junio 2019

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Noam Chomsky: «Trump agita el puño para mantener el poder sobre una población asustada

Fuente:  Donald Roberto Manríquez | Biobiochile Fecha: 9 junio 2019 Chomsky insiste en la necesidad de hacer “esfuerzos destinados a la educación, a la organización, y realizando acciones organizadas de resistencia”, y anuncia su voto a cualquier candidato demócrata que confronte a Donald Trump el próximo año, pese a ser una figura visible del anarquismo por más de medio siglo, el intelectual estima que es preciso detener lo que supone es un serio riesgo para la sobrevivencia humana sustentable. Al igual que en la última elección, votaría por cualquier candidato Demócrata que se presente para bloquear a Trump. Creo que esa debería haber sido y debiera ser la estrategia de la izquierda y en realidad de cualquiera que se preocupe por el mundo hoy. R.M.: Algunos analistas han señalado que Trump utiliza amenazas apocalípticas como por ejemplo con Irán, como un método de negociación, pero que es solo una estrategia, ¿hacemos bien en no tomarlo tan en serio? No creo que Trump tenga interés en alguna negociación, a menos que sea para una capitulación. Crear una amenaza y agitar el puño para proteger a la población de la amenaza inventada es un medio clásico para mantener el poder doméstico de una población asustada, y para él es una necesidad, ya que sus políticas reales causan un daño grave a una gran parte de su propia base de votantes, los que no son muy ricos. Y también sirve para socavar a Irán, obligando al país a desviar recursos escasos para defenderse contra un estado deshonesto. R.M.: En el caso de Irán y Rusia da la impresión de que, dada esta forma de Trump para ejercer el poder, la posibilidad de un error de apreciación o un hecho que se interprete como un desafío pueda desatar una tragedia irreversible. Puede muy bien desencadenarse una tragedia sin retorno. Es muy arriesgado, porque es cierto que algún accidente podría desencadenar una conflagración. Se discute, pero me temo que no lo suficiente. R.M.: Ahora bien esta mirada incrédula también parece extenderse al Cambio Climático. ¿Por qué parece tomarse tan en serio el tema Medioambiental? Es en parte el resultado del “negacionismo” patrocinado por corporaciones de combustibles fósiles y por algunas organizaciones políticas, en particular por el Partido Republicano en los Estados Unidos. En parte es escepticismo sobre la ciencia y su trabajo por parte de un sector de la población. En parte, también, es la dificultad que tienen las personas de contemplar algo que no les resulta muy evidente. Es, además, la falta de voluntad para creer en algunos casos. En cualquier forma los efectos son palpables, de no hacer una diferencia será irreversible. R.M.: En Brasil, Bolsonaro, un émulo de Trump, dijo el mes pasado que la propiedad privada es sagrada y que exoneraría a los terratenientes que disparan a quienes tratan de ocupar sus tierras. Ciertamente habló de los actuales propietarios. ¿Cómo estos personajes acceden al poder? Bolsonaro es un desastre. Pero lo primero que hay que decir es que era bastante probable que Lula hubiera ganado las elecciones el otoño pasado y que dada esa “amenaza”, fue silenciado: enviado a prisión por cargos que son dudosos en el mejor de los casos, y según los estándares de sus acusadores, inexistentes. Fue sentenciado a un confinamiento en solitario y, de manera crucial, se le prohibió hacer declaraciones públicas para que no fuera una voz en la elección. A esto le siguió una extraordinaria campaña de difamación y esta fue distribuida masiva y directamente en las redes sociales que son la fuente de “información” para muchos brasileños. Esta fue la última etapa de un “golpe suave” que comenzó poco después de que Lula dejara el cargo, con dos administraciones muy exitosas, descritas por el Banco Mundial como la “década dorada” de Brasil, liderando un período único en la historia de Brasil en el que hubo un enorme progreso en la reducción de la pobreza y la inclusión social, con nuevas oportunidades para los oprimidos. R.M.: Hay muchos autores que sostiene que en realidad exageramos y que la especie humana está en riesgo de extinción pero debido al avance de la inteligencia artificial. ¿No suena esto un poco optimista? Estoy de acuerdo, pero preferiría “exagerado” a “optimista”. Sobre el riesgo, depende de la naturaleza de la sociedad. Por el momento, no hay una influencia detectable de la Inteligencia Artificial en la pérdida de empleos más allá de la norma. Si lo hubiera, habría un aumento en el crecimiento de la productividad, que sigue siendo bajo. Pero tarde o temprano habrá. En una sociedad decente, eso sería una gran noticia. La gente sería liberada del trabajo peligroso y aburrido a un trabajo más satisfactorio y creativo, – ¡Dios nos libre! – para su mayor placer, algo muy necesario, especialmente para los estadounidenses, que trabajan aproximadamente un mes al año más que los europeos sin ningún beneficio aparente. R.M.: Parte de la desesperación actual parece residir en el hecho de que los gobiernos reformistas no parecen atractivos porque parecen tener límites en el llamado “comercio mundial” o empresas o países poderosos que parecen dictar patrones de comportamiento económico y social ambiental. ¿Cómo deshacerse de esta amenaza en su opinión? Con los únicos medios que han funcionado en el pasado: esfuerzos destinados a la educación, a la organización, y realizando acciones organizadas de resistencia donde sea apropiado, como han existido muchos ejemplos exitosos en el pasado. Nunca ha habido ninguna fórmula mágica.

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Gracias a McDonald’s por recordarle a Israel que hay una línea verde, e incluso una línea roja

Fuente: Gideon Levy | Haaretz Fecha: 7-06-2019 McDonald’s presenta: una hamburguesa modelo. No aparece en el menú y la compañía oscurece sus ingredientes, pero claramente el elemento estrella es un boicot a los asentamientos. No hay Big Macs en Ariel y no habrá McRoyales en Efrat. La derecha ahora exige que se impida a esta empresa traidora abrir una sucursal en el aeropuerto Ben-Gurion. Un grupo llamado Foro de Veteranos Discapacitados para la Seguridad de Israel publicó señales de advertencia esta semana en la entrada de los restaurantes de la compañía en Tel Aviv, siguiendo el modelo de las señales de advertencia que indican a los israelíes que no deben ingresar a la Autoridad Palestina. Califica al boicot de McDonald’s de los asentamientos como «una decisión vergonzosa» y está instando a un boicot a la compañía. Eso es lo que le sucede a una hamburguesa que busca elevar su cabeza y hacer más que solo vender una porción extra grande, que elige prestar atención a su conciencia y no solo ser una hamburguesa. McDonald’s es un socio principal en los delitos de la industria de la carne y el holocausto de los animales. Es un símbolo de la globalización y el capitalismo. Sus productos son perjudiciales para la salud de las personas y el medio ambiente, y no permite que sus trabajadores se sindicalicen. Sin embargo, ahora debemos aplaudir su política, que se remonta a 2013, cuando su franquiciado israelí, Omri Padan, se opuso a abrir una sucursal en Ariel. Por lo tanto, la gente de moral debe cruzar con desprecio las señales de advertencia de que la derecha ha colocado en las sucursales de la cadena y comprar demostrativamente una ensalada verde con chizitos como un acto de apoyo al coraje y la determinación de la compañía. No debe sufrir porque dio un paso que muy pocas compañías están dispuestas a dar, pero que todas las compañías deberían haber tomado hace mucho tiempo. La explicación oficial de la compañía puede parecer evasiva, pero va al meollo del asunto: Alonyal [la compañía franquiciada] nunca tuvo una licencia para abrir sucursales en Cisjordania». Boom. Hay una línea verde. Incluso hay una línea roja. Es cierto que esta separación es artificial y ya lleva mucho tiempo muerta. Es ridículo boicotear el asentamiento de Itamar pero no a Tel Aviv, que lo financia, lo protege y legaliza sus delitos. Sin embargo, McDonald’s ha emitido una declaración contundente: Cisjordania y Gaza no están aquí. Ha dicho que sí a Israel, no a la ocupación, que cuenta con más de 1,000 carteles de protesta en cada manifestación*. El franquiciado nunca tuvo una licencia en un terreno en el que Israel tampoco tuvo una licencia. Thomas Friedman escribió una vez que nunca habrá una guerra entre dos países que tengan sucursales de McDonald’s, una tesis que fue destruida por la Segunda Guerra de Líbano en 2006. Pero esta compañía ahora está rompiendo fronteras y, sobre todo, estableciendo fronteras. Los fabricantes de hamburguesas no son líderes morales. McDonald’s simplemente dijo lo que debería haber sido evidente para todas las empresas comerciales: el franquiciado en Israel no es necesariamente el franquiciado en las colonias de la ocupación. Muchas empresas israelíes e internacionales deberían seguir sus pasos. Del mismo modo que toda empresa que respeta la ley tiene la obligación de no traficar con propiedades robadas, tampoco debe operar en tierras robadas. Las compañías decentes no operan en áreas criminales. No invierten, no compran, no alquilan y no venden. Es peligroso allí, e ilegal. Y no hay otra manera de definir los territorios ocupados y los asentamientos construidos allí en violación del derecho internacional, excepto como zonas de delincuencia. ¿Puede una empresa respetuosa de la ley establecer un negocio legítimo en Ofra, un asentamiento en el que más de la mitad de las casas están construidas en terrenos privados que fueron robados por la fuerza a sus propietarios legales? Esto no tiene ninguna conexión con la ideología, ni siquiera con la moral, sino solo con el funcionamiento de la ley. La triste experiencia muestra que al final, los grupos de presión judíos e israelíes obtendrán una victoria. Forzaron a Airbnb* a capitular, y también pueden derrotar a McDonald’s. Pero hasta que el McDonald’s Drive-Thru abra en Ma’aleh Mikhmash, y esperamos que nunca lo haga, podemos sugerir que los colonos coman en McDonald’s dentro de Israel, o establecer una cadena de comida rápida alternativa: McDavid. En la década de 1980, cuando McDonald’s aún no había venido a Israel, una cadena con ese nombre operaba aquí. Fue demandado por la compañía estadounidense por la engañosa similitud de su nombre. La comida sabía horrible, y la cadena se cerró, dejando la ruina detrás de sí, y una sola sucursal. Notas de traductor * Se refiere a las manifestaciones semanales de los palestinos en la frontera de Gaza ** Empresa que posee una plataforma de software dedicada a la oferta de alojamientos a particulares y turísticos. Traducción: Dardo Esterovich

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El “nestorismo” y sus límites

Fuente: Claudio Scaletta | Suplemento Cash – Pag./12 Fecha: 3 de junio de 2019 La unción a la candidatura presidencial de quien fuera jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, pero también de quien se alejó del “matrimonio presidencial” a partir de 2008 revivió, en pleno auge de la unidad, la evocación de una figura de tiempos de rupturas: el “nestorismo”, es decir, la exaltación del primero de los tres gobiernos kirchneristas como una etapa idílica del ciclo en la que se construyó la gobernabilidad a través de la “concertación plural”, la baja conflictividad social, el tipo de cambio “competitivo y estable” y, sobre todo, los legendarios “superávits gemelos”, es decir, fiscal y de cuenta corriente. Luego, prosigue el relato, llegó Cristina y rompió el encantamiento, sea por las nuevas decisiones de política económica o, dependiendo del prisma, por la “acumulación de desequilibrios” durante la primera etapa. No es el objetivo de estas líneas ocuparse de la política económica comparada de los gobiernos kirchneristas. Quien desee ampliar puede recurrir a uno de los referentes económicos de Alberto Fernández, Matías Kulfas, quien abordó exhaustivamente la cuestión en su libro Los tres kirchnerismos, de lectura recomendada. El objetivo aquí es mucho más modesto: afirmar que el “nestorismo” fue una creación ideológica de la oposición política de entonces, tanto para denostar a los gobiernos de CFK, como para exaltar como virtuosos en sí mismos resultados económicos transitorios, como determinado nivel de tipo de cambio y los superávits interno y externo. Desde una perspectiva estrictamente económica, el nestorismo entraña además un error conceptual, pues desconoce el objeto principal de la política económica, que es el “ciclo económico”. Si el objeto es el ciclo, el objetivo es la conducción del ciclo. El ciclo económico 2003-2015, período que incluye una de las décadas de mayor crecimiento de la historia económica local, puede caracterizarse como una etapa de “crecimiento conducido por la demanda”. La convertibilidad de Menem-De la Rúa dependía de la entrada de capitales. Cuando esta entrada se cortó, ya no fue posible sostener el nivel del tipo de cambio. Frente a la megadevaluación resultante, que no fue una decisión política sino el resultado del estallido, el gobierno interino de Eduardo Duhalde tomo dos medidas estructurales, un poco por voluntad y otro por la fuerza de las circunstancias: establecer derechos de exportación y pesificar las tarifas de los servicios públicos. Ya con Néstor Kirchner se tomaron otras dos decisiones adicionales centrales, comenzar a recuperar salarios, vía sumas fijas primero y aumento del salario mínimo después, y el desendeudamiento. Nótese de paso que estas cuatro medidas fueron las estructuralmente revertidas por la administración de Cambiemos. Con más dinero en el bolsillo de los consumidores comenzó a recuperarse la demanda y la producción. El sueño de muchos economistas que asesoraron en la primera etapa, como Roberto Frenkel, era que se congele aquel nivel de tipo de cambio de salida de la crisis, de manera tal que su presunto carácter “competitivo” sea también “estable”. La utopía significaba congelar la foto de la distribución del ingreso de aquel momento, altamente desfavorable para los trabajadores. Los buenos precios de las productos que Argentina exportaba más el alivio de pagos derivado del default posibilitaron un excedente externo y la acumulación de reservas. Tener superávit externo significa tener la libertad de decidir el nivel del tipo de cambio. Así, mientras el PIB crecía, se pudo mantener estable uno de los principales precios básicos de la economía, el dólar, lo que significó a la vez una relativa estabilidad de precios. Al mismo tiempo, el Estado recaudaba vía los derechos de exportación, apropiándose de una parte de los beneficios de la devaluación, a la vez que el erario se beneficiaba también de la expansión económica, ya que el nivel de recaudación resulta siempre procíclico: sobrerreacciona tanto a las expansiones como a las recesiones. Es por eso que los superávits suelen coincidir con las expansiones y los déficits con las recesiones. Los superávits en recesión, en cambio, antes que indicar “finanzas sanas”, expresan la destrucción de las funciones del Estado. Lo que ocurrió durante el primer gobierno kirchenerista no fue una etapa dorada, sino la primera fase de un ciclo de expansión, lo que ocurre cuando partiendo de una situación recesiva se toma la decisión política de poner en marcha la demanda, tanto por la vía del Gasto como del Consumo. Por entonces, la expansión generada fue acompañada por los buenos precios internacionales y el alivio de los pagos externos, es decir, la economía tuvo una ventana de dólares más larga para financiar el crecimiento que la que hubiese tenido con peores precios internacionales. Pero el inicio del ciclo no queda congelado, continúa. La disminución del desempleo y el crecimiento ponen en marcha la puja distributiva, disputa que le mete presión a los precios. En la primera etapa del ciclo kirchnerista, entonces, la inflación fue el resultado de la mejora de los salarios. A su vez, la suba de los precios internos se fue comiendo el diferencial de la “la competitividad cambiaria”, cuya paridad se mantuvo estable gracias al ingreso de divisas, posibilitando la estabilidad macro. De lo expuesto surge que cuando el tipo de cambio es competitivo no es estable, salvo que se congele la distribución del ingreso y la recesión. Es de estas correlaciones de dónde surge la idea de “pacto social” como herramienta para la convergencia hacia una menor inflación. El crecimiento de la primera fase del ciclo comenzó a frenarse por tres razones. La crisis internacional 2008-2009, que se tradujo en el inicio de la caída de los precios de exportación, la vuelta a los pagos de deuda a partir de la reestructuración de 2005 y, fundamentalmente, al crecimiento del PIB, que en su evolución contrae el saldo de la cuenta corriente del balance de pagos. No fue lo único que pasó. También la rápida expansión contribuyó a un aumento de la demanda de energía más rápido que la expansión de la oferta interna. Como no se contó con un plan de

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La política en deconstrucción

Fuente: Bernarda Llorente* | Perfil Fecha: 3 de junio de 2019 El cambio de táctica derrumbó estrategias. El anuncio de la fórmula Fernández-Fernández, en la que el orden sí altera el mensaje, perforó un escenario electoral que, en su armado, no debía deparar demasiadas sorpresas. A tan solo dos semanas de una noticia que generó todo tipo de debates y emociones –salvo indiferencia– la dinámica que imprimió la coalición que encarna el PJ desbarató un tablero político al que le cuesta reordenarse. Se invirtieron los términos. A medida que la oposición se fortalece, el oficialismo exhibe fisuras en sus fachadas y en sus cimientos. El “cheque en blanco” con el que el Frente Renovador respaldó a su líder en la construcción de “una nueva mayoría” fue otro sinsabor para un gobierno ni siquiera preocupado por su propia incompetencia.  Sergio Massa se muestra dispuesto a acercarse a una coalición encarnada en el PJ que requiere ampliar sus propios márgenes. No quiere por omisión contribuir al triunfo de Macri y tampoco perder protagonismo en un momento bisagra. Desde el 2013 a esta parte, el FR pierde por goteo bases y dirigencia. La ancha avenida del medio erró en la lectura de la coyuntura política, transformándose en una callejuela sin salida para legisladores e intendentes que aspiran a conservar su poder y continuar como referentes. Tal vez Massa coqueteó en demasía, jugando al límite. La política tiene tiempos precisos y el valor del intercambio es tan volátil como medible. Hoy añade otro desafío: sumarse tardíamente a una coalición en marcha y no ser fagocitado en el intento.   El peronismo, un movimiento imprevisible para muchos, incomprensible para otros e “incorregible” según Borges, es el “Ave Fénix” de un país que insiste en destruir aquello que construye. Su unidad se anticipó a un calendario electoral aletargado por los cabildeos de la “dirigencia”, pero acelerado por el reclamo y las necesidades de la gente. La convergencia fue impulsada de abajo hacia arriba y desde la periferia hacia el centro. Las nueve lecciones provinciales marcaron la brújula. Hoy la reafirmará San Juan, Misiones y Cambiemos festejará en Corrientes. Alternativa Federal parece desvanecerse. Las fotos con el Presidente de Schiaretti y Urtubey la desdibuja como una opción seductora para un electorado desilusionado y en crisis. Junto a Pichetto, son parecidos al “original” o más de lo mismo. Tal vez Lavagna, el economista que avanza y retrocede en chancletas con medias junto a los socialistas y al GEN, podría arrebatarle algunos votos al macrismo. El riesgo para ambas fuerzas es que el binomio Fernández se consagre en primera vuelta.  Las estocadas que sufrió el PRO en la última semana no logran modificar el registro. Difícil entender una campaña oficial que se “regodea” en sus fracasos y tropiezos. “Macri decepcionó”, afirmó con desparpajo y distancia escénica Duran Barba, su principal asesor de imagen y uno de los artífices de un marketing que creyó refundar el lenguaje político. Los espadachines del Presidente –desde el “sincericidio” mediático– repiten un discurso con “loas al sacrificio” y al “sufrimiento”… de los otros. La épica de “una pobreza digna”, o de la “inteligencia emocional” como la denomina Dietrich, son parte del cinismo de un gobierno que se creyó capaz de ocultar la crisis y manejar los hilos del humor social, las convicciones, el “alma”.  El Gobierno está dispuesto a todo y aún tiene poder y recursos. Poco importa que el “hit del verano” se replique hasta en la Convención de la UCR, que acompañe discursos encendidos, que sus referentes digan que “Macri es un fracaso”. La lapicera presidencial condiciona a un radicalismo más preocupado en conservar sus “puestos” en las líneas burocráticas que en defender ideales y principios. El “pragmatismo” primará: cederá la vicepresidencia, hará algunas concesiones menores y reeditará un “populismo de campaña” con los dólares del Fondo que engrosan la deuda. Hay procesos que cuando se desatan parecen irrefrenables. Macri no reacciona aunque parezca ya un poco tarde.     Es el momento de hacer justicia, no de imponer ideologías por la fuerza y la violencia. *Politóloga, experta en medios

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Hay cosas mucho peores que Netanyahu, por ejemplo, Lieberman

Fuente: Gideon Levy | Haaretz    Fecha: 29 may 2019 El odio primigenio hacia Benjamin Netanyahu ciega incluso los ojos de los sabios. De repente, Avigdor Lieberman se ha convertido en la esperanza del público secular liberal. La mitad de Israel odia a Netanyahu como Israel nunca ha odiado a ningún primer ministro antes, y Lieberman es el salvador. Este odio patológico hacia Netanyahu se debe principalmente a su estilo de vida y sus esfuerzos imbéciles para escapar de la justicia, no de sus políticas o posiciones. La lujuria de verlo derrocado, drogado en la plaza de la ciudad y encarcelado por toda la eternidad hace mucho que dejó de ser racional. Es irracional hasta el punto de ocultar el hecho de que podría haber cosas mucho peores que Netanyahu, por ejemplo, Lieberman. El cañón sagrado de la centro izquierda está disparando a Netanyahu, y sus artilleros han olvidado quién es Lieberman. Perdonaremos y olvidaremos todo a Lieberman si solo derribara a Netanyahu por nosotros. Los testigos de carácter a su favor incluso han emergido de entre el público ilustrado: pragmático, fuerte, sabio, serio; consecuente con su palabra; espera y verás. Estas evaluaciones son ridículas y peligrosas. Lieberman nunca las mereció y nunca las merecerá. Es uno de los matones más feos y repulsivos de la política, y bien puede hacernos extrañar a Netanyahu. Lieberman ahora está montado en los dos odios más ardientes del público liberal: hacia Netanyahu y hacia los ultraortodoxos. Ha torturado a Netanyahu para su propia diversión, y el público liberal aplaudió. La crisis de los últimos días fue creada por Lieberman, no por Netanyahu. Lieberman optó por convertir en una cuestión emblemática la ley de conscripción militar, una de las cuestiones más marginales de la agenda, que se basa enteramente en el odio del público secular a los ultraortodoxos. No importa en lo más mínimo si los ultraortodoxos están obligados o no. El ejército no los necesita. El reclutamiento en un ejército que hace lo que hace el nuestro no es un «valor moral». Y, en cualquier caso, no hay igualdad en la carga del servicio. Aproximadamente la mitad de todos los israelíes no están reclutados en el ejército, y eso es un desastre minúsculo. Pero para aquellos que odian a los ultraortodoxos, Lieberman es el héroe de la hora. Se vengará de esas sanguijuelas de negro. Ese es el tema más importante con el que el país tiene que lidiar en este momento. Los casos criminales contra Netanyahu son blancos como la nieve en comparación con los casos anteriores contra Lieberman, que sin embargo, llegaron a la nada, en circunstancias bastante impactantes. El partido de Lieberman, Yisrael Beiteinu, seguramente está plagado de mucha más podredumbre que el Likud de Netanyahu, y también es menos democrático. Las declaraciones de Lieberman muestran que él es más racista y nacionalista que Netanyahu. Pero para aquellos que quieren la cabeza de Netanyahu, este no es el momento para una evaluación racional de las posiciones políticas. A diferencia de Netanyahu, Lieberman es un criminal que fue condenado por agresión a un muchacho. Junto al cinismo de Lieberman, Netanyahu es un romántico. Junto a la arrogancia de Lieberman, Netanyahu es modesto. Junto a la embestida de Lieberman, Netanyahu es la Madre Teresa. Al lado de las opiniones de Lieberman, Netanyahu es un activista de Breaking the Silence (Rompiendo el Silencio). Junto a la despreciable incitación de Lieberman contra los miembros árabes de la Knesset, Netanyahu es un fanático de Ahmad Tibi. Y no lo olvide, Lieberman es un colono de Nokdim, mientras que Netanyahu nunca soñó con ser un colono. Pero a Lieberman se le perdona todo, si solo derribara a Netanyahu por nosotros y traiga la salvación a su pueblo. Solo imagine a Lieberman en lugar de Netanyahu. Incluso este escenario de pesadilla se ha planteado en los últimos días. Por supuesto, como ministro de defensa, afortunadamente fue un cero, como lo fue en todos sus cargos ministeriales. Pero sería suficiente para él llevar a cabo incluso una fracción de sus amenazas para que la parte del público que ahora busca la caída de ese demonio de Netanyahu, reclame su regreso. Recuerde, Lieberman inicialmente apoyó la «transferencia» de los palestinos, y luego la reemplazó con intercambios forzados de tierras, para asegurar una mayoría en Israel para el pueblo elegido. Soñó con juramentos de lealtad como condición para la ciudadanía. Se opuso a la retirada de la Franja de Gaza. Ha amenazado con bombardear la presa de Aswan en Egipto y asesinar al líder de Hamas, Ismail Haniyeh. Es un fanático de la pena de muerte para los terroristas. Comparó la organización contra la ocupación Yesh Gvul con los kapos en los campos de concentración nazis. Ha culpado a la izquierda por todo lo fallido de Israel y por todos sus problemas. Su vida siempre es «el paraíso». Pero la nuestra lo será mucho menos si, Dios no lo quiera, él emerge más fuerte de la crisis que creó, todo sobre una “cuestión de principios”, por supuesto. Traducción: Dardo Esterovich

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Tiempo de descuento

Fuente: Carlos Heller* | Página/12 Fecha: 2 de junio de 2019 La política ha cambiado de velocidad. El anuncio de la fórmula presidencial integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner ha impactado y generado una fuerte onda expansiva sobre la totalidad del sistema político. Por un lado, la principal fuerza opositora ha acelerado el despliegue de un proceso de Unidad amplio y plural, dialogando con diversos sectores y definiendo sus candidaturas más importantes. Por el otro, Cambiemos atraviesa una etapa de incertidumbre, con dudas sobre su candidato presidencial, críticas severas de su principal socio en la coalición de gobierno y un presente de crisis social y económica aguda. El tercer sector con potencial electoral –Alternativa Federal– está en una fase aún más incipiente: no se sabe, entre otras cosas, cuáles serán sus integrantes definitivos. Se trata de un espacio líquido y con fronteras móviles. Roberto Lavagna, uno de sus protagonistas, parece haberse alejado definitivamente. Sergio Massa, uno de sus fundadores, ha sido facultado por el congreso del Frente Renovador a que negocie la constitución de un frente opositor, lo cual aumenta la incertidumbre acerca de si permanecerá o no en la organización. Los contornos, alcances y liderazgos de Alternativa Federal cambian todo el tiempo al ritmo de los rumores y trascendidos políticos y periodísticos. El espacio sufre un movimiento permanente en direcciones opuestas: un día parecen fuertes opositores pero al siguiente algunos de sus miembros se reúnen con el gobierno o lanzan hacia él discursos conciliatorios. Lejos de superar la “grieta”, parecen desplazarse entre sus bordes. Su identidad tiene el suspenso de lo que cambia todo el tiempo. Por el contrario, el frente opositor se ha estructurado en torno a una frontera nítida: la oposición a Macri y lo que Macri representa. La coalición resultante es la de todos y todas los que aceptan ese límite. Por supuesto, esa confluencia amplia y diversa está sometida a una ley general: a mayor amplitud de la coalición probablemente menor profundidad en su programa y viceversa. Para resolver esa situación, es necesario trabajar, en simultáneo, en dos planos. Por un lado, ampliando la Unidad para ganar. Por el otro, definiendo un programa para saber qué hacer cuando se gane. La táctica consiste en dar permanentes pasos en esa dirección: trabajar para ganar y ganar para avanzar en una serie de políticas transformadoras. Si tenemos el mejor programa pero perdemos la elección, las políticas que podremos aplicar serán iguales a cero. Si ganamos la elección y no tenemos claro que políticas implementar, el riesgo será defraudar a los votantes que buscan un cambio nítido del rumbo actual. Por eso es que hablamos de un equilibrio entre amplitud y profundidad. En este sentido, otro avance significativo en la consolidación de la confluencia opositora ha sido la nominación de Axel Kicillof y Verónica Magario como candidatos a gobernador y vicegobernadora para la provincia de Buenos Aires. A la definición del binomio presidencial le siguió rápidamente la definición de la fórmula para el principal distrito del país. Se trata de una dupla elegida por su fuerte experiencia y capacidad de gestión. La fórmula fue anunciada por los intendentes de la provincia, despejando, de este modo, las supuestas suspicacias o contradicciones entre el ex ministro de Economía y los jefes comunales que no fueron elegidos para integrar el tándem ejecutivo. Por eso, esta fórmula sintetiza un buen acuerdo. Tiene, además, la capacidad de encolumnar a todos los sectores tras la batalla decisiva por la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Esta mayor velocidad de la política que disparó el anuncio de la fórmula presidencial integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner se produce en un contexto de profundización de la crisis económica y social. El paro de este último miércoles fue contundente. Mostró un estado de ánimo crítico de la mayoría de los argentinos y argentinas. No fue sólo un paro de los trabajadores y trabajadoras. Esta vez fue acompañado por otros sectores sociales: organizaciones de pequeños y medianos empresarios, de comerciantes, de las economías regionales, entre otros. Es lógico: a la mayoría de los argentinos y argentinas le ha empeorado su situación social y económica. Ya sea porque se importa lo que fabricaba,porque no vende lo que fabrica, porque no comercializa lo que tiene para comercializar, porque perdió su empleo o porque no le alcanza lo que gana. Los datos no dejan lugar a dudas. Las ventas en términos constantes, de acuerdo con información del INDEC, cayeron un 14,5 por ciento en los supermercados y un 16,6 por ciento en los shoppings en marzo de este año con relación al mismo mes de 2018. La producción industrial, según el índice que elabora la consultora del economista Orlando Ferreres, se redujo 6,3 por ciento interanual en abril, registrando su decimocuarta baja consecutiva desde febrero de 2018. Según el mencionado índice, la retracción de la industria alcanzó al 8,8 por ciento en el primer cuatrimestre de este año. La construcción cayó en marzo 12,3 por ciento interanual y acumula en el primer trimestre de 2019 una baja de 11,3 por ciento, según el Indec. De acuerdo con la información brindada por el Colegio de Escribanos, la caída de ventas de inmuebles en la ciudad de Buenos Aires fue del 53,3 por ciento en el primer cuatrimestre de este año, comparado con el mismo periodo del año pasado, a pesar de que hubo un pequeño repunte de 1,3 por ciento en abril con relación a marzo de este año. Estos son sólo algunos de los datos de la crisis. Hay muchos más. En esta realidad, el relato según el cual la Argentina era un país que estaba aislado y que sólo debía abrirse al mundo para que cayera sobre él la famosa lluvia de inversiones, hoy resulta totalmente insostenible. La velocidad de la política acompaña la velocidad de la crisis. En este escenario vertiginoso, un discurso sigue cayendo y otro debe sustituirlo. Una vez más, el relato neoliberal alcanza rápido sus propios límites. La alegría que

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Netanyahu en su hora más difícil

Fuente: Jorge Kreyness | Tiempo Argentino Fecha: 2 de junio 2019 Hay distintos factores por los que Benjamin Netanyahu no pudo formar gobierno y debió inducir a que el Parlamento (Knesset) votara su propia disolución y convocara a nuevas elecciones en septiembre. Si bien el disparador fue el fracaso de la votación del servicio militar de los estudiantes religiosos, lo que se trata es que, en realidad, Israel padece una crisis de conducción política, no sólo en relación frente a los palestinos, sino especialmente frente a sus alianzas en el plano internacional. Por un lado, se está teniendo muchas expectativas que Israel se vería muy beneficiado ante el Brexit británico pero, por otra parte y, esto es muy importante, el jueves pasado llegó a Israel el representante de Donald Trump, que no es otro que su propio yerno, Jared Kushner. El emisario arribó desde Marruecos (donde comenzó su raid), con un plan económico que tiene como pretensión modificar el eje histórico del debate sobre el conflicto israelí palestino. Kushner dice tener una solución económica favorable para todas las partes y en esa dirección gestiona una reunión en la tercera semana de junio en Baréin, que podría ser clave. Su gira tiene que ver con que la mayor cantidad de países participen de ese cónclave. Lo que produjo este episodio es que seguramente saltaron serias diferencias entre distintos sectores de la economía israelí, porque, concretamente, a esta altura hay grupos importantes que no confían en que Netanyahu sea la persona indicada para conducir esta negociación, dada su íntima relación con el presidente estadounidense Donald Trump. Además que fue señalado por un fiscal por varios delitos en tres casos distintos, mientras la comunidad internacional le exige cada vez con mayor elocuencia que cesen los ataques contra los palestinos. Las acusaciones en su contra y contra su esposa son muy fuertes, hay una pérdida de confianza y los grupos de poder, la propia población israelí y otros sectores de medio oriente, parecen estar prefiriendo otro jefe de gobierno que pudiera tener mayor confiabilidad a la hora de encarar las nuevos proposiciones norteamericanas con la pretensión de resolver el conflicto histórico con Palestina. Porque hay otro dato clave: ese proyecto ya fue rechazado de plano por la Autoridad Palestina. Durante los próximos días se definirán claramente las distintas posiciones de las fuerzas de la derecha israelí. Es entre ellas que se dirimen estas cosas y seguramente se van a unir para evitar que el presidente le deba pedir la formación de gobierno a los sectores de la llamada centroizquierda y los laboristas. Pero, de todas maneras, la situación se le pone difícil Netanyahu y por eso se busca una alternativa. Es un jefe de Estado más débil que el que conocimos hace tiempo atrás. Y muchos piensan que tal vez otra persona que pueda conducir esta nueva fase de la realidad del país, con la novedad de la llegada del proyecto económico para la región, que trae EE UU que, por supuesto, pretende beneficiar aún más sus propios intereses y de una parte del establishment israelí.

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Juez y Parte

Fuente: Graciana Peñafort | El cohete a la luna Fecha: 1º de junio 2019 El 29 de mayo de 2019 hubo un fenomenal paro general. El fin de la larguísima siesta de la CGT durante la presidencia de Mauricio Macri. Al margen de dicho paro, también se celebró el Día del Ejército Argentino. En oportunidad de esa celebración, los argentinos tuvimos la posibilidad de ver al fiscal Carlos Stornelli, aún rebelde, como invitado de honor, riendo y departiendo amablemente con el mismísimo Presidente de la Nación. Cerca de ellos, menos sonriente pero sabiendo lo que significaba esa foto, estaba ni más ni menos que Mario Montoto, uno de los empresarios más importantes del país. Esa mañana había tres abogados en Comodoro Py, y desafortunadamente yo era uno de esos tres abogados, razón por lo cual no vi el acto en vivo, sino que me enteré varias horas después cuando leí y sobre todo, vi la foto en el portal del Destape. [1] Y me quedé pensando frente a esa foto. Porque en política las fotos nunca son casuales. Están las fotos accidentales que nadie quiere sacarse, las emotivas y las fotos deliberadas. Las que se buscan con empeño de trasmitir algo que no se puede decir en palabras, pero que es necesario decir de todas formas. Y entonces aparece la foto que lo enuncia. Me preguntaba qué quería decir la foto que se habían sacado Montoto, Stornelli y Macri. ¿Por qué esa foto? Lo de Macri era sencillo: en tanto Presidente que aún es, resulta ser el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, conforme lo dice la Constitución Nacional. Era bastante lógico que estuviese en esa foto. Mario Montoto es un empresario y ex militante del peronismo, que tiene múltiples –e impensados— contactos políticos. Una de sus actividades más destacadas refiere al rubro de seguridad, vigilancia y armamentos. Business are business. Su presencia allí también era bastante lógica. ¿Pero cuál era la lógica de la presencia de Stornelli en ese acto y en esa posición privilegiada para la foto? Stornelli es un fiscal que está en rebeldía desde hace más de dos meses. Es decir que no se ha presentado a dar las explicaciones que le exige el Poder Judicial. ¿Y sobre qué debe dar explicaciones? Carlos Stornelli está imputado, junto con muchos otros funcionarios, de formar parte o tributario de una fenomenal organización paraestatal de inteligencia ilegal. En esa presunta organización se ha señalado la participación de legisladores nacionales, funcionarios judiciales tales como el propio fiscal Stornelli y Juan Ignacio Bidone, funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional tales como la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el Ministro de Justicia German Garavano, los jefes de la Agencia Federal de Inteligencia Gustavo Arribas y Silvia Majdalani y una lista hoy difícilmente cerrada de partícipes de la organización. Incluyendo operadores, periodistas y espías que tocan timbre y público en general. Al parecer, las actividades de la organización —a la que me muero de ganas de llamar Kaos, como en El superagente 86—, son múltiples y van desde un capítulo bastante importante de “armado de causas judiciales” con un especial énfasis en armar causas contra personas señaladas por su pertenencia ideológica al anterior gobierno. Los subcapítulos de esta sección incluyen “arrepentimientos guionados”, “puesta en emergencia de personas para que declaren”, etc. También tienen en Kaos un capítulo de “recaudación por medios espurios”. Y otro de operaciones políticas contra opositores. Hasta un curiosísimo capítulo de “asistencia al cónyuge celoso”. Por lo que se va conociendo, Kaos es una multidisciplinaria organización, de evidente y atractiva capacidad de diseñar e implementar estrategias complejas. Una oferta irresistiblemente atractiva de servicios múltiples. El único defecto que tiene Kaos es que es ilegal. Por completo ilegal. Formar parte de ella es delito. Requerir sus servicios también es delito. Carlos Stornelli está acusado de pertenecer o bien por utilizar los servicios de Kaos. Cuestión compleja, porque en principio dice la Constitución que el Ministerio Publico Fiscal debe promover la actuación de la Justicia en defensa de la legalidad de los intereses generales de la sociedad en coordinación con las demás autoridades de la República… pero a decir verdad, Stornelli parece haber actuado más en coordinación con otras autoridades de la República que en resguardo de la actuación de la Justicia y la legalidad de los actos. Por esas conductas, hace más de dos meses Stornelli debió haber dado explicaciones ante el juez Alejo Ramos Padilla, que es quien investiga a Kaos. Pero Stornelli, utilizando la inmunidad que le da ser fiscal, decidió no concurrir ante Ramos Padilla. Y ha sido declarado “rebelde”, y se ha solicitado su juicio político. Curiosa compañía eligieron Montoto y Macri para que los acompañe en esa foto. Un fiscal que está en flagrante violación a la ley que ese mismo fiscal debe hacer cumplir. Pero todo lo que dije hasta acá no explica la foto. Que Stornelli es Boca como es Boca el Presidente, no hubiese requerido el Día del Ejército para la foto. Ni lo hubiese requerido a Montoto. La foto, ¿es un mensaje de que tocarlo a Stornelli es tocar a Macri, símbolo del alicaído poder político?  ¿Tocar a Stornelli es tocar a Montoto y su dinero y sus impensados vínculos políticos? ¿Ese es mensaje que intentaba dar la foto? Mensaje horrible, claro. Mensaje mafioso, también. Pero, sobre todo, mensaje patético. Como señaló Alberto Fernández, a quien cito no tanto por su condición de candidato sino por su condición de conocido de larga data de Stornelli, “lo de Stornelli es una vergüenza, indignante. El único operativo impunidad que se ha desatado en la Argentina es el que tiende a defender a Stornelli. Eso explica todo: la actitud que tienen respecto de (el juez Alejo) Ramos Padilla, cuando tienen el tupé de sentarlo detrás del Presidente (Mauricio Macri) en el Día del Ejército” Y en honor a la verdad, cuando se hizo pública la causa de Dolores, donde Stornelli estaba acusado de participar de una extorsión, recordé una charla que tuve con Alberto, en el marco de

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