor, por lo que resulta sospechoso ese desliz de los especialistas como los que intervinieron en la voladura de la AMIA. Por otra parte, ni entre los heridos ni entre los que circulaban por la calle Pasteur a esa hora había quien recordara haber visto pasar la famosa Trafic blanca. Sólo una mujer, de nombre Nicolasa Romero recordaba que el vehículo, manejado por un hombre de rasgos árabes, había doblado por Pasteur rumbo a la AMIA segundos antes de la explosión. Una sola persona, entre las decenas que estaban en el lugar del hecho. Escasez de testimonios por un lado, prueba demasiado evidente, por el otro. A esto había que sumar “la casualidad” de que los policías que hacían guardias ante la puerta de la AMIA se hubieran retirado de su puesto unos pocos minutos antes de la explosión.” Tampoco en la embajada estaban al momento de la explosión los

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Los desafíos políticos después de la derrota del macrismo

Fuente: Edgardo Mocca | El Destape Fecha: 9 de febrero de 2020 En el año 2019 la política argentina decidió que su asunto principal era la continuidad o no de la experiencia macrista. Hoy eso aparece como algo simple, sencillo, elemental. Pero nada se impone por la sutileza de los argumentos que lo sostienen. La decisión política opera desde el vacío, no hay reglas lógicas que funcionen como garantía de su éxito. La unidad del peronismo, de la oposición, de los que querían que el tiempo de Macri terminara no era un dato de la realidad. No estaba asegurado su sentido histórico por las encuestas que decían que las elecciones las decidía el centro indeciso. Puede ser que todo lo decida el centro indeciso, pero desde el punto de vista de la política, lo que importa es por qué el centro indeciso decide lo que decide. El hecho es que el fin de la experiencia  macrista fue la decisión política del país. De lo que estamos hablando hoy es cómo interpretamos qué es el fin de la experiencia macrista. Por lo pronto, en el Frente de Todos conviven quienes apostaron a la resistencia al proyecto de Macri con quienes se movieron en las aguas del pragmatismo, quienes consideraron patriótico y democrático facilitar el avance de las decisiones centrales de su administración en aras de la solidez institucional. Como al pasar, digamos que algunas de esas decisiones –como la aprobación del acuerdo con los fondos buitre- fueron las que constituyeron los pilares del régimen macrista y muestran hoy en plenitud sus nefastas consecuencias. Es duro decirlo así, pero entre los que impulsaron el fin del macrismo y garantizaron el triunfo de la fórmula Alberto-Cristina están los garantes del regreso argentino a la órbita del poder financiero mundial en las peores condiciones. La cuestión es que admitir la centralidad de echar a Macri incluye la reconsideración del lugar político de muchos de quienes contribuyeron a su triunfo y a su fugaz consolidación. Así es la política real, la que no se deja explicar por los cuentos de hadas que sostienen el inevitable triunfo del bien sobre el mal. Alberto Fernández es, por mor de la decisión anunciada por Cristina el 18 de mayo de 2019, el nombre de la síntesis de un dramático momento de la historia argentina, aquel en que sus fuerzas más avanzadas decidieron que el fin de la experiencia macrista era condición primera de cualquier idea de futuro independiente y democrático. Esa idea triunfó y la valoración de ese triunfo es central para el futuro de la patria: cualquier estrategia política que debilite esa decisión y esa victoria corre el riesgo de ser cómplice de un nuevo y particularmente intenso fracaso nacional. Dijo el Coco Basile “yo paro bien a mis jugadores pero después la pelota se mueve y no se quedan en el lugar que yo los paré”. Metáfora potente de la política. Ahora hay una enorme cantidad de jugadores que asisten, forman parte, protagonizan, una historia cuyas derivaciones son imprevisibles. ¿Cómo definir una posición frente a problemas que se acumulan en tropel y obligan a definiciones dramáticas que afectarán al país por un tiempo mucho más amplio que el que protagonizaremos? Es muy difícil decir cómo. Pero es posible decir cómo no deberíamos definirnos. Y lo difícil –casi imposible- es hacerlo con abstracción de nuestros cálculos individuales. No hay nadie que no haga esos cálculos. Eso es lo que hace a la política una práctica diabólica que excluye a las almas bellas, más predispuestas a la autosatisfacción ideal que al barro del compromiso con la vida real. Por eso tiene tan mala prensa Maquiavelo. Por eso estamos tan expuestos a la tentación de hablar en nombre de intereses ideales para defender lugares personales o de grupo. El gobierno argentino –el que todos hemos elegido- ha adoptado una actitud que procura restañar las heridas de la barbarie de los cuatro años precedentes, con una política de diálogo con fuerzas nacionales y globales que, de una u otra manera formaron parte de una línea de desarrollo cuya continuidad hubiera llevado a extremos desastrosos a la comunidad política argentina. Nada asegura el éxito de esa orientación. Como tampoco nada aseguraría el éxito de una apuesta a la polarización extrema entre los dos humores antagónicos de la sociedad argentina. Claro que el modo en que se tramita esta compleja estrategia común, plural y democrática no puede ignorar el estado de ánimos de millones de argentinos y argentinas que rechazaron al macrismo desde antes de su victoria electoral. No son “minorías intensas” como gusta calificarlas una politología siempre dispuesta al coqueteo con los poderosos. Será muy difícil, en un futuro previsible, gobernar ignorando la voluntad de esos millones, cuya conciencia social y política quedó definitivamente marcada por la experiencia de los gobiernos de Néstor y Cristina. Y hay que asumir con humildad y con amplitud que la continuidad del régimen macrista en términos de persecución, prisión, censura y estigmatización es incompatible con la victoria popular del año 2019. Reconocer como válidas las operaciones político-judiciales que hoy mantienen en prisión a Milagro, a De Vido, a Boudou, a Delía y a muchos otros después de que la relatoría de la ONU  ha denunciado un plan sistemático de persecución política no puede ser una necesidad táctica. Es un grave daño a la unidad para terminar con el macrismo, porque es una validación del sentido central de ese oprobioso régimen derrotado recientemente en las urnas. ´ Lo que se insinúa es un complejo operativo político cuya base fundamental es la preservación y ampliación de la unidad alcanzada. Una inteligente captación del estado de ánimo social que permita transitar el terreno minado por la acción del neoliberalismo y una percepción muy aguda del mundo que nos rodea, de sus amenazas y de las posibilidades que entraña.

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