“Edipo en Ezeiza” hace foco en un proyecto de país y el fracaso de la propuesta colectiva. Excelente pieza, escrita y dirigida por Pompeyo Audivert, se presenta en el Teatro Picadero, Pasaje Santos Discépolo 1857.
Por: Liliana Fijtman (para La Tecl@ Eñe)
En su texto sobre teatro “El piedrazo en el espejo”, Pompeyo Audivert, autor y director de “Muñeca”, “Trastorno”, co-autor de “El Farmer”, por nombrar sólo algunas de sus obras, sostiene que: “El teatro debe ser la piedra que rompe el espejo. Primero, hasta romper el espejo, el teatro es la piedra, luego de que lo rompe el teatro vuelve a ser el espejo, la piedra sigue su viaje en dirección al centro del misterio a donde van las fuerzas ciegas, el teatro queda en la superficie rota dando cuenta de los restos de una plenitud refleja y a la vez revelando lo que la sostenía como la naturaleza que estaba oculta, paralizada, tras la lápida reflejo. Al romperse el espejo ya nada queda en su lugar, los fragmentos flotan en distintos niveles…”
Edipo en Ezeiza tiene las características de las obras de Pompeyo: los cruces entre la obra y la historia del país, la dualidad entre realidad y representación, el lugar y la acción del actor/actriz. La pregunta por la verdad, que es en lo que se puede creer. La dualidad incluso consigo mismo, la duda y desconfianza hacia los otros y también al interior de cada ser.
Las obras de Pompeyo suelen ser y esta también lo es, indagaciones. No es complaciente con el espectador, que sale siempre atravesado y tal vez enriquecido con nuevos interrogantes. La fragmentación, la segmentación del discurso que busca descubrir al infiltrado, al traidor disfrazado. Una familia desmembrada, el padre, la madre, el hijo con sus identidades alteradas a partir de un iniciático y terrible picnic en Ezeiza a partir del cual se desmorona todo. Un hecho clave a partir del cual se desarrolla la acción: la vuelta de Perón en el 73 y la masacre de Ezeiza. Así, pone el foco en la tortura, en los interrogatorios, en la forma de actuar y pensar de los grupos de tareas, del robo de bebés. La mentira, el ocultamiento, la duda y la paranoia; la necesidad de esconderse o de cambiar de nombre, de residencia.
Un proyecto de país y el fracaso de la propuesta colectiva.
Con una puesta interesante y el trabajo serio y convincente de Julieta Carrera, Hugo Cardozo y Francisco Bertín, “Edipo en Ezeiza” se presenta en El Picadero el domingo 21 de noviembre a las 18 horas.