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A 10 años de los piquetes de la abundancia

Fuente: Sergio Wischñevsky | Nuestras Voces Fecha: 11 de marzo 2018 Este 11 de marzo se cumplen 10 años del llamado conflicto del campo, luego de que Cristina Fernández de Kirchner modificara el esquema de retenciones del agro con la resolución 125. El país estuvo en vilo por cuatro intensos meses, y en ese tiempo se dibujaron y consolidaron las alianzas sociales, económicas y políticas que hoy gobiernan Argentina. CFK gobernaba hacía tres meses y había llegado a la presidencia con el 45,3 por ciento de los votos. Nada volvió a ser igual desde ese temprano enfrentamiento que marcó a fuego sus dos mandatos. Hace diez años, el flamante gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció un nuevo esquema de retenciones móviles para la exportación de soja, trigo, maíz y girasol; con una tasa variable al compás de la evolución de los precios internacionales. Fue la famosa resolución 125 que dio el puntapié inicial a una revuelta de las patronales del campo. El país estuvo en vilo por cuatro intensos meses, y en el desarrollo de aquellos acontecimientos se dibujaron y consolidaron las alianzas sociales, económicas y políticas que hoy gobiernan la Argentina. En el transcurso del conflicto las posiciones fueron escalando radicalmente. Los medios de comunicación masivos, que hasta ese momento acompañaron –con reservas– la gestión kirchnerista se volcaron decididamente y sin tapujos a apoyar a los representantes del agro, y no dudaron en fomentar una salida de CFK del gobierno para reemplazarla por el vicepresidente Julio Cobos de procedencia radical. La oposición, fragmentada hasta entonces, se unificó en apoyo a los líderes de la revuelta nucleados en la llamada Mesa de Enlace, integrada por la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro, la Federación Agraria Argentina (FAA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Aquel 11 de marzo de 2008, Cristina Fernandez llevaba apenas tres meses como presidenta, luego de haber obtenido el 45,3 por ciento de los votos y lograr el triunfo en primera vuelta. Nada volvió a ser igual desde ese temprano enfrentamiento que marcó a fuego sus dos mandatos. El contexto Los precios internacionales de los alimentos venían en aumento en el mercado internacional y los productores agropecuarios trasladaban estas subas al mercado interno. El fenómeno más impresionante lo marca la exportación de soja. La producción pasó de 11.004.890 toneladas en 1997 a 47.482.784 en 2007, un 331 por ciento de crecimiento en la década.​ Para la cosecha de 2008, que iba a finalizar durante el mes de mayo, se esperaba otra cosecha extraordinaria, con récord de superficie plantada. Entre 1992 y 2002, el precio de la soja en la bolsa de Chicago, osciló en torno de los 200 dólares por tonelada, con un pico de 300 dólares en 1997 y una caída máxima en 2002, a 130 dólares por tonelada. A partir de entonces la soja no paró de aumentar por influencia de la demanda China. El 13 de junio de 2008, el precio de la soja alcanzó un nuevo récord, llegando a 573 dólares para el mes de agosto. Este boom sojero transformó profundamente el campo argentino: la tierra multiplicó su valor y un nuevo sujeto productivo, los pooles de siembra, monopolizaron la producción llevándola a gran escala y convirtiendo a los tradicionales propietarios en rentistas, pues le alquilaban sus tierras a estas megacorporaciones agropecuarias. El campo ya no era lo que imaginábamos. El poder adquisitivo de los trabajadores y los sectores populares se veía amenazado por estas subas de precios de los alimentos. La gran cuestión que quedó planteada era si dejar este fenómeno librado al libre mercado o si el Estado debía intervenir. Cuidar el mercado interno y redistribuir riqueza fue el argumento esbozado por el gobierno para emitir la resolución 125, con autoría del entonces ministro de economía Martín Lousteau. El grito unificado de la Mesa de Enlace propició un relato en el cual se consideraba expropiatorio el esquema de la resolución y ruinoso para los pequeños productores. La intervención de los medios de comunicación fue de una beligerancia asombrosa, fuera de los códigos que prevalecieron desde 1983. Con gran habilidad, el eje de los argumentos contra el gobierno se centró en la victimización del productor. Hubo un resurgimiento del tradicionalismo gauchesco. Aparecieron los ponchos y las boleadoras, los payadores y la tradición. Los pueblos del interior profundo tomaron protagonismo y hasta pareció aflorar un aire de federalismo antiporteño desde las entrañas más profundas del imaginario criollo. Pero la ciudad también se movilizó. Una amplia porción de la opinión pública, que no tiene más tierras que la que le cabe en las masetas de su balcón, se sintió convocada a la nueva patriada, empatizaron con la revuelta. Ante el país convulsionado, la presidenta habla por cadena nacional y polariza. Habla de los piquetes de la abundancia. Ese mismo día empiezan los cacerolazos en varias ciudades. El paro del agro y los cortes de ruta generaron desabastecimiento y aumentos de precios. El 25 de mayo una multitud se reunió frente al Monumento a la Bandera en Rosario “la bandera y la patria es el campo”. La rebelión popular del 2001 había tenido como protagonistas a los piquetes y las cacerolas. Ahora la escena se repetía, pero era muy claro que se trataba de otros sujetos sociales y de otro programa de reivindicaciones. Se hablaba del campo, así a secas, como si fuera un universo de sentido unívoco. Con gran precisión, hubo dos grandes ausencias en esa vidriera permanente que son los medios: aparecían poco los grandes propietarios, nunca aparecían los peones rurales. Luciano Miguen, presidente de la SRA se atrevió a pontificar: “Nosotros somos los que hicimos grande a esta nación”. Parafraseando a Scalabrini Ortiz, podríamos decir que aquel 2008 se vivió como el 17 de octubre de los propietarios, fue “el suelo de la patria sublevado”. La Mesa de Enlace y la enorme alianza que se formó a su alrededor logró ganar a la mayoría de la opinión pública. Un nuevo escenario social había surgido y las herramientas con las que contaba el gobierno se

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Neoliberalismo, apartheid y corrupción

Fuente: Jorge Elbaum | El Cohete a la Luna Fecha: 11 de MAR 2018 El primer ministro israelí, Biniamin Bibi Netanyahu aparece en los titulares de diversos medios de comunicación, en las últimas semanas, por la continuidad de la represión a los palestinos en Cisjordania y Gaza, las noticias sobre el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén y diversos hechos de corrupción vinculados con los medios de comunicación. Los tres casos por los que la policía de investigaciones ha decidido la apertura de un expediente judicial contra el primer ministro  se vinculan con sobornos, tráficos de influencias y negociaciones incompatibles con la función pública. La instrucción se encuentra en manos del fiscal general, Avichai Mendelblit, quien deberá orientar las tres acusaciones divulgadas hasta el día de hoy, aunque se especula que puedan emerger varias más. La primera de ellas, titulada –según la jerga policial– como el Caso 1000, remite a la recepción de obsequios por parte del productor cinematográfico Arnon Milchan y del empresario James Packer, como contrapartida de la aprobación de una ley de blanqueo, orientada a reducir la carga impositiva para aquellos israelíes  radicados en el exterior que regresan a invertir en su país de origen. La instrucción del denominado Caso 2000 se fundamenta en transacciones con el propietario de Yedioth Ahronoth, uno de los principales diarios del país, con el objeto de beneficiar la imagen y el perfil periodístico de Netanyahu. Uno de los acuerdos alcanzados en relación con el nominado Caso 2000 habría sido el compromiso del primer ministro de realizar una gestión de buenos oficios con su amigo, el magnate Sheldon Adelson para que reduzca el tiraje de su diario gratuito Israel Hayom. La tercera de las acusaciones divulgadas, el Caso 4000, también remite al rubro comunicacional: se atribuye al primer ministro el haber intervenido para que el Shaúl Elovitch, mayor accionista del grupo Bezeq se viese favorecido por la pauta oficial, a cambio de brindar cobertura edulcorada y favorable a las medidas implementadas por el dirigente del Likud. El deterioro institucional y moral del sistema político-social israelí ha llevado, en los últimos años, a la reclusión durante cinco años de su expresidente, Ephraim Katzav, como resultado de las acusaciones de acoso sexual y de intento de violación a una de sus secretarias. A ese escándalo se le suma la condena firme de un ex primer ministro Ehud Olmert quien purga una sentencia de 19 meses por corrupción en el centro penitenciario de Maasiyahu de Ramla, a pocos kilómetros de Tel Aviv. La acusación a Netanyahu se inserta en un clima político que combina planes económicos neoliberales, represión sistemática a la población palestina y amenazas de expulsión de inmigrantes afrodescendientes provenientes de territorios en guerra civil como Túnez y Etiopía. El tembladeral político que supone la investigación abierta en torno al actual primer mandatario se entrelaza con la continuidad de una política de segregación étnica y una constante represión al interior de los territorios ocupados militarmente por Israel desde 1967. A esto se suman la sistemática sustracción de tierras y recursos hídricos pertenecientes a las poblaciones palestinas ubicadas en Cisjordania, la construcción de nuevos poblados por parte de colonos israelíes y la edificación de muros y murallas destinadas a aislar y proteger a las familias de los colonos. Esta realidad ha formateado una caótica topografía neo-feudal que segrega aldeas árabes y establece diversos pasos fronterizos y retenes de seguridad que complejizan los tránsitos y las interacciones de las familias palestinas. Los colonos, conformados mayoritariamente por religiosos fundamentalistas, se consideran a sí mismos como tributarios por derecho divino de esa tierra, y son habitualmente financiados por fondos provenientes de sectores de la derecha supremacista estadounidense, en sus diversas conformaciones de protestantes, evangélicos y/o judíos. La sociedad israelí, crecientemente derechizada, abreva en la construcción de una legitimidad bélica amparada en la recurrencia de informes noticiosos vinculados a la existencia de grupos fundamentalistas islámicos como Al Qaeda, el ISIS (DAESH) y la Yihad islámica egipcia, cuyas acciones son retransmitidas por los medios de comunicación como una advertencia de los peligros potenciales que supone la interacción con el mundo árabe y/o islámico. La creciente confrontación del mundo sunita y chiita y las reiteradas amenazas persas que auguran la desaparición del Estado de Israel aparecen también como dispositivos de justificación de una militarización creciente. Blindaje mediático en Medio Oriente La utilización política de las imágenes de devastación que muestra la guerra civil de Siria y las masacres sobre el pueblo kurdo efectuadas por el gobierno turco mediante bombardeos a su población civil, son retransmitidas  hasta el hartazgo, por parte de la prensa israelí. Varios investigadores sociales han asociado  las operaciones del primer ministro, descriptas de corruptas, como parte de un armado institucional dispuesto para continuar con el abroquelamiento belicista y eludir las imprescindibles tratativas de paz con la Autoridad Nacional Palestina que permitan la convivencia de dos Estados para dos pueblos. Los casos investigados por la policía israelí parecen exponer algo más que explícitas diligencias de corrupciones prebendarias, basadas en dadivas y prerrogativas personales y/o familiares. Los espurios vínculos con los medios evidencian la utilización periódica de un peligro fundamentalista islámico –hipotético, real o ficticio—necesario para regenerar un espíritu de cuerpo nacional y militar, ya de por sí arraigado en la sociedad desde el nacimiento del Estado, en 1948. El acostumbramiento de la población a una situación de guerra permanente, la represión a la resistencia civil dentro de los territorios ocupados y el intercambio de artillería (con evidente disparidad de fuego) con las dos fuerzas en pugna dentro de la Franja de Gaza –Hamás y la Yihad Islámica—, brindan un panorama que beneficia el negocio de las armas y la seguridad, que no deja de incrementarse anualmente como el factor más dinámico de las exportaciones económicas israelíes. El caso de Ahed Tamimi la adolescente que fue detenida en el poblado de Nabi Saleh el 19 de diciembre pasado por golpear a soldados que penetraron en su casa para reprimir a sus familiares se ha constituido en la evidencia más brutal del ejercicio

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Liliana Daunes: “Las feministas siempre dijimos que lo personal es político”

Fuente: Soledad Quiroga | TiempoAR Fecha: 10 de MAR 2018 El sol se ponía detrás del edificio del Congreso cuando una voz suave pero profunda comenzó a soltar las palabras que habían sido enlazadas en las asambleas estivales, que expresan años de pensamiento colectivo, y que posicionaron, este 8 de Marzo, al diverso feminismo argentino como uno de los más potentes del mundo. «Después de semejante movilización en la que nos abrazamos, al día siguiente la realidad te pasa por encima. Pero igual, ya no somos las mismas», dice 24 horas después la periodista feminista Liliana Daunes, histórica lectora de los documentos de las movilizaciones de Derechos Humanos. –¿Se puede decir que la masividad del jueves da cuenta de que el feminismo salió del cuartito del fondo? –Desde el 8 de Marzo de 1984, cuando hicimos un acto con las Madres, a hoy, ha habido un avance espectacular. Gracias a nuestras ancestras de lucha pudimos ir avanzando. Fuimos de la experiencia de los 32 encuentros a la masividad del primer Ni Una Menos en el que salimos todas las feministas y mucha gente por su cuenta debido al hartazgo que se unificó en una consigna dolorosa y extrema. Esa masividad incluyó a medios de comunicación reproductores de la cosificación de las mujeres, como Marcelo Tinelli. De ese primer Ni Una Menos a ahora hubo un crecimiento cuantitativo y conceptual, porque ya al año siguiente dijimos Ni Una Menos, vivas nos queremos, para afirmar que somos mujeres que tenemos proyectos y que luchamos por esa libertad para nuestro deseo. Y parte de nuestro deseo es mover el mundo hacia un lugar más justo. Después de semejante movilización en la que nos abrazamos, al día siguiente la realidad te pasa por encima, pero igual ya no somos las mismas. –La marcha del año pasado terminó con una razia policial y este año con un ataque troll en las redes, ¿hay violencia hacia el feminismo como movimiento colectivo? –Sí, esta vez me tocó fuertemente. Tengo Twitter, lo uso poco, me enteré de que me nombraban, me decían pelotuda, terrorista, gorda, lesbiana, vieja, andá a la peluquería. Mintieron con el reclamo por Santiago Maldonado para desprestigiarnos. Tuvimos que salir a explicar que lo nombramos cuando hicimos la sumatoria de actividades en las que el feminismo estuvo presente. Hay una parte de la sociedad que nos ve como locas o brujas. La locura a la mujer le fue endilgada a lo largo de la historia. Es la manera que tienen de negativizarnos. Lo de brujas lo aprendimos. Ahora nos gusta decir que somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar. Lo de locas también nos gusta, porque somos las hijas de las locas de Plaza de Mayo. Es más fácil atacarme a mí con cosas degradantes porque es más fácil focalizar en una persona y no en un colectivo. Me dijeron vieja. Tengo 64 años, estoy en este camino de los Derechos Humanos y de las mujeres desde hace muchos años. Soy orgullosamente vieja, no fue en vano entonces el trayecto recorrido. –¿Qué opinás de que Mauricio Macri haya sido presentado como el feminista menos esperado? –Hoy decirnos feministas no es algo negativo como lo era hace cuatro años atrás. Sin embargo, ahora se corre el peligro de la cooptación. No bastardeen todo. Macri habilitó a sus legisladores a tratar el tema del aborto en el Congreso, ¿qué hacemos con eso? Lo aprovechamos porque la coyuntura la creamos nosotras con nuestra lucha. No es que vino él y lo hablita porque se volvió feminista. ¿Querrá una cortina de humo o querrá pelearse con Bergoglio? No lo sé. Porque él dice que está en contra y manda a decir lo mismo. El asunto está en cómo aprovechamos esta puerta. No somos tontas y vamos a entrar. Está peleada la cosa, pero existe la posibilidad de hablar y razonar con las personas que tienen dudas y no son fundamentalistas. Se ha abierto la reflexión en los grandes medios. Hay que darle un cauce para llegar. Que se escuchen las voces de las compañeras de la campaña por el aborto legal. No hay que tener miedo, hay que enfrentar esta coyuntura con todas las herramientas que tenemos. –Desde sectores alwejados a la lucha feminista se criticó a la marcha por «politizada». –Estamos en un momento extremadamente difícil para el pueblo en general y las mujeres en particular. Somos un movimiento con una gran energía, entusiasmo y hasta somos por momentos personas felices participando de esta marea, porque vivimos cambios importantes. A mitad del siglo pasado las mujeres no votábamos en este país. Hoy ya ninguna de nosotras discute que, cuando hablamos de mujeres, hablamos de cuerpos feminizados, lesbianas, trans, nos vemos a nosotras y a nuestras compañeras que ponen el cuerpo. Las feministas siempre dijimos que lo personal es político, ¿cómo vamos a negarnos a la política? No fue partidista, se señalaron las políticas públicas en contra de las mujeres, las políticas de ajuste que lleva a cabo este gobierno. Vivo el paro como un proceso, porque nos reconocemos en nuestras ancestras y vamos caminando hacia adelante, en compañía y con una misma.

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Hacia una nueva etapa política. Del hartazgo a la esperanza

Fuente: Carlos Raimundi* | La Tecla Eñe Fecha: 08 de MAR 2018 En una conferencia, en 2013, se puso a prueba ante 500 personas la posibilidad de que alguno de los asistentes acertara el peso de un buey que el conferencista había conducido hasta el escenario. Votó cada persona presente y ninguna dio con la verdad. Pero, curiosamente, fue el promedio entre todos los votos la cifra que se aproximó casi con exactitud al efectivo peso del animal. Esta introducción es solamente un ejemplo aleatorio de eso, por momentos intangible, pero real, que podríamos llamar “sabiduría popular”. Macri no le habla al Pueblo. Ni saluda al Pueblo, como quedó corroborado con esa escalofriante imagen en que desde las puertas del Congreso agitaba su mano hacia la nada. Es un presidente sin Pueblo. Habló en su discurso de “crecimiento invisible”, y, lejos de lo que algunos creen no se equivocó. Era una metáfora más de esas que se elaboran en las cápsulas de ensayo del poder, para agradar al mundo de las empresas, que es el destinatario de sus trastabillantes palabras y deshilvanadas oraciones. Su preocupación no es la pobreza, sino la tasa de ‘riesgo país’, porque de ella depende que pueda seguir endeudándonos y haciendo pingües negociados. Pero, por un lado, las consultoras internacionales y los diarios especializados ya hablan de la insustentabilidad de su política económica. Por el otro, la inflación, las tarifas, los despidos, los recortes salariales y jubilatorios, tienen su reflejo en el creciente malestar de la gente. La macroeconomía comienza a decirle “no te presto más”, y el Pueblo comienza a decirle “no te aguanto más”. Cuando esas coordenadas se encuentren, tendrá lugar el punto de inflexión que han tenido históricamente las políticas de ajuste en la Argentina. Hace tiempo señalamos que nadie puede anticiparse a los procesos populares, ni enunciar de antemano qué forma adoptarán. Sólo podíamos decir que sabíamos, por experiencia, que un modelo basado en el endeudamiento externo, centralidad de la ganancia financiera, apertura comercial indiscriminada, cierre de fábricas y talleres, destrucción de la industria, fuga de capitales, concentración de recursos en pocas manos, no podía terminar de otra manera que en el hartazgo de gran parte de la población. Pero no sabíamos con precisión ni cómo ni cuándo éste se manifestaría. Debido a esa convicción nos opusimos y no consentimos desde un principio el acuerdo con los fondos buitre, la eliminación del cerrojo que limitaba el endeudamiento, la eliminación de retenciones, la re-primarización de nuestra economía, el ajuste social. Aun cuando tantas voces nos dijeran que no debíamos poner obstáculos a las primeras medidas adoptadas por un gobierno democráticamente votado. No se trataba de un antojo, ni de un oposicionismo caprichoso. Lo hicimos porque sabíamos que eran precisamente aquellas primeras medidas las que sentarían las bases de un modelo socialmente insustentable. El cansancio colectivo se hizo esperar, pero no tiene retorno. Se hizo esperar no sólo debido al ocultamiento mediático de las verdaderas características y consecuencias del modelo, sino a todo un complejo dispositivo de persuasión cuyo inicio data de varios años, y se propuso una capilaridad muy profunda, contó con elevados recursos financieros y estrategias de penetración altamente estudiadas, y trasciende las fronteras nacionales para extenderse por toda la región. Un dispositivo de persuasión diseñado más allá de nuestras fronteras, que cuenta con organizaciones intermedias creadas al efecto y que ha gastado mucho dinero en el entrenamiento de políticos, empresarios, jueces, editores, periodistas y otros formadores de opinión. No se trata sólo de un monopolio mediático. Se trata de todo un sistema de interpretación como el que inculca la publicidad de una trabajadora de una fábrica de pastas o de un trabajador de una fábrica de hielo que atribuye los cortes de luz a la conducta de las y los ciudadanos de a pie que poseen aire acondicionado, y no a la desinversión de las empresas, que gracias al aumento de tarifas han incrementado ostensiblemente sus ganancias pero no han invertido para mejorar el servicio. Este sistema de falsedades había penetrado profundamente en el registro simbólico de partes muy importantes de nuestra población. Se creó así todo un clima de desprestigio respecto del gobierno anterior, basado en asociarlo con la corrupción y el despilfarro, frente a lo cual el macrismo vendría a poner orden, pese a lo doloroso que ello resultara. Mucha gente de buena fe creyó, durante todo este tiempo, en el mensaje de que lo principal era odiar al kirchnerismo. Gente trabajadora y honesta para la cual, como consecuencia de aquella profunda estrategia de persuasión que va mucho más allá de lo mediático, le pasó inadvertido el clásico modelo de saqueo neoliberal vigente, porque el objetivo central se reducía a saturar la agenda con la idea de que el kirchnerismo “se había robado todo” y que de esa “pesada herencia” no se podría salir sin sacrificio. Supongamos que fuera verdad que el kirchnerismo “se robó un PBI”. De ser así, hoy, que estamos gobernados por personas supuestamente probas, estaría disponible para acciones de gobierno y políticas públicas aquel dinero del presupuesto que nosotros robábamos y ellos no, más los 200.000 millones de dólares ingresados en concepto de deuda externa. Es decir, tendrían que agregarse miles de escuelas a las 2.000 construidas por el kirchnerismo, decenas de universidades populares a las 19 creadas por el kirchnerismo, millones de computadoras para las y los estudiantes, fabricadas en el país al igual que las autopartes y los electrodomésticos. La mentira es inocultable, como lo es para cientos de comerciantes que votaron a Macri influenciados por el odio impuesto a su interpretación simbólica, pero que en su realidad concreta sufren el marcado descenso de sus ventas. En fin, cada vez más gente se está dando cuenta de la mentira. Durante todo este tiempo estuvieron centrados en odiarnos, debido a una supuesta ruta de dinero jamás encontrada, y que en todo caso conduce a las guaridas fiscales donde Macri y los funcionarios de su administración esconden el dinero que evadieron del país. Y mientras

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Impunidad domiciliaria para genocidas

Fuente: Carlos Rozanski | Página 12 Fecha: 07 de MAR 2018 La descabellada iniciativa del Gobierno, de mandar a su casa a 96 genocidas, con la excusa de que eso “descomprimiría” las cárceles, hiere a una parte importante de la sociedad. Si bien es cierto que las cárceles federales y provinciales, en violación de la Constitución Nacional, mantienen hacinados a decenas de miles de detenidos, es falso que al Poder Ejecutivo le interesen esos presos. No al menos los presos sociales –que son la inmensa mayoría- y los presos políticos, que sólo están encarcelados por decisión del régimen. Lo que en realidad les importa son aquellos procesados y condenados por delitos de lesa humanidad, cuya prisión colisiona con la ideología de quienes, por el momento, conducen la política oficial. No podemos soslayar que, desde el primer día de gestión, la banalización y negacionismo de las violaciones a derechos humanos cometidas por la dictadura de los 70, fue la regla y el precedente de este nuevo atropello. En ese sentido, cabe recordar que los delitos de lesa humanidad, que son aquellos cuya gravedad trasciende al daño individual ya que afectan a la humanidad toda, son los que, en nuestro sistema legal, reciben la mayor sanción prevista por el Código Penal. En nuestro país, los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar configuraron, además, el delito internacional de genocidio. A partir del año 2003, se dieron en la República Argentina las condiciones para que numerosos genocidas fueran juzgados y condenados por los tribunales locales, en un proceso histórico que no reconoce antecedente en el mundo. En ese proceso, cientos de represores han sido condenados por delitos gravísimos como homicidios, desaparición forzada de personas, apropiación de bebés, violaciones, torturas y robos calificados. Por la magnitud y características de las penas aplicadas y los delitos cometidos, los procesados y condenados, han permanecido en cárceles de nuestro país, ya sea durante los procesos, o bien cumpliendo sus condenas. Ante esa realidad, como sucede con todos los avances sociales que generan pérdida de privilegios o el fin de la impunidad, como la que gozaron durante décadas los genocidas, se producen reacciones. Esas reacciones pueden traducirse en amenazas o daños concretos a víctimas y testigos que los incriminen, llegando en el trágico caso del testigo Jorge Julio López a su desaparición forzada en el año 2006 durante la última etapa del juicio a Miguel Osvaldo Etchecolatz. El nombrado ex jefe policial – hoy en su hogar- resultó en esa oportunidad condenado a reclusión perpetua, pena máxima prevista por nuestro ordenamiento jurídico. Otro aspecto de las citadas reacciones reside en las estrategias llevadas adelante para lograr una impunidad de hecho, conocida como “prisión domiciliaria”. Se trata de un instituto regulado en la Ley 24660, que implica una opción y no una obligación de los jueces de conceder ese beneficio. Esto resulta fundamental porque pone en evidencia que esas prebendas son otorgadas por clara y explícita voluntad de los magistrados y no por obligación legal. La razón sistemáticamente esgrimida en las resoluciones favorables -en los casos de lesa humanidad- es la de que se otorga por “estrictas razones humanitarias”. Se impone explicar sintéticamente la falacia de esa argumentación. Las personas mayores de 70 años de edad suelen presentar algunos problemas de salud derivados de la etapa etaria que atraviesan. En diversos casos llegan a afecciones que incluso ponen en riesgo su vida, de no contarse con ayuda médica inmediata o lo más rápida posible. En ese sentido, algunos casos de detenidos por delitos de lesa humanidad ayudan a tener claro el tema. En el caso del nombrado Etchecolatz, se tramitaron –previo a su actual libertad domiciliaria- diversos pedidos de ese beneficio. Allí, el Hospital Penitenciario Central (HPC) respondió en su momento a preguntas específicas del tribunal actuante que el condenado en cuestión –o cualquier otro allí alojado-, en caso de requerir auxilio médico urgente, lo recibiría en el plazo aproximado de 5 minutos. Para situaciones de mayor riesgo que requirieran una complejidad de atención superior a la que dispone el HPC (que de por sí es bastante alta y competente), se podría trasladar al interno a un nosocomio de alta complejidad en un lapso de alrededor de 15 minutos. Resulta obvio que un detenido que gozara del beneficio de cumplir su pena en su casa en ningún caso estaría en condiciones de recibir ayuda médica en lapsos tan reducidos de tiempo. Esto, no por obvio deja de ser impactante, ya que da por tierra la excusa “humanitaria” en el caso de detenidos enfermos, sean leves o graves. Resulta claramente más humanitario proveer condiciones de ayuda médica rápida a quien la necesita, que mandarlo a su casa. Una prueba dramática de lo dicho es el caso del represor Miguel Colicigno, quien durante 1976 fue jefe del centro clandestino de detención y tortura «Protobanco» que funcionó en Camino de Cintura y Autopista Riccheri. El represor había estado prófugo de la justicia durante 2 años antes de ser detenido. El 16 de junio de 2016, ya apresado, Colicigno se encontraba en su casa gozando de la denominada “prisión domiciliaria” por su edad (86 años) y alegadas condiciones de salud. Sin embargo, su deceso se produjo a raíz de un suceso ocurrido mientras se encontraba subido a una escalera, podando un limonero. Desde allí cayó hacia una pileta de natación que no tenía agua y como consecuencia de las lesiones de la caída falleció. Emblemático desenlace para el tema en análisis. Está demás aclarar que la casa de Colicigno no fue precisamente un espacio seguro para su salud. En segundo lugar, su estado le permitió subir a una escalera para podar un árbol. Finalmente, los limoneros y la pileta de natación dan cuenta claramente del nivel de vida de quien, luego de permanecer dos años prófugo de la justicia, acusado de gravísimos delitos, es enviado a su casa por “razones humanitarias”. Si bien el tema permitiría un desarrollo más extenso, baste para finalizar este breve análisis, efectuar algunas conclusiones que considero oportunas. Los procesados o condenados por delitos de lesa humanidad deben afrontar el proceso y una eventual condena en prisión. Lo contrario viola el compromiso

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Hay futuro

Fuente: Carlos Heller | Página 12 Fecha: 25 de FEB 2018 El Gobierno, y muchos de los comunicadores que funcionan en su órbita, intentaron presentar el acto de este último miércoles como un evento aislado y como la expresión del interés particular del líder de uno de los gremios convocantes. Por eso, se intentó concentrar todo lo relacionado con el acontecimiento en la figura de Hugo Moyano, como si éste fuera el protagonista excluyente de la medida de fuerza. No fue lo que se vio en el escenario. No fue lo que se observó en la multitud movilizada. Los discursos fueron cortos y similares en extensión. Ninguno de los oradores sobresalió sobre los restantes. Hubo un protagonismo cuidadosamente distribuido: sectores diferentes hablándole a la muchedumbre. En las calles, repletas de manifestantes, se pudo observar a dirigentes y militantes de muy diversos espacios políticos, sindicales, sociales y culturales a los que hasta hace poco tiempo hubiera sido impensable verlos participar en un espacio común. Se intentó aislar el acontecimiento definiéndolo como el acto de Moyano pero el dirigente camionero lo presentó como el acto de todos. Y fue una manifestación diversa y plural. En el transcurso de la concentración hubo repetidas convocatorias a la unidad. Se sabe: para que un llamado a la unidad no sea un contrasentido debe haber varios sectores que lo justifiquen. No es posible ese llamado si hay un único sector: a la vez, el que convoca y el convocado. Por eso, esa convocatoria define las características del acto: sectores muy diversos, con posturas diferenciadas, con matices entre ellos, confluyendo en una acción común contra la aceleración del proyecto neoliberal. De allí la importancia de este acontecimiento: fue un punto de inflexión en los procesos de construcción de una  oposición amplia y diversa al gobierno nacional. Se han constituido dos relatos en pugna en torno al acto del miércoles. En uno de ellos, el hecho no tiene historia ni futuro. No es un punto en una línea con un atrás y un adelante. Es un hecho aislado. No expresa los intereses múltiples de una amplia confluencia de fuerzas sindicales, sociales, políticas y culturales. Expresa el interés individual de un dirigente. Por supuesto, es el relato del gobierno, fiel a su postura individualista: no hay historia, no hay procesos sociales ni políticos, sólo hay individuos que expresan y defienden intereses particulares. En el otro relato, del que nos sentimos parte, el acto del miércoles fue un nuevo mojón en la confluencia de un frente opositor amplio y  diverso, el punto más alto, hasta ahora, de una línea histórica de movilización social y política que se profundizó con la sanción de la reforma previsional, que perjudicó a los jubilados y a los trabajadores en general. Desde esta perspectiva, el acto del miércoles abrió un espacio nuevo para la articulación de un discurso alternativo. La movilización no fue sólo expresión de las luchas del pasado sino un envión hacia un futuro con propuestas y nuevas iniciativas. No fue sólo un acontecimiento defensivo: abrió también mayores posibilidades para un discurso propositivo. Más aún: el llamado a la unidad difícilmente será efectivo si no es acompañado de propuestas alternativas con relación a las implementadas por el gobierno nacional. Estoy convencido de que hay que ir a fondo y avanzar hacia una reforma constitucional. Es imprescindible modificar el funcionamiento de las instituciones de la República para que éstas acompañen procesos de transformación impostergables en nuestro país. También habrá que definir  muy claramente el modelo de inserción  en el mundo globalizado, el rol del Estado, la política de derechos humanos, civiles y sociales, la política de defensa del mercado interno, de las pymes, el manejo de las importaciones, la administración del tipo de cambio, entre otros. Hay veinte o treinta puntos que requieren de un acuerdo previo. El actual gobierno ganó las elecciones presidenciales con una ajustada mayoría de algo más del 51 por ciento. A ese resultado se llegó con el aporte de un  sector fluctuante de la sociedad que se entusiasmó con las propuestas macristas de transparencia y de calidad republicana frente a toda la instalación que se hizo para descalificar la gestión del gobierno anterior. Esos sectores hoy han comenzado a transitar el camino del desencanto. A ellos también debemos convocarlos a que se sumen a la construcción de un nuevo espacio. Pero este desencanto no es el único problema con el que se encuentra el gobierno: en el interior de la coalición gobernante han comenzado a manifestarse crecientes tensiones que se suman a las previas dificultades para lograr mayorías parlamentarias, lo que deriva en una preocupante utilización de decretos de necesidad y urgencia. Hubo un reciente pasado de movilizaciones populares. En esa línea se produjo el acto del miércoles. Desde ese día hay más futuro. Se ampliaron las posibilidades de construir un frente amplio y diverso. No sin contradicciones y tensiones, por supuesto. Pero con la plena convicción de que es necesario diseñar y llevar a la práctica una propuesta alternativa para, por lo menos, poner en pausa a la meritocracia neoliberal. Ese es el desafío que tenemos por delante los que soñamos con construir una sociedad más justa, solidaria e inclusiva. * Presidente del Partido Solidario. Ex diputado nacional.

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“La offshore solo sirve para operar con dinero oscuro”

Fuente: Martin Granovsky | Página 12 Fecha: 25 de FEB 2018 Escribe papers sobre economía desde hace 40 años, pero saltó a la fama mundial por hacer preguntas. Sobre todo una. El viernes, en el “Foro España Internacional” de Madrid, Jorge Fonseca le preguntó al ministro argentino de Hacienda, Nicolás Dujovne: “¿Cómo espera que vayan las inversiones a la Argentina si usted mantiene su patrimonio offshore?”. Fonseca no consiguió que Dujovne respondiera ese interrogante. “A diferencia de lo que ocurría en el gobierno anterior, mi patrimonio está perfectamente declarado y presentado ante la Oficina Anticorrupción”, dijo sin meterse en el tema económico de fondo. Tampoco afirmó o negó que su fortuna continuara fuera del país. La primera vez que trascendió dónde se ubicaba su patrimonio, el propio Dujovne se defendió con el argumento de que, “aun estando en el exterior, tengo un 90 por ciento invertido en activos argentinos”. Añadió que se trataba de dinero de 2016, cuando todavía no era ministro porque el puesto lo ocupaba Alfonso Prat-Gay. Sin embargo, aclaró entonces que “los funcionarios tienen derecho a decidir que su dinero esté depositado en el exterior”. Dujovne había declarado participación societaria en Florentine Global, presumiblemente una offshore con sede en Delaware, con 20 millones de inversión. Las afirmaciones del actual ministro de Hacienda datan de antes del escándalo de Valentín Díaz Gilligan, el subsecretario general de Presidencia que debió renunciar cuando trascendió que había sido testaferro en una cuenta offshore radicada en Andorra. Antes, también, de la pesquisa judicial que actualmente está enfocada en el ministro de Finanzas Luis Caputo. Argentino nacido en Córdoba, Fonseca vive en Madrid desde 1981. Doctor en Economía de la Universidad Complutense, donde enseña Economía Aplicada, es miembro del grupo de investigación internacional “Tendencias polarizantes en el sistema-mundo” que dirige el catedrático de la Universidad de Yale Immanuel Wallerstein. –¿Por qué eligió esa pregunta para Dujovne? –Quizás porque en Europa, y particularmente en España, la percepción sobre las empresas y las cuentas offshore es más dura. El presidente Mauricio Macri parece haber logrado instalar en la opinión pública que se trata de una cuestión normal. –Por lo menos lo intenta.  –Pero en España, por tener una empresa offshore, debió renunciar a su puesto José Manuel Soria, que era nada menos que ministro de Industria de Mariano Rajoy. Y los dos son conservadores, del Partido Popular. –¿Es el mismo que después no pudo postularse a la dirección ejecutiva del Banco Mundial? –El mismo. –En la Argentina, al menos, a veces la discusión se limita a si un funcionario violó o no un artículo del Código Penal.  –Es un punto importante, por supuesto. Pero no se pueden dejar de lado temas como la pobreza, la deuda y la relación entre ambas. Además, en cuestiones que tienen que ver con las leyes quizás haya que correr el horizonte de lo que está legislado. En la Universidad Complutense yo dicto el último curso. Les digo a los alumnos: “Hasta aquí han estudiado con lo que los han adoctrinado toda la vida. Pero hay otra forma de ver las cosas y analizarlas, y la estamos construyendo”. Se trata de una crítica que incluso puede ayudar a cambiar algunos marcos. Muchas veces lo que es legal es legal porque los que dominan logran imponer legislativamente auténticas violaciones de los derechos humanos, o al menos evitan que esas violaciones sean castigadas. –¿Las cuentas y las empresas offshore son una forma de corrupción? –Por lo pronto no deben ser tomadas como un hecho normal. –Sin embargo forman parte de la vida cotidiana de los grandes empresarios o financistas. –No hablemos solo de ellos. En todo el mundo los que no tenemos actitudes cómplices con la corrupción sabemos que una persona abre una offshore solo para evadir impuestos o lavar dinero. –¿Solamente? –¿Para qué, si no? Las otras argumentaciones son pretextos. Que un ministro tenga o haya tenido una offshore significa que opera u operó con dinero oscuro. Una offshore solo sirve para operar con dinero oscuro. –Nicolás Dujovne dijo que él tenía declarado su patrimonio en el exterior. La offshore sería Florentine, con domicilio en Delaware. –Perfecto. Entonces no les puede decir a los españoles, por ejemplo, que inviertan. –El ministro podría tener una inversión en la economía real de otro país. –Bien. Pongámoslo así: si un residente en la Argentina, sea ministro o no, tiene dinero invertido en el extranjero, en la economía real, uno podría decirle que sería deseable que hiciera esa inversión en la Argentina. Podría tener propiedades en el exterior. ¿Por qué no compra propiedades en la Argentina? El punto es que para eso no hace falta ninguna offshore. Pero el ministro Dujovne tiene o tenía una offshore situada en el estado de Delaware. ¿Sabe qué dicen los expertos en finanzas? Que más que un estado, Delaware es una dirección postal. Es grave el tema de los paraísos fiscales, porque a veces hay dinero de un funcionario y a veces se mezcla dinero que lava El Chapo Guzmán, el capo narco. Y no estoy diciendo que los funcionarios sean narcotraficantes. Estoy diciendo que acuden a los mismos lugares que otra gente dedicada a actividades ilegales. Los paraísos fusionan el dinero de todas las procedencias. De las “normales”, para llamarlas de alguna manera, y de las identificadas con El Chapo. ¿Cuál es la explicación del ministro Dujovne? Me temo que simplemente haya dado los datos a la Oficina Anticorrupción y entienda que ya está todo resuelto. Pero a mí, en particular, y supongo que también a quienes viven en la Argentina, me gustaría saber cómo acumuló esa riqueza en todos sus detalles y en todos sus pasos, y me gustaría saber por qué tiene o tuvo bienes en el exterior y por qué parte de esos bienes están o estuvieron en una offshore. Creo que ese derecho a saber es parte de la ampliación de las fronteras de la democracia. Discutamos sobre delitos. Los delitos de lesa humanidad, por citar un caso, son imprescriptibles. No existieron siempre. Lo

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Bomba de humo en AMIA para tapar la marcha

Fuente: Ari Lijalad | Nuestras Voces Fecha: 23 de FEB 2018 Ronald Kenneth Noble, ex secretario general de Interpol, desmintió una vez más una operación mediática y judicial del Grupo Clarín, la DAIA y el Gobierno contra CFK y Timerman. Argumentan que es falso un e-mail de Noble en el que desmentía que Timerman hubiera querido quitar a los sospechosos iraníes del alerta roja, cuando el propio Noble lo reconoce como verdadero. La operación es vieja, pero el día en que la 9 de Julio se colmó con una protesta contra el gobierno de Mauricio Macri, TN y Clarín decidieron reflotarla y volvieron a ser desmentidos públicamente. El miércoles, tras la multitudinaria marcha en contra de las políticas de Mauricio Macri, el multimedio que aún comanda Héctor Magnetto sacó a relucir uno de sus comodines favoritos para la dispersión mediática: la denuncia del fallecido fiscal Natalio Alberto Nisman y sus múltiples derivaciones. Esta vez reutilizaron un mail en el cuál Ronald Kenneth Noble,  aseguraba que mientras secretario general de Interpol la Argentina nunca había solicitado el levantamiento de las alertas rojas que pesan sobre los acusados iraníes y ratificaba el compromiso de Cristina Fernández de Kirchner y Héctor Timerman en la búsqueda de justicia en torno al atentado a la AMIA. Ese mail fue leído públicamente por el entonces canciller Timerman el 16 de enero de 2015, día en que lo recibió. Allí, Noble afirmaba: “Mientras era Secretario General de INTERPOL, en cada ocasión que usted y yo hablamos y nos vimos en relación con las notificaciones rojas de INTERPOL emitidas con relación al caso AMIA, usted indicó que INTERPOL debía mantener las notificaciones rojas en vigor. Su posición y la del Gobierno argentino fueron consistentes y firmes”. El contenido completo de ese e-mail de Noble a Timerman desmorona las acusaciones en contra del ex canciller, que aún es sometido a una prisión domiciliaria que no sólo viola sus derechos sino que pone (a sabiendas) en riesgo su salud en medio de un tratamiento contra el cáncer que se estaba realizando en Estados Unidos. Como el e-mail de Noble refuta las operaciones mediático-judiciales, nuevas operaciones mediático-judiciales buscan refutar el e-mail. Ahora, el eje argumental de es que su contenido supuestamente fue falseado por cancillería. Más aún: Clarín dicta que fue escrito directamente bajo instrucciones de Timerman. La acusación choca contra innumerables declaraciones del propio Noble, que reconoce el texto como propio. Ahora también pedirán su indagatoria, pese a que el propio Noble había pedido declarar en la causa y los abogados de Timerman también habían pedido que se lo cite como testigo. Los gestores de la operación Nisman nunca aceptaron. Al pie del cañon A las pocas horas de la masiva movilización en la 9 de julio, primero desde el noticiero de TN y luego desde Clarín aseguraron: “Una pericia dijo que es falso un mail de Interpol a Héctor Timerman”. La nota se basa en una pericia de parte que, según Clarín, sostiene que “un mail que el ex canciller Héctor Timerman atribuyó al ex jefe de Interpol Ronald Noble fue escrito en computadoras de la Cancillería y no en las oficinas de la fuerza policial multilateral”. El tema es antiguo. Quien lo empuja, el abogado Tomás Farini Duggan, responde a los designios de la DAIA y ya lo había planteado a fines del año pasado en una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN).  Ahora Clarín lo reimpulsa. Ya  hubo otra maniobra para deslegitimar el contenido de este e-mail, relatada por el periodista Raúl Kollman en Página/12. “La reconstrucción de una verdadera secuencia de mails destruye la acusación del juez Claudio Bonadio y la Sala II de la Cámara Federal con la que pretenden involucrar al ex secretario general de Interpol, el norteamericano Ronald Noble, en una especie de complot para encubrir al ex canciller Héctor Timerman. El magistrado y los camaristas sostienen que Noble se prestó a firmar un texto escrito por la Cancillería en defensa de Timerman, o sea que el norteamericano simplemente aceptó poner su rúbrica en una carta redactada en Buenos Aires. La base de todo es un mail que circuló dentro de la Cancillería con la traducción de la carta”. Por entonces, el montaje mediático-judicial insistía en que la traducción de ese e-mail era previa a su recepción. Para eso, sostenían que el entonces vicecanciller Eduardo Zuain envió un mail interno de cancillería con la traducción a las 16.46hs mientras que el original de Noble figuraba a las 21.13 del mismo día. Lo que Kollmann reveló es que los jueces pasaron por alto las 8 horas de diferencia horaria entre el lugar donde se envió el e-mail, Dubai, y la Argentina. “El mail de Noble tiene la hora, 21.13.55. Pero el juez y los camaristas sacan la conclusión que ese horario indica que es posterior a los mails que circularon dentro de la Cancillería con el texto. El increíble error es que el horario es de Dubai, o sea que en Buenos Aires, que son ocho horas menos, no eran las 21.13.55 sino las 13.13.55”, reconstruyó Kollmann. @RKNGlobal “Más información engañosa de Clarín sobre AMIA”, retrucó ayer Noble desde su cuenta de Twitter. En primer lugar, Noble señala lo obvio. Su cargo en Interpol cesó en 2014. El e-mail en cuestión tiene fecha del 16 de enero de 2015, por lo que resulta evidente que no fue escrito en las oficinas de Interpol. Lo raro hubiera sido que Noble, ya retirado de esa organización, utilizara sus oficinas. Tal como informó Nuestras Voces, Noble ya derrumbó los argumentos de Bonadío. “Ahora, Clarin hace la afirmación falsa y fácilmente refutable de que Ronald Noble no escribió el mail del 16 de enero de 2015 a Timerman a pesar de que Ronald Noble hizo repetidas declaraciones por escrito y a periodistas de que él y sólo él escribió ese correo. Sólo pregúntenle a Ronald Noble!”, insistió el ex capo de Interpol. Como en ocasiones anteriores, Noble escribió una sucesión de tuits donde mostró las pruebas a su favor.

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Eduardo Aliverti: «Los grandes medios siguen fijando la agenda pero pierden credibilidad»

Fuente: José Cornejo | Agencia Paco Urondo Fecha: 23 de FEB 2018 El reconocido periodista brindó una entrevista a la AGENCIA PACO URONDO: «O te banca una estructura política, como por ejemplo el grupo Octubre, o es muy difícil imaginar la subsistencia de los medios en base a una solvencia económica que permita avanzar». Recientemente se dio un concierto mediático contra Eugenio Zaffaroni. Sirve como puntapié para la discusión, ¿cuál es la situación del periodismo hoy en Argentina? No creo que se pongan de acuerdo para decir que hay que matar a Moyano o a Zaffaroni. Operan por instinto profesional corporativo. «La gente» tiene una película de que existe una suerte de coordinadora temática, pero rige un sistema de valores ideológicos. No necesitan eso. Se inscribe en el dibujo de creación de enemigos, de cucos. Hay un momento de descenso de popularidad de Macri y la necesidad de instrumentar nuevas enemistades. Lo que aparece muy fuerte es que la agenda sigue siendo fijada por los medios tradicionales. Con pocas excepciones: el primer caso de fijación de agenda por parte de las redes fue el Caso Maldonado. Otro caso de construcción de enemigos se da con Víctor Santa María. No hay causa judicial. Hay una investigación del aUnidad de Investigaciones financieras por una presunta causa de lavado de dinero. Sin embargo, se las han arreglado para montar ese imaginario. Pareciera que la presión sobre Santa María es infernal, pero no tanto por su rol sindical sino por el vinculado a los medios de comunicación. Ese es el orden exacto. Respecto a eso, ¿cómo lee la creación del nuevo medio de Verbitsky? Respecto a Cohete a la Luna y Página12, hubo un tironeo interno. Choques respecto a cómo manejar la publicación de las listas de los blanqueadores. En verdad, más allá del enojo que nos consta que generó la lista en el gobierno, la presión sobre el grupo Octubre y el sistema de medios en la persona de Santa María, no digo que sea ajena al tema Verbitsky, pero el tema de Verbitsky suscitó un econo particular que ya venía dándose. La venganza que el gobierno comete con la pauta oficial, ninguneando a Página12, es previa a la situación de Verbitsky. ¿Los medios no oficialistas van hacia su desaparición? Hace rato que subsistir periodísticamente implica que atrás tengas una «orga» o algún tipo de sustento económico. De lo contrario es imposible. Algunas experiencias como el llamado crowdfunding, la suscripción, parecen comenzar a funcionar y volverse una alternativa. Remarco el «parecen». Por lo que se ve y conozco de experiencias mundiales, tienen más que ver con el mundo artístico que con el periodístico. Mi visión en cuanto a lo que percibo y puedo estar estudiando o relevando del ambiente de los medios a nivel internacional, es un futuro de subsistencia de los muy grandes, cada vez más concentrados, y de los pequeños que agreguen «plus», calidad periodística, y la probabilidad de aunarse en mini-estructuras que oferten algún tipo de «plus» en relación a la información circulante. O te banca una estructura política, como por ejemplo el grupo Octubre, o es muy difícil imaginar la subsistencia de los medios en base a una solvencia económica que permita avanzar. Con la ley de servicios de comunicación audiovisual, se consideró que era un fin. Que torcerle el brazo a Clarín había terminado una etapa. Algunos dirán que ya no tiene sentido discutir sobre eso. Algunos dicen que la ley quedó «noventosa», analógica. Creo que eso es cierto. No se hizo nada para responder a la solvencia económica de esos nuevos medios y agregarles categoría profesional. Existió un amateurismo del kirchnerismo en ese terreno. ¿Qué actores políticos del kirchnerismo sí tienen una buena lectura de medios? Luis Lazzaro, Daniel Rosso, por citar dos figuras del mundo académico militante. De hecho han constituido en el ámbito de Comunicación Social de la UBA un escenario con asesoramiento a cómo trabajan la prensa las organizaciones sindicales y demás. En sus conceptos fue derrotada en la concepción exclusivamente corporativa que el kirchnerismo tuvo sobre cómo librar la batalla comunicacional. Este me parece un tema polémico. Asumo las posturas que uno tuvo en su momento. Cuando veíamos a los Szpolski y a los López haciéndose cargo de los medios, porque de lo contrario solo es Clarín y La Nación, uno dijo “está bien, es una parte de la batalla. Se los va a sostener con pauta”. Simultáneamente a esa construcción coyuntural de corporaciones de signo inverso a las dominantes, ¿qué se hizo por abajo? ¿Qué se hizo respecto de las preguntas acerca de con cuál grado de solvencia económica, con qué respaldo del Estado y por tanto decisión política y con qué grado de capacitación profesional? El problema no fue darle medios a Cristóbal López o a Sergio Szpolski. El problema es que eso es lo único que se hizo. Me parece que queda una enseñanza muy grande de eso respecto de cualquier reconstitución que quiera intentarse respecto de los medios que no forman parte del ecosistema macrista. La pregunta y la imposición siguen vigentes. Algunos podrán considerar que reparo demasiado en esto y que puede tratarse de un vicio de pensamiento excesivamente profesionalizante. Acepto. Pero, ¿de qué otro modo uno puede imaginar qué gente va a consumir qué medios que no estén bien hechos? En el territorio de comunicación, en el territorio de los grandes medios, ¿ve también internas entre los grupos dominantes? No, lo que veo es preocupación. Esto es de hecho lo que expresa Magnetto, por cierto que en un muy buen discurso, en la reunión de los gerentes del grupo, en Mar del Plata el octubre pasado. También lo expresa Fontevecchia, en varias de sus notas editoriales de los fines de semana. Todos tienen la preocupación de que reventó el mercado publicitario, de que Google absorbió todo y de si acaso las autopistas de la información van a ser gratuitas y ellos van a seguir produciendo contenidos para que después las grandes corporaciones digitales los sigan reproduciendo de manera gratuita. Contestando

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