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Un momento central de la crisis

Fuente: Edgardo Mocca | Página 12 Fecha: 10 de FEB 2019 El episodio que rodea la denuncia sobre extorsiones en la Justicia prueba de modo contundente lo que ya se sabía: la existencia de un procedimiento judicial cuyo único sentido era y es el de llenar con declaraciones arrancadas del modo que hoy se exhibe, el guion prefigurado de la “corrupción kirchnerista”. En las últimas horas el episodio adquirió facetas patéticas. La que a juicio de este comentarista ocupa un lugar preferencial es la que surge del reportaje radial de Roberto Navarro y su equipo al personaje central de la saga: el señor Marcelo D’Alessio (foto). Se trata de la persona cuyo cuerpo escenifica un episodio tragicómico, del que es difícil encontrar antecedentes locales y mundiales. Es el apriete mafioso a un empresario desplegado desde el conocido lugar de “influyente judicial”, es decir el de una persona en cuyas manos está la solución de lo que para cierta persona acusada judicialmente parece una situación sin salida. Soy yo o el infierno. Desde allí las constataciones fílmicas ilustran con todos los pormenores necesarios, la escena de una operación delictiva destinada a sacarle dinero al acusado. Hasta ahí estamos ante un delito, por así llamarlo, “convencional”. Puede intuirse que también bastante habitual en la trama judicial argentina: el influyente existe en las comarcas menos rutilantes de nuestra geografía. Y actúa con desgraciada frecuencia fuera de la ley. Hasta aquí la cuestión puede decirse que es desgraciada, repugnante, desafiante de cualquier idea de ética pública, pero nada dice de su centralidad política, de su capacidad de iluminar el tiempo que nos toca vivir. El problema se hace un poco más delicado cuando, interrogado por Navarro, D’Alessio no sabe explicar quién dirigía lo que él presenta como una “investigación”, bajo la cual deberían interpretarse las escenas que lo muestran en el poco agraciado papel de chantajista. Es decir, “no es lo que ustedes piensan, yo en realidad quería profundizar en la averiguación a fondo relacionada con la noble causa de los cuadernos quemados de Centeno. Entonces simulé una extorsión para avanzar en mi investigación”. Frente a la obvia pregunta “¿Y para quién investigaba doctor D’Alessio?”, el hombre se niega a responder e insinúa que la gravedad de sus funciones se lo impiden. No, eso yo no se lo puedo contestar y tenga cuidado con no repetir la experiencia de Beliz con Stiuso, dijo el delincuente como quien protege un secreto sagrado, como si la dependencia funcional de una potencia extranjera fuese una coartada y no un agravante del flagrante delito. Pero aun así, todo podría quedar en una anécdota sobre el funcionamiento de las mafias judiciales. Y quedar sometido al régimen de descalificación que se sustenta en fórmulas tan sabias como la de que “siempre existieron estas cosas en el poder judicial”.  En momentos “programáticos” como los que se abren en el país, sería bueno conocer la opinión de todos los candidatos sobre el poder judicial realmente existente en la Argentina. Sería bueno que no nos escondamos en recursos tales como la idea de que no es un tema que rinde electoralmente porque la población que le da importancia a estas cosas no decide el resultado de octubre. Más aún, no faltará quien diga que profundizando esta denuncia estamos “distrayendo” al pueblo sobre sus problemas más urgentes, el pan, la luz, el gas, el colegio, el colectivo… Ahora bien, la teoría de la distracción tiene una larga y significativa historia en nuestra historia reciente: su episodio más emblemático fue la guerra de Malvinas. La dictadura creyó encontrar  la piedra de su salvación apelando al sentimiento patriótico del pueblo para enterrar en el olvido el masivo pronunciamiento sindical-popular que había tenido lugar dos días antes del desembarco en Puerto Argentino. Si el gobierno de Macri no logra silenciar el tratamiento público de este vergonzoso proceso que lleva el nombre de “causa de los cuadernos”, si no puede impedir que una impecable colección de pruebas ponga a algunos jueces y fiscales en el lugar de funcionarios corruptos cuya única justificación histórica es la denigración de los gobiernos kirchneristas y, de paso, el mejoramiento de sus cuentas bancarias, entonces estamos en una fase terminal del régimen. Lo más probable es que la espantosa saga que podemos mirar con ojos de asombrados espectadores esté señalando un momento central de la crisis política argentina. La causa de los cuadernos quemados era la carta brava del establishment para consumar la obra del aislamiento y derrota de la experiencia política de los doce años anteriores a Macri. El resultado se insinúa parecido al del desembarco en Malvinas. En busca de eliminar al antagonista el macrismo tuvo que mostrar su rostro más auténtico. No vienen para sostener a la clásica burguesía asociada al Estado (a gente como Franco Macri). Vienen a fundar un régimen posnacional. Vienen a “integrar el país al mundo”. Y “el mundo” pide impiedad con los populismos, cualesquiera sean los recursos que hagan falta para destruirlos. Toda la política gira en torno a la suerte de este designio imperial respecto de Argentina. Hasta la suerte política de Macri puede terminar resultando un problema menor. Las imágenes sobre Comodoro Py y el lugar entre ridículo y siniestro en el que ha quedado la operación servicial de los cuadernos quemados –envuelta desde su inicio en el oprobioso marco de la extorsión– nos están indicando que estamos viviendo el tiempo de la descomposición del régimen. Lo que queda por saber es cuál es el futuro que nos promete cada una de las hojas de ruta que claramente disputan el poder en la Argentina. La pregunta sobre el funcionamiento del poder judicial y sobre si es posible salir de esta descomposición sin una reestructuración que tenga estatus constitucional no es un devaneo ideológico ni una postura extremista. En la situación actual el régimen político prescripto por nuestra ley fundamental ha sido reemplazado de facto por el de la arbitrariedad y la extorsión sobre la vida y la libertad de quienes no se

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Un apriete geopolítico

Fuente: Jorge Elbaum | El cohete a la luna Fecha: 10 de FEB 2019 El presidente de la AMIA, Agustín Zbar, pidió licencia por presiones de Waldo Wolff y sus seguidores dentro de la DAIA, representantes del Likud, partido de derecha israelí liderado por Bibi Netanyahu. Las idas y vueltas de las dos instituciones que tienen sede en Pasteur 633 extienden su vodevil de embanderamientos partidarios locales e internacionales, renuncias, despidos y escándalos sexuales que profundizan su deterioro institucional. La motivación central de la exoneración de Zbar se vincula con dos casuales fusionadas: por un lado la necesidad de utilizar la causa del Memorándum para atizarla en el año electoral, y por otro lado, la demanda del Likud para menoscabar a quienes sostienen una posición crítica en relación a las políticas neocoloniales ejecutadas contra los palestinos. Dado que Venezuela, UNASUR, MERCOSUR, ALBA y el kirchnerismo han suscripto posiciones contrarias a Bibi Netanyahu en los foros internacionales, las disposiciones de la embajada israelí son precisas: quienes desacrediten la ocupación de Cisjordania deben ser debilitados. El problema que tienen las dos instituciones de la calle Pasteur es que han perdido credibilidad y representatividad para operar esos dos cometidos. Tienen un ex presidente en el banquillo de los acusados por el encubrimiento del atentado de 1994, Rubén Beraja. Además, un año atrás, Ariel Cohen Sabban, abandonó la titularidad de la DAIA acusado por Esmeralda Mitre de acoso sexual. Tiempo antes, otro presidente de esa entidad, Aldo Donzis, fue denunciado por su hermana por abuso sexual de una sobrina. En los WikiLeaks aparece el nombre del asesor de la DAIA Alfredo Neuburger como informante de la embajada de Estados Unidos. El numen espiritual de la AMIA y verdadero jefe en las sombras de la mutual es el rabino Samuel Levin, autoridad del Bloque Unido Religioso (BUR). Levin considera enfermos a los homosexuales y jerarquiza a los miembros de su colectividad en el marco de quiénes son genuinos y quienes carecen de esa condición. Por su parte, el actual titular de la DAIA posee como antecedentes el haber simulado ser parte de la querella de la AMIA, en enero de 1998, cuando una cámara oculta de Canal 9 reveló sus vínculos como abogado de Ricardo Manselle, en el marco de la causa contra Alfredo Yabrán por el asesinato de José Luis Cabezas. En esa oportunidad Jorge Knoblovits le aseguró a su cliente (Manselle) que él “era creíble como abogado” dado que integraba el grupo de letrados de la Causa AMIA, cosa que fue desmentida días después de difundida la cámara oculta, por parte de los verdaderos profesionales que litigaban ante la justicia federal. El propio presidente renunciante, Agustín Zbar, posee como antecedente el haber amenazado a Natalio Alberto Nisman, hecho que le generó una denuncia del fiscal que solo fue descartada luego del fallecimiento de este último. [1] La cronología de los dimes y diretes caricaturescos dejan a las claras, sin embargo, la articulación internacional de quienes atacaron ferozmente a Agustín Zbar. Waldo Wolff fue el primero en salir a la palestra para evitar la discontinuidad del acoso jurídico e intentar encolumnar a los sectores más retrógrados de la colectividad judía argentina. El encargado de solicitarle (exigirle) a Agustín Zbar que dé un paso al costado fue Guillermo Yanco, actual pareja de la ministra de seguridad, Patricia Bullrich. Yanco es también miembro de la Comisión Directiva del Museo del Holocausto de Buenos Aires, donde comparte la conducción con quien se rumorea que es el testaferro de Mauricio Macri: Marcelo Mindlin. Este último es el presidente. Yanco lo subroga como su vice. La pareja de Bullrich suma como cocarda su cercanía con Waldo Wolff, con quien suele concurrir a la cancha de River cuando el millonario hace las veces de local. Wolff, quien fue el encargado de liderar la operación para desterrar a Zbar, participa en todas las reuniones que la ministra de Seguridad realiza con el ingeniero Presidente. Su cercanía es tal, que el ex arquero vicepresidente de la DAIA (Wolff) acompañó a Pato a uno de sus viajes a Israel. En uno de esos periplos, la ex militante ligada a Rodolfo Galimberti, hoy reconciliada con su abolengo patricio Luro Pueyrredón, adquirió cuatro lanchas militares para uso fluvial y compró material de ciberseguridad utilizable para escuchas telefónicas, detección de contenidos en la Web profunda y aparatología de Inteligencia Artificial para el análisis de metadatos. Uno de los dispositivos de ciberseguridad fue adquirido a la empresa NSO Group, señalado en diferentes partes del mundo como productor de sistemas de espionaje.[2] En las últimas semanas, un familiar de Héctor Timerman le recordó a Waldo Wolff su responsabilidad en la persecución al ex canciller, que motivó su prisión domiciliaria y la posterior imposibilidad de salir del país. Dicha restricción para viajar a darle continuidad a su tratamiento médico, quedará como un indicio de duda acerca de las causales de su muerte, más allá del daño emocional y moral al que fue condenado durante sus últimos tres años de vida. La ofensiva contra los tibios de la AMIA fue gratificada el último miércoles con una reunión de agradecimiento explícito brindada por la propia Bullrich a la conducción de la DAIA, apenas una semana después de que Waldo Wolff dijera que “le daba asco” la actitud de Zbar. En esa tertulia, concertada por Yanco y Wolff, la ministra hizo referencia a los peritajes aportados por la gendarmería, a partir de los cuales se logró derivar la causa de la justicia ordinaria hacia Comodoro Py. La carta de Zbar también hacía referencia a una exigencia de la DAIA, el juicio en ausencia, que permitiría una condena exprés, apta para la necesidad estratégica del Likud, existan o no pruebas para la acusación. El último 18 de diciembre la propia ministra aseveró en la asunción de Knoblovits en el hotel Intercontinental que “sería muy importante para nosotros tener un juicio en ausencia”. También recibieron la felicitación de la Embajada de Estados Unidos. El último jueves 7 fueron recibidos y halagados por Edward Prado, titular de la

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El cabaret de la AMIA y la DAIA

Fuente: Dardo Esterovich | lilianalopezforesi.com.ar Fecha: 10 de FEB 2019 Un análisis pormenorizado de la progresiva degradación de dos instituciones Eppur si muove (y, sin embargo, se mueve) Galileo Galilei Al célebre astrónomo y físico de la toscana italiana se le atribuye haber pronunciado, después de abjurar de la teoría heliocéntrica copernicana ante el Tribunal de la Santa Inquisición, la frase hoy emblemática de los defensores de la verdad científica que figura al inicio de esa nota. La discusión  histórica no pasa por si la pronunció o no, sino si lo hizo en el alegato durante el juicio o tiempo después. De cualquier manera, dicen los que lo conocieron, su actitud confrontativas con las verdades de la fe y las concepciones aristotélicas sobre la verdad científica, la hacen absolutamente verosímil. Como la torre de su ciudad natal, Pisa, se inclinó un poco para buscar una nueva posición de equilibrio pero no se cayó. Seguramente que Agustín Zbar, el presidente de la AMIA con licencia por tiempo indeterminado en el cargo, por ahora, no figurará en la historia como el célebre científico del Renacimiento. Pero en su carta de pedido de licencia deslizó unas palabras que, bien leídas, siguen sosteniendo lo medular de la carta que la AMIA le mandó a la DAIA solicitándole se retire como querellante de la reabierta causa por encubrimiento contra CFK y otros, que se origina con la denuncia del ex fiscal Alberto Nisman. Veamos qué opinaba Agustín Zbar antes de presentar el pedido de licencia.  En un reportaje que le realiza Luis Novaresio por la radio La Red el 1° de febrero de este año declara lo siguiente: “…en este caso la DAIA avanzó sola sin la AMIA. Desde el inicio la AMIA le dijo que no era adecuado para la comunidad judía ser parte de esa querella y la DAIA siguió y nos pareció que llegó el punto en donde era necesario expresar esto de manera formal…y se lo comunicamos a la DAIA…” ¿Por qué llegó el punto? ¿Tenían alguna data que la causa en el juicio oral se derrumbaba? ¿Trataron que la advertencia sobre las consecuencias de un fallo desfavorable sea más contundente y a su vez más receptiva para una nueva CD de la DAIA asumida hace dos meses? Dejemos abiertas las respuestas. [1] Más adelante, ante la pregunta del periodista sobre por qué la comunidad judía no tiene que litigar en relación al Memorándum con Irán responde: “…creemos que (la firma) fue una decisión muy mala de política exterior argentina… por eso decimos que no corresponde a la comunidad judía litigar por esa decisión política de firmar un tratado con Irán…no es la comunidad judía la que la tiene que impulsar sino las instituciones de la Argentina.” Preguntado sobre por qué no ser querellante, después de explicar el carácter de particular damnificado que debe tener el querellante, continúa: “Nosotros consideramos que esto no fue particularmente en perjuicio de la comunidad judía sino la Argentina, entonces no puede ser la comunidad judía la que encabece este litigio, no nos parece que corresponda, por eso la AMIA nunca participó de este litigio.” Novaresio sigue tratando de sacarle a Zbar algo que lo ponga en situación de coincidir con la DAIA. Ante tanta reiteración, Zbar dice en final de la entrevista: “El Memorándum de Entendimiento con Irán fue un tratado internacional firmado por el gobierno de la presidente Kirchner y ratificado por el Congreso Argentino. Nosotros decimos…esto es la discusión política que la Argentina se debe y no corresponde a la comunidad judía tomarse ese liderazgo…lo venimos diciendo hace muchas años, no lo dijimos la semana pasada solamente”. El delito esquivo Al final del reportaje, ya sin el entrevistado al aire, Novaresio no pudo ocultar su decepción por no haber podido hacerle decir a Zbar que la firma del Memorándum constituía un delito. Más claro, agua de manantial. Lo que está diciendo Zbar es que la firma del Memorándum fue una decisión política del gobierno anterior y que el ámbito de su juzgamiento no son los tribunales sino una discusión política que la Argentina se debe. Zbar –un entusiasta impulsor de las causas que declararon inconstitucional el Memorándum y la que califica como asesinato la trágica muerte de Alberto Nisman- en la causa por encubrimiento generada por la denuncia del ex fiscal, como presidente de AMIA y antes como abogado de consulta de la institución, decide hacer recorrer a la Mutual una camino distinto a la DAIA. Como un experimentado profesional supo distinguir entre la validez jurídica y la eficacia de un tratado y la existencia de un delito con la firma del mismo. El gobierno de Cambiemos y el establishment comunitario no se lo perdonaron. Menos aún en un año electoral donde el oficialismo pretende que la campaña se instale en Comodoro PY Volvamos ahora a la carta donde pide licencia por tiempo indeterminado, Dice en la carta: “Entendí erróneamente que era mejor para preservar a la comunidad de una contienda política de orden nacional, que esa causa en etapa de juicio oral prosiguiera sin la participación de la comunidad como querellante”. Si bien admite que fue un error considerar que era mejor no actuar en el juicio oral como querellante, sigue afirmando que la causa forma parte de una contienda política de orden nacional. En otras palabras si es político no es judiciable y si no es judiciable tiene alta probabilidad de recibir un fallo adverso en el juicio oral con las consecuencias que esto significa. Es una manera, en depurado lenguaje florentino, de decir “No, pero sí” Todo el resto de la carta con el mea culpa inquisitorial, refleja la tremenda presión que se ejerció para alejarlo de la escena. Otro tanto ocurre  en la carta que la AMIA, ya con Zbar “licenciado”, le envía a la DAIA  solicitando retirar la carta anterior. El tono de la carta refleja también la enorme presión que el gobierno y sus operadores en la colectividad judía ejercieron sobre esa institución  y en particular sobre la cúpula del Bloque Unido Religioso (BUR) para que den marcha atrás. Llegaron al colmo

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Extinción de dominio: vocación por violar la Constitución

Fuente: Graciana Peñafort | El Destape Web Fecha: 22 de ENE 2019 Es tempranísimo en la mañana. Me levanto y busco el anunciado decreto de Extinción de Dominio en el Boletín Oficial. Y pienso al verlo publicado «Bueno, al menos lo publicaron. Tanto a favor del gobierno» Porque hay que señalar que este gobierno de supuestos institucionalistas se ha caracterizado por ser lo menos institucionalista del mundo. El Boletín Oficial a veces no ha salido publicado. Otras veces,salió publicado a cualquier hora. E incluso han omitido publicar normas, hasta que algún reclamo se los hizo recordar. El gobierno de Macri ha sido un periodo oscuro para la publicidad de los actos de gobierno. Y para la sana tradición republicana de publicar las normas en el Boletín Oficial, cosa que se hace desde el 1 de junio de 1893. A veces incluso parece que hubiéramos regresado al periodo pre constituyente, donde las normas se publicaban en la Gazeta de Buenos Aires. Diario que no existe más, pero existen Clarín y La Nación. Debo decir que la correcta publicación del DNU 62/2019 es lo único que está bien en ese decreto. Porque si bien ya sabemos que la Constitución no es la norma favorita del Gobierno de Mauricio Macri, pocas normas la vulneran tanto como este decreto. ….Y advertencia a abogados desprevenidos y a personas que aprobaron educación cívica: el nivel de mamarracho de ese decreto se ha visto pocas veces. No es que les parezca a ustedes que están leyendo un disparate jurídico, es un disparate jurídico, lo mires por donde lo mires. Así que no se asusten: «No sos vos, son ellos». Empecemos a analizarlo. El titulo del DNU 62/19 es «RÉGIMEN PROCESAL DE LA ACCIÓN CIVIL DE EXTINCIÓN DE DOMINIO». Ahora bien, es tan poco civil el tema que los primeros considerandos del decreto dicen: «Que la corrupción y los delitos contra la Administración Pública, el narcotráfico, la trata de personas, el terrorismo y demás delitos graves afectan el normal funcionamiento de las instituciones democráticas y republicanas, causando enormes pérdidas para el Estado, en todas sus dimensiones, que, en definitiva, resultan en mayores costos para los ciudadanos. Que la REPÚBLICA ARGENTINA, mediante la Ley N° 25.632, aprobó la CONVENCIÓN INTERNACIONAL CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA TRANSNACIONAL, donde los Estados Parte acuerdan mecanismos de cooperación y herramientas para el recupero de los bienes y otros beneficios derivados del producto del delito. Que la CONVENCIÓN INTERAMERICANA CONTRA EL TERRORISMO aprobada por la Ley N° 26.023, establece que cada Estado Parte adoptará las medidas necesarias para identificar, congelar, embargar y, en su caso, proceder al decomiso de los fondos u otros bienes que constituyan el producto de la comisión o tengan como propósito financiar o hayan facilitado o financiado la comisión de cualquiera de los delitos vinculados al terrorismo. Que la REPÚBLICA ARGENTINA, mediante la Ley N° 26.097, aprobó la CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA CORRUPCIÓN, instrumento en el que los Estados Parte manifiestan su preocupación por los problemas y amenazas que plantea la corrupción para la estabilidad y seguridad de las sociedades, socavando los valores de la democracia. Que la CONVENCIÓN INTERAMERICANA CONTRA LA CORRUPCIÓN, aprobada por la Ley N° 24.759, establece que de acuerdo con las legislaciones nacionales aplicables y los tratados pertinentes u otros acuerdos que puedan estar en vigencia entre ellos, los Estados Partes se prestarán mutuamente la más amplia asistencia posible en la identificación, el rastreo, la inmovilización, la confiscación y el decomiso de bienes obtenidos o derivados de la comisión de los delitos tipificados de conformidad con la citada Convención, de los bienes utilizados en dicha comisión o del producto de dichos bienes.» Verán amigos, que de derecho civil, nada, salvo el nombre. Es todo materia penal. y acá hago el primer stop importante, que no lo hago yo sino la Constitución Nacional que establece con toda claridad: «Artículo 99.- El Presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones:…inc. 3º) Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y hace publicar. El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o de régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia.» Y ahí entiendo todo. Nos dicen que es una acción civil para que no nos demos cuenta que violaron la clausula constitucional que prohíbe, reitero PROHIBE, al presidente dictar normas de naturaleza penal. Violaron la Constitución nacional para dictar este decreto. Señores del Macrismo, ¡pasa que nos dimos cuenta! Sigo leyendo y leo esta payasada, porque argumento no es «Que la HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN el 23 de junio de 2016 dio media sanción a un proyecto de Ley de Extinción de Dominio, en base al consenso arribado entre bloques de diversos orígenes partidarios. Una vez girado al HONORABLE SENADO DE LA NACIÓN, fue tratado en el recinto el 22 de agosto de 2018, a poco más de tres meses de caducidad del proyecto, introduciendo modificaciones estructurales a la media sanción de Diputados. Que estas modificaciones fueron remitidas a la Cámara de origen, a los fines de cumplimentar con el procedimiento constitucional de formación y sanción de las Leyes, sin obtener tratamiento hasta la finalización del período ordinario de sesiones del año parlamentario en curso. Que el proyecto lleva así más de DOS (2) años de trámite legislativo sin resolución, por lo que urge otorgar a la Justicia herramientas eficaces para desfinanciar a las organizaciones criminales y resguardar el patrimonio estatal. Que, en vista de las razones aquí expuestas, y en atención al período de receso legislativo, se verifican las circunstancias de carácter excepcional a las que hace referencia el inciso 3 del artículo 99 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL, que hacen imposible seguir los trámites ordinarios previstos para la sanción de las leyes.» O sea que el presidente la Nación decidió que no iba a esperar que el Congreso dictara la ley. Con ese criterio,

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La complejidad del momento actual

Fuente: Ricardo Aronskind | La Tecl@ Eñe Fecha: 17 de ENE 2019 Nos encontramos en un momento particularmente extraño de la vida política nacional, en el cual recrudecen los aspectos más impiadosos del fracaso económico gubernamental, pero no se registra una reacción colectiva acorde a la agresión masiva que sufre la sociedad vía precios, tarifas, cierre de empresas, tasas de interés usurarias, redoblada presión impositiva y abandono del Estado de sus funciones básicas en materia de salud, educación, seguridad, etc. Además, la presión económica se acrecienta semana tras semana, sin que aparezcan medidas de alivio. El gobierno está enviando muchos recursos hacia los sectores más postergados de la sociedad para evitar situaciones que puedan detonar episodios de violencia, y apuesta –nuevamente- a una reactivación que aparecería luego del primer trimestre, por razones tan sólidas como las de los anteriores anuncios gubernamentales de “brotes verdes”.  Fracaso económico rotundo ¿sin rechazo social? A pesar del amontonamiento increíble de datos pésimos sobre consumo, ventas, producción, inversión, etc. etc., la discusión se mantiene en un nivel político muy bajo, en temas vinculados a los magros salarios o a las escasas ventas, o a la pérdida de clientes. Esto tiene dos desventajas: 1) Se sigue sin discutir lo fundamental, el modelo económico –más allá de su ocasional ejecutante-.  Lastrados los habitantes por una suerte de incapacidad de comprensión política o de abstracción para debatir temas más abarcativos que la mera situación personal. El problema es que si se sigue sin conectar lo personal con lo colectivo, se puede seguir persistiendo en el tipo de voto que llevó al macrismo. Las fantasías podrían trasladarse de Macri a Vidal, o Urtubey. 2) Al mantenerse en el plano de los problemas personales, o de la incomprensión de la coyuntura, como si del estado caprichoso del tiempo se tratara, se está a tiro del argumento de “ya está pasando lo peor”, “fue un contratiempo transitorio”, “estamos superando el traspié” y otros argumentos característicos del macrismo. Por otra parte, no es un problema de mera “reactivación económica” lo que debe discutirse, ya que para que ésta pueda concretarse en el futuro se deberán recuperar una serie de instrumentos fundamentales de intervención estatal de la economía, y de paso sentar las bases para un verdadero desarrollo económico. Todavía no existe el estado de ánimo social necesario para producir una ruptura con el neoliberalismo y avalar o apoyar las necesarias medidas de reconstrucción nacional. Se siente la insuficiencia del aliento popular para ajustar cuentas con este proyecto regresivo. El amplio campo de los agredidos por el modelo macrista: Es probable que hoy cerca de tres cuartas partes de la población estén siendo agredidas por el desastre económico generado por la actual gestión. También es evidente que si este bloque social reaccionara en conjunto contra el actual estado de situación, el problema político estaría en vías de resolverse. Pero eso aún no ocurre, y es muy importante encontrar las causas por las cuales hasta ahora sólo una fracción menor de la sociedad está enfrentando con decisión el rumbo neoliberal-conservador del macrismo. Sin pretender agotar las causas de la relativa falta de reacción colectiva, entendemos que pueden estar jugando distintos factores, en distintos tipos de público. Los sectores populares con mayor conciencia política: Partiendo de los más decididos sectores que vienen enfrentando desde el primer día al actual proyecto político, surge que existe en el propio campo nacional y popular una falta de organización manifiesta, que impide actuar coordinadamente en el debate público y la comunicación social, en la impugnación de las medidas, en las acciones colectivas necesarias e incluso en la propuesta de medidas alternativas que den esperanza en un cambio de rumbo efectivo. La falta de organización es un verdadero corsé para el enorme potencial humano y político de un campo que permanece disperso y desconectado. Este incluye la interpretación paralizante que algunos hacen del liderazgo de Cristina, de la que están esperando que tome todas las iniciativas y al que se encuentran imaginariamente subordinados como “soldados”. Utilizando precisamente la metáfora militar, hay que decirles a esos compañeros que no existe ejército en el mundo en el cual el comandante en jefe tenga que dar todas las órdenes para todas las acciones que se emprendan. Siempre es fundamental dar amplio margen de maniobra y de iniciativa a los “subordinados”, contar con mandos medios capaces y con soldados inteligentes en condiciones de tomar iniciativas audaces en el campo de batalla. Se nota también la falta de un vigoroso discurso anti-derecha, que apenas se ha esbozado. Buena parte del espacio nacional y popular ha pasado tres años señalando y criticando las barbaridades dichas y hechas por el macrismo, pero no ha logrado armar un discurso colectivo que imponga con fuerza ciertos temas fundamentales para disputar el sentido común. Ejemplos de esto: la subordinación mental de cierto sindicalismo a los empresarios, a los que se les cede el “saber económico” o el conocimiento acabado de la realidad. El movimiento obrero estaría limitado a “hacer acotaciones” sobre el libreto que sólo el empresariado neoliberal estaría en condiciones de formular. Hace falta un discurso más exigente y riguroso en relación a los empresarios que están dando su pleno apoyo al modelo actual. Parece que en relación a la ideología neoliberal de estos sectores solo hay críticas de orden moral: “son rapaces” o “no les importa la gente”, pero falta una visión político-económica que señale los temas estructurales, como su falta de inversión a pesar de las altísimas rentabilidades de éstos años (responsabilidad fundamental de los capitalistas en el capitalismo), o la tradicional  evasión y elusión impositiva (carencia crítica  que explica que no haya ni condena pública ni siquiera indignación en relación a los paraísos fiscales, el lavado de dinero, las maniobras con las exportaciones, y los mil trucos inventados para no compartir parte de las ganancias con la sociedad). Debemos decir que este fenómeno es planetario, y se viene acentuando en todo el mundo desde los años ´80 del siglo pasado, pero que en el caso

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Atentado a la AMIA: el día que el nuevo titular de la DAIA puso en duda la autoría de Irán

Fuente: Ricardo Ragendorfer | TiempoAr Fecha: 13 de ENE 2019 El 18 de diciembre pasado asumió la nueva conducción de DAIA, encabezada por Jorge Knoblovits. Fue en el Hotel Intercontinental, ante mil invitados que incluían altos dignatarios del régimen macrista; entre ellos, la ministra Patricia Bullrich, quien al tomar la palabra, soltó: “Sería muy importante para nosotros tener un juicio en ausencia”. Se refería a los funcionarios iraníes sospechados por el atentado a la AMIA. Tal alternativa –no contemplada por las leyes argentinas– ya había sido deslizada con insistencia en 2013 por el entonces presidente de la DAIA, Julio Schlosser, durante una reunión con canciller Héctor Timerman, a propósito del Memorándum con Irán. Aquel cónclave fue reconstruido por Timerman el 10 de febrero del año pasado en su piso de la calle Castex, frente a la Plaza Alemania, al recibir –ya convaleciente y con arresto domiciliario– al autor de esta nota; también estaba el dirigente de Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA, Sergio Burstein, y el periodista Juan José Salinas. Los detalles vertidos por él adquieren ahora una significativa relevancia. Schlosser había concurrido al despacho de Timerman en la Cancillería con el vicepresidente de la AMIA, Waldo Wolff (hoy diputado de PRO), y el entonces secretario general Knoblovits. Al ministro de Relaciones Exteriores  lo acompañaba el secretario de Culto, Guillermo Oliveri. Los visitantes no creían que el acuerdo con Irán para interrogar allí a los presuntos responsables del atentado pudiera guiar la pesquisa hacia la verdad. También invocaron “impedimentos estratégicos” no debidamente aclarados. Y al respecto, Schlosser esgrimió un notable argumento: “Los muertos ya están muertos, Héctor; hay que pensar en los vivos”. Wolff, a su vez, permanecía mudo, con los ojos clavados en el suelo. Y Knoblovits, abogado de profesión, iba levantando temperatura. Hasta que, de pronto, saltó de su asiento, al grito de: “Si Canicoba Corral (el juez de la causa) va a Irán y le dicta a los acusados la falta de mérito porque la prueba no alcanza, ¿de qué nos disfrazamos?”. Y remató: “¡Eso sería inaceptable!”. Schlosser entonces le ordenó con un parpadeo que se llamara a silencio. Wolff continuaba con los ojos clavados en el suelo. ¿Qué temía realmente Knoblovits? ¿Acaso no estaba convencido de la autoría iraní del atentado? Tanto las circunstancias de esa reunión como el registro textual de los diálogos fueron confirmados a este diario por Oliveri. A un lustro de semejante “sincericidio”, el doctor Knoblovits alcanzó la cima de la DAIA. Su entronización coincidió con la agonía de Timerman. El ex canciller exhaló días después su último suspiro. Vueltas del destino. La causa por el Memorándum (instruida por el juez Claudio Bonadío) es un himno al desplome del estado de Derecho. En tal marco, el procesamiento de Timerman requirió, por su debilitada salud, una dosis extrema de crueldad. Era como si pesara sobre él una condena a muerte no escrita en el expediente. Y en aquella crucifixión, el rol de la DAIA fue particularmente vil. Porque sus jefes no fueron cómplices pasivos (como en el caso del martirio sufrido por su padre, Jacobo Timerman, durante la última dictadura) sino los artífices de su desgracia, en tándem con la servidumbre judicial del macrismo. De hecho, fue aquella dirigencia la que lo querelló en base a una trampa tendida por el ex presidente de la AMIA, Guillermo Borger, al grabar de modo clandestino en 2013 un diálogo telefónico con él, donde –en su condición de funcionario– se lo escucha decir: “¿Y con quien querés que negocie? ¿Con Suiza?”. Esa frase fue su pecado. Cabe destacar que es la primera vez desde la vuelta de la democracia que en los tribunales se convalida el uso como prueba de una comunicación intervenida en forma ilegal. Es raro que justamente Knoblovits no haya dicho nada al respecto, dado que él mismo supo padecer esta clase de canalladas en carne propia. En enero de 1998, el noticiero de Canal 9 emitió imágenes filmadas con cámara oculta que mostraba a Knoblovits al coordinar con Ricardo Manselle, un testigo del caso Cabezas, el guión de un nuevo testimonio diametralmente opuesto al que ya había brindado, y que comprometía a Alfredo Yabrán. “En tu nueva declaración vos tendrías que decir que fuiste presionado por la institución policial y la revista Noticias”, le indica Knoblovits, mientras engulle con apetito una medialuna. Y agrega: “Con una vez más que aparezcas en los medios cambiando tu testimonio no vas a tener problemas. Todos te van a creer. Yo soy un abogado de prestigio”. Lo cierto es que Manselle salió otra vez en los medios, pero acusando a Knoblovits de ofrecerle 60 mil dólares para despegar del caso a Yabrán. No menos cierto es que Knoblovits salió indemne del asunto. Si bien el juez que instruía el expediente por el asesinato del fotógrafo tomó por válidas esas imágenes, en 1999 la Justicia entendió que la denuncia contra el actual dirigente comunitario era falsa. El juez Daniel Turano sobreseyó a Knoblovits y dio a entender que fue el propio Manselle quien intentó poner en marcha una negociación para cambiar su declaración a cambio de dinero. Sea como fuere, Knoblovits demostró con su asesoramiento ser un gran alquimista procesal. Casi tres lustros después, ya entregado a su carrera política en la DAIA, supo además exhibirse como un hábil tejedor de relaciones. A principios de 2015, se entrevistó con el embajador de Estados Unidos, Noha Mamet, para dejar constancia de su preocupación ante el “populismo” que por entonces flotaba en la Casa Rosada. Su siguiente paso fue embarcarse en una gira por varias ciudades norteamericanas sin otro propósito que denostar a Cristina Fernández de Kirchner, acusándola del asesinato del fiscal Nisman y de integrar una alianza secreta con Venezuela e Irán. También se contactó con la American Israel Públic Affair Commitee (AIPAC), un conglomerado de la derecha judía estadounidense vinculado a ciertos popes de los fondos buitres; entre ellos, el famoso Paul Singer. Y no se privó de dar una conferencia con el cubano-estadounidense

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El ajuste no sabe de desdoblamientos electorales

Fuente: Juan Carlos Junio | TiempoAr Fecha: 13 de ENE 2019 Mientras el gobierno sigue enfocándose en su estrategia electoral, muy especialmente en el desdoblamiento de la elección pergeñado por la gobernadora estrella María Eugenia Vidal, la realidad va por otro lado, con el consecuente impacto en la situación económica y social. El deterioro sigue a paso firme ya que no sabe de alquimias «tacticistas». En realidad se trata del resultado de las políticas del gobierno que cumplen incondicionalmente con lo que disponen el Fondo y los mercados. En este contexto, en paralelo también avanza el rechazo y la reacción de amplios sectores de la población que ven vulneradas sus condiciones más elementales de vida. La «marcha de antorchas» del último jueves movilizó una multitud detrás de la consigna «Basta de tarifazos». Organizada por sindicatos y distintas organizaciones sociales, y con una fuerte presencia de autoconvocados, constituyó una muestra más de la oposición abierta a las políticas de ajuste de Cambiemos. Según se afirma en el documento, «mientras en los hogares de los jubilados, de los cesanteados, en las casas de todas y todos los que viven de su trabajo y no del trabajo ajeno, tienen que elegir entre un plato de comida o pagar la luz, los Aranguren, los Caputo, los Dujovne y todos los que tienen sus capitales en guaridas fiscales, suman ganancias y beneficios con cada aumento de tarifa». Otra vez, nada se pierde, todo se transfiere. La reacción se da en la calle, pero también en el Parlamento. Los legisladores de la oposición ya están trabajando en un proyecto de tarifas razonables que no aumenten más que los salarios, y que se retrotraigan a los precios que tenían en 2018. Una medida de este tipo ya fue aprobada por los representantes del pueblo y luego vetada por el presidente Mauricio Macri el año pasado, desoyendo lo determinado por las «instituciones de la democracia». La idea de que las tarifas no se incrementen por encima de los salarios está en las antípodas de la estrategia del gobierno, que apunta a beneficiar a las empresas energéticas y a las prestadoras de servicios públicos. Según un informe de Cifra-CTA, en el Conurbano, en tres años de gobierno el peso de las facturas de gas, electricidad, servicio de agua y cloacas pasó del 1,9% del ingreso del hogar al 11,3% (subiría al 13,3% en 2019). A esto se llega con incrementos exorbitantes de las boletas. En el caso de la electricidad, en los tres primeros años de gestión la suba fue de entre el 1053 y el 2388%, muy por encima de la inflación general (158%) y de los salarios del sector privado (124%). Ya se corrió el velo de la ficción discursiva y engañosa del atraso tarifario del gobierno de Cristina Kirchner, ante la grave afectación de las condiciones de vida de los ciudadanos. En paralelo, se conoció que en 2019 la provincia de Buenos Aires duplicará el gasto en servicios de la deuda. Así resulta que los usuarios –que son los ciudadanos de la Nación– pagan de alguna forma en sus boletas el incremento de la carga de la deuda. Se desnudan las prioridades que fija el gobierno nacional. Claro que entre los grandes perjudicados por las subas de tarifas, además de los hogares, están el comercio, la industria, las pymes y la sociedad civil en general. En el caso de las empresas, sufren por doble vía: por la merma de sus ingresos provenientes del mercado interno, y por el aumento de los costos (tarifarios, impositivos y financieros). Por eso en la Ciudad de Buenos Aires, como en todo el país, el cierre de comercios está a la orden del día. Sólo en el último bimestre de 2018 los locales vacíos crecieron un 57,4% interanual. Los datos de la capacidad instalada de la industria van en esta línea. En promedio, en noviembre de 2018 se registró un 63,3% de utilización, casi seis puntos menos que en el mismo mes de 2017 marcando un récord en el año de capacidad ociosa. La baja en la utilización se corresponde con menores niveles de producción y empleo. A pesar de este cuadro fuertemente recesivo, el gobierno es inmutable, y continúa poniendo todas las fichas en las exportaciones primarias (mientras reza por el clima), dejando a la industria y al mercado interno en un lugar cada vez más irrelevante. Pronósticos para validar ajustes En su reciente informe semestral titulado «Nubes de tormenta en la economía mundial», el Banco Mundial (BM) da cuenta de su visión sobre Argentina y publica proyecciones agregadas. El organismo estima que 2018 habría finalizado con una caída del PBI del 2,8%, mientras que para 2019 proyecta una baja del 1,7%. Un panorama poco alentador. Así y todo, resulta muy difícil creerle al BM ya que sus incoherencias son manifiestas. De hecho, tan sólo medio año atrás, en su informe de junio de 2018, el BM proyectaba un crecimiento del 1,7% para Argentina. ¡La diferencia es ni más ni menos que de 4,5 puntos porcentuales hacia abajo! Al observar los números para 2019, la brecha es muy similar, una corrección a la baja de 3,5 puntos. Las «equivocaciones» de los organismos internacionales son cada vez más habituales. Ciertamente no son errores, están asociados a la necesidad de prometer un mundo venturoso, propio del discurso neoliberal, mientras el presente muestra su rostro de desdichas para las mayorías. Sin embargo, como siempre, la letra chica es la que importa. El Organismo concluye con el eufemismo «la implementación del programa de austeridad fiscal en Argentina constituye un desafío pero debería mejorar la sustentabilidad fiscal a largo plazo», y finaliza asumiendo realidad: esto redundará en «pérdida de empleo y reducción en el consumo y la inversión». Además destaca que «las altas tasas de interés frenarán la inversión privada». O sea, más daños colaterales que hay que tolerar como si fueran una fatalidad del destino. Nada nuevo bajo el sol Otro de los comunicados que circuló esta semana fue el de la calificadora Moody’s. Al igual

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Cuando el fuego crezca

Fuente: Graciana Peñafort | El cohete a la luna Fecha: 13 de ENE 2019 El lunes 18 de julio de 1994 a las 9.53 de la mañana estalló una bomba en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en lo que se considera el más brutal atentado que sufrieron civiles en nuestro país luego del bombardeo de Plaza de Mayo de junio del ’55, al cual las crónicas oficiales —inexactas— le atribuyen 308 víctimas. En el atentado de la AMIA murieron 85 personas. Pocas horas después, “el primer ministro israelí Yitzhak Rabin propuso al gobierno argentino de Carlos Menem coordinar una interpretación unificada de lo sucedido, que conviniera a los intereses políticos de ambas administraciones. Así se desprende de un cable emitido por el embajador argentino en Israel José María Valentín Otegui, a las 2.50 horas del 19 de julio de 1994” [1]. Comenzó entonces una historia que lleva casi 25 años y debería avergonzar al Poder Judicial argentino y a buena parte del poder político. En enero del 2013, la Argentina suscribió un Tratado de Entendimiento con Irán para obtener, luego de 19 años, la declaración de los iraníes imputados por el Poder Judicial argentino por presunta participación en el atentado, que a la fecha permanece sin resolver. El Memorándum fue aprobado por ley en la Argentina. Luego fue declarado inconstitucional. El gobierno de Mauricio Macri no apeló la inconstitucionalidad y por lo tanto la misma quedó firme. El Memorándum con Irán jamás entró en vigencia. Esta es la historia de la infamante causa judicial que surgió a partir de la denuncia del fiscal Alberto Nisman, en la que acusó a Cristina Fernández de Kirchner, a Héctor Timerman y otros funcionarios y dirigentes sociales argentinos de utilizar ese Memorándum como herramienta para encubrir a los responsables del atentado. Es un caso que tiene demasiados cómplices, demasiados cobardes y unos pocos valientes que buscaron la verdad y la justicia para las víctimas de la AMIA estallada. Esta es la historia de uno de esos valientes. Se llama Héctor Timerman y fue Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En la madrugada del domingo 30 de diciembre de 2018 recibí una llamada. Era Jordana Timerman, para avisarme que su papá, Héctor Timerman, había muerto. Sabía que esa llamada llegaría, lo sabía desde hacía varios días. La certeza no la hizo menos dolorosa. Me quedé sentada en la cama de mi casa paterna, en San Juan, en el cuarto donde dormí durante parte de mi infancia y en la misma cama, que se me antojó un poco absurda. Porque cuando yo era chica, las personas que yo quería no se morían. Paseé la vista por ese cuarto que podría describir de memoria, hasta en su más mínimo detalle. La quemadura en la mesa de luz de algún cigarrillo de hace más de 20 años. Empezaba a clarear cuando envié los tres mensajes que debía enviar, avisando del fallecimiento de Héctor. Pensé en la pena que iba a provocar a quienes se los enviaba. Pensé, con rebeldía infantil, que si no te enterabas de la muerte sería como si no hubiese ocurrido. Pude ver en mi cabeza a Alejandro, levantándose a hacer el desayuno en el sur, seguramente tempranísimo. Pude imaginarme a Cristina, también en el sur, bajando la escalera para iniciar el día. El tercer mensaje nunca sabré en qué huso horario y qué lugar del mundo lo recibió su destinatario. Un vecino de mi casa de San Juan infringe desde hace años la norma municipal que impide tener animales de granja en la ciudad. Porque tiene al menos un gallo. Desde que tengo memoria, el bicho canta en las mañanas. Deben haber pasado varias generaciones de gallos, cuya misión esencial en este mundo es despertar a mi papá. Que, desde que tengo memoria, le dedica un saludo poco amable al plumífero en cuestión tan pronto suena. También la casa se llena del olor a pan horneándose, de la panadería que está a media cuadra. Un rato después sonará el portero y será el diariero, que sabe que mi padre se despierta tempranísimo. Es extraña la continuidad de los rituales cotidianos de la vida, frente a la quietud absoluta e indiscutible de la muerte. ¿Se murió Timerman?, dijo mi papá al verme la cara, sentada como indio en la cama y fumando. ¿Hago café? Mientras mi papá hacia café me fui con la notebook al comedor. Busqué pasaje de regreso a Buenos Aires, le avisé a Jordana, hablé con Javier para decirle el horario de llegada y me senté a esperar que la familia Timerman diese a conocer la noticia. Como en una película alocada me acordé de Héctor abriendo la ventana de la Embajada en Washington y diciéndome: “Acá podes fumar”. Héctor riéndose de algún chiste. Héctor gritando de dolor hace un año. Héctor aconsejándome que me separase: “Graciana, no sos feliz. Dejalo. Yo te voy a buscar un buen muchacho judío. Son buenos esposos”. Héctor mostrándome el chalequito naranja de Greta, su adorada bulldog francesa. Héctor entusiasmado con un libro de los ’70 pero discutiendo los hechos ahí plasmados. Héctor llamando en horarios locos desde lugares remotos, para saber cómo avanzaba la causa. Héctor pidiéndome que le traficara unas Titas, a escondidas de Anabelle, cuando no podía salir de su casa. Diciéndole a Anabelle: “Sigo vivo porque mi mujer me mantiene vivo” y largando una carcajada, para agregar: “Lo que no tengo claro es si es por amor o por venganza”. Pensé en la familia de Héctor. Porque si hay algo que adoraba tanto como leer, era a los suyos. Lo vi pasar horas mientras su nieta mayor le explicaba en un inglés infantil los dibujos que había traído del jardín. Y el orgullo con el que mostraba la foto de su nieta menor, cuando todavía no la conocía porque nació del otro lado del océano, en la ciudad donde estaba uno de los cafés al que soñaba volver. Y las largas charlas con Jordana. Y

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La muerte acusa

Fuente: Luis Bruschtein | Página 12 Fecha: 31 de DIC 2018 Héctor Timerman murió perseguido, acosado, difamado, hostigado hasta las puertas de la muerte, en extrema vulnerabilidad, en un esfuerzo supremo para defenderse de una acusación infame. Su muerte se convierte en testimonio de una canallada política que manchará la historia de este país. Ni hace falta discutir. Si se acusa a alguien de traición a la patria, sabiendo que la Constitución solamente aplica ese cargo en situación de guerra, es evidente que los acusadores sólo buscaron impacto público, escándalo, y ruido sin consecuencia legal. La muerte enfatiza el ensañamiento contra el acusado postrado por el cáncer terminal y la campaña mediática mentirosa que ocultó a sabiendas los argumentos indiscutibles de la defensa. La declaración de Ronald Noble, el jefe de la Interpol, desmintió la acusación desde un principio. Había intereses internacionales en juego entre los que impulsaban el endurecimiento con el gobierno iraní y la administración Obama que buscaba un pacto con Teherán. La derecha norteamericana en la oposición se alió con la derecha israelí representada por Benjamín Netanyahu, en el gobierno. Los directivos de AMIA y DAIA, muchos de los cuales son ahora funcionarios del gobierno derechista de Mauricio Macri, introdujeron por la ventana esa disputa internacional en la Argentina que, por el contrario, tiene una larga tradición de convivencia pacífica entre todas las colectividades. Asumiendo la lógica de la política israelí desde la visión derechista de Netanyahu, ellos fueron los que más se ensañaron con Timerman. Netanyahu es hoy uno de los pocos mandatarios que asistirá a la asunción del presidente de Brasil, el fascista Jair Bolsonaro. Los dos se han declarado “socios estratégicos”. La persecución y acoso de Héctor Timerman en Argentina no solamente fue una forma de “extranjerizar” al judío argentino al actuar en función de intereses ajenos al país, sino que además lo hizo con las banderas de la discriminación y el odio racial.   Artículos  relacionados: «Que la Justicia haga su trabajo de modo pleno»  Murió Héctor Timerman

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