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Tragedia social: en procura de una estabilización económica imposible

Fuente: Roberto Feletti | El Destape Fecha: 22 de JUL 2018 El gobierno se apresta a aplicar un ajuste sobre el pueblo argentino que, por la magnitud de la tragedia social que va a provocar, recuerda a la hiperinflación de 1989 y al crack de la Convertibilidad de 2001. Una vez más, aferrado a su ideología y protegiendo sus intereses de clase, el presidente Macri va a colocar al país de cara a un nuevo experimento traumático y doloroso, pero, a la vez, carente de sentido para resolver la crisis en la que nos ha colocado. Analistas de distintas corrientes de pensamiento —así como también se describió desde esta columna con bastante profusión— alertaron sobre el impacto que sufriría el “mejor equipo de los últimos 50 años” contra un cambio de contexto internacional y que, finalmente ocurrido, tornó insustentable el modelo macroeconómico que pretendían implementar. La apertura comercial y financiera desencadenó el presente desmadre en un mundo proteccionista carente de la liquidez internacional del pasado. La desesperación del fracaso los llevó a pedir la asistencia financiera del Fondo Monetario Internacional y, sin ponerse colorados, se preparan para aplicar una política tan ominosa en lo social como inútil en lo económico. A mayo de este año, el balance cambiario del Banco Central revela un déficit de la cuenta corriente de u$s 8.401 millones y una salida de capitales del sector privado de u$s 13.857 millones. En suma, un desequilibrio cambiario en los primeros cinco meses del año de u$s 22.258 millones. Semejante desbalance, que convierte a la Argentina en una economía extremadamente vulnerable al actual contexto global hostil, es fruto del experimento inicial de Cambiemos de pretender funcionar con una cuenta corriente deficitaria sostenida por una cuenta capital superavitaria. La primera es consecuencia de la apertura comercial y la segunda de la apertura financiera a cualquier tipo de capitales que conviertan al país en un escenario de negocios. Chocado ese modelo antiguo de más de dos décadas atrás, ahora buscan corregir el desbalance con una receta también vetusta, consistente en contraer la demanda de dólares por la vía de una recesión profunda, inducida a través de unas políticas monetaria y fiscal fuertemente restrictivas. Corregir un desequilibrio del sector externo mediante un ajuste monetario y fiscal que aniquile la demanda interna y que, por ende, reduzca las importaciones, la salida de divisas por el turismo y las ganancias de las empresas giradas afuera, sólo registra antecedentes de fracaso en la historia económica argentina. A la vez, constituye una experiencia deleznable por el enorme costo social que conlleva. En dos oportunidades del pasado reciente se intentó corregir un desequilibrio externo sin regulaciones sobre el comercio exterior, el giro de dividendos y el manejo de la política cambiaria. Una fue en 1995 durante la crisis mexicana denominada “efecto tequila”, en la cual, para preservar la paridad un dólar igual un peso del régimen de Convertibilidad, se contrajo un tercio la base monetaria y se redujo nominalmente el gasto público. Las consecuencias fueron siete trimestres de recesión y una tasa de desempleo ubicada en el 18,6%. El gobierno sufrió una dura derrota en las elecciones legislativas de 1997, sellando su suerte en las presidenciales de 1999. El segundo intento, también dentro del régimen de Convertibilidad, fue el ejecutado por el gobierno de De La Rúa, que rebajó salarios públicos, jubilaciones y presupuesto universitario en procura de alcanzar lo que en ese momento se llamó “grado de inversión”, que haría fluir capitales a la Argentina para así poder sostener un sector externo desmadrado. Sin ayuda del exterior, el ajuste no resolvió el problema y el gobierno cayó en medio de un enorme descontento popular. En el presente, el tándem Dujovne-Caputo ha alineado la política fiscal con la política monetaria para direccionar el ajuste. El Banco Central sostiene una tasa de interés de piso en torno al 47% y controla la oferta monetaria y crediticia. El Ministerio de Hacienda, por su parte, se entusiasma ante cada recorte de las partidas presupuestarias. Este diseño, que se aplicará a rajatabla en el segundo semestre, caerá como un mazazo sobre una actividad económica que ya presenta un deterioro agudo desde comienzos del año. Transcurridos dos tercios de su mandato, el gobierno sólo ofrece dolor hacia el futuro y reparto de culpas hacia el pasado. Su épica es alcanzar la estabilidad cambiaria sobre la paz de los cementerios. El dólar de paridad teórica ha descendido a $ 34,70 y el de mercado flota en $ 28,30. Luis Caputo se entusiasma con esos valores porque imagina que está cerca de un tipo de cambio de estabilización. Sin embargo, olvida que ese equilibrio es estático,jaqueado por una tasa de interés que está quebrando el capital de trabajo de las PyMEs, un drenaje de reservas que va más rápido que el cierre externo que procuran alcanzar con el ajuste y que dicha política de ajuste tiene una alta inviabilidad social pero también política, además del referido desmadre técnico.

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El aniversario y la ofensiva del Gobierno

Fuente: Raúl Kollmann | Página 12 Fecha: 15 de JUL 2018 El aniversario número 24 del atentado contra la AMIA, este miércoles, se produce en medio de una ofensiva de la Casa Rosada en varios terrenos. En primer lugar para debilitar la investigación del atentado, instalando una secretaría anti-terrorista que seguramente pondrá en la mira a organizaciones mapuches y agrupaciones sociales, mientras que ya está desactivando a los fiscales que investigan el atentado. En segundo lugar, son evidentes las presiones del Ejecutivo para lograr la absolución o penas muy menores a los que entorpecieron o desviaron la pesquisa. En el banquillo están el ex presidente Carlos Menem, el ex juez Juan José Galeano, los ex fiscales, los mandos de la SIDE y el policía favorito del Presidente, Jorge El Fino Palacios. Bajo cuerda exhiben un argumento burdo: que las condenas podrían favorecer a los acusados iraníes del atentado contra la mutual judía. Y, en tercer lugar, usan a los jueces de la coalición Comodoro Py-Cambiemos para avanzar contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman en la burda causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán y el expediente por la muerte de Alberto Nisman. En los actos del miércoles también llama la atención la marginación de la DAIA, que en estos años funcionó casi como una sucursal de la administración de Mauricio Macri. En la interna comunitaria, la DAIA está impactada por los escándalos de su ex presidente y por la forma en la que recauda dinero. El nombre de la DAIA no figura en el cartel de convocatoria al acto ni, de acuerdo al anuncio, tendrá orador propio (ver aparte). Secretaría El viernes se difundió una resolución del Procurador de la Nación, Eduardo Casal, anunciando la creación de una Secretaría Integral de Análisis del Terrorismo Internacional (SAIT). Casal ha hecho todo lo que le pide la Casa Rosada, tal vez para quedarse en el cargo. Sin embargo, el anuncio es llamativo por varias razones: Casal es procurador interino y en las próximas semanas el Senado tendrá que evaluar la propuesta del Ejecutivo de designar a Inés Weinberg de Roca. Es curioso que un interino se lance a establecer una estructura semejante. Casal no designa a un fiscal al frente de esa Secretaría Anti-Terrorista, sino que la ubica en la Procuración ante la Corte, a cargo de él mismo. O sea arma una estructura que él mismo va a conducir y usufructuar. El Ministerio Público, es decir los fiscales, deben actuar ante delitos cometidos. Para prevenir ataques están las policías y los servicios de inteligencia, no los fiscales. Cuando se armaron procuradurías contra la corrupción, la trata de personas, el narcotráfico fue porque había muchos expedientes sobre esos delitos y se buscaba tener expertos. En este caso, los hechos terroristas que vivió la Argentina son dos, la AMIA y el atentado contra la Embajada de Israel, y no es la situación que tiene por ejemplo Europa, con las secuelas de ISIS y otras organizaciones. Como el texto de la resolución es difuso y habla de “abordar de manera integral el extremismo violento entendido como conducto hacia el terrorismo internacional”, parece cantado que juntarán materiales e información sobre mapuches y organizaciones sociales, a los que la Casa Rosada y la ministra Patricia Bullrich han señalado como terroristas, incluso financiados desde el exterior. Otra jugarreta en linea con Washington. Sobre el final del texto hay una mención al caso AMIA y se señala, en forma difusa, que la flamante Secretaría colaborará con la Unidad Fiscal AMIA que es la que encabezaba Alberto Nisman. Tras su muerte se designaron tres fiscales que dieron pasos importantísimos en la pesquisa. Ahora, la Casa Rosada, haciéndose la distraída, está desmontando esa fiscalía. No investigar I Hace ya cuatro meses, el 22 de marzo, presentó su renuncia Mario Cimadevilla, titular de la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia. Ese organismo, creado durante el gobierno de la Alianza, tenía como objetivo coordinar a todos los organismos del Estado en la investigación del atentado y en las causas derivadas. Por ejemplo, la Unidad debía ayudar en el análisis de los documentos encontrados en la SIDE, facilitar búsquedas de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura, acelerar los estudios genéticos que se necesitaban y cualquier otra tarea relacionada con la investigación, juicios y causas. Cimadevilla denunció en forma ruidosa al ministro de Justicia Germán Garavano, por presionar a los abogados de la Unidad AMIA para que no acusaran a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, imputados por las maniobras en la causa del atentado. El ministro ya había ordenado el desplazamiento de abogados y mandó interventores a las reuniones donde se debatía la estrategia en el juicio. Lo concreto es que Garavano disolvió, de hecho, la Unidad AMIA aún antes de la renuncia de Cimadevilla. El paso siguiente fue trasladar el organismo ya inexistente a la órbita de la secretaría de Derechos Humanos que encabeza Claudio Avruj, ex funcionario de la DAIA durante la gestión del imputado ex presidente de la entidad, Rubén Beraja. En síntesis, el Ejecutivo exhibió su voluntad de des-jerarquizar y diluir el esfuerzo estatal en la investigación del ataque contra la mutual judía. No investigar II La investigación judicial del atentado contra la AMIA está en manos de la Unidad Fiscal AMIA, ya que el juez del caso, Rodolfo Canicoba Corral, delegó la instrucción en la fiscalía. El que estaba al mando era Alberto Nisman. Tras su muerte, la procuradora Alejandra Gils Carbó designó un equipo de tres fiscales y un coordinador. Sabrina Namer, Roberto Salum y Patricio Sabadini, luego reemplazado por Leonardo Filippini, con Juan Murray como coordinador. Ese grupo dio pasos muy significativos en la investigación. Los familiares habían acusado a Nisman de “trabajar poco y viajar mucho” y el nuevo equipo demostró que se podía avanzar. Por ejemplo, confirmaron con sofisticados estudios de barrido electrónico que se usó la camioneta Trafic en el atentado, establecieron la existencia de restos de una persona

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La confianza del mundo y los dilemas reales

Fuente: Edgardo Mocca | Página 12 Fecha: 15 de JUL 2018 ¿Cómo enfrentará el gobierno macrista lo que a todas luces aparece hoy como una crisis de credibilidad en la sociedad argentina enmarcada en los presagios de un agravamiento de la crisis económica y política? El presidente dijo recientemente a sus allegados, según las crónicas periodísticas, que “para el mundo somos los únicos garantes de este modelo”. Puede tratarse de una frase de ocasión pero también podría considerársela como una clave de la hoja de ruta presidencial. El gobierno carece de una agenda atractiva para la sociedad, capaz de asegurar la inversión de la marcada tendencia al debilitamiento de sus apoyos. El texto del acuerdo firmado con el FMI tiene un contenido inequívoco; su centro es el ordenamiento de las cuentas fiscales, objetivo que ha pasado a ser una obsesión del presidente, quien intenta construir una épica refundacional a partir de un propósito tan poco promisorio como es la disminución del gasto estatal. Es decir, para cumplir con el organismo de crédito hay que limitar la obra pública, recortar la inversión en educación, salud, infraestructura, jubilaciones y pensiones, entre otras tareas esenciales del estado. Y eso es presentado como una epopeya argentina. Es evidente que la comprensión del “mundo” (que para el gobierno son los grandes consorcios financieros y sus centros de coordinación globales) es considerada un activo fundamental para la etapa política que se abre. Es una lectura característica de la tradición oligárquica local. En este caso, se reviste de un dramatismo especial: si el “mundo” abandona a Macri, el fantasma del regreso del populismo está en el futuro próximo inevitable del país. Esta premisa valorizaría al gobierno argentino frente a Estados Unidos para el que no sería una buena noticia un cambio que afectara su agenda geopolítica en el sur de su campo más inmediato de influencia. Las noticias que vienen de Brasil tampoco son halagüeñas para la principal potencia mundial, en términos de lo que su Departamento de Estado llama la “estabilidad regional”. ¿En qué consistiría esa comprensión imperial? A primera vista parecería que la cuestión podría girar en torno de la posibilidad de un importante grado de flexibilidad del Fondo para evaluar el grado de cumplimiento argentino de los compromisos recientemente firmados. Un ajuste brutal como el que se desprende de la letra de esos documentos se convertiría en un salvavidas de plomo para transitar los meses previos a la crucial elección presidencial de 2019. “Nosotros o el caos” es el dilema que Macri enuncia con poco disimulo. Claro que pensar que el FMI se convierta en una especie de comité de campaña en las sombras de Cambiemos no entra ni en los más drásticos reduccionismos respecto de lo que son las relaciones internacionales. La apuesta más bien parece querer incorporar la mirada del “mundo” en la disputa política doméstica. La idea es poner a prueba la cambiante política de la estructura federal del justicialismo y del massismo frente a la crítica etapa que espera al país. El planteo del macrismo es que tendrán que resolver si permanecen en el registro de políticos responsables y serios que no quieren una catástrofe nacional o se inclinan por defender sus intereses sectarios a cualquier precio. “Nosotros o el caos” es una fórmula de múltiples significados: se dirige a la estructura sindical, a los movimientos sociales, a la élite del poder económico, a los diputados, senadores y gobernadores. Es un arma de uso interno sostenida por un mito central de esta administración, como es que el atractivo (económico, geopolítico o de cualquier otro orden) que el país pueda significar para los poderosos del mundo global es la clave central para el futuro. El otro dilema central es la posición del peronismo y de la “oposición responsable”. Desde que en diciembre de 2001 estallaron la economía, la sociedad y la política argentina después de más de una década de reestructuración neoliberal, esa escena se ha convertido en un poderoso mito político. Según quien lo recupere significará el fracaso del experimento del consenso de Washington o la índole oportunista y poco democrática del peronismo, siempre dispuesto a asaltar el poder movilizando todos sus recursos sociales y estatales. Curiosamente parece haber muchos conspicuos dirigentes justicialistas que parecen haber adoptado el segundo punto de vista bajo el prestigioso ropaje de la “autocrítica”. Entonces aquel diciembre mítico se convierte en el demonio que debe ser exorcizado. Hay que reemplazar aquella conducta oportunista del peronismo por una visión que le otorgue prioridad al sostenimiento de la gobernabilidad, cualquiera sea el costo que haya que pagar a cambio. Sin embargo, esa lectura de aquel episodio está abiertamente reñida con la realidad histórica. La oposición de entonces no fue la que creó las condiciones de la catástrofe. En todo caso, su contribución al desmadre consiste no en la rebelión popular, muy difícil de evitar en la situación social a la que habíamos llegado, sino en los años del menemismo, cuando se ejecutaban en tono festivo todas las políticas que nos llevaron a la quiebra económica, la ruina social y el derrumbe político. Todo el sistema político tuvo una responsabilidad innegable en aquella deriva caótica. Es lógico que hoy abunden los juicios de “especialistas” que procuran endosar los antecedentes de la crisis actualmente en desarrollo a la experiencia kirchnerista. Y hasta es seguro que ese argumento goza de autoridad y credibilidad en un sector no pequeño de nuestra sociedad. Pero tiene un problema: no es verdad. Argentina tenía muchos problemas en diciembre de 2015 pero un problema que no tenía era el de la extrema vulnerabilidad de su economía, claramente conectada con el hiper-endeudamiento de este corto período y el desastroso estado de nuestra balanza comercial y de cuenta corriente producto de las políticas en curso. Claro que ese razonamiento corresponde a la verdad histórica. Pero la pos-verdad camina por otros andariveles. Y estamos ante un elenco de gobierno que desde el comienzo reemplazó la política por la publicidad. Es por eso que es muy difícil de

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El tiburón blanco de San Juan

Fuente: Graciana Peñafort | El cohete a la luna Fecha: 14 de JUL 2018 El fin de semana pasado estando en San Juan para abrazar a mis padres, sufrí el ataque de un tiburón blanco descomunal. Hacía una excursión en los abismos del océano, para explorar una misteriosa nave sumergida allí. Cuando descendía en una controlada expedición, el tiburón me atacó. Estaba en una suerte de jaula de seguridad y al principio me sentí segura, hasta que el tiburón arrancó con su poderosa dentadura uno de los lados de la jaula y se abalanzó sobre mí. Grité aterrada, presa del pánico. y me saqué el dispositivo de realidad virtual que mi hermano menor me estaba enseñando a usar. En San Juan, bella –y muy mía— ciudad entre montañas, no hay océanos ni misteriosas naves sumergidas. Lo sé porque ahí crecí y no he dejado de volver llamada por los afectos y los infinitos tonos de amarillos, rojos y ocres que sólo existen allí luego de la vendimia. Pero precisamente en San Juan me atacó un tiburón blanco. Que sólo existía en un dispositivo de cables, pero cuya existencia mis sentidos dieron por cierta. Me quedé reflexionando y llegué a la conclusión de que con la realidad —que los peronistas sabemos que es la única verdad—, hoy pasa en la Argentina y en buena parte de la región algo similar al ataque de tiburones blancos que no existen. Los autores de esos ataques son múltiples. Los medios de comunicación y el imperio de las fake news o noticias falsas. Recuerdo el testimonio de una ex secretaria de Néstor Kirchner que recorrió infinitos canales de televisión contando que había visto circular bolsos con dinero. Pero cuando fue llamada por el Poder Judicial a declarar al respecto, reconoció no haber dicho la verdad, y sólo haber hecho una formidable operación de prensa para publicitar su libro. Cuando la verdad se supo, no la invitaron de los canales de televisión a contarla. Porque la verdad parece no importarle a casi nadie. Al menos en la TV. De ello da cuenta el deliberado ocultamiento de lo real que sucede día a día. Y al escribir esto pienso que el joven periodista Juan Amorín investigó e hizo público un estrafalario y fraudulento sistema de aportes dinerarios para las elecciones llevado adelante por Cambiemos, el partido político que actualmente gobierna este país: alguien tomaba personas beneficiarias de planes de asistencia social, usaba sus datos para afiliarlos al PRO y luego registraba a su nombre aportes económicos para la campaña 2017. La investigación fue creciendo, más de mil personas ya identificadas resultaron víctimas de la maniobra. Personas que contaron estrecheces económicas cotidianas y crueles y que no estarían nunca en condiciones de hacer aportes económicos a ningún partido político. Que jamás se afiliaron al PRO, partido al que muchas de esas personas señalan como el responsable de medidas que han hecho aún mas acuciante su situación de pobreza. Hay testigos, pruebas, causas judiciales, papeles infinitos. Conforme a la ley 26.215 que regula el financiamiento de los partidos políticos, la investigación podría afectar incluso el destino político de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Porque ella es la presidenta del PRO en la provincia, lugar donde habitan las personas afectadas. La ley 26.215 establece en su artículo 63 que el presidente y tesorero de un partido político y los responsables políticos y económico financiero “serán pasibles de inhabilitación de seis (6) meses a diez (10) años, para el ejercicio de sus derechos de elegir y ser elegido en las elecciones a cargos públicos nacionales, y en las elecciones de autoridades de los partidos políticos y para el ejercicio de cargos públicos y partidarios, cuando: …b) no puedan acreditar debidamente el origen y/o destino de los fondos recibidos”. El principal y hoy más oligopólico grupo de medios de la Argentina, el Grupo Clarín, no ha publicado una sola línea de esa investigación. Porque parece sostener el Grupo Clarín que el sol se puede tapar con la mano y la realidad disimular con maquillaje, superchería y titulares falsos. ¿Pero qué pasa cuando el que decide tapar o hacer tapa la verdad es el Poder Judicial? Déjenme contarles un caso. El de Angelina Abbona, ex Procuradora del Tesoro de la Nación. Una de las personas más dignas que conozco. Durante su gestión enfrentó a fondos buitre, reclamos en el CIADI, demandas judiciales. Feroces jornadas de trabajo le dedicó a cuidar los intereses del Estado Nacional. Con humildad, sin prensa, con todos en contra. El poder económico la odia por eso y hoy la persigue con inverosímiles denuncias, para disciplinar a cualquiera que ose alguna vez volver a enfrentarlos. Hace un tiempo surgió la noticia de que Angelina había ocultado prueba de Lázaro Báez. La información surgía, supuestamente, de una auditoría del disco duro de su computadora. Un juez remitió al doctor Casanello, juez que investiga a Báez, la causa por el supuesto borrado de archivos de la computadora de Angelina, sosteniendo que el peritaje sobre archivos borrados demostraba la afectación “a documentos en los cuales obraba información relacionada con Lázaro Báez”. El peritaje se hizo en base a la búsqueda de palabras claves en los documentos borrados: “Lázaro Báez”, “Báez”, “NML”, “Paul Singer”, “Santa Cruz” y “Mosack Fonseca”. Casanello, a quien parece importarle un poco más la Verdad que a otros jueces que conozco, analizó lo supuestos documentos alterados. Llegó a estas conclusiones: del archivo “imágenes” hay, entre otros, una foto de ocho mujeres vestidas de azul, una mujer con un pincel y una publicidad de Frávega. También una foto del debate Scioli- Macri, una foto de un festejo de Macri y los globos y una foto de CFK. Y por cierto una publicidad de la Trump Tower. Entre los supuestos documentos borrados hay un texto de la demanda presentada ante un juez argentino, aparentemente con competencia contencioso administrativa federal, donde se señala que el objeto de la demanda es “promover acción declarativa de inconstitucionalidad contra

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Advierten sobre un convenio con EEUU que permite la intervención militar en Argentina

Fuente: Mariano Pedrosa | TiempoAR Fecha: 13 de JUL 2018 El gobierno de Mauricio Macri viene escalando en la decisión de volver a incluir a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior, en sus palabras: “Para cuidar a los argentinos frente a las amenazas y desafíos actuales”. Estas tareas por ahora están prohibidas por el decreto 727/2006 que limita su accionar a “agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otros Estados”. Sin embargo, las declaraciones del presidente y de su ministra Patricia Bullrich indican otro camino. Pero no se trata sólo de retórica, por ejemplo, el 12 de junio el presidente Mauricio Macri, luego de una reunión con Marcos Peña, Patricia Bullrich, Oscar Aguad, entre otros, ordenó enviar a lo largo de este año al menos 1000 militares para dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en la zona de frontera norte, desde Salta a Misiones. A esta decisión, impulsada luego de la visita del ministro Germán Garavano a Estados Unidos se le suma la reactivación de la base que el Comando Sur impulsa en Neuquén. Elsa Bruzzone, especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional y secretaria del Centro de militares para la democracia argentina (CEMIDA), alertó sobre ese peligro en el canal Annur TV, a partir de eso, Tiempo se contactó con Bruzzone, que hizo énfasis en el peligro de la participación de fuerzas armadas norteamericanas en territorio argentino. La especialista recuerda que el gobierno nacional ha firmado convenios, “que no han pasado por el Congreso Nacional”, con el estado de Georgia en 2016: “Nosotros nos enteramos por declaraciones del mismo gobernador del estado norteamericano de Georgia en noviembre de 2016, y el 14 de diciembre de ese año fue ratificado por el Ministerio de Defensa (entonces a cargo del radical riojano Julio Martínez, actual senador). Este acuerdo posibilita la intervención de la Guardia Nacional de Georgia en nuestro país. De hecho, las últimas informaciones que tenemos, que fueron dadas por la jefa de esa Guardia, es que durante todo el 2017 han recibido efectivos de fuerzas de seguridad argentinos para adiestrarse con ellos. Como si fuera poco que entrenan en Israel ahora también lo hacen en el estado norteamericano de Georgia”, remarca Bruzzone. “Cuando uno ve que esos convenios no pasaron por el Congreso, que se reactiva la base de Neuquén, que están hablando de la reactivación de la triple frontera y de otra en el triángulo entre Bolivia, Argentina y Chile, que no sabemos si será en Salta o en Jujuy, qué quiere que le diga, algo huele a podrido en Dinamarca, como decía Hamlet”, enumera Bruzzone los motivos de preocupación y que llevan a no olvidar los convenios firmados con la Guardia Nacional estadounidense del estado de Georgia. Sobre el convenio de 2016, puntualiza que “le permite a esa fuerza pasar por encima de las resoluciones que pueda dictar el Poder Ejecutivo o Legislativo y de las Fuerzas Armadas y de seguridad e intervenir militarmente, porque es una fuerza militar”. Respecto de la Guardia Nacional explica que “su misión no es sólo operar en el interior de Estados Unidos cuando las policías se ven sobrepasadas, también acompañan a las Fuerzas Armadas de EE UU en todas sus aventuras imperiales y operaciones especiales. Responden al Departamento de Defensa y al de Estado, tienen estatus militar”. Para que se entienda que se trata de un riesgo concreto pone el ejemplo de la participación de esta fuerza en el país europeo Georgia: “Los georgianos hicieron acuerdos y les reestructuraron no solo toda la seguridad interior, sino también toda la Defensa y, para ponerle la frutilla, los mandaron a un enfrentamiento con Rusia que ya sabemos cómo terminó.” Audio relacionado:

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Dora Barrancos: “El gobierno pensó que con el aborto podía entretener a la población, pero le falló el cálculo”

Fuente: Aldana Huilén Ceijas | Revista Zoom Fecha: 11 de JUL 2018 “La ciudadanía supone soberanía. Si no hay decisión sobre el propio cuerpo, la ciudadanía está en mengua. El derecho al aborto es un derecho humano y básico”, explica Dora Barrancos. Entre metáforas y términos académicos, se hace entender con facilidad, rasgo que tal vez traiga de su trayectoria como docente: desde su juventud como maestra de escuelas públicas, hasta su larga experiencia como profesora en universidades nacionales. Fue una de las pioneras en el estudio de la historia de las mujeres y las sexualidades disidentes en Argentina desde fines del siglo pasado y se le forma una sonrisa amplia al hablar del “importante relevo generacional” que advierte en las feministas de esta época. En su casa porteña, las habitaciones son grandes y acogedoras, con ventanales que llegan hasta el techo y dejan entrar toda la luz de la media tarde. Se ubica en uno de los sillones de la sala de estar y se acomoda para hablar largo y tendido. Se presenta como “historiadora y socióloga”, pero su currículum es mucho más extenso que eso. En la década del 60, estudió la -por entonces- nueva carrera de Sociología en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y fue parte de la “generación que quebrantó la menguada participación de las mujeres en la Universidad”. Durante la última dictadura militar, civil y religiosa, debió exiliarse a Brasil por su compromiso con la Juventud Peronista, espacio del cual se alejó cuando volvió al país, una vez repuesta la democracia. Reconoce que fue en Brasil donde se vinculó al movimiento feminista, a Michel Foucault y a la historia como campo de estudio. Después de obtener una maestría en Educación y un doctorado en Historia en instituciones brasileras, fue Directora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Actualmente dirige el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en representación de las Ciencias Sociales y Humanas. En esta entrevista con Revista Zoom, recorre la historia de la lucha por el derecho al aborto, analiza la coyuntura política que habilitó el debate parlamentario y las próximas luchas en la agenda política del feminismo. ¿Cuándo podemos ubicar los inicios del debate por el derecho al aborto en Argentina? El debate sobre el aborto, como cuestión pública, es muy reciente. Ahora, que no hubiera debate público no quiere decir que no se debatiera. Cuando yo era joven, era muy común el punto de vista favorable al aborto que teníamos las de mi generación. Sin embargo, no tenía una expresión de gran debate público, que sólo pudo venir a tono después de la recuperación democrática, con el renacimiento de diversos cauces feministas. La agenda principal del feminismo fue la violencia y produjo una serie de leyes: la primera de violencia doméstica y la más reciente, que es contra todas formas de violencia, la 26.485. El aborto no estuvo entre los elementos más importantes de la agenda hasta que se formaron grupos específicos de feministas. Puedo recordar muchos núcleos, como puede ser el Foro por los Derechos Sexuales y Reproductivos, y después una Coordinadora por el Derecho al Aborto. Hasta que hubo un paso muy notable con los talleres sobre aborto en los Encuentros Nacionales de Mujeres. Yo creo que eso fue una contribución fundamental para su debate público. De los encuentros surgió la primera pro-forma de la campaña nacional, que coaguló en 2005 y que se extendió con muchísima fuerza. Así llegamos al debate en el Congreso, por primera vez en nuestra historia. ¿Hubo un cambio de paradigma para llegar a poner el aborto en la agenda del feminismo y de la política en general? Lo que sí cambió como paradigma en la segunda ola del feminismo, que arranca en los años 60, fue el reconocimiento del cuerpo. Las feministas se dieron cuenta de que tenían cuerpo y de que el cuerpo era el campo fundamental en donde se acertaban las claves de la lucha antipatriarcal. Se dieron cuenta de que la forzosa norma de ser madres era una forma de la violencia. ¿A qué se debe ese “renacimiento” del feminismo con la vuelta de la democracia? Entre las generaciones de los ´60 y ´70 y las actuales, ocurrieron grandes cambios sociales y culturales. Los cauces feministas se ensancharon de forma significativa para que otros sujetos se aliaran también a reclamar sus derechos. Me refiero a los sujetos de sexualidades disidentes, lo que fue una enorme contribución para la visibilidad y reconocimiento de esas personas que estaban también en las márgenes de la sociedad. Estos cambios culturales fueron muy profundos también en un orden: creo que hay un sentido más aguzado del derecho a la sexualidad en las más jóvenes. Se construyó una subjetividad contradictoria e insurgente con respecto al “establishment moral” que corresponde a la madre o a la abuela. Me parece que las jóvenes, aunque no hayan leído ni una página de feminismo teórico, tomaron esa clara decisión interna de: “conmigo no va a pasar lo mismo”. Las generaciones anteriores de mujeres tuvieron que pagar su sexualidad, evitarla, no ponerla en evidencia o no experimentarla. Usted desarrolló sobre derecho al pleno goce de la sexualidad. ¿Cómo se relaciona con el derecho al aborto? Toda mujer o cuerpo en condición de gestar que tiene relaciones heterosexuales, convive con la sombra de la posibilidad de un embarazo no deseado porque no existen métodos anticonceptivos infalibles. En el 80% de los casos, el embarazo es una contingencia y no la voluntad de la gestante. Cuando estaba en Brasil, tuve acceso a un trabajo que se hizo con mujeres de sectores populares y que reconocían que sólo con la menopausia se dieron el derecho a una sexualidad mucho más estridente, por así decirlo. Ahí viene una cuestión: el patriarcado implica la inhibición del goce sexual de las mujeres por el mandato reproductivo. El acto sexual, para ellas, es sólo para tener hijos. Para esta

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A 100 años de la Reforma, ¿Por cuál Universidad luchamos?

Fuente: Carlo Raimundi | La Tecl@ Eñe Fecha: 09 de JUL 2018 En primer lugar, ¡cuántos matices diferencian nuestra mirada sobre los acontecimientos políticos cuando se los analiza desmenuzando la crónica de su propio momento y cuando se los analiza ya teniendo de ellos una perspectiva histórica! En el primer caso, tomando en cuenta lo que estaba sucediendo en el momento en que se producía la Reforma, se ven con mucha más claridad las contradicciones de esos procesos. Pero cuando se la analiza desde una perspectiva histórica, el pueblo, la historia, se apropian de hechos como éste y les dan su propia lectura. Se transforman así en parte de las grandes tendencias históricas y las contradicciones adquieren una dimensión menor. Vayamos al contexto de la Reforma Universitaria, el contexto de la Argentina agroexportadora, la Argentina que transitaba recién por las segundas y terceras generaciones de inmigrantes, después del proceso de conformación del Estado nacional oligárquico, construido en el marco del pensamiento liberal, ese pensamiento profundo sobre el cual se fueron formando generaciones de argentinos, el pensamiento impartido en las escuelas, el de los símbolos nacionales, el de las fechas patrias, el de los próceres desarraigados de su matriz política, descontextualizados. Se trataba de un pensamiento que asociaba la prosperidad de la Argentina con la grandeza de su sector latifundista. Hay aquí una combinación de las familias oligárquicas con las elites militares, que produjo una alianza de clase por la cual se explican todos los primeros años de la consolidación, de la identidad nacional a partir del pensamiento liberal. Más allá de sus matices internos, más allá de las marcadas diferencias entre Mitre y Roca, en términos históricos hay una continuidad del proyecto modernizador de la oligarquía. Este pensamiento profundo, a pesar de los grandes movimientos contraculturales a lo largo del siglo XX y lo que va del siglo XXI, todavía está muy arraigado. Cuando se producen los acontecimientos del año 2008 por la Resolución de las retenciones, personas que no habían tenido a lo largo de su vida ningún tipo de relación con el campo, se sentían identificadas con él. En diciembre del año pasado asistimos a una reforma previsional que ya le quitó el 10% del poder adquisitivo a las jubilaciones debido al nuevo coeficiente, y aun cuando todos seremos alguna vez jubilados, no hubo movimientos que se pusieran cartelitos que dijeran “Todos somos jubilados”. Es decir, hubo movilización, hubo conmoción, pero no tan profunda como para lograr la misma identificación que ese pensamiento profundo había logrado con el campo. Esto es simplemente una mención de cómo sigue tan arraigado ese pensamiento liberal. Es decir, con la grandeza de la Argentina vinculada con la prosperidad de un determinado sector, y sobre todo con la renta de ese sector. La Reforma del año 1918 expresa no sólo un nuevo modelo de Universidad, sino que además está enmarcado en un nuevo pensamiento y en un nuevo modelo de sociedad. Y esto desde dos perspectivas. Desde una perspectiva más vinculada con el movimiento nacional en ciernes que expresaba el yrigoyenismo, y desde una perspectiva más internacionalista que era la perspectiva bolchevique, con un condimento latinoamericanista heredado de los valores provenientes de la revolución mexicana, de la revolución campesina por la distribución de la tierra. Allí convergen, se tocan lo nacional-popular con la izquierda ideológica, y después se vuelven a separar. Y se vuelven a separar en parte porque se institucionaliza la revolución mexicana, se aplaca ese fervor internacionalista de la revolución bolchevique con la muerte de Lenin y con la herencia en el stalinismo y no en Trotsky; no desaparece, pero se atenúa aquel espíritu universalista con que se inicia la revolución bolchevique. Después se va forjando el primer peronismo, que representa al sujeto obrero, y de alguna manera le pone un freno a la masificación de la revolución proletaria, entendida en términos marxistas y clasistas. Mirándola con cierta proyección histórica, hay una especie de apropiación de la Reforma Universitaria por parte del partido radical. Y un poco más tarde se bifurcarán los caminos de la Reforma, en cuanto a si ésta representará un modelo de Universidad liberal reservada a las clases medias o si representará un modelo de Universidad nacional y popular mucho más permeable al ingreso de las clases obreras. Si a la Reforma Universitaria se la interpreta como una institución en sí misma, yo creo que sigue un curso más parecido a la evolución que siguió el partido radical. En cambio, si se la interpreta como la expresión de una Universidad popular, tiene mucho más que ver con el otro modelo, el de los años setenta que nos explicaba el profesor Carnese[1], de las Universidades populares, y con el modelo de las Universidades del conurbano de estos últimos años. Aquel fervor latinoamericanista, antiimperialista que expresa Gabriel Del Mazo se deforma con el correr del tiempo. Los estudiantes reformistas apoyan la revolución del año 1955 porque había prevalecido la idea liberal de las clases medias por sobre el espíritu de lo nacional y popular y el ingreso de las clases obreras. Por eso es que el radicalismo niega la figura de Del Mazo y la figura de FORJA, que es el ensamble histórico de lo más genuino del yrigoyenismo como movimiento popular en los años 30 y principios de los 40, con el primer peronismo. La historia oficial del radicalismo ignora la figura de Del Mazo y fundamentalmente a la institución de FORJA, y ese rol de empalme que desempeñó en el movimiento popular. La historia oficial del partido radical se enorgullece de muchos dirigentes pero no así de Jauretche, ni de Scalabrini, ni de Manzi, niega esa parte de la historia que es la que interpreta el pensamiento más profundo y más genuino que expresaba el yrigoyenismo, no sólo en la figura de Yrigoyen sino en esa nueva estructura social de hijos de inmigrantes que todavía no eran proletariado industrial a nivel de masas pero que sí eran una expresión que se oponía al modelo oligárquico. Es decir,

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El caso Nisman (II)

Fuente: David Iud | Llamamiento Argentino Judío Fecha: 08 de JUL 2018 EL FALLO DE CÁMARA QUE RESUELVE LA APELACIÓN – CRÍTICA Del fallo de Cámara, firmado por los Dres. Irurzun y Bruglia, lo que más ha trascendido es la ratificación que se hace de que la muerte de Nisman fue un homicidio. El fallo, de 39 carillas, tiene dos votos, el del Dr. Irurzun (algo más de 28 carillas) y el del Dr. Bruglia (algo más de 9 carillas, la carilla restante es la parte resolutoria). De las 28 carillas que ocupa el voto del Dr. Irurzun, 14 carillas (la mitad) están dedicadas a robustecer la teoría del “homicidio”, antes resuelta por el Dr. Ercolini. Es necesario puntualizar que solo el Dr. Irurzun se refirió a la cuestión de la calificación como “homicidio” de la muerte del Fiscal. El Dr. Bruglia, en cambio, en un corto párrafo de escasas seis líneas, zanja la cuestión diciendo que considera el fallo de Ercolini “debidamente fundado” (pg. 30 del fallo publicado por CIJ en su web oficial) En su voto, el Dr. Irurzun, como antes dijimos, hace una extensa revisión de los hechos enfilada a robustecer la conclusión del Dr. Ercolini (homicidio). Da cuenta del escenario externo al expediente desde los primeros días a partir del hecho. Dice el Dr. Irurzun “Externamente -pero gravitando directamente sobre el proceso-, diversos funcionarios, especialistas y opinólogos hacían públicas sus creencias en torno al devenir del sumario con un no acreditado conocimiento de los elementos obrantes en él”. Es lo que yo he preferido llamar “afirmaciones tácitas” calificando el hecho como homicidio y relacionándolo con la denuncia presentada por Nisman. (pg. 4 del auto de procesamiento publicado en la web oficial del CIJ) Más adelante (pg. 6 de lo publicado por el CIJ) trascribe el párrafo en el que Ercolini atribuye a Lagomarsino “haber prestado la colaboración necesaria…” que más arriba citáramos. Da cuenta de los diversos intervalos temporales en los que, según diversos informes, se ubicaría la “data de muerte” (pgs. 8 a 10 de lo publicado por el CIJ), sin mayores discrepancias entre los diversos informes (Unidad Médico Forense, Depto. Tanatología de la Morgue Judicial e Informe de Gendarmería). Entre las pgs. 11 y 13 del auto publicado por el CIJ, el Dr. Irurzun reseña los diversos estudios realizados sobre las manchas hemáticas halladas en las manos del Dr. Nisman y en la escena del hecho. Aparecen allí discrepancias entre los dictámenes del Cuerpo Médico Forense y el Estudio de Gendarmería. El voto del Dr. Irurzun adhiere a lo dicho por Ercolini diciendo, en la pg. 13 del fallo de Cámara que “Si bien las discrepancias existentes entre los estudios ordenados por la jurisdicción, y los realizados por las querellas y la defensa se da en puntos cruciales, la interpretación final -como bien refirieran los especialistas- corresponde a la sede judicial, toda vez que son los magistrados quienes, encontrándose en contacto con los restantes elementos colectados y siguiendo las reglas de la sana crítica, se encuentran en posición de examinar tanto sus carencias como su fuerza convictiva, pudiendo incluso dejar de lado sus conclusiones en la medida en que la labor pericial se trata de una prueba más y no la única” En la pg. 14 del fallo publicado por el CIJ, el Dr. Irurzun se refiere a otras circunstancias de la escena del hecho: la ausencia de huellas dactilares de personas extrañas al departamento y la ausencia de registros de comunicaciones entrantes y salientes de mensajería “whatsapp” de la cuenta de Nisman en el lapso que va entre el 17 de enero a las 10:31:21 y el domingo 18 de enero a las 7:54:16. También la ausencia de registros “de llamadas telefónicas, almacenadas o borradas en el período comprendido entre el 9 de mayo de 2014 a las 10:46:19 y el día 18 de enero de 2015 a las 13:46:45” (estamos hablando de un lapso de 8 meses y 9 días). También el juez da precisiones sobre ausencia de registros de mensajes SMS y de navegación en Internet usando su teléfono La aparición de estos intervalos temporales con registros inexistentes en su teléfono, es incongruente con numerosos testimonios que dan cuenta de comunicaciones sostenidas por el Fiscal, y de registros surgidos de la compañía proveedora de telefonía celular. De allí que es correcto concluir que existieron comunicaciones, y que estas fueron borradas de la memoria del teléfono. O las borró Nisman o las borró otra persona. En la pg. 15 de su fallo (versión publicada por el CIJ) el Dr. Irurzun hace una valoración de esta prueba. Las presunciones acerca de lo irrazonable que sería que las hubiese borrado el propio Nisman, parecen acertadas, para quien mira la sentencia y conoce fallos anteriores, pero no el expediente (como es mi caso). Parece acertada la hipótesis del juez, que, por cierto, sería congruente con un homicidio: quien borró los registros, sería la persona o la organización que cometió el presunto homicidio. Lo que es extraño es que en la sentencia estén totalmente ausentes otros indicios. Desde mi propia sana crítica –con las limitaciones que he expuesto, no tuve el expediente a la vista-, deberían haberse valorado en conjunto. Porque en el fallo del juez, no solo hay una hipótesis respecto de la naturaleza del hecho, homicidio, también hay una hipótesis sobre el móvil del crimen, según el juez, la amenaza que para el gobierno de ese entonces era la denuncia formulada por el fiscal. Esta presunción es clave, si esta presunción no estuviera, el Expediente debería haber quedado en la Justicia Ordinaria, y nunca debió haber pasado al fuero de excepción, la Justicia Federal. Recordemos que el incidente de competencia (entre la querella, que quería el fuero federal, y las defensas que querían que continúe entendiendo el fuero penal nacional ordinario) lo resolvió la Corte en un corto decisorio de solo 11 carillas, el 20/9/2016. Dice el considerando 8º de ese fallo que “aun en ese caso, la evidente incidencia en el normal

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Entre dos fuegos

Fuente: Horacio Verbitsky | El Cohete a la Luna Fecha: 01 JUL 2018 El gobierno de la Alianza Cambiemos adelgaza sus opciones, constreñido como está por las exigencias contradictorias del FMI y de los sectores sociales que resisten sus políticas de transferencia de ingresos. No es un determinismo inevitable sino la consecuencia de decisiones políticas que el presidente Maurizio Macrì adoptó libre y voluntariamente, motivadas en parte por intereses y en parte por anteojeras ideológicas. Conformar a ambos es imposible, porque se disputan los mismos recursos para fines distintos y por definición excluyentes. Lo previsible es un tironeo constante, en busca de esa conciliación imposible entre propósitos antagónicos, en el que a cada avance de un lado seguirá la reacción del otro. En otra escala, ese tipo de equilibrio inestable acompañó las dos décadas que median entre el golpe eclesiástico con ejecución castrense de 1955 y el golpe militar con sostén clerical de 1976, ambos con un fuerte componente empresarial, lo mismo que el intermedio de 1966. En aquellas dos décadas, se enfrentaron por la definición de políticas y por la participación en el ingreso nacional dos coaliciones económico-sociales, una formada por el sector agropecuario y las finanzas, otra por industriales y trabajadores. Los ciclos eran más largos y los antagonismos políticos no coincidían con la situación económica. La producción industrial, los niveles de empleo y remuneración eran más satisfactorios que los actuales, pero la inclusión del país en la lógica de la guerra fría exacerbó los enfrentamientos. El programa económico del golpe del ’55 no pudo aplicarse por la dura oposición social y también política encarnada en el peronismo, cuya supresión llegó a ser un propósito compartido por el conjunto de las clases dominantes, incluso aquellas que resultarían perjudicadas por su imposición a la fuerza a partir de 1976, luego del último intento fallido por otros medios, con el rodrigazo del año anterior. La globalización y dentro de ella la financierización, acortan los plazos y agudizan todas las contradicciones. Por eso, el tironeo entre intereses contrapuestos puede adquirir un ritmo paroxístico, favorecido por la caída a pique de la credibilidad del gobierno, la certidumbre de que no habrá reelección posible en 2019 y la duda acerca de si el actual gobierno llegará al término de su mandato. Las discusiones políticas a lo sumo especulan acerca de la posibilidad de un recambio dentro del PRO, en torno de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, del que ella misma no está convencida. Vidal y el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta evaluaron a principios de este año que Macrì no podría aspirar a un segundo periodo sólo si la crisis económica adquiriera impulso y profundidad de catástrofe y que, en tal caso, tampoco habría oportunidades para ellos. Eso no quita que el porteño y la bonaerense prodiguen gestos de diferenciación, tanto en la política económica que conduce a la hecatombe como en las opciones políticas y el personal que cada uno considera necesario para capear el temporal.  Si bien no han cambiado su evaluación del semestre pasado, tampoco son fundamentalistas en ese sentido y según se presenten las cosas, están dispuestos a considerar alternativas. Pichetto y el plan del yo no fui Simultáneamente y no por casualidad, el Opoficialismo que tiene como emblema al Senador Miguel Pichetto, ha comenzado a contemplar la peor hipótesis para el gobierno. No hará nada para apresurar el final que prevé, porque teme las consecuencias colectivas y desea evitar que se cargue en su cuenta un nuevo naufragio como el de Raúl Alfonsín en 1989 y el de Fernando De la Rúa en 1999. “Esta gente no precisa ayuda para derrapar. Hay que prepararse para lo que venga después”, sostienen en la mayor reserva Pichetto y su aliado Diego Bossio. (A propósito de Bossio, el periodista de la revista Noticias Juan Luis González confirmó que el miércoles 20 una mujer le arrojó un vaso de agua mientras él lo entrevistaba en el restaurante del Museo Evita, y hablaban sobre Cristina Fernández de Kirchner. Pero negó que Bossio dijera que la ex presidente se hacía “la rata cruel” y que la mujer lo llamara traidor. “Le tiró el agua y se fue sin mediar palabra”.) Por eso, dicen, no bajaron a la sesión en minoría en la que el Frente para la Victoria y la izquierda reclamaron el envío al Congreso del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional. Pero tampoco se sumarán al Gran Acuerdo Nacional que Macrì intenta convocar en torno de las pautas que Nicolás Dujovne acordó con Christine Lagarde. El paro general que la CGT no pudo menos que declarar pese a la aversión de los triunviros a toda medida de fuerza, la recalificación de la Argentina como mercado emergente por el juez y parte Morgan Stanley (seguida por una nueva disparada del dólar hasta rozar los 30 pesos, pese a que entre el BCRA y el Tesoro quemaron otros 450 millones de dólares) son pruebas elocuentes de la completa falta de confianza de unos y otros en las promesas y propósitos de Macrì. Luego del paro, los triunviros, acompañados por Gerardo Martínez, que maneja las relaciones internacionales de la CGT, y  el economista de Víctor De Gennaro en la menor fracción de la CTA, Claudio Lozano, mantuvieron una cordial teleconferencia con los encargados de poner en caja a la Argentina en el FMI. El Fondo operó el plan oficial de un acuerdo económico-social, la recurrente fantasía de una Moncloa argenta en la que los perjudicados legalicen el atraco. Cuando resta poco más de un tercio del fallido mandato presidencial en curso, cada vez que Macrì se acerca a un micrófono o una cámara para reiterar generalidades tranquilizadoras, esa imagen hoy inquietante se superpone con la de la campaña de 2015, cuando sostuvo que contener la inflación era muy fácil y que en cuanto él asumiera la presidencia y el país saliera del cepo, lloverían las inversiones. Hay al respecto preguntas que sólo la historia podrá responder:  ¿Es un ingenuo voluntarista? ¿Es un

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