Fuente: Ari Lijalad | Nuestras Voces Fecha: 03 de OCT 2017 Marcelo Mindlin goza de negocios y cerco mediático desde el bajo perfil. Es el rey de la energía eléctrica, con empresas de extracción, generación, transporte y distribución que incluyen a Petrobras Argentina, Edenor, Transener entre muchas otras manejadas desde Pampa Holding. Además compró la empresa del primo del presidente para realizar el soterramiento del Sarmiento y fue uno de los grandes beneficiados del perdón fiscal de Macri a millonarios y corporaciones. Radiografía del mayor empresario M. Marcelo Mindlin es, sin dudas, uno de los empresarios del momento. La proliferación de sus negocios bajo el influjo de Mauricio Macri sólo se compara con los beneficios que recibió el Grupo Clarín. Pero, a diferencia de Héctor Magnetto, Mindlin aún goza del beneficio del anonimato, fruto de un blindaje mediático equiparable al que disfrutan Macri y sus principales laderos. Este ocultamiento de su rostro, su historia y sus negocios hacen que el empresario que concentra en sus manos Edenor, Petrobras y el soterramiento del tren Sarmiento, que encabeza la lista de beneficiarios de la amnistía para delitos financieros decretada por Macri y que fue investigado por lavado de dinero, sea prácticamente desconocido para millones de personas que, en su cotidianidad, consumen electricidad, nafta, viajan en tren y no acceden a la condonación de sus deudas con el fisco. Electricista Marcelo Mindlin y Mauricio Macri no sólo comparten las iniciales, sino su optimismo por la nueva etapa económica del país. “La excusa de la falta de financiamiento no existe, ahora hay que invertir», aseguró Mindlin en enero de 2017. Estaba exultante. Desde la asunción de Macri no paró de hacer negocios y de expandir su holding, bautizado originalmente como Pampa Energía y que, con su diversificación en la era Macri, se cambió el nombre a Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Estratégico (SACDE) Para Mindlin, el cambio de Gobierno fue una bendición. Si bien tiene un historial de buenos negocios mantuvo una relación tensa con el kirchnerismo en los últimos años por una cuestión clave: las tarifas eléctricas. La tarifa eléctrica tuvo el mismo destino que muchas de las concesiones otorgadas por Carlos Menem en los ’90. En 2002, tras la implosión de diciembre de 2001, la Ley de Emergencia Económica pesificó las tarifas. Edenor, que por entonces estaba en manos de la francesa Electricité de France, tenía una cláusula que establecía que las tarifas se ajustaban en dólares que quedó descartada. Esto generó uno de los tantos juicios contra el país en el CIADI. Con este contexto, Mindlin se lanzó a la compra de varias empresas vinculadas a la electricidad. Tal vez adivinó un negocio, tal vez sabía que tarde o temprano las tarifas se actualizarían, tal vez tenía todo eso conversado con Néstor Kirchner y Julio De Vido. Empezó en 2004 con Transener, que tiene casi el monopolio (95%) de la transmisión de electricidad en todo el país. En 2005 se quedó con el 65% de Edenor, y al poco tiempo logró el retiro la demanda en el Ciadi, un claro gesto hacia Kirchner. A los pocos meses, Mindlin obtuvo la revisión de las tarifas, que se hacían a través de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (UNIREN). Pero no fue suficiente. Durante todo el kichnerismo hubo reclamos públicos de las empresas eléctricas para aumentar las tarifas. Buenos negocios No es que a Mindlin le fuera mal durante el kirchnerismo. Hace años que su nave insignia es Pampa Holding, desde donde Mindlin pilotea empresas que acaparan toda la estructura del negocio de la energía: generación, trasmisión y distribución. En la generación tiene la mayoría accionaria de las Hidroeléctricas Los Nihuiles y Diamante, de las Centrales Térmicas Piedra Buena y Güemes y acciones también en las termoeléctricas José de San Martín y Manuel Belgrano. En la trasmisión controla Transelec y a través de ella Transener, cuya gestión reparte ahora en mitades con el Estado. En la distribución cuenta con Edenor y Emdersa, que agrupa a las distribuidoras regionales Edelar (La Rioja), Edesa (Salta), Edesal (San Luis). Sólo Edenor tiene cerca de 3 millones de clientes. Desde Pampa Energía también controla la Transportadora Gas del Sur (TGS), Petrolera Pampa y Loma la Lata. La Anses, a través del Fondo de Garantía de Sustentabildiad (FGS) tiene porcentajes importantes de las acciones de las empresas del grupo Mindlin. Tiene el 26,8% de Edenor, el 23,23% de Pampa Energía, el 20,96% de Emdersa, el 19,57% de Transener, el 20,96% de Edesa. Pese a sus quejas constantes, transmitidas muchas veces sin firma a través de medios de comunicación, Pampa Holding reporta ganancias en 2007, 2008, 2009, 2013, 2014 y pérdidas en 2010, 2011 y 2012. Lo que sucede algunos años es que en el rubro Distribución, en especial en Edenor, tuvo pérdidas. En 2007, la trasmisión eléctrica (Edenor y otras) le generaron 2.834 millones de pesos de ganancias. Pero, con los años, está área de Pampa Holding fue la que morigeró las ganancias o profundizó, en ciertos años, las pérdidas. En 2015, el último año de gobierno kirchnerista, el holding de Mindlin tuvo ganancias por 3.484 millones de pesos. Edenor, pese a las sistemáticas quejas por aumentar tarifas, aportó 613, el 17,6%. Macri y su ministro de Energía, Juan José Aranguren, le solucionaron el problema con los sucesivos tarifazos. Los balances de Pampa Energía reflejaron el cambio de época. “El ejercicio 2016 trajo sin dudas un hito transformacional para Pampa: la adquisición de Petrobras Argentina, la ex Pérez Companc, compañía insignia del país durante décadas. En casi 12 años de historia de Pampa, no sólo alcanzamos a ser la empresa integrada de electricidad más grande del país, sino también Pampa es ahora la empresa independiente totalmente integrada de energía más grande de Argentina”, dice el balance de la empresa. En lo que va de 2017 Pampa Energía tuvo ventas por más de 30.000 millones de pesos, un 267% más que el mismo período de 2016. De esos, 2.346 millones de pesos