Por: Eugenia Bekeris y Paula Dobertis
El jueves 27 de mayo hubo una audiencia específica y particular en el primer Juicio de Contraofensiva Montonera (aclaramos esto porque en febrero de este año comenzó el juicio conocido como Contraofensiva 2, donde se imputa al ex militar Martín Ocampo por los crímenes perpetrados contra 40 militantes montoneros).
En la sala virtual del Tribunal Oral Federal N° 4 de San Martín se está llegando al final de un juicio que comenzó en abril de 2019 y donde se debate por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 94 víctimas durante los años 1979 y 1980. Los imputados son seis ex integrantes del Ejército: Jorge Norberto Apa (jefe de la División Inteligencia “Subversiva Terrorista”, dependiente la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército Argentino), Roberto Dambrosi (ex jefe de la Compañía de Actividades Psicológicas del Batallón 601 de Inteligencia), Luis Ángel Firpo (ex jefe de la Central Contrainteligencia y jefe de la División Seguridad del Batallón de Inteligencia 601), Jorge Bano y Eduardo Eleuterio Ascheri (integrantes de la Sección Operaciones Especiales de Campo de Mayo) y Marcelo Cinto Courteux (jefe de Actividades Especiales de Inteligencia y Contrainteligencia del Destacamento de Inteligencia 201).
Por el delito de genocidio (por privaciones ilegales de la libertad, desapariciones forzadas, homicidios agravados, tormentos y allanamientos de domicilios) las querellas de sobrevivientes y familiares (a través de los doctores Pablo Llonto y Rafael Flores), la Fiscal Gabriela Sosti y la Subsecretaría de Derechos Humanos de Nación y provincia de Buenos Aires y Abuelas de Plaza de Mayo de manera unificada (representados por el doctor Ciro Annicchiarico) pidieron prisión perpetua en cárcel común para los seis imputados.
El jueves se pudieron observar las dúplicas de los alegatos de las defensas. Hablaron Fernando Vázquez Pereda, Lisandro Sevillano y Hernán Corigliano, defensores de los genocidas acusados (los dos primeros como defensa oficial), contestando a las querellas y la Fiscalía.
Volvieron a sacar a relucir las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en las que se basaron para explicar su pedido de prescripción y falta de dolo “en cumplimiento del deber”. Apelaron a la teoría de los dos demonios e intentaron explicar que sus defendidos merecen un Tribunal Militar que los juzgue. Pidieron “absolución por carencia probatoria y falta de certeza”, “inmediata libertad”, “inaplicabilidad por inconstitucionalidad”.
“Si se lo condenase” – pidió Vázquez Pereda, defensor de Bano, como último recurso- debe hacerse sólo como partícipe secundario y se le debe aplicar la menor pena”.
“Estoy en búsqueda de toda la verdad, no de una parte de ella”, dijo Sevillano, y acto seguido quiso mostrarse comprensivo explicando que durante el juicio “no hice preguntas para no revictimizar a los testigos”.
“Los montoneros de la Contraofensiva no eran población civil, por lo que estaríamos ante crímenes de guerra que deben ser juzgados ante un Tribunal de las Fuerzas Armadas”, dijo Corigliano, antes de cometer un acto fallido que lo dice todo: “dichos fachos” y se corrigió: “dichos fallos”. Terminó pidiendo que su defendido, Apa, debe ser liberado porque está detenido preventivamente desde hace más de dos años sin condena. Sobre la anulación de la Ley del 2 x 1 recordó con un sorprendente error numérico: “unos miles que salieron en una convocatoria popular hicieron que la Corte cambie el fallo entre gallos y medianoche”.
Las audiencias pueden verse por el Canal de YouTube de La Retaguardia: https://www.youtube.com/results?search_query=la+retaguardia