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El ajuste, para después de las elecciones

Fuente: Carlos Heller | TiempoAr Fecha: 22 de ABRIL 2017 «La prioridad es ganar las elecciones y convalidar en octubre las propuestas del gobierno. Después vamos a encarar las asignaturas pendientes», expresó el ministro de Finanzas Luis Caputo, según relata Marcelo Bonelli (Clarín, 21.04.17). La frase fue dicha en una reunión «secreta» en Nueva York con 30 banqueros y representantes de fondos de Wall Street. Los asistentes le preguntaban por la capacidad de gobernabilidad de Macri. Los citados inversores están en una zona de comodidad. Según la nota citada: «Se trata de los bancos que facilitan el endeudamiento a la Argentina, haciendo exuberantes ganancias financieras». La opinión no es solitaria. Fue comunicada en Nueva York a los inversores por el propio ministro Nicolás Dujovne: Argentina «ofrece niveles de retorno que son muy difíciles de lograr en otros países del mundo». No obstante, las inquietudes de los inversores están originadas en las sucesivas marchas, piquetes y huelgas generales que se vienen produciendo en Argentina, aunque su verdadera preocupación es el elevado déficit fiscal que, sostienen, alcanza al 6,2% del PBI. Si en el futuro el balance fiscal no mejora, complicaría el repago de las deudas financieras, una cuestión que siempre desvela a los inversores. Para comprender a qué se refiere Caputo con las asignaturas pendientes, acudimos a otra frase del ministro explicando la necesidad de ganar las elecciones: «No se puede encarar ahora el problema fiscal. Si atacamos el déficit, habrá más piquetes y la vida será imposible en Argentina». Es decir, fortísimo ajuste fiscal tras las elecciones. En aras de lograr la tan ansiada victoria en los comicios, los inversores reunidos en Nueva York cuestionaron «la decisión del gobierno (argentino) de no intentar abrir un diálogo con la oposición, tipo Frente Renovador», según los comentarios sobre la reunión «secreta». Este ajuste fiscal también es reclamado por sectores de poder vernáculos, que se expresan a través de varios economistas. En la semana resonaron con fuerza los dichos del «gurú» Miguel Ángel Broda: «Se eligió un camino de una política monetaria, de metas de inflación, para reducir la inflación, y una política fiscal extraordinariamente expansiva financiada con ahorro externo, y esta combinación genera problemas en el corto y largo plazo». Con su estilo, agregó: «El enfermo está grave. No hay plan A ni B, esto es insostenible en el largo plazo». No es un argumento que le disguste al macrismo. Durante la firma del «Compromiso Federal por la Modernización del Estado» con 13 gobernadores provinciales, el presidente solicitó «dejar de lado la intervención nociva que ha tenido la política en transformar el Estado en un aguantadero». Es la vieja intención de desvincular la gestión estatal de la política: es inviable. El Estado, en sí mismo, es un reflejo de la política. Así debe ser. Colocar CEO en los principales puestos de dirección del gobierno nacional es también una definición profunda de política. En la misma línea de reducir la participación estatal, aun con incumplimiento de la ley, Macri ratificó que no convocará a paritaria nacional docente, porque la fijación del salario «corresponde a cada gobernador, los docentes son empleados provinciales». Sostuvo: «Es obvio que tenemos un problema de calidad de la educación pública argentina. Claramente no hay igualdad de oportunidades si no hay educación pública de calidad.» Una definición no exenta de sarcasmo, ya que al dejar el nivel de salarios docentes a lo que puedan pagar las provincias, la educación de las regiones más pobres sufrirá significativamente, destruyendo la supuesta «igualdad de oportunidades» que tanto alaba Macri. Un sarcasmo que se refuerza al decidir, a través de un DNU, la eximición a los colegios privados del pago de contribuciones patronales hasta fin de año para limitar el aumento de las cuotas. Un paso más en el intento de destruir la escuela pública. La economía no despega Resultó impactante el dato de la facturación de supermercados para febrero, que evidenció un aumento de sólo el 16,3% comparado con el mismo mes del 2016. Un guarismo muy por debajo de la inflación que se ubicó en el 35,6% según el IPC CABA (el Indec no publica datos para este período). El enfriamiento llegó a la CABA, con un incremento interanual de la facturación del 13,8%, al Gran Buenos Aires (15,5%, similar al guarismo de las provincias del Norte), y una suba de apenas el 8,9% para el grupo de Catamarca, La Rioja, San Juan y San Luis. Una evolución desigual que refuerza los efectos nocivos del derrumbe del consumo. Si tomamos las cifras de empleo publicadas por el Indec, se observa una destrucción de 68.314 puestos de trabajo privados en 2016 (midiendo el cuarto trimestre de cada año). La reducción más significativa se produce en la industria (46.728 puestos), seguida de la construcción (35.289), con algunos sectores con un leve crecimiento como los servicios sociales y salud, y el comercio.Las empresas muy grandes (más de 1000 asalariados) fueron las responsables del 73% de la merma, mientras que las que poseen entre 51 y 200 trabajadores perdieron el 19% del total. Un panorama laboral preocupante. La recuperación que no arranca también es recogida por analistas y organismos internacionales. En esta oportunidad, el FMI revisó a la baja la proyección de crecimiento de la economía argentina para 2017, con un nuevo pronóstico del 2,2 por ciento. Respecto de la inflación, estimó un incremento del 21,6% para este año, bastante por encima de la meta del BCRA fijada entre el 12 al 17 por ciento. No obstante, Dujovne ratificó las metas de inflación, y comentó su postura. El INCAA El proyecto de Reforma Tributaria en el que trabaja Dujovne tiene como base un documento de FIEL de agosto de 2015, denominado «El sistema tributario argentino. Análisis y evaluación de propuestas para reformarlo». Allí se sugiere eliminar varios impuestos de bajo potencial recaudatorio y que, en algunos casos, financian fondos con asignación presupuestaria específica. Incluye, entre otros: «El impuesto de 10% a las entradas de cines y videogramas grabados.» El gravamen se destina al Fondo de Fomento

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Waldo Wolff, el lobo de AMIA Y DAIA

Fuente: Jorge Elbaum | Nuestras Voces Fecha: 19 de ABRIL 2017 Las dos mayores instituciones judías argentina, AMIA y DAIA, se sumaron al dispositivo político de Cambiemos. El articulador es el diputado Waldo Wolff, lanzado a la política a caballo de la muerte del fiscal Nisman, impulsor del pago de la deuda a los fondos buitre, la compra de armas a Israel y la presión macrista sobre la justicia. Favores, negocios y presiones en alianza con Daniel Angellici, la ministra Bullrich, el intendente Macri y, un clásico PRO, negocios inmobiliarios privados con favores públicos. La AMIA y la DAIA han asumido una desembozada adscripción partidaria al gobierno de Mauricio Macri y se han transformado en el puente con el Likud, partido político del primer ministro israelí Bibi Netaniahu, que avala a los colonos fundamentalistas y sabotean cualquier iniciativa de paz con el pueblo palestino. Las articulaciones incluyen el contacto con la derecha supremacista de los Estados Unidos (cuya más reciente denominación es “alt-right”), asociados a “fondos buitres” y con las agencias de seguridad internacionales. Los negocios y acuerdos políticos con esos sectores involucran a la Argentina en conflictos geopolíticos ajenos a la realidad de paz del continente latinoamericano. Uno de los actores de ese dispositivo –en nuestro país— es el diputado nacional Waldo Wolff, quien dejó de ser vicepresidente de la DAIA para jugar un rol político a partir de la denuncia de Natalio Alberto Nisman. La muerte del fiscal fue utilizada como un elemento central para lograr la victoria de Mauricio Macri en las últimas elecciones nacionales. Los intercambios de mensajes de Nisman en las últimas 48 hs de su vida del fiscal lo muestran junto a Laura Alonso, Patricia Bullrich y Natasha Niebieskikwiat (periodista de Clarín) presionando al titular de la UIF-AMIA (Unidad de Investigación Fiscal del atentado) para que amplíe la espuria denuncia de Nisman contra la entonces Presidente Cristina Fernández de Kirchner en la Cámara Baja, hecho que para algunos psicólogos forenses supuso uno de las posibles causales del suicidio. Wolff ha sido –además— el principal impulsor para que la AMIA y la DAIA acusen a Héctor Timerman y a CFK del ridículo cargo de “traición a la patria”, por la motorización del memorándum que únicamente pretendía lograr las declaraciones testimoniales de los acusados para efectivizar por fin el juicio del atentado. Disciplinamiento judicial y alianza con los Buitre Otra de las prioritarias tareas de Wolff, dispuesta como devolución de favores al intendente de Vicente López, Jorge Macri –quien fuera su mentor y responsable de su postulación como candidato en la lista de legisladores en la última contienda electoral— ha sido la persecución judicial y política. Junto a Daniel Angelici, operador macrista en los pasillos del Poder Judicial, se dedica regularmente al acoso sistemático contra jueces independientes o contra aquellos que se sienten identificados con la visión democrática de “justicia legítima”. En connivencia con Jorge Macri y Daniel Angelici, Waldo Wolff se constituyó en el encargado de intentar un acorralamiento contra el juez Daniel Rafecas, con el objetivo de escarmentarlo por desestimar en dos oportunidades los turbados dictámenes de Nisman. Una de las iniciativas encarada por Wolff para degradar a Rafecas fue denunciarlo por “amenazas” luego de que –según Wolff— “una mujer lo insultara telefónicamente” en el marco de una comunicación que había entablado con el propio juez. Según Wolff lo amenazó la mujer de Rafecas, pero su acusación de “amenazas” fue contra el Juez y no contra su mujer. Fue desestimada rápidamente. Waldo Wolff fue, además, uno de los encargados para lograr que Nisman fuera enterrado en el cementerio de la Tablada en un lugar de privilegio. Según la tradición judía, no pueden ser inhumados en dicho perímetro aquellos cuya muerte ha sido producto de un suicidio. Los religiosos de la AMIA que administran el predio -tan socios del PRO como Wolff— olvidaron la sacralidad de los rituales y suscribieron el mote de “yo soy Nisman”: definieron la inhumación como un asesinado poniéndose por encima de la Justicia que investiga el hecho. La campaña para atacar a CFK y Timerman se prolongó con la asistencia del socio político en la DAIA de Wolff, Jorge Knoblovits, quien fue en 2015 Secretario General. Ambos pergeñaron una estentórea gira por los Estados Unidos, en el verano austral de 2015, en la que se programaron diferentes actos en templos comunitarios, asociaciones ligadas al partido republicano -como la Anti-defametion League- y contactos con los sectores más reaccionarios del arco político estadounidense. La “gira” buscó transmitir la supuesta responsabilidad del gobierno de CFK en el supuesto asesinato del fiscal. De paso, desarrollaron contactos con importantes inversores de los “fondos buitre”, para sumarlos a la campaña de Mauricio Macri a cambio del cobro de los intereses que nuestro país se negaba a abonar después del canje de deuda. Los “fondos buitre” asumieron compromisos de deslegitimación de Daniel Scioli desde los medios de comunicación de los Estados Unidos y globales, para contribuir a la victoria de Macri. Uno de los encuentros públicos más silenciados por la AMIA y la DAIA fue la conferencia conjunta brindada por Jorge Knoblovits y el cubano –nacionalizado estadounidense– Carlos Alberto Montaner, sindicado por múltiples fuentes como un conspicuo colaborador de todos los intentos golpistas existentes en América Latina en los últimos treinta años. En esa conferencia pública, la DAIA y Montaner defenestraron a los el gobierno de Maduro y al de CFK en el original espacio de un Templo confesional, el Beth Torá Benny Rock Campus, en Miami. Este fue el insólito territorio dispuesto por Wolff y Knoblovits para asociar a Nisman con el golpista venezolano Leopoldo López. Ambos –Nisman y López– fueron equiparados como dos patriotas, víctimas del populismo latinoamericano. Los acuerdos alcanzados en EEUU fueron amplificados, en nuestro país a través de una campaña contra el chavismo –que se inició luego del regreso de Knoblovits al país— implementado desde las redes sociales a través de “trolls” gestionados por la jefatura de gobierno de la Ciudad, con el solidario asesoramiento del propio Waldo Wolff quien en

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Neofascismos liberales

Fuente: Horacio González | Página 12 Fecha: 18 de ABRIL 2017 La expresión neofascismo suena rara, inconveniente, no abandona nunca sus aires nefastos pero imprecisos. Y desde luego, como es un enunciado siempre disponible, se emplea con rapidez, impulsado por sus contornos difusos. ¿Calificaríamos así al gobierno de Macri? Examinaremos la cuestión. El sufijo “neo” modifica, suaviza y da cierto misterio al concepto posterior al que se le aplica. Lo envía hacia una zona ambigua que resiste ser descripta con facilidades dogmáticas. Apenas indica que un concepto original se presentará bajo nuevos ropajes. Deberemos entonces indagar si las actuaciones en el plano del lenguaje, la economía y el control social que ejerce el macrismo, pueden rozarse en ciertos puntos específicos con algunas evidencias del fascismo, no en su sentido literal sino evocativo. Por decirlo así, bajo insinuantes evidencias apenas deslizadas. No perderemos tiempo con la expresión “fascismo” como acusación rápida. Tal como comprobamos habitualmente, sale veloz entre nosotros la expresión “fachos”. Pero trataremos con calma de ver qué raigambre puede tener ahora esa palabra en la actualidad argentina. Y en especial, en lo que hace un Gobierno que casi siempre suele ser ubicado en los cuadrantes del “neoliberalismo”. Necesariamente, para aliviar este tipo de comparaciones ultristas e insustanciales (en el pasado se llegó a hablar de “nazi-nipo-peronismo”), encerramos la palabra fascismo entre el prefijo “neo” y la expresión “liberal”, como un polvillo imprescindible en un cometa cuya cola atrae toda clase de detritus sobre los que nos debemos pronunciar. Estas mixturas o entrecruzamientos de apariencia insólita pertenecen, en cambio, a los momentos de mayor tensión histórica, como éstos. Y lo que parece contrapuesto, súbitamente, se encuentra. La expresión “neofascismo liberal” ya la ha sugerido Jorge Alemán en varios trabajos y aquí la sustraigo para comentarla, muy seguramente en el mismo sentido que él le ha dado, aunque tratando de explorar con ella ámbitos de la comunicaciones de masas, formulismos discursivos del Presidente y de sus funcionarios, y demás artilugios del Gobierno “surgido de elecciones democráticas”. Lo resumimos en la pregunta sobre qué tipo de ciudadanía están construyendo. Todas las figuras de la ley, de la lengua, del juicio o de la misma conversación de apariencia trivial, se han transfigurado con el macrismo. Es claro que la acusación de “fascismo” es proliferante, fulminante y dispendiosa. Tantas veces que hubo de necesitarla, el liberalismo golpista la dirigió como una flecha instantánea contra el peronismo. En su base había un importante equívoco, que costaba deshacer y que en gran parte ocupó la tarea de la publicística peronista… y del propio Perón. En la época del Congreso de Filosofía, fines del 40, se le ofrece a Perón invitar al filósofo alemán Carl Schmitt, recién liberado por los norteamericanos. El líder argentino algo sabía del asunto y les responde a sus colaboradores: “¿qué quieren, ya me dicen fascista, imagínense si ahora traemos a un escritor que tiene teorías consideradas nazis?”. En las intervenciones del ensayismo peronista solía remarcarse que el peronismo surgía de una sociedad industrial en construcción, con un proletariado nuevo (tesis muy matizada luego por Milcíades Peña y otros autores) que expresaba demandas democrático-sociales y de modernización con justicia distributiva. No un nacionalismo redentista basado en arcaísmos psíquicos en contrapunto con tecnologías capitalistas avanzadas. Sino, un nacionalismo democrático y popular con distintos tipos de negociación con economías después llamadas del “capitalismo más concentrado”. Los fascismos europeos surgían en cambio del mesianismo de la sangre, aliado a los cánticos triunfales del futurismo artístico ante las grandes tecnologías. La epopeya del jefe teatralizado ante las multitudes, junto a la épica de una tecnología heroica en su mismo ser veloz y destructivo, caracterizó a esos fascismos. Funestos mitos operísticos, justificaron matanzas masivas con pensamientos escatológicos amalgamados con delirios de la razón de Estado. Más allá de la filosofía mesiánica de la superioridad racial, sigue siendo útil para percibir los otros rostros de fascismo apocalíptico, como eran los de la cotidianidad fascista tratando de conquistar los últimos poros de la sociedad. Se puede hacer todo esto con la revisión de grandes films. Ejemplificamos con Amarcord (Fellini), El General Della Rovere (Rosellini) o Un día particular (Scola), entre tantos otros. Un equivalente argentino podría ser el famoso cuento de Bioy Casares y Borges “La fiesta del monstruo”, donde la violencia final antisemita suena impostada, pues lo que realmente les interesaba a los autores de ese gran libelo es acusar al peronismo de vulgaridad lingüística. El narrador desastrado que concurre a la Plaza de Mayo habla un cocoliche entre burocrático y rebuscado, idiomáticamente derrumbado. Frente a esa crítica, terminante e hiperbólica pero que no hace creíble al “fascismo” de Perón, Borges escribe en cambio el “Deutsches Réquiem”, donde la grave pintura del oficial nazi —un intelectual víctima de un destino catastrófico— intenta ser comprensiva, creíble y trágica. El verdugo nazi y la víctima judía se complementaban, y con ese mismo argumento del tiempo circular, Borges condenó luego a las juntas militares. Borges sabía perfectamente quién era Ernst Jünger, y contrario sensu, el gran filósofo Carlos Astrada, cuando actuó periféricamente en las filas del primer peronismo, llegó a criticarlo sin poner como atenuante su exquisita y siempre reconocida estética de lo aciago. Cuestionó a Jünger precisamente por su tesis de la “movilización total”. Era tocar uno de los núcleos esenciales de lo que, alberdianamente, se condenó como el crimen de la guerra en el siglo XX. Los sectores medios, como los que en Europa —Italia y Alemania—, hace más de medio siglo, se movilizaban acosados por humillantes derrotas bélicas anteriores junto a la búsqueda de culpables externos, no se dieron así entre nosotros. Aquí el reguero de violencia nacional no siguió necesariamente las formas políticas entrelazadas con una locura mesiánica que pretendía diversas fórmulas mágico-burocráticas de racionalización. Es cierto que en el bombardeo a la Plaza de Mayo se buscaron justificaciones en ideologías egregias. Para los marinos cristianos el “Cristo Vence” y para los militares laicos el fantasma redivivo de Rosas. Eran fórmulas fanáticas y sacramentadas que podrían justificar

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Micky Bullrich en Ámsterdam

Fuente: Mariano Szkolnik* | Nueva Sión 29 de MARZO 2017 Con la pretendida ingenuidad pop del personaje de Diego Capusotto, y con su notable capacidad para pronunciar exabruptos sin sopesar consecuencias, el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, exhibió su más abyecta cara negacionista. Bullrich declaró que «[Ana Frank] tenía sueños, sabía lo que quería, escribía sobre lo que quería y esos sueños quedaron truncos, en gran parte por una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia». Lo hizo en el marco de la suscripción de un convenio de cooperación entre el organismo a su cargo y la Casa de Ana Frank, en Ámsterdam. No puede haber hipérboles ni rodeos para designar un genocidio, a menos que se lo pretenda minimizar, reducirlo a una escaramuza o mero exceso en el uso de la violencia. No puede hablarse de «sueños truncos» cuando de lo que se trató es del asesinato sistemático de un colectivo de personas con nombre y apellido. Son seis millones… y también son treinta mil. Silencio de la DAIA. Dirigencia Caracterizar como «dirigencia» (entiéndase «política») a un ejército invasor abocado con frenesí a la tarea de perseguir, deportar, confinar y exterminar a los judíos de los Países Bajos (y de toda Europa), denota una profunda y completa ignorancia de la historia contemporánea por parte de quien realiza tal afirmación, o en todo caso, expone una interpretación que lejos de ser inocente, resulta cómplice con aquellos que niegan el genocidio. Se desprende de los dichos de Esteban Bullrich —funcionario responsable de la política educativa en la Argentina—, que en «un mundo que promovía la intolerancia» (curioso predicado sin sujeto, acción sin actores), el «dirigente» Adolf Hitler y los nazis, —aclaremos: armados hasta las encías—, fracasaron en su objetivo de «unir y llevar la paz al mundo». Oculta así el ministro el objetivo aniquilador de la ocupación nazi; recorre el funcionario el sendero que conduce directamente al desfiladero del negacionismo, doctrina fundada en la imposibilidad de creer que acontecimientos tan aberrantes y fuera de toda proporción pudieran haber tenido lugar alguna vez. En todo caso, por ignorancia o por manifiesta convicción, la negación ministerial del Holocausto constituye un hecho repudiable. Sueños truncos Es recurrente el uso de metáforas oníricas en los discursos del presidente Macri. Se trata de un recurso de apelación emocional, que explicaría —en retrospectiva— su decisión de «meterse en la política». El recurso trasciende a Macri, y permea al funcionariado que lo secunda. Bullrich navega sobre esas aguas cuando sostiene que Ana Frank «sabía lo que quería, tenía sueños». El ministro habla como un coach motivacional o como gerente de recursos humanos (como le gusta autodefinirse), sin abundar en precisiones sobre cuales habrían sido esos «sueños» o qué era aquello que la joven Ana «quería». Las aspiraciones de la adolescente quedaron truncas… ¿Por qué?: por obra de la fatalidad, por un desencuentro histórico, por la «irresponsabilidad» de una «dirigencia»… o por la falta de diálogo, significante vacuo con el que el aparato propagandístico del gobierno machaca para distinguir el espíritu que guía las acciones de la actual gestión, vis a vis el «ánimo confrontativo» del gobierno anterior. Ana Frank y el nazismo no fueron «dos campanas» equivalentes y con derecho a ser igualmente escuchadas. La primera fue una niña perseguida por su condición de judía, residente en Holanda tras la huida de su familia de Alemania, escondida en una covacha hacinada durante dos años, hasta su captura, confinamiento y muerte en Bergen-Belsen. Lo segundo, fue el emergente de un proceso social genocida, encarnado en un Estado Total que con toda la violencia que permite la técnica moderna, barrió con la vida de millones de personas, incluida la de Ana Frank. ¿De qué unidad habla Bullrich? ¿A qué paz hace alusión? ¿Qué de común tenían esa niña judía y la más siniestra máquina genocida de la historia europea, como para calificar su «desencuentro» de «fracaso»? ¿Alucina el ministro con un hipotético «diálogo que superase las diferencias» entre las potencias del Eje y sus millones de víctimas? El ejercicio permanente de la memoria se torna indispensable como antídoto contra estas interpretaciones tergiversadas de los hechos históricos. También permite ir más allá, para establecer vasos comunicantes entre acontecimientos en apariencia inconexos: es posible hallar lazos de parentesco entre el genocidio judío perpetrado por el nazismo, y el genocidio argentino cometido por las Fueras Armadas durante la segunda mitad de los años setenta. Negar aquí, negar allá No puede haber hipérboles ni rodeos para designar un genocidio, a menos que se lo pretenda minimizar, reducirlo a una escaramuza o mero exceso en el uso de la violencia. No puede hablarse de «sueños truncos» cuando de lo que se trató es del asesinato sistemático de un colectivo de personas con nombre y apellido. Son seis millones… y también son treinta mil. Desde la asunción del actual gobierno, una serie de declaraciones de funcionarios, incluido el Presidente (quien recuperó para el discurso oficial el infausto concepto «Guerra Sucia»), han venido banalizando los hechos y regateando públicamente el número de víctimas del genocidio, como si al rebajar su cuantía quedaran exculpados sus perpetradores. El Negacionismo de Estado es, sin más, la continuidad y proyección del Terror de Estado hacia el presente. El silencio militante La creación de un clima mediático-estatal en el que es posible cuestionar la verdad histórica y jurídica, habilita la visibilización de sujetos y la emergencia de discursos que antes se encontraban —al menos— contenidos. La Caja de Pandora de la derecha ha sido entreabierta: nazis vernáculos que son invitados por el «incauto» Pedro Robledo a la Casa Rosada; Macri, Lopérfido, Gómez Centurión y hasta el mismo Secretario de Derechos Humanos de la Nación, poniendo en tela de juicio la cifra de desaparecidos; shows televisivos en donde «todólogos» con nulas credenciales, discuten acaloradamente «las dos versiones» de lo acontecido en los años setenta; docentes que proyectan a sus alumnos y alumnas material audiovisual el cual no sólo se

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Los sueños de Ana Frank

Fuente: Débora Mundani* | Página 12 Fecha: 12 de ABRIL 2017 *** El lunes 27 de marzo el Ministro de Educación, Esteban Bullrich, y el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, firmaron con el titular de la Casa de Ana Frank, Ronald Leopold, un convenio dirigido a mantener “una relación de cooperación, coordinación e intercambio recíproco para divulgar el legado de Ana Frank” en las escuelas argentinas con el propósito de “afianzar el diálogo y fomentar la tolerancia entre los jóvenes”. En aquel momento, el ministro se pronunció de un modo que distintos medios de comunicación y también en redes sociales fue calificado como “increíble”, “desafortunado” y “repudiable”. El Ministro dijo: “Ana Frank es un símbolo muy importante, especialmente trabajando en Educación. Ella tenía sueños, sabía lo que quería, escribía sobre lo que quería y esos sueños quedaron truncos, en gran parte por una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia”. Mucho se ha dicho y escrito sobre su pronunciamiento frente al nazismo: una dirigencia incapaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia. Pero qué hay del modo en que se refiere a Ana Frank. *** Pocos años después de finalizada la segunda guerra mundial, Adorno y Horkheimer publican desde el exilio su crítica a la razón instrumental en Dialéctica del iluminismo. La racionalidad técnica, promesa que la modernidad traía consigo en forma de progreso, era la racionalidad del dominio que después de Auschwitz, no quedaban dudas, se extendía del dominio de la naturaleza al de los sujetos. Uno de los conceptos clave que introducen estos autores es el de industria cultural. En singular. No las industrias culturales que hoy en todas las sociedades, al menos en Occidente, tienen sus propias áreas dentro de los ministerios, sino industria cultural a secas. Los autores planteaban que la civilización concedía a todo un aire de semejanza. Su aporte principal era pensar el universo cultural a través del proceso de mercantilización. Sano es aquello que se repite, el ciclo tanto en la naturaleza como en la industria. Pero la repetición no es gratuita para quien la acepta porque es esa constante repetición de lo mismo lo que regula la relación con el pasado. Lo nuevo, aquello que aún no ha sido experimentado, es descartado como riesgo inútil. (Adorno y Horkheimer en aquel tiempo no llegaron a visualizar que en algún momento el riesgo de lo nuevo también tomaría la lógica de la mercantilización, como hoy lo confirman distintos fenómenos culturales). Así, las sociedades contemporáneas nos acostumbramos al ritmo de la producción y reproducción mecánica. Nos sentimos cómodos con aquello que reconocemos. Estereotipo, formato y género nos proveen esa cuota de tranquilidad de cada día. *** “Ana Frank es un símbolo muy importante, especialmente trabajando en Educación”, dijo el Ministro que junto al presidente nos han prometido una revolución de la educación que, a la luz del conflicto docente, parece ser solo una promesa de campaña. ¿Símbolo de qué es Ana Frank? ¿Desde dónde abordarlo en los programas educativos si los hechos se han borrado? Si no hay historia ni contexto, Ana Frank más que símbolo del Holocausto es un mito, entendido como un habla despolitizada. Al pasar de la historia a la naturaleza, el mito efectúa una economía: consigue abolir la complejidad de los actos humanos, les otorga la simplicidad de las esencias, suprime la dialéctica, cualquier superación que vaya más allá de lo visible inmediato, organiza un mundo sin contradicciones puesto que no tiene profundidad, un mundo desplegado en la evidencia, funda una claridad feliz: las cosas parecen significar por sí mismas, sostenía Barthes. A fines del año pasado, Alejandro Rozitchner, asesor del presidente y coach de talleres de entusiasmo, se preguntaba: “¿Cómo hacemos [para] que la educación les sirva a los chicos? ¿Cómo hacemos para que la educación les dé a los chicos algo que los haga más felices, capaces y productivos?” En aquel video que se viralizó en redes sociales el asesor presidencial insistía en la “necesidad de dejar de criticar la sociedad y señalar sus defectos sino desarrollar la capacidad creativa, la invención, la comprensión, el deseo, las ganas”. Desde su punto de vista, el pensamiento crítico es una locura que aqueja a nuestro país y que si bien es un aspecto del pensamiento, es un aspecto negativo. Hannah Arendt, quien seguramente también pensaba que Ana Frank era un símbolo muy importante, concretamente del genocidio perpetrado por el nazismo, hacía una diferenciación entre conocer y pensar. El conocimiento implica acumular teorías, ideas y saberes, como así también, resolver cuestiones de tipo técnico. Sin embargo, el pensamiento es aquel diálogo continuo y profundo con uno mismo en soledad. Una idea que Arendt toma de Sócrates. Esta reflexión, desde ya, es crítica e implica pensar sobre nuestras acciones y, a la vez, sobre la ejemplaridad de estas acciones, requiere de empatía, esto es, ponerse en el lugar del otro. Este diálogo interior es el que fortalece nuestra conciencia y hace difícil que podamos olvidar. Una relación de ida y vuelta porque al dificultar el olvido de aquello que vemos y hacemos, el diálogo interior fortalece nuestra conciencia. Sin pensamiento, sin diálogo interior, no hay reflexión crítica, por lo tanto, no somos responsables ni de lo que vemos ni mucho menos de lo que hacemos. Entonces, ¿cómo trabajar el legado de Ana Frank en las escuelas? *** “Ella tenía sueños, sabía lo que quería, escribía sobre lo que quería y esos sueños quedaron truncos”, expresó el Ministro de Educación. Si algo parecen tener en común todos los jóvenes es su condición de incomprendidos, al menos esa es la realidad que nos presenta la industria cultural. Juventud, rebeldía, incomprensión, sueños. Palabras que forman parte de un universo significante. Los motivos que impiden concretarlos pueden ser muchos. Una dirigencia que no sabe unir ni llevar paz a un mundo que promueve la intolerancia. O un cáncer terminal, como le sucede a la protagonista de Bajo una misma estrella,

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Sobre el presunto “encubrimiento” del atentado a la AMIA por Cristina Fernández de Kirchner y otros

Fuente: David Iud* | Convergencia Fecha: ABR 2017 Cómo es sabido, el Fiscal de la Unidad especial AMIA, Alberto Nisman, el 14 de enero de 2015 denunció por encubrimiento del atentado a Cristina Fernández de Kirchner, su entonces canciller Héctor Timerman y un grupo de cinco personas, un par de ellas muy notorias políticamente. El eje de la denuncia es que la firma del “Memorándum de Entendimiento” con Irán (el ex-Canciller Timerman y su entonces par iraní lo firmaron en Addis Abeba, capital de Etiopía, el 27/1/2013) era solo una especie de “pantalla” para encubrir a los imputados iraníes como autores del atentado. Imputó los delitos previstos en tres artículos del Código Penal: 241 inc. 2; 248 y 277 incs. 1 y 3. Este último, es el del encubrimiento. La denuncia dice que “una de las vías para lograr la impunidad”, fue la “elaboración, negociación, concreción y consumación del acuerdo firmado con la República Islámica de Irán”. Lo central del Memorándum era que se establecía un procedimiento para tomar declaración a los imputados de nacionalidad iraní, personas notorias, relevantes en su país que, es claro, nunca se han sometido a la justicia argentina. El tema que propongo analizar, no es el Memorándum en sí, su contenido, ni los hechos que se desencadenaron después de esta denuncia, la muerte del fiscal cuatro días después de la presentación de la denuncia, hecho que todavía se discute en la justicia, si fue suicidio u homicidio. Lo que propongo analizar es si la “elaboración y negociación” (palabras de la denuncia) por el Poder Ejecutivo Nacional de un tratado internacional, podría constituir delito. Hay otras dos palabras que utiliza el fiscal denunciante, “concretar y consumar”. Consumar, según el Diccionario de la Real Academia Española 22º Edición Tº 1 pg. 634 es “llevar a cabo totalmente algo”. Como es sabido, este tratado no fue llevado a cabo totalmente. En primer lugar porque no está claro si la República Islámica de Irán ejecutó o no los procedimientos que de acuerdo a su Constitución darían plena validez al tratado El Parlamento Argentino si lo hizo, sancionó la Ley correspondiente Nº 26.843. Esa ley fue declarada inconstitucional en Cámara, el gobierno (de Cristina Kirchner) apeló ante la Corte y pocos días después de asumir Macri, su gobierno desistió de la apelación, con lo cual la inconstitucionalidad quedó firme. Por lo expuesto, está claro que no hay consumación alguna, y menos aún podía haberla cuando el fiscal presentó su denuncia. El fiscal habla en su denuncia de una “consumación” que ni existía entonces ni existió después. Es notorio que el tratado no se ejecutó, que los imputados no declararon, que ningún funcionario judicial argentino viajó a Irán para tomarles declaración. En cuanto a la otra palabra utilizada por el fiscal denunciante, “concretar” de la misma fuente (Diccionario RAE, en este caso, pg. 615), ninguna de las cuatro acepciones que el diccionario da para la palabra “concretar” es aplicable a la comisión de un delito como el denunciado. Lo central es que el fiscal denunciante le imputa a Cristina Fernández de Kirchner tres conductas que constituyen delito: 1) Dictar órdenes contrarias a las leyes o la Constitución (Art. 248 del Código Penal), impedir o estorbar a un funcionario público el cumplimiento de sus funciones (Art. 241 inc. 2) y ayudar a alguien a eludir las investigaciones (Art. 277 CP inc. 1) agravado, por ser ella la Presidenta de la Nación (inc. 3 del mismo artículo) Se ha escrito mucho sobre la imposibilidad de ver en el establecimiento de un procedimiento para que el juicio avance, una maniobra para eludir la justicia. Si eso no existe, la acusación de encubrimiento, Art. 277 CP, cae y lo mismo pasa con la acusación de estorbar a un funcionario público el cumplimiento de su deber. Los “estorbados” serían todos los funcionarios a cargo del esclarecimiento del atentado, empezando por el propio Nisman. El “estorbo” es el encubrimiento, por eso, si cae la acusación de encubrimiento, cae también la acusación del Art. 241 inc. 2. Pero eso no es el objeto de este trabajo. Como el tratado no fue ni “consumado” ni “concretado”, lo que queda en pié es lo que efectivamente fue hecho, elaborar y negociar. ¿Podrían esas dos conductas encuadrarse en el delito previsto por Art. 248 del Código Penal que invoca el fiscal denunciante, dar órdenes contrarias a la Constitución? Veamos. Dice la Constitución nacional, Art. 99 inc. 11 que el Presidente “Concluye y firma tratados”, y “otras negociaciones” con “las naciones extranjeras”. De manera que, la Presidenta tenía las facultades para hacer lo que hizo en esta materia y difícilmente podría sostenerse la acusación basada en ese Art. 248 del Código Penal. Pero hay otro aspecto de este asunto en el que me quiero concentrar: cuando uno de los poderes del estado ejerce las facultades que la Constitución le atribuye, ese acto de ejercicio no es justiciable. Lo que estoy diciendo, no es algo que se me haya ocurrido a mí, sino la esencia de una conocida doctrina jurídica, la “Doctrina de los Actos Políticos no Justiciables”, que tuvo origen en un célebre fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos, “Marbury vs. Madison”, del año 1801. Marbury había sido nombrado Juez Federal, en momentos en que los Estados Unidos vivían el primer cambio de gobierno que simultáneamente era también cambio de partido gobernante. El partido de los fundadores de la Nación, el Partido Federalista de George Washington había sido derrotado en las elecciones por el Partido Republicano–Demócrata (después ese partido se escindiría en los dos conocidos partidos hoy existentes en U.S.A.). El poder político cambiaba de signo, y el gobierno saliente, en los últimos días de su mandato, había designado una gran cantidad de Jueces Federales, en una clara maniobra para retener una parte del poder. Pero el trámite para hacer efectiva la toma de posesión de cuatro de los nuevos Jueces Federales no fue completado por el gobierno saliente y tampoco era completado por el gobierno entrante, cuyo Poder

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Un paso adelante, con mandatos

Fuente: Mario Wainfeld | Página 12 Fecha: 07 de ABRIL 2017 La huelga general fue contundente, tuvo acatamiento masivo, resultó un éxito de acuerdo a sus premisas. Es muy difícil discernir cifras de apoyo y ausentismo: son siempre motivo de disputa y sin duda varían según ciudades, regiones o ramas de actividad. El oficialismo, como cualquier gobierno en estos trances, clama que la adhesión de los gremios de transporte desnaturaliza la cuenta, es una especie de gol con la mano marcado por alguien que no es Diego Maradona. El argumento es trillado y baladí: aquí o en la Cochinchina el transporte es crucial para configurar una medida de fuerza. Las multitudinarias y plurales manifestaciones de marzo sirven para comprender el contexto, de creciente crítica o hasta rechazo al Gobierno. El presidente Mauricio Macri está a días de cumplir un tercio de su mandato. Le queda un largo trecho por recorrer pero se conocen, desde hace rato, el rumbo y los lineamientos de su modelo. Los ganadores son un puñado de actividades: sectores concentrados del agro, minería, bancos y especuladores financieros… y empiece a parar de contar. Correlativamente, los perdedores son los trabajadores (los informales en mayor medida), la actividad industrial, en especial la ligada al consumo interno, el pequeño comercio. Posiblemente una amplia mayoría de los argentinos, claro que no todos. La Confederación General del Trabajo (CGT) comprobó que es la máxima central de la Argentina, la única que puede congregar en su derredor una protesta de esta magnitud. El triunviro Héctor Daer lo resaltó, criticando (con inusual delicadeza) a quienes optaron por otras modalidades de protesta. Ocurre que la “unidad en la acción” no equivale a conducir al conjunto, lo que se verificó en los cortes de calles y rutas promovidos por la izquierda, en la conferencia de prensa por separado de las dos CTA, en insinuaciones sobre acciones futuras. El oficialismo puede negar la contundencia del paro y su congruencia con el contexto social. Sin embargo, sobran indicadores que concuerdan con el diagnóstico. Solo un necio podría soslayarlos. En el oficialismo los hay, en especial en las primeras líneas. —- Señalemos algunas muestras que no emanan del universo de los huelguistas. Son recientes, acudimos a ellas para no repetir el torrente reseñado en columnas anteriores. La Cámara de Industriales Panaderos de la Ciudad de Buenos Aires solicitó que “se terminen los abusos que se están cometiendo con las tarifas de luz, gas y agua por parte de las empresas que prestan los servicios a las panaderías”. Denunció “aumentos indiscriminados que superan entre un 100 y un 200 por ciento de un mes al otro”. También que “un alto porcentaje de las facturas llegan vencidas” Los cierres de panaderías, explican los empresarios del rubro, se repiten cotidianamente. La Federación Industrial de Santa Fe evalúa que “en febrero de 2017 se padeció una nueva y acentuada caída de la actividad de un 8,2 por ciento respecto del mismo mes de 2016. Reseñan ramas de actividad damnificadas “producción de acero, industria textil y alimentaria, edición e impresión, madera y muebles, carne bovina, diversos productos de metal y la producción automotriz, entre otros”. El cuadro es similar al de otras provincias. Los índices oficiales comprueban que se utiliza el 60 por ciento de la capacidad instalada. Un síntoma del desmantelamiento del aparato productivo, que no cesa. Muchas protestas “pequeñas” se realizan en las empresas o fábricas que cierran sus puertas, suspenden o despiden. Son menos espectaculares que las marchas del mes pasado o que el paro general pero igualmente sintomáticas. —- Las cámaras de TV y la narrativa oficial se focalizaron en pocos piquetes realizados en zona metropolitana. Su discurso, con honrosas excepciones, ensalzó la actitud represiva de las fuerzas de seguridad. La izquierda radical ejercitó autonomía y se diferenció de la CGT. Fueron ilustrativas algunas escenas de piquetes: manifestantes cara a cara de una horda de Robocops, a medio metro o menos. Con los rostros visibles, demostraron temple y organización. Hay que tenerlos para no “sacarse” frente a la sobreactuación policial y para no permitir que se infiltraran provocadores. La metodología, como todas, es discutible pero había ahí orden, militancia, convicciones. Las fuerzas de Seguridad terminaron dando rienda suelta a su idiosincrasia, reprimiendo. Los episodios se suman a otros más brutales y recientes cometidos por la Policía Bonaerense. Dejar esposada a una menor durante horas, agredir a mujeres y chicos, causando la pérdida de un embarazo a una ciudadana. Los líderes de la CGT rezongaron por la centralidad que los medios confirieron a dichos piquetes, por sobre la generalidad mucho más vasta. Se embroncan porque “roban cámara”. Es así, nomás. Hay un interés convergente de los medios y esos manifestantes que no implica, para nada una alianza de intereses, dato que conviene diferenciar. — Las dos CTA optaron por una praxis diferente, una tercera posición, por así decir. Renunciaron a la acción callejera ayer pero persistieron en convocar una Marcha Federal antes de fin de mes. Calibraron que este jueves convenía un clima tranqui pero no quisieron quedar pendientes de los ritmos, sin duda más cansinos, de la CGT. —- Como los surtidos precedentes de marzo ayer se (con)vivió un día muy pacífico, en todo el territorio nacional ejercitando un derecho democrático. Los contados lunares los produjeron “las fuerzas del orden”. La CGT demostró su poder relativo, con unidad y organización (por usar el vocabulario caro a la tradición peronista). Sus dirigentes salen fortalecidos, legitimados en su terreno. También condicionados por su mandato, por sus propias palabras, por los signos inequívocos que emiten las bases. No consiguieron capitalizar plenamente el acto del 7 de marzo, ayer tampoco se quedaron con todo el rédito. Les es arduo sumar en la diversidad, con compañeros de ruta que les desconfían y proponen alternativas. El futuro cercano de la CGT, más allá de relatos, se desarrollará en el terreno gremial-institucional. En las paritarias, en las que (da la impresión) los dirigentes se han atado al mástil o quemado las naves. Nada es definitivo ni

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Para su Señoría las pruebas son lo de menos

Fuente: Irina Hauser y Raúl Kollmann | Pág 12 Fecha: 05 de abril 2017 El juez Claudio Bonadio no encontró ninguna evidencia de que la familia Kirchner hubiera concretado alquileres ficticios, ni alquileres a valores que no eran de mercado, tampoco detectó pagos en efectivo, sino que se demostró que todos los movimientos de dinero de la sociedad familiar Los Sauces fueron a través de cheques y depósitos bancarios. Sin embargo, el magistrado –sin prueba alguna– diseñó un fallo en el que acusó a los Kirchner y a otras 18 personas de integrar una asociación ilícita –pese a que la mayoría de los procesados no tienen relación alguna entre ellos–; lavar dinero –pasando por encima del hecho de que todos los movimientos fueron bancarios– y negociaciones incompatibles con la función pública, pese a que los imputados ya habían sido sobreseídos de esa acusación. Pero lo más impactante de las 392 hojas del fallo es que el magistrado virtualmente admitió que la causa es un armado político –una verdadera Operación Bonadio– ya que se declaró incompetente. El magistrado sostuvo que de ahora en adelante debe investigar el juez Julián Ercolini que tiene expedientes con el mismo objeto procesal: alquileres, obra pública, asociación ilícita. Desde el primer momento, Bonadio fue cuestionado por haber fabricado un expediente-colectora, duplicado, de otras causas. Finalmente, sin haber encontrado pruebas, termina admitiendo su maniobra y da un paso al costado. Hipótesis La hipótesis básica de la acusación de Bonadio es la existencia “de una banda que, al menos en lo que respecta al hecho aquí investigado, encabezaron Cristina Fernández de Kirchner, junto a Néstor Carlos Kirchner y Máximo Carlos Kirchner en un primer momento, de haber armado una empresa denominada Los Sauces S.A., con fecha 7 de noviembre de 2006, con el objeto de canalizar dinero ilegítimo como contraprestación, al menos en el caso de las empresas del Grupo Báez, de la obra pública adjudicada ilegítimamente por Néstor Carlos Kirchner y la imputada cuando ejercieron la primera magistratura de la República. Tal devolución o retorno se hacía mediante contratos de alquiler de propiedad de esta empresa, que se formó a tal efecto. La misma operatoria se hizo con el grupo Indalo, pero orientada a compensar la concesión de licencias de juego. Los alquileres fueron caros e innecesarios”. Ninguno de los elementos de esa hipótesis se demuestran en el fallo de Bonadio. El magistrado ordenó 40 allanamientos en los que se cubrieron las 13 propiedades de Los Sauces. En cada uno de los procedimientos se encontró a los respectivos inquilinos, de manera que no se pudo probar la existencia de ningún alquiler simulado. Báez demostró que alquilaba numerosas propiedades, a precios similares, para los empleados de Austral Construcciones, que en un 40 por ciento provenían de otras provincias. Cristóbal López y Fabián De Sousa, del grupo Indalo, que alquilaban dos propiedades de Los Sauces en Puerto Madero exhibieron los alquileres de otras oficinas de sus empresas e hicieron una comparación de precios: las contratadas a Los Sauces tenían un alquiler levemente más bajo que las contratadas en la misma zona, en Puerto Madero, o muy cerca, en Catalinas. La conclusión es evidente: si los alquileres eran reales y los precios de mercado, no implicaban ninguna coima ni transferencia oscura. Bonadio ordenó una pericia contable que no encontró irregularidades. Sólo una referencia a que hubo algunos contratos que no se encontraron o que se encontraron sólo fotocopias. Como ya señaló el abogado de los Kirchner, Carlos Alberto Beraldi, esos contratos fueron secuestrados en allanamientos concretados por otros jueces, lo que prueba lo que Bonadio terminó reconociendo: que investigaba el mismo objeto procesal que otros magistrados. La defensa de los Kirchner viene reiterando un concepto adicional: en la hipótesis del juez no hay ninguna lógica en las proporciones. Los alquileres de Los Sauces no sumaron más de 22 millones de pesos en siete años y la obra pública que la Provincia de Santa Cruz adjudicó, por ejemplo, a Lázaro Báez superó los 20.000 millones de pesos. Por proporción –dice la defensa–, los alquileres no pueden ser retorno de obra pública. Y lo que también le juega en contra al juez es que a los Kirchner no se les encontró ninguna cuenta en el exterior ni dinero no declarado ni sociedades offshore que evidencien la operatoria de coimas. Bancos En las 392 páginas de su fallo, Bonadio no pudo detectar ni una sola operación en efectivo o alquileres que no se hayan cobrado con cheque o que no se hayan depositado en un banco. Pero en el texto se evidencia una maniobra del juez cuando se analiza la compra de la vivienda actual de Florencia Kirchner en la calle San José, en Buenos Aires. Dice Bonadio que no se sabe el origen del dinero y que se utilizó efectivo. La operación fue muy distinta y así lo aclaró el Banco Nación. A los Kirchner les venció un plazo fijo por 4 millones de pesos en ese banco. Con ese dinero se compraron Cedines, el instrumento para operaciones inmobiliarias que existía en 2011, y esos Cedines se le entregaron al vendedor de propiedad de la calle San José. En todo ese movimiento no hubo dinero en efectivo, sino que el propio banco hizo el cambio de los 4 millones por los Cedines. Sin embargo, Bonadio alega que no se sabe el origen y que se usó efectivo. Hay tramos en los que Bonadio cuestiona la forma en la que el contador Víctor Manzanares llevó la contabilidad de Los Sauces. El profesional explicó que hay antecedentes, jurisprudencia, sobre una forma global de llevar las contabilidades de las sociedades familiares. “No hay forma de distorsionar las actividades –explicó Manzanares–. Cada una de las operaciones pueden ser reconstruidas sin mayores inconvenientes mediante la información que surge de las entidades bancarias con las cuales operó la firma, así también las personas físicas”. Curiosidades Una de las curiosidades que vuelve a surgir en la causa es que Bonadio señala que Los Sauces pagó demás unas reformas

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Gils Carbó: la detención de Milagro Sala «es ilegal y debe ser dejada sin efecto»

Fuente: TiempoAR Fecha: 05 de ABRIL 2017 La Procuradora dictaminó en dos recursos en los que consideró que la líder de la Túpac Amaru tenía inmunidad de arresto al ser detenida y que la justicia jujeña no logró justificar la prisión preventiva. Define la Corte Suprema. Para la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, la prisión de Milagro Sala es «ilegal y debe ser dejada sin efecto». Así lo dictaminó en un fallo en el que consideró que la detención de la dirigente jujeña «lesiona la inmunidad de arresto» prevista para los parlamentarios del Mercosur en una ley nacional, y que no fue suspendida por canales legales. En un segundo dictamen también indicó que el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy (STJ) no fundó los riegos procesales para el dictado de la prisión preventiva. Ahora la Corte Suprema deberá definir si libera a la dirigente social encarcelada desde el 16 de enero de 2016. Los dos dictámenes de Gils Carbó se dieron en el marco de dos recursos extraordinarios interpuestos por los defensores de Sala contra sentencias dictadas por el STJ de Jujuy. Uno de los recursos es relativo a la inmunidad de la Parlamentaria del Mercosur frente al arresto, que Milagro posee, y en el que hicieron hincapié el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detención Arbitraria ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la OEA. El otro recurso es contra un fallo de la máxima instancia judicial jujeña que confirmó la prisión preventiva dictada contra Sala en el marco de la causa por «asociación ilícita» impulsada por el gobernador Gerardo Morales, que los abogados defensores consideran «contraria al principio de inocencia y a los estándares internacionales». Sobre esos dos recursos debe dictaminar la Corte Suprema de Justicia, que en su acuerdo del martes 7 de marzo —cuando ya habían trasncurrido más de 400 días de detención de la líder de la Túpac Amaru—, resolvieron dar intervención a la procuradora general, para que tras ese dictamen no vinculante que finalmente se emitió hoy, poder dar su fallo. En el primero de los dictámenes, la jefa de los fiscales consideró que la Ley 27.120 es constitucional y contradijo los argumentos del STJ jujeño que había dictaminado, por un lado, la inconstitucionalidad de la norma, y por otro, que no le otorgaba inmunidad de arresto a la Parlamentaria del Mercosur, porque se trataría de una cuestión regulada por los instrumentos internacionales sin efecto en el territorio argentino. «La inmunidad de arresto en el país de origen busca asegurar el cumplimiento de la decisión adoptada por el Consejo del Mercado Común de constituir el Parlamento del Mercosur», explicó Gils Carbó. Y recordó que los miembros del Parlamento Europeo y del Parlamento Andino tienen las mismas inmunidades. La procuradora dictaminó que los miembros del Parlasur cuentan con la misma inmunidad de los diputados nacionales, quienes cuentan con inmunidad desde la elección de acuerdo al artículo 69 de la Constitución Nacional, asunto que no está regulado en el Protocolo Constitutivo del parlamentario del Mercosur. Para explicarlo recordó que antes de la elección de 2015 los representantes en ese parlamento eran diputados y senadores que tenían esa inmunidad, y que no podían perderla por ser elegidos directamente por el pueblo. Además recalcó que la sanción de esa ley está dentro de las atribuciones constitucionales del Congreso de la Nación. «La inmunidad de arresto otorgada a los parlamentarios del Mercosur tiene por objeto garantizar el desempeño de la función encomendada por la soberanía popular», dijo la jefa de los fiscales para rebatir la supuesta afectación del principio de igualdad ante la ley apelado por el STJ. «El artículo 16 de la ley 27.120 no configura una prerrogativa personal, sino que se trata de una garantía funcional prevista a fin de consolidar el proceso de integración regional y que no vulnera la igualdad ante la ley», concluyó. Por otra parte, el dictamen referido al dictado de la prisión preventiva de Milagro, la procuradora general sostuvo que la sentencia del Superior Tribunal jujeño es «arbitraria» porque «tuvo por acreditada la probabilidad de que la recurrente entorpeciera la investigación de los hechos a partir de ciertas denuncias y declaraciones testimoniales que no tienen vinculación con la existencia de ese riesgo procesal». El máximo tribunal jujeño utilizó los dichos de testigos sobre supuestas amenazas e intimidaciones para justificar la prisión preventiva. Pero Gils Carbó remarcó que esas declaraciones «no se refieren en concreto a la probabilidad de que la impugnante entorpezca la investigación». Además, señaló que los supremos jujeños omitieron «tratar las impugnaciones sobre la falta de credibilidad y el interés de los denunciantes y testigos en los hechos aquí investigados», planteadas por la defensa.

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