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El pequeño holocausto del pequeño Cohen Sabban

Fuente: El Cohete a la Luna Fecha: 05 de MAY 2018 La DAIA pidió la renuncia de su presidente, el comerciante Ariel Cohen Sabban, a raíz de un escándalo sexual con la actriz Esmeralda Mitre, quien en un comunicado mencionó un pedido de dinero. Ya asumió en su reemplazo el vicepresidente Alberto Indij. Segun el diario La Nación, que dirige el padre de la actriz, ella presentó ante la DAIA comunicaciones vía Whatsapp en las que el dirigente habría intentado “aprovechar una situación de vulnerabilidad”. Desde el entorno de Esmeralda Mitre dijeron que todavía evalúan realizar una denuncia formal. La primera información la publicó en Twitter el periodista Hernán Dobry, muy próximo a la conducción institucional de la entidad. Mitre, quien hace un mes se divorció del ex ministro Darío Lopérfido, provocó un escándalo al afirmar que en el Holocausto nazi durante la Segunda Guerra no habían sido asesinadas seis millones de personas. De ese modo intentó justificar a Lopérfido, quien había negado la cifra de 30.000 desaparecidos en la Argentina. Para la DAIA, que acusa de antisemita a cualquiera que critique la política de Israel y que junto al gobierno argentino señala a la ex presidente CFK como responsable de la muerte del ex fiscal Natalio A. Nisman, el caso presentó una encrucijada, ya que la heredera del diario La Nación, también milita en grupos de intelectuales y artistas que adhieren a la alianza Cambiemos. En noviembre de 2015 Mitre firmó la declaraciòn “Votamos a Macri”, junto con Marcos Aguinis, Marcelo Birmajer, Santiago Kovadloff ,Gustavo Noriega,Juan José Sebreli, Luis Alberto Romero, Martín Seefeld, Pablo Sirvén y Marcos Novaro. “Queremos ser protagonistas en esta nueva etapa de la vida argentina”, dijeron. Vaya si Mitre lo ha sido. Cohen Sabban cuestionó a Mitre pero no hubo una declaración formal de repudio como es usual. Para salir del paso la DAIA propuso una reunión con Mitre, que duró una hora y media y en la que se acordó una estrategia discursiva. Al retirarse del encuentro ella dijo que la reunión fue durísima y que asumió el compromiso de instruirse más acerca de todo lo que pasó en el Holocausto. “Pido perdón y me retracto sobre todo lo sucedido, por haber ofendido a la más grande tragedia de la humanidad. También quedamos con la DAIA en que voy a ir al Museo del Holocausto para aprender cada día más acerca de lo que pasó”. Su pedido de disculpas no fue feliz: “Jamás estuvo en mí lastimar y/o injuriar a la comunidad judía. Les tengo un grandísimo respeto y admiro cómo con valentía superaron un hecho tan triste como el Holocausto. Soy una persona libre y apasionada que dije lo que pienso desde el interés personal, no creí que se podría mal interpretar. Para mí la comunidad judía es una comunidad superior, y ojalá fuese mi origen. Reitero, si alguien se sintió lastimado pido disculpas una vez más”. Cohen Sabban está casado y tiene cuatro hijos. Separada de Lopérfido, Mitre vive sola en un departamento en el que recibió la visita de Cohen Sabban. Allí se produjo el episodio sexual sobre el que según Dobry ahora negocian los abogados de ambas partes. La actriz negó que hubiera acciones legales en curso. El comunicado de la señora Mitre dice que vivió “una situación desagradable como mujer y como víctima de un pedido de dinero improcedente. Para que sucesos así no vuelvan a repetirse con otra persona lo he hecho conocer a quienes correspondía a fin de que se tomaran las medidas pertinentes. Dichas medidas ya han sido tomadas. Como no busco ni el estrépito público ni la venganza, no voy a iniciar acciones legales, ni a hacer declaraciones ni a proporcionar detalles sobre los hechos. Defiendo mi privacidad y mi carrera artística, que ha sido construida sobre la base del trabajo honesto y no del escándalo”. El periodista Jorge Rial publicó en Twitter que hay mensajes de WattsApp que muestran acoso y desubicación. El nuevo presidente El nuevo presidente de la DAIA, Alberto Indij, confirmó lo sucedido a la cadena de noticias Vis a Vis, creada por Claudio Avruj y por el esposo de Patricia Bullrich, Guillermo Yanko, y sostenida con publicidad oficial de los gobiernos de PRO. Según Indij, “ante la situación muy compleja que se desencadenó de todo lo que comenzó a circular en las redes sociales, que es muy serio, le pedimos la renuncia a Ariel, que ya fue efectivizada. Es el mecanismo que disponemos hasta que la situación se aclare. No podemos decir de ninguna manera que todo el episodio sea cierto, pero la situación es insostenible”. Se espera un comunicado oficial. Como vicepresidentes continúan Alberto Hammerschlag y Luis Grynwald. Indij es abogado y heredó el estudio del ex embajador de la dictadura en Italia, Rafael Martínez Raymonda. Su especialidad son los juicios laborales, del lado de los patrones. El año pasado defendió ante la justicia el despido de la ex empleada de la DAIA Vanesa Rodriguez Bustamante quien presentó la demanda por discriminación. Rodriguez Bustamante era secretaria, pero era tratada con desprecio porque no era judía. Hoy es abogada y trabaja con sectores populares. En su favor testimonió el ex director de la DAIA, Jorge Elbaum. La suciedad Consultado para esta nota el sociólogo Jorge Elbaum, presidente del Llamamiento Argentino Judío dijo que “la misoginia es parte del estatuto implícito de la DAIA, que dice luchar contra la judeofobia y contra toda forma de discriminación: casi no hay mujeres en sus Consejos Directivos y su conformación conservadora y dependiente de la derecha israelí la han catapultado a un seguidismo reaccionario desde el cual han perseguido a Cristina Fernández, a Daniel Rafecas y a todas las versiones de argentinidad judía que no se pliegan a los mandatos del PRO, el Likud o la derecha republicana”. “Las acusaciones de Esmeralda Mitre contra el presidente de la DAIA desarman la falacia de un colectivo que dice estar preocupado (y trabajar) contra la discriminación: El paraguas estatutario, sustentado en un organismo que promueve

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Pasar la tormenta

Fuente: Martín Alfíe | Anfibia Fecha: 04 de MAY 2018 Esta semana volvimos a hablar del dólar. Hubo rumores de corridas, corralito y otras yerbas. Antes que nada, cabe aclarar: el escenario está muy lejos de la crisis del fin de la convertibilidad. Sin embargo, la preocupación estuvo presente: hubo una escalada frente al dólar y la actitud del gabinete económico no fue la más adecuada. En el medio de la tormenta, al BCRA se lo vio bastante perdido, al menos hasta hoy. Corría de atrás al mercado y no encontraba la forma de frenar esta escalada. Si bien el fortalecimiento del dólar se dio a nivel global, acá en Argentina tomó otra dinámica y la floja respuesta del Banco Central generó una inquietud que no se vio en otros países. El público está siguiendo minuto a minuto la cotización del dólar. Entonces, por estas idas y vueltas, la preocupación y el miedo de las familias son lógicos: no poder pagar las cuentas, no llegar a fin de mes, perder los ahorros. Las recurrentes crisis macroeconómicas de nuestro país aún viven en la memoria colectiva. Lo que se esperaba es que el gobierno mostrara una mayor firmeza: medidas en el corto plazo más efectivas y también un plan más consistente en el largo plazo. En los últimos meses también vimos una descoordinación entre los distintos sectores del gobierno, y eso impactó negativamente. El Banco Central tironeando con Jefatura de Gabinete provocó incertidumbre tanto en los mercados como, por lo que esta semana con el dólar, en los pequeños ahorristas. Para salir de este enfrentamiento tiene que haber un plan más equilibrado y unificado de la conducción de la economía. Pueden seguir los mismos actores, pero lo importante es que todos tiren para el mismo lado. No que unos crean que hay que bajar la tasa de interés, que otros crean que hay que subirla, que haya peleas, idas y vueltas. Esas señales no vienen siendo positivas y es lo que está generando estos movimientos en el valor del dólar y esta preocupación de la población. Las fuertes medidas que tomó el Banco Central hoy son una señal en ese sentido. El BCRA cuenta con herramientas para frenar la tormenta, a pesar de que vino errando en sus movimientos. En efecto, hoy bajó luego de la conferencia del Ministro y el comunicado del BCRA. La jugada del BCRA fue fuerte: obligó a los bancos a desprenderse de sus dólares desde el lunes y anunció una muy fuerte suba de la “tasa de política monetaria”. Además, Dujovne anunció “metas fiscales” más estrictas. Esto es principalmente una señal a los inversores: muchos bancos de inversión pedían ayer en sus reportes un sendero fiscal más duro. Vale mencionar que un movimiento así era esperable: la economía argentina está muy expuesta internacionalmente, y la desregulación de los movimientos de capital lo amplifica. El problema es que se adelantó: esta semana se vio la salida de una parte de los fondos de inversión que habían venido a la Argentina y generó un ruido anticipadamente a lo que esperaba el gobierno y parte del mercado. La crisis del aumento del dólar, por lo tanto, es más bien externa que fiscal. Por eso la solución viene por otro lado. El ajuste de metas fiscales fue más para la “tribuna”. El problema del gobierno es que depende mucho de esa tribuna. Ahora hay que pensar en el futuro. Esta crisis quedó como una señal de debilidad, es decir, que en un momento de salida de capitales el Banco Central no se mostró de una manera activa y correcta frente al movimiento del dólar. Lo más probable es que esta tormenta pase y nos adaptemos a un escenario con un dólar más alto y con una tasa más alta. Pero lo que queda como preocupación es, si se vuelve a dar una situación así, qué rol va a jugar el Banco Central y si las herramientas que tienen son suficientes. Otro problema no menor a remarcar es el traslado a precios. Más allá de que el dólar pueda bajar un poco por las medidas del Banco Central, un movimiento de este nivel tendrá impacto en los precios, inclusive por subas precautorias. En agosto del año pasado el gobierno decía que el traslado del dólar a los precios había muerto. Y claramente durante este primer trimestre, con el movimiento del dólar y de los precios, ese argumento fue invalidado. Es un hecho que la economía argentina está dolarizada, que cualquier movimiento impacta fuerte en los precios. El propio Dujovne lo reconoció hoy en la conferencia de prensa. Finalmente, el BCRA mostró los dientes. Esta tormenta probablemente pase. Estaremos en un escenario de “equilibrio” temporal con tasa de interés más alta, dólar más alto y una aceleración inflacionaria en relación a dos semanas atrás. Pero el problema es estructural, de largo plazo, vinculado con el déficit de cuenta corriente y la dependencia de dólares financieros. Escenarios como el de esta semana van a ser recurrentes en los próximos años debido a la desregulación de la entrada y salida de dólares. Hoy hay que pasar la tormenta. Por ahora, pareciera que se puede ir guardando el paraguas.

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Trampas macristas

Fuente: Jorge Beinstein* | La Tecl@ Eñe Fecha: 03 de MAY 2018 El gobierno aparece acosado por una serie de trampas que él mismo ha construido, en algunos círculos opositores (o no tanto) comienza a circular la idea de que Macri se cae solo sin necesidad de que lo empujen abrumado por fenómenos que no podrá superar. Aunque si observamos más en profundidad constataremos que las causas que engendraron la pesadilla macrista no solo están intactas sino que se han agravado. Tal vez ese optimismo extremo respecto del fin del régimen no sea otra cosa que un llamado a la pasividad ante la decadencia de la sociedad argentina. La trampa económica Todo comenzó al iniciarse la presidencia de Macri con un shock recesivo causado por una desmesurada transferencia de ingresos hacia la élite económica dominante. La devaluación acompañada por una fuerte reducción tributaria a favor de los grupos más concentrados de la economía y por la liberación del mercado de cambios y de las importaciones achicó el mercado interno, generó inflación, déficit fiscal y declinación de la actividad industrial. 2016 fue un año de crecimiento negativo y 2017 tuvo un crecimiento anémico gracias a la dinámica perversa de la bicicleta financiera (la fiesta de las Lebacs) y a una avalancha de deudas externas. La promesa de una lluvia de inversiones productivas extranjeras nunca se concretó ante una economía declinante, sólo llegaron fondos especulativos aprovechando las altas tasas de interés internas. Lo que el gobierno llamó “gradualismo” fue una política aplicada de manera sistemática tendiente a reducir en términos reales salarios y jubilaciones, impulsar la expansión del desempleo público y privado (y así enfriar las protestas sindicales) y alentar depredaciones de todo tipo en beneficio de un reducido círculo de intereses (tarifazos, contratos turbios de obra pública, exenciones y reducciones impositivas, negocios financieros, etc.). Nunca en la historia económica argentina se depredó tanto en tan poco tiempo. El equilibrio inestable conseguido por el macrismo durante algo más de dos años se sostuvo con deudas, sobre todo con operaciones de corto plazo cuya máxima expresión es la avalancha de Lebacs que ya supera el billón de pesos, unos 47 mil millones de dólares al cambio de 21 pesos por cada dólar (aproximadamente el 80 % de las reservas del Banco Central). Las Lebacs tienen la apariencia de ser deudas en pesos, así lo presenta el gobierno tratando de enfriar las alarmas, se trata de deudas en pesos libremente convertibles en dólares u otras divisas con tasas de interés nominales altísimas. Un especulador convierte sus dólares en pesos, compra Lebacs por ejemplo con una tasa del 30 % (tomando el valor del último día hábil de Abril) y luego cobra sus Lebacs y compra dólares, si durante la dulce espera se devaluó el peso habrá que descontar esa diferencia que nunca hasta ahora ha conseguido arruinar el súper negocio. Y ante una amenaza devualuatoria fuerte o alguna oportunidad externa tentadora los especuladores se retiran de ese mercado y compran dólares, lo que acentúa la devaluación, agrava la inflación y achica el volumen de reservas del Banco Central. Es lo que ha estado ocurriendo hacia finales de Abril y comienzos de Mayo. En realidad la burbuja financiera no podía seguir creciendo infinitamente, el deterioro productivo general, la agravación del déficit comercial (causado por la liberación de las importaciones) y la suba de las tasas de interés en Estados Unidos sumado a una pequeña presión fiscal, son entre otros factores los que desencadenaron la crisis. No debemos olvidar que al festival de Lebacs se agrega un endeudamiento externo clásico que crece vertiginosamente lo que fragiliza aún más la situación financiera argentina. La trampa política El gobierno creyó que podía consolidar la suma del poder público, es decir convertir su dinámica dictatorial en un sistema de dominación sólido apoyándose en la corrupción de buena parte de la clase política y de la dirigencia sindical presionándolas a través de su control de los medios de comunicación y del poder judicial. La combinación de carpetazos y sobornos deberían haber creado una suerte de colchón protector capaz de bloquear el descontento social, supuestamente anestesiado por el bombardeo mediático, y al mismo tiempo, facilitar el recorrido parlamentario de sus proyectos de leyes. El riesgo electoral sería eliminado a través de la instauración del voto electrónico, instalando así un mecanismo fraudulento manipulado por el Poder Ejecutivo. La frutilla del postre era la conformación de una policía militar capaz de intervenir en los casos puntuales de desborde impidiendo su propagación, se trataba de construir una convergencia represiva articulando policías, gendarmería, prefectura naval y algunas unidades militares. El Ministerio de Seguridad es la pieza clave de dicha iniciativa. La aventura depredadora contaría así con una retaguardia institucional autoritaria controlada por la camarilla mafiosa gobernante, sin embargo las cosas no funcionaron según lo esperado. El deterioro social generó un marea ascendente de descontento ante la cual resultaron insuficientes los frenos sindicales y la droga mediática, las represiones puntuales no generaron miedo y repliegue popular sino que en algunos casos amplificaron las protestas, incluso radicalizándolas como ocurrió el 18 de Diciembre pasado en Plaza Congreso. La marea social opositora impactó sobre el movimiento sindical reduciendo la capacidad de bloqueo de la conducción de la CGT y también sobre el opo-ofialismo político que matiza su complicidad con el Poder exhibiendo algunos desplantes opositores que se van amplificando. Mientras tanto, la imagen presidencial viene cayendo y ya empieza a arrastrar en su descenso a lo que aparecía como su alternativa gatopardista: María Eugenia Vidal. Todo parece indicar que lo que aparentaba ser un fácil disciplinamiento social y político se va convirtiendo en un pantano cuya densidad y complejidad desconcierta a los asesores de imagen, los comunicadores y los gerentes convertidos en altos funcionarios. El realismo mafioso de Macri, su brutalidad elitista, parece condenarlo a sufrir el embate de una sucesión de crisis (financieras, políticas y sociales) que desbordan su limitada racionalidad. La ya vieja y desgastada estrategia de polarización anti-K no rinde los resultados de otros

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“Es una puñalada trapera”

Fuente: Martín Granovsky | Página 12 Fecha: 22 de ABR 2018 El ex canciller y actual diputado del Parlasur, Jorge Taiana dijo a Página|12 estar preocupado después del debilitamiento, o el posible final, de la Unión Suramericana de Naciones. –La Argentina tuvo la presidencia pro tempore de Unasur hasta hace pocos días  –afirmó ayer Taiana en una entrevista con este diario–. Y durante estos meses, ¿qué hizo? ¿Nada? ¿Le entrega la presidencia pro tempore a Bolivia y una semana después participa de la carta de seis países quejándose ante el canciller boliviano y anunciándole que suspenden su participación? Podría haber trabajado de otra manera. Y ahora, encima, ¿por qué el apuro? ¿No puede haber más reuniones de cancilleres para evitar la ruptura de Unasur? Es una puñalada trapera. Da toda la sensación de que se trata de un paso posterior a la Cumbre de las Américas de Lima, que terminó el 14 de abril sin que la Argentina lograse un acuerdo para condenar a Venezuela. Ni siquiera con Brasil. De paso, fue una cumbre que nació débil. El que la convocó, Pedro Pablo Kuczinski, dejó de ser presidente antes, por la corrupción. –El retiro de seis países de Unasur aparece en algunos grandes medios como una revancha sobre el chavismo. –No conocen la historia. La primera reunión de los países sudamericanos fue en el año 2000 en Brasilia, y la convocó Fernando Henrique Cardoso, que en ese momento era presidente de Brasil. –No fue Hugo Chávez, aunque ya era presidente. –No, no fue Chávez. Estuvo de acuerdo, pero la impulsó Cardoso. Quiero que se entienda bien: cuando digo que fue la primera reunión, me refiero a la primera en toda la historia independiente de cada uno de nuestros países. Hay que recordar que Brasil siempre buscó un lugar permanente en el Consejo de Seguridad y en parte por ese motivo quería fortalecer la región. Pero fue una buena iniciativa. Si no, basta con mirar el mapa, ¿no? –¿Y ver qué en el mapa? –Eso: el mapa. Ahí se ve claramente que Sudamérica es un área común. Ahora, cuando uno revisa la historia ve que en el 2000 estaban por cumplir 200 años de vida independiente y jamás se habían reunido. A solas, sin los Estados Unidos. Suena raro. Uno sabe que se juntaban los europeos, los africanos, los centroamericanos, los de América del Norte… Pero los sudamericanos, nunca. Quizás contribuyeron las guerras limítrofes del siglo XIX, que en algunos casos se prolongaron al XX como pasó con el conflicto entre Perú y Ecuador. Pero, y más todavía en un mundo globalizado, la integración de Sudamérica surge como una necesidad más que evidente. Ya era necesario antes del rechazo al ALCA y se hizo más necesario después. Más urgente. –El No a la formación de un Área de Libre Comercio de las Américas fue en Mar del Plata en noviembre de 2005. Usted mismo fue el coordinador designado por el gobierno para la cumbre. –Claro, y los países del Mercosur más Venezuela, que entonces no era parte del bloque, rechazamos formar un ALCA porque sería una forma de integración subordinada a los Estados Unidos. Por eso hablo de la urgencia. No subordinarse es una parte. Otra es construir o profundizar una integración de otro tipo, entre pares. Veo estos días que muchos rescatan el papel de la Unasur solo como una instancia para obras coordinadas de infraestructura y energía. No minimizo ninguna de las dos cosas. Son muy importantes. Pero lo cierto es que venía a cumplir un vacío grande en muchos aspectos. –¿En cuáles? –Lo respondo por la positiva. La Comunidad Sudamericana de Naciones creada en 2004 quedó congelada y en 2008 se relanzó como Unasur, Unión Suramericana de Naciones. Muy pronto se convirtió en un espacio de debate político entre los presidentes. Y también fue un modo de representación de la región ante el mundo. Por eso una de las cosas importantes es generar una identidad propia. Para eso fue que se hicieron los encuentros entre Unasur y la Liga Árabe y entre Unasur y África. Antes no había ni espacio de reunión entre los presidentes de Sudamérica ni entre Sudamérica y los demás. El Grupo de Río era incompleto. No abarcaba a todos. Las cumbres iberoamericanas incluían a España y Portugal, o sea que nada de Sudamérica por sí misma. Por eso lo valioso fue que creamos un espacio de diálogo y un espacio de representación a la vez. No es casual que el Mercosur y sus asociados tendían a la confluencia y a la convergencia con la Unasur. Otro punto fue la solución de conflictos. –El primero fue Bolivia. –Éso pasó en 2008, cuando a Evo Morales se le levantó la media luna oriental. La Unasur se había conformado en mayo de ese año. Cuando Chile tenía la presidencia pro tempore, con Michelle Bachelet, se produjo el conflicto y los presidentes de reunieron en Santiago. Ante la matanza de Pando Unasur envió una misión que encabezó Rodolfo Matarollo, un abogado nuestro de enorme experiencia en derechos humanos. Todos los países seguimos en la OEA pero al mismo tiempo fortalecimos la identidad sudamericana. Luego, en 2010, Rafael Correa sufrió la famosa rebelión policial, y también intervino la Unasur para garantizar la continuidad democrática. Y el tercer episodio importante fue la gestión de buenos oficios entre Juan Manuel Santos y Hugo Chávez que encabezó Néstor Kirchner. –Ya era secretario ejecutivo de Unasur. –Sí, y como ex presidente podía conversar con los presidentes de igual a igual. Fueron importantes, también, los encuentros de Unasur en Quito y en Bariloche para discutir el tema de las bases norteamericanas en Colombia. Incluso estuvo presente Álvaro Uribe cuando aún era presidente de Colombia. Pese a las diferencias se pudo generar confianza… Lo mismo con el Consejo de Defensa Suramericano, el CDS. Consolida la idea de que el país vecino deja de ser el potencial enemigo externo, como marcaba antes la historia de nuestra región. –En 1978, bajo dictaduras, la Argentina y Chile

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El malestar de la política

Fuente: Horacio Verbitsky | El Cohete a la Luna Fecha: 22 de ABR 2018 Con la segunda mitad del mandato del presidente Maurizio Macrì las instituciones fundamentales de la democracia, como la Constitución Nacional llama a los partidos políticos, se revuelven de inquietud y ninguno de los principales escapa a la sensación de crisis. En el caso del justicialismo no sorprende, porque la confrontación de sus jerarquías es la forma de ser que asumió desde que un golpe militar depuso a su fundador en 1955. Esto forma parte del folklore propio. (“Los peronistas somos como los gatos. Cuando nos oyen chillar creen que nos estamos peleando, pero nos estamos reproduciendo”, dijo Juan D. Perón desde su exilio madrileño.) Pero también de la ciencia política. (“La base militante del peronismo es estable, las que rotan son las élites que la conducen”, escribió Steven Levitsky en La transformación del justicialismo. Del partido sindical al partido clientelista, 1983-1999. En 2005 agregó una asombrada caracterización del kirchnerismo como un hecho nuevo, por su fuerte impronta ideológica, ausente desde los tiempos de John William Cooke.) Pero el malestar alcanza también a los integrantes de la Alianza Cambiemos en el gobierno, entre sus miembros y al interior de alguno de ellos. Embajadas para dos Luego de las elecciones de 2019 es probable que se produzca en el oficialismo una renovación de sus primeras filas, con el retiro de algunos de los principales articuladores políticos, tanto en la Cámara de Diputados como en el Poder Ejecutivo. Quienes maduran su salida son el Presidente de Diputados, Emilio Monzó, y el ministro de Obras Públicas, Vivienda e Interior, Rogelio Frigerio (n), en conflicto permanente con el jefe de gabinete Marcos Peña Braun, quien ejecuta los diseños del consultor Jaime Durán Barba. El último episodio, el miércoles 18, fue en torno de la sesión especial para tratar el tarifazo. La operación, orquestada desde la jefatura de gabinete, dejó la sesión sin quórum por un voto. Monzó había sugerido un camino menos ríspido: contribuir al quórum y dejar en evidencia que aún unida con un tema tan convocante, la oposición quedaba lejos de los 2/3 que hubiera necesitado.Tanto Monzó como Frigerio marcharían como embajadores a países agradables. En la nómina de bajas también podría figurar el presidente del bloque oficialista de diputados, Nicolás Massot, porque en el gobierno crece la idea de que no da la talla para el cargo, luego de su blooper televisado, en el que habló en términos ofensivos para los aliados radicales, creyendo que no estaba al aire. Más allá de la inexperiencia, el contenido de la frase lo alejó de la consideración de la elite de PRO. “¿Vos tenés alguna duda de que después de nosotros vuelve el peronismo?”, dijo. Imperdonable hasta en privado. Durán Barba y Peña Braun desprecian por igual a radicales y peronistas. Tanto Monzó (quien se formó junto con Florencio Randazzo) como Frigerio (de cuyo linaje familiar aprendió que una veta popular es imprescindible para hacer política en la Argentina) intentan mantener y desarrollar la relación con varias de las facciones de origen peronista. En cambio Durán Barba y Peña Braun creen tener la sapiencia para prevalecer sobre el justicialismo sin ayuda. A lo sumo reconocen la utilidad de mucamos, como Miguel Pichetto. “Que el balbuceante Esteban Bullrich venciera a CFK es la prueba de que llegamos para quedarnos”, se jactan, con ese síndrome típico de todo gobierno nuevo, desde Videla a Cristina sin saltearse a Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Néstor Kirchner. Todos llegan a la Casa Rosada con una impronta refundacional: Galtieri con la guerra de las Malvinas y las urnas bien guardadas; Alfonsín con el regreso de la democracia y el traslado de la Capital a Vietnam del Sur; Menem con la convertibilidad y el neoliberalisno populista, Kirchner con la política de derechos humanos y la trambersabilidad, como lo pronunciaba; CFK con la recuperación y ampliación de derechos en un esquema nacional y popular. “Vinimos a cambiar la historia”, repite ahora Macrì. Unos antes que otros, debieron aprender que la realidad era más escabrosa que la planicie de sus sueños. La intervención El gobierno nacional se preocupó por difundir que no tuvo arte ni parte en la intervención del Partido Justicialista ordenada por la jueza electoral de la Capital Federal, María Servini. Usó para ello diversos argumentos, desde el más angelical (nosotros respetamos la independencia de la justicia) hasta el más jactancioso (tenemos buenos abogados, con masters en las mejores universidades del mundo; nunca hubieran escrito una resolución tan brutal. Esa es una pluma del propio Barrionuevo). Pero sólo pueden atender ese razonamiento quienes ignoren que en diciembre el asesor y amigo presidencial José Torello visitó en La Plata al titular del juzgado federal 2, con competencia electoral, Adolfo Gabino Ziulu. Ese juzgado fue escenario de una encarnizada batalla desde la muerte de su titular vitalicio, Manuel Blanco. El kirchnerismo tardío logró colocar allí como juez subrogante al secretario Lautaro Durán, hijo del camarista y profesor de la policía Ramón Alberto Tito Durán. Aduciendo la afinidad generacional, Lautaro obtuvo que el comisario de justicia de entonces,Julián Álvarez, lo hiciera designar, sin preocuparse por su inquietante filiación. Pero en julio de 2015 la Cámara Federal de la Capital declaró inconstitucionales dos artículos de la ley de subrogancias, Lautaro fue devuelto a su antiguo cargo y en 2016 Macrì colocó allí a su compañero del colegio Newman, Juan Manuel Culotta. El año pasado esa designación también fue declarada inconstitucional y luego de un interinato de la porteña María Servini, Ziulu se instaló en el juzgado electoral. Autor de un tratado de derecho constitucional, de buena relación con la jerarquía local de la Iglesia Católica, Ziulu escuchó el pedido de Torello de que interviniera el Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, pero no accedió. Poco más de cien días después, Servini dispuso la intervención al justicialismo nacional, desde el cual el estadista Luis Barrionuevo no tendrá reparos en apoderarse también de la franquicia bonaerense. Las risotadas con que Barrionuevo presentó a sus colaboradores Carlos Campolongo y Julio Bárbaro en la primera conferencia de prensa de su gestión sugieren que no han comprendido la situación

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Stiuso, sexo y extorsión

Fuente: Ricardo Ragendorfer | Nuestras Voces Fecha: 17 de ABR 2018 El escándalo desatado por las palabras de Natacha Jaitt trae a la mesa la larga saga de extorsiones, sexo, balas y dinero sucio en la que siempre hay espías o ex espías involucrados, junto a jueces, políticos y “famosos”. Los senderos que cruzan a Martins, Macri y Stiuso. El caos del significante. Así se podría definir la suma de causas y efectos que acumula el llamado “caso Jaitt”. En resumen: colgada de una pesquisa judicial sobre abusos a menores en clubes de futbol, una famosa ex stripper denuncia sin pruebas en un programa de TV a personajes ligados al poder por prácticas de pedofilia. Y confiesa que los escrutó por cuenta de una “empresa privada”. La asiste detrás de las cámaras una mujer enlazada al mundo de los espías. Se está, entonces, en presencia de un montaje que deja al desnudo otro conflicto: la autonomía de los servicios de inteligencia frente a las autoridades políticas de turno. Una historia que confirma el vínculo entre los fisgones del Estado, el negocio de la prostitución y el star system; algo que, en rigor, se remonta a la noche de los tiempos con fines oscilantes entre el infundio, la extorsión y los “carpetazos” basados en la sexualidad de sus víctimas. Un ilustrativo ejemplo al respecto –ocurrido hace ya dos décadas– fue el “affaire Spartacus”, llamado así en alusión a un lupanar de homosexuales en la zona del Congreso. Su cénit: la difusión por TV de un video en donde se veía al juez federal Norberto Oyarbide coqueteando allí con un taxi boy disfrazado de vikingo. Aquellas imágenes habían sido filtradas por el “gerente” del lugar, Luciano Garbellano, un proxeneta inescrupuloso e impulsivo que supo instalar cámaras ocultas en las habitaciones. Lo cierto es que, entre otras calamidades, el asunto destapó una red de protección policial a prostíbulos encabezada por el jefe de la Superintendencia de Seguridad Personal, comisario Roberto Rosa, que involucraba al propio Oyarbide. El 24 de marzo de 1998, Garbellano fue baleado por desconocidos mientras conducía su automóvil hacia a Zarate. Le pegaron seis tiros. Por milagro, sobrevivió. Y el móvil del ataque no tardó en trascender: días antes había negociado la venta de su preciada “videoteca” –a razón de 50 mil dólares la unidad– con dos enviados de la SIDE. Y eso habría ofuscado de sobremanera a Rosa. Cabe destacar que uno de los interesados en dicha transacción resultó ser el hoy célebre Antonio Stiuso. Fue la primera que vez que su identidad real saltaba a la luz pública. Y en medio del río de tinta que corrió a raíz del escándalo en cuestión, también emergieron otros nombres, tanto de espías como de proxenetas. O con ambos oficios a la vez. Entre estos últimos resaltaba un tal Raúl Martins Coggiola. Si hay una vida que simboliza la utilización del sexo comercial para el acopio de datos sensibles, esa es la suya. Bien vale repasarla. El rufián melancólico Hubo un tiempo remoto en que Martins era otro: “Aristóbulo Manghi”. Así fue rebautizado en la SIDE. Tenía apenas 27 años y un espíritu locuaz, al que solía dar rienda suelta entre los parroquianos de Angelo’s, un pequeño bar en la esquina de Santa Fe y Laprida. Allí –según un testigo de esos días– decía dar clases de Historia en un secundario. Y provenir de una familia acomodada, de la cual –se jactaba– hasta heredaría un pequeño campo. Pero en más de una oportunidad, entonado por el whisky, solía revelar su verdadera ocupación. Nadie sabe con exactitud por qué el único hijo de doña Cledis Precilla Coggiola, una madre severa y sobreprotectora, se enroló en el organismo de la calle 25 de Mayo. Pero sí trascendió que su solicitud de ingreso –recomendada por un teniente coronel amigo de la familia– fue presentada en 1973. Meses después salió su “nombramiento condicional” con categoría C-C33 IN 14, que en buen romance significa “agente secreto” con funciones operativas. Y fue destinado a la Base Bilinghurst. Es justo reconocer que, como hombre de acción, lo suyo fue modesto. Sus primeras tareas fueron tomar fotografías de militantes en actos y marchas, durante los días previos al golpe de 1976. A partir de entonces, se dedicó al seguimiento de posibles “blancos de la lucha antisubversiva”. De ese modo se hizo diestro en el arte del “ovejeo” y la “capacha”, tal como en argot represivo se denominaban los dispositivos de vigilancia sobre las futuras víctimas. Hay que aclarar que el personal de la Base Billinghurst tenía bajo su control el centro clandestino de detención Automotores Orletti, nada menos que la filial vernácula del Plan Cóndor. Allí hizo amistad con dos celebridades del terrorismo de Estado: Eduardo Ruffo y Aníbal Gordon. Allí también hizo excelentes migas con un muchacho de su edad: “El Lauchón”. Su nombre real: Pedro Tomás Viale. Incluso lo presentó en una oportunidad a sus contertulios de Angelo’s. Al restaurarse la democracia en diciembre de 1983, Martins dejó de frecuentar ese bar. Tres años después renunció a la SIDE. Y al tiempo se transformó en el “Yabrán de la prostitución”, como a él le agrada que lo llamen. Hay quienes creen que en su conversión empresarial pudo haber dinero negro del aparato represivo de la última dictadura. Paralelamente –y quizás por hobby– retomó la docencia impartiendo clases de Historia e Instrucción Cívica en un colegio católico del cual su abuelo había sido rector. En una ocasión invitó al joven secretario de un juzgado correccional para dar una clase de sobre adicciones. Era nada menos que Norberto Oyarbide. Todo indica que ambos se conocían de otros claustros más festivos. En tanto, sus burdeles prosperaban debido a su notable cintura para tal negocio. Y se dedicaba a esa actividad sin haber quebrado del todo su lazo con la SIDE. De allí reclutó dos estrechos colaboradores: su “culata” predilecto, Marcelo Gordon (hijo del ya fallecido Aníbal), y al agente Viale, quien seguía reportando en la central de espías a la Sección

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Acorralados peligrosos

Fuente: Jorge Beinstein | La Tecla Eñe Fecha: 15 de ABR 2018 Malas noticias Se multiplican las señales negativas para el gobierno Macri y sus bravuconadas buscan revertir una tendencia que comienza a preocupar a su equipo central, todavía no es el pánico pero el susto se amplifica mes tras mes. La imagen de Macri se va deteriorando, así lo muestran encuestas de todo tipo incluso las realizadas por las consultoras amigas y la perspectiva de un remplazo gatopardista en 2019 protagonizado por Vidal comienza a cubrirse de sombras; en los sondeos de opinión realizados en la provincia de Buenos Aires (al que se habría agregado recientemente uno muy discreto a nivel nacional) su imagen positiva supera todavía a la negativa pero la brecha entre ambas alternativas comienza a estrecharse. En la UCR, más que desgastada por algo más de dos años de sometimiento al macrismo, aparecen algunas disidencias ruidosas como la de Ricardo Alfonsin, que pese a sus sinuosidades y torpezas expresa la pérdida de adhesión social a un gobierno que empieza a ser insoportable para importantes sectores de las capas medias que lo habían apoyado hasta hace muy poco. Los casos descubiertos de corrupción oficial se suceden uno tras otro carcomiendo su principal base de legitimidad, el blindaje mediático no consigue diluir la avalancha del descontento social ni invisibilizar como en otros tiempos las “desprolijidades” de ministros y parlamentarios (y del propio presidente) embarcados en una dinámica depredadora que puede más, mucho más, que las astutas estrategias elaboradas por sus asesores locales y externos. A ello se agrega una situación económica donde aparecen síntomas de agotamiento que se adelantan a las previsiones del círculo dominante, incluso las más pesimistas. La inflación no desciende impulsada por los tarifazos, la suba del dólar e incluso por la contracción del mercado que empuja a grandes empresas comerciales a subir precios de rubros con demanda relativamente rígida a la baja (como los alimentos) para así compensar la declinación en las ventas o que restringe la oferta en áreas afectadas por el cierre de empresas. La apertura importadora destruye empleos, engrosa los bolsillos de unos pocos pero no mueve el amperímetro del sistema de precios. El endeudamiento público con el que se pretendía compensar la inexistencia de la famosa lluvia de inversiones, encuentra cada vez mayores dificultades: los mercados financieros globales son cada día más volátiles, suben las tasas de interés y se hace muy evidente la endeble capacidad real de pago de Argentina como lo muestra el agravamiento del déficit del comercio exterior y la retracción de la oferta especulativa de divisas (bicicleta financiera). El gobierno trata de aferrase al diabólico respaldo del FMI que le exige ajustes muy duros. En síntesis, la economía se enturbia y su espacio político clasemediero se contrae. Fuga hacia adelante Todo parece indicar que Macri y su entorno están convencidos que no hay retroceso  gobernable posible, entonces predomina la fuga hacia adelante con la esperanza de que los golpes mediático-judiciales puedan llegar a disciplinar a políticos y sindicalistas. No saben bien como avanzar con sus despliegues represivos, siguen preparando un aparato  policial militarizado bajo el monitoreo de la CIA, el Mossad, la DEA y otras agencias occidentales (forman personal, compran armas, alientan como pueden la psicología de la impunidad) pero temen que su empleo a gran escala desate como reacción puebladas fuera de control; lo ocurrido el 18 de diciembre pasado es un llamado de atención que parece haber sido registrado (aunque es probable que sus delirios inmediatistas terminen por desecharlo). La posibilidad de imponer el fraude electoral en 2019 mediante el voto electrónico se hace difícil y el control de políticos y sindicalistas (con  carpetazos, sobornos y otras picardías) es cada día menos eficaz ante el ascenso del descontento popular, además comienza a saturarse el bombardeo mediático, su accionar pierde eficacia. Y para colmo de males aparecen “fenómenos raros”, impredecibles para los manipuladores de las redes sociales y de los medios tradicionales de comunicación: la explosión del Hit del Verano (persistente en Otoño) los ha desconcertado, los lleva a una fuerte crisis de percepción. Acorralado estratégicamente, con el tiempo jugándole en contra utiliza sus mafias mediático-judiciales, se defiende atacando al espacio hostil o potencialmente peligroso allí donde considera tener asegurada la victoria, por ejemplo haciendo que la jueza Servini de Cubría intervenga al PJ, que lo desafueren y encarcelen a De Vido o que la camarilla judicial oficialista de Jujuy meta en prisión al ex gobernador Fellner (aunque sea por unas pocas horas) y mantengan en la cárcel desde hace más de dos años a Milagro Sala. No está en condiciones de convertir esas victorias tácticas muy publicitadas y de duración incierta en un gran viraje estratégico favorable, lo que lo lleva a seguir avanzando, apuesta a que podrá sobrevivir pese a sus averías si sus golpes aplastan, desordenan, desarticulan al enemigo al que, independientemente de su masividad callejera, suponían flojo, algo tonto, un poco gritón pero mansamente apegado a los buenos modales institucionales (ese supuesto ya no está tan firme). Ocurre que esta vez la élite dominante ha dado la cara, ejecuta sus planes sin intermediarios militares o políticos, lo que significa que si el barco se hunde le resultará muy difícil eludir responsabilidades. No podrá descargar las culpas sobre los Uriburu, Aramburu, Onganía, Videla, Menem, Duhalde o De la Rúa de turno, ahora son ellos (los dueños del circo) los protagonistas visibles, los payasos han quedado fuera del escenario. Eso quiere decir, entre otras cosas, que nos encontramos ante gente con una larga historia criminal, sabedora de que sus intereses (y algo más) corren serio riesgo si el barco se hunde.  Seguramente van a utilizar toda la artillería disponible. Apertura al mundo (caótico) La derecha argentina creía que sus reformas neoliberales y su sometimiento a los Estados Unidos les brindaría un sólido paraguas internacional, pero eso no ha ocurrido. El Imperio navega sin rumbo fijo sumergido en la decadencia geopolítica y económica, y para colmo con Donald Trump en la presidencia. Acaba

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Los papeles (flojos) del financista

Fuente: Pedro Biscay | El Cohete a la Luna Fecha: 08 de ABR 2018 La avivada y el papelón La filtración de los Paradise Papers reveló a Luis Caputo (foto principal) como nuevo involucrado del gobierno en el mundo offshore. Un dato que no sorprendió a nadie que conociera el desempeño del actual ministro en el mundo de las finanzas y menos a quienes saben de los vínculos del ex Deutsche Bank. Tanto la información filtrada en aquellos papeles como el papelón que realizó durante la reunión de la “Comisión Bicameral de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y de Pago de la Deuda Exterior de la Nación”, reflejan el estirpe de un Ministro de Finanzas blindado detrás del mito de ser “el único que trae la guita al país”, que por cierto es la guita que financia la fuga y que ahora utiliza el Presidente del Banco Central para intervenir vendiendo dólares en cada jornada en la que el billete se dispara. La actitud del ministro en la comisión es un botón de muestra de hasta donde está dispuesta a llegar la oligarquía financiera argentina para defender su modelo de negocios, que consiste en bajar salarios, liberar precios y alimentar la especulación financiera y la fuga de capitales. Un modelo conocido y que en el pasado nos llevó siempre hacia una crisis financiera, económica y social. El ministro forma parte del pasado de un país que alimentó los privilegios del bloque de poder dominante, por sobre el deterioro de las condiciones de vida y la pérdida de derechos de sectores del trabajo, actuando durante un tiempo duradero con el beneplácito de la clase media. Para estos agentes de la oligarquía financiera no hay ningún ethos democrático que merezca ser respetado, como en una dimensión más aguda vemos en el derrotero del golpe judicial y la condena a prisión impuesta sobre las espaldas de Lula. El ministro se burló de todo el Parlamento, se levantó y se fue ni bien sintió un poquito de incomodidad. No mostró ninguna voluntad de rendir cuentas ni contestar las preguntas que los diputados y senadores tenían previsto realizar. En un ejercicio de soberbia institucional propia de los que mandan, soltó por lo bajo la orden de levantar justo cuando venía de generar una provocación que el Presidente de la Comisión no controló. A juzgar por la excusa, suponemos que luego se fue a descansar. El ministro dijo: “Dale, levantá, levantá que estoy muerto”. ¿Le habrá dicho lo mismo a los inversores que semanas atrás le exigieron explicaciones en una ronda especialmente convocada en los salones de Wall Street? El incidente del papelito “misógino” no merece mayores comentarios, salvo que la próxima habrá que tener presente que el se enoja pierde, pero también que el que riendo la hace, llorando la paga. Lo más importante de la reunión es que Caputo confesó ser “tenedor fiduciario” de la offshore Noctua Partners. Al hacerlo, implícitamente, reconoció que al momento de presentar sus declaraciones juradas, le mintió tanto a la Oficina Anticorrupción como a la Administración de Ingresos Públicos. La información revelada por la Security and Exchange Commission semanas atrás lo dejó tras la cuerdas y por eso, a pesar del “coucheo”, no pudo escapar a ese dato irrefutable. Si en los Estados Unidos declaró ser shareholder aquí omitió hacerlo, pero además le mintió en la cara a los diputados y senadores. Tal vez sea que su estirpe de financista de la oligarquía argentina le dio bríos adicionales para declarar que no estaba obligado a informar las tenencias a la Oficina Anticorrupción, porque simplemente era un tenedor fiduciario o nominal de las acciones. Caputo el testaferro En su exposición Caputo dijo: “Con respecto a ese reporte de la SEC, es un reporte de una tenencia accionaria nominal. Sí, yo era un tenedor fiduciario de eso. ¿Qué quiere decir un tenedor fiduciario? Alguien que tiene algo en confianza de otra persona. “Fiduciario” viene de “fiducia”, de “confianza”. “Ahora, no tengo que tenerlo declarado eso, porque eso no me convierte en propietario”. Con estos términos, Caputo pretendió justificar por qué no declaró a Noctua en sus papeles ante los organismos de control. En el derecho argentino el fiduciario no actúa solamente bajo un mandato de confianza. De acuerdo con la Ley 24.441, el vinculo fiduciario emerge a partir de la transmisión de propiedad realizada por un fiduciante, de modo que el fiduciario recibe la propiedad de determinados bienes para ser afectados a un fin específico. La ley denomina a esta forma de propiedad como dominio fiduciario y hace responsable al titular de este dominio de las consecuencias derivadas de las responsabilidad extracontractual. Es decir el fiduciario, en base a un vínculo de confianza, se transforma en propietario de un bien, que luego de cierto tiempo debe regresar al titular originario o a quién este haya designado. En el derecho anglosajón existe la figura del trust que se diferencia del fideicomiso en base a una ficción jurídica admitida por la common law: quién transmite (settlor) no se desprende de la titularidad del dominio; y quién recibe (trustee) adquiere la condición de titular del dominio para un tercero. El trust no está reconocido en el derecho argentino y el fideicomiso, como vimos, se rige por una ley específica que admite esquemas de afectación específica de bienes identificados como dominio fiduciario. Caputo ante los parlamentarios mencionó que era fiduciario y accionista nominal. Pero en nuestro derecho, el único accionista nominal es aquel a cuyo nombre están las acciones, puesto que la Ley 24.587 del año 1995 prohibió las acciones al portador obligando a su reconversiones en acciones registrales. Entonces o es accionista y dueño o es dueño para un tercero, algo que sólo es admisible bajo la figura del socio aparente prevista en la legislación societaria. Para nuestro derecho, el fiduciario es dueño y el dueño es dueño. No es suficiente afirmar que dado que esa tenencia no era de él (porque era un simple fiduciario), no tenía que declararla

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Autocríticas

Fuente: Luis Bruschtein | La Tecl@ Eñe Fecha: 05 de ABR 2018 Cuando hablan de la derrota electoral del 2015, algunos sectores del peronismo confunden autocrítica con psicoanálisis. Si la autocrítica es para saber lo que se hizo mal, la lista es larga, pero puede no estar directamente relacionada con la derrota electoral. Las discusiones internas por disputas de poder, revanchismo, pase de facturas y acusaciones, creación de enemigos internos, de buscar chivos expiatorios o asumir como propia la visión que tiene la derecha sobre temas como la corrupción o el autoritarismo, ya sea por oportunismo o derrotismo, lo que producen es dispersión y desmoralizan porque forman parte del escenario de derrota que le interesa a la derecha. Si se quiere saber la razón por la que se perdió hay que apuntar hacia otros enfoques. Sirven las experiencias de los demás gobiernos populares de la región. Dos de ellos, en Ecuador y en Brasil, pudieron ganar por poca diferencia las elecciones gracias al peso que pusieron en juego los liderazgos originales de esos procesos, Rafael Correa y Lula. Pero el resultado fueron dos gobiernos débiles. El de Lenin Moreno, que sucumbió a las presiones de las corporaciones mediáticas y del capital concentrado, y el de Dilma Rousseff que fue desplazada por un golpe mediático parlamentario. En Venezuela, Hugo Chávez delegó el gobierno en Nicolás Maduro, que estuvo a punto de ser derrocado en el marco de una crisis profunda en la economía por el derrumbe de los precios internacionales del petróleo. Maduro tiene el respaldo de las Fuerzas Armadas, un dato que no es menor. Pero desde el punto de vista de la estrategia, Maduro pudo zafar del escenario de violencia callejera desestabilizadora que le planteaba la oposición dirigida desde Miami, para imponer su propio escenario con la creación de la Asamblea Constituyente. Y, por otro lado, logró recuperar a los sectores humildes que habían desertado en la votación parlamentaria anterior donde había sido derrotado. Retomó la iniciativa cuando parecía que lo tenían arrinconado. Evo Morales hizo entrar en el siglo XXI a un país como Bolivia, donde la gran mayoría de la población es indígena y donde nunca antes hubo un presidente de ese origen. Es uno de los pocos países de la región que mantiene la economía fuerte pese a la crisis internacional. Y aun así, la especulación del MAS es que, aun cuando la derecha no tiene candidato claro, si Evo no es candidato, no están seguros de ganar las elecciones. La derecha le hizo perder el referéndum con una campaña mediática sucia y obstruyó el camino para su reelección. Cuando parecía que estaba resignado a elegir un reemplazante, consiguió que la Corte lo habilitara y descolocó a la derecha. Evo será el candidato y tiene la victoria asegurada. Desde la izquierda, e inclusive desde algunos sectores peronistas, explican el fracaso de los gobiernos “populistas” por la no realización de “cambios estructurales”. En el caso del kirchnerismo, las nacionalizaciones de YPF, AYSA, Aerolíneas, más la re estatización de las jubilaciones, la AUH, las paritarias y otras medidas, fueron cambios estructurales. De todos modos, es una explicación simplista. La URSS hizo todas las reformas estructurales posibles, con un gobierno que tenía la suma del poder y las sostuvo durante más de 70 años. Y sin embargo, en menos de diez años fueron revertidas. Las empresas estatales pasaron a los miembros de la “nomenklatura”. Esa burocracia, de la que salió la actual burguesía rusa, fue generada por la forma cerrada de gobierno. En democracia, cada medida de cambio estructural requiere consensos ultra mayoritarios porque afectan intereses poderosos, lo que explica el surgimiento de liderazgos fuertes con gran capacidad de convocatoria. Y los grandes consensos son necesariamente impuros. La pureza está en las sectas cerradas que se vuelven testimoniales. La pureza tampoco es el problema. El campo popular juega con esas cartas. Ese es un plano del debate. Por supuesto que hay otros enfoques de autocrítica, en áreas donde se actuó con sectarismo o burocratización, en medidas que se enunciaron y no se pudieron implementar, en población vulnerable a la que no se pudo llegar. Estos problemas existieron, pero no fueron la razón de la derrota electoral porque el impacto de las acciones positivas de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner es mucho más fuerte que el de las negativas. Son dos planos diferentes de discusión y debate y, si se los mezcla, en vez de encontrar soluciones se profundizan los problemas. Frente a dificultades complejas no hay soluciones simples. En los dilemas de sucesión y reafirmación de liderazgos, de democratización de la información, de no dejarse arrastrar a escenarios que plantea la derecha, de mantener la iniciativa en la disputa de poder y en crear escenarios favorables que surjan de grandes consensos, parecieran estar las respuestas para el laberinto en el que quedaron los movimientos populares latinoamericanos. Son lineamientos generales, pero de allí pueden surgir vías para la acción, incluso las que se requieren desde el llano, para frenar la destrucción de los avances que se lograron en los gobiernos populares. La sustentabilidad es el otro problema de las medidas de cambio. El proceso en la URSS demostró que hasta los cambios estructurales de raíz pueden ser revertidos. La opción sería mantenerse en el poder eternamente, pero la URSS demostró que eso tampoco es posible. La única posibilidad que queda, entonces, es que la sustentabilidad de esas medidas no dependa solamente de mantener el poder o el gobierno, sino también de la forma en que se estructura la defensa de esos logros cuando toca estar en la oposición. Esa previsibilidad debería formar parte de una estrategia que se desarrolle incluso desde el momento en que se toman esas medidas de transformación. Son lógicas en las que el factor tiempo y los procesos culturales pasan a tener mucha importancia, igual que la postulación de nuevos escenarios institucionales y la construcción de nuevas -o readecuación de las viejas- herramientas de tipo sindical, social y político.

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