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El “torcido” Avruj vs. los Derechos Humanos

Fuente: Jorge Elbaum | Nuestras Voces Fecha: 10 de JULIO 2017 Un Secretario de Derechos Humanos que desarticula sistemáticamente los programas de su propia secretaria. Claudio Avruj, el pichón de Beraja que todavía le cubre los trapos sucios a su mentor en la justicia, los medios y la colectividad judía. Del encubrimiento del atentado a la AMIA al vaciamiento de los programas de Derechos Humanos de la era Macri. El Secretario de Derechos Humanos de la Nación se ha encomendado a la tarea de vaciar, precarizar, invisibilizar y, si es posible, extinguir la totalidad de los programas instituidos en los últimos veinte años de democracia. Dichas actividades estaban destinadas a prevenir, capacitar, difundir, y asesorar en temáticas relacionadas con la discriminación, la violencia institucional y los crímenes de lesa humanidad. Los antecedentes biográficos, institucionales, empresariales, que posee Claudio Avruj, más el carácter de los funcionarios nombrados desde que asumió, explican con claridad el trasfondo del plan para anular el rol de la Secretaría. El resultado: víctimas y afectados sin atención, debates silenciados, causas judiciales paradas, acciones de prevención olvidadas y ausencia de acciones sobre nuevas violaciones a los DDHH. Berajismo Claudio Avruj no sería el funcionario que es hoy si no hubiera sido nombrado por Rubén Beraja, en 1997, como director ejecutivo de la DAIA. Venía de un paso por Centroamérica donde trabajó para una organización internacional (hoy vinculada a los sectores conservadores de la comunidad judía estadounidense). Su rol prioritario en la entidad ubicada en la calle Pasteur 633 consistió, entre otras funciones, en asistir al presidente de la entidad, denunciado años después como parte de un entramado destinado a encubrir el atentado a la AMIA. Beraja –al igual que el de muchos integrantes de la DAIA de entonces—se dedicaron a instalar pistas falsas, en connivencia con la SIDE menemista y el Juez Eduardo Galeano. Los años en la DAIA le permitieron a Avruj, además, sumar un título universitario a sus arcas simbólicas: comenzó su Licenciatura en organización Institucional en la Universidad Hebrea Bar Ilán, ubicada en Boulogne Sur Mer y Perón. En su paso por los claustros, el alumno Avruj se había hecho conocido por solicitar a sus profesores aquiescencias temporales y clemencias de calificación: sus repetidas ausencias y su limitado apego al estudio no se reflejaban en su avance y aprobación de materias. Varios profesores entrevistados para esta investigación atribuyeron la rápida obtención de su titulo al hecho de que el dueño/presidente de la universidad era el propio Beraja. Como Director Ejecutivo de la DAIA, Avruj fue financiado por la fundación “Creer y Crecer”, Think Tank coordinado por Rodríguez Larreta. Este vínculo subrepticio fue utilizado para poner a las oficinas de Pasteur 633 como centro impulsor de las dos candidaturas de Mauricio Macri a Jefe de Gobierno. Una de ellas, quizás la más grosera, incluyó el armado de una “Mise-en-scène” de debate político pre-eleccionario, en abril de 2007, en la que participaron el propio Mauricio Macri y Daniel Filmus. En esa ocasión, la coordinación del evento estuvo a cargo del propio Claudio Avruj y los asistentes al mismo no pudieron disimular el escandaloso desbalance por el rol cumplido por el entonces director ejecutivo de la DAIA. Mediante estratagemas absolutamente incompatibles con el estatuto de la propia DAIA, que se declara(ba) “apartidaria”, organizó sistemáticas operaciones de prensa –en connivencia con los matutinos La Nación y Clarín— destinadas a convertir al peronismo y al resto de las fracciones ligadas al nacionalismo popular en versiones de claro cuño antisemita. Parte de esta difusión maliciosa incluyó la metódica difusión de tergiversaciones dirigidas hacia medios de comunicación internacionales y embajadas extranjeras donde sistemáticamente se sembraba la creencia de que el gobierno kirchnerista expresaba una clara impronta judeofóbica. Dicha siembra de falsedades fue canalizada posteriormente por los sectores berajistas y el candidato a diputado nacional Waldo Wolff, para orientar el caso de la denuncia y la muerte de fiscal Natalio Alberto Nisman, como el paradigma indudable de la persecución a una minoría. Operaciones Uno de los responsables de “operar” a los periodistas y diplomáticos extranjeros era el propio Claudio Avruj, con la colaboración del citado Alfredo Neuburger, quien se venía de desempeñar como asesor de Enrique Mathov, mientras éste último fue secretario de Seguridad del gobierno de la primera Alianza. Mathov fue condenado en mayo de 2016 a 4 años y 9 meses de prisión por su responsabilidad en los crímenes ejecutados por el gobierno de la primera Alianza, durante diciembre de 2001. Otro de los condenados en ese mismo juicio oral y público —en este caso a 4 años de prisión— fue el comisario Rubén Santos que un mes antes de esos episodios trágicos fue condecorado por la DAIA por “su compromiso con la comunidad judía de la argentina” en relación a la seguridad. En ese acto de noviembre de 2001, meses antes de la represión desatada por el gobierno aliancista. Los intrincados vínculos de la DAIA/AMIA con la Policía Federal y la Metropolitana remiten por un lado a la permanente necesidad de las instituciones judías de garantizarse la seguridad en los perímetros de sus escuelas, clubes y templos, hecho que motivó un circuito de financiamiento, desde estas últimas hacia las comisarías responsables de la seguridad. Esa circulación de dinero equívoco –cuyo movimiento inicial se remonta al año 1992, luego del atentado a la embajada de Israel, terminó sellando un imbricado pacto de protección (y silencio) compartido. Uno de los cicerones encargados de vehiculizar los acuerdos ha sido, desde mediados de los años ´90 hasta la actualidad, Claudio Avruj, quien se convirtió en el facilitador de la “visita” de los jefes policiales al edificio de Pasteur. Uno de los últimos jefes de esa fuerza, hoy procesado y encarcelado por actos de corrupción es el comisario José Potocar, quien es acusado de manejar una “caja paralela” de fondos ilegales para “garantizar» seguridad a comercios, instituciones y prostíbulos, gestionando “áreas liberadas” disponibles para justificar dichas recaudaciones. El intricado vínculo entre la policía y la AMIA/DAIA ha sido motivo de una extraordinaria investigación periodística

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Setenta años con el mismo discurso falaz

Fuente: Pedro J. Kesselman* | Página 12 Fecha: 07 de JULIO 2017 De manera reiterada, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, y distintos funcionarios de su gobierno, vienen cuestionando a los Jueces del Trabajo y a los abogados laboralistas. Denuncia a aquellos como integrantes de un Poder Judicial que no es “equitativo”. En buen romance, que no favorece a los empresarios. Y a los segundos, como integrantes de una mafia que lleva a la quiebra a las empresas, especialmente a las pymes, genera desempleo e impide las inversiones. Es evidente que con sus palabras, Macri, como también el jefe de Gabinete, Peña Braun, y otros funcionarios de menor rango, pretenden condicionar a la Justicia Laboral para que deje de lado el principio protector que impera en materia de Derecho del Trabajo. Suman a sus dichos las amenazas y pedidos de juicio político a los magistrados que dicten resoluciones y sentencias que den razón a los reclamos de los trabajadores y sus organizaciones gremiales. El dirigente opoficialista Sergio Massa, sumó también su voz para denostar a los abogados laboralistas, calificándolos de “zánganos” que “se afanan la plata de las empresas y la plata de los laburantes”. Es bueno recordar que quien le acompaña en la lista para las próximas elecciones, la señora Stolbizer, fue quien, como diputada, en el año 2000 defendió fervorosamente la sanción de la ley 25.250, luego conocida como “ley banelco” de flexibilización laboral por los oprobiosos procedimientos utilizados a fin de comprar votos en el Congreso de la Nación. Estas conductas abiertamente antiobreras y propatronales, tratan de preparar el camino para derogar toda la legislación protectora de los derechos sociales e imponer una flexibilización laboral que vaya mas lejos aún que la impuesta por el menemismo en la década del 90. Como entonces, se pretende encubrir las imputaciones y amenazas con el disfraz de “modernizar” esa legislación. Diversos editoriales del diario La Nación, y notas de Clarín, así como dichos cotidianos de periodistas partidarios del Gobierno, pretenden hacer creer que “flexibilizar”, es decir, terminar con el Derecho del Trabajo, es sinónimo del modernidad, y que así llegarán las inversiones tan prometidas semestre a semestre. Agregan también que es necesario terminar con los reclamos laborales, causantes ellos, y no las políticas gubernamentales, de los cierres de empresas y la desocupación creciente. Este discurso es falso, y no resiste el menor análisis a la luz de la historia. El 29 de agosto de 1940 el diario La Prensa publicó una nota: “La legislación del trabajo y la desocupación obrera”, en relación a la presentación de una entidad empresaria ante el Poder Ejecutivo, ejercido entonces por Roberto M.Ortiz. Afirmaba allí que “algunas normas legales dirigidas a favorecer a los obreros de acuerdo con la intención con que las sancionó el Congreso conspiran, en realidad, contra el comercio y la industria, y ocasionan desocupación”. Más adelante decía: “Hay una crisis de empleo, un retraimiento de la locación de mano de obra. Sin embargo nuestras autoridades persisten en desviar la orientación de los capitales con la oferta de títulos de deuda pública, mucho más interesante sin duda que cualquier otro destino en el que abundan riesgos, como los que la nota ya mencionada resume, al hacer un examen detenido de los efectos que sobre el trabajo tienen algunas de nuestras leyes. La ley 11.317 sobre capacidad y ocupación de los menores, impide la formación de obreros especializados; la 11.729 dificulta la colocación de los que tienen 18 años pero no cumplieron el servicio militar y otras sobre despidos, vacaciones pagas, indemnización etc., importan, “no sólo un aumento insoportable de la carga fija sino también una permanente fuente de sorpresas que acompañan a cada nuevo fallo judicial” sobre su alcance. Existe, pues, lo que muchos denominan la desocupación del capital y del espíritu de empresa que no encuentran ubicación porque las leyes los comprometen y los asustan…Cualquier actividad se ve afectada por trabas e imposiciones que absorben todo posible beneficio. Las relaciones entre el capital y el trabajo se acrecientan día a día y cada nueva exigencia en materia de indemnizaciones, conservación de empleos, disminución de jornadas y subsidios, contribuye al aumento de la desocupación…”. Me permito recordar que en agosto de 1940 no habían nacido Néstor y Cristina Kirchner; Perón era un ignoto oficial del Ejército; el peronismo no existía; las leyes protectoras de los trabajadores eran escasas, y algunas, como las leyes 11.317 y 11.729, habían sido sancionadas, la primera, durante la presidencia del radical Marcelo T. de Alvear, y la segunda, siendo presidente el General Agustín P.Justo, es decir, un gobierno conservador. Tampoco existía la Justicia del Trabajo, pues los juicios laborales se ventilaban en tribunales civiles y de paz. Pero es llamativo y mueve a reflexión que el discurso empresario –hoy también gubernamental, pues grandes empresas y gobierno se identifican–, no haya variado y sea el mismo después de setenta y siete años. Según ese discurso, las leyes laborales y los juicios en defensa de los derechos que esas normas conferían y confieren a los trabajadores eran y son culpables de la desocupación y la falta de inversión del comercio y la industria. La realidad se encargó, durante mas de setenta años, de desmentir al diario de los Paz. Desde agosto de 1940 el país atravesó crisis institucionales y económicas diversas; tiempos de bonanza y tiempos de caída de la actividad industrial y comercial; tiempos de ocupación casi plena y tiempos de mas elevadas tasas de desempleo. Pero a nadie se le ocurría culpar por esas crisis a las leyes laborales, a los jueces y a los abogados laboralistas. Las palabras de la añeja publicación parecen haber sido fuente de inspiración para quienes durante la última dictadura cívico militar; en la década del 90 y hoy con el poder político y económico unificados tras el empresario Macri, estuvieron y están empeñados en descargar sus responsabilidades por las crisis que ellos mismos generan, atribuyéndolas a la legislación laboral, a los jueces que deben aplicarla y a los abogados

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Los tanos

Fuente: Gabriela Cerruti | Nuestras Voces Fecha: 02 de JULIO 2017 Cada vez que anuncia que se retira de un negocio con el estado, Mauricio Macri se lo transfiere a Impregilo o Ghella, dos empresas herederas de Impresit, la constructora de la Fiat con la que Franco Macri fundó el imperio. Ya lo hizo con la depuración del Riachuelo, la represa Yaciretá, el plan cloacal en el Gran Buenos Aires, las obras del arroyo Maldonado, la concesión de autopistas y ahora el soterramiento del Sarmiento en medio del escándalo Odebrecht. El Heredero de La Famiglia se convirtió en El Jefe retomando los orígenes italianos de la fortuna. Mauricio se despertó esa mañana, y se había convertido en Franco. Así podría comenzar la historia que dé cuenta del pase de manos entre los Macri y sus socios de La Famiglia italiana que depositó hoy los principales negocios, nuevamente, en los herederos de aquella sociedad entre los Agnelli de la Fiat y el patriarca Franco a principios de los setenta. Claro que ahora esos negocios, las obras públicas más importantes de la Argentina, lo tienen a Macri de los dos lados del mostrador: el soterramiento del Sarmiento, la depuración del Riachuelo, la represa Yaciretá, el plan cloacal en el Gran Buenos Aires, el plan hídrico alrededor del arroyo Maldonado en la Ciudad de Buenos Aires, y la concesión de las autopistas, entre muchas otras obras, son llevadas adelante por Impregilo y Ghella, a veces juntas, a veces por separado. Las dos empresas son los emporios italianos en que se transformó Impresit, la constructora de la Fiat de Giovanni Agnelli que a principios de los setenta se asoció con Franco para formar Sideco Americana armando la base de la fortuna familiar. En medio del escándalo por la corrupción en la licitación del soterramiento del Tren Sarmiento que involucra a Iecsa y Odebrecht, el presidente Mauricio Macri se negó tanto a detener las obras como a dar de baja el decreto por el cual le otorgó millones de dólares a las empresas en litigio. Para despegarse, el primo Angelo Calcaterra simuló primero una venta de Iecsa al empresario amigo Marcelo Midlin, venta incomprobable porque se hizo a título personal y no como empresa, así que no hay documento público que lo registre. Ahora, se anunció que Odebrecht se retira del negocio y queda todo en manos de Iecsa y Ghella. El cartel italiano Ghella es una pequeña empresa familiar italiana en manos de los hermanos Giandomenico, Enrico y Lorenzo Ghella, que actúa cartelizadamente con Impregilo tanto en Italia como en Latinoamérica. Suelen presentarse juntas a las licitaciones, formando consorcios o por separado, pero compiten siempre en las mismas convocatorias y se garantizan que una de las dos sea la elegida. Cuando decide radicarse en la Argentina para expandirse con sus negocios por Latinoamérica, Ghella traslada un director desde Impregilo: Gianvicenzo Coppi, cabeza del grupo en Brasil y que estaba siendo juzgado en ese país por denuncias de cartelización en las licitaciones de obras públicas en el estado de Salvador de Bahía. Impregilo es uno de los nombres que tomó durante los noventa Impresit, la empresa constructora propiedad de los Agnelli y la Fiat, que fue socia de los Macri durante décadas y dio origen al imperio familiar cuando formaron Impresit/Sideco. Gianvicenzo Coppi aparece sucesivamente como directivo en Impregilo, en Ghella y también en Iecsa y Creaurban, cuando éstas figuran a nombre de Calcaterra. Desde 1975 hasta 1994 fue director de Impresa. Del 94 al 2001 dirigió Impregilo primero en Milán y luego en Brasil. A partir de 2001 dirigió Ghella y Iecsa. Contra el padre La causa que investiga hoy el escándalo Odebrecht muestra que en el año 2006, siendo todavía Mauricio Macri formalmente accionista y directivo de Iecsa, se llevan adelante tanto la licitación para el entubamiento del arroyo Maldonado como la del soterramiento del Sarmiento. Luego de que su empresa gana las dos licitaciones, comienza el intento de ocultar su verdadero propietario y ponerlo a nombre de su primo Angelo Calcaterra. El primo del Presidente no tenía los fondos para comprar esas empresas, y en ese momento apareció salvadoramente Ghella, le prestó los fondos y formaron juntos ODS, la empresa controladora. Franco Macri se preguntaba entonces si Ghella no era en realidad testaferro del mismo Mauricio Macri. Y tenía viejas inquinas familiares para preguntárselo. La mayor pelea por el control de La Famiglia, que dividió a los Blanco Villegas de los Macri, se produjo a mediados de los noventa cuando Mauricio, su tío José Blanco Villegas y el gerente de Socma, Ricardo Zinn, llegaron a un acuerdo con la familia Agnelli, dueña de Impresit, a espaldas de Franco Macri, para quedarse con la representación de Fiat en la Argentina. Blanco Villegas y Ricardo Zinn debieron abandonar la empresa y los negocios, y Mauricio Macri tuvo su oportunidad como gerente de Fiat Sevel pero por poco tiempo. Sobrevino su secuestro, y dejó la empresa para presidir Boca Juniors. Ricardo Zinn murió en un extraño accidente aéreo sobrevolando Bolivia. Cuando Impregilo, la heredera de Impresit, volvió a la Argentina para asociarse a las empresas familiares y Ghella completó el acuerdo para poner a Angelo Calcaterra al frente de Iecsa, Franco Macri creyó ver el retorno de aquellos temas no resueltos en los noventas. Todo en las mismas manos Cada vez que Mauricio Macri, desde que asumió la jefatura de gobierno primero o la presidencia después, apareció dejando una empresa para no entrar en conflicto de intereses, siempre quedaron en manos o de Ghella o de Impregilo. Cuando asumió como jefe de gobierno, se desprendió de Iecsa para dejarla en manos de Ghella, que inmediatamente ganó la licitación para llevar adelante las obras del Arroyo Maldonado. Sideco abandonó el consorcio del plan cloacal del Gran Buenos Aires: lo dejó en manos de Impregilo. El plan de limpieza del Riachuelo, dividido en tres tramos, le otorgó el primero a Ghella y el tercero a Impregilo. Apenas asumió como Presidente, vendió a Sideco sus acciones en

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La publicidad en el centro

Fuente: Edgardo Mocca | Página 12 FECHA: 02 de JULIO 2017 Durán Barba fue uno de los oradores centrales de la reunión de candidatos de Cambiemos de todo el país: la publicidad ha colonizado a la política. Hoy a eso se le llama “comunicación” pero ésta ha pasado a ser una palabra ambigua. Es la misma que se usó siempre en referencia a la capacidad particular de algunas personas para transmitir conocimientos y puntos de vista a una determinada audiencia social. En la política contemporánea la comunicación deja paso a la publicidad; hay una mercancía particular, la etiqueta política, de cuyas bondades habrá que convencer al consumidor votante. Como se sabe por la ya larga historia de la industria publicitaria, el género excluye la cuestión de la verdad como límite de su lenguaje. En su “Utopía de un hombre que está cansado” Borges mira nuestra época desde el futuro y dice que la gente era ingenua y creía que una mercancía era buena porque así lo aseguraba el fabricante. Agrega el mismo personaje refiriéndose también a nuestro tiempo “las imágenes y la letra impresa eran más reales que las cosas”. Hay que aclarar que Borges escribió ese texto hace más de cuarenta años. Aún así la comunicación política sigue existiendo, aún cuando hay que esforzarse por encontrarla fuera de los shows mediáticos y de la publicidad partidaria. Lo que hoy se comunica es un antagonismo político central que ninguno de los protagonistas se preocupa demasiado en ocultar. Cada una de las partes lo nombra a su manera: para unos hoy se dirime un futuro de libertad, progreso y transparencia frente a otro de populismo, autoritarismo y corrupción; otros dicen que está en juego un país soberano, industrializado e inclusivo o una neocolonia atrasada e injusta. El problema de los neoliberales en esta disputa es que los meses de gobierno macrista han constituido una muestra formidable a favor del modo nacional-popular de designar la confrontación. La enajenación de soberanía, la injusticia social y la decadencia industrial está puesta en escena con una velocidad que impacta, bajo la forma del brutal endeudamiento, la apertura de la economía, la pérdida de valor de los salarios y las jubilaciones, el crecimiento de la desocupación, el cierre de empresas nacionales, el retroceso de la política universitaria y científica, entre muchos otros aspectos. En cambio sería difícil encontrar algún indicador que señale en qué sentido se ha avanzado hacia la libertad, el progreso y la transparencia. Los días de la política gubernamental están dedicados a disimular y ocultar la realidad, a demonizar a todo lo que tenga aroma a kirchnerismo y a desplegar el repertorio publicitario del cambio, la alegría, el futuro y otros trucos de esa índole. El mito democrático dice que en las elecciones se hace un balance de un determinado período político; en el caso de una elección de medio término se trata de hacerlo sobre cómo estaba el país dos años antes y cómo está ahora. Es un mito, por lo tanto se equivoca quien quiere verlo aparecer en la realidad, pero el problema es que cuando la realidad se distancia tanto del mito como para transformarse en su contrario lo que se está afectando es la legitimidad democrática. Y lo que se está incubando es una profunda crisis política a la hora -más lejana o más cercana pero inevitable- en que la publicidad deje paso a la verdad. Un escéptico puede tranquilamente predecir que ese momento no llegará, pero ese nihilismo no puede ocultar que la historia está cargada de este tipo de episodios que son las revoluciones y los cataclismos sociales. El hecho es que el gobierno va a utilizar todos los recursos para evitar que ese balance más o menos sencillo ocupe un lugar decisivo en la decisión de voto de los argentinos. Lo curioso es que la batalla publicitaria del gobierno cuenta con el concurso de buena parte de la oposición. El gobierno necesita una discusión sobre los gobiernos de Cristina, convenientemente interpretados por los expertos en acción psicológica. Hace falta la identificación absoluta de la ex presidenta y sus seguidores como el mal absoluto para diluir la dura realidad que se vive en el país. Pero la oposición no kirchnerista ya antes de la campaña adelanta que el objeto principal del ataque será la demonización de los gobiernos anteriores. Se trata de un caso probablemente inédito de una coalición política de hecho contra una fuerza que no está en el gobierno. Es decir que no se la intenta reemplazar en el gobierno sino hacerla desaparecer de la escena política. La más clara representante de ese consenso proscriptivo es Stolbizer, hoy aliada de Massa y la que hará el trabajo sucio contra la ex presidenta que éste no quiere asumir personalmente en la campaña. Bruscamente la política argentina se ha librado de los fantasmas del pluralismo, la alternancia y la convivencia política para adoptar el discurso de la intolerancia, la persecución y el odio. Lo más interesante, sin embargo, no es el odio sino los cimientos sobre los que se sostiene; es la venganza de los poderes establecidos que van desde los grandes grupos de poder económico hasta los más diversos rincones académicos, periodísticos, parlamentarios y judiciales que se sienten la Argentina real. Es decir la Argentina del nombre, del poder, del dinero, de la fama, de la visibilidad. Llama la atención el lugar que ocupa la palabra resentimiento en el discurso del establishment; alude con toda probabilidad al sentimiento de quienes ocuparon durante un tiempo el lugar que nunca debieron ocupar, que consumieron lo que no les era dado consumir y se hicieron visibles cuando su sino es la invisibilidad. No es un partido o una doctrina lo que está en discusión sino una experiencia social y política mucho más abarcativa que un nombre, que incluye a muchísimos argentinos que no simpatizaron ni simpatizan con el “régimen”. Los trabajadores que protestan, los pobres que cortan calles, los científicos que luchan son “resentidos” según el gobierno y

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El show Nisman y la laptop

Fuente: Raúl Kollmann | Página 12 Fecha: 02 de JULIO 2017 Después de tanto anuncio insinuado pero no cumplido, la investigación manipulada busca “evidencias” en la computadora del técnico Lagomarsino. Es que si se quiere forzar que Nisman fue asesinado, hace falta un asesino… La pseudo-investigación de la muerte de Alberto Nisman continúa realizándose a escondidas. De vez en cuando se publican dudas o conclusiones que va elaborando Gendarmería –bajo la responsabilidad política de Patricia Bullrich– o la fiscalía de Eduardo Taiano. Según el cronograma adelantado por el diario Clarín, en la semana que pasó debería haberse dado a conocer una pericia, hecha por Gendarmería de manera oculta, con la conclusión de que a Nisman lo mataron, contradiciendo así todas las pericias anteriores. No sólo no se publicó sino que las partes fueron convocadas el 10 de julio para hacer un estudio balístico y el 2 de agosto para hacer el análisis toxicológico. Además se le formuló a las partes cien preguntas vastas, como por ejemplo “cuándo fue la data de muerte”. Es decir, que al menos oficialmente, las cosas van para largo. Esto no quita, por supuesto, que se esté trabajando clandestinamente, a espaldas de la causa judicial. Clarín también adelantó que a principios de junio, con la presencia de las partes, se haría una reconstrucción de lo ocurrido en el departamento de Nisman. Se estaba construyendo –afirmaron– una maqueta a tamaño real del piso 13 de Le Parc. Por ahora, no hubo ni construcción ni reconstrucción. Durante el fin de semana pasado se hicieron trascender dudas sobre el informático Diego Lagomarsino, a quien apuntan para involucrar de alguna manera. Como preparan todo para establecer que hubo homicidio, necesitan un homicida. Como nueva prueba, Clarín dijo que que no se encontró la computadora desde la cual el informático Lagomarsino, de manera remota, hacía el mantenimiento de las computadoras del fiscal. La lógica es que Lagomarsino mintió sobre su trabajo y por lo tanto es sospechoso. La explicación de la defensa es simple. Todos esos trabajos los hizo siempre el informático desde una laptop que lleva en su mochila y usando el programa TeamViewer licenciado a nombre del propio Lagomarsino. Cuando allanaron la vivienda del técnico –un domingo–, éste estaba con sus hijos en casa de un amiguito de ellos, y por lo tanto no se llevaron la laptop. Tan sencillo como eso. Rebobinando La guerra de guerrillas mediático-judicial-política, en la que cada tanto disparan con un aparente nuevo elemento o una supuesta prueba, tiene como objetivo instalar la hipótesis del homicidio, rechazada por las tres pericias que se hicieron en la causa bajo la conducción de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini. La junta médica concluyó que “no hay certeza pericial de homicidio”. La junta criminalística sostuvo que “no se encontró ningún rastro que indique el desplazamiento de personas por el interior del baño”, es decir que Nisman estaba solo en el momento del disparo. Finalmente, el estudio del laboratorio químico y forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de Salta dictaminó que “sobre (las manos del fiscal) se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo”. Todo ese curso adverso de los estudios científicos llevó al fiscal Taiano, que instruye la causa, y al gobierno nacional, que conduce la Gendarmería, a realizar de nuevo todas las pericias, pero al principio marginando a las partes, entre ellas a la defensa de Lagomarsino. También quedaron a un costado los forenses designados por la Corte Suprema y los peritos criminalísticos de la Policía Federal. En la versión de Clarín de fines de mayo se anunció que Gendarmería dictaminaría en 30 días, o sea en la semana que pasó, que lo de Nisman fue homicidio. Además, adelantaron la realización de una reconstrucción, una semana más tarde, a principios de junio, en que podrían participar los peritos de parte. Desde entonces no hubo novedades ni se hizo la reconstrucción. Calendario Ahora se notificó a los peritos que el 10 de julio se hará la pericia balística, es decir se volverá a determinar la distancia y el ángulo del disparo; se reiterará que el proyectil salió de la pistola calibre 22 y otros elementos que se trabajaron desde un principio. El 2 de agosto están convocados los especialistas para hacer el análisis toxicológico, una medida llamativa, tal vez orientada a tratar de introducir en el caso que Nisman murió el sábado 17 y no el domingo 18 de enero de 2015. Esto último fue lo establecido por trece de los quince forenses, en su gran mayoría designados por la Corte Suprema. Entre ellos intervino Fernando Trezza, una autoridad mundial en materia de establecer la data de una muerte. Todos coincidieron en que Nisman murió el domingo al mediodía. La querella que encabeza Sandra Arroyo Salgado –ex pareja de Nisman– insiste en que el deceso del fiscal se produjo el sábado al atardecer, porque ese día estuvo Lagomarsino en el departamento del fiscal. Pero hay constancias muy claras de que Nisman habló por teléfono o chateó con tres personas después que el técnico abandonó el edificio Le Parc: habló con el custodio Néstor Durán, chateó con el periodista de Infobae Laureano Pérez Izquierdo y con la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat. Con ésta última intercambió un último mensaje a las 21.17, mientras que las cámaras de seguridad verificaron que Lagomarsino salió de Le Parc a las 20.34 y las cámaras del complejo en Martínez donde vive el informático lo muestran ingresando en el garage a las 21.04. En el equipo de Arroyo Salgado se produjo un cambio de importancia. El principal perito, el ex titular de la Bonaerense Daniel Salcedo, se fue a trabajar a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). O sea que revista ahora en el Poder Ejecutivo, algo que también revela su alineamiento anterior. En su lugar ingresó el ex comandante de Gendarmería, Eduardo Frigerio. Técnico De los nuevos trabajos, hechos a escondidas, la entente judicial-mediática-política va haciendo trascender supuestos resultados. El principal: que Gendarmería va a dictaminar que hubo

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CFK escuchó a su asesor y reinventó toda su campaña

Fuente: Martín Piqué | TiempoAR Fecha: 01 de JULIO 2017 La ex presidenta sumó al catalán Antoni Gutiérrez Rubi como estratega de la comunicación de Unidad Ciudadana. Apuesta a quebrar la idea de que los medios definen una elección y a observar los recientes casos de Donald Trump y Jeremy Corbyn. La clave es reinventarse. Pero reinventarse individual y colectivamente. Y entender que para enfrentar el ataque constante de la mayoría de los medios, que desean ver perder al peronismo y al kirchnerismo en la campaña bonaerense, la única respuesta pasa por sintonizar y expresar los sustratos de emoción y climas de opinión que circulan por abajo, cotidianamente y sin ser amplificados por las pantallas, en franjas significativas de la sociedad. Antecedentes recientes apuntalan el optimismo. Dos candidatos atacados por la gran mayoría de los medios, y que sin embargo se impusieron o sorprendieron con una elección mucho mejor de la esperada en sus respectivos países: son Donald Trump, y el ascendente laborista británico Jeremy Corbyn. Asesorada por expertos, interesada particularmente en la relación entre redes sociales, información y vida cotidiana, con vocación de incorporar cosas nuevas y aprender, la ex presidenta Cristina Fernández estrenó toda la reingeniería de su plataforma electoral durante su aparición en el estadio de Arsenal. La mayoría de los medios, ese día, mostró el impacto del cambio. Algunos comunicadores-estrella de los grupos mediáticos enfrentados al kirchnerismo se vieron desacomodados. “Se duranbarbizó”, fue la rápida conclusión, una reacción que intentaba asimilar todo lo nuevo que exhibía Unidad Ciudadana a las recomendaciones del gurú de Cambiemos. Pero se equivocaban: los cambios habían empezado mucho antes. La coordinación entre la campaña territorial y la difusión de hashtags unificados, que eran compartidos por los militantes, los simpatizantes y los adherentes más activos en las redes, debutó en la ciudad de Buenos Aires y el GBA con las campañas #ElFracasoDeMacri, #LoQueElCambioSeLlevo y #ElTrabajoPrimero. Tres dirigentes del PJ y el kirchnerismo fueron responsables de que se actuara en conjunto, entre redes y recorridas de candidatos, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (CABA más GBA): Víctor Santa María, titular del Suterh, el presidente del PJ bonaerense (hoy de licencia) Fernando Espinoza, y Mariano Recalde, primer precandidato a legislador porteño por la coalición progresista y de centroizquierda Unidad Porteña. Fueron ellos quienes acercaron a los cuarteles del justicialismo al experto en comunicación política catalán Antoni Gutiérrez-Rubi, fundador de la consultora Ideograma, con presencia en ocho países, y ex asesor del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. Fue Gutiérrez Rubi quien exhortó a los dirigentes del PJ y del mundo K a actualizarse en la planificación de las campañas electorales según lo que comparten en sus redes sociales los usuarios de Internet (los llamados metadatos o Big Data). Establecido en Buenos Aires, el catalán se convirtió en un coach muy escuchado para los candidatos de los dos lados de la General Paz: también relativizó la idea de que los grupos de medios tienen un poder absoluto en la visibilización o invisibilización de candidatos y proyectos en puja. Para Gutiérrez Rubi, la victoria o la derrota en la batalla comunicacional previa a una elección reside en la capacidad de poder sintonizar con, por ejemplo, “el estado de ánimo y la efervescencia y lo que está esperando buena parte del electorado”. Así se explica, razona el asesor, el triunfo de Trump en Estados Unidos. Desde la tradición laborista británica, mucho más cercana ideológicamente al kirchnerismo, y encarnando la satanizada ala izquierda de su partido, Corbyn logró en buena medida lo mismo que Trump. Con su campaña “Fort the many, not the few (para los muchos, no para los pocos)”, hizo crecer en 10 puntos al laborismo, quedó a 2 puntos de los conservadores y dejó sin mayoría absoluta a Theresa May. Fue una excelente elección. En los spots audiovisuales, y en las historias que se viralizaron por Facebook, Twitter y otras redes sociales, Corbyn mostraba la desesperanza, cierta tristeza y la preocupación que reina en amplios sectores de la población de Gran Bretaña: la clave estaba, además, en cómo lo transmitía: sin hablar mucho, escuchando a la ‘common people’ (gente común), transmitiendo cercanía, dando ánimo y esperanza pero sin mostrarse épico y mucho menos eufórico. Los antecedentes de Corbyn, de Trump representando las expectativas destruidas de ascenso social y la desorganización de la vida del obrero industrial medio norteamericano, son ejemplos que están siendo estudiados en el comando de campaña de Unidad Ciudadana. Cristina está tan interesada en estos temas, y en su incidencia en esta campaña electoral en la que se juega todo, que mantiene diálogo constante con los especialistas que le acerca gente de su confianza. Es el caso del ecuatoriano Vinicio Alvarado, estratega de comunicación política que supo trabajar con su compatriota Jaime Durán Barba. A diferencia del gurú del PRO, Alvarado es un colaborador de estrechos vínculos con el ex presidente de Ecuador Rafael Correa. Según pudo saber Tiempo, CFK mantuvo algunas conversaciones por Skype con Alvarado, con quien analizó algunos aspectos de la campaña. Unidad Ciudadana, vale recordarlo, comparte algo más que el término ‘ciudadanía’ con la Revolución Ciudadana que fundó Correa. Homenaje CFK recordó ayer a Juan Domingo Perón al cumplirse el 43°aniversario de su fallecimiento. A través de su cuenta en la red Twitter, escribió: “Supo interpretar los hechos y llevar adelante las ideas que marcaron el Siglo XX”.

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Justicia Brasilera: el Grupo Macri es un genocida empresarial

Fuente: Mariana Escalada & Agustin Ronconi | El Disenso Fecha: 30 de JUNIO 2017 El Diputado Nacional Rodolfo Tailhade presentó en la justicia una ampliación informando acerca de una nueva condonación de deuda a una empresa del Grupo Macri por parte de Aerolíneas Argentinas y adjuntó un fallo de la justicia brasilera por un caso casi idéntico al de Correo Argentino donde la jueza consideró al Grupo Macri como un “Genocida empresarial”. Hoy en exclusiva desde El Disenso te mostramos como la justicia de otro país trata a las empresas de Macri cuando no lo cubre el blindaje mediático y los jueces no denuncian aprietes. “En esta oportunidad aportamos al expediente datos respecto a una nueva autocondonación de deuda a empresas del Grupo Macri, donde lejos de conformar un hecho aislado, resulta parte de un accionar desplegado por el presidente de la Nación para beneficiar a sus empresas” explicó el diputado Tailhade en diálogo con El Disenso. “Esto se ejecuta a través de los funcionarios designados en los diferentes organismos estatales a tal fin. Y a partir de las órdenes impartidas por el propio presidente de la Nación, como lo reconoció el ministro Aguad en diferentes ocasiones“. De acuerdo a la ampliación presentada en Comodoro Py, las autoridades de Aerolíneas Argentinas, conjuntamente con el presidente de la Nación, Mauricio Macri, “habrían incurrido en las figuras típicas de fraude en perjuicio de la administración pública (artículo 174, inc. 5°, del CP), cohecho y tráfico de influencias (artículo 256 CP), abuso de autoridad (art. 246 C.P) y negociaciones incompatibles con la función pública (art. 265 C.P.)“. Brasil le dijo “No” a Macri Frigorífico Chapeco es una empresa del Grupo Macri en Brasil, cuyo pasivo alcanza los 340 millones de dólares, que al igual que el Correo Argentino atraviesa un proceso concursal, y donde pidió la misma quita que en el concurso local del Correo Argentino… pero se la negaron. Tras estar en crisis por 15 años, la Justicia de Santa Catarina decidió la quiebra del Frigorífico Chapecó, cuyo 65% de las acciones aún pertenece al grupo Macri. La familia del líder PRO y los otros dueños siguieron la misma lógica que con el Correo Argentino, incluida la búsqueda de un perdón de más del 90% de la deuda, pero en Brasil, a diferencia de Argentina, la propuesta de la compañía a sus acreedores fue rechazada de plano. Chapecó también pertenece al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) que tiene un 30% del paquete accionario, y el resto está en la Bolsa. «Con claridad, no cabe duda de que el pedido de concurso es una farsa. La situación de las compañías era de total insolvencia” sostuvo la jueza en su fallo. En los dos meses siguientes a la prórroga del concurso, la firma presentó un plan que contemplaba una quita de 91% del pasivo, tal como fue la propuesta del Grupo Macri que, en Argentina, Macri como acreedor en representación del Estado había aceptado. En Brasil, en cambio, le dijeron que no. “La similitud con el caso argentino viene a ratificar lo denunciado oportunamente en cuanto a la estrategia diseñada por el propio Mauricio Macri, y ejecutada por el Ministro Aguad y sus funcionarios” explica el diputado Tailhade, agregando que “Caso contrario deberíamos aceptar que el ministro Aguad y su equipo de abogados diseñaron una estrategia ruinosa para el Estado Nacional y beneficiosa para el presidente Macri que casualmente resulta idéntica a la estrategia desarrollada por la familia Macri con otra de sus empresas en Brasil». La jueza en Brasil realizó una comparación entre el caso del Correo Argentino y el caso Chapecó, señalando en primer lugar, que sucedieron en fechas próximas, que también en ambos casos se encuentran involucrados órganos oficiales, que el Grupo Macri asumió el control de ambas empresas sin aportar capital propio, que ambas empresas tuvieron problemas de gestión que terminaron con un colapso financiero y que en ambos casos sucedió en el plazo de 2 años desde que el Grupo Macri tomó el control. Pero las similitudes no terminan ahí: ambas empresas sufrieron investigaciones por parte de organismos públicos y ambas entraron en concurso de acreedores. A lo largo de su fallo, la jueza expresa que el Grupo Macri, a partir de la renuncia de sus principales directivos, “prácticamente abandonó la empresa, despidiendo a 4600 empleados y desactivando y paralizando la totalidad de operaciones de la empresa Chapecó“. “También sus acciones produjeron efectos letales sobre el valor del negocio, sobre sus obligaciones sociales para con la comunidad y la familia de sus trabajadores y con los miles de proveedores, también sobre la economía de la región y principalmente sobre la capacidad de honrar sus compromisos con miles de acreedores” señala la jueza, quien culmina su fallo señalando: «El Grupo Macri ejecutó un verdadero genocidio empresarial». El fallo también menciona que existe una “clara maniobra destinada a vaciar a la empresa Chapecó, a partir del pago de honorarios a directores, diversos gastos en consultoría y otros gastos que no poseían relación alguna con la situación real de la empresa“, un accionar idéntico al denunciado por la fiscal Boquin en su último dictamen, a través del cual detalló todas la maniobras de vaciamiento de Correo Argentino, que en lugar de mantener sus fondos para el eventual pago de sus deudas una vez que concluyera su concurso de acreedores, se dedicó a transferir dinero a otras empresas de la familia Macri. Los Macri también pidieron dinero para pagar honorarios de 5 directores de la empresa, por lo que tendrían más directores que empleados para manejar una empresa sin actividad. En el caso del Correo Argentino, la Fiscal Boquin encontró enormes gastos en honorarios de directores, mucho más de lo informado. También se detectaron gastos extraños, como el pago de la obra social de Raúl Casa que dejó de ser director en 2011, “al cual se abonan llamativos conceptos, como ser subsidio por maternidad”. También se encontró un gasto correspondiente a la fiesta de fin de año en 2012,

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La sombra de Stiuso llega hasta La Salada

Fuente: Ricardo Ragendorfer | Nuestras Voces Fecha: 29 de JUNIO 2017 Uno de los tres policías detenidos junto al “rey” de la Salada es el subcomisario Hugo Orlando Fassone, quien participó el operativo del Grupo Halcón en el que mataron al ex SIDE “Lauchón” Viale, hombre de confianza de “Jaime” Stiuso. Fassone estuvo preso, pero fue liberado y premiado en la Bonarense por Matzkin, a quien conducen muchos de los caminos de la seguridad y la inseguridad en Provincia. Una historia que va de las cloacas del poder a los flashes. La prensa aún hoy le saca el jugo a la aparatosa irrupción de 600 uniformados durante la madrugada del 21 de junio en el predio de La Salada, situado casi al límite de Ingeniero Budge con el partido de La Matanza. Tal faena incluyó 57 allanamientos, 30 arrestos y la destrucción con topadores del sector “ilegal” de ese inmenso shopping a cielo abierto. Tierra arrasada ante las cámaras de TV. A la mañana la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se dejó caer allí para darse dique por semejante hazaña. Lucía entre agotada y exultante como si con sus propias manos hubiera reventado el sitio. Entonces, con una gran sonrisa, soltó: “Este es un mensaje para todos aquellos que trabajan en la ilegalidad”. También sonreían sus acompañantes: el secretario de Seguridad Eugenio Burzaco y el responsable del área a nivel provincial, Cristian Ritondo. Y con cierta picardía, la señora Bullrich agregó: “Entre los supuestos integrantes de esta asociación ilícita hay un policía federal que fue custodio de Sergio Berni”. Ritondo ya no sonreía. Seguramente pensaba en los otros dos servidores del orden –aunque de La Bonaerense– arrestados en la ocasión. Uno de ellos era nada menos que el actual segundo jefe de la Dirección de Drogas Ilícitas en Lomas de Zamora, subcomisario Hugo Orlando Fassone. Pero su condición de policía en actividad no era lo más escandaloso del asunto, ya que portaba una mácula aún más estremecedora: ese hombre era uno de los matadores del agente de la SIDE, Pedro Tomás Viale, más conocido por el simpático mote de “Lauchón”. Se trata de una historia que todavía obtura las cloacas del poder. Y que involucra a personalidades tan prestigiosas como el ex jefe de La Bonaerense, Hugo Matzkin, el espía Antonio Stiuso y el proxeneta Raúl Martins. Resistencia a la autoridad El señor Raúl Martins –un ex agente de la SIDE ahora volcado a los negocios de la carne– pasó la mañana del 9 de julio de 2013 en su hogar, un lujoso piso del condominio Mar Lago, ubicado en la zona hotelera de Cancún. La súbita llegada de su asistente quebró la quietud. Aquel hombre le extendió un celular. Desde Buenos Aires le hablaba su abogado, Teodoro Álvarez, por una pésima noticia: el fallecimiento de su amigo y empleado Viale, acribillado durante el alba por el Grupo Halcón, de La Bonaerense, al ser allanada su casaquinta de La Reja debido a una presunta causa de drogas. Martins asimiló la novedad contemplando el mar Caribe por el ventanal. El sol sobre sus cejas lampiñas le daba un aire de reptil. A esa misma hora en Buenos Aires, el señor Stiuso –aún al mando de la poderosa Dirección de Operaciones de la ex SIDE –ahora llamada Secretaría de Inteligencia (SI), a secas– trataba ese mismo asunto con sus más estrechos colaboradores en una luminosa oficina de la sede del organismo, sobre la calle 25 de Mayo. Su ánimo oscilaba entre la furia y el estupor. Lo primero, porque el finado había sido su mano derecha; lo segundo, porque la noche anterior él debió haber estado en lo de Viale, cita que canceló a último momento. Viale y él eran en esa central de inteligencia parte de una capa geológica originada durante la última dictadura. Una camada de fisgones profesionales formada según los protocolos del terrorismo de Estado y que con el correr del tiempo maduró al amparo de los sucesivos gobiernos democráticos. Un grave descuido de la República. Y una inagotable fuente de trapisondas, crímenes y dislates, entre otras disfunciones. Eso lo sabía todo el mundo, incluso el entonces ministro de Seguridad provincial Ricardo Casal, quien en aquel momento desde su residencia de City Bell se deshacía por teléfono en explicaciones. “Yo no sabía nada”, aseguraba una y otra vez. En el otro lado de la línea estaba el gobernador Daniel Scioli. “Nadie me avisó”, insistía el funcionario. Y sus palabras parecían sinceras. Se refería a los 18 allanamientos ordenados la noche anterior por el juez federal Juan Manuel Culotta y el insólito uso de aquella unidad policial de asalto para el operativo en el domicilio del desafortunado espía. “Nadie me avisó”, repetía Casal con un balbuceo. Minutos antes, él había oído esas tres palabras en boca del comisario Hugo Matzkin. Pero su tono sonaba frío, impersonal. ¿Era posible que tamaña ofensiva contra el crimen organizado se hiciera a espaldas de la cúpula policial? Aún hoy esa sigue siendo la gran pregunta. Lo cierto es que el agente secreto Viale recibió en la madrugada de ese martes la no anunciada visita de 13 mastodontes del Grupo Halcón al grito de “¡Chapa! ¡Chapa!”, un formalismo para manifestar su pertenencia a la SIDE. Por respuesta, los recién llegados le prodigaron un balazo en el pecho. Al desplomarse alcanzó a disparar su pistola Glock sobre el pie de un intruso. Su viaje al otro mundo le llegó con otros tres tiros. La esposa del espía escuchó su muerte acurrucada detrás de una pared. También había oído una posterior deliberación entre los verdugos: –Matemos a todos –propuso alguien. Se refería a ella, al menor de sus hijos y a su novia. – ¡Imposible! ¡Ya es tarde! –contestó otro uniformado al ver que en las casas linderas se prendían las luces. Poco después, al clarear, sólo un patrullero de consigna quedó frente al chalet de la calle Rocha Blaquier 1502, de La Reja. El ahora detendio subcomisario Fassone había comandado la incursión. Los superagentes Quizás,

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Amnistía Internacional presentó críticas al proyecto de Libertad Religiosa

Fuente: Radio Jai Fecha: 29 de JUNIO 2017 La organización Amnistía Internacional le envío una carta al presidente argentino Mauricio Macri para manifestarle su preocupación por el proyecto de Libertad Religiosa que fue enviado al Congreso el pasado 12 de junio. El texto Amnistía Internacional manifiesta alarma y preocupación por el Proyecto 0010/PE/2017 sobre Libertad Religiosa, remitido por el Poder Ejecutivo Nacional al Congreso de la Nación el 12 de junio de 2017. Así lo señaló en una carta dirigida al presidente de la Nación, Mauricio Macri. La comunicación fue remitida también al jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña; al ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano; a la Comisión de Legislación Penal y a la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, ambas de la Cámara de Diputados. Según el texto, el proyecto busca consagrar una protección más completa a la libertad religiosa. Sin embargo este derecho ya se encuentra garantizado en nuestro país. En primer lugar, el artículo 14 de la Constitución Nacional consagra la profesión libre de culto, protegiendo la libertad religiosa y de conciencia. A su vez, el artículo 19 establece incluso que nadie será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe. Sobre el artículo 7 del proyecto Preocupa especialmente el artículo 7 del proyecto sobre Libertad Religiosa. Este apartado proclama de manera explícita el derecho a la objeción de conciencia, de las personas y de las instituciones. Específicamente, establece que “toda persona tiene derecho a invocar un deber religioso relevante o una convicción o moral sustancial como razón para negarse a cumplir una obligación jurídica” incluyendo a los funcionarios públicos. Este articulado constituye un retroceso sustantivo porque revierte la excepcionalidad del instituto de la “objeción de conciencia”, pasando ésta a ser casi la regla. En efecto el texto solo instituye como requisito que la creencia religiosa sea “sincera” presumiendo la “buena fe” del objetor por la existencia de dicha norma religiosa. ¿Cómo se traduce esto en la práctica? Algunos ejemplos: Un docente podría negarse a impartir una clase sobre la “teoría de la evolución” por encontrarse en pugna con su creencia religiosa, cercenando el derechos de niños, niñas y adolescentes a la educación. Pone en vilo la ley de Educación Sexual Integral, porque cualquier docente podría limitar la enseñanza religiosa a la moral sexual cristiana o moral de cualquier otra religión. Un juez de paz o un registro civil podría negarse a casar a un matrimonio entre parejas del mismo sexo basándose en principios morales o religiosos, violando el derecho a la igualdad y no discriminación de las personas. Una obra social podría negarse a proveer anticonceptivos aun existiendo una obligación legal para hacerlo y violando los derechos sexuales y reproductivos de jóvenes y adultos. Desde Amnistía Internacional promovemos y defendemos el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este texto, sin embargo, lejos de tender a fortalecer un Estado laico que otorgue libertades a sus individuos, busca favorecer un Estado pluriconfesional, con fuerte injerencia de las religiones en el ejercicio de los derechos de las personas y lo público. Amnistía Internacional solicita a las autoridades revisar la norma en cuestión puesto que echa por tierra todos estos derechos constitucionalmente protegidos, comprometiendo, asimismo, la responsabilidad internacional del Estado argentino. A su vez, pugna porque se genere un debate abierto, participativo y trasparente sobre la temática en cuestión.

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