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Aportes de adherentes, Colectividad judía, Mundo Judío

Atentados en Argentina: 30 años de impunidad y manipulación política.

Página Norte | Lunes 01 Agosto 2022 Entrevista a Luis Kon (Vpte. 2do. Llamamiento) La información conocida en los últimos días: el informe del servicio de Inteligencia de Israel, el Mossad, publicado por The New York Times (NYT), con algún detalle más de Infobae, dicen que ningún argentino colaboró “en el terreno”, es decir en Buenos Aires, de la operación del atentado y tampoco menciona que hayan participado los iraníes de la embajada. O sea, desvincula a los cuatro: Rabbani, Soleimanpour, Asghari y Telleldín. Es más, en la versión de antes, la embajada misma funcionó como centro de operaciones de los atentados. Ahora, “se hizo un seguimiento de la embajada de Irán en Buenos Aires y no se percibió ninguna actividad fuera de lo común”, dice el Mossad.- Esta novedad, para algunos, es un dato que ya se sabía pero no tendría la importancia que pareciese que algunos medios le quieren dar.Lo cierto es que en el país se sembró el horror en dos atentados, que algunos creen que nunca se podrán dilucidar. Fuerte es también la sensación que en realidad que no se quiere llegar a la verdad; siendo un juego siniestro de la Geopolítica donde signaron cruelmente la suerte de decenas de argentinos.Buscando opiniones sobre esa dolorosa historia reciente de nuestro país; además de escuchar las reflexiones acerca de los últimos datos mediáticos que se conocieron en la última semana. Luis Kon, abogado, Vicepresidente 2do. del Llamamiento Argentino Judío y coordinador de la Comisión Jurídica, habló con Julio Ángel Vega Guzmán en Radio Universidad Tucumán.

Aportes a la Cultura Judía, Aportes de adherentes

El encuentro

3er premio: Lala Altschuler Arribamos a Buenos Aires. Una muchedumbre compacta está allí, en el puerto, los pañuelos blancos agitándose al viento… Sábado, 2 de junio de 1951. Una espléndida mañana.  La espera agita aún más los pañuelos. La muchedumbre intenta escudriñar en la distancia a los seres queridos. El barco separa lo que el tiempo ya había separado, hace tanto de esto. No han distinguido todavía, entre la multitud, a aquellos con los cuales en breves instantes anhelarán fundirse en un abrazo. Me sorprenden las cabezas cubiertas.  Desde la altura del barco en la que me encuentro la multitud de sombreros parece moverse impulsada por los pañuelos.  Y de pronto, la cara de padre se ilumina; entre el gentío, y no sé cómo, distingue a sus primos, no sé cómo, pues éstos, unos años mayores, se habían ido de Polonia siendo adolescentes, cuando él era poco más que un niño. Me los señala… Alter, Sojer.  Comenzamos a descender, a los empellones, junto a una masa ansiosa que quiere dejar el barco lo más rápido posible: lo más rápido que puedan atravesar el cerco, la brecha que los separa de la vida de los otros; lo más rápido que puedan querrán, uno a uno, reunirse con ellos; lo más rápido que puedan, zanjar la fosa que la guerra y el hambre han cavado. Y pretenderán saltar la fosa, atravesarla, dejarla atrás. Y al mismo tiempo querrán no dejar solos a sus muertos. Nos sentamos a una mesa principesca. En mi vida había visto semejante cantidad de manjares y de vajilla. Nunca, que se pudiera comer una entrada de pescado, luego un plato de pollo, y luego -¡cómo no!- el plato nacional de bife con papas fritas. Veníamos de nueve años de racionamiento y miles de kilómetros deambulando la sobrevivencia: Siberia, Uzbekistán, los campos de refugiados en Alemania, Israel, retorno al campo de refugiados… Argentina. Estoy hambrienta de habla. Aprendo vorazmente el castellano, y el mismo empeño que pongo en aprender lo pongo en olvidar, sin darme cuenta de ello. En los siguientes años me olvidaré vertiginosamente del polaco, del hebreo, del ruso, del idish. Nada querré saber, nada querré pensar, nada de mí se me ocurrirá siquiera contarles a los otros: de dónde venía, de dónde era. Una gran distancia de experiencias me separaba de la vida de los otros. Nunca supe en qué idioma había aprendido a hablar, en qué idioma hablábamos con padres o con mi hermano; en Israel yo hablaba hebreo, pero ¿Y entre nosotros? ¿Y luego? Sé que no era en idish; que fuera en ruso lo dudo, pues madre lo hablaba mal ¿en polaco entonces? La pregunta insiste, una y otra vez: los primeros años en la Argentina ¿nosotros en qué idioma nos comunicábamos? En Buenos Aires descubro que existe lo que puede perdurar en el tiempo, y con ello, la fugacidad en la que había vivido. La fugacidad, recién ahora la descubro, es lo que había caracterizado nuestro mundo, tan ancho y tan ajeno. Aquí en Buenos Aires, la vida para los que habían nacido en ella, yo lo creía así al menos, estaba hecha de las rutinas de lo cotidiano. Y lo cotidiano protege, sus hábitos te visten, te amparan. Hace unos años me llama un amigo y me cuenta que en “Dom Polski”, la Casa Polaca de aquí, de Buenos Aires, encontró una guía comercial de Polonia del año 1933. El infinito camino hacia la calle Borges lo hago con el corazón en la boca, embriagada de irrealidad busco el nombre del abuelo en la guía, y allí lo encuentro. Su nombre, su apellido, su dirección: Abraham Urmacher, fotógrafo, y la dirección del estudio fotográfico. Por primera vez, y a través de la letra impresa, mi abuelo deviene vivo; y la letra, letra viva. Más allá de la existencia que hasta ahora había tenido en mí, en el relato íntimo de padre o madre. Su nombre. Su dirección, escritos en una guía, corroboran su existencia y me llenan de incredulidad. Es un documento que lo sitúa en relación a un orden civil. Dato precioso y preciso, de una vida ciudadana que fue, con sus amores, sus pasiones secretas, su total falta de sentido para la vida práctica. Vida que me vuelve vida en Buenos Aires, de la que quién sabe si tuvo noticias, más allá de los tangos polacos que tía y madre cantaban. ¿No te asombra esto?, en la lejana Buenos Aires, donde residimos su hija, su yerno, su nieta, sus bisnietos, en el estante superior de una inmensa biblioteca de la Casa Polaca situada en la calle Borges, en un tomo de una vieja guía, está él, a la espera de que el milagro ocurra. Que otra mirada concurra al olvido de lo que él fue en el campo de Treblinka. Y quiso el destino que fuera aquí, en la calle Borges. Que aquí devenga nuevamente un hombre, nombrado como tal, y no ese número que fue en Treblinka. Un hombre: Abraham Urmacher: Fotograficznezaclady (photographes): Pilsudskiego, su calle. Nombrado entre otros. Nuestro abuelo.

Internacionales, Israel

Meretz no tiene nada más que ofrecer al público israelí

La líder de Meretz, Zahava Gal-On. Crédito: Nir Keidar Por: Rogel Alfaro | Haaretz (20 de julio de 2022) Es bueno que Zehava Galon finalmente decidiera postularse para el liderazgo de Meretz, pero en última instancia, no importa quién encabece el partido, ella o Yair Golan. No importa el futuro del estado, no importa el futuro de la sociedad, ni importa el futuro de las políticas gubernamentales quién se convierte en primer ministro. El estandarte que enarbola Meretz, su visión, está tan andrajoso y raído como un trapo viejo, uno que, a lo sumo, es capaz de salvar sólo un poco de la conciencia de la izquierda sionista. La solución de dos estados, que Meretz apoya, es hoy la posición política más fácil de tomar, porque no requiere nada. El presidente estadounidense, Joe Biden, también apoya esta solución , a la que califica, como es habitual estos días, con la excusa de que no es implantable por el momento. Y que Dios lo bendiga, como solía decir su madre, y mientras se despedía calurosamente y con los ojos llorosos de todos los que encontraba en la tierra del Holocausto. La solución de dos estados se ha vuelto kitsch. Es como «nací para la paz» y «cuando crezca habrá paz» y «nuestra mano está extendida en paz» y todo el resto de esta mierda con la que los niños israelíes eran y son alimentados desde el jardín de infantes. El apoyo a la solución de dos estados es la más fácil de adoptar simplemente porque no requiere que quienes la adoptan muevan un dedo. No tienes que eliminar a los colonos, no tienes que enfrentarte a ellos. Esto no es factible en la sociedad israelí. No se puede acabar con la ocupación y el apartheid, y nadie tiene planes prácticos para hacerlo. Es como decir “Dios te amará”, cuando no hay Dios. Es un reflejo hueco. Servicio de labios. La «Declaración de Jerusalén» que firmaron el primer ministro Yair Lapid y Biden establece que Israel y Estados Unidos declaran el «compromiso inquebrantable con la democracia, el estado de derecho y el llamado de ‘Tikun Olam’, la reparación del mundo» de sus dos países. No hay democracia ni estado de derecho en un país que impone un sistema de apartheid y ocupación a un millón de palestinos. En cuanto a la llamada a Tikun Olam: Biden naturalmente entendió la negativa del cantante Yuval Dayan a darle la mano después de que ella interpretó con Ran Danker una mezcla sensiblera de «Lu iehí» de Naomi Shemer con «Let it Be» de los Beatles (pero ¿qué pasó con la melosa “Imagine” de Lennon?). Después de todo, una mujer judía que cumple los 613 mandamientos hace avanzar la reparación del mundo. Todo es tan idiota. En realidad. Tikún Olam? ¿Israel? Está vacío, está tan hueco como la consigna de dos estados para dos pueblos. No hay diferencia. En lo que respecta a Meretz, es como si el tiempo se detuviera cuando Itzjak Rabin fue asesinado. Su fórmula política está anclada en la década de los noventa, mientras que el proyecto de asentamientos ha crecido y se ha fortalecido desde entonces. Lapid acaba de declarar lealtad a dos estados. Su juramento de lealtad tampoco tiene sentido. Por eso pide la solución de dos estados, porque lo libera de la necesidad de hacer cualquier cosa. Es la última exención de tomar medidas diplomáticas. La ocupación determina los hechos sobre el terreno. Y esos hechos determinan que un estado palestino no se establecerá junto a Israel mediante negociaciones y un acuerdo de paz. Se acabó. Y en cuanto a la separación por pasos unilaterales: Eso requiere establecer una frontera. La sociedad israelí se niega a hacerlo y los palestinos se oponen. Meretz no tiene nada más que ofrecer al público. Lo que queda es adoptar una solución justa, valiente y revolucionaria de un estado de todos sus ciudadanos. Con este fin, se debe establecer pronto un partido árabe-judío que reemplace a Meretz, el Partido Laborista y parte de la Lista Conjunta.

Colectividad judía, Nacionales, Politica, Portada

USO GEOPOLÍTICO DE LA IMPUNIDAD

A 28 años de la AMIA, las instituciones de la calle Pasteur siguen traicionando la memoria Por: JORGE ELBAUM (compañero del Llamamiento) | El Cohete a la Luna (17 de julio de 2022) El viernes Alberto Fernández recibió en la Casa Rosada a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el marco de un nuevo aniversario del acto terrorista sucedido en 1994. En la reunión estuvieron presentes, además del Presidente, el canciller Santiago Cafiero, el secretario de Culto Guillermo Oliveri y la vocera presidencial Gabriela Cerruti. La delegación de la institución comunitaria estuvo liderada por su flamante titular, Amos Linetzky. La reunión tuvo características protocolares, formato en que la AMIA ha decidido vincularse con el gobierno, dejándole la tarea de la confrontación a la DAIA, de la que también forma parte. La división del trabajo entre ambas remite al remanido juego del policía bueno y el malo: la AMIA se muestra empática y dialogante, otorgándole la fajina confrontativa a su inquilina en el edificio de Pasteur 633. Cada 18 de julio se renueva la escena aciaga de los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA reclamando una justicia que nunca llega. En forma paralela, desde los estrados de las instituciones que tienen sede en la calle Pasteur 633 se repite la demanda sobreactuada de quienes han privilegiado la utilización política de la tragedia para transformarse en referentes corporativos de la derecha local. La DAIA y la AMIA se reparten el rol de producir cortinas de humo mediático-jurídicas dispuestas para debilitar a los gobiernos populares y/o perseguir a sus máximos referentes políticos. Luego del memorándum de entendimiento con Irán y del suicidio de Alberto Nisman, han sido partícipes de diferentes iniciativas destinadas a beneficiar a Juntos por el Cambio y estigmatizar a todo aquello que se opone a la lógica geopolítica impulsada por el eje Washington-Tel Aviv. El último capítulo de la saga corresponde a la aeronave venezolana de carga cuyos 19 tripulantes aún se encuentran retenidos en Buenos Aires por decisión del juez federal Federico Villena, en el marco de una querella impulsada por el titular de la DAIA, Jorge Knoblovits. Según la presentación judicial realizada por la apoderada de la institución de calle Pasteur, Martha Nercellas, el Boeing 747 de la empresa venezolana Emtrasur arribó al aeropuerto de Ezeiza el 6 de junio con la intención de promover el “financiamiento del terrorismo”. Dicho propósito, según la presentación realizada ante el juez Villena y la fiscal Cecilia Incardona, se encontraría promovida por los gobiernos de Caracas y Teherán. El último jueves, Knoblovits, desde Jerusalén, objetó a la vocera presidencial Gabriela Cerruti por considerar que la Justicia debe resolver de forma perentoria el caso de la aeronave venezolana y de los 19 tripulantes demorados: “Es una posición absolutamente sesgada –cuestionó el titular de la DAIA–, que no mira a esos familiares de las 85 víctimas del atentado contra la AMIA, que hace 28 años tienen una silla vacía en su casa, y sí defiende a los iraníes”. Para ahondar en el criterio demonizador, se interrogó en formato retórico: “¿Por qué el gobierno no se preocupa también por el derecho de las víctimas, no de los victimarios?”. Para los dirigentes de calle Pasteur –por estricto mandato de las delegaciones diplomáticas a las que responden– el solo hecho de ser venezolano y/o persa alcanza para ser acusado de complicidad con el atentado de 1994. En la misma línea, el flamante presidente de la AMIA, Amos Linetzky, advirtió durante toda la semana sobre el tenor del discurso que pronunciará el lunes. “Vamos a hacer un fuerte reclamo, aunque no guste, aunque incomode”. El reclamo, como es de esperar, tendrá como beneficiario al colectivo cambiemita, que se hará presente con una decena de figuras estelares lideradas por el panelista televisivo Waldo Wolff, titular de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara Baja, una de las pocas áreas que no ha tratado ni elevado ningún proyecto legislativo desde 2019 hasta la actualidad. El patrocinio de la DAIA, gestionado por la abogada Martha Nercellas, resultó extraño a los ojos de los operadores judiciales asentados en Lomas de Zamora. La penalista es recordada en los pasillos tribunalicios por haber sido sancionada por el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados con la suspensión temporaria de su matrícula por las faltas éticas cometidas en relación a la querella de la causa del atentado a la AMIA, también en representación de la DAIA. En aquella ocasión, su confabulación con el entonces presidente de la entidad, Rubén Beraja, el magistrado Juan José Galeano y los fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia derivó en la injusta detención de cinco policías de la brigada de Vicente López, por el lapso de ocho años y tres meses. De Macri a Menem La insistencia en estigmatizar a todos aquellos que no coinciden con las políticas exteriores de Estados Unidos e Israel ha sido coherente, además, con el silencio y la indiferencia respecto a lo que se denomina “la pista local” de los atentados del ’92 y el ’94. El último martes, la Corte Suprema –luego de dos décadas– desestimó un recurso del comisario de la Policía Federal Carlos Castañeda, quien había sido condenado en 2005 a cuatro años de prisión por la destrucción de pruebas relacionadas con el atentado a la AMIA. En esa ocasión, quien revestía como jefe del Departamento de Protección del Orden Constitucional de la Policía Federal –encargado de la custodia de evidencias– hizo desaparecer 68 casetes con conversaciones telefónicas del reducidor de autos robados Carlos Telleldín. Entre esos intercambios, se especula, aparecían contactos del ciudadano argentino de origen sirio Alberto Jacinto Kanoore Edul, quien se comunicó el 10 de julio de 1994 con Telleldín con la intención de adquirir una camioneta Trafic. El entonces comisario Jorge Palacios –que tiempo después fuera nombrado como jefe de la policía metropolitana por Mauricio Macri– fue procesado por advertirle a Edul del allanamiento que se iba a llevar a cabo en sus oficinas y en su domicilio. Durante el juicio oral en el que se determinó la

Colectividad judía, Mundo Judío

LA DAIA PERDIÓ LA CABEZA

DENUNCIA A UN ARGENTINO EN TRIBUNALES POR ANTISIONISMO Por: Daniel Kupervaser (5 de julio de 2022) DAIA, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, institución que se asume como la representación política de la comunidad judía local, acostumbra periódicamente a llevar ante la justicia a instituciones y personas que se expresan en términos o conductas que los catalogan como antisemitas. En este último tiempo, DAIA, aparentemente incitada por la posibilidad de ganar terreno en la realidad política argentina, decidió dar un paso más adelante y, al conocido cargo de antisemitismo en sus demandas de enjuiciamiento, agregó otro insólito: “antisionismo”. Ante esta disparatada acusación, no se dispone del menor indicio de la actitud que pueda tomar la justicia argentina, que de por sí no demuestra estar equipada de una infraestructura básica capaz de garantizar un orden jurídico estable y propio de un estado de derecho reconocido internacionalmente. Lo que se debe tener claro es que, si la justicia argentina demuestra estar dispuesta a investigar, enjuiciar, o lo que es peor, penar al enjuiciado ante el cargo de “antisionismo”, necesariamente deberá asumir la responsabilidad de enfrentar la realidad y dar las explicaciones correspondientes ante un hecho irrefutable y dos problemáticas implicancias. En el marco del pueblo judío, tanto en Israel como en varios países de la diáspora, conviven grupos de cientos de miles de judíos guiados por una visión y autodefinidos “antisionistas”. Sus posiciones no solo la expresan verbalmente, sino que se manifiestan violentamente en repetidas oportunidades quemando en público la bandera de Israel y vociferando “Nazis” en contra de todo personaje identificado con el Estado de Israel. Por supuesto, como son judíos, no en Israel y no en ningún país del mundo, estos antisionistas son considerados delincuentes que requieren ser enjuiciados o penados. ¿Estará dispuesta la justicia argentina a exigir explicaciones de esta actitud racista por parte de DAIA que tanto acostumbra a defender y adular a Israel? JUDIOS ANTISIONISTASCuando la justicia argentina considere la acusación de DAIA, seguramente no podrá desentenderse del hecho que un ciudadano argentino es acusado de agraviar verbalmente a un movimiento de liberación nacional de otro pueblo (judío), por parte de ciudadanos argentinos que defienden intereses de un movimiento de liberación foráneo (judíos argentinos) con el que tienen vinculaciones étnicas. En la práctica se trata de una nueva demostración de una conducta que acentúa una mayor lealtad a Israel que a Argentina. No por casualidad, tiempo atrás fue exactamente la DAIA que informó el resultado de una investigación. El 68% de los argentinos sostiene que los judíos argentinos son mas leales a Israel que a Argentina (DAIA, Informe antisemitismo 2018). INFORME ANTISEMITISMO DAIA 2018El argumento principal de DAIA para su acusación de “antisionismo” contra el líder sindical Bodart se basa en sus feroces ataques al movimiento de liberación nacional del pueblo judío y en contra del Estado de Israel. En caso que la justicia argentina encuentre algún motivo razonable para progresar con esta causa, o inclusive llevarla a juicio o penarla, necesariamente deberá enfrentarse con la necesidad de ser muy estricta con el principio de la equidad. En ese sentido muy probablemente deberá hacerse cargo de decenas de miles de casos muy similares de judíos que repetida y públicamente niegan el derecho de liberación nacional al pueblo palestino y apoyan su sometimiento, en parte bajo un orden de Apartheid, pese a que instituciones como la Asamblea General de ONU reconoce la necesidad de la instauración de una Estado Palestino independiente y que el Consejo de Seguridad de ONU considera la colonización judía en Cisjordania como una transgresión de normas de la justicia universal. ¿Estará dispuesta la justicia argentina a la apertura de miles de causas contra esos judíos, o se someterá a la excepcionalidad que solo reconoce ese derecho a los judíos? Toda predisposición de la justicia argentina a ajustarse a las exigencias de DAIA en esta acusación, necesariamente convertirá a los ciudadanos argentinos en escudo protector de intereses del pueblo judío, y de por si incrementará significativamente su desgastada imagen de hoy. Por el bien del pueblo judío, y la colectividad judía argentina, el mejor resultado que se podría obtener en este caso sería aquel en que la justicia argentina envíe a DAIA devuelta a su casa. Daniel Kupervaser Herzlya – Israel 5-7-2022 http://daniel.kupervaser.com/ kupervaser.daniel@gmail.com @KupervaserD

Internacionales, Israel, Portada

ISRAEL: UNA CRISIS QUE NO TIENE FIN

Por: Efraim Davidi | Morena Internacional (3 de julio de 2022) El denominado “gobierno del cambio” de Israel alcanzó el 30 de junio pasado su punto final. Duró poco más de un año y se desmoronó lentamente por un sinfín de crisis internas que se apilaron hasta dejar a sus líderes sin margen de acción. La caída del actual gobierno, hasta ahora encabezado por un líder de extrema derecha, Naftali Bennett, convirtió al Ministro de Relaciones Exteriores y autodenominado “líder de centro” Yair Lapid, en Primer Ministro en funciones por los próximos cuatro meses hasta la formación de la próxima coalición gubernamental. Tras la disolución de la Knésset (Parlamento) con el apoyo de 92 de un total de 120 diputados, Israel vuelve a sumergirse en una feroz campaña electoral de cara a los comicios fijados para el próximo 1 de noviembre, las quintas elecciones en 36 meses. Pero esta decisión de disolver el Parlamento ahonda más aun la profunda crisis política que atraviesa Israel y entre las facciones de la coalición gubernamental. Este Ejecutivo, compuesto por siete partidos sionistas de derecha, centro e incluyendo dos que pertenecen a la Internacional Socialista (el laborismo, otrora la mayor fracción parlamentaria y Meretz) y apoyado por un partido islámico conservador (Rapan) tuvo por objetivo destronar al ex Primer Ministro y líder del derechista Likud, Benjamín Netanyahu, enjuiciado por corrupción que sirvió ininterrumpidamente en el cargo desde 2009 hasta junio de 2021. Pero paradójicamente y en los hechos, el “gobierno de cambio” fue en realidad un gobierno de continuidad en los ejes centrales de la política gubernamental de Netanyahu: la continuación de la ocupación de los territorios palestinos ocupados por Israel en junio de 1967, la perseverancia en las medidas neoliberales en la economía y la sociedad, el disciplinado alineamiento con la estrategia del imperialismo en la región y los recurrentes ataques en Siria e Iran. Dos bloques de las clases dominantes y un tercero minoritario Al igual que en las últimas ocasiones, ante estas elecciones (¡nuevamente!) anticipadas los partidos se perfilan divididos entre aquellos dispuestos a servir bajo el mando de Netanyahu quien fracaso en su tarea de formar los últimos cuatro gobiernos y quienes insisten en la necesidad de evitar el regreso del ex-mandatario, que enfrenta los cargos de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos distintos de corrupción. Esta vez, sin embargo, el electorado acudirá a votar habiendo atravesado la experiencia de un poder ejecutivo alternativo al que propone Netanyahu, al frente de su partido, Likud, junto a sus socios ultraortodoxos y racistas. Existe una tercera opción, aunque minoritaria: la Lista Común que conforman el frente Hadas del Partido Comunista de Israel junto a dos partidos árabes, Ta’al (Movimiento Árabe por el Cambio) y Balad (Pacto Nacional Democrático). “La Común”, como se la denomina generalmente en hebreo y árabe, está dirigida por un joven diputado de Hadash, Ayman Odeh y no está incluida en ninguno de los dos bloques, aunque es profundamente enemiga de Netanyahu y sus aliados. La Lista Común tiene un programa anti-colonialista y anti-capitalista y posee una bancada de solo seis diputados. De acuerdo a las encuestas realizadas a principios de julio, podría obtener entre siete y ocho parlamentarios.     Netanyahu prepara su retorno A las dificultades internas del gobierno saliente se sumó el incansable accionar de Netanyahu, como líder de la oposición derechista, para obstaculizar su funcionamiento y demostrar al electorado que un gobierno tan amplio y no bajo su mando no podía funcionar. “Esto es lo que sucede cuando mezclas un partido de falsa derecha con partidos de extrema izquierda y una facción árabe-terrorista ligada a los Hermanos Musulmanes”, dijo en la Knesset el 30 de junio pasado el ex-primer ministro, que describió al gobierno saliente como un “experimento que fracaso”. Además, en un discurso ante el parlamento que para muchos marcó el comienzo de su campaña electoral, prometió “un gobierno amplio y robusto, que devolverá el orgullo nacional, la fuerza, la disciplina y la esperanza a Israel”. En otras palabras, Netanyahu propone una mayor fascistacion del Estado de Israel, y de acuerdo a los medios israelíes una de sus primeras medidas si fuera elegido, es legislar una ley que impida la continuación de su juicio y una posterior condena a la cárcel. Nuevas elecciones y viejas incógnitas Culminada la votación en el Parlamento, Lapid se dirigió al museo del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem, con el fin de honrar la memoria de su padre, fallecido en 2008 y sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial. “Prometí a mi difunto padre que siempre mantendría a Israel fuerte, capaz de defenderse a sí mismo y de proteger a sus hijos”, escribió Lapid a través de su cuenta de Twitter, previo a la simbólica ceremonia de traspaso de mando. El padre de Lapid, ex ministro de Justicia, propugno en su momento abolir los juzgados laborales y limitar el derecho de huelga. De tal palo, tal astilla, y últimamente el nuevo Primer Ministro, quien fuera ministro de Economía durante uno de los gobiernos de Netanyahu, expreso que “los países más ricos son aquellos donde hay más desigualdades sociales”. De cara a los próximos comicios, este periodista de 58 años devenido político se perfila una vez más como líder del sector anti-Netanyahu, que ya no contará con la participación de Bennett tras su anuncio de que no se presentaría a las elecciones. Esta decisión de Bennett podría ser decisiva para el futuro político de Israel, dado que deja al mando de su partido, Yamina (literalmente “Hacia la Derecha”, en hebreo), a la impredecible y racista ministra de Interior, Ayelet Shaked que hizo todo lo posible para sabotear el gobierno saliente dirigido por… Bennet. Las últimas encuestas difundidas por medios israelíes anticipan un escenario difícil para ambos bloques, que por ahora no contarían con los apoyos necesarios para llegar al mínimo de 61 diputados necesario para formar una coalición. Según encuestas difundidas durante los últimos días Netanyahu se perfila como ganador en cantidad de votos, tal como sucedió en

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Israel debe detener su proceso de autodestrucción

Un ex jefe del Mossad advierte que la intolerancia en el discurso político israelí representa para la seguridad nacional un riesgo mayor que Irán y el terrorismo palestino Por: Tamir Pardo – Adaptado por Tom Wichter | YNET en español (10 de junio de 2022) Se habla mucho de los peligros a los que se enfrenta Israel. Algunos dicen que Irán es la mayor amenaza para nuestra existencia, y otros afirman que se trata de los palestinos. Pero desde mi punto de vista el mayor peligro de esta nación somos nosotros mismos y la tendencia a la autodestrucción, perfeccionada en los últimos años.La situación recuerda al momento histórico en que el pueblo judío se enfrentó a la ocupación romana. Las legiones romanas se mantuvieron al margen y esperaron con paciencia a que las divisiones entre los judíos completaran el trabajo por ellos. Se debe detener este proceso antes de llegar a un punto sin retorno. Israel es una maravilla histórica. Resurgiendo de las cenizas del Holocausto y provenientes de 70 naciones, se estableció un país en el corazón de una región hostil para brindar un refugio seguro al pueblo judío. Después de siete guerras y bajo disputas interminables contra aquellos que buscan nuestra destrucción, se logró transformar una pequeña porción de tierra sin recursos naturales en una potencia económica.https://be62314de3e2cc0539c27344a2a9145b.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html Pero hoy, polarizados desde adentro, nuestros enemigos esperan una vez más la oportunidad para destruirnos. Luego de cuatro rondas electorales se formó un gobierno que consiguió una escasa mayoría parlamentaria, pero quienes fueron derrocados del poder después de 12 años se niegan a reconocer su legitimidad. Incluso se niegan a dirigirse hacia el primer ministro por su título. Cuando el líder de una facción masiva de la Knesset se resiste a un gesto tan simbólico, los cimientos de nuestra democracia tiemblan.Se logró transformar una pequeña porción de tierra sin recursos naturales en una potencia económica. Pero hoy, polarizados desde adentro, nuestros enemigos esperan la oportunidad para destruirnos. Esa misma oposición boicotea todas y cada una de las propuestas legislativas del bando contrario. Toda oposición puede y debe oponerse a las iniciativas del gobierno, pero el bloque opositor actual vota en contra de leyes vitales para la seguridad nacional, el interés público y hasta de su propia ideología, en violación al contrato social básico del sistema democrático.El discurso público en Israel se caracteriza por la falta de tolerancia y el abuso verbal hacia cualquiera que piensa diferente. La Knesset demostró ser un ejemplo negativo de conducta y eso se filtró en la sociedad israelí. No se trata de una polarización entre socialismo o capitalismo, o conservadores contra liberales, o de izquierdas y derechas. El punto crítico es el carácter judío del país. El primer debate de este tipo se produjo en 1948, en torno al establecimiento de Israel, y se centró en asuntos de religión y Estado. Esa controversia política impidió la creación de una constitución. El segundo gran debate, que sigue sin definirse, es el de las fronteras: desde 1967 el país no tiene límites definidos, a pesar de la definición básica de un Estado como “organización política para la ejecución de intereses cívicos en un territorio determinado”.https://be62314de3e2cc0539c27344a2a9145b.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.htmlEn los 55 años que pasaron desde la Guerra de los Seis Días los gobiernos israelíes, de derecha e izquierda, se negaron a anexar Cisjordania y la Franja de Gaza al territorio israelí. Tres generaciones de israelíes, judíos y no judíos, nunca conocieron otra realidad. Somos un país sin estrategia que no puede definir sus expectativas para los siglos venideros. Ningún político estuvo dispuesto a trazar un objetivo claro para Israel. La mayoría evita tener que tomar una decisión. Ninguno quiere asumir la responsabilidad de conceder territorios, pero todos entienden que la anexión de Cisjordania conduciría a la desaparición del sueño sionista de una nación con mayoría judía, que a su vez garantice un Estado judío. Hay judíos que suscriben a la idea sionista de un país entre el río Jordán y el Mediterráneo. Pero en esa tierra hay muchos no judíos que no aceptarán ser privados de los derechos ciudadanos básicos que disfrutan los judíos, y sus aspiraciones de libertad e igualdad nunca serán anuladas.“Gbul”, en hebreo límite, es una palabra que puede referirse a la frontera física de un país, pero también a los límites morales del comportamiento. La intolerancia a los puntos de vista opuestos, la violencia en todas sus formas y la violación de los postulados de nuestra democracia son parte de nuestra falta de límites, derivadas de evitar los enigmas críticos que enfrentamos: ¿Qué tipo de Israel queremos? ¿Y cuáles son sus fronteras?*Tamir Pardo fue jefe del Mossad entre 2011 y 2016.

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